a.t. robertson - comentario al texto griego del n.t. - hechos

Download A.T. Robertson - Comentario Al Texto Griego Del N.T. - Hechos

If you can't read please download the document

Upload: diego-h-lema

Post on 18-Oct-2015

422 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • COMENTARIO AL

    TEXTO GRIEGO

    DEL

    NUEVO TESTAMENTO

    LOS HECHOS DE LOS APSTOLES

    A.T. ROBERTSON

    EDITORIAL CLIE M.C.E. Horeb, E.R. n. 2.910 SE-A C/ Ramn Llull, 20 08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAA E-mail: [email protected] Internet: http://www.clie.es

    COMENTARIO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO Archibald Thomas Robertson

    2003 por Editorial Clie

    Publicado anteriormente por Editorial Clie en 6 volmenes con el ttulo Imgenes Verbales en el Nuevo Testamento.

    Adaptada al castellano y anotada por Santiago Escuain. Ttulo original en ingls: Word Pictures in the New Testament

    Todos los derechos reservados.

    ISBN 978-84-8267-351-6

  • PRLOGO A LA EDICIN ESPAOLA

    Tenemos por fin en castellano una de las obras ms singulares de un singular erudito, el doctor Archibald Thomas Robertson, de especial utilidad para el estudioso del Nuevo Testamento debido a sus peculiares caractersticas. Como su ttulo indica, su principal propsito es estudiar y exponer aquellas expresiones ms grficas del N.T., lo que hace con singular acierto, dando un anlisis gramatical del texto, por orden de libro, captulo y versculo tal como va apareciendo en el N.T., as como haciendo observaciones sobre costumbres y las encrucijadas del N.T. con la historia coetnea all donde es oportuno. Con gran nfasis en aspectos estilsticos de los autores, da numerosas pruebas incidentales de la autenticidad y genuinidad de los respectivos libros que constituyen el Nuevo Testamento.

    Esta erudita obra abre al estudioso el texto del N.T., ilustrndolo de manera multiforme. A lo largo de la exposicin se manifiestan no slo los profundos conocimientos del autor en los campos de la gramtica y filologa griegas, as como de la historia coetnea del mundo del Nuevo Testamento, sino tambin la piedad personal y reverencia del autor hacia el depsito de la Palabra de Dios que es el Nuevo Testamento.

    Una faceta de la obra, en lo que respecta a aspectos escatolgicos, en los que el autor mantiene una postura postmilenial, no ser aceptable por parte de muchos cristianos igualmente piadosos. Pero el doctor Robertson nos ha legado, a pesar de posibles diferencias en este campo, una obra magna e indispensable en el campo de los estudios del Nuevo Testamento, tanto en el rea lingstica como en la histrica y doctrinal, conduciendo a un conocimiento ms serio y profundo de los escritores del Nuevo Testamento.

    Es nuestro deseo y oracin que esta obra, que tanta utilidad ha tenido en sus mltiples ediciones y reimpresiones en ingls, se difunda y d fruto en su traduccin al castellano, y que por el mundo de habla hispana coadyuve al crecimiento de los creyentes en el conocimiento de la Palabra de Dios, aquel conocimiento pleno de la verdad que es segn la piedad (Tit. 1:1), creciendo as en la gracia y el conocimiento de nuestro Seor y Salvador Jesucristo (2 P. 3:18).

    SANTIAGO ESCUAIN

    PREFACIO

    La utilsima serie de volmenes que el doctor Marvin R. Vincent escribi bajo el ttulo de Word Studies in the New Testament (Estudios de palabras en el Nuevo Testamento), siguen siendo de utilidad para aquellos para quienes fueron escritos, pero desde entonces ha llovido mucho. En la actualidad se emplean unos mtodos ms cientficos en filologa. Ya no se explican los tiempos verbales griegos ni las preposiciones griegas en trminos de traducciones conjeturales, ni se intercambian en base al capricho del intrprete. La gramtica comparada ha arrojado una gran luz sobre el verdadero significado de las formas y modismos del Nuevo Testamento. Ya no se da la explicacin de que los escritores del Nuevo Testamento emplean una estructura en lugar de otra.

  • Tambin se ha recibido luz adicional en base a los descubrimientos de los papiros egipcios. En ellos se encuentran palabras griegas no usuales desde la perspectiva del crtico literario o del erudito en literatura griega clsica, empleadas en la lengua de cada da en cartas y documentos comerciales y pblicos. Se sabe ahora que el griego del Nuevo Testamento no era un dialecto nuevo o peculiar del griego, sino la lengua comn de aquellos tiempos. El Koin vernculo, la lengua hablada de cada da, aparece en el Nuevo Testamento y en estos trozos de papiros procedentes de Oxyrhynchus y de Fayum. Hay formas de Koin literario en los papiros, as como en los escritos de Lucas, las Epstolas de Pablo, y la Epstola a los Hebreos. A su debido tiempo aparecer un nuevo Lxico Griego-Ingls del Nuevo Testamento que tome nota de los muchos papiros e inscripciones en griego que han sido dados a conocer en cuanto a su pertinencia para el Nuevo Testamento por la obra pionera del doctor Adolf Deissmann, entonces de Heidelberg, ahora de Berln. Sus obras Bible Studies (traducida al ingls por Alexander Grieve, 1901) y Light from the Ancient East (edicin revisada traducida al ingls por L. R. M. Strachan, 1927) son accesibles a los estudiosos de habla inglesa no familiarizados con la lengua alemana.

    No hay dudas acerca de la necesidad de nuevas investigaciones, hoy en da, en base a la luz aportada por los nuevos conocimientos. Muchos ministros me han apremiado a emprender esta tarea, y finalmente he accedido a ello por solicitud de mis editores. Este comentario al texto griego del N.T. est dirigido principalmente a los que no conocen griego o que lo conocen relativamente poco, y que sin embargo tienen deseo de conseguir nueva ayuda en base al estudio de las palabras y frases del Nuevo Testamento, personas que no tengan acceso a los libros tcnicos precisos, como la obra de Moulton y Milligan, Vocabulary of the New Testament.

    El estudioso crtico est en posicin de apreciar las ms delicadas distinciones entre las palabras. Pero es un hecho triste que muchos ministros nunca han cursado estudios de griego en facultades o seminarios. Y que la mayora de los que lo han hecho, incluyendo a muchos laicos que lo hicieron como parte de sus estudios seculares en los institutos superiores, lo han olvidado, permitiendo que las preocupaciones de este mundo y el engao del consumismo hayan ahogado en un rincn las nociones de griego que una vez conocieron. Y se da incluso la circunstancia de algunos que, cosa extraa, lo han dejado bajo la excusa de un supuesto y mal entendido respeto al propio evangelio cuyos vvidos mensajes predican, alegando querer huir de la humana sabidura, sin darse cuenta de que con tal proceder lo que hacen es desdibujar y debilitar los mensajes del evangelio que predican. Si el trabajo realizado en la redaccin del presente comentario sirve para reavivar en algunos de esta gran muchedumbre su inters en el griego del Nuevo Testamento, el esfuerzo habr valido la pena.

