auto sacramental el verdadero dios pan. luna la noche...
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AUTO SACRAMENTAL
EL VERDADERO DIOS PAN.
PERSONAS
El Dios Pan
Luna
La Noche
El Mundo
La Idolatria
La Gentilidad
El Judaismo
La Sinagoga
La Apostasia
La Simplicidad
La Malicia
La Fe
Un Niño
El Demonio
Musicos
Zagales y zagalas
*Abrese un pabellón, y vese en él el Dios PAN, vestido de galán1
PAN Hermosa Noche, cuyas luces bellas,
* en varios resplandores,
* antes que el monte cielo sea de flores
te guarnecen a ti jardín de estrellas2:
* ya que me debes que el influjo de ellas 5
* le sepa mi desvelo,
* leyendo en ese azul campo de yelo
caracteres que, en líneas desiguales,
* dispensan ya el favor o ya el desvío3
* –bien que dejando siempre al albedrío 10
en todos los mortales
1 Acot. de galán: acojo, aunque minoritaria, la lectura de OC, frente a de gala de la mayoría de los testimonios, que se
explica perfectamente como error paleográfico. El vestido de galán es más coherente con la personificación de Pan como
enamorado de la Luna, y no contrasta con el hecho de que, más tarde, se nos diga que está vestido de cazador (v. 252).
De hecho, sabemos por la secuencia del duelo con el Demonio (vv. 761 y ss.) que Pan, como los galanes de comedia, trae
espada, y con ella riñe con su adversario. Además, forma adecuado contraste con el vestido de pastor que Pan adoptará
tras el primer rechazo de la Luna. El vestido de gala, para los personajes masculinos, se utiliza más a menudo, en los autos
calderonianos, para simbolizar la apoteosis final de las figuras de Cristo, y se asocia entonces con el manto encarnado
símbolo de resurrección («el Pastor sube en elevación, vestido de gala, con manto encarnado y banderillas», FI, 1607;
«sale Theos… vestido de gala, con manto encarnado», LM, 1579; «se ve... el Peregrino de gala con manto encarnado»,
DI, 961; «el Peregrino de gala, con manto», CE, 772). Otras veces, el vestido de gala caracteriza a personajes
potencialmente negativos: «y el Deseo de gala con las joyas» (NM, v. 914 acot.). 2 vv. 3-4 cielo… de flores /…jardín de estrellas: buen ejemplo de hipálage, tropo muy frecuentado en la poesía cultista,
sobre cuyas características peculiares véase por lo menos Mayoral, «Breves notas». Los complementos nominales se
intercambian con respecto a los sustantivos correspondientes. Con respecto a la metáfora ‘estrellas=flores del cielo /
flores=estrellas del jardín’ véase Diccionario (s.v. Flores y estrellas), y E. M. Wilson, «Los cuatro elementos en la
imaginería de Calderón», p. 285 y ss. 3 vv. 5-9 Pan, de acuerdo con algunas interpretaciones del mito clásico que lo confunden con Endimión (comp. n. a los
vv. 241-46 de la loa), se presenta como astrónomo y astrólogo, que pasa las noches en vela tratando de descifrar los signos
celestes y sus influjos, favorables o desfavorables, en la vida humana.
* árbitro de los bienes y los males–4,
oye mi voz, siquiera *Va bajando
por ser la vez primera
que te ves invocada 15
* sin verte en tus renombres disfamada5;
pues, si hay quien te apellida
* ladrona infame de la media vida6
* –cuando, matriz del opio y del beleño7,
* a media muerte se reduce el sueño–8, 20
también habrá por mí quien tu hermosura,
en vez de triste, pálida y obscura9,
* no sólo dulce ya, blanda y serena
* la invoque, como alivio de la pena
* que en sus tareas introdujo el día,10 25
pero quien natural filosofía
* también la aclame, al ver cuánta alabanza
* en tus vigilias el estudio alcanza11.
4 vv. 10-12 albedrío: «La libertad que Dios dejó a la voluntad humana para elegir lo bueno o lo malo, de que pende el
mérito o demérito del hombre» (Aut.). 5 v. 16 disfamada: disfamar, sin duda menos corriente que el sinónimo infamar (por lo cual la lectura de Y es a todas
luces una facilior) se encuentra otras muchas veces en Calderón. Algunos ejemplos: «a disfamar su virtud / desta manera
me atrevo» (El mágico prodigioso, I, 964); «Yo fui quien por disfamar / su virtud, formas fingiendo» (Ibid., III, 115); «y
en la fantástica forma / disfamada vivirás» (Ibid., III, 315-316); «¿Cómo, di, si has disfamado / mi honor…?» (OR, 1076);
«De cuantos disfamaron, / obscura noche fría, / tu lóbrega estación, a quien nombraron / émula infausta de la luz del día»
(Fineza contra fineza, 2122). 6 v. 18 Otras veces se encuentra en Calderón este sintagma, referido más bien al sueño: «pues recogida / está la casa, y
es dueño / de los sentidos el sueño, / ladrón de la media vida…» (Dama duende, vv. 1985-1988); «Ese prestado
homicida, / que con nombre de reposo / no hay sentido que no impida, / ladrón de la media vida...» (PG, vv. 1476-79, y
nota correspondiente); «aquel familiar ladrón, / que en las vigilias nocturnas, / hipócrita del descanso, / la media vida
nos hurta» (TE, 1669). Es concepto de procedencia clásica, como señala Pérez de Moya (Philosofía secreta VII, 10):
«El Sueño es hijo de la Noche, y hermano de la Muerte. [...] Eurípides dice que es ladrón de la mitad de nuestra vida».
7 v. 19 matriz: acojo la lectura de SC frente a «nutriz» todos los demás testimonios. Ambas son palabras muy poco usadas
por Calderón, según aclara una consulta del TESO. Sin embargo, tradicionalmente la Noche es madre (matriz: «en su
riguroso sentido vale lo mismo que madre», Aut.) del sueño que propician las plantas citadas a continuación. De las raíces
y hojas del beleño se extrae un narcótico muy fuerte. En cuanto al opio, su asociación con la Noche era tradicional, pues
entre los atributos iconográficos de ésta figuran a menudo las amapolas (comp. Hall, Diccionario de temas y símbolos,
s.v. Noche). 8 v. 20 La idea de que el sueño es una pequeña muerte se encuentra a menudo en Calderón: «(rendida / la vida a un breve
homicida / que es su descanso)» (CB, 169); «Después, ¡ay padre!, que hube / al sueño el tributo dado, / que en su
propensión se advierte / ser, si no entero homicida, / medio ladrón de la vida, / media imagen de la muerte...» (SRS,
1304); «Del sueño, cuyo blando pasmo fuerte / éxtasis es de una prestada muerte» (JF, 1506); «que el sueño / aunque es
pálida imagen de la muerte…» (La sibila del Oriente, 1177-78). Es tópico reiteradísimo, elaborado también por San
Agustín, que compara el dormir a la muerte, y el despertar a la resurrección (sermón 361, 10): comp. la larga y
documentada nota al v. 63 de IG. 9 v. 22 triste, pálida: son dos de los adjetivos que más a menudo se asocian a la Noche en el teatro de Calderón, junto con
fría. Algunos ejemplos: «Hermoso, luciente Sol… ¿cómo hoy en pálida y triste / noche envuelves tu arrebol?» (VT, 190);
«Noche pálida y fría» (El Tuzaní de la Alpujarra, 372); «No acabó con la pálida tristeza / de la noche la injusta pena mía»
(La puente de Mantible, 1875). 10 vv. 23-25 Comp.: «Llámanle [al Sueño] hermano de Lethes y descanso de las cosas porque Lethes quiere decir olvido,
y el que duerme olvida todos los trabajos y males y todos los cuidados» (Pérez de Moya, Philosofía secreta, 7, 10, p.
645). 11 v. 26 natural filosofía: la que estudia la naturaleza; una de las grandes ramas del conocimiento, en el sistema aristotélico,
junto con la filosofía moral (lógica, metafísica, ética). La Noche se identifica con la filosofía natural, puesto que las
vigilias nocturnas propician el estudio: no por casualidad el animal sagrado de Atena/Minerva, diosa de la sabiduría, era
la lechuza, ave nocturna, que también aparece en la iconografía de la Noche (comp. Hall, Diccionario de temas y símbolos,
s.v. lechuza). Véase lo que dice al respecto B. de Vitoria (Teatro, II, IV, 8, p. 280): «Fue la lechuza símbolo de los
hombres doctos y sabios, que por esa razón la escogió la Diosa Minerva por su ave, a consecuencia de la vigilancia y
*Llega al tablado
* Ven, pues, ven a la voz amante mía,
antes que en luces te desluzca el día. 30
Sale la NOCHE
NOCHE * A tu imperioso ruego
más voluntaria que violenta llego,
desarrugando el manto de mis sombras12
* al ver que solo tú feliz me nombras.
PAN Y tan feliz, que espero 35
–si tus méritos, Noche, considero–
que alguna triste, pavorosa y fría
triunfo ha de ser del más alegre día13.
NOCHE De esa esperanza ya conmigo lucha
* el alborozo.
PAN Antes que llegue, escucha.14 40
Ya sabes, como testigo
* de vista, ¡oh Noche!, la estancia
* yerma en que nací.15 Ya sabes
que envuelto entre pobres pajas
unos rústicos pastores 45
me hallaron, a cuya causa
* se llamó mi primer cuna16
desvelo que tienen los que profesan letras. Que cuando la gente indocta y de poco saber está durmiendo y sepultada en
sueños, los hombres letrados y sabios están desvelándose y ocupados en sus estudios». 12 v. 33 desarrugando el manto: esta imagen del manto arrugado de la Noche se encuentra en otros lugares calderonianos:
«pido / a tu deidad, que el arrugado velo / con negra tez borre la azul del cielo» (Fineza contra fineza, 2122); «pues apenas
diviso / en las arrugas del nocturno manto» (El monstruo de los jardines, 2009); «cuando / la trémula noche negra / de
sus tupidas arrugas / desdobla el manto, cubierta / de asombro, de horror y miedo» (Ni Amor se libra de amor, 1963).
Aquí, es probable que a la enunciación de la acción correspondiese el gesto efectivo de la actriz que representaba la
Noche, y que seguramente iría vestida de un manto negro con estrellas, conforme a la imagen propuesta por la Iconologia
de Cesare Ripa, que se encuentra explicitada en otros autos calderonianos: véase por ejemplo esta acotación de VZ, 700,
donde la Culpa (asimilada a la Noche en todos los autos, comp. nota al v. 279) sale «vestida de negro, con estrellas, y sea
mujer». Para la utilización calderoniana de la obra de Ripa, ver M. Ruiz Lagos, «Interrelación pintura/poesía», máxime
p. 288. 13 vv. 37-38 Puede aludir al nacimiento de Cristo, que las tradiciones fijan a la medianoche entre el 24 y el 25 de diciembre
(noche triste y fría), y que ‘triunfará del día más alegre’ por realizar la venida del Mesías entre los hombres para su
redención. De ser así, el uso de la perífrasis de futuro ha de ser se explicaría con una escisión entre la fábula mítica de
Pan (en la que su nacimiento ya se ha realizado: vv. 41-9) y el desarrollo argumental del auto, en el que el nacimiento
puede verse aludido en el pedido de ayuda de Pan a la Noche en los vv. 241-46 (ver nota). Por otra parte el adjetivo
pavorosa no se ajusta tanto a la noche del Nacimiento como al momento de la muerte de Cristo, que, a pesar de acontecer
entre el mediodía y las tres de la tarde, trae al mundo una noche anticipada, cuyos caracteres pavorosos se describirán en
los vv. 1875-1927. Esta hipótesis explicaría mejor el uso de la perífrasis de futuro, pero no el adjetivo fría atribuido a la
noche. 14 v. 40 escucha: es llamativa en los autos la frecuencia de «las formas apelativas con que se introduce […] la llamada de
atención no sólo a otros personajes sino al público […] con fórmulas como “escuchadme”, “oíd, oíd”, “atiende, oye”, etc.,
creando una dialéctica entre el autor y el pueblo de primordial entendimiento comunicativo por vía oral que tanto se
asemeja a las formas de tradición popular» (E. Rull – A. Suárez, «La cultura popular en los autos sacramentales de
Calderón», p. 125). 15 vv. 41-42 como testigo / de vista: porque las tradiciones navideñas fijan el nacimiento de Jesús a la medianoche. 16 v. 47 primer cuna: en la época de Calderón es normal el uso de «primer» ante sustantivos femeninos (comp. Lapesa,
«Lenguaje y estilo», pp. 54-55). Véase también, en este mismo auto, «primer patria» (v. 232), «primer causa» (v. 396);
pero, en final de verso, «primera / vez» (v. 1919-20).
* Belén, que en hebreo ‘casa
de trigo’ quiere decir.17
* Ya sabes también que varias 50
plumas a este fin dijeron,
unas, que el grano es Palabra;
* otras, que en pajas el grano
* se halló; que el pan es la Gracia,18
* otras; y otras, que es el pan 55
que de aquel grano se amasa
* el blanco vivo Pan, que
del cielo a la tierra baja.19
Dejemos autoridades
* –sin que del griego me valga, 60
* en que omne es el pan, y el omne
* es ‘todo’–, pues éstas bastan20
* para que asentado quede
* que, si en las letras humanas
hubo algún dios Pan, su apoyo 65
en las divinas no falta.21
* Y, ya que vamos careando
proposiciones contrarias22,
pintar dos naturalezas
en sus retratos y estatuas, 70
* –siendo en su desproporción
una noble, otra villana–
* fue decir que hay en mí unidas
17 vv. 48-49 Belén efectivamente en hebraico quiere decir ‘casa del pan’ (comp. Reyre, Lo hebreo en los autos de
Calderón, p. 213, y Ausejo, Diccionario de la Biblia), y este nombre se ha venido interpretando obviamente como
presagio (nomen omen) del nacimiento de Jesús, Pan divino. Comp. San Isidoro, Etymologiae, XV, 1, 23: «Quando autem
ibi Iacob pecora sua pavit, eidem loco Bethleem nomen quodam vaticinio futuri imposuit, quod domus panis interpretatur,
propter eum panem qui ibi de caelo descendit»; y C. a Lapide (Commentaria in Lucam, 164b): «Audi S. Gregorium,
hom. 8 in Evang.: “Qui bene etiam in Bethlehem nascitur. Bethlehem quippe domus panis interpretatur. Ipse namque est
qui ait: Ego sum panis vivus, qui de coelo descendi. Locus ergo in quo Dominus nascitur, panis antea vocatus est». En el
Diccionario se encontrarán otros lugares paralelos. Comp. también: «y, en fin, un Belén, que quiere / decir pósito de
trigo» (NM, vv. 424-25); «pues quien dice Belén, dice / Casa de Pan» (ER, 1092); «siendo hebrea traducción / casa de
trigo Belén» (QH, vv. 1816-17). 18 vv. 50-54 Alude a las interpretaciones de distintos pasajes evangélicos, centrados en el pan y el grano de trigo. Es difícil
rastrear a cuál de ellas alude aquí precisamente Calderón, pues se trata de unos pasajes muy comentados por todos los
autores cristianos desde los primeros Padres de la Iglesia. En general, podemos decir que Jesús se identifica con el grano
de trigo que muere para volver a vivir (Juan, 12, 24-25); su palabra, palabra de Dios, es como un grano de trigo que da
fruto en la tierra (Mateo, 13, 3-9, 18-23), pero que, al crecer, crece junto con cizaña (Mateo, 13, 24-30; 36-43) y paja; al
final de los tiempos, Dios separará el frumento de la paja y de la cizaña (Mateo, 3, 12 - Lucas, 3, 17; Mateo, 24-30; 36-
43). El cuento evangélico de Lucas (2, 7-16) da cuenta además de cómo Jesús, al nacer, fue puesto por su madre en un
pesebre, por tanto, entre el heno y la paja que servían a los animales; y así lo comenta C. a Lapide trayendo a colación un
texto que pudo haber recordado aquí Calderón: «S. Agustín, serm. 3 De Nativ.: “O praesepe splendidum, in quo non
solum jacuit foenum animalium, sed cibus inventus estr angelorum”» (Commentaria in Lucam, 169a). 19 vv. 57-58 Comp. «Panis enim Dei est, qui de coelo descendit et dat vitam mundo. Dixerunt ergo ad eum: Domine,
semper da nobis panem hunc. Dixit autem eis Jesus: Ego sum panis vitae.» (Juan VI, 33-35); «Ego sum panis vivus, qui
de caelo descendi» (Juan, VI, 51). 20 vv. 60-62 Comp.: «Pan dicunt Graeci, Latini Silvanum, deum rusticorum, quem in naturae similitudinem formaverunt;
unde et Pan dictus est, id est omne» (San Isidoro, Etymologiae, VIII, 11, 81). 21 vv. 64-66 letras humanas: es como Calderón suele referirse en sus autos a las fábulas mitológicas, a las que siempre
encuentra una correspondencia analógica en las letras divinas, es decir, en los textos sagrados (Biblia, Evangelios, Padres
de la Iglesia...). Comp. DOS, vv. 729-735: «Y de esta misma manera / habrá infinitos lugares, / que por repetidos deja /
mi voz, en que se confronten / divinas y humanas letras, / en la consonancia amigas / y en la religión opuestas». 22 vv. 67-68 Las proposiciones contrarias que se carean son las del mito clásico y de las Escrituras; el careo sirve para
encontrar las correspondencias analógicas que sustancian el discurso teológico y doctrinal del auto.
tan desiguales distancias
como hay de humano a divino, 75
* significándome en ambas:
en el semblante lo eterno
* y lo caduco en las plantas.23
Y pues vamos convenciendo24
gentílicas ignorancias, 80
prosigamos a dos luces,25
* con todas las circunstancias
que lo alegórico pide
* y que lo histórico manda.
