caminando con el santo hermano pedro

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CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO Un canario para la eternidad Esta Ruta pretende que hagamos camino con nuestro Hermano Pedro, conozcamos su amor a Dios y al prójimo desde su descubrimiento de la cercanía de Jesús en su nacimiento en Belén. Nos estimula a que sigamos sus pasos, hoy. Delegación Diocesana de Enseñanza Tenerife.

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CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO Un canario para la eternidad Esta Ruta pretende que hagamos camino con nuestro Hermano Pedro, conozcamos su amor a Dios y al prójimo desde su descubrimiento de la cercanía de Jesús en su nacimiento en Belén. Nos estimula a que sigamos sus pasos, hoy. Delegación Diocesana de Enseñanza Tenerife.

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Propuesta para hacer una ruta del Hermano Pedro con

alumnos en la Diócesis de Tenerife

NOTAS PREVIAS:

1. Antes de realizar esta Ruta con los alumnos –sean de la edad que sea- es necesario haber

trabajado en el aula los datos biográficos del SANTO HERMANO PEDRO y así situarlos

previamente en la organización socio-religiosa de aquella época –siglo XVII-, en una zona rural de

las Islas, y de modo principal sus cualidades humanas y cristianas, su sencillez y su gran

preocupación por los pobres, siguiendo las huellas de Jesucristo.

2. Sería interesante que los alumnos hayan investigado la figura del Hno. Pedro entre las personas

mayores, familiares, vecino, residencias de ancianos, y hayan trabajado el significado de la

devoción popular.

3. Es preciso recordar a los alumnos que fue el precursor de:

+La asistencia social entre la población de Guatemala.

+Instituyó con un mínimo de posibilidades la primera escuela pública de América.

+Su constante atención a los pobres, a los enfermos, a los abandonados le llevó a fundar

varios hospitales, y el primero dedicado a enfermos convalecientes.

4. Partiendo de que los alumnos han realizado varias actividades, entre ellas el itinerario de su

vida, se le entregará un Mapa mudo donde aparece la Isla de Tenerife, el Océano Atlántico, Cuba y

América Central así como un Cuadernillo de Campo para que durante esta ruta vaya señalizando

y escribiendo sus impresiones de cada una de las etapas.

5. Se recomienda que una vez de regreso, basándose en los “apuntes de campo”, que deben

presentar, se organice una EXPOSICIÓN EN CADA CENTRO con los trabajos creativos

personales, siendo muy libre la composición que decidan hacer.

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ETAPAS

Es de interés que los alumnos visiten los puntos más significativos en la

vida tinerfeña del Hno. Pedro.

1ª.- Vilaflor: nacimiento y bautismo.

2ª.-Adeje: lugar en el trabajó desde los 11 años hasta los veintitrés en

que embarcó hacia Las Indias. Ejerció el servicio como pastor de la “Casa

Fuerte”, labor para la que voluntariamente se ofreció.

3ª.- El Médano: cueva del Hno. Pedro.

4ª.- Candelaria: para tener un encuentro con las “raíces de la fe

cristiana en Tenerife” y rezar por la paz.

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I. VILAFLOR

Antes de llegar al término municipal de Vilaflor, primera etapa, conviene informarles de sus

características, puesto que este pueblo, donde se proyecta hacer la primera parada de nuestro

itinerario, en el año 1626, es el lugar del nacimiento de nuestro protagonista.

Está situado en los altos de Granadilla, a unos 1.400 m. sobre el nivel del mar, lo que le

convierte en el municipio más alto de España. Es el único municipio de la vertiente Sur de Tenerife

que no posee línea costera, y el más pequeño de la superficie insular. Al Norte, limita con la pared

meridional de Las Cañadas, comprendiendo el tramo que va desde Montaña Guajara hasta el Roque

de Los Almendros (2.526 m. de altura), al Este linda con el municipio de Granadilla, al Oeste, está

separado del municipio de Adeje por el Barranco de El Rey y por el Sur, limita con los término de

San Miguel y Arona.

El tramo superior de su territorio aproximadamente desde la cumbre hasta los 1.400 m. está

conformado por un talud de acusada pendiente que salva un desnivel de 1000 metros en sólo 5 km.

A partir de los l.400, el desnivel, aunque importante, es mucho más suave hasta que llega a

un nivel de 800-900 metros, donde termina su término municipal, y que se ve atravesado por varios

barrancos como el de La Magdalena, Las Mesa, Carnero, y el del Rey, antes citado, lugares que sin

duda recorrió el Hno Pedro en busca de pastos para el rebaño que cuidaba.

Cuenta con unas elevaciones de todos conocidas, Roque de Jama, el Sombrero de Chasna

(2.4ll m. de altitud). Muy próximo a estos roques existen un considerable número de conos

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volcánicos bastante bien conservados. De las montañas El Coto y El Pozo, han descendido en

épocas pasadas unas coladas volcánicas que han conformado una plataforma de materiales que ha

rellenado la parte baja de los términos de San Miguel y de Arona.

Las características climáticas, hoy como ayer, en el S. XVII, son las correspondientes a las

zonas de medianías de la vertiente Sur, con un ambiente seco y soleado durante casi todo el año. No

llueve mucho y menos a medida que se desciende, sin embargo, es normal que las algunas de las

precipitaciones sean de nieve.

La vegetación dominante en la zona es el pino canario, que adquiere su máximo desarrollo en

la ladera orientada al Suroeste, en contacto con el pinar de Adeje. Si se ha venido desde Las

Cañadas, se ha podido comprobar que, por encima de los 2.200 metros, sólo han encontrado el

roquedo descubierto, en el que existen algunas retamas, y algún ejemplar de pino, que dada la

pobreza del suelo y su escaso espesor, son aislados, de poca talla y alguna vez hasta un poco

deformes. Conforme han ido descendiendo ya se encuentra un estrato arbóreo de cierta espesura y

con unidades de mayor altura, existiendo algunos incluso “famosos” por su corpulencia que han

sobrevivido a las frecuentes talas a las que se ha visto sometido el monte de este término.

Reyes Darias en 1968 escribe:

“En el lugar denominado Lomo Gordo, se pueden admirar dos ejemplares únicos, por sus dimensiones, de seculares pinos, conocidos uno por PINO GORDO, cuya altura alcanza los 60 metros, y otro denominado, Pino de la Madre del Agua, que mide setenta metros de altura, con ocho metros de circunferencia. Son ejemplares milenarios y únicos, distando del pueblo 450 metros”.

Cuando se acerca la hondonada donde se ve la panorámica general del pueblo y todo el

paisaje de su campiña, se puede observar la fertilidad de sus tierras. Desde hace muchos años ha

sido ensalzada por los que visitaban Vilaflor Así el P. Ledru en el año 1796 señalaba:

“Allí el invierno es riguroso y nieva con frecuencia. No obstante su suelo es de gran fertilidad, produciendo a veces de ciento a ciento veinte por uno”

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Todavía hoy la actividad agraria en esta comarca es la base de su economía. Los cultivos que

destacan son la “papa” y el viñedo, siendo una de sus características principales que cubren la tierra

con una arena blanca, jable, con el fin de conservar la humedad de las tierras en las huertas

“enjabladas”, lo que le proporciona un colorido muy llamativo a quienes arriban a esa zona

Al carecer de zona costera, la explosión turística del sur no le ha llegado a este municipio, y

apenas ha repercutido en la población, que continúa manteniendo la particularidad de ser el

municipio tinerfeño con un menor número de habitantes, como lo venía siendo desde siglos atrás.

Aunque algunos de sus habitantes hoy trabajan en la construcción y en el sector servicios en

lugares próximos más turísticos, y, por otra parte, las dos explotaciones de embotellado de aguas

minerales de mesa – “Aguas de Vilaflor S.A.” y “El Pinalito, S.A.” proporcionan empleo a otros

trabajadores, podemos afirmar que su población continúa cultivando pequeñas explotaciones con

los sistemas de siempre.

El término municipal de Vilaflor cuenta con muchos almendros, razón por la que la

repostería de sus “almendrados” es muy considerada en toda la Isla. En menor escala, todavía hoy se

encuentra la artesanía de “encajes de Vilaflor”, realizada con alfileres sobre una almohadilla, que

sigue siendo muy valorada y apreciada, tanto por tinerfeños, como por turistas.

Este caserío no siempre tuvo el mismo nombre de “Vilaflor”. (Recordemos la leyenda o

tradición recogida por Sabino Betherlot.

(Ver fotocopia correspondiente, para hacer comentario de texto.(Anexo nº 2)

También en Viera y Clavijo encontramos la siguiente referencia:

“Chasna, por otro nombre Vilaflor dista 2 leguas de Adeje y 13 de La Laguna. Es lugar arruado en un vallecito poblado de árboles frutales; pero como es grande la altura, lo es también el frío. Allí nieve todos los inviernos. Por uno y otro lado empiezan las cumbres y los pinos. Las aguas son las más celebradas de Canarias. Haylas agrías y medicinales. Es país feracísimo en trigo, si llueve a tiempo....”

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En conclusión, estamos ante un municipio escasamente poblado, muy limpio, que conserva la

tranquilidad y paz de la que siempre ha gozado, en el que la agricultura sigue desempeñando el papel

dominante desde el punto de vista económico y donde la actividad turística, aunque es muy visitado

por los excursionistas, no ha dejado sentir sus efectos,

PRIMERA PARADA

Consta de dos visitas:

IGLESIA PARROQUIAL SAN PEDRO APÓSTOL, DONDE FUE BAUTIZADO,

para visitar la Parroquia, ver la pila bautismal y correspondiente partida de Bautismo y

realizar una pequeña celebración para dar oportunidad a los alumnos/peregrinos de

renovar su propio bautismo.

La Parroquia de Vilaflor tiene como titular a San Pedro Apóstol. Anteriormente se ha hecho

constar que el nombre de Vilaflor, siguiendo a varios historiadores es una alteración de “Villaflor”,

“Chasna” para los guanches, que en su lenguaje significaba “flor”. Fue residencia de reyes

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guanches, siendo su último mecey Aguaxona y más tarde, residencia de conquistadores. En el año

1500 ya había una ermita en este paraje en honor de San Pedro Apóstol. Originariamente se le

consideraba Iglesia primordial en razón de ser “cabeza de reino” Fue matriz de las parroquias de

Granadilla, Arico, Arona y San Miguel.

En este lugar, junto a sus nieves y a su hermoso pinar, fundaron convento en 1613 los Padres

Agustinos.

En esta parroquia fue bautizado el Hermano Pedro de Betancur y su partida bautismal se

encuentra en el folio 13 vuelto, del libro segundo en la que se hace constar que Pedro, hijo de

Amador González y de Ana García, fue bautizado el 21 de marzo de 1626. Tiene una nota marginal

que dice: “Este es el Hermano Pedro de San José Bethencourt, que murió en Guatemala con

fama de santidad”.

CASA DE SU NACIMIENTO Y CONTACTO CON LA COMUNIDAD DE LAS

RELIGIOSAS BETHLEMITAS.

Junto a la parroquia se ha construido y concluido recientemente una nueva Capilla sobre el

solar en donde parece que nació el Hermano Pedro y que se debe visitar.

