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Basualdo, Eduardo M. La reestructuracin de la economa argentina durante las ltimas dcadas de la sustitucin de importaciones a la valorizacin financiera. En publicacin: Neoliberalismo y sectores dominantes. Tendencias globales y experiencias nacionales. Basualdo, Eduardo M.; Arceo, Enrique. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires. Agosto 2006. ISBN: 987-1183-56-9Disponible en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/basua/C04Basualdo.pdfRed de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de Amrica Latina y el Caribe de la Red CLACSO http://www.clacso.org.ar/biblioteca [email protected]

Parte DosExperiencias nacionales

Eduardo M. Basualdo*La reestructuracin de la economa argentina durante las ltimas dcadasde la sustitucin de importaciones a la valorizacin financiera**LAS TENDENCIAS VIGENTES EN LA ECONOMA REAL (1958-2005)En trminos de la evolucin del PBI y del PBI per cpita, la econo- ma argentina exhibi durante las ltimas dcadas tendencias marca- damente contrapuestas que estuvieron estrechamente vinculadas con los patrones de acumulacin de capital que se sucedieron en el tiempo (Grco 1).Durante el gobierno desarrollista de A. Frondizi-Guido (1958-1964), con posterioridad al golpe de Estado que interrumpi el segundo gobierno del peronismo en 1955, se puso en marcha la segunda etapa de sustitucin de importaciones sobre la base de una signicativa incor- poracin de inversiones extranjeras que se localizaron en la actividad industrial, principalmente en la produccin automotriz, metalrgica y qumica-petroqumica.* Investigador del CONICET, coordinador del rea de Economa y Tecnologa de FLACSO (sede Argentina), miembro de la Comisin Directiva del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) e integrante del Comit Editorial de la revista Realidad Econmica.** Este trabajo se realiz en el marco del Proyecto Deuda externa e integracin econmi- ca Internacional de la Argentina, 1990-2004 (PICT 14072) de FLACSO-Sede Argentina y la Agencia Nacional de Promocin Cientca y Tecnolgica (SECYT).123

Una vez que culmin la integracin de la industria pesada a la es- tructura econmica local se inici la dcada de crecimiento econmico e industrial ms acentuado e ininterrumpido de la historia argentina. As, entre 1963 y 1974 el PBI se expandi un 54%, que es equivalente a una tasa de crecimiento anual acumulativa del 5,8%. Ms acentuado an fue el aumento del PBI per cpita al llegar al 82%, lo que supone una tasa de crecimiento anual acumulativa del 6%.Es relevante reparar en que durante esos aos se veric una profunda modicacin en la naturaleza del ciclo de corto plazo que caracteriz el desarrollo industrial basado en la sustitucin de impor- taciones (Brodersohn, 1973). Hasta ese momento, las peridicas crisis en la balanza de pagos derivadas del escaso dinamismo relativo de la produccin de bienes exportables (agropecuarios) respecto a las divisas requeridas por la creciente produccin de bienes industriales, traan aparejado un ajuste econmico que provocaba una cada del valor agre- gado generado anualmente (PBI) en trminos absolutos.La modicacin de esta situacin durante el funcionamiento ple- no de la segunda etapa de sustitucin de importaciones (1963-1974) no estuvo basada en la desaparicin del desfasaje entre el estancamiento de la produccin de bienes exportables y el mayor dinamismo relativo de la demanda de bienes importados por parte del sector industrial.Por el contrario, el mismo continu vigente pero fue acompaa- do por alteraciones en el comportamiento econmico que atenuaron la intensidad y la duracin de dichos ciclos, a medida que se consolidaba la expansin industrial.Estos nuevos factores no fueron sucientes para anular las osci- laciones en la generacin de valor agregado, pero s para que las mis- mas no implicaran, en la fase declinante del ciclo, una reduccin del PBI en trminos absolutos, y por esa razn se logr un crecimiento oscilante pero persistente a lo largo de esa dcada. Tal es la intensidad del cambio, que durante esos aos el PBI industrial creci al 6,7% anual acumulativo (Kosacoff y Azpiazu, 1989).Las exportaciones industriales y la deuda externa fueron las dos variables que permitieron esa modicacin tan relevante en el ciclo cor- to sustitutivo. Durante esos aos de expansin econmica, las exporta- ciones de bienes de origen industrial crecieron sensiblemente, y dentro de ellas las ventas externas de bienes de origen industrial exhibieron una participacin creciente que lleg a casi el 20% de las exportaciones tota- les a nes de esa dcada (CEPAL, 1986). No se trataba de producciones industriales donde predominaba la burguesa nacional sino, principal- mente, de actividades controladas por el capital extranjero como eran la produccin de automotores, productos metalrgicos y maquinaria y material elctrico (Azpiazu y Kosacoff, 1985). El momento culminante de ese proceso se encuentra durante el gobierno peronista anterior a

la dictadura militar que irrumpi en 1976, en el cual se hizo sentir la inuencia de los acuerdos gubernamentales con el bloque de pases so- cialistas que implicaron la apertura de nuevos mercados para la venta de esos productos industriales.GRFICO 1EVOLUCIN DEL PBI Y DEL PBI PER CPITA EN LA ARGENTINA, 1958-2004(NMERO NDICE EN PESOS CONSTANTES, 1974 =100)

170150

PBI a precios constantesPBI per cpita

162

157

130110

100

104

115

132105

909070 68 65 825053 553058 59 61 62 63 64 65 66 67 68 69 71 72 73 74 75 76 77 78 79 81 82 83 84 85 86 87 88 89 91 92 93 94 95 96 97 98 99 01 02 03 04Fuente: elaboracin propia sobre la base de informacin del Banco Central de la RepblicaArgentina (BCRA), Memoria y Balances, varios aos.Por su parte, la deuda externa creci aceleradamente desde el ao 1968 en adelante, pero con modicaciones relevantes tanto en trminos de los deudores como de los acreedores externos. Si bien la deuda externa estatal fue mayoritaria a lo largo de todo el perodo, su incidencia re- lativa fue decreciente porque comenz a expandirse el endeudamiento con el exterior de las grandes rmas industriales oligoplicas extranje- ras y de la fraccin diversicada de la oligarqua pampeana (Caero,1974; ODonnell, 1982).Durante esta fase de la sustitucin de importaciones este endeu- damiento externo de las rmas oligoplicas industriales constituy una forma importante para el nanciamiento de su expansin industrial, debido a la tradicional desmonetizacin que caracteriz el proceso de industrializacin basado en la sustitucin de importaciones. La deuda

externa privada de esos aos estuvo destinada a la adquisicin de insu- mos y/o la compra de maquinaria y equipo para la ampliacin de sus actividades productivas.Sobre la base de estas transformaciones en los trminos de la relacin que implic la deuda externa, esta variable se expandi en fun- cin del rgimen de acumulacin imperante que reconoci a la pro- duccin industrial como su eje central. No se trata solamente de que el nivel de la deuda externa guarde relacin con los agregados macroeco- nmicos que denan el proceso de industrializacin, sino tambin de la disociacin de otros fenmenos colaterales que irrumpirn luego en el sector externo de la economa y estarn relacionados con el endeuda- miento externo. Tal el caso de la fuga de capitales locales al exterior que comenz a manifestarse durante esos aos pero vinculada a la subfac- turacin de exportaciones y no a procesos de valorizacin nanciera de la deuda externa del sector privado.Obviamente, el comportamiento diferencial del ciclo de corto plazo entre la primera y la segunda etapa de sustitucin de importa- ciones se expres en el distinto nivel de reservas disponibles en el Ban- co Central de la Repblica Argentina (BCRA). En efecto, la tendencia seguida por las mismas fue opuesta a lo largo del tiempo, ya que fue claramente declinante en la primera etapa e igualmente denida pero creciente en la segunda, especialmente a partir de 1966, momento en que se expandieron decididamente tanto las exportaciones industriales como la deuda externa.En este contexto, resulta de primordial importancia comprender que a mediados de la dcada del setenta, a pesar de la convulsionada si- tuacin poltica, el proceso de industrializacin basado en la sustitucin de importaciones exhiba una creciente consolidacin porque se haban transformado las caractersticas del ciclo corto la fase de declinacin ya no acarreaba una cada en la generacin del valor agregado sino des- aceleracin de la misma a partir de la conjuncin de las exportaciones de bienes de origen industrial y el endeudamiento externo. Ms an, la sistemtica expansin de esas exportaciones industriales preanunciaba la posibilidad cierta de poder superar la tradicional capacidad de veto de la oligarqua agropecuaria pampeana al crecimiento industrial.En marzo de 1976 irrumpi una nueva dictadura militar, intro- duciendo un giro en el funcionamiento econmico tan profundo que implic un cambio en el rgimen social de acumulacin, dejando atrs la industrializacin basada en la sustitucin de importaciones. Es decir que no se trat de la constitucin de un nuevo patrn de acumulacin de capital que se instaur a partir del agotamiento econmico del ante- rior sino de una interrupcin forzada por un nuevo bloque dominante cuando la industrializacin sustitutiva estaba en los albores de su con- solidacin (Basualdo, 2006).

A partir de all y hasta 1990 el PBI registra un claro estancamien- to mientras que el retroceso del PBI per cpita fue maniestamente acentuado. En efecto, entre 1974 y 1990 el PBI creci un 4% en todo el perodo, lo que implic una tasa de crecimiento anual acumulativa tendiente al 0%. Por otra parte, el descenso del PBI per cpita fue verti- ginoso al comprometer el 18% en el mismo perodo. Durante la vigencia de la Convertibilidad (1990-2001) el saldo de las variables analizadas fue igualmente magro. Tanto es as, que en trminos del PBI entre 1974 y 2001 se registr un crecimiento del 57%, mientras que el PBI per c- pita aument slo el 4% durante el mismo perodo.Ante esta modicacin tan drstica en la evolucin del PBI y la dramtica situacin que enfrenta la Argentina durante las ltimas d- cadas en trminos del crecimiento econmico, cabe la posibilidad de pensar que su evolucin no fue diferente al resto de Amrica Latina, teniendo en cuenta que las dcadas del ochenta y el noventa tambin fueron crticas para la regin. Sin embargo, tal como se verica en el Grco 2, tal hiptesis no tiene asidero, ya que el deterioro relativo tanto del PBI como del PBI per cpita de la Argentina respecto a sus si- milares del conjunto de Amrica Latina fue sumamente profundo a par- tir de la interrupcin de la industrializacin sustitutiva por parte de la dictadura militar que irrumpi en 1976. De hecho, en trminos del PBI slo dos pases latinoamericanos (Hait y Nicaragua) tuvieron un com- portamiento peor que la Argentina durante el perodo considerado.GRFICO 2EVOLUCIN DE LA RELACIN DEL PBI Y DEL PBI PER CPITAENTRE ARGENTINA Y AMRICA LATINA 1962-2004 (NMERO NDICE 1974=1,0)1,101,00

1,07

1,00

Argentina/Amrica Latina PBI Argentina/Amrica Latina PBI per cpita

0,900,80

0,97

0,85

0,70

0,75

0,74

0,70

0,60

0,68

0,61

0,50

1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004

Fuente: elaboracin propia sobre la base de informacin del FMI, World Economic Outlook, varios aos.

