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1. Introducción El radicchio (Cichorium intybus L.) es una hortaliza de hoja de gran importancia comercial, cuyo principal productor a nivel mundial es Italia (Pimpini et al., 2002a). En Chile, se introdujo a mediados de los años ochenta con gran interés de exportación como producto fresco a diferentes lugares del mundo (Krarup y Moreira, 1998). Hoy la expansión de este cultivo es determinante para la comercialización como producto fresco o bien como componente básico en ensaladas mixtas (Žnidarčič et al., 2004). En la mayoría de los países donde se consume esta hortaliza se utiliza fundamentalmente como un componente de ensaladas frescas, o bien se expende directamente. El interés en la producción de radicchio se ha incrementado debido a la popularidad y consumo de ensaladas prepicadas preparadas (Rangarajan e Ingall, 2001). La tendencia en la comida gourmet y los restaurantes de alto nivel ha influido en la mayor demanda de este producto. Sin embargo, el consumo todavía no es relevante para poder encontrar estadísticas oficiales de su magnitud (Solutions Associates, 2006). En EE.UU. el radicchio de alto valor es producido en California y Florida, mientras que en el mercado internacional destacan Guatemala, Italia, Chile y otros países de América Central como los principales proveedores de radicchio (Solutions Associates, 2006). Durante la última década en Chile se cultiva radicchio principalmente en las regiones IV, V, VI, VII y Metropolitana, siendo esta última la que concentra cerca del 80% de la producción nacional (ODEPA, 2006). Esta producción de radicchio se orienta en un 99% al mercado externo, cuyo principal destino actualmente es Europa y Estados Unidos. El 1% restante es para abastecer a nuestro país, lo cual solamente se distribuye a supermercados, restaurantes y algunos hoteles (Solutions Associates, 2006). Las estadísticas chilenas del año 2006, afirman que el monto exportado por todas las empresas chilenas de radicchios (Cichorium spp.) frescos o refrigerados hacia todos los países corresponde a 3.599.022 dólares FOB (Pro Chile, 2006).

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1. Introducción

El radicchio (Cichorium intybus L.) es una hortaliza de hoja de gran importancia comercial,

cuyo principal productor a nivel mundial es Italia (Pimpini et al., 2002a). En Chile, se

introdujo a mediados de los años ochenta con gran interés de exportación como producto

fresco a diferentes lugares del mundo (Krarup y Moreira, 1998).

Hoy la expansión de este cultivo es determinante para la comercialización como producto

fresco o bien como componente básico en ensaladas mixtas (Žnidarčič et al., 2004). En la

mayoría de los países donde se consume esta hortaliza se utiliza fundamentalmente

como un componente de ensaladas frescas, o bien se expende directamente.

El interés en la producción de radicchio se ha incrementado debido a la popularidad y

consumo de ensaladas prepicadas preparadas (Rangarajan e Ingall, 2001). La tendencia

en la comida gourmet y los restaurantes de alto nivel ha influido en la mayor demanda de

este producto. Sin embargo, el consumo todavía no es relevante para poder encontrar

estadísticas oficiales de su magnitud (Solutions Associates, 2006).

En EE.UU. el radicchio de alto valor es producido en California y Florida, mientras que en

el mercado internacional destacan Guatemala, Italia, Chile y otros países de América

Central como los principales proveedores de radicchio (Solutions Associates, 2006).

Durante la última década en Chile se cultiva radicchio principalmente en las regiones IV,

V, VI, VII y Metropolitana, siendo esta última la que concentra cerca del 80% de la

producción nacional (ODEPA, 2006). Esta producción de radicchio se orienta en un 99%

al mercado externo, cuyo principal destino actualmente es Europa y Estados Unidos. El

1% restante es para abastecer a nuestro país, lo cual solamente se distribuye a

supermercados, restaurantes y algunos hoteles (Solutions Associates, 2006).

Las estadísticas chilenas del año 2006, afirman que el monto exportado por todas las

empresas chilenas de radicchios (Cichorium spp.) frescos o refrigerados hacia todos los

países corresponde a 3.599.022 dólares FOB (Pro Chile, 2006).

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Es claro que existe una gran demanda externa por esta hortaliza tan poco consumida en

nuestro país, por lo que es una necesidad realizar de manera óptima cada una de las

labores de cultivo, ya sea en vivero o en campo, siendo de principal importancia la

primera etapa, ya que finalmente es la que determina en gran parte el éxito que tendrá el

cultivo.

La producción de plantas de radicchio se puede realizar mediante dos métodos, siembra

directa o a través de almácigo-trasplante. El empleo de plantines de radicchio para el

inicio del cultivo presenta ventajas que se destacan sobre el método tradicional, éstas son

principalmente: menor costo de semillas, optimización de la germinación, menor empleo

de mano de obra, posibilidades de anticipar la entrada al mercado en casi un mes, mejor

control de malezas y mayor calidad del producto final (Ramponi, 2000).

La obtención de plantas mediante almácigo y trasplante, es un sistema que requiere de

una serie de detalles productivos. Hoy en día, es una técnica muy difundida en sistemas

hortícolas intensivos, debido a la mejor planificación de siembras, crecimiento y ganancia

de tiempo, por llevar a campo plantas con estructuras preformadas (Ullé, 2003).

Factores como mezclas de sustratos, volúmenes y materiales del cual están construidos

los alvéolos inciden en la calidad del plantín, es decir, resultan decisivos en el correcto

crecimiento de la planta, ya que se produce una clara interacción entre las características

del contenedor (altura, diámetro, forma, etc.) y el manejo del complejo planta - sustrato

(Pastor, 1999).

Existen variadas investigaciones realizadas sobre distintas especies hortícolas que

buscan el volumen óptimo para obtener un plantín de calidad a un costo razonable. En la

mayoría de éstos se concluye que los plantines más vigorosos, de mayor desarrollo

radical y más precoces, se obtienen en las celdas de mayor volumen (Marsh y Paul,

1988).

Las plantas provenientes de alvéolos grandes, es decir con un mayor volumen de

sustrato, presentan un desarrollo posterior de plantas mucho mejor que provenientes de

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almácigos en contenedores de menor tamaño. A su vez, el tipo de sustrato a utilizar

influye directamente en la calidad de las plántulas de hortalizas (Ullé, 2003).

A través de la presente investigación se busca demostrar el efecto que presenta un mayor

volumen de alvéolo y un determinado tipo de sustrato en la calidad del plantín de

radicchio y su posterior comportamiento en campo.

1.1 Objetivos

Objetivo general:

• Evaluar el efecto de tres tamaños de alvéolos y tres mezclas de sustratos sobre la

calidad del plantín de radicchio (Cichorium intybus L.) y su posterior

comportamiento en campo.

Objetivos específicos:

• Evaluar el comportamiento y desarrollo del plantín de radicchio en tres diferentes

volúmenes de alvéolos y tres mezclas de sustratos.

• Evaluar el comportamiento y desarrollo de plantas de radicchios en campo en

función de los diferentes volúmenes de alvéolos y sustratos de los cuales

provienen.

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2. Revisión bibliográfica

2.1 Antecedentes generales del cultivo.

El radicchio, es una hortaliza de hoja de la familia de las Asteráceas, bianual, cuyo origen

corresponde a la región mediterránea de Europa y norte de África, aunque se piensa que

deriva del radicchio de Treviso, el cual crece de manera silvestre (Pimpini et al., 2002a).

Es un cultivo hortícola menor, ya que aún su difusión es bastante escasa, siendo la zona

de Venecia ubicada al norte de Italia, la principal área de cultivo (Krarup y Moreira, 1998).

2.1.1 Características de la especie.

Esta especie presenta dos temporadas de cultivo, en la primera genera un tallo

comprimido, en cual se disponen numerosas hojas de manera alternada que forman una

roseta característica de la planta (Krarup y Moreira, 1998). Al inicio del desarrollo, las

hojas se presentan extendidas y verdes, las cuales a partir de un determinado número de

éstas sumado a temperaturas ambiente bajas comienzan a adquirir una tonalidad rojiza a

morada, además de cambiar su disposición hacia una forma más compacta, en que las

hojas más viejas envuelven a las más nuevas para que éstas últimas no se extiendan

(Pimpini et al., 2002a).

En la segunda temporada de crecimiento, ya con temperaturas primaverales cálidas, se

inicia la emisión del tallo floral (hueco y ramificado), el cual puede alcanzar 1,5 a 2m de

altura. El tallo floral presenta su inflorescencia en forma de capítulo, en una cantidad de

15 a 20 por planta (Pimpini et al., 2002b). Éstos últimos se ubican en posición axilar y

contienen flores liguladas perfectas de color azul (Krarup y Moreira, 1998).

