césar augusto

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César Augusto Caius Iulius Caesar Augustus (Roma, 23 de septiembre de 63 a. C. Nola, 19 de agosto de 14 d. C.), en español Ca- yo Julio César Augusto, conocido como César Augusto y más habitualmente sólo como Augusto, fue el primer emperador del Imperio romano. Gobernó entre 27 a. C. y 14 d. C., [Nota 1] año de su muerte, convirtiéndose así en el emperador romano con el reinado más prolongado de la Historia. [1][2] Nacido bajo el nombre de Cayo Octavio Turino, fue adoptado por su tío abuelo Julio César en su testamento, en el año 44 a. C. Desde ese instante hasta 27 a. C. pa- só a llamarse Cayo Julio César Octaviano. En 27 a. C. el Senado le concedió usar el cognomen de «Augusto», y por consiguiente se convirtió en Cayo Julio César Au- gusto. [Nota 2] A causa de los varios nombres que ostentó, es común llamarlo «Octavio» al referirse a los sucesos acontecidos entre 63 y 44 a. C., «Octaviano» de 44 hasta 27 a. C. y «Augusto» después de 27 a. C. En las fuen- tes griegas, Augusto es conocido como Ὀκταβίος («Oc- tavio»), Καῖσαρ («César»), Αὔγουστος («Augusto») o Σεβαστός («Venerable», traducción literal de Augustus), dependiendo del contexto. El joven Octavio se convirtió en heredero de Julio César tras el asesinato de éste en 44 a. C. Un año después, en 43 a. C., conformó junto a Marco Antonio y Lépido una dictadura militar conocida como el Segundo Triunvira- to. Como triunviro, Octaviano gobernó Roma y la mayor parte de sus provincias [Nota 3] como un autócrata, hacién- dose con el poder consular tras las muertes de los cónsules Aulo Hircio y Pansa y haciéndose reelegir a sí mismo to- dos los años. Tiempo después, el triunvirato se iría rom- piendo ante las ambiciones de sus creadores: Lépido fue obligado a exiliarse, mientras que Marco Antonio termi- nó suicidándose tras su derrota en la batalla naval de Ac- cio frente a la flota de Octavio, dirigida por Agripa en 31 a. C. Con la desaparición del Segundo Triunvirato, Octavio restauró los principios de la República Romana, con lo que el poder gubernamental pasó a establecerse en el Se- nado, aunque en la práctica él retendría su poder autocrá- tico. Pasaron varios años para que se llegara a determinar la estructura exacta por la cual una entidad republicana podría ser dirigida por un único gobernante; el resultado pasó a conocerse como el Principado. El título imperial nunca llegó a considerarse como un cargo similar a lo que había significado la dictadura romana de la República, y que César y Sila habían ostentado con anterioridad; Au- gusto rechazó formalmente dicho cargo después de que la sociedad romana «le rogara que asumiera la dictadura». [3] Por ley, Augusto contaba con toda una colección de pode- res perpetuos conferidos por el Senado, incluyendo aque- llos relativos al tribuno de la plebe y el censor. Ocupó el consulado hasta 23 a. C. [4] Por otro lado, su poder real fue creciendo gracias a su poder económico y a los recursos obtenidos de sus conquistas, creando relaciones de clien- tela a lo largo del Imperio romano, [Nota 4] y ganándose la lealtad de muchos soldados y veteranos militares, la au- toridad implícita en los muchos honores y títulos que le eran concedidos por el Senado, [5] y el respeto de la gente. El control de Augusto sobre la mayoría de las legiones de Roma existentes supuso una amenaza armada que podía ser usada contra el Senado, permitiéndole de esta forma coaccionar las decisiones del mismo. Con este poder para eliminar la oposición senatorial mediante el uso de armas, el Senado pasó a adoptar un perfil dócil hacia su estatus soberano. Su reinado por medio del clientelismo, el po- der militar y la acumulación de los cargos propios de la extinta República, se convirtió en el modelo a seguir para los posteriores gobernantes. El mandato de Augusto inició una era de paz relativa co- nocida como la Paz romana o Pax Augusta (en su honor). Salvo por las constantes guerras fronterizas, y con la ex- cepción de una guerra civil de sucesión imperial que du- ró un año, la sociedad del Mediterráneo gozó de un am- biente pacífico durante más de dos siglos. De igual for- ma, Augusto expandió el Imperio romano, asegurando en el proceso sus fronteras mediante la subordinación a Roma de las regiones circundantes. Además, celebró un acuerdo de paz con el Imperio Parto —el más poderoso de sus vecinos— por la vía diplomática, reformó el sis- tema tributario romano, desarrolló redes de caminos que contaban con un sistema oficial de mensajería, estableció un ejército permanente (así como un pequeño cuerpo de marina), y creó la Guardia Pretoriana junto a fuerzas po- liciales de seguridad, tanto para mantener el orden como para combatir los incendios en Roma. Resulta destacable añadir que gran parte de la ciudad se reconstruyó bajo su reinado. Tras su muerte en 14 d. C., el Senado lo divinizó, sien- do posteriormente adorado por el pueblo romano. [6] A manera de legado, sus nombres «César» y «Augusto» se- rían adoptados por todos los emperadores posteriores, y el mes de Sextilis sería renombrado «Agosto» en su ho- nor. Asimismo, sus logros son relatados en un documento conocido como «Los escritos de Divino Augusto» que, a petición del propio Augusto, fue grabado en un par de pilares de bronce y colocado enfrente de su mausoleo, llegando tiempo después a tallarse en gran cantidad de 1

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César Augusto

Caius Iulius Caesar Augustus (Roma, 23 de septiembre de63 a. C. – Nola, 19 de agosto de 14 d. C.), en español Ca-yo Julio César Augusto, conocido como César Augustoy más habitualmente sólo como Augusto, fue el primeremperador del Imperio romano. Gobernó entre 27 a. C.y 14 d. C.,[Nota 1] año de su muerte, convirtiéndose así enel emperador romano con el reinado más prolongado dela Historia.[1][2]

Nacido bajo el nombre de Cayo Octavio Turino, fueadoptado por su tío abuelo Julio César en su testamento,en el año 44 a. C. Desde ese instante hasta 27 a. C. pa-só a llamarse Cayo Julio César Octaviano. En 27 a. C.el Senado le concedió usar el cognomen de «Augusto», ypor consiguiente se convirtió en Cayo Julio César Au-gusto.[Nota 2] A causa de los varios nombres que ostentó,es común llamarlo «Octavio» al referirse a los sucesosacontecidos entre 63 y 44 a. C., «Octaviano» de 44 hasta27 a. C. y «Augusto» después de 27 a. C. En las fuen-tes griegas, Augusto es conocido comoὈκταβίος («Oc-tavio»), Καῖσαρ («César»), Αὔγουστος («Augusto») oΣεβαστός («Venerable», traducción literal de Augustus),dependiendo del contexto.El joven Octavio se convirtió en heredero de Julio Césartras el asesinato de éste en 44 a. C. Un año después, en43 a. C., conformó junto a Marco Antonio y Lépido unadictadura militar conocida como el Segundo Triunvira-to. Como triunviro, Octaviano gobernó Roma y la mayorparte de sus provincias[Nota 3] como un autócrata, hacién-dose con el poder consular tras las muertes de los cónsulesAulo Hircio y Pansa y haciéndose reelegir a sí mismo to-dos los años. Tiempo después, el triunvirato se iría rom-piendo ante las ambiciones de sus creadores: Lépido fueobligado a exiliarse, mientras que Marco Antonio termi-nó suicidándose tras su derrota en la batalla naval de Ac-cio frente a la flota de Octavio, dirigida por Agripa en 31a. C.Con la desaparición del Segundo Triunvirato, Octaviorestauró los principios de la República Romana, con loque el poder gubernamental pasó a establecerse en el Se-nado, aunque en la práctica él retendría su poder autocrá-tico. Pasaron varios años para que se llegara a determinarla estructura exacta por la cual una entidad republicanapodría ser dirigida por un único gobernante; el resultadopasó a conocerse como el Principado. El título imperialnunca llegó a considerarse como un cargo similar a lo quehabía significado la dictadura romana de la República, yque César y Sila habían ostentado con anterioridad; Au-gusto rechazó formalmente dicho cargo después de que lasociedad romana «le rogara que asumiera la dictadura».[3]

Por ley, Augusto contaba con toda una colección de pode-res perpetuos conferidos por el Senado, incluyendo aque-llos relativos al tribuno de la plebe y el censor. Ocupó elconsulado hasta 23 a. C.[4] Por otro lado, su poder real fuecreciendo gracias a su poder económico y a los recursosobtenidos de sus conquistas, creando relaciones de clien-tela a lo largo del Imperio romano,[Nota 4] y ganándose lalealtad de muchos soldados y veteranos militares, la au-toridad implícita en los muchos honores y títulos que leeran concedidos por el Senado,[5] y el respeto de la gente.El control de Augusto sobre la mayoría de las legiones deRoma existentes supuso una amenaza armada que podíaser usada contra el Senado, permitiéndole de esta formacoaccionar las decisiones del mismo. Con este poder paraeliminar la oposición senatorial mediante el uso de armas,el Senado pasó a adoptar un perfil dócil hacia su estatussoberano. Su reinado por medio del clientelismo, el po-der militar y la acumulación de los cargos propios de laextinta República, se convirtió en el modelo a seguir paralos posteriores gobernantes.El mandato de Augusto inició una era de paz relativa co-nocida como la Paz romana o Pax Augusta (en su honor).Salvo por las constantes guerras fronterizas, y con la ex-cepción de una guerra civil de sucesión imperial que du-ró un año, la sociedad del Mediterráneo gozó de un am-biente pacífico durante más de dos siglos. De igual for-ma, Augusto expandió el Imperio romano, asegurandoen el proceso sus fronteras mediante la subordinación aRoma de las regiones circundantes. Además, celebró unacuerdo de paz con el Imperio Parto —el más poderosode sus vecinos— por la vía diplomática, reformó el sis-tema tributario romano, desarrolló redes de caminos quecontaban con un sistema oficial de mensajería, establecióun ejército permanente (así como un pequeño cuerpo demarina), y creó la Guardia Pretoriana junto a fuerzas po-liciales de seguridad, tanto para mantener el orden comopara combatir los incendios en Roma. Resulta destacableañadir que gran parte de la ciudad se reconstruyó bajo sureinado.Tras su muerte en 14 d. C., el Senado lo divinizó, sien-do posteriormente adorado por el pueblo romano.[6] Amanera de legado, sus nombres «César» y «Augusto» se-rían adoptados por todos los emperadores posteriores, yel mes de Sextilis sería renombrado «Agosto» en su ho-nor. Asimismo, sus logros son relatados en un documentoconocido como «Los escritos de Divino Augusto» que, apetición del propio Augusto, fue grabado en un par depilares de bronce y colocado enfrente de su mausoleo,llegando tiempo después a tallarse en gran cantidad de

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edificaciones, muchas de las cuales han sobrevivido. Noobstante, este material es considerado poco objetivo his-tóricamente, y más bien es tratado como un escrito pu-blicitario cuyo objetivo es ofrecer una visión idílica delprincipado ejercido por Augusto. Tras un largo procesopara solventar los problemas en torno a su heredero, Cé-sar Augusto fue sucedido por su hijastro Tiberio.

1 Primeros años

Octavio nació en 63 a. C. en una rica casa en el monte Palatino,ubicado en Roma.

A pesar de que su familia paterna, perteneciente al ordenecuestre, provenía de la ciudad de Velletri, situada apro-ximadamente a unos 40 kilómetros de Roma, Augustonació ya en la Urbs el 23 de septiembre de 63 a. C., másespecíficamente en la zona llamada “las Curias Viejas”(in Curis Veteribus), en una mansión ubicada en el montePalatino, muy cerca del Foro Romano y del Arco de Tito(en excavaciones del año 2011 ha sido hallada la que secree que puede ser su casa natal[7]).Al nacer[8] recibió el nombre Cayo Octavio Turino,siendo el cognomen «Turino» una probable referencia ala victoria de su padre en Turios sobre una rebelión deesclavos.[8][9] Debido a la superpoblación de Roma en esaépoca, Octavio fue llevado a la ciudad natal de su padre,Velletri, para ser criado ahí. En sus Memorias el futu-ro emperador sólo hace una breve referencia a su familianatural del orden ecuestre: su bisabuelo paterno se habíadesempeñado como un tribuno militar en Sicilia, bajo elmando de Lucio Emilio Papo, durante la Segunda Gue-rra Púnica, mientras que su abuelo sirvió en varios pues-tos políticos regionales. Su padre, llamado también CayoOctavio, fue pretor y gobernador deMacedonia,[Nota 5][10]y su madre, Atia Balba Cesonia, era la sobrina de JulioCésar.Quedó huérfano de padre en 59 a. C., cuando tenía cua-tro años de edad.[11] Su madre contraería nuevas nupciascon un exgobernador de Siria, Lucio Marcio Filipo,[12]quien afirmaba ser descendiente de Alejandro Magno yque fue elegido cónsul en 56 a. C. Contrario a lo que pu-diera pensarse, Filipo nunca mostró mucho interés en eljoven Octavio; debido a lo anterior, Octavio fue criado

por su abuela materna Julia César la Menor.En 52 o 51 a. C., Julia César la Menor falleció y Octa-vio fue el encargado de pronunciar el discurso fúnebrede su abuela.[13] A partir de ese momento su madre ysu padrastro asumieron un rol más activo en su educa-ción. Se sabe que Filipo lo educó con una disciplina fé-rrea en los años venideros.[9][14] Cuatro años después, eljoven fue investido con la toga viril,[15] un año antes quela edad establecida para los demás jóvenes romanos, as-pecto que demuestra su madurez prematura.[14] El bió-grafo Suetonio decía de él que «Poseía una rara belleza(...) Tenía unos ojos vivos y brillantes (...) Tenía dientespequeños, blancos y desiguales, el cabello ligeramente ri-zado y algo rubio; las cejas juntas, las orejas medianas, lanariz aguileña y puntiaguda, la tez entre morena y blanca,corta estatura (...).»[16] Asimismo, un par de hechos queevidenciaron su disponibilidad para asumir cargos y obli-gaciones a temprana edad eran que, en 47 a. C., resultóelecto al Colegio de Pontífices[17][18][14] y al año siguientefue puesto a cargo de los juegos griegos que se realizaronen honor al Templo de Venus Genetrix, construido porJulio César.[18] De acuerdo a Nicolás de Damasco, Octa-vio deseaba unirse a las tropas de César para su campañaen África, pero desestimó lo anterior una vez que su ma-dre se opusiera.[19] En 46 a. C., Atia le dio permiso deunirse a César en Hispania, pero Octavio cayó enfermo yno pudo viajar.Una vez recuperado, navegó hacia el frente pero naufragó;tras llegar a la costa con algunos de sus compañeros, cru-zó territorio hostil antes de llegar al campamento de Cé-sar, algo que impresionó de manera considerable a su tíoabuelo.[15] El historiador Marco Veleyo Patérculo reportóque, después de eso, César permitió que el joven compar-tiera su carroza.[20] Al regresar a Roma, César depositódiscretamente un nuevo testamento con las vestales, nom-brando a Octavio como el principal beneficiario.[21]

2 Ascenso al poder

2.1 El testamento de César

Julio César fue asesinado en 44 a. C.durante los idus de marzo.Morte di Giulio Cesare (1798), pintura de Vincenzo Camuccini.

