becquer cartas desde mi celda

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5.2.2 Las cartas “Desde mi celda” Las cartas “DESDE MI CELDA” es una colección de nueve cartas o artículos epistolares escritas en la primavera de 1864, cuando estaba Gustavo Adolfo Bécquer descansando en el monasterio de Veruela. A medida que las iba escribiendo, las mandaba para que las publicasen, al periódico El Contemporáneo por el cual trabajaba en aquél entonces. Desde finales de 1863 Bécquer había pasado estancias intermitentes en el monasterio, no para buscar tranquilidad e inspiración, sino más bien para aislarse y recuperarse de su mala salud. Pasó algunas épocas acompañado por su hermano y otras por su mujer y su primer hijo. El monasterio se encontraba en el Valle de Veruela, concretamente en la comarca de Somontano del Moncayo, cuya población más importante era Tarazona. Desde mi celda, ha sido considerada una obra maestra del periodismo español del siglo XIX, y una de las mejores composiciones de Bécquer. Las ocho primeras cartas fueron publicadas en la sección “Variedades” del periódico madrileño El Contemporáneo, de forma irregular, del 3 de mayo al 17 de julio de 1864. La novena fue publicada con más retraso el 6 de octubre del mismo año. Las cartas aparecían sin firma ni seudónimo, y todas con el número de carta como título; todas menos la última, que se tituló “La virgen de Veruela”. En cada una de las cartas, el autor describe paisajes, personajes y ambientes que va observando a lo largo de su estancia. En esquema reasuntivo global tendríamos: CARTA CONTENIDO TIEMPO TÉCNICA REALIDAD EXTERNA I Viaje Madrid – Veruela. Un trayecto hacia el pasado. Ha estado un mes fuera del Vence dificultad el cuadro de Viaja con mujer, hijos, ama de cría y

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5.2.2 Las cartas “Desde mi celda”

Las cartas “DESDE MI CELDA” es una colección de nueve cartas o artículos epistolares escritas en la primavera de 1864, cuando estaba Gustavo Adolfo Bécquer descansando en el monasterio de Veruela. A medida que las iba escribiendo, las mandaba para que las publicasen, al periódico El Contemporáneo por el cual trabajaba en aquél entonces.

Desde finales de 1863 Bécquer había pasado estancias intermitentes en el monasterio, no para buscar tranquilidad e inspiración, sino más bien para aislarse y recuperarse de su mala salud. Pasó algunas épocas acompañado por su hermano y otras por su mujer y su primer hijo. El monasterio se encontraba en el Valle de Veruela, concretamente en la comarca de Somontano del Moncayo, cuya población más importante era Tarazona.

Desde mi celda, ha sido considerada una obra maestra del periodismo español del siglo XIX, y una de las mejores composiciones de Bécquer.

Las ocho primeras cartas fueron publicadas en la sección “Variedades” del periódico madrileño El Contemporáneo, de forma irregular, del 3 de mayo al 17 de julio de 1864. La novena fue publicada con más retraso el 6 de octubre del mismo año. Las cartas aparecían sin firma ni seudónimo, y todas con el número de carta como título; todas menos la última, que se tituló “La virgen de Veruela”.

En cada una de las cartas, el autor describe paisajes, personajes y ambientes que va observando a lo largo de su estancia. En esquema reasuntivo global tendríamos:

CARTA CONTENIDO TIEMPO TÉCNICA REALIDAD EXTERNA

I Viaje Madrid – Veruela. Un trayecto hacia el pasado.

Ha estado un mes fuera del monasterio.

Vence dificultad el cuadro de costumbres

Viaja con mujer, hijos, ama de cría y sirvienta.

II Contraste ciudad (ajetreo) – rural (soledad). Cambio del estilo de vida.

Diariamente recibe el periódico y lo lee hasta que anochece.

Excepcionales descripciones paisajísticas

Esfuerzo por conectar literariamente con el torbellino de la vida urbana.

III Un cementerio rural le hace reflexionar sobre la muerte y la vida; de joven quería ser admirado y glorioso, ahora siente indiferencia.

Visita casual a un pueblecito hace 2 o 3 días.

Esta considerada la mejor por su personalísima confesión.

Sus compañeros del periódico la precedieron con un breve texto.

IV Importancia de apreciar los tiempos pasados: las tradiciones, modos de vida y construcciones.

Ha pasado tres o cuatro días paseando por alrededores.

Propone expediciones artísticas e intenta incentivar el interés de otros.

Se encuentra un poco repuesto de su mala salud.

V Descripción de la plaza de Tarazona y las mujeres habitantes de Añón que a base de esfuerzo en su trabajo consiguen ser felices.

Hace tres o cuatro meses.

Cuadro de costumbres en dos tiempos: la plaza y las “añoneras”.

Denuncia social a las desigualdades económicas. Comienza un

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Descripción “en movimiento”.

segundo ciclo temático en la serie.

VI Trata el verídico asesinato de la bruja más famosa de Trasmoz, la tía Casca.

El suceso es reciente ya que hace unos años que se publicó la noticia.

Deja de lado las simpatías por la gente del Moncayo y trata el tema de la brujería con un tono un tanto sarcástico.

Tiene cierto parecido con una carta de P. Merimeé (ver la nota 3.)

VII La historia sobre los orígenes mágicos del gran castillo de Trasmoz.

Sitúa la tradición en la época medieval morisca.

