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1 Benedicto XVI: fe, inteligencia, coraje Cuando ingresé en el Cónclave el 18 de abril del año pasado, no tenía expecta- tivas respecto a su duración ni a su fruto. Nadie podía anticiparse al resultado, ya que hacía veintisiete años que no se lleva- ba a cabo un Cónclave. Sin embargo, en el fondo, pensaba, «Si sale Joseph Ratzinger, tiene que ser rápido y claro; de lo contrario la reacción podía ser desas- trosa». La primera reacción después de la elección -de nuestro lado del Atlántico, y aquí en Quebec- fue lo suficientemen- te clara como para confirmar mi pronós- tico, pero después de casi un año debo confesar que mi estimación menospre- ció la capacidad de Benedicto de adap- tarse a su nuevo ministerio, y la capaci- dad de los medios de corregir algunas suposiciones a este respecto. Todo fue mejor de lo esperado: el Cónclave, el re- cibimiento y el desempeño del nuevo Pastor, Benedicto XVI. Puedo decir al principio que la razón principal de este feliz desenlace es el desempeño del hombre, o mejor, el carisma del Papa Benedicto, que encarna de manera novedosa la misión del sucesor de Pedro. El carisma y la misión de Pedro es confirmar a sus hermanos en la fe y ser el signo visible de la unidad en la Iglesia Católica. Tal carisma es una gracia concedida por Dios para un servicio específico en la Iglesia. Depende de una elección hecha por sus pares, pero una vez designado, el sucesor de Pedro tiene la autoridad dada por el mismo Cristo, y no por el consenso de sus iguales. Puede decirse que este carisma es venido de arriba, pero ha sido preparado a lo largo de muchos años de oración, meditación, ministerio doctrinal, ministerio episcopal, y como Prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe. Lo que primero me llama la atención del largo viaje de Ratzinger no son sus logros teológicos, Cardenal Marc Ouellet Arzobispo de Quebec - Canadá

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B e n e d i c t o X V I :fe, inteligencia, coraje

Cuando ingresé en el Cónclave el 18de abril del año pasado, no tenía expecta-tivas respecto a su duración ni a su fruto.Nadie podía anticiparse al resultado, yaque hacía veintisiete años que no se lleva-ba a cabo un Cónclave. Sin embargo, enel fondo, pensaba, «Si sale JosephRatzinger, tiene que ser rápido y claro; delo contrario la reacción podía ser desas-trosa».

La primera reacción después de laelección -de nuestro lado del Atlántico,y aquí en Quebec- fue lo suficientemen-te clara como para confirmar mi pronós-tico, pero después de casi un año deboconfesar que mi estimación menospre-ció la capacidad de Benedicto de adap-tarse a su nuevo ministerio, y la capaci-dad de los medios de corregir algunassuposiciones a este respecto. Todo fuemejor de lo esperado: el Cónclave, el re-cibimiento y el desempeño del nuevo

Pastor, Benedicto XVI.Puedo decir al principio que la razón principal de este feliz desenlace es el

desempeño del hombre, o mejor, el carisma del Papa Benedicto, que encarnade manera novedosa la misión del sucesor de Pedro. El carisma y la misión dePedro es confirmar a sus hermanos en la fe y ser el signo visible de la unidaden la Iglesia Católica. Tal carisma es una gracia concedida por Dios para unservicio específico en la Iglesia. Depende de una elección hecha por sus pares,pero una vez designado, el sucesor de Pedro tiene la autoridad dada por elmismo Cristo, y no por el consenso de sus iguales. Puede decirse que estecarisma es venido de arriba, pero ha sido preparado a lo largo de muchos añosde oración, meditación, ministerio doctrinal, ministerio episcopal, y comoPrefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe. Lo que primero mellama la atención del largo viaje de Ratzinger no son sus logros teológicos,

Cardenal Marc OuelletArzobispo de Quebec - Canadá

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que son realmente impresionantes, sino su fe, su inteligencia y su coraje paradar testimonio de la verdad. Recordemos que su lema dice: Cooperatoresveritatis, Cooperadores de la Verdad, una tarea difícil para estos tiempos enque hablar de la verdad está prácticamente desterrado del vocabulario y de lasensibilidad moderna. Me gustaría compartir con ustedes algunas reflexionessobre estos tres aspectos de su personalidad, tomándolas de mi contacto yexperiencia personal con el Cardenal Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI.Fe, inteligencia y coraje, son rasgos del hombre que creció en una típica fami-lia católica bávara. Recibió la fe de su familia, que resistió valientemente lainfluencia de los nazis. Luego de la Segunda Guerra Mundial, la tragedia deAlemania lo dejó rodeado de ruinas que enfrentar pero con la convicción deque la reconstrucción de su país debía apoyarse en una fe viva y en auténticosvalores cristianos. En 1967, un año antes de mi ordenación, Ratzinger era unjoven profesor en la Universidad de Tubingen, con Hans Küng, su colega,quien tomaría luego una postura opuesta en cuanto a la relación entre la fecatólica y la modernidad. Ratzinger fue invitado a enseñar una introducciónal Cristianismo a estudiantes de todas las facultades de la Universidad. Seme-jante logro fue un gran desafío en aquellos días, coronado con un extraordina-rio éxito. Podemos incluso hoy apreciar la frescura y precisión de su originalpresentación de la fe Católica.

(...) El éxito de Ratzinger con los estudiantes se debía a su fe genuina, perotambién a su aguda inteligencia y vasta cultura.

(...) Recuerdo escucharlo predicar en la Catedral de Munich cuando eraArzobispo, entre 1977 y 1981. Quedé impactado por su coraje y capacidadpara manejar los temas difíciles de una manera que inspiraba y provocabadecisiones a favor o en contra de su doctrina magisterial. La teología de laliberación estaba en ese entonces apareciendo en escena con sus sutiles ambi-güedades, entre los proyectos políticos terrenales como el socialismo, y algu-nas visiones confusas del Reino de Dios. Ratzinger encararía la cuestión conclara visión, aguda inteligencia, y un firme llamado a una teología libre deambigüedades y al compromiso pastoral. Nunca se escondería detrás de unlenguaje sofisticado y de la mera corrección política. Lo recuerdo hablandode la lógica de la fe y denunciando el racionalismo teológico tanto como hoydenuncia la dictadura del relativismo.

(...) Nuestros mejores recuerdos nacen de la cantidad de preguntas surgi-das de los estudiantes, y respondidas por él velando por su educación. Comoen muchas otras ocasiones, he admirado su capacidad de adaptarse a su au-diencia, hablando siempre con claridad y simplicidad.

(...) Mi experiencia con el Cardenal Ratzinger como colega ha sido la dereconocer en él a una persona de gran sabiduría, revelándose siempre abiertaa la escucha, hábil para resumir y reformular los temas en cuestión, y pruden-te al arribar a una conclusión cuando sentía que un asunto no estaba lo sufi-cientemente maduro para darse por terminado.

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(...) La Jornada Mundial de la Juventud en Colonia fue, tal vez, el ápice deldesafío de Benedicto durante su primer año de ministerio petrino. Yo conocíalas expectativas del Arzobispo de Colonia, Cardenal Meisner, con quien habíacompartido varias conversaciones antes del Cónclave. Él se enfrentaba a esteevento con comprensible angustia tras la muerte de Juan Pablo II. Luego de laelección de Benedicto, lo recuerdo caminando en procesión a saludar a suamigo, ahora Papa, Ratzinger, y volver a su lugar llorando antes del extraor-dinario vuelco de la situación. Porque en Alemania, la elección de Benedictono sólo significó buenas nuevas para los jóvenes y la Jornada Mundial de laJuventud, sino, dicho francamente, la redención del país, el fin de la triste erade la Segunda Guerra Mundial, y una visión de futuro abierta a un nuevohorizonte de esperanza y renovación espiritual.

(...) El Papa Benedicto está muy lejos de ser un frío intelectual, como lohan pintado los medios, totalmente preocupado por la ortodoxia académica.Es un humilde hombre de la Iglesia, que ahora está claramente expuesto antetoda la gente, muy agraciado con sensibilidad artística y exquisita cortesía,pero a la vez dotado de una extraordinaria inteligencia y capacidad de discer-nimiento intelectual y espiritual. Tuvimos una demostración fenomenal de sutalento y competencia en el último Sínodo, cuando abrió la primera sesióncon una hermosa meditación personal. Días después, al final de la sesión de latarde, improvisó un discurso teológico de 15 minutos que fue una obra maes-tra de sabiduría y liderazgo.

Su primera Encíclica sigue la misma inspiración, llamándonos a profun-dizar la esencia de nuestra Fe Cristiana y justificando de una manera nueva yfructífera la caritativa actividad de la Iglesia. Dios es Amor, y nosotros somosla Comunidad del Amor, a la cual se ha confiado la misión de anunciar con-cretamente la Buena Nueva a las naciones. Doy gracias a Dios todos los díaspor el don de este Papa Benedicto XVI, que ciertamente es el hombre correctoen el momento correcto, en esta hora de la Iglesia y del mundo. Me sientoconvocado a caminar con él no sólo por ser un amigo, sino primero y princi-palmente por ser el Elegido por Cristo para dar testimonio de Su Verdad yVida.

Creo que hemos sido bendecidos por Dios en el don de este sucesor dePedro, quien pudo felizmente asumir el desafío de suceder a Juan Pablo II, elGrande. Que recibamos y abracemos lo que él dice para nuestra propia edifi-cación, ya que mucho necesitamos su sabiduría para ser confirmados en nues-tra fe y nutridos en nuestra búsqueda de la Felicidad, Unidad y Paz.

MARC CARDENAL OUELLET

Estudios Católicos Mc Gill2 de Marzo de 2006 *

* Nota: El texto es un extracto de una conferencia dada por dicho purpurado, aquien el Santo Padre recientemente ha nombrado Prefecto de la Congregaciónpara los Obispos.

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Aprobación de la Legión de CRISTO REYcomo «Asociación Pública de fieles», en la Diócesis de San Luis

Con las benditas palabras del Cántico de la Santísima Virgen, comenzamosesta crónica de los inolvidables días fundacionales vividos en San Luis, del 6 al 8de marzo pasado.

«Magnificat anima mea Dominum»… «¡Mi alma canta la Grandeza delSeñor!»… le decimos a la Santísima Trinidad, por todas las misericordias ydelicadezas recibidas de sus amorosas manos de Padre, de Rey, de Salvador, deRedentor y de Consolador… En efecto, el pasado domingo 7 de marzo, la DivinaProvidencia nos regaló un día de gloria en la historia de nuestra amada Fundación.

Se congregaron en la ciudad de San Luis distintas delegaciones de nuestroslegionarios y legionarias, de toda nuestra patria y de los Estados Unidos, paracelebrar junto a nuestro amado Padre Fundador y sus hijos, la erección canónicade la Legión como Asociación Pública de fieles, y la aprobación de sus nuevosEstatutos. Este hito fundamental en la historia y en la vida de la Legión, marca elinicio de un nuevo camino de santidad para todos los fieles comprometidos con elcarisma de Cristo Rey. Le debemos esta gracia inestimable a Su Excia. Rvma.Mons. Jorge Luis Lona, Obispo de San Luis, quien firmó el pasado 16 de noviembreel decreto de erección, haciendo un acto de confianza en la fidelidad y en la madurezespiritual de nuestros legionarios y legionarias.

A decir verdad, jamás nos hubiéramos imaginado, en el pasado mes de octubre,que nuestro Amado Rey nos tenía preparada esta «inesperada gran Sorpresa». Perohagamos un poco de historia, para comprender mejor el valor de esta nuevaAprobación que nos ofrece la Santa Madre Iglesia, a través de este celoso Pastor einsigne bienhechor de nuestra Obra.