Entre la gran plenitud 85
* de ciencias que me acompaña,26
voy –dejando aparte otras–
* a sólo la judiciaria
astrología, porque
* al propósito me ensalza 90
* de hoy, más que otra alguna27: hable
el proverbio que declara
* que domina en las estrellas
* el sabio28. Con que el tratarlas
como dueño suyo me hizo 95
* reparar con más instancia 29
23 vv. 69-78 Las dos naturalezas, noble y villana, aluden al híbrido de hombre y macho cabrío propio de las figuraciones
del Pan mitológico, que remite, en el discurso alegórico, a la doble naturaleza, humana y divina, de Cristo. 24 v. 79 convenciendo: ‘rebatiendo’, ‘refutando’. Convencer es «reducir, precisar, concluir y obligar a otro con razones
eficaces a que deponga su dictamen» (Aut.). 25 v. 81 a dos luces: término del vocabulario pictórico de la época, a cuyo caudal tantas veces acude Calderón cuando
habla del mecanismo de la alegoría (ver nota al v. 311 y 330-31 de la loa). Otras veces en nuestro auto Calderón acude a
este término pictórico (cfr. vv. 560, 1145-46) para aludir al doble plano semántico de la alegoría; pero lo utiliza también
en contextos profanos: «Pincel, que lo muerto informa, / tal vez un cuadro previene / que una forma a una luz tiene / y a
otra luz tiene otra forma. / Amor, que es pintor, conforma / dos luces que en mí tenéis…» (La dama duende, vv. 2383-88
y nota correspondiente con muchos lugares paralelos). 26 vv. 85-86 Cristo conoce en grado sumo todas las ciencias, porque es, como afirma Calderón en otro lugar, «ciencia de
las ciencias» (La exaltación de la Cruz, 997). Comp. nota a los vv. 230-31 de la loa, y F. Picatoste, «Concepto de la
naturaleza», pp. 175-76. 27 vv. 89-91 ‘Porque, dentro del discurso que me propongo llevar adelante hoy, encumbra mi fama más que las otras
ciencias’. 28 vv. 88-94 astrología judiciaria (o divinatoria) es la que prevé (forma juicios de) lo porvenir. En la época, la astrología
judiciaria o falsa, opuesta a la legal o verdadera que trata del conocimiento de los astros, se vio repetidamente censurada
y perseguida (véanse al respecto las noticias que ofrecen F. G. Olmedo, «El horóscopo de Segismundo y la astrología
judiciaria», y A. Hurtado Torres, «La astrología en el teatro de Calderón de la Barca», pp. 929-30). Sin embargo aquí
Calderón la atribuye nada menos que a un personaje que es figura de Cristo. Esto se debe a que nuestro dramaturgo
coincide con Santo Tomás en admitir la astrología judiciaria siempre que se considere que los astros inclinan pero no
determinan, conservando pues bien clara la noción de la independencia del libre albedrío. Como apunta A. Hurtado Torres
(«La astrología en el teatro de Calderón de la Barca», pp. 930-31) estas ideas le llegan a Calderón probablemente a través
de la Sphera del Universo (1599) de Ginés de Rocamora, citado además por nuestro dramaturgo en su comedia El
astrólogo fingido. El pasaje de la Sphera traído a colación por Hurtado guarda unos indudables puntos de contacto con la
formulación de estos versos: «digo también que la judiciaria [astrología] (no alargándose a salir de los límites dezentes y
justos, dexando en su fuerça, como la tiene, el libre albedrío con el qual el prudente y sabio puede vencer la influencia de
las estrellas), es ciencia permitida…». Rocamora, como Calderón en los vv. 92-94, recuerda el dicho latino Sapiens homo
dominatur astris, recogido y aceptado por Santo Tomás en su Summa Theologiae, y que resuena otras veces en el teatro
calderoniano: comp. «y que el prudente / sobre las estrellas manda» (Los tres afectos de amor, 1321); «porque el hombre
/ predomina en las estrellas» (La vida es sueño, vv. 1110-11). Por lo que hace a la astrología como una de las muchas
ciencias que Cristo conoce, comp.: «En Él hay astrología / porque es suma inteligencia, / a cuyo arbitrio se mueven /
cielos, sol, luna y estrellas» (La exaltación de la Cruz, 997). 29 v. 96 instancia: aquí, ‘atención’.
en el astro de la Luna,
* por ser la imagen más clara
de la Noche, más hermosa,
* pura, tersa, limpia y blanca.30 100
Bien reconozco que el ser
* mudable la afea y la mancha;
pero no es perfecto amor
el que no perdona faltas,
* y quizá yo vi las suyas 105
* sólo para perdonarlas;
* que es tan al revés mi amor
de todos, que todos aman
* a efecto de ver finezas,31
pero yo de ver mudanzas. 110
Enamorado, en efecto,
de la Luna...
NOCHE Espera, aguarda,
* que si tengo de entender,
en los discursos que enlazas,
que vas a hacer verdaderas 115
historias que fueron falsas,
* ¿cómo en verdadera historia32
* puede ser que nadie se haya
de la Luna enamorado?
PAN Fácilmente, si reparas 120
* que en el místico sentido33,
* que es en el que aquí se habla,
en particular la Luna
* es viva imagen de un alma,
* con que en común lo es de toda 125
30 v. 100 La misma asociación de adjetivos califica en NM la flor de harina que sirve para amasar el Pan divino de la
Hostia: «En esta tersa, / pura, limpia, nube blanca...» (vv. 2373-74). 31 v. 109 a efecto de: ‘para’. 32 v. 117 en verdadera historia: la enmienda de P (verdadera historia), aunque aceptable, me parece innecesaria frente a
la lectura de todos los demás testimonios, que también hace sentido (‘¿cómo puede ser que, en una historia verdadera,
nadie se haya enamorado de la Luna?’). 33 v. 121 místico sentido: «sentido distinto del literal» (Aut.). En la compleja técnica exegética del texto bíblico, el sentido
místico es el tercer nivel interpretativo después del literal y del alegórico, coincidiendo por tanto con el sentido anagógico,
el que apunta a «cosas relacionadas con Cristo acerca de la vida eterna» (Santo Tomás, Summa theol., citado en
Diccionario, s.v. Sentidos místico y literal). El sentido alegórico es el que interpreta hechos y personajes del Viejo
Testamento como prefiguraciones de hechos y personajes del Nuevo; mecanismo interpretativo que Calderón aplica
también al mito clásico, como puede verse en la «Introducción», en el apartado relativo al tratamiento alegórico del mito.
Lo que se desprende de las muchas utilizaciones calderonianas de estos términos, es que el sentido alegórico incluye el
sentido místico, pero es más complejo, pues no se aplica a la interpretación de un solo elemento como el sentido místico
(Luna=Alma, como aquí), sino a la interpretación de una serie coherente de elementos (en nuestro auto, el conjunto del
mito de Pan=el conjunto de la historia de la Redención). Por esto, encontraremos en los autos, las más de las veces, en
oposición a «sentido historial/literal» el «místico sentido» y el «alegórico concepto/frase», porque «el sentido literal
interpretado a lo místico implica la formulación del concepto alegórico» (Diccionario, s.v. sentidos místico y literal).
Comp.: «Pues lo historial dejemos / y a lo mixto alegórico tornemos», IN, vv. 939-40; «No tan literal traduzcas / la letra,
pasa al sentido / místico de la Escritura», LQ, 294; «Con que al místico sentido / reducido en rasgos breves / lo historial»,
MR, 1066; «Y así, en místico sentido / y alegórico concepto», NP, vv. 1269-70; «lograrás que el sentido / literal se
atribuya / al místico, y que ambos / lo alegórico incluyan», TE, 1668; «Hasta aquí en lo literal / se explica el Sagrado
Texto, / de cuyo sentido paso / al alegórico, haciendo / de místico y literal / alegórico concepto / que a tu peregrinación /
ha de dar el argumento», AR, vv. 421-28; «has de ver que pasando desde aquí / a alegórico frase el historial / y a místico
sentido el literal», DI, 942.
la Naturaleza Humana.34
NOCHE Eso no entiendo: la Luna,
si hemos de estar a la vana
superstición del Gentil,
* ¿no es astro en el cielo?
PAN Es clara 130
* cosa.
NOCHE ¿No la finge luego
ser en las selvas Dïana?
PAN Es así.
NOCHE Ser Proserpina
* en los abismos, ¿no entabla
después?
PAN Es cierto.
NOCHE Pues ¿cómo 135
* se ajusta ser semejanza
* de Alma ni Naturaleza
* triforme deidad, que, vaga
en cielo, tierra y abismo35,
* siempre es una y siempre es varia? 140
PAN Con una fácil razón.
NOCHE ¿Qué razón?
PAN Oye y sabrásla.
La alegoría no es más
que un espejo que traslada 36
* lo que es en lo que no es;37 145
y está toda su elegancia
en que salga parecida
34 vv. 123-26 en particular… en común: dos locuciones muy frecuentes en los autos calderonianos para indicar la
significación alegórica individual y la general de algún hecho, personaje o realidad; o bien el caso general opuesto a la
excepción o caso particular. Comp. «Eso se entiende del Hombre / en común, pero no de éste, / que del basilisco y áspid
/ ya el hierro sella su frente» (AH, 1614). 35 vv. 138-39 vaga: aquí es adjetivo, con el sentido de «lo que anda de una parte a otra sin determinación a ningún lugar»
(Aut.). En el v. 139 me parece que resuena un eco de la oración de Medoro a la Luna (Orlando Furioso, XVIII, 184)
citada por B. de Vitoria en su Teatro (II, V, 2, p. 310), a propósito de los nombres de la Luna: «O santa dea, che
dagl’antiqui nostri / meritamente sei detta triforme, / che in Cielo, in Terra e ne l’inferno mostri / l’alta bellezza tua sotto
più forme». 36 v. 144 un espejo: el hecho de que a la alegoría se la presente como un espejo que nos muestra las realidades
trascendentes, es, creo, un evidente recuerdo de San Pablo (Corinthios, 13, 12): «Videmus nunc per speculum in
aenigmate; tunc autem facie ad faciem»; traslada: ‘copia’, ‘retrata’; este verbo se utiliza a menudo, en la época, con
referencia a la pintura, que reproduce las realidades del mundo en el cuadro. Covarrubias, hablando de arquetipo, dice:
«También le llamamos original en la pintura, y lo que se saca de aquella copia, como en la escritura del registro original,
que los traslados que de allí se sacan llaman copias o traslados» (Tesoro, s.v. arquetypo y trasladar; copio parte de la
nota de PS, nota al v. 330). En cuanto al régimen preposicional del verbo, lo más normal es que se utilice trasladar a.
Pero trasladar en también se documenta en Calderón, mientras no he encontrado casos de trasladar con (lectura de Y):
«Joven, a quien trasladó / nuevo Adonis en estrella / la majestad de algún Dios» (El castillo de Lindabridis, 2083). 37 v. 144-45 «Los objetos del pensamiento (por ej., seres de orden sobrenatural) constituyen, en su existencia fuera de la
mente humana, ‘lo que es’ y ‘lo vivo’; cuando existen en la mente humana en forma de imágenes y cuando se proyectan
en la escena gracias a la acción dramática, no son más que ‘la copia’, ‘la estampa’, ‘lo que no es’» (A.A. Parker, Los autos
sacramentales de Calderón, p. 71). El sentido es, pues, que la alegoría transforma las realidades trascendentes no
accesibles de forma directa a los sentidos, en imágenes comprensibles a la inteligencia humana.
* tanto la copia en la tabla,38
* que el que está mirando una
* piense que está viendo a entrambas. 150
* Corra ahora la paridad 39
entre lo vivo y la estampa:40
la Luna ¿no es en el cielo
astro?
NOCHE Sí.
PAN * ¿Para que el alma
a él suba a ser astro, Dios 155
* no la cría?
NOCHE Sí.
PAN ¿No anda,
siendo forma a la materia
* del embrïón41 que la abraza,
en desiertos de la vida
* y metáforas de caza42, 160
toda sobresaltos, toda
fatigas, penas y ansias?
NOCHE * No lo niego.
PAN Ya viadora 43
en la tierra, ¿no se halla
* tan dueña de su albedrío 165
* que está en su mano el que vaya
* a ser luminosa estrella
38 v. 148 tabla vale aquí «pintura hecha en tabla [de madera] o en piedra» (Aut.); es posible que Calderón sugiera aquí un
cruce con tablas, «el tablado donde salen a representar los comediantes» (Aut.), como parecen apuntar Arellano y Cilveti
quienes, glosando de este pasaje («Introducción» a su edición de DJ, p. 65), afirman que tabla, así como estampa del v.
152, aluden a la ‘representación dramática’. Acerca del uso del símil pictórico para ilustrar mecanismos y efectos de la
alegoría, comp. las consideraciones de B. Kurtz, The Play of Allegory, p. 53. 39 v. 151-52 ‘Establezcamos ahora la correspondencia (paridad) entre las realidades espirituales (lo vivo) y su figuración
fabulosa (la estampa)’. Todos los testimonios menos P traen pariedad, forma no documentada en Aut. pero que debió de
ser corriente en la época ya que se encuentra en otros autos calderonianos, en su versión impresa: comp. «la pariedad /
disculpa la adoración» (SH, vv. 1555-56); «toda la pariedad corro» (DM, v. 1087). Sin embargo, acepto la lectura de P
ya que, en el ms. autógrafo de DM en el lugar citado, Calderón escribe paridad. Huelga decir que también se dan casos
de paridad en los autos: comp. IM, v. 286. 40 v. 152 estampa: «efigie o imagen impresa mediante la invención del torno, con molde o lámina grabada o abierta a
buril» (Aut.). 41 vv. 157-58 siendo forma a la materia / del embrïón: la distinción aristotélica entre materia y forma se aplica al binomio
alma/cuerpo. Recuérdese que «el Concilio de Viena de 1312 anatematiza a quien osare defender que el alma racional o
intelectiva no es esencialmente la forma del cuerpo humano» (Diccionario, s.v. alma, forma del cuerpo). Embrión tiene
aquí el sentido de ‘masa confusa e informe’ (el ‘cuerpo’ en oposición al ‘alma’). Comp.: «¡Ah de ese informe embrïón! /
¡Ah de esa masa confusa!» DOS, vv. 77-8); y especialmente: «Y el medio de estos extremos, / es el Alma, que los junta;
/ […] Y siendo (otra vez lo digo) / tan bella y noble criatura, / que su solar es la mente / de Dios, de donde su justa /
omnipotencia la cría, / se la dan a que se infunda / en el informe embrión / de un cadáver, sin figura / ni forma, hasta aquel
instante / que ella le anima y le ilustra; / al cuerpo, un tosco villano / hecho de una masa impura…» (PM, 77). 42 vv. 159-60 desiertos... caza: contrariamente al uso moderno, la palabra desiertos equivale aquí a ‘lugares despoblados,
sólo habitados por las fieras’ (Aut.), donde por tanto se puede ejercer la caza. La caza es aquí metáfora compleja, que
alude a la vida como guerra contra el pecado y las tentaciones que persiguen al alma: a menudo Calderón se refiere en su
teatro a la caza como imagen de la guerra (comp. «Te incliné a la caza, bien / como imagen de la guerra», La estatua de
Prometeo, 2074; y más datos aportados en M. Rich Greer, «Cazadores divinos, demoníacos y reales en los autos de
Calderón de la Barca», pp. 229-30). 43 v. 163 viadora: la imagen de la vida como viaje y peregrinación es un tópico de la literatura del Occidente cristiano.
Para más referencias, ver por lo menos A. Egido, «La fábrica de un auto: Los encantos de la Culpa», pp. 181-96.
* en esas esferas altas,44
* o a ser en profundo abismo
triste Proserpina infausta? 170
NOCHE * Todo lo concedo.
PAN Luego
* en el cielo, en la campaña
* y en el abismo, no mal
se semejan y retratan
* Diana, Luna y Proserpina 175
* en tres estados de un alma;
pues, naciendo para el cielo,
vive en la tierra, obligada
a subirse a ser estrella
* o a reducirse a ser ascua.45 180
Y siendo así que ya queda
* la inteligencia asentada
de que, en mi constancia, a mí
* el nombre de Pan me alcanza,
* y al Alma o Naturaleza 185
* el de Luna en su inconstancia,
* y que en nombrándose una
son dos las que se declaran,
pasemos a otro principio
que es el que ahora nos falta.46 190
[…]
Busca, pues, en tu estación47
algún modo, alguna traza,
* que la obligue a que descienda
adonde yo pueda hablarla 250
en traje de cazador;48
* porque si a ella en otra estancia
44 v. 168 Las esferas altas son los once cielos concéntricos que circundaban la tierra en la concepción astronómica seguida
por Calderón, que se basa en el sistema de Tolomeo (comp. F. Picatoste, «Concepto de la Naturaleza», pp. 209-210). 45 vv. 151-80 Este pasaje es una buena ilustración de la dialéctica calderoniana, que en los autos se pone al servicio de la
persuasión pedagógica de los adversarios (en este caso, la Noche, si se considera la relación discursiva entre personajes)
y del público. Se trata de una típica argumentación analógica, fundada en la semejanza, pero con una estructura silogístico-
entimemática tripartita construida según el mecanismo de la diseminación-recolección: premisa A (La Luna es astro) -
premisa A1 (Dios cría el alma para ser astro); premisa B (implícita: Diana es cazadora) - premisa B1 (el alma vive en la
tierra como cazadora); premisa C (implícita: Proserpina vive en los infiernos) - premisa C1 (el alma puede bajar a los
infiernos); conclusión: el alma puede ser Luna (A), Diana (B), Proserpina (C). No faltan ejemplos parecidos en los autos,
uno de los cuales (El árbol del mejor fruto, p. 1003) viene citado por Á. Cilveti en «Silogismo, correlación e imagen
poética en el teatro de Calderón», al que remito para más información sobre éste y otros aspectos de la dialéctica
calderoniana. 46 vv. 189-90 otro principio equivale aquí a ‘otro elemento’ de la alegoría que está construyendo y declarando. 47 v. 247 en tu estación: ‘mientras sea de noche’. Estación indica aquí «actual constitución de alguna cosa» (Aut.). 48 v. 251 en traje de cazador: en la Biblia cazador es sinónimo de pecador: «pues quien dijo cazador, / ejercicio en quien
se encuentran / réprobos, pecador dijo» (VZ, 702); en el mismo auto, la Simplicidad le pregunta al Rey (figura de Cristo)
por qué se ha vestido de cazador «Si no hay / en la Escritura sentencia / en que por el cazador / el réprobo no se entienda
/ –Caín, Esaú y Nembroth / bastantes testigos sean– / ¿cómo de cazador tomas / disfraz?» (Ibid.). La respuesta del Príncipe
(que se ha vestido de cazador para asumir por completo el destino del hombre) puede aplicarse a Pan, también figura de
Cristo y también vestido de cazador. Acerca de la significación bíblica de la figura de los cazadores, véase además
Diccionario, s.v.
* vi yo a semejanza mía,49
me vea a su semejanza
también en ésta ella a mí.50 255
* Y sea con prisa tanta
que pueda hoy pensar el día
que amanece con dos albas;51
que ya sabes que un deseo,
en quien firmemente ama, 260
a cuenta de siglos pone
cualquier instante que tarda.
Y ninguno más,52 supuesto
que cuantos su amor declaran,
* encareciendo su amor 265
* con que quieren a su dama
* como al alma,53 todos yerran
* sino yo, si a la pasada
cuestión vuelvo, de que es
* la Alma Luna en las mudanzas 270
* de Humana Naturaleza;
* pues es consecuencia clara,
* si ella es Alma, y yo la quiero,
* que la quiero como al alma.54
NOCHE Corrida de haberte oído 275
quedo.
PAN ¿Por qué?