Perfecta descripción de la invocación de los 4 elementos naturales que construyen el castillo

Tiene cierto tono de cuento infantil fabuloso, rompiendo con la terrible epístola anterior.

VIII La tradición del generoso cura y su prepotente sobrina que convierte Trasmoz en un pueblo sumido a la brujería.

No se especifica el tiempo, pero hace unos días la vio.

Se puede considerar una recreación de la Cenicienta “en negativo” (bruja/hada)

Trasfondo moralizador: conseguir el beneficio propio...¿a cualquier precio?

IX Orígenes del monasterio de Veruela.

Siglo XII aproximada-mente.

Se resumen todas las demás aventuras, con un importante tema místico.

Se dice que cuando la escribió ya no estaba en el monasterio. La más larga, y única dedicada y con título.

Las cartas están dedicadas a los compañeros de la redacción del periódico por el que trabajaba Bécquer, El Contemporáneo, y se refiere a ellos con un invariable «Queridos amigos». Todas, excepto la novena en la que se especifica la dedicación exclusiva «A la señorita doña M.L.A». Algunos autores anteriores que habían practicado este género (como M.J de Larra), tenían costumbre de dirigirlas al director del periódico o a los lectores habituales de la publicación, pero Bécquer quiso ser original una vez más.

Carta I: Recorrido Madrid- Veruela : Publicada el 3 de mayo de 1864, es la carta más larga de todas. En este primer relato nos explica el viaje desde que parte de Madrid hasta que llega al monasterio de Veruela con el fin de recuperarse de su enfermedad (tuberculosis). Bécquer pretende hacer ver el contraste entre el tipo de vida que llevaba en la gran ciudad (Madrid) y su llegada a Veruela. El viaje tiene tres etapas, (Madrid - Tudela, Tudela - Tarazona y Tarazona - Veruela), y parece que a medida que va avanzando su trayecto va retrocediendo el modo de vida porque el medio de transporte utilizado es más antiguo (tren - diligencia - mula - a pie). A) Líneas 1-50: CONTRASTE MELANCÓLICO: Empieza la carta con un «Queridos amigos», refiriéndose a sus compañeros de profesión en el periódico El Contemporáneo. Recuerda el contraste entre el ajetreo diario de su vida en Madrid (en la redacción, en el

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Teatro Real, en el Congreso...), y la tranquilidad y soledad que está viviendo ahora en el monasterio.

B) Líneas 51-186: DESCRIPCIÓN DEL VIAJE MADRID - TUDELA:a) TRANSPORTE: Con un pequeño saco, está en la estación de Madrid para coger el

tren. Describe los movimientos de la locomotora, el arrancar «insoportable» y los primeros kilómetros.

b) VIAJEROS: Sentados junto a él se encuentran cuatro personajes: una joven adolescente de clase alta, acompañada por su aya; un inglés refinado y elegante; un señor de Zaragoza, de mediana edad, gordo y charlatán.

c) VIAJE: Después del repaso de cada viajero, el viaje empieza. El señor no deja de hablar y caminar por el vagón, pero entrada la madrugada todos los pasajeros van durmiéndose lentamente. Al final, sólo quedan en vela Bécquer y la señorita, y, entre miradas de complicidad, el poeta la convierte en protagonista de la novela de una noche. Cuando amanece, anuncian que el tren ha llegado a Tudela, y todos los pasajeros abandonan el tren.

C) Líneas 187-194: DESCRIPCIÓN DE TUDELA: Llegado a su primer destino, y tras una vista general del pueblo, busca una posada dónde descansar mientras sale un coche para ir a Tarazona.

D) Líneas 195-247: DESCRIPCIÓN DEL VIAJE TUDELA - TARAZONA: a’) TRANSPORTE: Diligencia; un coche al trote de las mulasb’) VIAJEROS: Los personajes cambian; en primer lugar quince o veinte «desocupados del lugar», una mujer cuarentona y su hija sentadas a su lado, un estudiante, un militar, un humilde empleado y un clérigo y su ama. También aparece en el último momento el gordo charlatán con el que había coincidido en el anterior trayecto.c’) VIAJE: Rodeados de viñedos y olivares, el carruaje va zarandeando, y apretados como una gran familia, empiezan a comer y beber invitando a todo el mundo. Después de un viaje de tres horas, llegan a su destino.

E) Líneas 248-271: DESCRIPCIÓN DE TARAZONA Y LA POSADA: Llegado a la pequeña y tranquila ciudad de Tarazona, se enfila por sus estrechas calles en busca de una posada. Es una casa antigua y desgastada pero le atrae por su aire histórico. Después de contemplarla con detalle, pide al posadero que le ponga en contacto con alguien que le pueda llevar hasta el monasterio de Veruela, y ajusta el viaje con unos carboneros.

F) Líneas 272-320: DESCRPICIÓN DEL VIAJE TARAZONA- VERUELA: a’’)TRANSPORTE: Subido al lomo de una mula primero y el último tramo a pie.b’’)VIAJEROS: Viaja con un grupo de carboneros que habían ido a vender carbón a Purujosa y regresaban vacíos al Moncayo al haberlo descargado.c’’)VIAJE: Al lento paso de la mula, Bécquer se deja llevar y hace volar su imaginación sin conciencia del tiempo que pasa. Llegados al valle, decide acabar el trayecto a pie hasta el monasterio. Una vez instalado explica el motivo de su estancia allí [recuperar salud] y se despide de sus amigos.

