cartografias del terror

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Katherine Sosa 201220017101 Actividad: Cartografías del terror Número total de masacres en Colombia Conté 610 (margen de error de 5%) ¿Quién es el grupo al margen de la ley que más masacres ha cometido? Los paramilitares ¿Cuál es la región más afectada con las masacres? Antioquia y Magdalena MASACRE: Mapiripán DEPARTAMENTO: Meta GRUPO ARMADO: Autodefensas campesinas de Córdoba y Urabá Como estrategia de expansión de las AUC ocurre una de las masacres más horribles en la historia de Colombia, aun no se sabe con exactitud cuántas personas fueron asesinadas pero se dice que fueron 49. El 12 de julio de 1997, 120 paramilitares llegan a San José del Guaviare desde Urabá en dos aviones militares con ayuda del ejército, el 14 de julio llegan a Mapiripán y durante una semana sacan de las casas en las noches a los habitantes del municipio, los torturan de mil formas y asesinan, pero además arrojan los cuerpos con rocas dentro del estómago al rio Guaviare para impedir el reconocimiento de las víctimas. El 20 de Julio se van del lugar, después de haber cometido crímenes de lesa humanidad y de causar el abandono de más del 70% de quienes vivian en el municipio; la fuerza pública llega hasta el 23 del mismo mes. COMENTARIO No es un genocidio para una parte de la región del Meta, es un acto de tortura para todo el país, como todas las masacres que han ocurrido a lo largo de la historia. Con frecuencia las catalogamos

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Las masacres en Colombia, han sido una constante y es importante analizarlas

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Page 1: Cartografias Del Terror

Katherine Sosa 201220017101 Actividad: Cartografías del terror

Número total de masacres en Colombia

Conté 610 (margen de error de 5%)

¿Quién es el grupo al margen de la ley que más masacres ha cometido?

Los paramilitares

¿Cuál es la región más afectada con las masacres?

Antioquia y Magdalena

MASACRE: Mapiripán DEPARTAMENTO: Meta GRUPO ARMADO: Autodefensas campesinas de Córdoba y Urabá Como estrategia de expansión de las AUC ocurre una de las masacres más horribles en la historia de Colombia, aun no se sabe con exactitud cuántas personas fueron asesinadas pero se dice que fueron 49. El 12 de julio de 1997, 120 paramilitares llegan a San José del Guaviare desde Urabá en dos aviones militares con ayuda del ejército, el 14 de julio llegan a Mapiripán y durante una semana sacan de las casas en las noches a los habitantes del municipio, los torturan de mil formas y asesinan, pero además arrojan los cuerpos con rocas dentro del estómago al rio Guaviare para impedir el reconocimiento de las víctimas. El 20 de Julio se van del lugar, después de haber cometido crímenes de lesa humanidad y de causar el abandono de más del 70% de quienes vivian en el municipio; la fuerza pública llega hasta el 23 del mismo mes.

COMENTARIO

No es un genocidio para una parte de la región del Meta, es un acto de tortura para todo el país, como todas las masacres que han ocurrido a lo largo de la historia. Con frecuencia las catalogamos de acuerdo a una escala de valor de crueldad, pero la verdad es que en sí mismo el exterminio de un pueblo, sea cual sea la razón es un punto álgido de impiedad que no se puede encasillar de acuerdo al número de muertos, pues basta con violentar a un solo ser humano por culpa del conflicto para irrespetar un territorio. De ahí que, Mapiripán haya sido “49 veces” (que es el número de víctimas que se conocen) flagelado por la irracionalidad, pero no solo en este sentido, sino también porque causó la desterritorialización de cientos de personas.

Traer a la memoria una masacre de esta magnitud explica gran parte de una de las cuestiones que han impedido la reparación integral de las víctimas y es: La desconfianza en el Estado; es difícil creer en un Estado que fue el mismo que violentó por completo sus derechos; porque hay que

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decirlo los paramilitares nacen de las entrañas de un Estado estéril incapaz de dar a luz vida, por no generar mecanismos de protección sin violencia, testarudo y acostumbrado a hacer caso omiso a las advertencias para morir en la guerra. Ahora bien, hace poco comprendió que la guerrilla no se acaba encendiendo el monte con candela, adicional a eso, que no solo han sido los grupos ilegales, sino que el ejército también tiene velas en el entierro o deberíamos decir más bien, en convertir los ríos en un cementerio sin lápidas, porque algunos de sus miembros han actuado tras el telón que ha servido para culpar tan solo a la guerrilla y a los paramilitares.

Las excusas y las supuestas buenas intenciones de “ayudar” al país, hicieron que luchar contra la insurgencia fuera convertir a todas las personas en oponentes, incluso aquellas que ni siquiera entendian el sentido de la guerra. Es una idea fantasiosa que carece de sentido y de argumentos, pues no se puede definir como acto positivo el hecho de asesinar, ninguna mente bien organizada contemplaría esta idea. La guerrilla es responsable de crímenes como el secuestro, pero el Estado tiene una gran responsabilidad en asesinatos y torturas y Mapiripán es un ejemplo claro de esto. Es inconcebible pensar en una nación que se flagela a sí misma, que se da latigazos como ejercicio de expiación por su irresponsabilidad.

Si los derechos humanos son inherentes a las personas ¿Por qué un Estado que es directamente responsable de su cumplimiento los vulnera?, infortunadamente las respuestas serian muchas, pero una de ellas es que se crean grupos armados justamente para “proteger” los derechos al mismo tiempo que los quebranta invalidando su universalidad y la indivisibilidad que los garantiza y es que como su nombre lo indica, no son un obsequio por ser ciudadano; son parte del acto de existir y en ese sentido, el país es responsable completamente del incumplimiento de estos, no solo el Estado por causar asesinatos, si no la sociedad civil en si misma por ser indiferente a la inclusión y las oportunidades que desde distintos escenarios puede generar; además porque el hombre en sí mismo se cultiva en el territorio donde fue plantado y el hecho de desterritorializarlo se convierte en un acto de homicidio a “ser” y eso es lo que la lucha contra el conflicto armado ha suscitado.

En conclusión, después nos quejamos de sociedades fragmentadas y pasivas, pero qué resultado se puede esperar si se obliga a los arboles a crecer mientras huyen del conflicto, un conflicto gestado por mentes enfermas dispuestas a cualquier cosa. En definitiva, es necesaria la reestructuración del sistema, las garantías de no repetición que se le ofrecen a las víctimas del conflicto serán una idea en el aire, mientras no se piense en el ser humano como sujeto que siente y que merece respeto sea cual sea su condición.