NOCHE Porque nada
haré en servirte. (Esto es
escusarme temeraria,
siendo imagen de la Culpa,55
* de abrir la puerta a la Gracia). 280
PAN * ¿Cómo?
NOCHE (¿Qué escusa daré?
49 vv. 252-53 en otra estancia: ‘en otro lugar’. Probablemente alude a la significación espiritual de la Luna en cuanto
Alma. La estancia sería entonces el Cielo. 50 vv. 254-55 en esta estancia, es decir, en la tierra, Pan/Cristo quiere que la Luna (aquí en cuanto Naturaleza Humana)
le vea vestido de la misma forma que ella, es decir, de cazador (léase, en el plano alegórico, como hombre; por otra parte,
ya se nos ha dicho en los vv. 159-60 que el alma baja a vivir en la tierra en metáforas de caza; y véase también lo dicho
en la n. al v. 251). Comp. «en alas del corazón, / inspiradas de mi fe, / y en su traje, pues ya sé / que en cortesanos amores
/ los disfraces son primores, / yo mismo en persona iré, / en muestras de mi afición / hacia su tierra por ella» (habla el
Príncipe, figura de Cristo, en IG, vv. 792-98). 51 vv. 257-58 dos albas: porque la llegada de la Luna, hermosa y resplandeciente, precedería el alba verdadera, si la Noche
se apresurara a llamarla. 52 v. 263 Y ninguno más: creo que debe entenderse como una elíptica con referencia al v. 260: ‘y nadie más que yo ama
firmemente’. Es frecuente en el Siglo de Oro el uso de ninguno con el valor de nadie: comp. Keniston, The syntax of
castilian prose, 40.65. 53 vv. 265-67 ‘Ponderando la extensión de su amor con el hecho de que quieren a su dama como a su alma’. Acepto la
lectura de SC como la que probablemente refleja la del original. 54 vv. 263-74 Esta comparación entre el amor humano y sus expresiones (tópica la de amar como al alma al objeto del
propio amor) y el amor divino, que con más propiedad puede utilizarlas, se encuentra también en AP (vv. 1618-23):
«porque su hermosura amé / desde el punto que la vi / con tanto afecto, que yo / puedo con verdad decir / lo de vida y
alma, pues / la alma y la vida la di» (habla Perseo, figura de Cristo, refiriéndose a Andrómeda, alegoría de la Naturaleza
Humana). 55 v. 279 Comp. DOS, vv. 974-77 (habla la Naturaleza humana después del pecado original): «NATURALEZA: ...mas ¿cómo
si los Días pasan, / fija la noche se queda? / ENVIDIA: Es la imagen de tu culpa / y así que te siga es fuerza»; «que ya de
la noche el negro / manto, imagen de tu culpa…» (TPS, vv. 1365-66). Para citas escriturales véase Diccionario s.v. noche.
Pero una verdad me valga
* en favor de una mentira.)
Como lo que tú me mandas
* lo ha hecho otro acaso,56 primero 285
* que mi obediencia lo haga.
PAN * ¿De qué suerte?
NOCHE Un fiero monstruo
que en estos desiertos anda,
tan disformemente horrible
y de señas tan estrañas 290
que ninguno las penetra,57
* pues Pedro, cuando dél trata,
dice que es león que busca
* a quien devorar;58 y si habla
dél Pablo, es para decir 295
que es lobo que se disfraza
* con piel de oveja;59 a quien quiere
Crisóstomo que se añada,
* sobre ser lobo, el ser lobo
que al cordero despedaza 300
más inocente;60 Agustino,
perro que muerde con rabia;61
* y Juan, en fin, que le vio
* de más cerca en su montaña,
dice con todos que es 305
hidra de siete gargantas.62
* Como un fiero monstruo –vuelvo
* a decir– ha puesto en tanta
confusión a los pastores
de todas estas comarcas 310
de que es mayoral el Mundo,
que no hay persona que nazca
56 v. 285 acaso: ‘por casualidad’. 57 vv. 287-91 Comp. «un monstruo / de tan horrible estrañeza / que todos sus señas dicen / y nadie dice sus señas» (LM,
1566). 58 vv. 292-94 San Pedro, Primera Epístola, 5, 8: «quia adversarius vester diabolus tamquam leo rugiens circuit, quaerens
quem devoret»; comp. «Pedro, rugiente león / que devora cuanto encuentra» (LM, 1567); «ser el rugiente / león, que sale
a los caminos / buscando a quien devorar, / Pedro en su Epístola dijo» (LC, 1806). 59 vv. 294-97 En realidad, estos versos parecen remitir más bien a Mateo 7, 15: «Attendite a falsis prophetis, qui veniunt
ad vos in vestimentis ovium, intrinsecus autem sunt lupi rapaces». 60 ** 61 vv. 301-2 Esta caracterización del diablo, atribuida a San Agustín, se encuentra otras veces en los autos: «rabioso perro,
Augustino» (LM, 1567). H. Flasche («Ideas augustinianas en la obra de Calderón», p. 337, y «Conservación y
transformación de términos agustinianos en los autos sacramentales», p. 56) duda que se trate de una cita directa, y
propone como fuente un texto seudo-agustiniano, un sermón de S. Cesario: «alligatus est enim [sc. diabolus] tamquam
innexus canis catenis et... potest mordere...». 62 vv. 303-6 «la imagen de Luzbel como monstruo de siete cabezas procede del Apocalipsis, 12,3, donde aparece en la
batalla entre Miguel y el dragón de siete cabezas: “Et ecce draco magnus rufus habens capita septem, et cornua decem: et
in capitibus eius diademata septem”; Lapide (Commentaria in Apocalypsin, 200-201) relaciona la hidra mitológica, de
Hércules, con este dragón y con el demonio, y explica que las siete cabezas simbolizan los siete pecados capitales....
(“Draco hic, id est, Diabolus.... Hinc Alcazar opinatur, draconem hunc in visione ostensum Johanni fuisse hydram: haec
enim multorum fuisse capitum a poetis dicitur, aut potius fingitur”).... También se describe con siete cabezas a la bestia
sobre la que se sienta la gran Ramera, Apocalipsis, 17, 3 (“Et vidi mulierem sedentem super bestiam coccineam, plenam
nominibus blasphemiae, habentem capita septem...”) que se interpreta como el demonio. Comp. en part. LM, 1567: “Juan,
que le vio de más cerca / allá en Patmos, dice que es / hidra de siete cabezas”» (nota a los vv. 31-32 de FC).
que no nazca con el riesgo
* de que entre sus presas caiga;63
* éste, pues, terror de todos, 315
cuya venenosa saña
* a ahuyentarla o resistirla
* humanas fuerzas no alcanzan,
* en tanto conflicto ha puesto
al Mundo, que otra esperanza 320
* contra él no tiene que hacer
* votos cada uno a las aras
de su Dios. Con que el Gentil,
llamando a la soberana
deidad de la Luna, espera 325
que de sus esferas salga,
como dijiste, y descienda,
en disfraces de Dïana,
a ser huéspeda del monte
donde, pues tanto la ensalza 330
* ser cazadora, sea triunfo
de su arco y de su aljaba;64
con que, entre otros sacrificios,
ha dispuesto dedicarla
estas noches varios coros 335
de música, a cuya salva
espera cuál será el día
de tan alegre mañana
* que a ellos responda piadosa.
Con que el medio que me mandas 340
que ponga yo, para que
puedas tú verla y hablarla,
* ya le ha puesto el común ruego
* del Gentil; y pues de nada,
* como dije, servir puede 345
* a tu dicha mi desgracia,
*Dentro ruido
* y ya de los instrumentos
* con que los himnos la cantan
los ecos se oyen, y es hora
que, recogiendo la falda 350
* de mis sombras, vaya huyendo
de los celajes del Alba,
* en paz te queda, pues sabes
la violencia que me arrastra
para que valer no pueda 355
* mi terror a tu esperanza.
*Vase y óyese instrumentos
63 vv. 312-14 Comp. «PECADO: … en sus Epístolas Pablo, / diciendo que no ha nacido, / ni ha de nacer, quien no nazca /
de mis imperios cautivo, / señalado con mis hierros / y marcado con mis signos» (AM, 540). 64 vv. 330-32 El sujeto de la oración es el monstruo que asuela las comarcas del Monte de la Luna, es decir, el demonio,
que podrá ser despojo (triunfo) del arco y de la aljaba de la Luna en figura de Diana cazadora.
PAN Si sé, y sé que de la Culpa
sombra eres; pero mis ansias65
son que la Culpa se huya
y que amanezca la Gracia. 360
Y así, he querido de noche
* de mi venida informarla
* porque nunca en mi venida
pueda alegar ignorancia;66
* con que, aunque ella no se ayude, 365
de mi fineza avisada,
* no ha de descaecer mi amor.
Y así retirado, hasta
* que haya ocasión en que pueda
* declararme, entre estas ramas 370
estaré;67 que no será
* poco aviso el que yo vaya
a retirarme a un desierto68
en tanto que el Gentil canta,
ofreciendo a falsos dioses 375
bailes, músicas y danzas,
* como lo dicen los ecos,
repitiendo en voces altas...
*Vase, y salen el MUNDO de mayoral, GENTILISMO, JUDAÍSMO y APOSTASÍA de
pastores, cantando los MÚSICOS, SIMPLICIDAD y MALICIA de villanos rústicos, y la
SINAGOGA y la IDOLATRÍA69
MÚSICA * Deidad de las selvas,
hermosa Dïana, 380
* atiende a las voces
* que humildes te aclaman;
y pues los desdenes
* con ruegos se ablandan,
* mejora las horas70 385
y alivia las ansias.
65 v. 358 sombra: ‘imagen, símbolo’. Es término del vocabulario pictórico («el color oscuro o bajo que se pone entre los
demás colores que sobresalen», Aut.) que Calderón utiliza a menudo, junto con visos y lejos (comp. v. 465, y nota al v.
311 de la loa) para indicar el modo de lectura alegórico; ansias: aquí vale ‘anhelos, deseos vehementes’ (comp. Aut.) 66 vv. 361-64 ‘Y así he querido informar de noche a la Luna de mi venida, porque no pueda excusarse, en el momento de
mi venida, diciendo que no lo había sabido’. Quizás haya aquí una referencia a la parábola bíblica de las diez vírgenes
que esperan la llegada del Esposo (Mateo, 25, 1-13), cuyo anuncio les llega a la medianoche, encontrando preparadas las
cinco vírgenes sabias. Comp. «VERDAD:...y que te lo diga advierte / ¡oh Mundo! para que el Mundo / nunca la ignorancia
alegue / de que no oyó la verdad» (LM, 1574); «Para que todos notéis / sin que ninguno alegar / pueda ignorancia después»
(RE, 897). 67 vv. 370-72 A partir de entre estas ramas, estos versos faltan en X, con lo cual se crea una repetición incongruente (Y
así retirado… es bien que vaya a retirarme); creo que se trata de una manipulación debida, quizás, al hecho de que en la
representación no podía disponerse del decorado de ramas al que parecen remitir las palabras de Pan. 68 v. 373 Probablemente alude aquí al episodio evangélico de la penitencia de Jesús en el desierto, donde sufre y rechaza
las tentaciones del demonio. (Mateo, 4, 1-10; Marcos, 1, 12-13; Lucas, 4, 1-13). 69 v. 378 Acot. El vestuario de los personajes que salen ahora al tablado remite al oficio que desempeñan en la ficción del
auto; es, para utilizar la definición de Ignacio Arellano, un «uso mimético» del vestido. En el caso de Simplicidad y
Malicia, el vestido de villano rústico tiene también una función alegórica: «en el caso de la Inocencia o Simplicidad…
apunta a la sencilla candidez; en el caso de la Ignorancia o la Malicia… a la condición innoble» (I. Arellano, «El vestuario
en los autos sacramentales», pp. 98-99). 70 v. 385 mejora las horas: elijo aquí la lectura de Y por ser la que mantiene la identidad con las ocurrencias sucesivas de
esta canción a Diana (comp. vv. 543-44, 561-62, 575-76).
MÚSICA * Deidad de las selvas,
* hermosa Dïana,
atiende a las voces
que humildes te aclaman. 530
*Chirimías, ábrese el carro que será una nube, y vese debajo de una media luna la LUNA,
vestida de cazadora, con arco y flechas, y una luna en el tocado71
[…]
LUNA * Bien se ve que mercenarios
pastores sois, pues es clara
cosa que, si fueran vuestros 725
los ganados, no con tanta
infamia vuestro villano
temor los desamparara.72
Pero, ¿qué me desconfía,73
* que sea o no suya la infamia, 730
si es mío el valor? Por esta
parte al encuentro le salga
yo a la fiera. Mas, ¡ay triste!,
*Tropieza
* que tropezando turbada
en mi cólera, al primero 735
* instante de ir a encontrarla,
tiembla el pecho, el corazón
* late, el ánimo desmaya,
y, tropezando y cayendo,
* vista y aliento me faltan. 740
¿Dónde, ¡Cielos!, a dar voy?
*Sale el DEMONIO vestido de pieles y recíbela en sus brazos74
DEMONIO ¿Eso dudas? A mis plantas,
* que si aquí te calificas
* o Naturaleza o Alma,
* aquí es donde, en el primero 745
instante, es fuerza que caigas.75
71 v. 530 acot. La Luna sale al tablado con los atributos iconográficos de Diana, diosa de la caza con la que se identificaba
para los romanos. Véase al respecto Hall, Diccionario de temas y símbolos, s.v. Luna. En el recuento que hace Pérez de
Moya de la iconografía clásica de la Luna también aparecen muchos de los detalles que exige esta acotación: «Danle alas,
y quieren que se vista y mude vestidos de varios colores [el iris al que se aludirá en el v. 540], y […] que tenga cuernos
[la media luna], y que traiga saetas y sea cazadora» (Philosofía secreta, III, 4, 4, p. 364). 72 vv. 723-28 Reelabora el lugar evangélico de Juan, 10, 12: «Mercenarius autem, et qui non est pastor, cujus non sunt
oves propriae, videt lupum venientem, et dimittit oves, et fugit…». 73 v. 729 ‘Por qué desconfío’, ‘qué es lo que me hace desconfiar’, con uso del verbo desconfiar como reflexivo. Comp.
«Pero, ¿qué me desconfía, / cante o llore...?» (IG, vv. 24-5). 74 v. 741 acot. El vestido de pieles, típico de la iconografía del salvaje, se utiliza a menudo en los autos como atuendo del
demonio. Para más datos acerca del vestido de salvaje en los autos ver A. Egido, «El vestido de salvaje», con las
observaciones de I. Arellano, «El vestuario en los autos sacramentales», pp. 99-100. 75 v. 743-46 te calificas: ‘te das a conocer’, ‘revelas tu carácter’ (comp. Aut. s.v. calificarse, 2). Es en el encuentro con el
Demonio y sus tentaciones (aquí), que el Alma del hombre, y en general la Naturaleza Humana, desde el primer momento
de su animación (en el primero instante) se da a conocer en su falibilidad, sujeta como está al pecado original. Téngase
LUNA ¡Ay de mí infeliz! ¿Quién eres?
DEMONIO * Quien brutas pieles disfrazan
* –porque lo quieren las plumas
* que mi noble ser disfaman–76 750
y, atemorizando al Mundo,
estos escándalos causa77
* sólo por hacerte suya;78
* y pues ya lo eres, ¿qué aguardas?
Conmigo ven.
LUNA ¿Yo contigo? 755
Pues..., si..., cuando...
DEMONIO En vano tratas
* resistirte.
*Tira de ella y se resiste
LUNA Sol, estrellas,
* aire, tierra, fuego y agua,
montes, selvas, aves, peces,
* brutos, troncos, flores, plantas, 760
¿no hay quien me socorra?
*Sale PAN
PAN Sí;
sañuda fiera tirana,
deja la presa.
DEMONIO ¿Quién eres,
joven, que con arrogancia
* tal a mí te opones?
PAN Soy 765
quien soy. 79
en cuenta además que el demonio está enemistado con la Naturaleza Humana desde el momento en que ésta le fue revelada
«allá en la divina idea / de Dios» y en su soberbia no quiso adorarla por vil, causando esto su caída; «de cuya ojeriza, / de
cuyo rencor la fuerza / aún hoy no borrada dura, / aún hoy viva se conserva, / pues desde este infausto día / de mi lid y mi
tragedia / la aborrezco como imagen / de Dios» (FC, vv. 265-76). En el v. 744 me parece innecesaria la enmienda de BA
y P «oh Naturaleza humana». De hecho, se viene repitiendo a lo largo del texto que la Luna es figura sea del Alma, sea
de la Naturaleza humana (vv. 123-26; 137; 185; 270-71; 691-93; 709-10; 870-79). Aunque poco utilizada (en general el
verbo calificar se construye con el solo complemento directo, sin predicativo, o con un predicativo introducido por la
preposición de), también se encuentran casos de este tipo de construcción: comp. «Bien la duda / te califica estranjero /
en estas selvas» (A. Zamora, Viento es la dicha de amor, TESO). 76 vv. 748-50 Se alude aquí a los mismos autores citados en los vv. 292-306, y otros que también ven al demonio como
león o lobo. 77 v. 752 escándalos: «significa también alboroto, tumulto, ruido, inquietud» (Aut.). 78 v. 753 El Demonio se presenta aquí como rival en amor de Pan/Cristo, queriendo seducir a la Naturaleza Humana a la
que, sin embargo, odia profundamente, como sabemos por otros muchos lugares de los autos calderonianos. Comp. nota
a los vv. 743-46 y Diccionario, s.v. Envidia del demonio. Interesantes consideraciones sobre esta dualidad amor/odio
(envidia, celos) en C. Bandera, «Reflexiones sobre el auto sacramental», pp. 52 y ss. 79 vv. 764-65 Soy quien soy: es la traducción de uno de los diez nombres hebreos de Dios, según explica San Isidoro
(Etymologiae, VII, 1, 10-11): «Sextum [nomen] Eie, id est, qui est. Deus enim solus, quia aeternum est, hoc est, quia
exordium non habet, essentiae nomen vere tenet. Hoc enim nomen ad sanctum Moysen per angelum est delatum.
Quaerenti enim quod esset nomen eius, qui eum pergere praecipiebat ad populum ex Aegypto liberandum, respondit
(Exod., 3, 14): “Ego sum, qui sum: et dices filiis Israel: Qui est, misit me ad vos”». También Jesús contesta de forma
parecida a los Judíos que le preguntan por su identidad, en Juan, 8, 24-25: «…si enim non credideritis quia ego sum,
DEMONIO ¿La vista me engaña,
* o eres tú aquel a quien dio
nombre de Pan la ignorancia?
Y pues hombre te conozco
no más, aunque algunos hayan 770
* dádote nombre de Dios,80
tras cuyo escrutinio anda
vacilando el pensamiento
si lo eres o no, mis armas
te lo harán decir vencido. 775
PAN Retírate tú a mi espalda,
* piedra sobre que fabrican
los pecadores.81
LUNA Turbada,
absorta y confusa estoy.82
PAN * ¿Qué esperas? Ya en la campaña83 780
* me tienes.