Para cuando Julio César fue asesinado en los idus de mar-

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2.2 Primer conflicto con Antonio 3

zo (el 15 de marzo) de 44 a. C., Octavio se hallaba estu-diando y formando parte de un entrenamiento militar enApolonia de Iliria, (en el emplazamento de la ciudad mo-derna de Pojan). Tras objetar el consejo de algunos ofi-ciales del ejército de que tomara refugio con las tropas enMacedonia, el joven navegó a Italia para averiguar si teníaalgunas potenciales fortunas políticas o, siquiera, posibili-dades de afianzar su seguridad.[22] Al llegar a Lupiae, cer-ca de Brindisi, se enteró del contenido del testamento deCésar, y sólo entonces decidió luchar por convertirse enel heredero político de su tío abuelo, así como beneficia-rio de las dos terceras partes de su patrimonio.[18][22][23]Por otro lado, al no tener ningún hijo legítimo,[24] Césaradoptó a Octavio como su hijo y principal heredero.[25]Tras la adopción, Octavio asumió el nombre de su tíoabuelo, Cayo Julio César. Aunque los romanos que eranadoptados en una nueva familia usualmente retenían susnombres originales (por ejemplo, «Octaviano» para to-do aquel que había sido un «Octavio», «Emiliano» pa-ra un «Emilio», etc.), no hay evidencia alguna de que élusara en algún momento el nombre Octaviano, lo cualpudo haber vuelto muy lógico el dato de sus orígenesmodestos.[26][27][28] Sin embargo, a pesar de que nuncausara de manera oficial el nombre Octaviano, para evi-tar confundir al dictador con su heredero, los historia-dores suelen referirse al nuevo César —entre su adop-ción y asunción, en 27 a. C., de nombre Augusto— comoOctaviano.[29] En algún momento, Marco Antonio dijoque Octaviano había sido adoptado por César a través defavores sexuales, aunque Suetonio mencionó, en su obraLas vidas de los doce césares, que la acusación de Antonioconsistía verdaderamente en una calumnia política.[30]

Debido a su propósito de realizar una entrada exitosa enlos peldaños de la jerarquía política romana, Octavianono podía confiar en sus fondos limitados.[31] Tras una cá-lida recepción por los soldados de César en Brindisi,[32]Octaviano demandó una porción de los fondos que habíansido repartidos por César para la tentativa guerra contrael Imperio Parto —el vecino más poderoso de Roma—en el Medio Oriente.[31] El dinero acumulado equivalía a700 millones de sestercios, monto que se hallaba almace-nado en Brindisi, la zona de estacionamiento en Italia pa-ra las operaciones militares en territorio oriental.[33] Unaposterior investigación senatorial en torno a la desapari-ción de los fondos públicos rechazó tomar acciones lega-les contra Octaviano, puesto que él había usado, de formasubsecuente, todo aquel dinero acumulado para aumen-tar sus tropas contra el archienemigo del senado, MarcoAntonio.[32] Octaviano llevó a cabo otra acción audaz en44 a. C. cuando, sin poseer permiso oficial, se apropiódel tributo anual que había sido enviado de la provinciadel oriente próximo de Roma a Italia.[27][34] Con el pa-so del tiempo, Octaviano empezó a reforzar sus tropascon los legionarios veteranos de César y los cuerpos mi-litares diseñados para la guerra contra los partos, obte-niendo un mayor apoyo al enfatizar su estatus como he-redero de César.[22][35] En su marcha a Roma a travésde Italia, la presencia de Octaviano y sus nuevos fondos

adquiridos atrajeron a muchos exveteranos de César enCampania.[27] Para junio, había reunido un ejército de3.000 veteranos leales, cada uno con un salario de 500denarios.[36][37][38]

Al llegar a Roma, el 6 de mayo de 44 a. C.,[27] Octavianoencontró al cónsul Marco Antonio, excolega de César, enuna frágil tregua con los asesinos del dictador; a estos seles había concedido una amnistía general el 17 de marzo,aunque Antonio había logrado expulsar a la mayoría deellos de Roma.[27] Esto último se debía al elogio «enarde-cedor» que dio en el funeral de César, dirigiendo la opi-nión pública en contra de los asesinos.[27] Aunque Anto-nio estaba acumulando apoyo político, Octaviano todavíatenía la oportunidad de rivalizar con él para ser el dirigen-te de la facción que apoyaba a César. Además, Antoniohabía perdido el apoyo de muchos romanos y partidariosde César cuando se opuso, en primera instancia, a la mo-ción hecha para elevar a César a un estatus divino.[39] Oc-taviano no tuvo éxito al intentar persuadir a Antonio deque renunciara al dinero de César para que se lo entre-gara a él; sin embargo obtuvo, durante el verano, el apo-yo de los simpatizantes de César, quienes veían al jovenheredero como el mal menor y esperaban ya fuera ma-nipularlo, o servirse de él en sus esfuerzos para desha-cerse de Antonio.[40] En septiembre, el orador optimateMarco Tulio Cicerón comenzó a atacar a Antonio en unaserie de discursos en los que denunciaba que represen-taba la mayor amenaza para el orden del Senado.[41][42]Con la opinión de los romanos cada vez más en su contray sabiendo que su año de poder consular llegaba prontoa su fin, Antonio intentó aprobar una serie de leyes quele otorgarían finalmente el control sobre Galia Cisalpina,territorio de Décimo Junio Bruto Albino, uno de los ase-sinos de César.[43][44] Mientras tanto, Octaviano reclutóun ejército privado en Italia al enrolar a los veteranos deCésar, y el 28 de noviembre obtuvo la lealtad de dos delas legiones de Antonio gracias a su oferta de recompen-sas de carácter económico.[45][46][47] A la vista de la fuer-za militar de Octaviano, Antonio percibió el peligro quesuponía para él permanecer en Roma y, para el alivio delSenado, partió hacia la Galia Cisalpina, que le debía serentregada para su gobierno a partir del 1 de enero.[47]

2.2 Primer conflicto con Antonio

Después de que Décimo Bruto rehusara entregar la Ga-lia Cisalpina a Antonio, Antonio lo sitió en Mutina (ac-tual Módena).[48] Las resoluciones dictadas por el Sena-do para detener la violencia fueron ignoradas por Anto-nio, a sabiendas de que el Senado carecía de un ejérci-to propio con el cual desafiarlo. Lo anterior, le dio unaoportunidad a Octaviano, quien se sabía que poseía fuer-zas armadas.[46] Durante esta época, Antonio acusó aOctaviano de conspirar contra él, y de haber intentadoasesinarlo.[14] Sin embargo, el joven no estaba comple-tamente desamparado para afrontar las acusaciones, yaque tenía de su lado a varios personajes importantes que

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Busto de Marco Antonio, partidario de Julio César y notable per-sonalidad militar en Roma.

estaban dispuestos a ayudarlo. Entre ellos, Cicerón, quetenía un profundo odio hacia Antonio,[14] defendió a Oc-taviano contra las burlas de Antonio sobre la ausencia denoble linaje en el joven; este respondió: «no tenemos unejemplo más brillante de devoción tradicional entre nues-tros jóvenes».[49] Esto fue, en parte, una refutación a laacusación dirigida por Antonio a Octaviano, pues Cice-rón citó a Antonio cuando le dijo a aquel: «Tú, mucha-cho, le debes todo a tu nombre».[50][51] Con base en es-ta difícil alianza orquestada por el senador anticesarianoCicerón, el Senado nombró a Octaviano senador el 1 deenero de 43 a. C., y asimismo le otorgó el poder de vo-tar junto con los cónsules.[46][47] Aun cuando el Senadole brindó su apoyo, su verdadero objetivo era debilitar lasfacciones partidarias de César y ayudar a Bruto, quien sehallaba asediado por Antonio.[14] Así, Octaviano recibióel imperium propretoriano, lo cual hizo que su situación almando de un ejército fuera legal —a diferencia del poderejercido por Antonio—,[14] y así podría ir a socorrer elasedio, junto con los cónsules Hircio y Pansa.[46][52] Enabril de 43 a. C., las fuerzas de Antonio fueron vencidasen las batallas de Forum Gallorum y Mutina, forzandoa Antonio a retirarse de Galia Narbonense. No obstante,ambos cónsules murieron durante los enfrentamientos, loque dejó a Octaviano como el único comandante en jefede sus ejércitos.[53][54]

El senado, después de entregar un mayor número de con-decoraciones a Décimo Bruto que a Octaviano por haberderrotado a Antonio, intentó darle el dominio de las legio-nes consulares a Décimo Bruto, pero Octaviano decidióno cooperar.[55] Por el contrario, Octaviano permanecióen la llanura padana y rehusó ayudar en las futuras ofen-sivas en contra de Antonio.[56] En julio, una embajadade centuriones enviada por Octaviano llegó a Roma pa-ra exigir que se entregara a Octaviano el consulado quehabía quedado vacante tras las muertes de Hircio y dePansa.[57] Asimismo, exigió que, por un lado, el decre-to que declaraba a Antonio como enemigo público fueraanulado[56] y, por el otro, que se disolviera la amnistíadada a los conspiradores responsables de la muerte deCésar.[14] Cuando recibió la negativa del senado, Octa-viano marchó sobre la ciudad de Roma al mando de ocholegiones.[56] No se encontró con ninguna oposición mili-tar en Roma, y el 19 de agosto de 43 a. C. fue elegidocónsul junto con su familiar Quinto Pedio.[58][59] Mien-tras tanto, Antonio formaba una alianza con Lépido, otrolíder cesariano.[60]

2.3 Segundo triunvirato

2.3.1 Proscripciones

Áureos mostrando los retratos de Marco Antonio (izquierda) yOctaviano (derecha), emitidos en 41 a. C. para celebrar la insti-tución del Segundo Triunvirato por Octaviano, Antonio y Lépidoen 43 a. C. Ambos lados poseen la inscripción «III VIR R P C»,que significa «Tres hombres con autoridad consular en la orga-nización del Estado».[61]

A pesar de su derrota en Módena, Antonio aún contabacon un considerable apoyo entre las tropas romanas, lle-gando a reagrupar sus fuerzas en la Galia, donde llegó areunir hasta 17 legiones. No obstante, tanto Lépido co-mo Octaviano sabían que, de seguir enfrentándose entreellos, los partidarios cesarianos se reducirían de manerasignificativa, lo cual daría ventaja a los asesinos de Césarya que no se verían en la necesidad de usar sus fuerzas.Por ello, Lépido planteó la necesidad de una alianza en-tre ellos;[14] en un encuentro realizado cerca de Boloniaen octubre de 43 a. C., Octaviano, Antonio y Lépido for-maron una dictadura militar conocida como el SegundoTriunvirato,[62] cuyo objetivo primordial era el restable-cimiento de la autoridad estatal.[9] El acuerdo entre lostriunviros cristalizaría en una ley aprobada por la Asam-

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2.3 Segundo triunvirato 5

blea Popular, en virtud de la cual los triunviros obteníanpoderes especiales por una duración de cinco años. Es-te carácter oficial distingue el Segundo Triunvirato delPrimer Triunvirato integrado por Cneo PompeyoMagno,Julio César y Marco Licinio Craso, que no pasó de serun mero acuerdo político privado entre las partes, a tra-vés del cual controlaban las elecciones y decisiones de lasdistintas instituciones de la República.[62][63]

A continuación, los triunviros pusieron en marcha una se-rie de proscripciones en las que supuestamente se pusofuera de la ley a 300 senadores y 2000 équites, siendo pri-vados de sus propiedades e inclusive, para aquellos que nolograran escapar, de sus vidas.[64] La cifra de 300 sena-dores proviene de la estimación de Apiano, si bien TitoLivio, autor anterior a él, afirmó que solamente habíansido perseguidos 130.[65] Este decreto publicado por eltriunvirato se debió en parte a una necesidad de obtenerdinero para pagar los salarios de las tropas que habríande participar en el inminente enfrentamiento contra losasesinos de César, Marco Junio Bruto y Cayo Casio Lon-gino.[66] Se ofrecieron recompensas a cambio de la deten-ción de los proscritos —25 000 dracmas a los soldadosque mataran a un proscrito y llevaran su cabeza a Roma,y la manumisión a los esclavos que asesinaran a sus amosproscritos—[9][14] para incentivar que los ciudadanos lespersiguieran, mientras que los activos y propiedades delos detenidos eran requisadas y quedaban en poder de lostriunviros.[64]

Los historiadores romanos contemporáneos se contradi-cen entre ellos en relación a cuál de los triunviros fuemás responsable por las proscripciones y los asesinatos.Sin embargo, las fuentes coinciden en el hecho de que lapromulgación de las proscripciones fue un acuerdo he-cho conjuntamente por las tres facciones con el propósi-to de eliminar a los enemigos políticos.[67] Marco VeleyoPatérculo afirmó que Octaviano había tratado de evitarlas proscripciones de cargos públicos, y acusa a Lépidoy a Antonio de ser los culpables de haberlas puesto enmarcha.[68] Dion Casio también defendió a Octaviano almencionar que éste trató de descartar a la mayor cantidadposible de las listas de proscritos, mientras que Antonioy Lépido, al estar involucrados en la política un mayortiempo que él, tenían más enemigos que liquidar.[68] Es-ta afirmación es rechazada por Apiano, que mantuvo queOctaviano compartía un interés equiparable al de Anto-nio y Lépido en erradicar a sus adversarios políticos.[69]Suetonio, por su parte, relata los hechos diciendo que Oc-taviano, aunque se habíamostrado al principio reacio a lasproscripciones, finalmente persiguió a sus rivales con in-cluso más rigor que los otros triunviros.[67][70] Plutarcodescribió este acontecimiento como despiadado, califi-cándolo como un intercambio encarnizado de amigos yfamiliares entre Antonio, Lépido y Octaviano. Por ejem-plo, Octaviano permitió la proscripción de su aliado Ci-cerón, mientras que Antonio admitió la de su tío maternoLucio Julio César y Lépido la de su hermano Lucio Emi-lio Lépido Paulo.[68] Algunas fuentes conciben que el he-

cho de proscribir amigos y familiares era para apropiarsede sus propiedades y amasar una fortuna mayor con el finde asegurar su hegemonía en Roma.[14]

2.3.2 Batalla de Filipos y división territorial

Abdera

Mapa donde se ilustran los movimientos de los distintos ejércitosinvolucrados en la Batalla de Filipos, en 42 a. C.