    Puede que algunos, incitados, como muchos lo han sido ya, por mi anterior obra The Minister and His Greek New Testament (El ministro y su Nuevo Testamento griego), se decidan a iniciarse en el estudio del Nuevo Testamento griego bajo la gua de una buena gramtica griega, como la de Davis, Beginners Grammar of the Greek New Testament (traducida al castellano y publicada por la Casa Bautista de Publicaciones con el ttulo de Gramtica elemental del Griego del Nuevo Testamento). A los dems, probablemente la mayora, que se sientan sin aptitud para el estudio del griego, este Comentario al Texto Griego del N.T. les ser de gran provecho en la preparacin de sermones, lecciones de Escuela Dominical, o incluso para su propia edificacin.

    En la versin espaola de este comentario, se utiliza el texto de la versin de la Biblia Reina-Valera, revisin 1977, en algunos casos con la adicin de la traduccin literal propia del autor, y con el texto griego transliterado entre parntesis. (Los editores insistieron en el empleo de la transliteracin en lugar del uso de caracteres griegos para rebajar los costos de impresin.) Quien no conozca griego, puede saltarse las palabras griegas y seguir leyendo, sin dejar por ello de comprender el sentido, aunque la inclusin del texto original ser de gran valor para los que

  • conozcan algo de griego. Se emplea el texto de Westcott y Hort, aunque no de manera servil. Es de esperar que los que conozcan griego tengan abierto el texto griego mientras leen o estudian esta obra.

    El presente libro no pretende ser un comentario formal, sino un comentario lingstico. No se hace una consideracin de todo el texto, sino que en cada caso se seleccionan para su tratamiento aquellas palabras que parecen ser ms ricas para las necesidades del lector a la luz del conocimiento actual. Es inevitable, por tanto, una gran extensin del trmino personal de la ecuacin. Mis propias observaciones son ahora lxicas, luego gramaticales, luego arqueolgicas, luego exegticas, luego ilustrativas, todo aquello que en cada momento determinado me sent llamado a escribir y que considero puede arrojar luz aqu y all sobre las palabras y los modismos del Nuevo Testamento. Otro escritor podra sentirse inclinado a extenderse acerca de extremos que aqu no se tocan. Pero esto es algo a esperar incluso en los ms formales comentarios, por tiles que sean. Y hasta cierto punto es cierto de los lxicos. Nadie lo sabe todo, incluso en la especialidad que ha escogido, ni tiene la sabidura de recoger todo lo que todos los lectores quieren ver explicado. Pero incluso los diamantes en bruto son diamantes. Queda al lector el pulirlos como quiera. Puede lanzar los destellos de luz aqu y all. En algunos puntos se encontrar con una cierta cantidad de repeticin, en parte con el propsito de ahorrar tiempo y de destacar el punto tratado.

    Aunque el presente volumen (en el que se ha incluido el texto ntegro de los seis libros originales), ha recibido el ttulo de Comentario el Texto Griego del Nuevo Testamento, la coleccin original de seis volmenes recibi el ttulo de Word Pictures in the New Testament. (Publicada anteriormente por CLIE como Imgenes Verbales en el Nuevo Testamento.) Dicho ttulo fue elegido adrede por la evidente razn de que el lenguaje, en sus orgenes, era puramente pictogrfico. A los nios les encanta examinar ilustraciones tanto cuando se trata de meras ilustraciones, como cuando las ilustraciones van intercaladas con sencillas palabras.

    La Piedra de Rosetta es una famosa ilustracin de ello. Los jeroglficos egipcios aparecen en la parte superior de la piedra, seguidos por la inscripcin en egipcio demtico, con su traduccin griega al fondo. Fue gracias a esta piedra que se desentraaron los secretos de los jeroglficos o pictografas. Los caracteres egipcios son tambin pictogrficos. Cada carcter era al principio un ideograma, esto es, representaba una idea, luego vinieron a representar palabras, luego slabas, y finalmente letras. En la actualidad hay indios en Alaska que siguen empleando slo imgenes para comunicar sus ideas. La mayor parte de las palabras han sido originalmente metforas, y las metforas estn continuamente pasando a la categora de palabras (Profesor Campbell). No ser ms cierto que las palabras son metforas, en ocasiones con la flor representada todava lozana, en ocasiones ya algo marchita? Las palabras no se han ido nunca del todo de la etapa de ilustracin. Estas antiguas palabras griegas del Nuevo Testamento tienen gran riqueza de significado. Nos hablan desde el pasado y con vivaces imgenes para todo el que tiene ojos para verlas. Es imposible traducir exhaustivamente de una lengua a otra. Se puede transferir mucha parte, pero no todo.

    Los matices delicados de sentido constituyen un desafo para el traductor. Pero hoy en da seguimos teniendo y usando algunas de las mismsimas palabras de Jess, cuando dijo: Las palabras que yo os he hablado son espritu y son vida (Jn. 6:63). Nunca hay que olvidarse de que al tratar con las palabras de Jess estamos tratando con cosas que tienen vida y aliento. Esto es cierto de todo el Nuevo Testamento, el ms maravilloso de todos los libros de todas las pocas. Se puede sentir el mismo plpito del corazn del Dios Omnipotente en el Nuevo Testamento si los ojos del corazn del lector han sido alumbrados por el Espritu Santo. Que el Espritu de Dios tome de las cosas de Cristo y las haga nuestras mientras meditamos en las

  • palabras de vida que nos hablan desde el Nuevo Pacto que nosotros conocemos como el Nuevo Testamento.

    ARCHIBALD THOMAS ROBERTSON Louisville, Kentucky

    LAS EPSTOLAS UNIVERSALES

    INTRODUCCIN

    LAS EPSTOLAS CATLICAS, NO UN TTULO FELIZ

    Hay varias explicaciones del trmino catlicas (katholikai epistolai) que se aplica al grupo de siete breves cartas de cuatro escritores (una de Santiago, o Jacobo, dos de Pedro, una de Judas, y tres de Juan). El trmino latn para katholicos es generalis, aunque la Vulgata designa estas cartas como Catholic. El significado no es de ortodoxo en oposicin a hertico, ni de cannico, aunque a veces se designan como Epistol canonic. De hecho, cinco de las siete (Todas menos Primera de Pedro y Primera de Juan) son puestas por Eusebio entre los libros disputados (antilegomena) del Nuevo Testamento. Un libro cannico es primariamente uno que ha sido medido y probado, y en segundo lugar aquello que es l mismo una medida o pauta (Alfred Plummer). Canon proviene de kann (caa) y es como una medida patrn cortada a la medida correcta, y empleada entonces como unidad de medida. Algunos ven en el trmino katholikos la idea de que estas Epstolas estaban dirigidas tanto a judos como a gentiles, pero la Epstola de Santiago parece dirigida a judos cristianos. Haba otros dos grupos principales de escritos novotestamentarios en los antiguos manuscritos griegos (los Evangelios y los Hechos, y luego las Epstolas de Pablo). Este grupo de siete Epstolas y el Apocalipsis constituyen el resto del Nuevo Testamento. La interpretacin usual del trmino katholikos, aqu, es que estas siete Epstolas no fueron dirigidas a ninguna iglesia en particular, sino que son generales en su distribucin. ste es claramente el caso en 1 Pedro, como se ve por el lenguaje en 1 Pedro 1:1, donde se mencionan siete provincias romanas. El lenguaje de 2 Pedro 3:1 comunica la misma idea. Aparentemente la Epstola de Judas es general tambin, como as sucede con 1 Juan. Pero 2 Juan se dirige a una seora elegida (v. 1) y la 3 Juan a Gayo (v. 1), ambos individuos, y por ello estas dos breves cartas no son en ningn sentido universales o catlicas. El ejemplo ms antiguo que tenemos de la palabra katholikos es una inscripcin (del 6 a.C.) con el sentido de general (ti katholiki mou prothesei, mi propsito general). Despus de esto fue cosa comn. El ejemplo ms temprano de ello en la literatura cristiana est en la Epstola de Ignacio a la Iglesia de Esmirna (VIII) donde tiene la iglesia catlica (h katholik ekklsia), la iglesia universal, no un cuerpo local. Clemente de Alejandra (Strom. IV. xv) aplica este adjetivo a la carta enviada a los cristianos gentiles en Antioqua, Siria y Cilicia por la Conferencia de Jerusaln (Hch. 15:32).