DEMONIO Saca el acero,
*Toma un tronco
que a mí este tronco me basta
* para ti.84
PAN ¡Ay! ¡Si bien supieses
* cuán para mí le levantas
* y cuán para ruina tuya!85 785
DEMONIO Mientras no lo es, mi venganza
arrojará el leño al Pan;
* mas de mi mano le arrancan
de tus aceros los golpes.86
moriemini in peccato vestro. Dicebant ergo ei: Tu quis es? Dixit eis Jesus: Principium, qui et loquor vobis». Comp.
«MUNDO: Extranjero peregrino, / ¡habla tú y dinos quién eres! / THEOS: Soy quien soy» (LM, 1574). 80 vv. 769-71 La negativa del demonio a reconocer la naturaleza divina de Pan recuerda la posición de los Judíos frente a
las afirmaciones de Jesús de ser Hijo de Dios, en Juan, 10, 31-33; el parecido se refuerza cuando, después de perder el
tronco, el demonio echa mano a las piedras (vv. 791-93), como los Judíos en el pasaje citado que quieren lapidar a Jesús. 81 vv. 777-79 Bien que la piedra en general tenga significaciones positivas (Cristo es la Piedra angular, Pedro es la piedra
sobre la que se construye la Iglesia…) también puede tenerlas negativas, como aparece claramente en estos versos,
pronunciados por la Culpa: «El nombre que he de tomar / [...] / será Piedra; que si Él / la Piedra preciosa y rica / es
fundamental, y a mí / escándalo me apellidan / doctores, seré la piedra / del escándalo y la ruina» (GM, vv. 504-513).
Acerca de las motivaciones de este significado negativo de piedra, ver las consideraciones de A. Suárez, «Introducción»
a su edición de GM, pp. 190-91. 82 v. 779 absorta: «suspenso, arrebatado, pasmado con admiración» (Aut.). 83 v. 780 campaña: aquí, ‘campo de batalla’ («campo que ocupa el ejército, cuando está fuera de los alojamientos, aunque
sea montuoso o lleno de peñascos», Aut.). 84 vv. 781-83 acero… tronco: en esta escena, Calderón utiliza el viejo tema iconográfico del caballero, armado de espada,
en lucha con el salvaje, armado de una maza o un tronco. Vale recordar que la posible significación alegórica de este
duelo como lucha entre el Bien y el Mal ya había sido explotada, entre otros, por un libro de caballerías a lo divino titulado
El Caballero del Sol (1552). Ver al respecto F. Antonucci, El salvaje en la comedia del Siglo de Oro, p. 41. La espada
además, en el contexto del auto, y por su forma, puede ser a su vez un símbolo de la cruz: en DJ, por ejemplo, Jasón sale
a la escena armado de una «espada que es una cruz» (v. 953). 85 vv. 781-85 El tronco que empuña el Demonio (y que recuerda también, a nivel alegórico, el árbol del Bien y el Mal)
alude, siempre a nivel alegórico, a la cruz donde Cristo redimirá del pecado al género humano. La equivalencia entre cruz
y tronco es explícita en TM, vv. 1391-95. Comp. también Diccionario, s.v. árbol de muerte y vida. 86 v. 789 tus aceros: en plural, vale ‘arrojo, valor’.
*Riñen, y cáesele el tronco.
PAN * Es que para mí le guardan. 790
DEMONIO Pues ya que sin armas quedo,
* en tan desigual batalla
piedras tomaré.
PAN Tampoco
las piedras a mí me espantan.
DEMONIO * Si eres, cual dicen, Dios Pan, 795
para que hieran más blandas
* convierte en pan estas piedras.87
PAN Que le multiplique basta;
* Tiberíades lo diga
* y Emaús, cuando le parta, 800
que soy quien soy.88
DEMONIO No prosigas,
cesa, cesa, calla, calla:
que tanto –¡ay de mí!– me asombran,
* me asustan y sobresaltan
misterios de Pan, que huyendo 805
iré, más de tus palabras
que de tu valor.
Vase
PAN Mejor
lo dijeras, si alcanzaras
que Pan y palabras mías
* más alta victoria aguardan. 810
Ya estás libre de este horror.
LUNA Pues permíteme que vaya,
ya que la fiera se ausenta,
tras mis pastores, a causa
* de que a su redil reduzcan89 815
las reses que se desmandan
* por los montes, y de que
* –pues que tú por mí los salvas–
me den las gracias a mí,
* cantándome a mí la gala 90 820
de la victoria. Volved,
pastores, a las cabañas,
* que ya vencida la fiera
87 vv. 795-97 Se alude aquí al episodio evangélico ya recordado de las tentaciones de Jesús en el desierto («dic ut lapides
isti panes fiant», Mateo, 4, 3). Referencias parecidas en otros autos de Calderón: comp. FC, vv. 585-88 («Bueno es confiar
del Cielo; / pero fuera mejor cuando ese celo / tanta virtud te diera, / que en pan aquestas piedras conviertiera»). 88 vv. 798-801 Tiberíades… Emaús: alude a los episodios evangélicos de la multiplicación de los panes (Juan 6, 1-16), y
al encuentro de Cristo resucitado con dos de sus discípulos, que lo reconocieron por el gesto de partir el pan como en el
Cenáculo (Lucas 24, 13-32). 89 vv. 814-15 a causa / de que: ‘para que’. 90 v. 819 cantándome a mí la gala: «se llama también el particular aplauso, obsequio u honra que se hace a alguno en
atención a lo sobresaliente de su mérito, acciones o prendas, en competencia de otros: y así se dice llevarse la gala, cantar
la gala, etc.» (Aut.). IM, v. 1590, FC vv. 102-108.
huyendo va.
PAN Espera, aguarda,
* no huyas tú, pues no lo eres.91 825
LUNA No me detengas.
PAN Repara...
LUNA * Es escusado.
PAN Pues...
LUNA Suelta.
PAN ¿…no...
LUNA Quita.
PAN … sabrás...
LUNA Aparta.
PAN …siquiera...
LUNA En vano porfias.
PAN …quién por ti...?
LUNA En vano te cansas, 830
que primero son que tú
* mi ganado y mi alabanza.
Vase
PAN ¿Qué es esto? Cuando esperé
de mi fineza las gracias,
¿por ir tras sus intereses 835
* me deja? Mas ¿qué me espanta?
* Porque ¿cuándo no me fue
la Naturaleza ingrata?
* Y puesto que a sus pastores,
* siendo quien la desamparan, 92 840
estima más que a mí, siendo
quien sus peligros restaura,93
* en el traje de pastor,
por si es que otra vez los llama,
* presuma que habla conmigo, 845
* volveré al valle. ¡Oh cuánto ama
* fino, quien de voces piensa
mantener sus esperanzas!
* Bien que podrá ser que logre
* las mías el ir fundadas94 850
en que seré Buen Pastor.95
91 v. 825 Verso muy estropeado en las variantes de casi todos los testimonios menos SC y α. El sentido sin embargo es
claro: ‘si la fiera huye, tú, que no eres la fiera, no debes huir’. 92 v. 840 quien: el uso de quien singular por ‘quienes’ es bastante común en el Siglo de Oro. Ver Keniston, The syntax of
castilian prose, 15.153, 15.165, 15.185. 93 v. 842 restaura: ‘remedia’, ‘repara’. 94 v. 850 el ir fundadas: es sujeto del verbo lograr. La expresión ‘lograr mis esperanzas’ puede tener un sujeto distinto
del referente gramatical del adjetivo posesivo. Comp. «Que si la viere encendida [la luz de la torre] / que mis esperanzas
logre» (G. de Castro, Don Quijote de la Mancha, p. 354b; habla Lucinda, pero el sujeto es Cardenio); y también «Diréle
a la Princesa de mi vida / que logre mi esperanza» (G. de Castro, El engañarse engañando, p. 186b). 95 v. 851 La imagen de Jesús como Buen Pastor se funda en el lugar evangélico de Juan 10, 11: «Ego sum pastor bonus.
Bonus pastor animam suam dat pro ovibus suis». No se encuentra el de Pastor entre los nombres de Jesús que cita y
[…]
MÚSICA * ¡A la gaita! Hace a la Luna 945
* hoy fiestas todo zagal;
si es bailar hacer mudanzas,
* ¡qué bien la parecerán!
Lo mudable es gala en ella
* si en otras facilidad, 950
pues cuando ella luce menos
es que quiere lucir más.96
A ver sus ganados viene,
* en quien pudo un monstruo dar
avisos de desengaños, 955
* que obran bien y saben mal.
LUNA * No prosigáis, que si entre
* placer y pesar venía,
la tristeza a la alegría
venció al ver...
MUNDO ¿Qué?
LUNA Que no encuentre 960
* –entre las ruinas que deja
caducas,97 herido el viento
del inficionado aliento–98
aquella manchada oveja
que sobre el blanco vellón 965
* negros lunares la hacían
* más bella; porque sabían 99
que no desluce el borrón
los primores, que antes llenos
de mil aciertos verás, 970
* pues donde se borra más
* es donde se yerra menos. 100
Aquella, digo, que yo
a mis pechos la crié
y a migajas sustenté 975
de mi mesa; y pues que no
* hallo mi oveja, la queja
* suba al Cielo, por si así
* moverlos puedo –¡ay de mí!
* y ¡ay de mi perdida oveja!–101 980
comenta San Isidoro en sus Etymologiae (VIII, 2), pero sí entre los que glosa admirablemente Fray Luis de León en De
los nombres de Cristo. Acerca del calificativo de bueno comenta Fray Luis: «Que el bueno allí [Juan 10, 11] es señal de
excellencia, como si dixesse el pastor aventajado entre todos» (I, “Pastor”, p. 239). 96 vv. 951-52 Porque la luna menguante precede inevitablemente la creciente. 97 v. 962 caducas: ‘que están a punto de derrumbarse’. 98 v. 963 inficionado: Inficionar es «llenar de calidades contagiosas, perniciosas o pestíferas, u ocasionarlas», y también
«en el sentido moral, es imbuir de malas opiniones, o malas doctrinas, o inducir a mal» (Aut.). 99 vv. 965-67 Las manchas de la oveja blanca son aquí claro símbolo de los pecados. Cfr. IS, 49. 100 vv. 967-72 borrón vale aquí “la gota o mancha de tinta que cae en el papel” (Aut.); el sentido general es que ‘la mancha
de tinta no estropea la excelencia de la obra, antes la mejora, porque quien borra mucho elimina muchos errores’. 101 v. 980 La perdida oveja, aquí imagen del alma que está alejada de Dios, recuerda de inmediato la parábola evangélica
de la oveja perdida (Lucas, 15, 4 ss.), pero tiene hondas raíces en el Viejo Testamento, donde aparece a menudo el símil
de las ovejas sin pastor para indicar el desamparo y/o el pecado del pueblo de Dios: cfr. entre otros Números, 27, 17: «ne
sit populus Domini sicut oves absque pastore»; 1 Reyes, 22, 17: «Vidi cunctum Israel dispersum in montibus, quasi oves
* a que parezca.
MUNDO ¿Ninguna
de tantas suple de aquella
la falta?
LUNA ¡Ay! que era muy bella;
y estaba de mi fortuna
en ella representada, 985
* blanca, y con negra señal,
la ciencia del bien y el mal.102
* Y pues que no puede nada
* suplir su pérdida, no
tratéis consolar mi vida.103 990
¡Ay de mi oveja perdida!
¿Quién me dirá de ella?
*Sale PAN con una cordera blanca
y negra al hombro104
PAN Yo.
LUNA Ya no es mi suerte contraria.
¿Dónde, zagal, dónde fue
donde la hallaste?
PAN La hallé 995
junto al pozo de Samaria.105
Pastor soy de cien ovejas
* –bien que en número finito
* el no finito está escrito–
y oyendo tus tristes quejas, 1000
* por mejorar de fortuna
* –si es que algo mi amor te mueve–,
* dejé las noventa y nueve
por ir a restaurar una.106
* Desmandada a buscar iba 1005
non habentes pastorem»; no faltan ejemplos de la misma imagen en el Nuevo Testamento, cfr. Mateo, 9, 36: «Videns
autem turbas, miserus est eis quia erant vexati et jacentes sicut oves non habentes pastorem»; Marcos, 6, 34. 102 v. 987 La ciencia del bien y el mal es la que el hombre adquirió comiendo de los frutos del árbol del paraíso; por tanto
es en sí misma sinónimo de pecado, que es el estado en que se encuentra ahora la Luna/Naturaleza Humana. Por esto la
oveja blanca y negra representa su fortuna, es decir, su suerte actual de pecadora. 103 vv. 989-90 no / tratéis consolar mi vida: ‘no tratéis de consolarme’. La ausencia de la preposición de después del verbo
tratar es frecuente en la lengua del Siglo de Oro. Comp. «Su hermano entonces llegó, / y aunque de mí defendida, / trata
quitarla la vida» (Darlo todo y no dar nada, 1346-47); «Señor Príncipe de Urbino, / ninguno más que yo trata / serviros»
(Dicha y desdicha del nombre, 1811); y también B. Gracián, El Criticón I, 18; III, 154. El uso de mi vida como equivalente
del pronombre de primera persona en todos sus casos es corriente en Calderón. 104 v. 992 acot. Pan repite aquí, saliendo al tablado, la iconografía típica de Cristo como Buen Pastor, fundada en el pasaje
evangélico de Lucas, 15, 5 (el pastor que, habiendo por fin encontrado la oveja perdida, contento vuelve a casa cargándola
en sus hombros). La imagen del Buen Pastor, muy extendida sobre todo en el arte paleocristiano, retoma a su vez el tema
clásico de Mercurio representado como pastor de rebaños, llevando en hombros un carnero (comp. Hall, Diccionario de
temas y símbolos, s.v. Pastor). 105 vv. 995-96 La oveja perdida se asimila a la samaritana, la mujer a la que Jesús encuentra junto al pozo de Sicar en
Samaria (Juan, 4, 4-28) y a la que pide de beber, ofreciéndole a su vez el agua viva de su Gracia. Como la oveja, también
la Samaritana es una mujer perdida, por adúltera, y el encuentro con Jesús la rescata, haciendo que ella crea en él y lo
anuncie como Mesías. 106 v. 997-1004 Es evidente en estos versos el recuerdo de la parábola evangélica de la oveja perdida: «Quis ex vobis
homo, qui habet centum oves, et si perdiderit unam ex illis, nonne dimittit nonaginta noventa in deserto, et vadit ad illam
quae perierat, donec inveniat eam?» (Lucas, 15, 4).
el agua, y el agua halló
tan dulce, que la bebió
como si fuera agua viva.107
* Y para que dé mi fe
* al Mundo nuevos asombros, 1010
vivo yugo de mis hombros
* en mis hombros la cargué.
Cobra, pues, cobra el consuelo,
ya que la oveja perdida
al rebaño reducida 1015
* por mí ves.
LUNA Guárdete el Cielo.
* Traedla vosotros, siguiendo
* mis pasos, y el alegría108
que mis triunfos repetía.
*Vase, y los pastores bailando delante109
PAN Segunda vez, ¡Cielos!, viendo 1020
su inconstante rosicler110
en mi segunda fineza,
con sequedad y aspereza
vuelve el rostro, sin hacer
* de ella aprecio; mas no, el verme 1025
de tosco sayal vestido 111
de no haberme conocido
causa será. No es hacerme
de parte esto de la Culpa, 112
* sino querer perdonar 1030
* la ingratitud, con pensar
* que puede tener disculpa.
107 vv. 1005-8 Una vez más se opera aquí un cruce entre la parábola de la oveja perdida y el episodio de la Samaritana;
como la mujer, la oveja busca el agua viva que es la Gracia de Jesús. También hay ecos de Juan, 7, 37-38: «stabat Jesus
et clamavit dicens: Si quis sitit, veniat ad me et bibat. Qui credit in me, sicut dixit Scriptura, flumina de ventri eius fluent
aquae vivae». 108 v. 1018 y el alegría: el uso del artículo definido masculino delante de sustantivos femeninos que empiezan por a,
incluso no acentuada, es corriente en la lengua del Siglo de Oro (comp. Keniston, The syntax of castilian prose, 18.123).
El verbo que rige este complemento directo es, por zeugma, el mismo que rige mis pasos: ‘y prosiguiendo la canción
alegre’. 109 v. 1018 acot. y: ‘y también’. 110 v. 1021 rosicler: «El color encendido y luciente, parecido al de la rosa encarnada» (Aut.). 111 v. 1026 sayal: «tela muy basta, labrada de lana burda» (Aut.), propia para vestidos de pastores y campesinos. Pan había
anunciado en los vv. 842 y sgg. su intención de vestirse de pastor. 112 vv. 1028-29 ‘esto no es ponerme de la parte de la Culpa’. Comp. «Luego vi que había de hacerse / de parte de la
Mentira» (LM, 1575).
[…]
SIMPLICIDAD * Quiera Amor se me acuerde
lo que el zagal me dijo.
NOCHE Entre el horror y el ruego,
* venza el horror, que es de quien yo me visto.
SIMPLICIDAD
Cantando * Toda hermosa a mis ojos, 1275
bellísimo prodigio,
* pendiente de un cabello
* muero, de amor el corazón herido.113
NOCHE
Cantando * Pues toda hermosa eres,
no oigas, que siempre ha sido 1280
triunfo de la hermosura
de otras memorias componer olvidos.114
Sale la LUNA
LUNA De la humilde cabaña
* que elegí por retiro
* me sacan dos afectos 1285
tras la curiosidad de sólo oírlos.