En ella existe una lápida que afirma:

“Sobre este solar estuvo la casa natal del Venerable Hermano Pedro de San José de Betencur, fundador de la Orden Betlhemita. Fue varón de extraordinarias virtudes, habiendo dedicado su existencia a la práctica de la caridad sublime.- Vilaflor 21-3-1626- Guatemala 25-4-1667.- El Ayuntamiento de Vilaflor acordó colocar esta lápida con ocasión del tercer centenario de su muerte”.

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Allí vive una Comunidad de Hermanas Betlehemitas, una de las Órdenes fundadas por el

Hno. Pedro.

Recuérdese que Clemente XIV el día 25 de Julio de 177l, lo declaró “Venerable” siervo de

Dios, y el 22 de Junio de 1980, S.S. Juan Pablo II declara Beato al Hno. Pedro. El pobre siervo y

pastor Pedro de Betancur, el humilde fraile que cruzaba los caminos de Guatemala recogiendo y

ayudando a los más desposeídos, es hoy ciudadano de la historia, de la leyenda y del cielo ( Así

finaliza su biografía Carlos E. Mesa su libro titulado “Pedro de Betancour, el hombre que fue

caridad”.

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II. ADEJE

SEGUNDA PARADA

BREVE VISITA A “CASA FUERTE” DE ADEJE.

Siguiendo el itinerario previsto desde Vilaflor los alumnos/peregrinos pueden desplazarse

hasta el municipio de Adeje, localidad donde permaneció Pedro de Betancur durante varios años.

La Villa de Adeje se sitúa a 280 metros de altura, está formada por una amplia plataforma, y

protegida por un importante arco montañoso, muy erosionado, perteneciente al macizo antiguo que

le aísla de la vecina Arona.

Desde la carretera verán diferentes barrios, concretamente, bajando hacia La Camella y

Arona, antes de llegar a la Autopista, y a la derecha, se encuentra “Ifonche”, lugar en el que se dice,

según alguna tradición, que fue donde nació el Hno. Pedro, aunque lo más certero, según

investigadores, acaeció en la casita que existía en un solar muy cercano a la Parroquia, donde hoy se

ha levantado una capilla.

Toda la cuenca aporta un importante caudal de agua a través del barranco de “El Infierno”

Lugar muy especial en la Isla de Tenerife, que posee un precioso paisaje, un auténtico oasis en

medio del árido Sur, con una cascada de agua que cae de forma permanente durante todo el año, lo

que ha beneficiado a toda la zona, haciendo posible siempre una espléndida agricultura de regadío.

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Esta situación privilegiada hizo que una familia se apropiase de las aguas y de las tierras de

este lugar, y desde épocas que se pierden en los siglos, manteniendo un señorío con prerrogativas

feudales (según cuentan, horca, patíbulo, cepo, etc). Con este motivo, alrededor de cuya Casa Fuerte

existen muchas leyendas

Adeje fue el principal de los Menceyatos del Sur y residencia del Gran Tinerfe, antes de la

división de la Isla en nueve menceyatos y su último Mencey se llamó Pelinor, que al bautizarse tomó

el nombre de Diego. Llevado a Castilla con otros guanches, debido a su jerarquía anterior en la corte

le concedieron el privilegio de escudo de armas que usaron sus sucesores junto al tratamiento de

“Don”. El Adelantado le concedió tierras en Adeje y en otros lugares del sur de la Isla.

Así mismo le entregó a un mercader genovés, Cristóbal de Ponte, grandes extensiones de

tierras en Garachico, y Buenavista, de tal forma que llegó a ser el señor más rico de la Isla. Y fue su

hijo, Pedro, caballero “de excelentes virtudes” quién consiguió de Felipe II licencia para levantar en

Adeje una fortaleza y el derecho a la Alcaldía de la misma zona. Un siglo más tarde, sus

descendientes alcanzaron el “Señorío” de toda aquella región. La “Casa Fuerte” de Adeje fue famosa

por su castillo, por su extensión territorial, por sus caballos, por sus esclavos, y por el “Cuarto de los

Archivos”, (que más tarde Viera y Clavijo lo llamaría el “Tesoro de Canarias”)

Sin necesidad de recurrir a la fantasía o a la imaginación, es normal pensar que en el siglo

XVII los habitantes de estas comarcas del sur, al tener que realizar sus desplazamientos a pie, o, los

más ricos utilizando alguna caballería, el niño, y el adolescente Pedro de Betancur en sus primeros

veintitrés años de permanencia en la Isla, haya recorrido todas estas laderas, barrancos y caminos,

máxime siendo un sencillo pastor desde los once años, que lógicamente tendría que ingeniárselas

para encontrar pastos para el rebaño del que era responsable.

Conviene hacer una visita a la Parroquia para poder contemplar la Virgen de Candelaria,

posiblemente copia de la antigua imagen de la Virgen aparecida a los guanches y desaparecida en

una riada. Esta copia fue encargada por los Condes de la Gomera y colocada en esta iglesia

parroquia. Se trata de una imagen policromada, un metro de altura, con peana, y que data del siglo

XVI.

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La titular de esta Iglesia es Santa Úrsula, talla policromada anónima de la escuela

alemana del siglo XVII, quizás traídas por los frailes franciscanos que fundaron en esta localidad

convento el año 1679, bajo la protección de los Marqueses de Adeje y los Condes de la Gomera.

Tuvieron un colegio de enseñanza superior e internado, hoy totalmente restaurado y en el que se

puede visitar el Museo de Arte Sacro.

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III. GRANADILLA

TERCERA PARADA

CUEVA DEL HERMANO PEDRO EN EL MÉDANO.

Acercándose los alumnos/peregrinos a la costa del municipio de Granadilla de Abona, en la

zona de El Médano, antiguo puerto de esta ciudad, conviene informarles que aunque muy conocida

por sus dos magníficas playas ( La Tejita y El Médano), posee también una ancha extensión de

terreno que desde siempre ha determinado una interesante vida agrícola con cultivos de secano.

Antiguamente era muy frecuente encontrar grandes suertes de tomates, y, a veces, pastizales, casi

todos hoy abandonados y en su lugar, vemos creciendo la construcción, y la concentración de

población en función de la demanda turística, muy favorecida con el trazado de la autovía del Sur, y

de la ubicación del nuevo Aeropuerto de la Isla, “Reina Sofía”.

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NOTAS PARA LA VISITA

Es preciso hablar a los alumnos de la significación del pastor, de la austeridad de vida

de aquel muchacho tinerfeño, de su vivencia de los principios cristianos en un clima de total ascesis,

de su vida de oración, de su poca instrucción, de su entrenamiento para pasar dificultades…

También se puede hablar de la cueva, de lo que es una tradición en medio de los pueblos, de

los valores de la devoción popular, de los exvotos y promesas, sentido y razón de ser, de las

botellas de aceite, de los cigarros, de los fósforos, y hasta de los papeles doblados y colocados entre

las piedras del interior de la cueva…

Lo primero que habrá que clarificar a los alumnos es la significación de los exvotos, porque

allí los van a encontrar y les extrañará pensando en la mentalidad actual. En definitiva, los “exvotos de cera o promesas constituyen, en palabras de D, Damián Iguacen, un exponente de la fe y de la piedad del pueblo creyente. Son manifestaciones gráficas y visuales de una gratitud sincera, un testimonio de fe y de religiosidad, como un súplica y alabanza que se hace presente incesante”. En

ellos, sean lámparas, figuras de cera, cuadros, escritos, o recuerdos, se manifiesta el valor cultural

con que el pueblo expresa dichos sentimientos y es una forma concreta de declarar su

agradecimiento.

Nuestro anterior obispo, en sus escritos, continúa ejerciendo su misión de “pastor” y

como “enseñante” podemos leer lo siguiente: “Se ha de procurar que los exvotos y promesas sean dignos, que no haya en ellos expresiones populacheras y de mal gusto, que su proliferación y desorden no desdigan del lugar santo, ni distraigan a los fieles, ni desvíen la atención a lo que se celebra”.

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En definitiva, nos indica en qué consisten las manifestaciones de una piedad popular

tradicional, a la que es preciso respetar, valorar, comprender y si es necesario, en algún momento,

purificar.

La confluencia de peregrinos y romeros, constantemente llegados a un lugar como éste,

bastante alejado, deshabitado, un tanto desmantelado, había dejado a través de los años un cierto

desorden en aquellos parajes. Ahora la Diócesis ha dignificado este lugar dado el significado

religioso que para los canarios tiene el lugar donde el Hno. Pedro se recogía en oración y buscaba en

su corazón lo que Dios quería para su vida y su futuro. Se la conoce como la “Cueva del Hermano

Pedro”.

Resulta interesante estudiar y profundizar en la realidad de la conservación y veneración de

estas tradiciones. Sociológicamente tiene su explicación, pero indudablemente mayor trascendencia

tienen desde el punto de vista religioso, estos fenómenos de trasmitir, generación tras generación, la

costumbre de visitar lugares ligados a personajes entrañables, como es el caso de la “Cueva del

Hermano Pedro”. Lejos de desaparecer en este mundo secularizado, más bien se conserva y

aumenta.

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En este lugar, se sugiere que se realice un rato de reflexión (recordando todos aquellos

que habrá tenido el Hno Pedro en este lugar discerniendo cuál debía ser su misión, lugares, cuevas y

barrancos en los que iba descubriendo y decidiendo la orientación de su vida futura ) El tema central

podría ser sobre “EL SENTIDO DE LA VIDA”, preguntándose: “Señor, ¿Qué quieres que haga?”

(Anexo número 4)

La peregrinación a estos lugares puede ser una peregrinación a la soledad, tan necesaria en

estos tiempos de ruidos, voces y estruendos, de evasión y de huída de sí mismo. Muchos se pueden

encontrar consigo mismos, recuperar historias de fe vividas intensamente en su niñez y juventud, en

tiempos atrás, refrescan su fe, a la vez que ratifican su decisión de vivirla con personalidad.

Pero la peregrinación a estos lugares puede ser una peregrinación a la comunidad y con ella.

Esto es muy importante, nos continúa diciendo D.Damián, “las personas necesitan encontrarse con los demás, celebrar y colaborar en la fiesta con todos, y convivir en la fiesta de todos. Al caminar juntos, todos necesitan tener en cuenta a todos, y a cada uno, mantener sus tradiciones y su cultura. Tengan todo esto en cuenta los que peregrinan en grupo a lo largo de los caminos y carreteras de la Isla”.

“En una peregrinación a lugares bellos y queridos de la Isla, se disfruta del tiempo bonancible, de la paz ambiental, de la amistad de las personas con las que se viaja, el contacto con la naturaleza contrasta con los enredos de la vida y elevan al Creador que pensó las cosas de otro modo y las conserva bien cuando no interviene la libertad humana con el abuso”.

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“Esta peregrinación a lugares determinados de nuestra tradición cristiana en la Isla, son una peregrinación hacia Dios que ofrece su salvación a todo el que lo desea y llega hasta El. Y por último, siguiendo los pasos y huellas del Hermano Pedro desde esta contemplación de Dios, nos ha de llevar a las necesidades de nuestro prójimo, sea el que sea, de la raza, edad o religión que sea.