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Antecedentes his tór icos

La Legión de Cristo Rey nace en octubre de 1974, fundada por nuestro amadoPadre, con un incipiente grupo de laicos de Rosario y Buenos Aires. El primerPresidente en Rosario fue el Sr. Zoilo Capilla, y en Buenos Aires, el ComodoroFranco Rodrigo. Así comenzó la Legión, con un pequeño grupo de ejercitantesentusiasmados por la fuerza de arrastre y la unción y la pasión que el P. Torres-Pardo ponía al predicar la Realeza de Cristo… Simultáneamente nacía la ramafemenina de la Legión en Rosario, que después se extendió a Buenos Aires. Con elpasar del tiempo, se fueron incorporando más miembros, y la Legión se fueextendiendo por diversas Arquidiócesis y Diócesis de Argentina y de Estados Unidos.

Pero fue precisamente en San Luis, donde Su Excia. Rvma. Mons. Juan RodolfoLaise, el 22 de agosto de 1999, el día de Santa María Reina, nos regaló un preciosodocumento donde aprobaba a la Legión como movimiento oficial en la Diócesis deSan Luis, enmarcándola dentro de su Pastoral orgánica. Posteriormente, en el año2003, Su Excia. Rvma. Mons. Jorge Luis Lona hizo suya esa herencia de supredecesor con un nuevo decreto de similares características.

Y la Divina Providencia ha querido que también fuese en San Luis donde laLegión de Cristo Rey diese este salto jurídico tan importante para su consolidacióny fortalecimiento, que es su erección canónica como «Asociación Pública de Fieles»,es decir, una Asociación que la Iglesia ofrece a sus hijos como camino de santificacióny de apostolado. De más está decir que este acontecimiento estuvo precedido denumerosas consultas a diversos canonistas de Argentina y de Roma, de reunionescon Mons. Lona, con los oficiales del Obispado y del Consejo Directivo del Instituto.

En medio de todo este proceso, nuestro Padre Fundador, vio con clarividenciala necesidad urgente de establecer una Comunidad del Instituto en San Luis, que yaestaba aprobado en esa Diócesis desde 1999, pero sin que hasta la fecha hubiésemospodido constituir una comunidad estable de Padres y Hermanos, debiendo éstosrealizar su apostolado viajando desde Roldán numerosas veces al año.

El día 4 de diciembre del año pasado fuimos a San Luis con el P. Daniel AlmadaC.R., con la intención de conseguir una casa para que fuese residencia de la nuevaComunidad. El día de San Juan de la Cruz, 14 de diciembre, la adquisición de lacasa era ya un hecho. La Divina Providencia, a través de la Madre Superiora del«Instituto Mater Dei», nos ofrecía una amplia propiedad en préstamo por dos años.

Había que definir aún el día de la fundación oficial. Así las cosas, nuestro Padredesignó al que suscribe estas líneas, al P. Daniel Tomás Almada C.R. y al Hno.Vicente María Castro Martínez C.R., como miembros de la futura Comunidad,cuya residencia se llamaría «Loyola», en memoria de la casa solariega que vionacer a San Ignacio, en Guipúzcoa. El 9 de enero nos mudamos a San Luis, llevadospor un querido matrimonio de Roldán, que nos quiso hacer este servicio de caridad.La casa estaba en un estado muy precario y había que acondicionarla para su

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inauguración. Pasaron semanas enteras de trabajo duro, donde tanto legionarios ylegionarias, como diversas personas generosas, nos brindaron ayuda para ponerlaa punto.

Mons. Lona fijó la fecha para celebrar la Santa Misa de acción de gracias por laerección canónica de la Legión y por la Fundación de la Comunidad de Cristo Reyen San Luis para el domingo 7 de marzo, en la Iglesia Catedral. Ese mismo día,bendeciría nuestra nueva Residencia, y tendría un encuentro con toda la Familia deCristo Rey. Por lo tanto debíamos prepararnos para la Visita del Padre Fundador yde nuestra ya gran Familia espiritual.

El Padre visita a sus hijos de San Luis y San Juan

Comenzamos a movilizarnos para convocar a la Legión de San Luis y a laincipiente Legión de San Juan, dado que debíamos recibir, no solamente a nuestroPadre, sino también a las diversas delegaciones de la Legión de distintos puntosdel país y de Estados Unidos. Todo fue planificado con orden y armonía para estosdías que nos regalaba la Divina Providencia.

El Padre arribó a San Luis el primer viernes, 5 de marzo, y se quedó impresionadode lo linda que estaba la casa. Al día siguiente, por la mañana, acompañado del P.Daniel María C.R. y del que suscribe estas líneas, fue a celebrar la Santa Misa enel «Instituto Mater Dei». A continuación, tuvo unos momentos de comuniónespiritual con todas las Hermanas.

Por la tarde, fue la Reunión de nuestro Padre con la Legión de San Luis y deSan Juan, y las diversas delegaciones de legionarias y legionarios que ya habíanllegado, en nuestra casa «Loyola». Presidían la mesa el P. Fundador, los PadresDiego, Daniel y Daniel María, y el Sr. Federico Trombotto, Presidente General dela Legión.

Conferencia del Padre en el Salón de la Catedral

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Le presentamos a nuestro Padre a sus nuevos hijos e hijas de San Juan. Leagradecimos su presencia entre nosotros y le ofrecimos en obsequio una hermosaestatuilla de San Pío de Pietrelcina, a quien habíamos encomendado, por deseo delmismo Padre Fundador, los acontecimientos fundacionales en San Luis. En nombrede la Legión de San Luis, el Presidente de su Consejo Zonal, Dr. Marcelo Shortrede,dirigió a nuestro Padre y a todos los presentes, unas cálidas palabras de acogida.Nos acompañaban delegaciones de Rosario, Buenos Aires, Córdoba, Punta Alta,Bahía Blanca, Tornquist, Junín y Vedia.

En nombre de la Legión de San Juan, habló la Dra. Beatriz Romano, quien nosregaló a todos una verdadera meditación y examen de conciencia sobre este nuevohito histórico de la Legión.

Finalizó la hermosa Convivencia con el Canto a Cristo Rey que los mártiresClaretianos de Barbastro entonaban en la Persecución anti-religiosa de 1936.

Por la noche, nuestro Padre dictó una magnífica Conferencia, en el salón de laIglesia Catedral, sobre la «Manipulación del lenguaje». Hubo una concurrenciade más de 250 personas, de manera que muchas tuvieron que escuchar de pie.Nuestro Padre, con su sabiduría, amenidad y alegría, fue desmañando todos lossofismas, slogans y paralogismos hoy de moda, por la propaganda de la revolucióncultural anti-cristiana, que tanto confunden y engañan a la gente sencilla,confrontándolos con la Luz de la Palabra de Dios, del Magisterio de la Iglesia, y dela lógica y metafísica cristianas.

Debemos agradecer al P. Daniel Pérez, Párroco de la Iglesia Catedral, la cordialhospitalidad y franca caridad sacerdotal con que siempre nos ha ofrecido su ayuda,desde hace años. ¡Nuestro Rey Divino le premie tantos desvelos y delicadezas decaridad!

El domingo 7, cerca del mediodía, nuestro Padre Fundador participó en laReunión del Consejo General, en la Sede de la Legión, en la ciudad de JuanaKoslay, vecina a San Luis, donde les dirigió a los legionarios y legionarias presentesvarias consignas sobre elgobierno de la Legión, ysobre las nuevasresponsabilidades queconlleva esta Aprobaciónque nos regala la SantaMadre Iglesia. Los Padresdel Instituto presentes enSan Luis asistimos a estaReunión. Luego hubo uncordial almuerzo dehermandad.

Después de la reunión del Consejo Nacional de la Legión

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¡Por la noche, Nuestro Rey nos regaló momentos de gloria! En la Iglesia Catedralde San Luis, presidió la Concelebración Eucarística Su Excelencia ReverendísimaMons. Jorge Luis Lona. Concelebraban nuestro amado Padre Fundador, los PadresDiego, Daniel, Guillermo, Gustavo, Daniel María, y el Padre Federico Kunz, enrepresentación del Seminario. Siete seminaristas ayudaban, y el coro «Santa Cecilia»embellecía la Liturgia con cánticos celestiales. La Santa Misa comenzó con elvibrante Himno del Instituto, entonado por el coro. Después de la oración post-comunión, el P. Daniel Pérez leyó los decretos de Aprobación, y la BendiciónApostólica que nos envió nuestro Santo Padre Benedicto XVI. Publicamos acontinuación ambos textos:

Dec. Prot. N° 020/09

JORGE LUIS LONAPOR LA GRACIA DE DIOS Y LA SANTA SEDE APOSTÓLICA

OBISPO DE SAN LUISREPÚBLICA ARGENTINA

VISTO: La solicitud presentada por el R.P. José Luis Torres-Pardo, Superiordel Instituto Cristo Rey, respecto de la erección canónica de la Legión deCristo Rey como «Asociación pública de fieles».

CONSIDERANDO: Que la solicitud se enmarca en lo previsto por loscánones 301,312 y 313 del Código de Derecho Canónico.

POR LAS PRESENTES LETRAS

DISPONGO: La erección canónica de la Legión de Cristo Rey como«Asociación publica de fieles», y la aprobación de sus respectivosEstatutos.

COMUNÍQUESE: A quienes corresponda, publíquese y archívese.

DADAS: en la Sede Episcopal, el 16 de noviembre de 2009.

Jorge Luis LonaObispo de San Luis

República Argentina

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SU SANTIDAD BENEDICTO XVI

Saluda cordialmente al Señor Obispo de San Luis, Mons. Jorge LuisLona, con ocasión de recibir en su diócesis a la Legión de Cristo Rey, y porel establecimiento de una Comunidad religiosa de ese Instituto en la ciudadde San Luis. Asimismo, el Santo Padre alienta a los integrantes de esainstitución a proseguir trabajando con renovado entusiasmo en la tarea querealizan en esa porción del pueblo de Dios. Con estos deseos, el SumoPontífice les imparte complacido la implorada Bendición Apostólica,extensiva a los participantes en la Santa Misa.

Mons. Adriano BernardiniNuncio Apostólico

Buenos Aires, 7 de Marzo de 2010

Seguidamente, nuestro Padre subió al ambón y tuvo unas palabras deagradecimiento a Monseñor Lona, por su paternal confianza hacia nosotros.

La Santa Misa concluyó con el inmortal «Christus vincit!»

Luego de la Concelebración Eucarística, todos nos trasladamos, con el Sr. Obispo,a nuestra casa «Loyola». Allí se efectuó la ceremonia de Bendición, con la presenciade las delegaciones de nuestros legionarios y legionarias de diversas partes de

Celebración de la aprobación en la Catedral de San Luis

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Argentina. La Legión de EEUU se hizo presente con el presidente del ConsejoZonal de Miami, el Sr. Fernando Tamayo.

Luego, en un amplio salón ubicado frente a la nueva residencia, tuvo lugar elágape de hermandad, presidido por Mons. Lona.

Hablaron en nombre de los Legionarios, el Sr. Federico Trombotto, PresidenteGeneral de la Legión, y el Sr. Tamayo. Se leyeron mensajes de congratulación desacerdotes, legionarios y amigos de la Obra. Publicamos a continuación el queenvió Su Excia. Rvma. Mons. Juan Rodolfo Laise, Obispo emérito de San Luis:

Querido P. Diego: Paz y Bien

Con grata satisfacción espiritual he recibido su comunicación, que meinforma que el próximo domingo 7 de marzo, con la celebración de la SantaMisa en la Iglesia Catedral de San Luis, el Instituto Cristo Rey, fundadopor el P. Torres-Pardo en Rosario, agradece al Señor el reconocimientocanónico como «Asociación pública de fieles» en San Luis.