Antes de analizar las causas de semejante deterioro, cabe sealar que paradjicamente el mismo fue acompaado, como se ver con mayor detalle ms adelante, por una notable incorporacin de ahorro externo proveniente del endeudamiento externo del sector pblico y del sector privado, as como de la incorporacin de inversin extranjera directa (IED) destinada a la adquisicin de empresas instaladas.Asimismo, que ese deterioro relativo de la economa local fue acompaado por un acentuado proceso de desindustrializacin que no es un fenmeno peculiar de la dcada del noventa sino un proceso que abarca casi tres dcadas, ya que durante ese perodo se registr una pr- dida de la incidencia que exhiba el valor agregado industrial respecto al que generaba el conjunto de la economa. Tal como se verica a travs de la comparacin de los resultados de los tres ltimos Censos Industriales (Censos Econmicos de 1974, 1984 y 1994), esa desindustrializacin es- tuvo estrechamente vinculada a una reestructuracin regresiva de largo plazo, durante la cual disminuyeron un 15% el nmero de establecimien- tos y se expuls la cuarta parte de la mano de obra sectorial, alcanzando su mayor intensidad en trminos de lo que se puede considerar la gran industria local (los establecimientos con ms de 100 ocupados).A pesar de que el ltimo Censo Industrial se realiz a comienzos de la dcada (1993) y considera un ao de reactivacin industrial, hay que remontarse casi 50 aos atrs para encontrar una cantidad de esta- blecimientos y una ocupacin industrial ms o menos similar. En efecto, la revisin de los Censos Industriales indica que en 1946 el pas contaba con 85 mil establecimientos industriales que ocupaban a 1,1 millones de personas, pero con la diferencia de que en ese momento la poblacin eco- nmicamente activa rondaba los 6 millones de personas, mientras que en1993 era prcticamente el doble (Azpiazu, Basualdo y Schorr, 2002).Adems de la redistribucin del ingreso industrial en contra de los trabajadores y la concentracin sectorial (Azpiazu, 1998), durante la d- cada del noventa se despleg la desintegracin de la produccin local. Si bien durante la dcada anterior surgieron expresiones de este tipo como el caso del parque industrial de la provincia de Tierra del Fuego, que con- siste en la creciente importancia del armado de productos sobre la base de insumos y partes importadas la desintegracin de la produccin local es un fenmeno que se expande durante el rgimen de Convertibilidad (es decir de tasa de cambio ja y convertible) debido a la apertura asimtrica a la importacin de bienes. Este proceso se hace palpable cuando se veri- ca que el coeciente de integracin nacional de la industria local (valor agregado/valor de produccin) pas del 42% al 34% entre 1973 y 19941.1 Si bien an no se dispone de estudios que analicen las modicaciones registradas en las funciones de produccin de la industria en las ltimas dcadas (cambios orientados a

Finalmente, ahora s como tendencia vigente en los veinte aos que median entre los aos extremos, se despleg una marcada reduccin del espectro productivo. La informacin disponible al respecto indica que durante las ltimas dcadas adquirieron una creciente importancia dentro de la produccin industrial las actividades que se sustentaban so- bre la base de ventajas comparativas naturales (como la produccin de alimentos y bebidas y, en menor medida, la renacin de petrleo y la industria petroqumica), y/o aquellas protegidas por regmenes excepcio- nales (como la industria automotriz, cuyo notable crecimiento estuvo directamente asociado al rgimen de promocin y proteccin con el que fue favorecida). Todas estas actividades, que con sus ms o sus menos, son oligoplicas, congregaron, en conjunto, el 65% de la produccin in- dustrial de nuestro pas y el 75% de las exportaciones sectoriales.LAS CARACTERSTICAS GENERALES DE LA VALORIZACIN FINANCIERA EN LA ARGENTINA (1976-2001)El rgimen social de acumulacin que impuso la dictadura militar, in- terrumpiendo la industrializacin basada en la sustitucin de importa- ciones, constituy un caso particular del nuevo funcionamiento de la economa mundial2, quizs el ms profundo y excluyente en Amricareemplazar insumos producidos localmente por importados, o directamente a la sustitu- cin de algunos de los productos nales que se elaboraban localmente) hay un conjunto de evidencias sectoriales que indican la profundidad alcanzada por ese proceso. As, las empresas productoras de cocinas, heladeras, lavarropas, etc. (la denominada lnea blanca) incorporan hasta un 35% de partes importadas mientras que en la produccin de bienes electrnicos de consumo dicha participacin alcanza al 50%. Sin embargo, el caso ms pa- radigmtico es el de la industria automotriz porque su expansin se logra sobre la base de un rgimen de proteccin especial que impulsa la importacin de autopartes provenientes fundamentalmente de Brasil. Las nuevas normas para el sector establecidas en los aos noventa indican que las terminales deben utilizar un mnimo del 30% de insumos locales en relacin con el valor del automvil, cuando en la dcada anterior dicha exigencia se ubicaba en el orden del 90%. Ello es particularmente importante de destacar por cuanto se trata del nico sector manufacturero que ha gozado de un rgimen especial de proteccin y promocin durante toda la dcada del noventa. Sin embargo, dicho rgimen no ha indu- cido un crecimiento de la oferta sustentado en un incremento en la produccin industrial en sentido estricto, sino ms bien en actividades de armado y/o ensamblado de insumos y partes importadas (cuando no en la comercializacin directa de vehculos importados por las terminales). Como producto de ello, las grandes terminales han registrado importantes dcits comerciales a lo largo del decenio, lo cual contrasta con una de las principales disposiciones de la normativa sectorial (que apuntaba a que las empresas registraran un balance comercial equilibrado o, incluso, que arrojara saldos positivos).2 En repetidas ocasiones a lo largo de este ensayo se aludir al concepto de patrn de acu- mulacin de capital o rgimen social de acumulacin o simplemente rgimen de acumulacin. Respecto a la denicin del mismo, Roger Boyer (Boyer, 1989: 59) sostiene que: estudiar las posibilidades en el largo plazo de la acumulacin equivale, pues, a buscar las diferentes regularidades sociales y econmicas con respecto a: -un tipo de evolucin de la organizacin de la produccin y de las relaciones de los asalariados con los medios de produccin; -un

Latina en trminos relativos. Al igual que lo que ocurri en la econo- ma capitalista, en la sociedad argentina se impuso un planteo donde la valorizacin nanciera del capital devino como el eje ordenador de las relaciones econmicas, lo cual, por cierto, no aludi nicamente a la importancia que adquiri el sector nanciero en la absorcin y asig- nacin del excedente sino a un proceso ms abarcativo que revolucion el comportamiento microeconmico de las grandes rmas oligoplicas, as como el de la economa en su conjunto.Ciertamente, la deuda externa y especcamente la del sector pri- vado cumplieron un papel decisivo en esta etapa porque el ncleo cen- tral del nuevo patrn de acumulacin estuvo basado en la valorizacin nanciera que realiz el capital oligoplico local constituido por los grupos econmicos locales y los intereses extranjeros radicados en el pas a partir de la misma.Especcamente, se trat de un proceso en el cual las fracciones del capital dominante contrajeron deuda externa para luego realizar con esos recursos colocaciones en activos nancieros en el mercado interno (ttulos, bonos, depsitos, etc.) para valorizarlos a partir de la existenciahorizonte temporal de valorizacin del capital sobre la base del cual puedan deducirse los principios de gestin; -una distribucin del valor que permita la reproduccin dinmica de las diferentes clases o grupos sociales; -una composicin de la demanda social que valide la evolucin tendencial de las capacidades de produccin; -una modalidad de articulacin con formas no capitalistas, cuando estas ltimas ocupan un lugar determinante en la formacin econmica estudiada. De all surge la denicin de rgimen de acumulacin. Se designar con este trmino al conjunto de regularidades que aseguran una progresin general y relati- vamente coherente de la acumulacin del capital, es decir que permita reabsober o posponer las distorsiones y desequilibrios que nacen permanentemente del mismo proceso. Por otra parte, Enrique Arceo (Arceo, 2003: 19) sintetiza ese concepto diciendo: las caractersticas del modo de acumulacin dependen de la estructura econmico-social, de las luchas pol- ticas y sociales que fueron conformando esa estructura y de la composicin del bloque de clases que deviene dominante y que impone un sendero de acumulacin acorde con sus intereses. El autor, en el anlisis posterior a esta denicin le agrega la necesidad de tener en cuenta tanto la insercin en la economa internacional como las actividades econmicas que son dinmicas en esa coyuntura histrica. Asimismo, Jos Nun (Nun, 2001: 37) entiende que as como hay un rgimen poltico de gobierno, hay tambin un rgimen social de acu- mulacin, en cuyo contexto operan los agentes econmicos [...] un rgimen social de acu- mulacin es insanablemente heterogneo y est recorrido por contradicciones permanentes que se maniestan en niveles variables de conictividad y ponen continuamente de relieve el decisivo papel articulador que juegan la poltica y la ideologa [...] Colocado el tema de esta manera, se sigue sin demasiadas dicultades que un rgimen social de acumulacin es un proceso histrico pluridimensional de mediano o largo plazo, que dene eso que corrien- temente se llama una etapa o un estadio capitalista [...] la categorizacin de las clases no debe buscarse en la economa sino en el rgimen social de acumulacin, esto es, en una for- macin institucional compleja, producto de una historia particular, que da especial saliencia a determinados actores y prcticas, que establece condiciones de recepcin ms favorables para ciertos discursos que para otros, y en cuyo contexto comienzan a cobrar sentido, por eso mismo, oposiciones y luchas que las restantes redes de relaciones tambin presentes pueden inhibir o potenciar.