“Una visita a la Cueva del Hermano Pedro, y llevar a cabo una ruta como las que se esta realizando siguiendo sus huellas, y recordando su personalidad y actitudes vividas lealmente, día a día, en el territorio que sea, recordando que se le conoce como el hombre que fue caridad, el hermano que fue universal, nos compromete a revisar nuestras actitudes y nuestro comportamiento y atención a los que nos rodean., sobre todo a los más pobres, nuestra disponibilidad, y nuestro servicio, sin mojigaterías falsas, ni histerismos a destiempo”.

“Visitar los lugares del Hermano Pedro, supone un reconocer que merece la pena pasar por

la vida siendo apoyo para los demás, al mismo tiempo que es un estímulo para ver un poco más allá del materialismo y consumismo que nos va esclavizando, poco a poco, sin apenas dejarnos espacio para reaccionar. Ir a la Cueva del Hno Pedro, no es hacer turismo, conocer lo que no conocíamos, ni siquiera saber algo más de un tinerfeño sino que tenemos que dar un paso más, dejar que se produzca el encuentro personal con Dios”

No podemos justificarnos con hacer la señal de la cruz, o propiciar devociones, y

bendiciones, mientras humillemos y oprimamos a otras personas, sino que si queremos ser

seguidores de Jesús, será preciso tener sus actitudes y ser los primeros defensores de los derechos

humanos y saber estar al lado del que lo necesita, del que sufre, del pobre.

Caminar senderos, caminar tras las huellas de alguien nos recuerda mucho a Jesús que nos

dijo “Yo soy el camino”. Indudablemente cuando ponía este ejemplo, este símbolo no estaría

pensando en circular por las autopistas, sino por caminos: algo estrechos, algo angostos, en donde se

suceden los encuentros, a raíz de la tierra, sin automóviles aislantes, y arrolladores, En las veredas no

hay atropellos, cuando avanzamos por un atajo, hacemos paradas, altos, descansos, no existe el

vértigo de las prisas. Sería una lección que nos vendrá muy bien aprenderla y practicarla,

aprendamos a ser humildes, sencillos, contempladores de la naturaleza, no “hacer camino” a base de

imposiciones o de manipulaciones... sino en armonía y concordia, sin destruir nada ni a nadie, como

dice Pierre Charles. No olvidemos que la calidad de la vida humana depende de la calidad de las

relaciones del hombre con la naturaleza y con los demás, sin rechazar el progreso ni el mundo

moderno, porque el progreso precisamente es querido por Dios, y es el encargo que le hizo al

hombre desde la Creación del Mundo

Juan Pablo II nos recuerda que la austeridad, la templanza, la autodisciplina y el espíritu de

sacrificio no podemos desecharlos de la vida de cada día… para ser feliz y que otros lo sean.

Que la belleza de las Islas Afortunadas sea camino para reconocer a Dios como Padre bueno

que quiere y desea que sus hijos vivan como hermanos en la “casa” común de unas islas que ojalá

sean afortunadas para todos sus habitantes incluidos los que se relacionen con ellos.

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IV. CANDELARIA

CUARTA PARADA

BASÍLICA DE CANDELARIA.

NOTA PARA LA VISITA

Al viajar con los alumnos/peregrinos desde El Médano hasta la Villa de Candelaria, se

sugiere razonar por qué terminamos esta ruta ante la Virgen de Candelaria.

En los apuntes biográficos sobre el Hno. Pedro, se recoge un oculto deseo del Santo cuando

estando en América y recorriendo los caminos de Guatemala, o haciendo uno de sus muchos ratos y

horas de oración, cómo en su interior recordaba a su Patrona, y en una de sus confidencias se

encontró escrito:

“Si Dios me llevara otra vez a mi tierra, iría descalzo al Santuario de Nuestra Señora de Candelaria” Esta es la remota motivación por la que se ha considerado importante una visita al Santuario,

ya que estamos siguiendo las huellas del Hno. Pedro y como él no regresó a la Isla, parece hermoso

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que al regresar de su “RUTA”, se terminara ante la imagen de la Candelaria , y en el lugar ”raíz de la

fe cristiana en las Islas”

Llegamos a la gran explanada delante de la Basílica, el Santuario actual de la Virgen de

Candelaria. Estamos ante el centro de la historia, de las tradiciones y de la religiosidad de nuestro

pueblo, lugar de culto y de evangelización, donde se acrecienta la vida cristiana.

En todas las imágenes de devoción profundamente popular hay arte y pedagogía, hay un

simbolismo que debía ser conocido,. No pueden ser tratadas y contempladas sólo como objetos de

arte, o de historia, ni mucho menos bajo el punto de vista únicamente económico. Tienen otros

valores superiores que se deben conocer. En todo esto hay un sentimiento profundamente religiosos

de un pueblo que así expresa su fe. La Virgen de Candelaria es conocida, también, popularmente

como la Virgen Morena, o La Virgen Morenita.

Se puede aprovechar este momento para relatarles a los alumnos/peregrinos la aparición de

esta imagen de la Virgen en la playa de Chimisay, en El Socorro de Güimar, muy cerca de la

Basílica, y la leyenda que tradicionalmente se pasa de generación en generación sobre su encuentro

con los guanches, ceremonia que se repite anualmente cuando las fiestas del 15 de Agosto. Es

importante situarlos en el siglo XIV, XV, XVI, XVII y los sucesos que estaban ocurriendo en la Isla.

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Igualmente, es recomendable aclararles que la imagen que van a ver no es la “auténtica”, la

que se apareció a los primitivos aborígenes de la zona, y que “vivió” en la Cueva del Mencey , la

que llamaban “Extranjera”, y que más tarde, con las explicaciones de Antón el Guanche supieron

quién era. Parece ser que la primitiva imagen fue arrastrada por un temporal de mar en el año 1826

desapareciendo para siempre. La imagen actual que se venera fue tallada por Estévez, escultor

tinerfeño.

En uno de los laterales del altar mayor, rodeando a la imagen de la Virgen de Candelaria se

encuentran dos pinturas, una representa al Hno. Pedro con su campana, otra al Padre Anchieta. Así

mismo se retratan a los dominicos guardianes de la Basílica desde el principio y al pueblo alrededor

de D. Domingo Pérez Cáceres, obispo de Tenerife y promotor de la construcción del santuario de la

Virgen.

Sugerimos que recordando las características del Hno Pedro, y razonándoles el por qué, sería

interesante que entraran descalzos porque son peregrinos, porque entran en un lugar sagrado, porque

no sólo lo van a hacer ellos, quizás sea el momento de leerles la cita de Moisés “Descálzate, pues

estás en lugar sagrado”.

Otra sugerencia podría ser el que intercambiaran en pareja o pequeño grupo, en confianza, lo

que ha sido para ellos la visita a los lugares relacionados con el Hno. Pedro.

Sería aconsejable que el profesor de Religión o guía de la peregrinación que llega a este

recinto mariano siguiendo las huellas del Hermano Pedro, les invitara a entrar en el Santuario, a

rezar por la paz: por la paz mundial, por la paz en nuestra tierra, por la paz en nuestras familias, por

la paz en nuestro interior. Pueden hacerlo individualmente, o, si lo creen oportuno, utilizando alguna

de las oraciones que se acompañan en un folio adjunto. Puede escogerse cualquiera de las opciones.

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A poca distancia de la Basílica actual, inaugurada en 1959, y en la parte posterior, a la orilla

del mar, bajo unos inmensos riscos se encuentra la ermita de San Blas y la cueva de Achbinico. Es

uno de los lugares más interesantes. Se trata de la primera capilla, o lugar sagrado, dedicado

exclusivamente al culto de la sagrada imagen, ya antes de la evangelización de la isla.

“Dáse orden que, pues había aparecido a la orilla del mar, la lleven a una cueva que está junto a ella, donde solían ordeñar sus ganados y la llaman Achbinico, que los cristianos llamaros, después, cueva de San Blas. En ésta la pusieron con la decencia que supieron y alcanzaron. Así quedó la santa imagen en la cueva de San Blas encomendada a Antón, que era su sacristán, y a otros ancianos que el rey había puesto para que la guardasen y mirasen por ella, barriendo la cueva donde estaba”. Le hacían festejos y ordenaban fiestas y regocijos, danzas, bailes y saltos de mucha ligereza, y luchas y ejercicios de mucha agilidad” (Alonso de Espinosa).

Aquí encontraron la imagen sagrada cuando llegaron los conquistadores y aquí permaneció

hasta el año 1526 que fue llevada a la nueva ermita hasta que en 1789 fue trasladada a la nueva

iglesia parroquial en que desapareció por un incendio en dicho año. Inmediatamente se comenzó la

construcción de un nuevo templo que es lo que , hoy, llamamos la “antigua basílica”, inaugurada en

l803 , que aunque sufrió la tremenda inundación de 1826 en la que desapareció la imagen primitiva,

se vuelve a restaurar, introduciéndose la imagen actual que allí permaneció hasta que, por fin, en

l959 se bendice el actual santuario. Se puede mostrar esta antigua iglesia que es la que está adosada

a la Basílica en la parte que da al mar.

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23

Delegación Diocesana de Enseñanza.

Diócesis Nivariense.

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24

TELÉFONOS DE UTILIDAD.

Religiosas Betlehemitas en Vilaflor: 922 709004

Correo electrónico: [email protected]

Ayuntamiento de Adeje. Sección Cultura.

Fax: 922 710797.- Teléfono 922-756200, extensión 366.

Parroquia de San Isidro (encargados de la cueva del Hermano Pedro)

Teléfono 922 770425.- Fax: 922-394498

PEQUEÑA BIBLIOGRAFIA.

- Delegación Diocesana de Enseñanza. Arte y Fe. Cuando la fe se expresa en el arte.

Los Santos Canarios. DVD.

-Dos canarios para América. Delegación Diocesana de Enseñanza-Misioneros Combonianos.

-D. Damián Iguacen. Ruta de la Virgen de Candelaria.

-Julio Ribot. El Hermano Pedro. Edobite.

-Carlos E. Mesa. El hombre que fue caridad.

-Víctor Rodríguez Jiménez y José González Luís. El Santo Hermano Pedro de San José de

Bethencourt. Centro de la Cultura Popular Canaria.

-Wikipedia. Pedro de San José Betancur

-El Esquisuchil, el árbol del Hermano Pedro: http://youtu.be/rJmx1jjDpyk

-Recursos en Internet

Page 25: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

1

NUESTRO SANTO HERMANO PEDRO

PEQUEÑA BIOGRAFÍA

FAMILIA, NACIMIENTO, BAUTISMO E INFANCIA.

TENERIFE, 19 DE MARZO DE 1626, nace Pedro de Betancur, hijo de Amador

Betancur y de Ana García, en Vilaflor a 92 km de Santa Cruz de Tenerife, y a una

distancia de 12 km., desde Granadilla. Fue bautizado el día 21 de Marzo del mismo año en

la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, en la misma localidad.