El 1 de enero de 42 a. C. el Senado reconoció de mane-ra póstuma a Julio César como una divinidad del estadoromano:Divus Iulius. Para apoyar su causa, Octaviano hi-zo hincapié en el hecho de que, en consecuencia, él, co-mo hijo adoptivo de César, era ahora Divi filius («Hijodel Dios»).[71] Tras esto, Antonio y Octaviano enviaronpor mar a 28 legiones para enfrentarse a los ejércitos deBruto y Casio, que habían instalado su base de poder enGrecia.[72] Tras dos enfrentamientos en Filipos, Mace-donia, en octubre de ese mismo año, el ejército cesarianologró la victoria y tanto Bruto como Casio se suicidaron.De acuerdo a Suetonio, Octaviano «no mostró modera-ción en la victoria, enviando a Roma la cabeza de Bruto,para que la arrojaran a los pies de la estatua de César,aumentando así con sangrientos ultrajes los castigos queimpuso a los prisioneros más ilustres».[73] Por otra parte,Marco Antonio usaría luego los ejemplos de dichas ba-tallas para menospreciar a Octaviano, puesto que las doscontiendas habían sido ganadas de forma decisiva con eluso de las tropas deAntonio.[74] Además de exigir el reco-nocimiento por las victorias, Antonio calificó a Octavianocomo un cobarde por haberle entregado el control militardirecto de sus legiones a Marco Vipsanio Agripa.[74]

En cualquier caso, tras la batalla de Filipos los triunvirosllegaron a un nuevo acuerdo territorial para el reparto depoder: mientras que Antonio dejaba la Galia, las provin-cias de Hispania e Italia en manos de Octaviano, recibíael control de la parte oriental del imperio. Antonio viajó aEgipto, en dónde se alió con la reina Cleopatra VII, la exa-mante de Julio César y madre del hijo natural de César,Cesarión. Sintiéndose frustrado por la decisión tomadapor Antonio, quien le había cedido Hispania a Octaviano,Lépido se quedó solamente con la provincia de África.[75]Octaviano tuvo que decidir en qué lugares de Italia habríade asentar a las decenas de miles de veteranos de la cam-paña deMacedonia, algo que los triunviros se comprome-tieron a cumplir desde un inicio. Además, las decenas demiles que habían peleado del lado republicano con Brutoy Casio, que fácilmente podrían aliarse con un oponentepolítico de Octaviano en caso de que no se les contentase,

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requerían igualmente un lugar para establecerse.[75] Ya nohabía más terreno público controlado por el gobierno pa-ra destinarlo como asentamiento para sus soldados, porlo que Octaviano debía elegir una entre dos opciones: en-frentarse a muchos ciudadanos romanos mediante la con-fiscación de sus tierras o enfrentarse a muchos soldadosromanos, que a su vez podrían provocar una gran opo-sición en su contra en el corazón de Roma. Finalmen-te, Octaviano eligió la primera opción.[76] En total, hu-bo hasta 18 ciudades romanas afectadas por los nuevosasentamientos, inclusive poblaciones enteras que fueronexpulsadas o, al menos, desalojadas parcialmente de sustierras.[77]

2.3.3 Rebelión y alianzas matrimoniales

La insatisfacción generalizada con Octavio por los asen-tamientos de sus soldados incitó a muchos a que se con-centraran de lado de Lucio Antonio, hermano de MarcoAntonio, que contaba con el apoyo de una mayoría con-siderable en el Senado.[77] Mientras tanto, Octaviano pi-dió el divorcio de Clodia Pulcra (hija de Fulvia y de suprimer esposo, Publio Clodio Pulcro), reclamando queel matrimonio nunca se había llegado a consumar; comoresultado, decidió devolverla con su madre, la esposa deAntonio. Fulvia, insultada, decidió responder: junto conLucio Antonio, formó un ejército en Italia para aliarse alas fuerzas de Antonio en contra de Octaviano. Sin em-bargo, la apuesta política de Lucio y Fulvia al oponer-se a Octaviano era muy arriesgada, ya que el ejército ro-mano todavía dependía de los triunviros para obtener sussalarios.[77] Lucio y sus aliados terminaron siendo sitia-dos en Perusia (actual Perugia), en donde Octaviano losobligó a rendirse a principios de 40 a. C.[77] Lucio y suejército fueron perdonados gracias a su parentesco conAntonio, cuya influencia era predominante en Oriente,mientras que Fulvia fue exiliada a Sición.[78] Sin embar-go, Octaviano semostró despiadado con los aliados políti-cos de Lucio; el 15 de marzo, aniversario del asesinato deJulio César, mandó ejecutar a 300 senadores romanos yéquites acusados de haberse aliado con Lucio.[79] Asimis-mo, Perusia fue saqueada e incendiada como advertenciaa los demás.[78] Este evento sangriento manchó de algu-na forma el legado de Octaviano, llegando a ser criticadopor muchos, entre ellos el poeta augusto Propercio.[79]

Por otro lado Sexto Pompeyo, hijo del extriunviro CneoPompeyo Magno, se había convertido en un general re-negado desde la victoria de César sobre su padre y sobreel bando republicano. Finalmente se había establecido enSicilia y Cerdeña como parte de un acuerdo alcanzadocon el Segundo Triunvirato en 39 a. C.[80] Tanto Anto-nio como Octaviano competían por consolidar una alian-za con él, quien irónicamente era miembro del partido re-publicano, y opositor a la facción cesariana.[79] Octavianoconsiguió una alianza temporal con él cuando se casó conEscribonia, hija de Lucio Escribonio Libón —suegro ypartidario de Pompeyo—.[79] Escribonia concibió la úni-

Escribonia fue la segunda esposa de Octavio y madre de su únicahija natural, Julia la Mayor.[79]

ca hija natural de Octaviano, Julia la Mayor, quien nacióel mismo día que Octaviano pidió su divorcio para casar-se con Livia Drusilla, poco menos de un año después dehaberse casado con Escribonia.[79]

Mientras tanto, en Egipto, Antonio comenzó una relaciónamorosa con Cleopatra, concibiendo con ella tres hijos(Alejandro Helios, Cleopatra Selene II y Ptolomeo Fila-delfo).[14] Consciente de su relación cada vez más dete-riorada con Octaviano, Antonio dejó a Cleopatra y, en40 a. C., navegó a Italia con una gran fuerza para enfren-tarse a Octaviano, logrando poner asedio sobre la ciudadde Brindisi. Sin embargo, este nuevo conflicto demostróser insostenible tanto para Octaviano como para Antonio;sus centuriones, que se habían convertido en figuras po-líticamente importantes, se negaron a luchar debido a sucausa cesariana, y las legiones bajo su comando siguieronsu ejemplo.[81][82] Mientras tanto, en Sición, la esposa deAntonio falleció de una repentina enfermedad justo cuan-do Antonio estaba en camino para encontrarse con ella.Los dos acontecimientos, es decir, la muerte de Fulvia yel motín de los centuriones, permitieron que los triunvi-ros lograran una reconciliación.[81][82] En otoño de 40 a.C., Octaviano y Antonio aprobaron el Tratado de Brindisipor el cual Lépido seguiría en África, Antonio en Orien-te y Octaviano en Occidente. La península italiana quedóaccesible a todos ellos para el reclutamiento de los solda-dos aunque, en realidad, esta disposición resultaba inútilpara Antonio desde Oriente.[81] Con el fin de consolidaraún más su alianza con Antonio, Octaviano le ofreció asu hermana, Octavia la Menor, en matrimonio a finalesde ese año.[81] Durante su matrimonio, Octavia procreódos hijas (conocidas como Antonia la Mayor y Antoniala Menor).

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2.3 Segundo triunvirato 7

2.3.4 Guerra con Sexto Pompeyo

Denario de Sexto Pompeyo, acuñado en honor a su victoria so-bre la flota de Octaviano. En el anverso se puede ver el faro deMesina, que sirvió para derrotar a Octaviano. En el reverso, elmonstruo Escila.

En Italia, Sexto Pompeyo amenazó a Octaviano con re-chazar los envíos de grano a la península por mediodel Mediterráneo; el propio hijo de Pompeyo había sidopuesto a cargo como comandante naval con el objetivo deprovocar una hambruna generalizada en Italia.[82] El con-trol de Pompeyo sobre el mar lo llevó a a adoptar el nom-bre Neptuni filius («hijo de Neptuno»).[83] En 39 a. C., sellevó a cabo un acuerdo de paz temporal con él medianteel tratado de Miseno; el bloqueo de Italia fue levantadouna vez que Octaviano le concedió a Pompeyo los terri-torios de Cerdeña, Córcega, Sicilia y el Peloponeso, ase-gurándole también una posición futura como cónsul para35 a. C.[82][83] Sin embargo, el acuerdo territorial entrelos triunviros y Sexto Pompeyo comenzó a desmoronar-se cuando Octaviano se divorció de Escribonia y contrajomatrimonio con Livia, el 17 de enero de 38 a. C.[84] Asi-mismo, uno de los comandantes navales de Pompeyo lotraicionó y devolvió el control de Córcega y Cerdeña aOctaviano. Para atacar a Pompeyo, Octaviano necesitabaapoyo adicional de Antonio, por lo que decidió establecerun nuevo acuerdo con tal de extender la duración del Se-gundo Triunvirato por otros cinco años más, a partir de37 a. C.[85][86] Si bien Antonio accedió a apoyarlo contraPompeyo, éste esperaba obtener también ayuda para sucampaña contra el Imperio Parto, a manera de venganzade la derrota sufrida en Carrhae en 53 a. C.[86] En un en-cuentro celebrado en Tarento, Antonio le concedió 120barcos a Octaviano para que fueran usados contra Pom-peyo, mientras que Octaviano le envió 20.000 legionariosque Antonio usaría contra los partos.[87] Sin embargo,Octaviano envió sólo una décima parte de su propuestaoriginal, lo cual fue visto por Antonio como una provo-cación intencional de su parte.[87]

Octaviano y Lépido lanzaron una operación conjuntacontra Pompeyo en Sicilia en 36 a. C.[88] A pesar de losprimeros reveses que tuvo Octaviano, su general Agripalogró destruir casi por completo a la flota de Pompeyoel 3 de septiembre, en la batalla de Naulochus.[89] Sextohuyó al Oriente con lo que quedaba de sus tropas, pero alaño siguiente sería capturado y ejecutado en la comuna deMileto por uno de los generales de Antonio.[89] Tanto Lé-

pido como Octaviano reagruparon las tropas vencidas dePompeyo, sin embargo Lépido se sintió con la autoridadsuficiente como para reclamar el territorio de Sicilia pa-ra él, ordenando a Octaviano que abandonara el lugar.[89]No obstante, las tropas de Lépido desertaron de su bandoy se pasaron al bando de Octaviano, hartas de tanto en-frentamiento y tentados por las promesas de recompen-sas monetarias de Octaviano.[89] Finalmente, Lépido serindió ante Octaviano y, aunque se le permitió retenerel cargo de pontifex maximus, fue expulsado del Triun-virato, finiquitando su carrera pública y exiliándolo a lavilla romana de Cabo Circei, en Italia.[89][90] El gobiernodel territorio romano pasó entonces a estar dividido en-tre Octaviano, en Occidente, y Antonio, en Oriente. Paramantener la paz y estabilidad en su porción del Imperio,Octaviano le garantizó a los ciudadanos de Roma sus de-rechos de propiedad. Esta vez estableció a sus soldadosretirados fuera de Italia, devolviendo a 30.000 esclavosque previamente habían huido para unirse al ejército y ala armada de Pompeyo a sus antiguos amos.[91] Para ase-gurar su propia seguridad, así como la de Livia y la deOctavia una vez que regresaran a Roma, Octaviano hizoque el Senado le otorgase la inmunidad soberana del tri-buno (o sacrosanctitas) tanto para él como para su esposay su hermana.[92]

2.3.5 Guerra con Antonio

Antonio y Cleopatra, por Lawrence Alma-Tadema

Para entonces Roma se encontraba dividida entre Orien-te y Occidente; en el primero, Marco Antonio se ocupabade la reorganización de Egipto mientras que, en Occiden-te, Octaviano estaba enfocado en apoyar las actividadesagrícolas e integrar al mismo tiempo las provincias roma-nas en esta región.[14] La campaña de Antonio contra lospartos terminó en desastre, empañando su imagen de lí-der; los 2.000 legionarios enviados por Octaviano apenasresultaron ser suficientes para recuperar la fuerza militaren la región.[93] Por otra parte, Cleopatra tenía capacidadpara restaurar su ejército íntegramente, y puesto que An-tonio ya estaba comprometido sentimentalmente con ella,decidió enviar a Octavia de vuelta a Roma.[94] En prime-ra instancia, Octaviano usó esta acción de Antonio como

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8 2 ASCENSO AL PODER

recurso propagandístico en contra de Antonio, manifes-tando que el general se estaba volviendo cada vez me-nos romano, sirviendo como muestra el hecho de haberrechazado a una esposa legitima romana por una «pare-ja íntima de Oriente».[95] En 36 a. C., Octaviano utilizótambién una táctica política para parecer menos autócratay convertir a Antonio en el principal villano al proclamarque las guerras civiles estaban llegando a su fin, y que éldejaría su cargo como triunviro si Antonio hacía lo mis-mo; este último denegó la propuesta.[96]

Después la conquista de Armenia por parte de las tropasromanas en 34 a. C., Antonio designó a su hijo Alejan-dro Helios como el gobernante de ese territorio. Tam-bién otorgó el el título de «Reina de los Reyes» a Cleo-patra. Octaviano utilizó ambos actos para convencer alSenado de que Antonio tenía ambiciones para disminuirla preeminencia de Roma en la región.[95] Cuando Oc-taviano volvió a asumir la magistratura del consulado el1 de enero de 33 a. C., abrió la primera sesión del Se-nado con un vehemente ataque contra las concesiones detítulos y territorios ofrecidas por Antonio a sus familia-res y su reina.[97] Diversos cónsules y senadores se pre-cipitaron a defender a Antonio al mirar con incredulidadla propaganda (que terminó siendo cierta), aunque tam-bién hubo políticos que desertaron del bando antonianopara empezar a apoyar a Octaviano para el otoño de 32a. C.[98] Entre esos desertores, Lucio Munacio Planco yMarco Ticio dieron a Octaviano la información que ne-cesitaba para reafirmar ante el Senado todas las acusacio-nes que había hecho en contra de Antonio.[99] Al asaltarel santuario de las vestales, siendo nombrado «Dux» porel Senado,[14] Octaviano obligó a sus sacerdotisas que leentregaran el testamento secreto de Antonio, por el cualle regalaba a sus hijos los territorios bajo dominio de Ro-ma para que éstos los gobernaran como reinos, además deincluir sus planes de construir una tumba en Alejandríapara su reina y él, donde ambos serían enterrados tras susmuertes.[100][101] Casi al instante, el documento fue leídoíntegramente ante la plebe.[14] Como resultado de lo an-terior, a finales de ese año el Senado revocó de maneraoficial los poderes de Antonio como cónsul y declaró laguerra al régimen de Cleopatra en Egipto.[102][103]

A principios de 31 a. C., mientras Antonio y Cleopatrase hallaban estacionados temporalmente en Grecia, Oc-taviano obtuvo una victoria preliminar cuando su arma-da, comandada por Agripa, logró transportar con éxito alas tropas a través del mar Adriático.[104] Mientras queAgripa se ocupaba de bloquear las rutas marítimas usa-das para las líneas de suministro por Cleopatra y Antonio,Octaviano desembarcó justo enfrente de la isla de Corcira(actual Corfú), y marchó hacia el sur.[104] Atrapados tantopor mar como por tierra, empezaron a surgir desertoresdel ejército de Antonio que se unían día a día a las tropasde Octaviano, mientras que las fuerzas de Octaviano seencontraban lo suficientemente confortables como parapreparar con calma el enfrentamiento.[104]

En un intento desesperado por liberar el bloqueo naval,

Representación de la batalla de Accio, en la que se enfrentaronlas flotas de Octaviano, bajo el comando del general Agripa, y lasde Marco Antonio y Cleopatra, en 31 a. C. Pintura de LorenzoA. Castro, en 1672.

las flotas de Antonio navegaron a través de la bahía deAccio, en la costa occidental de Grecia. Fue en ese lu-gar donde las fuerzas de Antonio, cuya flota era dirigi-da por Cayo Sosio en su ala izquierda y por Lucio Ge-lio Publícola en la derecha, se enfrentaron a las flotas deOctaviano, comandadas por Agripa, —las cuales a pesarde estar formadas por naves más pequeñas, eran más nu-merosas que las de Antonio— en la batalla de Accio el2 de septiembre de 31 a. C..[105] Antonio y sus fuerzasrestantes sólo lograron salvarse gracias a la intervenciónde la flota de Cleopatra, que había permanecido cerca deahí como último recurso en caso de una derrota.[106] Oc-taviano no desistió en su persecución, y tras otra victo-ria en Alejandría el 1 de agosto de 30 a. C., Antonio yCleopatra se suicidaron; Antonio cayó sobre su propiaespada entre los brazos de Cleopatra, mientras que ellase dejó picar por una serpiente venenosa.[107] Habiendoaprovechado su posición como heredero de César en prode su trayectoria política, Octaviano era muy conscien-te de los riesgos que supondría permitir que otro tuvierala oportunidad de compartir el mismo camino así que,según fuentes, tras comentar que «dos Césares eran de-masiados», ordenó que Cesarión —hijo natural de JulioCésar y Cleopatra— fuera asesinado «sin remordimien-to alguno»,[108] dejando solamente con vida a los hijos deAntonio y Cleopatra, con la excepción de Marco AntonioAntilo, hijo mayor de Antonio y Fulvia.[109][110]