de un diferencial positivo entre la tasa de inters interna e internacional y posteriormente fugarlos al exterior. De esta manera, a diferencia de lo que ocurra durante la segunda etapa de sustitucin de importaciones, la fuga de capitales al exterior estuvo intrnsecamente vinculada al endeu- damiento externo porque este ltimo ya no constituy, en lo fundamen- tal, una forma de nanciamiento de la inversin o del capital de trabajo sino un instrumento para obtener renta nanciera dado que la tasa de inters interna (a la cual se coloca el dinero) era sistemticamente supe- rior al costo del endeudamiento externo en el mercado internacional.Indudablemente, este proceso no hubiera sido factible sin una modicacin en la naturaleza del Estado que, desde este punto de vis- ta, se expres al menos en tres procesos fundamentales. El primero de ellos radic en que gracias al endeudamiento del sector pblico en el mercado nanciero interno donde es el mayor tomador de crdito la tasa de inters en dicho mercado super sistemticamente al costo del endeudamiento en el mercado internacional. El segundo consisti en que el endeudamiento externo estatal fue el que posibilit la fuga de capitales locales al exterior, al proveer las divisas necesarias para que ello fuese posible. El tercero y ltimo fue la subordinacin estatal a la nueva lgica de la acumulacin de capital por parte de las fracciones sociales dominantes, que posibilit que se estatizara, en determinadas etapas, la deuda externa privada.Al dejar de ser el endeudamiento externo una forma de nan- ciamiento de la expansin industrial y devenir en un instrumento para la obtencin de renta nanciera se produjo la escisin del mismo, tal como se verica en el Grco 3, con respecto a la evolucin de la econo- ma real. Dicha escisin no solamente trajo aparejadas recurrentes cri- sis econmicas que desencadenaron, tal como ocurri en la economa internacional, la destruccin de capital cticio sino que tambin provo- c al menos dos procesos que restringieron severamente el crecimiento econmico (Calcagno, 1987; Basualdo, 2000b).La primera de esas restricciones consisti en la salida de divi- sas al exterior que se gener por el pago de los intereses devengados a los acreedores externos (los organismos internacionales de crdito, los bancos transnacionales y los tenedores de bonos o ttulos emitidos tanto por el sector pblico como por el sector privado). Ciertamente, la evolucin de los intereses pagados que se acumularon entre 1975-2001 fue espectacular, ya que se expandieron al 16% anual acumulativo, lle- gando al nal de perodo a 117 mil millones de dlares, monto que supera el nivel del PBI que en 2002, luego de la ruptura del rgimen convertible, rond los 105 mil millones de dlares.La segunda restriccin al crecimiento fue la fuga de capitales lo- cales al exterior por parte de residentes locales, cuya expansin a lo lar- go de las ltimas dcadas fue ms reducida que el pago de los intereses

devengados (13%) pero su monto acumulado al nal del perodo lleg a 138 mil millones de dlares, superando dichos intereses en un 18% y en un 30% al PBI de 2002. A su vez, el ritmo de expansin de ambas variables super el que exhibi el stock de deuda externa neta (equiva- lente a la deuda externa bruta menos amortizaciones) que evolucion al 12% anual acumulativo y ascendi a 138 mil millones de dlares en2001 (Basualdo y Kulfas, 2000).En conjunto, ambas brechas representaron prcticamente 2,5 veces el PBI de 2002 y ms que duplicaron el ahorro externo que se incorpor durante el mismo perodo a la economa local estimado en120 mil millones de dlares incluyendo la capitalizacin de bonos de la deuda externa utilizados en las privatizaciones, con el agregado de que esta incorporacin de ahorro externo, va IED, estuvo primordialmente destinada a la adquisicin de empresas y no a la instalacin de nuevos establecimientos productivos.Obviamente, de esta evaluacin est excluida la signicativa renta que generaron en el exterior los recursos fugados por los residentes loca- les. Entre 1970 y 2001, el stock de esos ingresos percibidos en el exterior super los 140 mil millones de dlares, y al no ser considerados en las habituales estimaciones de distribucin del ingreso, conllevan una mar- cada subestimacin de la regresividad existente, la cual de por s se ha acentuado notablemente a partir de la ltima dictadura militar.GRFICO 3EVOLUCIN DE LA DEUDA EXTERNA NETA, LA FUGA DE CAPITALES Y LOS INTERESES PAGADOS 1975-2001 (MILES DE MILLONES DE DLARES)

160140

Deuda externa netaFuga de capitales

125

142

145 146132

140138

120100

Intereses de la deuda

1119986 96

112

118

12493

105

117

80604944 46

51 52

65 62 61 63 58 59

53 53 55 55

8472 8268 7260 635649

40 36272127

37 3834

40 40

45 4431 3329

444135 37

20 11 13 198 9 14117 8

211711 13

0 3 3 4 4

5 7 9

75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 0 1Fuente: elaboracin propia sobre la base de informacin del Banco Central de la RepblicaArgentina, Memorias y Balances, varios aos, y el FMI, World Economic Outlook, varios aos.

Es denitorio para aprehender la naturaleza de la deuda externa y del proceso en que se insert, comprender que la misma no genera renta por s misma. Por lo tanto, de ella no surgi el excedente que se transri a los acreedores externos en concepto del pago de los intereses, ni la amortizacin del capital, ni tampoco los recursos que los deudores externos privados transrieron al exterior. Para estos l- timos, su endeudamiento externo fungi como una inmensa masa de recursos pasible de ser valorizada en el mercado nanciero interno, pero no gener la renta que dichos agentes econmicos obtuvieron al endeudarse pagando la tasa de inters internacional y percibiendo la tasa de inters interna.Identicar el origen del excedente apropiado por la valorizacin nanciera y las transferencias de recursos a los acreedores externos es de una importancia vital para comprender la profunda revancha social que implic el nuevo patrn de acumulacin de capital. Cierta- mente, ese excedente no provino de la expansin econmica, porque el crecimiento de las transferencias de recursos al exterior y de los intereses pagados lo super largamente. Su origen se encuentra en la redistribucin del ingreso y de hecho, tal como se constata en el Gr- co 4, la misma comenz con anterioridad a la puesta en marcha del funcionamiento pleno de la valorizacin nanciera en 1979, cuando convergieron la Reforma Financiera de 1977 y la apertura discrimina- da en el mercado de bienes y en el mercado de capitales.La conjuncin del deterioro del salario real primero y la eclosin de la desocupacin y subocupacin despus, trajeron aparejada desde la dictadura militar en adelante una indita reduccin de la participa- cin de los asalariados en el ingreso. Esta profunda redistribucin del ingreso fue el prerrequisito que hizo posible la valorizacin nanciera que llevarn a cabo los sectores dominantes basados en el endeuda- miento externo durante los treinta aos en que rigi ese patrn de acu- mulacin de capital y cuyos resultados fugaran al exterior.

GRFICO 4EVOLUCIN DE LA PARTICIPACIN DE LOS ASALARIADOS EN EL INGRESO 1962-2004(% DEL PBI)5048,5

4543,8

45,5

44,9

46,5 46,945 ,8

44,0

Participacin de los asalariados en el ingreso

44,7

39,8

40,638,7

42,7

40,1

38,0

38,93530

34,5

33,230,8

30,3 30,5

29,6

30,8

36,831,2

32,6

33,531,9

32,1

30,4 30,7

29,4

29,6

31,1

26,12522,620

25,423,922,9

1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004Fuente: elaboracin propia sobre la informacin de Lindemboin, Graa y Kennedy, 2005.El nuevo y menor nivel de la participacin de los asalariados en el in- greso fue irreversible pero las modalidades mediante las cuales se man- tuvo fueron, tal como se observa en el Grco 5, diferentes a lo largo del tiempo. En los primeros aos de la dictadura militar, la concentracin del ingreso avanz, exclusivamente, mediante una brutal cada del sa- lario real promedio, mientras que en la dcada del ochenta comenz a incidir la desocupacin y, ms an, la subocupacin de la mano de obra. Finalmente, durante la dcada del noventa, si bien se acentu la contraccin salarial, la principal va de la reduccin de la participacin de los asalariados en el valor agregado fue el explosivo crecimiento de la desocupacin y, en menor medida pero tambin signicativo, el de la subocupacin de la mano de obra. Fenmenos, todos ellos, que desen- cadenaron los inusitados niveles de pobreza extrema que irrumpieron en esos aos.

GRFICO 5EVOLUCIN DEL SALARIO MEDIO, LA DESOCUPACIN Y LA SUBOCUPACIN EN ELGRAN BUENOS AIRES (GBA) 1964-2000 (% DE LA PEA Y NMEROS NDICES 1976=100)

20Desoc. GBA18 Suboc. GBASalario medio (76=100)16

180160140

1412108 % de la PEA64

12010080 1976=1006040

2 200 066 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 92 94 96 98

1964

Segunda etapa de sustitucin de importaciones (1958-1975)

Valorizacin financiera 2000(1976-2001)