2.1.2 Características varietales.

El mejoramiento genético a nivel mundial que se ha realizado en radicchio durante los

últimos años, apunta principalmente a la innovación; nuevas y mejores variedades con

una mayor uniformidad de cultivo, en donde el peso y la coloración permiten una mayor

productividad del cultivo (T&T Vegetable seeds, 2006).

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Existen dos grupos de radicchio, de acuerdo al color de sus hojas, los de roja uniforme y

los de verde variegada. Los radicchios de color rojo se denominan con el término “rosso”

(Krarup y Moreira, 1998). dentro de los cuales se encuentran dos tipos; uno de éstos

presentan hojas rojas uniformes, de los cuales se puede mencionar: Rosso di Verona,

Rosso di Chioggia y Rosso di Treviso. El otro tipo de radicchio presenta hojas variegadas:

Variegato di Castelfranco y Variegato di Chioggia (T&T Vegetable seeds, 2006).

El radicchio tipo Rosso di Chioggia es el más apetecido por el mercado, por sus buenas

características en cuanto a color y forma, buen tamaño y peso, además de presentar un

alto rendimiento 15 a 20 t/ha (Gianquinto y Pimpini, 1988).

2.2 Requerimientos edafoclimáticos del cultivo.

2.2.1 Clima.

El radicchio requiere un clima templado en la época de siembra o trasplante y además de

calor y alta luminosidad durante el período de crecimiento (Pimpini et al., 2002b).

En relación a las temperaturas requeridas por el cultivo de radicchio, Pimpini et al. (2002b)

afirman que las temperaturas óptimas de crecimiento se encuentran entre 15 y 20° C, y

que la temperatura base de crecimiento está en torno a los 8 a 10° C (Fundación Chile,

1990). El tiempo que demora en germinar con 20° C es entre dos y cuatro días, sin

embargo, con 10°C este período se alarga de cinco a ocho días (Pimpini et al., 2002b).

El radicchio es una planta de día largo, aunque existen diferencias entre variedades en

relación a la temperatura que requieren para florecer. Las temperaturas efectivas en

inducir la vernalización suelen ser cercanas y algo por encima de los 0° C, con óptimos

entre 2° y 5° C (Pimpini et al., 2002b).

El radicchio es sensible al frío, por lo que el trasplante debe realizarse con plantas

jóvenes de dos a cuatro hojas (aproximadamente 20 días de post-siembra) y con 10 a 15

cm² de área foliar (Gianquinto, 1997).

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La vernalización y el fotoperíodo son factores que afectan la “subida” o “bolting” del

radicchio (Žnidarčič et al., 2004). En concordancia con esto, Gianquinto (1997) afirma que

bajas temperaturas entre siembra y germinación (bajo 8°C), días largos (cerca de 13

horas) y el tiempo entre siembra y trasplante (alrededor de 35 días), se conocen como los

principales factores asociados con el inicio de la floración en radicchio. Sin embargo,

temperaturas de 20°C durante la emergencia son suficientemente altas para reducir la

incidencia de la emisión prematura del escapo floral en radicchio tipo Rosso di Chioggia

(Pimpini y Gianquinto, 1988).

2.2.2 Suelo

Según Pimpini et al. (2002b), el radicchio puede adaptarse a diferentes tipos de suelos,

sin embargo, para obtener un óptimo desarrollo del cultivo es preferible utilizar suelos bien

preparados, profundos, con buen drenaje, ricos en materia orgánica y con pH entre 6 y 7.

Los suelos ideales para el radicchio tipo Rosso di Chioggia y el Variegato di Chioggia son

aquellos terrenos sueltos con textura arenosa, mientras que para el tipo Variegato di

Castelfranco se prefieren texturas medias (Bianco y Pimpini, 1990).

2.3 Alvéolos

El uso de contenedores para la producción de plantines de hortalizas ha crecido

significativamente en los últimos años. Este incremento se debe principalmente, a factores

económicos, reducción de problemas fitosanitarios, producciones más tempranas y el

mejor uso del espacio (Marsh y Paul, 1988).

Existen diversos tipos de contenedores en el mercado, en cuanto a forma, tamaño y

configuración, por lo que seleccionar el tipo adecuado dependerá del sistema que mejor

se adapte a las necesidades (Kelley y Boyhan, 2003). Alvarado y Rojas (1996), afirman

que los principales factores que inciden en la determinación del tipo de contenedor a

utilizar son: costo, vida útil, eficiencia en el uso del espacio, facilidad de manipulación y

que posibilite la mecanización de la labor de trasplante de la especie que se desea

producir.

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El número de contenedores o celdas por bandeja varía, y pueden ser de diferentes

formas: redondas, cuadradas, hexagonal, octogonal, o en estrella, y con una profundidad

distinta según el tipo de bandeja. Éstas son en general de color blanco, negro o gris. La

mayoría son de poliestireno expandible (speedling), resinas plásticas o de polipropileno de

alta densidad (Leskovar, 2001).

Ciertos tamaños de celdas son más apropiados para algunas especies de plantas que

para otras, por ejemplo, celdas más grandes sujetan un volumen mayor de sustrato que

permiten retener más agua y nutrientes, por lo que requieren de menores frecuencias de

riego y abonado. También, celdas más grandes normalmente producen plantas de

producción más temprana y con frutos más grandes (Kelley y Boyhan, 2003).

La tendencia actual es la utilización de bandejas con un mayor número de celdas, ya que

permite un mayor número de plantas por invernadero y más plantas por eficiencia de

producción, además de un considerable ahorro en dinero (Vavrina, 2000).

2.3.1 Efecto del tamaño de alvéolo sobre las plantas.

El tamaño de celdas es generalmente una cuestión de economía. En cultivos como

cebolla y lechuga, bandejas con celdas pequeñas son las más preferidas. A pesar de

ésto, se recomiendan celdas más grandes con ciclos vegetativos más largos (mayor a

cinco semanas) como pimentón y tomate (Weston, 1988), mientras que celdas más

pequeñas pueden ser la mejor opción para las hortalizas de ciclo corto (menor a cuatro

semanas) (Vavrina, 2002).

En general, la elección del tamaño y la profundidad de la celda está en función de la

especie seleccionada, tiempo de crecimiento, sistema radicular y vegetativo. Si bien, hay

una relación directa entre el tamaño del contenedor y el tamaño del plantín, por razones

principalmente de costos, la tendencia es utilizar envases con mayor número de celdas de

menor volumen. No obstante, hay que considerar que los envases de menor volumen

tienen mayores fluctuaciones de humedad, nutrientes, oxígeno, pH y salinidad (Leskovar,

2001).

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Numerosas experiencias realizadas en solanáceas indican que cuanto mayor sea el

volumen del contenedor, menor peligro de envejecimiento de los plantines, si se atrasa el

trasplante (Weston y Zandstra, 1986).

Vavrira (2000), sugiere que plantas provenientes de celdas más grandes presentan una

reducción general del estrés, una mayor disponibilidad de agua y abono, un mayor

crecimiento radical y un mejor desarrollo. Además, presentan un crecimiento en campo

más rápido y una mejor habilidad para combatir y resistir insectos, enfermedades y otras

tensiones físicas o mecánicas. Por lo demás, presentan precocidad y una mayor

producción total.

Silva (2004) concuerda con lo antes mencionado, afirmando que el principal factor que

influye en un mayor peso seco de follaje en plántulas de lechuga, es el espacio que tiene

para el desarrollo radicular, el cual es mayor en celdas de 17 cc y 10 cc, en relación a

provenientes de 5,5 cc. Este mayor desarrollo radicular favorece que las plántulas puedan

arraigarse antes en el terreno definitivo, con menor “schock” al trasplante, debido a que

tiene mayor área de absorción de agua y nutrientes, que plántulas con un sistema radical

más pequeño.

Las plántulas que provienen de celdas de mayor volumen, 17 cc y 10 cc, producen

plántulas de lechuga de mayor altura en menor tiempo o sea inducen a precocidad, que

plántulas de celdillas más pequeñas (5,5 cc). Entonces, al usar volúmenes más grandes,

mantener por menos tiempo las plántulas en el invernadero, permite finalmente

comercializarlas con mayor rapidez y a la vez tener la oportunidad de realizar varios ciclos

de producción dentro del invernadero (Silva, 2004).

López (2002) establece que en plantas de zapallo italiano cv. Negro chileno, el volumen

de las celdillas influye en el rendimiento, debido a que en un experimento realizado en

plantas que provienen de celdillas de mayor volumen (31 cc), presentan el mayor

rendimiento indicado como frutos por planta; a su vez, plantas provenientes de celdillas de

volumen medio 21 cc, presentaron un mayor número de frutos por planta con respecto a

aquellas plantas que provienen de un volumen de celdilla pequeño 14 cc.

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Sin embargo, Silva (2004) afirma que en la producción de plántulas de lechuga el uso de

cualquiera de los tres contenedores utilizados (17 cc, 10 cc, 5,5 cc) permiten obtener

resultados similares al momento de cosecha, ya sea en diámetro de cabeza, o bien en

número de lechugas por parcela.