Cabe señalarse que aunque previamente Octaviano mos-tró poca misericordia hacia los combatientes militares,actuando asimismo en formas que lo habían vuelto im-popular con la sociedad romana, fue reconocido por laplebe por perdonar a muchos de sus oponentes tras la ba-talla de Accio.[111] Asimismo, para celebrar la victoria enAccio, fundó cerca de ahí Nicópolis.[112]

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3.1 Primer pacto 9

3 Octaviano se convierte en Augus-to

Tras la batalla de Accio y la derrota de Antonio y Cleopa-tra, Octaviano se hallaba en condiciones de gobernar porsí solo la República íntegra en virtud de un principadono oficial.[113] Sin embargo, para alcanzar este objetivoantes tendría que recurrir a diversas formas de incremen-tar su poder formal, manipulando al Senado y al pueblo.Debía aparentar que apoyaba y respetaba las tradicionesrepublicanas de Roma con tal de evidenciar que su ob-jetivo no era aspirar una dictadura o monarquía.[114][115]Al marchar a Roma, Octaviano y Agripa fueron elegidoscónsules por el Senado.[116] Aún cuando las guerras ci-viles habían dejado a Roma en un estado próximo a laanarquía, la República no estaba preparada para acep-tar el mando de un déspota en la figura de Octaviano.Al mismo tiempo, Octaviano no podía simplemente re-nunciar a su autoridad sin correr el riesgo, a su vez, depromover más guerras civiles entre los generales roma-nos y, aunque no pretendiera ostentar autoridad alguna,su posición le exigía mirar hacia el bienestar de la ciu-dad de Roma y las provincias romanas. A partir de enton-ces, los objetivos de Octaviano consistieron en devolver aRoma la estabilidad, la legalidad tradicional y el civismo—esto último mediante el levantamiento de la evidenteopresión política impuesta a los tribunales de justicia asícomo la certificación de elecciones libres, por lo menosen concepto—.[117]

3.1 Primer pacto

En 27 a. C., Octaviano devolvió oficialmente el poder alSenado romano, renunciando al control de las provinciasromanas y sus ejércitos.[116] Sin embargo, en virtud delconsulado de Octaviano, el Senado contó con una juris-dicción limitada al momento de presentar proyectos deley para su debate senatorial.[116] Aunque Octaviano yano dirigía el control de las provincias y ejércitos, retu-vo la lealtad de los soldados en servicio activo así comode los veteranos.[116] Las trayectorias de muchos clientesy seguidores dependía de su patrocinio, puesto que elpoder financiero de Octaviano en Roma no tenía rivalalguno.[116] Según el historiador Werner Eck:

La suma de su poder se derivó en primer lu-gar de todos los diversos poderes oficiales quele fueron delegados por el Senado y el pueblo,en segundo lugar de su vasta fortuna privada ypor último de las numerosas relaciones patrón-cliente que estableció con individuos y gruposa través de todo el Imperio. Todo esto en con-junto formó la base de su auctoritas, a la cualél mismo se refirió como el fundamento de susacciones políticas.[118]

Augusto como magistrado; la cabeza de mármol de la estatua fueesculpida c. 30–20 a. C., y el cuerpo en el siglo II d. C. (Museodel Louvre, París).

A grandes rasgos, el público era consciente de los vastosrecursos financieros que controlaba Octaviano. Por ejem-plo, en un momento en el que no consiguió alentar a sufi-cientes senadores para que financiaran la construcción ymantenimiento de las calzadas romanas de Italia, él mis-mo se hizo cargo directamente de esa responsabilidad en20 a. C.[119] Esta labor se dio públicamente a conocera través de las monedas romanas emitidas en 16 a. C.,después de haber donado vastas cantidades de dinero alaerarium, el tesoro público.[119]

No obstante, según H. H. Scullard, el poder de Augusto sebasaba en el ejercicio de «un poder militar predominantey [...] la sanción definitiva de su autoridad era el uso dela fuerza, a pesar de todo lo que se intentara disimular elhecho».[120]

Tiempo después el Senado le propuso a Octaviano, ven-cedor de las guerras civiles romanas, que asumiera unavez más el control de las provincias. La propuesta sena-torial suponía la ratificación del poder extraconstitucio-nal de Octaviano. A través del Senado Octaviano era ca-

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10 3 OCTAVIANO SE CONVIERTE EN AUGUSTO

paz de mantener la apariencia de la vigencia de la anti-gua constitución republicana. Aceptó, reacio en aparien-cia, una responsabilidad de diez años de duración sobrela supervisión de determinadas provincias cuyo estado enaquel momento se consideraba caótico.[121][122] Las pro-vincias que le fueron cedidas, y que él debería pacificaren el periodo de diez años, abarcaban la mayor parte delmundo romano conquistado, incluyendo Hispania, Galia,Siria, Cilicia, Chipre y Egipto.[121][123] Además, el domi-nio de esas provincias le daba a Octaviano el control dela mayor parte de las legiones romanas.[123][124]

Mientras ostentaba el cargo de cónsul en Roma, Octa-viano consignó senadores a las provincias de su dominioa manera de representantes, con la finalidad de gestio-nar los asuntos de cada provincia y asegurarse de que susórdenes se llevaran a cabo.[124] Por otra parte, las pro-vincias que no eran controladas por Octaviano se encon-traban supervisadas por gobernadores que eran elegidospor el Senado.[124] Octaviano se convirtió en la figura po-lítica más poderosa en la ciudad de Roma y en la ma-yoría de sus provincias, aunque no contaba con el únicomonopolio del poder político y militar:[125] el Senado to-davía controlaba la región norte de África, un productorimportante de grano del imperio, así como Iliria y Mace-donia, dos regiones militarmente estratégicas con variaslegiones acantonadas en su territorio.[125] No obstante, elmando de tan sólo cinco o seis legiones distribuidas en-tre tres procónsules senatoriales, comparado con las vein-te legiones dirigidas directamente por Octaviano, impli-caba que el control de dichas zonas por parte del Sena-do no suponía ningún tipo de amenaza política o mili-tar a Octaviano.[114][120] Por otro lado, el control del Se-nado sobre algunas de las provincias romanas ayudabaa mantener una fachada republicana para el principadoautocrático,[114] mientras que el control de Octaviano deprovincias enteras, en las cuales sus objetivos consistíanen asegurar la paz y crear un ambiente de estabilidad,partía de los precedentes de la era republicana, en la cualprominentes romanos como Cneo Pompeyo Magno ha-bían obtenido poderes militares equiparables en tiemposde crisis e inestabilidad.[114]

En enero de 27 a. C., el Senado otorgó a Octaviano, demanera inédita, los recién creados títulos de «Augusto»y «Princeps».[126] Augusto, del latín augere (refiriéndo-se a un incremento), que pudiera ser traducido como «elilustre»,[111] era un título religioso más que político.[111]De acuerdo a las creencias religiosas en la Antigua Ro-ma, el título simbolizaba un sello de autoridad sobre lahumanidad —y sobre la naturaleza— que iba más alláde cualquier definición constitucional para el estatus deOctaviano. Tras los duros métodos que empleó para con-solidar su dominio, el cambio en el nombre, sugerido porLucioMunacio Planco,[127] serviría además para desmar-car su reinado benigno como Augusto, de su reinado deterror como Octaviano. De igual forma, su nuevo títulole favorecía más que el de «Romulus», que previamen-te él había concebido en referencia a la historia de los

Busto de Augusto portando la corona cívica. Gliptoteca de Mú-nich.

fundadores de Roma, algo que hubiera simbolizado unasegunda fundación de Roma.[111] No obstante, el títulode Romulus estaba asociado fuertemente con nociones demonarquía y realeza, una imagen que Octaviano intenta-ba evitar a toda costa.[128] Por otra parte, Princeps, prove-niente de la frase en latín primum caput («el primero»),originalmente estaba vinculado al senador más viejo o no-table y cuyo nombre aparecía en primer lugar en la listasenatorial principal; en el caso de Augusto, se convertiríacasi en un título real adoptado por un líder que poseía eldominio completo.[129] Princeps también se usó como untítulo republicano concedido a todos aquellos que habíanservido bien al estado; por ejemplo, Cneo Pompeyo habíaostentado el título. Además, Augusto se proclamó asimis-mo como Imperator Caesar divi filius, «Comandante Cé-sar, hijo del deificado».[126] Con este título no solamentese jactaba de su parentesco con el divo Julio César, sinoque el uso de Imperator establecía un vínculo permanentea la tradición romana de la victoria.[126] El término Caesarsólo era un cognomen para una rama de la familia julia,aunque ciertamente Augusto trasladó su significado a unanueva línea familiar que habría de comenzar con él.[126]

A Augusto se le otorgó también el derecho de colgar lacorona cívica de roble encima de su puerta y de colo-car laureles a manera de cubiertas para sus jambas.[125]Esta corona usualmente se usaba sobre la cabeza de ungeneral romano durante un triunfo, mientras que el in-dividuo que mantenía la corona encima de la cabeza del

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3.2 Segundo pacto 11

general repetía continuamente la frase memento mori, o,«Recuerda que eres mortal», al general victorioso. Adi-cionalmente, las hojas de laurel tenían una especial im-portancia en varias ceremonias del estado, y las coronasde laurel eran concedidas a los campeones de atletismo,carreras y pruebas dramáticas. Así, tanto el laurel comoel roble eran símbolos provenientes en su totalidad de lareligión y la política romana; situarlos en las jambas deAugusto equivaldría a declarar su casa como la capital deRoma. Sin embargo, Augusto rehusó símbolos de podertales como el uso de un cetro, una diadema, e inclusive lacorona dorada y la toga púrpura usadas por su predece-sor Julio César.[130] Si bien rechazaba simbolizar su po-der mediante el uso de dichos objetos en su persona, elSenado le otorgó en cualquier caso el reconocimiento deun escudo dorado expuesto en la sala de reuniones de laCuria, con la leyenda virtus, pietas, clementia, iustitia—«valor, piedad, clemencia y justicia»—.[5][125]

3.2 Segundo pacto

César Augusto

En 23 a. C. se produjo una crisis política que involucra-ba al colega consular de Augusto, Aulo Terencio VarrónMurena, que formó parte de una conspiración contra deAugusto. Los detalles exactos de la confabulación se des-conocen, pero de hecho Murena no cumplió el mandatocompleto como cónsul y Calpurnio Pisón fue elegido parareemplazarlo.[131][132] Pisón era un miembro bien cono-cido de la facción republicana, y el hecho de que sirvieracomo colega consular de Augusto era otro movimientopolítico para que este último pudiera evidenciar su vo-luntad para realizar concesiones, así como para cooperarcon todos los partidos políticos.[133] A finales del períodoprimaveral de ese año, Augusto sufrió una severa enfer-medad y, en su supuesto lecho de muerte, hizo acuerdosque pondrían en duda las sospechas de los senadores acer-ca de su antirrepublicanismo.[131][134] Augusto se preparópara traspasar su anillo de sello al general Agripa.[131][134]Sin embargo, le entregó a su compañero consular Pisóntodos los documentos oficiales, una cuenta de finanzaspúblicas y la autoridad sobre las tropas acantonadas enlas provincias, por lo que el supuestamente favorecidosobrino de Augusto, Marco Claudio Marcelo, se quedósin herencia alguna.[131][134] Esto fue una sorpresa paramuchos que creían que Augusto nombraría un heredero

debido a su posición como un emperador no oficial.[135]Augusto otorgó solamente propiedades y posesiones a susherederos designados, ya que un sistema de herencia im-perial institucionalizado habría provocado resistencia yhostilidad entre los romanos republicanos, temerosos delconcepto monárquico.[115]

Retrato de Augusto portando un gorgoneion (14–20 d. C.)

Poco después de recuperarse de su enfermedad, graciasa la receta de un médico griego,[9] Augusto renuncióa su permanente nombramiento anual como cónsul.[134]En el futuro, Augusto sólo volvería a ocupar el consu-lado en dos ocasiones restantes, en los años 5 y 2 a.C.[134][136] Aunque renunció al consulado, Augusto retu-vo su imperium consular, lo cual llevó a un segundo acuer-do con el Senado, en lo que se conoce como el «segundopacto».[137] Se trataba de una hábil estratagema políticaplaneada por Augusto; al no ocupar él mismo uno de losdos cargos de cónsul, los senadores tendrían el doble deposibilidades para aspirar a ocupar esa posición, mientrasque al mismo tiempo Augusto podía «hacer un ejerciciode patronazgo más amplio entre la clase senatorial».[138]Augusto ya no se hallaba en un cargo oficial desde elque gobernar el Estado, pero su posición dominante so-bre las provincias romanas prevaleció al convertirse enprocónsul.[134][139] Por otro lado, como cónsul Augustotenía el poder para intervenir, cuando lo considerara ne-cesario, en los asuntos de los procónsules provinciales de-signados por el Senado,[140] pero al pasar a ocupar el car-go de procónsul Augusto no quería que la autoridad so-bre los gobernadores provinciales le fuera despojada, asíque el Senado le concedió el imperium proconsulare maius(«poder sobre todos los procónsules»).[137]

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12 3 OCTAVIANO SE CONVIERTE EN AUGUSTO

Además, Augusto adquirió los poderes de los tribunosde la plebe (tribunicia potestas) con carácter vitalicio, sibien no recibió el propio cargo de tribuno.[137] Legal-mente, el cargo de tribuno de la plebe se hallaba veda-do a los patricios, un estatus de carácter hereditario queél había adquirido, tiempo atrás, al ser adoptado por Ju-lio César.[138] El poder conferido le permitía convocaral Senado y al pueblo para presentar las diversas propo-siciones de ley, vetar las acciones tanto de la Asambleacomo del Senado, presidir las elecciones y tener el de-recho de ser el primero en tener el uso de la palabra encualquier reunión.[136][141] Incluidos también en la autori-dad tribunicia de Augusto estaban los poderes reservadosusualmente para el censor romano; estos incluían los de-rechos de supervisar la moral pública, examinar las leyespara asegurarse que eran del interés público, llevar a ca-bo un censo y determinar la capacidad para formar partedel Senado.[142] Con los poderes de un censor, Augus-to hizo un llamado a las virtudes del patriotismo romanomediante la prohibición de todas las demás vestimentasque no fueran la clásica toga al momento de acceder alForo.[143] Ciertamente, no existía precedente alguno enel sistema romano en el que se hubieran combinado lospoderes de tribuno y los del censor en una sola persona.Augusto tampoco llegó a ser elegido formalmente parael cargo de censor.[144] Julio César había tenido poderessimilares, teniendo la responsabilidad de supervisar lasmorales del estado. No obstante, no llegó a tener la ca-pacidad de un censor para llevar a cabo un censo de po-blación y determinar la lista de miembros del Senado. Elcargo de tribune plebis («tribuno de la plebe») comenzó aperder prestigio debido a la acumulación de los poderestribunicios en la figura de Augusto, por lo que éste deci-dió recobrar su importancia al establecerlo como un cargoobligatorio para cualquier plebeyo que deseara acceder alcargo de pretor.[145]

Además de la tribunicia potestas, Augusto obtuvo el impe-rium exclusivo sobre la ciudad de Roma: todas las fuerzasarmadas en la ciudad, anteriormente bajo el control de losprefectos y cónsules, ahora estaban bajo el mando únicode Augusto.[146] Con maius imperium proconsulare, Au-gusto era el único individuo capaz de recibir un triunforomano, pues era el general al mando de todas las legionesromanas.[147] En 19 a. C., Lucio Cornelio Balbo elMenor,gobernador de África y conquistador de los Garamantes,se convirtió en el primer hombre de origen provincial enrecibir este reconocimiento, así como en el último.[147]Para cada posterior victoria romana, el crédito era sola-mente de Augusto, debido al hecho de que los ejércitosromanos eran comandados por los legatus, quienes eran asu vez los mandatarios del princeps en las provincias.[147]El hijo mayor de Augusto y Livia, Tiberio, fue la únicaexcepción a esta regla, al habérsele otorgado un triunfopor las victorias en Germania Magna en 7 a. C.[148] Paragarantizar que su estatus demaius imperium proconsularefuera renovado en 13 a. C., Augusto permaneció en Romadurante el proceso y proporcionó abundantes donacionesa los veteranos para obtener su apoyo.[136]

Augusto como Pontifex Maximus.