De este modo se concreta un deseo personal, manifestado más de una vezal Padre Torres-Pardo, para que el Instituto «Cristo Rey» se radicara enSan Luis, para entronizar a Cristo Rey en sus hogares,  y para que fuesecentro de predicación de los Ejercicios de San Ignacio, a fin de entronizara Cristo Rey en los corazones de sus fieles.

Estoy cierto de que el Instituto y la Legión de Cristo Rey cumplirán enSan Luis  su consigna:

«Por el triunfo de Cristo Rey, en el Corazón Inmaculado de María, alservicio de la Santa Madre Iglesia».

Unido espiritualmente en este día, los acompaño con la oración, paraque se sientan siempre «fuertes en la fe», en el cumplimiento del ideal delInstituto y de la Legión de Cristo Rey : ¡Cristo Reine!, en todos los ámbitosdel ser y del quehacer humano, en su dimensión personal, familiar y social,con la inconmovible esperanza de que Cristo, «ayer, hoy y siempre» es ,como lo ha sido desde la eternidad y lo será eternamente para siempre, elúnico Salvador del mundo.

Cordial recuerdo  y sentido afecto al P. Torres-Pardo, Fundador delInstituto y de la Legión de Cristo Rey, por su testimonio ejemplar al serviciode Cristo y de su Iglesia y , desde hoy,  con su presencia más cercana en laDiócesis de San Luis, para el bien espiritual de sus fieles.

Con un abrazo, hasta siempre, con mi bendición,Mons. Laise.

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A Monseñor Lona laLegión le obsequió unapreciosa estatuilla del P.Pío, y nuestro PadreFundador un hermosobajorrelieve de la Sma.Virgen María. A su vez,antes de retirarse,Monseñor, como Padre yPastor de la Diócesis, nosregaló una paternalexhortación a la misión,para que el inmenso tesoroque recibimos en los Ejercicios Espirituales no quede en nuestro corazón sincomunicarlo a los demás. Concluimos el ágape con la oración de acción de graciasy la bendición de Monseñor para todos.

Pero aún le quedaba a nuestro Padre el final de su «maratón» fundacional enSan Luis: la jornada con los sacerdotes y los seminaristas.

Una Jornada SacerdotalEl lunes 8 de marzo acogimos en nuestra casa recién bendecida a 12 sacerdotes

de la Diócesis, que vinieron a compartir con nuestro Padre Fundador unos momentosde «comunión sacerdotal». Nuestro Padre les habló con toda sencillez y franquezade sus experiencias de vida, como «joven» sacerdote octagenario. Luego tuvimosun cordial almuerzo fraterno.

Por la tarde, nuestro Padre visitó el Seminario «San Miguel Arcángel», en ElVolcán. Concelebró en la Santa Misa, presidida por el Rector, P. Miguel García;

Grupo de sacerdotes que asistieron a la jornada sacerdotal

El Sr. Federico Trombotto,presidente general de la Le-gión lee algunos mensajes defelicitación

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El Padre Fundador con el Rector y la comunidad del seminario de San Luis

predicó a los seminaristas el Evangelio del día, y también les dio una plática sobreel Sacerdocio. Los seminaristas le pidieron dedicatorias suyas al libro «La luz brillaen las tinieblas» y al libro «Por el triunfo de Cristo Rey». Todos quedaron muycontentos por esta visita.

Ya por la noche, vino la despedida. La Comunidad de la casa «Loyola», juntocon un nutrido grupo de legionarios y legionarias de San Luis, se congregó en laterminal de ómnibus para dar el «adiós» al Padre, que regresaba a nuestra CasaMadre, feliz por todos los acontecimientos de estos intensos días de gracia.

¡Hemos vivido un verdadero «Pentecostés fundacional», una «Epifanía de laRealeza de Jesucristo»!

«Señor, tu Amor es eterno… ¡No abandones la Obra de tus manos!»

P. DIEGO CRISAFULLI CR

Nuestro querido Mons. JorgeLona, Obispo de San Luis, visitónuevamente la casa «Loyola» eldía 29 de abril , junto con el Obis-po Coadjutor, Mons. PedroMartínez (como se puede apreciaren la foto).En esa oportunidad, ambos cena-ron con los queridos PadresDiego y Daniel y el Hermano Vi-cente.Fue una ocasión propicia para queMons. Pedro Martínez (futuro sucesor de Mons. Lona) se interiorizara de la vida denuestra Obra tanto en San Luis como en los demás lugares donde está hoy presente.Les agradecemos a ambos su visita y la acogida paternal que nos brindan en sucorazón.

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La pregunta provocativa, tal como la formula con intenciónpedagógica el Santo Padre, es así:

¿Qué ha traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, elbienestar para todos, un mundo mejor? ¿Qué ha traído? La respuestaes muy sencilla: a Dios. (…) Ha traído a Dios: ahora conocemos surostro, ahora podemos invocarlo. Ahora conocemos el camino quedebemos seguir como hombres en este mundo. Jesús ha traído a Dios,y, con El, la verdad sobre nuestro origen y nuestro destino; la fe, laesperanza y el amor. Sólo nuestra dureza de corazón nos hace pensarque esto es poco» (BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret, 68-70).

Ese es el cuestionamiento de fondo que hace el mundo de hoy alcristiano, y particularmente al católico. Se piensa, con una menteconfundida y a veces con soberbia contagiosa, que la salvación delhombre consiste precisamente en el reinado absoluto del «hombre sinDios», sin verdad y sin ley trascendentes, sin límites y sin esperanzas alargo plazo: «hacer lo que quiero, aquí y ahora».

La religión, el cristianismo más concretamente, debería servirsólo para evitarnos todo sufrimiento, para dar un aire de tranquilizante«misticismo» al curso rastrero de la vida y para satisfacer todas nuestras«esperanzas» inmediatas. Un «dios salvador» que «funciona» bien deberíahacer de este mundo un lugar apacible y cómodo, a la medida del gustode cada uno. Ese es el único «paraíso» que deberíamos anhelar.

Y justamente porque estamos bajo el imperio de una mentalidadtan necia, engañosa y desesperante, la Iglesia siente la urgencia de darnosincansablemente al único Dios verdadero. Porque sólo en Dios el hombrealcanza su razón de ser y se salva realmente.

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«En nuestro tiempo, en el que en amplias zonas de la tierra la fe estáen peligro de apagarse como una llama que no encuentra ya alimento,la prioridad que está por encima de todas es hacer presente a Dios eneste mundo y abrir a los hombres el acceso a Dios. No a un dioscualquiera, sino al Dios que habló en el Sinaí; al Dios cuyo rostroreconocemos en el amor llevado hasta el extremo (cf. Jn 13, 1), enJesucristo crucificado y resucitado. El auténtico problema en elmomento actual de la historia es que Dios desaparece del horizonte delos hombres y, al apagarse la luz que proviene de Dios, la humanidadse ve afectada por la falta de orientación, cuyos efectos destructivosse ponen cada vez más de manifiesto» (BENEDICTO XVI, Carta del 10de marzo de 2009).

No ha perdido nada de vigencia lo que meditamos en el «Principioy fundamento» de los Ejercicios Espirituales: «El hombre es creadopara alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y… salvarsu alma» (cfr. nº 23).

Bajo este oscuro eclipse de Dios –y del hombre– en que vivimos,aquel enunciado esencial tiene el carácter de lo dramáticamente urgente.

En este artículo vamos a exponer, con el fin de ayudar a lameditación y al apostolado de nuestros queridos lectores, algunascuestiones claves sobre el «aporte» de Jesús a nuestro mundo. Un«aporte» tan rico, trascendente y divino, que desborda todos nuestrosconceptos.

Daremos respuesta (que no podrá ser más que una respuesta«parcial» sobre verdades siempre más grandes), entonces, a las siguientespreguntas:

I- ¿Quién nos salva?II- ¿Qué hizo Jesús para salvarnos?III- ¿Cuándo realizó Jesús su gesta salvadora, es decir, en qué

momento de su existencia terrena?IV- ¿Qué tengo que hacer para recibir en mi propia vida los

efectos de santificación y salvación eterna que Cristo nos ofrece? ¿Seráacaso que ya estoy automática e irrevocablemente salvado, aunque vivayo de cualquier manera, desinteresado y cerrado al llamado de Dios?

Estas son las graves cuestiones que ocuparán este artículo, queintenta llevarnos al examen de conciencia, a la meditación y a la oraciónpersonal, para ayudarnos a ser más enteramente fieles y felices siervosde Cristo Rey.

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Una cuestión previa, muy importanteSi queremos entrar en estos temas con un fundamento seguro,

hay que dejar en claro un doble presupuesto.Ante todo debemos responder a este interrogante: ¿Dónde

hallaremos la verdad sobre Dios y sobre el destino del hombre? ¿Quiénnos informará y nos enseñará –sin engañarse ni engañarnos– estasverdades de máxima importancia?

Es muy claro que sólo Dios puede hablarnos perfectamente biensobre Dios mismo y su designio de salvación: «Las cosas de Dios nadielas ha conocido sino el Espíritu de Dios» (1Co 2, 11).

Las investigaciones meramente humanas, aun cuando se trate delos filósofos y científicos más inteligentes y honestos… soninevitablemente muy limitadas. Apenas llegan a conocer algunos secretosde la naturaleza, que siempre ofrece nuevos campos desconocidos… yapenas llegan al umbral del misterio real del Dios vivo.

Y resulta que Dios nos ha hablado, El se nos ha revelado. Ahí –en la divina Revelación– está la luz, ahí descubrimos los arcanos delDios vivo, que de otro modo son completamente trascendentes einaccesibles.

El Creador ha dejado su huella en toda la creación, peropropiamente nos ha hablado en la Sagrada Escritura y en la Tradiciónapostólica. Y esa Palabra se halla custodiada e interpretada fielmentepor la única Iglesia de Cristo:

«La Tradición, la Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el planprudente de Dios, están unidos y ligados, de modo que ninguno puedesubsistir sin los otros; los tres, cada uno según su carácter, y bajo laacción del único Espí-ritu Santo, contribuyeneficazmente a la salva-ción de las almas»(Catecismo de la Igle-sia Católica, 95).1

De modo que «la fecristiana no es una «religióndel libro». El cristianismo esla religión de la «Palabra deDios» (Catecismo, 108).

1 A partir de aquí citaremos simplemente: Catecismo.

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No es solamente un texto lo que Dios nos entrega. El nos hadado y nos da hoy una palabra viva, acogida y florecida en una comunidadguiada por el Espíritu de Dios a través de la historia.

Esa comunidad –que es Familia y es Pueblo elegido–, garantizaday santificada por el mismo Espíritu Santo, es exactamente la IglesiaCatólica.

La Iglesia es esa Madre y esa Maestra, esa Casa y esa Escuelasingulares en donde resuena con toda su pureza la Palabra de Dios. Ellaes nuestra referencia segura y permanente, por encima y a pesar de lasinnumerables miserias de sus hombres.

En estas líneas, para favorecer la brevedad y la síntesis de uncaudal muy denso y variado, acudimos principalmente a uno de lostesoros pedagógicos de la Iglesia, en el que hallamos el patrimoniocompleto de la fe y de la vida cristiana: el Catecismo de la IglesiaCatólica. Libro «sinfónico» –según el calificativo que le dio el granPapa Juan Pablo II–, en el que se hallan los múltiples datos de la Biblia,de la Tradición y del Magisterio, armoniosamente ordenados yconcertados en una gran unidad de sentido.

Podríamos decir ahora que en la Iglesia estamos bien ubicados,situados en el lugar apropiado para escuchar la gran «sinfonía de la fe».

Pero debemos reconocer que esto no es suficiente. ¿De qué meserviría estar en el mejor teatro, en el que la orquesta más selectainterpreta una de las más bellas sinfonías, si soy sordo, o estoy hablandopor el celular, o me siento interiormente agitado con diversaspreocupaciones que no me dejan tranquilo?