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Carta II: Preocupación para saber si lo escrito en la aldea sintoniza con la sensibilidad de los lectores de un periódico político Publicada el 12 de Mayo, la aportación más interesante del autor en esta segunda carta son las descripciones del clima espiritual del exterior y el interior del monasterio; habla de la naturaleza, la luminosidad, las sensaciones, los ruidos... Relata perfectamente los alrededores de aquél monasterio aislado y vacío1. Esta carta tiene un trasfondo psicológico – moral sobre la vida que transcurre incesante en las ciudades; vuelve a reparar, como en la carta I, en las diferentes prioridades y vivencias al vivir en Madrid o en Veruela.

A) Líneas 1 - 37: DIFICULTAD DE ESCRIBIR: Cuenta en estas primera líneas su incapacidad para desarrollar ideas que puedan interesar a los lectores del periódico. Retirado en aquél ambiente aislado, sólo siente soledad y melancolía y, estas palabras para los que viven con la excitación de la ciudad, resultan imposibles de comprender. Cuando alguien coge el periódico en la ciudad, lo toma como un amigo fiel que le trae novedades y temas candentes del día a día. En Veruela recibir el periódico es un honorable acontecimiento.

B) Líneas 38 - 188: RITUAL DE RECIBIMIENTO DEL PERIÓDICO:a) Líneas 38-70: Cada día, al atardecer, sale del monasterio y atraviesa la alameda

hasta el camino que le lleva al pie de la Cruz Negra de Veruela. Describe aquel lugar «hermosamente sombrío» y inventa maravillosas historias mientras espera que llegue la correspondencia.

b) Líneas 71-91: Oye aproximarse los caballos, y al fin le entregan el periódico. Una vez en sus manos, concibe el Contemporáneo como un retrato de sus compañeros de la redacción, y le trae a la memoria los recuerdos de su época de periodista en la ciudad.

c) Líneas 92–115: Por fin, empieza a pasar páginas y, dejando de lado el espléndido paisaje que le rodea, se queda absorto en la lectura. Se imagina viviendo el estrés para escribir una buena noticia, asistiendo al Congreso para escuchar los discursos políticos... Pero pronto anochece y tiene que regresar a su “celda” para tener luz y continuar leyendo.

d) Líneas 116-171: Decide volver al monasterio, pero se queda asombrado del repicar de las campanas, que conforma una majestuosa melodía. Atraviesa los patios «sombríos», las alamedas «misteriosas» y el claustro «imponente» [ y hace una brillante descripción] que le maravillan por su belleza y armonía.

e) Líneas 171-188: Llega de nuevo a su habitación, pero cuando se dispone a retomar la lectura, se da cuenta que aquellas líneas le hablan de un mundo que le suena demasiado lejano, y no es capaz de asimilar el contenido; «No oigo la música que os lleva a todos envueltos como en un torbellino;». Ve que habiendo cambiado él tanto, las cosas continúan tal y como las dejó, en la ciudad

1 Rafael Montesinos (Bécquer, biografía e imagen) ha demostrado que el ambiente del itinerario hasta el monasterio no se corresponde con la realidad: dice que es una invención intelectual y “se trata de una síntesis artística; una reelaboración de una atmósfera”.

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C) Líneas 189-194: PRECUPACIÓN POR EL ENFOQUE DE SUS RELATOS ENFRENTE DEL CONTEXTO DEL PERIÓDICO: En las líneas finales, explica que todo lo que ha contado en la carta, tiene que ser un preludio para que los lectores se hagan cargo de las posibles diferencias entre sus relatos y la dinámica política del resto del periódico.

Carta III: Reflexión íntima sobre la muerte

Publicada el 5 de junio de 1864, esta epístola está considerada como la mejor de toda la serie. Fue publicada cuatro semanas después de la II, posiblemente por un nuevo percance en la frágil salud de Gustavo Adolfo. Los compañeros de la redacción del Contemporáneo, creyeron adecuado preceder el relato con unas breves palabras para situar al autor y a la vez darle ánimos;“( . . . ) No hacemos, pues, su elogio, porque no lo necesitan. Nos limitamos a llamar sobre ella la atención de nuestros subscriptores, felicitándonos de estas frecuentes y originales correspondencias, por el placer que disfrutamos al leerlas y singularmente porque en su repetición vemos un indicio de alivio en la delicada salud de nuestro querido amigo, cuyo completo restablecimiento deseamos ardientemente.” El tema principal es la muerte, la muerte espiritual y corporal, y la muerte de las ilusiones de juventud. Se puede dividir en tres partes, estando la segunda compuesta por dos diferenciadas:A) Líneas 1 -98: DESCUBRIMIENTO DEL PUEBLO: Paseando por el valle, encuentra por casualidad un pueblecito escondido entre las montañas del Moncayo. No sabe nada de él más que lo que puede observar, y decide rodearlo. Andando encuentra un humilde cementerio2 que le atrae por su «amable tristeza»; éste es diferente a todos los cementerios que había visto hasta entonces porque siendo solitario y triste rompe la idea de horror. Se maravilla con las flores, la brisa... y le aborda una sensación de hermosura que no pude describir con palabras.

