ciénagas y manglares del caribe podrían desaparecer · diseñando convocatorias públicas que...

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N.º 211 / julio 2017 ISSN 1657-0987 www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá, Colombia Foto: archivo Unimedios Continúa en la página 10 Ciénagas y manglares del Caribe podrían desaparecer La reconstrucción de la his- toria de nueve ecosistemas ce- nagosos de Cesar y Córdoba, rea- lizada en el Instituto de Ciencias Naturales (icn) de la un, aporta evidencias sobre la aceleración de la deforestación a lo largo de sus cuencas en los últimos 200 años. Para evitar la pérdida del patrimonio en biodiversidad de estos testigos silenciosos del cambio climático, y prevenir desastres naturales como inundaciones, científicos de la Universidad Nacional de Colombia (un) alertan sobre la urgencia de implementar iniciativas que frenen la deforestación en estos vitales entornos hídricos del Caribe colombiano. medioambiente Política & sociedad El 4 % de la población no ha nacido en la vida jurídica Este porcentaje incluye algunos pueblos indígenas. Las dificultades para desplazarse y comunicarse en español complican sus procesos de registro e impiden garantizar sus derechos fundamentales. Página 9 Economía & organizaciones La crisis del Programa de Alimentación Escolar Apenas un 58 % de los niños y ado- lescentes matriculados en colegios oficiales son sus beneficiarios. Reo- rientar el Programa a escala regional y aplicar descentralización efectiva prevendría los riesgos de corrupción. Página 8 salud Proteína facilitaría detección temprana de preeclampsia La proteína Meteorin podría ayudar en la detección y posterior trata- miento de esta enfermedad, la se- gunda causa de muerte materna en el mundo y que en Colombia afecta al 8 % de las mujeres embarazadas. Página 13 Las fuentes hídricas del país aún cuentan con una biodiversidad significativa, que es necesario conservar.

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N.º 211 / julio 2017ISSN 1657-0987

www.unperiodico.unal.edu.co [email protected]á, Colombia

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Continúa en la página 10

Ciénagas y manglares del Caribe podrían desaparecer

La reconstrucción de la his-toria de nueve ecosistemas ce-nagosos de Cesar y Córdoba, rea-lizada en el Instituto de Ciencias Naturales (icn) de la un, aporta evidencias sobre la aceleración de la deforestación a lo largo de sus cuencas en los últimos 200 años.

Para evitar la pérdida del patrimonio en biodiversidad de estos testigos silenciosos del cambio climático, y prevenir desastres naturales como inundaciones, científicos de la Universidad Nacional de Colombia (un) alertan sobre la urgencia de implementar iniciativas que frenen la deforestación en estos vitales entornos hídricos del Caribe colombiano.

medioambiente

Política & sociedad

El 4 % de la población no ha nacido en la vida jurídicaEste porcentaje incluye algunos pueblos indígenas. Las dificultades para desplazarse y comunicarse en español complican sus procesos de registro e impiden garantizar sus derechos fundamentales.

Página 9

Economía & organizaciones

La crisis del Programa de Alimentación EscolarApenas un 58 % de los niños y ado-lescentes matriculados en colegios oficiales son sus beneficiarios. Reo-rientar el Programa a escala regional y aplicar descentralización efectiva prevendría los riesgos de corrupción.

Página 8

salud

Proteína facilitaría detección temprana de preeclampsiaLa proteína Meteorin podría ayudar en la detección y posterior trata-miento de esta enfermedad, la se-gunda causa de muerte materna en el mundo y que en Colombia afecta al 8 % de las mujeres embarazadas.

Página 13

Las fuentes hídricas del país aún cuentan con una biodiversidad significativa, que es necesario conservar.

julio 2017 | 2 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

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Presupuesto Colciencias por año en miles de millones de pesos

Educación

Regalías para ciencia: de la locomotora a la “revisatón”Gabriela delGado m., profesora titular, directora del Departamento de Farmacia, Facultad de CienciasUniversidad Nacional de Colombia

La “locomotora de la innovación” anunciada con bombo y platillos por el Gobierno nacional nunca arrancó, y, por el contrario, el poco “combustible” o financiación con el que cuenta pretende destinarse ahora a vías terciarias u otras necesidades, en vez de erigir, de forma visionaria, políticas de Estado con instrumentos articulados al recurso.

Aun si no existieran problemas de contratación asociados con las vías, 1,3 billones aportarían solo al 2 % del mantenimiento de la actual malla vial, es decir que tendrían un impacto limitado.

Se aspira entrar a la Organización para

la Cooperación y el Desarrollo Económicos

(Ocde) mostrando el país que anhelamos, pero no el

que somos.

Decisiones poco sustentadas indican que la investigación científica no se valora como vía para el conocimiento, fundamental en la solución de los problemas diversos y profundos del país.

Metas consignadas en eslóganes publicitarios con bajo sustento técnico reflejan quizá la falta de comprensión en este tema: “Colombia, la mejor educada”, o “Colombia, la tercera más innovadora de América Latina a 2025”.

En ese sentido, la “locomotora de la innovación”, ejemplo de metas no alcanzadas, pretendió llevar a Colombia a un modelo económico basado en co-nocimiento, dando valor agregado a productos que hoy intercambiamos. Como locomotora, requería condiciones que no se lograron: infraestructura, rutas, maquinistas idóneos y combustible (financiación).

En el país la financiación de la ciencia, tecnología e innovación (ctei) procede de: (1) Presupuesto General de la Nación transferido del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MinHacienda) al De-partamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), (2) deducciones tributarias para quien invierta en ctei, (3) recursos propios de instituciones del Sistema de ctei y (4) Fondo de ctei del Sistema General de Regalías, la fuente más inestable pues procede de la explotación de

los recursos naturales no renovables, y por ende finitos.

Para la “locomotora de la innovación” se destinó el 10 % de las regalías, un logro efímero que jugó en contra de la financiación de la ciencia. Con la ilusión de contar con billones de pesos de regalías para ctei,

los recursos provenientes del MinHacienda para Col-ciencias no se aumentaron sino que, por el contrario, se redujeron, disminuyendo así la financiación de la investigación y los posgrados del país (ver gráfico).

¿Qué pasó con las regalías?

El proceso de participación por las regalías estuvo mal diseñado. A continuación se relacionan algunos aspectos que merece la pena considerar, como por ejemplo la incapacidad de algunos departamentos (sin investigadores ni infraestructura) para atender con esos recursos las necesidades consignadas en el Plan Estratégico Departamental de Ciencia, Tec-nología e Innovación (pedcti).

De igual manera, cualquier ciudadano puede presentar propuestas, aunque no siempre una buena idea equivale a un proyecto de ctei, cuyos formuladores idóneos son los investigadores. Así, las gobernaciones evalúan propuestas, sin que –en

ocasiones– se evidencien criterios de selección, proceso supeditado a la voluntad del mandatario. Solo los proyectos aceptados por la Gobernación llegan a Colciencias (Secretaría Técnica de Regalías para ctei), donde se emite un concepto derivado de la evaluación por pares.

Por último, un proyecto con valoración insuficien-te para entrar al Órgano Colegiado de Administración y Decisión (Ocad), se ha interpretado como obstáculo de Colciencias o de las universidades (con asiento en el Ocad). De hecho, quienes desconocen el alcance de la investigación han calificado la evaluación de los proyectos –natural en la academia– como “panel de la inquisición” o como “animadversión” hacia un departamento. Bajo una gran presión política, hoy se asume que el problema es de tiempo y no de con-tenido, lo que ha conllevado a que el Departamento Nacional de Planeación promueva la “revisatón” de proyectos en “ocatones” con el mismo tecnicismo que los neotérminos.

para vías terciarias

Ya sea porque los investigadores no lograron que sus proyectos llegaran al Ocad, o porque las gobernacio-nes presentaron proyectos sin buenas condiciones de calidad, se dejaron de ejecutar 1,3 billones de pesos.

Por eso urge modificar el proceso de acceso a regalías, para no arriesgar el recurso de la ciencia en vías terciarias, en las que se ha evidenciado “ausencia de buenas prácticas en los procesos de contratación y ejecución” (Conpes 3857 de 2016 “Lineamientos de política para la gestión de la red terciaria”).

Invertir en vías conlleva quizá a un impacto más tangible –¿elecciones?–, pero no suma al desarro-llo sostenible basado en conocimiento. Aun si no existieran problemas de contratación asociados con las vías, 1,3 billones aportarían solo al 2 % del mantenimiento de la actual malla vial, es decir que tendrían un impacto limitado.

Sin embargo con algo de voluntad política se podría mejorar de forma simple el protocolo de acceso a las regalías para ctei, por ejemplo actuali-zando los pedcti; planteando problemas regionales; diseñando convocatorias públicas que incorporen formación de recurso humano; haciendo obligatorios proyectos interinstitucionales con transferencia de capacidades; evaluando proyectos en única instancia (Colciencias) con revisión por pares; y respetando que la ejecución de los proyectos aprobados en el Ocad esté a cargo de alguna entidad proponente (propiedad intelectual).

investigadores y políticos

Colombia debiera concebir el conocimiento como un árbol de roble cuyos frutos y madera son usados en industrias, química, médica, naval y ferrovial. Sus frutos, las bellotas, se generan después de 20 años, con

producción máxima entre 40 y 80 años. Así mismo, entre más años, mejor madera. No todos los robles logran prosperar; se sabe que solo una de cinco plán-tulas alcanza maduración completa con frutos. Las semillas se cuidan bien los primeros ocho años (con suministro cons-tante de nutrientes y agua) para que sus pos-teriores raíces le den estabilidad durante la producción de bellotas.

En un símil, el roble representa los proyec-tos de investigación, cuyos resultados (be-llotas o madera) no se logran plantando semillas (propuestas de investiga-ción) sin condiciones (financiación) sostenidas; antes de ocho años no se logran frutos, menos madera.

Al igual que con los robles, no en todos los pro-yectos de investigación se alcanzan los resultados esperados, pero de los que sí, la cosecha es abun-dante. Si los políticos decidieran invertir en robles no plantarían semillas buscando bellotas o madera a los tres o cuatro años de su gobierno, sino que sembrarían para que la siguiente administración reciba la cosecha.

En esa misma dirección se han tomado decisiones que ponderan prototipos extranjeros sin contexto nacional: fusión del Sistema de Competitividad con el de ctei, Sistema Nacional de Educación Tercia-ria, Plan Nacional Decenal de Educación. Se aspira entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) mostrando el país que anhelamos, pero no el que somos.

Colombia en la Ocde no reflejaría per se un buen camino en ciencia y en educación. Becas doctorales, por ejemplo, no son una política; con dineros pú-blicos se forma recurso humano de alto nivel para otras naciones. Los doctorados nacionales no tienen recursos porque el presupuesto de Colciencias está comprometido (65 %) en becas sin proyectos; no hay oportunidades para el retorno o la permanencia de quienes se están graduando, es decir, se trata de ins-trumentos mal diseñados que profundizan la brecha.

Si Colombia valorara la ciencia y la educación se construirían de forma visionaria políticas de Estado con instrumentos articulados al recurso, lo que impactaría, entre otros, la oferta de la univer-sidad pública, que sin duda hoy es la universidad más privada del país: privada de recursos, privada de infraestructura y privada de oportunidades de participación en la política pública.

palabras clave: ciencia, tecnología e innovación, Sistema General de Regalías, vías terciarias. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

julio 2017 | 3 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

investigación & creación

30 días en la Universidad

Más información en www.agenciadenoticias.unal.edu.co

Director: Fredy Chaparro S.

coorDinación eDitorial: Blanca Nelly Mendivelso Rodríguez • coorDinación perioDística: Diana Manrique Horta

comité eDitorial: Astrid Ulloa, Jorge Echavarría Carvajal, Horacio Torres, Luis Carlos Colón, André-Noël Roth, Juan Álvaro Echeverri y Álvaro Zerda

corrección De estilo: Liliana Ortiz Fonseca • Diagramación: Ricardo González Angulo • impresión: ceet, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico.

Versión digital: www.unperiodico.unal.edu.co • Correo electrónico: [email protected] • Teléfonos: 3165348 y 3165000, extensión 18338

Edificio Uriel Gutiérrez, carrera 45 no. 26-85, piso 5o. • issn 1657-0987

La U

nive

rsidad Nacional

d e C o l o m bia

Bogotá. Con campañas de preven-ción y formación de profesionales reducen casos de muerte súbita.

Medellín. Cremas y jabones se podrían producir con aceite de chontaduro.

Medellín. Software optimiza radioterapia para cáncer de próstata.

Medellín. Semillas de guandul y vitabosa sirven para alimentar pollos.

Bogotá. Exoesqueleto facilita terapias en pacientes con accidente cerebrovascular.

Medellín. Harina de mango y zanahoria se podría usar en productos de panificación.

Bogotá. Prototipo inalámbrico carga teléfonos celulares y tabletas en hora y media.

Bogotá. La un creará primer Eco-sistema Regional de Innovación en los Llanos Orientales.

Bogotá. En las costas colombia-nas solo existe la subespecie de babilla Caiman crocodilus fuscus.

Medellín. Snack de pulpa de mango deshidratado con potencial en el mercado.

Bogotá. Estudiantes de Diseño Industrial de la un crearon Kroaturas, juego de estrategia y nuevas tecnologías que permitirá comunicar conocimientos de ciencias naturales fuera del aula.

Medellín. La primera base de datos sobre oleaje desarrollada para el Caribe colombiano muestra que en La Guajira predominan los huracanes, y en Barranquilla los frentes fríos.

Bogotá. Diseñan chaqueta con un sistema de luces led capaz de acoplarse a las direccionales y los frenos de cualquier motocicleta.

Bogotá. Firebot es un robot concebido para desplazarse en cualquier tipo de terreno, capturar imágenes de video, y medir la humedad relativa del ambiente y su temperatura.

Medellín. Técnica pionera en Latinoamérica permite conocer nanodetalles como la estructura, y obtener la altura de láminas de materiales opacos (espejos y metales).

Bogotá. Padres de familia y acudientes creen que los niños con rinitis alérgica suelen tener bajo desempeño en sus actividades escolares y se desconcentran con mayor facilidad.

Bogotá. Las concentraciones de partículas ultrafinas en el ambiente afectan más a los ciclistas, ya que estos realizan un mayor esfuerzo físico y, por ende, inhalan más aire.

Medellín. Sistema con cámara monitorea el área en la que una pieza metálica ejerce presión para aplicar botones a las prendas (troquel); así se reduce el riesgo de accidentes o lesiones.

Palmira. Proteínas que intervienen en la reproducción del saltamontes Melanoplus sanguinipes servirían para controlar la población de esta especie que afecta cultivos de importancia económica.

Bogotá. A través de los teléfonos celulares y una página web, la plataforma InvBasa un permite rastrear y hacer seguimiento a las especies invasoras del país, además de elaborar un mapa de su distribución.

Medellín. Se crearon muletas para siete personas con movilidad reducida teniendo en cuenta peso, talla y algunas características especiales de cada una, lo que mejoró su calidad de vida.

julio 2017 | 4 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

palabras clave: Ejército Nacional, diálogos territoriales, posacuerdo, Ejército del Futuro. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

La un apoya proceso de pensar el Ejército del Futuro alejo VarGas Velásquez, profesor titular, director, Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz Universidad Nacional de Colombia

Desde la investigación y la reflexión académica es posible aportarle al Ejército Nacional elementos esenciales ante el nuevo escenario de posacuerdo, que exige un proceso de transformación indispensable, en el cual existe una reconfiguración de riesgos y amenazas.