Es decir, no solamente hace falta estar bien situado, sino que esdel todo necesario estar personalmente capacitado y bien dispuestopara «entender», asimilar y disfrutar lo que se me está ofreciendo.

Traducido a nuestro interés actual, esto significa que no bastatener la mejor Biblia, ni los mejores libros de los Santos Padres, ni elPapa más sabio, ni los mejores testigos del Evangelio… Hace falta,además, que yo esté bien dispuesto. Y esto sucede cuando la fe estábien alimentada por la oración personal y litúrgica, y por los Sacramentos;cuando tengo un interés entusiasta por conocer y amar a Dios; cuandollevo una vida cristiana coherente (al menos en la firme intención de lavoluntad) y virtuosa, libre de las múltiples esclavitudes del pecado y dela avalancha de mensajes (TV, internet, «mensajitos»…), que hoy robantiempo, sabiduría y paz a nuestras almas.

Dos condiciones (o mejor, dos grupos de condiciones), entonces,son necesarias para poder responder las cuestiones que nos hemosplanteado al comienzo, y para dar «razón de nuestra esperanza» (1P 3,

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15) a quien nos la pida: 1) estar bien ubicados, es decir, situados dentrode la atmósfera de verdad divina que se respira en la Iglesia; 2) estarpersonalmente bien dispuestos, libres, entusiasmados y lúcidos, con lagracia de Dios.

I. Quién es el SalvadorEl sentido común y la experiencia nos dan una primera certeza:

la verdadera salvación del hombre, de todo hombre, no puede venir deningún «genio» o «ídolo» de este mundo, no viene de la tecnología másavanzada, ni de ningún recurso meramente humano. Lo que vivimos ennuestro mundo contemporáneo es demasiado aplastante como paradudar.

Pedir que la ciencia física o la química o la biología me resuelvael problema del sentido último de la vida y de la felicidad, es con todorigor «pedir peras al olmo». Un premio Nobel de física, por ejemplo,puede ser que ignore lo más básico con respecto al amor verdadero y ala sabiduría. El campo propio de su ciencia –como el de cualquier otraciencia positiva– no abarca la felicidad última. Se refiere siempre arealidades penúltimas, como las de cualquier otra ciencia positiva. Y siun científico sabe en qué consiste la felicidad, sabe también que no es«algo» que se pueda producir en un laboratorio y vender en un mercado.

Ni siquiera el mejor psicólogo ni el más fino filósofo pueden darla felicidad auténtica.

Dice un cartel en la puerta de un consultorio psicológico:«Terapias breves: el correcto pensar atrae paz; el correcto sentir atraefelicidad…»

Promete mucho más de lo que realmente puede, como tantosotros anuncios que seducen por lo que ofrecen, y cuya falsedad no estan difícil de descubrir. Las sensaciones más placenteras, la buena salud,la belleza del cuerpo, los éxitos laborales… –aun si llegaran a conseguirsey fueran «imperecederos»– nos pueden entusiasmar y distraer, pero nosdejan «en ayunas» y frustrados con respecto al anhelo más profundo delcorazón humano.

¿Quién es, entonces, el que realmente podrá salvarnos? Desde elEvangelio la respuesta es clara. Dios mismo es el Salvador y El es lamisma salvación. Dios Trinidad es el Creador y es el Redentor y lamisma Felicidad del hombre.

Esto debía quedar bien asentado desde el primer enunciado delCatecismo, que contiene en germen todo lo que se dice en los 2.864enunciados siguientes:

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«Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en undesignio de pura bondad ha creado libremente al hombre para quetenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y entodo lugar, está cerca del hombre. Lo llama y lo ayuda a buscarlo, aconocerlo y a amarlo con todas sus fuerzas. Convoca a todos loshombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia.Lo hace mediante su Hijo, que envió como Redentor y Salvador alllegar la plenitud de los tiempos. En El y por El, llama a los hombresa ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto losherederos de su vida bienaventurada».

La Biblia y la Tradición cristiana proclaman con infinidad deexpresiones que Dios –el Dios trinitario, el único verdadero– es nuestrasalvación y se ha comprometido en dar la salvación a los hombres. Ycon este fin «el Verbo se hizo carne» (Jn 1, 14).

«Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo» (Ga4, 4). De modo que el mismo Dios vino, entró en nuestra historia, sehizo uno de nosotros… para darse a sí mismo y para que nosotrosseamos suyos, para hacernos partícipes de su divinidad, de su eternidad,de su propia felicidad.

Vino el Hijo de Dios a compartir nuestro mundo, saturado depecado y maldición, para redimirlo y transformarlo desde adentro. Poreso habla la Iglesia de «Encarnación redentora». Y el Señor, que «sabeescribir derecho con renglones torcidos» y que «convierte el desiertoen manantiales de agua» (Sal 106, 35), edifica la eterna Ciudad de Diospor entre los laberintos y los escombros de la historia.

Esta es la gran noticia que debe recorrer todos los rincones delmundo: Dios nos salva con su propioHijo, Jesús.

«El nombre de Jesús significa queel Nombre mismo de Dios está pre-sente en la persona de su Hijo (cf.Hch 5, 41; 3 Jn 7), hecho hombrepara la redención universal y defi-nitiva de los pecados. El es el Nom-bre divino, el único que trae la sal-vación (cf. Jn 3, 18; Hch 2, 21), yde ahora en adelante puede ser in-vocado por todos porque se ha uni-do a todos los hombres por la En-

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carnación (cf. Rm 10, 6-13), de tal forma que ‘no hay bajo el cielootro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvar-nos’ (Hch 4, 12; cf. Hch 9, 14; St 2, 7)» (Catecismo, 432).

Lo proclamamos en el Credo y está en el corazón de nuestra fe:«…que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó delcielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y sehizo hombre».

II. Cómo nos salvaEn una ocasión, en la sinagoga de Cafarnaúm, los judíos

preguntaron a Jesús: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras deDios?» (Jn 6, 28) Y poco más adelante volvieron a preguntarle: «¿Quéseñal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obras realizas?» (Jn6, 30) Y también Pilato se interesó por la acciones de Jesús: «¿Qué hashecho?» (Jn 18, 35) Preguntas comunes en nuestra época, que valorasobre todo el «hacer» y la eficacia, la productividad y las gananciasmateriales. Pero también nosotros nos preguntamos: ¿Qué hace Jesús,cuál es la acción que determina su misión en el mundo?

Y más radicalmente podríamos cuestionar: ¿Es necesaria alguna«acción» de Cristo? ¿No es suficiente la Encarnación del Hijo de Diospara que toda la humanidad, asumida por El, ya se encuentre redimida,enaltecida y divinizada?

Por supuesto que Dios bien lo podría haber dispuesto así, peroel Evangelio nos dice otra cosa. Se nos habla de una «obra» redentora.Toda la vida del divino Redentor aparece como una gran «acción»-compuesta de gestos pequeños y grandes, de palabras y de silencios,de padecimientos y de lágrimas…-, que causa la salvación del mundo.

Jesús había dicho:«Mi Padre no deja de trabajar, y yo también trabajo» (Jn 5, 17).«El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer

al Padre» (Jn 5, 19).«Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan

testimonio de mí» (Jn 10, 25).En los Ejercicios ignacianos meditamos en esos divinos

«trabajos»: «…y al cabo de tantos trabajos, de hambre, de sed, de calory de frío, de injurias y afrentas, para morir en cruz; y todo esto por mí»(nº 116).

Pero ¿qué hace Jesús más concretamente?

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En el Nuevo Testamento se hace evidente que ciertas accionesde Jesús tienen un particular «potencial salvador». Pero es también claroque todas esas acciones (predicación, milagros, exorcismos…) seencaminan al perfecto cumplimiento de su misión redentora en la Horaculminante del Misterio pascual.

De acuerdo al Catecismo podemos precisar más y decir que laobra de nuestra salvación toma principalmente la forma de Redención,que es inseparable de la Revelación del Padre y de la Recapitulación detodo el universo en Cristo.

Tres expresiones -Revelación, Redención, Recapitulación- queparecen sintetizar, de algún modo, todo lo que Jesús hace por nosotros.Tres acciones que se entrelazan y en algunos aspectos se identifican.

Revelación: Nos resultaba imprescindible recibir la Palabrarevelada, porque habíamos quedado ciegos y todavía lo estamosparcialmente. No sabíamos por dónde caminar, cómo reconocer al Diosverdadero, cómo comprender nuestra propia dignidad y el sentido últimode nuestra vida. Era necesaria la luz.

Recapitulación: Necesitábamos ser integrados en una nuevahumanidad y en un nuevo Pueblo de Dios, unificado, santificado yconducido a su plenitud gloriosa por aquel Rey inmaculado, que es yserá la alegría perpetua de los hijos de Dios.

Redención: Esta es la expresión más frecuente y la que con másclaridad expresa lo que hace Jesús para salvarnos. Nos concentramosen ella, no porque sea exclusiva, sino porque desde ella se comprendesustancialmente bien la misión del Hijo de Dios entre nosotros.

«Toda la vida de Cristo es Misterio de Redención. La Redención nosviene ante todo por la sangre de la cruz (cf. Ef 1, 7; Col 1, 13-14; 1P1, 18-19), pero este misterio está actuando en toda la vida de Cristo:ya en su Encarnación, porque haciéndose pobre nos enriquece con supobreza (cf. 2Co 8, 9); en su vida oculta, donde repara nuestrainsumisión mediante su sometimiento (cf. Lc 2, 51); en su palabra,que purifica a sus oyentes (cf. Jn 15, 3); en sus curaciones y en susexorcismos, por los cuales ‘El tomó nuestras flaquezas y cargó connuestras enfermedades’ (Mt 8, 17; cf. Is 53, 4); en su Resurrección,por medio de la cual nos justifica (cf. Rm 4, 25)» (Catecismo, 517).

Entonces, Jesús salva al mundo, ante todo, redimiéndolo. ¿Yqué es redimir?

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Podríamos resumirlo así: Es «la acción» de Jesucristo por la cualsomos liberados del yugo del pecado y de sus consecuencias, y somosreconciliados con Dios. Es decir, en un único movimiento salvador somospurificados del pecado y justificados, o sea, renovados interiormentepor la gracia divina, que nos hace hijos de Dios y herederos de la vidaeterna.

Jesús es el único Redentor del hombre, 1) porque viveperfectamente en sí mismo aquello que el primer Adán rechazó, y asírepara sobreabundantemente la malicia del pecado. El -en su humanidad-es de modo supereminente el Hijo de Dios, el Hombre nuevo, la Imageny el Siervo de Dios humilde, libre y feliz.

Y, además, Jesús realiza la plenitud de la Redención, 2) porquenos une a El en un solo cuerpo, haciendo de todos los redimidos «comouna sola persona mística» (según dice Santo Tomás de Aquino), y noshace partícipes de su propia filiación divina, como prenda de vida,santidad y felicidad eternas.

Dios asume nuestra humanidad y nos comunica su divinidad:¡Admirable intercambio!, como canta la Iglesia. Esto es en síntesis loque expresan los términos «justificación», «santificación», «filiaciónadoptiva», «vida divina»… que se refieren a los frutos más excelentesde la obra redentora.

En realidad la Revelación y la Recapitulación de todas las cosasen Cristo también tienen un aspecto propiamente redentor.

Todo pecado -en cuantorechazo del Amor de Dios- encierramentira y confusión, violación de laverdad y ofuscación del alma. Frente aesta miseria, la divina Revelaciónproduce una cierta redención de laceguera o de la miopía del alma.

Además, los pecados del mun-do convergen en la construcción deBabel, la ciudad depravada del hom-bre sin-Dios y contra-Dios, una espe-cie de «reinado social del Anti-Cristo»,una cierta «recapitulación» de la hu-manidad bajo el imperio de Satanás(como ya lo preveía San Ireneo de Lyonen el siglo II). Y su plena contraparti-da liberadora está en la Recapitulaciónde los hombres en Cristo.