Sin embargo, parece que gran parte de las sutilezas polí-ticas del segundo acuerdo no llegaron a ser comprendidaspor la clase plebeya. Después de que Augusto no se pre-sentase a las elecciones como cónsul en 22 a. C., surgie-ron los temores de que Augusto estuviera siendo expulsa-do del poder por el Senado aristocrático. En 22, 21 y 19a. C., se produjeron revueltas populares en respuesta, y elpueblo solamente permitió que un solo cónsul fuera elegi-do para cada uno de esos años, con el fin evidente de dejarabierto el cargo para que lo ocupara Augusto.[149] En 22 a.C., hubo una escasez de alimentos en Roma que provocóel pánico, por lo que varias plebes urbanas le pidieron aAugusto que asumiera poderes dictatoriales para que éstese hiciera cargo de la crisis.[136] Tras una exhibición tea-tral de rechazo ante el Senado, Augusto finalmente aceptóel control sobre el suministro de grano a Roma, «en vir-tud de su imperium proconsular», y terminó de maneracasi inmediata con la crisis alimenticia.[136] No fue sinohasta 8 d. C., que una crisis alimenticia de esta magnitudhizo que Augusto estableciera un praefectus annonae, esdecir, un prefecto permanente que estaba a cargo de ad-quirir los suministros de alimentos para Roma.[150] En 19a. C., el Senado votó para permitir que Augusto vistierala insignia de cónsul ante el público y el Senado,[146] ade-más de brindarle una autorización para sentarse en la si-lla simbólica situada entre los dos cónsules y sostener lasfasces, un emblema de autoridad consular.[151] Al igualque su autoridad como tribuno, la concesión de poderesconsulares fue otro ejemplo de otorgamiento de los po-deres de un cargo que realmente no ocupaba.[151] Estoparece haber tranquilizado a la población; independien-

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temente de si Augusto fuera o no un cónsul, lo importanteera que lo pareciese frente a la gente. El 6 de marzo de12 a. C., tras la muerte de Lépido, Augusto asumió adi-cionalmente la posición de pontifex maximus, el más altosacerdote del colegio de los Pontífices, así como el cargomás importante en la religión romana.[152][153] Esto nosolamente reforzó su prestigio político, sino que al mis-mo tiempo fortaleció el simbolismo del culto imperial, alotorgar mayor prominencia a la religión romana sobre loscultos orientales.[14] Tiempo después, el 5 de febrero de2 a. C., Augusto obtuvo el título pater patriae («padre dela patria»).[154][155]

Los emperadores romanos posteriores se verían general-mente limitados a los poderes y títulos concedidos origi-nalmente a Augusto, aunque a menudo, para mostrar hu-mildad, los emperadores recién nombrados normalmen-te declinaban uno o más de los títulos honoríficos dadosa Augusto. Con la misma frecuencia, mientras su reina-do avanzaba, los emperadores se apropiarían de todos lostítulos, independientemente de si éstos les eran otorga-dos por o no el Senado. La corona cívica -que posterio-res emperadores llevarían físicamente puesta-, así comola insignia consular y el tejido color púrpura que portabaun general triunfante (toga picta) pasaron a convertirse eninsignias imperiales hasta bien entrada la era bizantina.

4 Conflictos militares y expansióndel imperio

Extensión del Imperio romano bajo el reinado de Augusto; el co-lor amarillo representa la extensión de la República romana en31 a. C., el color verde representa los territorios conquistados du-rante el reinado de Augusto y las zonas de color rosa representanlos territorios bajo relación de clientela con Roma. En cualquiercaso, las áreas bajo el control de Roma estaban sometidas a va-riación incluso durante el reinado de Augusto, especialmente enGermania.

Augusto, cuyo nombre oficial era Imperator Caesar Di-vi Filius Augustus eligió Imperator («comandante victo-rioso») como su primer nombre debido a que, con su-ma claridad, quería asociar con él la propia noción de lavictoria.[156] Para el año 13, Augusto se jactaba de haber

sido proclamado imperator por sus tropas hasta en 21 oca-siones, todas ellas tras una batalla victoriosa.[156] La ma-yor parte del capítulo cuatro en sus memorias publicadas,conocidas como Res Gestae, está dedicada a sus victoriasy honores militares.[156] Para complacer a los patriotasromanos, Augusto promovió el ideal de una civilizaciónromana superior con la tarea de gobernar el mundo (refi-riéndose al mundo conocido por los romanos), consagra-do en la frase tu regere imperio populos, Romane, memento—«¡Romano, recuerda que tienes fuerza para gobernar alos pueblos de la Tierra!»—.[143] Esto encajó bien con laélite romana y la opinión pública en general, lo cual favo-reció el proceso de expansionismo, reflejado en un enun-ciado pronunciado por el famoso poeta romano Virgilio,quien mencionó en el Libro I de la epopeya Eneida, quelos dioses le habían concedido a Roma imperium sine fi-ne («soberanía sin límite»).[157] Por otra parte, hubo unagran decepción y pesar públicos cuando Augusto decidióque el dominio de Medio Oriente, referente a la región dePartia, no debía invadirse; la gente, en realidad, esperabaque se vengaran las batallas de Marco Licinio Craso endicha zona con su invasión.[14] A pesar de ello, existieronmuchas otras regiones viables para ser conquistadas.

Busto de Tiberio, un comandante militar exitoso durante el rei-nado de Augusto, antes de ser nombrado su sucesor y heredero.

Para cuando tuvo lugar el final de su reinado, los ejérci-tos de Augusto habían conquistado el norte de Hispania(actuales España y Portugal),[158] las regiones alpinasde Recia y Nórico (hoy en día Suiza, Baviera, Austriay Eslovenia),[158] así como Iliria y Panonia (actualesAlbania, Croacia, Hungría, Serbia, etc.),[158] y extendió

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14 5 MUERTE Y SUCESIÓN

los límites de la provincia de África al este y al sur.[158]Tras el reinado de Herodes I, Judea se anexó a la pro-vincia de Siria después de que Augusto depusiera a susucesor Herodes Arquelao.[158] Al igual que había ocu-rrido con Egipto cuando fue conquistado tras la derrotade Antonio en 30 a. C., Siria pasó a estar gobernada nopor un procónsul o legado de Augusto, sino por un al-to prefecto de la clase ecuestre.[158] De nuevo, no se re-quirió esfuerzo militar en 25 a. C. cuando Galacia (ac-tual Turquía) se convirtió en una provincia romana, pocodespués de que Amintas de Galacia fuera asesinado porvenganza de la viuda de un príncipe que fue inmoladodesde Homonada.[158] Una vez que las tribus rebeldes deCantabria, en la moderna España, fueron finalmente so-metidas en 19 a. C., el territorio pasó a formar parte delas provincias de Hispania y Lusitania.[159] Esta regióndemostró ser un activo importante para la financiaciónde las futuras campañas militares de Augusto, al ser ricaen depósitos minerales que podían explotarse a través delos proyectos de minería romana, especialmente los de-pósitos ricos en oro, como por ejemplo unos que estabansituados en Las Médulas.[159]

Conquistar a los pueblos alpinos en 16 a. C. significó otraimportante victoria para Roma, dado que proporcionabaun vasto territorio fronterizo que separaba a los ciudada-nos romanos de Italia de los enemigos de Roma del norte,en Germania.[160] El poeta Horacio dedicó una oda a es-te triunfo, y se construyó el monumento Trofeo de losAlpes, cerca de Mónaco, para honrar la ocasión.[161] Lacaptura de la región alpina también sirvió como base parala próxima ofensiva en 12 a. C., cuando Tiberio comenzóel asalto contra las tribus panonias de Iliria y su hermanoDruso el Mayor hizo lo suyo contra las tribus alemanas dela región este de Renania.[162] Ambas campañas resulta-ron exitosas, y las fuerzas de Druso alcanzaron el río Elbaen 9 a. C., aunque Druso murió poco después, al caer desu caballo.[163]

Mina de oro de Las Médulas.

Para proteger las zonas orientales del Imperio de laamenaza de Partia, Augusto confió en los estados clien-tes de oriente para que actuasen como amortiguadores te-rritoriales, así como áreas donde pudieran reclutarse sus

propias tropas en caso de defensa.[164] Para garantizar laseguridad en el flanco oriental del Imperio, Augusto esta-cionó, por si acaso, a un ejército romano en Siria, mien-tras su cualificado hijastro Tiberio negociaba con los par-tos en calidad de diplomático de Roma asignado a esaregión.[164] Este último fue el responsable de haber de-vuelto a Tigranes V al trono de Armenia,[163] aunque qui-zá su máximo logro diplomático consistió en haber nego-ciado con Fraates IV de Partia, en 20 a. C., la devoluciónde los estandartes perdidos por Marco Licinio Craso en laBatalla de Carrhae, un acontecimiento que significó unavictoria simbólica y un importante impulso de la moralpara Roma.[163][164][165] No obstante, el historiador Wer-ner Eck argumenta que este acto fue una gran decepciónpara los romanos, que preferían vengar la derrota de Cra-so por la vía militar, y no la diplomática.[166] Por otraparte, Maria Brosius explica que Augusto utilizó la devo-lución de los estandartes como propaganda política, parasimbolizar la sumisión de Partia a Roma. Así, el sucesofue celebrado con esculturas como la estatua de Augustode Prima Porta, así como con la edificación de monumen-tos tales como el Templo de Mars Ultor («Marte el Ven-gador»), construido precisamente para albergar los estan-dartes recuperados.[167]

Aunque los partos siempre representaron una amenazapara Roma en oriente, el verdadero campo de batalla fue-ron los ríos Rin y Danubio.[164] Antes de su último en-frentamiento con Antonio, las campañas de Octavianocontra las tribus en Dalmacia se convirtieron en el pri-mer paso expansionista de los dominios romanos hacia elDanubio.[168] La victoria en batalla no siempre resultabaser un éxito permanente, pues los territorios conquista-dos más recientemente eran constantemente recuperadospor los enemigos de Roma en Germania.[164] El princi-pal ejemplo de derrota romana en batalla fue la batalladel bosque de Teutoburgo en 9 d. C., en la que tres le-giones completas encabezadas por Publio Quintilio Varofueron prácticamente aniquiladas por Arminio, líder delos queruscos, un aparente «aliado» romano.[169] Augus-to tomó represalias mediante el envío de Tiberio y Drusoa la región del Rin con el objetivo de pacificarla. Aunqueambos lograron ciertos éxitos en sus campañas, la batallade Teutoburgo supuso el final de la expansión romana enGermania.[170] Más tarde, el general romano Julio CésarGermánico se aprovecharía de una guerra civil queruscaentre Arminio y Segestes para derrotar a Arminio, quehuyó de la batalla, aunque sería finalmente asesinado en21 d. C. por un acto de traición.[171]

5 Muerte y sucesión

La enfermedad de Augusto en 23 a. C. puso en evidencialos problemas en torno a su sucesión. Con el propósitode garantizar la estabilidad, Augusto necesitaba designarun heredero para su posición extraordinaria en la socie-dad y gobierno romanos. Esto debía conseguirse median-

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te el uso de vías suaves, poco dramáticas y acumulati-vas que no revolviesen los temores senatoriales contra lafigura de la monarquía.[172] Si alguien iba a heredar suposición extraoficial de dominio, esa persona debía ga-nárselo por méritos que fueran reconocidos por el pue-blo romano.[172] Algunos historiadores consideran que losindicios apuntaban al hijo de la hermana de Augusto,Marco Claudio Marcelo, que además se había casado conla hija de Augusto, Julia la Mayor.[173] Otros historiado-res, en cambio, cuestionan este punto de vista basándoseen el testamento de Augusto, leído en voz alta por el Sena-do, mientras éste se hallaba gravemente enfermo en 23 a.C.,[174] y en el que éste mostraba su preferencia por Mar-co Agripa, que en ese momento era su segundo al mandoy, puede que también el único de sus más allegados quepodría haberse hecho cargo de las legiones y mantener elImperio unido.[175] Tras la muerte deMarcelo en 23 a. C.,Augusto hizo que su hija se casara con Agripa, con quientuvo tres hijos y dos hijas: Cayo César, Lucio César, Juliala Menor, Agripina la mayor y Agripa Póstumo, este úl-timo llamado así porque nació después de que fallecieraAgripa. Poco después del segundo pacto, Agripa consi-guió un cargo de cinco años de duración para la adminis-tración de la mitad oriental del Imperio con el imperiumde un procónsul y la misma tribunicia potestas concedi-da a Augusto (aunque no rebasaba la autoridad de éste),estando ubicada su sede de gobierno en la isla de Samos,en las Cícladas.[175][176] A pesar de que esta concesiónde poder habría evidenciado el favorecimiento de Agripapor parte de Augusto, también significó una medida pa-ra complacer a los miembros de su partido cesariano, alpermitir que uno de ellos compartiera una considerablecantidad de poder junto a él.[176]

La intención de Augusto de convertir a Cayo y Lucio Cé-sar en sus herederos resultó evidente cuando los adoptólegalmente como hijos propios.[177] En 5 y 2 a. C. vol-vió a ocupar el consulado para así personalmente aco-modarlos en sus carreras políticas,[178] resultando ambosnominados para los consulados de 1 y 4 d. C.[179] Au-gusto mostró también preferencia por sus sobrinos, loshijos de Livia de su primer matrimonio, Druso el Mayory Tiberio, concediéndoles mandos militares y puestos pú-blicos, y pareciendo favorecer más a Druso. Sin embargo,el matrimonio de Druso con Antonia, sobrina de Augus-to, fue una relación que se hallaba tan incrustada en elseno de la familia que llegaría a perturbar las cuestionessucesorias.[180] Tras la muerte de Agripa en 12 a. C., Ti-berio, fue obligado a divorciarse de su esposa Vipsaniapara casarse con la viuda de Agripa, e hija de Augusto,Julia —tan pronto como el período de duelo por Agri-pa concluyó—.[180]Mientras el matrimonio de Druso conAntonia fue considerado como una relación inquebranta-ble, Vipsania era «solamente» la hija del fallecido Agri-pa, producto de su primer matrimonio.[180]

Tiberio compartió los poderes tribunicios de Augusto en6 a. C., pero poco después anunció su retiro pues, segúnvarias fuentes, no quería asumir su futuro rol en la po-

Mausoleo de Augusto.