Ullé (2003) concuerda con lo anterior, debido a que dentro del rango 25 cc-100 cc en

lechuga cv divina, remolacha cv Detroit, espinaca cv amadeo INTA y repollo cv corazón

de Buey no existen aspectos del volumen radicular que restrinjan los rendimientos a

campo.

Las ventajas de utilizar celdillas de mayor volumen, se pueden ver reflejadas

posteriormente en las plantas; debido principalmente a que éstas pueden contener mayor

cantidad de sustrato, por lo cual retienen un mayor volumen de agua; esto se traduce en

un mejor desarrollo radicular, y por ende en una planta estructuralmente más sólida, en

menor tiempo, lo que determina a la hora del trasplante un prendimiento menos

estresante en terreno definitivo (Silva, 2004).

Schrader (2003) afirma que celdas de menor tamaño reducen los costos de producción,

pero también decrece el tamaño de la planta al momento del trasplante, estas plantas

presentan un menor sistema radicular, presentando una gran proporción de raíces con

respecto al sustrato, además reducen la adaptación y la calidad del plantín.

Weston y Zandstra (1986), encontraron que la producción de plantines de tomate, 28 días

después de la siembra, en bandejas con alvéolos de 39,5 cc llevó a la obtención de los

plantines más altos (20,9 cm), en comparación con plantines producidos en bandejas con

alvéolos de 4,4 cc, las cuales produjeron plantines de una altura promedio de 10,1 cm. Sin

embargo, no hubo diferencias significativas entre los plantines provenientes de bandejas

con alvéolos de 39,5 cc y la altura obtenida por plantas provenientes de bandejas con

18,8 cc y 15,4 cc.

En un ensayo realizado en lechuga, Silva (2004), afirma que plántulas provenientes de

celdillas pequeñas (5,5 cc) presentan similares aptitudes de adaptación al terreno,

respecto al “schock” del trasplante, comparadas con plántulas provenientes de celdillas de

17 cc y 10 cc, debido a que estructuralmente son muy similares.

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Los contenedores más pequeños disminuyen el tamaño del almácigo, los cuales

presentan un sistema radicular mucho más pequeño y una mayor proporción de la interfaz

raíz-suelo, es perturbada al remover el almácigo de la bandeja al momento de trasplante,

lo que reduce la precocidad y la calidad del almácigo. La adaptación de la planta al

trasplante y su habilidad de restablecer el crecimiento normal en el campo rápidamente

son consideraciones importantes al momento de determinar el tamaño de contenedor más

apropiado (Schrader, 2003).

2.4 Sustratos

El término sustrato que se aplica en agricultura, se refiere a todo material, natural o

sintético, mineral u orgánico, de forma pura o mezclado, cuya función principal es servir

como medio de crecimiento y desarrollo a las plantas, permitiendo su anclaje y soporte a

través del sistema radical, favoreciendo el suministro de agua, nutrientes y oxígeno

(Calderón, 2006).

En la actualidad existe una gran cantidad de materiales que pueden ser utilizados para la

elaboración de sustratos, y su elección dependerá de la especie vegetal a propagar, tipo

de propágulo, época, sistema de propagación, precio, disponibilidad y características

propias del sustrato (Hartmann y Kester, 1995).

El principal factor del cual depende el éxito de un cultivo en contenedor es la calidad del

sustrato escogido (Ansorena, 1994).

Valenzuela y Gallardo (2003), afirman que el sustrato ideal se puede definir como aquel

que proporciona a la planta las mejores condiciones para su crecimiento, posee un bajo

impacto ambiental y que la relación costo/beneficio sea adecuada para el sistema

productivo en cuestión. En la práctica, como no es posible que un único sustrato cumpla

con estas condiciones, es probable que el productor deba utilizar más de uno,

dependiendo de la complejidad de su empresa. Llorens (1992) concuerda con ésto y

agrega que la elección de un sustrato “ideal” está condicionada por las relaciones costo/

sustrato y sustrato/planta con el adecuamiento de las propiedades físicas, químicas y

biológicas según sean los requerimientos.

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Independiente de la especie, las producciones de plantas en contenedores requieren de

un manejo mucho más intenso que las realizadas en el suelo. La gran superficie de los

contenedores en relación a su volumen, les confiere la característica de presentar escasa

plasticidad ante variaciones del ambiente; es por ello que las raíces pueden estar

expuestas a fluctuaciones muy marcadas de disponibilidad hídrica, temperatura, etc. El

balance de micro y macroporos es fundamental para la obtención de plantas de calidad,

debido a que los primeros son los responsables de retener el agua y los segundos de la

circulación de los gases, del cual el oxígeno es generalmente el factor limitante para las

raíces (Valenzuela y Gallardo, 2003).

Según Ullé (2000) la formulación de mezclas de sustratos para la producción de plantines

de hortalizas de hojas debe mantener balanceadas las proporciones de lombricompost,

turba y perlita; relaciones de volumen, con no menos de 50% a 60% de lombricompost y

no más de 20% a 25% para turba o perlita, aseguran un equilibrio adecuado de la relación

agua-aire en el medio de crecimiento del plantín.

Experiencias realizadas mundialmente demuestran que mezclas de sustratos con rangos

de pH, entre 5 a 7,2, han permitido el crecimiento de plantas en contenedor, así como

también rangos de conductividad eléctrica de hasta 2 miliSiemens/cm han sido

compatibles con el desarrollo de plantas en mezclas (Ullé, 2000).

Las mezclas utilizadas son generalmente de textura gruesa, éstas pueden o no contener

nutrientes iniciales. También hay mezclas que contienen fertilizantes de lenta entrega,

eliminando la opción al agricultor de producir las plantas en forma más lenta al no poder

retener la liberación de nutrientes. Es importante destacar que no existe una mezcla única

que sea la mejor para todas las situaciones de producción (Schrader, 2003).

Los sustratos se pueden clasificar químicamente en inertes como perlita, lana de roca,

roca volcánica, etc., los que actúan únicamente como soporte de la planta y los

químicamente activos entre los que se encuentran turbas, corteza de pino, etc. que

intervienen en los procesos de adsorción y fijación de nutrientes (Pastor, 1999). Sin

embargo, muchos sustratos clasificados como inertes poseen una importante actividad

química que podría ser nula en otros orgánicos sintéticos (Ansorena, 1994).

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Desde el punto de vista hortícola, la finalidad de cualquier sustrato de cultivo es producir

una plántula de calidad en el menor tiempo posible, y con los bajos costos de producción

(Pastor, 1999).

El éxito en el establecimiento y producción de cultivos depende en gran medida de una

buena formación de raíces, lo cual se logra propagando los plantines en un medio

adecuado desde la siembra hasta el trasplante, convirtiéndose posteriormente en un buen

crecimiento y desarrollo de cultivo (Ansorena, 1994).

2.4.1 Componentes de los sustratos

En relación a las mezclas de sustratos, Abad (1991) afirma que raramente un material

reúne todas las características físicas, químicas y biológicas, por si solo, más adecuadas

para determinadas condiciones de cultivo. En la mayoría de los casos, es necesario

mezclarlos con otros materiales en distintas proporciones para adecuarlos a las

condiciones requeridas.

En la elaboración de una mezcla de sustrato se busca combinar las propiedades físicas y

químicas de ésta, para obtener un medio adecuado de cultivo en donde los materiales

orgánicos aportan su alta capacidad de intercambio iónico y de retención de agua y los

componentes minerales, el drenaje y la aireación (Calderón, 2006).

Los componentes básicos de los sustratos son generalmente turba, perlita, vermiculita y

un agente humectante. Otros ingredientes pueden ser arena lavada, corteza procesada,

residuos vegetales sometidos a compost y otros biosólidos. La mayoría de éstos son

finamente graneados para facilitar el llenado de las celdas pequeñas, así como para

obtener una buena germinación de la semilla (Schrader, 2003).

Los componentes más comunes del medio radicular son turba-vermiculita-perlita en igual

proporción de volumen (1:1:1), turba-arena (2:1), turba-perlita (2:1) o turba-poliestireno

expandido (2:1). La turba puede tener distintos grados de descomposición y en general se

utiliza de grado fino o medio, con pH variable (3.0-5.5) y alto contenido de nitrógeno

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amoniacal. La vermiculita es liviana y está compuesta por placas finas de mica con un

potencial de expansión mayor a quince veces, alto contenido de K, Mg, y Ca, y de pH 9.0.

(Leskovar, 2001).

