biblioteca enciclopedica popular - episodios de la guerra de in depend en cia

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HIBIAOTECA FNt YC! OPF[) !('A PoPtIA1-9 - 1.)'

. E PF'4ODIOS DE LIJERBt DE NDEPENDENCIA

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A BU3LIOTECA EA'CICLOPFI)ICA f'Oi'Ltcqrnio Volt)rr:r come ci Prcscnte con kxloz dc corocic, h,slo.. ro filoifico, arlistico, cenS'f.co, lilerane,, fdrito. ik'o y docurnertal.

LAR publ,co todas los srnionos un

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Alitnan, asi, ;unio con rnanuuk, de !LcniiUs oplkodIuc, breves compndios de higiene y de agriculture, de ,ndustr, , pedogogia, pdgtna& e scogidas de tos grandes oufrie, 7jh qjro3 I, modernos, resiimenes de la historra de Mxic0 y de los drrnds nacwnes del rnundo, sin?els del pensomiente politico no(soswl e tmparctaies artlo!ogias deslinodas a diLuia: antic rueslr pneblo los ialcsres mas altos w autnIicos del esprilu universal. Si se mtcresa UsICO POP 6btener e4ta Bihiiokco, iIsO5C din guse a La Secrctaria de Educaetdn Ptblico (DtpoztLar,enW de Publtcidod). Argentina j Luis Con2lez 0 bregOn, Mtxico, D. F., cnvsando en giro postal to co.nlidad de $ 5.00 qua le data deracho a ,eclb1r 20 publicacionc, d,,tsntcis a par tir del wmero que ustad indique. Si ci ent'io fueio de 112.00, ac registrar ci nornbre de usted come 3u$cript 'r pore to sane onual de 32 cuadernos.

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LA PROX!M.4 SERI14NA, LiV ESTA COLECCION:

DOCUMENTOS OF IA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Pi E I:vr%(z:I ON1477 O, t, I I. d ur,os tic I has pop u It i ie.s (;tic ;ontttuijt n la gue:ra de irIdepL'r,tlenLia, son fctundos en L Jieroko, en liechos extra oidinarios quc forincrn La nts I ,llanie epopctja de nuesira hisforta !Ioni,re,s y mullitudes Ilerat, a cabo actos rnemorables cuya rernembranra es uno perpetua 1c.i6n de pa(rotisnio. r4limentar los recuerdos nacionale.s con 105 wmhres de Hidatgo. Morelos. Bra o. Guerrero. Do. Jose/a Ortiz dc Dominguez, Cl PIpila q cicn mds de nuestros hroe.s gi los de (; ?fladiItT5. CuLluIia, ci Veladero. Oaxaca lj lontos q lantos qtiC ietxe:dan una aceidu, nseriloria, rnagnLfica o bizorra, es una de las rnejores forma de mantener .icci ij ardiente la llania que enndiera ci gran cura dc Dolores ci 15 de seplienthre de 1810 y ('tie .orrc a frat.'s de lo.s arios sostenida por Las manos de los hornbres quc oman. por encinia de lodo. .kii en unri patria lihte. Los recuerdos dc eslos Iiechoz her oicos, infegrun, aderns. iiue.ko patrimonio e.spirilual, la rnw legiIin2a llerencia de que POd-ITTIOS ufanarnos. 5cr !iijos de 'ma nacidn que ha dado hombres de ta/la extraordinaria pot su Lalor y s it dignidtzd, fo,nzo ci rncii alto limbre de orgullo que pueda ostentarse y es to que rnds profndu y noblcrnente hacc arnr a uria nacidn. En Jos pdginas que siguen. defilan y pueden adniirarse alg:rnos, rnuy pocos. dada la corlti excnsidn de esos fol'ctos. de los personajes !J acciones que sohrt,sa'cn de ese aprelado conjunto de fulgores de la gueria de md. pcndc'ncia. sin dada los rnds in-

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RESENTACION

niii niernorabIc, aquellos que de 11ei.JIos reales. par 1s prdig 'ns. fo:nian pir1e ya de una espccie de leytenda !zeroka de nu:stra iurbu1rzla y magrfica c.'da nacionaL Esperarnos que su kdura, corl.sti(uya urla iru.i!acdn a releer las pdginas de nue,Ira /iIra; a ieck'ir con ci agsadecido recuerdo Icu luchas sin d-..jruo. t,i sacriJkos inclucnIe.s. para buscar en ci amor a ese paiJ;. Ia dii,iidid con que cicir ci presenle y Ia nobleza con quf cqnrvr jLa Of dna de PuhlkWad q Propaganda de La Sccre(aria de ducacin.

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LA LNOCHE DEL U DE SEPTIELBRE

RA la noche del 15 de septiembre de 1810. Los liabtantes del pueblo de Dolores descansaban tranquUos v dc. E cudados en brazos del suerlo. Nada parecia turbar la nionotonia no interrumpicla durante doscientos y Pico de aos. Sc observaba. sin embargo. una qu otra ventana o puerta iluminada: P ero poco a poco Iueron eitiriuitndose las luces, los per ros se echaron a reposar. y todo qued obscuro y silencioso. exceptG ci pequeo postigc de una casa stuada en una calle prxiina a h iglesia. donde se percibIa la tenue claridad de una bujia. El cuarto o alcoba de donde salia la- luz. ffa de un tamaio regular, y adoinado de una manea. que en los tiempos de qt-.e vamos hablancio. no dejaba de set extraila. En una mesa losca. de madera. con carpeta de pao azul. habia esparcidos algunos libros que par la pasta y cantos dorados no podia dudar,e qu eran pertenecientes a un eclesistico, y junto de elks algunos otros con forros de pergamino raido; sabre otra mesa se vcian algunoi pianos y cartas geogrficas. conlundidas y revueltas entre varios crisoles de barro. un telescopio pequco, y algunos compases y escuadras: en la pared se velan colgados tambin algunos mapas, altrnando con gratides pantallas de ciistal: y por lttmo. junto de un estante de libros estaba cok'ada una estola y unos relicarios de cera de "agnus", y en un co5tado de la mesa estaba colocado un Santo Cristo y una imagen de la Virgen de los Dolores. Lo dems del cuarto no preseritaba cosa dina de Ilamar la atencin a no set multitud de canastos ilenos de tieria, algunos pequeios

EPJSODIOS DE LA GUERRA DL INDEFENDENCIA

lp)rflhIIos, y una coimenera depaio. A pesar de ins signos evidentes de que ci que alli moraha era no slo tin burn cristiano sino Un Minitro del culto, cualquiera habrIa dicho que tal haitaei6n era propia para un astriogo o aiquimista del siglo NV. En la habitacin quc hemos rrocurado describir, se hailaba envueko en una turca negra un anciano, tin si es no es inclinado hacia adelante, de (rente espaciosa, nariz alilada y ojos iivos y chispeantes. LT nas veces se paeaba con granck agitacin de uno a otro extremo de la pieza: otras se sentaha cle!ane de Ia mesa, y con la inane en Ia frente quedaba sumergido en honda cavilacin: de repente tomaba Ia pluma y trazaba en un papel rpidamente alguras lineas y vocablos. Se conocla que tenia un ran pesar, o que to ocupaba a'gn F>royecto inmenso. Dc esta agitacidn lo sac ci tumor lejano del galope de un caballo. Ptsoc en pie, y aproximndose lentamente al postigo, e puso a escuchar con atenci6u. A poco, ci rumor se hue ns perceptible. y finaimente, un jinete imbozado se ape en ia puerta de la casa. Nuestro personaje tom La bujia y abri ci zaguitn al cmbozado, ci cual sin ms ccrenionia, introdujo al patio su caballo 3' cerro eras si la pCrta. .Estamos perdidos, seiior Cura. exclam el recin Ilegado. El cura iba a sottar Ia bujIa, a cam-,a de Ia orprea; peru Tecobrndose. Ic contcst con calnia: A lo que vco, estamos todavia libres v conida; y sjendo z,sj, ialta mucho para que nos consideremos perdidos; mas cipliquese usted. Entretanto, Jos dos personajes entrarori a la alcoba: ci Cwa tom asiento en su poltrona y ci ernbozado en otra sitia. Irente de i. Diga usted ahora cuanto gtste, continu ci Cura con vol tranquila. que estoy dispuesto a escucharlo. Pues seiIor, la corispiracin ha side descubierta esta misina znaana, en Qucrtaro. jDescubieital... y cniol

J.PISODTOS DE LA GUERRA DE INDEPENDEXCIA-.

Hate dias que en una taberna hubo una ria, de la cual reult6 tin asesinato. La policia acudi y se apoder de los agre()res. Uno de clioc, temiendo ser sentenciado a muerte. otreci descubrir secretos de iniportancia ccn tal tie que se le perdonase. e Ic garanhiz la vida y todo Jo ha descubierto. En consecuencia, d seor Corregidor Dominguez, aunque amigo de usteci y tie La patria. Loma, en curnplimiento de su cleber, medidas enrgicas, y maana a estas horas, ci seor Alkndc, usted v otres arios, caern en pockr tie Garcia Rebollo. Nada tie esto me asombra, amigo mio, porque entre Jos valientes hay tambin cobardes, y entre Los hombres leaks hay t:aidores miserables; pero. cmo ha podido usted saber todo esto? La cosa es muy sencil'a. La esposa del seor Dominguez. cl ue como usted sabe. es urta seora entusiasta por la libertad y enerosa, y... %amos. Ilena tie vi,tudes, me llarn para decirme c1 11C iniportaba que yo mismo puslera en conocimiento tic usted tcdas las noticias, o de Jo conlrario. Ia patria se perdia, v usted, scor Cura, scria fusilado Amigo mb, cuando hay corazones tan nobles, es m:nester rc.nFiar en que iritmIar Ia buena causa: con:rnc usted. Yo, que .onocI todo lo que in.portaba que usted supiera las cosas, trometi a la seora, a fe de hombie. que seria cumplido su encargc. No tenIa caballo, no tenIa aimas, no tenia dinero. v asi es que me sail como un loc a vagar por ]as calles, pensando como vencer tanta dilicultad. Estaba a punto de liorar como un mudiacho, cuando observe que tin indlo se ape en la puerta una barboria, con ci fin de raurare y cortarse el pelo. Dios i j uiso que ci bailiero cerrara su puerta; ertonccs. con mueho cuidado, tome ci cabestro, me mont6 en el caballo y echC a correr, no he parado hasta aqui. iPobre animal! Veinticuatro leguas ha caminado sin lomar resuello. Con que ya que sabe usted todo. es ru'nc.ster que hiya usted. que se oci,Itc, que. jBobada! contest ci Cura, dejando asornar a sue laijios iia sardnica sciirisa. - Cmo?... qu piensa usted hater cntonces?

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EPISODIOS OF t-11 GUERRA OF INDEPENDENCI

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Aproveciiar ci gneroo avio de utcd, y obrar con ener-

-Seor. esti usted loco. Estoy mis cuerdo de lo que a usted IC parece, El Cura se juso a escribir. y continu: El; neceario que ahora inismo se marche usted para Quertaro. pues usted tiene familia a quien hacerle falta. v podria comprorneterse. Dc paso ponga ;7ted con reserva esta carta en manos de Don Ignacio Allende, quc se halla en San Miguel. Le dar4 a uted otio caballo. v... Vamos. amigo mb. no hay tiempo que penar mucho ahora. Reciba usted este abrazo en prueba de ml graitud, v... Dies 10 gule pot buen camino... Adis. seiior Cura. dijo el jinete. besindoIe la mano. que edetbtko le tendu. Adis. amigo. En Ia caballeriza hay varios caballos; ccja usted ci toidil!o, que es Iuerte, y no olvide mi encargo.ci mu

El personaje sali: ci Cura se dej caer en su silln, e inclin venrabk cabeza cana sabre ci pecho. A poco se ercucharon las pisadas del caballo, y ci jinete, quc hacba un cuarto de hora qu habla ilegado, parti de riuevo a galope Etc rauchacho. pens6 ci Cura salienclo de su estupor, es aetho: como Ikgue a tiempo la carta a manos del Capitn, tods saldri bien. Abora veamos los eicmentos con que cuento para funcat In hbertad mexicana. Al deck esto abrI6 una gavta del estante, y cornenth a co tat unas monecias: cinco, diez, veinte, treinta. Vaya. se dijo no Ikga a doscientos pesos lo que ten, pero no hay cuidado, Dios nos protcgerL En seguida sacs un par de botellas de licor y alguno v&j, t) .rlO to cual color-6 en la mesa y voivi a sentarse. Soaac 'a Cu ci reloj de la igiesia. tres cuartos para las doce,

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1PI5OIJIOS DE LA GUERftA DE INDEPENDENCLI

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c ecuch ci ladrido lejano de los perios. y a poco voivi a reinar Un profundo silcncio. Oh! exc!am6 ci Ctira dando una fuerte palmada en la mesa, cmo vuela ci tiempo, sin qie haya medio de detenerlo; pero... un tropel de gente a cabaRo se acerca... Cuinto sentir perder la vida o morir entre los hierros de un calabozo sin haber liecho nada por la libertad de Mcxico... Sin duda vienen a prenderme ... veamos. La cabaigadura se detuvo en Ia puelta de la casa del Cura, y ste tom la Iuz, y acompaado ci4 criado abri la nuerta. U jinete se ape y abraz al Cura. Seor cura. dusted en vela a estas horas? Seor capitin, qusted corriendo por esos cerros tan rarde? ;Qu cuiere usted!... los enemigos no se descuidan, Jr es mcn'ster andar listos, y esto es que an no comenzamos. Entrernos, seor Capitn, entretanto ci criado coloca a lot caballos en la cuadra, y les da tn pienso de mafz. - L,) necesitan a fe mIa. porque ban galopado mucho. Los dos personajes entraron, y ci criado se d1r1gi6 a la caballeriza cou las cabalgaduras. Sabe usted que nos han descubierto. dijo el Capitin. arreflenindoe en una silla, y desvisndo de su ancha frente su pelonAbio.