En 2016 comenzó el acercamiento entre el Comando de Transformación del Ejército del Futuro (Cotef) y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz (cpsdp), de la Universidad Nacional de Co-lombia (un). Este se dio para que el Cotef conociera el proceso de participación ciudadana adelantado por el cpsdp –junto con Naciones Unidas– por soli-citud de la Mesa de Conversaciones de La Habana; para socializar el proceso de transformación en que estaba empeñado el Ejército; y para explorar formas de cooperación futura.

A partir de estos primeros contactos se formaliza la propuesta de adelantar –como parte de ese pro-ceso de transformación del Ejército– unos “diálogos territoriales”, en los cuales se convoque de manera amplia y plural a representantes de la sociedad civil en los territorios a opinar sobre qué tipo de riesgos y amenazas a la seguridad creen que van a ser los fundamentales cuando las Farc abandonen los territorios por su proceso de terminación del conflicto armado, y cómo creen que debería ser el rol del Ejército en el posconflicto.

Se define que el cpsdp –junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud)–, usando la experiencia metodológica de los foros de participación, seríamos coorganizadores y tam-bién tendríamos a nuestro cargo la moderación y las relatorías de los diálogos territoriales. Además garantizaríamos que hubiera una invitación plural de la sociedad en los territorios, respeto por las opiniones de todos, y que las propuestas hechas por los participantes serían consideradas seriamente por el Ejército. En general se ha tratado de cumplir estos aspectos, aunque siempre haya cosas por

mejorar y, en algunos casos, esto conlleve amplios análisis y debates.

El primer ciclo de dicha iniciativa se trasladó a Tunja, Villavicencio e Ibagué, donde se registró la participación de 904 personas y se recogieron más de 200 propuestas, 60 recomendaciones y 180 ini-ciativas que se consolidaron en siete temáticas que aportan al proceso de transformación del Ejército.

academia y posacuerdo

Para el cpsdp era –y es– estratégico participar en esta tarea, que conllevaba una especie de “alian-za” con el Ejército Nacional, por diversas razones. Una de ellas, porque era la manera de enviarle a la sociedad un mensaje de futuro, ya que se trata de instituciones fundamentales en la construcción de Nación y de Estado, aunque siempre se había tratado de presentarlas como cuasiadversarias.

También era una forma de hacerle saber a los co-lombianos que en el posacuerdo debemos estar más que nunca en disposición de colaborar con otras ins-tituciones del Estado y de la sociedad.

Así mismo, porque la Universidad Nacional de Colombia es la Universidad de la Nación y patrimonio de todos los colombianos. Estamos convencidos de que a partir de la investigación y reflexión académica podemos aportarle tanto al Ejército Nacional, como a los demás componentes de la fuerza pública, en su proceso de transformación, indispensable en un nuevo escenario, como el posacuerdo, en el cual hay una reconfiguración de riesgos y amenazas a la seguridad nacional y pública, y nuevos actores en este campo. Todo ello conlleva una redefinición estratégica, tanto de la doctrina como de la organiza-ción institucional y de las prioridades operacionales, para lo cual, sin duda, es útil la mirada reflexiva y crítica de la academia.

Lo anterior fue compartido por los generales al frente del Cotef y del Ejército Nacional, sin que eso signifique que no sigamos manteniendo diferencias y puntos de vista dispares en muchos aspectos, pero con la convicción de que podemos conversar las di-ferencias, argumentarlas y superarlas o no, sin que impliquen miradas de confrontación.

Dentro de su mandato, para el cpsdp es fundamen-tal contribuir no solo al proceso de conversaciones del Gobierno con organizaciones insurgentes –por ello estamos en disposición de apoyar el proceso con el eln, si se nos solicita–, sino también a los desa-fíos de la construcción de paz. Esta tarea conlleva,

además de la implementación del Acuerdo Final de Paz, el apoyo a los procesos de cambio institucional tan importantes como el que debe emprender la fuerza pública, conformada por instituciones que son y deben ser garantía de seguridad y convivencia para todos los colombianos. Se trata de procesos que van a ser lentos y de mediano plazo, a pesar de que se hayan iniciado tempranamente, como lo ha hecho el Ejército Nacional.

nuevo ciclo

Los procesos de transición, en nuestro caso de la guerra a la paz, implican, como todo cambio, tanto un alto nivel de incertidumbre e intervención de diversos actores (políticos, económicos, iglesias, academia, sociales y por supuesto los militares), como una necesidad de construir pactos o acuerdos que contribuyan a darle dinámica y orientación a la transición.

Lo deseable son las transiciones pactadas entre los actores relevantes, y esa es la posibilidad que existe en Colombia, si se logran acuerdos múltiples entre diversos actores.

Por ello creemos que el nuevo ciclo de los diá-logos territoriales que se trasladará durante el segundo semestre del presente año a Medellín, Tumaco, Valledupar y Cúcuta, debería aportar nue-vos elementos para el proceso de transformación institucional del Ejército, pero además contribuir a procesos similares en los demás componentes de la fuerza pública y en todo lo que se conoce como el “sector defensa”.

En el cpsdp estamos convencidos de que cada vez más el análisis y la discusión de los temas atinentes a la seguridad y la defensa deben ser campos de interés privilegiado de la sociedad en su conjunto –incluida la academia– y no un terreno exclusivo de especialistas militares. Estas áreas se deben analizar de manera desideologizada para que puedan interpretar las preocupaciones y necesidades de la sociedad y del Estado en escenarios cambiantes como los actuales.

La Universidad Nacional de Colombia a lo largo de su historia ha construido Nación y por consiguiente está dispuesta, en su Sesquicentenario, a apoyar todas las iniciativas que apunten en esa dirección.

La apertura del segundo ciclo de los “Diálogos territoriales para la transición en materia de seguridad pública y la construcción del Ejército del Futuro” se realizó en la un.

foto: Ovidio González/Unimedios

julio 2017 | 5 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

palabras clave: Iglesia católica, conflicto armado, posacuerdo. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

El papel de los obispos colombianos en la pazlaura Camila ramírez bonilla, Doctora en Historia, El Colegio de México (Colmex)

En las últimas tres décadas, el trabajo eclesiástico en la búsqueda de una solución al conflicto armado interno se convirtió en una nueva “fuente de sentido” que definió, en gran medida, el cómo y el para qué de la presencia de la Iglesia católica en la esfera pública colombiana.

El pasado 27 de junio, en Mesetas (Meta), los últimos contenedores con el armamento que las Farc entregaron a las Naciones Unidas fueron cerrados por monseñor Luis Augusto Castro y el padre Francisco de Roux S.J. El acto era histórico y simbólico, pues representaba el desarme y la extinción de la guerrilla más longeva del continente, al tiempo que hacía un reconocimiento público a la labor de estos religiosos en la construcción de paz.

La participación de la Iglesia en la paz re-mite, entre otros, a un mandato pontificio y conciliar: las encíclicas Pacem in terris de 1963 y Populorum Progressio de 1967, o la constitución Gaudium et spes de 1965.

En Colombia, el momento de mayor ac-tivismo eclesiástico en este campo se cruzó con el arribo de una Constitución que definió como derecho fundamental la “libertad de culto y conciencia”. El Estado laico de 1991, que rompió con el monopolio religioso y la “nación católica” proclamada por la Carta Política de 1886, garantizó la separación de la esfera política de la religiosa y el derecho de los ciudadanos a profesar la fe de su prefe-rencia. El nuevo estatus reñía con la histórica intervención de la Iglesia católica en la vida política del país y sus privilegios frente a otras confesiones.

¿Por qué un Estado laico admitía que una institución religiosa interviniera en un asunto de carácter político, de Estado, como la paz? Las explicaciones posibles remiten a la forma como se han relacionado Esta-do, sociedad e Iglesia en la historia colom-biana, los influjos del Concilio Vaticano ii y el interés de la institución eclesiástica por recuperar espacios constitucional y social-mente perdidos en las últimas décadas.

contradicciones del cambio religioso

Mediante un recorrido histórico entre 1994 y 2006, el libro Entre altares y mesas de diálogo: el episcopado colombiano en acercamientos de paz con grupos armados ilegales (1994-2006), publi-cado por el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri), de la Uni-versidad Nacional de Colombia, se concentra en la actividad y el discurso episcopal, tanto como cuerpo colegiado –con diversidad de posturas internas–, como por las experiencias

La historia reciente de la Iglesia católica en Colombia no puede rastrearse sin una referencia puntual a la guerra y la paz.

individuales de obispos con una trayectoria propia en la guerra y la paz.

La narrativa histórica rastrea las percepciones y controversias que generó esta participación entre actores políticos y sociales, además de los contrastes que supuso el trabajo en las regiones, en contextos rurales, y los retos de las ciudades. Se trata de un itinerario con matices.

Durante el periodo estudiado, las iniciativas de paz de la Iglesia se cruzaron con la injerencia de al-gunos obispos en el debate político nacional, como el Proceso 8.000 de Ernesto Samper, las elecciones, la corrupción, la parapolítica o las concepciones sobre el conflicto armado. En este proceso la ins-titución eclesiástica también ha sido blanco de la violencia, pues algunas de sus cifras muestran que entre 1984 y 2007 fueron asesinados 77 religiosos, 63 amenazados, 33 secuestrados y 14 heridos.

Entre 1994 y 2006 la Iglesia católica conservó una imagen favorable del 60 % y el 70 %, según las encuestas anuales de Invamer Gallup. Se trata de una de las instituciones con mayor nivel de confianza entre los ciudadanos, pese a escándalos como la pe-derastia o sus desórdenes financieros. Sin embargo, durante este periodo también se vio fortalecido el pluralismo religioso.

Según el Pew Research Center, los colombianos pasaron de ser católicos en un 91 %, a mediados del siglo xx, a serlo en un 74 % en 2014. Las paradojas se multiplican, ya que pese a la disminución de católicos, ocho de cada 10 colombianos se consideran religiosos, como lo muestra la encuesta mundial de win/Gallup International; en el ranking, el país ocupa la primera posición en América Latina. ¿Qué explica que una población “tan religiosa” presente por décadas una tasa de homicidio superior al promedio de la región?

El tema exige una reflexión exhaustiva sobre las transformaciones del mapa religioso y los valores de los colombianos. Igualmente remite a los desafíos que el mundo contemporáneo le plantea a las insti-tuciones religiosas frente al uso de la violencia –en nombre o no de Dios– y las consecuencias de la guerra.

desafío a la laicidad

Dentro del estudio realizado se muestra la capacidad efectiva que en los años noventa tuvo la Iglesia católi-

ca para resolver problemáticas puntuales del conflicto y la paz en Colombia –liberación de secuestrados, atención a víctimas, desbloqueo de diálogos, entre otros–, llenando espacios que instancias estatales y de la sociedad civil no siempre lograron ocupar, sin dejar de poner en tensión la separación de la esfera religiosa de la política.

La vigencia de la institución en el tema es una realidad que, en los próximos años, aludirá a cua-tro controversias: primera, acompañar la imple-mentación del Acuerdo Final de Paz y la consoli-dación del posacuerdo. Segunda, la “neutralidad” que los obispos adoptaron frente al plebiscito del 2 de octubre de 2016 –en contraste con los dos mi-llones de votos que movilizaron iglesias evangélicas en rechazo al Acuerdo Final de Paz– demanda una mayor reflexión en torno a si el episcopado debió hacer campaña por el “Sí”, o si dejar en libertad a los católicos fue una actitud respetuosa del Estado laico. Tercera, la participación eclesiástica en el actual proceso de paz con el eln en Quito y su aporte pun-tual a las mesas de participación de la sociedad civil. Y cuarta, es de esperar que la visita del papa Francisco a Colombia, del 6 al 10 de septiembre, tenga un tono político ligado a los retos de la paz. No hay que olvidar que el pontífice “condicionó” su presencia en el país a la aprobación del plebiscito por la paz.

El recorrido histórico permite identificar tiempos de cambio, tanto para las dinámicas de la guerra como para el tipo de presencia de la Iglesia en la sociedad. Se trata de un actor religioso cambiante y diverso que controvierte la laicidad del Estado a la vez que busca dialogar con ella y sus trans-formaciones; un agente que desborda la esfera espiritual y privada de la fe mientras resuelve problemas humanitarios y distensiona procesos sociopolíticos ligados a la guerra y la paz. De esta manera, sirve como ejemplo de la fuerte relación religión-política en la historia de Colombia.

foto: Rodrigo Sepúlveda-Héctor Fabio Zamora/archivo El Tiempo

julio 2017 | 6 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

palabras clave: Corea del Norte, armas nucleares. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Armas nucleares de Corea del Norte evitarían un nuevo IraqXaVier boltaina bosCh, profesor, Facultad de Derecho Universidad de Barcelona (España)

El programa nuclear del régimen liderado por Kim Jong-un es una especie de seguro para evitar que Corea del Sur y Estados Unidos reproduzcan unos nuevos Iraq, Yugoslavia o Libia. Por eso, hasta ahora, mantener el statu quo sigue beneficiando a todas las partes.

Los varios viajes de estudio e investigación académica realizados a la Península de Corea me sirven para plantear hasta qué punto el permanente conflicto entre norcoreanos y surcoreanos, y con Estados Unidos, es una interpretación teatral con intereses multina-cionales, o si en efecto es factible un enfren-tamiento militar.

Antes que nada es importante recordar que en 1945 la península coreana quedó partida en dos, tras el fin de la cruel ocupación japonesa y la división entre un norte prosoviético es-talinista y un sur pronorteamericano en for-ma de dictadura militar con tintes fascistas. La división se enquistó con la Guerra Fría en-tre la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (urss) y los Estados Unidos.

La división se plasmó en la descomunal guerra intercoreana (1950-1953), en la que los bandos fueron muy claros: el Norte apoyado por la urss, pero especialmente por China, y el Sur, con una dictadura militar apoyada por los Estados Unidos y las Naciones Unidas.

Tres años de guerra dejaron la muerte de 50 mil militares de ee. uu., 400 mil surcoreanos y un millón de norcoreanos y chinos, además de miles de civiles fallecidos o de personas que quedaron en situación de discapacidad. Este absurdo resultado no dejó ganadores y, por el contrario, mantuvo el statu quo hasta el fin de la Guerra Fría.

Aspectos como el derrumbe de la urss, la evolución de la China comunista hacia un ré-gimen dictatorial en lo político pero capitalista en lo económico, el despegue económico de Corea del Sur convertida en la cuarta potencia de Asia y en una democracia, dejaron a Corea del Norte en una posición muy incómoda en los ámbitos interno e internacional.

Sin apoyos decisivos más allá de la “amistad” china, el régimen de Pyongyang no se plegó a los cambios de modelo de los países comunistas ni a las reformas chinas, y tampoco empatizó con sus tradicionales enemigos. Sus líderes Kim Il-sung (fallecido en 1994), Kim Jong-il (fallecido en 2011) y Kim Jong-un han sido los encargados de mantenerlo.

La situación descrita seguramente hace que surja la inquietud acerca de cuánto peligro existe tanto en la constante retórica militarista norcoreana, como en las amenazas del régimen hacia Corea del Sur y Estados Unidos, en es-pecial ahora con la llegada de Donald Trump

El objetivo del régimen norcoreano es fingir que su armamento nuclear puede generar tanto daño a sus enemigos, que el conflicto no vale la pena.

foto: archivo particular

a la Presidencia con su errática y grotesca política internacional hacia la región asiática, que pareciera desconocer.

ni reunificación ni guerra convencional

Una aproximación al debate implica elementos clave, como por ejemplo que Corea del Norte no tiene ninguna voluntad de desaparecer, y aunque proclama que el destino final es la reunificación, abjura de quedar absorbida y disuelta sin más.

