bodas de oro p. rodrigo ortega

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RITOS INICIALES Reunido el pueblo, el Señor Obispo con los ministros van al altar, mientras se entona el CANTO DE ENTRADA Cuando llega al altar, el Señor Obispo con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar, lo inciensa. Después se dirige con los ministros a la sede. Terminado el canto de entrada, el Señor Obispo y los fieles de pie se santiguan, mientras el Señor Obispo dice: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El pueblo responde: Amén El Señor Obispo dice: L a gracias de nuestro Señor, Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos ustedes.. El pueblo responde: Y con tu Espíritu El Señor Obispo dice: Dios educa a su Pueblo, y en algunos momentos, para ayudarle a purificar su fe, deja que enfrente situaciones adversas como - 19 -

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Dicesis de Cuautitln

RITOS INICIALES

Reunido el pueblo, el Seor Obispo con los ministros van al altar, mientras se entona el

CANTO DE ENTRADA

Cuando llega al altar, el Seor Obispo con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar, lo inciensa. Despus se dirige con los ministros a la sede.

Terminado el canto de entrada, el Seor Obispo y los fieles de pie se santiguan, mientras el Seor Obispo dice:

( En el nombre del Padre,

y del Hijo,

y del Espritu Santo.

El pueblo responde: Amn

El Seor Obispo dice:

La gracias de nuestro Seor, Jesucristo, el amor del Padre, y la comunin del Espritu Santo, estn con todos ustedes..El pueblo responde: Y con tu EsprituEl Seor Obispo dice:

Dios educa a su Pueblo, y en algunos momentos, para ayudarle a purificar su fe, deja que enfrente situaciones adversas como la que nos relata el libro de los Macabeos. Slo quienes en verdad tienen fe son capaces de ayudar a la comunidad a mantener la Alianza con Dios.Hoy nos reunimos para celebrar el jubileo sacerdotal del P. Rodrigo Ortega Silva, llamado a ser en esta comunidad hombre de fe para servicio de todos en la Iglesia. Suplicamos al Seor que nos conceda, un mayor nmero de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.Que nuestra Seora de Guadalupe y San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, intercedan para que nuestro hermano Rodrigo siga ejerciendo su ministerio sacerdotal con generosidad.ACTO PENITENCIALEl Seor Obispo:El Seor Jess, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucarista, nos llama ahora a la conversin. Reconozcamos, pues, que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.Se hace una pausa de silencio, a continuacin el celebrante dice: Seor Jess, T, Sumo y Eterno Sacerdote:

Seor ten piedad.El pueblo responde: Seor, ten piedad T, que eres la verdad que ilumina a los pueblos:Cristo, ten piedad.El pueblo responde: Cristo, ten piedad

T, que eres la vida que renueva al mundo:Seor ten piedad.El pueblo responde: Seor, ten piedadEl Seor Obispo concluye con la siguiente plegaria:

Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados, y nos lleve a la vida eterna.R. Amn

A continuacin se entona el Himno del Gloria

ORACIN COLECTA

El Seor Obispo, con las manos juntas dice:

Oremos:

Y todos, junto con el Seor Obispo, oran en silencio durante unos momentos. Despus el Seor Obispo, con las manos extendidas dice la oracin colecta.

Dios nuestro, que enseaste a los ministros de tu Iglesia, a no buscar que alguien los sirva, sino a servir a todos, concdeles ser infatigables en el don de s mismos, constantes en la oracin, alegres y bondadosos en el ejercicio de su ministerio. Por nuestro Seor JesucristoAl final de la oracin el pueblo aclama: Amn.

La Asamblea se sienta.

Monitor: La primera lectura nos muestra los planes de Dios en donde Matatas aparece como el hombre fiel ante toda adversidad para que estos planes se cumplan. La segunda lectura nos indica que la mediacin sacerdotal es conferida por Dios plenamente a Cristo. En el Evangelio, Lucas nos describe un momento que la tradicin ha ubicado geogrficamente en las inmediaciones del monte de los olivos, desde donde se aprecia muy bien la ciudad de Jerusaln. Jess Sacerdote llora porque Jerusaln no abre los ojos a la gracia y se cierra al amor de Dios.LITURGIA DE LA PALABRAPRIMERA LECTURA