Lo se. seor Don Ignacio, contest ci Cura, con caitna, 'omando asiento en su poltrona y envolvitndose en su turca. --Ai. pues. contiriu el Capitin. todo se ha frustrado. Quin.. cc dias mis. y damos Un goipe maestro. An es tiempo coritest ci Cura resueltameate. Quin sabe. respondi ci Capitin. con tono de duda. A horas, Quertaro y Guanajuato estin en la mayor alarma.. y se roman providencias muy enrgkas y severas. Vea jsted crno QO duermen. AL decir esto arroj un pipel "re La mesa.

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EPIODIOS DE LA GUERRA DE. INDEPENDEXCI.*

( Conque nos qucrian pre1ider?, repuso ci Cura con cacliaia. Cabal; pero felizmente intercept e1e olicio, y antes de que se tomaran ci traba l o de buscauios h;IbiIac!n, eiiilI mi CaIallo y ya me tiene usted aqul. Y el amigo Abasolo? Le be aviado lo ocurrido. y no d1latarA en vcnir. ci ReBien, rnuy bien. aniico mb. contcst ci Cura. gimiento de Jraones de la Heina, en qui estado se Italia? A nustras 6rderes, repic6 & Capitn. Y Jos amigos dc Puebla yValladolid) En corriente, pero para 1 Jo. de octubre. Pues entonces no hay cl ue pnsai; ci tiempo es corto, y La actividad y Ia energia nos sa!virn. - Permitame usted, seor Cura. que Ic dga que no ve ingunos clementos para hacer una rcvolucin; y si no cuent;1 usted con otros rnateriales, los que existen en esla habitacin son propios para hbricar platos, y criar abejas y guanos de seda; mas no para sublevar a oclio millones de liabitanies lienos de preocupaciones, y acostuml)rados a Ia ciega obedirucia al Rey. esas objeciones. Capiun. tienen algo que hucla a Icinor? -- Vive Dios% e,clam ci Capitn. riuc nunca me aciterdo haber tenido temor, ms que a Dios, senr Cura. Supongo que eta es una chanza. .. Dc Jo contrario. Dc Jo contrario, Equi hacia u31ed, Capitn) Qu hacia?... abandonar Ia amictad de usted. correr yo solo ci peligro, y morir luchando conio tin hombre. Capiin, usted es el hombre digno de ser compuero del anciano Cura de Dolores. . . Era trna chanza electivamente, mas no han dejado de ilarnarme Ia atcnci6n las prudentes reliexione5 de usrcd. Yo soy valiente por enIuiasmo v por convencimientu de quc debo dedicar los tiltinnos aos de mil vida t-n alguna cc

i:PISODLOS DE LA GUERRA DE LNDEPENDENC!.

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td; perU Usted es intrpido por carcter. por tcmperamen'o. y porque circula cii sus venas la sangre ardiente de Ia juventuJ y no debe haber mngn griero de reflexin, tanto ms, cuanto que de una nnanera o de otra, ci cadalso amaga nuestro cuello. ustccl raz6n. sefor Cura, y casi me avergienio de haher hecho ernejrites rcfexiones: sin embargo, coino no yea aqul ni innia. iii parquE', ni genie, in. El pueblo duerme. Capitn; pero cuancia Ia dep'tinas irna vez con ]as mgicas paIabr de religion y libertad, no volvera a reposar hasta que no haya Ianzado del otro ]ado del mar a sus opresores. A mi vez confieso que tiene usted razOn de preguntarme cules son los &ernentos con que cuento: muy bieri, se los ensear a usted. Diciendo esto sacO las pocas monedas que halila en la gaveta, v seial6 al Capitan las botelias y vasos que e.tI)an sebre la mesa. Los do personajes se quedaron un momento mirndose uno al otto. y despus prorrumpieron en una carcajz * da de risi. --Somiis tinos locos. seor Cura. Somos unos valientes. seor Capitn. Asi, seor Cura.. Asi. seor Capitan, es inenester no ok'idar cuanto hemos tilaticado debajo de los pomposos rbiies de Guadiana. que ha. ccii que se realicen esos sueiios dulcisimos de gloria. que han sido duranic niucho tiempo ci deliria de ambos. Sin embargo, Capitn. esos sueos termunaran,, sabe usted c6mo? En tin patibulo. al que subircmos junlos. Como tarnbi * n juntos hemos de participar de a gloria, y' de los triunfos que se Has esperan, seor Cura. Bien dieho, Capitan. Afin conozco que puedo empuar wsa anza y un fusil, que puedo estrechar entre mu rodillas u logoso caballo; que puedo como ci rayo de Dios, liacr temblar a los ejrcitos de los epaoles. Al decir esto briUaban los ojos del anciano con indecibic ale-

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EPISODIOS DE IA (lEERA DL INJ)EPENflENA

rIa; su cuerpo aparccia derecho y galano, y en su frente se ida esa intima scguridad que tienen los vahentes en sus empreas. El j(, %-en Capiin. Jieno t.2mbin de alegrIa. exclani: - Seor Cura, en este memento no me cambic por ci mis poderoso de los Reyes de la, Tierra. iViv Cristo! Los deseos que

hernos tanto explavado en nuestras- conersaciones, debajo de aqnellos fronclosos rbolcs de mi patria. van a reabzarse, y acaso despu de ]as penalidades y fatigas de una sangrienta guerra eremos a Mx;co libre y poderos-o. Esta esperanza, seor Cura, es la felicidad de mi Ibida. jValicntc y virtuoso jo ' .cn!. murmur ci Cura a media voz, y luego alzndole Ic dijo: De 'co saber cmo se descubri la cons-piracin, pues ci que me di ci avis-c pocos momentos antes de gut usted ilegara, me asegur que fui a consecuencia de unos einatos... --Con eledo, unos dicen eso, y otros- que ci Dr. Iturnaga. que a Ia hora de sta habr pacado a Ia otra vida, lo dec]ar6 todo en s-us ultimos momentos. - Cobarde!. replk ci Cura, come si el procurar la libertad del pueblo fuera un pccad. Qu quiere usted... Ia conciencia. En cuanto a mi jizgo cue Dios me Iavorecer.. Es-ta es mi creencia tamhrn. pero y ea que estamos pcidiendo ci tiempo: las doce de la noche van a dar, y an no hemos pensado en Jos rncdios de salir de este atolladero. Eso mis-mo pieiiso yo; mas nada digo a us-ted. porque... El Cura qued un momento s-umei'gklo en una profunda meditacin, y luego dijo: En verdad que la empresa es ms dilicil de ic qu paJcc. Es tan tarde... pero. imiserable de mil he dkho gut es mejc brar que pensar. Dc todas mantras hem-os de perder la cabeza. E.st us-ted conforine? Lo he dicho.

pISOD1OS DE LA GUERRA DL INDEEDENCL

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Venga esa mano. La libertad o Ia muerte. st-i,or D. Ignaco Allende. El Capitn estrech la rnano al Cura contestndole: la bbero Ia muerte. seor D. Miguel Hidalpn y Costilla. * * *

Hola! grit6 el Cua Huaigo con oz cit trueno. Un criado humilde con su calzn cit cuero, su sc.mbrer tenddo de petate, y su jerga de lana, se present, y cruzando los biazos. dijo: qu manda su nierced. seor Cura) Ve con mucho silencio, y llama uno por uno a todos Jos serenos que encuentres si te preguntaren para qu, its dur.s gut su Cura neceita de ellos mucho. El criado 5alI6. A poco Ikg un sereno. luego otro, y lueo otro; por fin se r ' uuiercri doce jndi iduos. Amigos, ha Ilegado la ocasi6n en que desec probar. ii ci afeco y respetc que profesis al pobre viejo Cura cit Dolores es veidadero o no. Voy a exigiros un gran favor; i no me io concedts, padenca... entonces tendr que abandonar es.te peeblo, v quiz para siempre. Los serenos pusieron sus laroles en ci suelo, y ci Cura tom una hodIa, llen los vasos de licor, y con voz muy ' uare y duke its dijo: - -Hijos mios, es una noche sta, que por mi it ha cit ser dc etrna znemoria en Mexico, y merece gut brindemos por,.. Acerc aos. Seor Cw-a, no nos atrevemos a beber en presencia cit vsted, dijo uno de elios: esas cosas las hacemos por netesidad, por costumbre, pero entie nostros, y no en pesene,ia cit urt hombre tart venerable.

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F.FISODIOS DE LA GUERRA DL JNDEPENDECIA

Vaya. hijos inios... accrcaos, no tengiis ternor. Dios ILl riado las cosas para regalo del hombre, y ste lo cinico que debe lacer es usar con nioderacin de eltas. Embriagarse es malo; pero beber un trago en compaMa de los amigos.. . porque yo 50Y, na tin Cura agrio y regan6n. sino vuestro amigo. no es verdad?, pocura vucstra feicidad; planteo fbricas de loza. para que no liava necesidad de quc .cngan de Espaa; cultivo las moreras y las vias.. Lo que sucede Cs que muchas vercs no podemos Isacer todo lo que queremos: ci Gobierno lo impide y... pero no beLis? Afuera miedo y vergiienza. os repito, que soy vuestro ai-nio. El cura reparti los vaos de Ikor, y los serenos los tonsaron casi Ilorando. No es malo este vino, continu ci Cura. celocandu con cieita indiferencia el vaso sobre la mesa; pero si Sc nos dejitr.s, podriarnos hacero con nuestras uvas en Dolores muclio mejor que en Mkiga y en Jerez. pero ya lo he diclso; el Gohierno espaol la prohulndo el que aqul se fabrinue vino pot no per judicar a Espaa, coma si los que viven en Am&ica no fueran sino uno, pen-os. Qu dicen ustedes de esto? Que es muy rnal hecho. seor Cura, y quc deblamos pedir ci que se permitiera a los dueos de viiias en Dolores... SerA en vano, no harn caso: lo que es necesario es pedirlo, pero por Ia Iuerza. Justanieate he Ilamado a ustedes para eso. Esta noche es menester pronunciarse por la libertaci. Al escuchar esta palabra. dicha con energia y decisi6ri. retxixedieron espantados Jos serenos. Os asustu?, dijo el Cura. encarndose resueltamente con dtos. No es eso, seor Cura, respondi6 uno, sino que torziar las armas contra nuestro Rey y nuestro Cobierno. es ca que jarnis nos resolveremos a ejedutar. Ordnenos usted que no eckemos del balcn abajo. v to haremos al instante. porque quetemos a usted mucho; pero hacer arinas contra nuestro Gobier nurica. Conipadre. interrumpio otro. es menester no puner

i,' GUERRA ni: IN[tPL:NDF:N(1. -

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a Ia que quiere ci seor Cura. Cuando 61 nos dice una coa es -ai de que nos conviene. _LT sted hard Ia que quiera, compadre; pero yo It cligo woed que los pe!os del cuerpo se me eizan solo de pensarlo. Me y, can perrnL. o de su merced. seor Cura, con estos otros cuatro amigos. y no qulero que den ursa pesai .-aclios que son- jimire a su fdmilia. El interlocutor tom su sombrero y otsos cuatro Ia imitaron. Pv1iserables!, exciarnO ci Cura, colrico. jCuanda vuesLro an1no Cura esti pi-onto a derramar su sangre en delensa de yireitra libertad y de vuestra rcliiOn, Ia abandonis y tenis iniedo coma si fuerais unos nios! 11d, esciavos. no as neccsjto t IQue ci Cobierno os venda como be5tias! jQue Os quite vuestra religiOni jQuc os trate coma si no kierais bijos de Dios y criaturas inteligentes; que usurpe eternmente un suelo que as pertcnece todo. todo. riada ;mportal jAl fin tengo ci placer de que pocos dfas me qucdarn de vidi. porque al fin debo ser fusilado! ILa orden para orenderme ests dada, aqul la tenis zobre la mesa! Los serencs, que veneraban a! Qua c9mo a un Dios. que to querian coma a tin padre, par ]as frccuentes obras de caridad y or la duizura con que trataba a los pobres, quedaro,i aterroriiadtss con sus formidables palabras. y exciarnaron: Perdonadnos. seor Cura: haced lo que gust&. y as s guirenlos. aunque sea al suplicio. Entris en razOrs. bijos mios: se quiere que no tengis ya esa religiOn santa: se as oprime, se o t trata ma!, y todo esto exige remedio. Estis en poder de los egipcios. y es menester librarat de la caudvidad. Acordaos de mis sermones y no seis desconfiados ciuio los israeitas. Los circunstarites oman con marcada compunciOn las palabrat del o-ie,jistko; ste continuO: Perd.nadiue, !11o5 mios, si he podido ciakarme; pero ci hombre dbl. 00 es dueflo de sus acciones.bbrq.