Fuente: elaboracin propia sobre la base de informacin de la Encuesta Permanente de Hogares(EPH) del Instituto Nacional de Estadsticas y Censos (INDEC), varios aos.Este proceso se expres, desde la dictadura militar en adelante, en una creciente heterogeneidad de la clase trabajadora, que estuvo estrecha- mente vinculada a la profunda reestructuracin industrial de las l- timas dcadas. As, los regmenes de promocin industrial aplicados durante las dcadas anteriores y que subsidiaban prioritariamente al capital y principalmente a las grandes rmas oligoplicas dentro del mismo y no al trabajo, produjeron una doble fractura en la clase tra- bajadora industrial. Por un lado, surgi un nuevo estrato de trabaja- dores industriales que estuvo constituido por los nuevos operarios de las plantas manufactureras radicadas en las regiones promocionadas. Los mismos tenan un escaso grado de sindicalizacin y perciban, para igual calicacin, salarios ms reducidos que los trabajadores de los centros industriales tradicionales.Por otra parte, como en buena medida las nuevas plantas indus- triales resultaron del traslado de los establecimientos que estaban radi-

cados en las zonas tradicionales (Gran Bs. As., Rosario o Crdoba), es- tas polticas tendieron a consolidar el proceso de desocupacin y mar- ginalidad social en los lugares de origen porque, si bien se trasladaron las plantas industriales, no ocurri lo mismo con los trabajadores que hasta ese momento estaban ocupados por las mismas. Por lo tanto, de ese proceso emergi otro estrato dentro de la clase trabajadora, que son los desocupados, que mantuvieron obvias diferencias con los anterio- res, tanto como las que ambos desocupados y nuevo proletariado in- dustrial mantuvieron con los trabajadores industriales tradicionales.Es indudable que esta situacin se agrav durante los aos no- venta, en consonancia con una profundizacin del proceso de desin- dustrializacin y la privatizacin de las empresas estatales, deviniendo los trabajadores desocupados en uno de los estratos ms dinmicos en las luchas sociales que se desplegaron durante los ltimos aos de la Convertibilidad.Si bien todos los estratos mencionados anteriormente forman parte de la clase trabajadora, es indudable que la profunda heteroge- neidad de los trabajadores no slo volvi ms dicultosa la convergen- cia sobre reivindicaciones comunes sino que, incluso, se comenzaron a esbozar contradicciones entre ellos3.LAS TRANSFORMACIONES EN EL BLOQUE DOMINANTE DURANTE LA VALORIZACIN FINANCIERALos primeros gobiernos peronistas (1945-1955) se caracterizaron por incorporar a la clase trabajadora en trminos econmicos, sociales y polticos, dando por terminado, al mismo tiempo, el pas agroexpor- tador sobre la base de un acelerado crecimiento industrial, lo cual no implic nalizar con la importancia estructural de los terratenientes, especcamente de la oligarqua pampeana (Basualdo, 2004a).Durante esos aos, la conjuncin de esta nueva situacin de los trabajadores en trminos polticos, sociales y econmicos con una no- table expansin de la produccin y el empleo industriales, se plasm mediante una profundizacin de la intervencin estatal en el proceso econmico que permiti concretar una signicativa redistribucin de3 Un ejemplo de esas contradicciones se despliega en nuestros das a partir de los planes para desocupados (Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados), donde las organizaciones de trabajadores desocupados median entre el Estado, que provee los fondos, y los desocupa- dos propiamente dichos. La principal reivindicacin de esas organizaciones, cuya capaci- dad de negociacin emerge de su trabajo territorial, no es la generacin de empleo sino la de incrementar la cantidad de planes otorgados y el monto unitario de los mismos. De esta manera, se consolida una identidad propia, diferenciada del resto de los trabajadores, que se aanza a partir de la teora de los nuevos actores sociales que surgen del proceso de desindustrializacin.

la renta agropecuaria. En efecto, el papel estatal fue decisivo para que la renta agropecuaria que antes era apropiada por la oligarqua terra- teniente y el capital extranjero vinculado al planteo agroexportador se redistribuyera hacia los trabajadores, los empresarios industriales vin- culados al abastecimiento del mercado interno y al propio Estado.Hay pleno consenso acerca del predominio que ejercieron en esa poca las empresas extranjeras en la produccin industrial, como re- sultado de la convergencia de las inversiones forneas de las primeras dcadas del siglo XX vinculadas a la dinmica agroexportadora, con aquellas radicadas posteriormente mediante empresas dedicadas a la produccin de bienes industriales destinados prioritariamente al abas- tecimiento del mercado interno. Mientras que la incidencia de las pri- meras declin, la de estas ltimas fue creciente a lo largo del tiempo, constituyndose en uno de los factores fundamentales que plasmaron el predominio industrial durante esos primeros gobiernos peronistas (Dorfman, 1942).Junto a las empresas extranjeras se encontraba otra fraccin in- dustrial que formaba parte de la oligarqua agropecuaria pampeana. Se trat de aquellos integrantes de esa clase social que diversic sus inversiones hacia, entre otras, la actividad industrial durante la etapa agroexportadora y que estaba conformada tanto por capitales de origen extranjero que realizaron inversiones y radicaron ramas familiares en el pas, como por otros capitales que se integraron a esta misma fraccin social durante las dcadas anteriores (Basualdo, 2004a). Su importan- cia industrial era indudable y, a pesar de haber fracasado en un planteo de industrializacin alternativo al del peronismo por ser exportador (el Plan Pinedo de 1940), devino como la fraccin que condujo a la oligar- qua pampeana en su conjunto desde la consolidacin de la sustitucin de importaciones (Azpiazu, Basualdo y Khavisse, 2005; Llach, 1972).La tercera fraccin del empresariado industrial que termina de constituirse durante estos aos, la burguesa nacional, fue en algn sen- tido una creacin del peronismo. No es que durante dichos gobiernos aparezcan por primera vez las empresas nacionales, porque hay eviden- cias contundentes de que las mismas registraron un fuerte crecimien- to durante la dcada anterior, sino que el apoyo e incentivo estatal de ese momento fueron decisivos para que se expandieran e irrumpieran como un sector de la produccin industrial contrapuesto a las fraccio- nes empresarias predominantes estructuralmente (Jorge, 1971).Sobre la base de un replanteo en el contenido del Estado, la in- corporacin de la clase trabajadora como un relevante sujeto social re- conocido institucionalmente y las mencionadas fracciones industriales conformaron una nueva matriz social, que dio lugar a dos bloques so- ciales que se enfrentarn a lo largo de la segunda etapa de sustitucin de importaciones que se desplegar, una vez derrocado el peronismo

mediante un golpe de Estado, entre 1958 y 1975. El primero de ellos, conformado por la clase trabajadora cuyo ncleo estaba constituido por los asalariados industriales y ese sector del empresariado nacional asentado principalmente en la produccin de bienes intermedios y bie- nes salarios demandados por los sectores populares. El otro, conducido por el capital extranjero industrial y esa fraccin de la oligarqua pam- peana que estaba inserta en la produccin industrial y haba formado parte del proyecto agroexportador anterior.En el marco de un creciente conicto poltico centrado en la proscripcin del peronismo por parte de los sectores dominantes, el predominio estructural que ejercieron las subsidiarias extranjeras en la produccin industrial a lo largo de toda la segunda etapa de sustitucin de importaciones fue indiscutible.A la de por s relevante participacin que exhiban durante la primera etapa de sustitucin de importaciones se le sumaron las im- portantes inversiones externas que se registraron entre 1958 y 1964, especialmente en las actividades industriales que sern de all en ms las ms dinmicas de la produccin sectorial. Durante esos aos, la participacin de las empresas extranjeras en el total del valor de pro- duccin industrial rondaba el 30%, pero dentro de las 100 empresas industriales de mayores ventas concentraban una parte mayoritaria de la facturacin. Desde este ltimo punto de vista, su mayor inuen- cia se ubic en el ao 1969, es decir en las postrimeras de la gestin de Krieger Vasena, que es expulsado por el estallido del Cordobazo. Si bien a partir de ese ao su inuencia sectorial declin, sigui siendo mayoritaria y asumi un papel protagnico en el substancial incre- mento de las exportaciones de origen industrial que fue, como se men- cion, uno de los factores que modicaron las caractersticas del ciclo corto sustitutivo (Brennan, 1996).En las restantes fracciones del capital industrial, as como en la incidencia sectorial de las empresas estatales, se registraron cambios signicativos durante las dos etapas de la sustitucin de importaciones. Uno de los factores que provoc el fracasado intento del peronismo por integrar la estructura productiva mediante la incorporacin de la indus- tria pesada radic, pese a las reiteradas denuncias acerca del acentuado estatismo de esos gobiernos, en la exigua participacin que alcanzaron las empresas estatales en esa produccin sectorial. Pues bien, una vez derrocado el peronismo se registr, a lo largo de la segunda etapa de sustitucin de importaciones, un incremento sistemtico y signicativo de la participacin de las empresas estatales en la facturacin de las grandes rmas de la economa local. Se puso en evidencia entonces que el problema no radicaba en la injerencia estatal sino en el sesgo popu- lar (en trminos de la distribucin del ingreso) que asumi el Estado durante el peronismo.

A diferencia de lo que ocurri con las empresas estatales, las que pertenecan a la burguesa nacional registraron una marcada contrac- cin en su participacin en las ventas de las grandes rmas industriales. A raz de la incorporacin de las nuevas actividades dinmicas contro- ladas por el capital extranjero que dieron lugar a la segunda etapa de sustitucin de importaciones, las ramas de actividad en donde actua- ban las empresas pertenecientes a esta burguesa nacional perdieron importancia. Pero adems, en los aos posteriores, una de las vas me- diante las cuales se fortaleci la inuencia estructural de las subsidia- rias extranjeras fue la adquisicin del capital social de mltiples rmas pertenecientes a esta fraccin del capital industrial. Por su parte, la oli- garqua diversicada registr un escaso crecimiento en su participacin en las ventas de las grandes rmas y su incidencia en las exportaciones industriales era relativamente modesta.Sobre esta situacin estructural irrumpi la dictadura militar en marzo de 1976 y redeni drsticamente el comportamiento econmi- co en tanto interrumpi la industrializacin basada en la sustitucin de importaciones e impuso un nuevo rgimen social de acumulacin sus- tentado en la valorizacin nanciera. Cabe entonces preguntarse acerca de las causas estructurales y polticas que provocaron esta modicacin en el patrn de acumulacin vigente y su reemplazo por otro que nece- sariamente supona una catstrofe econmica y social.Resulta poco discutible la signicativa inuencia que ejercieron las profundas transformaciones en el sistema capitalista mundial, ya que la creciente liquidez internacional, fuertemente impulsada por el incremento en el precio del petrleo, le otorg a los bancos transnacio- nales una masa de recursos inimaginable slo pocos aos atrs.Si bien la expansin de la deuda externa haba comenzado aos antes, el endeudamiento estatal de esos aos estuvo en funcin de la evolucin de la economa real y ms especcamente de las necesida- des de divisas necesarias para cerrar las eventuales brechas externas derivadas de los desequilibrios en la balanza comercial. El del sector privado por su parte, fue an ms modesto y estuvo en directa relacin a la expansin de la produccin va un incremento de la inversin en maquinaria y equipo. Bajo esas circunstancias resultaba evidente que la ampliacin del giro bancario tena severas restricciones por el lado de la demanda, que slo podan removerse si se alteraba drsticamente el tipo de endeudamiento externo, lo cual necesariamente implicaba, por el carcter dependiente de este ltimo, una profunda modicacin del patrn de acumulacin vigente.Las presiones del sistema nanciero internacional y especca- mente de la banca transnacional para incentivar la expansin de los ujos de capital, y particularmente del endeudamiento externo de los pases dependientes, constituyeron factores bsicos que impulsaron la

