autorretrato del sicario
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AUTORRETRATO DEL SICARIO
Investigadores
Martha Inés Medina Puerta Elba Patricia Vargas Pérez
Nancy Medina Romero Luis Edgardo Jaramillo Alzate
ASESORA
Beatriz Marín Londoño
Universidad Católica Popular del Risaralda. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales.
Especialización en Pedagogía y Desarrollo Humano. Cohorte XVII
Pereira Colombia. 2010
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RESUMEN.
La presente investigación es de corte comprensivo, donde se busca dar respuesta a la
pregunta ¿Será que los jóvenes sicarios de 14 a 17 años internos en el CREEME1 conciben
el sicariato como un oficio legitimado? Para esto se tuvieron en cuenta tres categorías;
1. El diario vivir del sicario, donde se observaron algunas situaciones como la
vinculación a pandillas, necesidades de estatus y poder, se reconocieron además
algunas características como el bajo nivel socio-económico, falta de
oportunidades para satisfacer las necesidades básicas y la mayoría de veces
ausencia de alguno de los padres.
2. El significado de su existencia, en la cual se analizó la concepción que estos
jóvenes tienen del sicariato y cómo perciben esta actividad.
3. La ética de la acción que lo lleva a la justificación de su oficio frente a él
mismo y a los demás.
Para esta investigación se tomó como muestra cuatro jóvenes sicarios internos en el
Centro de Reeducación de Menores Marceliano Ossa, quienes están privados de la libertad
y se encuentran en un proceso de restablecimiento de derechos.
PALABRAS CLAVES.
Sicariato, ética, cotidianidad y violencia.
ABSTRACT.
The present investigation is referred to as “Based comprehensive”. It tries to answer
the following question: Do the Young hitmen between the ages of 14 and 17, inmates in
the CREEME, believe that their activity is a legitimate occupation?
For this analysis there were three categories taken into account;
1El CREEME es un centro de atención especializado para los y las adolescentes infractores de la ley, los cuales son privados de la libertad por intermedio de un juez de garantías, cuyo objetivo es la restitución de los derecho fundamentales (educación, salud, alimentación, recreación, etc.) y a la vez lograr reintegrarlos a la sociedad como seres humanos útiles. Este centro está ubicado en el kilómetro tres Vereda La Siria Corregimiento de Combia, del Municipio de Pereira.
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1. The daily life of hitmen involves the linking of these young people to
gangs, the desire to have power and status and besides that some features
such as low socioeconomic status, lack of opportunities to satisfy their basic
needs and most of the time absence of one of their parents.
2. The significance of their existence analyzed the concept that hitmen have
about killing and about how they perceive this behavior.
3. The ethics of action that justifies their behavior towards himself and others.
This research gathered information based on four hitmen who are in a rehabilitation
process at the “Centro de Reeducación de Menores Marceliano Ossa”. These young men
have been stripped of their freedom and are in the process of re-establishing their rights.
Keywords.
Killing, ethics, daily life and violence.
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PROLOGO.
El presente proyecto nace en el contexto de un proyecto investigativo, realizado en una
especialización de Pedagogía y Desarrollo Humano, en la Universidad Católica Popular
del Risaralda, durante el año 2010.En ésta los investigadores materializan sus intereses
estudiando el sicariato, más exactamente la forma como los adolescentes sicarios se
representan a sí mismos, de allí el nombre de “Autorretrato del sicario”, pues de alguna
manera es a ello a lo que se pretende llegar con el desarrollo de esta investigación, ya que
más allá de las percepciones sociales, políticas, religiosas o de otras índoles, la
“percepción” y/o “concepción” de interés para la investigación consiste en la del mismo
adolescente sicario.
Este proceso permitió un acercamiento a cuatro actores (adolescentes sicarios internos
en el CREEME), quienes expresaron sus puntos de vista frente a la realidad del sicariato,
dando espacio para que los investigadores pudiesen conocer a fondo sus realidades, en otras
palabras las representaciones que ellos tienen de sí mismos, siempre pensado a partir del
primer momento en el cual ejercieron el sicariato; a su vez para conocer estas realidades,
se puede mencionar que el proceso de investigación gira en torno a tres categorías de
análisis, que llevo a tener un conocimiento de algunos aspectos tales como: la ética, el
diario vivir y el significado de la existencia del sicario, permitiendo así recrear y
comprender, las situaciones que afectan a estos adolescentes en: su valoración de la vida y
la de los demás, sus emociones y las expectativas frente a su futuro y el de su familia.
Finalmente es importante resaltar que el fenómeno de los adolescentes sicarios se
hace cada vez más universal. Los adolescentes que crecen en condiciones socioeconómicas
que no permiten la satisfacción de las necesidades básicas, viven situaciones de violencia
intrafamiliar (maltrato, abandono, etc.) y evidencian falta de oportunidades, generalmente
comienzan su carrera como asesinos, como la única salida que perciben ante la miseria que
les rodea.
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CONTENIDO.
Pág.
Resumen 2
Abstract 2
Prologo 4
1. Introducción 7
2. Formulación del problema 11
2.1 Planteamiento del problema 11
3. Hipótesis 13
4. Objetivos 13
4.1 Objetivo General 13
4.2 Objetivo especifico 13
5. Marco teórico 13
5.1 La violencia 13
5.2 Ética 17
5.3 El diario vivir en el sicariato 22
5.4 Oficio y legitimidad 25
6. Categorías de análisis 27
6.1 Dinámica de la cotidianidad del sicario 27
6.2 Ética de la acción 28
6.3 Significados de la existencia del sicariato 28
7. Marco Narrativo 29
8. Marco Epistemológico y metodológico 31
8.1Tipo de investigación 31
8.2 Unidad de análisis 31
6
8.3 Unidad de trabajo (población y muestra) 31
8.4 Metodología para la recolección de información 32
85. Técnica de análisis de información 33
9. Discusión 33
9.1 Ética de la acción 33
9.2 Significado de la existencia 36
9.3 Dinámica de la cotidianidad 38
10. Conclusión 40
Bibliografía 45
ANEXO 1. Formato de consentimiento. 48
ANEXO 2. Conglomerado de entrevistas realizadas a los adolescentes internos en el
CREEME. 48
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1. INTRODUCCIÓN.
En la actualidad algunos adolescentes se ven comprometidos a formar parte activa en
la consecución de recursos económicos para su auto sostenimiento y el de su grupo
familiar, pues circunstancias tales como el abandono de alguno de los padres, pertenecer a
una familia numerosa, el poco dinero que la familia percibe, el cual no es suficiente para
satisfacer las necesidades básicas, los llevan a buscar una actividad que les permita
colaborar con los gastos de su hogar y es ahí cuando se ven enfrentados a decidir que oficio
desempeñar; al darse cuenta que no poseen la suficiente preparación y además no hay
muchas oportunidades que le permitan ganar dinero, pueden legitimar para su sustento
alguna labor, sin importar que no sea aceptada por la sociedad, como en el caso particular
de esta investigación, el sicariato.
El sicariato no es un problema nuevo, según Manuel Carballal (2007) el fenómeno del
asesino a sueldo existe desde hace mucho tiempo, desde los tiempos de Cristo se hablaba de
los celotas, un grupo de radicales que reivindicaban la independencia del estado judío y
luchaban contra la ocupación romana en Palestina, estos eran también conocidos como
sicarios, porque bajo sus ropas escondían un puñal al que llamaban sica y lo utilizaban para
asesinar a quienes se interponían en sus planes.
El sicariato es una actividad que cobra un valor en la medida que la ejecución del
mismo, afecta al ser humano, ello en cuanto que vulnera sus derechos, como lo es el
derecho a la vida o a la integridad, adentrándose en el contexto actual se puede decir que en
Colombia la constitución política de 1991 declara en el Art. 11., como derecho
fundamental, el derecho a la vida; basado en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH) el cual es un documento declarativo, que recoge los Derechos
Humanos considerados básicos, entre ellos; el derecho a la vida que es el que tiene
cualquier ser humano por el simple hecho jurídico de existir y estar vivo; se considera un
Derecho fundamental de la persona. La vida tiene varios factores; la vida humana en sus
formas corporales y psíquicas, la vida social de las personas por medio de la cual estos
realizan obras en común y la vida de la naturaleza que relaciona a los seres humanos con
las demás especies vivientes. Entonces cuando este derecho es regulado son tomados en
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cuenta estas tres facetas, es decir, el correcto cumplimiento de estos tres puntos dentro de lo
que representa el respeto por este derecho hacen que el ser humano viva plenamente.
El derecho a la vida está plasmado en el Articulo 3.° de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, el que expresa que:
"Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona".
La unión de la declaración Universal de los Derechos Humanos, los pactos de
Nueva York y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional
de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un
documento orientativo, los pactos son tratados internacionales que obligan a los estados
firmantes a cumplirlos, como las Reglas de Beijing las cuales fueron adoptadas por las
Naciones Unidas en 1985, y constituyen una orientación para los Estados, en vistas de
proteger los derechos de los niños y niñas y responder a sus necesidades, mediante la
elaboración de sistemas especiales para la administración de la justicia a los adolescentes.
Se podrían incluir disposiciones limitadas en tratados regionales relativos a los derechos
humanos y en el Pacto internacional sobre derechos civiles y políticos de 1966. De igual
manera, las Reglas mínimas uniformes para el tratamiento de los reclusos adoptadas en
1995, establecen una serie de requisitos básicos que se aplican a todos los reos, pero que no
resuelven los problemas específicos que se plantean en el caso de adolescentes de quienes
se alega han infringido la ley.
Las Reglas de Beijing constituyen el primer instrumento jurídico internacional que
comprende normas pormenorizadas para la administración de la justicia de adolescentes,
que toma en cuenta los derechos de los niños y niñas y su desarrollo, y responde al llamado
del Sexto Congreso de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y tratamiento del
delincuente celebrada en 1980.
Conjuntamente con la reglas de Beijing, existen otras dos series de normas por las
que se rige la justicia de adolescentes que fueron adoptadas en 1990; como son las
Directrices de Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil (las
Directrices de Riad) y las Reglas de Naciones Unidas para la Protección de Adolescentes
Privados de Libertad (Reglas MPL). Estas tres series de reglas pueden ser consideradas
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como pautas para un procedimiento en tres etapas. En primer lugar, aplicar medidas en el
ámbito social para prevenir la delincuencia de adolescentes (sicariato, delincuencia común,
vinculación a grupos al margen de la ley) y protegerlos de ella (Directrices de Riad); en
segundo lugar, instaurar un sistema judicial progresista para adolescentes en conflicto con
la ley (las Reglas de Beijing) y, finalmente, salvaguardar los derechos fundamentales y
tomar medidas que permitan la reinserción de los jóvenes tras su privación de libertad, ya
sea en la cárcel o en instituciones de otra índole (las Reglas MPL), de forma que se
garanticen las condiciones necesarias para prevenir nuevamente su vinculación a la
actividad sicarial2.
Aunque las Reglas de Beijing existen desde antes que la Convención sobre los
Derechos del Niño y la Niña de 1989, varios principios fundamentales han sido incluidos
en dicha Convención y se mencionan expresamente en su preámbulo.
Las Reglas no son vinculantes, sino que constituyen recomendaciones. No obstante,
algunos de sus principios se encuentran incluidos en la Convención Internacional sobre los
Derechos del Niño, un tratado universal y vinculante para todos los Estados Parte. Las
Reglas de Beijing no impiden la aplicación de las Reglas Mínimas Uniformes de Naciones
Unidas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas en 1955. Dichas normas se les
aplicarán a los adolescentes detenidos en espera de la sentencia, y en las instituciones se
aplicarán tomando en cuenta las necesidades específicas de los adolescentes. El comentario
especifica que las Reglas se deberían interpretar y aplicar a la luz de otros textos relativos a
derechos humanos existentes o en preparación, sin perjuicio de cualquier disposición de
mayor amplitud que contengan.
En Colombia a partir del 8 de mayo del 2007 empezó a regir el Código de la infancia y
la adolescencia, que con la Ley 1098 del 2006 y derivada de ésta la creación del sistema de
responsabilidad juvenil, la justicia podrá sancionar a los adolescentes dependiendo del
delito que cometan, con diferentes tipos de sanciones. A los adolescentes de 14 años se les
2 Es de mencionar que los adolescentes sicarios también tienen derechos, por el solo hecho de ser seres humanos, tal como se reconoce en el código de infancia y adolescencia (ley 1098), la que enfatiza que es necesario restituir los derechos de estos adolescentes más allá de vincularlos a los proceso judiciales a los cuales se ven enfrentados
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impondrán medidas de protección y se vincularán a procesos de educación “niños
delincuentes ¿quién responde?”3. Con medidas como éstas se pretende que los jóvenes no
sigan siendo utilizados por delincuentes para cometer los delitos, entre ellos el sicariato.