lítica, resolviendo en exiliarse a Rodas.[148][181] Aunquese desconoce una razón específica para su partida, estapudo deberse a varias razones, incluyendo entre ellas unfallido matrimonio con Julia.[148][181] Además, pudieranhaber tenido mucho que ver los sentimientos de celos yde exclusión que sintió una vez que los nietos, para enton-ces hijos adoptivos, de Augusto (Cayo y Lucio), se unie-ron al colegio de sacerdotes a una edad temprana, siendopresentados a la audiencia de una forma más favorable, ysiendo presentados al ejército en Galia.[182][183] Tras lasmuertes tempranas de Lucio y Cayo en 2 y 4 d. C., res-pectivamente, así como el fallecimiento repentino de suhermano Druso (en 9 a. C.), Tiberio fue convocado a Ro-ma en junio de 4 d. C., donde Augusto lo adoptó con lacondición de que él, por su parte, adoptara a su sobrinoJulio César Germánico.[184] Esto continuó la tradiciónde ofrecer, como mínimo, con hasta dos generaciones deherederos.[180] Ese año, Tiberio obtuvo también los pode-res de tribuno y de procónsul, los emisarios de reinos ex-tranjeros tendrían que mostrarle sus respetos, y para 13 d.C., recibió junto con su segundo triunfo un nivel igual deimperium que el que tenía Augusto.[185] El único posibleaspirante a heredero era Póstumo Agripa, que había sidoexiliado por Augusto en 7 d. C., sanción que más tarde sevolvería perpetua por medio de un decreto senatorial, asíque Augusto oficialmente lo desheredó.[186] Desde luego,con ello perdió el favor de Augusto, y el historiador ErichS. Gruen hace mención a varias fuentes contemporáneasque califican a Póstumo Agripa como «un joven vulgar,cruel y bruto, y de carácter depravado».[186] No se sabecon certeza, pero Póstumo Agripa pudo haber sido ase-sinado en su lugar de exilio poco antes o después de quefalleciera Augusto.El 19 de agosto de 14 d. C. Augusto murió mientras vi-sitaba el lugar de la muerte de su padre en Nola. Tiberio—que se hallaba presente junto con Livia en el lecho demuerte de Augusto— sería su heredero, según se confir-mó a la apertura de su testamento. Las últimas palabras deAugusto fueron: “La comedia ha terminado. ¡Aplaudid!"(en latín "Acta est fabula, plaudite": Suet. Aug. 97-99).No obstante, sus últimas palabras públicas fueron: «Mi-

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16 6 EL LEGADO DE AUGUSTO

rad, encontré una Roma hecha de ladrillo, y os la dejode mármol». Una gran procesión funeraria de plañiderasviajó junto con el cuerpo de Augusto desde Nola hastaRoma, y el día de su entierro cerraron todos los negocios,tanto públicos como privados.[187] Tiberio y su hijo Dru-so pronunciaron el panegírico de pie sobre dos rostra.[6]Confinado en su féretro, el cuerpo de Augusto fue crema-do en una pira cerca de su mausoleo; más tarde se pro-clamó que se había unido con los demás dioses como unmiembro más del panteón romano.[6] En 410, durante elsaqueo de Roma, los Godos asaltaron el mausoleo y dis-persaron las cenizas de Augusto.El historiador D. C. A. Shotter considera que las políti-cas de Augusto a favor de la línea familiar Julia sobre laClaudia podrían haber dado a Tiberio razones suficientescomo para que mostrara un claro desprecio por Augustotras su muerte; en cambio, Tiberio siempre fue rápido enreprender a todos aquellos que criticaron a Augusto.[188]Shotter sugiere que la deificación de Augusto, junto con la«actitud extremadamente conservadora» de Tiberio ha-cia la religión, forzó a este último a contener cualquierresentimiento que pudiera haber concebido.[189] Además,el historiador R. Shaw-Smith hace mención a las cartasdirigidas por Augusto a Tiberio, en las que mostraba suafecto y alta consideración por los méritos militares deTiberio.[190] Shotter comenta que Tiberio enfocó su ani-madversión y críticas en Gayo Asinio Galo (por haberdesposado a Vipsania después de que Augusto obligaraa Tiberio a divorciarse de ella) así como los dos jóvenescésares Cayo y Lucio, en vez de hacerlo con Augusto, elverdadero responsable de su divorcio y, finalmente, de sudegradación imperial.[189]

6 El legado de Augusto

El reinado de Augusto sirvió para cimentar el Imperioromano, un régimen que duraría cientos de años hastasu decadencia y caída. Tanto su nomen adoptivo, César,como su título, Augusto, se convirtieron en títulos osten-tados por quienes gobernaron el Imperio romano durantecuatro siglos, tanto en Occidente como en Oriente, y aúnen el siglo XV se usaban en Constantinopla. En muchosidiomas césar se convirtió en sinónimo de emperador.Los títulos zar (en ruso, "Царь" - Tsar' - que proviene de"Цесарь" o Ccésar) y káiser (alemán, Kaiser) son deriva-dos del nombre o título César y continuaron en uso hastael siglo XX. Poco tiempo después de morir Augusto, el 19de septiembre de 14, fue deificado (consecratio) y adora-do como un divus. El culto al Divino Augusto continuóhasta que la religión oficial del Imperio romano fue cam-biada a la cristiandad por Teodosio I en el siglo IV. Testa-mento de su legado es el gran número de estatuas y bustoserigidos en su honor, así como también el mausoleo queoriginalmente contenía las columnas de bronce con lasobras de la vida de Augusto llamada Res Gestae Divi Au-gusti.[191] Muchas copias de ese texto se inscribieron a lo

Retrato de Augusto: detalle de la famosa estatua de Prima Porta.

largo del Imperio romano tras su muerte,[192] con traduc-ciones al griego en muchos lugares y en edificios públicoscomo, por ejemplo, el templo de Ankara.[193]

Sin embargo, pocas de las obras escritas por Augusto hanpervivido. Entre las que sí que han llegado a nuestrosdías se encuentran los poemas Sicilia, Epifanio y Ajax,una autobiografía de 13 tomos, un tratado filosófico yun texto refutando al Elogio de Catón de Marco JunioBruto.[194] Los historiadores también han utilizado algu-nas cartas escritas por Augusto y dirigidas a otras perso-nas para obtener algunos datos adicionales sobre su vidapersonal.[190][195]

Muchos consideran a Augusto el emperador más grandede Roma; sus políticas ciertamente extendieron la vidadel Imperio romano e iniciaron la Paz romana tambiénconocida como Pax Augusta. Era inteligente, decisivo, yun político sagaz, pero quizás no tan carismático comoJulio César, y en ocasiones tomó decisiones influenciadopor su tercera esposa, Livia. Como resultado, Augusto noposee tanto renombre como su antecesor, y a menudo esconfundido con el primero. No obstante, su legado de-mostró perdurar más en el tiempo. Como ejemplo, cabeseñalarse que la ciudad de Roma fue transformada com-pletamente bajo el mando de Augusto.Se crearon las primeras fuerzas policiales y de bombe-ros institucionalizados, estableciendo al prefecto munici-pal como un cargo permanente.[196] La fuerza de policíase dividió en cohortes de 500 hombres, mientras que lasfuerzas de bomberos llegaron a estar dotadas por entre500 y 1000 hombres, con 7 unidades asignadas a 14 sec-tores de la ciudad.[196] Se nombró a un praefectus vigilum(prefecto de vigilancia) como mando directo de los cuer-pos de vigilancia policial y anti-incendios de Roma.[197]

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Clípeo procedente de Arles Francia en el que se conmemoran lasvirtudes de Augusto por voluntad del Senado y del Pueblo deRoma.)

Además, habiendo finalizado las guerras civiles en Ro-ma, Augusto pudo también crear un ejército profesionalpara el Imperio romano, compuesto por unas 28 legionesque suponían unos 170 000 soldados.[198] El ejército esta-ba apoyado por numerosas unidades de tropas auxiliaresde 500 soldados cada una, reclutadas a menudo en zo-nas conquistadas recientemente.[199] En el año 6, Augus-to estableció el aerarium militare, donando 170 millonesde sestercios al nuevo tesoro militar con el que se paga-ba tanto a los soldados activos como a los retirados.[200]Por último, uno de los legados de carácter político-militarque más durarían entre las instituciones romanas sería laGuardia Pretoriana que creó en 27 a. C. En origen se tra-taba de una guardia personal en el campo de batalla, quefue evolucionando para convertirse en una guardia im-perial y en un importante cuerpo político de Roma.[201]Después de Augusto, la Guardia Pretoriana tuvo podersuficiente para intimidar al Senado y para deponer y ele-gir emperadores. El emperador Majencio fue el último alque sirvieron, y fue Constantino I quien disolvió el cuer-po a comienzos del siglo IV, destruyendo sus barracones,los Castra Praetoria.[202]

Con las finanzas del estado como base del mantenimien-to de las carreteras que atravesaban Italia, Augusto creótambién un sistema oficial de correos, con la creación deuna serie de postas gestionadas por el praefectus vehicu-lorum.[203] Además de una mejora en las comunicacio-nes de los ciudadanos del Imperio romano, la mejora yampliación de la red viaria permitió una movilidad sinprecedentes del ejército romano a lo largo y ancho delImperio.[204]

Aunque llegó a ser el individuo más poderoso del reciéncreado Imperio romano, Augusto quiso representar el es-píritu de la virtud y las leyes de la República. Tambiénquiso tener relación y conexión con la plebe y los ciu-dadanos desfavorecidos. Para ello hizo gala de una gran

Augusto representado conforme al estilo egipcio en un relieve deltemplo de Kalabsha, en Nubia.

generosidad a la vez que ofrecía una imagen de personapoco dada a los lujos y los excesos. En el año 29 a. C., Au-gusto pagó 400 sestercios por persona a un total de 250000 ciudadanos, 1000 sestercios a cada uno de los 120000 veteranos de las colonias, y dedicó 700 millones desestercios a la compra de tierras para que sus veteranospudieran establecerse.[205] También restauró 82 temploscon el fin de mostrar su preocupación por las deidadesromanas,[205] y en 28 a. C. ordenó fundir 80 estatuas deplata erigidas a su imagen y en su honor en un intento deaparentar un carácter modesto y frugal.[205]

En una visión retrospectiva del reinado de Augusto y sulegado al mundo romano, su longevidad no debe obviar-se como un factor clave en su éxito. Tal y como apuntaTácito, las generaciones más jóvenes que estaban vivasen el año 14 no habían conocido otra forma de gobiernoque el principado.[206] Si Augusto hubiera muerto a edadmás temprana, la historia podría haberse desarrollado dedistinta forma. El desgaste que supusieron las guerras ci-viles en la vieja oligarquía republicana y la longevidadde Augusto, por lo tanto, debe verse como un factor degran importancia en la transformación del estado romano

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18 6 EL LEGADO DE AUGUSTO

en una monarquía de facto a lo largo de estos años. Laexperiencia de Augusto, su paciencia, su tacto, y su pers-picacia política jugaron un papel fundamental a lo largode su mandato. Puso las primeras piedras de lo que seríael Imperio romano, desde la creación de un ejército pro-fesional que estableció en las fronteras, al principio dinás-tico que tan a menudo se utilizó en la sucesión imperial,pasando por el embellecimiento de la capital medianteobras financiadas por el emperador. Su legado final fuela paz y prosperidad de la que el Imperio romano gozódurante los siguientes dos siglos bajo el sistema políticoque él inició. Su memoria se consagró durante la épocaImperial como el paradigma de buen emperador. Todoslos emperadores posteriores adoptaron su nombre, Cé-sar Augusto, que fue perdiendo gradualmente su carácterde nombre propio para convertirse en un título.[6] Poetascontemporáneos como Virgilio u Horacio alabaron a Au-gusto como defensor de Roma y de la justicia y moral, unindividuo que cargaba con el peso de la responsabilidadde mantener el Imperio romano.[207] Sin embargo, Au-gusto también ha sido objeto de críticas a lo largo de losaños por su gobierno sobre Roma y por crear el principa-do. Por ejemplo, el jurista romano contemporáneoMarcoAntistio Labeón, orgulloso de los días previos a la era deAugusto en los que había nacido, criticó abiertamente elrégimen del principado.[208] Tácito (c. 56 - c. 117), porsu parte, escribió al comienzo de sus Anales que Augustohabía subvertido con astucia la República Romana en unrégimen de esclavitud.[208] Continuaba diciendo que, conla muerte de Augusto y el juramento de lealtad a Tibe-rio, el pueblo romano simplemente intercambió un amopor otro.[208] Sin embargo, Tácito también recoge en suobra dos visiones contradictorias, a la vez que comunes,de Augusto:

Personas inteligentes le alabaron o cri-ticaron de diversos modos. Una opinión erala siguiente. El deber filial y la emergencianacional, en la que no había lugar a una con-ducta respetuosa con la ley, le llevaron a unaguerra civil - y esto no puede ser promovidoni mantenido por métodos decentes. Hizoconcesiones a Antonio y a Lépido con lafinalidad de obtener la venganza sobre losasesinos de su padre. Cuando Lépido se volvióviejo y perezoso y Antonio se entregó a laauto-indulgencia, la única posible cura paraun país distraído era el gobierno por un solohombre. Sin embargo, Augusto puso en ordenel país no mediante su alzamiento como reyo dictador, sino creando el principado. Lasfronteras del Imperio romano estaban en elocéano o en ríos distantes. Los ejércitos,provincias, flotas, el sistema entero estabainterrelacionado. Los ciudadanos romanosestaban protegidos por la ley. Los provincianoseran tratados decentemente. La propia Romahabía sido embellecida profusamente. La

Fragmento de una estatua ecuestre de Augusto.

fuerza se había usado con moderación, sim-plemente para preservar la paz de la mayoría.Tácito[209]

Por otro lado, y según la versión opuesta:

El deber filial y la emergencia nacionalfueron meros pretextos. En realidad, el motivode Octaviano, el futuro Augusto, fue el ansiade poder (...) Ciertamente hubo paz, pero fueuna paz cubierta de sangre por los desastres yasesinatos.Tácito[210]

Tácito tenía la opinión de que el emperador Nerva (r. 96-98) sería el único capaz de mezclar dos conceptos opues-tos: el principado y la libertad.[211] El historiador DiónCasio, del siglo III, consideraba a Augusto un gobernan-te benigno y moderado aunque, al igual que muchos his-toriadores posteriores a la muerte de Augusto, le consi-deraba un autócrata.[208] El poeta Marco Anneo Lucano(39-65 d. C.) opinaba que la victoria de César sobre Pom-peyo y la caída de Catón el joven (95-46 a. C.) marcaronel final de la libertad en Roma. Sobre el particular, el his-toriador Chester G. Starr, Jr. escribe que es posible quecon ello estuviese expresamente evitando criticar a Au-gusto de forma directa.[211]

En épocas más recientes, el escritor Jonathan Swift(1667-1745), en su obra Discourse on the Contests and

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6.1 Reformas económicas 19

Dissentions in Athens and Rome, criticó a Augusto porinstaurar la tiranía en Roma, y hacía una comparaciónentre la monarquía constitucional del Reino Unido y la re-pública romana del siglo II a. C.[212] El almirante e histo-riador Thomas Gordon (1658-1741) comparó a Augustocon el tirano puritano Oliver Cromwell (1599-1658)[212]e insistió, al igual que hizo Montesquieu, en que Augus-to se comportó como un cobarde en batalla.[213] Augus-to también sería tildado de «gobernante maquiavélico»,«usurpador sediendo de sangre», «malvado y desprecia-ble» y «tirano» por el historiador Thomas Blackwell.[213]

6.1 Reformas económicas

Moneda de Augusto encontrada en el tesoro de Pudukottai, enIndia, y actualmente expuesta en el Museo Británico.

Imitación india de una moneda de Augusto. Siglo I. Museo Bri-tánico.