En relación a mezclas de sustratos y a la influencia que presentan sobre la producción de

almácigos, Romero (2004) determinó que una buena mezcla de sustrato es la Turba

Sunshine mix n°6 con un 10% de perlita, ya que presenta en plantines de lechuga un

buen desarrollo de plantín en cuanto desarrollo foliar, altura de plantines, peso seco aéreo

y peso seco de raíz. En cambio, en plantines de cebolla obtiene buenos resultados en

relación a la altura del diámetro basal, peso seco aéreo y peso seco radicular.

En la actualidad para producir almácigos se usan principalmente mezclas de sustratos

compuestas de turba, perlita, vermiculita, capotillo de arroz, entre otros. El tipo de mezcla

que se utiliza depende directamente de la especie, época y objetivo de producción de

cada agricultor.

A continuación se describen los principales componentes utilizados en mezclas de

sustratos en la producción de almácigos de nuestro país.

2.4.1.1 Turba.

La turba se forma por la acumulación de materiales específicos de plantas en lugares mal

drenados. Se refiere a varios materiales similares en origen, pero muy distintos en su

composición botánica, en sus propiedades físicas y químicas. Es vegetación acuática,

pantanosa o de ciénaga parcialmente descompuesta. La composición de los diferentes

depósitos de turba varía dependiendo del origen vegetal, estado de descomposición,

contenido mineral y grado de acidificación. La turba se clasifica en cuatro tipos: musgo

Sphagnum, musgo Hypneum, cañuela y junco y humus o estiércol (Alvarado, 2002).

Según Hartmann y Kester (1995), el pH óptimo de la turba es de 4.5, si tiene pH superior

a 5.5 no es recomendable su uso, y si es inferior a 3 se debe encalar previamente. La

textura y estructura están determinadas por el material de origen y el grado de

descomposición en que se encuentre. Es un material liviano, de 65 a 200 gramos por litro,

14

con una porosidad entre 40 y 90%, y tiene una alta capacidad de retención de agua,

pudiendo absorber desde cinco hasta diez veces su peso.

2.4.1.2 Perlita.

La perlita es un material gris blanco de origen volcánico, se extrae de los escurrimientos

de lava, específicamente de una roca silicea del grupo de las riolitas. Las partículas son

pequeños granos esponjosos que varían entre 1,5 y 6 mm. Este sustrato posee una

capacidad de retención de agua cercana a cinco veces su peso, con una elevada

porosidad. Su capacidad de intercambio iónico es casi nula, variando entre 2 y 5 meq/L y

su pH está muy cercano a la neutralidad (Hartmann y Kester, 1995).

Para el uso hortícola el tamaño de partículas más utilizado es de 1,58 a 3,18 mm. El

tamaño más fino es útil como medio de germinación, mientras que las partículas mayores

son las más apropiadas para mezclarlas con turba (Alvarado, 2002).

2.4.1.3 Vermiculita.

Este sustrato es producido con propósitos industriales y hortícolas a través del

calentamiento de vermiculita mineral a una temperatura de 745 a 1000° C. Las partículas

de vermiculita expandida están compuestas por una serie de capas con muy alta

capacidad de absorción de agua y nutrientes, ocurriendo ésta en la superficie exterior y en

las capas de las partículas. Esta capacidad es alta por la extensa área superficial dentro

de cada partícula. Las propiedades de aireación y drenaje también son buenas por los

poros grandes entre las partículas. La vermiculita es un componente muy deseado en un

sustrato sin suelo por su gran retención de humedad y nutrientes, buena aireación y baja

densidad. En sustratos con tierras, la vermiculita tiende a comprimirse, lo cual reduce

mucho la aireación. Se rompe cuando es manipulada en condiciones de humedad

(Alvarado, 2002).

15

3. Materiales y métodos

3.1 Localización.

Esta investigación se realizó en dos etapas, la primera se efectuó en el vivero

Agrodistribuidores Ltda. ubicado en el kilómetro 102 de la Panamericana Norte, en la

localidad de Hijuelas (latitud 32º45' Sur, longitud 71º10' Oeste), Quinta Región, Chile. Las

mediciones realizadas en esta etapa fueron durante el mes de enero del año 2007.

La segunda parte se realizó en la zona norte de la Región Metropolitana, en el fundo San

Manuel ubicado en la localidad de Polpaico, comuna de Til Til, Región Metropolitana, cuya

latitud es 34º 5’ Sur y longitud 70º 56’ Oeste. Se realizaron mediciones desde febrero

hasta abril del año 2007.

3.1.1 Características de la zona de ensayo.

3.1.1.1 Hijuelas

El clima de esta zona es templado, mesotermal estenotérmico, mediterráneo semiárido

con muy baja incidencia de heladas y verano moderado. El régimen térmico se caracteriza

ya que las temperaturas varían en promedio, entre una máxima de enero de 27,7°C y una

mínima de 4,7°C (Novoa et al., 1989).

En relación al régimen hídrico se observa una precipitación media anual de 454mm con

un período seco de ocho meses (Novoa et al., 1989).

3.1.1.2 Polpaico

El clima de esta zona es templado estenotérmico mediterráneo semiárido. En relación al

régimen térmico, este clima se caracteriza por temperaturas que varían en promedio,

entre una máxima en enero de 30,6°C y una mínima en julio de 4,3°C. Presenta un

período libre de heladas de 232 días, con un promedio de 13 heladas por año (Novoa et

al., 1989).

16

El régimen hídrico observa una precipitación media anual de 348 mm, un déficit hídrico de

1038 mm y un período seco de ocho meses (Novoa et al., 1989).

En relación a las características de suelo presentes en el Fundo San Manuel, según Iren

(1964), corresponde a la serie de suelo Chacabuco, cuyo material de origen son distintas

arcillas. El suelo es plano constituido de materiales finos depositados sobre gravas con

limo o arcilla como matriz. La textura es moderadamente fina y su drenaje es bueno.

3.1.2 Condiciones edafoclimáticas durante el ensayo.

En la etapa de almácigo se registró la temperatura ambiente con el sensor I Button

Thermochron de Dallas Semiconductor ubicado a 2 metros del suelo. La temperatura

durante este período fluctuó entre 12°C y 40,5°C (Anexo 1).

El suelo presente en el predio donde se realizó el trasplante presenta textura franco

arcilloso. En relación a las temperaturas alcanzadas en el predio posterior al trasplante,

fluctuaron entre 2,2°C y 34,2°C. Éstas fueron medidas con un sensor Temp Tale 4 de

Sensitech (Anexo 2). Se registraron dos lluvias durante el desarrollo del cultivo que

permitieron acumular 15,6 mm (DGF, 2007).

3.2 Alvéolos

La evaluación se realizó en tres distintos tamaños de alvéolos disponibles en el mercado.

Se utilizaron bandejas de poliestireno expandido de 10 cc, 24 cc y 43 cc, es decir

bandejas que posean 432, 240 y 135 celdas por bandeja respectivamente.

3.3 Sustratos

Se empleó una mezcla de turba Sunshine mix N° 6 (Anexo 3), con perlita Harbolite A-6

(Anexo 4) en tres diferentes porcentajes, los cuales se presentan a continuación en el

(Cuadro 1).

17

Cuadro 1. Porcentajes de turba y perlita utilizados en las distintas mezclas de sustratos durante el ensayo.

3.4 Material vegetal

Se evaluó el comportamiento de radicchio tipo Rosso di Chioggia (Cichorium intybus L.)

variedad Leonardo. Las semillas que se utilizaron provenían de la empresa Bejo.

3.5 Metodología

3.5.1 Descripción del ensayo

El ensayo consistió en evaluar el efecto que presentan los volúmenes de alvéolos 10 cc,

24 cc y 43 cc, y 3 mezclas de sustratos (en base a turba y perlita) en radicchio Rosso di

Chioggia cv Leonardo. Los manejos realizados en vivero y campo se detallan en (Anexo

5).

El ensayo constó de nueve tratamientos, cada uno con cuatro repeticiones (Cuadro 2).

Para cada una de estas repeticiones se sembraron 50 semillas.

Cuadro 2. Descripción de los tratamientos según el volumen de alvéolo (cc) y la mezcla de sustrato.

Sustrato % Turba % Perlita 1 95 % 5 % 2 90 % 10 % 3 85 % 15 %

Tratamiento Volumen de alvéolo (cc) Mezcla de sustrato

1 10 95% Turba + 5% Perlita 2 10 90% Turba + 10% Perlita 3 10 85% Turba + 15% Perlita 4 24 95% Turba + 5% Perlita 5 24 90% Turba + 10% Perlita 6 24 85% Turba + 15% Perlita 7 43 95% Turba + 5% Perlita 8 43 90% Turba + 10% Perlita 9 43 85% Turba + 15% Perlita

18

En relación a los manejos realizados durante las etapas de la producción de radicchio cv.