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---JPISorJIoS DE LA GI 1 ERRA

DI. INDEI'LflENflA

jSeor Cu!a! Nada de vwlepcia: (1 que no cluicra tntar paNIc iue retire a su caa, en la inteligencia cue no ror ese me inconwda,t. Quin de vosotros quiere reLirarse? Ninguno. respondieron a una voz. Gracia, liijos n,ios. El Cura llen Los vasos de vino. - Brindo por que el aic'ado grito de liLeitd. yir 'a a reSon.ir en Dolores. tenga eco del uno al otro ercrno de Mekc., y porque los medcanos no dejen Ia espada hasta liaber conseguidn su libertad. Los circinstantes bcbieron. - Ben, muchachos, muy b:en : maimna a stas horas haLremos hedo mucho, el seor CapiIn Allende tiene a so dipcsicin ci Regimiento de Dragones de Ia Reina, y contarnos tarnbin con ci de Celava. Aiiora es rner,ester mocha actvviclad. El Cura comeni a distrihuir dinero entre los serenor v con? in uc: Dos de utedes a la torre a repicar ]as campanas: d"s a buscar cohetes: otros dos a los airededores a conrocar gente en ml nornbrc: y cuatro a las calles a gritar. Viva el seiior Cura Hidalgo!, exciamarcin todos. - No. tened. El Cura Iorm uria banderola con un pauek, y pegs en ci centro de l uua estampa de In Virgen de Guadalupe. Griiad tViva Ia Virgen de Guadaupel IViva Ia libertad. y niueran Jos gachupines! Los serenos. goiusos. corno Si SC hubieran sacado Ia Ictetia. salieron de la caa del Cura gritaido: jViva Ia libertad! A poco, multitud de cohetes tronaban las canipanas y -squilas 5C escuctiaban; y las genies y muchachos cue por curiosdad sallan a lac puertas y ventatias de las casas se reunian al rupo y gritaban maquinaimente: IViva la liber?ad! j\ ira ci

pp-

pIODIOS DE LA GLERRA DE 1NDEPENIFNt'IA-_( ' uIl

Hidalgo! iViva Ia Virgen dc Guadalupe! jMueian los

g;ClIipifle5!

Diez rninutos despus, un inmenso gentlo con hachones. caer.ttes, y banderolas formaclas con paitos, discurria y ondeaba O una gran serpiente de fuego, per lodas ]as calles de Dolores.. El Cura condujo a Ia ventana al Capitn Allende, y scilaa la muhitud. frentiea, que se desgaiiitaba, le dijo La chispa est arrojada: ci combustible es mucho, y ci in. c'IdJO no se apagari Icilniente. El reloj di6 doce campanadas Cuando se supo en Mxco la noticia dcl grilo de Dolores, ci inmenfo edi1zio del Gobierno. construldo con la calma dc ties.. entos aiios y consolidado con aiiejas preocupacioncs. temhl hasta mv,, CinhieI)to. Asi comenz6 la libertad de Mexico. Si no hubiera bistcria ( t. q'1 1 escrita, y testigos presenciales. se c.reria quc era Liflil fibula c cuCnto, inventado para entretener a lo. ni.

Manuel Puyno

GR kNADITASL diVa 16 a la-z once de la noche. mens de tma docea 4 de hombres gtiiaron lihertad: y el 19 habia delanc de Guanajuato cerca de 20000 hombre. Una vez que el ddo de Dios traza un carnino a los acontCirnIc!ios, no esta en ci nodcr de los hombres vover atr. Deje mos por el momnto esa masa de hombres desorganizados. y mn armamfntos ni disciplina; pero que se agitaba. rugia, ianzaba muerte v destruciin, como esas hidrac fahulosas; y entremos un momento a Guanajuato. Lurgo cuc cun-16 la noticia dc la lkgada del ejrcito insurgelite, la coumocjn fu grande; aquctias caIes angostas y pendierites de Guanajuato. se Ilenaron de gente que corria en Iadas direcciones, se atroDellai)an y preguntaban, temerosos. cil rena la suerte de la pobtacin. iViuclios epaiioks clue caicularon que ]as cosas no habiari do pasar rnuy bieri. tosnaron su resolucin definitiva, y recogiendo pane de ss intereres y poniendo en seguridad el resto, se marchaon de Ia ciudad por los caminos no ocupados pot las tropas iiisurgen:es. Esta einigracin prociujc una constcrnaci6n difIcil 1e r)untar ; pero me fonioso que que-Jaran los que no tenian poutlidad tie huir. o los que, deinasiado entusiasmados por Ia criu-a dcl re, creian en Ia victoria. Poi entoiices ci conflicto hubiera sido inucho ma y or. Si un hombre. sobreponiendose al peiigi-o y atm a sus opiniones pnvadas a intimas, no hubiera con su actividad y sangre fria asenradu medianament' a la ciudad. Este era el intendente Riao, y del cual es Iorzoso Isablar do

E

LVIS([)I O' DE LA (tLt.PL% L)F INI1I PLNDE\( I '-21

1 ,alaI)1a. Riaiio era uno de csos tipos laws, en qt.nen l r r una Ieliz conctirrencia de circunstancias ertiri reiinidas las cualida!es TTIA, brillantes, tanto lIskas como morale! : . Hombre de jnstrnccin, dc experiencia y de bLien juicio, comprendia perfectamente qie Jos pueblos, comc las lamilias, es forzoso que. transcurrido tin iiimero dado cie aflos ms o mens corto, se ernancipen y lormen otra sociedad. Esta reprocluccin continua, esta indi-pii.abie forrllacin. es Ia que ha criado las naciones y ha dividido al mundo porcrnncs. A'i. pues, en ci fondo de su conciencia. no solo cipinaba por Ia causa de Ia indpendencia, sino clue calculaba Cl ue una vcz ti , cendido ci Iucgo s6lo se apagarla con los esconibros y las ruini dcl gobierno colonial; mas espaol v caballero. v kal ante tocio. omo esos so!dados casi fabufoos e incrcihks que segulan a .io de COrdoba, en los momentoc de peligro. acatlO la voi do u coraOn. V no escuchando mis clue ! grito del deber, qtie comb orirner utuicwnario publico Ic obligaba a defender aI goliiorno. se preparO a una obstinada reistencia caiculando c l ue ci rcsuhado no podia 5er otro quc sucumbir. AsI succdiO: Rmao IraO el piano para edificar ci fuere de Gratiaditas. sin pensar quc erighi su sepuicro. Siempre es un dolor cj ue ci dmsiino resctvc un fin trgico a eos hombres que. cualquiera que sea su crrencia politica, son un nodel0 de honor y Je virtudos. Mas volvamos a nuestra narration. Riaiio, con una actividad mncr.'bk, inandO abrir fosos e ]as rallos, constrrnr trincheras. anirnO a los incradores va decaidos y alialidos, y puso sobre ]as arras cuanta fuetza le fu6 posilile. Ejecutadas estas medidas, en ]as clue enple tTes dias v tre iirches, sin dedicar ni una sola al descaiiso, pasO reHsta a sUs tiopas y aguardO mi.; trariquilo los aconttcimicntos. Una circumistancia vino a alarrnar aJ jefe y a los propirtatios. Fensaron, y racionalmcnte, que Ia IuerLa era mtjj coita

IrISoDIos DE LA (UEItR.% DE lNDF.PE.NflEN(J.,para d1ender La ciu 'Jad, y que en este c once l i to las tropas iniirg.ntei Sc ci-irarnarian por agunas cahes, entrendose a Ii matln7a y al 5aqueo. La cosa era urgente; asi es c l ue depus de un largo debate entie los ncrsona)e5 de rris categoria y Riao, se decidI6 que los caudaks del golitrno y los de los particulaics que quiieran, s encerrarian en uerte de Cranadita, y alli la de1erta seC(}fl

exito.

La medida no bulnera do del todo ma!a sl ( r.tridta i,. hallara dontitiacla por ci Cerro del Cuarto y otros ediIcios; pero como ya no era posbk mic dilacin. cc adopts la medida qiie Va referida.SC

Enmediataniente corneril. a transportarse dinero, plata y oro en pasta. bak5 dc electos preiosos, alhajas. ropa. Y en uiia palabra. ruant' lenian de ma: valor v estirna Jos riquIsimos cmtrclanlec. mineros y propietarios de la ciudad. En los dias 25 v 26, una caderia no intcrrumpida de cargadores estuvo cutrando al fuerte y dcpositando los tesoros en las salas mic cSmodas y segtlrac del ediuicio Esta tarea concluida, ya que no habia mas tesoros quc encerrar. e introdujo maiz y otras vveres, y Jos duf'iios con sus armas v munici.,nrs entraron en ci cthfkio, cerrando con dobks cerrop)i y con fuertes trancas las puertas y esperaron al enemigo. I te no se hizo esperar: en cuanto al pueblo no era difkil pn'ar lo que liaria. tanto mas cuanto tambien tenia un caudiik esforzado que lo guiara. Este era un muchachillo ne poco ms de 21 arios, pelo ruhjo. Ojos aziiler, y fisonomia ineligente y pkaresca. HabIa sido pen en lac minas, v despu barretero: posela. corno toda esa gente acupada en rccios y peligrosos trabajos. un grado de valor y audacia cast procliiosos. 1-tit-go cl ue ci Cura Hidalgo cc a,,)rcxim6 a Cuanajuato, ci atre,do muchacho salio a rccoiiccr La c!ase y nimero de gente

jpOflIOS DE I.. (tTftIt.% DE INDEPNDF:NCIA

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cic que ie comp)rIi.t el e j ercito 1nasor. Y con aquel lfl'tinto navoral rnucbas veces excde a los cictilos de la ciericia v de a politici, pew6 que Cl nrgocio iha a ser 1uneto a los guanaiTh consecuencia. ci mucitarho se dirgi a Mellado, alit torno una tea y dcscendkndo rapidamente por aquelias lbregas cavernas, comcnlo a gritar; "AIucra miichachos; Va terienloS indpenlencia v lihertad ! Los barreteres no comprendian absolutamcnte ci sentido de estas I )aiairas; mas d muchacho ks aadi: 'quc una vez entrando ci cura Hidalgo. como de facto entraria vencedor en Guanajuato. los tescrs ericerrados en Granaditas scrian del pueblo". Dcsck aquel momento no huho ms que una Y1a voi: "a I ucra niuchachos: a Granaditas. -\quellos hombres ya preparados a la furia y la rna!ania, abancionaron sus trabajos. desoyeron la voz dc los capataces y salieron dc las minas vocilerando palahras dc m&ierte y exterminio. Aigunal bandadas de hombres se dirigieron al crro del Cuarto, at de San Miguel y a dr%ersas alturas, y otros se desparrarnaron por las cilics dc Guanajuato y cercanias de Granadita;. formando grupos silencioos y afectando una epccic de jndifererlc!a fra y terrible.

Riao, que habia contado cots ci auxilio de Ia plebe. rnir con pavor estas masas de gentes que amenazaban con su silencto tembic. y se corivenci clue no lenla ya que esperar ms auxilto quc ci de Dios. El 28 se preentaron corno comisionados de Hidalgo, ci coronet Camargo y el teniente orone1 Abasolo. En la trinchera de la calic de Bekn lueron detenidos. y haEiiendo mn,fectado ci primero flue deseaba entrar at Fuerte y habiar verbalmenie a Riaio, se Ic vendaron los ojos. y en esta forum cc k condujo hasta la sata. donde reunida una especic de junta dc zuerra se discutia to c l ue seria conveniente resolver. Abolo no quiso aguardar. y se rctir at campo inurg'nte.