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La salvación eterna de los hombres –el «trabajo» de la Trinidadpara recapitular todo el universo en Cristo (Ef 1, 10)– coincide con laconstrucción de la Ciudad de Dios, la única sociedad auténticamentehumana, a la medida de la vocación última del hombre creado y redimi-do, en la que Cristo es efectivamente «Rey eterno y Señor universal»(como diría San Ignacio), y en donde «Dios será todo en todos» (1Co15, 22) para dicha inefable y perpetua de sus hijos.

III. Cuándo nos salva JesúsSi Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre, entonces en El todo

es sublime y trascendente, todo es «sacramento» de la salvación deDios. En El todo es redentor, revelador y recapitulador.

Con razón, entonces, dice el Catecismo:

«Desde los pañales de su natividad hasta el vinagre de su Pasión y elsudario de su Resurrección, todo en la vida de Jesús es signo de sumisterio. A través de sus gestos, sus milagros y sus palabras, se harevelado que ‘en El reside toda la plenitud de la divinidadcorporalmente’ (Col 2, 9). Su humanidad aparece así como el‘sacramento’, es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y dela salvación que trae consigo» (Catecismo, 515).

Cuando prestamos atención a las distintas afirmaciones del NuevoTestamento, de la Liturgia y de los Santos –cuyo lenguaje está sintetizadoen el Catecismo– hallamos contrastes que nos hacen pensar y quereclaman una explicación. Fijémonos en estas proposiciones:

—Toda la vida de Cristo es misterio de salvación.—Ciertos misterios de la vida de Cristo, cada uno de ellos por

sí mismo, son operadores de la salvación.—Cristo nos salva de una vez por todas con su Pasión y su

Muerte.—El Evento definitivo para la salvación del mundo es el Misterio

pascual, cuyas dos fases inseparables son Muerte y Resurrección.Toda la vida… algunos actos particulares… un solo momento:

el sacrificio de la Cruz… un momento más amplio: el Misterio pascual…¿Cómo se explican coherentemente estas expresiones? ¿Qué

distinciones hay que hacer?Lo que sucede en el Nacimiento o en la vida oculta de Nazaret o

en el Bautismo de Jesús en el Jordán o en su predicación y milagros…

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¿es suficiente para la salvación del mundo? ¿La vida de Jesús esigualmente salvadora en cada uno de sus instantes?

¿Por qué el Nuevo Testamento, la Liturgia, los Padres de la Iglesiay los Santos de todos los tiempos resaltan de un modo tan contundente:Cristo nos ha salvado con su Muerte y su Resurrección?

El mismo Catecismo nos ayuda a encontrar la respuesta justa:En muchos lugares nos dice que los distintos misterios de la vida

del Señor «anuncian», «preparan», «anticipan», «inauguran»… lo quesucederá principalmente, de modo perfecto y definitivo en la Hora deJesús, que se refiere ante todo a la Cruz, inseparable de su Resurreccióngloriosa.

Los Evangelios manifiestan esta tensión interna de la vida deCristo hacia la Hora de la consumación del designio divino. Jesús diceen Caná: «Todavía no ha llegado mi hora» (Jn 2, 4). Más adelante nosdice el evangelista que ya ha llegado «su hora de pasar de este mundo alPadre» (Jn 13, 1), y el mismo Jesús lo confirma: «Padre, ha llegado lahora» (Jn 17, 1).

Toda la vida de Jesús, entonces, es un caminar decidido, filial yardiente, hacia el cumplimiento de la obra redentora mediante el Misteriopascual (cf. por ejemplo, Lc 9, 51; 12, 49-50; 13, 33; 18, 31).

Toda la vida de Cristo, entonces, es salvadora, en cuanto todaella se dirige, con la libertad perfecta y el amor filial del Verbo encarnado,hacia la Hora de su Muerte sacrificial y de su consiguiente Pascua eterna,cuando se consuma la obra de la salvación.

«El designio salvador deDios se ha cumplido de ‘unavez por todas’ (Hb 9, 26) porla muerte redentora de suHijo Jesucristo» (Cate-cismo, 571).

«Este deseo de aceptar eldesignio de amor redentordel Padre anima toda la vidade Jesús (cf. Lc 12, 50; 22,15; Mt 16, 21-23), porquesu Pasión redentora es la ra-zón de ser de su Encarna-ción» (Catecismo, 607).

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Y por esto los Santos, fervientemente unidos a Jesús e ilumina-dos por el Espíritu de la Verdad, tienen la viva convicción de que Cristocrucificado es el punto culminante del divino «trabajo» redentor.

San Bernardo se preguntaba:

«¿Qué hay tan mortífero que no haya sido destruido por la muerte deCristo? Por esto, si me acuerdo que tengo a mano un remedio tanpoderoso y eficaz, ya no me atemoriza ninguna dolencia, por malignaque sea… Agujerearon sus manos y sus pies y atravesaron su costadocon una lanza; y a través de estas hendiduras puedo libar miel silves-tre y aceite de rocas de pedernal, es decir, puedo gustar y ver cuánbueno es el Señor» (Sermón 61 sobre el Cantar de los cantares).

Cantaba Santa Teresa de Jesús: «¡En la cruz está la vida y elconsuelo, y ella sola es el camino para el cielo!» (Poesías)

«Fuera de la cruz no hay otra escala por donde subir al Cielo»,decía Santa Rosa de Lima (citada en el nº 618 del Catecismo).

La Resurrección, por su parte, es la vertiente gloriosa, florecidaen plenitud de vida eterna, de esa entrega de Cristo como Corderoinmaculado y Nuevo Adán.

Desde Jesús resucitado se hace efectiva y universal la donacióndel Espíritu Santo.

Lo que sucedió en la Hora de Jesús, de una vez para siempre ycon fecundidad salvadora universal, da lugar al «río de la Vida» (Ap 22,1), esa divina corriente de Agua viva que circula por los desiertos de lahistoria -principalmente gracias a los Sacramentos de la Iglesia- y queanticipa el júbilo eterno de la nueva Jerusalén.

Si la Eucaristía es el gran Tesoro escondido en el campo siemprefecundo de la Iglesia, es porque en ella se actualiza realmente, paracada instante del caminar «agónico» del cristiano, la obra salvadora deCristo, el Cordero degollado y victorioso (cf. Ap 5, 6-14).

Hagamos aquí un paréntesis.Seguramente la mayoría de nuestros lectores son y se saben

«llamados» y «marcados» por Cristo Rey. Y por esto mismo tendrán unespecial interés en vincular la «obra» salvadora de Jesús con su Realeza.

La conexión es inmediata. En Jesús todo -es decir, lo que es y loque hace- expresa su Realeza divina.

Jesús ya es Rey por su divino señorío «innato». El Verbo «sehace carne», y con esto se dice más de lo que podemos comprender. Su

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«hacerse carne» es integrar en su propio misterio personal todo lo quees propio de los hijos de Adán, excepto el pecado. Y así, «desde dentro»de nuestra propia naturaleza –que por el pecado se halla esclava, enfermay condenada a la infelicidad eterna– quiere generar una nueva humanidad,redimida y filial.

Jesús es Rey del universo, entonces, desde el primer instante desu Encarnación, porque ya somos radicalmente suyos desde que El sehace «uno de nosotros».

No obstante, al mismo tiempo es cierto que Jesús es «más» Reycuando consuma su obra salvadora.

Cuando Cristo hace efectiva, de una vez por todas, la Redencióndel mundo, nos hace plenamente suyos, somos su Pueblo santo, es decir,santificado por su Sangre preciosa: «linaje escogido, sacerdocio real,nación santa, pueblo adquirido…» (1P 2, 9) Más aún, nos asume comomiembros vivos de su Cuerpo, regenerados y vivificados por su propiavida divina (cf. Col 1-2).

Cuando Jesús entrega su Espíritu y su Corazón abierto deja correrSangre y Agua (cf. Jn 19, 30-37), expande en el universo el poder delAmor de Dios. Aquel poder invencible que crea el mundo, redime a loshombres y hace partícipes a los redimidos de la gloria divina.

«Precisamente ofreciéndose a sí mismo en el sacrificio de expiaciónJesús se convierte en Rey del universo, como declarará El mismo alaparecerse a los Apóstoles después de la resurrección: «Me ha sidodado todo poder en el cielo y en la tierra» (Mt 28, 18).Pero, ¿en qué consiste el «poder» de Jesucristo Rey? No es el poder delos reyes y de los grandes de este mundo; es el poder divino de dar lavida eterna, de librar del mal, de vencer el dominio de la muerte. Es elpoder del Amor, que sabe sacar el bien del mal, ablandar un corazónendurecido, llevar la paz al conflicto más violento, encender laesperanza en la oscuridad más densa» (BENEDICTO XVI, Alocución ala hora del Angelus, 22 de noviembre de 2009, Solemnidad deJesucristo, Rey del universo).

Con otras palabras: a medida que Jesús avanza en su «obra»reveladora, redentora y recapituladora, va haciendo más intensa lapresencia del Amor divino en este mundo, yva radicalizando su Reinadosobre las almas y sobre el universo entero.

Y esa misma «obra» salvadora que, en definitiva, consiste enhacer más intensa la presencia omnipotente de la Trinidad en loscorazones humanos, se actualiza constantemente en la vida de la Iglesia,gracias al Espíritu Santo.

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Ese «trabajo» divino, en el que está totalmente implicada laTrinidad beatísima –el Padre que envía, el Hijo Encarnado, Redentor yRecapitulador, el Espíritu santificador–, ya no cesa.

Puesto que el divino designio salvífico es irrevocable, «porquees eterno su amor» (Sal 136), la obra salvadora sigue actuando en el«hoy» de cada generación humana, y continuará sin cesar a través delos siglos hasta que llegue la hora del Juicio final y de la perfectaRecapitulación de todas las cosas en Cristo.

IV. ¿Qué tengo que hacer, Señor?Es la pregunta de Saulo a las puertas de Damasco, cuando ya se

le ha presentado el Señor Jesús de manera extraordinaria (cf. Hch 22,10). Saulo «descubre» entonces elmisterio de Cristo Redentor,muerto y resucitado. Semejanterevelación no puede dejarlo igualque antes. Algo radicalmente«nuevo» tiene que pasar con suvida. Y pasó. Y con formidablesconsecuencias para laevangelización del mundo. PorqueSaulo supo acoger con toda suvida la respuesta del Señor y nodejó que la gracia de Dios quedarainfecunda en él (cf. 1Co 15, 10).

También a nosotros se nos puede conceder un más profundo«conocimiento interno» de Cristo Rey, como nos hace pedir San Ignacioen los Ejercicios. El Señor suele dar su luz -aunque sea una luz mínima,pero auténtica y suficiente para el camino de la fe- a quien se disponecon humildad y confianza durante los días de retiro. Y en ese caso nopodemos seguir «igual». Y entonces preguntamos al Señor: ¿Qué tengoque hacer?

«Me amó y se entregó a sí mismo por mí», sentía vivamente elcorazón de san Pablo (Ga 2, 20), volcado enteramente a corresponderal amor de Cristo.

Probablemente muchos de los lectores de estas líneas puedendecir: «Ya tengo una buena situación para la fe, ya soy católico «activo»,estoy en la Iglesia, escucho la Palabra de Dios y recibo los Sacramentosque comunican la gracia». ¡Gracias a Dios!

Conversión deSan Pablo

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Pero también es probable que todavía nos falte mucho paraasimilar y «encarnar» en la vida concreta la santidad a que estamosllamados y urgidos (cf. 2Tm 1, 9). Tal vez estamos lejos de poder decircomo nuestro Rey crucificado: «Todo está cumplido» (Jn 19, 30). Talvez la misión a mí encomendada por el Padre del cielo está hecha conmediocridad, o quedó incompleta, o el talento fue mezquinamentesepultado…

Podemos decirlo con seguridad: Jesús, Rey y Salvador de todos,me está llamando. Me entrega los frutos de su obra redentora… y quierehacerme testigo y ministro de su salvación para el pobre mundo de hoy.Quiere servirse de mí para que Dios –el único Dios vivo y verdadero–esté más presente en este mundo caótico y perdido.