interrupcin de la industrializacin. Sin embargo, a pesar de su im- portancia, resultan insucientes para explicar la irrupcin de un nuevo patrn de acumulacin de capital en el pas, porque la implementa- cin especca de los cambios la realizaron algunas de las fracciones del capital interno. Por lo tanto, adems de tomar nota de la presencia del capital nanciero internacional en el nuevo bloque de poder que se constituy a partir de la dictadura militar, es necesario indagar las transformaciones y realineamientos de las fracciones del capital inter- nas, as como los factores que las provocaron.Tal como se mencion anteriormente, la instauracin de la va- lorizacin nanciera del capital interrumpi y desplaz un proceso de industrializacin que estaba superando su principal restriccin en tr- minos del crecimiento econmico. Desde el punto de vista estructural, es relevante tener en cuenta esta creciente consolidacin de la indus- trializacin, no solamente para comprender ese perodo sino tambin para aprehender las causas internas que desencadenan su interrupcin. La sustentabilidad que logr la sustitucin de importaciones mediante las exportaciones de productos industriales y la deuda externa implic una modicacin substancial en el poder relativo que detentaban las distintas fracciones dominantes. La inuencia de la oligarqua agrope- cuaria pampeana se deterioraba a medida que ese proceso avanzaba, con el agravante de que la fraccin social que la conduca, la oligarqua diversicada, ocupaba un papel poco signicativo en las exportaciones dinmicas, las de bienes de origen industrial.Por otra parte, ninguno de los proyectos polticos alternativos dentro del peronismo, que era la fuerza poltica hegemnica de ese en- tonces, incorporaba a los terratenientes pampeanos como parte central de sus alianzas sociales sino que, por el contrario, en los mismos se supona, al menos implcitamente y en el mejor de los casos, su subor- dinacin a la expansin de las otras fracciones empresarias.La oligarqua pampeana y especcamente la fraccin diversica- da de la misma fue la contraparte local del capital nanciero internacio- nal y sus intelectuales orgnicos fueron los que encabezaron la estrategia reestructuradora que acab con el planteo industrial vigente hasta ese momento. Para que ello fuese posible, dado el predominio estructural del capital extranjero, a partir del control del aparato estatal, fracturaron a las dems fracciones del capital, integrando parte de sus respectivos miembros al nuevo bloque social dominante, recreando de esta manera la composicin de la propia fraccin diversicada de la oligarqua.La conformacin de un nuevo bloque social dominante abri un proceso diferente en trminos estructurales basado en la centralizacin del capital, en el cual los grupos econmicos locales expresin de la re- novada oligarqua diversicada ganaron posiciones en detrimento del capital extranjero y la burguesa nacional. La nueva situacin en la eco-

noma real se puede apreciar analizando las tendencias de largo plazo en las ventas de las 200 empresas de mayor facturacin4 (Grco 6).Los grupos econmicos locales (oligarqua diversicada) au- mentaron su participacin en las ventas de las rmas lderes durante la dictadura militar, y a partir de 1981 superaron, salvo en 1984, a las restantes formas de propiedad dentro del capital privado hasta nes de la dcada del noventa, a excepcin, como se ver ms adelante, de las asociaciones entre el capital extranjero y los propios grupos econmi- cos. No obstante, esta signicativa incidencia de los grupos econmi- cos locales en la economa real reeja slo parcialmente su expansin4 En este ensayo se entiende que la concentracin de la produccin consiste en la inci- dencia que tienen las mayores rmas de una actividad econmica (cuatro u ocho segn la metodologa utilizada) en el valor de produccin de la misma. En cambio, la centralizacin econmica alude a los procesos en los cuales unos pocos capitalistas acrecientan el control sobre la propiedad de los medios de produccin con que cuenta una sociedad, mediante la expansin de su presencia en una o mltiples actividades econmicas basndose en una reasignacin del capital existente (compras de empresas, fusiones, asociaciones, etctera). La centralizacin del capital no se produce necesariamente en una rama de actividad, sino prioritariamente a travs de la compra de empresas, fusiones o asociaciones que aumentan el control por un mismo capital de diversas actividades. En trminos ms precisos Carlos Marx (Marx, 1971: 526) arma: no se trata ya de una simple concentracin, idntica a la acumulacin, de los medios de produccin y del poder de mando sobre el trabajo. Se trata de la concentracin de los capitales ya existentes, de la acumulacin de su autonoma indi- vidual, de la expropiacin de unos capitalistas por otros, de la aglutinacin de muchos ca- pitales pequeos para formar unos cuantos capitales grandes. Este proceso se distingue del primero en que slo presupone una distinta distribucin de los capitales ya existentes y en funciones, en que, por tanto, su radio de accin no est limitado por el incremento absolu- to de la riqueza social o por las fronteras absolutas de la acumulacin. El capital adquiere, aqu, en una mano, grandes proporciones porque all se desperdiga en muchas manos. Se trata de una verdadera centralizacin, que no debe confundirse con la acumulacin y la concentracin. Por esta razn, para evaluar cuantitativamente la importancia de las dife- rentes fracciones del capital a partir de 1976 se toman en cuenta las 200 empresas de ma- yor facturacin, sean industriales o no industriales (salvo las nancieras y agropecuarias). Pero adems, durante este ltimo perodo se consideran los siguientes tipos de capital. Se denomina conglomerados extranjeros a las transnacionales que controlan el capital de seis o ms subsidiarias locales, y empresas extranjeras a las que controlan menos de seis subsi- diarias en el pas. En trminos del capital local, se mantienen las empresas estatales como categora analtica al igual que la burguesa nacional aunque, desde el punto de vista de la centralizacin del capital, pasan a denominarse empresas locales independientes en tanto se trata de grandes rmas que actan por s solas en las diversas actividades econmicas consideradas, sin estar vinculadas por la propiedad con otras empresas de la misma u otra rama econmica. En realidad, dentro de esta ltima categora quedan los integrantes de la burguesa nacional que se mantienen como tales durante la valorizacin nanciera, porque los que se reconvierten de acuerdo a las pautas del nuevo patrn de acumulacin pasan a engrosar la categora de los grupos econmicos locales, donde convergen con la oligarqua diversicada e incluso algunos capitales de origen extranjero. Esta categoralos grupos econmicos locales comprende a los capitales locales que detentan la propie- dad de seis o ms rmas en diversas actividades econmicas. Finalmente, se agregan las asociaciones como un sexto tipo de empresa, que son los consorcios cuyo capital acciona- rio est compartido por inversores del mismo o diferente origen.

econmica, porque ellos tambin fueron centrales en el proceso de va- lorizacin nanciera que se sustentaba en el endeudamiento externo y culminaba con la fuga de capitales locales al exterior.Tanto la participacin de los conglomerados extranjeros como, especialmente, la de las empresas transnacionales en las ventas de las grandes rmas evolucion en el sentido inverso a la de los grupos eco- nmicos locales, es decir que descendieron de una manera signicativa hasta mediados de la dcada del noventa.GRFICO 6PARTICIPACIN EN LAS VENTAS DE LAS 200 EMPRESAS DE MAYOR FACTURACIN DE LAS FIRMAS CONTROLADAS POR LA OLIGARQUA DIVERSIFICADA, LA BURGUESA NACIONAL, LOS CONGLOMERADOS EXTRANJEROS Y LAS EMPRESAS (%)35Oligarqua diversificada (grupos econmicos) Conglomerados extranjerosBurguesa nacional (empresas locales sin dependientes)30 Empresas transnacionales2520151051975

77 79 81 83 85 87 89 92 94 96 98

2000

Dictadura militar(1976-1983)

Radicalismo(1983-1989)

Peronismo(1989-1999)

Al ianza,Radicalismo Frepaso(1999-2001)

Fuente: elaboracin propia sobre la base de las revistas Mercado y Prensa Econmica, varios aos.

En ambos casos, aunque con diferencias de intensidad, no se trat fundamentalmente de una declinacin debido a la prdida de dina- mismo de sus respectivos mercados, y por ende de sus ventas, sino a modicaciones estructurales asociadas a la repatriacin por parte de las casas matrices de sus inversiones industriales radicadas en el pas. Cabe recordar al respecto que a partir del cese de las actividades en el pas de General Motors en 1978 se registr una sensible repatriacin de las inversiones extranjeras en la produccin industrial, especial- mente de aquellas rmas especializadas, es decir de las que se consi- deran como empresas transnacionales en este trabajo.Finalmente, la participacin en las ventas de las grandes em- presas de la burguesa nacional manifest, pese a sus altibajos, una tendencia estable durante el perodo analizado. Sin embargo, dicha estabilidad fue acompaada de transformaciones signicativas que indicaron una prdida de incidencia relevante en este tipo de empre- sas: a medida que transcurra el tiempo eran cada vez menos indus- triales y ms comerciales.Es ostensible que a mediados de los aos noventa se manifest una profunda alteracin en la tendencia seguida hasta ese momento por la participacin de todas las formas de propiedad mencionadas. Mientras que la participacin de las empresas extranjeras se incre- ment abruptamente, la de los grupos econmicos locales descendi y fue superada por ambos tipos de rmas extranjeras. El anlisis de estas transformaciones tan relevantes que se sucedieron a nales de esa dcada requiere examinar una de las modicaciones estructurales ms importantes del siglo XX en la economa interna: la privatizacin de las empresas estatales.Tal como se observa en el Grco 7, las empresas estatales eran la forma de propiedad ms signicativa de acuerdo a su participacin en las ventas de las grandes rmas de la economa local, superando inclusive a la que exhiban las empresas controladas por la oligarqua diversicada.