Este fenómeno ha ido evolucionando y agrandándose a través del tiempo, su
empeoramiento se basa en la indiferencia y en el irrespeto a la vida propia y a la de los
demás. Ese irrespeto por la vida se ha ido transformando hasta convertirse en un problema
cotidiano, donde se ven en juego un estilo particular de supervivencia que empieza a
caracterizar a estas personas, desde su modo de vivir, la noción del otro, de la ética y el
sentido y significado de su actuar; es decir del sicariato mismo.
Parece ser que el sicariato se ha convertido en un oficio que en ciertos sectores de la
sociedad se legitima, es decir que se realiza sin mayor inconveniente para quien ejecuta la
acción, el mismo se puede entender en términos de un oficio ya que es una acción que es
aprendida y perfeccionada mediante la práctica continua (habitual), no requiere de estudios
formales o técnicos y permite al individuo un sustento, logrado a través de un beneficio
económico y este se legitima en su entorno social. Los oficios se ejercen
indiscriminadamente en cualquier estrato social y las personas se desempeñan en los
mismos, de acuerdo a sus habilidades o fortalezas y poco a poco mediante la práctica se
pueden hacer más expertos, realizando una mejor labor. En relación con ello se hace
interesante comprender la noción del oficio del sicariato, en términos de:
La dinámica de la cotidianidad del sicario, es decir su diario vivir, aquello que
experimenta día a día desde la interacción con su grupo de pares, familia, las personas que
le hacen los encargos y les pagan por los mismos.
Ética de la acción, o en otros términos, las razones que ellos emplean para justificar
su actuar en cuanto a asesinar a otra persona para obtener dinero.
Significados de la existencia del sicariato, lo que quiere decir, que sentido guarda
esta actividad, los beneficios que adquieren al ejercer el sicariato, el reconocimiento que se
obtiene, la forma como perciben que la sociedad en general los ven.
Para comprender la noción de oficio legitimado del sicariato, la presente investigación
se realiza con un grupo de adolescentes que han ejercido el sicariato, ellos han estado
internos en el Centro de Reeducación de Menores Marceliano Ossa y Lázaro Nichols
3Htp://es.wikipedia.org./wiki/declaraciónuniversaldelosderechoshumanos
11
“CREEME” y sus edades oscilan entre los 14 y 17 años, su participación es significativa en
la medida que permite ver la noción del sicariato a partir del sicario mismo, buscando
contribuir a la construcción de un autorretrato de un sicario.
Finalmente es de mencionar que lo interesante de esta investigación consiste en la
posibilidad de comprender si el fenómeno del sicariato es legitimado por los adolescentes
como un oficio, ya que ellos y la comunidad misma realiza una demanda de esta acción, de
igual manera es interesante conocer la forma como el grupo social concibe el oficio del
sicariato, de manera que las políticas públicas se encaminen a la prevención desde la
educación y la familia en pro de no avalar estas prácticas e incentivar el derecho a la vida.
2. FORMULACION DEL PROBLEMA
2.1 Planteamiento del problema
La presente investigación, nace del interés por el fenómeno del sicariato, para poder
dar respuesta a la siguiente pregunta:
¿Será que los jóvenes sicarios de 14 a 17 años internos en el CREEME conciben el
sicariato como un oficio legitimado?
Se busca aportar elementos conceptuales que permitan describir y comprender
algunas variables (tipología de familias, relaciones sociales, condiciones socioeconómicas)
que facilitan la aparición del fenómeno de sicariato en adolescentes en edades
comprendidas entre 14 y 17 años; así mismo comprender la concepción de sicariato como
oficio legitimado en los adolescentes que lo han ejercido.
De acuerdo con autores como Callejas (1993), Camacho (2002), Franco (2001) y Ortiz
(1991), hablar de sicariato para la sociedad colombiana, sobre todo en los últimos quince
años, debe ser a la luz de comprender que la influencia del narcotráfico terminó
convirtiendo la muerte en un negocio lucrativo, donde el imaginario relaciona a los sicarios
con niños y adolescentes, quienes integran temibles bandas delictivas, asentadas en los
barrios marginales de las grandes ciudades del país, es decir, con condiciones
socioeconómicas precarias, además de vulnerabilidad social y poca posibilidades para
acceder a la educación, alimentación, etc.
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Es así como la sociedad colombiana ha construido y recreado la imagen del sicario,
confiriéndole distintos matices y enfoques. En algunos casos, las narraciones otorgan la
palabra a los sicarios, con testimonios que expresan su querer y su sentir, en relatos
fragmentados, como fragmentado es su entorno social; en otros, las narraciones lo estetizan
como víctima social, convirtiéndolo en una especie de mito y héroe picaresco; en otros, el
sicario es presentando como una pieza más de la larga cadena que integra el narcotráfico,
vinculando el negocio de la muerte con todas las esferas de la sociedad. De cualquier modo,
es factible ubicar la figura del sicario a través de relatos testimoniales en torno al sicariato
y, por extensión, al mismo fenómeno del narcotráfico, tal como refiere Vallejo (1994).
Las distintas representaciones valoran el sicariato como una expresión violenta,
engendrada en un conflicto social y económico, la realidad cruda es que vive en un medio
ambiente rodeado de detonantes sociales que agravan la situación de la familia, así que
cuando se conocen más a fondo las vivencias de estos jóvenes, se observa como lo refiere
Schlenker (2008) que tienen en su haber un resentimiento hacia la sociedad, que de alguna
manera los margina y excluye.
En tal sentido, para los investigadores llama la atención la preocupación por describir
las múltiples y contradictorias sensaciones que experimentan los sicarios al momento de
matar, en un intento por tratar de entender lo que significa el acto en términos individuales,
pero también lo que éste significa para el conjunto social. Aparte de que los jóvenes pueden
asumir el sicariato como un oficio, las representaciones denotan la degradación de la
condición humana en toda su dimensión, lo que queda demostrado por la forma como el
sicario concibe al otro, asumiéndolo como parte de una transacción comercial, que despoja
a la víctima de cualquier rasgo de humanidad.
Se ha vuelto reiterativo mencionar la condición marginal y excluida de los jóvenes
dedicados al sicariato. Pero llama la atención que esa caracterización se desprenda de las
circunstancias en las que viven los adolescentes, ubicados en los sectores populares de las
ciudades. No obstante, esa doble condición de marginalidad y exclusión, se evidencia en
otros elementos más complejos que las mismas circunstancias socioeconómicas y
descripciones físicas del entorno.
Por otro lado es importante incluir la reflexión por la ética en la presente investigación,
es decir comprender las justificaciones para ejercer el sicariato, las concepciones de lo
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bueno y lo malo, frente a privar de la vida al otro; es comprender si esta práctica del
adolescente sicario es avalada y legitimada por ellos mismos, a la vez que tener
conocimiento respecto a las consecuencias que ellos experimentan al realizar su trabajo, es
decir si luego de privar de la vida, se genera un estado de arrepentimiento o por el contrario
lo justifican y no experimenta ninguna situación negativa por sus acciones.
3. HIPOTESIS.
“El sicariato puede ser un oficio legitimo para jóvenes de 14 a 17 años internos en el
CREEME, que les permite un reconocimiento social”
4. OBJETIVOS.
4.1 Objetivo General:
Comprender si los jóvenes sicarios de 14 a 17 años internos en el CREEME conciben
el sicariato como un oficio legitimado.
4.2 Objetivos específicos:
Describir la vida cotidiana de los jóvenes sicarios a partir de sus acciones (o
actividades diarias)
Comprender la noción de ética que poseen los jóvenes sicarios que han estado
internos en el CREEME.
Comprender los significados del sicariato como oficio que al respecto tienen los
jóvenes sicarios internos en el CREEME.
5. MARCO TEORICO
5.1 La violencia
La familia es un factor predisponente de la violencia, ante ello Torrente (2005)
comenta que “La familia es uno de los factores más influyentes en el origen de la conducta
antisocial”, puesto que es ésta quien guía y orienta al adolescente en dicho proceso. La
ausencia de las figuras paternales, el conflicto entre los padres, la falta de comunicación
entre padres e hijos, son los factores que hacen de esta etapa la más vulnerable.
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Al respecto González (1982) dice que la familia es el instrumento clave de transmisión
de valores, tradiciones, cultura, formas de actuar, de pensar etc. Es el principal agente de
socialización; la forma como se eduque permite entender el fenómeno social de la
inadaptación juvenil, así mismo los hijos de madres a temprana edad tienen más riesgo de
cometer delitos, así como los hogares incompletos, las malas condiciones de vivienda y los
ingresos bajos, como ya se menciono anteriormente.
Así mismo la crianza parece ser una de las características familiares más asociadas a la
criminalidad posterior, la mala supervisión, reglas laxas, desatención de los padres,
negligencia física o abandono hacen que los jóvenes estén mucho más expuestos a la
criminalidad (Tremblay, et al, 1999)
Se define la violencia como una “acción ejercida por una o varias personas en donde se
somete de manera intencional al maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción
que atente contra la integridad tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o
grupo de personas" (Callejas, 1993),según Franco (2001), la violencia es una manera de
actuar, una conducta, una opción desarrollada, aprendida y ejercida en la relaciones, entre
los seres humanos, en las instituciones y organizaciones que ellos han ido construyendo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia como: el uso
intencional de fuerza física o poder, hecho o amenaza, contra uno mismo, otra persona, o
contra un grupo o una comunidad, que produce o tiene gran probabilidad de producir
lesión, muerte, daño psicológico entre otras.
En Colombia, Franco, (2001) la puntualiza como: toda forma de interacción humana en
la cual, mediante la fuerza, se produce daño a otro para la consecución de un fin:
Desde tiempos inmemorables, la violencia ha sido un componente habitual de la
humanidad; sin embargo, en las últimas décadas ha tenido un impacto tan importante que
fue declarada en 1996, por la Asamblea Mundial de la Salud, como un problema de salud
pública.
Por tanto, para explicar esta problemática, se pueden hacer varios supuestos que
expliquen su origen, el primero, el origen cultural, en cuanto la violencia es aprendida y
ejercida, en las relaciones entre las personas y las instituciones que estos conforman. La
segunda, al ser únicamente de la especie humana, la violencia se asocia con una intención y
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una finalidad. El tercero es que para ejercer la violencia es básico el uso de la fuerza para
imponer dominio al otro. El cuarto es los daños que se causan por el uso de la fuerza, este
puede ser físico, moral, o psicológico y el último y no menos importante, es que la muerte
es el mayor daño que se puede hacer al "otro ", por lo tanto, podemos decir que la violencia
es derivada de la evolución cultural de la sociedad, ya que todos pretenden imponer la ley
y el orden a su manera.
En este punto es necesario realizar una distinción concerniente al homicidio, según
Callejas, (et al, 1993), la violencia intrafamiliar y la falta de seguridad policial aumentan el
riesgo de incidir en el sicariato y por ende aumenta el indicie de homicidios, pero las
entidades de seguridad sostienen que la violencia homicida es un fenómeno relativamente
inmune a los esfuerzos de estos por controlarla o evitar que suceda, ya que de acuerdo a
esta línea de razonamiento el homicidio es una manifestación de los procesos e
interacciones sociales como el desempleo, las familias disfuncionales, la falta de ingresos,
entre muchos otros.
Por otra parte, la carencia o abandono afectivo se ha visto en la delincuencia juvenil
como uno de los factores más influyentes puesto que las relaciones que tienen estos jóvenes
con sus padres son deficientes4.Como también la falta de interés, participación y dedicación
por parte de los padres hacia la educación de sus hijos.
La violencia en la familia es una posible base de actos desencadenantes de maltrato y
violencia. Se ve a diario como madres y padres dañan tanto física como psicológicamente,
dando un ejemplo a sus hijos de ser futuras personas violentas5.
El grupo social también hace parte de la influencia que ejerce la sociedad sobre estas
conductas. Alguna de las variantes de la familia que vale la pena destacar son el barrio y la
vivienda en donde el joven forma vivencias que más adelante se convertirán en actitudes y
criterios. La identificación que caracteriza el periodo de la adolescencia, se nutre de los
ejemplos que el joven recibe en las calles. Toda ciudad es propicia de delincuencia, en
Pereira se puede observar como las bandas delincuenciales nacen en barrios populares, los
niños que viven en estos barrios crecen rodeados de violencia y lo llegan a ver como
4 Informe expuesto por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar regional Risaralda en el foro 3 de septiembre de 2010 sobre niños y niñas en conflicto con la ley 5 Tal como se describe en el informe de gestión presentado por el Alcalde de Pereira al Concejo Municipal de Pereira del 19 de agosto de 2010.
