bunge básicayaplicada.pdf

4
Dr. Joaquín M. Jiménez Ferrer FILO4471 (Filosofía de la ciencia) Ciencia básica, ciencia aplicada y técnica Mario Bunge (n. 1919) El primer problema que enfrenta quien estudia, diseña o pone en práctica políticas científicas y técnicas es el de distinguir la investigación científica de las actividades relacionadas con ella. No es que sea imposible efectuar tal demarcación, sino que a menudo se la hace incorrectamente, como cuando se dice que el automóvil, la radio y la bomba atómica son resultados científicos, simplemente porque se basan sobre conocimientos científicos. Un ejemplo de esta lamentable confusión es el que ofrecen dos expertos en la materia, Sardar y Rosser Owen (1974, pp. 538-539) cuando escriben, sin que se les mueva un sólo músculo de la cara: “¿Qué papel desempeña la política científica en el desarrollo? La función de la política científica en un país en desarrollo es suministrar un análisis sistemático de sus necesidades de desarrollo doméstico. El gobierno y otras instituciones políticas del país utilizan los criterios provistos por dicho análisis en su esfuerzo por asignar recursos adecuados, conocimiento y personal científico a esas necesidades de desarrollo. En este caso ¿qué clase de desarrollo se necesita? Nos ocupamos de este asunto más adelante, pero en suma no es un acontecimiento cultural,'-< implícito o no, sino una estrategia o un conjunto de estrategias que permitan al país utilizar sus recursos naturales en la forma más ventajosa para él mismo; mejorar su posición comercial en relación con los mercados más adecuados a sus requerimientos; mejorar la calidad de la vida para sus ciudadanos; mejorar el gobierno v la economía del interior; facilitar el gobierno eficaz de las áreas fronterizas; mejorar las comunicaciones físicas y políticas; mejorar la capacidad de defensa, etc. La ciencia y la técnica nativas, y el personal empleado por ellas, deben estar al servicio de esas necesidades, no al de algún punto de referencia exterior, y tampoco en el espíritu de la conciencia de la clase internacional o de la privación social”. Como se ve, estos autores tienen una visión estrechamente economista del desarrollo, confunden ciencia con técnica, y política científica con política económica. Para peor, ignoran que toda ciencia es parte de una cultura y parecen creer que los científicos pueden ser programados para que produzcan lo que se les ordene. El problema de la distinción entre ciencia y técnica se presenta cada vez que se discuten políticas de desarrollo científico y técnico, en particular cuando se discute la distribución de fondos entre una y otra. Por lo pronto, suele unirse ciencia y técnica en una sola rúbrica. “Investigación y Desarrollo” (R &D en inglés). Así, por ejemplo, se dice que los gastos de investigación y desarrollo insumen el 0,3 % del producto bruto interno en la Argentina y en Venezuela, el 0,6 % en México, el 0,9 % en Canadá, y el 2,3 % en EE. UU. y Alemania Occidental. Pero estos datos agregados no nos informan acerca de la atención que se presta a la ciencia propiamente dicha en esos países. Para adivinar qué fracción del presupuesto total de I & D se dedica a la investigación básica es preciso aplicar la regla empírica: por cada 10 dólares del presupuesto total de I & D, $1 se dedica a la investigación básica, $2 a la investigación aplicada, y el resto, o sea $7, se emplea en investigaciones que culminan en el diseño y producción de un prototipo. Pero es hora de que introduzcamos las diferencias que suelen ocultarse. Empecemos por un ejemplo. He aquí un físico que estudia las interacciones entre la luz y los electrones, en particular el efecto fotoeléctrico, principio de la célula fotoeléctrica (o fotovoltaica). Esta persona hace ciencia básica, sea teórica o experimental, si lo único que se propone es enriquecer el conocimiento humano de las interacciones entre la luz y la materia. En el laboratorio contiguo otro físico estudia la actividad fotoeléctrica de ciertas substancias particularmente sensibles, con el fin de comprender mejor cómo funcionan las células fotoeléctricas, lo que a su vez podría servir para fabricar dispositivos fotoeléctricos más eficaces. Este investigador hace ciencia aplicada (teórica o experimental) porque aplica conocimientos obtenidos en investigaciones básicas. Desde luego, no se limita a aplicar conocimientos existentes: lejos de esto, busca nuevos conocimientos, pero más especiales, puesto que no se refieren a la interacción de la luz y la materia en general, sino entre luz de ciertos colores y materia de ciertas clases. (El lector encontrará fácilmente

Upload: liss-casas

Post on 19-Aug-2015

20 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Dr. Joaqun M. J imnez Ferrer FILO4471 (Filosofa de la ciencia) Ciencia bsica, ciencia aplicada y tcnica Mario Bunge (n. 1919) El primer problema que enfrenta quien estudia, disea o pone en prctica polticas cientficas y tcnicas es el de distinguir la investigacin cientfica de las actividades relacionadas con ella. No es que sea imposible efectuar tal demarcacin, sino que a menudo se la hace incorrectamente, como cuando se dice que el automvil, la radio y la bomba atmica son resultados cientficos, simplemente porque se basan sobre conocimientos cientficos. Unejemplodeestalamentableconfusineselqueofrecendos expertos en la materia, Sardar y Rosser Owen (1974, pp. 538-539) cuando escriben, sin que se les mueva un slo msculo de la cara: Qu papel desempea la poltica cientfica en el desarrollo? La funcin de la poltica cientfica en un pas en desarrollo es suministrar un anlisis sistemtico de sus necesidades de desarrollo domstico. El gobierno y otras instituciones polticas del pas utilizan los criterios provistos por dicho anlisis en su esfuerzoporasignarrecursosadecuados,conocimientoypersonal cientficoaesasnecesidadesdedesarrollo.Enestecasoquclasede desarrollo se necesita? Nos ocupamos de este asunto ms adelante, pero ensumanoesunacontecimientocultural,'-