Tus hijos sern contados entre los amigos del rey y sern recompensados con oro.Lector: Del primer libro de los Macabeos: 1Mac 2, 15-29En aquellos das, los enviados del rey Antoco, encargados de hacer apostatar a los israelitas, llegaron a la ciudad de Modn para obligarlos a sacrificar a los dolos. Muchos israelitas se les sometieron; en cambio, Matatas y sus hijos se les opusieron tenazmente.Los enviados del rey se dirigieron entonces a Matatas y le dijeron: "T eres un hombre ilustre y poderoso en esta ciudad y cuentas con el apoyo de tus hijos y de tus hermanos. Acrcate, pues, t primero y cumple la orden del rey, como la han cumplido todas las naciones, los hombres de Judea y los que han quedado en Jerusaln. As, t y tus hijos sern contados entre los amigos del rey y sern recompensados con oro, plata y muchos regalos".

Matatas les contest con voz firme: "Aunque todas las naciones que forman los dominios del rey obedezcan sus rdenes y apostaten de la religin de sus padres, mis hijos, mis hermanos y yo nos mantendremos fieles a la alianza de nuestros padres. Dios nos libre de abandonar nuestra ley y nuestras costumbres! No obedeceremos las rdenes del rey ni ofreceremos sacrificios a los dolos, porque as quebrantaramos los mandamientos de nuestra ley y seguiramos un camino equivocado".

Apenas haba acabado de hablar Matatas, un judo se adelant, a la vista de todos, para ofrecer sacrificios a los dolos en el altar, conforme al decreto del rey. Al verlo, Matatas se indign, tembl de clera y en un arrebato de ira santa, corri hasta el judo y lo degoll sobre el altar. Mat, adems, al enviado del rey, que obligaba a hacer sacrificios, y destruy el altar. En su celo por la ley, imit lo que hizo Pinjs contra Zimr, el hijo de Salu. Luego empez a gritar por la ciudad: "Todo aquel que sienta celo por la ley y quiera mantener la alianza, que me siga". Y, dejando en la ciudad cuanto posean, huyeron l y sus hijos a las montaas. Por entonces, muchos judos que buscaban la justicia y queran ser fieles a la ley, se fueron a vivir al desierto. Palabra de Dios.

Todos aclaman: Te alabamos, Seor.SALMO RESPONSORIAL

Del Salmo 49R. Dios salva al que cumple su voluntad.Habla el Dios de los dioses, el Seor, y convoca a cuantos viven en la tierra. En Jerusaln, dechado de hermosura, el Seor se ha manifestado.

R. Dios salva al que cumple su voluntad.Congreguen ante m a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara.R. Dios salva al que cumple su voluntad.Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altsimo, pues yo te librar cuando me invoques y t me dars gloria, agradecido.R. Dios salva al que cumple su voluntad.SEGUNDA LECTURA

T eres sacerdote eterno, como Melquisedec.

Lector: De la carta a los hebreos: 5, 1-10Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y est constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.

l puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que l mismo est envuelto en debilidades. Por eso, as como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos tambin por los suyos propios.

Nadie puede apropiarse ese honor, sino slo aquel que es llamado por Dios, como lo fue Aarn. De igual manera, Cristo no se confiri a s mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorg quien le haba dicho: T eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: T eres sacerdote eterno, como Melquisedec.

Precisamente por eso, durante su vida mortal, ofreci oraciones y splicas, con fuertes voces y lgrimas, a aquel que poda librarlo de la muerte, y fue escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendi a obedecer padeciendo, y llegado a su perfeccin, se convirti en la causa de la salvacin eterna para todos los que lo obedecen y fue proclamado por Dios sumo sacerdote, como Melquisedec. Palabra de Dios.

Todos aclaman: Te alabamos, Seor.

La Asamblea se pone de pie.

ALELUYA

El coro y la asamblea cantan la aclamacin antes del Evangelio. Mientras tanto, el Seor Obispo pone incienso al incensario. El dicono, inclinado ante el Seor Obispo, pide la bendicin, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendicin.

El Seor Obispo en voz baja dice:

El Seor est en tu corazn y en tus labios,

para que anuncies dignamente su Evangelio,

en el nombre del Padre y del Hijo, (

y del Espritu Santo.El dicono responde: Amn

Despus el dicono va al ambn llevando el Evangeliario, acompaado por los ministros que llevan el incienso y los cirios.