Algunos afirman que uno de sus antepasados podría ser Jean de Bethencourt, barón de

Saint-Martín le Gaillard o señor de Teinturire en Normandía, hombre aventurero que

queriendo aumentar su fortuna y adquirir renombre abandona su alcázar, seguido por

algunos gentilhombres –entre ellos, Gadifer de la Sale el legendario don Gaifero de los

viejos romances-, con la intención de ir a conquistar las Islas Canarias.

Aunque inicia el viaje el 1 de Mayo de l492, después de tener una difícil travesía con el

viento en contra y muchos inconvenientes que le obligaron a variar la ruta es en el mes de

Julio cuando arriba a Lanzarote habiéndole costado dos años la conquista de la Isla, ya que

los naturales ofrecieron mucha resistencia.

El recuerdo del caballero normando va unida la villa de Santa María de Betencuria , -en

Fuerteventura-, y en las muchas ramas de distintas familias de los Betancures, extendidas

por muchas partes.

Su niñez transcurre en la bella campiña de Vilaflor, tranquila, sencilla y silenciosa, en el

hogar que constituyen Amador González y Ana García , en medio de un ambiente de firmes

principios morales y cristianos pero muy sencillo, y humilde condición económica,

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2

dedicados a la agricultura y al pastoreo conforme era lo normal en aquellos años, viviendo

muy ajenos al origen de sus antepasados.

Pedro es el mayor de cinco hermanos. (Pablo de Jesús, Mateo, Lucía y Catalina),

Según cuentan las crónicas Amador, su padre tenía un pequeño rebaño que era la fuente de

ingresos de su hogar. Un buen día, con justo o injusto título, un vecino le puso pleito y

logró una sentencia favorable. Apesadumbrado parece que acudió a la Parroquia a

encomendarse a la Virgen, según su costumbre y cuando salía de la Iglesia se encontró con

aquel vecino, quién le manifestó que estaría dispuesto a devolverle el rebaño, si le “diera a

su hijo Pedro para que le sirviese”. Cuando se lo comentaba a su esposa, parece ser que lo

oyó el muchacho quién interrumpe la conversación y no duda en ofrecerse como servidor

de aquel señor.

Estuvo al servicio de Don Bartolomé de Ponte y Calderón, señor de la Casa Fuerte, en

Adeje, (todavía hoy conservada). Pedro, durante algunos años anduvo de pastor, y según la

tradición popular, en tiempos de invierno, lo apacentaba en las costas del Médano,

refugiándose en una de las cuevas allí existentes, lugar que constituye hoy una meta de

peregrinación.

Page 27: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

3

De sus padres, Amador y Ana, se tienen noticias de que intentaban ser buenos cristianos,

hacían grandes ratos de oración, penitencias y ayunos, por ejemplo cuenta el mismo

Hermano Pedro, que su padre ayunaba todos los viernes del año a pan y agua y los de

Cuaresma durante las veinticuatro horas completas. “Mi padre, dirá, más adelante, parecía

un esqueleto vivo” y murió un viernes santo. “Mi madre, añadía, fue muy contemplativa de

la Pasión del Señor”. Naturalmente, estas vivencias infantiles perduraban en su interior. Por

otra parte, contaba después a sus discípulos- “Conocía a un pastorcillo que concurriendo al

campo con otros del mismo oficio, mientras el ganado pacía, él se apartaba de la vista de

los compañeros, y a la sombra de algún árbol se ocupaba en oración y en disciplinas, y

pasaba largos ratos con los brazos en cruz. Acabada esta tarea, él volvía a sus compañeros y

se juntaba a ellos con sencillos disimulo, como quien viene de quehaceres ordinarios.”

En otros recuerdos del Hno. Pedro, nos dice que “siendo niño, al ir con las ovejas al

campo, llevaba en un zurroncillo el gofio que para almorzar me daban, y no lo comía hasta

el mediodía, porque ya en aquellos años acostumbraba ayunar a pan y agua cuatro días a la

semana: lunes, miércoles, viernes y sábado, si bien los otros días acompañaba el gofio con

fruta o queso, cuando los tenía. Para conocer la hora exacta del mediodía como buen

conocedor de las costumbres del campo, fijaba una estaca en el suelo y por la sombra

conocía si era llegada o no la hora de comer, particularmente en los días de ayuno.

Poco a poco entre jornadas pastoriles, bajo nubes y sol Pedro de Betancur se fue haciendo

hombre. Sin conocerse exactamente su relación con América y el atractivo que iba

significando para el pastor de Vilaflor, que se “guarecía” en aquellas cuevas de El Médano,

se cuenta que hacia el año 1637 (cuando él tenía apenas once años) atraca en Santa Cruz

una nave que regresaba de las “Indias” en el que viajaba un misionero llamado Fray Luis de

San José Betancur, que fue a visitar a sus parientes de Vilaflor. Este pariente suyo le

insistió mucho en que “aprendiera letras, para que sirviera a Dios en el estado eclesiástico”.

Invitándole a que fuera a trabajar con él en aquellas tierras, donde “la mies es mucha y los

obreros somos pocos”, le repetía. Y Pedro, se quedaba con esta inquietud en su interior.

Page 28: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

4

Su madre sospechando esta posibilidad, ya viuda, piensa que lo mejor para este hijo es

buscarle una esposa, incluso llega a planear el matrimonio, hasta que Pedro decide ante las

dudas que se plantea, consultar este asunto con una tía, que es “mujer de Dios, y haré lo que

ella indique” y fue esta sencilla mujer quién le aclaró su futuro “El servicio de Dios te

espera en las Indias. Tu camino, Pedro, no es el de la carne y el de la sangre. De este viaje a

las Indias se seguirá mayor gloria de Dios, grandes provechos a los prójimos y no poco

interés a tu misma persona”. Sin duda, ya en su determinación, Pedro tiene veintitrés años,

pero no se atreve a afrontar el momento de la despedida de su madre, y decide bajar al

puerto para aprovechar la primera embarcación que saliera. En este momento, le escribe

una carta a su madre.

“La voluntad de Dios, madre, me lleva a las Indias y Vuestra Merced verá claro que debo

preferirla a todo otro respeto o consideración: Deme su bendición y su licencia que le pido

de rodillas sobre esta nave en que embarco para la provincia de Honduras”. Era el 18 de

septiembre de 1649.

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5

DESDE TENERIFE A GUATEMALA

En aquellos años todas estas travesías marítimas seguían siendo una aventura en la que los

navegantes se jugaban la vida, por muy marineros que se sintiesen. Las carabelas no

ofrecían mucha seguridad, la técnica era bastante primitiva, los temporales eran constantes,

la situación dentro de las naves tensa, con un número excesivo de pasajeros, e

incomodidades que se multiplicaban al transcurrir los días, escasez de agua, malas comidas,

a bordo aumenta la suciedad, relaciones humanas difíciles....

Y, el primer puerto en que arribaron fue La Habana, desde donde debía subir a algún otro

barco, que le llevaría hasta Honduras. Hay en el ambiente algo que a Pedro le recuerda

vivamente su Isla, ya lejana, de Tenerife. Allí se detuvo más tiempo del que quisiera “por

no haber moción del mar hacia Honduras, que era el blanco que jamás le faltó a su ánimo”·

Allí, tuvo noticias de que en La Habana residía un clérigo natural de la Isla de Tenerife,

quién le ofreció hospedaje indefinido. Pedro, continuamente estaba interesado en alguna

nave que viajara a las cosas de Honduras, pese a lo difícil que parecía: Mientras tanto,

buscó un trabajo para no ser carga para nadie, y “Me puse a oficio de tejedor a cuatro de

septiembre de 1650” hasta que tuvo noticias concretas de que una nave iba rumbo a la

soñada Honduras. Llegado al puerto se ofreció a pagar el pasaje en buenos servicios, el

capitán se lo aceptó. Y comienza de nuevo otra travesía.

Page 30: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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Cuando la nave arribó al puerto de Honduras, el capitán dio secretas órdenes de que no le

dejasen saltar a tierra, por la “falta que les hacía trabajando a bordo”. Pedro se enfrenta a

un nuevo contratiempo inesperado y no le “pareció contradecir a quien le había dado pasaje

en su embarcación y se limitó a rezar en lo más íntimo de su corazón para que Dios

remediase el conflicto.”

No había zarpado la nave del Puerto de Honduras cuando Pedro enfermó gravemente de

“recias calenturas”, por lo que decidieron dejarlo sobre una camilla en la playa, y

prosiguieron su ruta. Poco después Pedro, enfermo, calenturiento, desprovisto de dinero y

de comestibles emprendió el camino que hay desde el golfo hasta la Ciudad de Santiago de

los Caballeros de Guatemala.. Sábado l8 de Febrero de 165l. Casi año y medio, desde que

había salido de Tenerife.

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Arrodillándose, besó la tierra, momento en el que se produjo un gran temblor según las

crónicas de la época. El temblor fue tan grande que, según se dice, “espantó a todo el

vecindario y lo sacó a la calle entre alaridos, rezos e invocaciones al cielo” En su

cuadernillo de notas apunta el mismo hermano Pedro.

“Memoria del temblor que sucedió en la ciudad de Guatemala, año de 1651, a 18 de

febrero, a las dos de la tarde. Dieron tres temblores hasta las tres de la tarde, que se

estremeció toda esta ciudad donde estuvo temblando hasta las dos de la noche y después,

al día siguiente, alguno más que son por todos 46 temblores: derribó muchas casas, parte

de los templos ha derribado”. Como es natural advirtió Pedro este temblor, coincidente

con su beso a la tierra, por lo que más tarde, al comentar el hecho, diría:

“Ay Señor, por entrar un tan grande pecador como yo, envías este castigo a esta ciudad”

Pedro se encaminó al Hospital Real, donde fue recibido con caridad y atendido en el

remedio de su cansancio y de su debilidad. Allí lo dejaron mientras se reponía. Guatemala

era ciudad de gran hospitalidad de tal manera que se decía “Guatemala, es madre de

forasteros y albergue de desamparados”. En aquella ciudad, una de las costumbres de

aquellos tiempos, casi una norma, era que los principales caballeros de la ciudad y “otros

vecinos honrados”, visitasen al Hospital para alivio corporal y espiritual de los enfermos.

Dos visitantes resultaron providenciales para Pedro, Uno, fue el Capitán Antonio Lorenzo

de Betancur, que al enterarse que el enfermo “nuevo” tenía su mismo apellido se apresuró a

conocerlo y agasajarlo, ofreciéndole que cuando curase de aquellos achaques, le daría

hospitalidad en su casa, donde efectivamente se hospedó. Otro amigo que fue de gran

ayuda para nuestro emigrante fue Juan de Uceda, quién le encaminó hacia el Convento de

San Francisco. Allí encontró la gran acogida de otro “paisano, oriundo también de

Tenerife” Padre Fernando Espino, quién le orienta sobre la necesidad de estudiar, y entre

estudios y visitas a diferentes hospitales van pasando los primeros día de la estancia de

Pedro en Guatemala.