    ORDEN Y FECHAS

  • Los ms antiguos manuscritos griegos tienen estas Epstolas Universales inmediatamente despus de Hechos, y Westcott y Hort as los imprimen en su Nuevo Testamento Griego. Pero las traducciones tanto en ingls como en castellano y muchas otras lenguas siguen el Textus Receptus y las sitan justo antes del Apocalipsis. El orden de las siete cartas vara grandemente en los diferentes manuscritos, aunque generalmente Santiago viene en primer lugar y Judas en ltimo (como el ltimo aceptado y menos conocido de los cuatro autores). Es posible que el orden de Santiago, Pedro y Juan (omitiendo a Judas) representara una especie de precedencia cronolgica al pensar de algunos. Tambin es posible que no se deba atribuir importancia a este orden. Desde luego, Juan escribi el ltimo, tras la destruccin de Jerusaln, mientras que las otros vienen antes de aquel acontecimiento si son genuinas, como creo yo, aunque hay dificultades de una seria naturaleza acerca de 2 Pedro.1 Santiago puede ser muy temprana. Si es as, estas siete Epstolas estn distribuidas por todo el perodo comprendiendo desde el 45 hasta el 90 d.C. No tienen relacin alguna entre s excepto en el caso de las Epstolas de Pedro y de Judas.

    IMPORTANCIA DE LAS EPSTOLAS UNIVERSALES

    Sin ellas nos veramos privados de mucho acerca de tres personas destacadas de la cristiandad primitiva. Sabramos mucho menos acerca de Jacobo, y Cefas y Juan, que eran considerados como columnas (G. 2:9). Tambin sabramos menos acerca de la forma judaica (que no judaizante) del cristianismo que se hace patente en las Epstolas de Santiago y Judas en contraste, pero no en oposicin, al tipo paulino. En las Epstolas de Pedro vemos, desde luego, una posicin mediadora sin comprometer los principios, porque en la Conferencia de Jerusaln Pedro apoy lealmente a Pablo y a Bernab, aun a pesar de que flaque por un momento en Antioqua. En las Epstolas Juaninas vemos a la gran guila levantarse serenamente a las alturas, como en su Evangelio, a pesar del conflicto con el cristianismo que afectaba a la misma vida del cristianismo. La nica oposicin que queda digna de la consideracin de un cristiano es la existente entre la luz y las tinieblas, entre la verdad y la falsedad, entre el amor y el odio, entre Dios y el mundo, entre Cristo y el Anticristo, entre la vida y la muerte (Plummer). As que podemos estar agradecidos por la preservacin de estas breves Epstolas, que revelan diferencias en el desarrollo de los grandes lderes cristianos y la adaptacin del mensaje del evangelio a las cambiantes condiciones del mundo, entonces y ahora.

    LAS EPSTOLAS PASTORALES (PRIMERA A TIMOTEO, A TITO, SEGUNDA A TIMOTEO)

    INTRODUCCIN

    Se hace necesario tratar unas cuestiones introductorias acerca de las tres Epstolas que siguen, por cuanto son cuestiones comunes a las tres. Es cierto que algunos acadmicos modernos admiten la paulinidad de pasajes personales en 2 Timoteo 1:15-18; 4:9-22, mientras que niegan la genuinidad del resto. Pero esta crtica se cae por su misma base, puesto que precisamente aparecen los mismos caracteres estilsticos en los pasajes que se admiten como de paternidad paulina como en el resto, y no se puede presentar ninguna razn slida para justificar

  • que Pablo escribiera fragmentos, ni la omisin de otras secciones y la preservacin de stas por parte de un falsario del segundo siglo.

    La evidencia externa en favor de la paternidad paulina es poderosa y concluyente (Clemente, Policarpo, Ireneo, Tertuliano, Tefilo, Canon de Muratori). Las trazas de su circulacin en la iglesia antes de la poca de Marcin son ms claras que las que se pueden encontrar para Romanos y 2 Corintios (Zahn, Introduction to the N.T., tr. II, pg. 85). Marcin y Taciano las rechazaron debido a la condena del ascetismo por parte de Pablo.