ACLAMACIN ANTES DEL EVANGELIO

Aleluya, Aleluya, Aleluya,

Aleluya, Aleluya, Aleluya.

No endurezcan su corazn, como el da de la rebelin en el desierto, dice el Seor.Aleluya, Aleluya, Aleluya,

Aleluya, Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO

Ya en el ambn, el dicono dice:

El Seor est con ustedes.

El pueblo responde:

Y con tu espritu.

Dicono:

( Del Santo Evangelio segn san Lucas: 19, 41-44Y mientras tanto hace la seal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho, el pueblo aclama:

Gloria a ti, Seor.

El dicono inciensa el libro de los Evangelios.

Luego proclama el Evangelio.

E

n aquel tiempo, cuando Jess estuvo cerca de Jerusaln y contempl la ciudad, llor por ella y exclam: "Si en este da comprendieras t lo que puede conducirte a la paz! Pero eso est oculto a tus ojos. Ya vendrn das en que tus enemigos te rodearn de trincheras, te sitiarn y te atacarn por todas partes y te arrasarn. Matarn a todos tus habitantes y no dejarn en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba".Acabado el evangelio el dicono dice:

Palabra del Seor.

Todos aclaman:

Gloria a ti, Seor Jess.

BENDICIN CON EL LIBRO DE LOS EVANGELIOS

El dicono lleva el evangeliario al Seor Obispo y ste lo besa, luego dice en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

El Seor Obispo da la bendicin con el evangeliario. El coro y la asamblea vuelven a entonar el Aleluya.

Aleluya, Aleluya, Aleluya,

Aleluya, Aleluya, Aleluya.

HOMILA

PLEGARIA UNIVERSAL

El celebrante invita a los fieles a orar, por medio de la siguiente monicin:

O

remos, al Seor, que con su Espritu santifica a la Iglesia y, por medio de sus ministros, la ilumina y gobierna.

Despus de cada peticin responderemos cantando: Te rogamos, yenos!

Para que la Iglesia, bajo la gua del Papa Benedicto XVI, y de nuestros Obispos, crezca sin cesar y convoque a los hijos de Dios dispersos por el mundo. Roguemos al Seor.

Te rogamos, yenos!

Para que nuestra Iglesia diocesana de Cuautitln, con nuestro Seor Obispo Don Guillermo Ortiz Mondragn, y bajo la proteccin de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, nativo de estas tierras, acompae e ilumine a los hijos de Dios que viven en nuestras ciudades y en nuestros pueblos. Roguemos al Seor

Te rogamos, yenos!

Para que nuestro hermano, el Padre Rodrigo Ortega Silva que este ao celebra el 50 aniversario de su Ordenacin Sacerdotal est lleno de la fuerza del Espritu Santo, y contine dando un s al Seor para transmitir el Evangelio a todos. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!

Para que el Seor tenga en su Reino a Su Eminencia Jos Garibi Rivera, Cardenal Arzobispo que orden Presbtero al Padre Rodrigo y est participando de la Eucarista Eterna. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!

Oremos tambin por los paps del Padre Rodrigo, sus familiares, amigos difuntos, para que estn gozando del premio eterno. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!

Para que la Provincia de San Nicols de Tolentino, en Michoacn, a la que el Padre Rodrigo perteneci, fiel al espritu de San Agustn promueva la comunin en la Iglesia. Roguemos al Seor.

Te rogamos, yenos!

Para que las bendiciones que el Seor derrama sobre el Padre Ortega alcancen al pueblo de Uriangato, Guanajuato, donde naci esta vocacin. Roguemos al Seor.

Te rogamos, yenos!

Para que esta comunidad de Santa Mara Tianguistengo, bajo la gua pastoral del Padre Rodrigo, sea fiel en el desarrollo del Plan Diocesano de Pastoral. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!Para que el Seor bendiga abundantemente a la familia del Padre Rodrigo y les conceda aceptar con paz las cosas prsperas y adversas de la vida y esforzarse por vivir en Cristo unindose a El de todo corazn. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!