Poco después apelando a su oficio de tejedor ejercido en La Habana, empieza a trabajar en

el Taller (“obrador”) de Pedro de Armengol, donde pronto se convirtió en apóstol de su

ambiente, con los más de cuatrocientos operarios que allí trabajaban., además de entregarse

completamente a la oración y a la penitencia. Hay testimonios sobre sus noches enteras de

vigilia, y oración, incluso las noches del jueves al viernes y en vísperas de fiesta, Pedro de

Betancur, se hacía “nazareno voluntario”, Al oscurecer, tomaba una cruz grande que estaba

Page 32: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

8

puesta por mojón del camino, y cargaba con ella desde la puerta de la Iglesia de San

Francisco hasta la ermita del Calvario, teniendo la costumbre de oír la Santa Misa al alba

en San Francisco, antes de regresar a su trabajo normal, o bien participaba de los trabajos

de construcción de un gran templo, donde acudían los caballeros de la ciudad. A la hora de

la comida, leía la “Imitación de Cristo” de T. Kempis, libro del que nunca se separaba.

Intentó estudiar “gramática y letras “en las aulas de los jesuitas, pero fue un intento vano

pues le era prácticamente imposible adelantar en los estudios. Más tarde diría: “Quise

estudiar para clérigo y para misionero; pero no he podido con los libros. Después de mucho

consejo y oración descubrió Pedro que su camino no era el sacerdocio, por lo que centró su

existencia en el servicio a obras caritativas, atención de enfermos, especialmente los

convalecientes y pobres de toda índole.

Page 33: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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CAMINANDO POR GUATEMALA.

10 Enero 1655.

Pedro de Betancur presenta la petición de ser admitido como hermano de la Tercera Orden

de San Francisco y previos los trámites oportuno el 14 de Enero de 1655 viene a ser un día

clave en la vida de nuestro compatriota: El Padre Comisario le dio el hábito de Terciario,

que, por cierto no pudo adquirirlo por su pobreza absoluta, por lo que un noble caballero le

regaló veinte pesos. La ceremonia pública se hizo, con solemnidad el domingo 8 de Julio de

1656 ante la comunidad de religiosos y hermanos de la Tercera Orden, lo que celebró en la

Ermita del Calvario en un total ambiente de oración. Y, nuestro protagonista se convierte en

el Hermano Pedro, un imitador asiduo de Francisco de Asís, incrementando incluso sus

oraciones y mortificaciones. La inserción de Pedro de Betancur en la Orden Franciscana,

parecerá una meta, y tal vez, así lo creyó el nuevo Hermano. Sin embargo es tan sólo el fin

de una etapa.

Pedro de Betancur que había sido especial colaborador en la construcción del Nuevo

Santuario del Calvario, se encariña con el Templo porque era la “casa de su Nazareno”y es

nombrado “guardián” del todo el recinto convirtiéndolo en lugar de oración, y de

disciplinas. Una de las devociones que él estimuló con mayor celo, fue la del Santo

Rosario, que cada sábado se rezaba en procesión por un distinto barrio de la ciudad,

Page 34: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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Para la gran epopeya de caridad realizada por Pedro de Betancur, Dios se sirvió de tres

iniciales instrumentos, humanamente inaceptables: un negro, un pobre enfermo y tullido y

una vieja plagada de llagas.

Hombre de auténtica caridad, Pedro se ingeniaba para sembrar la bondad, y lograr limosnas

con que socorrer a los más desgraciados, Pedro se iba enterando, cada día, de miserias y

tragedias sin cuento. Hombres famélicos, o abandonados, emigrantes sin empleo, enfermos

desamparados, niños a la deriva: cada vez que Pedro bajaba a la ciudad, regresaba agobiado

y pensativo.

Aquella capital, la segunda de América, estaba llena de contrastes, y por supuesto de

calamidades, de las que el Hermano Pedro iba haciendo objeto de su inmediata caridad.

- ¿Qué hacer, Señor, por estas gentes necesitadas?, se preguntaba continuamente.

Aquel día lo esperaba en la puerta del Calvario un negro, ya mayor, que el Hermano había

acogido y socorría diariamente. EL negro advirtió la preocupación de su bienhechor y se lo

preguntó directamente.....por qué estaba tan pensativo.,...qué nuevos cuidados tenía.... a lo

que añadió:

“¿A qué andáis Hermano Pedro, de acá para allá?, decía señalando el Calvario y la

Ciudad. Advertid que no os trajo Dios a esta tierra sólo para cuidar del Calvario. Andad,

y salid de aquí, que hay muchos pobres y necesitados a quienes podéis ser de mucho

provecho y en que sirváis a Dios y os aprovechéis a vos mismo y a ellos”... y cambiando de

conversación le pregunta ¿Cómo va vuestra enferma? (una viejecita toda llagada, por

razón de un total abandono), supongo que durará poco.....

Siguió Pedro de Betancur en oración consultando a su Señor cuáles serían sus próximos

pasos, y al salir de la Iglesia, ve en el atrio, a Marquitos, un humilde personaje popular de

todos conocidos y tullido, impedido para dar un paso, sin embargo había conseguido llegar

al Calvario, sin duda arrastrándose..... Y los tres, el Hermano Pedro, el negro y el tullido

entran en la Iglesia para pedirle a Dios les ilumine y ver qué determinación tomaban.

Page 35: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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Ya estaba madurando en su interior la necesidad urgente de buscar un paraje, o edificio,

para enseñar a niños y recoger enfermos y pobres forasteros principalmente, afectados por

cualquier enfermedad, y así se lo planteaba a los dos compañeros. A Marquitos se le ocurre

la idea de recorrer 27 santuarios de la ciudad en honor de las 27 leguas que dicen que hay

desde Jerusalén hasta Nazaret, en la seguridad que en el recorrido Dios les mostraría el

lugar de sus preferencias.

Pedro y Marquitos empezaron aquella noche el recorrido, y el negro se quedaba como

“custodio del santuario”. No fue nada fácil la peregrinación ya que “casi todo el camino

hubo de llevar cargado a Marquitos, que apenas puesto en tierra para andar por sus pasos,

suspiraba y comprendía su imposibilidad para caminar, por lo que optó por ir de rodillas,

para servirle de bastón y de soporte.”

Pasó a ver a la enferma viejecita encontrándola cercana al tránsito final. Le ayudó en sus

ultimas horas, yendo a los Remedios a buscar al cura párroco para que le administrara los

últimos sacramentos. Maria de Esquivel hizo testamento verbal diciendo:

-Es mi voluntad que a mi muerte se venda este pajar en que vivo y con el producto se pague

mi entierro y se me apliquen misas.

El Hermano Pedro salió a buscar bienhechores y pedir limosnas. Así fue cómo adquirió su

primer hospital para desarrollar su obra de caridad, intensa e infatigable. El 24 Febrero

1658 el Hermano Pedro de Betancur estaba empezando ya la que fue su tarea definitiva.

Naturalmente la capacidad de aquella casita era insuficiente para la amplitud de propósitos

del nuevo dueño. Compró cuatro camas, o “tapescos” en el lenguaje de la tierra, y unas

mantas y empezó a funcionar el hospedaje para forasteros, peregrino s y convalecientes. (la

casita de la Virgen, como él la llamaba). Faltaba la escuela.

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Como no tenía más posibilidades, decidieron recoger los colchones y los cobertores durante

el día, de modo que las niñas pudieran asistir a clase por la mañana, y los niños, por la

tarde, contratando los servicios de un “profesor”. Allí acudían niños y niñas blancos,

criollos, mestizos y morenos.

La noticia del hecho y del nuevo hospital, se divulgó rápidamente y hasta la casita de la

Virgen hubo desde entonces una “romería de pobres y desvalidos”, de tal manera que tuvo

que ampliarlo con “un techo sólo cubierto de paja” Con las limosnas que recibía lo primero

que hizo fue una cocina para “esquivar los peligros del fuego”, y unos pequeños aposentos

o celditas, como él las llamaba, para el hospedaje de cuantos llegaban.

Incluso recibía a estudiantes que acudían a los colegios o a la Universidad, convirtiéndose

así en un precursor de los Colegios Mayores o Residencias Universitarios, a pesar de que

“él no poseía letras, pero tenía caridad”.

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Igualmente se puede afirmar que el Hno. Pedro fue el precursor del servicio público

práctico “asistencia social”, y de la alfabetización de América, como fundador de la

primera escuela pública de toda la provincia de Guatemala. Igualmente logró la remisión de

las penas de los prisioneros a cambio de trabajo y buen comportamiento.

Hasta el hospital llegaban sacerdotes transeúntes o enfermos, de modo que a esta iniciativa

se debe la obra del Hospital del Señor San Pedro, para clérigos enfermos, mantenida por la

Ilustrísima Hermandad del mismo título.

Sin embargo había una “clase de enfermos que inquietaban al Hermano Pedro: los

convalecientes”. Los hospitales de Guatemala resultaban insuficientes para la multitud de

dolientes que llamaban a sus puertas, por lo que no podían recibirlos a todos, y tenían que

despedirlos escasamente restablecidos de sus achaques. El Hermano Pedro veía cómo

algunos de ellos recaían y fallecían por falta de familiares, de cuidados, de abrigo y de

alimentos. Así, surgió idea de que era necesario fabricar una “sala especial para

convalecientes”, y para ello empezó a caminar en busca de ayudas y de limosnas.

Para poder abrir este Hospital de Convaleciente era necesario contar con permisos y

licencias Diocesanas, pero también de su Majestad Felipe IV, gestión que llevó a cabo otro

Hermano Franciscano, que viajó a España con poderes y con cartas e informes. (En uno de

los cuales se decía “que la vida del Hermano Pedro era muy semejante a la de San Juan de

Dios). Era el año 1663 y empezó la construcción del nuevo hospital. La congoja del dinero

y de las deudas no alteraba el alma de Pedro, pues aunque éstas aumentaban, la Providencia

nunca le fallaba, por lo que ante el asombro de todos incluso de él mismo, le llegaban los

donativos, los materiales, los tablones y la fábrica iba para arriba. La obra del Hermano

Pedro, inspirada en tal noble móvil de caridad, suscitó simpatía y auxilio en la Ciudad de

Guatemala.

El Hermano Pedro, a medida que crecía el hospital, comprendió pronto la necesidad de una

comunidad religiosa, centrada en la oración, la penitencia y el servicio a los pobres. Por

entonces, varios hermanos suyos terciarios se habían unido a él en esta obra, y les dio una

regla de vida muy sencilla en las que se prescribía un “tiempo para la adoración del

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14

Santísimo Sacramento, el Oficio Divino, el Santo Rosario, la lectura espiritual y el servicio

a pobres y enfermos. Todo lo cual decía, había de guardarse sin decaer en cosa alguna”.

Todo ello bajo la Regla de la Orden de San Francisco.