GRFICO 7PARTICIPACIN DE LAS EMPRESAS ESTATALES Y LAS ASOCIACIONES EN LAS VENTAS DE LAS 200 EMPRESAS DE MAYOR FACTURACIN 1975-2000 (%)4540 EstatalesAsociaciones353025201510501975

77 79 81 83 85 87 89 92 94 96 98

2000

Dictadura militar(1976-1983)

Radicalismo(1983-1989)

Peronismo(1989-1999)

AlianzaRadicalismo-Frepaso(1999-2001)

Fuente: elaboracin propia sobre la base de las revistas Mercado y Prensa Econmica, varios aos.Sin embargo, a comienzos de la dcada del noventa se registr una abrupta declinacin en su participacin dentro de la facturacin de las grandes rmas, como consecuencia del vasto y acelerado proceso de transferencia de los activos estatales al capital privado.Dado que los consorcios privados que de all en ms prestaron los servicios pblicos estaban controlados por la asociacin entre los grupos econmicos locales con empresas extranjeras que se incorporaron a la economa argentina, surgi una nueva forma de propiedad (asociacio- nes) que expresaba la conformacin por primera vez en el pas de una comunidad de negocios entre los capitales locales y extranjeros.A partir de las privatizaciones, las asociaciones devinieron en la principal forma de propiedad dentro de las grandes rmas. No obstante, desde mediados de la dcada se manifest una reduccin que se acentu abruptamente a nes de la misma. Nuevamente en este caso, no se trata- ba de una declinacin relativa de la facturacin de los servicios pblicos controlados ahora por el capital oligoplico privado tanto local como ex- tranjero, sino de la transferencia de buena parte de los paquetes acciona-

rios de esos consorcios que estaban en manos de los grupos econmicos locales. En realidad, se trat de una de las expresiones de un fenmeno de transferencia de capital mucho ms vasto, en el cual los vendedores eran los capitales locales de all la reduccin de la participacin de los grupos econmicos locales en las ventas de las grandes rmas y los com- pradores rmas extranjeras que provocaron los monumentales incre- mentos en la participacin de estas empresas en las ventas de la cpula, involucrando rmas lderes en la produccin industrial e inclusive gru- pos econmicos enteros, como fue el caso del grupo econmico Astra.Esta nueva fase de extranjerizacin de la economa local presen- t caractersticas inditas en trminos histricos, porque no se trataba de la venta de empresas que registraban una situacin econmica-- nanciera comprometida, sino de las que eran lderes en sus respectivas actividades o, incluso, las de mayor rentabilidad en la economa real como era el caso de las empresas de servicios pblicos. Efectivamen- te, como se analizar con mayor detalle ms adelante, todo indica que en este aspecto tambin hubo una ruptura en trminos histricos por la irrupcin de un comportamiento que se inscriba en la lgica de la valorizacin nanciera a nivel internacional, en la cual la obtencin de ganancias patrimoniales o de capital mediante la compraventa de rmas cumpla un papel relevante5.ETAPAS DE LA VALORIZACIN FINANCIERA DURANTE LOS LTIMOS TREINTA AOSEl anlisis de las notables modicaciones de la economa internacional supera largamente los objetivos de este trabajo, pero resulta insoslaya- ble un brevsima revisin de las mismas, porque la instauracin de un nuevo rgimen de acumulacin de capital en la Argentina basado en la valorizacin nanciera se enclava en ese orden neoliberal que acab con la economa mundial surgida de la posguerra y que generalmente se considera la edad de oro del capitalismo.En este orden de ideas, parece haber consenso acerca de que la actual internacionalizacin nanciera en el mbito internacional uno de los fundamentos bsicos de la denominada globalizacin reconoce su origen en el surgimiento durante los aos sesenta de un mercado nanciero paralelo al de los estados nacionales que estaba basado en los denominados eurodlares, siendo Londres su plaza principal y los bancos comerciales sus principales operadores (Chesnais, 2001).5 As por ejemplo, de acuerdo a Claude Serafati (Serafati, 2001: 203) trabajos publicados por la propia Reserva Federal de EE.UU. indican que ms de la tercera parte de las em- presas adquiridas entre 1984 y 1989 en ese pas fueron revendidas dentro de ese mismo perodo.

Posteriormente, a comienzos de la dcada del setenta, la disolu- cin del acuerdo suscripto en Bretton Woods (1944) que desvincul al dlar del oro dio lugar a la instauracin de los tipos de cambio exibles, que inauguraron una etapa de acentuada inestabilidad monetaria y es- peculacin nanciera. Sin embargo, la expansin de la internacionali- zacin nanciera cobr forma a partir de la desregulacin de los merca- dos de capitales que implementan Estados Unidos e Inglaterra a partir de 1979, bajo las administraciones de R. Reagan y de M. Thatcher, res- pectivamente. De a all en ms, se inici un proceso que revolucion el comportamiento macro y microeconmico de la economa internacio- nal y en el cual los activos nancieros se expandieron muy por encima del incremento de los activos jos, irrumpiendo reiteradas crisis nan- cieras que destruan capital cticio al disminuir el valor de los activos nancieros por la reduccin de su precio. De esa manera, el valor de los mismos se adecuaba al valor de los activos productivos, relacin que no mantiene un valor jo pero s un rango que es imposible de eludir, por- que la renta nanciera se nutra del excedente econmico que se genera en la esfera de la produccin.En este contexto de la evolucin general de la deuda externa y de las fracciones del capital dominantes, es imprescindible analizar some- ramente las diferentes etapas que recorri en la Argentina la valoriza- cin nanciera, y el endeudamiento externo como variable dependiente de la misma. Al respecto, resulta innegable que el mismo transit fases diferentes durante las tres dcadas analizadas vinculadas a la evolucin de la economa interna e internacional, las cuales determinaron altera- ciones signicativas en trminos cuantitativos en la deuda externa, la fuga de capitales locales al exterior y los intereses pagados a los acree- dores externos. Estas diversas alternativas se constatan en el Grco 8, donde constan los promedios anuales de las tres variables en cada pe- rodo, evaluadas en dlares del ao 2001.

GRFICO 8EVOLUCIN DE LA DEUDA EXTERNA TOTAL Y LA FUGA DE CAPITALES LOCALES(VARIACIN PROMEDIO ANUAL DE MILES DE DOLARES DE 2001)

Fuente: elaboracin propia sobre la base de informacin del Banco Central de la RepblicaArgentina. (Balance, varios aos) y el FMI (World Economic Outlook, varios aos).LA CONFORMACIN DE LA VALORIZACIN FINANCIERAAl encarar esta breve sntesis, es ineludible destacar que la Reforma Financiera de 1977 fue el primer paso hacia una modicacin drstica de la estructura econmico-social resultante de la sustitucin de im- portaciones. Durante los primeros aos (1977 y 1978) dicha reforma se articul con dos sucesivas polticas de corte monetarista, orientadassegn la conduccin econmica a controlar el proceso inacionario, que implicaron sendos fracasos: la poltica monetaria ortodoxa (entre junio de 1977 y abril de 1978) sustentada en la contraccin de la base monetaria, y aquella sustentada en eliminar las expectativas de ina- cin (entre mayo y diciembre de 1978).Durante esos primeros aos, la inacin expres la pugna en- tre las distintas fracciones del capital por apropiarse del excedente que perdieron los asalariados desde el mismo golpe militar mediante la espectacular cada de sus salarios. Sin embargo, a partir de 1979 la dictadura militar encontr la clave para orientar hacia su base social la redistribucin regresiva del ingreso en contra de los asalariados e in- troducir modicaciones estructurales que la volvieran irreversible. En

efecto, entre ese ao y 1981, a travs del enfoque monetario de balanza de pagos, la Reforma Financiera convergi con una apertura externa discriminada en favor del bloque social dominante en el mercado de bienes y de capitales.A partir de all, se puso en funcionamiento el comportamiento clsico de la valorizacin nanciera que fue descripto anteriormente, generando resultados inditos hasta ese momento en trminos de la deuda externa y la fuga de capitales que, por la naturaleza del proceso, estuvieron acompaados por una profunda crisis y reestructuracin de la economa real.En trminos generales, cabe sealar que durante esos aos se vericaron dos fenmenos desconocidos hasta ese momento: cada 100 dlares que entraron va el endeudamiento externo total se transrieron90 dlares al exterior y el monto de esta fuga de capitales fue equiva- lente a tres veces el monto de los intereses pagados a los acreedores externos durante esos mismos aos.En trminos ms especcos, la peculiaridad de ese entonces radic en que ese acelerado endeudamiento externo estuvo motorizado por pri- mera vez en muchas dcadas por el sector privado oligoplico industrial y particularmente por la fraccin de la oligarqua que se haba diversicado hacia la produccin manufacturera (grupos econmicos locales).Como se observa en el Cuadro 1, este aspecto estructural se ex- presa contundentemente en el endeudamiento externo contrado por los capitales que conforman las diferentes formas de propiedad consi- deradas en este trabajo. En efecto, pese a la nutrida presencia de bancos nacionales y extranjeros, estas evidencias indican que el 67% del monto del endeudamiento externo privado (11.101,8 millones de dlares) res- ponde al endeudamiento de empresas que pertenecen a capitales que tienen insercin en la produccin industrial local. Al realizarse un so- mero anlisis de cada una de las formas de propiedad, es fcilmente perceptible que, nuevamente, los grupos econmicos locales dejando de lado las asociaciones son los que tienen el mayor porcentaje de la deuda vinculada a capitales con implantacin industrial (82,5% de su respectivo total), seguidos por las empresas locales independientes (72,6% de su total) y recin despus por las dos fracciones del capital extranjero, debido a la inuencia que ejercen las entidades puramente bancarias dentro de los mismos.LA CRISIS DE LA DEUDA EXTERNA EN AMRICA LATINA Y EL PRIMER GOBIERNO CONSTITUCIONALEn las postrimeras de la dictadura militar, eclosiona en 1982 la crisis de la deuda externa en Amrica Latina a partir de la moratoria mexica- na. Se trat del perodo de mayor debilidad de la banca acreedora, por-

que en esos aos se conjugaron una maniesta insolvencia de los pa- ses deudores con una notablemente elevada exposicin de los bancos transnacionales que por su magnitud pona en riesgo la propia susten- tabilidad del sistema nanciero de los pases centrales, especialmente del norteamericano.Se inici entonces una poltica de Estado por parte de EE.UU. des- tinada a preservar a su sistema nanciero de un eventual colapso provo- cado por la moratoria de los pases latinoamericanos. En consecuencia, su principal objetivo fue que los bancos transnacionales dejaran de ser los principales acreedores de la regin. Los organismos internacionales de crdito, en tanto representantes polticos de los acreedores, fueron los que impulsaron las polticas globales para la regin en pos de ese objetivo, mientras que los bancos acreedores comenzaron a establecer reservas corporativas para poder enfrentar posibles moratorias de los pases endeudados, redujeron el nanciamiento externo a la regin e intentaron maximizar el cobro de los intereses y la amortizacin del capital. Tal como se constata en las evidencias presentadas, esta nue- va situacin se expres en una drstica reduccin del endeudamiento externo as como de la fuga de capitales al exterior (ya que estaba en funcin de la anterior) siendo ahora superada por los intereses pagados a los acreedores externos.CUADRO 1COMPOSICIN DE LA DEUDA EXTERNA PRIVADA SEGN TIPO DE CAPITAL E INSERCIN INDUSTRIAL PARA 1983 (CANTIDADES Y MILLONES DE DLARES)TotalCon insercin industrialSin insercin industrialGrupo/Conglomerado/ Empresa*