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“normal” y piensan que esto es lo que vivirán cuando sean grandes y la manera como se
ganarán la vida6.
Para poder ser seres adaptados en un entorno social, se debe aprender, interiorizar y
legitimizar leyes y comportamientos que exigen los diferentes agentes sociales, como lo
son la familia y la escuela. Este proceso de aprendizaje se va a haciendo desde el momento
en que el ser humano nace, mediante la exposición directa a las experiencias, es decir la
repetición, imitación, aplicación de recompensas, castigos, ensayos y errores, o a través de
la apropiación de discursos y lógicas sociales, que permiten entender los símbolos y
semióticas del contexto y actuar en el mismo.
Además, la presión del ambiente y ciertos modos de vida son desencadenantes o
influyentes en la criminalidad, los comportamientos que el niño adquiere no son heredados
sino aprendidos, ellos crecen recibiendo las cargas positivas y negativas que les impone el
medio ambiente en el que se desenvuelven.
Con respecto, a la influencia que ejerce la sociedad, se puede ver como el adolescente
crea sus propios grupos, donde aspectos como la agresividad, la territorialidad y la droga;
es un factor de riesgo latente a la hora de la conducta homicida y delincuencial.
Pérez (1996) señala que las pandillas bandas y parches son una forma de expresar de
manera ofensiva o defensiva las crisis generalizadas por las que atraviesan los jóvenes.
Otras situaciones emanan de la falta de normas educativas, sociales, morales que sean
significativas, capaces por un lado de dar sentido a su vida como adolescente, y por otro
ofrecer alternativas de desarrollo para un futuro a largo plazo. Esa lógica es interpretada por
los jóvenes de los barrios marginales como una perspectiva de vida reservada para quienes
nacieron con oportunidades como argumenta Schlenker (2008), en suma a ello este autor
comenta que el discurso del ascenso social a través del estudio y la superación no halla
mayor eco en los círculos sociales de estos adolescente, ellos de alguna manera
comprenden que una mala escuela da una mala educación, a su vez impide el ingreso a una
universidad, la que generalmente suele tener un alto precio, aspecto que lleva a pensar que
la opción de un trabajo digno se desvanece, se hace claro que no es posible salir de las
6 Dato tomado del observatorio sobre delincuencia de la Gobernación de Risaralda, ponencia presentada en el foro 3 de septiembre de 2010 sobre niños y niñas en conflicto con la ley.
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condiciones de exclusión con ayuda de aquellas herramientas (educación, desarrollo
cultural, etc.) que en lugar de modificar condiciones fomentan la exclusión.
Este círculo vicioso fue explicado por el activista afroamericano Malcolm X citado por
Schlenker (2008): “cuando vives en un barrio pobre, vives en un área con escuelas pobres,
en escuelas pobres están los maestros pobres que dan una educación pobre, con la que se
accede a trabajos pobres, por lo que debes vivir en un barrio pobre,…un círculo muy
vicioso” La exclusión socioeconómica de estos barrios ha sido una bomba de tiempo, los
hijos de estas clases trabajadoras no quieren realizar trabajos similares a los de sus padres,
muchos jóvenes de estos barrios desarrollaron una ruptura violenta con este sistema de
subsistencia; situación que los lleva a entregarse con mayor facilidad al trabajo asalariado
en fábricas, industrias, comercios de la ciudad. Romper con este sistema de explotación
obligaba a estos jóvenes a abordar una inevitable ruptura violenta con el sistema que les
ofrecía una vida gris y monótona, carente de todo estímulo intelectual y creativo y sin
mayores perspectivas, es ahí donde nace una nueva alternativa como el asesino a sueldo.
5.2 Ética
Para abordar la dimensión ética dentro del proyecto investigativo, es pertinente retomar
los planteamientos de Adela Cortina quien:
“se inscribe dentro del procedimentalismo y la ética discursiva, presenta como marco teórico
fundamentalmente a Kant, Hegel, Habermas y Apel, sostiene (junto con Apel y Habermas) la racionalidad del
ámbito práctico, el carácter necesariamente universalista de la ética, la diferenciación entre lo justo y lo
bueno, la presentación de un procedimiento legitimador de las normas y la fundamentación de la
universalización de las normas correctas mediante el diálogo. Al aceptar la ética discursiva advierte el peligro
que presenta ésta de disolver el fenómeno moral si no es completada con una teoría de los derechos humanos
y una ética de virtudes y actitudes. Desde su punto de vista, el derecho a la igual participación no puede
atribuirse sin más a la racionalidad, así, tanto en el caso de Kant como en el de la ética discursiva se descubre
la conciencia moral de una época determinada, expresada ya sea en la conciencia o en el lenguaje.
Esto no significa restarle validez a la propuesta discursiva, sino más bien reconocer que la razón es
histórica. Se han de tener en cuenta las circunstancias históricas y culturales cuando se inicia el discurso, y no
sólo las puramente racionales. También en sus escritos se encuentra una cierta crítica al puro
procedimentalismo. Para ella prescindir de la bondad de la intención y desplazar el interés ético hacia lo que
hace correcta una norma, sitúa a la ética y la moral en un lugar precario, el de la pura exterioridad. Una
cuestión más que preocupa a Adela Cortina es el hecho de que el principio de la ética discursiva, como
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legitimador de normas morales correctas, se escriba sobre la apariencia de un principio de legitimación de las
decisiones políticas (en una mala interpretación). Esto puede conllevar el inconveniente de cargar a la
voluntad y juicios morales con el lastre de las realizaciones pervertidas de la vida política existente. Por esto
es importante remarcar el hecho de que en la voluntad moral no es tan significativo guiarse por el consenso
que culmina, sino por el proceder dialógico, esto es: cultivar la actitud dialógica de quien está interesado en
conocer los intereses de los afectados por una norma, escuchar sus argumentos, exponer los propios y no
dejarse convencer por intereses particulares, sino sólo por los generalizables.
Adela Cortina también ve el peligro de que la ética discursiva pueda caer en un idealismo, en el sentido
de considerar sólo la dimensión racional del hombre y olvidar los móviles del mismo, esto es, el tipo de
virtudes que predisponen a actuar de acuerdo a ellas. Desde su punto de vista sin la percepción de un valor,
sin experimentar algún elemento valioso, no hay motivo por el que el individuo deba seguir un principio y
señala que si la ética discursiva se ha ocupado de algo parecido a una virtud, ha sido la de la formación
democrática de la voluntad, de la disponibilidad al diálogo, pero ésta es una virtud intelectual que no guarda
relación con posibles virtudes éticas, con virtudes del carácter.
Cortina considera un error el eliminar la dimensión del querer y por tanto de la virtud, por lo que es
necesaria una doctrina de la virtud elaborada desde aquello que los hombres consideran como valioso. Por lo
que se refiere a la teoría de los derechos humanos propuesta por Cortina, podemos decir que ésta se encuentra
fundada en la ética discursiva; considera que es necesario para la fundamentación de los derechos humanos
llevar a cabo la defensa de una concepción que atienda tanto al ámbito ético de estos derechos, como a su
promulgación en los códigos jurídicos vigentes. Se ha de buscar una base ética procedimental, esto es, un
criterio válido para promulgar estas normas, pero que sea al mismo tiempo compatible con la múltiple
variedad de creencias que se encuentran en las distintas culturas a las que los hombres pertenecen.
Entiende por derechos humanos a aquellos que se le atribuyen a todo hombre por el hecho de serlo, y
hombres son aquellos que poseen o podrían poseer competencia comunicativa, idea que tiene la ventaja de
posibilitar una fundamentación normativa de los derechos humanos mediante el principio de la ética
discursiva. Así los derechos humanos son un tipo de exigencias cuya satisfacción debe ser obligada
legalmente y por tanto protegida por los organismos correspondientes, y el respeto por estos derechos es la
condición de posibilidad para poder hablar de hombres con sentido”7.
En este tema se plantea si es posible enseñar a alguien a ser bueno, justo, etc., o si por
el contrario tiene que salir de cada uno (como algo heredado), a lo que se puede decir que el
ser humano tiene la capacidad de modelar su propio comportamiento. Mucha gente
considera que lo mejor que se puede hacer por los jóvenes y niños es enseñarles
habilidades, sean técnicas o sociales. Esto a veces lleva a la transformación del hombre en
“hombre masa”. Hombre masa: Hombre totalmente incapaz de diseñar proyectos de futuro,
7No se posee fecha de publicación, ver bibliografía, extraído de wikipedia en septiembre de 2010.
19
que siempre corre el riesgo de dejarse domesticar por cualquiera que le someta con una
ideología fuerte, que ha perdido la posibilidad de gozar de la lectura, la música, las artes
plásticas y todas esas creaciones propias del Homo sapiens. Al aprendizaje de las
humanidades se le dedica mucho menos esfuerzos que al de otras disciplinas. También
cobra mucha importancia el enseñar a los niños las habilidades sociales. Hay que plantearse
la pregunta de si es interesante vivir moralmente como sociedad y si es importante
transmitir a los niños una moralidad humanizadora8, o la moral parece un objeto de adorno
para las declaraciones públicas.
Por ende la escuela debe ser un espacio que aporte a la moral humanizadora y no como
se presenta en la actualidad donde la televisión y los amigos son los destinatarios de esa
labor. Los niños hacen más caso a lo que dicen los amigos y la tele que a lo que dicen sus
padres. La publicidad manipula, pues de alguna manera todo sujeto quiere estar a la moda
para ser aceptado en la sociedad. Se defiende el derecho a la diferencia, pero cada vez más,
se tiende a hacer lo mismo. Se puede considerar entonces a los amigos y a la tele como
tiranías en materia de educación, ya que gran cantidad de niños obedecen ciegamente a lo
que estos dicen. Ante ello surgen las preguntas de ¿por qué se opta por educar en unos
valores y no en otros? ¿Qué razones asisten para elegir a la hora de educar unos valores y
unas actitudes en vez de otros? a lo que la respuesta parece ser, que las filosofías de los
diferentes periodos históricos orientan distintos contextos socioculturales.
Para aclarar esto se pueden mencionar algunos aspectos que hacen falta para el
desarrollo de lo moral:
1. - Lo moral puede entenderse como la formación del carácter individual, que lleva a
los individuos a adoptar ante la vida un estado de ánimo determinado. Lo moral puede
comprenderse, siguiendo un uso ibérico, personificada ante todo por Aranguren (1958),
como la ordenación del carácter individual, que lleva a los individuos a adoptar ante la vida
un estado de ánimo determinado: a tener la moral alta, o bien a estar desmoralizado ante los
retos de la vida. En este nivel resulta fundamental para un individuo, como también para las
sociedades, tener un proyecto vital propio de autorrealización o de felicidad, si queremos
decirlo así y la confianza suficiente en sí mismo como para intentar llevarlo a cabo.
8 Es decir que apunte al desarrollo de normas que den espacio a una convivencia que respete la dignidad humana y sus diferentes derechos.
20
2. - La moral tiene una dimensión comunitaria. Un individuo se socializa y aprende a
vivir unos valores en el ámbito de una comunidad, que se nutre culturalmente de un
entrecruzamiento de tradiciones. Los valores y normas de las respectivas tradiciones
cristalizan en costumbres, normas legales e instituciones, que componen el ethos de las
comunidades entre ellas la economía y otras expresiones de la vida social son muy
importantes las reglas formales y las reglas informales.
Por esta razón, como refieren Mockus & Corzo (2003) las mismas reglas formales
aplicadas en sociedades distintas pueden dar resultados muy diversos. Unas y otras reglas
son decisivas para facilitar la celebración y el cumplimiento de acuerdos. En general, en la
historia de la humanidad, progresan más rápido las sociedades cuyos sistemas de reglas
formales e informales, que evolucionan para facilitar y regular acuerdos cada vez más
complejos, permiten una mayor eficiencia en la celebración y el cumplimiento de éstos.
Douglass North (1993), define cultura a aquellas reglas informales compartidas por
colectivos sociales, y moral a aquellas reglas informales por las que se gobierna el
individuo. El cumplimiento de la norma legal puede ser facilitado por la satisfacción de
comprenderla, de admirarla (admirar sus objetivos, su gestación o su aplicación) y de
obedecerla porque se comprende; el cumplimiento de la norma moral personal puede ser
facilitado por un sentimiento de autogratificación personal (autoadmiración moral), y el
cumplimiento de la norma social (o de grupo) puede ser facilitado por el sentimiento de
recibir merecidamente la admiración de los demás (ser objeto de reconocimiento social, de
gratitud, de confianza). De otro lado, la culpa sería el castigo moral, y la censura o el
rechazo social (y la vergüenza que éstos producen) constituirían el prototipo del castigo
cultural.