B) Líneas 99-198: FANTASÍAS SOBRE LA MUERTE: Pasados unos instantes y habiendo serenado la cabeza, “el sentir” ya se reproduce en ideas, y se plantea la idea de la muerte, pensando en las fantasías que tenía años atrás:

B1: EN LA ADOLESCENCIA: Cuando tenía catorce o quince años, explica, quería ser enterrado a la orilla del río Betis (Sevilla), y ser reconocido y admirado por todo el mundo como un gran poeta. En aquél paisaje idílico, no estaría sólo aunque no hubiera visitantes porque las ninfas de las aguas le acompañarían. B2: EN LA JUVENTUD: Con los años, prefirió fantasear que sería enterrado como un gran guerrero o un héroe, y que habiendo muerto en una batalla gloriosa, su tumba estaría adornada como la de un digno patriarca.

C) Líneas 199- 229: PESIMISTA MADUREZ: Aquellas ensoñaciones han quedado atrás, y ahora su dura realidad es la indiferencia: vive inmerso en el profundo pesimismo, y ya nada le importa dónde vayan a para sus huesos; está cansado y todas las ilusiones se han desvanecido. Se limita a vivir el tiempo que le queda en paz, siendo «una comparsa en la

2 El cementerio citado corresponde al de Trasmoz, pero no es verdad que fuera un reciente descubrimiento, ya que según prueban unos dibujos de su hermano, Bécquer lo había visitado al menos desde diciembre de 1863.

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inmensa comedia de la Humanidad, y concluido mi papel de hacer bulto, meterme entre bastidores sin que me silben ni me aplaudan». Termina el trágico relato con una frase fulminante, que viene a decir que lo que no haga en vida ya no lo hará nunca, demostrando un profundo desencanto ante el mundo.

Carta IV: Preocupación por la ignorancia de los españoles de su pasado cultural y geográfico :

Publicada el 12 de junio de 1864, con esta carta Bécquer pretende convencer y persuadir a los lectores sobre importancia de apreciar las tradiciones y modos de vida del pasado, para evitar que caigan en el triste olvido. El texto se aleja un poco por su temática de los publicados hasta entonces, pero marca el estilo de los que vendrán a continuación. [El texto va siguiendo un hilo conductor, por lo que quizás seas preferible no estructurarlo en líneas, sino en temas]A) El tiempo ha mejorado y se ha recuperado un poco de su frágil salud, así que ha podido

pasear durante unos días por los parajes de Somontano. Con estos interesantes paseos, ha podido escuchar de boca de los lugareños múltiples tradiciones y observar costumbres que hasta entonces desconocía, tomando apuntes de restos arquitectónicos y, así, ha llenado su cabeza de renovadas ideas.

B) Reflexiona sobre el porvenir y el pasado; él confía en los nuevos avances de la Humanidad, pero reivindica que es imprescindible estudiar la historia pasada. Con esta mirada melancólica a tiempos remotos, aclara, no pretende volver atrás; lo único que pide es respeto y cultura. Confiesa que siente un profundo dolor cuando observa que costumbres y tradiciones antiguas se han olvidado a causa de la llegada de nuevas ideologías más modernas.

C) Confía en que las generaciones futuras también apreciaran su tiempo [s. XIX], pero lo que tiene claro es que a medida que van avanzando las tecnologías y la vida en general, hay una creciente tendencia a igualarlo todo, perdiendo, de esta manera, los rasgos típicamente caracterizadores de regiones y sociedades. I es que «los antiguos usos caen en el olvido, la tradición se rompe y todo lo que no es nuevo se menosprecia».

D) Afirma que ha llegado el momento «de la gran transformación», de darse cuenta que hay que apreciar lo que escritores y artistas con tanto esfuerzo construyeron en otro tiempos. A este paso, nadie conocerá cómo vivieron sus progenitores, y leerán historia sin apenas comprenderla. Critica también a los sabios que se empeñan en rescatar datos de lugares lejanos, sin preocuparse por su territorio.

E) En otros países más avanzados, empiezan a apreciar favorablemente estudios sobre la Edad Media y las diferentes etapas históricas, pero España aún no se da cuenta y cuando lo haga puede que sea demasiado tarde. En estos momentos, se tiene que esperar que los extranjeros informen sobre la propia cultura.

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F) La solución más válida que encuentra al problema del desinterés por el pasado es el fomento por parte del Gobierno de expediciones artísticas a las provincias españolas. Los resultados serían de gran utilidad para los diferentes estudios.

G) Finalmente, se da cuenta que ha llenado varias hojas y confía que, habiendo señalado a idea, alguien «de más conocimientos e importancia» la pueda desarrollar satisfactoriamente. Si ésto no llegara a ocurrir, al menos él habrá seguido sus ideales predicando con el ejemplo.

Carta V: La plaza del Mercado de Tarazona y las añoneras :

Publicada el 26 de junio de 1864, es la más costumbrista de todas porque describe con detalle las tradiciones y costumbres de un pueblo concreto. En la primera mitad, Bécquer hace una magistral interpretación de un ambiente en pleno movimiento, y en la segunda, se centra en las mujeres que habitan allí, dejando ver una gran crítica social al compararlas con las damas de la Corte.

A) Líneas 1-56: INTENTO DE DESCRIBIR LA PLAZA DEL MERCADO: Empieza esta quinta carta hablando sobre la plaza del Mercado, en Tarazona. Dice que es una plaza irregular y destartalada, pero que una vez más se ve incapaz de describirla con palabras [insuficiencia léxica]. Dice que renuncia a describirla, pero hace numerosas referencias al ambiente, las gentes, los sonidos... para que los lectores puedan, al menos, formarse una idea orientativa.