    Las objeciones en base a la evidencia interna se presentan sobre las lneas establecidas por Baur y seguidas por Renan. Son principalmente cuatro. La ms decisiva, tal como lo argumenta McGiffert (History, of Christianity, in the Apostolic Age, pg. 402), es que el cristianismo de las Epstolas Pastorales no es el cristianismo de Pablo. Quiere decir tal como conocemos a Pablo mediante las otras Epstolas. Pero esta acusacin carece de fundamento. Es cierto que Pablo incluye aqu la fe entre las virtudes, pero tambin lo hace en Glatas 5:22. En ningn otro pasaje da Pablo una concepcin tan sublime de la fe como en 1 Timoteo 1:12-17. Otra objecin que se presenta es que la organizacin que se advierte en las Epstolas Pastorales pertenece al siglo segundo, no a la poca de la vida de Pablo. Ahora bien, poseemos las Epstolas de Ignacio, de la primera mitad del siglo segundo, en las que el obispo es situado por encima de los ancianos, de lo que no hay el menor rastro en el Nuevo Testamento (Lightfoot). Un falseador del siglo segundo habra reproducido de cierto la organizacin eclesistica de su siglo, en lugar de la del primero, que es lo que tenemos en las Epstolas Pastorales. Aqu slo tenemos el normal desarrollo del obispo (= anciano) y del dicono. Una tercera objecin es la de que en la vida de Pablo, tal como la conocemos por Hechos y las otras Epstolas de Pablo, no queda sitio para los acontecimientos a que se hace alusin en las Epstolas Pastorales, y se arguye asimismo en base a testimonios tardos e inconclusivos que Pablo fue ejecutado en el ao 64 d.C., tras haber sufrido un solo encarcelamiento en Roma. Si Pablo hubiera sido ejecutado el 64 d.C., esta objecin tendra fuerza en s, aunque Bartlet (The Apostolic Age) intenta darles sitio en el perodo cubierto por Hechos. Duncan hace el mismo intento acerca de los fragmentos paulinos que l admite, como pertenecientes al hipottico encarcelamiento de feso. Pero si admitimos la liberacin de Pablo de su primer encarcelamiento romano, hay tiempo ms que suficiente antes de su ejecucin el 68 d.C. para los acontecimientos a que se hace referencia en las Epstolas Pastorales y para la redaccin de sus cartas (su viaje hacia el este, a feso, Macedonia, Creta, Trade, Corinto, Mileto, Roma), e incluso la visita a Espaa antes de Creta, que haba antes planeado (Ro. 15:24, 28) y mencionada por Clemente de Roma como si hubiese tenido lugar en realidad (los confines de Occidente). La cuarta objecin es la del lenguaje en las Epstolas Pastorales. Es probable que ste sea el argumento que haya influenciado a ms personas. La presentacin ms slida de esta dificultad es la de P. N. Harrison en The Problem of the Pastoral Epistles (1921). Adems de los argumentos, el doctor Harrison ha hecho imprimir el texto griego de tal manera que ayuda a los ojos a ver los hechos. Las palabras que no se encuentran en las otras Epstolas Paulinas se encuentran en rojo, se subrayan las frases paulinas (procedentes de las otras diez), y los hapax legomena quedan marcados con un asterisco. Con una observacin superficial se puede ver qu palabras no estn en las otras Epstolas Paulinas y que las comunes frases paulinas estn en aproximadamente la misma cantidad. Los datos en cuanto a las meras palabras son ms o menos como siguen, segn Harrison: Palabras en las Pastorales que no se encuentran en ningn otro pasaje del N.T. (hapax legomena pastorales): 175 (168 segn Rutherford); palabras que se encuentran en las otras diez Epstolas de Pablo pero no en otros escritos del N.T.: 470 (672 segn Rutherford). Las variaciones en los MSS. dan cuenta de algunas de las dificultades en el contaje. Es evidente que hay una mayor proporcin de nuevas palabras en las Pastorales (alrededor de dos veces ms) que en las otras Epstolas Paulinas. Pero las tablas de Harrison exhiben tambin notables diferencias en las otras Epstolas. La media de tales palabras por pgina es de 4 en Romanos, pero de 5, 6 en 2 Corintios, de 6, 2 en Filipenses, y

  • slo de 4 en Filemn. Parry (Comm. pg. CXVIII) seala que de las 845 palabras en las Pastorales, al compararlas entre s, 278 aparecen slo en 1 Timoteo, 96 slo en Tito, 185 slo en 2 Timoteo. Si se adopta slo el criterio del vocabulario, ello sealara a una paternidad diferente para cada epstola. Y sin embargo est claro que las tres presentan el mismo estilo. Despus de todo, el vocabulario no es nicamente una cuestin personal. En la misma persona vara con la edad y tambin con el tema de que se trate. Precisamente stas son las diferencias que se observan en los escritos de Shakespeare y Milton, tal como hace tiempo lo han observado los crticos. El nico problema que permanece es si las diferencias son tan grandes en las Epstolas Pastorales como para impedir la paternidad paulina cuando el anciano Pablo escribe acerca del problema del liderazgo pastoral a dos de los jvenes ministros instruidos por l que se han encontrado con la misma incipiente hereja gnstica ya afrontada en Colosenses y Efesios. Mi juicio es que, cuando se consideran todos los factores, el contenido y estilo de las Epstolas Pastorales son genuinamente paulinos, con la madurez de la edad y de la sabidura, y quiz escritas de su propio puo y letra, o al menos en los tres casos por el mismo amanuense. Lock sugiere Lucas como el amanuense de las Pastorales.

    La conclusin a que llega Lock es que o bien se trata de cartas genuinas o bien de Epstolas artificiales (Int. Crit. Comm., p. XXV). Si no son genuinas, son fraudes en nombre de Pablo (pseudoepigrficas). El argumento en base al estilo est en favor de la paternidad paulina, y el del estilo fuertemente en su contra, aunque no es totalmente concluyente (Lock, op. cit., pg. XXIX). Considero que el caso en favor de la paternidad paulina es mucho mejor que lo que l afirma, y acepto que son del mismo Pablo. Parry (Comm., pg. CXIII) dice con razn: No es razonable esperar que una carta privada, dirigida a un amigo personal para su propia instruccin y consideracin, vaya a exhibir las mismas caractersticas que una carta dirigida a una comunidad para su lectura pblica.

    Libros especiales acerca de las Epstolas Pastorales (aparte de Introducciones al Nuevo Testamento, Historias apostlicas, Vidas de Pablo, o las Epstolas de Pablo como un todo): Belser (1907), Bernard (Cambridge Gr. T., 1899), E. F. Brown (Westminster, 1917), Bowen (Dates of. P. Letters, 1900), Dibelius (Handbuch, 1913), Ellicott (1883). P. Fairbairn, P. N. Harrison (Problem of the Past. Eps., 1921), Harvey (1890), Hesse (Die Entst., 1889), Humphreys (Camb. B., 1897), Huther (1890), H. J. Holtzmann (1880), James (Genuineness and Authorship of P. Eps., 1906), Khler (Schriften N.T., 2 Aufl. 1907), Knabenbauer (1913), Kraukenberg (1901), Laughlin (Past. Eps. in Light of One Rom. Imp., 1905), Lilley (1901), W. Lock (Int. & Crit. Comm., 1924), Ltgert (Die Irrlehre d. P., 1909), Maier (Die Hauptprobleme d. P., 1910), Mayer (1913), Meinertz (1913), Michaelis, W. (Pastoralbriefe etc. zur Echtheitsfrage der Pastoralbriefe, 1930), Niebergall (Handbuch, 1909), Parry (1920), Plummer (Exp. B., 1896), Pope (1901), Riggenbach (1898), Stock (Plain Talks on, 1914), Strachan (Westm. N.T., 1910), von Soden (Hand-Comm., 1891), Wace (Sp. Comm., 1885), B. Weiss (Meyer Komm., ed. 5, 1886), White (Exp. Grk. T., 1910), Wohlenberg (Zahn s Komm., 1906).

    LOS HECHOS DE LOS APSTOLES

    INTRODUCCIN

    Si no fuera por los Hechos nada sabramos del primer perodo apostlico, excepto por lo que se nos cuenta en las Epstolas. Hay varios Hechos apcrifos, pero carecen de valor histrico. De ah la importancia de este libro.