Se puede decir entonces que “La armonía entre ley, moral y cultura puede definirse con
precisión como la conjunción entre (1) no aprobación moral ni cultural de comportamientos
ilegales, (2) aprobación moral y cultural de las obligaciones legales y (3) pluralismo
cultural y moral. La armonía descrita en (1) y (2) no significa identificación de lo ordenado
por los tres sistemas reguladores (lo cual significaría integrismo, fundamentalismo) y, por
ello, es absolutamente compatible con los pluralismos moral y cultural (3). De hecho, la
sujeción generalizada a la ley es precisamente la base de las garantías pluralistas. Armonía
y divorcio entre ley, moral y cultura” North (1993).
21
La delimitación informal (cultural y moral) de los comportamientos aceptables es tal
vez por excelencia el terreno de la corresponsabilidad. Las instituciones formales sólo
aportan parte de la regulación y no es posible (ni eficiente, ni conveniente) llevar al
extremo la juridización de todas las relaciones, de todas las interacciones. Otra manera de
decir lo anterior es que el valor agregado asociado a una norma formal depende
sustantivamente de la evolución de normas informales conexas. La identificación y el
intento de acción sobre éstas son parte crucial de la puesta en operación de aquéllas, de esta
manera, además del problema (insoslayable en Colombia) de divorcio entre ley, moral y
cultura, está el de la adecuada o inadecuada complementación entre reglas formales e
informales, tal como sugiere Mockus & Corzo (2003)
Una educación integral tiene, pues, que tener en cuenta la dimensión comunitaria de la
persona, su proyecto personal, y también su capacidad de universalización.
3. - El individuo es capaz de distinguir las normas comunitarias convencionales, de los
principios universalistas, que le permiten criticar incluso las normas de su comunidad.
Según Adela Cortina (Educación moral):
“Todos debemos recibir educación moral, pero más los niños y adolescentes, pues estos no tienen aún la
moral plenamente formada y su personalidad es modificable… Los seres humanos tenemos la capacidad de
modelar el carácter con que nacemos. Debemos así adquirir hábitos buenos (virtudes) y renunciar a los malos
(vicios). De todas maneras, este argumento no es suficiente para fundar la elección de adherirse al orden
moral por parte del individuo. De hecho, éste podría encontrar suficientes motivaciones para aceptar tal orden
en vista de las ventajas que se le derivarían de vivir en una sociedad ordenada, pero esto no sería suficiente
para convencerle de que en cualquier caso su vida habría de conformarse según deberes y normas morales
(por ejemplo, también cuando tuviese que comportar para él desventajas o dolores).Para llegar a una tal
fundamentación es necesario que el individuo acepte dar un sentido global a su propia existencia, de obrar
con vistas a algo, a ciertos valores fundamentales, en ausencia de lo cual su existencia seria vivida sin una
conciencia del significado de las propias acciones, sin un proyecto ni siquiera implícito. Por tanto, la elección
de algún tipo de moral parece indispensable para la conducta racional de la existencia.Naturalmente, el
individuo en cuestión podría decir que, a fin de cuentas, lo que a él le interesa es tan sólo asegurarse día tras
día el máximo de sus propias ventajas y placeres: pues bien, ésta sería ya una moral, y más precisamente una
moral hedonista (o, en el mejor de los casos, utilitarista, según una cierta acepción del utilitarismo).Para ser
más felices en conjunto, tenemos que ser buenos los unos con los otros, pero es muy difícil enseñarle eso a un
niño, ya que el ejemplo que recibe todos los días no es precisamente ideal para una educación en valores”.
22
Mucha gente considera más importante la enseñanza de las habilidades técnicas y
sociales que la enseñanza moral, ya que piensan que de esta última no se puede sacar nada
productivo. Al no ser educada moralmente la sociedad, se corre el riesgo de que sus
ciudadanos se conviertan en “hombres masa”.
Para acabar de formar la moral hay que asumir una actitud dialógica. Se tiene que
enseñar a los individuos a fomentar la autoestima. El ser humano siempre pertenece a una
comunidad de comunicación, y aprende de ella y en ella. Las éticas universalistas están
enraizadas en tradiciones. Principios y tradiciones no están contrapuestos.
5.3 El diario vivir en el sicariato.
Referente a la dinámica de la cotidianidad del sicariato, son diversos aspectos con los
cuales su diario vivir se relacionan, como se observa en las películas, artículos de revistas,
sus apreciaciones de la vida o documentales, mientras ejercen el sicariato sus vidas se
asocian a situaciones como, participación en bandas, donde pueden ser identificados como
los líderes de las mismas, o los que ejecutan constantemente los trabajos, de alguna manera
el primer piso de una pirámide donde a mayor cantidad de muertes más se avanza, tal como
refiere Ortiz (1991)
Es de mencionar referente a la cotidianidad del sicario lo narrado en el informe
especial de la revista semana de febrero 6 de 1990, donde se evidencia que como
generalidad los sicarios se desenvuelven en un estrato socioeconómico bajo, muchas veces
con ausencia del padre, viéndose obligados a contribuir económicamente para la
supervivencia de su familia, viéndose relegados sus procesos educativos a un segundo
plano, además el grupo de amigos con el cual se relaciona influye en él para que se dedique
a las actividades delictivas, ya que generalmente estos se encuentran pasando por una
situación general, donde el dinero que reciben tras silenciar la vida del otro se convierte en
una ruta de escape a la pobreza. La cotidianidad de los sicarios parece implicar la
adquisición de un lenguaje, como una manera para relacionarse con los otros, la cual
permite darles una especie de identidad, es común que empleen sus “parceros” para
reconocer a aquellos que son cercanos o amigos, la “verraquera” la “machera” o la
“hombría” son los sinónimos de su determinación para no permitir que otros pasen por
encima de ellos. Ellos saben que aquel con la capacidad de matar sin dudar es un traqueto,
es decir que con facilidad puede matar solo por matar.
23
La falta de recursos como factor de riesgo en Colombia, la insuficiencia económica y
la falta de estudio en los adolescentes hace que sus padres los pongan a trabajar para poder
ayudar a que la familia subsista, cada vez hay más niños en las calles pidiendo limosna, o
niños que trabajan como vendedores ambulantes, esto se ha convertido en un problema
social alarmante. Los padres de barrios populares obligan a sus hijos a trabajar y dejar los
estudios para que puedan ayudar a sostener económicamente sus familias.
Por otra parte, la pobreza y la carencia de lo que es indispensable es otro factor que
predispone a la delincuencia; el hambre es el caso más sobresaliente, aunque se ha visto que
las necesidades primarias no son aliviadas por los delincuentes juveniles, prefieren gastar
sus ganancias en otras cosas como por ejemplo comprar armas, drogas etc.
Este sicario además de realizar homicidios también se dedica a otras actividades como
la delincuencia común, expendio de sustancias psicoactivas, comercio sexual, robo bancos
y propiedad privada, todo ello en busca del dinero “fácil” para satisfacer las necesidades
personales y familiares de supervivencia, así mismo necesidades de gusto suntuario, la
mayoría de veces creada por la sociedad de consumo, tal como se menciona en el informe
especial de la revista semana (febrero 6 de 1990).
En las victorias del sicariato se demuestra la “verraquera” por lo que el mismo logra
conseguir, cuando el delito es menor el adolescente muestra su chaqueta de cuero, sus tenis
de marca o sale por la noche a las discotecas y consume bebidas y todo aquello que le
guste, invita a sus amigos y su novia a pasar un buen momento. Si el delito es mayor y se
logra la victoria, se puede adquirir más dinero y así comprar su moto, la cual no será
cualquier moto, sino una de alto cilindraje que le permitirá un reconocimiento frente a los
demás, de igual manera podrá brindar un beneficio económico a su familia, como la
solución al hambre o la compra de la casa para su madre.
Ortiz (1991) comenta que desde sus miedos, una vez entrado en la acción del sicariato,
se reconoce la constante posibilidad de morir pronto, pues este trabajo implica un alto
riesgo, siempre existe la posibilidad de que hasta sus mismos compañeros los asesinen, se
conviertan en sus verdugos para ganar una cantidad de dinero o solucionar algún
inconveniente que en el pasado no se logro resolver, por otro lado cuando se mató a otra
persona existe la posibilidad de que la banda de ella o sus amigos procuren vengarse,
24
situación que amerita el estar pendiente de si en cada instante, pues bajar la guardia puede
costar la despedida de la vida.
Por otro lado Ortiz (1991) permite comprender que en América Latina las edades de
los jóvenes sicarios oscilan entre los 13 y los 18 años, sus historias familiares tienden a ser
bastante desalentadoras, por la ausencia del padre, la falta de afecto, deficientes pautas de
crianza y precaria situación socio económica. El joven sicario es entrenado por adultos
jefes de diferentes grupos de mafias y en general no tiene razones para agredir a su víctima,
de alguna manera solo brinda un servicio profesional, ya que este es su oficio, muchas
veces ellos consumen sustancias adictivas para realizar el encargo o “trabajo”.
Para finalizar el tópico relacionado con el diario vivir del sicariato, vale la pena
mostrar las cifras estadísticas de homicidios de la ciudad de Pereira9, obtenidas gracias a la
información suministrada por la secretaría de gobierno municipal. Aspecto que genera un
sentimiento de alarma, en la medida que se observa que el homicidio cobra una gran
cantidad de vidas en la ciudad, lo que a su vez se asocia a la posibilidad de pensar que,
existen adolescentes que se dedican a este oficio como una forma de obtener dinero.
COMPARATIVO DEL HOMICIDIO 2009-2010
MES PERIODO VARIACION
2009 2010 ABSOLUTA % ENERO 38 19 -19 -50% FEBRERO 20 28 8 40% MARZO 26 13 -13 -50% ABRIL 17 22 5 29% MAYO 33 25 -8 -24% JUNIO 33 22 -11 -33% JULIO 28 13 -15 -54% AGOSTO 24 22 -2 -8% SEPTIEMBRE 22 11 -11 0% OCTUBRE 0 0 0 0% NOVIEMBRE 0 0 0 0% DICIEMBRE 0 0 0 0% TOTAL 241 175 -66 -24%
9Lugar donde se realiza la investigación.
25
5.4 Oficio y legitimidad Es importante empezar por lo comentado por Schlenker (2008) quien refiere que los
jóvenes definen el concepto de oficio o trabajo, como una actividad casi obligada, pero
necesaria para vivir .Si se cita el concepto generalizado que se tiene del oficio, el cual es
considerado como aquella ocupación que requiere esfuerzo físico o habilidad manual, y
para el cual no hacen falta estudios teóricos superiores, ya que en esta actividad se le da
más peso a la práctica, porque es esta la que permite una mayor especialización del oficio;
se observa que hay similitud entre ambas definiciones, adicional a esto el oficio es de
carácter habitual y permite el sustento de la persona que lo ejerce; los oficios son
legitimados bajo los contextos sociales en los que el sujeto se desenvuelve bajo normas de
convivencia y estructura social.
Bajo las condiciones de pobreza y marginalidad el adolescente se ve enfrentado a
dedicarse a algún oficio para así colaborar con el sustento familiar, es aquí en el que uno
de los distintos oficios a los que un joven se podría dedicar en y desde su barrio, el
sicariato sigue siendo una opción viable debido, entre otras razones, a los pagos
económicos relativamente altos que los sicarios reciben por sus encargos. La decisión no se
toma a nivel de la ética, condicionada por una moral cristiana en la que estos jóvenes-
sicarios han crecido, sino a nivel socio-económico: el sicariato permite ganar el dinero – y
por lo tanto llevar una determinada vida – que posiblemente ningún otro oficio o trabajo
permitiría.
Para Pecaut (1997) esta cultura de los sicarios aparece, a la vez, como moderna y
tradicional. El sicario es moderno al subvertir el sentido de las antiguas jerarquías, ya que
en el nuevo modelo de producción alguien de escasos recursos económicos puede llegar a
tener mucho dinero e infundir temor y respeto. Esta cultura moderna, y por lo tanto,
novedosa para buena parte de los sicarios, “manifiesta el desprecio hacia el trabajo
ordinario, aquel de los padres, presentes o ausentes, que se han humillado y plegado a las
disciplinas impuestas”. El joven-sicario es, según Pecaut, un actor atravesado por una
nueva manera de generar riqueza y con ella un vertiginoso (aunque frecuentemente fugaz)
ascenso social.
El dinero ganado le otorga al sicario un nuevo estatus social. Los jóvenes sicarios lo
exhiben en el barrio en ropa, trago y mujeres. Las crónicas de Castaño permiten entender la
26
especialización del trabajo implementada por los carteles, así como el nuevo orden social
introducido en los barrios de las comunas. Solo es alguien quien tiene dinero y un arma,
obligado además a mostrarlos como símbolos de estatus.