*Paseándose encontradas y cantan
SIMPLICIDAD * Mírame a tus umbrales
en el invierno frío,
cubiertos los cabellos
* de la nieve, la escarcha y el rocío.115 1290
113 vv. 1275-78 Reelaboran estos versos sendos lugares del Cantar de los Cantares, 4, 1 («quam pulchra es, amica mea!
quam pulchra es! […] Capilli tui sicut greges caprarum»); 4, 7 («Tota pulchra es, amica mea»); 4, 9 («Vulnerasti cor
meum, soror mea, sponsa; vulnerasti cor meum in uno oculorum tuorum, et in uno crine colli tui»). Comp. HP, vv. 1282-
83: «que un cabello tuyo basta / para herirme el corazón»; «y su madeja [los cabellos de María] el corazón postraba / con
un solo cabello que le hería» (SRS, 1314). Entre las muchas interpretaciones alegóricas del Cantar de los Cantares, una,
la de Bernardo de Clairvaux, ve en la esposa del texto una alegoría de la Virgen; otras lecturas canónicas la ven como
figura de la Iglesia, de la Naturaleza humana y del Alma. En la reelaboración que hace aquí Calderón, se actualizan
especialmente estas dos últimas significaciones, pues la Luna es precisamente alegoría de la Naturaleza humana y del
Alma. 114 vv. 1279-82 Mientras que la Simplicidad utiliza para su canción el modelo de amor conyugal del Cantar de los
cantares, la Noche se sirve del modelo del amor cortés, proponiendo a la Luna la reacción típica de la belle dame sans
merci, así como, en la réplica siguiente, evocará el mecanismo masoquista que rige el servicio de amor del enamorado
cortés, que vive y se alimenta de su propio dolor. 115 vv. 1287-90 Se reelabora aquí otro lugar del Cantar de los Cantares, 5, 2: «Aperi mihi, soror mea, amica mea, /
columba mea, inmaculata mea, / quia caput meum plenum est rore / et cincinni mei guttis noctium». Los elementos
invernales (invierno frío, nieve) son una añadidura calderoniana (quizás por un cruce con Cantar, 2, 11) que juega con la
imagen tradicional de la Navidad. El cruce entre las imágenes del Cantar y las del nacimiento en Belén se encuentra
también en HP: «ven a mis brazos, desciende / del Líbano, y pues las pardas / trémulas sombras pasaron / ya del invierno
en que estaba / aterido a tus umbrales, / lleno sobre pobres pajas / el cabello de rocío, / temblando al yelo y la escarcha»
(vv. 1189-96 y nota correspondiente). En IG encontramos una imagen parecida, que presenta el motivo del cabello de oro
que glosan los versos siguientes cantados por la Noche: «fue el esposo hallado / en abierta campaña, / al pie de la cabaña
/ de la esposa, el cabello coronado, / sobre el Ofir que la madeja dora, / del nevado rocío de la aurora» (vv. 1117-22 y
nota correspondiente, para la presencia del motivo en el Cantar; también VI, v. 1914 n.). Y también: «No es mucho, si su
desvelo / hasta la aurora le tiene / a mis umbrales, cubierto / de la escarcha [y] del rocío, / blancas lágrimas del cielo»
(habla Sabá de Salomón en La sibila del Oriente, 1176).
NOCHE No te obligue el ver canos
* los más dorados rizos,
* que a un amante le basta
sembrar finezas y coger desvíos.
LUNA * Uno dulces favores, 1295
desdenes otro esquivos
cantan; ¿cómo pudieron
* sonar conformes y mover distintos?116
SIMPLICIDAD
Canta Y pues ya va el invierno
huyendo del estío...117 1300
NOCHE
Canta * ...huye tú de otro incauto
* fuego, que aun arde más cuando más tibio.
SIMPLICIDAD
Canta Del Líbano desciende
a este valle florido.118
NOCHE
Canta * Pedirte que desciendas 1305
más parece baldón que sacrificio.
LUNA * ¡Qué confusa me hallara
entre los dos sentidos,
si para gradüarlos119
no tuviera elección el albedrío! 1310
SIMPLICIDAD
Canta Ya florecen las viñas
dulces frutos opimos.120
NOCHE
Canta * No es don los que antes fueron
* en su pámpano agraces que racimos.121
SIMPLICIDAD
Canta Ven, pues, ven a coger 1315
* rosas, claveles, lirios.
NOCHE
Cantando ¿Qué más flores que verte
* tú en los cristales de tu espejo mismo?122
116 v. 1298 sonar conformes: porque, evidentemente, la melodía de las canciones de Simplicidad y de la Noche es la
misma. 117 vv. 1299-1300 Comp. Cantar de los Cantares, 2, 11: «Jam enim hiems transiit; imber abiit, et recessit». 118 vv. 1303-4 Comp. Cantar de los Cantares, 4, 8: «Veni de Libano, sponsa mea, veni de Libano, coronaberis». 119 v. 1309 graduarlos: ‘juzgarlos’, ‘medirlos’. 120 vv. 1311-12 opimos: ‘ricos’, ‘abundantes’. Comp. Cantar de los cantares, 2, 13: «vinae florentes dederunt odorem
suum»; 2, 15: «nam vinea nostra floruit». Recuérdese que Cristo se relaciona con la vid porque el vino en la Eucaristía se
transforma en su sangre; y muchos pasajes de la Biblia donde se habla del racimo exprimido en el lagar se relacionan con
el sacrificio de Jesús. Ver C. a Lapide, IX, 648, 2, cit. en Diccionario, s.v. uva exprimida. 121 vv. 1313-14 La Noche quiere decir que los frutos de las viñas no representan ningún don para la amada, porque son el
resultado de una evolución natural, pasando de agraces (uva verde) a racimos (uva madura). Con lo cual, creo que apunta
también a negar la importancia del don de Cristo a la Naturaleza humana, inmolándose como racimo exprimido para su
salvación. 122 vv. 1317-18 El espejo es aquí símbolo negativo, «atributo... de los vicios de la Soberbia..., la Vanidad y la Lujuria.
Esta última se identifica a veces en la alegoría del Renacimiento con la figura de Venus, cuyo atributo en la época clásica
era un espejo» (Hall, cit. en Diccionario).
SIMPLICIDAD
Canta * Las tórtolas arrullan.123
NOCHE
Canta * No escuches sus gemidos. 1320
SIMPLICIDAD
Canta * Pomas dan los frutales.
NOCHE
Canta Escarmiente lo hermoso en lo nocivo.124
LUNA * Si es buen aviso éste
aquél no es amor digno;
si aquél es digno amor 1325
éste no es buen aviso.
Y pues en dos afectos
el mejor no distingo,125
oigamos, y hasta entonces,
* atenta a la razón, suspenda el juicio.126 1330
LAS DOS a dúo * Y pues ves que las sombras
cantan a los primeros visos
del Sol se desvanecen,
* luz a luz, rayo a rayo y giro a giro,127
toma de mi consejo 1335
lo mejor, que es preciso
* recatarse del día
mi voz, mi fe, mi halago y mi cariño.
*Vanse
LUNA Cuando para el examen
de uno y otro motivo 1340
daba espera el deseo
de entenderlos, pues no bastaba oírlos,
a un tiempo se despiden.
* Pues ya que a ambos seguirlos
tampoco a un tiempo puedo, 1345
* al que cantaba amor seguir elijo.
123 v. 1319 La tórtola es conocidísimo símbolo de amor conyugal. Comp. Cantar de los Cantares, 2, 12: «vox turturis
audita est in terra nostra». 124 v. 1320-21 El Cantar no habla de pomas (‘manzanas’) sino de higos («ficus protulit grossos suos», 2, 13). Calderón
elige un fruto cuyas resonancias dan pie a la réplica de la Noche, que alude a la manzana del árbol del bien y el mal,
nocivo para la Humanidad. Pero recuérdese que en la iconografía del niño Jesús a veces éste sostiene una manzana, para
aludir a su obra de redención del género humano del Pecado original (ver Hall, Diccionario de temas y símbolos, s.v.
Virgen). 125 vv. 1327-28 Una situación análoga a esta incertidumbre de la Luna, imagen de la Naturaleza Humana, entre la canción
divina y la demoníaca, se encuentra en LQ, 280, con la Naturaleza Humana incierta entre la canción festiva del Hombre
y los gemidos del Pobre. Acerca de este dilema, que recoge algunos elementos tópicos de la psicomaquia en un contexto
de confrontación entre música divina y diabólica, comenta J. Sage («The function of music in the theatre of Calderón»,
p. 222): «Hence man’s dilemma within the allegory is that he has to distinguish between the Voice of God […] and the
voice of the devil presented as superficially beautiful harmony». 126 v. 1330 razón: aquí vale «la misma expresión, voz o palabra que explica el concepto» (Aut.). P enmienda haciendo de
razón (en el sentido de «potencia intelectiva, en cuanto discurre y raciocina... Significa también el acto del entendimiento
o discurso el sujeto», Aut.) el sujeto de la frase. Sin embargo, funciona perfectamente la lectura de todos los demás
testimonios, según la cual el sujeto es la Luna misma que habla, que debe suspender el juicio mientras que sigue
escuchando las palabras de las dos canciones. 127 v. 1334 giro: ‘círculo de luz’.
* No porque amor me mueva,
sino porque, ofendido
en mi espíritu heroico
* lo generoso de su ser altivo,128 1350
* vengue en él la osadía
del habérmelo dicho.
PAN (dentro) * ¡Oh cuánto arrastra, Cielos,
un sentimiento más que un beneficio!129
LUNA * Acento, que a esta parte 1355
sonaste inadvertido, 130
¿cúyo eres?
Sale PAN
PAN ¡Quién pudiera,
* sin temor de enojar, decir que mío!
LUNA * Pues si tú ese temor
te traes, pastor, contigo, 1360
* y si te riño logro
* el mismo efecto que si no te riño,
ni aun esa vanidad
te ha de dar tu delito;
que, si sé que me temes, 1365
¿para qué has de saber que te castigo?
PAN Para que, consolado
* con llevar padecido
* más ese ceño, crezca 131
lo accidental de un mérito infinito.132 1370
LUNA * ¿Luego tú el padecer
lo tienes por alivio?
PAN El padecer no; pero
el padecer por quien padezco estimo;
* y he de amar hasta el fin,133 1375
tan constante y tan fino
que triste el alma mía,
* hasta morir, toda ha de ser gemidos.134
* Tanto he de amar, que diga
128 v. 1350 generoso vale aquí «esforzado, magnánimo, bizarro, y que estima más lo honesto y decoroso que el útil e
interés» (Aut.). El sentido general es ‘ofendida la altivez de mi espíritu heroico en su noble honestidad’. La reacción
soberbia y esquiva se conviene con la esquivez y castidad proverbiales de Diana. 129 v. 1354 sentimiento: aquí, «queja que se tiene contra algún sujeto que ha dado motivo de sentir» (Aut.). 130 v. 1356 inadvertido: ‘inconsiderado’, «lo que se hace o dice sin consideración o reflexión» (Aut.). 131 v. 1369 más: ‘también’, ‘además de los otros padecimientos’. 132 v. 1370 El mérito de Cristo es infinito, los padecimientos que él sufre (entre los cuales el ceño enfadado de la Naturaleza
Humana) son circunstancias accidentales, es decir, que se añaden al mérito, y que dependen sustancialmente de él. En
este caso, accidental vale accesorio, «lo que se junta y une a la materia principal, y se considera en cierto modo
dependiente de ella» (Aut.). Sobre el mérito infinito de Cristo, que satisface la maldad infinita del pecado original y de
los pecados actuales, ver Diccionario, s.v. 133 v. 1375 Referencia a Juan, 13, 1: «cum dilexisset suos, qui erant in mundo, in finem dilexit eos». Se encuentra otras
muchas veces en los autos: comp. «¿Y para qué es mayor prueba / que ver que amando hasta el fin / quedó del amor en
prendas?» (DOS, vv. 93-95); «pues hasta el fin he de amarla [a la Naturaleza humana] / dando la vida por ella» (HP, vv.
1496-97); «Ya Amor, / el que hace la fineza, / puesto que amando hasta el fin / dejó este tesoro en prendas» (VSS, 1406). 134 vv. 1377-78 Reelabora el cuento evangélico de la angustia de Jesús en el Getsemaní (Marcos, 14, 34, y Mateo, 26,
38): «Tunc ait illis: Tristis est anima mea usque ad mortem».
mi amor...
*Dentro grita e instrumentos
UNOS El Judaísmo 1380
ha de llevar la palma.
OTROS * La victoria ha de ser del Gentilismo.
OTROS ¡Viva la Apostasía!
LUNA * ¿Qué escándalos, qué gritos
* son éstos?
Sale el MUNDO
MUNDO Pues el Mundo 1385
* es quien los oye, el Mundo ha de decirlos.135
Los pastores de estos valles
* –que, en tres ejidos que moran,
* con tus tres nombres te adoran–
porque en sus rebaños halles 1390
el digno aplauso de aquella
* victoria que ayer tuviste
* cuando a la fiera venciste...
PAN (Es verdad, que si por ella
* lidié yo en su nombre, es bien 1395
que ella goce en esta parte
mi favor.)
MUNDO ...vienen a darte
* un festivo parabién.
Cada uno trae a su modo
un don, y porque se entienda 1400
* cuán general es la ofrenda
* viene con cada uno todo
su pueblo. Y en confïanza
* de que tú el premio has de dar
* al que te llegue a agradar 1405
* más que otros, con esperanza
de ser cada uno el dichoso
* repiten a un tiempo mismo
* los unos...
ÉL Y UNOS ¡El Judaísmo
* viva!
ÉL Y OTROS ¡Viva el poderoso 1410
* Gentilismo!
MUNDO …otros en fin,
* prosiguiendo la alegría,
que...
ÉL Y OTROS ¡Viva la Apostasía!
MUNDO * Vienen a aqueste jardín
por varias partes entrando. 1415
135 v. 1386 decir vale aquí lo mismo que «declarar, deponer, testificar en algún pleito o causa» (Aut.).
PAN (Justo es que vaya también
yo a traer mi don, en quien
no en vano espera mi bando
que ha de ser la gloria mía,
si es que acuerda la atención 1420
* de la Fábula un vellón
* que llene la alegoría.)136
[…]
*De los carros, que han de ser dos jardines, salen divididos en dos coros los MÚSICOS, y del
uno una PASTORA, trayendo en una fuente un vellón blanco y negro, y detrás la APOSTASÍA; y
tras él la SINAGOGA con otra fuente, y un vellón en ella blanco, y tras ella el JUDAÍSMO. Del
otro carro sale la IDOLATRÍA con otra fuente, y otro vellón cuajado de oro, y tras ella la
GENTILIDAD; después la SIMPLEZA con otra fuente y otro vellón cuajado de flores, y detrás
PAN; y canta la Música mientras bajan todos al tablado
CORO 1° En parabién de que triunfe dichosa
la Naturaleza,
* que es alma del Mundo, estrella del Cielo
y deidad de la Tierra...
CORO 2° En parabién de que triunfe dichosa, 1435
pues sólo por ella
la fiera se huye, el rebaño se cobra
y el Mundo se alegra…
CORO 1° En parabién de que triunfe dichosa
su rara belleza, 1440
los pastores del valle, que antes
de lágrimas era,...137
CORO 2° En parabién de que triunfe dichosa
* le han hecho las fiestas,
y todos contentos, ufanos y alegres 1445
* la traen sus ofrendas.
MÚSICA Y TODOS Y en parabién de que triunfe dichosa
* repiten que viva, que reine y que venza.
APOSTASÍA * Yo, a quien dan de Apostasía
* nombre las gentes, al ver 1450
* que en creer y no creer
consta la religión mía,
136 vv. 1420-22 Creo que estos versos deben entenderse como una referencia a la loa, y concretamente a esa parte del
cuento que allí contaba la Fábula (vv. 272-284) donde se hablaba del vellón blanco que le había agradado a la Luna. El
sentido sería: ‘si la atención del público recuerda ese vellón del que hablaba la Fábula y que cumple con la alegoría’. 137 vv. 1441-42 valle de lágrimas es, en el Salve regina, toda la tierra. Nótese que, a pesar de ser la Luna alegoría del
Alma/Naturaleza Humana, algunas de las alabanzas cantadas en esta canción (especialmente las de los vv. 1435-38)
pueden referirse a la Virgen, medianera de la Gracia y colaboradora en la redención del género humano. Por otra parte,
ya hemos comentado en los vv. 1275-78 la polisemia alegórica de la Esposa del Cantar. La aplicación de motivos
marianos a un personaje que es figura de la Naturaleza Humana también se encuentra en NH, bien comentada por I.
Arellano en la «Introducción», p. 26: «Puesto que la encarnación de Cristo se lleva a cabo en la Virgen María, puede
decirse que esta naturaleza humana de la segunda persona de la Trinidad se toma de la Virgen, y esto facilita en otros
lugares del auto la aplicación de motivos marianos a Sulamitis, lo mismo que su calidad de esposa y el nombre elegido
da entrada a la adaptación intertextual de el Cantar de los Cantares».
viendo cuánto la perdida
* oveja, hallada, te dio
placer, sintiendo que no 1455
fuese por mí reducida
a tus rebaños, en fe
* de que su hallazgo te agrada, 138
en tu nombre otra manchada
oveja sacrifiqué. 1460
Y para que sin ejemplo139
* nadie más que yo merezca,
* cuando en su adorno guarnezca
* las paredes de tu templo,
de ella te traigo el vellón, 1465
por presumir, deidad bella,
que, si las manchas de aquélla
* tuviste por perfección,
* ésta es su más parecida.
MUNDO El Apóstata no estraño 1470
que traiga de su rebaño
señas de oveja perdida.
GENTILIDAD * Yo, que tu deidad adoro,
de otro sacrificio el don
te traigo en otro vellón, 1475
cuyas manchas son de oro.
* Éste es aquel que le dio
* Júpiter a Heles –por quien,
* en fluctüoso desdén,
* el nombre el Ponto cobró 1480
* de Elesponto, deducido
* de Heles y Ponto el renombre–;140
* y habiéndole, por más nombre,
* a Marte Friso ofrecido,141
* Jasón yo de tu beldad 1485
hoy a Júpiter y a Marte
* le robé, por coronarte142
* superior a su deidad.
Mira, pues, si en tu decoro
* distancia hay, para el laurel, 1490
desde una manchada piel
a un vellocino de oro.
138 v. 1457-58 en fe / de que: ‘habiendo visto que’, ‘en consecuencia de que’. 139 v. 1461 sin ejemplo: ‘sin comparación posible’. 140 vv. 1477-82 Heles y Friso, hijos de la diosa Nefele y del rey de Tesalia Atamante, se vieron acusados por su madrastra
de ser la causa de la sequía que afligía el país. Para salvarlos de la muerte, Júpiter les envió un carnero prodigioso con el
vello de oro, que voló con ellos hacia la Cólquida. Al atravesar el brazo de mar que separa Grecia del continente asiático,
Heles cayó al agua, dando su nombre (Helesponto = ‘mar de Heles’) al estrecho que hoy se llama de Dardanelos. 141 vv. 1483-84 «Frixo, aunque afligido de ver el desastrado caso de su hermana, no por esto dejó de pasar adelante, y
tanto anduvo, que llegó a una isla llamada Colchos, en donde luego consagró el carnero al dios Marte, y el pellejo le puso
en un árbol alto de un bosque, al mismo Marte consagrado» (Pérez de Moya, Philosofía secreta, IV, 52, pp. 559-60);
«Frixo en agradecimiento de la merced recibida, sacrificó al Dios Marte el carnero en que había venido desde Tebas; y
desollado el pellejo con su vellón de oro, le ofreció y colgó en aquel templo del mismo Marte...» (B. de Vitoria, Teatro,
I, III, 12, p. 289). 142 vv. 1485-87 El vellocino de oro consagrado a Marte por Friso fue robado por Jasón, con la ayuda de Medea, hija del
rey de la Cólquida, como cuenta Baltasar de Victoria en Teatro de los dioses de la gentilidad, I, III, 13.