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EPISODIOS DE LA GUERRA DE INDEPENDF.NCIA

Estis en dispokion de halilar, stor ccronel, dijG Raho a Camargo, con voz aiabk y Krena; decid ci objtto de vuesira comisi6n. Camargo sac un piieo cerrado y sin coiittar palabra Ia ertregc a Riaiio; te lo abri. Ia r.cori6 rpidamente con la vIa, y hiego volvindose a los que compnan la junta its djo: El Cura Hidalgo me inanifiesta que. habindose prcnunciado por Ia hbertad. Un numeroso pueblo Jo sigue. Un rumor sorclo circul entre los cicunstantes: Rao que Ia advirti prosgui con calma: Hdalgo quiere evtar la efu46n de sangre. y nos arnonesta para qi:e no rinclarnos. garantizanch n ue 5 tras vda, ' propie.dadcs: leed. El dficio se Ievc en voz alla p0, ur ii:diiduo; Un ikncio profundo sucedi; ni el aleteo de urla mosca Se eccuchaba, y acaso un tenuc ruido que provnia dtl latido de aquclios hombres. cuyos rostros lividos y descompucss. cuyas mirada ' trite, y descarriadas anuaciahan que etl)an poseidos de espalito y depaver.

Riaflo que not6 estos sentiniicntos. coi,Lniu6 con voz tranquila y duke coma si estuviera en una conversacin, familiar: MI cleber como magistrado me ha obligado a tornar aIgun as medidas do defensa; pero erto no quiere decir que ustedes deban sacrificarse a mis ideas, a mis caprichos. El ejrcito de Hidalgo puede ser mu )' numeruso; traer sin dude artilkrIa, y en este caso, la resisencia es insiluI y per ceremos... Es verdad. dijeron dos o tres votes. En este caso, vale mts rer.dirse gut no hacer una neda rr,ktencia. Hubo un silencio do algunos instantes. clurante los cl3al(2 Riao y Camargo cambiaron una mirada de alcgna, hata quo usia 'voz ronca y fume grit;

IisUI)IUS DL LA

61LIZEA L)L INLiI'LiF.Nt L-

-No: nada de capituladn: nada: venccr o niori-. Si, vencer o rnoiir. clamaron tambjn los dems; animndc thitamcnte... "Con c estis dccid ides? "pregunt Riao tritemenie.. Si, enteramente. Entonces, como epaflol y conio ide, eris rue s cum mi deber. P l ir LT r.a vez que .56 vuestra opinion, no tendris c lue quejaros d. ml. Al decir esto sentse en una mrsa y cscrib Ia contestaci6n ne'ttiva; levai ndose Ia diO aI coroie1 Carnargo. sin que una sofa facci6ri de su rostro se alterara; sin que su voz perdiera ni su firmeza, ni su duizura; sin que una sofa de sus mradas pudiese ri:ve Jar Jo que pasaha dentro d aquel hombre que vela ya d sterificio muy cercano. No habr ya rneclio de alIinar estas cosas mejor?dijo Cmargo. Ninguno: esta gente no vuelve atrs, y vo no put-do tama hacerks rns instancias; dirian clue soy un cobarde. Camargo fu Ilamado a almorzar en compaIa de !riaiie ' ik algunos otros espaoles; cuando hubo conclukia, se diriiO a Con cl ue por fin.. Est ya dada In respuesta. le duo Riao; pero aadid a Hidalgo que, a pesar de la degraciada posiciOn en que acs encontramos por la dife,encia de nuestras opiniones. k agradezco en mi coraz6n su amistad. y acaso aceptare ma' tarde su protecci6n y asilo. C.amargo y Riaiio se tst.redaron Ia mano; decpus venda. m los ojos al primero y lo condujeron asi afuera & la trinchera.. --Ahora, duo R iao con voz cit trueno y rnirando que todue prrmanecian ui la macdon, es menesier ckfenderc; y come ao

ay icmedio, axw como buenos tspaxioIt.

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EPISOOIOS DE LA (UERItA DE INDErENDENCIi

Irimediatarnente diii sus cibposiciones v form6 a ioda la tropa a.cipIrnada en Ia plazokta de Ia Alh6ndiga: a los que teniari rnc j ores armas los coloc en las tror.eras del edilicio, y otra porcn la destin6 a Ia noria y aaotea de La hacienda de Dolores qut s comunicaba con Granadias, y dominaba la calzada. En cunto al ejercito Insurgente. luego que lleg6 Camargo con la contetacin negativa. un sok grito se dej oir. Y fu el de imueran los gachupines!, y aquella masa enorme de hombres armados cor pica:. palos y marietes cornenz a moverse. Era una larga serpiente Ia que retorcindose por los cerros y por Cl amino se dirigla a Graniditas. A Ia titia del dia ya La niultitud habia ocupado todas las aituras que dorniritn a Guanajuatc. y los sitiados podian oir lo gritos de 1uor que, de v ,--z en cuando, lanzaban los enemigos, y ver las banderolas azules. amarillas y encarnadas, forrnadas con mascadas, y quc eran los estandartes a cuo rededor se agrupaba todo ci populacho. Los espaoles de Ia hacienda de Dolores dispararon algu113s tiros y mataron a tres indios. Fsta cangre (u como la cbispa que necesitaba esta inmeit.a cantidad de combustibh. Un clamor trcmendo se ecuch6. que fu6 reproducindose desde las celcanias del fuerte hasta la vanguardia de los insur. gentes, y una liuvia de piedras cay inmediataniente sobre los sitiadoc. El ej rcito se dividk en dos trozos; uno de ellos se dirigi al Cerro del Cuarto y a las azoteas y alturas vecinas, y ci or at ceno de San Miguel. Los grupos de barreteros que habian aguardado inm6viles y silenciosos ci principio de este sangriento Festin, se levan'aron coino impuisados per una miqiina y corrieron a reunirse con Los inurgntes y hacer aitisimas tnncheras de piedras. tin trozo de caballeria se dtri8i6 a Las priiones, puso a los

EFISOUIOS DE LA (JUEIR.% DE INDEFENDENCI%c.tnInales en li1)crad y, rcrorrieirdo las calles, rompendo puertas Y arr&la ido cuanto ericontraba a su paso, volv16 firialmente aurncritado con mucha plebe, al lugar del combate. las dos de la tarde todo el pueb[cp de Guanajuato se habia hecho insurentt: los nicos realictas eran los que estaban en la AihOndiga. En cilanto a ]as gentes temerosas y pacIficas. se hsbian encerrado en sus casas. asegurarido las puertas con los coicliones V tra-tos, y esperahan on la atonia en ci coraion, ci dice de este terril,k drama. Puede aeguiarse auc desde la conquita hasta hov, ci ntco rnviinknto verJaderamentc popular que ha habido en co es ci de Guanajuato. Quero que por Un momento el lector se figure colixado en un punto dominante dc Guanajutio y tracladndose con la imagnaccin at momento en que ectos sucesos pasaban, contemple aquellas masas enormes de gent. grtando furiosas, conmovindose agitadas corno las olas de un mar tempestuoso, cayendo en un profundo y rnornentneo sikncio. para foimar despus de Ia expiosiOn de las armas de fuego que disparaban los cnemigos, como lac nul)es que con ci contacto eL&trko rcvientari lanzando mil rayos. En efecto. aqitelias niontaas Sc movian, aquellos edificios tenian voz, de aquellas profurLdas grutas sallan aullidos horribles, aquellas caizadas parecian agitarse, lcvantarse y cstrcllarse contra ci punto defendido por los cspanoles. Eran los c!cnientos, eran ]as materias inertes las que se animaban; eran los peiiaccos los que pretendlan lanzarse solos en ci aire y caer sobre los enemigos. Cualquiera que a sangre Iria hubiera visto estas escenas, habriase creido presa de un vertigo, al contemplar una vision que tenia mucho de sobrenatural y de fantstico... A las dos de la tarde, el ataquc estaba en toda su Iuerza, continuameute se veia en ci ake una nube de pequeos pcascos

EPISODJOS DE LA GtERRA DE INDEPENDENcLA( S Ue calan en Ia azotca do Granaditas, cono si los cerros hubieran ctado haciendo erupcln. En cuanto a fon siiiados no recibian mncho dao Fisico, por a cubierto en las troneras y bardas. Do tiempo en tiempo 6c sup'endia insIjthtineamente in lucha, y sitiados y sitiadores guardaban un silenclo prolundo; Un casco dc lierro de azogue hendia lo- aires y cala sobre la muititud quo r.c apartaba, se postraba en tierra; despus, cuando ci frasco Jino do plvora roventaha y hacia un estrago espantos, romptendo ci crnco y los brazos y piernas dc los dcsgraciados quo estaban cerca, aqudila ma,-,a inlimta sc oprimia. Sc lansaba hasta Ins trinclivras. arrojando alaridos de veiiaiiza En estos momentos, los espaoles aterrorizados no tenian fucrza ni para mover ci gatillo do sus fusiles. A poco, ci ruidaso estruendo de la fusderfa, los glitos y alrazara se aurnentaban de una mancra tal, que se oia en todo Guanajuato. Haiio, entretanto, con Ia s(7enidad y sangrc Irla que Ic caracterizaba, recorria los puntos do mayor peligro, anirnaba a Jos defensores del lucite, y hacia cscuchar su voz do trueno para riar sus disposiciones; su valor iie6 aI grado que. habiendo visto quo un centinela habla abandonado ci puesto v dejado ci 1usd, Jo tome y cornenz6 a hacer fuego. Al1i Lerrnin Ia existencia de este lea] espanci: una baJa certera le atraves la frente, y ca y moribundo y cubierto de sa ngie El cuerpo do Riao fui conducklo al interior del lucite y retirndose tam6l6n la iropa sitiada en la plazokta, cerraron La puerta y la atrincheraron cuanto fu possible El hijo de Riao estaba en ci lucite. Luego que no ci cuerpo dc su padre desfigur ado y cubierto dc sangre, so arroj a abrazarlo. Ic rego con 5U5 lgrimas y exhalo Ins rns dolorosas quejas. y luego, acometido de an fuw iiiaudito, quiso exprimirse ua plsioia en ci crnco

tIr

EPISODIOS DL LA GUERRA DE !N)EPiNTFNt it-- -2 cQU6 hacis?le duo uno; vale ms que antes de rnorir venguis a vuestro padre. Cerca estn ks enernigos, id. Ia sangre y la maafl?a calrnarin vuestro dolor. Decis bien, decis hkn, conte46 soltando ci arma: neceito sangre. necesito venanza. A' acabar es.tas palabras se dirigi6 a La azotca. desde donde contnuamtnte arrojaba frascos de azogue ilenos dc plvora. El generatismo Hidalgo miraba pasmado esta conmoci5n horrible dcl pueblo, en que todas Las pasiones hervIan, ardintes e imponentes en los corazoncs. y cotiocia que no podian concluirse estas ecenas sirio con la toma del luerte: as. dirigindose al Icperillo rnuchacho de que se ha hablado at principio, le clijo: Selia bueno quernar la puerta de la Alhndiga. PIpila. _\ra e ye que si, contst ci vh'aracho. dejando asomar una sDnria en sus labio - Pues Ia Patia iieccita de tu valor. Pipila, sin contestar una palabra, tom6 una gran losa y, ponindola en sus espaldas, cogi una tea en las manos. y asI se Iu acercando a la puerta. Los espctodores contuieron d resuello, y todos los ojos se lijaron en ci atre\ido muchacho. En cuanto a ]as del fuerte. hi:ieron , cier una iluvia de balas sobre Pipi!a pero todas se estrellaban en la losa. de suerte que Ile- 6 a la pucrta y arrins6 la tea. 1 En este momenta una bandera blanca flot en to alto de ls almenas y varias voces gritaron: "se han rendido: par, par." pero aLuitos de los c l ue guarneclan la hacienda dc Do!ores. ignorando esto, hicieron fuego. Entonces un grito terrible de "Traicin" Sc hiro air, y los nsurgerites se agolparon a Ia puerta, que ya incendiada no tard en arder y caer en pedazos. Par en medic tie ]as llamas y de los escorubros se precipit ci pub10 con puliaks y hadias en la mano, y derramndose par

30 patios.

IPISOUIOS DE LA GtERfA DE INI)EPENDENCIA

escaleras y saloves corncn a e )ccutar una horrible ma-

Iania.