Mencionemos, entonces, algunas conclusiones prácticas,vinculadas con los aspectos de la gran obra de Cristo resaltados por elCatecismo:

1. En relación con la misión reveladora delVerbo encarnado.

Me toca la dulce tarea de conocer, meditar y convertir en vida suPalabra de verdad y vida eterna. Esto significa que debo acudir a las«fuentes» auténticas desde donde mana el agua limpia de la verdad:La Biblia -sobre todo-, los Santos, el Magisterio de ayer y de hoy,especialmente la enseñanza del Santo Padre. Y esto supone reservarun espacio en medio de la agitación cotidiana, una especie de«microclima» de recogimiento y de disciplina para la oración y elestudio. En consecuencia es necesario renunciar con energía a otros«programas» (si no tengo una voluntad fuerte, ¿cómo voy a resistirel seductor y persistente «canto de sirenas»?). Concretamente setrata de tener valor para apagar los innumerables canales de disipacióny -tantas veces- de pecado, que por lo menos roban el fervorespiritual, confunden y diluyen la vida de fe. ¿Cómo podré escuchar,asimilar y -luego- anunciar la Palabra de Cristo, si no soy capaz deacallar otras palabras que aturden?

2. Con respecto a la dimensión redentora de laobra de Jesucristo

Podríamos fijarnos ahora en este aspecto: Jesús nos redime sobretodo y definitivamente en la hora culminante de su Pasión. Habíavenido para esa «Hora». La hora del mayor despliegue del mal y del

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fracaso humillante es convertida por Cristo en el momento privile-giado de su entrega filial en manos del Padre y de su entrega reden-tora para salvación del mundo.Si bien toda nuestra vida debe ser una oblación filial a Dios, tambiénnosotros tenemos nuestra «hora» particular. Cada uno tiene su mo-mento más intenso de prueba, de tentación y de sufrimiento, quedebería ser convertido en «hora» co-redentora, en la que comparti-mos la entrega confiada y humilde de Jesús en manos del Padre, suaceptación paciente y magnánima, y su amor universal. Tambiénnosotros podríamos decir, con Jesús: «Padre, ¡llegó la hora!» (Jn17, 1) Esa «hora» -o esas «horas», porque se pueden multiplicar alo largo de la vida- es propiamente un tiempo señalado por el desig-nio de Dios. Entonces se pone de manifiesto la calidad de la fe, laesperanza y el amor que anidan en el corazón cristiano. Entonces escuando el Señor nos purifica y nos «poda» para que demos másfruto (cfr. Jn 15,2). En ese momento podrá ser verdad en nosotroslo que vivía el Apóstol: «Cuando soy débil, entonces soy fuerte»(2Co 12, 10), porque la omnipotencia redentora de Cristo -la únicafuerza capaz de vencer la potencia destructora del pecado- puedeirradiarse más plenamente desde nuestra debilidad aferrada al Reycrucificado.Y cuando llega la «hora» se hace más necesaria la presencia de María,Reina y Madre de misericordia, para ayudarnos a compartir confidelidad y fortaleza la Cruz redentora del Hijo divino.

3. En relación con la función recapituladorade los misterios de Jesús

Aquí se me pide un auténtico compromiso apostólico. Colaborarpara que todo esté recapitulado en Cristo, para gloria de Dios,significa ante todo trabajar paraque mi vida y el mundo que merodea acepte, viva y promuevael Evangelio del Rey divino, encomunión vital con el Cuerpomístico de Cristo, la Iglesia.«Trabajo» que es una arduamilicia, desde que existe elpecado y el poder de lastinieblas en este mundo… ¡yciertamente hoy existe con unavirulencia diabólica! Se trata de

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cooperar -desde nuestra pobreza, pero con toda la energía de quesomos capaces- para que El sea efectivamente Cabeza y Rey delmundo de los hombres, si es que este mundo debe estar a la alturade la dignidad y del destino que Dios quiere para cada uno denosotros. Lo llamamos Reinado social de Cristo… y parece unautopía, pero es el único ideal por el que vale la pena vivir y morir.No hay aporte más positivo a la verdadera paz del mundo. Y ¡sobretodo!, no hay aporte más decisivo, si queremos que nuestra historia(también mi historia personal) encuentre su culminación, su gloria ysu felicidad eterna en el único Dios, Uno y Trino.

Terminemos con estas palabras de nuestro Padre Fundador, quecoronan con ardiente celo lo que hemos tratado de exponer en esteartículo.

«‘¡El tiene que reinar hasta poner a todos los enemigos bajo suspies!’ (1Co 15, 25)He aquí el compromiso sagrado de todo fiel cristiano.El primer objetivo de toda auténtica evangelización no puede ser otro.(…)Dice San Pablo que: ‘Todo tiene en El su consistencia’ (Col 1, 17).En consecuencia, sin Jesucristo nada tiene consistencia.Por otra parte, Jesús fue siempre claro y tajante: ‘El que no estáconmigo está contra Mí; y el que no recoge conmigo, desparrama’(Mt 12, 30).‘La solución’ para resolver todo conflicto, cuya raíz sea esencialmentemoral, nos la enseñó el divino Maestro con estas palabras, que loshombres no deberían olvidar jamás: ‘Buscad PRIMERO el Reino deDios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura’ (Mt 6,33)» (Rey de reyes, 232).

P. JORGE PIÑOL C.R.

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«El poder de la corrupción llega a su culmen cuando laCorrupción se instala en elPoder (léase: gobierno K)».

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Viajes del Padre Fundador:* A la querida ciudad de Córdoba:

el sábado 27 de septiembre predicó enel salón «Juan Pablo II» del Colegio «SanPío X», la conferencia «La manipulacióndel lenguaje», enmarcada dentro del ci-clo de conferencias «Verdad y vida».

Al finalizar tuvo una reunión con to-dos los hijos e hijas de la Legión, en lacual le celebraron anticipadamente sucumpleaños. Hubo entrega de regalos,palabras de agradecimiento por su pa-ternidad, y hasta una representación ar-tística.

El domingo 28 de septiembre cele-bró la Eucaristía en la Parroquia «SantaInés». Por la tarde se congregó en tornosuyo el grupo de Legión Juvenil, ocasiónque nuestros jóvenes aprovecharon parahacerle muchas preguntas.

* Los legionarios de Junín (Pcia.de Buenos Aires) recibieron al PadreFundador el sábado 24 de octubre. Esemismo día dictó la conferencia «Lamanipulación del lenguaje», en el sa-lón de actos del Sindicato para los em-pleados de comercio.

Al día siguiente celebró la SantaMisa en la Pquia. «Sagrado Corazón».Luego fue al Hogar «San José», de lasHermanitas de los ancianos desampa-rados, para saludar a la Madre Supe-riora y a las demás religiosas de esaquerida Comunidad.

Al mediodía los hijos de la Obra pre-pararon un almuerzo en el salón de laparroquia «Sagrado Corazón», para aga-sajar al Padre y rendirle el homenaje desu amor filial.

* También fue a la ciudad de Bue-nos Aires en tres ocasiones: en septiem-bre, diciembre y mayo, para predicar los«clásicos» retiros de perseverancia de losprimeros domingos de mes. El sábadoanterior a dichos retiros se reunió contodos los miembros de la Obra, quienesle formularon varias preguntas de inte-rés doctrinal y sobre la situación actual.

* En el mes de noviembre tambiénfue a ver a sus hijos de Bahía Blanca yzona. En la tarde del sábado 7 celebróla Santa Misa en la capilla del Colegio«María Auxiliadora», con la asistenciade los hijos de la Obra y la compañía del

Conferenciaen Junín

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querido P. Norberto López (párroco dela ciudad de Tornquist). Finalizada lamisma compartieron una amena y fami-liar merienda.

Al día siguiente fue recibido en la ciu-dad de Tornquist con mucha alegría porlos fieles de la parroquia; al P. Norbertose lo notaba radiante: era la primera vezque el Padre iba a su parroquia. Allíconcelebraron la Santa Misa, y luegobrindaron también al Padre un refrige-rio con todos los presentes.

* Entre otras actividades que realizóel Padre debemos señalar que dictó laconferencia «La manipulación del len-guaje» en Rosario, el día jueves 12 denoviembre, en el salón de conferenciasdel Colegio «Nuestra Señora de la Mi-sericordia».

Viaje a Estados Unidos:En octubre y noviembre de 2009 tuvo

lugar un nuevo viaje de apostolado a losEstados Unidos.

El querido P. Daniel Almada y yocompartimos las fatigas y los gozos deesta misión. Las actividades se desarro-llaron casi totalmente en lasarquidiócesis de Miami y Washington,donde existen desde hace años sendosgrupos de legionarios que -como con-firma esta nueva experiencia- se distin-guen por la fidelidad y el santo empeñopor servir al Rey divino y a su Iglesiadesde el carisma de nuestra Obra.

En la casa «Juan Pa-blo II», en Miami, serealizaron dos tandas deEjercicios Espiritualesignacianos. El primerofue del 16 al 18 de octu-bre, para mujeres, y con-currieron 25 ejercitan-tes. El segundo fue del30 de octubre al 1 de no-viembre, con la partici-

pación de 24 hombres. Hay que notarque esa pintoresca casa de retiros –ubi-cada junto a las aguas de la bahía deBiscayne– prácticamente no permitemayor número de ejercitantes, y habíamás interesados en hacer los retiros.

Además de las reuniones con quie-nes forman parte de nuestra familia es-piritual, pudimos anunciar el Evange-lio a grupos de laicos, jóvenes y adultos,ávidos de conocer y amar más al Diosvivo y a su Iglesia. Mencionemos laamable acogida ofrecida por el ObispoAuxiliar, Mons. Felipe Estévez, y pordiversos sacerdotes (algunos de ellos yanos resultan bien conocidos y estima-dos). Un agradecimiento particular me-recen el querido Mons. Luis Pérez y elpárroco de la «Inmaculada Concepción»(en Hialeah), P. Francisco Hernández,que nos brindaron generoso hospedaje.

En el área de Washington estuvimospocos días. La principal actividad fue elconcurrido retiro de perseverancia delsábado 24 de octubre en Silver Spring.Hubo reuniones formativas para matri-monios y para jóvenes en la parroquia«St. John Neumann», en Gaithersburg.Además, predicamos un breve retiropara señoras en McLean (en la vecinadiócesis de Arlington).

Recordamos con viva gratitud el en-cuentro con el querido Obispo Auxiliarde Washington, Mons. FranciscoGonzález SF, y la amplia caridad del P.

Grupo de jóvenes en Washington

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Gellert Ailer, vicario de la parroquia «St.John Neumann».

Como siempre, los legionarios y le-gionarias de Maryland, adultos y jóve-nes -al igual que sus buenos hermanosde Miami- se desvivieron por hacernossentir «como en casa» y por ayudarnosa respirar el clima fervoroso de los pri-meros cristianos.

P. JORGE PIÑOL CR

Misión de la Legión Juvenil de Cris-to Rey en Casilda:

Todos coincidieron en que ésta iba aser, y fue, una Misión difícil...

¡Pero hermosa!¡Muy hermosa!, por los frutos que el

Espíritu Santo concedió tanto a la Co-munidad de la Parroquia «San Pedro»de Casilda (Arquidiócesis de Rosario),como a los 66 jóvenes misioneros perte-necientes a la Legión juvenil de CristoRey de nuestra Patria.

La Misión comenzó for-malmente con la Santa Misadel día jueves 13 de agosto enla Parroquia, donde San Pe-dro preside el retablo mayor,acompañado por Santa Rosay Santa Casilda.