  • LUCAS, SU AUTOR

    Debera ser posible dar esto como un hecho desde la obra de Ramsay y Harnack sobre varias fases de los problemas referentes a Hechos. Harnack, en particular, ha tratado esta cuestin con su usual minuciosidad y cuidado en sus dos volmenes (The Acts of the Apostles, traducido al ingls por el Rev. J. R. Wilkinson, 1909; The Date of the Acts and the Synoptic Gospels, traducido al ingls por el Rev. J. R. Wilkinson, 1911). La postura de Ramsay se puede encontrar en el Captulo I de St. Paul the Traveller and the Roman Citizen, y en el Captulo XII de Pauline and Other Studies. Un buen sumario del asunto aparece en la Parte V de The Synoptic Gospels and the Book of Acts por el doctor D. A. Hayes, en Robertson, Luke the Historian in the Light of Research, y en las introducciones a varios comentarios de Knowling, Rackham, Furneaux, Rendall, Hackett, Meyer-Wendt, Zahn, Blass, Campbell-Morgan, Stokes. En la Parte I de The Acts of the Apostles, vol. II de The Beginnings of Christianity, editado por Foakes-Jackson y Kirsopp Lake, se presentan ambos lados de la cuestin de una manera muy capaz: The Case for the Tradition por C. W Emmet, The Case against the Tradition por H. Windisch. The Internal Evidence of Acts es considerada por los editores, Foakes-Jackson y Lake, con una conclusin adversa en contra de Lucas. Henry J. Cadbury repasa The Tradition (la evidencia externa) y saca una conclusin negativa, asimismo, sobre la base de que los primeros escritores que adscribieron Hechos a Lucas no eran eruditos crticos. Una posicin similar es la tomada por Cadbury en su volumen ms reciente, The Making of Luke -Acts (1927). Pero de todas maneras la postura tradicional de que Lucas es el autor de Hechos mantiene su terreno con aquellos que no tienen prejuicios en contra de ella. La postura de Baur de que Hechos es un escrito de Tendenz que tena el propsito de sanar la discordia entre Pedro y Pablo, y de mostrar que las dos facciones se haban unido, tuvo mucha influencia durante un tiempo. De hecho, tanto Ramsay como Harnack la sostuvieron al principio. Los dos fueron influenciados a cambiar sus puntos de vista por la acumulacin de evidencia en el sentido de que el autor tanto del Evangelio como de Hechos es Lucas el mdico amado, el amigo de Pablo. Parte de esta evidencia ya ha sido dada en la Introduccin al Evangelio segn Lucas.

    TAMBIN AUTOR DEL EVANGELIO

    El autor de Hechos declara de modo expreso que haba escrito el primer tratado (ton prton logon), oh Tefilo de todas las cosas que Jess comenz a hacer y ensear, hasta el da en que fue recibido arriba (Hch. 1:1ss.). No hay lugar a disputar que la referencia sea directa al Evangelio segn Lucas tal como lo tenemos ahora. Lo mismo que el Evangelio, este libro es dedicado a Tefilo. Y, lo que es ms importante, este mismo estilo aparece en los Evangelios y en Hechos. Este hecho lo ha demostrado Harnack con mucha labor y de un modo definitivo. Aparece el mismo inters en temas mdicos, e incluso Cadbury, que niega por implicacin la paternidad de Lucas, admite la misma paternidad para ambos.

    LA UNIDAD DE HECHOS

    Hay algunos acadmicos dispuestos a admitir la paternidad de las secciones en primera persona del plural, en las que el autor emplea nosotros o formas relacionadas, como en el captulo 16:10-40 y 20:6-28:31. Se ha argumentado que Lucas escribi un diario de viajes para estas secciones, pero que este material fue empleado por el editor o redactor de todo el libro. Pero, desafortunadamente para este punto de vista, el mismo estilo aparece en Hechos como un todo y tambin en el Evangelio, como lo ha demostrado Harnack. El hombre que dijo nosotros y nos en las secciones en primera persona del plural escribi en primera persona del singular

  • en 1:1 y hace referencia al Evangelio como su obra. El esfuerzo para refutar la unidad de Hechos ha fracasado. Se erige como la obra del mismo autor como un todo y del mismo autor que escribi el Evangelio.

    FUENTES DE LOS HECHOS

    Es indudable que Lucas emple una variedad de fuentes para esta gran historia, tal como lo hizo con el Evangelio (Lc. 1:1-4). De hecho, Cadbury argumenta que este prlogo se aplicaba tambin a Hechos como Volumen II de su obra, sea que tuviera la intencin de escribirla o no. Desde luego, estamos justificados en decir que Lucas emple el mismo mtodo histrico para Hechos. Algunas de estas fuentes son fciles de detectar. Lucas tena su propia experiencia para las secciones en primera persona del plural. Luego, tendra la ventaja de las notas o sugerencias de Pablo para toda aquella porcin en la que figura Pablo, desde el captulo 8 hasta el 28, por cuanto Lucas estuvo evidentemente con Pablo en Roma cuando termin el Libro. Esto incluira los sermones y discursos de Pablo incluidos por Lucas, a no ser que alguien quiera decir, como lo hacen algunos, que Lucas sigui el estilo de Tucdides, redactando la clase de discursos que l crey que Pablo hubiera pronunciado. No veo evidencia de ello, porque cada discurso es diferente de los otros, y se ajusta precisamente a la ocasin en que fue pronunciado. Los antiguos solan emplear la taquigrafa, y Pablo puede haber guardado notas de sus discursos. El profesor C. C. Torrey, de la Universidad de Yale, argumenta en su Composition and Date of Acts (1916) que Lucas emple un documento arameo para los primeros quince captulos de Hechos. Aparece un elemento arameo en ciertas porciones de estos captulos, pero nada tan pronunciado como en Lucas 1 y 2 despus de 1:1-4. No se puede decir que Torrey haya demostrado su argumento en favor de tal solo documento. Lucas puede haber posedo varios de estos documentos adems de poder acceder a otros que estuvieran familiarizados con los primeros das de la obra en Jerusaln. Estaba Simn Pedro, a quien Pablo visit durante dos semanas en Jerusaln (G. 1:18), adems de otros puntos de contacto con l en Jerusaln y Antioqua (Hch. 15 y G. 2). Tambin estaba Bernab, que fue amigo de Pablo desde los primeros tiempos (Hch. 9:27) y que conoca los inicios como pocos (Hch. 4:36ss.). Adems de muchos otros, se puede hacer mencin que Pablo y Lucas hicieron una visita especial a Cesarea, donde pasaron una semana con el dotado Felipe y sus hijas, que tenan el don de la profeca (Hch. 21:8ss.). Pero con toda la inevitable variedad de fuentes para la informacin que se necesitaba para cubrir todo el perodo del Libro de los Hechos, tenemos sin embargo la misma mente manifiestamente en la obra a travs de todo ello, y con el mismo estilo por toda la obra que aparece en las secciones en primera persona del plural, donde el escritor es evidentemente un compaero del apstol Pablo. Ningn otro compaero de Pablo puede demandar la paternidad de la obra como l, ningn otro era mdico, y ningn autor tiene la evidencia de los escritores antiguos.