Roguemos al Seor por todas las familias aqu presentes, por los enfermos, por los nios, jvenes y personas mayores, que experimenten cada da, el amor y la presencia de Cristo resucitado. Roguemos al Seor.Te rogamos, yenos!El seor Obispo concluye la plegaria con la siguiente oracin:

ORACIN PARA PEDIR AL SEOR

POR EL XITO DE LA VISITA PASTORAL

PADRE SANTO,

TE DAMOS GRACIAS PORQUE NOS HAS ENVIADO

A TU HIJO JESUCRISTO, PASTOR DE NUESTRAS ALMAS,

PARA CONVOCARNOS COMO PUEBLO TUYO, LA IGLESIA.

EN TU DESIGNIO MARAVILLOSO

TU HIJO HA ELEGIDO A LOS APSTOLES

Y LOS HA ENVIADO PARA CONDUCIR

TU REBAO HACIA VERDES PRADERAS.

POR INTERCESIN DE

SANTA MARA DE GUADALUPE, NUESTRA DULCE MADRE,Y DE SAN JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN,

TE PEDIMOS, LLENOS DE CONFIANZA,

POR ESTA TU GREY DE LA DICESIS DE CUAUTITLN:

CONCDENOS LA FUERZA DE TU ESPRITU,

PARA QUE EN ESTA VISITA PASTORAL,

EXPERIMENTEMOS TU CONSUELO Y FORTALEZA,

Y BUSQUEMOS LA CONSOLIDACIN

DE LA UNIDAD DE TODOS,

Y AS AVANCEMOS EN LA REALIZACIN

DE NUESTRO PLAN DIOCESANO DE PASTORAL,

QUE NOS LLEVE A CUMPLIR TU VOLUNTAD

EN LA MISIN CONTINENTAL.

TE LO PEDIMOS EN TU MISMO HIJO,

JESUCRISTO NUESTRO SEOR.

R. Amn.ORACIN SOBRE LAS OFRENDAS

El Seor Obispo, con las manos extendidas dice:

Acepta, Padre santo, nuestros dones y concdenos seguir el ejemplo de humildad y servicio a los dems que nos dej tu Hijo Jesucristo al lavar los pies de los Apstoles.

Por Jesucristo nuestro Seor.R. AmnPREFACIOEn verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvacin, darte gracias siempre y en todo lugar, Seor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Ya que, por la uncin del Espritu Santo, constituiste a tu Hijo unignito Pontfice de la alianza nueva y eterna, y has querido que su sacerdocio nico se perpetuara en la Iglesia.

Porque Cristo no slo comunica

la dignidad del sacerdocio real a todo el pueblo redimido, sino que, con especial predileccin y mediante la imposicin de las manos, elige a algunos de entre los hermanos, y los hace partcipes de su ministerio de salvacin, a fin de que renueven, en su nombre, el sacrificio redentor, preparen para tus hijos el banquete pascual,fomenten la caridad en tu pueblo santo,lo alimenten con la Palabra,lo fortifiquen con los sacramentos y,consagrando su vida a ti y a la salvacin de sus hermanos, se esfuercen por reproducir en s la imagen de Cristo y te den un constante testimonio de fidelidad y de amor.

Por eso, Seor, con todos los ngeles y santos, te alabamos, cantando llenos de alegra:Santo, Santo, SantoPLEGARIA EUCARSTICA I

Canon romano

El Obispo, con las manos extendidas, dice:

CP Padre misericordioso,

te pedimos humildemente

por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Seor,

Junta las manos y dice

que aceptesTraza el signo de la cruz sobre el pan y el cliz, conjuntamente diciendo:

y bendigas estos dones,

este sacrificio santo y puro que te ofrecemos,

Con las manos extendidas, prosigue:

ante todo, por tu Iglesia santa y catlica,

para que le concedas la paz, la protejas,

la congregues en la unidad

y la gobiernes en el mundo entero,

con tu servidor el Papa Benedicto XVI,conmigo, indigno siervo tuyo,

y todos los dems Obispos que, fieles a la verdad,

promueven la fe catlica y apostlica. Conmemoracin de los vivos:

C1 Acurdate, Seor, de tus hijos

Rodrigo Presbtero, y sus hermanos

Luis Francisco y Josefina Ortega,y de todos los aqu reunidos,

cuya fe y entrega bien conoces;

por ellos y todos los suyos,

por el perdn de sus pecados

y la salvacin que esperan,

te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen,

este sacrificio de alabanza,

a ti, eterno Dios, vivo y verdadero.