Unos se defendian obstinada;nente, otros abraiados a ]as rodillas de algunc's sacerdotes pedan a Dios miscricordia y 'ucuniblan trapasados a pualadas. Los que guarnecIan Ia hacienda de Dolores, viendo que los enemigos habian destruldo tin puente de niade,a de Ia pucria (a1sa, se replegaron a Ia norm, y all1 se dekndicion desesperadamenle, Pero acosados y oprimidos nor Ia rnuliitud. tuvieron qiie siiciinil,ir. arrojndose muchos a Ia noria. A ]as cinco de Ia tarde on rIo de sangre coijia por las escaleras y patios de Ctianajuato, v uno que etre hahia escapado, ocuitndcse c]d.,ajo de los cadiere. En cuanto a las rique?as (pie laLa uricerrada ', Icil es concebir lo quc sucederia con ellas. En una hora desapareci ci inrnenso caudal aglomerado por los propktarios de Guanajuato durante muchos aos. En Ia noche toda esa multitud 1rentica se dcsband por las calles v rezorria con teas y puuiales en La mano. saqucando casas. sacando de )as tiendas los hart lIes de licores y entrej .tndose a todo gnero de ecesos. Ilidalgo tuvo muclio trabajo para coutener estos des6rdens C011 que se anunci Ia independencia de Mxico. Como si el pueblo en aquella vez hubieta te,do presentec los tiempos primeros de Ia. conquista, Ia matan,a de Santiago el asesinato de Guatimoc. se vngaba de una manera lnaudir. Aconteccrn siempre estos hecho h1st66cos, y las culps de los padres caern irremisibiemente sobre las cabe7as de st hijos? Manuel Payno

POW

Lt BnI11

J)F: CALDEMON

1- C.111100 d (Jildt-un fill' ecc 1 do la I aalla, pcir dctamen de Allende y Abasolo, quienes Ia juzaron coE mo ci ms a propsito para iesisjr al ejrcito realista, que inn indudabemerite a combatir a los jefes de la Independencia que ocupaban Guadalajara. ]'odos prc%icron la incv,taklc necesidad del combate. y diliriendt, cclo en cuanto al plan de tesistencia. para cuya deterrnivacin se reuni Ia junta. Aiknde, ttc conocia Ia discpIina militar y apreciaba sus ventajas. icrmendo ci desorden de las masas desarmadas. con las que hasta entonces liabia combatido, proponia que se dejasen en Guadalajara, y saliera solo en busca de Calleja una diisi6u poco rumeiosa. y compuesta de los sokiados miss clisciplinados. Ia quc aventuraria tin combate, contando con tener wgura la retixada y un linen punto de clelensa en Guadalajara. doride quedaria instruersdoe una fucrza considerable. Hidalgo contradijo esle parecer: huio presente que Ia poca (uerza regularinada que tcnan, en su ma y or parte podia competir en disciplina con las tropas del pbicrno, de suerte que no pudiendo en el prmcipio dc la guerra apelar a otro recurso que al de la 5upertofidad numrka, quc les habia dada el triunlo en otras partes. era preciso oporierlo a Caikja; maiifest qut' aquePas masas erari miss itiles mientras nias cerca est'ivisen del centro, porque en las marelias se debilitaban por la dverci6n y los desOrdenes; y epuso ci peligro de que retirada de Guadalajara la fuerza miss recpctable. Fuese macada la ciudad por ci Gobierno. a de que en todo caso se cortara la retirada a Allende. La ma y or pane de los jefes lueron de cs.c dictameni y se rcsoliis luego dar la acciOpi en un Jugar

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EPISOTMOS DE LA GUERRA DE YNDEPENDENCI'.

ccrcano. y s.parado silo de la ciudad to necesarlo para que stano siIrice los desasres de la batalla. La ekccin recay en ci puente de Caldern. y descie aquci dia ci nombre obscuro y ol-

vidado de este lugar, pei-tenecic a nuestra bistria. La raz6n dc esta preferencia me parecla obvia mirando ci canpo. y Los hombres del arte nunca la ban negado. CaiJer6 se haUa situado diez kguas al este de Guadalajara y Ia conliguracin del terreno es la que denota el conjunto piano. y que se percibe a pr'mera vista. Un pequeio riachtielo conocido con ci nombre de Caidern atraviesa de Oriente a Poniente una ioma como de tres cuarlos de iegua de extensin, y con ci tiempo ha hecho un cauce tan profunclo, que se tiene coma invadeahie: par lo que en ci punto ms crnodo 5e conctruv tin puente que, fuera de su celebridad hit6rka, nada tiene de notable, ni por sus dimensiones. ni por su arquitectura: es uno de esos puentes dc tin solo arco v con dos groseros pas-arnaiios de piedra, que a cada paso encontramos en Ics caminos. A poco hay un rancho de tre, o cuaro rnrables chozas, y siguiendo at sureste se ye at frente un pequeo ilano. limitado por ci arroyo dc Las Amarillas, que coma ci CaIdrn, dsemboca en ci rio Tololotin. Las grandes fuer-zas numricas del ejrcito americano, podian cubrir fcilmcnte una inniensa linea oct;pando toda Ia loma riue se extiende descie cosa de media lcgua at nerte del Pucnte, hasta tocar las riberas del arroyo de las Aniariias. Ocupando todos estos puno. ci frente por donde tendria que Ilegar ci ejrc cpaiol, y ci puentc Enismo. quedaban del todo descubiertrs, v hajo los fuegos dci carnpo independiente. dc m.inera que habidose]as con un ej&cito instruido y bkn arniado. ci paso iiuhiera sidi impasibie. Escogido ya el lu gar, Ia batalla no podia diferirse. 1enegas, que conocia Ia importanca de Ia cderidacl, dirigi6 sobre Guadalajara ties ejrcitos que debian atacaria , en comi,inacj6n El ms consideralj'c. mandadt, par Calleja y su segundo. el Conde de la Cadena. constaba dc cosa de 6.000 hombres, y

i:PISODIOS DE Li GUERRA DE ENOLI'FNDE?.tT'Ii.

U

tct&)flu,) n Aculco v i-n Gu.inijuato. se dirigia pox- el Bajio. rac i l tcari do de paso aigLiflas CiUdad,5 de tercer orden, como Sio. l.aius v Aguascalientes. en las cuaks encontraba cortu paIidas de insurgentec. incapaces de rcistir al ejrcito de Calkj a. I .a segixnda divisin. conipuesta de 3.000 bombres, y mandl por Don Jos de la Cruz, se dirigia pot ri rurnbo dc Valiad.tn. y dispus de restabiecer en aqudla ciudad ci Gobierno \irreinal, debia atacar a Guadalajara en combinacin con CaColl ci mismo objeto habla una tercera divisin al mando de Don Antonio Cordero, Gobernador de Coahuila. quien con las tropas de las provincias internas. se dirigia pox- San Luis y 7acatecai. Corc!ero no pudo !icgar porque ci Teniente Coronel Don lgnacio Fiizondo subk6 ims fuerzas. Cruz ocup sin diiicultad a Valladolid y sali inmediatarnente para verificar su movjmento sobre Guadalajara; was en el trnsiIo tuvo que b-itir a Don Ruperto Mier, que se habia hecho luerte en Urepetiro. y aI ci dia 14 se eucontraba todnvia a mis de sesenta leguas dc Guadalajara, mientras c l ue Calleja '-I 15 podia estar ya cci frrnte de [as lamas, de Caldern. EIk1aio. sabedor de su rnarcha. determin tambin que ci mmo dIa 14 cornen?asen a salir de Guadalajara las fuer,as independientes. que Ikgaron ci 15 a Calder6n y estabkcieron alli su; baterias ci nusuno din; de modo que en Ia maana del dia Its. ci ejtrcito todo estaba va acampado. Si Calkia hubiera obscrvado fielmente las rderies de Veneas. v hubiera cuidado mu de In sguridad dcl Ltiunlo quc del brillo de su [ama. hubiera dehido auardar a Cruz y atacar en combcxiacin con l. Pero Cruz acababa de vencer solo en Urpetiro: era ci tival que Venegas Ic oponia, y deseando no partir con pe.sona aiguna ci honor de una victoria tan importante. C.iik j a ci da 16 movid su campo de TepatitIn. tan mal instruldo tie lo7, proycetos y ha situaci6n del ejrcito indcpcndiente, qu. segin dijo en su parte al Virrey, pensiba ocupar a Calderon. Libr. -..P

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EPISObIOS DE LA (;L'ERRA DE IDEPENDFNCJ

lanto ticinpo hacia destinado pr uc contrarios para dar en l Ia liatalla deci cia. Aquella manara, pues, aqtirtia maana para sirmpre mcmorabie, Jos dos ejercitos se vierori po t la prJmera %cz, con los scntimirntos indelinihies de espanto. de furor y de 'cnganza, con que dcbn mirarse los que saben muv bien quc van a rninistrar un horrible contingenie de odio v de barbaric. y cl ue no tienen mcdio entre derramar Ia sangre ajena y verteT la sua propia. Aterradora Iu srn duda Ia vispera de aquella haIdlia, y cuando yo dirigia mis miradas al terreno de c l ue cien mu hombres tuvieron un dia aqte!los entimi.nos tcrribles; cuando me figuraba que aqurlios campos que tan tranquilos y solitarios fueron ci tealro de la ireniend lucha: mil y mil pcnsamurntos : sucedian en mi mente, y necesite tin gra ride esltuerzo para lujar n-i ' atcncin en el piano y los e ' tractos cl ue tlev, con ohyto de reconocer los lugates en qtse ambos cjrcitcs se situaron. Comcnando pot ci en que me hullaba, '.i lueo qu en d se habia etabIecido ci grueso de las Iuer7as indepcndien:es, Una bateria de 67 ciao!ues, clfendida por una columna cerrada de infanterla y apo ada pot una linea cudrupk de hataila, constitula la fueria principal del ejrcito, y estaba a las rdrnes de Don Joc Antonio Tories, ocupando ci frente de la loma ( Ue ye al puente. Desde At est ccmpietamente dominado ci tenreno clue hay entre te y ci que Mupcii In bateria. v hacia la izquierda se estal)ecio una linca cudrupie de la baialla, formando tin riguio sahente con ella. En Ia zciuicnda de esta kma esiaba Ia segunda bateria. defendida con dccc caones. v luego, pacaiido ci rio, seguIa otra con solo siete colocada en Ia pro!ongacin de la atuia clue Sc advierte en ci piano y C muy nctahle en ci ICrrcno. Dc etas dos baterias mandaban la pnmcra Don Juan A1d.ma y la iltima Portugal, y para defender ]as ties. AlknJe, a quien se hal.ia encaigado dirigiese la acciOn, dispiuso de la poca fuerza regularizada quc tenia. "La inlantenia arreglada se situ6 tras de ]as barenias en otras tantas coumnas cerradat la cabalkria de la misma clase, se c!oc en los Ilancos de ]as baterlas para apoyanlas: los fiecheros debajo cit elks, y ci liano

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EP1SODIOS DE LA GUERRA DE 1NDEPENrEN(IA'je se hallaba a la izqnierda qed al niando de Hidaigo, lo que podia Ilamarse la reserva, y que se componia de una niultittd incontab'e de ge ' te sin disciphna. y en Ia que se encontaban rns de quince mil cahailos. Los e)afl.)les levantaron hasta d cielo, come lo hacen todos Jos vencedores. las d(icultades con qie huhieron tie luchar, y quc en realidad cc rcdujeron al heroico vabr de los defensores de la Independencia; porque tenie p.do aqulbs twa superiocidad infinita en cuanto a la dtscipiina y reguiar. dad de sus fueraa, no podian en Nerdad contar con otro ohstcjo pie ci de Iaentaja numtrica, Si es que puede serlo una circunstancia quc unida a Ia falta de disciplina, sicrnpre, come, en aquel caso, rns contribuye a la derrota que a la victoria. Ademis. las fuerzas del ejrcito de Hidalgo que entraion en accin, no ron de ocho mil hombre s , cuya disciplina clara cc quc no pcUa ser buena. En Guadala j ara, en los pocos dias quc estuo ocupada par Hidalgo. Abasobo se dcdic a discipflnar y organizar slete I)ataJknes de Infante-ria. seis Escuadrones de cabalcrIa y dos CornpaiiIas de ArtilierIa, que tenian por todo tres mil cuatrocentos hombres, tan poco instruldos corno podlan haberlo sido en tiempo tan corto, y faltarido absolutamente oficiales. Los pocos que quedaban del batalin de la teina y del de Inlanteria de Cclaya. eran los nicos quie podian contarse cmo disciplinados; y en cuanto al armamento, ci estado del ejicito era tan mabo, r;ue no tenian ms quc mil doscientos fusiies vnejos y recompuestos, por lo cual ocurrieron al arbitrio de construir granaditas que se lanzaban con hondas, y cohetes enormes con flechas o pas de iierro agudas que se deblan arrojai contra la caballerla. La esperanza de los jefes de la lndcpcidencia. se cifraba Fobre todo una numerosa artilleria. Se recogicron los pocos caiione que habla a las manos, se fundieron otros muchos, y se mandaron traer desde San Bias toclas ]as piezas que componlan su artit'eria gruesa, y cuyos calibres eran de 16 a 24. Su transporte Iu on erdadero prodigio, puesto que aquellas piezas enormes I ucron arrastradas durante m.'ts de cien leguas de un camino fragoici-