RELIGIOSOS HOSPITALARIOS BETHLEMITAS:

En 1665 una mañana acudió Pedro de Betancur al Palacio del Sr. Obispo, gran favorecedor

de las obras que se estaba iniciando que cuentan que fue muy prolongada, y es en esta visita

cuando el Obispo de Guatemala entrega una cédula al Hermano Pedro, que decía así:

“Habiéndome dicho el Hermano Pedro de Betancur que es de su devoción y deseo el

mudar apellido y llamarse Pedro de San José y juntamente que es de su consuelo que yo

sea el primero que así lo llame y lo constituya en la posesión de dicho santo apellido de

San José, lo obro como lo pide y asegurando en la misma forma, me lo ha pedido y rogado

el dicho Pedro de San José”. (Fray Payo, Obispo de Guatemala).

Todos sus primeros colaboradores fueron terciarios franciscanos, lo que aportó a la obra un

espíritu de bondad, de mansedumbre, de paciencia y de servicios que San Francisco vivió y

transmitió a sus seguidores. Ello también acarreó algunas contradicciones, ya que no todos

los Franciscanos de la Primera Orden miraban con simpatía la novedad del hospital y los

rasgos que la institución iba tomando.

El mismo Hno. Pedro les había dado un horario para alternar oraciones y devociones con

sus ocupaciones diarias impuestas por las exigencias de su oficio hospitalario, y por las

costumbres de la época.

Los martes, pedía limosna para su hospital.

Los jueves, los tenía destinados para hospitales y cárceles y cargado con unas

tinajas les llevaba toda la provisión, y acudía a repartirlas personalmente a los

enfermos y encarcelados.

Page 39: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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Todas las mañanas llevaba sobre sus hombros un cántaro bien grande de atole para

repartirlo entre los dos hospitales de San Lázaro y San Alejo, muy distantes, y

volvía con las sobras para dar el desayuno a los niños de la escuela.

Un día al mes recogía limosnas para mantener cinco lámparas que ardían delante de

las cinco imágenes más olvidadas.

Ayudado por otros en silla de manos cargaba a enfermos impedidos para que

pudieran ir a la iglesia, a Misa y la recibir los sacramentos.

Tenía provisión de vestidos y mantas para servicio de los que, por desnudez o

extrema pobreza, se excusaban de ir a Misa....

Para el Hno Pedro, como para sus compañeros no hubo jamás distinción de razas y de

colores, recogiendo por las calles enfermos y trayéndoles al hospital, para acomodarlos,

lavarles y besarles los pies, acostarlos y servirles.

¿Cómo sustentaba este hogar numeroso?

Para cada día del mes, comprometió a una familia rica y generosa: su contribución había

de “consistir en proporcionar para esa jornada la olla, el pan y el postre de dulce”.... Las

familias escogidas se tuvieron por dichosas de poder practicar esta caridad que sólo les

importaba doce días al año. Es más. Ciertas familias omitidas se resintieron y procuraban

contribuir con otras viandas...habitualmente, fueron abundantes y los convalecientes se

veían bien tratados y con regalo... Para todos alcanzaban, menos, como dicen los biógrafos,

al Hermano Pedro, y a sus compañeros que nunca comían de esos manjares.

Así fue cristalizando un modo de vivir y santificarse en comunidad, al servicio de los

pobres y de los convalecientes.

Page 40: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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Un día de Navidad, el 25 de Diciembre de 1661 el Hno. Pedro adquiere por 20 pesos unos

solares adjuntos a la “casita de la Virgen”, alegría grande que fue a compartir con otro gran

y ferviente franciscano, muy devoto y contemplativo del misterio de Belén. (Padre

Moreira).

Las dos almas después de un encuentro de oración y de contemplación de cuanto estaba

sucediendo en la obra del Hno Pedro, tuvieron el acuerdo de que la Casa–Hospital y

Escuela, y todo lo que en su contorno se edificare, se apellidase de Nuestra Señora de

Belén, título hasta entonces no aplicado a ningún santuario, o capilla del reino de

Guatemala.

Tal fue la raíz del nombre de Bethlemitas con que fueron conocidos los Hermanos

Hospitalarios, y más tarde las religiosas que se afiliaron al espíritu y a la actividad de la

institución fundada por el Hermano Pedro.

En cuanto al hábito que vistieron los iniciadores, al principio, fue el que recibían los

Hermanos de la Tercera Orden. Posteriormente, se mudó.

El Hno. Pedro no limitó su caridad al cuidado de los cuerpos enfermos, sino que

desempeñó siempre un servicio de consolación muy singular, ayudando a sanar, con el

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amor de Cristo los corazones heridos y afligidos. En las noches calladas de Guatemala solía

salir a buscar por las calles a los pecadores y a los desgraciados, avisando con el tintineo de

su campanilla:

“Acordaos, hermanos, que un alma tenemos,

y si la perdemos, no la recobramos”

Se sabe que a pie, descalzo, descubierto, las noches de lunes y sábados, el Hermano recorre

sin cansarse las calles de la ciudad dormida, “sin que lo excusen tinieblas o tempestades, ni

el trabajo agobiador de su precedente jornada. Sonaba el tintineo de su campanilla, ya

familiar a los vecinos de Guatemala, mientras se oía el pregón del Hermano:

- Un padrenuestro y un avemaría por las benditas ánimas del purgatorio y por los que

están en pecado mortal!

. (Era lo mismo que en las Indias Orientales practicable, igualmente al son de su

campanilla, el apóstol Francisco Javier, y hoy, todavía, en La Alberca, pueblo de la Sierra

de Salamanca, existe esta costumbre en el mes de noviembre)

Cuentan que una noche en que llovía intensamente una vecina le abrió la puerta de su casa

para que entrara y esperara a que pasara. Pedro acepta y entra en el hogar abierto, La

familia entera comprueba que sus ropas están secas y ante la extrañeza de todos les dice:

- ¿Sois ciegos, acaso que hasta ahora os dais cuenta de que hay quién vela sobre

vosotros?

En sus biografías se cuentan numerosas conversiones que sucedieron precisamente

desencadenadas por su espíritu de oración, y de servicio., por su constante mansedumbre y

actitud de humildad, y sorprendentemente por su clarividencia ante los misterios de fe.

Page 42: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

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En su vida espiritual es necesario subrayar su total confianza y trato con Dios hasta el

punto de que algunos vecinos de Guatemala queriendo dar al Hermano Pedro mayores

seguridades, le llegaron a ofrecer rentas fijas: Pedro no las aceptó.

- Las agradezco, hermanos, pero prefiero la limosna de cada día, gota a gota. La renta

fija parece que viene en menoscabo de la confianza que hemos de librar en la

Divina Providencia. ”La alforja del Hermano Pedro, parecía que se estiraba o que

no tenía fondo”.

Esta confianza que el ponía en Dios, la aconsejaba a sus amigos: “Sírvale a Dios con

toda su alma, y El la sostendrá, le decía a una mujer agobiada por sus circunstancias y

amarguras. Jamás se ha oído decir que Dios desamparara a los suyos”.

La festividad de San José la celebraba el Hno Pedro en compañía de los pobres para los que

era un “día de hartura” mesa franca o fiesta de los panes, a la que acudían incontables

personas necesitadas.

Este año, cuentan los cronistas, el Hno. había previsto dos arcas llenas de panes, pero fue

tan excesivo el número de pobres, que no alcanzaba ni para la cuarta parte. Comenzó el

Hermano Pedro a repartir tranquilamente y los pobres a pedir, arracimados, que parecía un

hormiguero la “Casa de Belén” Tardó la distribución dos horas, llevaron pan todos los

pobres y las arcas quedaron llenas. EL prodigio fue patente. El mismo Hermano se

conmovió hasta las lágrimas, se retiró y no salió hasta la mañana siguiente.

Pero al asomarse a la calle vio que ésta ya estaba inundada de más pobres que, enterados de

la abundancia prodigiosa, esperaban su porción de pan, en esta “casa de pan”, que eso

significa “Belén”

Toda la vida del Hermano es una cadena de prodigios y favores obrados por su confianza

en la Providencia. Un alma que vivía en continuo acto de amor a Dios, polarizada en Dios,

sin titubeos, ni desviaciones, ni desfallecimientos. Por otra parte su caridad quería probarla

por dos caminos: misericordia con el prójimo y padecer y ser despreciado por Dios. Existen

cientos de narraciones de sus encuentros con personas del pueblo, con clérigos, con priores

de otras órdenes religiosas, con nobles caballeros, o piadosas damas, y en todas las

ocasiones aparece el mismo temple del Hno humilde y que sólo tiene la preocupación

Page 43: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

19

humana por los que sufren, confiando siempre que es “problema de Dios, y El buscará el

medio y la solución “. “Amigo de los pobres”, como muchos le conocen. No es que este

hombre haga la caridad, sino que la personifica: el Hno. Pedro fue caridad, y su fama se

va extendiendo por todos los poblados cercanos.

A semejanza de la amistad que llegó a tener San Francisco con los animales, en las

biografías del Hno. Pedro se encuentran muchas anécdotas y momentos de su vida, que

tienen como referencia a distintos animales a los que llegó a dispensar favores que unas

veces entrarán dentro de la leyenda y otras quizás exageraciones de algunos detalles de esta

figura humilde y servicial cuya compasión llegaba hasta todo ser que vivía o podía sufrir,

aunque fuera animal, porque la veía como criatura de Dios.

Su espiritualidad radica en su gran devoción al Santísimo Sacramento, gran

contemplativo de la Pasión de Cristo, y gran devoto de la Virgen María. Nada que se

refiriese a ella le era extraño al Hermano Pedro. Tenía gran fe y se convirtió en constante

propagador en sus andanzas por los caminos, del rezo del Ave María, para rezarla por la

noche y de rodillas. Fue de casa en casa enseñándolo y logró que tal costumbre se

generalizase en la ciudad de Guatemala. Hay testimonio de sus inventivas a favor de la

devoción a María (Alcancía de la Virgen Maria; Hermandad de la Santísima Virgen;

Hermandad de la oración mental, etc).

Page 44: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

20

En los escasos manuscritos que nos quedan de Pedro de Betancur, asoma muy pocas veces

el recuerdo nostálgico de su isla de Tenerife, Una de ellas para decir: “Si Dios me llevara

otra vez a mi tierra, iría descalzo al santuario de Nuestra Señora de Candelaria.” .

En 1667, a los 41 años le anunciaban los médicos la muerte y se alegró tanto que parecía

recobrar ánimos y salud. Unos días antes había visitado a una colaboradora del hospital, a

la que le dijo:

- Vengo a despedirme. Es posible que ya no volvamos a vernos. No llores, porque

mejor hermano te seré allá, que no he sido acá”.

Solía en sus últimos días apretar un crucifijo y mantener su mirada fija en una imagen de

San José. Ya en su lecho de muerte cuantos se lamentaban sus propios hermanos, y cuando

le animaban asegurándole que el mismo Dios le daría salud, por la mucha falta que les

hacía su presencia y su dirección, les decía:

- Conviene saber que a Dios, nadie le hace falta”...

En su enfermedad visitaron al Hermano todos los personales de la ciudad, y entre ellos, el

obispo Fray Payo de Rivera, el mismo Gobernador de la Provincia. Para los Hermanos de

Belén, la muerte de su fundador constituía una orfandad temible.