    LA FECHA

    Hay tres posturas acerca de la fecha de Hechos. Baur y su Escuela de Tubinga mantenan que este tardo panfleto, tal como ellos lo designaban equiparndolo a las Homilas Clementinas, proceda del siglo segundo. Pero este punto de vista est ahora prcticamente abandonado, excepto por los pocos que siguen extraamente oponindose a la paternidad lucana. Probablemente la mayor parte de los que aceptan la paternidad lucana lo sitan en la ltima parte del primer siglo por dos razones. La primera es que el Evangelio segn Lucas es datado por ellos como posterior a la destruccin de Jerusaln debido a la profeca de Jess acerca de que la ciudad sera rodeada de ejrcitos. Aqu habra profeca predictiva, y por ello es considerada como una profeca post eventum. La otra razn es el uso que, segn se pretende, hace Lucas de Antigedades de Josefo. Josefo termin la obra citada en el 93 d.C., por lo que, si Lucas la

  • emple, tiene que haber escrito Hechos despus de esta fecha. Por lo general, se presenta este argumento para demostrar que Lucas no pudo haber escrito el libro que se le atribuye. Pero no se puede suponer que Lucas empleara a Josefo debido a que menciona a Teudas y a Judas galileo. Difieren hasta tal punto, en realidad (Hch. 5:36ss. y Josefo, Antigedades XX. v, 1, 2), que Von Dobschtz (Dictionary of the Apostolic Church, artculo Josephus) argumenta que los dos relatos son totalmente independientes entre s. As, Lucas (Lc. 13:1ss.) alude a una revuelta galilea no mencionada por Josefo, y Josefo hace referencia a tres revueltas bajo Pilato no mencionadas por Lucas. Una comparacin de los relatos de la muerte de Agripa I en Hechos 12:20-23 y Ant. XIX. viii, 2, sirve para aumentar el crdito de Lucas. El argumento basado en Josefo puede ser echado a un lado. La tercera postura, sustentada por Harnack y adoptada aqu, es que Lucas escribi Hechos mientras Pablo estaba en Roma, terminando el libro antes de la liberacin de Pablo, esto es, alrededor del 63 d.C. sta es la manera evidente y natural de tomar el lenguaje de Lucas al final de Hechos. Los acontecimientos no haban llegado ms all, y por ello es as como termina su narracin. En contra de esto se argumenta que Lucas contemplaba un tercer volumen, y que por esto mismo termina con la llegada de Pablo a Roma. Pero el empleo de prton (primero) en Hechos 1:1 es un giro comn del Koin y no implica que haya tres volmenes, del mismo modo que el primer piso y el segundo piso no implica entre nosotros que una casa tenga un tercer piso. Naturalmente, esta fecha para Hechos lleva la fecha del Evangelio ms atrs, bien en Cesarea (57 a 59) o en Roma (60 a 62). Y esto significa que el Evangelio de Marcos es an ms anterior, por cuanto Lucas lo emple para su Evangelio, y que la Logia (Q) es an ms anterior. Pero todas estas fechas son probables a la luz de los hechos conocidos.

    VALOR HISTRICO

    Entre una cierta escuela de crticos haba estado de moda rechazar Lucas en Hechos como totalmente indigno de confianza, no ms all del estadio de leyenda. Pero la azada del arquelogo ha dado muchos resultados en favor de Lucas, por lo que respecta a inscripciones y a papiros, que han dado una notable confirmacin en docenas de cuestiones en las que Lucas haba estado solo, siendo descartado por no haber evidencia independiente acerca de estos extremos. Tales confirmaciones arqueolgicas sern citadas en los pasajes apropiados a su debido tiempo. Ramsay es quien ms ha hecho en esta restauracin de Lucas como historiador creble, como se muestra en particular en su St. Paul the Traveller and the Roman Citizen y en The Bearing of Recent Discovery on the Trustworthiness of the New Testament. En cada caso en el que se han efectuado descubrimientos, stos han servido para confirmar el testimonio de Lucas acerca de los politicastros en Tesalnica, el procnsul en Chipre, etc. El resultado de ello es que la evidencia global est a favor de Lucas ahora, incluso cuando se encuentra en solitario o parezca opuesto por Josefo. Lucas, tal como se ve ahora, es un historiador ms creble que Josefo. Ramsay se atreve a llamar a Lucas, una vez se ha considerado todo, el mayor de todos los historiadores, incluso por encima de Tucdides. Un libro interesante que trata de esta fase de la cuestin es The Credibility of the Acts of the Apostles, de Chase (1902).

    EL PROPSITO DE HECHOS

    No es fcil decir resumidamente el propsito de Lucas al escribir este libro. No es los Hechos de todos los apstoles. Aparte de Pedro y Juan poco es lo que se dice de ninguno de ellos despus del captulo 3. Tampoco se dan todos los hechos de Pedro y Juan, porque Pedro desaparece de la narracin despus del captulo 15, aunque ha sido la figura central hasta el 11. Pablo no es uno de los doce apstoles, pero Lucas sigue principalmente la carrera de Pablo, en especial despus del captulo 8. Esteban y Bernab tambin aparecen. Still ( St .Paul on Trial ,

  • 1923) argumenta que el propsito de Lucas era que el libro sirviera como apologa para ser empleada en el juicio de Roma, o en todo caso para poner a Pablo bajo una perspectiva correcta ante los judos en Roma. Por ello se dara un tratamiento pleno de las defensas de Pablo en Jerusaln, Cesarea y Roma. Puede haber un elemento de verdad en esta idea, pero desde luego no cubre todo el propsito de Lucas. Otros mantienen que Lucas tena un plan dramtico de llevar a Pablo a Roma como culminacin de su campaa de ganar al Imperio Romano para Cristo. El libro no constituye una historia de toda la Cristiandad primitiva. Pedro y Pablo dominan la atmsfera del libro con Pablo como el gran hroe de Lucas. Pero es fcil ver que la obra ha sido hecha con una destreza consumada. El autor es un hombre lleno de cultura, de gracia cristiana, de capacidad literaria. Este libro palpita hoy da lleno de vida.

    EL TEXTO DE HECHOS

    Surge un problema especial acerca del texto de Hechos por cuanto el Codex Bezae (D) junto con algunos otros mss. occidentales presentan una gran cantidad de adiciones al texto neutral alejandrino de Aleph, A, B, C. Blass ha llegado a proponer que Lucas mismo public dos ediciones del libro, una atractiva hiptesis que no es generalmente aceptada. J. M. Wilson ha publicado The Acts of the Apostles from Codex Bezae. Toda esta cuestin es minuciosamente tratada por J. H. Ropes en Vol. III, The Text of Acts en Parte I de The Beginnings of Christianity. Adems de una exhaustiva discusin de todos los problemas textuales involucrados, Ropes da el texto del Codex Vaticanus (B) en la pgina izquierda y el del Codex Bezae (D) en la de la derecha, facilitando as la comparacin. Las ideas de Blass aparecen en su obra Acta Apostolorum.

    CAPTULO 1

    El Ttulo es simplemente Hechos (Praxeis) en Aleph, Orgenes, Tertuliano, Ddimo, Hilario, Eusebio, Epifanio. Los Hechos de los Apstoles (Praxeis apostoln) es la lectura en B, D (Aleph en suscripcin), Atanasio, Orgenes, Tertuliano, Cipriano, Eusebio, Cirilo de Jerusaln, Teodoreto, Hilario. Los Hechos de los Santos Apstoles (Praxeis tn hagin apostoln) es la lectura que aparece en A2, E, G, H, A, K, y Crisstomo. Es posible que Lucas no diera ttulo al libro, porque est claro que su empleo variaba mucho incluso en un mismo escritor dado. El ttulo largo que se encuentra en el Textus Receptus (Versin de Reina-Valera) est indudablemente en error con el adjetivo Santos. La lectura de B y D, Los Hechos de los Apstoles, puede ser aceptada como probablemente correcta.