CantidadDeuda externaCantidadDeuda externaCantidadDeuda externa

Estatales6169,8248,14121,7Bco. Provincia de Buenos Aires, Bco. del Chaco, Atanor, Bco. de Mendoza, Petroqumica Ro III, Bco. de la Provincia de Ro Negro

Grupos econmicos locales388.080,5316.668,771.411,8Celulosa Argentina, Prez Companc, Bridas, Acindar, Bco. de Italia, Alimentaria San Luis, Alpargatas, Techint, Garovaglio y Zorraqun, Bco. de Galicia, Macri

Conglomerados extranjeros372.093,3261.004,1111.089,2Citibank, Iri, Bco. de Crdito Argentino, Bco. de Londres, Pirelli, F. N. Bank Boston, Ford, Roberts, Societe Generale, Exxon

CONTINUACIN CUADRO 1Empresas locales independientes511.137,835826,616311,3Juan Minetti, IMPSA, Bco. de Crdito Rural, Ventura Mar del Plata, Uzal, Azuc. Concepcin, Bco. Mariva, Frymat-Friar, Sancor

Empresas transnacionales814.498,7452.507,4361.991,4Cogasco, Autopistas Urbanas, Swift Armour, IBM, Mercedes Benz, Bco. General de Negocios, Continental National Bank, Deere y Co., Macrosa, Chase Manhattan Bank

Asociaciones247,9146,911,0Papel Prensa, Nuclar

Sin identicacin23599,10023599,1Parque Interama, Selva Oil, La Fenice, Baiter, Arpemar, Distrimotor, Chincul, Argenbel, ISIN, Fouquett

Total23816.627,114011.101,8985.525,3

* En cursiva estn los grupos con insercin industrial.Fuente: elaboracin propia sobre la base de la informacin del BCRA publicada por la revista ElPeriodista, 04/07/05.Debido a estas circunstancias, el aspecto predominante de la evolucin de la valorizacin nanciera y el ciclo de la deuda externa ya no consisti en su dinamismo, sino en la transferencia de la deuda externa privada al Estado que llevaron a cabo las fracciones del capital dominantes en la economa interna. La transferencia de la deuda externa privada al Estado a travs de los regmenes de seguro de cambio que se aplicaron desde co- mienzos de 1981, fue uno de los elementos sobre los que se estructur la valorizacin nanciera y cobr forma a partir de las grandes licuaciones de deuda privada con cargo al Estado que puso en marcha la dictadura militar y que continuaron durante el gobierno constitucional que la suce- de. Las estimaciones disponibles indican que slo hasta 1983 dichas trans- ferencias estatales al establishment econmico endeudado con el exterior en los aos previos superaron largamente los 8 mil millones de dlares.A comienzos de la dcada del ochenta, ya se perciban cambios profundos en el comportamiento de las grandes rmas oligoplicas in- dustriales. En una etapa de acentuada restriccin monetaria, estas r- mas tuvieron un exceso de liquidez y compitieron en la asignacin del crdito con el sistema nanciero mediante la institucionalizacin de un mercado propio, el inter-empresario. Quizs, ms importante an es que dentro de sus activos totales, sus activos nancieros fueron los ms dinmicos a pesar del crecimiento de las inversiones productivas que

realizaron estas empresas con los subsidios estatales implcitos que se canalizaron mediante los regmenes de promocin industrial.En otras palabras, con sus peculiaridades, se expresaban en las grandes rmas locales las notables modicaciones microeconmicas de las corporaciones transnacionales en esos aos, indicando el predomi- nio de la valorizacin nanciera6. Durante el transcurso de los aos ochenta, la convergencia de un incremento de las reservas bancarias para enfrentar eventuales moratorias de los pases deudores y el aleja- miento de la posibilidad de moratorias masivas de los pases latinoame- ricanos, les permiti a los bancos acreedores superar su crtica situa- cin de principios de la dcada.En el contexto de este fortalecimiento de los bancos acreedores, en la asamblea anual del FMI de octubre de 1985 se lanz el denomi- nado Plan Baker, mediante el cual los acreedores externos agregaron una nueva problemtica, por cierto signicativa, en la negociacin de la deuda externa que llevaron a cabo durante esos aos con los pases latinoamericanos. Se trat, nada menos, de la necesidad de comenzar a rescatar el capital adeudado por los pases de la regin. Es indudable que en ese momento nadie poda ignorar que los deudores externos ca- recan de las divisas necesarias para saldar la totalidad de los servicios devengados por tal endeudamiento e, incluso, proliferaron diversos bo- nos de la deuda externa como paliativo a dicha carencia. En esas cir- cunstancias, resultaba impensable que comenzaran a pagar el capital adeudado y por esa razn los acreedores externos le plantearon a sus deudores la necesidad de hacerlo con activos y, especcamente, con las empresas pblicas que constituyen los activos ms relevantes de los estados latinoamericanos tanto por el valor patrimonial como por sus potencialidades de rentabilidad.LA CRISIS DE 1989-1990En 1988, al mismo tiempo que culminaba la transferencia de la deuda externa privada al sector pblico, comenz una etapa crtica para la6 As, por ejemplo, sobre la creciente importancia de los activos nancieros en las empresas francesas transnacionales, Claude Serafati (Serafati, 2001: 179) destaca, entre otras cuestio- nes, que: el examen de los datos de las cuentas nacionales sobre el origen y la aplicacin de los recursos nancieros de las empresas muestra que fue precisamente en 1982 cuando comenz el muy rpido crecimiento de las compras de activos nancieros, cuya composi- cin se fue haciendo ms compleja a medida que las decisiones de los sucesivos gobiernos ampliaron la gama de posibilidades ofrecidas a las empresas en condiciones de movilizar capitales importantes. Estas medidas tenan por objeto inscribir a los mercados nancieros y monetarios franceses en el movimiento de globalizacin. Entre 1982 y 1989 la proporcin de inversiones productivas, en la asignacin de recursos de las empresas francesas, pas del76% al 47%, y las adquisiciones de activos nancieros pasaron del 2,9% al 35,0%.

sociedad argentina. Todos los rasgos, estructurales y coyunturales, que exhiba el proceso que desembocara en la crisis hiperinacionaria de1989 indicaban la existencia de un conicto entre las fracciones del capital que conforman el bloque dominante. El predominio de los gru- pos econmicos locales sobre los acreedores externos en la apropiacin del excedente generado socialmente y en la redistribucin del ingreso que haban sufrido los asalariados a partir de la dictadura militar lleg a su punto culminante a nes de la dcada analizada, cuando se instau- r en mayo de 1988 una moratoria de hecho de la deuda externa. Es de- cir, que despus de casi cinco aos de lanzado el Plan Baker los bancos acreedores no slo no lograban avanzar en la privatizacin de las em- presas estatales para apropiarse del capital adeudado sino que, adems, no perciban ni los intereses y ni las amortizaciones de capital.En realidad, lo sorprendente fue que la corrida cambiaria se produjera recin en 1989, lo cual se explica por las pugnas entre los organismos internacionales de crdito para priorizar las polticas de ajuste, en el caso del FMI, o las reformas estructurales privatizacin de las empresas pblicas, por parte del Banco Mundial7. Las diferencias entre ambos organismos estaban centradas, dejando de lado las pujas institucionales por el poder, en el orden de prelacin de las problemti- cas que cada uno asuma y no en concepciones contrapuestas. Mientras que el Departamento del Tesoro y el Banco Mundial sostenan que era necesario que los pases deudores avanzaran en la apertura comercial y, fundamentalmente, en la privatizacin de las empresas estatales es decir, en el pago del capital adeudado, el resto del bloque acreedor en- fatizaba la necesidad de cumplir con las polticas de ajuste para saldar los servicios devengados por la deuda externa. El recambio presidencial en EE.UU. a nes de 1988 resolvi ese conicto en favor del FMI, lo cual result letal para el gobierno constitucional de ese momento, porque los bancos acreedores provocaron en febrero de 1989, mediante una corrida cambiaria, una profunda crisis hiperinacionaria que oblig a un recambio anticipado de gobierno.El enfrentamiento dentro del bloque de poder entre las fracciones del capital dominantes y los bancos acreedores fue la manera especca en que durante la valorizacin nanciera se profundiz el predominio del capital sobre el trabajo, porque a partir de su desarrollo los sectores dominantes lograron avanzar en la concentracin de la distribucin del excedente y de la riqueza acumulada socialmente.7 A raz de una poltica expresa, aunque no-escrita, del Tesoro norteamericano, el lanza- miento del Plan Baker jerarquiz la importancia del Banco Mundial, que tomaba a su car- go las reformas estructurales mientras que el FMI continuaba con su poltica de ajuste en el corto plazo, apoyado tanto por los acreedores externos como por el Club de Pars.