La humildad fue su obsesión hasta el minuto final. A los hermanos que lo rodean les

recuerda constantemente:

-“Hermanos míos, por el amor del Niño Jesús, pierdan el juicio en llegando pascua. Y por

El, les pido que sean humildes y no apetezcan mandar.

Muere el lunes 25 de abril de 1667 a las dos de la tarde

Page 45: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

21

La ciudad entera de Santiago de Guatemala se estremeció con la noticia del fallecimiento y

el pueblo se agolpó a las puertas del hospital para llorarle, pero también para reclamar sus

reliquias, y todas las autoridades pasaron por la capilla, reconociéndole bienhechor de

Guatemala.

Su obra continúa.

El 2 de Mayo de 1667, mientras Guatemala celebra las exequias del Hermano Pedro de San

José, llega a la ciudad el Padre Franciscano que había partido hacía cuatro años a España

trayendo las esperadas reales cédulas en que la Reina Maria Ana de Austria, esposa del

difunto Felipe IV, como gobernadora del reino de España concedía las licencias para la

fundación del hospital de convalecientes “Nuestra Señora de Belén” en Guatemala, si bien

para la permanencia de los Hermanos Hospitalarios subsistían los problemas en relación

con la Orden de San Francisco Los Terceros Betlehemitas porfiaban en cumplir el

testamento de su fundador de continuar con la obra, para lo que no tenía mayor importancia

tener que cambiar de hábito, por uno de color pardo.

La Real Cédula de Su Majestad otorgó a los Betlehemitas tener iglesia pública y tocar

campanas. Poco a poco se fueron fundando hospitales en Perú, en Méjico, la Habana,

Buenos aires... Apenas cincuenta años de la muerte del venerable Fundador de la Orden

Betlehemita, contaba con 21 casas, diez en Nueva España, y once en el Perú. Y era

conocida en España, y Roma, obteniendo reconocimiento en la Santa Sede como

congregación al igual que otras órdenes mendicantes, el 27 de julio 1707, y el 3 de abril de

1710 la congregación fue erigida en Orden Religiosa , con el nombre de Congregación de

los Betlemitas de las Indias Occidentales Posteriormente, en el siglo XIX, por decretos de

las Cortes de Cádiz, ( fecha 27 septiembre y 25 de octubre de 1820) decidieron la abolición

de la mayor parte de las ordenes religiosas, entre ellas, la de los Betlemitas.

Ahora bien, en los últimos días del Hermano Pedro, dos piadosas viudas, madre e hija,

vistieron el hábito de la Tercera Orden Franciscana con la intención de servir a los pobres

en el Hospital de Belén. Ya había muerto el Hermano Pedro de San José, cuando Agustina

Page 46: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

22

y Mariana se ofrecieron a su sucesor, el Hno Rodrigo de la Cruz, quién les arrendó una

casita contigua al Hospital, concediéndoles vestir el mismo hábito y seguir las mismas

reglas de los Hermanos de Belén.

A las pocas semanas, la casita albergó a las primeras enfermas, y desde el hospital les

fueron proporcionando ropa, camas y alimentos. No faltaron vocaciones y la nueva

institución fue conocida en Guatemala con el nombre de Beaterio de Belén.

La rama femenina de la Orden Bethlemita, extendida por toda Hispanoamérica, fue

respetada por el vendaval de las Cortes de Cádiz, y fue precisamente en aquel 1820 el año

en que nació la Madre Encarnación Rosal, futura reformadora de la segunda Orden de

Belén, y ésta murió en El Ecuador el 24 de agosto de l886.

Con motivo de la beatificación del Hermano Pedro de San José Betancur por Juan Pablo II

en 1980 surge la idea de restaurar la Orden Bethelemita, en su rama masculina.

Otro tinerfeño, D. Luis Álvarez García, llevado por su devoción a los Mártires y

Venerables de las Islas Canarias, trabajando en sus biografías fija su atención en aquel

pastor sin letras, Hno Pedro y en 1982 viaja a Centroamérica exponiendo su proyecto de

restauración de la Orden a un grupo de religiosos franciscanos quienes reconociendo la idea

como buena, la ven irrealizable. Poco tiempo después un grupo de jóvenes de Guatemala,

sin ninguna experiencia de vida religiosa, sienten el deseo de restaurar la Orden

Betlehemita.

Se suceden las visitas, y las solicitudes. Los cinco jóvenes guatemaltecos llegan a Tenerife

el 1 de abril de 1984, decididos a seguir con humildad y alegría las huellas del Hno Pedro,

cuatro de ellos inician el primer noviciado de la Restauración, en un sencillo acto en el

pueblo de Vilaflor. En el mes de noviembre se les añaden otros cuatro muchachos más, un

italiano, un mejicano, un guatemalteco y un tinerfeño, ingresando siete más el día de la

festividad del Hno Pedro del año siguiente (25 de abril) y comienzan a vestir el antiguo

hábito betlehemita, y ante el Cardenal José Castillo Lara, Primado de Venezuela, y del

Obispo de Tenerife, D. Damián Iguacen Borau, en la Catedral de La Laguna, hace su

profesión solemne de los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia, como hermano

Betlehemita, el Restaurador, que en adelante será simplemente Fray Luis de la Cruz.

Page 47: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

23

Poco después el 2 de febrero de 1987 se restaurará la Orden en Guatemala, firmándose el

acta de instauración en el mismo Templo de San Francisco, ante el sepulcro que guarda las

reliquias del Beato Pedro de San José Betancur. Actualmente, los betlehemitas trabajan en

toda América, Europa, África y la India.

Reconocimiento de su santidad, ejemplo e intercesión para toda la Iglesia.

En 1698 se inicia en Guatemala el proceso diocesano de beatificación y el 25 de Julio de

1771 el papa Clemente XIV declaró que el Venerable Siervo de Dios, Pedro de Betancur,

había practicado las virtudes en grado heroico.

A lo largo de los años, prelados, escritores, presidentes de la República, embajadores,

muchedumbres de peregrinos, llegan continuamente a su tumba, llena de exvotos,

atestiguando la fama de santidad y la devoción que le tienen a esa figura histórica,

legendaria y, profundamente humano que es Pedro de Betancur, y que fue en América

evangelio puro, contemplación, caridad y humildad en grado sumo. Y así llega el domingo

22 de Junio de 1980 en que Juan Pablo II lo declara Beato Hermano Pedro, dando a la

Iglesia entera un intercesor para los pobres y desposeídos entre los que entregó su vida de

beneficios incontables.

El Hermano Pedro de San José de Betancur fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en la

ciudad de Guatemala, 30 de julio de 2002 en una solemne, devota y muy popular

celebración en la que participó una ingente multitud de guatemaltecos y canarios.

Page 48: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

24

En Guatemala el Hno. Pedro es una figura que respetan y veneran todos sus habitantes, de

todas las clases sociales y de todas las etnias. No olvidemos que el 80% de su población es

indígena, una mezcla de mayas y blancos. Todos acuden a la tumba del Hno. Pedro a

rezarle, a pedirle favores, a “hablar con él”. Especialmente los indígenas tienen la

costumbre de “tocar la lápida funeraria con los nudillos de la mano”, como si estuvieran

“llamando a una puerta”, para que les escuche en sus sencillos monólogos que con toda

confianza le comunican. Gran relieve e importancia tienen las oraciones con que durante

nueve días integran la “Novena al Hno. Pedro” que corrientemente le dedican con gran

devoción.

Las huellas del Hermano Pedro se van siguiendo con fidelidad y entusiasmo, teniendo en

cuenta que amar no es sólo “dar”, sino que ante todo es “darse”.

Himno al Santo Hermano Pedro

"¡Oh, Pedro de Vilaflor,

Primer Santo de Canarias!

Dios hizo tu corazón

canario de Guatemala.

Llevaste pan a los pobres

en tu mano solidaria

y fue antorcha en tu camino

la Virgen de Candelaria.

Así hiciste universal

tu cuna de bruma y lava

y has llevado al santoral

olor de alisio y retama.

En la tierra peregrino

de Fe, de Amor y Esperanza.

Page 49: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

25

Consuelo de desvalidos,

Apóstol de Guatemala.

Tu sueño, tu Fundación;

tu Patria, la Patria hermana;

dos orillas y una voz,

Hermano Pedro, te aclaman.

Excelso por ser humilde,

por ser pastor de las almas.

Comparten tu misma historia

dos tierras que a ti te cantan.

Tu entrega a los marginados

y tu vida consagrada,

han pintado los altares

con bandera azul y blanca."

Page 50: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

26

Recursos sobre el Santo Hermano Pedro.

Enlace a la canonización:

http://youtu.be/DjFCxgki8BQ

Wikipedia:

Pedro de San José Betancur - Wikipedia, la enciclopedia libre

es.wikipedia.org/wiki/Pedro_de_San_José_Betancur

Cueva del Santo Hermano Pedro - Wikipedia, la enciclopedia libre

es.wikipedia.org/wiki/Cueva_del_Santo_Hermano_Pedro

Hermano Pedro de San José Betancurt: biografía

www.vatican.va/.../ns_lit_doc_20020730_betancurt_sp.ht

ACTIVIDADES ESCOLARES:

E. Primaria :Los alumnos más pequeños pueden situar en el mapa mudo de Tenerife

Vilaflor, Adeje, Granadilla, El Médano, cultivos, características, etc.-

(Anexo I-1)

E. Secundaria: Partiendo del Anexo II-1, hacer un comentario de texto del escrito de

Sabino Betherlot, “LA FLOR DE CHASNA” que se incluye; pueden

investigar sobre esta figura, Sabino Betherlot que da nombre a una calle en

Santa Cruz, o bien hacer un trabajo sobre la situación socio-económica-

religiosa de la Isla de Tenerife en el Siglo XVII, con el fin de que tengan

datos sobre la sociedad rural en que nació y vivió sus primeros años el Hno.

Pedro, y que le permitirá conocer las dificultades de su vida.

Page 51: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

27

ACTIVIDADES: E. Primaria: Anexo I-2.

Rellenar el mapa mudo de América Central. Pintar una carabela y escribir un cuento

situado en las dificultades de aquel siglo: navegación, llegada país desconocido, etc

E. Secundaria:

Hacer un trabajo de investigación sobre las dificultades de un emigrante actual y hacer un

paralelismo sobre lo que suponía viajar a América hace 353 años.

BIBLIOGRAFÍA:

“Las Manos de Pedro” Mario Gilberto González R.

“Pedro de Betancur, el hombre que fue caridad” Carlos E. Mesa.

Guía de la Diócesis de Tenerife. José Trujillo Cabrera.

Dos suplementos de la Revista “Aguiluchos”

Denominado “El hombre que fue caridad” (Pedro de Betancur)

“Ruta Virgen de Candelaria” Tradición. Mensaje. Compromiso Damián Iguacen Borau

Delegación Diocesana de Enseñanza.- Comisión de Recursos.

Page 52: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

EN LA PILA BAUTISMAL DEL SANTO HERMANO PEDRO

(IGLESIA DE VILAFLOR)

CELEBRACION DE NUESTRO BAUTISMO

AMBIENTACIÓN:

En esta pila bautismal nació un santo.