B) Líneas 57-77: SU PRIMERA VISITA A AÑÓN: Cuenta que la primera vez que estuvo allí, se quedó cerca de una hora contemplando perplejo aquél espectáculo de tiendecillas y gente yendo y viniendo. Entre el bullicio general de la plaza, se fijó en un grupo de muchachas que le llamaron la atención por su alegre desenvoltura, su sencillez y su carácter siempre desenfadado. Le picó la curiosidad por saber más acerca de aquellas humildes mujeres.

C) Líneas 78-94: CURIOSIDAD POR LAS AÑONERAS: La mejor manera de conocer más sobre ellas era establecer conversación, y, fingiendo estar interesado por la leña que vendían, se interesa sobre aquellas muchachas y su pueblo, pero el diálogo no resulta demasiado fructífero, aunque sirve para alentar sus ganas de conocer más.

D) Líneas 95-166: SU SEGUNDA VISITA A AÑÓN: Aclara que lo que ha contado pasó hace unos meses, durante los cuales estuvo escuchando cada mañana el canto de las chicas que pasaban por delante del monasterio en su ruta para vender la leña. Últimamente, con motivo de su recuperación y gracias al buen tiempo, ha tenido oportunidad de visitar de nuevo el pueblo de Añón, de dónde provenían las chicas, y ha podido satisfacer sus curiosidades.

a) Líneas 105-118: DESCRIPCIÓN DEL PUEBLO: Descubre que en una época pasada el pueblo perteneció a los caballeros de San Juan, y seguramente fue un lugar fuerte y cerrado. De aquello sólo quedan algunas ruinas, y se sostiene gracias al trabajo duro de los habitantes.

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b) Líneas 119-155: DESCRPICIÓN DE LAS HABITANTES: Las mujeres son el verdadero espíritu del pueblo; participan en la vida pública y trabajan con mucho esfuerzo. No se confunden con el resto de aldeanas, ya que tienen un carácter peculiarmente alegre, una buena forma física (esbeltas y altas, con aire varonil) y llevan un traje de colores vivos inconfundible. c) Líneas 156-166: DESCRIPCIÓN DEL MODO DE VIDA: Viven en miseria, pero ésto no les preocupa; son fuertes y valientes, y trabajan todo lo que pueden para conseguir la leña (por la noche, de forma clandestina) que venderán luego por los pueblos del Somontano, y por la cual sacarán unas pocas monedas.

E) Líneas 167-182: CRÍTICA SOCIAL A LAS DESIGUALDADES: A propósito de la reflexión sobre el humilde modo de vida de las añoneras, el autor hace una comparación con las bellas damas de la Corte madrileña: unas luciendo pedrerías y las otras dejándose los huesos por seis miserables reales. La desigualdad material es inmensa, pero nada tiene que ver con el carácter, porque, a diferencia de las grandes damas, las muchachas siempre están felices y riéndose a pesar de su pobreza. Acaba la carta con una alusión a Dios, diciendo que siempre tiene «una mano tendida» para ayudar al pobre en su miseria.

Carta VI: La historia del asesinato de la bruja llamada la Tía Casca :

Publicada el 3 de julio de 1864, en esta ocasión Bécquer trata el verídico asesinato de Tía Casca3. El relato se lo hace a Bécquer un pastor, cuya mentalidad y ciega fe en la superstición está hábilmente retratada. Cabe destacar la actitud racionalista e irónicamente escéptica que toma el autor, ante lo que se le está contando. También es curioso el hecho que el humilde pastor se expresa en una prosa refinada, por lo que se hace poco verosímil la forma dialogada del relato. A) Líneas 1 - 5: INFORMACIÓN SOBRE LA NOTÍCIA DE UN ASESINATO: Hace

unos años se publicó la noticia del crimen de una vieja acusada de brujería. Recientemente, Bécquer se ha podido informar por casualidad sobre lo que sucedió.

B) Líneas 6 - 36: ENCUENTRO CON EL PASTOR-NARRADOR: En uno de sus habituales paseos, el narrador toma el camino más largo para hacer el recorrido de Litago a Trasmoz, para poder disfrutar del paisaje que le rodea. Andando por aquél dificultoso sendero, se encuentra con un pastor que le indica un mejor camino y le advierte que no se desvíe por «la senda de la tía Casca». Sigue las instrucciones del pastor, pero aquél camino resulta ser muy complejo y sombrío, y, miedoso, decide volver atrás a reencontrar el pastor para que le guíe. Cuando le alcanza, no duda en preguntarle sobre la advertencia que le había hecho.

3 Rubén Benítez, señala el parecido de esta sexta carta con la del escritor romántico francés Prosper Merimeé: “Les sorcières espagnoles”, cuarta de sus Lettres adressées d’Espagne au Directeur de la Revue de Paris et au Directeur de L’Artiste.

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C) Líneas 37 - 78: SUMARIO DE LA HISTORIA: El pastor le cuenta que era una hechicera que cayó por un precipicio, y desde allí su alma aún atormenta a los pastores que se acercan por aquella zona. Para esconder su completa incredulidad, Bécquer muestra interés en saber por qué no fue un accidente sino un asesinato, y así el pastor puede proseguir su relato entreteniéndolo un rato.