JUDAÍSMO Yo, que de Israel el bando
* soy, pues soy el Hebraísmo,
en este concepto mismo 143 1495
vencer espero, pues cuando
* te da uno manchada piel
* y otro dorado vellón,
yo te doy, en Gedeón,
piel y vellón de Israel. 1500
Sobre los campos de Flora
toda la noche quedó,
y él solamente cuajó
* las lágrimas del Aurora.144
Yerto el prado, seco y frío 1505
no se humedeció, porque
su albor solamente fue
el que concibió el rocío;145
* por quien el continuo susto
* dice en perpetuo clamor 1510
* de mis profetas «Señor,
* lluevan las nubes al Justo». 146
Y pues de aquesta esperanza,
Humana Naturaleza,
* por lustre de tu nobleza 1515
* la mejor parte te alcanza,
goza ahora el blanco arrebol147
* que imagen suya se nombra,
y complácete en la sombra
143 v. 1495 ‘con esta misma opinión’. 144 v. 1501-4 Alude al conocido episodio del vello de Gedeón (Jueces, 6, 36-40), jefe militar que libró a Israel de los
madianitas. Queriendo saber de Dios si podía efectivamente contar con su ayuda, Gedeón le pidió que hiciese llover el
rocío nocturno exclusivamente sobre su vello tendido en la era, quedando del todo seco el terreno alrededor. Habiendo
acogido la súplica de Gedeón, Dios hizo que la humedad sólo impregnase (cuajase) su vellón. La metaforización, ya
tópica, del rocío como lágrimas del Aurora procede del mito clásico: Aurora (Eos) llora todas las mañanas al levantarse
recordando a su hijo predilecto, Memnón, muerto a manos de Aquiles en la guerra de Troya (n. al v. 965 de PG). 145 vv. 1507-8 El verbo concebir remite a la interpretación tipológica de este episodio bíblico, por la que el vello blanco
es figura de la Virgen y el rocío de Cristo. Se encontrarán numerosas citas de apoyo en la edición de PG, y en la nota a
los vv. 327-28 de FC; de allí tomo una de C. a Lapide que me parece especialmente aclaradora: «Allegorice ros in vellere
est Christus in Virgine. Ros enim significat Verbi in Virginem illapsum et incarnationem instar rore fore secretum,
tranquillum, castum, suauem, spiritualem, foecundum, sine virginitatis corruptione et sine partus dolore. Vellus enim est
tam uterus virginis, quam humanitas Christi Virginis utero» (Lapide, Commentarius in [...] Iudicum, 128) 146 vv. 1509-12 Ordénese: ‘por quien (el rocío/Cristo) el continuo susto (‘inquietud’, ‘ansia’) de mis profetas dice en
perpetuo clamor...’. Las almas de los hombres que habían muerto en estado de gracia antes de la venida de Cristo, y que
se encontraban en el seno de Abraham, claman por la venida del Salvador, el Justo que baje de las nubes como el rocío
que humedeció el vello de Gedeón, y les abra las puertas del cielo. Se recoge aquí el texto de Isaías, 45, 8: «Rorate, caeli,
de super, et nubes pluant iustum», elaborado en otros muchos lugares de autos calderonianos. Comp.: «ADÁN: Infinita
fue mi culpa / y así es forzoso que haya / satisfacción infinita; / y pues yo no puedo darla, / lluevan las nubes al justo»
(PS, vv. 1135-39 y nota correspondiente); «¡Cuándo en blando rocío tierno / darán las nubes al justo!» (IG, vv. 530-31 y
nota correspondiente); «hasta que él, compadecido / del miserable lamento / de los padres que clamaban / por el blando
rocío tierno / de la aurora, que cuajado / vimos ya en sombras y lejos / en la piel de Gedeón» (AR, vv. 359-65 y nota
correspondiente); «este humanado portento, / el Justo que han de llover / las nubes...» (OM, 1019); «DEB.: Contra el triste
mortal susto / que padece el pueblo mío... / ELLA, Y LAS DOS: ...den los Cielos su rocío, / lluevan las nubes al Justo» (QH,
vv. 1302-5). 147 v. 1517 arrebol: «Color rojo que toman las nubes heridas por los rayos del sol» (Aut.); en este caso, parece tener el
significado cromáticamente más amplio de ‘brillantez’. Comp.: «No hay orbe en que no se atreva / su verdinegro arrebol»
(AP, vv. 254-55); «Envuelta en blanco arrebol» (Mejor está que estaba, 408); «a ver en pardo arrebol / salir rebozado al
Sol» (Peor está que estaba, 321); «Precursora, que has llegado / con tan cándido arrebol» (PG, vv. 982-83); «pues la
noche apenas fría, / envuelta en negro arrebol» (La señora y la criada, 837).
mientras no amanece el Sol.148 1520
PAN Si el Apóstata en manchada
* piel las señas te semeja,
* aquella perdida oveja
* no es la que por mí fue hallada;
* luego mi alabanza estriba 1525
* en su don, pues cosa es cierta
* que en su poder viene muerta
* la que yo te entregué viva.
* Si en ricas guedejas de oro
funda la Gentilidad 1530
su ofrenda, con más verdad
yo en el hallado tesoro
* de preciosa margarita,149
tan peregrina y tan bella
que no nació igual a ella; 1535
cuya candidez imita
la piel de blanca cordera
* en quien mancha no se halló
* de negro átomo; ni yo
* entre flores la trujera 1540
menos que para que, llena
* de gracia, flor especiosa,150
* la expliquen, virgen, la rosa
* y, fecunda, la azucena
con granos de oro,151 que son 1545
más estimable tesoro
* que el vellocino de oro.
* Y aunque en el de Gedeón,
* mientras el Sol amanece,
148 vv. 1519-20 La sombra es el vellón blanco, figura de la encarnación de Cristo (el Sol que, para los Judíos, todavía
tiene que aparecer). Calderón juega aquí con el doble significado de sombra, como contrario de luz, y como término
pictórico que utiliza como equivalente de ‘imagen, símbolo’ (ver nota al v. 358). 149 v. 1533 Hay aquí una alusión a la preciosa margarita (‘perla’) de la parábola evangélica del mercader, a la que
Calderón acude con frecuencia en sus autos («Iterum simile est regnum caelorum homini negotiatori quaerenti bonas
margaritas. Inventa autem una pretiosa margarita, abiit et vendidit omnia, quae habuit, et emit eam», Mateo 13, 45-46).
Comp. IN, donde el mercader es Cristo, y la margarita que busca y encuentra es la Iglesia («Esa nave en que he buscado
/ la preciosa margarita / –que en la ley de gracia hallo– / para esposa de mi imperio...», vv. 1465-68). Aquí parece más
bien símbolo de María, ya que en seguida se dice que la piel blanca de la cordera (imagen inequívoca de la maternidad
de la Virgen) quiere imitar la candidez de la margarita preciosa. 150 vv. 1541-42 llena / de gracia: son las palabras de la salutación del Ángel a María («Ave, gratia plena», Lucas, 1, 28)
y se encuentran repetidas veces en los autos calderonianos con referencia a la Virgen o a figuras de la Virgen como Ruth
o Abigaíl. Comp. ER, 1092-93; FC, v. 388 y nota. Rubio, «Mariología en los autos sacramentales», pp. 85-88; especiosa:
‘hermosa’, ‘primorosa’ (del latín speciosus, -a). 151 vv. 1543-44 Rosa y azucena, símbolos respectivamente de belleza y de pureza, aparecen a menudo en la iconografía
de la Virgen, y Calderón los utiliza repetidas veces en las alusiones marianas de sus autos (ver Mata, «Imaginería barroca
en los autos», p. 273). Las dos flores declaran el oxímoron de la virginidad fecunda de María: la rosa, símbolo de la
belleza femenina y atributo de Venus en la antigüedad clásica y en el Renacimiento, explica (‘declara’, ‘simboliza’) la
virginidad; la azucena, símbolo de pureza, la fecundidad (a Jesús, fruto precioso de la maternidad de María, aluden los
granos de oro que encierra el cáliz de la azucena). Comp.: «Porque el cándido pimpollo / de una azucena, que aún no / el
virgen botón ha roto / [...] / en granos de oro contiene / un escondido tesoro» (AP, vv. 586-92); «respeto en rosa y jazmín
/ virginidad y pureza» (VT, 187); «Mira una blanca azucena / dar allí granos de oro, / sin que el cierzo su pureza / empañe
ni aje; una rosa / allí en virgen edad tierna» (VZ, 710). Los granos de oro son doble metáfora de Jesús, pues aluden
también al trigo, siendo Jesús Pan de Vida: «Sí, que las rubias espigas / tienen un secreto en sí / que me obligan –¡ay de
mí– / a dilatar mis fatigas. / Está entre sus granos de oro / un gran misterio encerrado» (VT, 187). Comp. también PS, v.
1212, y FC, vv. 188-90.
con la sombra te complace, 1550
dijo el Hebreo, no hace
fuerza,152 cuando en el que ofrece
un estranjero pastor
no sólo la sombra está
mas todo el Sol, siendo ya 1555
amanecido esplendor.153
JUDAÍSMO ¿Esplendor amanecido
puede ser, sin saber yo
* como u dónde amaneció?
Y más no habiendo cumplido 1560
* sus sombras mis profecías,
* pues aun no han sabido dél154
los cómputos de Daniel155
* ni los truenos de Isaías.156
GENTILISMO Si eres, que antes lo dudé 1565
* y voy confirmando agora,
* aquel hombre a quien adora
por Dios la ignorante fe
de unos rústicos pastores,157
¿cómo, di, oponerte quieres 1570
a mi valor?
APOSTASÍA Y si eres
* hombre humano, ¿cómo loores
* de Dios te adquieres?
MUNDO Razón
da de ti.158
LUNA ¿Ya no la ha dado?
LOS CUATRO ¿En qué?
152 vv. 1551-52 no hace / fuerza: ‘no contradice’, ‘no obsta’. 153 vv. 1554-56 Porque el vellón blanco ofrecido por Pan es símbolo de la Virgen que da a luz a Cristo, la preciosa
margarita del v. 1533; y, por tanto, se realiza en él el significado tipológico del vellón de Gedeón y de su rocío, como se
explica en la nota a los vv. 1505-8. 154 v. 1562 aun: ‘todavía’, pero monosílabo (y por tanto sin acento) por razones métricas. 155 vv. 1562-63 Se alude a la profecía que colocaba la venida del Mesías al cabo de setenta semanas («Septuaginta
hebdomades abbreviatae sunt super populum tuum et super urbem sanctam tuam, ut consummetur praevaricatio, et finem
accipiat peccatum, et deleatur iniquitas, et adducatur iustitia sempiterna, et impleatur visio, et prophetia, et ungatur
Sanctus sanctorum», Daniel 9, 24-25). Los expositores las consideran semanas de años. Para las controversias
interpretativas relativas a esta profecía, puede verse Ausejo, Diccionario de la Biblia (s.v. «setenta semanas, profecía de
las») y Colunga, «Las setenta semanas de Daniel», además de las notas al v. 449 de HP, a los vv. 1307-10 de IG, 2096-
97 de VI, 369-70 de FC, y de la entrada correspondiente del Diccionario. 156 v. 1564 Como se señala en la nota a DJ, vv. 43-44, se alude a Isaías, 29, 6: «A Domino exercituum visitabitur in
tonitruo, et conmotione terrae, et voce magna turbinis et tempestatis». Comp.: «Aunque la vida le cueste / al que le ha de
redimir, / yo creo que ha de venir, / mas no creo que sea éste, / pues no concurren en él / de horrores los aires llenos, / ni
de Isaías los truenos» (OM, 1032); «¿Ni cómo podía ser / el que sin estar cumplidas / las semanas de Daniel, / viniese sin
aparatos, / que Isaías le prevé, / diciendo que ha de venir / con majestad y poder / de relámpagos y truenos?» (RE, 863);
«Haber creído necio, / sin que traiga el aparato / de relámpagos y truenos / con que le espera Isaías, / ni haber computado
el tiempo / de Daniel, a un Peregrino» (DI, 956); «No, que viene sin estruendo, / como Isaías le aguarda, / de relámpagos
y truenos; / y aún no miramos cumplidas / en los cómputos del tiempo / las Semanas de Daniel» (VG, 476). Los lugares
paralelos aducidos prueban que la lectura de B y P Trenos (del griego y latín threnos, ‘lamentación’) va desacertada,
además de aplicarse el título de Trenos a la obra de otro profeta, Jeremías. 157 vv. 1565-69 Es ambiguo: se refiere al culto rural clásico de Pan, pero al mismo tiempo parece aludir a la adoración del
recién nacido Jesús por los pastores. Una ambigüedad que ya Calderón había explotado en los vv. 44-46, y 442-44. 158 vv. 1573-74 Dar razón de sí equivale a «corresponder alguno a lo que se le ha encargado u confiado, ejecutándolo
exactamente» (Aut.).
LUNA En haberme robado 1575
la cordera el corazón.
* ¿Quién eres, pastor? Que en ese
jeroglífico, compuesto 159
* de no manchado vellón
* en varias flores envuelto, 1580
* sin saber lo que me dices,
sé que con tan gran respecto
* le miro, que como Luna
* ponerme a las plantas pienso
* de la que me representa 1585
* intacta deidad, haciendo,160
* aun en el abismo, como
* Proserpina, con un miedo
reverencial, a su sombra
* adoración; pasar luego, 1590
* como Diana, a sacrificios,
dándola altares y templos
en que, como Alma del Mundo,161
* la ofrezca en mis rendimientos 162
los dones de los demás: 1595
la manchada piel diciendo
* amarga mirra en sus manchas,163
la de oro mi firme celo,164
* mi fervor la del rocío
* que en vapores suba al Cielo 1600
como del incienso el humo; 165
con que el Mundo su primero
holocausto vea, que es
* de mirra, de oro y de incienso.166
159 v. 1578 jeroglífico: ‘objeto real o representado que simboliza un concepto’. Comp. la explicación de Covarrubias:
«Los egipcios tuvieron una manera de escritura esculpida, para significar sus conceptos, especialmente los concernientes
a la falsa religión suya, a las costumbres y vida política; y esto era pintando animales... y así mismo otras cosas artificiales,
por el uso de las cuales se daban a entender sus conceptos» (Tesoro, s.v. hieroglífico). A menudo se confunde, en la época,
y concretamente en la obra de Calderón, con las categorías análogas de emblema, símbolo, empresa (comp. I. Arellano,
B. Oteiza, M.C. Pinillos, «Introducción emblemática», pp. 73-77, con referencias bibliográficas). 160 vv. 1583-86 En la iconografía mariana, desde la Edad Media, una de las representaciones de la Virgen la muestra de
pie sobre una media luna, por ser ésta antiguo símbolo de castidad, relacionada con la diosa Diana. También desciende
esta imagen de la mujer de la Apocalipsis (12, 1): «Et signum magnum apparuit in caelo: mulier amicta sole, et luna sub
pedibus ejus, et in capite ejus corona stellarum duodecim». En El arte de la pintura (1649), Francisco Pacheco reelabora
estas representaciones tradicionales para la figura de la Inmaculada Concepción, insistiendo en el elemento de la media
luna (comp. Hall, Diccionario de temas y símbolos, s.v. María). 161 v. 1593 Creo que este como Alma del Mundo se refiere a la misma Luna, a la que ya, en los vv. 491-92, se había
definido como «la gran Naturaleza / que hoy es de este Mundo el Alma». 162 v. 1594 rendimientos: «vale también obsequiosa expresión de la sujeción a la voluntad de otro, en orden a servirle o
complacerle» (Aut.). 163 v. 1596-97 Porque las manchas negras, imagen de los pecados, se comparan implícitamente a lo amargo de la mirra. 164 v. 1598 celo: «Se toma también por el afectuoso y vigilante cuidado de la gloria de Dios o del bien de las almas, y se
extiende al del aumento y bien de otras cosas o personas» (Aut.). 165 vv. 1599-1601 fervor: «Se toma también por el calor, aplicación y cuidado con que se hace alguna cosa; y en lo moral
por devoción ardiente» (Aut.). Estos versos desarrollan una metáfora compleja: el fervor (etimológicamente conectado
con el concepto de calor ardiente) transforma el rocío, materia acuosa, en vapor que sube al Cielo, como el humo del
incienso, que se asimila simbólicamente a la oración (ver, para citas pertinentes, Diccionario, s.v. incienso). 166 vv. 1602-4 holocausto: ‘sacrificio’ («Era un sacrificio particular que los judíos hacían a Dios, en el cual no se reservaba
ninguna cosa de la víctima sino que todo se consumía en el fuego», Cov.). El sacrificio que Luna quiere hacer a la cordera
inmaculada de los tres regalos de Apostasía, Gentilismo y Judaísmo, alude a los dones de los tres reyes Magos al recién
nacido Jesús.
* ¿Quién eres, pues, di, que en ese 1605
–otra vez a decir vuelvo–
jeroglífico, has logrado
ver tan trocado mi afecto
que obliga a que sean favores
* los que hasta aquí eran desprecios? 1610
PAN Soy la luz del Mundo, soy
el Camino verdadero,
* soy la Verdad y la Vida:
quien fuere en mi seguimiento
no pisará las tinieblas.167 1615
[…]
LUNA Ven, pues, conmigo a mi lado,
* que aún no han de parar en esto
mis favores: desde hoy 1655
has de ser mi esposo, y dueño
de mis rebaños.168 Vosotros
* volved a cantar, diciendo
que una cordera sin mancha
* en paz Cielo y Tierra ha puesto; 1660
que bien lo podéis decir
día que, vencido el ceño
* de mi ingratitud, admito
–Dios, pan y hombre en un supuesto–169
* tan desiguales distancias 1665
como hay de la Tierra al Cielo.
[…]
UNOS Dentro * ¡Socorro, Cielos! 1700
OTROS * ¡Cielos, favor!
UNOS ¡A la selva!
OTROS * ¡Al monte, al valle!
LUNA
167 vv. 1611-15 El uso figurado de la luz es frecuentísimo en las Escrituras para significar a Dios, en oposición a las
tinieblas del mal y de la muerte. En especial en el Evangelio de Juan se encuentra repetidas veces la antinomia
luz/tinieblas, y en particular el sintagma «Soy la luz del mundo» («Ego sum lux mundi», Juan, 8, 12; y también 9, 5).