Leonardo, vivero y campo, el riego utilizado durante la etapa de plantín del vivero fue

aspersión, a través de una barra controlada manualmente, se estima que se entrega a

cada bandeja aproximadamente 1L por bandeja. La cantidad de agua que se entregó a

las bandejas sembradas dependió exclusivamente de la velocidad de avance que las

personas encargadas tuvieron, por lo que no es igual en todas las bandejas, ni dentro de

ellas. La frecuencia de riego es una o dos veces al día, según las temperaturas,

chequeando la humedad varias veces al día a través de observación. Durante la etapa de

campo de radicchio di Chioggia cv. Leonardo, el riego utilizado fue cintas con un caudal

de 4L/ m lineal, con una frecuencia de siete días.

La fertilización se inició una vez que los plantines presentaron los cotiledones expandidos,

con Ultrasol inicial (18-18-18), cuya dosis utilizada fue de 0,5 g/L. Posteriormente, se

utilizó una dosis de 1g/L de Ultrasol (15-30-15) en cada riego.

3.5.2 Evaluaciones

Se realizaron mediciones en vivero y en campo, para analizar el comportamiento de la

planta frente a las distintas combinaciones de variables en estudio.

3.5.2.1 Vivero

Durante esta primera etapa del cultivo, desde la siembra (5 enero del 2007) hasta el

trasplante (1 de febrero del 2007), las mediciones realizadas fueron las siguientes:

• Emergencia: se registró el número de plantas emergidas por tratamiento

• Altura de plantín: durante la etapa de vivero se midió la longitud de las hojas

verdaderas desde la base hasta el punto más alto.

• Número de hojas verdaderas: se realizó a partir de la aparición de la primera

hoja verdadera hasta el índice de trasplante.

19

Cuando las plantas de radicchio presentaron el índice de trasplante, esto es cuatro a

cinco hojas verdaderas, además de un pan firme y cubierto con raíces, las siguientes

mediciones se realizaron en el Laboratorio de Docencia de la Pontificia Universidad

Católica de Valparaíso, Facultad de Agronomía:

• Peso fresco raíz: las raíces fueron lavadas para eliminar el sustrato presente en

el pan, posteriormente con un bisturí se realizó un corte para separar la parte

aérea de la radical. Una vez obtenidas las raíces frescas fueron pesadas en una

balanza electrónica Arquimed Gram Precision 6x230.

• Peso seco radicular: una vez obtenido el peso fresco de las raíces, fueron

secadas en una estufa Binder D-78532 de Arquimed, a 100°C por 24 horas,

momento en el cual alcanzaron un peso estable.

• Peso fresco foliar: Las hojas del plantín de radicchio fueron pesadas en una

balanza electrónica Arquimed Gram Precision 6x230.

• Peso seco foliar: una vez obtenido el peso fresco foliar, fueron secadas en una

estufa Binder D-78532 de Arquimed a 60°C por 48 horas, ya que en este momento

alcanzaron un peso estable.

3.5.2.2 Campo

Pasado 27 días después de la siembra (1 de febrero de 2007) y cuando las plantas de

radicchios presentaron entre cuatro y cinco hojas verdaderas y el pan firme, cubierto con

raíces, fueron trasladadas a la localidad de Polpaico para el trasplante. Éste se realizó

manualmente en el Fundo San Manuel.

Se transplantó en mesas de 1,2 m de ancho, en cada una de ellas se plantaron cuatro

hileras. El marco de plantación utilizado dentro de cada mesa corresponde a 30 cm entre

hilera y 30 cm sobre hilera.

20

Las mediciones realizadas en campo fueron las siguientes:

• Porcentaje de plantas con establecimiento exitoso.

• Diámetro polar y ecuatorial de cabeza comercial.

• Plantas con vástago floral: en cada visita a campo se registraron la existencia de

plantas con emisión de vástago floral visible.

• Pérdida de plantas: se determinó el porcentaje de plantas que no pueden

continuar su desarrollo, es decir no podrán ser comercializadas (enfermas, sin

formación de cabeza u otros).

• Lapso de trasplante a cosecha: el número de días que transcurrieron desde el

trasplante hasta que ocurrió la cosecha de los diferentes tratamientos.

3.6 Diseño experimental

El diseño experimental utilizado corresponde a un diseño completamente al azar, con

arreglo bifactorial (volumen de alveolo y mezcla de sustrato), tanto en vivero como en

campo, en donde cada uno de los nueve tratamientos corresponde a un determinado

volumen y una determinada mezcla. La unidad experimental es la bandeja de poliestireno

expandido, en la cual se encontraron las plantas durante la etapa de vivero. Una vez en

campo, estas unidades experimentales fueron llevadas cada una a una parcela que

contenía solamente las plantas presentes en la unidad experimental inicial. Para cada

tratamiento se utilizaron cuatro repeticiones.

3.7 Análisis estadístico

Los datos obtenidos durante esta investigación fueron sometidos a un análisis de varianza

bifactorial, determinando la interacción entre los factores sustrato y volumen en cada uno

de los tratamientos. Cumpliéndose lo anterior, se realizó un test de Tukey con una

significancia de α=0,05, para realizar comparación de medias. Todo el análisis se realizó

utilizando el programa Statgraphics Plus versión 5.1.

21

4. Presentación y discusión de resultados

4.1 Vivero: Desarrollo de plantines.

4.1.1 Efecto del volumen de alvéolo y mezcla de sustrato sobre la emergencia.

El volumen de alvéolo en la producción de plantines de radicchio tiene un efecto sobre la

emergencia. Al utilizar un mayor volumen de alvéolo (Cuadro 3) en iguales condiciones

durante la cámara de germinación y vivero (Anexo 1) se obtiene un mayor porcentaje de

emergencia. Barra (2006) en un estudio realizado en tomate, contrariamente a lo antes

expuesto, encontró que el volumen de alvéolo no afecta el porcentaje de emergencia.

Cuadro 3. Efecto del volumen de alvéolo sobre el porcentaje de emergencia de

semillas de radicchio (Hijuelas, 2007).

Porcentaje de emergencia (%)

Volumen (cc)

Media

43 68,3 ab* 24 74,9 b 10 63,9 a

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

El porcentaje de germinación aumenta a medida que pasan los días, ya que se le da el

tiempo suficiente a semillas menos vigorosas para que germinen. Esto explica que recién

en el quinto día después de la siembra (Figura 1) aparecieran las primeras plantas

emergidas en cada uno de los tratamientos (ISTA, 1999).

Durante toda la etapa de plantín, el volumen de alvéolo 24 cc es aquel que permite un

mayor porcentaje de emergencia, seguido de 43 cc y 10 cc, respectivamente (Figura 1).

Según Bennie (1991), el retardo en la emergencia de las plantas de alvéolos pequeños

tiene relación con la compactación del sustrato debido a la presión ejercida por las

paredes del alvéolo, lo que trae consigo una disminución de la porosidad del sustrato

produciendo a su vez una baja capacidad de aireación y menor oxigenación.

22

Figura 1. Porcentaje de emergencia de radicchio según el volumen de alvéolo medido en distintos días después de la siembra (DDS) (Hijuelas, 2007).

Según Sambo, Gianquinto y Pimpini (2004), existen factores externos de la semilla

(temperatura, humedad del sustrato y sequía) e internos (vigor de la semilla) que pueden

reducir o acabar con la emergencia de dichas semillas, que en este caso pudieron afectar.

Un factor externo a las semillas que influyó sobre la emergencia es el riego utilizado en la

producción de los plantines, debido a que fue aspersión controlado manualmente, es decir

la cantidad de agua que se entregó a las bandejas sembradas dependió exclusivamente

de la velocidad de avance que las personas encargadas tuvieron, por lo que no es igual

en todas las bandejas, ni dentro de ellas.

4.1.2. Efecto del volumen de alvéolo y mezcla de sustrato sobre el número de hojas

producidas en plantines de radicchio.

El volumen de alvéolo presenta un efecto por si solo en la producción de hojas en

plantines de radicchio. Esto queda en evidencia, ya que el volumen 43 cc es el que

genera la mayor producción de hojas y es diferente del resto de los volúmenes utilizados

(24 cc y 10 cc) (Cuadro 4). Nicola y Cantliffe (1996) concuerdan ya que el número de

hojas en lechuga fue menor en plantas crecidas en alvéolos de 11cc comparadas con

aquellas crecidas en celdas de 19 cc y 40 cc, respectivamente. A su vez, López (2002)

afirma que en contenedores de 31 cc se obtienen plántulas de zapallo italiano cv Negro

Chileno, con un mayor número de hojas verdaderas si se comparan con plántulas

provenientes de celdas de 21 cc y 14 cc, respectivamente.

DDS

% E

mer

genc

ia

Volumen (cc)432410

102030405060708090

100

5 10 15 20 25

23

Cuadro 4. Efecto del volumen de alvéolo sobre la producción de hojas durante toda la etapa de plantín de radicchio (Hijuelas, 2007).