D) Líneas 79 - 199: RELATO DETALLADO: Él (el pastor-narrador) estaba cerca de unas altas peñas cuando oyó unas voces coléricas que gritaban. Pronto descubrió que se trataba de un grupo de gente que perseguían a la bruja más famosa de Trasmoz; la tía Casca. Decidió quedarse al margen del linchamiento general, limitándose a observar cómo la cumbre se llenaba de gentes enfurecidas y armadas con piedras y garrotes. Al verse la vieja totalmente acorralada, empezó a pedir compasión, pero de nada le sirvió porque aquellas aldeanos le culpaban de todos los males que allí habían acaecido. Viéndose sin salida, pidió como última voluntad antes de morir que le dejaran unos instantes para rezar. Después de murmurar unas cuantas frases inteligibles que sospechosamente debió ser un último conjuro, se hizo un silencio angustioso. Aprovechando el momento, alguien la hirió de muerte, pero aún quedó colgada en el pico, blasfemando a viva voz. Consiguió subir de nuevo, pero un presente le arrojó encima una gran piedra, haciéndola caer hasta el fondo del barranco. Después de unos segundos agonizando, murió ahogada en el riachuelo.Cuando el pastor pone fin al relato, ya ha anochecido y se encuentran frente al castillo de Trasmoz, del que se dice que es todavía en estos tiempos punto de encuentro de las brujas más temidas.

E) Líneas 200 - 210: OBSESIÓN ANGUSTIOSA: Llegado a su celda, en el monasterio, no puede sacarse de la cabeza la historia que le acaban de contar, e, involuntariamente, siente una impresión miedosa, planteándose el hecho que aquellas habladurías pudieran ser verdad.

F) Líneas 211 – 268: POSDATA: Cuando ya estaba a punto de enviar la carta, le pregunta a la muchacha que le recoge la correspondencia si conoce la historia de la tía Casca. Ella, después de aclarar que si fuera Viernes no podría decirle nada sobre el tema, le cuenta que no tiene miedo de los hechizos porque está «protegida», ya que ha hecho la prueba del cedazo, y ha podido averiguar que fue bautizada sin ninguna incorrección. Su familia, en cambio, no lo ha podido demostrar y por eso ella toma precauciones a favor de los suyos porque, aunque la tía Casca muriera, las brujas han ido formando una saga de mujeres hechiceras. A continuación, la muchacha le explica la vieja historia sobre las brujas de Trasmoz, y Bécquer promete referirla a los lectores en la próxima carta.

Carta VII: La leyenda de los orígenes del castillo de Trasmoz :

Publicada el 10 de julio del 1864, en esta carta Bécquer reconstruye la leyenda de los orígenes del castillo de Trasmoz, en cuyas ruinas era fama que se celebraban misteriosos aquelarres de brujas. La descripción mejor encontrada es la de los cuatro elementos naturales construyendo magistralmente el castillo.

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A) Líneas 1 - 2: RECORDATORIO: Empieza las primeras líneas recordando la promesa que hizo a los lectores de la carta seis, en la que les dijo que les contaría la historia de las brujas de Trasmoz. Así pretende hacerlo.

B) Líneas 3 - 9: TRASMOZ, UN CENTRO DE BRUJERÍA. Cuenta que desde hace mucho tiempo, Trasmoz, es conocido por ser el punto de reunión de brujas, que practican sus rituales mágicos entre las ruinas del castillo del pueblo. Y precisamente sobre este castillo se refiere una tradición muy antigua que se dispone a contar.

C) LEYENDA DEL CASTILLO: I) Líneas 10-34: En la época medieval morisca, un rey visita los parajes cercanos a Trasmoz y, admirado, considera aquél un lugar idóneo para construir un gran castillo. Un viejo mendigo lo oye y le propone que si le permite ser el alcaide vitalicio, a la mañana siguiente le conseguirá las llaves del castillo. El rey y su comitiva se burlan de aquel pobre hombre y arrojándole un par de monedas le dicen que se cumplirá su deseo si consigue levantar el castillo en una sola noche.II) Líneas 35-100: Contento por la contestación del rey, el viejo reprende el camino hacia Trasmoz, y allí coincide con unos pastores musulmanes que están rezando a la orilla de un riachuelo. Viendo su fidelidad religiosa, confía en ellos para que se hagan cargo de la guardia de la fortaleza, y a cambio les asegura buena vida y comida. Los tres hombres lo toman por loco porque saben que no hay ningún castillo por la zona, y se van riéndose de élIII) Líneas 101-210: El viejo, inalterado, reprende el camino y llega a la cumbre del valle cuando ya ha anochecido. Se aposenta en una roca y saca un extraño libro, un estuche y una vela. Una vez ha dispuesto el material adecuadamente, comienza a murmurar misteriosos conjuros y a citar el nombre de todos los espíritus. Cuando parece que ha terminado se pone de pie e invoca a los espíritus de las cuatro fuerzas naturales: agua, aire, tierra y fuego. Entonces, como si de una gran tempestad se tratará, los ríos se desbordan y los árboles se parten, apilándose los troncos de forma ordenada. Un ruido estremecedor indica que los cuatro elementos están en plena actividad; y, ante aquél inexplicable estruendo, las gentes de las aldeas restaban atemorizadas pensando ya que había llegado el fin del mundo.IV) Líneas 211-260: Cuando amaneció, un súbdito del rey le explicó los acontecimientos que habían sucedido durante la noche; en la peña de la Ciezma, dónde ayer no había más que rocas, hoy había un enorme castillo. El rey fue rápidamente hacia el lugar para dar crédito a lo que le acababan de contar, y cuando estaba a punto de llegar se cruzó con el viejo. Éste, le entregó las llaves del castillo tal y como habían acordado el día anterior. El rey, con cierta incredulidad, avanzó unos pasos más, y así pudo ver alzándose enfrente suyo el magnífico castillo de Trasmoz.