Dicha república socialista no es Alemania Oriental, pero Corea del Sur tampoco es Ale-mania Occidental. Los surcoreanos gozan de óptimo nivel económico y la reunificación supondría para ellos un auténtico drama, en términos de pérdida de calidad de vida. Frente al “mantra” oficial de la reunificación, ninguno de los dos países está por esa labor.

Así mismo, a China no le apetece en absolu-to una Corea reunificada y pronorteamerica-na; ello tampoco ilusiona a Rusia ni a Estados Unidos, que perdería cualquier justificación para mantener tropas en la zona. Por eso, 26 años después de la Guerra Fría, el statu quo sigue beneficiando a todas las partes.

Otro aspecto a tener en cuenta es que Corea del Norte ha aprendido de los “errores” de países como Yugoslavia, Iraq y Libia, y señala que sus regímenes fueron derrumbados por no contar con la capacidad militar de respuesta interna y externa.

En ese sentido, a pesar de poseer 1,1 mi-llones de soldados activos, los norcoreanos no tienen capacidad real de lucha en una guerra convencional contra el Sur, que cuen-ta con 700 mil soldados preparados y dotados con armamento moderno; además están las tropas estadounidenses estacionadas en la península.

Una guerra convencional supondría el fin del régimen del Norte, pero las consecuencias podrían ser devastadoras para la economía del Sur. Se calcula que un primer ataque sur-coreano de este tipo implicaría la muerte de 70 mil habitantes de Seúl, ubicada a solo a 50 km de la frontera.

El área metropolitana de la capital surcorea-na alberga a más de 25 millones de personas, y un enfrentamiento supondría un caos que nadie desea puesto que sería como repetir un

conflicto similar al de Iraq, que en la actualidad resulta impensable.

Debido a lo anterior, un tercer aspecto a tener en cuenta es el arma nuclear. Para el Norte, el desarrollo de su capacidad militar es un seguro de supervivencia. Pyongyang sabe que no podría hacer frente a una intervención militar del Sur, o a una probable intervención estadounidense en zonas específicas del Norte, similar a la sucedida con Libia en 1986.

armas disuasorias

Cualquier amenaza estadounidense o surco-reana puede quedar bloqueada a través del Programa Nuclear de Corea del Norte, sin importar si son muchas o pocas, o si son o no de calidad.

Pyongyang sabe que ningún país con armas nucleares ha sido atacado; se trata de elemen-tos disuasivos tan demoledores y siniestros que el riesgo de su uso desincentiva cualquier idea militar de atacar al país que las posea.

En ese sentido surgen las preguntas: ¿Es-tados Unidos está dispuesto a atacar al Norte cuando este puede contraatacar con armas nucleares? ¿realmente Pyongyang usaría el arma nuclear para defenderse? ¿China, Rusia o Japón se implicarían en la defensa de algu-na de las coreas, haciendo frente al colapso humanitario que una confrontación de esta dimensión implica?

Así, el arma nuclear norcoreana, más que un elemento peligroso, es una “llave” de se-guridad para que Estados Unidos y Corea del Sur limiten sus tentaciones de reproducir unos nuevos Iraq, Yugoslavia o Libia en la península. Recuerden también que Sadam Hu-sein, Slobodan Milosevic y Muamar el Gadafi fueron ejecutados –o juzgados– pero ningún dirigente norcoreano está dispuesto a pasar por el mismo trance, de ahí que los incentivos para desnuclearizarse son rayanos al cero, y ee. uu. y Corea del Sur lo saben de sobra.

julio 2017 | 7 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Economía& Organizaciones

Uber y Airbnb violan leyes colombianasjairo orlando Villabona, docente, Facultad de Ciencias EconómicasUniversidad Nacional de Colombiaandrés PaChón, magíster en Derecho PúblicoUniversidad Santo Tomás

Mientras Uber ofrece servicios de transporte público de pasajeros y cobra por ellos sin autorización de las autoridades del Estado, los anfitriones inscritos en Airbnb no están registrados ante la Dian, por lo tanto no facturan con iva ni pagan el 8 % de impuesto al consumo, lo cual deteriora las finanzas públicas.

En su libro Lo tuyo es mío. Contra la economía colabo-rativa, el investigador canadiense Tom Slee contro-vierte la idea sobre esta tendencia, que utiliza las nuevas tecnologías para realizar interacciones, a veces comerciales, en las que el ciudadano del común se puede convertir de repente en un emprendedor; tal es el caso de Uber o Airbnb.

El experto Slee señala que aunque se difunde como una forma alternativa a la economía convencional, la economía colaborativa aplica duras prácticas del libre mercado sobre áreas de nuestras vidas previa-mente protegidas, y les ofrece la oportunidad a unas pocas personas de enriquecerse perjudicando a su comunidad y empujando a individuos vulnerables a asumir riesgos insostenibles.

Uber e Airbnb creen que sus innovaciones dejan obsoletas las normativas existentes y que su tecnolo-gía puede resolver mejor, y con un aire más informal, los problemas que las regulaciones municipales deberían haber solucionado. Además, cautivan a los incautos con mensajes populistas como “¡Uber salva vidas al reducir el número de conductores borrachos!” o “Airbnb acerca a personas con dife-rentes estilos de vida”.

Jayati Ghosh, investigadora del Centro de Estu-dios Económicos y Planificación de la Universidad Jawaharlal Nehru, en Nueva Delhi (India), llama la atención acerca de cómo la tecnología disruptiva genera cambios en la organización y la producción. Por ejemplo, “Uber o Airbnb están desplazando la relación entre el empleador y el trabajador con un supuesto discurso de trabajo independiente que escapa de las leyes laborales. Este tipo de tecnolo-gía está facilitando una reversión hacia prácticas que existieron en el siglo xix, cuando la relación empleador-trabajador no estaba regulada”.

negocios no regulados

Con respecto a Airbnb (AirBed & Breakfast), un estudio de la Universidad de Boston concluyó en 2014 que por cada aumento del 1 % de la oferta de la app en una ciudad, los hoteles pierden un 0,05 % de sus ingresos. Aunque parezca una cifra baja, es preocupante puesto que el ritmo de crecimiento de la compañía fundada en 2008 en Estados Unidos es muy rápido. En la actualidad, ofrece casi 2 millones de lugares para alojarse en 34.000 ciudades de 190 países.

Gustavo Toro, presidente de la Asociación Hotele-ra y Turística de Colombia (Cotelco), ha manifestado que la hotelería nacional debe cumplir con costos como facturar con iva y pagar el 8 % de impuesto al consumo, mientras los anfitriones inscritos en Airbnb no lo hacen, pues no están registrados ante la Dian. Por eso quieren plantearle al Gobierno que comprometa a las personas que se anuncien en la plataforma a cumplir con las normas colombianas.

De otra parte, Uber perdió en Londres una de-manda de empleo que, de ratificarse, obligaría a la multinacional a dejar de tratar a los conductores como

palabras clave: economía colaborativa, Uber, detrimento patrimonial, taxis, turismo. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

trabajadores independientes. El abogado británico Jolyon Maugham calcula que cada mes dicha empresa le debería a la seguridad social unos 48 mil millones de pesos (13 millones de libras), si se asume que los 40 mil conductores inscritos en el Reino Unido ganen una media de 600 libras esterlinas a la semana (unos 2.300.000 pesos).

Así mismo, la Oficina de Impuestos de Australia les ha pedido a los bancos que proporcionen los nombres, números de cuentas, fechas y cantidades de pagos recibidos entre 2016 y 2017 por cerca de 60 mil conductores (contribuyentes) de Uber; de esta manera, aseguraría el cumplimiento de sus obliga-ciones tributarias.

La estrategia fiscal de estas empresas es no pa-gar impuestos, o hacerlo sobre lo mínimo, lo que deteriora las finanzas públicas de los países donde operan; la casa matriz de Uber está ubicada en pa-raísos fiscales o lugares con baja tributación.

sin permisos

Mientras en otras latitudes se ha prohibido Uber para proteger el Estado de derecho, en Colombia la empresa se ha mostrado como un regalo caído del cielo: tarifas más económicas en comparación con las de los taxis, automóviles limpios y de alta gama, conductores amables que no preguntan por los des-tinos, y pagos electrónicos sencillos. Sin embargo, su modelo de negocio se basa en violar la ley.

Las leyes 105 de 1993 y 336 de 1996 y el decreto 348 de 2015 señalan que toda persona natural o jurídica, privada o pública, que ofrezca servicios de transporte público de pasajeros en cualquier modalidad debe contar con autorización previa del Estado, y las tarifas deben ser determinadas por las autoridades de Tránsito, permisos con los que no cumple Uber.

Así mismo, mediante la resolución 40313 de agosto de 2016, la Superintendencia de Puertos y Transportes sancionó a Uber Colombia sas y la conminó a cesar la facilitación y promoción de prestación de servi-cios de transporte; sin embargo se sigue burlando del Estado de derecho. De igual manera, el artículo 425 del Código Penal establece que “el particular, que sin autorización legal ejerza funciones públicas, incurrirá en prisión de uno (1) a dos (2) años”.

Un tema relevante de análisis se relaciona con el hecho de que para la mayoría de los propietarios de taxi su patrimonio está representado en su vehículo, y el cupo (licencia) es la parte más representativa

del valor, un intangible que como cualquier otro se negocia de manera legal, como se hace con las franquicias.

detrimento patrimonial

Los propietarios de taxis adquirieron sus vehículos porque estos constituyen una inversión que, como cualquiera otra, se valoriza o se deprecia. Sin em-bargo la operación ilegal de Uber está ocasionando un detrimento patrimonial; por ejemplo en Bogotá, donde circulan alrededor de 54 mil de sus automó-viles, en 2016 un taxi Hyundai 2009 tenía un valor de 110 millones de pesos, mientras que hoy en día este es de 90 millones de pesos.

Los cupos de taxi se establecieron mediante estu-dios técnicos de acuerdo con las normas del Minis-terio de Transporte, según el número de vehículos; por tanto, es inaceptable que una empresa privada determine y autorice la cantidad de vehículos de servicio público que ruedan por las calles del país, para su propio beneficio.

Es importante conocer qué actividades han ade-lantado la Dian y la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales para determinar los impuestos y con-tribuciones sociales que debe pagar Uber en una actividad declarada ilegal, y, además, porqué razón los bancos son copartícipes de dicha ilegalidad, pues a través de ellos se realizan los pagos de las carreras.

Aunque el uso de plataformas no es ilegal, sí lo es el hecho de promover actividades ilegales; peor cuando participan y se lucran de la actividad. Per-mitir la operación de Uber en Colombia es como si cualquier persona o empresa creara una plataforma para asignar cupos para la operación de transporte de carga en el país, o que los celulares hurtados se vendieran a través de una plataforma.

Ante la tolerancia de altos funcionarios locales, regionales y nacionales resulta imperativo conminar a las autoridades judiciales para que condenen solidaria e ilimitadamente a los accionistas y administradores de la sociedad Uber Colombia sas, por los daños y perjuicios que están ocasionando a la sociedad en general y a los competidores en particular.

En 2016, la Superintendencia de Transporte sancionó a Uber con 450 millones de pesos por considerar que no está autorizado y atenta contra la libre y leal competencia en el sector.

foto: Ovidio González/Unimedios

julio 2017 | 8 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Economía& Organizaciones

palabras clave: Programa de Alimentación Escolar, presupuesto alimentación escolar, corrupción, descentralización. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

La crisis del Programa de Alimentación Escolarjohn mauro Perdomo munéVar, profesor, Facultad de Ciencias EconómicasUniversidad Nacional de Colombia Sede Bogotá

Existen patrones de operación, operador y contratación problemáticos, apenas un 58 % de los niños y adolescentes matriculados en colegios oficiales son beneficiarios del Programa, y la calidad mínima de los alimentos no está garantizada; por eso, reorientarlo a una escala regional y aplicar una descentralización efectiva prevendría los riesgos de corrupción.

La situación del Programa de Alimentación Escolar (pae) se parece a la de un niño famélico, un diagnóstico que se apoya en tres síntomas: (1) la cobertura sigue siendo muy baja a pesar de ser un programa longevo cuyo derrotero es la universalidad, (2) los patrones de operación afectan la calidad, y (3) la descentralización es pobre y a medias.

Con respecto al primer síntoma, cabe recordar que en 2016 –ochenta años después de haber tomado la deci-sión histórica de destinar de manera permanente recur-sos públicos para los restaurantes escolares– apenas un 58 % de los niños y adolescentes matriculados en colegios oficiales son beneficiarios del pae. La cobertura es en realidad menor, pues en el mismo año todo el periodo escolar fue cubierto en apenas 20 de los 95 entes territo-riales certificados, es decir los responsables de ejecutar el Programa y que comprenden todos los departamentos y los principales municipios del país.

Lo anterior significa que la cobertura está sobreestima-da, pues se cuenta igual al estudiante que va al comedor escolar un día, que el que lo hace los 180 días que compren-de el periodo académico. Si se tienen en cuenta los días en los que realmente los estudiantes reciben alimentos en dichos espacios, la prestación de este servicio se reduce del 58 % al 46 %.

Además la cobertura no solo es baja sino que es muy heterogénea, sin importar cómo se mida; por ejemplo

La mayoría de las instituciones educativas carece del equipamiento necesario para preparar y conservar los alimentos.

mientras que en Mitú (Vaupés), Girón (Santander), Montería (Córdoba) y Duitama (Boyacá) la cober-tura no supera el 20 %, en Tumaco (Cauca), Uribia (La Guajira) y Bogotá d. c. se ubica entre el 90 % y el 100 %. Esto quiere decir que un estudiante uribiero matriculado en el sistema oficial tiene casi cinco veces más oportunidades de ser beneficiario del Programa que su par mituense.

debilidades de los operadores

Las visitas de verificación que hace el Ministerio de Educación Nacional (men) a las instituciones educativas, permiten evidenciar el segundo síntoma: las debilidades operativas del pae.

Resulta preocupante que en 2016 casi el 70 % de las instituciones visitadas no tenía el equipamiento necesario para preparar y conservar los alimentos, y que no todo el personal contaba con certificacio-nes que avalaran su idoneidad para manipularlos, lo que hace que se desperdicie comida, no se sirva a la temperatura adecuada ni según el peso (en gra-mos) que corresponde. Además, la infraestructura de los comedores y los utensilios de cocina de la mitad de las instituciones visitadas son precarios o inadecuados.

Los problemas evidenciados parecen asociarse con el tipo de operador y de operación. El 71 % de las debilidades se concentra cuando un único tipo de operador ejecuta el programa, específicamente entidades sin ánimo de lucro, privadas o uniones temporales.

Así mismo, el 82 % de las debilidades se focaliza en las instituciones que preparan las raciones in situ, o en aquellas que las entregan para ser divididas en porciones y distribuidas; se trata de esquemas en los que las carencias de infraestructura, equipamiento y personal idóneo son más evidentes.

sin recursos

El tercer síntoma está relacionado con los arreglos institucionales actuales, que corresponden a una descentralización pobre y a medias. En un largo trasegar, el pae pasó del men al Instituto Colom-

biano de Bienestar Familiar, para luego volver al mismo Ministerio.