El sicariato se convirtió en una de las alternativas de ascenso social y poder de
consumo de muchos jóvenes.
Como refiere Carrión (2008) el oficio del sicariato contiene un conjunto de relaciones
sociales donde actúan cuatro actores identificables, producto de una división del trabajo,
que establece funciones, entre ellos están:
1. El contratante: puede ser una persona particular o un grupo al margen de la ley,
quienes argumentan diversos motivos que esperan resolver por fuera del sistema
legal (tierras, celos, deudas, odios, dinero) de igual manera existen otros tipos de
situaciones que llevan al contratante a buscar al sicario como la limpieza social o la
eliminación de enemigos.
2. El intermediario: quien opera entre el contratante y el victimario, es la pieza clave
para esconder la identidad del sicario frente al contratante y viceversa, lo que a la
vez que le da poder lo vuelve vulnerable por el conocimiento que posee de ambos
actores.
3. El sicario: es el actor que lleva a cabo el propósito final de asesinar o escarmentar a
alguien, experimentando así situaciones de alto riesgo mientras comete el acto
ilícito, convirtiéndolo en el eslabón final y más débil del proceso, vale decir que
generalmente el sicario no conoce al contratante, ni los motivos por los cuales debe
agredir a la víctima. El sicario generalmente es un adolescente que puede ser
contratado de forma individual en ciertos barrios, discotecas, cantinas, billares,
burdeles y también a través del crimen organizado bajo la forma tercerizada, lo cual
garantiza el trabajo y la inmunidad.
4. La víctima: es la persona sobre la cual recae la orden del contratante.
Cerrando este tópico es de comentar que la legitimidad tiene que ver con la idea que
el pueblo o la sociedad, tienen respecto a la forma en que se debe ejercer el poder y las
reglas que mantienen el mismo, mientras que la actitud individual para aceptar el poder, sin
resistirse a ello, se refiere al consentimiento. Es decir: “la legitimidad se da a partir de un
pensamiento que surge, se expresa y crece cuando esa idea se acepta como válida (y por lo
27
tanto no será sancionada) para la sociedad, además cuando los valores que se proponen son
vistos con buenos ojos para regir la vida de la comunidad y para organizar su sistema de
poder”10.
Finalmente , es de comentar que se han abordado en este tópico (marco teórico) varios
aspectos que permiten generar una idea global de lo que es el sicariato, las situaciones
particulares que llevan al joven a cometer esta actividad, desde la falta de oportunidades
sociales y económicas; de igual manera este marco permite conocer como es el diario vivir
de un sicario, las situaciones en las cuales se involucra, enfrenta y como hace para dar
solución a las mismas; el abordaje de la ética da espacio a la comprensión de los elementos
que de alguna manera justifican la acción del sicariato. Se verán ahora algunos aspectos
importantes a tener en cuenta para analizar desde el punto de vista del actor quien es el
directamente implicado en esta actividad
6. CATEGORÍAS INICIALES DE ANÁLISIS.
A continuación se explica en qué consiste cada categoría.
6.1 Dinámica de la cotidianidad del sicario.
En esta categoría se abordan actividades del diario vivir del adolescente sicario,
dejando entrever las diferentes situaciones y vivencias individuales, familiares y sociales
que generalmente experimenta. Aquí es posible observar algunas de las particularidades a
las cuales se ve enfrentado el joven sicario, las cuales se asocian a situaciones económicas,
falta de oportunidades y conflictos familiares. Los indicadores para abordar esta categoría,
que permiten orientar las preguntas a realizar con los diferentes actores son:
o El diario vivir.
o Actividades cotidianas con familiares y amigos.
o Satisfacción personal producida por el oficio del sicariato.
10http://www.monografias.com/trabajos12/lalegipod/lalegipod.shtml
28
Esto permite comprender la dinámica del adolescente sicario, es decir cada una de
las situaciones y experiencias que lo caracterizan y le van dando a él mismo un sentido de
su acción.
6.2 Ética de la acción.
Es aquí donde se podrá observar y analizar la percepción individual que tienen estos
jóvenes sicarios, respecto a la actividad que ejercen relacionado con la concepción de lo
bueno, lo malo, lo justo y las motivaciones frente al oficio del sicariato, lo cual conlleva a
reflexionar sobre las emociones asociadas al sicariato, las cuales pueden consistir en un
estado de culpa o de una satisfacción (por lograr un beneficio económico), según la
representación que se tenga sobre la muerte y el asesinato.
Los indicadores que orientaran el encuentro con los autores consisten en:
o Razones o motivos para asesinar.
o Reflexión sobre lo correcto o incorrecto, relacionado con el oficio del
sicariato.
o Sentimientos asociados al momento de ejercer el sicariato.
o Significado de la muerte.
o Justificación del oficio del sicariato.
Se hace evidente que esta categoría apunta al reconocimiento y comprensión que los
adolescentes tienen para justificar el sicariato.
6.3 Significados de la existencia del sicariato.
Aquí se aborda el concepto que los adolescentes sicarios tienen respecto al sicariato,
la forma como ellos comprenden esta actividad, en términos de lo que la misma, concebida
como un oficio les representa a nivel individual, familiar y social.
El significado del sicariato y su existencia se analiza a la luz de entender como esta
actividad es legitimada por algunos adolescentes sicarios, quienes avalan que el sicariato
exista, esto en busca de un bienestar económico.
Los indicadores que permiten reflexionar esta categoría con los adolescentes sicarios
son:
o Sicariato como oficio.
29
o Percepción del contexto frente al ejercicio del sicariato.
o Sentido y expectativas de vida a través del sicariato.
o Sicariato como actividad legitimada por la sociedad.
Se puede decir entonces que desde esta categoría, se pretende comprender el sentido que
este oficio guarda para cada uno de estos adolescentes, en otras palabras que les aporta y
los elementos que permiten la permanencia en este oficio.
7. MARCO NARRATIVO.
Como actores se tendrán en cuenta cuatro adolescentes internos en el CREEME, con
ellos se ha realizado una breve caracterización, en la cual es posible ver que existen factores
psicosociales vulnerables, como violencia intrafamiliar, falta de oportunidades educativas y
de empleo, al interior de algunas familias existen pocos vínculos afectivos, los niveles
educativos de los padres y madres tienden a ser bajos, las reglas en casa no siempre son
claras y algunas veces hay una alta permisividad por parte de los adultos hacia los
adolescentes.
A partir de los datos obtenidos luego del acercamiento a los adolescentes, se observa
que ellos tienden a tener un nivel educativo bajo, se encuentran en los grados de 7°, 8°, 3° y
4°, aspectos que se asocian a poco apoyo del grupo familiar acerca de sus procesos
educativos, además de las escasas posibilidades para acceder a este servicio.
Respecto a sus grupos familiares, se encuentra que en general todos los adolescentes
que participan en la investigación han vivido con sus madres, quienes también tuvieron un
bajo nivel educativo, razón por la cual han tenido que desempeñarse en oficios de los cuales
perciben un salario bajo o han tenido que vivir el flagelo del desempleo. En la generalidad
los padres han sido ausentes del hogar (no asumiendo sus responsabilidades) y algunos de
ellos han sido maltratadores, esta situación se presta para que estos adolescentes se priven
de la oportunidad de gozar de un ser que sea visto como buen ejemplo y además como
alguien que los oriente ante situaciones problemas.
Referente al consumo de sustancias psicoactivas, se puede decir que los adolescentes
se han desempeñado en un medio sociocultural donde se propicia el consumo de drogas,
algunos de ellos ingresan al consumo de sustancias psicoactivas motivados por pares y
personas cercanas a sus residencias, como jibaros.
30
Como datos relevantes son de mencionar:
Adolescente #1
Tiene 14 años de edad, con escolaridad hasta séptimo grado y trabajaba por días en una fábrica de
productos de aseo, su dieta alimenticia es rica en gaseosas pero no en nutrientes ni alimentos con fuente de
fibra, vitamina y hierro. Su padre quien actualmente se encuentra en prisión, siempre ha maltratado a la
madre, tiene dos hermanos de 28 y 30 años y otros dos de 18 y 16 años quienes fueron asesinados, este
suceso ha generado en él resentimiento y deseos de venganza. La autoridad la ha ejercido el hermano mayor
ya que sus padres han sido muy permisivos. La madre percibe un salario mínimo mensual trabajando como
operaria en un taller de confecciones. El adolescente siempre ha residido en barrios caracterizados por tener
problemas sociales como sicariato, vandalismo, delincuencia común y drogadicción.
Adolescente #2
Tiene 17 años de edad, con escolaridad hasta octavo grado y se dedicaba a hacer domicilios por días,
tiene una hija de 1 mes de su compañera sentimental de 16 años. El joven ha vivido la mayor parte del
tiempo con la madre y tiene seis hermanos todos de diferentes padres, cuyas edades son 1, 8, 11, 14, 19 y 22
años; éste último fallecido. La madre tiene 35 años y actualmente se encuentra privada de la libertad. El
joven pertenece a un estrato socio-económico nivel 1, la vivienda es arrendada con acceso a servicios
públicos básicos y los ingresos percibidos son menores a un salario mínimo mensual, los cuales provenían
del trabajo del adolescente y de la venta de artesanías de la madre.
Adolescente #3
De 17 años de edad con escolaridad hasta tercero de primaria, pues abandonó sus estudios por bajo
rendimiento académico, según él le cuesta mucho trabajo comprender los temas vistos en las clases. El joven
sostiene una relación de noviazgo con una niña de 18 años quien es bachiller. Para él su familia es
importante y dice que todos se tratan con amabilidad y respeto. Su padre falleció hace 16 meses a la edad de
78 años, tuvieron una relación muy estrecha, era él quien lo aconsejaba sobre seguir una vida con “buenas
costumbres”, recuerda a su padre con mucho cariño y en cierto modo piensa que su suerte se debe a hacer
caso omiso a los consejos que éste le daba. Su madre tiene 52 años, nunca tuvo escolaridad y se dedicó a las
labores de la casa. En la actualidad el joven vivía con su madre, su tío paterno de 68 años, su hermano de 16
años quien cursó hasta 5 de primaria y su sobrino de 2 años. El adolescente cuenta que las personas con
quienes se relacionaba eran sus amigos del barrio, quienes lo influenciaron para que consumiera drogas y
cometiera actos delictivos. La situación económica de la familia es precaria ya que los ingresos que perciben
son inferiores a un salario mínimo que viene de los trabajos esporádicos de su tío y de ayudas ocasionales de
sus tías paternas.
Adolescente #4
31
Tiene 15 años de edad, con escolaridad hasta cuarto grado, se dedicaba al reciclaje antes de ser sicario;
su familia está conformada por la madre de 38 años quien estudió hasta 5° grado, su hermano de 21 años de
edad con octavo grado de escolaridad, dos hermanas de 19 y 17 años con escolaridad de 5° y 6° grado
respectivamente y su sobrina de 5 años quien está en preescolar. La familia del adolescente vive en otra
ciudad, el adolescente fue criado hasta los 7 años de edad por su madrina (Fallecida), ya que su madre trabaja
en casas de familia como interna. Los padres han estado ausentes en el cuidado de los hijos, la madre por
motivos laborales y el padre por su alejamiento del hogar. En la infancia del adolescente el padre maltrataba
de manera física y verbal a la madre, esto a causa de un estado de agresividad inducido por el consumo de
SPA. La familia tiene una situación económica difícil, ya que no cuentan con la disponibilidad para cubrir
sus necesidades mínimas básicas.
8. MARCO EPISTEMOLOGICO Y METODOLOGICO.
8.1 Tipo de investigación.
La presente investigación es de tipo comprensivo, ello en la medida que se busca
significar la forma como el adolescente sicario interno en el CREEME ve esta actividad
como un oficio legitimado.
8.2 Unidad de análisis.
La unidad de análisis para la presente investigación consiste en la representación,
concepción que el adolescente sicario interno en el CREEME, tiene del sicariato como un
oficio legitimado. Por ello la recolección de los datos se realizó mediante una entrevista
semiestructurada, que permitiese a los adolescentes expresar sus percepciones y opiniones
respecto al tema de interés.
8.3 Unidad de trabajo (Población y muestra).
La población con la cual se trabajó son adolescentes sicarios, para lo cual se toma
como muestra cuatro adolescentes sicarios que se encuentran internos en el CREEME, los
cuales están privados de la libertad y en un proceso de restablecimiento de derechos. Esta
muestra fue útil ya que se logró mantener un acercamiento frecuente con cada uno de ellos.
