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CARAVAGGIO: EL TRIUNFO DEL BARROCO. SU OBRA Y SU INFLUENCIA EN LOS PINTORES POSTERIORES DE VELÁZQUEZ A REMBRANDT Caravaggio, valiente imitador del natural (Francisco Pacheco, 1649) Profesora: María Josefa Pastor Michelangelo Merisi da Caravaggio es uno de los más grandes pintores de la historia. Nacido en Milán en 1571 y muerto en Porto Ercole en 1610, su obra revolucionó la pintura del siglo XVII por su naturalismo, su realismo a veces brutal, y el empleo del claroscuro llegando al tenebrismo. Conoció un éxito extraordinario a principios del 1600 gracias a sus poderosos protectores y a los coleccionistas de alto nivel que buscaban sus obras. Pero enseguida entró en un período difícil. En 1606 hiere mortalmente a un adversario en un duelo y abandona Roma, pasando el resto de su vida entre Nápoles, Malta y Sicilia. A pesar de su justo reconocimiento como artista genial, muchos de sus contemporáneos nos dejaron un retrato poco halagador de Caravaggio, siempre con aura de pendenciero y difícil, opinión que se ha ido corrigiendo en los últimos años. En el pasado siglo XX el genio del pintor ha sido plenamente reconocido y son innumerables las exposiciones y rigurosas publicaciones científicas, al mismo tiempo que su atormentada vida ha dado lugar también a novelas y películas.

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CARAVAGGIO: EL TRIUNFO DEL BARROCO. SU OBRA Y SU

INFLUENCIA EN LOS PINTORES POSTERIORES DE VELÁZQUEZ A

REMBRANDT

Caravaggio, valiente imitador del natural (Francisco Pacheco, 1649)

Profesora: María Josefa Pastor

Michelangelo Merisi da Caravaggio es uno de los más grandes pintores de la historia.

Nacido en Milán en 1571 y muerto en Porto Ercole en 1610, su obra revolucionó la

pintura del siglo XVII por su naturalismo, su realismo a veces brutal, y el empleo del

claroscuro llegando al tenebrismo.

Conoció un éxito extraordinario a principios del 1600 gracias a sus poderosos

protectores y a los coleccionistas de alto nivel que buscaban sus obras. Pero enseguida

entró en un período difícil. En 1606 hiere mortalmente a un adversario en un duelo y

abandona Roma, pasando el resto de su vida entre Nápoles, Malta y Sicilia.

A pesar de su justo reconocimiento como artista genial, muchos de sus

contemporáneos nos dejaron un retrato poco halagador de Caravaggio, siempre con

aura de pendenciero y difícil, opinión que se ha ido corrigiendo en los últimos años. En

el pasado siglo XX el genio del pintor ha sido plenamente reconocido y son

innumerables las exposiciones y rigurosas publicaciones científicas, al mismo tiempo

que su atormentada vida ha dado lugar también a novelas y películas.

Actualmente podemos decir que está representado en los más grandes museos del

mundo a pesar del número limitado de pinturas que ha llegado hasta nosotros.

Su formación tuvo lugar en el taller de un pintor lombardo de Milán. Tambien iría a

Venecia para conocer la obra de Giorgione y Tiziano, sobre todo. En 1592 marchó a

Roma donde comenzó realizando obritas que podemos llamar de género y temas de

flores y frutos: Muchacho mordido por un lagarto o Muchacho con un cesto de frutas.

Su mejor obra será unos años más tarde el celebérrimo Cesto de frutas (1597-98),

conservado en la Biblioteca Ambrosiana, y a la que podemos considerar el primer

bodegón como tal, sin connotaciones simbólicas.

En esos años también ejecutará algunas bellísimas pinturas religiosas tales como la

Magdalena penitente y el Descanso en la Huida a Egipto. La Contrarreforma necesita

decorar sus templos y Caravaggio fue de los elegidos para este fin. El Cardenal del

Monte, entusiasmado por estas obras le encargará las pinturas referentes a San Mateo

de la Iglesia de San Luis de los Franceses. En La vocación de San Mateo la luz ilumina de

manera magistral a los protagonistas dejando en penumbra a lresto.

En estas obras, en las que pinta para Santa María del Popolo sobre San Pedro, y en las

que ejecutará a partir de este momento de asunto religioso, sustituye las tradicionales

fórmulas pictóricas utilizadas hasta ese momento por un dramático realismo,

perfecciona la técnica del tenebrismo y acentúa con la luz la tensión emocional.

Además se produce una sorprendente inmediatez y familiaridad con las figuras al

elegir gente del pueblo como modelos. Famosas son sus querellas con los comitentes

por cuadros como la Muerte de la Virgen, representada como una mujer de piernas

desnudas y vientre hinchado que se decía era una prostituta ahogada.

En 1606 huye de Roma acusado de la muerte de un hombre y se dirige a Nápoles,

donde pinta Las Siete obras de Misericordia, en la que se ha querido ver en la luz

brillante de Caravaggio una metáfora de la misericordia que ayuda a la gente a

buscarla en sus propias vidas.

Posteriormente viaja a Malta porque quiere que se le nombre Caballero de la Orden de

San Juan, y aquí nos dejará la monumental Decapitación de San Juan Bautista.

También aquí tendrá problemas con la justicia y terminará embarcándose hacia Sicilia.

En la isla italiana obras como El entierro de Santa Lucía o la Resurrección de Lázaro,

mostrarán la evolución de su estilo, colocando sus figuras en espacios en los que se

crean unos enormes vacíos.

Decide regresar a Nápoles, donde ideará sus últimas obras tales como Salomé con la

cabeza de San Juan y El martirio de Santa Úrsula. Desde allí emprendió camino hacia

Roma para ver al Papa que estaba dispuesto a concederle el perdón por los sucesos

ocurridos cuatro años antes. Pero muere por el camino en la localidad de Porto Ercole.

Las circunstancias de su muerte no son del todo conocidas pero en 2001 se descubrió

un certificado de defunción en el registro de la parroquia de San Erasmo de la ciudad

atestiguando que había fallecido en el hospital de Santa María Auxiliadora a

consecuencia de una enfermedad.

La influencia de las obras de Caravaggio fue enorme. Ya viviendo el pintor un buen

número de artistas manifiesta caracteres similares reunidos en lo que se ha

denominado caravaggismo. Al mismo tiempo pintores tan formidables como Orazio

Gentileschi, Artemisia Gentileschi, Georges La Tour, Velázquez, Rubens o Rembrandt,

manifiestan en sus obras su interés por las obras del milanés. Asimismo su huella está

presente en el realismo del siglo XIX.

Genio revolucionario y hombre maldito, merece toda nuestra atención disfrutando y

asombrándonos con su magistral dominio de la luz y el espacio.