Desde 2001 se ratifica a los departamentos y mu-nicipios como responsables del Programa, lo cual explica porqué aunque los garantes de su ejecución son 95 entes territoriales certificados, el 40 % del presupuesto proviene directamente del men.

El aporte del men se suma a otras seis fuentes de financiamiento –con tiempos y procesos admi-nistrativos diferentes– que, en su conjunto, confor-man las “bolsas comunes” que gestionan los entes territoriales. Esta maraña presupuestal dificulta la trazabilidad de los recursos públicos y facilita la corrupción, tan denunciada en los últimos años.

La situación se agrava porque en los últimos tres años el Ministerio ha reducido su participación en un 11 %, faltante que los departamentos y municipios han tenido que suplir de alguna forma, pues por ley no se pueden reducir las tasas de cobertura del Programa, lo que demuestra que la responsabilidad se descentraliza sin recursos suficientes.

Ahora bien, el desafío adquiere otras dimensio-nes si se asume seriamente la universalización del Programa como derrotero. Con los niveles de calidad y cobertura vigentes, el pae cuesta 1,6 billones de pesos. Para que sus beneficiarios actuales gocen de él durante todo el periodo escolar es necesario sumarle al presupuesto global del Programa algo más de 500 mil millones de pesos, y si se quiere alcanzar la universalización podrían hacer falta alrededor de 1,8 billones de pesos, es decir que se requiere aumentar el presupuesto global en un 115 %.

descentralización efectiva

Es evidente que el pae se encuentra al borde de una crisis, ¿cómo podría superarse? Por una parte, es ne-cesario cerrar las brechas existentes en cobertura y calidad, de manera que los territorios más rezagados se equiparen con los que tienen mejor desempeño.

Para ello puede ser útil reorientar la operación del Programa a una escala regional. La asociación de varios entes territoriales geográficamente cone-xos permitiría aprovechar las economías de escala que reduzcan y homogeneicen los costos promedio por ración mejorando su desempeño con el mismo presupuesto.

Aunque el pae busca ante todo minimizar la deser-ción escolar, es conveniente reconocer su importancia para la economía regional. Tal y como se hace en Brasil, se puede garantizar una participación de los pequeños y medianos productores agropecuarios locales como sus proveedores.

Por otra parte, es necesario simplificar el esquema presupuestal del pae, para lo cual sería conveniente que los recursos que aporta el men se transfieran al Sistema General de Participaciones para pagar sus gastos de funcionamiento, y además se establezca un incremento progresivo –atado a metas de cober-tura y calidad– en el porcentaje que dicho Sistema destina a alimentación escolar.

Los recursos del Sistema General de Regalías deben concurrir exclusivamente para invertir en infraestruc-tura y equipamiento del pae. Estas medidas permitirán avanzar hacia una descentralización efectiva, con menores riesgos de corrupción y con un empodera-miento de la sociedad civil en una de las estrategias sociales más antiguas y de mayor impacto en el país.

julio 2017 | 9 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

El 4 % de la población no ha nacido en la vida jurídicaVanessa Cardona Pérez, Unimedios Bogotá

Este porcentaje incluye algunos pueblos indígenas que hoy son invisibles. Las dificultades para desplazarse y comunicarse en español, y la precaria condición socioeconómica de los territorios que habitan, complican sus procesos de registro, identificación y participación política, e impiden garantizar los derechos fundamentales a estas poblaciones.

palabras clave: indígenas, identificación, participación política. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Los documentos de registro son necesarios para acceder a derechos básicos como la salud y la educación.

foto: Registraduría Nacional del Estado Civil

En departamentos como el Chocó y La Guajira se ha reportado débil presencia institucional, pero la situación es más precaria en Amazonas, Guainía y Vaupés, donde incluso se ha declarado el abandono, lo que ha llevado a que 36 pueblos indígenas estén en riesgo de extinción física y cultural.

La pérdida puede ser incalculable si se tiene en cuenta que –pese a que Colombia es uno de los países con mejores índices de registro en Latinoamérica– alrededor del 4 % de la población no está registrada, y corresponde principalmente a personas de pueblos indígenas y afrodescendientes. Esto llama aún más la atención si se considera que 1.428.000 colombianos son indígenas.

Que estas personas no tengan un registro civil quiere decir que no han nacido en la vida jurídica; técnicamente no existen para el Estado y por eso no pueden ejercer sus derechos. La búsqueda de alternativas y acciones con-cretas para atender de manera adecuada a la población indígena motivó el desarrollo de una investigación –por un convenio interadministrativo– entre el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri), de la Universidad Nacional de Colombia (un), y el Cen tro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales (Cedae) de la Registraduría Nacional del Estado Civil.

El antropólogo Sergio Lesmes, investigador del Iepri, explica que para el estudio se indagó en los pueblos indígenas cómo se están llevando a cabo los procesos de registro e identificación, y se determinaron las razo-nes por las que estos no logran disfrutar plenamente de la oferta institucional de la Registraduría, incluyendo la participación política.

Para el diagnóstico, los investigadores hablaron con funcionarios públicos de las registradurías municipales y delegados departamentales, líderes y autoridades indígenas de los pueblos en los departamentos de La Guajira, Cesar, Guaviare, Chocó, Cauca, Vaupés y Amazonas.

En el norte trabajaron con las comunidades wayuu, arhuaco, wiwa y kankuamo; en el occidente se encontraron con los embera chamí, embera wounaan, nasa y misak; en el oriente con los jiw, tucano oriental, cubeo y makuna; y en el sur con los bora, tucano y ticuna.

distancias largas y subregistro

En departamentos como Vaupés y Chocó, en los que predo-minan las vías fluviales, las personas pueden tardar entre uno y tres días viajando en lancha para llegar a la cabecera municipal y poder hacer los trámites en la Registraduría más cercana; y en zonas como La Guajira, un terreno desértico, también deben hacer largos viajes y asumir los costos correspondientes.

Ante esto, Liliana Gracia Hincapié, antropóloga e in-vestigadora del Iepri, señala que la Registraduría ha dis-

puesto la Unidad de Atención a la Población Vulnerable, un esquema móvil que intenta llegar lo más cerca posible a esos territorios. Sin embargo es un equipo que a pesar de sus esfuerzos y alcances no logra atender las necesidades de registro e identificación de toda la población indígena del país.

El subregistro también se hizo evidente, aunque varía según cada pueblo indígena. Por ejemplo los arhuacos tienen el 90 % de su población registrada e identificada –porque una persona de su comunidad asumió el papel de registradora–, pero entre los jiw –que se caracterizan por ser nómadas, en reciente proceso de sedenterización– el subregistro es del 90 %.

A lo anterior se suma que existen tres tipos de registro: el de nacimiento, el de matrimonio y el de defunción, y en cada uno hay un subregistro particular (falta de información respecto a las estadísticas vitales).

barreras culturales

Yamile Rojas Luna, abogada con estudios en intercultu-ralidad e investigadora del Iepri, resalta que la brecha cultural entre los funcionarios y los indígenas, que incluye la amplia diversidad de lenguas (65 en total) y costumbres, ocasiona errores recurrentes tanto en el diligenciamiento de las fechas de nacimiento consignadas en los registros, como en la escritura incorrecta de nombres y apellidos.

Angie Johana Pineda Ardila, licenciada en Ciencias So-ciales y pedagoga intercultural, comenta que muchos de los pueblos indígenas manifestaron que en sus prácticas cotidianas los documentos de registro e identificación son elementos culturales ajenos a su idiosincrasia, por lo que tienen poco valor práctico o sentido de utilidad. Lo ante-rior explica su constante extravío o deterioro, aunque son necesarios para acceder a derechos básicos y programas de salud, protección, vivienda y educación.

Otro aspecto mencionado por la historiadora Angélica Gamba Pinzón es la ausencia en los documentos de identi-ficación de los lugares de nacimiento y pertenencia étnica de los indígenas, hecho que varios líderes y autoridades indígenas cuestionaron pues son esenciales tanto para reafirmar su identidad colectiva como para evitar que se lleven a los jóvenes a prestar el servicio militar, a pesar de estar exentos por ley.

Al respecto, el antropólogo Lesmes dice que por la manera como están siendo expedidos los documentos de identificación, estos pueden funcionar como un meca-

nismo de enajenación para la identidad colectiva, porque allí no se reconoce su adscripción a un pueblo, nación, territorio o cultura.

ausencia de garantías en participación política

El país tiene un vacío legal que impide reconocer los terri-torios indígenas como municipios articulados a la división político-administrativa, lo que implica que para votar los indígenas deben ir hasta el distrito electoral más cercano, y de nuevo eso requiere un gran desplazamiento.

Muchas veces votan gracias a que, ocho o 10 días antes de las votaciones, los partidos políticos subsidian los traslados e invierten en movilizarlos. A cambio, son conminados a votar por ciertos candidatos, muchos de estos externos a sus comunidades, lo cual pone en riesgo tanto los procesos políticos autonómicos, como el desarrollo y la permanencia de movimientos o partidos políticos indígenas.

Durante una entrevista realizada por el equipo del Iepri, Liliana Pechene Muelas, gobernadora del cabildo de Guambia, expresó que el esquema político del país es poco incluyente con respecto a los candidatos, ya que no les ofre-ce garantías reales de participación a las minorías étnicas.

Con los resultados de la investigación se llevó a cabo un proceso de socialización y retroalimentación con la Registraduría. Es claro que para superar estas barreras se necesita un trabajo articulado entre diferentes entidades como los ministerios de Salud, Educación e Interior, entre otros órganos e instituciones del Estado.

Gracias a estos hallazgos los investigadores recomiendan tener en cuenta las particularidades de cada pueblo indí-gena, capacitar e integrar a miembros de las comunidades para que sirvan como intermediarios y facilitadores, y destinar mayor presupuesto a la identificación y partici-pación política.

Un Estado declarado en la Constitución como pluriét-nico y multicultural debe adelantar todas las acciones necesarias para conservar la diversidad, al tiempo que ofrece atención y respuestas oportunas a las necesidades de sus pobladores.

julio 2017 | 10 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Medioambiente

Ciénagas y manglares del Caribe podrían desaparecer juan FranCisCo molina monCada, Unimedios Bogotá

El carbono que retienen los manglares en su biomasa y sus

sedimentos permanece inmovilizado por miles de años, lo cual es muy

importante para controlar el cambio climático, pues

así estos contribuyen a mitigar emisiones de gases

de efecto invernadero.

Viene de la página 1

Para Orlando Rangel, investigador del icn, las cié-nagas y los manglares “garantizan el mantenimiento y equilibrio de los sistemas hídricos, ya que cuando el caudal de los ríos aumenta, las ciénagas almacenan agua previniendo inundaciones. Luego, en la época de menor creciente, el agua regresa a los afluentes”.

Sin embargo, por la deforestación la Tierra está perdiendo su paraguas natural, con lo cual se acelera

la erosión; entonces cuando llueve se transportan más ma-teriales sólidos (sedimentos) hasta los ríos, los cuales, a su vez, ya no devuelven agua sino barro, lo que termina taponan-do las ciénagas.

En 2012, los profesores Rangel y Alexis Jaramillo, del icn, observaron que la tasa de sedimentación (velocidad a la que las ciénagas se van llenando de material sólido) ha aumentado. Por ejemplo en El Sordo, al sur del Cesar, es de 2,97 cm/año; si la ten-

dencia se mantiene, esta desaparecería en 70 años. En la ciénaga Vaquero es de 1,53 cm/año, es decir que le quedaría una vida útil de 200 años, mientras que en la Morales es de 0,97 cm/año, ante lo cual se taponaría en unos 200 o 300 años.

primero fueron bosQues

En 2016, una de las imágenes que impactó a Yennifer García –doctora en Ciencias-Biología– durante su trabajo de campo fue la impresionante belleza de la Ciénaga Grande de Lorica (Córdoba), la cual se con-

serva a pesar de la contaminación, transformación y deforestación originadas por el hombre.

Allí, en diferentes puntos del sistema cenagoso como el pantano Cigarro, cerca del municipio de Chimá, al sur de la Ciénaga Grande de Lorica, la inves-tigadora recogió con una sonda rusa (dispositivo en acero inoxidable que permite recuperar sedimentos antiguos) numerosas muestras de sedimento a va-rios metros de profundidad, que viajaron en frascos herméticamente sellados hasta el Laboratorio de Paleoecología de la un Sede Bogotá.

Una vez en la capital del país, cada muestra se sometió a un cuidadoso proceso químico con ácidos que desprendieron de la tierra minúsculos granos de polen; su análisis mostró que 7.346 años antes del presente (ap) imperaba un bosque de tierra firme y vegetación inundable que por las temporadas secas se fue convirtiendo en un sistema pantanoso.

La tendencia cambió hace 6.570 años ap, cuando el pantano fue ganando territorio con respecto al bosque y la vegetación acuática se consolidó en una época húmeda, según señala el polen analizado. Estos resultados indican el desarrollo de un ambiente que los expertos llaman “espejo de agua de las ciénagas”, es decir una especie de lago o charco.

Tal dinámica se mantuvo hasta el siglo xviii, cuando se presentó el último pico del bosque; a partir de ese momento, aunque la tendencia climática no cambió, dicho ecosistema presentó una dramática caída que marcó el inicio de su desaparición.

Este mismo fenómeno, aunque en menor medi-da, ha sido observado por los investigadores en los últimos 200 años en ciénagas como Mata de Lata (Ciénaga Grande de Lorica), Vaquero, Juncal, Mora-les y Costilla, en el sur del Cesar. Por el contrario, el bosque se mantiene en ciénagas como Castañuelo y Explayao (Ciénaga Grande de Lorica), además de Musanda, también al sur del Cesar.

Al respecto, la bióloga García señala que “a lo largo de la historia los cambios han dependido de múltiples variables. Nuestro estudio no se enfocó en una época específica, pero vemos que el incre-

El carbono que retienen los manglares en su biomasa y sus sedimentos ayuda a mitigar emisiones de gases de efecto invernadero.

mento de la deforestación en los últimos años y el auge de las obras civiles ejecutadas por el hombre coinciden con el fuerte proceso de colmatación de las ciénagas”.

amenazados por el mar

Los científicos dedicados a la paleoecología hablan de un cambio que sucedió hace 800 años como si se hubiese dado hace unas horas, o incluso hace unos minutos; esta disciplina reconstruye la historia de los ecosistemas y las transformaciones que se dan por cambios de clima como lluvias, sequías, avalanchas e inundaciones.

En ese contexto, con las rápidas transformacio-nes que se han dado en los últimos 200 años, y las que se proyectan, no solo peligran las ciénagas sino también los manglares.

La colonización de estas comunidades vegetales –establecidas en ambientes con presencia de agua dulce (ríos) y agua salada (mares)– se consolidó, “apenas”, entre los siglos vi y xii en varias regio-nes costeras del país como Neguanje, en el Parque Nacional Natural Tayrona; la laguna de Camarones, en La Guajira; La Caimanera, en Sucre, y Cispatá, en Córdoba. Una de las razones de su surgimiento fue que el nivel del mar subió en estas zonas, donde las condiciones continentales del territorio dieron paso a la influencia marítima.