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DL !.% (UUIRt DE INDrPE'DENCEI

nii, y por ci cual en aluiuts parles jan1i, Ilan J)acado ruedas, srn mac niquinas quc los liornbros de miliares de mexkanos que 'realJ4a materiaimenc la lierra con el sudor de su cuerpo" coino ha didw et seilor Bustatnante. Al g unos de aqucUos caones quedjr' iri del;arraicados en Mochitiltic, v liecaron a Guadalajara 43. de los que Se mandaron treinta v tanos al campo de Caldeeon, donde se reuracion 103, de los B cjuc se desbarrancaron y 87 quedaron en poder de los espao!cs; de stos. 4-3 eran fundidos pot to .; inurenteS. En cuanto a Calicja, su ejrcito consiaba set, mit hombres perfectarnente discipiuiados. con la mitad de cahalkri.i. diez plezas de campaa un repuesto enorme de mun:cione Tale eran los dos ejrcitos que iban a batirse. 11n LL tarde del 16. Calleja se acer a hacer un reconocimkit del eneinio: dos Compaidas de voluntarios de Cclaa y (Ianaj !Iato. proiguiendo ci rcconocimteno. se encontraron con las avanzadas arnercanas, y sosru'sieron con clias un tiroteo que a1.irni a Caileja de tat suerte, que mand en su auxiiio at cueipo de lulaaitcria hero dc San Luis, a La Compaia de Escopeteros de Rio-Verde, y a los escuadroncs de Espaa y Mexico. Lai ava.nzada5 sosuivieron el fuevo, y se retirarcin en orden al puente. Cal!eja cc sltu6 a tiro de caon de ste, v no roivO a ocurrir noved:ad diirante la tarde. LkgO La noche. y los dos ejrcitos durmicron acampados a tiro de can ci uno del otto, y en medio dc aquel siiencio prolundo. que no era ms que ci hgubre piecuror de las tremenda escenas quc debian verificarse a Ia vuetta del dia. Tories irut porque se Ic diesen unas pkzas y alguna juerza. P ara rt&estar toda Ia moche at ejCrcito Realista; pero .AlIende no convino con esta idea, que egn ;ino de nuestros biatoriadures. liubiera podido dar grandes resultados, dehilitando y aterroiizando a los enemigor, de los cuales. Ia mukitud de loo cuntranios, debia siempre prodicir gran temor. En cuantO a Calleja, conocia la vcnta j as dc Ia diciplinar aseguis a sa ejtrcito que "anuellas masas inmensas de cal)aIlCfla i*iiducirIan ci desord'n v Ia confusiOn en sus lincas, dndoles Ia vtjr", y despus dc practicado otro reconocirniento pow

EPISODIOS DE LA (;UERRA DE INDEFENDLN(l.k-.-

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Comandante de la artilleria. Don Ramn Diaz Oila, krm au plan, reducido a que "una columna alacac por Ia ckrtcl.a dcl enemigo ha5ta dea1ojarlo de la loma y baterias, al misme Ilempo que otra por la izquierda, k ilamara la atencn pm ambc4 lados. y atravesara el puente, o vdease ci arrovo. sgn con'iniera, cayendo a un tieinpo con todas lab fuerias scbre ci cnUo en que se percibia ci grueso del ejrcLo corflrri3. En Ia noche hi.zo reconocer si haba algin paso vadeable para subir a Ia loma donde estaba la bateria principal, y por la maana distrbuv su fuerza en h-es celumnas. La primera SC puso aI mando dc don Manuel Fion, Conde de la Cadena. antiguo Gc.bernador de Puebla. y famoo por ci carcter implacable y sanguinaio que haUa desplegado en la guerra de Iiidcpendencia. y st comvrtia del Regirniento de Infantenia de la Corona al mando de Don Nicoi.s Iheiri, y de los Regimieniot% de Mico, PueI,Ia y Qucrtaro, al mando. el primero, del .apit" Baron tie Antondi. y los otros dos al de los coroneles Don Diego Garcia Conde y Don Manuel Pastor, con cuatro caones de batalla. Al mando de Don Manuel Emparn Iorm3 otra columna de cabalkjia. para que aconithese por Ia derecha, flanqueando la tiltirna bateria de aquel ]ado; mientras que ci Coionel Don Jose Maria J alOn debla acometer por ci centro. quedando Calie ja con la t1'.1 para ocurrir a donde convinicra. For su parte, Allende dispuso c j ue Abasolo se colocara en la cabeza del puente mandando una fuerte division que st CltendIa al pie de ]as dos baterlas, con ci objeto de impedr ci paw del ejrcito de Caileja. Tales fueron ]as disposiciones de Ia batalla. El dia 17 ci ataque comenzO con Ia claridad cM Ia awwa. El Conde de Ia Cadena rnarchO ci primero con 'u divisiOn licando Jos caflones a la mano y superandc' la dificuitad que preseniaba ci terreno, y Ia acciOn se comprometiO en ci ado. Las valienie3 tropas de Abasolo it salieron ai encuentro, y emprendicron una lucha sangrienta, con objeto de impedirle que subiera a ia k.rna. y pretndicndo cortar de Ia divisiOn principal una u'ji C'JJJJ-

F?Iornos [)E l.A GUEtEt DE 1NDEPLNDEN ( I dral,k ck infaiteci ia. nue al mando del Capitn Doti Jos Ignac,o Vizcaya, protegia Ia rnarcha ck aquila, con ia que logr at (in reunirse. ilevanclo dos caores que ocultara a Las fuerzas indepeudientes. Entonces Calk j a. clue se habia movido protegiendo Ia maicita dc a prirnera division, se dirigiO hacia ci puent' coo objeto de tomaro, y no pudiendo hacerlo porque "tenia el grueso del ejrcito enemigo ddante y consideraba ventajosa su poiciOn", se ad,!!ant6 con z5u Estado Ma y or. cuatro caones, ci BatailOii ligero dc Ritriotas, Ia Cornpaia de escopeteros de Rio-Verde. las do de voluritarios v su e3colta. y ocupO una pequeia cnnnelicta qut se vc a la izquierda del puente y crca del lugar donde estuvo la Lercera barciia. Lntrc tanto. la accOn se kahia coinprometiclo en la Frquierda y en la ckrccha. El Conde de la Cadena, orgulloso con el 'cito quc lialiia obtesiido, y Ilevado de su natural logosidad. atac la gran bateria. Ni el parte de Calleja, ni ci detaile dc los Cuerpo Iealistas. iii las noticias tradicionales quc sobre esta batalla not han quedado, ministran los claws sulicienvs para seguir tods las evoluciories del ejrcito, pero sabemos. Si, que despus de ciiatro boris de un corubate obstinado y sangriento. la victoria parecia favorecer a los jeles de la indenendencia. El luego de La batria principal, ci ataque sostenido de la infanteria, cuyos tiros eran securidados por muititud de piedras y de flechas, y el recio encuentro de la cabalkria, tenian. despus de dos horas de cornbate, redticida a la divisiOn del Conde de la Cadena at mayor apuro. Fatigada la tropa y escaseando las municiorses. se habia visto en Ia terrible precision de retroceder y hacerse luerte en su retaguardia: alit la artilkria, viendo acabarse su parque, sostenia ya apenas uti Fuego lento; desardenada la infanteria. buscaba mis ya la retirada que ci combate, y los dos Regimientos de Diaories de Puebla y San Luis que se sosteni,an contra todo el griie;o del ejrcito encmigo, comenzaban a retroceder, cuando se adirtiO que C.]Ile, *percibido dc acuel desastre, inandaba una luerte divisiOn, compuesta del 2o. BatallOn de Cranaderos. Lu dos Escuadroiies de Cabal eria del Cuerpo de Froistera y Los

FI1SODIOS DF LI (.tr fRR% DE INDEPENDENCI.I_c10 canoncs del Parqie. al rninda del primer ayudante, Dan

Bcrnardo Villarnil. Sin ci extaordtnario valor de Fion, y las ventajas de la discjlina, ci con'ihate hubiera terminado en acjuei inomer'to. Alleade trataba de api'secharlo, y mand que la divisi6n de Torres contlnt ' ara sus aaques con el mayor empeo. y que la cabaiteria se precipitara sere Ia indecisa fuerza de Flon_ Dos veces se to6 a degiillo. 'i dos veces la caba1Iera fu rechaiada, potriie ci fueo de la artiIkia no causaba todos los cstragos quc debera, porque las cureas de los cafiones eran bastante imperfectas v no oodian dtrigirse b;en con ellas las punteriac, s' porque aderns. los Cuerpos de Infanteria no tenlan la discipina necearia para vencer aquella resist'rncia de fuerzas N rlectarnente instruidas y organiz'das. Estas circunstancias atales que POT dos veces irnp!dieron la victoria dieron tiempo a que Villarnil Ikgara diriiendo los fuegos de Artilleria, con lo ciuc Ia batalla se restableci& salvando a la division del Cond.s de la Cadena de una derrota casi segura. Pero los independientes no cedian 'i habindjse incendiado a poco con !as fuegos ci pajonat que habia en ci carnpo de Alknde. quiso aprovechar aquella circunsancia y n%ando que en ci ado el grueso de la, cahalieria e inlariteria de lusil dieran un redo ataque a la divisiOn; pero 10 resstiO Ia secciOn de Villamil. haciendo oue la inFanteria cargara a Ia bsvoneta yendo a carrera. formando en batalla y protegida por la cabalteria. Este movimierito. y la, circunstancia de que ci viento arrojaba ci luego Y ci humo contra ci Irente del ejrc'to me'cicano. hideron que despucs de disputar largo rato la, victoria, se repkcase a su antigua posicin, sin quc las fuerzas enemi.ru pudieran apuoechar esta ventaja. porque. demasiado latigadas ya, y lid;iendo consumido las munkones. se limitaron a guardar ci campo, haciendo una resistencia cada vez ms dbil. y que rns presagiaba la deirota que la victor-La. Durante este tiempo, la division espaoia de la derecha estaba en los mayores apuros. El General Empaun. avanzando con su divisiOn, habia tornado la, espalda de la tercera bateria sobre la cual se dirigian tambkn los fuegos de la arti!Ieria de

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E?ISODI4T}S DE LA (iUERR.A HE INDEFEXDEN(iA

Calkja. y lejos de iograr que se deconccrtace Ia fuerza situada en aquei punto. encontr en ella una tenaz recistencia. La rtiikrIa hahia hecho tin fuego incesante sobre la cabalkria, y st desconcertada p05 tinto valor. por la mtiititud de enernigos. y por la circuntanca de estar muy mal herido ci mencionado Ge.. neral Emparin, cedia ya cuando In divisin que habla queclado las rdenes de D. Jo Maria JaIn march con toda celericlad atixiliarla. Aquellas tropas de refreso vadearon ci rio teniendo ci agua hasta In rodilia y liegando al campo en ci rnomcnto de Ia derrota dep)egaion en batalia su izquicrda, 'i ponindose en ci intcrrncdio de la cabaileria cai vencida y del ejrcite ndependiente. cargaron a bayoneta, y con aquel movimientc hitbilmente combinado, arrebataron con torrentes de sangre Ia victoria quc los glorioos campeones de Ia Jndependencia creian alcanrar p'r segunda vez. Con tcrdo. no pc esto cedierozi: Aidania y Portugal que delendian aqudia Imnea. mandaron sobre ella un nuevo reIuerzo que ya no lleg al campo. porque ci estado de iii batalla eugma del jele realista tin moviniiento rpido, general y decisivo. En efecto, depus de tantos y sangrientos coma obstinados combates. Ia victoria sonreia aim por tercera yea al ejrcito independiente. En Ia gran baterla de la derecha, dcspus de cinco horas de combate. ci conde de la Cadena. sin poder adelantar un paso. se limitaba a guarciar su posici6n en espera de auxilios y rnunciones, mientras que las fueras de sus eneniigos, sin cesar reforzadas. supuian la disciplina con el brio. A La izquierda. Emparin, gmvernerae herido, y apenas escapado de la derrota, es. taba acametdo por ]as fuerzas que volvian contra l, mientras que una fuerte divisi6n se dirigia con objeto de cortar los equipajes del ejicito realista y ponerlo entre dos fuegos; operac16n dpuesta por Ailejide, y que verilicada debIa poner en confusirn y compieta clerrota a ]as fucrzas de Cai!cja. Este conoc6 a enc,rmidad dl peligro, y se decidi6 a hacer tin ciitimo esfuerzo, concentrando toda Ia accin en la batenia prinapal del ejrcito independ.ente y aventurando a tin golpe instantneo y decisive ii suelte de aquclia batalla cuya prolongacion Ic era funesta por 1*

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EFISODIOS DE LA GUERRA DE LDEFFNDLN(U