Conmemoracin de los Santos:

C2 Reunidos en comunin con toda la Iglesia,

veneramos la memoria ante todo de la gloriosa Siempre Virgen Mara, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Seor, la de su esposo, San Jos;la de los santo apstoles y mrtires Pedro y Pablo, Andrs, Santiago y Juan, Felipe, Bartolom, Mateo, Simn y Tadeo; Lino, Cleto, Clemente, Sixto, Cornelio, Cipriano, Lorenzo, Crisgono, Juan y Pablo, Cosme y Damin, san Juan Diego Cuauhtlatoatzin

del Beato Juan Pablo II y la de todos los santos por sus mritos y oraciones concdenos en todo t proteccin.

Con las manos extendidas, prosigue:

CP Acepta, Seor, en tu bondad,

esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa,

ordena en tu paz nuestros das,

lbranos de la condenacin eterna

y cuntanos entre tus elegidos.Junta las manos.

Extendiendo las manos sobre las ofrendas, dice:

CC Bendice y santifica esta ofrenda, oh Padre,hacindola perfecta, espiritual y digna de ti,

de manera que sea para nosotros

Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado,

Jesucristo, nuestro Seor. Junta las manos.

El cual, la vspera de su Pasin,

Toma el pan y mantenindolo un poco elevado sobre el altar, dice:

tom pan en sus santas y venerables manos,

Eleva los ojos.

y, elevando los ojos al cielo,

hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso,

dando gracias te bendijo,

lo parti, y lo dio a sus discpulos, diciendo:

Se inclina un poco.

Tomen y coman todos de l,

porque esto es mi Cuerpo,

que ser entregado por ustedes.Muestra el Pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexin.

Despus prosigue.

Del mismo modo, acabada la cena,

Toma el cliz y sostenindolo un poco elevado sobre el altar, prosigue.

tom este cliz glorioso

en sus santas y venerables manos,

dando gracias te bendijo,

y lo dio a sus discpulos, diciendo:

Se inclina un poco.

Tomen y beban todos de l,

porque ste es el cliz de mi Sangre,

Sangre de la alianza nueva y eterna

que ser derramada por ustedes

y por muchos para el perdn de los pecados.Hagan esto en conmemoracin ma.Luego dice.

CP ste es el Sacramento de nuestra fe.Y el pueblo prosigue aclamando:

Anunciamos tu muerte,

proclamamos tu resurreccin.

Ven, Seor Jess.

Despus con las manos extendidas dice:

CC Por eso, Padre,

nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo,

al celebrar este memorial de la muerte gloriosa

de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Seor;

de su santa resurreccin del lugar de los muertos

y de su admirable ascensin a los cielos,

te ofrecemos, Dios de gloria y majestad, de los mismos bienes que nos has dado,

el sacrificio puro, inmaculado y santo:

pan de vida eterna y cliz de eterna salvacin.

Mira con ojos de bondad esta ofrenda

y acptala,

como aceptaste los dones del justo Abel,

el sacrificio de Abrahn, nuestro padre en la fe,

y la oblacin pura

de tu sumo sacerdote Melquisedec.

Inclinado, con las manos juntas, prosigue:

Te pedimos humildemente,

Dios todopoderoso,

que esta ofrenda sea llevada a tu presencia,

hasta el altar del cielo,

por manos de tu ngel,

para que cuantos recibimos

el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo

al participar aqu de tu altar,

Se endereza y se signa diciendo:

seamos colmados

de gracia y bendicin.Conmemoracin de los Difuntos.Con las manos extendidas dice:

C3 Acurdate tambin, Seor,

de tus hijos Jos Garibi Rivera Obispo,

Manuel Samaniego Obispo,

Luis Ortega Martnez,

Elena Silva Ayala y Eva Ortega de Garca

que nos han precedido con el signo de la fe

y duermen ya el sueo de la paz.Junta las manos y ora unos momentos por los difuntos por quienes tiene intencin de orar. Despus, con las manos extendidas, prosigue:

A ellos, Seor, y a cuantos descansan en Cristo,

concdeles el lugar del consuelo,

de la luz y de la paz.Junta las manos.

Con la mano derecha se golpea el pecho diciendo:

C4 Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos,

Con las manos extendidas prosigue:que confiamos en tu infinita misericordia,

admtenos en la asamblea

de los santos apstoles y mrtires

Juan el Bautista, Esteban,

Matas y Bernab,Ignacio, Alejandro,Marcelino y Pedro,Felicidad y Perpetua,gueda, Luca,Ins, Cecilia, Anastasia,y de todos los santos;

y acptanos en su compaa

no por nuestros mritos,

sino conforme a tu bondad.Junta las manos.