Estos adolescentes aceptaron participar de manera voluntaria en la presente
investigación11, ello bajo los términos establecidos por la ley 1098 código de infancia y
adolescencia, aspecto por el cual no se hace pertinente no grabar las entrevistas ni hacer
11 Ver anexo 1, en el que se muestra el formato de consentimiento implementado en la investigación.
32
transcripción textual de las mismas, ya que se vulnerarían los derechos de los niños, niñas y
adolescentes.
8.4 Metodología para la recolección de información.
Para realizar las entrevistas el grupo de investigadores se reunió de manera
individual con cada uno de los adolescentes que han ejercido el sicariato, las entrevistas
duraron alrededor de una hora y quince minutos, donde cada adolescente tuvo la
oportunidad de responder de forma libre las preguntas planteadas.
Es de mencionar que al inicio de cada entrevista se les recuerda a los adolescentes
que no están obligados a participar en la investigación, además que debido a estar en un
proceso de restablecimiento de derechos, las entrevistas no serán grabadas ni transcritas.
Las preguntas que componen la entrevista se muestran en la siguiente tabla:
Entrevista semiestructurada. Autorretrato de un sicario.
Usted se encuentra dispuesto a participar en una entrevista, la cual orienta sus preguntas a temas relacionados con el sicariato, se recuerda que sus datos personales no serán expuestos en ningún medio.
Dinámica de la cotidianidad del sicario (actividades del diario vivir).
o Como era un día normal en su vida antes de estar interno en el CREEME. o Que actividades realizaba con sus amigos. o Que actividades realizaba con su familia. o Que le gustaba de su vida como sicario.
Ética de la acción (justificación de ejercer el sicariato, beneficios).
o Cuáles son las razones que lo llevaron a matar a otro ser humano. o Porque cree usted que es correcto o incorrecto matar a otro por dinero. o Que sensaciones experimentaba en el momento de ejercer el sicariato. o Qué motivos lo impulsaron a realizar esa acción. o Que significa para usted la muerte. o Usted qué piensa de la siguiente frase: el sicariato es un oficio aceptado
por la sociedad.
Significados de la existencia del sicariato (que es el sicariato, como se siente).
o De qué manera el sicariato puede ser visto como un oficio. o Como cree usted que lo ven lo demás por ser sicario o Que beneficios recibe ejerciendo el sicariato. o Como cree que se va a ganar su vida en los próximos años. o Qué sentido ha adquirido su vida a través del sicariato.
33
En términos técnicos de la investigación a las entrevistas se les hizo una “lectura
profunda” que trasciende los actores en sus particularidades para con ello identificar las
categorías de análisis, todo esto mediante inducción analítica; antes de producir un texto
complejo y nuevo, los investigadores realizaron una recopilación general de las entrevistas,
las cuales se plasmaron en este documento haciendo la suposición de que hubiese sido
solamente un adolescente el entrevistado. Es de resaltar que en esta transcripción se
encuentran la información suministrada por cada uno de los adolescentes12.
8.5 Técnica de análisis de información.
Para el procesamiento de la información recolectada en la entrevista, se realizó una
triangulación hermenéutica, es decir, se hizo un análisis de convergencias (puntos de
encuentro) y divergencias (puntos de desencuentro) entre lo planteado por los autores
(marco teórico), actores (marco narrativo) y los investigadores, de manera que se pudo
observar la forma como fue asumida cada una de las categorías de análisis.
Estos elementos quedan planteados en el apartado de la discusión.
9. DISCUSIÓN.
La presente discusión se realiza a partir del trabajo de triangulación hermenéutico
realizado entre los actores, autores e investigadores, lo cual se hace a la luz de las diferentes
categorías.
9.1 Ética de la Acción
“Me llevó a matar otro ser humano normalmente la plata, a mi no me importaba
quien era la persona, a veces ni los conocía.” (Adolescentes).
Para los adolescentes el segar la vida a otra persona , refleja su autonomía que se
presenta como la capacidad moral para la resolución o actuación ante un hecho concreto,
matar o no y desde este punto de vista estrictamente moral, es autónoma la voluntad, por
ello se dice que la autonomía del sujeto en el sentido estrictamente moral se refiere a la
capacidad universalizadora, que es la que en el ámbito de las normas nos permite
fundamentar racionalmente una ética de mínimos universalmente exigibles. A la vez la
12 Para la lectura de la entrevista es necesario remitirse al ANEXO 2.
34
ética de máximos viene marcada por el deseo o propósito de llevar a cabo la
autorrealización personal o individual.
La fórmula dice que es formal: es decir, una forma o hechura en la que cabemos
todos. Hemos dado, de esta manera, con lo más característico de la ética: la universalidad.
Porque ahí nos igualamos, nadie está por encima de nadie, nos medimos y encontramos que
tenemos la misma altura, en muchas otras culturas.
Cuando se sostiene que no se debe matar impunemente se está sosteniendo algo con
todas las fuerzas sin resquicio alguno en la determinación de que ni tú, ni yo, ni nadie,
mate. Ahora bien, si se quiere justificar el no matar, se puede encontrar razones últimas
diferentes a las suyas. Supóngase que se justifica el deber de no matar porque en caso
contrario se daña la dignidad humana, mientras que las razones son más utilitarias y se
piensa que si el matar impunemente se impusiera, las consecuencias sociales serían
terribles. Se cree que la razón está más de parte del otro y eso quiere decir que la última
justificación sería mejor que la del otro; lo cual, a su vez, significa que no hay una
justificación absoluta.
Lo único que se sigue es que los fundamentos son humanos, pero en modo alguno
que el matar o el no matar sean relativos a esta o a aquella cultura. Y si en otro tiempo se
mató a humanos como se mata a pájaros, lo que se debe contestar es que se has progresado
en el sentido de la moralidad, y que ese progreso no es otro, el considerarnos mutuamente
sujetos de derechos.
El bien o lo bueno suele entenderse como lo que es bueno o es un bien para mí. O lo
que es bueno para Javier, para Elena, para Igor, para Carolina. El deber atañe a todos. No
sólo a Javier o a Carolina, sino a todos los individuos, cualquiera que sea su condición.
Ahora bien, se sabe que el bien individual, con más frecuencia de lo deseado, no coincide
con el de los demás. Más aún, si las personas se dejaran llevar por el gusto, por los placeres,
deseos o fantasías, no quedaría norma sin rasgar y se destruirían el conjunto de barreras que
impone la ley, la presión social, la vergüenza o la simple vanidad.
Este tipo de antropología mental quiere poner de manifiesto que el bien y el deber
no sólo pueden chocar, sino que chocan más de lo que se desearía. Y que, por eso, el bien
del que habla la moral no es un bien de cualquier tipo, sino el que corresponde a la persona
que hace lo que se debe hacer.
35
La moral, en suma, es parte de la libertad. La moral es característica de la vida
humana. La moral, sin duda, cuando es internada en la estructura interna de los seres
humanos, muestra oscuridades y hasta roza el vértigo de lo que arrastra sin tocar fondo. Se
tiene, no obstante, los elementos para construir una moral que permita vivir mejor. Porque
la moral, de una u otra forma, habita en las personas. La ética se fijaría en lo bueno, tanto
en el terreno individual como en el de una comunidad. En la actualidad se vuelve a
encontrar con los que insisten en que lo importante son las normas comunes, contra los que
piensan que son los bienes históricos de una sociedad los que deben primar. Lo que el
relativismo sostiene es que lo que es moralmente correcto o incorrecto depende de las
normas o los valores aceptados por cada cultura. Por eso, el relativismo es una forma de
subjetivismo: niega la posibilidad de juicios de valor objetivos.
Si para Manuel Carreria (2005) “La ética es definida como el estudio de la
actividad libre y responsable del Hombre en el ámbito personal y social, con respecto al
orden debido a su naturaleza y destino eterno.”
Como definición práctica que describe una ciencia aplicada, ética es la base de
valoración de la actividad humana, según el criterio de los derechos y deberes del individuo
y de la sociedad. La ética o moral se refiere a ese conjunto de decisiones, fines y medios en
los que nos movemos.
El bien del que habla la moral no es un bien de cualquier tipo, sino el que
corresponde a la persona que hace lo que se debe hacer. La ética no es un código sino una
perspectiva para una reflexión practica sobre las acciones, la ética es una orientación
armónica que va a ayudar a vivir la vida. A lo largo de la existencia se van obteniendo
enseñanzas y lecciones sobre vivencias anteriores, estas enseñanzas influyen en la visión y
actuación que ante los hechos cotidianos y ante la muerte se tengan. Las acciones en la vida
van a ser influenciadas por la ética. Ética así pues, sería el estudio y reflexión de vivencias
pasadas que marcan; así mismo la ética establece una conducta a seguir ante los hechos
que cotidianamente se presentan.
Para los adolescentes internos en el CREEME al responder si es correcto o
incorrecto matar a otro por dinero, ellos dicen” Yo no se…. Eso no se piensa, la verdad uno
piensa que ellos la han cometido y por eso los mandan a matar, seguro le hicieron algo
malo a alguien, uno no lo piensa simplemente lo hace y ya.”
36
Para estos jóvenes la ética, se basa en sus prácticas, y las enseñanzas que estas han
dejado en ellos como marco de referencia para su actuación y para la percepción que tiene
sobre la vida y la muerte. Ellos manejan conceptos de bueno y malo que son
contradictorios a la estructura moral del contexto, los juicios de valor le son dados a través
del entorno familiar y social. El sicario sólo responde a su instinto de conservación
comunitaria, no habita un mundo de caos y desorden, sino por el contrario uno en el que
las principales leyes que rigen y direccionan su accionar son simples, pero inquebrantables,
el amor a la madre y su contratante al cual le debe su esencia.
Lo que resulta claro es que el asesinato por encargo existe porque hay quien está
dispuesto a cometerlo, pero sobre todo, porque hay quien está dispuesto a contratarlo. El
sicario es entonces el ejecutor de órdenes que obedecen a intereses aún más violentos que
el crimen de asesinar. La facilidad con la que se ordena un homicidio permite creer que la
humanidad está aún muy lejos de lograr una convivencia pacífica, garantizada a través del
diálogo y el entendimiento.
La violencia obedece a factores externos que la condicionan, posibilitando su
aparecimiento y consolidación. Al mismo tiempo, un fenómeno como el sicariato implica
además el proceso comunicativo a través del cual circulan los distintos discursos de
violencia. Un joven-sicario aprende de igual manera de los traquetos que lo entrenan, como
de las películas de acción violenta con los que ha crecido o los medios que a diario lo
describen como si lo conocieran en persona. La frágil identidad del joven se nutre de los
distintos fragmentos que de estas realidades discursivas obtiene. Su práctica termina de
alguna manera obedeciendo a lo que de él se espera; una suerte de “piel” impuesta que lejos
de solucionar el problema de la violencia la normaliza.
9.2 Significado de la existencia del Sicario13.
“La gente sabe que a veces toca dedicarse a eso, porque no hay para mas…… o te
lanzas a matar a otro o no comes en la casa” (adolescente entrevistado). El sicariato
adquiere un sentido funcional y simbólico, lo primero desde la oportunidad que brinda al
individuo para solucionar situaciones problemas, lo segundo desde la posibilidad de 13 Es importante mencionar que esta categoría se analiza principalmente desde la aproximación a los actores.
37
reconocimiento social que paulatinamente va generando en el contexto del adolescente
sicario, donde generalmente es aceptado.
Para los jóvenes sicarios internos en el CREEME, sus vivencias frente al
significado del sicariato, se convierte en un acto rutinario, el cual es la opción más viable
para acceder a satisfacer las necesidades mínimas, tanto de ellos como de sus familias.
Además de lo anterior, ser sicario para estos jóvenes, representa un mayor estatus y poder
frente a su grupo, convirtiéndose en un actor que controla y presiona, y el ejercer violencia
es una forma de defensa y de supervivencia.
El joven al llegar a su hogar en el que está rodeado por sus seres queridos, de
recuerdos que tiene desde su infancia, se ve enfrentado a una situación de desesperación,
pues esos seres que ama, entre ellos su madre, están en la miseria, una miseria que acaba
con los pocos buenos recuerdos que pudo tener en su infancia, con el ambiente cálido que
en algún momento lo rodeó. Es este el momento en que debe tomar una posición firme,
tomar una decisión que no solo le permita a él sobrevivir sino también a sus seres queridos,
es aquí cuando ante su desesperación recurre a sus amigos de barrio, a sus “parceros”, ellos
quienes muchas veces ya han pasado por su misma situación, pueden tratar de ayudar a
solucionar su pobreza, su malestar, a calmar el hambre, mediante una solución: cometer
sicariato, pues estas personas que ya vivieron lo mismo, encontraron la más rápida
solución en esta actividad, dándole de este modo un sentido que apunta a entender el
sicariato como un oficio que permite la supervivencia.