El día viernes fue dedica-do a visitar los colegios pri-marios y secundarios, tanto

privados como estatales, con el finde invitar a niños y adolescentesa las actividades que los Legiona-rios habían preparado con tantoempeño para esta ocasión. Tam-bién tuvimos acceso a los mediosde comunicación locales, dondenos recibieron con verdadera ale-gría.

Por la noche, en el Salón delCentro Económico, el querido PadreGabriel CR, nos deslumbró con unamagnífica conferencia sobre la New Age,a la vez que enardeció nuestros corazo-nes al hacernos gustar a «Jesús, porta-dor de agua viva», y a su Santa Iglesia,«columna y sostén de la Verdad» (1Tim3,15).

El sábado 15, los legionarios comen-zaron a recorrer las calles de la ciudad,mientras los jóvenes de Córdoba, guia-dos por Miriam Judi LCR, tuvieron elencuentro con casi 100 niños, que entrecuentos y juegos, reflexionaron sobre elrelato de la Creación, reconociendo eldesignio de Dios que nos creó varón ymujer.

Ese día, durante la Santa Misa de laAsunción de Nuestra Señora a los Cie-los, se hicieron presentes el querido Pa-dre Diego CR, quien renovó nuestroamor a María con las palabras de suhomilía; y junto a él los Hnos. Aspiran-tes, Hernán, Gerónimo, Roque, José,

Grupo de Legión en Miami

Jornada de los niños

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Cristian y Ramiro, quienes participaroncomo «servidores del altar». Durante lacelebración, cuatro jóvenes se consagra-ron como Legionarios de Cristo Rey, yal finalizar la misma, alrededor de 15realizaron o renovaron su consagracióna María Santísima según el método deSan Luis María Grignon de Monfort.

Luego tuvo lugar la jornada con losadolescentes, esta vez a cargo de la Le-gión de Buenos Aires. También aborda-ron temas de actualidad, para concluirreflexionando sobre el sentido de la vida.

El día domingo, la jornada fue simi-lar. Como cada día, los jóvenes rezaronLaudes, oraron 30 minutos ante el San-tísimo Sacramento del Altar, rezaron elSanto Rosario y las Vísperas, terminan-

do la jornada muy avanzada la no-che, pero no sin antes rezar Com-pletas. Esa noche el encuentro fuecon unos 50 jóvenes, y los Legio-narios de Junín y Rosario llevaronadelante con mucha eficiencia yfervor las distintas actividades.

El lunes todo giró en torno a laSanta Misa de Clausura, presididapor Mons. Rinaldo Brédice (Obis-po emérito de Santa Rosa, La Pam-pa) y gran amigo del querido Pa-

dre Eugenio Zitelli (párroco de «SanPedro»), quien nos predicó una profun-da y amena homilía a todos los que con-cluíamos la Misión.

Al finalizar la Eucaristía, el PadreEugenio nos dirigió unas muy sentidaspalabras de agradecimiento, llenas defervor sacerdotal, y también dimos lec-tura al mensaje que para esta ocasiónnos envió nuestro amado Padre Funda-dor.

Fieles al «programa apostólico» quenos propone el Padre Fundador, y ha-ciéndome eco del querido P. Gabriel yde todos los jóvenes legionarios y legio-narias de Cristo Rey, seguiremos «anun-ciando» a tiempo y a destiempo la divi-na Realeza, «denunciando» todo lo que

Consagración de nuevos legionarios

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atente contra los derechos de Dios y deSu Iglesia, y «renunciando» a nosotrosmismos, porque es necesario que Jesúsreine y nosotros «disminuyamos».

P. GUSTAVO MÁNTARAS CR

Novedades del «Aspirantado»:El pasado miércoles 7 de abril nues-

tro Padre bendijo las obras de amplia-ción de la Casa «San Pablo», cuya fina-lidad es albergar a los adolescentes quehan sido llamados por nuestro Rey alsacerdocio en nuestro amado Instituto,y que ahora están en su período deAspirantado. Estuvieron presentes losmiembros de la «Comisión pro-aspirantado», quienes desde el comien-zo están llevando el proyecto adelante.

Damos gracias a la Divina Providen-cia que se manifiesta a través de tantasalmas generosas. Su aporte permitirábrindarles a muchos jóvenes un espacioadecuado para vivir, resguardar y des-cubrir mejor la grandeza de la vocaciónque Jesús les ha dado desde tan tempra-na edad.

Construir un Aspirantado es cons-truir el futuro de nuestra amada Funda-ción. Nos confiamos a sus oraciones y ala ayuda que puedan brindarnos, paraque podamos llevar a término la obraque el Señor ha comenzado. ¡¡Dios losbendiga a todos!!

P. GABRIEL DE ANGELIS C.R.

III Encuentro Nacional de la LegiónJuvenil de Cristo Rey:

El pasado viernes 23 de abril comen-zó con la Santa Misa el III EncuentroNacional de la Legión Juvenil de CristoRey.

Los temas de reflexión estuvieroncentrados en el Bicentenario de la Pri-mera Junta de Gobierno en nuestra Pa-tria.

Nuestro Señor nos regaló unos díasmaravillosos.

No sólo porque pudimos participaren las conferencias que tanto nos nutrie-ron y nos hicieron percibir cómo enmuchos temas históricos la verdad hasido deformada, con el fin de eliminarla mano de Dios en el nacimiento denuestra Patria, sino además porque laJornada nos permitió nuevamente unir-nos en oración en nuestra amada «CasaMadre».

Muchos jóvenes acudieron al llama-do del Rey en esta oportunidad para ala-barlo en el silencio de la oración diariafrente al Santísimo. Una oración perso-nal que se unía a la de cada joven llega-do de diferentes legiones del país, jun-tamente con la de todos los que no ha-bían podido viajar, y la de todas las al-mas de la Legión que oraban por los fru-tos de la Jornada.

Tuvimos la gracia de visitar la obraavanzada del Aspirantado y ver la son-risa de los aspirantes, que ante sus ojosagradecidos veían crecer su residenciay lugar de oración.

Acompañados por el Padre Funda-dor, rodeado por el inmenso amor filialde sus «voluntarias», nos dirigimos a verla casa recientemente adquirida paraellas. «Niño Jesús» fue el tierno nom-bre que desde el cálido corazón de nues-tro Padre surgió para esa residencia.

Bendición del Aspirantado

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¡Qué bello nombre! ¡Cuán amado seráentre esas paredes y en ese patio llenode árboles frutales el nombre del peque-ño Rey, acunado por delicadas oracio-nes de las «voluntarias» que día a díavan engrosando sus filas de batalla!

El Padre Fundador nos acompañó enese recorrido, haciéndonos ver el creci-miento de la Obra, tanto material comoespiritualmente.

Fue reconfortante para todos con-templar en los ojos inquietos del Pa-dre un brillo semejante al que segura-mente tendrían los de Jesús en su in-fancia.

Nuestro Padre también nos acompa-ñó el sábado por la noche en una charla,donde los jóvenes pudimos hacerle pre-guntas y disfrutar de su sabiduría, suamor, su entrega a Dios y su insepara-ble buen humor.

Las ponencias de la Jornada giraronen torno a la esencia del bicentenario dela Revolución de Mayo, y la acción delRey de reyes en todos los actos que for-jaron la Patria, explicando y dando luza muchos hechos deliberadamente malenseñados o tergiversados por la escue-la, los medios de comunicación,libros de historia, etc. Algo queya nos viene advirtiendo hacerato nuestro Padre Fundador ensu plática sobre la «manipula-ción del lenguaje».

Los temas de la Jornada fue-ron:

* El reino de España enAmérica - por PatriciaMaldonado, Cristina Morel,María del Rosario Ruffino.

* Revolución de Mayo de1810 -Álvaro Sáenz y GustavoRamírez.

* Costumbres, construcciones, mú-sica, folklore, sociedad - Juan ManuelRivarola, Belén Valls, Ariana Wicky yPaola Chávez.

Todos los temas fueron muy bienaprovechados, y de vital importancia eneste momento, cuando se festejan 200años de aquella Revolución de Mayo queabrió el surco sobre el que comenzó agerminar la semilla católica de nuestraPatria.

¿Cómo llegamos a la patria laicistade ahora? ¿Cómo combatir al enemigoen estos días? Estas fueron las pregun-tas finales que nos quedaron rondandoluego de las exposiciones. Todas las du-das e inquietudes las podemos resumiren las palabras que el Padre Fundadorpronunció en la charla del sábado, di-ciendo que todo gran cambio comienzapor el cambio de uno mismo. Haciendoreinar a Cristo Rey en nuestros corazo-nes, haremos poco a poco que reine enel corazón de la sociedad.

Luego del almuerzo del domingo, elPadre Fundador dejó otras tres máximaspara todo legionario; tres puntos quemuy bien contestan a las preguntas sur-

Algunos jóvenesexponiendo

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gidas durante la Jornada: experiencia -compromiso - testimonio.

La experiencia del Rey en nuestrocorazón nos compromete con El, y deese modo nuestra alma será capaz de dartestimonio de su Amor. Ese es el cami-no para dar vuelta la historia que nostoca vivir, para hacer reinar a Cristo entoda la sociedad, para que el Hijo denuestra Madre y Reina vuelva a ocuparsu trono en cada escuela, en el gobier-no, en todo ser humano que pisa nues-tro suelo argentino, y en todo el mundo.

Debido a sus obligaciones con losaspirantes, el P. Gabriel De Angelis CRno pudo pasar mucho tiempo con losjóvenes (como otros años), pero siem-pre se «escapaba» un momento paracompartir partes de la Jornada. El P.Gustavo Mántaras CR estuvo a cargo decasi todas las actividades programadas,y llevado por el amor paternal que locaracteriza, hizo las oportunas correc-ciones cuando lo veía necesario.

El Sr. Javier Ruffino, legionario deBuenos Aires, luego de cada exposición,hacía el cierre de la misma, y aclarabalas dudas que hubieran surgido entre losjóvenes. Además, nos brindó una ponen-cia magistral el domingo por la tarde.

¡Que su dedicación a la búsqueda dela veracidad histórica y su sacrificio enese fin de semana (dejando su familiapara compartir el Encuentro), sean re-compensados por Nuestro Señor!

La organización interna y la logísti-ca fueron eficientemente cumplimenta-das por Marina Mancini y Romeo Mo-reno, quienes entregaron lo mejor de sía fin de que la Jornada resultara exitosa.

Para coronar esa entrega generosa,Romeo se comprometió oficialmente conla Obra como Legionario de Cristo Reyen la misa dominical, de rodillas ante elSagrario, recibiendo la insignia en su

corazón, que palpita fogosamente poramor al Rey.

No puedo dejar de lado la tarea si-lenciosa y amorosa de las «voluntarias»en la cocina, así como los cantos quenos regalaron junto al Padre Fundadorluego de su charla del sábado por la no-che. Nuestro mayor agradecimiento aellas será nuestra oración cotidiana pi-diendo por su perseverancia en el cami-no que Dios les invita a seguir.

¡Que el Rey de los corazones multi-plique los frutos de este Encuentro encada uno de los jóvenes que asistieron,y nos haga capaces de comunicarlos,para que Cristo habite en el «castillointerior» de cada argentino!

¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LAPATRIA, Y MARIA SU PROTECTO-RA!

GUSTAVO RAMIREZ LCR

JOVEN LEGIONARIO DE CÓRDOBA

Visita ilustre:Del 14 al 16 de mayo estuvo pasan-

do unos días de descanso en nuestra casade retiros el querido Mons. RinaldoFidel Brédice, obispo emérito de SantaRosa (La Pampa).

Como en otras ocasiones, su visita fueun «bálsamo» para todos los miembrosdel Instituto, por su espíritu eclesial yjovial amenidad.