Las reformas económicas que Augusto implementó en

Roma tuvieron un gran impacto sobre el éxito posteriordel Imperio romano. Augusto hizo que una gran porcióndel terreno sobre el que se había extendido el Imperio ro-mano pasase a estar bajo control e imposición directa deRoma, en lugar de extraer una cifra variable, intermitentey en cierto modo arbitraria de impuestos de cada provin-cia local, como había ocurrido hasta entonces.[214] La re-forma incrementó enormemente la cifra neta de ingresosque Roma percibía de sus nuevos territorios, estabilizan-do el flujo y regularizando la relación financiera entre Ro-ma y las provincias, en lugar de provocar resentimientoscontinuos ante cada nueva exacción de tributos.[214] Lascifras impositivas durante el reinado de Augusto se deter-minaban por el censo de población, con cuotas fijas paracada provincia en función del número de habitantes.[215]Los ciudadanos de Roma y de Italia pagaban impuestosindirectos, mientras que las provincias debían pagar im-puestos directos a Roma.[215] Entre los impuestos indi-rectos se contemplaba un impuesto del 4% sobre el pre-cio de los esclavos y un 1% sobre los bienes vendidos ensubasta, así como un impuesto de sucesiones del 5% so-bre aquellas herencias cuyo valor fuese mayor de 100.000sestercios y siempre que el parentesco entre el causante yel heredero no fuese de primer grado.[215]

Asimismo, otra reforma de gran importancia fue la aboli-ción del sistema privado de recolección de impuestos queejercían los publicanos, que sería reemplazado por un ser-vicio público de carácter funcionarial de recolectores deimpuestos. En la era republicana el sistema habitual ha-bía sido el de los publicanos, contratistas privados quehabían llegado a tener suficiente poder como para influiren la política de Roma.[214] Los publicanos habían gana-domuymala fama y una gran fortuna personal gracias a laadjudicación de los derechos de recaudación de impues-tos en áreas locales.[214] Roma, a través del sistema desubasta, otorgaba el derecho de recaudación de impues-tos a la persona que más ingresos ofreciese a Roma, y elbeneficio del publicano se basaba en todas aquellas canti-dades que fuese capaz de recaudar por encima de la cifraofertada, contando para ello con la bendición de la metró-polis. La falta de una supervisión efectiva, combinada conel deseo de los publicanos de maximizar sus beneficios,supuso la creación de un sistema de exacciones arbitrariasque a menudo era muy cruel con los contribuyentes. Eraun sistema ampliamente percibido como injusto, y muydañino para la economía.Además, la conquista de Egipto por Augusto supusouna nueva fuente de ingresos para financiar las opera-ciones del Imperio romano.[216] Dado que políticamen-te la región fue considerada como una propiedad priva-da de Augusto en lugar de una provincia del Imperio ro-mano, se convirtió en parte del patrimonio de los futurosemperadores.[217] En lugar de a un legado o a un procón-sul, Augusto colocó como administrador de Egipto a unprefecto de la clase ecuestre con la misión de adminis-trar Egipto y mantener sus lucrativos puertos. Este puestose convirtió en el mayor logro político que podía alcan-

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20 6 EL LEGADO DE AUGUSTO

zar alguien de la clase ecuestre, aparte del de Prefectodel pretorio.[218] Esta tierra de gran productividad apor-tó enormes recursos a Augusto y a sus sucesores, conlos que pudieron financiar obras públicas y expedicionesmilitares,[216] además de «pan y circo» para el pueblo deRoma.

6.2 Mes de Augusto

El mes de agosto (en latín Augustus), conocido hasta eseentonces como sextilis por ser el sexto mes del calendarioromano original, recibió su nombre actual en honor a Au-gusto. Existe una creencia común de que agosto tiene 31días porque Augusto quería que su mes tuviese la mis-ma longitud que el de Julio César —el mes de julio—,pero se basa en una invención que data del siglo XIII yque se atribuye a Johannes de Sacrobosco. Sextilis, de he-cho, tenía ya 31 días antes del cambio de nombre, y nofue elegido por su longitud. Según un senatus consultumcitado por Macrobio, sextilis fue renombrado en honor aAugusto debido a que varios de los eventos más signifi-cativos en su ascensión al poder, culminando con la caídade Alejandría, tuvieron lugar en ese mes.[219]

6.3 Proyectos arquitectónicos

Detalle de una escultura del Ara Pacis (Altar de la Paz), 13 a.C. a 9 a. C.

En su lecho demuerte, se dice queAugusto se jactó de ha-ber encontrado una Roma hecha de ladrillo y de haber le-gado otra hecha de mármol. Aunque existe cierta verdadliteral en su afirmación, Dión Casio indica que se tratabade una metáfora sobre la fuerza del Imperio romano.[220]El mármol podía encontrarse en edificios romanos ante-riores, pero no fue utilizado de forma tan extensa comomaterial de construcción hasta el reinado de Augusto.[221]Aunque la afirmación no aplicaba a toda Roma o, en es-pecial, al barrio del Subura, Augusto dejó una improntaen la topografía monumental del Centro de la ciudad ydel Campo de Marte, con el Ara Pacis (Altar de la Paz)y un reloj de sol monumental, cuya pieza central era unobelisco traído de Egipto.[222] Los relieves que decoranel Ara Pacis ofrecían el relato visual de los triunfos de

Augusto recogidos en el Res Gestae.[223] Aparecen repre-sentados los desfiles imperiales de los pretorianos, las ves-tales y los ciudadanos de Roma.[223] También construyóel Templo de César, los baños de Agripa y el Foro de Au-gusto, en el que se encontraba también el Templo deMar-te el Vengador. También alentó la construcción de otrosproyectos, como el Teatro de Balbo o la construcción delPanteón de Agripa, y en otros casos financió las obras eri-gidas en nombre de otras personas, a menudo familiares,como el Pórtico de Octavia o el Teatro de Marcelo. ElMausoleo de Augusto fue construido tras su muerte paraalbergar a los miembros de su familia.[224]

Para celebrar su victoria en la batalla de Accio ordenóconstruir el arco de Augusto, que se terminó en 29 a. C.cerca de la entrada al Templo de Cástor y Pólux y quesería ampliado en 19 a. C. en un nuevo diseño de tri-ple arco.[221] Existe también muchos edificios construi-dos fuera de Roma que llevan el nombre y legado deAugusto, como por ejemplo el teatro de Mérida o el deCartagena, en España, la Maison Carrée, en Nimes, enel sur de Francia, o el trofeo de Augusto, en La Turbie,también en Francia.

Templo de Augusto y Livia en Vienne.

A la muerte de Agripa en 12 a. C., Augusto tuvo quebuscar una solución para el mantenimiento del suminis-tro de agua a la ciudad de Roma. El problema había sidoafrontado por el propio Agripa cuando sirvió como edil,que llegó incluso a financiarlo con su propio dinero comociudadano privado.[196] Ese mismo año, Augusto dispu-so un sistema en el cual el Senado designaba a tres de susmiembros como comisionados principales al cargo del su-ministro de agua y para asegurarse de que los acueductosde Roma eran mantenidos adecuadamente.[196] A finalesde la era de Augusto, se puso al cargo del mantenimientode edificios públicos y del culto al estado a una comisiónde cinco senadores llamada curatores locorum publicorumiudicandorum y que podría traducirse como los Supervi-sores de la Propiedad Pública.[196] Augusto también creoel grupo senatorial de los curatores viarum para la super-visión y mantenimiento de las carreteras, que trabajabacon oficiales locales y con contratistas para organizar las

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21

reparaciones ordinarias.[203]

El estilo arquitectónico dominante en la era de Augustoy de la fase imperial de Roma fue el orden corintio, ori-ginario y procedente de la antigua Grecia.[221] Suetoniocomentó en una ocasión que Roma no era merecedorade su estatus de capital imperial, si bien Augusto y Agri-pa se encargaron de desmantelar este sentimiento trans-formando la apariencia de Roma bajo el modelo griegoclásico.[221]

7 Algunas obras mandadas porAugusto y otras dedicadas a él

- En Roma:

• Foro de Augusto (terminado en 2 a. C.), con el

• Templo de Mars Ultor (“Marte Vengador”).

• LaCuria Iulia en el Foro Romano (reconstrucción dela Curia Hostilia, comenzada por César y terminadapor Augusto en 29 a.C.).

• Ara Pacis: El Altar de la Paz en el Campo de Marte(13-9 a.C.).

• HorologiumAugusti (Reloj de Augusto) en el Campode Marte.

• ElMausoleo de Augusto, en el Campo deMarte (co-menzado en 29 a.C.).

• La “Casa de Augusto”, su residencia privada en elPalatino.

• Augusto de Prima Porta, estatua thoracata encon-trada en la Villa ad Gallinas Albas, propiedad de suesposa Livia.

- En Italia:

• Arco de Augusto en Rímini (Ariminium), 27 a. C..

• Arco de Augusto en Aosta (Augusta Praetoria).

• Puente de Augusto en Narni, Valle del Río Nar.

• Puerta principal de Fano (Fanum Fortunae), 9-10.

- En provincias:

• Arco triunfal y Teatro en Orange (Arausio), Francia.

• Teatro de Orange, Francia. Siglo I

• Templo de Marte en el Foro de Augusto, Roma

• Mausoleo de Augusto, Campo Marcio, Roma

8 Legado

Con el paso del tiempo, la imagen de Augusto estuvo ex-puesta a una gran cantidad de cambios e influencias cons-tantes que poco o nada tenían que ver con su persona ysu régimen. Historiadores como Suetonio lo alabaron engran medida, mientras que otros como Tácito se mostra-ronmás críticos. Ciertamente, tras nacer Jesús de Nazareten la época de Augusto, los cristianos de la Antigüedadtardía y la Edad Media equipararon constantemente laPaz augusta con la Paz cristiana. Incluso en los tiemposmodernos, algunos políticos querían crear, cada uno condiferentes motivos, similitudes entre ellos mismos y laépoca de Augusto. Durante la Revolución Francesa, lacreación del Directorio, después del reinado de terror delos jacobinos en 1794, se comparó con el establecimien-to del Principado. A su vez, en el siglo XX, se desató en-tre los fascistas italianos, una «fiebre augusta».[225] Inclu-so en la época de la Alemania nazi, muchos historiado-res antiguos, incluyendo a William Weber, vieron al im-perio de Augusto como un modelo de renovación parala propia Alemania en cuanto a su Führer. El historia-dor Jochen Bleicken califica a Augusto como el «pione-ro» y «constructor del Imperio romano», asimismo, co-mo aquel que «educó a las élites romanas».[226] De igualforma, Dietmar Kienast dijo que Augusto era «un líderdesinteresado en la propia historia».[227]

El enfoque de Ronald Syme estuvo marcado por la pro-pagación de los movimientos fascistas en la Europa desu tiempo. Para él, Augusto era un dictador. De modosimilar a Mussolini —sólo que con valoración negativacontraria— Syme veía en su ascensión paralelos con elfascismo naciente. El régimen de Augusto habría surgidode una revolución, él mismo habría sido un hombre departido que con el soporte del dinero y las armas habríavencido a la vieja capa dirigente reemplazándola por unanueva. Como hombre poderoso y calculador habría lle-vado a la tumba la república en descomposición para darfundamento a una autocracia tras una fachada republica-na.Dentro de la temática de Augusto en la cultura se hanhecho proyectos como la aclamada serie de televisión de1976, Yo, Claudio, el emperador Augusto es interpretadopor Brian Blessed. Se le muestra como un hombre agra-dable y simpático que buscaba lo mejor para Roma y sufamilia; pero aun así, era un títere en manos de su esposaLivia, interpretada por Sian Phillips.[228]

Asimismo, en la serie cinematográfica británico-italianaImperium (constituida por cuatro películas en total, entre2003 y 2006), dirigida por Roger Young, César Augustoes interpretado por el actor Peter O'Toole en Imperium:Augustus, donde se aborda la vida de Octaviano desdeantes de convertirse en emperador hasta su reinado co-mo tal. Otros actores que participaron en dicha produc-ción fueron Charlotte Rampling (quien interpretó a LiviaDrusila), Vittoria Belvedere (Julia la Mayor), Ken Duken(Marco Vipsanio Agripa) y Benjamin Sadler (como el jo-

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22 11 REFERENCIAS

ven Octaviano).[229] Las películas restantes de la serie re-latan las vidas de Nerón y Simón Pedro, y finalmente lahistoria de Pompeya.De igual forma, en la primera temporada de la serie te-levisiva Roma de 2005, el joven Augusto es interpretadopor Max Pirkis. Augusto es un joven que vive de cerca laguerra civil entre Julio César y sus oponentes políticos.La segunda temporada comienza tras la muerte de JulioCésar y narra los acontecimientos que culminan con el as-censo de Octavio a la posición de Primer Ciudadano. Alprincipio de esta última temporada, Max Pirkis vuelve ainterpretar a Augusto, cambiando a mitad de temporadapor SimonWoods para encarnar a un Augusto más madu-ro. Se le presenta como un hombre ambicioso, manipula-dor, sin escrúpulos, frío, y sin carisma para conectar conel pueblo. A medida que va asumiendo poder sus ofertasde pacto adquieren una forma más ventajosa, pero en elfondo se aprecian como órdenes que no se pueden recha-zar. Triunfa gracias a una mezcla de astucia política y elmiedo que infunde, tanto en sus enemigos como en susallegados. Quedan fuera de la descripción de su persona-lidad las virtudes que le hicieron un buen gobernante, yuna persona querida y respetada durante siglos.[230]

8.1 Cine

9 Véase también

• Cayo Cilnio Mecenas

• Dinastía Julio-Claudia

• Res Gestae Divi Augusti

10 Notas[1] Estas son fechas contemporáneas; Augusto vivió bajo dos

calendarios, el romano hasta 45 a. C., y el juliano des-pués de 45 a. C. Debido a discrepancias con las intencio-nes originales de Julio César, Augusto restauró el calen-dario juliano en 8 a. C., por lo que la correspondencia en-tre el calendario juliano proléptico y el actual calendarioromano es incierta antes de 8 a. C. (Blackburn & Holford-Strevens, 2003: 670–1)

[2] Formalmente Imperator Caesar, Divi filius, Augustus quesignifica Imperator César Augusto, hijo del Divino (DivusJulius).

[3] Algunas provincias siguieron siendo gobernadas directa-mente por el Senado romano.

[4] El «estado cliente» es uno de los varios términos utiliza-dos para describir la subordinación de un estado a otromás poderoso en cuestiones internacionales. Es el menosespecífico de dichos términos, y más bien pudiera ser tra-tado como una categoría amplia en la que se incluyen otrosconceptos tales como el estado satélite, estado asociado,

estado títere, neocolonia, protectorado, y estado vasallo(también conocido como estado tributario). Uno de losusuarios más prolíficos de este tipo de clientelismo fue larepública de Roma que, en vez de conquistar y absorberterritorios para así dar forma a un imperio, optó por con-vertir en estados clientes aquellos territorios que iba de-rrotando, una política que prevalecería aproximadamentehasta el siglo I d. C., cuando comenzó a ejercerse en Romael dominio imperial.

[5] Suetonio, Vida de Octavio Augusto. El «Marco Octavio»que vetaba la ley agraria propuesta por Tiberio Graco en133 a. C. era posiblemente su ancestro. I–IV.

11 Referencias[1] «Those Wacky Emperors». Garstang.us (en inglés). Con-

sultado el 10 de septiembre de 2010.

[2] «Riley Collection: Roman Emperors: Emperor Augus-tus». vroma.org (en inglés). Consultado el 10 de septiem-bre de 2010.

[3] Gruen (2005), p. 35.

[4] Dion (1987), p. 153.

[5] Eck (2003), p. 3.

[6] Eck (2003), p. 124.

[7] Cf. “Ecco la Domus di Augusto. La casa natale del pri-mo imperatore” (La Repubblica, 26-10-2011), y “Sacana la luz la casa natal del emperador César Augusto” (Te-rraeAntiqvae, 27-10-2011). Las ocho estancias excavadashasta el momento revelan que se trata de una domus dealto estatus económico.