    1. El primer tratado (ton men prton). Literalmente, el primero orden. El empleo del superlativo es muy comn y no implica en absoluto, aunque lo permite, un tercer volumen. Este empleo de prtos donde slo se comparan dos se ve entre el Bautista y Jess (Jn. 1:15), Juan y Pedro (Jn. 20:4). Este giro es comn en los papiros (Robertson, Grammar, pgs. 662, 669). El empleo de men solitarium aqu, como lo seala Hackett, es comn en Hechos. No es en absoluto verdad que men demande un de a continuacin por va de contraste. La palabra es meramente una forma debilitada de mn = ciertamente, verdaderamente. La referencia es al primer tratado y meramente enfatiza esto. El empleo de logos (palabra) para tratado o narracin histrica comn en griego antiguo como en Herodoto 6 y 9. Platn (Fedn, pg. 61 B) hace un contraste entre muthos y logos. Hice (epoisamn). Aoristo medio de indicativo, siendo la voz media la

  • constructin usual para actos mentales con poie. Oh Tefilo (O Teophile). La interjeccin aqu es igual de comn, aunque no en Lucas 1:3. Pero el adjetivo kratiste (excelentsimo) no aparece aqu. Vanse comentarios acerca de Tefilo en Lucas 1:3. Hackett cree que viva en Roma debido al modo en que termina Hechos. Era un hombre de alcurnia. Puede que financiara los gastos de la publicacin de Lucas y Hechos. Quiz para esta poca Lucas tuviera una relacin menos ceremoniosa con Tefilo. Que Jess comenz (hn rxato lsous). El relativo es atrado desde el acusativo ha al genitivo hn debido al antecedente pantn (todo). El lenguaje de Lucas, aqu, no es meramente pleonstico, como Winer mantena. Jess comenz a hacer y a ensear (poiein te kai didaskein). Ntense los infinitivos presentes, la accin lineal, an en marcha, y el empleo de te -kai, ligando la vida y las enseanzas de Jess, como diciendo que Jess sigue llevando a cabo desde el cielo la obra y enseanza de los discpulos que comenzara en la tierra antes de su ascensin. El registro que Lucas ahora registra es realmente los Hechos de Jess tanto como los Hechos de los Apstoles. El doctor A. T Pierson lo llama Los Hechos del Espritu Santo, y ello tambin es verdad. Los Hechos, segn Lucas, es una continuacin de los hechos y enseanzas de Jess. Desde luego, parece que el propsito de estos escritos es darnos, y de hecho profesan darnos, lo que Jess continu haciendo y enseando despus del da en que fue tomado arriba (Bernard, El desarrollo doctrinal en el Nuevo Testamento).

    2. Hasta el da en que ( achni hs hmeras ). Incorporacin del antecedente en la clusula relativa y cambio del caso hi (locativo) a hs (genitivo). Fue recibido arriba (anelmpth). Primer aoristo pasivo de indicativo de analamban. Un verbo comn denotando levantar, de general aplicacin (Hch. 10:16), o especialmente aplicado a una persona, como Pablo (Hch. 20:13). Se emplea varias veces de la Ascensin de Jess al cielo (Mr. 16:19; Hch. 1:2, 11, 22; 1 Ti. 3:16) con o sin al cielo (eis ton ouranon). Se emplea este mismo verbo del arrebatamiento de Elas al cielo en la LXX (2 R. 2:11). Esta misma idea, aunque no esta palabra, se encuentra en Lucas 24:51. Vase Lucas 9:51 para analmpsis, de la Ascensin. Haber dado mandamientos (enteilamenos). Participio aoristo primero medio de entllo (de en y tell, cumplir, llevar a cabo), generalmente en la voz media, un verbo antiguo, mandar. Este mandamiento especial hace directa referencia a lo que llamamos la comisin dada a los apstoles antes que Cristo ascendiera a las alturas (Jn. 20:21-23; Mt. 28:16-20 = Mr. 16:15-18 = 1 Co. 15:6; Lc. 24:44-49). Les haba dado mandamientos al principio, cuando fueron escogidos y cuando fueron enviados a la gira por Galilea, pero la referencia inmediata es conforme se expone aqu. Por medio del Espritu Santo (dia pneumatos hagiou). En su vida humana Jess estuvo bajo la direccin del Espritu Santo. Esto se aplica a la eleccin de los apstoles (Lc. 6:13) y a estas rdenes especiales antes de la Ascensin. Que haba escogido (hous exelexato). Aoristo medio de indicativo, no pretrito perfecto. Este mismo verbo (eklexamenos) haba sido empleado por Lucas para describir la eleccin de los doce por parte de Jess (Lc. 6:13). Pero el aoristo no tiene el mismo sentido que nuestro pluscuamperfecto, como dice Hackett. Ello sera explicar el griego con el castellano. El texto Occidental aade aqu: Y orden la proclamacin del evangelio.

    3. A quienes tambin (hois kai). l los escogi y luego se manifest tambin a estas mismas personas para que pudieran tener un testimonio personal a dar. Se present vivo (parestsen heauton znta). A los discpulos el primer domingo al atardecer (Mr. 16:14 = Lc. 24:36-43 = Jn. 20:19-25), al atardecer del segundo domingo (Jn. 20:26-29), en el mar de Tiberias (Jn. 21:1-23), en el monte de Galilea (Mt. 28:16-20 = Mr. 16:15 = 1 Co. 15:6), a los discpulos en Jerusaln y