CP Por Cristo, Seor, nuestro.Por quien sigues creando todos los bienes,

los santificas, los llenas de vida,

los bendices y los repartes entre nosotros.Toma la patena y el cliz, los levanta y dice:

CP Por Cristo, con l y en l,

a ti, Dios Padre omnipotente,

en la unidad del Espritu Santo,

todo honor y toda gloria

por los siglos de los siglos.La Asamblea aclama: Amn.

RITO DE LA COMUNIN.Una vez que ha bajado el cliz y la patena, el Obispo, con las manos juntas, dice:

Fieles a la recomendacin del Salvador y siguiendo su divina enseanza nos atrevemos a decir:

Extiende las manos y, junto con el pueblo, contina:

Padre nuestro, que ests en el cielo,

santificado sea tu nombre,

venga a nosotros tu Reino,

hgase tu voluntad as en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada da,

perdona nuestras ofensas,

como tambin nosotros perdonamos

a los que nos ofenden,

no nos dejes caer en la tentacin

y lbranos del mal.

Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:

Lbranos de todos los males, Seor,

y concdenos la paz en nuestros das,

para que, ayudados por tu misericordia,

vivamos siempre libres de pecado

y protegidos de toda perturbacin,

mientras esperamos la gloriosa venida

de nuestro Salvador Jesucristo.

Junta las manos.

El pueblo:

Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Seor.

Despus, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Seor Jesucristo,

que dijiste a tus apstoles:

La paz les dejo, mi paz les doy,

no tengas en cuenta nuestros pecados,

sino la fe de tu Iglesia

y, conforme a tu palabra,

concdele la paz y la unidad.Junta las manos:

T que vives y reinas

por los siglos de los siglos.El pueblo responde: Amn.Vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, dice:

La paz del Seor est siempre con ustedes.

El pueblo responde: Y con tu espritu.El dicono aade:En Cristo, dense la paz.Y todos, segn la costumbre del lugar, se dan la paz. El Obispo da la paz al dicono y a los ministros. Despus toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una parte del mismo en el cliz diciendo en secreto:

El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Seor Jesucristo, unidos en este cliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.

Mientras tanto se canta o se dice:

Cordero de Dios

A continuacin el Obispo, con las manos juntas, dice en secreto:

Seor Jesucristo, la comunin de tu Cuerpo y de tu Sangre,

no sea para m un motivo de juicio y condenacin,

sino que, por tu piedad, me aproveche para defensa de alma y cuerpo

y como remedio saludable.ORACIN DESPUES DE LA COMUNIN

El Seor Obispo: Oremos.

C oncede, Seor, a tus hijos alimentados con esta Eucarista, ser fieles ministros del Evangelio, de los sacramentos y de la caridad, para bien de tu pueblo y gloria de tu nombre.

Por Jesucristo, nuestro Seor.La asamblea responde:

Amn.

BENDICIN FINAL

El Seor Obispo extiende las manos hacia el pueblo y dice:

El Seor est con ustedes.

Pueblo: Y con tu espritu.

El Seor Obispo:

Bendito sea el nombre del Seor.

Pueblo: Ahora y por todos los siglos.El Seor Obispo:

Nuestro auxilio est en el nombre del Seor.

Pueblo: Que hizo el cielo y la tierra.

Inclinamos la cabeza para recibir la bendicin

El Seor Obispo:

Que el Seor los bendiga y los guarde.

Pueblo: Amn.

El Seor Obispo:

Que haga resplandecer su rostro sobre ustedes y les muestre su misericordia.

Pueblo: Amn.

El Seor Obispo:

Que vuelva su mirada hacia ustedes y les conceda su paz.

Pueblo: Amn.El Seor Obispo:

Y la a bendicin de Dios Todopoderoso

Padre (

Hijo (y Espritu ( Santo

descienda sobre ustedes y los acompae para siempre.

Pueblo: Amn.DESPEDIDA

Dicono:

Vayan a vivir lo que aqu hemos celebrado. Pueden ir en paz.Pueblo: Demos gracias a Dios. El coro entona el

CANTO DE SALIDAPAGE