Número de hojas

Volumen (cc) Media

43 2.3 a* 24 1.8 b 10 1.6 b

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

Los resultados obtenidos se pueden explicar, ya que alvéolos de mayor volumen otorgan

una reducción del estrés general de la planta, además de una mayor disponibilidad de

agua y fertilizante, lo que conlleva a un mayor crecimiento radical y de la parte aérea

(Vavrina, 2004).

El volumen de contenedor no es el único factor que puede afectar la cantidad de hojas

que un plantín logre alcanzar. El que un plantín presente muchas hojas verdaderas puede

ser un índice de la edad que éste posea, o bien de un exceso de amonio en la fertilización

(Styer y Koranski, 1997).

4.1.3 Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre la altura de plantín

de radicchio.

La altura de plantines de radicchio fue influenciada positivamente por un mayor volumen

de alvéolo (Cuadro 5). Lo anterior concuerda con Wenston y Zandstra (1986), Klembe et

al. (1994), Marr y Jirak (1990), Vavrina (2004) y Barra (2006), quienes observaron que los

plantines más altos se obtienen con alvéolos de mayor volumen.

Cuadro 5. Efecto del volumen de contenedor sobre la altura de plantines de radicchio realizados en Hijuelas (2007).

Altura plantín (cm) Volumen (cc)

Media 43 6,6 a* 24 6,0 b 10 4,7 c

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

24

La menor altura que presentaron los plantines de radicchio provenientes de alvéolos de

10 cc, se puede explicar por la estimulación que sufren las raíces por el contacto con las

paredes del alvéolo, lo cual puede realzar los niveles de ácido absícico y etileno en la

parte aérea (Peterson et al.,1991), mientras la traslocación de citoquininas y giberelinas

de las raíces hacia ésta es inhibida (Carmi y Heuer, 1981) produciéndose un desbalance

hormonal y una restricción del crecimiento aéreo de la planta (Barra, 2006).

El uso de alvéolos de mayor volumen (43 cc) da origen a plántulas de radicchio de mayor

altura en un menor tiempo, lo que indica precocidad en relación a plántulas provenientes

de alvéolos más pequeños (24 cc y 10 cc), permitiendo de esta manera maximizar el uso

del espacio en vivero (Anexo 6). Esto tiene semejanza con Weston (1988), quien afirma

que plántulas de pimentón presentan mayor altura y área foliar si provienen de celdas de

mayor tamaño (39,5 cc). También, afirma que el usar alvéolos de mayor tamaño generó

ventajas en relación a la precocidad y a la reducción del contacto de la raíz a las paredes

del alvéolo, lo cual permitió mejorar el temprano establecimiento en campo.

Cuadro 6. Efecto del sustrato sobre la altura de plantines de radicchio realizados en la localidad de Hijuelas durante el mes de enero del 2007.

Altura plantín (cm)

Mezcla de sustrato Media

95 % Turba + 5% perlita 6,1 a* 90 % Turba + 10% perlita 5,9 a 85 % Turba + 15% perlita 5,2 b

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

En relación al efecto del sustrato sobre la altura de plantín de radicchio (Cuadro 6), se

puede afirmar que en general, mientras mayor sea el porcentaje de perlita en función a la

turba utilizada en la mezcla de sustrato, menor es la altura que presentan los plantines

durante toda la etapa de vivero. No existen antecedentes previos que permitan establecer

concordancia o no con los resultados encontrados en este ensayo.

25

4.1.4 Efecto del volumen de alvéolo y mezcla de sustrato sobre peso fresco y seco de

raíces y hojas de plantines de radicchio en el momento de trasplante.

El índice de trasplante en plantines de radicchio es según Pimpini et al. (2002b) es entre

tres y cuatro hojas verdaderas, lo cual durante la época estival corresponde

aproximadamente a 30 días después de la siembra (T&T Vegetable seeds, 2006), el

volumen de contenedor y la mezcla de sustrato a utilizar tienen en conjunto un efecto

sobre el peso fresco foliar y peso seco radicular de dichos plantines. En la presente

investigación, este índice se alcanzó a los 27 días después de la siembra, con cuatro

hojas verdaderas y el pan cubierto completamente con raíces.

Existe un claro efecto de la interacción entre el volumen de contenedor y mezcla de

sustrato sobre el peso fresco foliar, ya que a mayor volumen de alvéolo (43 cc) sumado a

un mayor porcentaje de perlita (15%) en la mezcla de sustrato en la producción de

plantines de radicchio, mayor es el peso fresco foliar que se obtiene en el momento del

trasplante (Cuadro 7).

Weston y Zandstra (1986), Kemble et al. (1994) y Barra (2006) concuerdan con los

resultados obtenidos en esta investigación, al afirmar que un mayor volumen de alvéolo

permite obtener un mayor peso fresco foliar y radicular.

Cuadro 7. Peso fresco de hojas (g) y peso seco de raíces (mg) de plantines de radicchio cv.

Leonardo en el momento del trasplante, según los diferentes tratamientos. Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

Peso fresco Hoja (g)

Peso seco Raíz (mg)

Tratamiento

Media Media 1: 10+95% T + 5% P 3,4 a 2,2 ab 2: 10+90% T + 10% P 3,3 a 1,6 a 3: 10+85% T + 15% P 3,3 a 1,5 a 4: 24+95% T + 5% P 4,4 b 1,7 a 5: 24+90% T + 10% P 5,4 c 2,1 ab 6: 24+85% T + 15% P 6,1 c 2,7 ab 7: 43+95% T + 5% P 5,9 c 2,0 ab 8: 43+90% T + 10% P 5,3 bc 3,3 b 9: 43+85% T + 15% P 6,1 c 2,7 ab

26

T: turba y P: perlita Estos resultados difieren con lo planteado por Romero (2004) quien afirma que al

comparar diferentes mezclas de sustratos en plantines de lechuga utilizando un volumen

de 10 cc por alvéolo, la mezcla que genera el mayor peso fresco y peso seco foliar es la

que proviene de una mezcla de turba Sunhine mix N° 6 sumado a un 10% de perlita. En la

medición de peso seco al momento del trasplante, un mayor volumen de contenedor y un

10% de perlita en la mezcla, es la combinación que obtuvo mejores resultados, mientras

que un mayor porcentaje de perlita en la mezcla y un menor volumen de alvéolo fueron en

desmedro de la acumulación de materia seca (Figura 2). Lo anterior, concuerda con lo

establecido por Barra (2006), quien afirma que en tomate, los valores más altos de peso

seco de raíces se presentan al utilizar alvéolos de mayor volumen, considerando además

que utilizó como base de sustrato la misma turba de musgo canadiense (Sunshine mix N°

6).

La diferencia entre tamaño de plantín producido en los diferentes volúmenes de alvéolo

puede explicarse por la significativa disminución en la capacidad respiratoria en raíces de

plantines de tomate sometidos a restricción radical, lo cual indica una disminución del

metabolismo de las raíces de éstos. Al restringir el crecimiento, las raíces compiten por

fuentes esenciales aumentando su diámetro y disminuyendo el espacio para las raíces,

conduciendo a la competencia por el oxígeno disponible (Peterson et al., 1991)

T: Turba; P: Perlita

Figura 2. Efecto de la interacción entre volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre el peso seco de raíz de radicchio cv. Leonardo al momento de trasplante (27 días después de la siembra).

Volumen (cc)

Pes

o se

co ra

íz (g

)

Sustrato95%T+5%P90%T+10%P85%T+15%P

0,14

0,18

0,22

0,26

0,3

0,34

43 24 10

27

La mezcla de sustrato y el volumen de alvéolo a utilizar, cada uno por si solo, tiene efecto

sobre el peso fresco radicular de radicchio en el momento de trasplante. Para el caso del

volumen (Cuadro 8), sólo existen diferencias entre 10 cc y el resto de los volúmenes

utilizados, por lo que es posible aseverar que a mayor volumen de contenedor a utilizar

mayor será el peso fresco de raíz a obtener en el momento del trasplante de plantines de

radicchio.

A su vez, la mezcla de sustrato a utilizar tiene un efecto sobre el peso fresco radicular de

plantines de radicchio. A menor porcentaje de perlita a utilizar en la mezcla de sustrato en

la obtención de plantines de radicchio, a través de esta investigación es posible afirmar

que mayor será el peso fresco de la raíz en el momento del trasplante (27 días después

de la siembra). No existen antecedentes bibliográficos que permitan corroborar o no los

resultados obtenidos en esta investigación.

Cuadro 8. Efecto del volumen de contenedor sobre el peso fresco de raíces (g) de plantines de radicchio cv. Leonardo en el momento del trasplante.

Peso fresco de raíces (g) Volumen (cc)

Media 43 1,9 a* 24 1,7 a 10 1,2 b

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

Cuadro 9. Efecto del sustrato sobre peso fresco de raíces (g) de plantines de radicchio cv. Leonardo en el momento del trasplante.