Su reiteracin en el tiempo indica que se trat de un patrn de comportamiento con una dinmica que diere marcadamente de las dis- putas entre el capital y el trabajo durante la segunda etapa de sustitucin de importaciones (1958-1975). En esas circunstancias, la clase trabajado- ra ya no conduca un bloque social alternativo que se enfrentaba con los sectores dominantes para denir la conduccin del Estado y el destino del excedente, sino que se encontraba aislada y su resistencia a la domina- cin social fue meramente defensiva. La vigencia de un conicto entre el capital y el trabajo mediado por las contradicciones dentro de los sectores dominantes fue uno de los elementos que le obscureci las caractersticas centrales del proceso a la clase trabajadora y, quiz por eso, la irrupcin de las crisis recurrentes que fueron esenciales para la profundizacin de la valorizacin nanciera la sorprendieron en una situacin tan inerme.La otra condicin que determin que la valorizacin nanciera se profundizara a travs de grandes crisis estuvo relacionada con la diferente posicin que ocuparon las fracciones dominantes en la mis- ma. No se trat nicamente de que, en trminos de la deuda externa, la fraccin dominante local fuera la deudora y los bancos transnacionales fueran los acreedores lo cual de por s instalaba un conicto de intere- ses, sino tambin de que esa fraccin local detentaba el control sobre el sistema poltico mediante un rgimen especco que fue el transfor- mismo argentino8, a pesar de que los bancos extranjeros eran signi-8 Un anlisis sobre el peculiar funcionamiento del sistema poltico bipartidista y la con- formacin del transformismo argentino se encuentra en Eduardo M. Basualdo (2001: 74), donde se sostiene que: la otra contradiccin que se expresa con intensidad durante estos aos se origina en la acentuada simbiosis del sistema poltico con una de las fracciones dominantes y, en consecuencia, la relativa lejana que mantiene respecto de las otras. En efecto, desde sus orgenes, el transformismo argentino se fue moldeando sobre la base de la interaccin del sistema poltico con la fraccin local de los sectores dominantes, cons- tituida por los grupos econmicos locales y algunos conglomerados extranjeros de origen europeo y de larga data en el pas (tal el caso de Bemberg o de Techint). Esto no signica que las iniciativas de las otras fracciones dominantes, como por ejemplo los acreedores externos, no tuvieran inuencia en el rumbo adoptado por el sistema poltico, sino que las mismas transitan por la imposicin de los grandes lineamientos que adoptan las polticas econmicas y sociales pero no en la forma especca que nalmente asumen en el pas, porque all es donde opera con inusitada ecacia la relacin de la fraccin local con el sistema poltico. La causa ms elemental, pero no por ello menos relevante, para que ello ocurra es que los grupos econmicos y algunos conglomerados extranjeros son los que actan cotidianamente en el pas y lo hacen desde hace muchas dcadas. Por otra parte, y no menos importante, es que la conduccin estratgica de la fraccin local se encuentra radicada en el pas y, en consecuencia, est directamente involucrada en la construccin del nuevo sistema poltico. Por el contrario, para las fracciones extranjeras, incluida la ma- yora de las empresas extranjeras insertas en la produccin y los servicios, la conduccin local es un eslabn ms que debe responder a las normas y la planicacin establecida en los pases de origen en que est ubicada la casa matriz. Asimismo, se menciona que: el transformismo argentino se institucionaliza a nes de este perodo, cuando los dos parti- dos centrales del sistema poltico rman el denominado Pacto de Olivos. Este acuerdo,

cativamente ms poderosos en trminos estrictamente econmicos. De all que los acreedores externos, al tener bloqueada la posibilidad de modelar un sistema poltico a su imagen y semejanza, recurrieran a su podero econmico, provocando conmociones econmicas y sociales para modicar una situacin que les era adversa.EL RGIMEN DE CONVERTIBILIDADAbordando el anlisis de las etapas previas a la disolucin de la valo- rizacin nanciera (1990-2001), resulta evidente que inicialmente los sectores dominantes lograron superar la dramtica crisis de esos aos mediante la convergencia de la desregulacin econmica y la reforma del Estado cuyo epicentro es la privatizacin de las empresas estata- les, con la apertura comercial asimtrica, la instauracin del rgimen de Convertibilidad y el Plan Brady.En trminos de la deuda externa, la salida de capitales locales al exterior y los intereses pagados a los acreedores externos durante la Convertibilidad, se sucedieron etapas dismiles, e incluso contradicto- rias, que se originaron en la irrupcin de otros factores que sobredeter- minaron el funcionamiento clsico de la valorizacin nanciera.Sin abordar un anlisis pormenorizado de la privatizacin de las empresas estatales (Azpiazu y Basualdo, 2001; Azpiazu y Schorr, 2001; Azpiazu, 2002) y considerando solamente lo ateniente a la problemtica planteada, es pertinente recordar que los sectores dominantes presenta- ron el programa de privatizacin de empresas pblicas como el cambio estructural que desplazara a la valorizacin nanciera como eje central de la economa argentina, porque creara las condiciones para retener el ahorro interno, evitando la fuga de excedente al exterior.En la realidad ocurri todo lo contrario, las privatizaciones que- daron subordinadas a la valorizacin nanciera, ubicndose junto a la relacin entre la tasa de inters interna e internacional como el otro factor determinante de ese proceso. Esta subordinacin de las priva- tizaciones a la lgica nanciera se hizo patente en la posterior y masi- va transferencia de capital, cuyo ncleo central estuvo constituido por la venta de las tenencias accionarias de la fraccin dominante local al capital extranjero.Es as que durante los primeros aos (1990-1992), se realiz el grueso de las privatizaciones, generndose una sensible reduccin deque pone en marcha una reforma constitucional que permitir la reeleccin de Menem, consolida la nueva dinmica del sistema poltico aprobando todo lo actuado, reforma la composicin de la Corte Suprema de Justicia, al mismo tiempo que ubica, dentro del nue- vo sistema de dominacin, al peronismo como el partido de mayor jerarqua orgnica y al radicalismo como su rueda auxiliar.

la deuda externa debido a que en las mismas se rescataron bonos de la deuda externa que se aceptaron como parte de pago (programa de capi- talizacin de bonos de la deuda externa). Por otra parte, en ese mismo perodo y por la misma razn, se registr otro proceso indito que fue la repatriacin de capitales locales invertidos en el exterior, debido a que los capitales oligoplicos locales se constituyeron en accionistas relevantes de los consorcios privados que tomaron a su cargo la pres- tacin de los servicios pblicos. Finalmente, el pago de intereses a los acreedores externos fue positivo pero modesto, debido a que durante la negociacin del Plan Brady se realizaron aportes jos y reducidos que estaban acordes con la escasez de reservas de divisas.Es preciso tener en cuenta que el modus operandi denido por los sectores dominantes en el programa de privatizaciones consisti en conformar una comunidad de negocios entre las fracciones que los componen (la oligarqua diversicada, las empresas extranjeras y los bancos transnacionales), a travs de su participacin en la propiedad de los consorcios privados que tomaron a su cargo la prestacin de los diversos servicios pblicos. Por lo tanto, la disminucin o el eventual retorno de los capitales locales invertidos en el exterior era la contra- partida de las mltiples participaciones accionarias en los nuevos con- sorcios que adquirieron los grupos econmicos locales. Su incidencia en la fuga de capitales al exterior fue tan importante que la misma se revirti pas a ser repatriacin de capital cuando destinaron ese ex- cedente a la compra de activos pblicos. Esto ocurre a pesar de que en1992, la relacin entre la tasa de inters interna versus la internacional llega a los niveles ms elevados del perodo (exceptuando el ao 2001) en un contexto de gran liquidez internacional y cuando el riesgo de una devaluacin era mnimo porque se estaba rmando el acuerdo por el Plan Brady y expandiendo la economa interna sobre la base del esque- ma de la Convertibilidad. De esta manera, durante los primeros aos el impacto de las privatizaciones fue denitorio en la reduccin de la fuga de capitales y de la deuda externa, neutralizando el efecto de la elevada relacin entre las tasas de inters interna e internacional que operaba en el sentido contrario sobre ambas variables.En los aos posteriores (1993-1998) la evolucin del proceso fue claramente diferente, porque los dos factores (las transferencias de capital y el diferencial de las tasas de inters) que denan el comporta- miento de la valorizacin nanciera ejercieron su inuencia en el mismo sentido. De all que durante estos aos se registr, tal como consta en las evidencias presentadas, el rcord histrico en las variables consideradas, con niveles de endeudamiento externo, salida de capitales locales e inte- reses pagados superiores a los registrados durante la dictadura militar.Al respecto, las evidencias empricas del Grco 9 permiten pro- fundizar el anlisis de estos procesos tan decisivos. En primer trmino

ponen en evidencia un rasgo que caracteriza al proceso de privatiza- ciones y consiste en la notable rapidez de su implementacin. Sin em- bargo, las mismas tambin indican que cuando dicho proceso decae drsticamente (1994) ya estaba en marcha otro, que se sustentaba en las transferencias de la propiedad de empresas oligoplicas entre las diversas fracciones de los sectores dominantes, cuya importancia se acrecienta en los aos posteriores (Basualdo, 2000a; Kulfas, 2001).El primer rasgo distintivo de estas transferencias de capital es que se trataba de un proceso que involucraba la venta de una cantidad muy signicativa de grandes empresas oligoplicas lderes en sus res- pectivas actividades pero, al mismo tiempo, estrechamente vinculado a las privatizaciones de las empresas estatales de la etapa anterior porque estas empresas, a medida que transcurre el tiempo y se incrementa el monto de las transferencias, se constituyen como el ncleo central del mismo. Tanto es as, que los ltimos aos de esta etapa y la posterior pueden caracterizarse como la segunda vuelta de las privatizaciones9.La otra caracterstica particular del mismo es que se trata de trans- ferencias de capital en las cuales, predominantemente, la fraccin domi- nante local (grupos econmicos) es la vendedora y el capital extranjero el comprador. De esta manera, durante la dcada analizada se opera una reversin de la disminucin de la incidencia del capital extranjero que se registra durante los aos ochenta, pero de tal magnitud que este lti- mo perodo se caracteriza como el de la extranjerizacin de la economa argentina. No obstante, es importante tener en cuenta, por lo que se ana- lizar ms tarde, que ese predominio extranjero no implica la inexisten- cia de adquisiciones por parte de la oligarqua diversicada que, si bien es minoritaria, adquiere una relevancia estratgica en los aos posterio- res, al insertarse en las principales producciones agroexportadoras.En este contexto resulta comprensible la notable magnitud que alcanza la salida de capitales locales entre 1995 y 1997 y los menores niveles, pero de todos modos signicativos, alcanzados en los aos pos- teriores, en la mayora de los cuales supera el nivel del endeudamiento externo. Ya no est operando nicamente el diferencial entre la tasa de inters interna e internacional sino, adems, la venta de activos jos cuyo ciclo tambin culmina en la salida de excedente al exterior. Sin duda, el momento de mayor convergencia entre los dos factores que impulsan la9 Sobre el particular, Matas Kulfas (2001: 32) concluye que: uno de los aspectos centrales relacionados con el proceso de fusiones y absorciones es la estrecha relacin que