D) Líneas 261 - 268: UNA HISTORIA EN VEZ DE OTRA: Dando por finalizado el relato, el narrador se da cuenta —o lo finge— que no ha cumplido con lo que aseguraba al principio; se ha entretenido contando la historia del castillo de Trasmoz en vez de contar la historia de las brujas. Dice, que al menos esta carta servirá para tener presente el porqué las brujas tienen una especial predilección por las ruinas de este castillo.

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Carta VIII: El buen cura, su sobrina y la historia de las brujas de Trasmoz :

Publicada el 17 de julio de 1864, esta penúltima carta cuenta la prometida historia de las brujas de Trasmoz. Bécquer deja ver un trasfondo moralizador al adornar a la protagonista con los defectos de la codicia, la falta de piedad y su afán individualista para conseguir el propio beneficio a cualquier precio. El relato posee cierto parecido con el cuento de la Cenicienta, pero en vez de un hada en esta ocasión se trata con una maléfica bruja que acarrea la desgracia al pueblo.

A) Líneas 1 - 17: RECORDATORIO: Por fin, después de anunciarlo en las cartas VI y VII, se dispone a explicar la historia de las brujas de Trasmoz. Empieza rememorando el ambiente en el que le contaron la historia; la narradora era la criada que tenía a su servicio, y en aquél instante sonaban las diez de la noche y no se oía ningún ruido más que el gemir del viento.

B) Líneas 18 – 74: EL CURA Y SU SOBRINA: Cuando el castillo de Trasmoz ya había sido abandonado por los cristianos, se cuenta que un cura llamado Gil el Limosnero era famoso por sus exorcismos. Era un hombre humilde y sobre todo muy generoso con los feligreses, que vivía en paz y feliz consigo mismo. Un día, al morir su hermana menor, su sobrina Dorotea se fue a vivir con él. Era una chica de dieciocho años presumida y envidiosa, que no era capaz de entender la bondad de su tío.

C) Líneas 75 – 145: DESARROLLO DE LA HISTORIA, ENCUENTRO DE LA BRUJA Y LA CHICA: Una tarde, víspera de la celebración de las fiestas del pueblo, Dorotea estaba tristemente sentada delante de la puerta de su casa observando como todas las chicas preparaban sus atuendos para asistir al gran baile, mientras ella no podría asistir porque no tenía nada para ponerse. Mientras estaba absorta en sus pensamientos, una vieja le pidió limosna y ella de mala gana la despidió. La mujer no se dio por vencida y para llamar su atención le dijo que sabía exactamente todo lo que estaba pensando. Así fue, y cuando obtuvo la atención de la chica, le habló sobre un “señor” alegre, rico y sabio que era capaz de satisfacer todos los deseos de los que le adoraban y además les permitía controlar fuerzas sobrenaturales. Al ver que había despertado el interés de la joven, la vieja le contó que para ser de los “suyos” lo que debía hacer era cambiar la botellita de agua bendita que su tío guardaba en la cabecera de la cama, por otra. Cuando lo hubiese hecho, sus ambiciones se harían realidad, pero, de momento, y en muestra de su generosidad, el “señor” le regalaba un precioso anillo de oro.

D) Líneas 146 - 220: DOROTEA, CON SU AFÁN EGOÍSTA, SIGUE LAS ÓRDENES DE LA VIEJA: La noche siguiente, Dorotea, cumplió con lo que le había mandado la mujer y, una vez cambiadas las botellas, se sentó delante de la chimenea esperando que entrara por ella la vieja. En unos pocos instantes, aparecieron en la bandeja de la chimenea una decena de gatos y sapos; el gato gris, en el que la chica pudo reconocer a la vieja, se dirigió a ella diciéndole que estaban a su entera disposición y si quería que le ayudaran hiciera unos símbolos. Así lo hizo, y los gatos se convirtieron en mujeres que empezaron a coser grandes y hermosas telas para hacerle bonitos vestidos durante toda la noche. El día siguiente, llegada la noche, el mosén, extrañado al ver el buen humor de

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su sobrina, se fue a dormir, y cuando hubo conciliado el sueño, Dorotea se vistió con los espléndidos vestidos y complementos y se dirigió la baile. Fue la protagonista indudable de la fiesta, y el pueblo pasó largo tiempo hablando de la hermosura de la chica, y bromeándole al cura sobre las riquezas que supuestamente mantenía escondidas. Pasaron dos meses en los que todos los mozos la adoraban, y al fin se casó con el que estaba mejor acomodado del pueblo.

E) Líneas 221 - 228: TRIUMFO DE LA BRUJERÍA: Desde aquél momento, nada volvió a ser igual; las brujas se instalaron de nuevo al castillo de Trasmoz, y el pueblo comenzó a sufrir los peores males: enfermedades, plagas y miserias, todos ellos consecuencia de los endiablados conjuros de aquellas viejas.