Comp. VG, 483 y MM, 306: «La Luz del Mundo; / quien fuere en mi seguimiento / no pisará las tinieblas». Larga nota
sobre luz del mundo en NM, v. 886. Procede también del Evangelio de Juan la frase «Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida» (Juan, 14, 6). Acerca de las modalidades con que Calderón transforma las palabras de la Biblia creando nuevas
imágenes poéticas, véase, en relación a este pasaje, M. Morreale, «Apuntaciones para el estudio de Calderón como
traductor de la Vulgata», p. 108. 168 vv. 1656-57 Este desposorio es figura de la Encarnación: gracias a la colaboración de la Virgen (la cordera sin mancha
del v. 1659), el Verbo “se casa” con la Naturaleza Humana (de que es figura la Luna), aun manteniendo su naturaleza
divina; y, en cuanto humano, puede morir y llevar a cabo la tarea de la salvación. Es por esto que Pan (figura de Cristo)
muere a manos del Judaísmo sólo después de haberse casado con la Luna. La imagen de las bodas para expresar la unión
hipostática se repite una y otra vez en los autos (comp. HP, v. 97 ss.; IG, v. 811; DOS, vv. 210-213) y es muy común en
la literatura religiosa. Remito a las notas a los lugares citados de HP e IG, para una larga cita de Juan de Ávila donde se
explica la imagen (también en Diccionario, s.v. bodas de Cristo con la Naturaleza Humana). 169 v. 1664 supuesto es aquí sinónimo de ‘persona’, ‘sujeto’. Comp. Aut.: «Término de filosofía, y usado como sustantivo,
es la individualidad de la sustancia completa e incomunicable. Llámase así, porque queda puesta debajo de todos los
accidentes».
Y TODOS ¿Qué es esto?
Sale la MALICIA
MALICIA * Que el fiero horroroso monstruo,
* más sañudo y más sangriento
que otras veces, los rebaños 1705
* tala, en gemidos diciendo...170
DEMONIO Dentro Villanos hijos de Adán,171
hoy probaréis el veneno,
más que nunca, de las iras
del tósigo de mi aliento. 1710
JUDAÍSMO Con más disculpa que antes
* huir hoy su furor podemos,
* pues ya eligió quien la guarde
sus ganados como dueño.
APOSTASÍA Dices bien.
GENTILISMO ¡Al monte!
TODOS ¡Al valle! 1715
MUNDO * Oíd, esperad.
JUDAÍSMO No queremos,
pues ya el ganado es de otro,
que sea el peligro nuestro.
TODOS * Muera él por ella.
Vanse
PAN Sí haré.
LUNA Oye, espera.
PAN Si primero, 1720
* aborrecido, me viste
* a su fiera saña opuesto
en tu defensa, ¿qué haré
favorecido? Al encuentro
le saldré.
LUNA A morir contigo 1725
te seguiré.
[…]
Sale PAN
PAN No harás,
* que soy yo quien la defiendo.
DEMONIO * Cuando huyen todos, ¿tú solo
170 v. 1706 gemidos: «metafóricamente se llama el sonido y aullido de los animales o aves, que remeda o imita el gemido
del hombre» (Aut.). Aunque la lectura de Y (bramidos) pueda parecer más pertinente, también se utiliza gemidos en
Calderón para las voces de monstruos y demonios. Comp.: «la cerviz, que alta sacudo; / la frente, que altiva rijo, / dando,
no gemidos roncos / ya, no callados bramidos» (HV, 116); «El mar bramando a gemidos / montes sobre montes crece»
(LM, 1579). 171 v. 1707 Así es como se dirige la Culpa a los hombres en HV, 115.
te quedas?
PAN Soy Pastor Bueno, 1780
y he de dar por mis ovejas
la vida. 172
DEMONIO Sí harás, supuesto
que, en el traje de pastor,
no esgrimirás el acero
que me arrancó de la mano 1785
* otro tronco, o este mesmo.
*Toma el tronco
PAN Por eso desceñiré
la honda,173 y verás que te venzo
con las armas que quisiste
vencerme, en ella poniendo 1790
* sola la piedra arrojada
del Monte del Testamento.174
DEMONIO Eso es querer acordar
aquel prodigioso duelo
de David.
PAN David segundo 1795
soy.
*Tira con la honda y sale el JUDAÍSMO
JUDAÍSMO * ¿Dónde, del monstruo huyendo,
* podré asegurarme?
DEMONIO Y yo,
* segundo Goliat, pues muero,175
* quebrada la frente, ¿en brazos
de quién?
*Yendo el DEMONIO tropezando cae en los brazos del JUDAÍSMO
JUDAÍSMO De quien pretendiendo 1800
huir de ti, contigo ha dado.
172 v. 1780 «Ego sum pastor bonus» (Juan, 10, 11). 173 v. 1788 honda: arma rústica, frente a la espada actualiza el dualismo caballero/pastor de los dos disfraces de Pan, que
no es sin embargo ninguna oposición, pues en ambos disfraces Pan/Cristo vence al Demonio. Si la espada puede ser
símbolo de Cristo (porque la empuñadura forma una cruz con la hoja; en la Apocalipsis, 1, 16, el Hijo del hombre se le
aparece al Apóstol con una espada que le sale de la boca), también lo es la honda, por ser el arma con que el joven David,
una de las figuras veterotestamentarias de Cristo (comp. lo que se dice en los vv. siguientes), mata al gigante Goliat (I
Samuel, 17, 38-51). 174 vv. 1791-92 Se alude al episodio narrado en Daniel, 2, 34 y ss.: una piedra se desgaja de una montaña y derriba la
estatua soñada por Nabucodonosor. Esta piedra, a la que se ha venido leyendo como símbolo de Jesucristo, que acaba con
el imperio del Demonio, se cita repetidas veces en los autos calderonianos: «Yo soy la estatua que vio / Nabuco, hecha
de diversos / metales, con pies de barro, / a quien una piedra luego / deshizo, piedra caída / del Monte del Testamento»
(CB, 171); «La piedra que los derriba / es el encarnado Verbo, / piedra angular, que vendrá / del Monte del Testamento.
/ No haber mano que la arroje / es, que no habrá en su concepto /obra de varón» (MR, 1056); y otras citas que se acopian
en Diccionario, s.v. Monte del Testamento. 175 vv. 1798 segundo Goliat: «ille qui figuram Christi gerebat, processit ad proelium, tulit baculum in manu sua, et exiit
contra Goliam [...] Venit enim verus David Christus, qui contra spiritualem Goliam id est, contra diabolum pugnaturus
crucem suam ipse portavit» (San Agustín, Migne, PL, 39, col. 1820). Comp. nota a los vv. 87-88 de FC, que aduce otras
citas de Lapide, San Isidoro, San Ambrosio, Rabanus Maurus, y Diccionario, s.v. Goliat.
DEMONIO * No me temas, que antes quiero
que me favorezcas.
JUDAÍSMO ¿Cómo?
DEMONIO Escondiéndome en tu pecho,
donde, revestido, puedas 1805
defenderme con el leño
* que pongo en tu mano: toma,176
* lidia tú, venga tus celos;
* y vea el Mundo que hay delitos
que no puede cometerlos 1810
el Demonio, y puede el Hombre.177
Vase
JUDAÍSMO ¿Qué ira, qué horror, qué veneno,
qué rabia, qué ansia, qué furia,
* qué parasismo, qué incendio
* el contacto de la fiera 1815
* ha revestido en mi pecho,178
que el corazón a pedazos
* se me ha quebrantado dentro?
Pero ¿qué mucho, qué mucho,
si al nuevo pastor encuentro, 1820
que se me haya anticipado
* el furor al sentimiento?
PAN Con las armas de la fiera
queda el Judaísmo.
*Salen la LUNA y la SINAGOGA por dos partes179
LUNA ¡Cielos!
¿Por dónde daré con él? 1825
SINAGOGA Por aquesta parte pienso
que venía.
PAN ¿Quién creerá,
si puedo temer, que temo
más al Hombre que al Demonio?
LUNA * Pero allí está.
SINAGOGA Allí le veo. 1830
176 vv. 1804-7 En esta exhortación del Demonio a que el Judaísmo lo esconda en su pecho puede verse un recuerdo de
esos pasajes evangélicos donde se dice que el Demonio había entrado en el corazón de Judas para convencerle a traicionar
a Jesús (Lucas, 22, 3; Juan, 13, 2-27). De hecho, en la loa (vv. 287-90), se establece una identificación entre Judas y el
personaje del Judaísmo que mata a Pan. 177 vv. 1809-11 Se alude al delito de la crucifixión de Jesús, cuyos responsables son los hombres. 178 v. 1816 ha revestido: comp. «Revestir: vestir una ropa sobre otras no siendo necesario; pero comúnmente decimos
revestírsele a uno el demonio cuando se determina a hacer una cosa muy mala, y que parece haberle inducido a ella el
pecado» (Cov.). 179 v. 1824 acot. Luna y Sinagoga entran por las dos puertas que se encuentran al fondo del tablado, y se acercan, cada
una por su lado, a la escena central que va a representar, de forma simbólica, la Crucifixión de Jesucristo. Esta disposición
de los personajes en el tablado recuerda extraordinariamente esos tipos iconográficos medievales de la Crucifixión en los
que, a ambos lados de la Cruz, se encuentran las figuras alegóricas de la Iglesia y de la Sinagoga (Hall, Diccionario de
temas y símbolos artísticos). Recuérdese que la Luna, figura de Alma y Naturaleza Humana, en cuanto Esposa de
Pan/Cristo, lo es también de la Iglesia.
LUNA Y al Judaísmo...
SINAGOGA Y al joven...
LAS DOS * Mirándose ambos suspensos.
LUNA * ¿Qué será? Acércome a oírlo.
SINAGOGA * ¿Qué será? Llégome a verlo.
JUDAÍSMO * Pues solo en el monte está180 1835
* ¿qué aguardo, que no me vengo?
PAN * Ya a mí se acerca.
JUDAÍSMO Pastor
que, advenedizo estranjero,
una vez hombre, otra Dios,
* otra pan, Dios y hombre a un tiempo, 1840
todo parábolas, todo
enigmas, todo misterios,
* a escandalizar el Mundo,
* a prevaricar mi pueblo181
y a hacerte de los rebaños 1845
* señor, has venido, siendo
* la no manchada cordera
tu blasón y mi desprecio:182
pues solo y desamparado
en este monte te encuentro, 1850
hoy morirás a mis manos.
PAN Si, cuando a dar me prefiero183
la vida por las ovejas,
huye el lobo, y tú, más fiero,184
* tomas contra mí sus armas, 1855
acto continuado siendo
tu furor de su furor,
no me quitará, a lo menos,
de Buen Pastor el renombre.
JUDAÍSMO O séaslo o no, este leño 1860
habrá de ser de tu muerte
el más penoso instrumento.185
*Levanta el golpe para él y da a la SINAGOGA, que estará detrás, y caen ambos
PAN * En tus manos, Padre mío,
* el espíritu encomiendo.186
SINAGOGA * ¡Ay infelice de mí! 1865
180 v. 1835 en el monte: aquí este monte empieza a ser alusión al Gólgota, la colina donde fue crucificado Jesús. 181 v. 1844 prevaricar: ‘quitar la primacía’ («significa también trastrocar, o ivertir y cinfundir el orden y disposición de
alguna cosa, colocándola fuera del lugar que le corresponde», Aut.). 182 vv. 1846-48 Entiéndase: ‘habiendo sido la cordera sin mancha motivo de honor para ti y de desprecio para mí’ (porque
ese don ha determinado la elección de la Luna/Naturaleza Humana). 183 v. 1852 me prefiero: ‘me ofrezco’. Comp. « preferirse: obligarse y ofrecerse voluntariamente a hacer alguna cosa»
(Aut.). Covarrubias (Tesoro) trae la misma significación para proferirse. 184 v. 1854 lobo: símbolo del Demonio (comp. Diccionario, s.v.); fiero: ‘cruel’. 185 vv. 1860-62 este leño es el tronco del Demonio que ahora alude evidentemente a la Cruz, instrumento de la pasión de
Jesús. 186 vv. 1863-64 Son las palabras que pronuncia Jesús en el momento de su muerte, según Lucas, 22, 46.
LUNA ¿Qué has hecho, traidor, qué has hecho?
JUDAÍSMO * No sé; porque sólo sé
que al ir el joven cayendo
al leño abrazado, pudo
* herir con el mismo leño 1870
a la Sinagoga –¡ay triste!–
* de suerte que al mismo tiempo
* que yo a él le he muerto, él
a la Sinagoga ha muerto.187
*En los cuatro carros terremoto188
LUNA * Y aun al Sol, pues el Sol yace 1875
* fallecido al mismo tiempo,
* anticipando la Noche.
Sale la NOCHE, atravesando el tablado
NOCHE ¿Qué es esto, ¡Cielos! ¿qué es esto?
¿De cuándo acá anda conmigo
liberal el Sol, haciendo 1880
* que tenga tres horas más
* de vida yo, y él de menos?189
*Vase la NOCHE
JUDAÍSMO * ¿Qué pavorosas tinieblas
a media tarde han cubierto,
* en exequias deste joven, 1885
* de luto la Tierra y Cielo?
Terremoto, y sale la IDOLATRÍA
IDOLATRÍA Entupecidos los aires,190
* a relámpagos y truenos
187 vv. 1869-74 Aquí la muerte de la Sinagoga simboliza la muerte de la Ley Escrita, sustituida por la Ley de Gracia o
evangélica, establecida por Jesucristo (comp. nota al v. 395, y nota a CI, vv. 307-8). Así es como los comentaristas
cristianos interpretaban el prodigio de haberse rasgado el velo del Templo (Mateo, 27, 51). Es por esta razón que en la
iconografía medieval de la Crucifixión (como ya se ha dicho en la n. al v. 1824 acot.) se afirmó la presencia de la Sinagoga
a uno de los lados de la Cruz, derrotada por la Iglesia triunfante. Para indicar esta derrota se la pintaba ahora con la cabeza
inclinada, con una corona a medio caer, ahora con las tablas de la Ley Escrita que se le deslizan de entre las manos. 188 v. 1874 acot. «Como es obvio imaginar, los truenos y terremotos se harían a base de redobles de cajas, tambores,
atabales y sobre todo el “gran tambor”, que así y con razón llaman los italianos al bombo. El gran tambor sería por
antonomasia la “caja de los truenos”. Pero sin duda alguna contribuirían a tal efecto instrumentos como el clarín bajo,
que alguna vez va asociado con las cajas roncas, trémolos y escalas rápidas de toda clase de pífanos, clarines, chirimías
y arpa (para la lluvia), en una palabra, de todo el instrumental de la compañía» (Querol, La música en el teatro, 102-03;
tomo la cita de IN, v. 1191, nota correspondiente). 189 vv. 1879-82 Las tres horas más que el Sol concede a la Noche son las horas entre sexta y nona (de las doce a las tres
de la tarde) del día de la crucifixión de Jesús, en las que, según los Evangelios, las tinieblas cubrieron la tierra. «A sexta
autem hora tenebrae factae sunt super universam terram usque ad horam nonam» (Mateo, 27, 45; comp. también Marcos,
15, 33; Lucas, 23, 44-45). 190 v. 1887 Entupecidos: ‘apretados’, ‘obscurecidos’. Comp. Diccionario, s.v.: «creación a partir de tupir con el
significado recogido en Cov. “vale apretar recalcando” y Aut. “apretar mucho alguna cosa cerrándola de poros”. Los
participios tupido y entupecido son cuasi-sinónimos en los autos de Calderón [...]. Corominas también recoge las formas
entupir (más frecuente que tupir en el S. XVII), ‘obstruir’ y ‘rellenar’ (zanjas, etc.), y entapecer ‘hacerse un tejido más
espeso cuando se lava’, señalando la presencia de una raíz onomatopéyica alternante entre tup-tap».
* heridos gimen.
Sale la APOSTASÍA
APOSTASÍA La tropa
de estrellas y de luceros 1890
* vuela en cometas, que son
* crinadas aves de fuego.191
Sale la SIMPLICIDAD
SIMPLICIDAD El mar se queja a bramidos.
*Sale la MALICIA
MALICIA * Y en pavorosos bostezos
la tierra abre sus sepulcros. 1895
Sale el MUNDO
MUNDO * Rasgóse el velo del Templo.192
* O padece mi Hacedor,
o mi máquina disuelvo.193
UNOS * ¡Qué portento!
OTROS ¡Qué prodigio!
*Terremoto, y sale GENTILIDAD
GENTILIDAD No el prodigio, no el portento 1900
está en el mortal eclipse,
191 vv. 1891-92 cometas: señales infaustas según las creencias astrológicas de la época. Comp. Diccionario, s.v.; crinadas:
o crinitas, ‘que no llevan cola’, en oposición a los cometas caudatos («Cometa crinito: el que en su cabeza forma unos
rayos resplandecientes, que se esparcen y parecen crines o cabellos», Aut.). La voz crinado, -a se recoge en Aut. como ‘la
cosa que tiene cerdas o cabellos’, pero se encuentra en Calderón aplicado a cometas, junto con la más culta crinitos
(«crinadas aves de fuego», SE, v. 1529). 192 vv. 1893-96 Se reelaboran partes del texto evangélico de Mateo, 27, 51-53: «Et ecce velum Templi scissum est in duas
partes a summo usque deorsum: et terra mota est, et petrae scissae sunt, et monumenta aperta sunt...». Según M.F.
Bacigalupo («The Descensus ad inferos in Calderón's Autos sacramentales», p. 253), en este como en otros muchos autos
lo que es de notar «is the use of Matthean account rather than the other Gospels. Matthew emphasized the cataclysm at
Christ’s death, and he was the sole apostle to refer to the resurrection of many dead. Thus he became one of the major
canonical sources for the descensus, and Calderón made clear his preference for this account over the other Gospels by
utilizing it repeatedly». La metáfora ‘bostezo de la tierra = sima, cueva, gruta, sepulcro…’ es de evidente ascendencia
gongorina, y remite concretamente a ese pasaje del Polifemo en el que se habla de la gruta del Cíclope, «formidable / de
la tierra bostezo» (vv. 41-42). Un abundante recuento de pasajes de autos calderonianos influidos por este recuerdo
intertextual es el que lleva a cabo M.C. Pinillos, «Góngora en los autos de Calderón»; ya anteriormente E. J. Gates
(«Góngora and Calderón», p. 252) había señalado la gran influencia de esta metáfora gongorina en el teatro profano de
nuestro dramaturgo. 193 vv. 1897-98 Estos dos versos reelaboran el comentario que se decía pronunciara Dionisio el Aeropagita al presenciar
el eclipse de sol que siguió a la muerte de Cristo en la Cruz: «Aut Deus Naturae patitur, aut Mundi machina dissolvitur».
La tradición se encuentra entre otros en C. a Lapide (Commentaria in Acta Apostolorum, cap. XVII, 34) y en Pedro
Ribadeneyra (Flos, vol. III, 213), según recuerda J.E. Duarte en su nota a DOP, v. 1318. Ver también, para lugares
paralelos, VI, vv. 2246 y ss. y n. correspondiente, y SG, nota a los vv. 142 y ss. Una larga secuencia de RE se dedica a
reelaborar el comentario de Dionisio y todo el auto se construye sobre la idea de una intuición de la existencia de Dios en
los filósofos paganos (el Dios Ignorado) que ya comentamos en la Introducción. En cuanto a máquina, es «palabra con
muchos matices en el Siglo de Oro, se aplica a menudo en los autos a la máquina del universo, la compostura organizada
de todos sus elementos» (n. al v. 2248 de VI).