Pequeñito lo trajeron sus padres llenos de fe en Dios, que se lo había dado. No sabían lo que

sería de él en el futuro, pero tenían confianza de que Dios lo quería y que lo protegería. Por

eso lo bautizaron para que Dios lo hiciera su hijo para siempre, para que naciera no ya de ellos

sino que, por la fuerza del agua y del Espíritu Santo, comenzara a caminar en la vida. Y esa vida

floreció en un hombre que pasó haciendo el bien y curando a todos: es el Santo Hermano

Pedro.

A mí también me bautizaron. ¿Qué será de mi vida?

PALABRA DE DIOS:

Page 53: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

ESCUCHAMOS LO QUE NOS DICE EL EVANGELIO (es la despedida de Jesús de sus discípulos

antes de su glorificación definitiva).

“Los once discípulos fueron a Galilea a la montaña donde Jesús les había citado. Al

verlo lo adoraron; ellos que habían dudado. Jesús se acercó y se dirigió a ellos con

estas palabras:

-Dios me ha dado autoridad plena sobre el cielo y la tierra. Vayan y hagan discípulos a

todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con

ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”.

Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.

-Esto lo hicieron desde el principio los apostoles y sus sucesores: Enseñaron el mensaje

de Jesús y consagraron por el bautismo a la gente de todos los países a Dios Padre, Hijo y

Espíritu Santo.

-Lo hicieron con el Hermano Pedro, sus padres, su párroco, su familia…

-Y así creciendo en él el sacramento del bautismo, como una semilla que se planta y

crece y crece, se desarrolló hasta hacer de un hombre de Dios: amó a Dios y amó a todos,

especialmente a los más necesitados.

Yo también he recibido ese regalo del bautismo: ¿Lo estoy desarrollando? ¿Lo tengo

ahogado? ¿Está creciendo esa fuerza en mi interior?

ORACIÓN DE TODOS:

-Para que agradezcamos a Dios nuestro Padre el enorme regalo de ser sus hijos por el

bautismo, Roguemos al Señor.

-Para que se vea que somos cristianos por nuestra forma de vivir, como la del Hermano

Pedro, Roguemos al Señor.

-Para que enseñemos a otros lo que Jesús nos ha dicho, Roguemos al Señor.

(Se pueden añadir otras peticiones espontaneas)

Al Padre Dios le rezamos diciendo: Padre nuestro…

Page 54: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

ORACIÓN:

Gracias, Padre Dios, porque has querido que Jesús sea nuestro Maestro y Señor.

Gracias porque has hecho que haya tantas personas, entre ellas el Hermano Pedro, que le

oyen y le siguen. Haz que nosotros también aprendamos a caminar en la vida como El. Por el

mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Page 55: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Anexo II: EN LA CUEVA DEL SANTO HERMANO PEDRO

¿Señor, que quieres que haga?

AMBIENTACIÓN: En este mismo lugar, un hombre joven, Pedro de Betancourt, no sólo estaba

cuidando cabras, quería, sobre todo cuidar de de sí mismo y de su futuro. Quería orientar su

vida: ¿qué hago yo aquí? ¿Qué quieres de mí, Señor? ¿Qué hace un muchacho como yo en un

mundo como éste? ¿Para qué me has llamado?

En el silencio de este sitio y de esta cueva y ante Dios las grandes preguntas se le planteaban

un día y otro. Y hablado con Jesús, insistentemente, la respuesta se le iba clarificando. Ya Dios

le había dado indicaciones. Un familiar le había hablado de América, de los pobres… Y aquí va

descubriendo el hermoso proyecto que Dios tenía para él. Y toma decisiones comprometidas,

valientes, desde su fe en Jesús. Se pone en camino.

Estaba ocurriendo con él algo frecuente en nuestra vida cristiana: Dios nos llama, Dios tiene

proyectos para cada uno de nosotros, cada persona está llamada a seguir a Jesús en muy

diferentes modos de vida.

Escuchamos cómo lo hizo Jesús con algunos que luego se hicieron sus discípulos y

compañeros:

“Paseando junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos: simón, llamado Pedro, y su hermano

Andrés, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores. Les dijo:

-Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres.

Ellos dejando inmediatamente las redes lo siguieron.

Page 56: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago, el de Zebedeo y su hermano Juan, que

estaban en la barca con su padre Zebedeo, reparando las redes. Los llamó también, y ellos,

dejando inmediatamente la barca y a su padre, lo siguieron”. (Evangelio S. Mateo, 4).

COMENTARIO:

-Es fundamental para mi, saber mi camino en la vida.

-Es básico saber qué hago aquí, a qué me llama Dios para ser feliz.

-¿Para qué sirvo más-mis cualidades-? ¿Qué me atrae hacer? ¿Qué necesitan los

demás de mí? ¿Dónde quiere Dios que desarrolle mi trabajo, mi vocación, mis

estudios, mi carrera¿ ¿Con quién quiere Dios que desarrolle mi vida? ¿Qué me gustaría

haber hecho cuando me llegue la jubilación?

-Piensa una frase que te gustaría que te pusieran en la lápida de tu tumba y que resumiera tu

vida.

DEJAR UN RATO DE SILENCIO PARA QUE CADA UNO/A PIENSE.

ESCRIBIR UNA ORACIÓN A JESÚS O AL HERMANO PEDRO PARA QUE NOS AYUDE A

ENCONTRAR NUESTRO PROPIA CAMINO, PARA QUE SEAMOS VALIENTES, PARA QUE

TENGAMOS ALEGRÍA, PARA QUE COMENCEMOS A ANDAR SEGÚN LO QUIE DIOS QUIERE.

REUNIDOS EN TORNO A LA IMAGEN DEL HERMANO PEDRO, CADA UNO/A LA DICE EN SILENCIO

ANTE ÉL. SI ALGUIEN DESEA, LIBREMENTE, HACERLO EN VOZ ALTA, LO PUEDE HACER.

-Se puede concluir con un canto.

Page 57: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Anexo 3. ENTRAR EN CANDELARIA CON EL

HERMANO PEDRO

“Si algún día vuelvo a Tenerife, iré en peregrinación a la Virgen de Candelaria y entraré descalzo a la iglesia”

(Hermano Pedro).

El Hermano Pedro no volvió a nuestra isla. Murió lleno de bondad, de servicio, de santidad en Antigua, Guatemala. Joven y después de habernos dejado un gran ejemplo de amor a todos.

Podemos recordar su deseo y entrar, con él y por él en la Basílica de la Virgen de Candelaria a la que él tanto quiso y añoró durante su viaje y su estancia fuera de su tierra. Le tenía mucha devoción la Madre de Jesús.

EXPLICACIÓN DEL GESTO:

En algunas religiones (por ejemplo los musulmanes), se entra descalzo en los templos. Recuerda en bastantes casos un episodio que aparece en la Biblia. En cierta ocasión Moisés estaba cuidando el rebaño de su suegro. Observa una zarza que arde sin consumirse y se acerca. Escucha entonces una voz que le dice: -Moisés, descalzate porque el lugar que pisas es tierra sagrada. Dios le habla y le envía a liberar a su pueblo esclavizado en Egipto.

De ahí lo toman algunas tradiciones religiosas y también, en algunas promesas, lo recordamos nosotros:

Page 58: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Entrar descalzo en un templo es señal de respeto a la presencia de Dios, en un lugar santo. Es en lo que pensaba el Santo Hermano Pedro cuando hizo este voto.

Podemos entrar ahora con respeto en un lugar santo: el templo de la Patrona de Canarias. Nos descalzamos para recordar al Hermano Pedro y vivir su emoción al ver a Jesús en brazos de su Madre, María.

(Se entra en grupo por la Basílica)

Podemos cantar:

VENIMOS CON ALEGRÍA (música canaria) -Venimos con alegría, llamados por tu Palabra, creemos en Jesucristo, la misma fe nos hermana...

-Jesús nació de Maria, fue pobre siempre su casa, con trabajos y sudores, cada día el pan ganaba.

-Jesús no cayó en la trampa, del dinero y sus poderes, si Dios es lo que te importa, comparte lo que tú tienes. -Jesús al pueblo decía: seremos todos hermanos, si reina Dios en nosotros, sin trampas y sin engaños.

HACIA TI, MORADA SANTA

Page 59: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierra del Salvador, peregrinos, caminantes, vamos hacia ti. (estribillo). -Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido, tu vas entre nosotros, tu amor nos guiará.

-Tu eres el camino, Tu eres la esperanza, amigo de los pobres. Amén, Aleluya.

SANTA MARIA DEL CAMINO

Ven con nosotros al caminar, Santa Maria, ven (2 veces) (estribillo)

-Mientras recorres la vida, tu nunca sólo estas, contigo por el camino, Santa María va. -Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. -Si por el mundo los hombres, sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está.

(Ante el altar)

Leer un pequeño fragmento del Evangelio de San Juan:

Page 60: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

Dice Jesús: “No se inquieten. Crean en Dios mi Padre y crean también en mi. En la casa de mi Padre hay lugar para todos... Vds. ya saben el camino para ir adonde yo voy. Tomás le dijo: -Pero, Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo vamos a saber el camino? Jesús le respondió:- YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mi”.

ORACIÓN:

Virgen santa de Candelaria, muéstranos a Jesus, tu Hijo. Santo Hermano Pedro, que sepamos seguir los pasos de Aquel a quien tu amaste tanto, de Jesucristo, nuestro amigo y hermano. Enseñanos a creer, a servir, a hacer camino con los que están a nuestro lado, a apoyarnos en nuestra fe y esperanza. Danos servir a todos especialmente a nuestra gente canaria y a todo los más necesitados. Amén.

(Se puede explicar la pintura que está a la derecha del arco mayor de la Basílica y que representa al Hermano Pedro con la campanilla en sus manos, llamando a arrepentirse del mal y a orar a Dios).

Page 61: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

RUTA: “CAMINANDO CON EL HERMANO PEDRO”

III.– Cuestionario

¿Conocías al Hno. Pedro? ¿Habías oído hablar de él?

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_____________________________________________

b) ¿Qué te llama más la atención de la figura del Hno.

Pedro?_______________________________________

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____________________________________________

c) ¿Crees que es fundamental en una persona tener claro

el “sentido de la vida”? ¿Por qué?

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____________________________________________

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____________________________________________

d) Desde hoy , siglo XXI, ¿Qué aspectos de la vida del

Hermano Pedro serían más necesarias para nuestro tiem-

po?

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_____________________________________________

e) ¿Piensas que hoy se necesitarían personas semejantes

al Hno. Pedro? ¿Por qué?

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____________________________________________

f) ¿Cómo puedes tú ser un “nuevo Hno. Pedro” en tu

entorno?_______________________________________

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____________________________________________

IV.– Evaluación de la actividad _________________________________________

_____________________________________________

_____________________________________________

Page 62: CAMINANDO CON EL SANTO HERMANO PEDRO

I.– Señala en el mapa la ruta que has realizado

II.– De la forma más creativa posible, expresa tus impresio-nes personales en cada etapa de la ruta (colorea, escribe, re-corta, pega, reflexiona...)

ADEJE EL MÉDANO

CANDELARIA

VILAFLOR