F) Líneas 229 – 251: REACCIÓN DEL AUTOR ANTE LA HISTORIA: Después de escuchar el relato, Bécquer confiesa que ha tenido la oportunidad de ver por una ventana a “la nueva tía Casca” (hermana de la otra). Y a pesar de su incredulidad respecto la arraigada creencia popular en los poderes maléficos trasmitidos de generación en generación entre las mujeres de la misma familia, no pude evitar sentirse estremecido viéndola cocinar quién sabe si un guiso o un infernal potaje.

Carta IX: “La Virgen de Veruela”, la imagen en cuyo honor se construyó el monasterio :

Publicada el 6 de octubre de 1864, a casi tres meses de distancia de la anterior. Es la carta que cierra toda la serie, y en este último viaje se resumen y sintetizan todas las aventuras de Bécquer por los valles de Moncayo. Además de ser la más breve, esta epístola se diferencia de las anteriores por su destinatario; si las demás las dirigía a sus compañeros de “El Contemporáneo”, ésta la titula (“La virgen de Veruela”) y la dedica explícitamente «A la señorita M. L. A», quien según Robert Pageard se refiere a María Luisa Acelga, de una familia sevillana amiga de los Bécquer.

A) Líneas 1 – 14: DEDICATORIA EXCLUSIVISTA: Se dirige personalmente a la destinataria de la carta, para cumplir la promesa de contarle la historia de los orígenes del monasterio de Veruela. Bécquer deja claro el destino del relato, rechazando la crítica erudita para juzgar un texto de características tan peculiares como el que se dispone a escribir.

B) Líneas 15 – 29: DESCRIPCIÓN DEL AMBIENTE: En un paraje llamado “La Aparecida”, ahora descuidado y abandonado por la acción del tiempo, había en el siglo XII (aproximadamente) un paisaje idílico, con abundante vegetación y un arroyo de aguas transparentes. Allí, dio lugar el acontecimiento que provocó la fundación del monasterio. Dice, que la historia ha llegado hasta nuestros días a través de la tradición, y concretamente él la hubiere leído en un antiguo códice.

C) Líneas 30 - 43: EL PROTAGONISTA Y SUS DOMINIOS: Don Pedro Atares, un gran magnate de la época, tras renunciar a la corona de Aragón, se retiró a su castillo de

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Borja para descansar y dedicarse a la caza. Pertenecía a su señorío toda la zona del Moncayo y el valle de Veruela, en dónde habitaban muy pocas gentes y abundaba la vegetación.

D) Líneas 44 - 129: LA EXPERIENCIA MÍSTICA: Un día, don Pedro salió de caza con sus ballesteros y pajes, pero, sin fortuna, atardeció y no habían cazado ninguna res. Cuando ya pensaban regresar al castillo con las manos vacías, una misteriosa cierva se cruzó rápidamente en su camino y se escondió entre el follaje. Don Pedro, en su afán de darle caza, marchó en su búsqueda adentrándose en el oscuro monte y dejando atrás a su comitiva. En unos instantes, anocheció y empezó una temible tormenta, y el hombre se encontraba solo y perdido en medio de la espesura vegetal. Desesperado, imploró el socorro de la Virgen, y, sorprendentemente, su piadosa oración fue escuchada y la Divinidad «descendió a la tierra para protegerle». [Bécquer expresa su deseo para poderse figurar tan insólito suceso]. Ante la estupefacción de don Pedro, la Madre de Dios le habló: le ordenó que construyera en aquél mismo lugar un templo en su honor. Seguidamente, ella desapareció difuminada entre la luminosidad de la aparición, y en su lugar dejó una «milagrosa imagen, testimonio real de aquel prodigio». Entretanto, sus fieles servidores le buscaban incesantemente, y cuando llegaron dónde estaba su amo, éste les explicó lo sucedido y decidieron llevar aquella imagen hasta el castillo. El señor de Borja no tardó en cumplir lo que se le había mandado, y construyó un magnífico monasterio, y en el lugar preciso dónde había sucedido el encuentro divino colocó la imagen testimonial. El monasterio fue muy reconocido y visitado con gran orgullo por todas las autoridades.

E) Líneas 130 - 185: MELANCOLÍA DE TIEMPOS PASADOS: Explicada ya la historia, Bécquer reflexiona sobre el hecho que aquel lugar que había sido durante tantos siglos sitio de adoración y del más preciado respeto, ahora está completamente abandonado y deteriorado por la acción del tiempo; ahora, paseando por el monasterio «parece que se anda por el interior de una inmensa tumba». Y es que de aquel magnífico templo que fue en épocas pasadas, ya tan solo queda el recuerdo nostálgico a través de documentos antiguos y la tradición.

E) Líneas 186 -195: QUIEN SIENTA LA POESÍA MÍSTICA SERÁ CAPAZ DE DIFERENCIAR AQUELLA IMAGEN DE LAS DEMÁS; En éste definitivo y concluyente párrafo, Bécquer confiesa que cuando él observó detenidamente la imagen de la Virgen de Veruela, sintió «el más hondo respeto», y la pudo apreciar con una solemnidad que la diferenciaba de todas las demás que había visto hasta entonces; todo aquél que «sienta en su alma la verdadera poesía de la religión» también será capaz de gozar de esta sensación de grandeza.