Sin embargo la bióloga García señala que la línea del manglar empezó a disminuir en Neguanje hace unos 170 años ap: “inicialmente esta situación se podría asociar con un descenso del nivel del mar, pero cabe recordar que en aquella época se incre-mentó la actividad del hombre, y por lo tanto se empezó a extraer la resistente madera del manglar para la construcción”.

una barrera natural

La historia de los cambios naturales en los ecosis-temas estudiados por los investigadores del icn es

fotos: Denisse Cortés

julio 2017 | 11 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

En la ciénaga El Sordo, al sur del Cesar, la tasa de sedimentación es de 2,97 cm/año; si la tendencia se mantiene, esta desaparecería en 70 años. En la ciénaga Vaquero esta es de 1,53 cm/año, es decir que le quedaría una vida útil de 200 años, mientras que en la Morales es de 0,97 cm/año, ante lo cual se taponaría en unos 200 o 300 años.

Una gran biodiversidad

• Entre las especies más importantes de los manglares se en-cuentran Rhizophora mangle, conocida como mangle rojo, ca-racterizada por la calidad y fortaleza de su madera; Avicennia germinans, llamada popularmente mangle negro; Laguncularia racemosa o mangle blanco, y Conocarpus erectus, o mangle botón.

• Esta vegetación, en especial los mangles rojo y negro, sirven como sitio de resguardo, protección y crianza de crustáceos, peces y aves.

• El libro Colombia. Diversidad biótica xii relata que alrededor de las ciénagas existen bejucos como el matamba, utilizado por los pobladores en la elaboración de mecedoras y canastos, y el junco, con el que se fabrican esteras para dormir y enjalmes para burros y mulas. Hay palmas como la estera, que también se usa en la producción de artesanías, y árboles como la maja-gua, empleada, entre otras cosas, en la fabricación de canoas.

• Las ciénagas son un importante santuario de fauna, en el que confluyen numerosas especies de peces, reptiles, mamíferos y aves.

palabras clave: ciénagas, manglares, región Caribe. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

La mayoría de las poblaciones "vecinas" de las ciénagas y los manglares encuentran sus sustento en la pesca que estos cuerpos de agua les ofrecen.

Las muestras de sedimento del pantano Cigarro sufrieron un proceso químico para desprender minúsculos granos de polen y esporas como los que se aprecian en la foto.

Entre las especies más destacadas de los manglares se encuentra Laguncularia racemosa o mangle blanco.

muy variada y las tendencias pueden ser comple-tamente opuestas a pocos kilómetros de distancia. Así lo demuestra la investigación realizada por Ju-lián David Beltrán, magíster en Ciencias-Biología, en la Ciénaga La Caimanera, ubicada entre Tolú y Coveñas, en Sucre.

El análisis de sedimentos con el acercamiento paleoecológico indica que hace unos 3.000 años ap predominaba una ciénaga de agua dulce. Sin embargo, al documentar también dos especies de crustáceos y moluscos más afines con aguas saladas, que datan de aquella época, se documenta que el panorama empezó a cambiar cuando el territorio sufrió una metamorfosis que lo convirtió en manglar, y por ende le concedió condición marina hace 700-800 años (aproximadamente siglo xii), la cual perdura en la actualidad.

Otro de los hallazgos del estudio del magíster es el aumento del nivel del mar en La Caminera, con un incremento de los manglares en los últimos años frente a otros tipos de vegetación. Pero esta obser-vación no implica un parte de tranquilidad: “tanto los archivos históricos como los pobladores de la zona dan cuenta de que el bosque de manglar se ha reducido en comparación con lo que era hace unos años, cuando cubría todo el golfo de Morrosquillo, donde se ubica La Caimanera”, advierte.

Dicha reducción es preocupante, ya que este ecosistema protege la línea costera, es decir que sirve como “barrera natural” ante el incremento del nivel del mar, fenómeno que seguirá sucediendo en los próximos años por el derretimiento de los casquetes polares producido por el calentamiento global. De hecho, una investigación de la Adminis-tración Nacional Oceánica y Atmosférica (noaa, por sus siglas en inglés) estima que el cambio climático podría elevar los océanos 2,4 metros en promedio para 2100, unos 20 centímetros más que un cálculo anterior pu-blicado en 2012.

Al respecto, el biólogo José Er-nesto Mancera Pineda, profesor de la un Sede Caribe, señaló en octubre de 2016, en un Periódico, que “el carbono que retienen los manglares en su biomasa y sus sedimentos permanece inmovili-zado por miles de años, lo cual es muy importante para controlar el cambio climático, pues así estos contribuyen a mitigar emisiones de gases de efecto invernadero. Con la pérdida del manglar se afecta la posibilidad de retener dióxido de carbono por largo tiempo”.

amenazas latentes

Una de las consecuencias del cambio climático se percibe durante la época de lluvias, cuando es más común ver imágenes de calles y casas inundadas por los arroyos que transitan por sus cauces his-tóricos. De hecho, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) alertó que el 21,3 % del territorio nacional presenta alguna susceptibilidad de sufrir derrumbes e inundaciones. Los departamentos más vulnerables en la costa Caribe son Bolívar, Cesar, Córdoba y Magdalena.

“Este retrato nos recuerda a cada instante que Colombia es un país muy vulnerable al cambio cli-

mático, y que en consecuencia debemos tener en cuenta los desajustes en las épocas tradicionales de lluvias, que se asocian con este fenómeno”, comenta el profesor Rangel.

Entretanto, a través de Aqueduct, simulador de-sarrollado por el profesor Andrés Díaz, integrante del Grupo de Investigación Ingeniería de Recursos

Hídricos de la un, se estimó que hacia 2030 se proyectan pérdi-das por 1,3 billones de pesos por inundaciones, que a su vez po-drían perjudicar a unas 255.700 personas y cobrar unas 218.000 vidas en todo el país.

Además, según el Instituto de Investigaciones Marítimas y Costeras, el nivel del mar Caribe ha ascendido entre 15 y 22 centí-metros en los últimos 100 años. De continuar esta tendencia, el 17 % del Archipiélago de San An-drés, Providencia y Santa Catalina podría desaparecer en 2100.

Para los investigadores del icn, el reto es que el Gobierno, la aca-demia, las empresas y las comu-nidades trabajen conjuntamente en la definición de estrategias de protección para ecosistemas

como las ciénagas y los manglares, un patrimonio que presta importantes servicios a la sociedad y a la biodiversidad de la región.

En esa línea avanzan los estudios realizados por el grupo de investigación en Biodiversidad y Con-servación de la Facultad de Ciencias de la un, cuyos resultados permiten no solo comprender el pasado de las ciénagas y los manglares del país, sino también evidenciar la urgencia de transformar su futuro como testigos de primera mano del cambio climático.

deefecto invernadero.

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

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julio 2017 | 12 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

salud

Prevalencia de hepatitis b en 17 comunidades indígenas colombianas

Según un estudio realizado por el Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá), los niños en el Amazonas colombiano, río Cara-Paraná, tienen una prevalencia del 66 % de hepatitis b. Después de tomar 30 muestras de sangre de indígenas de 17 etnias se encontró una prevalencia global de infección del 62 %. Los huitoto muestran las prevalencias más altas y el porcentaje de portadores dentro de todas las personas encuestadas es del 7 %, aunque se encuentra variación del 9 % en los huitotos del río Putumayo, y 1 % en las etnias piapocos, curripacos y puinave.

Salud

palabras clave: hepatitis b, vacunación, Amazonas, virus, infección. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Infección de hepatitis b se redujo en el AmazonasVanessa Cardona Pérez, Unimedios Bogotá

Después de 15 años de haberse introducido la vacuna, la prevalencia de la infección se ha reducido a niveles mínimos. Si bien se encontró que el 90 % de los niños estaba vacunado, solo el 22 % había recibido las dosis de manera oportuna, lo cual evidencia la necesidad de seguir trabajando en superar las barreras geográficas en las zonas de frontera del país, para llevar servicios de salud.

En 1994, cuando iniciaban los estudios para introducir la vacuna contra la hepatitis B en el país, los departamentos de Amazonas, Putumayo, Cundi-namarca y Arauca presentaban el mayor porcentaje de prevalencia de la infección, que alcanzaba el 8 %. Solo hasta 2001 empezó la aplicación de las primeras dosis.

Tres lustros después de ese inicio, Alexandra Po-rras Ramírez, doctora en Salud Pública y el profesor Fernando de la Hoz, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Bo-gotá, se dieron a la tarea de estudiar el impacto de la vacuna en la población indígena del Amazonas, con el objetivo de estimar si realmente protege contra la infección y portación del virus en los niños; medir la frecuencia de las diferentes variantes y genotipos de la hepatitis, y evaluar la relación de la infección entre las madres y sus hijos.

Para la investigación se adelantó un trabajo de campo en el área rural de los municipios de Puerto Nariño, Puerto Santander y Tarapacá. Se tomaron muestras de sangre a 1.175 niños y 572 madres –el 90 % perteneciente a la etnia ticuna–. Los resultados reportaron una prevalencia de 0,47 %, lo que significa un claro descenso de la infección en el departamento, comparado con los reportes anteriores.

Una madre infectada con hepatitis b puede trans-mitirlo a su bebé en el vientre o al momento del parto, a través del cordón umbilical o la placenta. Esto se conoce como transmisión perinatal e implica el grave riesgo de que el 90 % de los nacidos, cuando tenga 20 o 25 años, desarrolle cáncer de hígado.

Para evitar este tipo de transmisión es clave la dosis de vacuna de recién nacido –incluida en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (pai)–, la cual es efectiva siempre y cuando se suministre antes de las 48 horas después del parto. El esquema de vacunación también incluye otras tres dosis que se deben aplicar a los dos, cuatro y seis meses.

La doctora Porras explica que la hepatitis b inflama los hepatocitos (células del hígado), los destruye poco a poco, y puede convertirse en cáncer, en cirrosis e incluso dañar por completo este órgano y producir la muerte. También se transmite por vía sexual y sanguínea, y es muy compleja ya que –por las enzimas que posee el virus– tiene una alta tasa de mutaciones, algunas de

las cuales incluso se escapan a la vacuna, es decir que no pueden contrarrestarse ni prevenirse.

Los genotipos del virus que han sido descritos y cla-sificados de la a a la h son cubiertos por la vacuna. En Colombia los más frecuentes son el f3 y el a, los cuales producen los mismos síntomas; las personas se pueden convertir en pacientes agudos, es decir que tienen la infección y la superan, o crónicos, que perduran con ella.

Para la investigación, las muestras de sangre fueron llevadas al laboratorio, en donde se determinó si las ma-dres y los niños tenían una infección aguda o si se trataba de portadores crónicos, es decir que tienen el virus pero no muestran síntomas. También, con carné en mano, se verificó si cumplían con el esquema de vacunación.

vacunación completa, pero inoportuna

Si bien se encontró que el 90 % de los niños estaba vacunado, solo el 22 % había recibido las dosis de manera oportuna. Esto se debe, en gran parte, a que en estas zonas la vacu-nación se lleva a cabo por brigadas, las cuales se realizan en una fecha concreta, lo que hace que a las personas se les dificulte acceder a este servicio de manera inmediata.

En el caso de la dosis de recién nacido, el 73 % de los niños sí la recibió, pero solo el 34 % oportunamente. “La dosis evita la transmisión perinatal; sin embargo una gran proporción de bebés siguen naciendo con ayuda de las parteras, por lo que no están en los centros de salud para recibir la dosis”, puntualiza la doctora. Frente a esto, la Secretaría de Salud del Amazonas está contactándose con las parteras para que sean intermediarias e informen del nacimiento de un niño para vacunarlo antes de que transcurran 48 horas.

Otro hallazgo fue que el 8,6 % de las madres tenía los marcadores anti-hbc y hbsag positivos, lo que significa que son portadoras del virus y tienen partículas virales infecti-vas, por lo que sus hijos tienen tres veces más probabilidad de estar infectados. La mayoría son mujeres mayores de 25 años que no recibieron las vacunas de hepatitis b.

Así mismo se encontró que los niños que usan agua lluvia, tienen una madre con un buen nivel educativo y viven en una casa con techo de zinc, tienen menos probabilidades de estar infectados. Por su parte, los menores reporta-dos con los marcadores de infección positivo (0,57 %) se caracterizaron por tener más de 10 años, lo que significa

que la probabilidad de que hubieran recibido la vacuna de forma adecuada es menor.

nueva mutación

Entre los hallazgos se destaca una nueva mutación del virus que no había sido descrita. Los investigadores la denomina-ron w156 y fue detectada en un niño que, pese a que tenía todas sus vacunas completas, seguía infectado. También reportaron otros tres casos de mutaciones (l109r, g130e, t115n) que se denominan variantes de escape, es decir que por el momento no pueden ser contrarrestadas por la vacuna.

La investigadora Porras señala que las mutaciones sí están presentes, pero que aún no son alarmantes. Sin embargo llaman la atención porque empiezan a ser visi-bles y deben monitorearse. “Los niños vacunados tienen menor riesgo de estar infectados, pero no vacunarse en los tiempos establecidos lo aumenta. Es necesario fortalecer las acciones de vacunación en esas áreas para ser lo más oportunos posibles”, añade.

Los resultados del estudio adelantado por la doctora Porras fueron entregados a las personas y a cada una se le explicó qué significaban. De igual manera, los casos reporta-dos con infección positiva se canalizaron a Caprecom, la eps que en el momento brindaba tratamiento a los indígenas.

El análisis incluyó las cifras de mortalidad por hepatitis B en el país, y se encontró que en la mayoría de los de-partamentos los casos disminuyeron y no se registraron muertes en niños menores de 10 años. A esto se suma que el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) se ha fortalecido, por lo que en la actualidad los casos detectados son reportados y es posible adelantar acciones al respecto.

Aunque la vacuna ha resultado efectiva, es importante seguir trabajando en superar las barreras geográficas en las zonas de frontera del país para llevar servicios de salud, ya que, según las cifras de muertes por cáncer en Colombia del Instituto Nacional de Salud (ins), el cáncer de hígado no desaparece de los 10 primeros lugares y solo es superado por el de próstata, estómago, seno, cuello uterino y pulmón.

La vacunación es esencial para evitar la transmisión de hepatitis b.

foto: Daniel Bustamante/archivo El Tiempo

julio 2017 | 13 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

salud

Cuidado con las variaciones en el peso

El estudio de las doctoras Rebecca Goldstein y Helena J. Teede, de la Monash University (Australia), resalta la importancia de no quitarle el ojo a los registros de peso de las mujeres gestantes. Después de analizar 1.300.000 casos publicados en artículos científicos, las académicas observaron que un aumento de este puede derivar en riesgos como la cesárea, y, por el contrario, un descenso aumenta el riesgo de que el niño sea pequeño para la edad gestacional y el parto sea prematuro.

Salud

Proteína facilitaría detección temprana de preeclampsiajuan FranCisCo molina monCada, Unimedios Bogotá

La identificación de la proteína Meteorin, con una actividad diferente durante el embarazo, podría ayudar en la detección y posterior seguimiento de la preeclampsia, la segunda causa de muerte materna en el mundo y que en Colombia afecta al 8 % de las mujeres en dicho estado.

Durante cuatro años, las navidades y años nuevos de la profesora María Fernanda Garcés Gutiérrez prácticamente no existieron; incluso en esas fechas especiales la doctora en Biotecnología de la un se puso la bata porque no quería perder ningún detalle de los pequeños pero significativos avances que su investigación podía ofrecerle a la ciencia.

Los pronósticos de la teoría según la cual entre un 5 % y un 7 % de cualquier muestra significativa presenta pree-clampsia se estaban cumpliendo a cabalidad. En concreto, un 6,6 % de las 450 mujeres gestantes que asistieron en esos cuatro años al servicio de Ginecoobstetricia del Hospital de Engativá, en Bogotá, desarrolló la enfermedad.