* que otro hay más raro y más nuevo:
todos los ídolos míos,
* al consultarles su estruendo,
* mudos yacen, y en lejanas194 1905
voces de horrorosos ecos
* decir se ha oído en varias partes...
DEMONIO Dentro El dios Pan es el que ha muerto.195
JUDAÍSMO ¿El dios Pan? Sin duda es
* éste aquel idioma griego 1910
* que en el Pan entiende el Todo;
* pues si es el Todo el que ha muerto,
¿qué aguardo aquí, que no voy
a sepultarme en el centro,196
* llevando a mi Sinagoga197 1915
conmigo, mostrando en esto
que para mí vive, aunque
para todos haya muerto?
*Vase, llevando a la SINAGOGA, y vuelve la NOCHE, atravesando el tablado198
194 vv. 1902-5 El silencio de los ídolos se hace depender aquí de la muerte de Cristo. Puede ser, como apunta Arellano en
su edición de DJ, una evocación del pasaje de III Reyes, 18, 28-29, sobre el profeta Elías y los sacerdotes de Baal, o un
recuerdo de San Jerónimo filtrado a través de la Silva de varia lección de Pero Mexía (ed. Castro, 746-47): «me acuerdo
haber leído en sanct Hierónimo que cuando la madre de Dios fue con su hijo bendito a Egipto huyendo de la crueldad de
Herodes, todos cuantos ídolos y estatuas de dioses había en Egipto cayeron de los altares do estaban en tierra, y los
oráculos y ritos y respuestas que los dioses (o por mejor decir los demonios) en ellos daban, cesaron y no quisieron o no
lo pudieron responder. Este milagro que sanct Hierónimo cuenta paresce que prueba Plutarco, excelente autor, aunque
gentil, el cual, sin creer esto ni saber por qué, hizo un tratado particular de la falta de los oráculos [se refiere a De defectu
oraculorum, en Moralia] y respuestas, que ya ellos sentían haber faltado en su tiempo, que fue pocos años después de la
pasión de Jesucristo» (tomo la cita de la nota a los vv. 343 y ss. de DJ). 195 vv. 1903-8 Calderón recoge aquí una anécdota de Plutarco (De Defectu Oraculorum, XVII), en la que se cuenta cómo,
durante un viaje a Italia del retórico Epiterses, se hubiese oído una voz que anunciaba «El gran Pan ha muerto». Ahora,
pues el viaje aludido se realizó bajo el reinado de Tiberio, hubo comentaristas cristianos que refirieron el anuncio de la
voz misteriosa a la fin de los ídolos, enmudecidos (mudos yacen) y echados a los Infiernos por obra de Jesús resurrecto.
Comp. Eusebio (Praeparatio Evangelica, V, 17): «Pero es importante observar el tiempo en que él dice tuvo lugar la
muerte del demonio, pues era en tiempo de Tiberio cuando nuestro Salvador, que estaba entre los hombres, según refieren
echó de los humanos a los demonios de todas clases; así que hubo algunos que, hincados, le suplicaron no les restituyese
al Tártaro que les esperaba». Por otro lado, el anuncio del v. 1908 parece un eco de la interpretación que ya hacía coincidir
alegóricamente Pan con Cristo, Dios y creador del Todo, como la que expresa Rabelais en Gargantua et Pantagruel, IV
libro. Las citas y referencias proceden de J.M. de Osma, «Introducción», pp. 9-13. 196 v. 1914 en el centro: ‘en lo más hondo de la tierra’. 197 v. 1915 Prefiero la lectura de Y contra la de SC + X (llevándome este cadáver) que me parece en contraste con lo que
el Judaísmo declara en los versos siguientes, de que sigue considerando viva a la Sinagoga. 198 v. 1918 acot. El cotejo de los testimonios lleva a conjeturar una confusión existente ya en el original acerca del
momento en que debía llevarse del tablado al cadáver de la Sinagoga. La acotación implícita en los vv. 1915-16 nos dice
que quien la lleva es ahora el Judaísmo. Sin embargo, todo X no acota esta acción ahora, sino en el v. 1937; este hecho,
bastante enigmático si se tiene en cuenta la lectura de X en correspondencia de este verso y el hecho de que a la Sinagoga
ya se la ha llevado el Judaísmo, se explica como un rastro de la que debió de ser la lectura original, reflejada por SC.
Aquí, en el v. 1937, Calderón, olvidadizo quizás de la anterior desaparición de la Sinagoga, pone en boca de Pan el orden
«Retirad aquel cadáver»; sólo de esta forma los versos siguientes tienen un verbo principal y una fisonomía sintáctica
coherente. La sintaxis cojea en cambio en las lecturas de X e Y, que, sin duda buscando arreglar el desperfecto de las dos
salidas de Sinagoga, sustituyen al orden «Retirad aquel cadáver» otro verso («Y pues que/Y así pues la Sinagoga»).
LUNA * Horror a horror añadiendo,
segunda noche parece 1925
* que vuelve a cubrir de nuevo
* unas sombras de otras sombras.
MUNDO * Mas parece que serenos,
al pasar segunda vez,
se van mostrando los cielos. 1930
TODOS Dulces músicas lo digan…
*Levántase PAN199
PAN * Es por explicar en eso,
* viendo que pasa dos veces
* la Noche, que al día tercero,
restitüido a la vida, 1935
glorioso y triunfante vuelvo.
* Retirad aquel cadáver
* que con mi postrer aliento
* espiró también, a nunca
vivir, pues nunca los fueros 1940
de anciana Ley, en los ritos
ceremoniales, es cierto
vuelvan a vivir, pasando
sus sacrificios cruentos200
* a incruento sacrificio 1945
de mi sangre y de mi cuerpo
* debajo de las especies
* de pan y vino,201 corriendo
* a la obscura confusión
* de humanas letras el velo 1950
* del fabuloso dios Pan,
en el pan Dios verdadero.202
APOSTASÍA * ¿Qué verdadero Dios pan
puede ser, si lo que veo,
* lo que oigo, lo que gusto, 1955
lo que toco y lo que huelo
* sólo es pan? ¿Quién me asegura
* que pueda ser alma y cuerpo
199 v. 1931 acot. Según indican las acotaciones de una parte de los testimonios de X, de acuerdo con la acotación implícita
del v. anterior, la resurrección de Pan se acompaña con la música de las chirimías, típicamente utilizada en los autos para
los momentos de apoteosis y triunfo divinos. 200 vv. 1938-44 ‘La Sinagoga espiró también, como yo, pero para no volver a vivir nunca, porque en los [nuevos] ritos
ceremoniales (es decir, en la misa) no pueden volver a vivir los estatutos (fueros) de la Ley Antigua (o Escrita), que
preveía sacrificios cruentos (en especial la inmolación ritual del cordero pascual).’ Éstos ya no tienen razón de ser porque
se ha realizado lo que ellos prefiguraban, o sea la instauración de la Eucaristía en la Nueva Ley de Gracia. Comp.
Diccionario, s.v. Sacramentos de la Ley Antigua. 201 vv. 1945-48 El sacrificio incruento es el que se repite en la misa, gracias a la transubstanciación, por la que la hostia
o pan se convierte en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre, manteniendo pan y vino sus accidentes de olor, forma y
color, pero desapareciendo su sustancia originaria. Para citas de textos doctrinales, remito a las notas al v. 800 de HP, a
los vv. 2378 ss. de NM, al v. 1766 de PS, y al Diccionario, s.v. cruento sacrificio... incruento. 202 vv. 1948-52 ‘El paso de los sacrificios cruentos de la Ley Antigua al incruento de la Ley Nueva corre el velo a la
confusión oscura de las fábulas mitológicas (letras humanas) revelando que debajo del fabuloso dios Pan debe entenderse
el pan Dios verdadero de la Eucaristía’. Correr el velo es frase hecha «que vale descubrirse finalmente la verdad u realidad
de alguna cosa que estaba disimulada u oculta» (Aut.).
* de carne y sangre?
*Sale la FE en la pirámide de un jardín
FE La Fe, 203
que en el Paraíso nuevo 1960
* que es el Jardín de la Iglesia,204
* elevándose hasta el cielo
en pirámides,205 bien como
* el humo de sus inciensos
y bien como principal 1965
entre otros seis Sacramentos,
sube a coronar de rayos
* sus dorados rizos. 206
APOSTASÍA Luego,
¿otros Sacramentos hay?
* Un NIÑO en la cruz en la fuente del otro jardín207
FE * Sí.
APOSTASÍA ¿Dónde están?
NIÑO En mi pecho, 1970
que es la fuente de quien corren
* a inundar el universo.208
203 vv. 1957-59 Encontramos aquí la insistencia peculiar de Calderón en que Cristo está presente en el pan eucarístico en
«alma y cuerpo». Comp. NM, vv. 2382-2384: «con maravilla tan alta / como estar en el pan de hostia / su ser en cuerpo
y en alma». Apostasía, aquí como ya otras veces en este auto, encarna las posiciones de los que impugnan en formas
distintas la doctrina de la transubstanciación: comp. Diccionario s.v. Herejías sacramentarias. La pregunta de Apostasía
se repite otras veces al final de los autos; casi idéntica se da al final de SH (vv. 2073-74), el auto que se representó junto
a DP en 1670. La contestación a la pregunta le compite, allí también, a la Fe, «porque, según la liturgia de la consagración
de la Misa, la Eucaristía es “mysterium fidei”, misterio de fe del Testamento nuevo» (SH, n. a los vv. 2075-76). 204 vv. 1960-61 Sobre la equivalencia entre Iglesia y Paraíso, comp. la larga disquisición que se encuentra en IN (vv. 172-
228, y notas correspondientes de los editores). 205 v. 1963 La pirámide representa «el rayo benéfico que procede del cielo y conecta cielo y tierra (Cristo, la Iglesia); es
símbolo solar también (y el sol símbolo divino)» (Diccionario). Más datos en I. Arellano, M. C. Pinillos, B. Oteiza,
«Introducción emblemática al auto de Calderón Triunfar muriendo», pp. 89-91. 206 vv. 1962-68 La Fe se eleva hasta el cielo en pirámides (símbolo solar) como el humo de los inciensos de la Iglesia
(símbolo de las oraciones, comp. Diccionario s.v. incienso), y como principal sacramento entre los siete que reconoce la
doctrina católica (la Eucaristía se considera sacramento de la Fe, pues sólo por un acto de fe, y no por vía racional, puede
creerse en el dogma de la transubstanciación), subiendo a coronar de rayos los dorados rizos de Pan/Cristo. Calderón
subraya el número de los Sacramentos porque los protestantes en general sólo reconocían Bautismo y Eucaristía, negando
la asistencia real y verdadera del cuerpo y sangre de Cristo en las especies eucarísticas. De aquí la pregunta siguiente de
Apostasía. 207 v. 1969 acot. Este Niño en la cruz (atado, por supuesto, que no crucificado de verdad) se encuentra en otras piezas
sacramentales, tanto de Lope como de Calderón, y se ajusta a la difundidísima iconografía del Niño Jesús Pasionario,
sobre la que se encontrarán detalles en TM, v. 1730 acot. n. 208 vv. 1970-72 Aquí el Niño se está refiriendo a la herida que, adulto, recibirá en el costado al haber muerto en la cruz;
herida de la que, según la interpretación patrística, brotan los sacramentos (San Agustín, In Ioannis Evangelium tractatus
120, 1; ver la cita completa en TM, v. 1438 ss.). La imagen de la fuente que mana agua recuerda la del agua de vida eterna
del Evangelio de Juan que ya comentamos en las notas a los vv. 995-96 y 1005-8; comp. también Diccionario, s.v. Fuente
de aguas vivas. Como se declara en la memoria de apariencias, al niño debían salirle del costado «siete cintas encarnadas
que den en la taza [de la fuente], y de ella otras siete que den en el estanque». Es extraordinario el parecido con la
apariencia final del auto de Lope La siega (1635): «y dentro esté una fuente, en el remate de la cual esté un niño, de cuyo
costado salgan siete cintas carmesíes a la primera basa, y della a la segunda» (citado por A. de la Granja, «Lope y las
cintas coloradas», que ofrece amplia información acerca de la presencia de este motivo iconográfico en los autos de Lope).
El número siete simboliza los siete sacramentos. «Este motivo numérico (el siete es también símbolo de perfección) estaba
GENTILIDAD ¿Cómo podré persuadirme
yo a que tantos, tan diversos
* sacrificios, como tuvo 1975
* la Ley Antigua cruentos,
* a incruento y a uno solo
se han de reducir?
PAN Creyendo
* que todos fueron figuras209
* y él de todos cumplimiento. 1980
Y, para que os convenzáis,
* en dos os pondré el ejemplo:210
¿qué contiene el pabellón
en que yo vine?
*Descúbrese el sacrificio del Cordero
GENTILIDAD Un cordero
sacrificado.
PAN Ahora mira 1985
* la nube que trujo al suelo,
*Descúbrese en la nube que bajó la LUNA la cordera blanca entre flores
en metáfora de Luna,
al Alma: ¿qué miras dentro?
APOSTASÍA * La blanca cordera miro
entre sus flores.
PAN Pues siendo 1990
* aquel cordero el de Abel,211
y aquella cordera luego
la que el Levítico manda
llevar sin manchas al Templo,212
*Vuélvense los sacrificios, y vese en el de la cordera la imagen de la Concepción y en el del
cordero un cáliz y hostia 213
mira lo que significan, 1995
muy difundido, y así puede verse en el cuadro de Van Eyck “El altar de Gante” que muestra la fuente del cielo que se
divide en siete ríos, correspondientes a los siete dones del Espíritu Santo» (Diccionario, s.v. siete caños). 209 v. 1979 figuras: ‘hechos reales que son profecía de realidades futuras’. La interpretación figural consiste en leer hechos
y personajes del Antiguo Testamento sin quitarles realidad concreta (sentido histórico-literal), pero viéndolos al mismo
tiempo como prefiguraciones o profecías de la redención realizada en el Nuevo Testamento. 210 v. 1982 ejemplo: «La comparación que traemos de una cosa para apoyar otra» (Cov.). Aquí vale, pues, ‘figura’,
‘símbolo’ (‘Os pondré el ejemplo en dos figuras’). 211 v. 1991 «Abel fue el primer pastor y el primero que ofreció a Dios sacrificios de animales, que le fueron aceptados
con agrado. Cfr. Génesis, 4, 2-4. Es muy conocida la simbología de Abel como figura de Cristo; así lo consideran los
padres de la Iglesia: “Ecclesia loquitur... cuius primitiae Abel sanctus est, immolatus... in testimonium futuri sanguinis
Mediatoris”, San Agustín, ML, 37, col. 1589; lo mismo S. Ambrosio, ML, 14, col. 318. Este sacrificio ha sido considerado
como una prefiguración de la Eucaristía y como tal se encuentra en el canon romano de la Eucaristía» (n. a los vv. 398-
404 de CI, donde se encontrarán más datos). Ver también PG, vv. 497-98 y nota correspondiente. 212 vv. 1993-94 El Levítico es el libro de la Biblia que contiene la ley de los sacerdotes, según la tradición rabínica. En
sus preceptos relativos a los sacrificios, abundan las prescripciones acerca de las distintas modalidades de inmolación de
víctimas sacrificales; una de ellas es efectivamente la cordera sin mancha (4, 32) que debe ofrecerse a Dios cuando se
deba expiar algún pecado. 213 v. 1994 acot. El mismo efecto escénico se acota al final de HP, v. 2095: «Vuelve el cordero y vese el cáliz y hostia».
* siendo en vino y pan yo mesmo
cordero sacrificado,
y el intacto candor bello
de la cordera sin mancha
* quien, al instante primero 2000
de su animación, no tuvo
de culpa un átomo negro.214
GENTILIDAD Yo lo creo.
APOSTASÍA Yo aún lo dudo.
PAN Pues tú serás heredero,
Gentilismo, de la viña 2005
que perdió, sañudo y fiero,
* el Judaísmo;215 y aunque ahora
tú, como él, estés protervo,216
siendo la oveja perdida,
yo haré que vuelvas al gremio 2010
* cuando un pastor y un rebaño
sea todo el mundo entero.217
* Y tú, esposa, porque en nada
dudoso al Mundo dejemos,
sube conmigo en las nubes 2015
que son pabellones nuestros.
*Suben los dos como bajaron
[…]
214 vv. 2000-2 La Virgen, concebida sin mancha de pecado original. 215 vv. 2004-7 Aluden estas palabras de Pan a la parábola evangélica de los malos viñadores, que, habiendo matado al
hijo del dueño de la viña, se verán sustituidos por otros y más fieles viñadores (Mateo, 21, 33-46; Lucas, 20, 9-16). Se ha
leído tradicionalmente en esta parábola (así como en las profecías de Isaías, 5, 1 ss.) una referencia a la suplantación de
Israel por los Gentiles en la Nueva Ley de Gracia: los últimos en ser llamados llegaron a ser los primeros, mientras que
los primeros pasaron a ser los últimos (entronca aquí la referencia a otra parábola, la del dueño de la viña que contrata a
los operarios, Mateo, 20, 1-16). Un extenso comentario acerca de la relación entre Judíos y Gentiles ante la Ley de Cristo
es el que elabora San Pablo, Romanos, 9-11. La palabra heredero, según señala McGaha (SH, n. vv. 2103-4), procede de
otro lugar paulino, Efesios 3, 6: «Gentes esse cohaeredes, et concorporales promissionis eius in Christo Jesu per
Evangelium». Comp.: «AMOR: Ella [Gentilidad] la heredera / será de la viña que / perdió por su inobediencia / la
Sinagoga» (PCM, 386); «Tú, Gentilidad, serás / –pues deste bando te has puesto– / heredera de la Viña, / que es la Iglesia,
que hoy empiezo / a plantar en el lugar / de la Sinagoga» (MM, 310). Calderón tiene todo un auto sobre este tema bíblico,
en cuya conclusión se encuentran palabras muy semejantes a las de nuestro texto: «Venturoso Gentilismo, / a quien de
mi mayorazgo / en mi nuevo testamento / constituyo propietario, / heredero de la viña / que perdió por temerario, / torpe
y ciego, el hebraísmo...» (VI, vv. 2355 y ss.) 216 v. 2008 protervo: «tenaz, insolente, arrogante» (Aut.). 217 vv. 2011-12 Comp. Juan, 10, 16: «Et alias oves habeo, quae non sunt ex hoc ovili, et illas oportet me adducere, et
vocem meam audient, et fiet unum ovile et unus pastor».