[8] Suetonio, Vida de Octavio Augusto V–VII.

[9] «Augusto.Octavio». Artehistoria.jcyl.es. Consultado el 3de abril de 2010.

[10] Rowell (1962), p. 14.

[11] Chisholm (1981), 23.

[12] Suetonio, Vida de Octavio Augusto IV–VIII; Nicolás deDamasco, Augustus p. 3.

[13] Suetonio, Vida de Octavio Augusto VIII; Quintiliano,12.6.1.

[14] «César Augusto». Imperivm.org. Consultado el 3 de abrilde 2010.

[15] Suetonio, Vida de Octavio Augusto VIII

[16] Suetonio, Vida de Octavio Augusto LXXIX.

[17] Nicolás de Damasco, Augustus p. 4.

[18] Rowell (1962), p. 16.

[19] Nicolás de Damasco, Augustus p. 6.

[20] Veleyo Patérculo, 2.59.3.

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23

[21] Suetonio, Julio César LXXXIII.

[22] Eck (2003), p. 9.

[23] Apiano, Civil Wars 3.9–11.

[24] Su hija Julia había muerto en 54 a. C.

[25] Rowell (1962), p. 15.

[26] Mackay (2004), p. 160.

[27] Eck (2003), p. 10.

[28] Southern, Augustus pp. 20-21

[29] Southern, Augustus p. 21

[30] Suetonio, Vida de Octavio Augusto LXVIII, LXX1.

[31] Eck (2003), pp. 9–10.

[32] Rowell (1962), p. 19.

[33] Rowell (1962), p. 18.

[34] Eder (2005), p. 18.

[35] Apiano, Civil Wars 3.11–12.

[36] Chisholm (1981), p. 24.

[37] Chisholm (1981), p. 27.

[38] Rowell (1962), p. 20.

[39] Eck (2003), p. 11.

[40] Syme (1939), pp. 114–120.

[41] Chisholm (1981), p. 26.

[42] Rowell (1962), p. 30.

[43] Eck (2003), pp. 11–12.

[44] Rowell (1962), p. 21.

[45] Syme (1939), pp. 123–126.

[46] Eck (2003), p. 12.

[47] Rowell (1962), p. 23.

[48] Rowell (1962), p. 24.

[49] Chisholm (1981), p. 29.

[50] Chisholm (1981), p. 30.

[51] Rowell (1962), pp. 19–20.

[52] Syme (1939), p. 167.

[53] Syme (1939), pp. 173–174

[54] Scullard (1982), p. 157.

[55] Rowell (1962), pp. 26–27.

[56] Rowell (1962), p. 27.

[57] Chisholm (1981), pp. 32–33.

[58] Eck (2003), p. 14.

[59] Rowell (1962), p. 28.

[60] Syme (1939), pp. 176–186.

[61] Sear, David R. «Common Legend Abbreviations On Ro-man Coins» (en inglés). Consultado el 5 de julio de 2010.

[62] Eck (2003), p. 15.

[63] Scullard (1982), p. 163.

[64] Eck (2003), p. 16.

[65] Southern (1998), pp. 52-53.

[66] Scullard (1982), p. 164.

[67] Scott (1933), pp. 19-20.

[68] Scott (1933), p. 19.

[69] Scott (1933), p. 20.

[70] Suetonio Vida de Octavio Augusto XXVII.

[71] Syme (1939), p. 202.

[72] Eck (2003), p. 17.

[73] Suetonio Vida de Octavio Augusto XIII.

[74] Eck (2003), pp. 17–18.

[75] Eck (2003), p. 18.

[76] Eck (2003), pp. 18–19.

[77] Eck (2003), p. 19.

[78] Rowell (1962), p. 32.

[79] Eck (2003), p. 20.

[80] Scullard (1982), p. 162

[81] Eck (2003) p. 21.

[82] Eder (2005), p. 19.

[83] Eck (2003), p. 22.

[84] Eck (2003), p. 23.

[85] Scullard (1982), p. 163

[86] Eck (2003), p. 24.

[87] Eck (2003), p. 25.

[88] Eck (2003), pp. 25–26.

[89] Eck (2003), p. 26.

[90] Scullard (1982), p. 164

[91] Eck (2003), pp. 26–27.

[92] Eck (2003), pp. 27–28.

[93] Eck (2003), p. 29.

[94] Eck (2003), pp. 29–30.

[95] Eck (2003), 30.

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[96] Eder (2005), p. 20.

[97] Eck (2003), p. 31.

[98] Eck (2003), pp. 32–34.

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[101] Eder (2005), pp. 21–22.

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[104] Eck (2003), p. 37.

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[106] Eck (2003), pp. 38–39.

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[108] Green (1990), p. 697

[109] Green (1990), p. 697.

[110] Scullard (1982), p. 171.

[111] Eck (2003), p. 49.

[112] Suetonio Vida de Octavio Augusto XVIII.

[113] Gruen (2005), pp. 34–35.

[114] CCAA, pp. 24–25.

[115] Gruen (2005), pp. 38–39.

[116] Eck (2003), p. 45.

[117] Eck (2003), pp. 44–45.

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[119] Eck (2003), p. 80.

[120] Scullard (1982), p. 211.

[121] Eck (2003), p. 46.

[122] Scullard (1982), p. 210.

[123] Gruen (2005), p. 34.

[124] Eck (2003), p. 47.

[125] Eder (2005), p. 24.

[126] Eck (2003), p. 50.

[127] Suetonio, Vida de Octavio Augusto VII.

[128] Eck (2003), p. 149

[129] Eck (2003), pp. 3, 149.

[130] Eder (2005), p. 13.

[131] Eder (2005), p. 25.

[132] Eck (2003), p. 55.

[133] Eck (2003), pp. 55–56.

[134] Eck (2003), p. 56.

[135] Gruen (2005), p. 38.

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[138] Gruen (2005), p. 36.

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[140] Eck (2003), pp. 56–57.

[141] Eck (2003), pp. 57–58.

[142] Eck (2003), p. 59.

[143] Eder (2005), p. 30.

[144] Bunson (1994), p. 80.

[145] Bunson (1994), p. 427.

[146] Eck (2003), p. 60.

[147] Eck (2003), p. 61.

[148] Eck (2003), p. 117.

[149] Dion 54.1, 6, 10.

[150] Eck (2003), p. 78.

[151] Gruen (2005), p. 43.

[152] Bowersock (1990), p. 380. La fecha es proporcionada porcalendarios inscritos; véaseAugustoResGestae 10.2. Dion27.2 reporta que esto sucedió en 13 a. C., probablementeel año en que murió Lépido (Bowersock (1990), p. 383).

[153] Eder (2005), p. 28.

[154] Mackay (2004), p. 186.

[155] Eck (2003), p. 129.

[156] Eck (2003), p. 93.

[157] Eck (2003), p. 95.

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[160] Eck (2003), p. 98.

[161] Eck (2003), pp. 98–99.

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[163] Bunson (1994), p. 416.

[164] Eck (2003), p. 96.

[165] Brosius (2006), pp. 96-97, 136-138.

[166] Eck (2003), pp. 95–96.

[167] Brosius (2006), p. 97; véase también Bivar (1983), pp. 66-67.

[168] Rowell (1962), p. 13.

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25

[169] Eck (2003), pp. 101–102.

[170] Bunson (1994), p. 417.

[171] Bunson (1994), p. 31.

[172] Gruen (2005), p. 50.

[173] Eck (2003), pp. 114–115.

[174] Eck (2003), p. 115.

[175] Gruen (2005), p. 44.

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[177] Syme (1939), pp. 416–417.

[178] Scullard (1982), p. 217.

[179] Syme (1939), p. 417.

[180] Eck (2003), p. 116.

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[188] Shotter (1966), pp. 210–212.

[189] Shotter (1966), p. 211.

[190] Shaw-Smith (1971), p. 213.

[191] Suetonio, Vida de Octavio Augusto CI.

[192] Eck (2003), pp. 1–2

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13 Lectura complementaria

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• Galinsky, Karl. Augustan Culture. Princeton, NJ:Princeton University Press, 1998 (libro de bolsillo,ISBN 0-691-05890-3).

• Lewis, P. R. y G. D. B. Jones, Roman gold-miningin north-west Spain, Journal of Roman Studies 60(1970): 169–85

• Jones, R. F. J. y Bird, D. G., Roman gold-mining innorth-west Spain, II: Workings on the Rio Duerna,Journal of Roman Studies 62 (1972): 59–74.

• Jones, A.H.M. “The Imperium of Augustus”, TheJournal of Roman Studies, vol. 41, Partes 1 y 2.(1951), pp. 112–119.

• Jones, A.H.M. Augustus. Londres: Chatto & Win-dus, 1970 (libro de bolsillo, ISBN 0-7011-1626-9).

• Karen Essex, Kleopatra Pharaoh (2001, 2002)

• Osgood, Josiah. Caesar’s Legacy: Civil War and theEmergence of the Roman Empire. Nueva York: Cam-bridge University Press (EE.UU), 2006 (tapa du-ra, ISBN 0-521-85582-9; libro de bolsillo, ISBN 0-521-67177-9).

• Raaflaub, Kurt A. & Toher, Mark (eds.). BetweenRepublic and Empire: Interpretations of Augustusand His Principate. Berkeley; Los Ángeles: Uni-versity of California Press, 1993 (libro de bolsillo,ISBN 0-520-08447-0).

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• Wikiquote alberga frases célebres de o sobreCésar Augusto. Wikiquote

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• Texto español en Wikisource.• Texto español en el sitio de la Biblioteca deClásicos Grecolatinos.

• Texto español en el sitio de la Biblioteca TercerMilenio.• Texto inglés con índice electrónico en elProyecto Perseus. En la parte superior de-recha se encuentran los rótulos activos"focus" (para cambiar al texto latino) y"load" (para el texto bilingüe).• Texto latino en Wikisource.

• Nicolás deDamasco: algunos de los fragmentos con-servados de la Vida de Augusto.

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• Moral y autorrepresentación en las Hazañasdel divino Augusto.

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Page 28: César Augusto

28 14 ENLACES EXTERNOS

• III, 4: El hijo de César.

• De Imperatoribus Romanis: biografía detallada deAugusto; en inglés.

• Octaviano / Augusto; en inglés.

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15 Text and image sources, contributors, and licenses

15.1 Text• César Augusto Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar%20Augusto?oldid=79039655 Colaboradores: Joseaperez, Oblongo,Lourdes Cardenal, Julie, Robbot, Angus, Zwobot, Tony Rotondas, Paz.ar, 1297, Rosarino, Dodo, Ascánder, Sms, Zorak, Lew XXI, Bafo-met, Erri4a, Rondador, Rgcamus, Kordas, Renabot, Lironcareto, Supersouissi, Napoleón333, Marhaiden, Digigalos, Boticario, Deleatur,Peejayem, Hispa, Xuankar, Airunp, Taichi, Emijrp, Rembiapo pohyiete (bot), Drini2, Rupert de hentzau, RobotQuistnix, Francosrodriguez,Platonides, Alhen, Yrbot, BOT-Superzerocool, Vitamine, .Sergio, Mortadelo2005, Wiki-Bot, Sasquatch21, Lobillo, Gaijin, KnightRider,Kabri, Eloy, Heliocrono, Txo, Sonlakor, Banfield, Dove, Voj 2005, Camima, Dpalma01, Jarke, JeanV, Filipo, Carlosblh, Paintman, Jur-go, Lagarto, Tamorlan, Locutus Borg, BOTpolicia, Pastranec, Emosqueira, CEM-bot, Karshan, Rastrojo, Endimion, Antur, Subitosera,Fer.filol, Cabreranews, Dorieo, Dangertn, Thijs!bot, Marctaltor, Xabier, Caligatus, P.o.l.o., Roberto Fiadone, Escarbot, Leus, Neilwatts,Ángel Luis Alfaro, Botones, Isha, Bernard, JAnDbot, Áyax, Jugones55, Joane, VanKleinen, Egcalabuig, EJG, Bertie Wooster, Alago,Iulius1973, Limbo@MX, CommonsDelinker, TXiKiBoT, Miguelin01, Bot-Schafter, Millars, Humberto, Netito777, Amanuense, Kan-Tagoff, Chabbot, Idioma-bot, Qoan, Pólux, Azraq, Marco94, TottyBot, Marmoto bis, Oikema, JesusAngelRey, VolkovBot, Technopat,Rhion, Hadrianus63, Katsumuro, ValkirieSP, Manuribadeo, Matdrodes, Fernando Estel, Synthebot, Seronoser, House, Phoenix58, Anaeu-lalia, BlackBeast, Lucien leGrey, Manel subirats, AlleborgoBot, Muro Bot, Dgcampos, Dodecaedro, Alicia M. Canto, Gerakibot, SieBot,Thor8, Ensada, Loveless, Rsanchezcrespo, Armando.Mejia, Rigenea, Drinibot, Raymac, Jaime85, Bigsus-bot, IsmaelLuceno, BOTara-te, Marcelo, Husar de la Princesa, Correogsk, Espilas, Relleu, Petogo, Belb, Mafores, Copydays, Kroter, Tirithel, Aner77, Superzambo,Hauche, L'irlandés, Antón Francho, Quijav, Luceron, Eduardosalg, Danidvt, Botellín, Leonpolanco, Rdiazlopez70, Alecs.bot, Botito777,Petruss, Alexbot, Mel D'artagnan, RoyFokker, BodhisattvaBot, Raulshc, Açipni-Lovrij, Hahc21, Lang, AVBOT, David0811, LucienBOT,J.delanoy, B3lisario, MastiBot, Kevin 1000, Luis el marica, NicolasAlejandro, Desde el planeta de los simios, SpBot, Diegusjaimes, David-gutierrezalvarez, Adelardo, Eldelgas, MelancholieBot, Arjuno3, Andreasmperu, Luckas-bot, Skabiosis, Spirit-Black-Wikipedista, Moralc,Ptbotgourou, Jotterbot, Vic Fede, Gtr. Errol, Duet Paris By Night, Aacugna, Chelipe, Nixón, Acozzi, ArthurBot, Rodelar, SuperBrau-lio13,Morancio, Xqbot, Jkbw, GhalyBot, Dreitmen, J.PMONSALVE, Igna, Botarel, AstaBOTh15, Zulucho, HeroeLeyenda, Gorgsclassics,KES47, TiriBOT, TobeBot, Halfdrag, RedBot, Rameshngbot, Ginjajajalabla, Paulusgreat, Abece, Wikielwikingo, Alfredalva, Soad517,Leugim1972, HUBOT, KamikazeBot, Maragm, Angelito7, Tarawa1943, Ave César Filito, Jorge c2010, Foundling, Bolt58, WikiMX, MissManzana, EmausBot, Savh, Paula1997, Pescapablo, Sergio Andres Segovia, Tenan, KLBot, Rubpe19, ChuispastonBot, Khiari, MadriCR,WikitanvirBot, Profesornelson, Cordwainer, Movses-bot, Antonorsi, Rezabot, Abián, MerlIwBot, KLBot2, TeleMania, Invadibot, 5truenos,Periferico, Cyrax, El Maestruli de Burzaco, Addbot, Romulanus, Roger de Lauria, Danielliriarguez, Louisonze, Cabernet471, Zabieru-97,GerMatEditor, Jarould, Matiia, Gamburdo, Tenjou tsukuyomi tenge, WILLYREXB-), Tiranite345 y Anónimos: 319

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Page 30: César Augusto

30 15 TEXT AND IMAGE SOURCES, CONTRIBUTORS, AND LICENSES

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• Archivo:Tiberius_NyCarlsberg01.jpg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/17/Tiberius_NyCarlsberg01.jpg Li-cencia: Public domain Colaboradores: ? Artista original: ?

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