La preeclampsia no es mortal, pero tampoco es un mal menor. Sus síntomas incluyen hinchazón de manos, cara y ojos, y variaciones repentinas en el peso y en la presión arterial. Cuando se agrava conlleva dolores de cabeza, problemas para respirar, dolor abdominal, disminución de la orina, náuseas, vómitos, cambios en la visión y sensibilidad a la luz. Si no se interviene de manera opor-tuna, después del embarazo la paciente puede desarrollar diabetes, hipertensión y daño renal.

A partir de estas consideraciones se comparó el perfil de 12 proteínas que participan en el control del balance energético durante el embarazo, entre las mujeres que no tuvieron ninguna complicación y aquellas que sufrie-ron de preeclampsia. El objetivo era identificar biomarcadores –proteínas, péptidos o diversos elementos– que presentaran una actividad diferente relacionada directamente con la en-fermedad, lo cual podría facilitar su detección temprana, seguimiento y tratamiento oportuno.

Así fue como identificaron el Me-teorin –proteína que contribuye a desarrollar nuevos vasos sanguíneos y poblaciones neuronales–, el cual presentó alteraciones significati-vas durante el primer trimestre de gestación en las mujeres que luego desarrollaron la patología.

predictores de enfermedades

Con ese primer hallazgo se estableció que 23,8 ng/ml (nanogramos sobre mililitro) es un nivel crítico de con-centración de Meteorin en el suero extraído de la sangre. Este índice, u otro que se aproxime –ya sea mayor o menor en relación con otras variables como peso o presión arterial– podría

darle pistas más anticipadas al personal médico sobre aquellas pacientes más vulnerables.

Para consolidar y concretar el aporte, el grupo desa-rrolló un sistema de cálculo de probabilidades que se puso a prueba en 16 mujeres de las 30 que sufrieron pree-clampsia. En 10 de ellas el nivel de Meteorin estuvo por debajo del límite, y además presentaron un incremento de peso superior a cinco kilogramos entre el primer y el segundo trimestre de gestación. Las otras seis exce-dieron el umbral y también registraron incremento de peso, además de un descenso considerable en la presión arterial sistólica entre el primer y segundo trimestre.

Hasta el momento el algoritmo matemático tiene una sensibilidad del 69 % y una especificidad del 76 %, certe-za que aumentará en la medida en que se hagan nuevas investigaciones y se descubran nuevos biomarcadores tempranos, ya que se identificaron otros pero estos se manifestaron demasiado tarde en el embarazo.

“Estas sustancias se pueden medir de una forma más económica en la sangre. Así, se podrían convertir en un examen rutinario dentro del control prenatal, lo cual les daría más certeza a los médicos a la hora de predecir en-fermedades”, afirma el profesor Ariel Iván Ruiz, decano de la Facultad de Medicina y codirector de la investigación, junto con el profesor de la un Jorge Eduardo Caminos.

El estudio de la profesora Garcés implicó la participa-ción de otras disciplinas como ginecoobstetricia, trabajo social, nutrición, bacteriología, estadística y hasta medicina veterinaria, pues su hallazgo no hubiese sido posible sin la invaluable contribución de las ratas.

metodología innovadora

A diferencia de muchas personas, la reacción de la profe-sora Garcés cuando se habla de las ratas no es de rechazo sino de agradecimiento, ya que para llegar a los resultados

finales de su investigación el equipo trabajó con 70 ratas hembra tipo Wistar, que pesaban entre 200 y 220 gramos y que llegaron del Instituto Nacional de Salud a uno de los laboratorios de la Facultad de Medicina de la un, donde estuvieron en cajas plásticas de poliestireno a 22 oC.

Teniendo en cuenta que la placentación de estos roe-dores es similar a la de los humanos, ya que ambas son de tipo hemocorial (la sangre de la madre y el feto están en permanente contacto), se extrajeron muestras de la placenta en animales con 12, 16 y 21 días de gestación. Los procedimientos estuvieron avalados por el Comité de Ética de la Facultad de Medicina.

Después de diferentes análisis bioinformáticos, bioló-gicos y séricos (relacionados con el suero), se realizó una caracterización genética para establecer la actividad de las proteínas relacionadas con el balance energético. De esta manera se identificaron 12 proteínas cuya función se asemeja en más del 85 % a las del organismo humano.

Con la información fue posible identificar el perfil y el comportamiento específico de los biomarcadores a través de la gestación humana; dicha información se confrontó con el estudio del suero extraído de muestras de sangre de las 450 mujeres gestantes.

Para la profesora Garcés es esencial reconocer que el apoyo económico de Colciencias, el del ser-vicio de Ginecoobstetricia y de Promoción y Pre-vención del Hospital de Engativá, y el trabajo ince-sante de un equipo de científicos conformado por 15 personas, ha hecho posible este nuevo aporte de la un a las ciencias de la salud.

palabras clave: preeclampsia, placentación, biotecnología, biomarcadores. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Las variaciones de la presión arterial son uno de los síntomas de la preeclampsia.

foto: archivo particular

julio 2017 | 14 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

mediombiente Identifican nuevas especies de mariposas en Caquetá y Huila

En febrero del presente año, científicos de la Universidad Nacional de Colombia encontraron seis nuevas especies de mariposas en unos 20 kilómetros recorridos entre los municipios de Acevedo (Huila) y Los Ángeles (Caquetá), ruta que formó parte de la Expedición por la Paz. Este proyecto recolectó información de biodiversidad en zonas evacuadas por las Farc, y una de las especies halladas fue Godillis duidillia, que solo estaba documentada en Ecuador.

palabras clave: mariposas, capital natural, biodiversidad. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Medioambiente

Belmira, región prolífica para las mariposasKilly alejandra Gutiérrez Guzmán, Unimedios Medellín

El hallazgo de tres especies y dos subespecies demuestra la importancia del área de influencia del páramo de Belmira (Antioquia) para la conservación de mariposas altoandinas y su aporte a la diversidad regional del norte de los Andes. De la preservación de esta zona dependerá la “salud” de estos ecosistemas.

Conforme iba de camino, viendo la pequeñez de las casas,

los árboles, el ganado y las personas, se me venía a la mente mi estancia en Lilliput.

Tenía miedo de pisar a los caminantes que tropezaba, y muchas veces les grité que se apartasen

del camino, impertinencia con que por poco hago que se rompan la cabeza dos o tres.

Fragmento de Los viajes de Gulliver Jonathan Swift

En Lilliput, nación insular ficticia ubicada en algún sitio del océano Índico, transcurre la primera parte de la famosa novela publicada en 1726. Allí todo es diminuto: las personas no superan las seis pulgadas, igual que los animales y las plantas.

Lo que no es fantasía es la Lymanopoda ionus lilliput, una de las dos subespecies de mariposas de la familia Nympha-lidae encontradas en la zona de influencia del páramo de Santa Inés, en Belmira (norte de Antioquia), llamada así como una forma de homenajear a ese pueblo imaginario, pues por su particular tamaño pareciera liliputiense.

La otra subespecie hallada en dicha zona es la Apexacuta orsedice mariadelmarae, que forma parte de un grupo de mariposas poco abundantes de las regiones altas de los bosques húmedos y que se diferencia por tener clara el ala posterior, generalmente naranja, con coloración oscura en las venas y en los bordes.

Así como Lilliput fue honrado con la Lymanopoda ionus lilliput, también lo fue Héctor Rojas, coordinador técnico del Distrito de Manejo Integrado de Belmira –quien acom-pañó y colaboró con el inventario de las mariposas y la definición de las áreas de muestreo–, pues con su apellido se bautizó la especie Panyapedaliodes rojasi que habita en la zona de transición (ecotono) entre bosques y páramos.

Según el artículo publicado en la revista científica Zootaxa, es muy probable que Panyapedaliodes rojasi sea una especie endémica del macizo de Belmira, pues no se ha encontrado en Antioquia en elevaciones de alrededor de 3.000 msnm, incluyendo las partes más altas de los macizos de San Félix y del Padre Amaya.

Además de esta se encontraron dos especies más: la Pedaliodes nutabe, hallada en la vereda El Yerbal (Alto de Malvazá) y nombrada así en honor a la comunidad indígena precolombina que habitaba el norte Antioquia, zona en la que se desarrolló el estudio; se trata de in-sectos marrones con franjas amarillo rojizo en las alas posteriores, que se encuentran en el ecotono de bos-que-páramo; y la Lymanopoda casneri, cuya particularidad radica en que es una mariposa relativamente clara en

comparación con la mayoría de los oscuros congéneres que habitan la zona.

“La especie más cercana a la Lymanopoda habita a más de 100 kilómetros del área de estudio”, afirma Carlos Federico Álvarez Hincapié, profesor de la Corporación Universitaria Lasallista, cuya tesis de doctorado en Ecología en la un Sede Medellín dio origen a estos resultados, los cuales ratifican que el páramo de Belmira es un importante centro de diversidad al norte de los Andes colombianos, a pesar de ser una zona muy intervenida por acción del hombre.

rica en mariposas

El inventario se efectuó entre junio de 2011 y abril de 2014, con 133 días de campo desarrollados de forma alternante entre 12 localidades situadas desde los 2.650 hasta los 3.300 msnm, con coberturas vegetales de pastizal, bosque de niebla, páramo y mosaico, que incluyen pastos, bosques y diferentes estadios sucesionales de regeneración natural.

El procesamiento del material se realizó en el Laboratorio de Biología y Sistemática de Insectos de la un Sede Medellín, con el apoyo del Grupo de Investigación en Sistemática Molecular, y con la colaboración del Zoological Museum of the Jagiellonian University de Cracovia, Polonia. Después los ejemplares se depositaron en la colección del Museo Entomológico Francisco Luis Gallego de la Sede, con copias en el Instituto Alexander von Humboldt (Villa de Leyva).

Para determinar estas nuevas especies y subespecies también se extrajo el adn de las patas de los ejemplares estudiados; así se obtuvieron las secuencias usadas para determinar la identidad de los insectos, las cuales fueron comparadas con las ya disponibles de otras especies cer-canas. Después los genes se indexaron en la GenBank, base de datos global disponible en línea que recopila y pone a disposición información genética sobre la biodiversidad.

En Belmira se registraron 142 especies de mariposas, incluyendo 50 de la subtribu Pronophilina, grupo domi-nante en las zonas de montaña. Esto convierte el área de estudio en la segunda en riqueza de especies de mariposas de montaña al norte de los Andes, después del Parque Nacional Natural Tamá, ubicado en la cordillera Oriental.

capital natural

Además de identificar el patrimonio en mariposas de la región, la investigación del doctor en Ecología evaluó los

impactos ambientales y antrópicos en la zona. Al respecto, menciona que “por su sensibilidad a los cambios y per-turbaciones que pueda tener su hábitat y su entorno, las mariposas se utilizan para determinar el estado de con-servación de un área de estudio”. Por ejemplo, las larvas se alimentan de plantas, las defolian para el reciclaje de nutrientes y son polinizadoras, por eso estudiar su abun-dancia ofrece una idea de la “salud” de los ecosistemas.

Este grupo de organismos se utilizó para determinar el capital natural de Belmira, el cual representa una evalua-ción cuantitativa de la biodiversidad y de sus funciones, necesarias para el bienestar humano. Dicho concepto incluye los procesos y las interacciones que se dan entre los organismos y entre estos y su ambiente. Para ello se apoyaron en algunos aspectos de la economía ecológica, que establece que el capital se puede evaluar, medir o valorar desde el ámbito biofísico y no necesariamente desde el económico.

Así mismo, se incluyó el concepto de exergía, que es la energía útil de un sistema para desarrollar un trabajo (concepto de la termodinámica aplicado en la la evaluación de sistemas muertos como máquinas o turbinas).

El profesor Héctor Iván Velásquez, de la Facultad de Minas de la un Sede Medellín, destaca que el aporte prin-cipal de esta metodología es “reunir áreas como inge-niería, economía y sistemas biológicos, para evaluar las implicaciones de las transformaciones del entorno por las actividades del hombre”.

Al analizar la diversidad de mariposas, el componente genético, la biomasa y la exergía se encontró que el capital natural presenta una disminución ante las transforma-ciones antrópicas, es decir que es mucho mayor en los bosques en comparación con las áreas intervenidas, como los pastizales.

En ese sentido, concluye la investigación, para desa-rrollar medidas de conservación es necesario incluir el máximo rango altitudinal posible, lo que demuestra la necesidad de fortalecer el estatus de conservación del área del páramo de Belmira incluyendo zonas por debajo de los 2.800 msnm.

Las nuevas especies (arriba y centro) y subespecies (abajo) encontradas en Belmira se unen a las cerca de 3.300 que se estima hay en Colombia.

Foto: Killy Alejandra Gutiérrez Guzmán/Unimedios

julio 2017 | 15 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Desarrollorural

Ordenanza para el rescate del Hartón del Vallethalía stePhanie yumbla ruiz, Unimedios Palmira

La declaratoria aprobada por la Asamblea del Valle del Cauca impulsará la conservación de una raza con más de 500 años de evolución y adaptación a las condiciones ambientales del país. La Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Palmira ha realizado aportes relevantes sobre su genética, resistencia a enfermedades y productividad.

Una sonrisa de satisfacción esbozan los in-tegrantes de los grupos de investigación de la un Sede Palmira que desde hace más de medio si-glo, apoyados en la ciencia, realizan esfuerzos para evitar la extinción del Hartón del Valle, una de las siete razas bovinas criollas del país.

La ordenanza departamental N.° 451 de 2017 de-claró al Hartón del Valle como patrimonio genético, social y económico del Valle del Cauca. La iniciativa fue presentada por el diputado Juan Carlos Rengifo, egresado de la un , quien afirma que “la declaratoria obliga a una protección, pero además genera una responsabilidad al departamento para estimular la protección del Banco de Germoplasma, el fomento a la investigación, y su divulgación en los diferen-tes calendarios culturales que tenga el Valle”. Otro aspecto relevante es que los recursos serán desti-nados a partir de los proyectos de investigación que se presenten.

Para la profesora Luz Ángela Álvarez, directora del grupo de investigación Recursos Zoogenéticos de la Sede, la ordenanza aprobada en abril pasado es una oportunidad más para que la Institución con-tinúe fortaleciendo y desarrollando conocimiento en torno a la conservación y el mejoramiento del Hartón del Valle. Al respecto comenta que “estamos convencidos de que la utilización de su genética puede mejorar la sostenibilidad y productividad de pequeños productores del Valle del Cauca y de otras regiones del país”.

Durante varios años la un Sede Palmira fue la única entidad estatal con un programa de conservación, que en 1968 ya contaba con un núcleo de animales puros, y desde hace dos décadas con un banco de semen. Gracias a ello ha podido implementar estrategias para la conservación del Hartón mediante aspectos como la revisión de sus genes, la reproducción de su linaje, la procedencia de la especie, la búsqueda de sus ancestros y el análisis de su proceso migratorio hacia América, en la época de la colonización.

base científica de la un

La profesora Álvarez recuerda que en una inves-tigación adelantada en 2008 se comprobó que el Hartón del Valle lleva más de 500 años de adaptación a nuestro territorio, lo que la convierte en una raza ideal para afrontar los embates del cambio climático, además de que es tolerante a garrapatas y parásitos, es longeva y posee alta frecuencia de genes asociados con la calidad de la leche.