En No nacimos pa’ semilla (Salazar 1990) muestra con toda su complejidad, la
figura del sicario adolescente, casi niño. Ese desvalido, arrinconado en una ciudad y que
encuentra en la violencia, en el trabajo de matar por dinero una posibilidad de ser por un
momento protagonista de una sociedad que no ha querido saber nada de ellos. Y su
mecánica de acción está enredada con un sistema de comportamientos y creencias donde un
implacable sincretismo cultural tiene su puesto. Para el joven es importante lograr un
reconocimiento social, “sentir que existe, que es alguien y que puede hacer algo”,
encuentran en el sicariato un sentido que se asocia con una posibilidad por ganarse el
respeto de los demás miembros de la sociedad.
38
Mantilla en el foro internacional sobre el sicariato infantil en Marzo de 200714,
realizado en Valencia –España, afirmó que la construcción social del adolescente se
perfila en "un escenario que justifica la violencia como medio y transmite la idea de
supervivencia en una historia construida a pedazos de muerte y dolor". Añade también que
la idea no solo es obtener dinero, También entran en juego luchas de poder entre pandillas
y experiencias de grupos culturales que dan una identidad y cuyo valor, paradójicamente, es
la vida, porque en este entorno se mantiene poniendo en juego su vida y la de otros.
Para este autor los sicarios son significados (comprendidos, asumidos) por la
sociedad, como victimarios pero realmente son víctimas, provenientes de un contexto social
y político favorecido por la precariedad, el bajo nivel educativo, las escasas salidas
laborales y las grandes necesidades materiales.
Finalmente, es importante mencionar que el significado y sentido del sicariato en
adolescentes, consiste en lograr protagonismo y reconocimiento social “existimos, somos y
podemos” de manera que ven en las distintas formas de violencia una posibilidad por
ganarse el respeto de los demás miembros de la comunidad, estos jóvenes en su afán de
lograr ese reconocimiento social y construir su propia identidad tratan de crear una imagen
sobre sí mismos mediante estos actos violentos entre ellos el sicariato. Las pobres
condiciones socioeconómicas, la falta de apoyo de los entes oficiales en la búsqueda de la
solución por las carencias extremas, llevan a que estos le den un significado importante al
sicariato, el cual empieza a ser asumido de una forma natural a pesar de las consecuencias
legales que acarrea.
9.3 Dinámica de la cotidianidad del sicario
“Con mis amigos uno se pasaba pendiente, de que respeten el barrio, cuidando de
que otros manes, no se fueran a meter en cosas que no les importa” (adolescente
entrevistado). Para estos jóvenes que no han asistido a la escuela y si lo han hecho, sólo
asisten a los primeros años de escolaridad; desertan porque no le encuentran ningún
sentido, porque deben participar en el sostenimiento de la familia, entre otras razones. Sus
primeros modelos de socialización lo constituyen sus pares con los que se reúnen en la calle
14 http://argijokin.blogcindario.com/2007/03/06270‐el‐fenomeno‐del‐sicariato‐infantil‐sobrecoge‐a‐los‐expertos.html
39
y con los que inician su carrera delictiva, el barrio es su refugio su identidad como
ciudadano, en el existe y allí es alguien.
Rolando Fernández (2004) “Establece que el período juvenil se asocia a la calle, la
cual tiene que ver con el grupo de pares y su socialización. Como el hombre sólo puede
hacerse a sí mismo en el espacio extradoméstico, la calle es un espacio de aprendizaje, de
activación.” Estos jóvenes sueñan con comprarle una casa a su mamá, llegar a ser alguien
importante en su barrio o ayudar a sus hermanos para que tengan mejores oportunidades y
para lograrlo se juegan la vida, La decencia y la dignidad no se dan espontáneamente en
cualquier condición, la casa representa el lugar de cultivo de esa vida digna, el barrio el
lugar de reconocimiento, en la casa y en el barrio todo puede ser distinto, un espacio para
otro orden.
La ilegalidad de los jóvenes de los barrios marginales, y con ella la de los sicarios,
no obedece únicamente a las tramas de violencia en la que se cumplen órdenes, sino
además a la necesidad de proyectar los distintos modos de verse a sí mismo y de apropiarse
de las formas como otros los ven.
Estos jóvenes tienen una concepción del tiempo y de la vida que juega un papel
fundamental, cosas como invertir, ahorrar y demás conceptos para el desarrollo personal, se
basan en una visión de largo aliento de la vida. Quien está convencido de vivir hasta la
longevidad, tener familia ,hijos, nietos y tal vez incluso bisnietos y querer realizar una gran
cantidad de sueños, emplea el dinero ganado para mejorar su vida, su futuro; quien intuye
que no vivirá más allá de unos pocos años busca disfrutar el momento. La mayoría de los
jóvenes-sicarios sabe que no vivirá mucho, que en pocos años otros sicarios los matarán.
“Es que uno tiene que ir a la fija cuando va a hacer un trabajo, si uno va a matar a
alguien tiene sólo una oportunidad, y no puede fallar. (…) Hay que saber coger el arma,
saber disparar al punto y saberse retirar.” En la realidad del sicario prima la constante
presencia del riesgo; no sólo el de matar, sino de ser muerto en el “negocio”. Pero nada
importa más que salir de pobres, pues al fin y al cabo, no saben hacer otra cosa y han
aprendido, gracias a la fuerte influencia de la sociedad, que “con plata y seriedad se
consigue todo”.
Un aspecto importante dentro de este contexto social es el concepto de familia que se
maneja; por lo general, la madre es la cabeza, pues el padre de familia está ausente por una
40
u otra razón (asesinato, evasión de responsabilidades familiares, etc.). Por eso, cuando
aprenden a usar las armas, y cuando ellos observan que puede convertirse en un negocio
rentable para salir de la considerable pobreza en que están inmersos, toman la decisión de
matar por encargo, es decir, de volverse sicarios .Pero en este proceso de socialización no
sólo interviene la familia: también están los amigos, el sentimiento de compartirlo todo con
todos, inclusive los riesgos. Lo aprendido se comparte y reafirma en sociedad, puesto que
como seres sociales las personas le brindan importancia al reconocimiento del otro. Es por
eso que cuando se encuentra a alguien con quien se identifica plenamente, se puede hacer
cosas que resultarían inolvidables e inevitables, al mismo tiempo: el sicario, cuando
encuentra su “parche”, se llena de orgullo, pues ya tiene con quién hacer los “tumbes” y los
muertos que “carga” se hacen menos pesados, en cierto modo, pues en grupo se crea un
sentimiento catártico que permite desahogarse para calmar el espíritu.
Se ha vuelto reiterativo mencionar la condición marginal y excluida de los jóvenes
dedicados al sicariato. Pero llama la atención que esa caracterización se desprenda de las
circunstancias en las que viven los adolescentes, ubicados en los sectores populares de las
ciudades. No obstante, esa doble condición de marginalidad y exclusión en realidad se
evidencia en otros elementos mucho más complejos que las mismas circunstancias
socioeconómicas y descripciones físicas del entorno. Por ejemplo, la situación «irregular»
que representa la edad respecto al ordenamiento jurídico; la condición contra-cultural
respecto al sistema social; las responsabilidades productivas que tienen que asumir; la
exclusión en la participación social y política, entre otros aspectos. Lo anterior contrasta,
sin embargo, con representar una franja muy especial de mercado, que también los presiona
para tener un poder adquisitivo.
La actitud del joven revela una pasión por el dinero y el deseo de reconocimiento,
además una sensación de inmediatez en la vida; esta visión es fomentada por una influencia
permanente de los medios masivos (televisión) y la sociedad de consumo en el imaginario
de los jóvenes.
10. CONCLUSIONES.
Para comentar las conclusiones a las cuales se ha logrado llegar gracias al proceso
investigativo, se hace pertinente retomar la pregunta a la que se espera dar una respuesta:
41
¿Será que los jóvenes sicarios de 14 a 17 años internos en el CREEME conciben el
sicariato como un oficio legitimado?, ante ello las diferentes consultas teóricas, el
conocimiento de los investigadores y las entrevistas realizadas a los adolescentes internos
en el CREEME permiten afirmar varios aspectos:
El sicario es entonces antes que un “problema social” como suele denominarse
a este actor social, el síntoma de un complejo entramado de estructuras estatales
e instituciones sociales en estado de descomposición. El sicario que proviene
de los barrios marginales asesina, no solo por necesidad económica, sino por
ausencia, por vacío social. Una situación que emana de la falta de normas
educativas, sociales, morales que sean significativas y potenciales, capaces por
un lado de dar sentido a su vida como joven, y por el otro de otorgar
perspectivas de desarrollo para un futuro a largo plazo. Esa lógica es
interpretada por los jóvenes de los barrios pobres como una perspectiva de vida
reservada para quienes nacieron con oportunidades.
Se puede decir que el sicariato es un oficio, en cuanto a que requiere de un
entrenamiento, no se trata de tener un arma y asesinar, esto trasciende desde el
conocimiento de los lugares a los cuales la victima frecuenta, el adecuado
manejo del arma, hasta la estrategia para escapar del lugar, etc. En suma a ello
se debe decir que como oficio no se obtiene un título por aprender a matar, sin
embargo, se hace evidente que se necesita de un aprendizaje para ello15.
Desde diferentes entradas se ha dicho mucho sobre el sicario. Aún así, parece
que todo lo aportado por investigaciones y relatos no llega a ser suficiente para
la comprensión total de un complejo problema de violencia. El sicariato es un
fenómeno que acompaña a ciertas organizaciones delictivas como los carteles
de la droga. No necesariamente desaparecería con la victoria en la guerra contra
el narcotráfico. En muchos casos, tras el desmantelamiento de carteles, oficinas
o grupos de sicarios, los asesinos a sueldo se independizaron. Es muy probable
que si el combate al narcotráfico no va acompañado de significativas políticas
15 Aprendizaje que se adquiere en el contexto social; como se observa con los adolescentes entrevistados, los grupos de referencia de ellos paulatinamente son quienes brindan el entrenamiento en “el oficio de matar”
42
de re-inserción social y económica, los asesinos a sueldos vuelven a las calles
para ofrecer su trabajo de matón a quien lo requiera.
El actuar humano requiere el establecimiento de unas pautas de convivencia,
estas normas pueden ser entendidas con un anclaje trascendente en donde la
idea del sumo bien está fuera del mundo físico; o pueden ser entendidas con un
anclaje inmanente en donde la idea del máximo bien está determinada por los
acuerdos establecidos entre los afectados por la norma. Estas consideraciones
conducen necesariamente a términos como lo correcto y lo incorrecto, lo bueno
y lo malo, lo ajustado y lo desajustado, asuntos que no pueden ser entendidos ni
asumidos sin referencia a la norma y a la libertad. La ética debe contribuir al
análisis del comportamiento y toma decisiones ayudando a identificar los
valores y reglas morales que los han orientado. El razonamiento moral
constituye una clase de razonamiento que debe tener una estructura lógica
apropiada. La ética se fija en las conductas y el comportamiento del ser
humano, y la moral dicta normas de comportamiento, que tiene que estar
aprobado por una sociedad regida por una moral, situación que lleva a pensar
que la estructura moral del contexto colombiano, tiene una gran responsabilidad
en la formación del sicariato, ya que de alguna forma es el contexto o grupo de
referencia, quien va permitiendo paulatinamente que este fenómeno se
multiplique (aunque esté en desacuerdo con ciertas normas ya existentes).
Naturalmente si se quiere estudiar la moral en sus nexos con las condiciones
afectivas de su aparición y realización, es forzoso destacar aspectos silenciados
por completo en las éticas tradicionales, como son los factores sociales de la
realización de la moral. Reducir la moral a un aspecto puramente subjetivo,
interior, dejando fuera de ella su lado objetivo, externo, que se manifiesta sobre
todo en su naturaleza histórico-social, significaría amputar la propia realidad
moral. Con esto se hace posible decir que para los jóvenes sicarios, la ética es
asumida de una manera individual, donde prima la búsqueda de su propio bien.
Aunque la pregunta apunta por conocer si el sicariato es un oficio legitimado,
para los adolescentes internos en el CRÉEME, el proceso investigativo lleva a
sugerir, que es necesario reemplazar el concepto de legitimado por el de
43
naturalizado, ello en cuanto que la legitimidad es una ideología que comparte
una sociedad o gran parte de ella, legitimar implicaría que las reglas y
normatividades de la sociedad avalarían la acción del sicariato16. Se hace
pertinente afirmar que este oficio se ha naturalizado para los adolescentes
internos en el CREEME (incluso para sus familias y contextos sociales de
referencia) en la medida que la acción de ser sicario es representada como un
oficio que permite el sostenimiento económico, además para algunos de los
adolescentes este oficio les lleva al reconocimiento social y a ser respetado
dentro de sus contextos17.