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.uperirklad del nt'unero y ci ijidomable alor de sus ccrrnrx. Se puso al frcntc de toda la leer%a; reuni6 la dii qpi & 1* derecha, y pasando ci puente fu a reunirse con la diisin de Hon ciuc estaba en los (itimos apuros, y en Ia que su preencin infund16 valor y su prestigio orsigui reunk a ics disperso. Los indepcndientes repkgaron en ci acto su carnpo sobre el punto de batalki y all1 correnz el combate. Las divhiones de Calkja y Finn, v las de Abasolo y Torres, estuvieror. en UI) mo mnto la Una en frente de la otra. y comenzaron un rornbate cangrienlo, en ci que los arnericanos no cedlan un pairno de tierra. Mas Calteja, que tcnia resuelto aranzar, lo arrieg todo y Se adrjan. mandando por delante sus dicz eaones de balalla, los que 5cguidos del batalln de Granaderos y ci Regimiento cit In Corona, tomaron Ia izquierda por la orilla de la barranca en rue estaba apoyada Ia bateria principal; ci batalln de Patriota y Jos cuerpos de caballeria marchaban al nusmo tiempo pot la derecha. protegiendo ci paso de in dii16n de Empar que en ague] acLQ descrnbocaba por ci puente; tin moniento despus, aqul, or la retaguardia de Ia derecha y Finn por Ia iqukrda, se dirgian tarnbin a la baeria principai. y de esta m.lr- ra r1 tjrc]to todo sc batIa entre ci puente y Ia loma. El independiente doblaba sus luer-zas con ;tlor; Abasolo cargaba pot dctrs: Aldarna se dirigia con su division a prole" Ia batetia, y Tortes defendia 6sta con tma gran erenidad de iiinio. La batalla era general y terrible, y hacla ya un cuarto de hora que los dos ejrcitos a rncdio tiro de fusil se atacaban con un furor reciproco, sin ceder ni uno ni ci otro, cuando una vranarJa cav6 en un carro lkno de municiones del ejrcto rnexkano C hio en su campo una explosiOn tremenda. Multitud de hombres perecen incendiados; las fuerzas pr6:iimas al ivar de la catstrofe se desconciertan, y Calieja aprovecha ci mc.rnento: la cabalierIa se precipita pot la izquierda; pot Ia derecha avanza Ortega. Comandante de la artilleria. y detrs de I Ia infanirria alaca a Ia bayoneta, cargando en batalla y a la carera. El ej;cito independiente, aterrorizado por Ja * eplosIi de) cann de

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EFISODIOS DE LA GUERRA DL INDEPENDErc( I\

municiones, incapaz de poder dar direcciti a las piezas de [ gran Laterla, y atacado por Un rnovirnieiito veloz, se vi estdiado. teniendo a su espaida una inrnensa barranca y por su un cj crcito de 6.000 hombres bien discipinados y armados. No puck resistir, y este fatal momento dec.idi la victoria, La pieas cargadas a metralla no Ilegaron a dispararsc. y las Fuerzas que guarnccIan Ia bateria principal tornaron la huida: en tario que Ahasolo. Allende y Aidarna se rettrarn batiendo al ejtrcito e paol, im 1,idindole que persiguiese a los fugitivos, v apoderndt' de la iltima bate:ia prolongaron atii bastante tempo la resi5tetcia. hasta que cedkndo ya al nirnero, a Ia disciplina y a la fortuna, se retiraron tranquilamcntc del campo de batalla, teniench ci tirmpo neceario para recoger sus equipajes y organizar i, pequenas seccior!es con que marcliaron a Aguascalientes. LI enemigo no pudo atacarlos en su retkada. y un hombre. el Conde de la Cadena, a cuvo corazn no bastaba Li sangre derramada y que ciego en su furor se dirigi con s&o doce dragorief para connnuar su carniceria en los vencidcs que hulan, encontrd bien pronto nina rnuerte horrible y demasiado merecida. En ci dia de la victoria un cadaver livido, denigrado y Ileno de heridas. era todo 10 que quedaba en el cmpo de los vencedorci del feroz asesino de Guanajuato. Guadalajara vencida. entregad. sin pidad a la venganza de sus crueles vencedores. era el obj'tu corn que su saa se habia decitado muchos dias antes. y asi Ii ciudad inrme tuvo urn consuelo al saber que su verdugo ya lID padria perseguirla. Pero Calleja y Cruz le quedaban todavi, El prirnero bizo lusilar en ci campo de batalla ciento y taII5 prisioneros quc Sc habfan tornado. reervando otros doscientoi para ostentar su triunfo en Guadalajara, en cuyo lugar los die:y Cruz iba a tomar ci rnando de La Nueva Galicia, dond despuns de dietrnar las poblaciones y sacrificar multitud de incente. debia huir come urn cobarde a la proclarnacion de la Independencia.ftIaiiauo

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i%IORELOS ANTE EL OCEANOMPEZABA a anochecr cuando llegu a la caa del mactb Altam;rano. E Nos scntamos frente a Frente. junto a un halcn alumI, rado por la Iividez del crepiscu!o Y de esta suerte, en La hora v5 J )ertina, ci maestro y yo platicbamos, en medjo de la vida sede Ins cosas crepusculares. ^Qu6 misteriosas energias ligan ]as palabras con las palaJ, F a5, n ara Ilevarlas muy kjos de to actual hasta los campos mr?viIIoSOs del paado? Yo no s c6mo empezamos a hablar de Iiels; de su inlancia entenebrada por Ia orfandad, de sii j uritud errante per entre los caminos y las soledades, cuando era haLijadot de mulas, y cuando iba, como Mahorna, vistando pueblos, transportando riqueza, poniendo en contacto ideas. Dijnrns que las lgrirnas dd hu4rlano y los dolores de La niiiez-eiia.

dcsamparada cnsearon, sin duda. a Morelos, a sentir Los dclores ajenos, haciendo bi-otar, seg(sn la teoria de los modernos psicoloeistas, la mariposa divina del amor hacia los dcnis desde la criciida obcura de egosmo. Dijirnos tam6i6n que Ia existencia ernbrada de sobresaltos. de inquietudes y de sorpresas. la vida d1 arricro. Ilena de fisonornias nuevas, ensenaron al mismo Movttlos no sorprcndcise nunca, a comprender a los hombres y a cornprender ci screto de las cosas. El maestro hablaba con una voz que tenia entonaciones anilogas a las de una bra de bresice; sus manos. en armoniosos' motmientn. se agitaban en la sombra, acompaando ci ademn it La palabra; yo lo escuchaha sorprendido, y en el seno de L

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LFISODIOS DL LA GVERJtA DL JNDLFENiFN 'IA

obscuridad creciente nacian y se eslabonaban los recucrdo j19 hermoos hijos de la idea. -Morelos, me dijo entonces ci Maestro. lievaba en sa ci sentimento, engendrado pot su niez dolorosa. y Ia ob..-don prodcida por su juventud errante; sus ojos tie maotan hurtarle sus secretos a Ia sombra, v sus pali'bras tie tribuno conqu.tar las voluntad de 103 hombres. ViO a lo kj.os i, ridad de Ia ciencia, y avanz6 entonces a buscaria; Ia encij en VcJ!adolid, entre las fuertes paiedes del colegio de San Nicolas; oyO como hablaba de ella. con acento de inspirac.r, Rector Don Miguel Hidalgo, pero, al oit hablar de la c oyO ambin habiar de su divina herrnan:s la libertaci, y i"'ido entonces de un dobe y repentno amor, se sintiO cJominad, por dos idrales. y 1u desde aquel mmento ci paladin de la rdad y de la Independencia; pot eso se orden de sacerdote, porque as1 aanzaba en ci scndc-ro de la ciencia, y por eso mac larde en el altar de La Patria olreci su vida en aras tie la pero tue sienipre su amor a los otros, ccnquistado con sw frimientos tie nio. ci quc hizo ci milagro de cu fe repubi-.na iiextizic'uibIe, y N6 slernpre su conorirniento de los hombres. rncipianio 2n sus viajes de arrieco. ci que hizo ci milagro cir su talento organizador para La guerra. "El dolor. Ia observaciOn y Ia voz de Hidalgo. fueic,ii, los trcs factores tie su genio; se con juraron con las dotes prin':iia. se I undieron con los ekmentcs nuevos, y he aqul s.eguida. durante las guerras de Independencia, tal vez m. alto que nadie en la AmCrica, ci huCrfano, ci hatajador de milas, ci Cura de Carcuaro. sublO al Veladero, a TbUa, a CniuiIa, Orizaba. a Oaxaca y al castillo tie Acapulco, para nmira los tiranos y a los cohardes, al infinito mar y al infinite cielo. La bandera blanca y azul de nuctra Independenda. "Es initil repctir lo que todos saben: ci poema tpicc de Cuaut)a. que resuena en Los aires como un darinetazo tic tTiunfo; la toma de Oaxaca. tpie parece una hazaa increible: la sen dickn casi invcrotirnii del fueric tie San Diego; ptro si st xtcuex $

EPISODIOS OF Li GUERRA DE INDEPENDENCIA.

di cualquiira de los hechos de Morelos, en el ms insigni1icaxtese

vIa su grandeza. UnA noche. el gran luchador se acerc6 con sus guerreros

a la brava costa del mar del Sur: ci intrincamiento inconmensurable .i. las grandes felvas del E5tado de Guerrero. velaba las agua ' una tempestad hacia sentr su aliento enorme a travs de los irholes: ci viento producia inextinguibles. intermitentes y sal-

vajes clamores; sobre las cabezas de los va!ientes, el crespo mar de las hojas se estremecia con sacudimientos que pareclan causadoi nor un terror sobrehumano. Sc diria que las palmas inmensas, cuvos penachos tocaban el ciclo, y ins grandes lianas. tencitlas de rhol cii bol, y hasra las hierbas experimentaban Un espanto inlinito; a ratos, la luz sullurosa de los relmpagos poniagotas de claridad entre los rboles. y, de sbito, ronco y prof undo. coma un quejido a como Un grio de ckra sobrenatural, returnbaba 1 trueno.

"Los 'ahentes se detenlan apovados contra los rboles, los mas osados marchaban liacia Ia desconocido y lo inmenso. hacia ci mar lit-no de rabias y de terrores sin ntmero; pero al frente de tixios iba Morelos; su cabeza tranquila lucIa ceida par su pauIo blanco. cuas puntas ulotaban, y en medio de la conmocin giganteca que precede a las grandes tempestades. l iba en silencia, altivo y solemne. coma si fuera ci supremo vidente deto ubIirne.

"Dc pronto, ante i se acabaron los rboles v sc mostr6 ci mac; Ia costa alli terininaba, a pica, insondable. un pedestal sobre ci abismo; ci formidable culebreo y ci convuisivo amontonamiento de las aguas Sc deserirroll entonces con toda su fuerza .obre ci odano indefinido; ci viento, ese titan invisible y obscuro, rria sobre la sokdad hirsuta: ]as nubes, apenas entrevista, formatau una inarejada negra sobre las aguas; la liuvia se desat copiosa en raudales, en torrentes; ci bosque centenario cantaba de hunno grande; Ia mar desenvolvia sus mil ruidos, que so -tris est ^ rtores :' soikzos, s' Iruenos; ci cielo se alurnbraba dc repente con tul3rcs lividos que vertlan La ciaridad sobre el horror; is

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EPISODIOS DE LA GVERRA DE INDEPE1DEX.

instante Ins tinieblas aullantes del agua, del viento y de la nde, cran sacadas de Ia sombra a Ia iuz del rayo; pero en seguida, stbito. retrocedIan a lo negro y entonces vivian en lo oscur, gigantecamenIe. ]as formas prothgiosas de la ijorrasca. palptaii. tes e infinitas; pudicra afirmarse que en el cielo, cubriendo torlo con sus alas negras. saipicadas de rellejos ilvidos, estaba ci jaro infinito de la tormenta; y no obstante. sereno, dichoso medo del terrible desencadenamiento, teniendo a sus c-spalda ' a sus gucrrcros, hundidos en la selva, y sintiendo quebrados pot los rayos Jos paimares ceritenarios, Morelos. cruzando los brazos sobre ci pecho. erguido e indomable. veia. guardando en su alma la sonata infinita de los elcmentos, Ia tempestad. y su paiiuck banco. coma si estuviera vivo sobre sus sienes, agitaba sus puntas floantes. "En frente del estertor de las alas y de los cielos, Morelos crc-a ver a la Amrica toda, hundida en la sombra como la mar, lejos del cielo ccmo Ia mar misma, y no obstante toda ella sacudida por ci deseo de ai)irmarse en la claridad y de conocer el progreso, irguindose titnica y soherbia contra los tiranos. como el mar contra los vientos, y pobiando ci espacio con sus gritos cI aigonn y de gloria. "Baja ci acantilado, mientras las olas se estreiiaban, levantando. como enormes flores blancas sostenidas por intermitriites talks liquidos, sus eplosioncs de espuma: Jos pjaros del mar, las ccnicientas gaviotas, se hundian er.tre las rfagas Ianzandci is.peros gritos; por Instantes ci agua se iluminaba con fosforecencias extraas, como Si SU clera se hiciera luz; se tornaha de sul:,ito en blanca, y entonces Ia borrasca parecIa una batalla nunca Qiiada, que libraran miiiones de giganlcscos gladiadores liridos. 'Morelos ante ci mar, era reniejante al dios de las bouascas: aguclia pefia volada sobre el abismo y colocacla baja ci otro abismo, el del cielo, era ci pedestal digno de l; parecIi sin saber-lo. regir la suerte confusa de Jos ejrcitos de las olas; parecia mandarlas; la noche entera estuvo de pie electrizado d ante ]as fulguraciones blancas de Jos rekimpagos.