Con respecto a la diversidad, para el estudio –que se realizó en 100 ejemplares de nueve fincas– se tomaron fragmentos de adn mitocondrial, los cua-les se amplificaron, secuenciaron y alinearon para cotejarlos con datos publicados por la base de datos biológica GenBank. El principal resultado es que

esta raza posee un 92 % de linajes mitocondriales españoles, aunque se halló un 5,5 % de haplotipos que solo se encuentran en África, y un 2,8 % de ha-plotipos ancestrales del Medio Oriente.

Otro hallazgo se relaciona con la resistencia del Hartón del Valle al virus de la leucosis bovina, pre-sente en el calostro de la leche de animales infec-tados que puede transmitirse de madre a hijo en la lactancia. La enfermedad afecta el sistema inmune y deja pérdidas millonarias en los hatos.

Una investigación realizada en 2011 con muestras de sangre de las razas Lucerna, Holstein y Hartón determinó que esta última tiene una tasa de infección más baja; desarrolló menos linfocitosis –aumento de linfocitos (glóbulos blancos) que forman parte del sistema inmunológico–; tuvo una respuesta inmune más alta; presentó un mayor número de anticuerpos en la sangre y mantuvo una carga proviral más baja que las otras razas.

Tal fortaleza genética permite que esta raza sea una alternativa para trabajar en los sistemas de produc-ción bovina de ejemplares puros, o en cruzamiento con razas de alta producción, cuya falencia sea su vulnerabilidad al virus. De esta manera se pueden obtener individuos con características productivas y resistentes a la enfermedad.

Así mismo, los investigadores de la un Sede Pal-mira estudiaron un gen asociado con la resistencia a enfermedades y encontraron el alelo 1101, relacionado con la resistencia a la babesia (Babesia bovis y Babesia bigemina) –parásito transmitido por garrapatas que ataca los glóbulos rojos–, y a la leucosis.

Otra cualidad es la excelente calidad de su leche. Para demostrarlo, se identificaron las variantes alé-licas de k-Caseína y proteínas del suero de la leche de 306 ejemplares de Hartón del Valle, 31 Holstein, 16 cruces Holstein-Jersey, y 103 Normandos.

El estudio confirmó que, comparada con las otras, la leche del Hartón del Valle posee en un alto por-centaje k-Caseína tipo b, gen que determina una mayor proporción de proteínas, mayor estabilidad de combinación y rendimiento en la elaboración de quesos, menor tiempo de coagulación y un cuajo más consistente.

Igualmente se identificaron toros que presentan doble dosis de este alelo tipo b, los cuales, al ser utilizados como reproductores, incrementan en un

alto valor la frecuencia del alelo b y por consiguiente la eficiencia en la transformación de leche en queso, de una generación a otra.

estrategias de conservación

A pesar de todos los atributos encontrados, la pobla-ción de Hartón del Valle va a menos. Según datos de 2015 de la Cooperativa de Ganaderos del Centro del Valle y de la Federación Colombiana de Ganaderos, a mediados del siglo xx el inventario superaba los 200.000 ejemplares; en 1986 contaba con 10.540 animales distribuidos en 51 predios; hacia 1999 el registro bajó a 5.120 animales en 83 predios; y en la actualidad su población es de apenas 2.387 cabezas en 13 predios.

Para frenar una inminente desaparición de la raza, desde 2014 la un Sede Palmira, otras instituciones públicas y privadas, y gremios ganaderos crearon una mesa técnica en la que los hallazgos científicos y tecnológicos han servido para promover e impulsar el alto valor del Hartón del Valle en el país.

Gracias a la gestión de los académicos, producto-res y representantes de los gremios que conforman dicha mesa se hizo realidad la creación del Banco de Germoplasma en el Centro de Investigaciones de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), en Palmira, el cual cuenta con 118 animales, 70 de ellos hembras aptas para la reproducción.

La ordenanza departamental es ahora un impulso más a las acciones adelantadas por la mesa técnica y a la labor realizada por diferentes instituciones como la un Sede Palmira, las cuales permiten augurar un futuro diferente para el Hartón del Valle, un patri-monio tan importante como la Catedral Primada de Bogotá o el Carnaval de Barranquilla.

palabras clave: Hartón del Valle, ganadería, patrimonio, conservación. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

El ganado Hartón del Valle es resistente a enfermedades y se adapta a condiciones difíciles del ambiente.

FOTO: archivo Unimedios

julio 2017 | 16 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Colombia recoge los frutos de los cultivos mejorados por la unmaría luzdary ayala V., Unimedios Bogotá

Papas, frijoles, arveja, habichuela, zapallo, tomate y cilantro figuran entre los cultivos que han sido mejorados por investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (un) y que hoy disfrutan familias campesinas de Nariño, Valle, Putumayo, Cundinamarca y Boyacá, entre otros departamentos.

A las tradicionales papas criollas de los al-muerzos dominicales en La Sabana de Bogotá les falta algo que sí tienen las que saborea una familia rural de los municipios de Guachucal o Cumbal, en Nariño, o de Sibaté, en Cundinamarca. Estas últimas, además de tener una piel muy brillante y un color amarillo intenso, son más nutritivas.

Se trata de las criollas mejoradas por la un, con mayor contenido de zinc y de hierro, que propor-cionan una dieta más saludable, especialmente a los niños. Además tienen un alto contenido de ácido clorogénico, un fenol con efecto antioxidante que ayuda a reducir la obesidad y que es absorbido en su totalidad por el organismo.

Las variedades Sua pa, Ocarina y Dorada del pro-grama “Papas criollas más nutritivas” constituyen uno de los cultivos más promisorios para contribuir a erradicar la llamada “hambre oculta”, que afecta especialmente a familias de las zonas rurales del país, como lo explica la profesora Teresa Mosquera, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la un Sede Bogotá. El hambre oculta se identifica por la deficiencia de micronutrientes, una situación que se ha detecta-do en el 43 % de los menores que habita en zonas rurales del país.

Llegar a las nuevas variedades de papa criolla llevó alrededor de cinco años, en los que –con apo-yo del Ministerio de Agricultura– se han mejorado diferentes cultivares de este tubérculo originario del país y uno de los de menor consumo a pesar de su alta popularidad en la comida típica colombiana.

Estimativos de Fedepapa muestran que el 90 % de la papa que se consume en Colombia es blanca, o la comúnmente conocida como “papa de año”. La criolla, entre tanto, representa apenas el 10 % del consumo.

Este y otros aspectos –como la baja calidad de las semillas, los problemas por patógenos (enfer-medades) de los suelos en los que se cultiva la papa, y algunos virus que atacan distintos cultivares– llevaron a investigadores de la Facultad a trabajar intensamente en el escalamiento de las “papas más nutritivas”.

ciencia para las comunidades

En un trabajo con la Universidad McGill (Canadá) y con los agricultores de zonas de Nariño y Cundina-marca se seleccionaron semillas más rendidoras y más resistentes a la gota, el “cáncer” de este tubérculo.

“Generamos conocimiento científico entre las comu-nidades”, comenta la profesora Mosquera, quien señala que el programa liderado por ella apunta a atender dos retos nacionales: la nutrición y la agricultura. En el primero, la idea es estimular el consumo, no como único alimento nutricional, sino como parte de una adecuada dieta diversa. En el segundo, aumentar la productividad y rentabilidad de un cultivo del cual dependen por lo menos 90 mil familias en el país.

El aprendizaje desde la academia es algo que valoran especialmente los agricultores como Luis

Victorio Torres, quien forma parte de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Pasquilla, zona rural de Ciudad Bolívar, donde se aprestan a recoger la cosecha de cerca de 20 hectáreas de papa criolla do-rada en tanto que preparan el terreno para sembrar otras ocho. “Aplicamos los agroquímicos con ayuda del ingeniero Felipe Alba, nuestro profesor; él nos guía, ha sido una buena oportunidad para aprender cosas nuevas”, comenta Victorio.

Por su parte, María Victoria Campo, quien actúa como enlace entre la un y los agricultores de las zonas rurales de cinco municipios de Nariño (Carlosama, Cumbal, Guachucal, Túquerres y Pasto), destaca la experiencia con los nuevos cultivares en cuanto a seguridad alimentaria, tanto para productores como para consumidores.

Otro aporte que ella destaca de manera significa-tiva es el mejoramiento en la calidad de las semillas y el modelo pedagógico aplicado por la un a través de las escuelas comunitarias de agricultura familiar (ecaf), mediante las cuales se llega a un gran número de agricultores y se fortalece el papel de la mujer, que solo alcanza hasta la etapa productiva, lo que la margina de las utilidades del proceso.

En la primera cohorte de la ecaf se graduaron 287 productores; ahora se encuentran en formación más de 100, quienes reciben capacitación integral con énfasis en estímulo de la autonomía en torno al cultivo de la papa.

“Hemos ido más allá de las fronteras, estamos vendiendo semillas y cautivando productores”, ad-vierte la líder del proyecto en Nariño, al destacar que ya han vendido papas para proyectos de seguridad en el Alto Putumayo (Valle de Sibundoy).

otras variedades exitosas

“Papas criollas más nutritivas” es solo uno de los programas mediante los cuales la un ha contribuido a desarrollar nuevas variedades agrícolas para beneficio del país. Como antecedentes se tienen las variedades mejoradas Criolla Colombia, en un trabajo conjunto de Fedepapa el ica y la un. El profesor Luis Ernesto Rodríguez, por su parte lideró el desarrollo de las variedades Criolla Latina, Paisa, Galeras y Guaneña, y es el obtentor de las papas criollas más nutritivas.

Desde las sedes Bogotá y Medellín, el profesor José Miguel Cotes Torres lidera una investigación que después de 8 años permitió sacar al mercado agrícola las variedades de papa Paola, Primavera,

Estas papas mejoradas por investigadores de la UN sedes Medellín y Bogotá son aptas para consumir como pasabocas.

La UN Sede Palmira ha mejorado la calidad y producción de la habichuela.

El equipo de investigación liderado por el profesor Franco Alirio Vallejo ha obtenido cinco nuevas variedades de zapallo.

fotos: archivo Unimedios

julio 2017 | 17 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Paysandú, Violeta y Milagros para consumo en fresco o como pasabocas.

En su momento, estas nuevas variedades se con-virtieron en las primeras en el mundo que reportaron la presencia de antioxidantes y resistencia a la gota y la sarna, las enfermedades más críticas de estos cultivos.

Carlos Eduardo Ñústez López, profesor de la Fa-cultad de Ciencias Agrarias de la Sede Bogotá, quien lidera el Grupo de Investigación en Papa, destaca la innovación de los nuevos materiales registrados en Antioquia, por sus características nutracéuticas y por disponer de altos niveles de antioxidantes, que los convierten en un aporte muy importante para el agro.

El docente recuerda además que en la Facultad, él y su grupo de investigación han liberado seis variedades –Betina, Roja Nariño, Esleralda, Punto azul y Rubí– que han reemplazado, en particular, la papa parda pastusa, principal variedad que existía en Colombia.

La Pastusa Suprema, una de las más importantes variedades obtenidas por el programa de la Univer-sidad, fue liberada en 2002 y sembrada por primera vez en 2003. El hecho de presentar casi el doble de rendimiento frente a la parda pastusa, una resisten-cia muy alta a la gota y menor consumo de aceite cuando se frita, llevó a que en 2009 se convirtiera en la más cultivada del país, con el 40 % del territorio dedicado a este cultivo.

se crece la huerta

Otros desarrollos agrícolas de la un están en manos de investigadores de Palmira y Medellín. En el Valle del Cauca, estudios liderados por el profesor Franco Alirio Vallejo le han proporcionado al sector agrario 11 nuevas variedades de hortalizas que hoy ofrecen semillas registradas por el Instituto Colombiano Agropecuario (ica).

Cinco variedades de zapallo (auyama), dos de tomate, una de pimentón, dos de cilantro y otra

de habichuela forman parte del aporte investigativo del equipo liderado por el profesor Vallejo, del cual tambiénn forman parte los docentes Iván Estrada y Sanín Ortíz. Hoy, el cilantro Unapal Precoso, la habichuela Unapal Milenio y el tomate Unapal Ma-ravilla, producidos en la un Sede Palmira, figuran entre las hortalizas más consumidas y cultivadas en la región y en otros departamentos del país.

Según el profesor Vallejo, al menos cinco de estas variedades se han convertido en referentes por su productividad, resistencia a plagas y alta calidad, lo que ha generado gran aceptación entre los agricul-tores y consumidores.

Además de estos desarrollos, el docente destaca que desde la fundación del Grupo de Mejoramiento de Hortalizas, hace cerca de 30 años, se han formado unos 20 doctores, 50 magísteres y cerca de 200 pro-fesionales, lo que significa un gran aporte al sector agrícola de Colombia.

También merece la pena mencionar la tecnología generada alrededor del estudio de hortalizas en tér-minos de manejo de suelos y del agua, y del control de las principales plagas.

Hoy, el Programa Mejoramiento Genético, Agro-nomía y Producción de Semillas de Hortalizas de la un Sede Palmira sigue trabajando en la obtención de nuevos materiales; de hecho, próximamente liberará una variedad de tomate chonto –cuyas plantas de crecimiento determinado reducen costos y riesgos en el cultivo, al tiempo que ofrecen mayor produc-tividad– y otra de cilantro con mayor número de ramas por planta.

Por su parte, el profesor Joel Tupac Otero, tam-bién de la un Sede Palmira, se ha dedicado a estudiar especies nativas de vainillas en el Pacífico, con el fin de contribuir al desarrollo de la que podría ser una rentable producción agroindustrial, si se tiene en cuenta que esta es la tercera especia más costosa del mundo, después del azafrán y el cardamomo.

El investigador recuerda que aunque en Alemania desarrollaron la vainilla sintética, al parecer no es la más recomendable para la salud, por lo cual se ha retomado el compuesto natural, lo que lo motiva a

seguir investigando alrededor de las variedades del Pacífico, en particular de la Rivasi.

De las cerca de 110 especies del género Vanilla apenas tres o cuatro se explotan comercialmente en Indonesia, Madagascar, China y México, por lo que Colombia podría llegar a ser productor de esta materia prima, tan apetecida por las industrias agroalimentaria y cosmética.

Junto con las vainillas, el grupo del profesor Otero ha trabajado en otras plantas promisorias como el pipilongo, un sustituto nativo de la pimienta. Al respecto, el docente comenta que con las comuni-dades raizales del sur del Valle del Cauca se logró propagar ese cultivo a través de semillas y formas vegetativas. Así mismo, se elaboró una cartilla con el compromiso de socializar los conocimientos ad-quiridos con la comunidad de la región.

frijoles y arvejas rendidoras

Entre tanto, el profesor Gustavo Ligarreto, de la Sede Bogotá, sigue avanzando en exitosos procesos de mejoramiento de variedades de arveja y frijol, a través de cruces genéticos que las hacen más pro-ductivas y resistentes a enfermedades.

Fruto de las investigaciones que lidera el docente, cultivos de estas leguminosas en zonas de Cundina-marca y Boyacá hoy dan sus mejores frutos, aunque también se producen en Nariño y las semillas se venden para todo el país.

Después de casi una década de pruebas en la Facultad de Ciencias Agrarias, el equipo investiga-dor logró homogeneizar las variedades de arveja Andaluza, Alcalá, Vizcaya y Sureña, producto de cruces genéticos con Santa Isabel, la arveja local.

En relación con la tradicional, gracias a las cuatro variedades el rendimiento ha aumentado significati-vamente, así: casi tres toneladas con la Sureña; una tonelada con la Andaluza; cerca de 2,5 toneladas con la Vizcaya, y 1,5 toneladas con la Alcalá.