Peso fresco raíces (g) Mezcla de sustrato

Media 95 % Turba + 5% perlita 1.3 a* 90 % Turba + 10% perlita 1.6 ab 85 % Turba + 15% perlita 1.9 b

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

En relación al volumen de alvéolo utilizado en plantines de radicchio, se puede afirmar

que mientras mayor sea éste, mayor es el peso seco foliar que se obtuvo a partir de

dichos volúmenes en el momento del trasplante (Figura 3). Estos resultados concuerdan

con los obtenidos por Liu y Latimer (1995), quienes encontraron que el peso seco aéreo y

28

radicular en sandía fueron afectados por el volumen de alvéolo donde se desarrollaron los

plantines. A su vez, Mugnai et al. (2000), señalan que una restricción en el crecimiento de

las raíces reduce el peso seco total, además del peso seco aéreo y de las raíces.

Figura 3. Efecto del volumen de contenedor a utilizar sobre el peso seco foliar de

radicchio al momento del trasplante (27 días después de la siembra). La mezcla de sustrato se comportó de manera similar al volumen, sobre el peso seco

foliar en el momento del trasplante de plantines de radicchio. Berrios (1996) no detectó

diferencias entre los niveles de materia seca foliar alcanzados en plántulas que crecieron

en sustratos con diferentes volúmenes de perlita, lo que permite aseverar que el tipo de

sustrato no influye directamente sobre la materia seca, sino que más bien por los niveles

nutritivos al que está sometida la planta (Figura 4).

Figura 4. Efecto de la mezcla de sustrato a utilizar sobre el peso seco foliar de radicchio al momento del trasplante (27 días después de la siembra).

Volumen (cc)

Pes

o se

co fo

liar (

g)

43 24 100,25

0,35

0,45

0,55

0,65

Sustrato

Pes

o se

co fo

liar (

g)

1 2 30,3

0,36

0,42

0,48

0,54

0,61:95% turba+ 5% perlita 2:90% turba+ 10% perlita 3:85% turba+15% perlita

29

4.2 Campo

4.2.1 Efecto del tamaño de alvéolo y mezcla de sustrato sobre el éxito del trasplante.

El éxito de esta etapa se determinó como el número de plantas que sobrevivieron al

estrés de trasplante. El volumen de alvéolo tuvo un efecto sobre el éxito de trasplante,

medido el día cero, cinco y diez post trasplante (Cuadro 10). Esto se explica en la relación

proporcional entre el volumen de alvéolo y de raíces que es capaz de generar un plantín,

lo que correlaciona adaptación y calidad de éstos al momento del trasplante (Schrader,

2000).

El mayor problema de utilizar contenedores de cualquier tipo es el daño que se produce

en las raíces durante la remoción de la plántula desde el contenedor al momento del

trasplante (Schrader, 2000). Ésto fue causa importante del menor número de plantas

presentes a partir del momento del trasplante, ya que las plantas provenientes de alvéolos

pequeños al arrancarlas de la bandeja se cortan fácilmente, no así en las que provienen

de alvéolos de mayor volumen.

Cuadro 10. Efecto del volumen de contenedor sobre el número de plantas de radicchio. Medidos los días 0, 5 y 10 post trasplante (Polpaico, 2007).

Número de plantas Día 0

Número de plantas Día 5

Número de plantas Día 10

Volumen (cc)

Media Media Media 43 36,8 a 36,8 a 36,8 a 24 40,4 ab 40,4 ab 40,4 ab 10 33,4 b 33,4 b 33,4 b

*Medias con igual letra en cada columna no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05). 4.2.2 Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre el peso de cabeza

comercial de radicchio.

El peso comercial de las cabezas de radicchio di Chioggia cv Leonardo fue influenciado

por la interacción entre el volumen de contenedor y la mezcla de sustrato (Cuadro 11). El

peso de cabezas de radicchio fue influenciado por mayores volúmenes de alvéolos y a su

30

vez por la mezcla de sustrato a utilizar, ya que aquella que poseía un 90% de turba

permitió generar los mayores pesos de cabezas comerciales.

Los pesos promedios de los radicchios cosechados fluctuaron entre 320,8 y 499g,

dependiendo claramente del tratamiento del cual provienen, lo cual está dentro del rango

descrito por Merex (2002), quien afirma que generalmente no sobrepasa los 500g,

específicamente para el cultivar tipo Rosso di Chioggia el peso varía entre 250 y 500g

(Fundación Chile, 1993).

Cuadro 11. Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre el peso de la cabeza comercial de radicchio.

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05). T: turba, y P: Perlita

Marsh y Paul (1988) concuerdan con lo anterior, ya que ellos encontraron que plantas de

repollo crecidas en celdas más grandes presentan un peso superior a aquellas que

provienen de celdas de menor volumen. A su vez, para el caso de la producción de brócoli

organopónico el tamaño de contenedor también es un factor importante de considerar, ya

que las variables rendimiento comercial, peso promedio de la pella y diámetro del

pedúnculo floral son mayores en contenedores grandes (12 L). La mayor diferencia se

encontró en el peso de la pella, ya que existe un 47% más de peso en relación al resto de

los contenedores. Se obtienen brócolis más grandes y pesados en contenedores de 12 L

que cuando se usan contenedores de 8 L (Stoppani et al., 2004).

Peso de cabeza comercial (g) Tratamiento Media

1: 10+95% T + 5% P 394,1 abc* 2: 10+90% T + 10% P 397,4 abc 3: 10+85% T + 15% P 320,8 a 4: 24+95% T + 5% P 380,2 ab 5: 24+90% T + 10% P 472,3 cd 6: 24+85% T + 15% P 375,7 ab 7: 43+95% T + 5% P 422,6 bcd 8: 43+90% T + 10% P 481,8 d 9: 43+85% T + 15% P 499,0 d

31

Las cabezas de radicchio se comercializan en cajas de cartón de 16,4 kg neto o en cajas

de plumavit1, por lo cual el peso de las cabezas es un factor importante de analizar, ya

que en teoría, mientras mayor sea el peso de las cabezas de radicchio, menor es el

número de cabezas que deben ir en las cajas en que se comercializan. Por lo que obtener

un mayor peso es un índice de una mayor producción, y por ende una mayor ganancia

neta por hectárea.

La interacción entre los factores volumen de alvéolo y mezcla de sustrato (Anexo 7),

tienen una clara tendencia en relación a su comportamiento sobre el peso de las cabezas

comerciales de radicchio. En los tres volúmenes de contenedor, la mezcla de sustrato que

presenta el mayor peso es aquella que posee un 10% de perlita y un 90% de turba, a su

vez si se comparan los volúmenes de alvéolos se puede afirmar que a mayor volumen de

alveolo sin considerar el tipo de sustrato, permite obtener el mayor peso de cabezas

comerciales de radicchio di Chioggia cv. Leonardo.

4.2.3 Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre el diámetro

ecuatorial y polar de la cabeza comercial de radicchio cv. Leonardo.

El diámetro polar y ecuatorial no se encuentran influenciados por la mezcla de sustratos ni

por el volumen de alvéolo a utilizar en los plantines del cual provienen las cabezas de

radicchio di Chioggia cv Leonardo. No tiene incidencia la interacción entre ambos

factores, ni cada uno por si solo. Ésto quiere decir que los diámetros de la cabeza de

radicchio varían en función de otros factores no evaluados en esta investigación.

Nicola y Cantliffe (1996) difieren absolutamente con lo antes mencionado, ya que al

realizar un estudio en lechuga, encontraron que las cabezas presentan un mayor diámetro

en aquellas plantas que provienen de celdas de 40 cc si se compara con 19 y 11cc,

respectivamente. A su vez, Silva (2004) encontró que lechugas tipo escarola presentan un

mayor diámetro ecuatorial aquellas que provienen de celdas de mayor volumen (17 cc)

versus aquellas provenientes de 10 y 5 cc, respectivamente.

1Vásquez, P. 2007. Licenciada en Agronomía (PUCV). Encargada área producción y poscosecha de la empresa exportadora El Valle. Comunicación personal.

32

4.2.4 Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre longitud del vástago

floral.

El vástago floral visible permite determinar si una planta de radicchio presenta “bolting”

(Suhonen, 1991). Dependiendo del cultivar, época y lugar de establecimiento del cultivo el

porcentaje de “bolting” puede variar de 0-20%. Hasta el momento en que ocurrió la

cosecha no se detectaron plantas con el vástago floral visible, por esta razón se adjunta

un análisis referente a la longitud del vástago tras un corte transversal a la cabeza de

radicchio cv. Leonardo (Anexo 8). El largo del vástago floral es fundamental en la

comercialización de radicchios, ya que la emisión de este vástago visible es un índice de

descarte al momento de la cosecha, sin embargo, la magnitud del daño es difícil de

establecer si el vástago no está visible.