FPISOIIIOS DE LA (;UERRA DE INflEFENDENCIA_.

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"Cuando luego fu cairnndose el mar; cuando todo pciro hubo cesado; cuando ]as olas c aplacaron, y el iento cando de luchar, se me aletargando; cuando la selva ce ' de ritarc. entonces en ci cieio sin nuhes so dilat la Iuz dc la mait.ina. y Morcos. todavIa de pie. contemplaba la iluminacin fi .iica de! oceano. la tranquilidad gloriosa de las aguas. 'Aquei!a borrasca era un sfrnholo; era Jo mismo que la gue.. ira de independencia, preada de horroros. Ilena dc cattoks; pero tn ella. a ratos, la misma Loimenta se hacia fosloi-escente, ' e tornaba luminosa. v por fin, tras ella, debia venir tambien Ia aurora divina. la Jibertad de AmCrica". El maestro dej de hablar, y an vera yo a Morelos. en su p'de.:ai. ante ci Ocno; la noche habla cerrado, y ain me er e aibor de Ia aurora' sobre las aguas. por fin serenas. Tarec Ezequiel A. Chkcz

L k M .c;t'niwin

DE

Bnvo

AS fuerzas independientes acaudilladas por Don Jose M.ina MrcIos, contaban entre sus jefes hombres de gran L valor. de notable actjvidad y de ideas enterarnente confrni.ei con ci piritu de i&s qu' iniciaron la obra de la independncii mexcana. Los no,nbres de Morelos. 1\'Tainmoros, Ray6n. Cakana, Bravo v altos no menos ilustres, eran repetidos con entusiasmo. con y eneracijin y con cario. pot todos los que comprendian cuinto valen los sa'rificios de un patriota que sin grandes elementos v sin medir ci peligro, y con la f de una noble causa, conquistari en los c9 mbates un nombre imperc.:edero. una gloria legitima v los sublimes cantos de la epopcya. Pero sin rebajar en lo mas minitno ci aingado valor de caudillos que militaban a las 6rdenes de Morcics. prdso es enaltecer cemo merecen el nombre y los generosos hechos de Don NicoMs Bravo. sQuin de la presente generacin no ha oido pronunciar con respeto aque! nombre ilustre? -Quin no ha escuchado drntro del hogar mismo las resantes narraciones de su vida militar, su apostura, su juventod, iu valor; pero ms que todo, stis generosos sentimientos? En la cruenta lucha de I I aiios, tan lkna de interesarites episodios. no hay en nobleza de acciones sino un NicoIs Bravo, como en la histoiia no hay niiichos ejempios que se Ic asemi'n.nos

Preci,o es dar algunos detailes acerca del personaje que ocupa, y en esto seguiremos los apur.tes biogrfkos qe Ic-

nemos a Ia vista: "Corria ci ao de 1812, Don Jos Maria Mo.idos kabma itecko su ciartel general en Telivacn, y nombrado

E'I'ODIoJS QE LA GUERRA DE INDEPt .:NDE.(IA_

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a Don Nicoli:, Bravo General en Jele de las Iu!'rzas que opera 1 en La pr.wrncia de Veracruz. Era Bravo, joven de gallardi pre--iencka, de nobles y humanitarios sentirnieritos, y de un oda piueba. "Hada poco tiempo que 51.1 padre. Don Leonardo, habia sido hecho or1ionero en la hacienda de Sari Gabriel, y conducido a Mxico por Calleja. "Morelos comision a Don Nicols para atacar al j efe rea!ita Don Juan Labaqul, que car'ducia dc Veracruz para Puebla ,l g utio vivcres v la correspondencia de Espaa. Bravo bati al enernrgo victoriosarncnte. Tres caiones, trescientos Fusiles. algunas municlones que quedaban a los vencidos, toda la correspondencia de Espalia. y dwcIentos prisioneros, fueron los resultados de- la victoria ccnCuida. "El jefe encedor volvi6 a Tehuacn a dat cuenta a Morelos de aquel hecho de armas, por el que le di la rns cumplida en!ijrabuen * . y Ic prorncti que iba a ofrecer al Virrey por la vida de su padre. Don Leonardo, Ia de 800 prisioneros que en sri poder tenia, y de cuvo resuhado le dana cuenta oportunarnente. Don Nicolis Bravo sa!io poco despus de esta convercncicrI psra La provincia de Veracruz. y a los cinco dia derrot cerca dci puente del Rey (hoy Nacional). una fuerza realista que conducia un convoy a Jalapa, hacindo1e noventa prisioneros. "El Virnev Venegas habia mandado juzgar par Un CORsejo de guerra at padre de Bravo y a dos compaeros suvos. Corrdenado ya a Ia pena capital, trat6 de que st k preser.tasen tanto Don Nicols coma dos dos suyos c l ue militaban a las 6rdenes de Morelos, acogindose al indulto, con lo cual perdonarLa Ia vida a Don Leonardo. "Mucha deseaba Don Nicols salvar la existencia de su padre, y Moreos mtsrno It autoriz6 para quc aceptara la propuesta de Venegas; pro tin hecho reciente Ic hizo temer que fuese un iatn ci qire se le tendia. y no se preserit, a p'sar de que hubiera

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F.PISODIOS DE LA GUEREA DL INUEFEDEN('IA

dado la vida pot salvar Ia del hombre a ciuien debia Ia rxis. tencia. La causa de tal ternor nacia de un hecho reprocbaIl cornetido por un oficial realicta en las personas de Don Juan y Don Rafael Orduiia. segIin Jo dice ci mismo Bravo en un carLa que dirigi6 a Don Lucas A!amn. "Viendo ci Virrcy desechada su propoki6ri. y no 1-iabicn10 admitido la que Ic hizo Morelos, Don Leonardo Bravo sufri la muerte de garrote, ci dia 13 d. septiembre en ci sitio ilam.ido e! Ejido. Al saber Morelos la ejecucin dc Don Leonardo. cibi a Don Nicols comunicndc.ie Ia triste noticia y ordcii,tn_ dole at mismo tiempo que pasara a cuchillo a todos los prisioncros que Luviera en su poder, y que it iba a hacer otro tanto con cu.i Irocienos que tezila en varios puntos. Esta comunicacin la recibi Bravo a las 4 dc Ia tarde. Sorprendido por Ia fatal n;ui-rte de su padre, mand que en el ado se pusieran en capi!!a a cerca dc trescientos espanoles que tenia en su poder, datido orden at capeilan Sotomayor, para que Jos dispusiese critiananmr.te, pues debian ser fusilados at dia siguiente" Lo quc sigue est tornado a la leha de una carLa que Bravo dirigi a Aiamn en lebrero de 1850. y a la cual nos refonr?1o3 antes. "F.sta noticia la recibi a ]as 4 de Ia tarde, y me sorpreudi tanto, que en el acto mand poner en capilla a cerca de tre'cuntos que tenIa en Medellin, dando orden at Cape!ln (que Ic era un religioso apellidado Sotomayor), para que los auxiliase. Pero en la noche, no pudiendo tomar ci suco en toda ella, me ocup en reulexionar que ]as represalias quc iba yo a ejecutar dir:ii. nuirian mucho ci crdito dc la causa que defendia, y que c' ljervando una conducta contraria a Ia del Virrcy, podia vo guir mejores resuitados, cosa que me halagaria rns que mi prin'era resolucin; pero se me presentaba para ilevaria a efcio, Ia dilicuitad de no poder cubrir ml responsabilidad dc Ia orden que habia recibido. en cuyo asun:o me ocupe toda la noche, hasta )as 4 dc la maiiaria, que me resolvI a perdonartos, de una manera que se hiciera publica y iultiera tedos los efectos en favor de Ia

I.FtODLOS DE LA CUERRA DE IDEPENDENCIA

51.31 spo-

dUu de la Independcncia: con este fin me reser eta

.:i6n hasta ]as ocho de la maana, que niand formar la tropa con todo ci aparato que se requerla en estos casos para una ejecuci6;n sa!i'ron los presos, que bite colocar en ci centro. en donde Ics manifest que ci VirreyVeneas los habia expuesto a perder Ia vida aquel mismo dia, por no haber admtido Ia propuesta qix se le hizo en favor de todos por la cxistencia de mi padre. a quin hahia mandado dar garrote en Ia captai: que yo, no qncFieflcIo corresponder a semejante conducta, habia dispuesto. no pedonarle la vida en aquel momento. sino darles una enLela Jiliertad, para que marchasn a donde ics conviniera; a esto repondieron Ilenos de gozo, que nadie se queria ir, que todo quedaban al servicio de ml divicin. Ia que VCTIficaron iodo, a exc4pc6fl de cinco cornerciante5 de Veracruz. que por las atencionts de sus interees, se les extendieron pasaportcs para aquella ciuclad; entre &os se haliaba un seor Madariaga, que despus. en union de sus compaeros, me manifest-6 su reconocimiento. eon la remesa de paos suficientes para el vestuarlo de tin bataflAn" En Ia hisioria de nuestra guerra de Jaidependencia no s.c registra un solo hecho que se aserneje al que acabamos de narrar, ni un solo caudilla que haya igualado a Bravo en generosidad de a cc ion es. El hombre que teniendo en su mano Ia ejecuciri de una venganza ruidosa contra los inismos que acababan dc sacrilicar Ia vida de si.i padre, no la ileva a calio porque su conciencia ieciiaza toda acciOn quc desvirte la causa a que se ha consagrado: el subalterno que arrostrando ci enojo de su jele perdona la vida a los que se Ic ordena e jecutar y pospone su noble patrioUsmo a todos Jos dems sentirnientos, no es un hombre. no es un hroe, es la verdadera semejaaza moral de quien Ic creO, es ci ,crdadero apOstol del que decia: "Amad a los que os aborrecn". Don Nicols Bravo se levanta por encima de todos sus contemporimneos, resume su -.-Ida militar ea este solo hecho, y proclama en voz mu' elocuente a Ia faz del mundo entero, que Ia dementia

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EFISODIOS DE LA GUERR.'i DE UNDEPENDEN4 is.

y el patriotismo son hermanos. que ci valor y La generosdad . Ls iinicos setimientos dignos d.l hombre y del hroe. La palabra expira en nue3tros labios para encomiar mente al cauthl10 sin rival. La plurna se detiene, porque tarnI>ie d pensamiento se detiene ante tanta grandeza. Qu podemo decir que no hayan dicho otros con una elocuencia digna de( "Guzmn Mcxicano"? Pero debemos concluir. y vamos a ha,.. erlo con las magnificas Irases de uno de sus mejores bigrafos: "Valiente en ci carnpo de bataila. Iu siempre generoo y noble con los vencidos; dspuesto a derramar su sangre en ci combate y a sacrihcar su vida por la causa que liabia abrazado nunca verti la sangre de los pri oneros. En media de aquella prolongada y sangrienta lucha, no comcti Un solo acto d vio. tencia, crueldad a injusticia. y a travs de Las vicisitudes cl la guerra sin cuartel que se hacIan los partidos contendicnt's, il Iogr sostener 5U reputacin de vahente y generoso, alcaniincio ci respeto de sus contrarios y de sus amigos durante la reiu. n, y hecha la Independencia, las distinciones de sus conipatrOtas, el apreclo de los europeos. 'os elogios de La prensa d. di.. versos paises y un lugar en La hisioria que perpctie su mrnoria en ci mundo entero, presentndote como modelo de caballeros valientes, nobles y generosos." He aqul La figura rnis culminante de la epopeya que l mexicanos ilamamos guerra de Independencia; por esto boy, a1 rots.. sagrar un recuerdo a su memoria, exclamamos: Honor al mrifo! jGiorta al inmortal caudiUo Nicols Bravo! Antonio de P. Mormo

ALECV'RIA HF:1101c&(Siio de Cuautla. 1812)."Estrechados por nueIrus tropa.s 11 albgidos POT la nece,sidad. niinifiestcjn iie gria en todos los sucesos, entierran sus ca ddtercs ccn repiques. en celebridad de su rnuertc gloriosa, y festejan con aigaza !F bailes ci regreso de SUS fre(UeflteS salidas, cuakiuiera que !U1/ti sido ci exito, imponiendo pena de hi r'ida a/ que lahIc de sus des gracias o de su rendicin." (Carta de Calleja al Virrey Veneas, 24 de abril de 1812).

N la maana del 17 dc febrero de 1812 Morelos, de pie, rodeado de Leonardo Bravo, Caleana, Matamoros y E unos cuantos costeos de su escolta. hab!aba asi al anciaric paralitico que ie acababa de recibir en su huerta de Cuautla. Si, mi seor Don Pablo, gracias: sus hijos Anselmo y Dionisio