Descanse en paz:El pasado jueves 17 de junio el Sr. Jor-

ge Luna, papá de nuestro querido P. Ja-vier, dejó este mundo para ir a gozar de la«Casa del Padre». Nos unimos al dolor detoda la querida familia Luna, y rezamospor el eterno descanso de su alma.

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Del 14 al 17 de agosto en San Miguel, 48 ejercitantes (mujeres).Del 14 al 17 de agosto en San Luis, 18 ejercitantes (hombres).Del 14 al 17 de agosto en Roldán, 33 ejercitantes (hombres).Del 28 al 30 de agosto en San Juan, 32 ejercitantes (mujeres).Del 4 al 6 de septiembre en La Falda, 42 ejercitantes (mujeres).Del 11 al 13 de septiembre en San Miguel, 25 ejercitantes (hombres).Del 11 al 13 de septiembre en Mar del Plata, 16 ejercitantes (mujeres).Del 18 al 20 de septiembre en Mar del Plata, 7 ejercitantes (hombres).Del 18 al 20 de septiembre en Bahía Blanca, 24 ejercitantes (mujeres).Del 18 al 20 de septiembre en Comodoro Rivadavia, 25 ejerc. (muj.).Del 25 al 27 de septiembre en Comodoro Rivadavia, 19 ejerc. (homb.).Del 2 al 4 de octubre en San Luis, 40 ejercitantes (mujeres).Del 9 al 12 de octubre en Roldán, 26 ejercitantes (mujeres).Del 9 al 12 de octubre en Luis Guillón, 22 ejercitantes (mujeres).Del 16 al 18 de octubre en Miami (EEUU), 26 ejercitantes (mujeres).Del 23 al 25 de octubre en Bahía Blanca, 25 ejercitantes (hombres).Del 30/10 al 1º de noviembre en Miami (EEUU), 24 ejerc. (hombres).Del 30/10 al 1º de noviembre en San Juan, 17 ejercitantes (hombres).Del 6 al 8 de noviembre en La Falda, 42 ejercitantes (matrimonios).Del 4 al 6 de diciembre en Roldán, 25 ejercitantes (hombres).Del 10 al 13 de diciembre en Roldán, 21 ejercitantes (legionarias).Del 18 al 20 de diciembre en Luis Guillón, 17 ejercitantes (hombres).Del 2 al 7 de febrero en Roldán, 44 ejercitantes (mujeres).Del 4 al 10 de febrero en Buenos Aires, 15 ejercitantes (religiosas).Del 12 al 14 de febrero en Bahía Blanca, 19 ejercitantes (mujeres).Del 16 al 21 de febrero en Roldán, 22 ejercitantes (hombres).Del 5 al 13 de marzo en Paso de los libres, 8 ejerc. (religiosas).Del 12 al 14 de marzo en Bahía Blanca, 17 ejercitantes (hombres).Del 26 al 28 de marzo en San Miguel, 52 ejercitantes (mujeres).Del 9 al 11 de abril en San Luis, 34 ejercitantes (mujeres).Del 9 al 11 de abril en Córdoba, 19 ejercitante (hombres).Del 16 al 18 de abril en Roldán, 6 ejercitantes (matrimonios).Del 21 al 23 de mayo en San Juan, 32 ejercitantes (mujeres).Del 21 al 23 de mayo en Luis Guillón, 8 ejercitantes (matrimonios).Del 4 al 6 de junio en Quequén, 2 ejercitantes (hombres).Del 11 al 13 de junio en Quequén, 10 ejercitantes (mujeres).Del 11 al 13 de junio en San Luis, 17 ejercitantes (hombres).Del 24 al 27 de junio en San Luis, 15 ejercitantes (mujeres).

Ejercicios Espirituales predicadosdesde agosto de 2009 hasta junio de 2010

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L e g i ó n d e C r i s t o R e yPróximos ministerios año 2010:

ROLDÁN - ROSARIO

MUJERES:- del 16 al 18 de julio- del 8 al 11 de octubre- del 9 al 12 de diciembre (para legionarias)HOMBRES:- del 13 al 16 de agosto- del 3 al 5 de diciembreCasa de retiros «María Reina», Talacasto 113. Roldán, Provincia de Santa Fe.RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): todos los 2dos. domingos demes, de 9:30 a 13 hs.Informes e inscripción: Instituto «Cristo Rey», tel. (0341) 496-1391

Otros ministerios:Además de los usuales retiros del primer domingo de cada mes en Buenos

Aires, de los segundos domingos en Roldán, y de los terceros domingos en San Luis,los Padres del Instituto predicaron los siguientes «Retiros de perseverancia»:2 de agosto en Junín (Hogar «San José»).8 de agosto en Córdoba (Cripta de Pquia. «María Auxiliadora»).28 de agosto en Necochea, (Colegio «Ntra. Sra. del Rosario»).29 de agosto en Mar del Plata (Capilla «Divino Maestro»).29 de agosto en Bahía Blanca (Capilla de las «Siervas de Jesús»).24 de octubre en Rockville (EEUU) (Pquia. «San Judas Tadeo»).25 de octubre en San Juan (Pquia. «Divino Salvador»).28 de noviembre en Necochea (Colegio «Nuestra Señora del Rosario»).29 de noviembre en Mar del Plata (Capilla «Divino Maestro»).29 de noviembre en Santa Clara (Pquia. «Santa Clara»).29 de noviembre en Comodoro Rivadavia (Convento «San José»).12 de diciembre en San Luis (Iglesia Catedral).19 de diciembre en Córdoba (Cripta de Pquia. «María Auxiliadora»).19 de diciembre en Bahía Blanca (Capilla de las «Siervas de Jesús»).20 de diciembre en Tornquist (Parroquia «Santa Rosa»).20 de diciembre en Junín (Hogar «San José»).21 de febrero en Junín (Pquia. «Cristo Redentor»).6 de marzo en Córdoba (Cripta de Pquia. «María Auxiliadora»).13 de marzo en Necochea (Colegio «Nuestra Señora del Rosario»).14 de marzo en Mar del Plata (Capilla «Divino Maestro»).14 de marzo en Santa Clara (Pquia. «Santa Clara»).8 de mayo en Córdoba (Capilla Adoratrices Argentinas).8 de mayo en Bahía Blanca (Capilla de las «Siervas de Jesús»).9 de mayo en Tornquist (Parroquia «Santa Rosa»).9 de mayo en Junín (Hogar «San José»).

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Mujeres: ; 432-7605; 481-9705 / Hombres: 421-6941; 461-8646E-mail: [email protected] / [email protected]

SAN LUIS

SACERDOTES:- del 6 al 10 de septiembreMUJERES:- del 6 al 8 de agostoHOMBRES:- del 29 al 31 de octubreCasa de retiros de «Villa de la Quebrada»RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): todos los 3eros domingos demes, en la Iglesia Catedral de San Luis, de 17 a 19:45 hs. (de octubre a marzo) y de16 a 18:45 hs. (de abril a septiembre).RETIROS SACERDOTALES: Segundos lunes de mes, en la Pquia. «San Antoniode Padua» (Potrero de los Funes), de 10 a 15 hs.Informes e inscripción: Mujeres y hombres: (02652) 49-0950; 43-5737E-mail: [email protected]

BUENOS AIRES

MUJERES:- del 8 al 11 de julio (VSI)- del 10 al 12 de septiembre (VSI)HOMBRES:- del 13 al 16 de agosto (VSI)- del 8 al 11 de octubre (NSG)- del 17 al 19 de diciembre (NSG)(NSG): Casa «Nuestra Señora de Guadalupe» (Luis Guillón, Pcia. de Buenos Aires).(VSI): «Villa San Ignacio» (Villa de Mayo, Pcia. de Buenos Aires).RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): todos los 1ros. domingos demes, de 9:30 a 13 hs., en el Colegio «Mallinckrodt» (Juncal 1160, Capital Federal).Informes e inscripción: Hombres: (011) 4543-8339; 4798-8592; 4799-0828Mujeres: 4774-7977; 4799-0828E-mail: [email protected] / [email protected]

BAHÍA BLANCA

MUJERES:- del 17 al 19 de septiembreHOMBRES:- del 22 al 24 de octubreCasa de retiros «La Asunción» (Bahía Blanca)RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): sábados 17 de julio y 4 dediciembre, de 15 a 19 hs., capilla de las Siervas de Jesús (Güemes 250, BahíaBlanca).En Tornquist: domingo 5 de diciembre, Parroquia «Santa Rosa», de 15 a 20 hs.En Coronel Pringles: domingo 18 de julio, Parroquia «Santa Rosa», de 15 a 19 hs.Informes e inscripción: «Castillo de Javier», Araucano 3600, Villa Harding Green

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(Bahía Blanca). Tel.: (0291) 486-0252. E-mail: [email protected]: (0291) 481-1952; 453-1797; 453-2599 / Hombres: 453-2599Punta Alta: (02932) 43-0675; 42-4734Tornquist: (0291) 494-0122Coronel Pringles: (02922) 46-4377

COMODORO RIVADAVIA

MUJERES:- del 22 al 24 de octubreHOMBRES:- del 29 al 31 de octubreCasa de retiros «Nazaret» (El Tordillo)RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): en diciembre (día, lugar yhorario a confirmar).Informes e inscripción: Mujeres: (0297) 484-3114 / Hombres: (0297) 448-0331E-mail: [email protected]

CORDOBA

MUJERES:- del 2 al 4 de julio (VDB)- del 10 al 12 de septiembre (HI)HOMBRES:- del 13 al 16 de agosto (VDB)MATRIMONIOS:- del 5 al 7 de noviembre (HI)(VDB): Casa de retiros «Villa Don Bosco» (Unquillo)(HI): Hotel «Ideal» (La Falda)RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): sábado 11 de diciembre, encasa de las Hnas. Adoratrices Argentinas (Belgrano 690), de 15 a 19 hs.Informes e inscripción: Mujeres: (0351) 484-7355 / Hombres: (0351) 472-8713E-mail: [email protected]

JUNIN

RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): domingo 28 de noviembre,en el Hogar «San José» (Lavalle 988), de 15:30 a 19:30 hs.Informes e inscripción: Mujeres y Hombres: (02362) 42-0543 / 156-78816 / 155-47055E-mail: [email protected]

MAR DEL PLATA

RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): domingo 12 de diciembre,en la capilla «Divino Maestro» (Alberti 2179), de 9:30 a 13 hs.Informes e inscripción: Mujeres y Hombres: (0223) 473-6420En Santa Clara: domingo 12 de diciembre, en la Pquia. «Santa Clara», de 16 a 20 hs.

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Informes e inscripción: Mujeres y Hombres: (0223) 460-2162

NECOCHEA

RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): sábado 11 de diciembre, enel colegio «Nuestra Señora del Rosario», de 15 a 19 hs.Informes e inscripción: Mujeres y Hombres: (02262) 42-4898; 52-6094E-mail: [email protected]

SAN JUAN

HOMBRES:- del 13 al 16 de agostoCasa de retiros «Betania»RETIROS DE PERSEVERANCIA (para todo público): domingos 4 de julio, 3 deoctubre y 5 de diciembre, lugar a confirmar, de 17:30 a 21 hs.Informes e inscripción: Mujeres y Hombres: (0264) 427-3077; 423-2247E-mail: [email protected] / [email protected]

ESTADOS UNIDOS

MUJERES:- del 8 al 10 de octubre (JPII)- del 22 al 24 de octubre (OLB)HOMBRES:- del 15 al 17 de octubre (JPII)JPII: Casa de retiros «Juan Pablo II» (Miami).OLB: Casa de retiros «Our Lady of Bethesda» (Bethesda).Informes e inscripción:Washington: Mujeres y hombres: 301-774-4140; 301-740-1790E-mail: [email protected]; [email protected]: Mujeres y hombres: 305-825-4949; 954-446-6612E-mail: [email protected]