La razón que explicó este comportamiento son temperaturas de 20°C durante la

emergencia, las cuales son suficientemente altas para reducir la incidencia de la emisión

prematura del escapo floral en radicchio tipo Rosso di Chioggia (Guianquinto y Pimpini,

1989). En el (Anexo 1), se detallan las temperaturas presentes en la etapa de plantín que

corroboró la no existencia de vástagos florales visibles hasta el momento de la cosecha.

A su vez, las temperaturas que se registraron en campo permitieron confirmar la

inexistencia de “bolting”. Esto lo explica Krasenbaum, (1996) quien afirma que el cultivo

del radicchio puede no tolerar altas temperaturas ambientales y promover la elongación

del vástago floral cuando las temperaturas excedan 32°C.

4.2.5 Efecto del volumen de alvéolo y mezcla de sustrato sobre la fecha de cosecha de

las cabezas comerciales de radicchio.

La fecha de cosecha de cabezas de radicchio se vio influenciada por el volumen de

alveolo y a su vez por la mezcla de sustrato que se utilizó en la producción de plantines

de radicchio di Chioggia cv Leonardo. La cosecha en este experimento se realizó cuando

el 80% de las plantas presentaron una cabeza firme y compacta.

33

En relación al volumen existieron diferencias si se usa un tratamiento u otro (Cuadro 14),

lo cual radica en la precocidad de cosecha que pueden alcanzar las plantas de radicchio,

ya que existió una clara tendencia. Mientras mayor fue el volumen de alvéolo en el cual se

realizaron los plantines, menor es el tiempo entre trasplante y cosecha. Para los

resultados obtenidos, en relación al volumen de alvéolo, Vavrina (2004) estableció que

plantines provenientes de alvéolos de mayores volúmenes presentaron un crecimiento en

campo más rápido y una mayor precocidad, lo cual concuerda con la tendencia que

presentan los resultados de esta investigación.

Los resultados obtenidos son menores al estándar de días después del trasplante

propuesto por Suslow y Cantwell, (2002), quienes establecieron que una vez alcanzada

la madurez, la cosecha se realiza entre 75-85 días post trasplante.

Cuadro 14. Efecto del tamaño de alvéolo y mezcla de sustrato sobre la fecha de cosecha de cabezas de radicchio cv. Leonardo de los diferentes tratamientos.

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05). T: turba, y P: perlita

4.2.6 Efecto del volumen de contenedor y mezcla de sustrato sobre pérdidas de plantas

comerciales de radicchio: síntomas de enfermedad, no formación de cabeza y

ataque de conejos.

Las pérdidas de plantas producidas por ataque de conejos y síntomas de enfermedades

como esclerotinia y oidio no fueron afectados significativamente por el volumen de alvéolo

y la mezcla de sustrato.

Días de trasplante a cosecha

Tratamiento

Media 1: 10+95% T + 5% P 76 a* 2: 10+90% T + 10% P 75 b 3: 10+85% T + 15% P 76 a 4: 24+95% T + 5% P 75 b 5: 24+90% T + 10% P 73 c 6: 24+85% T + 15% P 73 c 7: 43+95% T + 5% P 70 e 8: 43+90% T + 10% P 71 d 9: 43+85% T + 15% P 71 d

34

Sin embargo, la formación de cabezas en radicchio se ve afectada sólo por el volumen de

alveolo que se utilice en la producción de plantines. Existe una clara tendencia, mientras

mayor sea el volumen del alveolo utilizado en la producción de los plantines, menor es el

porcentaje total de pérdidas existentes en el cultivo. No obstante, únicamente existe una

diferencia estadísticamente significativa entre el volumen 43 cc o 24 cc si cada uno se

compara con el volumen 10 cc (Cuadro 15). Según Wien (1997), la formación de cabeza

se origina de la acumulación de hojas jóvenes que cubren el punto de crecimiento. Para

que se complete la formación de cabeza, deben alcanzarse varias precondiciones

morfológicas; hojas individuales grandes, una baja tasa de elongación de tallo, pecíolos

cortos y una alta tasa de producción de hojas. De esta manera se puede afirmar que la

cantidad de hojas presentes en el plantín tiene un efecto sobre las pérdidas en el cultivo,

ya que según Styer y Koranski (1997) éstas dependen del tamaño de contenedor que se

utilice. Todo lo antes expuesto permite afirmar que el tamaño de contenedor tiene

influencia sobre la producción de hojas del plantín de radicchio y por lo tanto sobre la

formación de la cabeza.

Cuadro 15. Efecto del volumen de contenedor sobre pérdidas en el cultivo de radicchio cv. Leonardo.

Porcentaje de pérdidas

(%) Volumen

(cc) Media

43 2,6 a* 24 3,1 a 10 5,2 b

*Medias con igual letra no presentan diferencias significativas según la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).

En relación a las enfermedades presentes en cultivos de radicchio, Pimpini (1990) señala

que aparece sólo un limitado número de ellas, siendo éstas de poca importancia

económica, sin embargo, sólo en ciertas áreas o determinadas condiciones pueden ser de

mayor impacto para el cultivo. En este caso en particular, únicamente se presentaron

síntomas de dos enfermedades, oidio y esclerotinia, las cuales como muestra la (Figura

7), en conjunto no se presentan en un alto porcentaje, por lo que es posible afirmar que a

través de los manejos realizados en campo fueron controladas eficientemente (Anexo 5).

35

En relación al ataque de conejos tan característico en muchos cultivos, en este ensayo se

manifestó sólo en una pequeña porción del sector, en las orillas. Lo cual no se encuentra

influenciado ni por el tipo de sustrato ni el volumen de alvéolo. Sin embargo, esta

tendencia del ataque de los conejos podría deberse a una sustancia llamada inulina, la

cual genera el sabor amargo tan particular de esta hortaliza de hoja. Es muy probable que

esta sustancia no sea del agrado de los conejos y los repele, impidiendo el ingreso de

estos a zonas medias del cultivo.

02468

10121416

1 2 3 4 5 6 7 8 9

Tratamiento

% p

érdi

das % enfermas

% sin cabeza% ataque conejos%Total perdidas

Figura 4. Cuantificación de pérdidas de plantas comerciales de radicchio (atacadas por

conejo, sin formación de cabeza, con síntomas de enfermedad y totalidad de las pérdidas)

Finalmente, a pesar de que las variables en estudio no tienen incidencia, se puede

aseverar que las pérdidas asociadas al cultivo de radicchio en este experimento se deben

principalmente al ataque de conejos, a la no formación de cabeza y a plantas enfermas,

cuyo efecto conjunto provocan gran incidencia económica y deben tenerse en cuenta en

la producción comercial de este cultivo (Figura 4).

36

5. Conclusiones

El volumen de alvéolo y la mezcla de sustrato que se utilice para la producción de

plantines son factores importantes de considerar y tener en cuenta en el momento de

tomar decisiones en relación al cultivo de radicchio di Chioggia cv. Leonardo.

El porcentaje de emergencia se encuentra influenciado por el volumen de alvéolo. A

mayor volumen de alvéolo mayor es el porcentaje de emergencia de radicchio di Chioggia

cv. Leonardo.

Mientras mayor sea el volumen de alvéolo a utilizar, mayor es el número de hojas que se

obtiene en la producción de los plantines de radicchio, sin importar la mezcla de sustrato.

La longitud del plantín es mayor en tanto mayor sea el volumen del contenedor y menor

sea el porcentaje de perlita presente en la mezcla del sustrato a utilizar.

Un mayor volumen de alvéolo genera un mayor peso fresco y seco de hojas

independiente de la mezcla de sustrato que se utilice.

Para obtener un mayor peso de cabeza comercial de radicchio, el mejor volumen de

alvéolo es de 43 cc sumado a una mezcla de sustrato que contenga un 85% de turba y un

15% de perlita.

No hubo efecto del volumen de alvéolo sobre el diámetro polar o ecuatorial de cabezas

comerciales de radicchio di Chioggia cv. Leonardo.

La emisión del vástago floral se encuentra influenciada por la mezcla de sustrato, a mayor

porcentaje de perlita menor es la longitud del vástago floral en radicchio cv. Leonardo.

La fecha de cosecha de las cabezas de radicchio se encuentra influenciada por la mezcla

de sustrato en conjunto con el volumen de alvéolo en que se realicen los plantines; las

diferencias en tiempo entre los tratamientos permiten obtener precocidades cercanas a

una semana si se utiliza un tratamiento u otro.

37

La no formación de cabezas de radicchio está influenciada por el volumen de alvéolo.

Mientras menor es el volumen, mayor es el porcentaje de esta variable

Agentes externos al cultivo, como el ataque de conejos y la presencia de síntomas de

enfermedades, como esclerotinia y oidio, no se encuentran influenciados por el volumen

de alvéolo y mezcla de sustratos en la producción de plantines.

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