De igual manera, el profesor Ligarreto ha incur-sionado con éxito en el mejoramiento de diferentes variedades de frijol voluble Serranía de tipo Car-gamanto rojo y las variedades Chíe, Iraca, Sutagao y Hunza de tipo Bola roja, las arbustivas de grano rojo Bacatá y Bianca de grano blanco, producto de cruces genéticos que las hacen más resistentes a la antracnosis –una de las enfermedades más des-tructoras de este cultivo– y además tienen mayor contenido de hierro y zinc. En Ubaté, Simijaca y Guachetá algunas fincas ya cultivan estas variedades.

La tarea de los investigadores continúa, aunque solo afronta un obstáculo: la distribución comercial de las semillas, que por el momento son propagadas por los campesinos beneficiarios de estas tecnolo-gías. Propiciar canales de comercialización es unos de los grandes retos para aprovechar al máximo los significativos aportes de la un para incentivar el desarrollo del agro colombiano.

palabras clave: papas más nutritivas, arvejas mejoradas, seguridad alimentaria, Sesquicentenario. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

La vainilla, un cultivo promisorio, es uno de los proyectos que impulsa la un Sede Palmira.

El equipo que trabaja en el programa “Pa-pas criollas más nutriti-vas” espera pro-pagar las nuevas semillas entre los cultivadores de todo el país.

Los cultivos de arveja también han sido mejorados de manera significativa por investigadores de la Facultad de Agronomía de la un Sede Bogotá.

julio 2017 | 18 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Ciencia& Tecnología

palabras clave: Ideon, parques tecnológicos, innovación. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

“Consolidar un parque de ciencia y tecnología es imposible sin apoyo del Gobierno”

juan Carlos millán Guzmán, Unimedios Bogotá

Ideon es el parque científico de la ciudad sueca de Lund, en el que, por ejemplo, se desarrolló la tecnología que hizo posible el primer teléfono celular del mundo. Sven-Thore Holm, su fundador y ex director ejecutivo, conversó con un Periódico sobre la importancia para un país como Colombia de contar con este tipo de escenarios para la innovación.

En 1983, por iniciativa del municipio de Lund, en Suecia, Sven-Thore Holm empezó a trabajar en el desarrollo de una iniciativa que terminó convir-tiéndose en uno de los lugares más excitantes de Europa, en el que las mentes más inteligentes del mundo se reúnen para desarrollar el futuro: el Ideon Science Park (Parque Científico de Lund).

En alrededor de 120.000 m2 –equivalentes a diez edificios de oficinas y laboratorios– el Parque Cien-tífico de Lund desarrolla proyectos de conectividad, tecnologías de la información y la comunicación, salud, material inteligente e innovación alimenta-ria. Por esta razón Lund –fundada en el siglo x– es considerada como la “Ciudad de las ideas”.

La Universidad de Lund es una de las piezas que ha hecho posible el posicionamiento de esta ciudad,

45 veces más pequeña que Bogotá, donde la mitad de sus 80.000 habitantes son estudiantes, profeso-res e investigadores. De hecho, esta institución de educación superior dirige y patrocina Ideon junto con la empresa inmobiliaria Wihlborgs Fastigheter ab, y la administración municipal.

“La mayoría de nuestras empresas emergen-tes o star-up son producto de investigaciones de doctorado, y pese a que al igual que en Colombia comenzaron con muchas dificultades económicas, ahora contribuyen a crear nuevos puestos de trabajo de alto nivel entre la comunidad de estudiantes”, precisa el estratega internacional en asuntos de innovación.

A juicio del experto, los medios de comunicación juegan un papel crucial, en la medida en que se interesen por dar a conocer los buenos ejemplos relacionados con los emprendimientos que tienen lugar dentro de los espacios académicos: “si alguien puede hacer eso, yo también”, puntualiza.

En la actualidad, empresas como Ericsson, Siemens y Huawei realizan una intensa actividad de investigación y desarrollo en Ideon, junto con otro grupo de compañías nacientes que hacen uso eficiente de su privilegiada ubicación, muy cerca de la que hoy es considerada como una de las universidades más importantes de Europa.

un Periódico (unp): ¿qué factores hacen viable el desarrollo de una empresa con énfasis en ciencia y tecnología?

Sven-Thore Holm (s.v.t): si los productos y servi-cios son capaces de responder de manera afirmativa a las siguientes tres preguntas: ¿existe una necesidad real?, ¿se está resolviendo un problema? y ¿alguien

pagaría por este desarrollo?, la idea tendrá éxito, pero si alguna es negativa, es mejor olvidarlo porque con seguridad habrá pro-blemas y se perderá dinero. Antes de iniciar cualquier proyecto de innovación primero es necesario investigar el mercado y encontrar por lo menos dos o tres clientes potenciales dispuestos a apostar por el producto.

unp: ¿cómo ha hecho Suecia para liderar desarrollos tecnológi-cos tan importantes en el mundo?

s.v.t: el país promueve un tipo de pensamiento creativo desde la escuela pública, a partir del quinto o sexto grado, de tal manera que se incentiva el trabajo en equipo, pues así es posible dar soluciones a problemas puntuales. En el bachi-llerato se promueve el espíritu em-prendedor a través de un programa nacional en el que jóvenes entre los 15 y 18 años empiezan a vislumbrar la posibilidad de crear sus propias compañías, además de mostrar sus primeros productos.

unp: ¿qué importancia tiene para una institución como la un contar con un parque de ciencia y tecnología?

s.v.t: la industria colombiana sigue siendo muy pequeña, por lo que aprovechar todo el co-nocimiento que se produce en las facultades e institutos de la un sin duda alguna contribuirá a fomentar una economía más diversa y robusta, capaz de abar-

car diversos campos asociados con el desarrollo de la tecnología.

unp: ¿en qué áreas se podrían concentrar los desarrollos tecnológicos del país?

s.v.t: definitivamente en la agricultura y la in-dustria de alimentos está el futuro, y si se pudieran crear marcas con alcance global para distribuir pro-ductos como el café, sería fenomenal. Otros campo podrían ser el de las tecnologías de la comunicación y la información y los desarrollos asociados con la preservación del medioambiente.

unp: ¿cómo hacer que la industria invierta en proyectos desarrollados en un parque de ciencia y tecnología?

s.v.t: en Suecia tenemos un sistema según el cual cuando una compañía que está surgiendo en la universidad requiere dinero, se puede hacer un trabajo de coinvestigación que puede ser financiado hasta cierto porcentaje por el sector privado, ese puede ser un camino.

unp: ¿cuál es la importancia de que las futuras empresas formen parte de un parque como Ideon?

s.v.t: en nuestro caso, aunque algunas de ellas se empiezan a formar a partir del sistema de inno-vación de la Universidad de Lund, lo cierto es que el parque tecnológico incuba hasta 20 proyectos empresariales al año. La razón es que allí ya se en-cuentran trabajando empresas con una trayectoria consolidada capaz de financiar las investigaciones.

unp: ¿cuáles son los requerimientos mínimos para que un parque de ciencia y tecnología cumpla su cometido?

s.v.t: es fundamental que cuente con una estruc-tura de asesoría en negocios bien establecida, lo cual implica contratar profesionales de muy alto nivel que en lo posible no formen parte de los departamentos de Ciencias Económicas, porque nunca trabajarán en un sentido práctico. Es necesario contar con perso-nas que vengan del sector de la industria, además de insistir en la importancia de la ubicación, cerca o en medio del campus, de tal manera que sea posible tener un acceso rápido a los distintos departamentos y facultades.

unp: la un tiene ocho sedes, cuatro andinas y cuatro en zonas de frontera, ¿qué tipo de modelo de parque sería recomendable?

s.v.t: desarrollar un parque científico resulta mu-cho más sencillo en ciudades pequeñas, porque en las grandes metrópolis es mucho más difícil reconocerse. Lund es una ciudad con uno 80.000 habitantes y la mayoría de las grandes compañías de tecnología suecas se encuentran trabajando allí. Para el caso de Colombia, puesto que las condiciones son tan distin-tas en las diferentes regiones, creería que lo mejor es especializarse en áreas de desarrollo concretas según la zona; no obstante, el tipo de formación y de cualificación del talento humano requerido para desarrollar cualquier tipo de emprendimiento debe ser el mismo.

unp: ¿qué papel juegan los gobiernos en la puesta en marcha y el fortalecimiento de los parques de ciencia y tecnología?

s.v.t: mientras que la industria necesita gente con un alto nivel de formación, capaz de crear nue-vos productos, y la universidad tiene la obligación de llevar conocimiento al resto de la sociedad, el Gobierno debe garantizar el fortalecimiento de la economía y el empleo. La universidad, la industria y las entidades gubernamentales deben ser capaces de trabajar como un buen equipo de fútbol: en el mismo campo, al mismo tiempo y en la misma dirección.

Entre 1985 y 2008, Sven-Thore Holm dirigió el Parque Científico de Lund.

foto: Nicolás Bojacá/Unimedios

julio 2017 | 19 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

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julio 2017 | 20 Periódico – N.º 211 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

palabras clave: celos, celotipia, crímenes pasionales, justicia colombiana. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Histórica laxitud del sistema judicial con los crímenes pasionalesjuan FranCisCo molina monCada, Unimedios Bogotá

En la Colombia que transitaba entre el siglo xix y el xx, estos asesinatos eran excusados o castigados con penas mínimas. Aunque la legislación ha cambiado, tanto el fenómeno como algunas justificaciones morales siguen vigentes, sobre todo cuando la víctima es una mujer.

María Teresa Gamboa no “pertenecía” a la Bo-gotá de 1916: se enfrentó a una sociedad patriarcal, marcada por el legado cultural de la Colonia y por la gran influencia de la Iglesia católica. Al terminar su noviazgo con Ruperto Pérez quería disfrutar del sueldo que ganaba como ayudante de sastrería, de la libertad de no vivir con sus padres, de no tener pareja, o, mejor dicho, de un hombre al que servir.

Por el contrario, Ruperto estaba convencido de que si María Teresa no era suya no iba a ser de nadie más, por lo que planeó su muerte. Alquiló una habitación en el Pasaje de la Flauta, hospedería ubicada en el centro de la ciudad, y la invitó para que hablaran. Allí le dio a beber un vino envenenado que no tuvo efecto, y al percatarse de ello la asfixió con las sabanas de la cama. Después de cometer el delito se dirigió al Salto del Tequendama, donde intentó suicidarse pero falló en su cometido y terminó presentándose ante las autoridades. “La amaba”, respondió cuando le preguntaron por qué la había asesinado.

En el juzgado no se siguieron las disposiciones del artículo 615 del Código Penal de 1890, según el cual un parricidio y un uxoricidio –así se le llamaba a los crímenes pasionales– eran delitos graves, merecedo-res de la pena máxima de 20 años. Los abogados de Ruperto lograron reducir la condena a apenas seis años, aludiendo que su cliente no estaba en pleno uso de razón, pues además de estar “sometido” por los celos y “preso del intenso dolor” había sufrido un ataque epiléptico, lo cual se consideraba como un problema mental.

Este episodio, conocido como “El crimen del Pasaje de la Flauta”, es uno de los 50 casos estudiados por Óscar Armando Castro López, doctor en Historia de la Universidad Nacional de Colombia (un) Sede Bogotá, quien analiza cómo se abordaban los ho-micidios entre parejas o amantes en el contexto de dicho Código Penal, el cual estuvo vigente hasta 1936.

El historiador se percató de que por entonces existía un sistema judicial sin sustentos forenses. La disciplina no se había desarrollado del todo en el país y en ocasiones los levantamientos de cadáveres eran realizados por autoridades civiles, o incluso por párrocos. Tampoco se contaba con el apoyo de áreas como la psiquiatría, que en aquel momento no se había consolidado.

De igual manera, el sistema se apropió de la corriente positivista del derecho, es decir que su-puestamente ponía por delante la evidencia otorgada por la razón y el método científico. Esto dio pie a que varios crímenes pasionales fueran absueltos, o a que las penas se redujeran de manera significativa, pues se pensaba que una persona influenciada por los celos, la ira y el intenso dolor no era consciente de sus actos, no actuaba en sus cabales. La balanza se inclinaba a favor de los hombres, considerando además las valoraciones morales de una época en la que lo más importante era preservar y defender el hoy cuestionado honor masculino.

“La gente aprobaba en coro que un hombre matara a la mujer infiel, pues de lo contrario era considerado

como un cornudo y un débil”, expli-ca Pablo Rodríguez Jiménez, profesor del Departamento de Historia de la un y director de la tesis, quien agrega que la investigación ilustra la edad dorada de la inimputabilidad del crimen pasional, que fue perdonado hasta los años setenta.

En ese sentido, la historia busca dar respuestas para comprender una situación que sigue vigente: en 2016 se presentaron 120.154 denuncias por violen-cia doméstica, con un incremento del 16 %, y en mayo de 2017 se habían contabilizado 204 feminicidios, 24 en manos de parejas o exparejas.

La profesora Myriam Jimeno, del Departamento de Antropología de la un, quien ha trabajado en el tema y fue jurado durante la sustentación del tra-bajo doctoral, menciona que “conocer la historia es una forma de evitar que las malas conductas se repitan tanto en el presente como en el futuro. Es una manera de llevarnos a repensar la idea de que la mujer es propiedad del hombre, algo que aún pesa en nuestra sociedad. A partir de esta reflexión, sigue siendo necesario sentar una igualdad en las relaciones amorosas”.

Los académicos coinciden en que dichos este-reotipos siguen vigentes, lo cual se puede ver, por ejemplo, en las respuestas de una muestra de 237 mujeres campesinas encuestadas por la Universidad de La Sabana en 2015, en la que el 50 % de ellas justi-ficaba el maltrato cuando la víctima “se lo merecía”.

basados en el chisme

Detrás de un manuscrito de más de 500 páginas hay ocho años de investigación, con jornadas de trabajo de lunes a viernes en las que el doctor Castro desem-polvaba no solo expedientes judiciales sino también artículos de prensa y tesis de grado.

Él caracterizó cada uno de los 50 casos cuya in-formación fue procesada a través del Atlas.ti 6,2

y el msa, programas informá-ticos especializados en el cruce

de datos cualitativos. Con dicha información fue posi-

ble determinar las tendencias men-cionadas y otras que surgieron a lo largo

del camino. Así, el historiador observó que buena parte de los casos de infidelidad

ni siquiera eran comprobados, sino que se basaban en chismes. Por ese motivo, el político

liberal Jorge Zawadzky mató en Cali a Arturo Mejía Marulanda, médico de la familia, quien supuesta-mente tenía un amorío con su esposa Clara Inés.

También determinó que muchos de los asesinatos se cometían con arma blanca u objetos contunden-tes como palos o piedras, aunque se registraron episodios en los que los asesinos usaron escopetas que fueron reducto de la Guerra de los Mil Días. Así mismo, en reiteradas ocasiones el homicida estaba bajo los efectos de la chicha o del guarapo.

Las mujeres también mataron. Por ejemplo, en 1925 Soledad Agudelo asesinó en pleno centro de Bogotá a un hombre que días antes la llevó a una cantina, la embriagó y luego abusó de ella. Posteriormente fue absuelta.

La investigación que reconstruye los casos con la mayor cantidad de fuentes posibles, en definitiva le da la razón al propio Miguel de Cervantes Saavedra cuando dijo que “la rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino”.

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