A partir del reconocimiento de su situación, es posible pensar en el sicario
como un sujeto social que emerge entre una cultura tradicional y otra moderna,
donde su fervor religioso (re) afirma la necesidad de alcanzar una meta social,
aunque la misma, esté signada por unas proyecciones limitadas y por la
fugacidad de una existencia que asume que el único tiempo es el presente. Es
pertinente recordar que el sicario más que un actor del complejo cultural es el
instrumento de muerte de otros actores que, articulados en torno a los mismos
presupuestos socioculturales, pagan por hacer lo que no son capaces o no
pueden ejecutar por mano propia. De ahí que el sicario no sienta
arrepentimiento por sus actos de muerte, pues asume que su actividad es un
trabajo18.
La actividad sicarial se ve como una salida que los adolescentes deciden tomar
para solucionar sus problemas de pobreza, estos jóvenes buscan una forma de
socialización formando parte de las bandas, pues la mayoría de veces debido a
16 Situación que no ocurre, pues las normas vigentes de la sociedad, tienen diferentes tipos de castigos o penas para quienes asesinan, de manera que se puede decir que las reglas, lo legitimo no avala u fomenta la acción del sicariato. 17 Es necesario aclarar que la naturalización no implica una aceptación universal (es decir de todos los seres humanos) respecto a la actividad del sicariato, debe entenderse como la permisividad que un grupo social va brindando a las personas que ejercen esta actividad, a pesar que la normatividad va en contra de ello (es decir no es legitimo). De igual manera es pertinente hacer claridad sobre el concepto de “naturalizado”, en cuanto a que el mismo no está siendo abordado dentro de la discusión, de las conductas innatas o heredadas del ser humano, sino que se emplea en la presente investigación para hacer referencia a cuando un grupo social, acepta en mayor o menor medida ciertos comportamientos que están en contra a las normatividades vigentes. 18 Se puede decir que él sicario no tiene una sensación de culpa, en la medida que su oficio es naturalizado (aceptado) por él y su contexto social, de manera que desde la estructura moral de su grupo, se ve el oficio del sicariato como un simple trabajo.
44
su pobreza extrema se ven en la necesidad de desescolarizarse, al darse cuenta
que no saben realizar ningún oficio, son llevados a cometer asesinato y debido
a la práctica de esta actividad, la misma toma un sentido. Al ser consciente de
que este oficio le trae el bienestar económico tan anhelado y de paso le da
reconocimiento y respeto en el grupo social, asume esta actividad como parte
de su vida diaria y le da un valioso significado, pues es este oficio el que de
alguna manera le ayuda a surgir de un ambiente desordenado y caótico, aspecto
por el cual él y su grupo familiar, quien también se beneficia, naturalizan esta
actividad.
45
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http://www.monografias.com/trabajos12/lalegipod/lalegipod.shtml
48
ANEXO 1. Formato de consentimiento.
Yo ____________________________ identificado con cedula de ciudadanía ____________
de la ciudad de_________________, padre del adolescente _____________________ quien se
encuentra interno en el CREEME, privado de la libertad y en un proceso de restablecimiento
de derechos, para participar en el proyecto investigativo de autorretrato del sicario, donde se
realizara una entrevista la cual no será transcrita para garantizar sus derechos, este documento
quedara en el CREEME y no saldrá del mismo para proteger la identidad del grupo familiar.
________________________
Firma de autorización.
ANEXO 2. Conglomerado de entrevistas realizadas a los adolescentes internos en el
CREEME.
Debido a que no se pueden transcribir cada una de las entrevistas realizadas, ya que
ello atentaría la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, el grupo de
investigadores de manera novedosa hace una transcripción de estas entrevistas de una
manera unificada, es decir que en una sola trascripción o narración se retoman los
elementos más relevantes narrados por los cuatro adolescentes, para ello se asumirá como si
un solo adolescente estuviese dando respuesta a las preguntas, recordando siempre que en
la respuesta se recopila la información de los cuatro adolescentes entrevistados.
Vale aclarar que la información suministrada a continuación permitió alimentar la
discusión, en términos de las opiniones realizadas por los actores:
Dinámica de la cotidianidad del sicario (actividades del diario vivir).
o ¿Cómo era un día normal en su vida antes de estar interno en el CREEME?
A veces la vida es muy complicada, algunos desde muy pequeños deben trabajar en
oficios como el reciclaje, ventas callejeras, hacer mandados, vender productos de limpieza,
trabajar coteros etc.,
Muchas veces la vida se da en una especie de sinsabor, uno no encuentra nada para
hacer, recorre de allí para allá sin lograr obtener dinero y a veces en una gurbia tremenda.
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Yo vivo en mi casa con mi madre y mis hermanos, mi mamá se va a trabajar
distintos oficios (restaurantes, casas de familia, maquila), generalmente yo soy quien cuida
a mis hermanos, mi padre nos abandono y nunca asumió sus responsabilidades.
Me reúno con mis amigos, compañeros del barrio quienes ya tienen experiencia de trabajar
con las bandas, cosas como expendedores de drogas, transportar armas, campanear, robar.
Me da pesar con mi mamá, ya que trabaja muy duro y gana poco dinero, por lo que debo
ayudarle a mi mamá para conseguir cosas para la casa, la comida y dinero para pagar los
gastos.
Cuando se inicia el sicariato, uno se levanta y espera que lo llamen para hacer
alguna vuelta, pues ir a matar a alguien o cualquier cosa que los jefes le digan a uno.
o ¿Qué actividades realizaba con sus amigos?
Uno da un vueltón con ellos por el barrio, siempre por los lugares donde uno sabe
que no lo van a matar, pues las guerras entre combos hacen que ciertos sitios sean
restringidos, nos vamos para un parque o una cancha a consumir o montar la inteligencia
para robar.
Otras veces visitamos las novias, vamos de rumbas o simplemente esperamos que el
patrón nos llame para hacer algún trabajito, igual no todos trabajan en lo mismo, a veces los
más peladitos sirven para que pasen las armas camufladas frente a la policía, otros se
encargan de hacerle la inteligencia al cliente, uno que otro se encarga de pasar el vicio y
otros nos encargamos de mandar a dormir al que esta estorbando.
Con mis amigos uno se la pasaba pendiente de que respetaran el barrio, cuidando de
que otros manes no se fueran a meter en cosas que no les importan.
Lo más común con los amigos es irse para un charco y meter marihuana.
o ¿Qué actividades realizaba con su familia?
En casa vemos televisión, llevo mi hermano menor al hogar comunitario y mi otra
hermana a la escuela, la cucha llega por la noche cansada y alegando, echa cantaleta porque
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no hemos arreglado la casa, yo alego con mi mamá y por eso a veces es maluco vivir en mi
casa.
Otras veces mi mamá está pendiente de que estoy haciendo, yo no soy sincero
completamente ya que si le digo a que me enfrento en la calle ella puede preocuparse
mucho, sin embargo parece que ella se las pilla pues siempre esta diciéndome que dios me
bendiga.
Claro que por las noches cuando llego con el dinero ella muestra dos sentimientos,
uno de preocupación y otro de contento ya que tenemos con que comer en la casa.
Normalmente la familia lo agarra a uno en horas de almuerzo, entonces uno ya se queda ahí
compartiendo con ellos.
o ¿Qué le gustaba de su vida como sicario?
Si hay cosas que son interesantes de la vida como sicario, el dinero que uno
consigue sirve para ayudar a la familia, por las noches uno puede llevar a los amigos y a la
novia a rumbear, muchos días uno logra mantener con dinero para darse uno que otro lujo,
en el barrio se empieza a notar un reconocimiento hacia uno, las personas empiezan a
mostrar un respeto y un miedo, que hace que uno se sienta más grande e importante. Claro
que, aunque a veces hay cosas buenas, muchas veces la vida empieza a vivirse como con
cierta inseguridad, pues el que mata siempre está en la mira de otros que mata o de los
amigos y familiares a quienes ha matado.
De alguna manera una cosa chévere es que lo ven a uno como el duro, el patrón, eso
da respeto.
El dinero no siempre es el mejor pero apenas para lo que uno necesite, a unos le
pagan a veces el sueldo fijo, hay amigos que reciben ochocientos mil pesos quincenales,
como en cualquier trabajo, eso es como el sueldo que usted recibe por hacer lo que le toque
hacer.
Otra cosa que es rica son las armas, los fierros dan una sensación de poder y de
placer, lo hacen sentir fuerte, usted sabe que con un fierro a uno le merecen más respeto.
Uno espera avanzar, y eso es lo bueno de ese trabajo entre más personas usted mata conoce
gente más importante que le busca los servicios.
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Ética de la acción (justificación de ejercer el sicariato, beneficios).
o ¿Cuáles son las razones que lo llevaron a matar a otro ser humano?
Normalmente la plata, a mi no me importaba quien era la persona a veces ni los
conocía, uno lo hace sin mente, pero no es por nada, solo por la plata, igual a lo ultimo eso
se vuelve como un deporte, lo duro es al principio, uno pensaba que el cliente nunca le ha
hecho nada malo a uno, peor ya luego es fuera de nervios, antes uno espera que cada
trabajo quede mejor hecho que el anterior.
o ¿Por qué cree usted que es correcto o incorrecto matar a otro por dinero?
No yo no sé eso no se piensa, la verdad uno piensa que ellos la han cometido y por eso los
manda a matar, seguro le hicieron algo malo a alguien, igual a la hora de la verdad uno no
se cuestiona, eso se vuelve como un deporte uno no lo piensa, simplemente lo hace y ya.
o ¿Que sensaciones experimentaba en el momento de ejercer el sicariato?
Adrenalina, nada más el suspenso cuando uno ve que están cayendo al piso, luego se da la
alegría de saber que se va a cobrar la plática, el susto es muy fuerte, pero no el susto por
matar, sino porque alguna cosa salga mal, que lo reconozcan después, o que la pistola no
funcione, o que lo maten a uno, pero de ahí para ya uno sabe que va con toda, es en la
jugada o se lo juegan.
o ¿Qué motivos lo impulsaron a realizar esa acción?
Los amigos, más de un amigo, le cuentan como es la vuelta, uno ve que ellos cogen plata y
compraban cosas y lo invitaban a uno, entonces uno dice, a que va yo también me voy a
ganar lo mío.
o ¿Qué significa para usted la muerte?
Que ya no se sigue existiendo, es solo eso, se murió y listo se fue.
o ¿Usted qué piensa de la siguiente frase: el sicariato es un oficio aceptado
por la sociedad?
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Yo creo que sí, yo siempre he dicho que esa gente lo pone a uno a trabajar, eso genera
dinero, eso es como un trabajo que las personas aceptaron porque les da dinero, hay
personas que no les gusta porque les toca el muerto pero, pero en si a uno no lo discriminan
ni nada, a uno no le decían nada, antes como sicario me tenían respeto.
Significados de la existencia del sicariato (que es el sicariato, como se siente).
o ¿De qué manera el sicariato puede ser visto como un oficio?
Pues porque es un trabajo, yo pienso que sí, eso es para el que se acostumbra, es una
rutina que usted coge todos los días, ya después para usted ir a matar a alguien es sin
miedo, ya no le da nervios, lo importantes es que le da la plata para comer.
o ¿Cómo cree usted que lo ven lo demás por ser sicario?
La gente sabe que a veces toca dedicarse a eso porque no hay para más, o te lanzas a
matar a otro o no comes en la casa, muchos lo quieren ayudar a uno, otros lo ven a uno con
miedo, saben que uno no piensa dos veces para arreglar cualquier problema.
La gente se da cuenta de lo que uno va haciendo, ellos lo ven a uno con dinero y no le dicen
nada, hay personas que si dicen: este muchacho tan malo, pero otras personas lo ven muy
normal.
Yo creo que eso depende de con quien se tope uno, incluso si se le pregunta a los
amigos de la gente a la que uno mata, puede que digan que uno es un hp y que no merece
vivir en este mundo.
o ¿Qué beneficios recibe ejerciendo el sicariato?
Ninguno, antes tiene sus problemas, porque le toca cuidarse mucho, en si el
sicariato es el trabajo para tener dinero, para ayudar a la familia y tener para uno.
o ¿Cómo cree que se va a ganar su vida en los próximos años?
Trabajando bien, ya después de estar en el CREEME yo he aprendido a cambiar mi
vida, por ahora sé que primero hay que estudiar.
o ¿Qué sentido ha adquirido su vida a través del sicariato?
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Experiencias, uno a veces piensa en lo que ha hecho, la mente me da vueltas, pero
yo tiro eso para un lado y ya, en realidad uno no piensa eso, es más como del hacer las
cosas, es como una acción para conseguir dinero, pero en si no es algo que uno piense lo
medite todo el día.