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Blog: París...un recorrido no turístico de ensueño ¡París es siempre una buena idea! Pocas veces pensamos en visitar Europa y no pasar unos días por la ciudad de la luz. Si piensa visitarla por primera vez, es recomendable, por supuesto, que conozca todo lo que ella tiene que ofrecer al turista y al viajero: todos los monumentos, parques y museos tan famosos como la ciudad misma. En una primera visita a París, no deje de subir a la torre Eiffel para admirar la ciudad desde 300 metros de altura, o de recorrer los pasillos del famoso museo del Louvre; haga una visita a la Catedral de Nuestra Señora de París y déjese admirar por sus vitrales y sus gárgolas. Ninguna

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Post on 15-Feb-2021

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  • Blog: París...un recorrido no turístico de ensueño

    ¡París es siempre una buena idea!

    Pocas veces pensamos en visitar Europa y no pasar unos días por la ciudad de la luz. Si piensa visitarla por primera vez, es recomendable, por supuesto, que conozca todo lo que ella tiene que ofrecer al turista y al viajero: todos los monumentos, parques y museos tan famosos como la ciudad misma. En una primera visita a París, no deje de subir a la torre Eiffel para admirar la ciudad desde 300 metros de altura, o de recorrer los pasillos del famoso museo del Louvre; haga una visita a la Catedral de Nuestra Señora de París y déjese admirar por sus vitrales y sus gárgolas. Ninguna

  • visita a París estaría completa sin un recorrido por las orillas del Sena, una visita a la majestuosa ópera Garnier, o un descanso en los jardines de Luxemburgo. Como París es visitada por más de 15 millones de personas al año, les recomendamos hacer reservaciones por internet para entrar a las principales atracciones, y así evitarse largas filas. Si ya ha visitado esta espectacular ciudad, pero sigue sintiendo el deseo de volver una y otra vez, aquí les sugerimos un recorrido que los llevará a lugares menos frecuentados por los turistas y que les permitirá conocer esquinas más escondidas y pintorescas. Como la mayoría de las ciudades europeas, París se conoce mejor a pie; a pesar de que el metro y el transporte público funcionan muy bien y son económicamente asequibles, es mejor empacar unos buenos zapatos para recorrer sus calles. El recorrido inicia en la Place Saint-Michel, en el Barrio Latino, uno de los más viejos pero más pintorescos de París, una zona animada que debe su nombre a la época medieval, cuando los estudiantes se comunicaban entre ellos en latín. Todo el recorrido les puede tomar de una hora treinta a dos horas. La Plaza es un punto de encuentro muy concurrido entre parisinos y turistas, y ofrece unas vistas preciosas a la Catedral de Notre-Dame, al Palacio de Justicia y al Louvre.

  • Al este de la plaza, tomen una pequeña calle cuya entrada está un poco escondida: rue de l´Hirondelle, y entran a través de ella a una de las partes más antiguas de la ciudad, cuyos edificios datan del siglo 12. Siguiendo por las pequeñas calles: rue Gît-le- Cœur, rue Saint-André des Arts, rue Séguier, rue de Savoie, rue des Grands Augustins, rue du Pont de Lodi, rue Dauphine y rue de Nesle; al final de esta calle, tomen la vieja rue de Nevers y desembocan en la orilla izquierda del Sena. El recorrido parece difícil, pero es realmente sencillo, pues estas calles son muy cortas y se recorren rápidamente! Sigan por la orilla del río en el sentido de los carros, y se van a encontrar con el Hotel de las Monedas, donde se fabricaban medallas y monedas hasta 1971, y hoy es un museo. Siguiendo por la misma orilla, se obtiene una vista preciosa del Museo del Louvre; luego se encontarán con el majestuoso Instituto de Francia, en donde se encuentra la famosa Academia Francesa. Siguiendo unos metros más, giren a la izquierda sobre la rue Bonaparte; a la derecha verán un gran edificio: la Escuela Nacional de Bellas Artes, compuesta por más de dos hectáreas de edificios y jardines decorados con estatuas, y que está abierta al público. Siguiendo por la rue Bonaparte, descubrirán la vieja Iglesia de Saint-Germain-des- Près, que le da el nombre al barrio.

  • Hoy no conserva la majestuosidad de antaño, pues una parte fue destruída durante la revolución. Continúen por la rue Bonaparte hasta cruzar el Boulevard Saint-Germain, tomen la rue du Four, e inmediatamente a la derecha, la rue des Canettes. Esta calle es famosa entre los estudiantes parisinos pues está llena de bares y cafeterías: es un sitio de reunión para jóvenes desde hace cuatro siglos! Si siguen por la rue des Canettes, llegarán a la Iglesia de Saint-Sulpice; construída en 1643, sus torres son más altas que las de Notre-Dame; fue dejada de lado por los turistas por muchos años, pero recuperó su fama después de la obra “El Código Da Vinci”. Sigan por la rue de Saint-Sulpice, hasta la rue Garancière, caminen sobre esta hasta el final de la misma, y se encontrarán con el Palacio de Luxemburgo, que hoy en día es el sitio de reunión del Senado; se puede visitar una vez al mes, pero sus espectaculares jardines están abiertos todos los días. Deténgase aquí para un merecido descanso, disfrutando del “savoir faire”: tomarse un café, una copa de vino, leer un rato, o simplemente contemplar el lago, al mejor estilo francés. Caminen frente a la fachada del palacio, y tomen la rue Vaugirard, que es la más larga de París. Giren a la izquierda en la rue Rotrou al final de la cual se encontarrán con el Teatro de l Odéon, inaugurado en 1782.

  • Siguiendo luego por la rue Racine y la rue de l`Ecole de Médecine, se llega hasta la intersección del Odéon, con su estatua de Danton; este es un famoso sitio de reunión, con múltiples cines cercanos. Al otro lado del Boulevard Saint-Germain, van a ver una pequeña brecha entre los edificios: es el pasaje de Saint-André, una calle de comercios y cafés, en donde recomendamos visitar el café Procope, el más Viejo de París, fundado en 1686 y famoso por haber sido sitio de reunión de comediantes, escritores, intelectuales y revolucionarios. A mitad de camino de este pasaje, se encuentra una entrada que parece inaccessible, y que da paso al pasaje de Rohan, uno de los ambientes mediavales mejor conservados de París. Salen de este pasaje por la rue Jardinet, rue Serpente y la rue Hautefeuille, una de las más antiguas de París. En el N 5 de esta calle, se encuentra una torre, que es un remanente del Hôtel des Abbées, construído en 1292. Si siguen caminando por la rue Hautefeuille, llegan a su punto de partida, en la Place Saint-Michel. Después de terminar este precioso recorrido, se merecen un descanso y una buena cena en alguno de los numerosos restaurantes con terraza situados en las calles estrechas y pintorescas del Barrio Latino.

  • Les recomendamos un restaurante acogedor que se llama Le Chalet Saint-Michel, sobre la rue de la Harpe: probamos los famosos escargots, no podía falta la sopa de cebolla, y una deliciosa fondue de tres quesos. Todo acompañado de un vino rosée Côtes de Provence, que resultó delicioso y perfecto para acompañar nuestra cena.