  • en el monte de los Olivos (Lc. 24:44-53; Mr. 16:19ss. = Hch. 1:1-11). Lucas emplea este verbo paristmi 13 veces en Hechos, tanto transitiva como intransitivamente. Es traducido mediante varias palabras castellanas (presentarse, preparar, presentar, comparecer, estar al lado, ponerse junto, etc.). Los primeros discpulos, Pablo incluido, nunca dudaron acerca del hecho de la Resurreccin, una vez que estuvieron convencidos por experiencia personal. Al principio algunos dudaban, como Toms (Mr. 16:14; Lc. 24:41; Jn. 20:24ss; Mt. 28:17). Pero despus de esto nunca vacilaron en su testimonio de la experiencia que haban tenido con el Cristo Resucitado, de lo cual nosotros somos testigos, como dijo Pedro (Hch. 3:15). Al principio dudaron, para que nosotros podamos creer, pero al final arriesgaron sus mismas vidas en defensa de esta firme aseveracin del hecho de que haban sido testigos. Despus de haber padecido ( meta to pathein auton ). Un pulcro giro griego, meta con el infinitivo articular (segundo aoristo activo de pasch) y el acusativo de referencia general, despus del padecimiento en cuanto a l. Para pathein empleado en sentido absoluto de los padecimientos de Cristo, vase tambin Hechos 17:3; 26:23. Con muchas pruebas (en pollois tekmriois). Literalmente, en muchas pruebas. Tekmrion est solamente aqu en el N.T., aunque es una palabra antigua y comn en griego antiguo, y aparece en el Koin (papiros, etc.). El verbo tekmair, demostrar mediante pruebas ciertas, proviene de tekmar, una seal. Lucas no duda en aplicar la palabra clara pruebas a la evidencia de la resurreccin de Cristo despus de una plena investigacin por parte de este historiador cientfico. Aristteles hace una distincin entre tekmrion (prueba) y smeion (seal), como tambin la hace Galeno, el autor mdico. Aparecindose (optanomenos). Participio presente medio de un verbo tardo, optan, un verbo Koin tardo de la raz opt vista en opsomai ,phthn . En la LXX, y en papiros del siglo segundo a.C. (Deissmann, Light from the Ancient East, pg. 83). Slo aqu en el N.T. Para optasia significando visin vanse Hechos 26:19; Lucas 1:22; 24:23. Durante cuarenta das ( di hmern tesserakonta ). A intervalos (dia, entre) durante los cuarenta das, sindonos conocidas diez apariciones. Jess no estaba con ellos ahora de continuo con su presencia corporal. El perodo de cuarenta dfas se menciona slo aqu. As, la Ascensin tuvo lugar diez das antes de Pentecosts, cuando vino el Espritu Santo. Moiss estuvo en el monte cuarenta das (x. 24:18) y Jess ayun cuarenta das (Mt. 4:2). En el Evangelio de Lucas, 24, no se menciona esta separacin de cuarenta das entre la Resurreccin y la Ascensin. Acerca del reino de Dios (ta peri ts basileias tou theou). Esta frase aparece 33 veces en el Evangelio de Lucas, 15 veces en Marcos, 4 veces en Mateo, que en los otros pasajes tiene el reino de los cielos, una vez en Juan y 6 veces en los Hechos. No se debe establecer ninguna distincin esencial entre ambas frases, por cuanto los judos empleaban frecuentemente cielo en lugar de Dios para evitar emplear el Tetragramatn. Pero es digno de sealar cmo la palabra reino se desvanece en Hechos. Otras palabras como evangelio (euaggelion) toman el lugar de reino. Jess tena apego a la palabra reino y Lucas tiene apego al giro acerca (ta peri). En verdad, con Jess el trmino reino se aplica al presente y al futuro, cubriendo tanto que no es extrao que los discpulos, con sus conceptos acerca de un reino mesinico poltico (Hch. 1:6), fueran lentos en comprender la naturaleza espiritual del reino de Dios.

    4. Estando reunido con ellos (sunalizomenos). Participio presente pasivo de sunaliz, un antiguo verbo en Herodoto, Jenofonte, etc., de sun, con, y haliz, de hals, atestado. En el

  • margen de BAS aparece la traduccin alternativa comiendo con ellos, como si de sun, con, y hals (sal). La sal era una prenda de hospitalidad. Hay el verbo halisthte en auti, empleado por Ignacio Ad Magnes. X, sed salados en l. Pero es ms que dudoso si sta es la idea en este pasaje, aunque la Vulgata s que tiene convescens illis, comiendo con ellos, como si ste hubiera sido el hbito de Jess durante los cuarenta das (Wendt, Feine, etc.). Jess, ocasionalmente, comi con los discpulos (Lc. 24:41-43 = Mr. 16:14). Que aguardasen la promesa del Padre (perimenein tn epaggelian tou patros). Ntese el infinitivo presente activo, seguir esperando (alrededor, peri ). En la Gran Comisin en el monte de Galilea no se registra este extremo (Mt. 28:16-20). Es el genitivo subjetivo, la promesa dada por el Padre (ntese este empleo juanino de la palabra), esto es, el Espritu Santo (la promesa del Espritu Santo, genitivo objetivo). La cual osteis de m (hn kousate mou). Cambio de discurso indirecto (mandamiento), con infinitivos chrizesthai y perimenein despus de parggeilen a discurso directo sin ningn eph (les dijo), que debera estar en itlicas, no perteneciendo al texto. Lucas hace esto con frecuencia (oratio variata). Ntese tambin el caso ablativo de mou (de m). Lucas prosigue en el versculo 5 con el discurso directo dando las palabras de Jess.

    5. Bautiz con agua (ebaptisen hudati) y con el Espritu Santo (en pneumati baptisthsesthe hagii). En el margen de la BAS se da en el Espritu Santo, como lo hace Besson en el texto. Besson traduce adems en en lugar de con tanto con el agua como con el Espritu. Las mismas palabras de Juan (Mt. 3:11) a las que Jess parece referirse emplean en (en) tanto con agua como con Espritu. Hay un empleo denominado instrumental de en donde en castellano tenemos que emplear con (Ap. 13:10 en machairi, como machairi en Hch. 12:2). Es decir, en con el locativo presenta el acto como situado en un cierto instrumento como una espada (Robertson, Grammar, pgs. 589ss.). Pero el caso instrumental es ms usual sin en (teniendo los casos locativo e instrumental la misma forma). As que frecuentemente es indistinto cul sea el giro empleado, teniendo en Juan 21:8 ti ploiarii (locativo sin en). Llegaron en (caso locativo sin el en griego) la barca (cf. BAS; RVR77 traduce vinieron con la barca). En Juan 1:31 en hudati baptizn, bautizando con agua (RVR77, bautizando con agua). Por ello, no se puede insistir aqu en una distincin entre la construccin hudati y en pneumati (estando ambos trminos en caso locativo, uno con en y el otro sin). Ntese la inusual posicin del verbo baptishsesthe (futuro pasivo de indicativo) entre pneumati y hagii. Este bautismo del Espritu Santo fue predicho por Juan (Mt. 3:11) como la caracterstica de la obra del Mesas. Ahora el mismo Mesas, en su ltimo mensaje antes de su Ascensin, proclama que en pocos das se dar el cumplimiento de esta profeca. El Codex Bezae aade aqu que estis a punto de recibir y hasta Pentecosts en el versculo 5. Dentro de no muchos das (ou meta pollas tautas hmeras). Un pulcro modismo griego, difcil de traducir con suavidad al castellano: No despus de muchos das estos. El ltote (no muchos = pocos) es frecuente en Lucas (7:6; 15:13; Hch. 17:27; 19:11; 20:12; 21:39; 28:2, 14). El empleo de tautas como predicado (sin el artculo) debe ser sealado. Estos significa en realidad un punto inicial, desde estos (Robertson, Grammar, pg. 702). Fueron diez das desde entonces. Este modismo aparece varias veces en Lucas (24:21; Hch. 24:21), como tambin en otros lugares (Jn. 4:18; 2 P. 3:1). En Lucas 2:12 la cpula es fcilmente suplida, al existir en Lucas 1:36; 2:2.

  • 6. Entonces los (hoi men oun). Uso demostrativo de hoi con men oun sin ningn de correspondiente precisamente como en 1:1, donde men aparece a solas. La combinacin men oun es frecuente en Hechos (27 veces). Cf. Lucas 3:18. El trmino oun es reasuntivo y se refiere a los versculos introductorios (1:1-5), que servan para relacionar Hechos con el Evangelio que le preceda. Ahora comienza la narracin. Preguntaban (rtn). Imperfecto activo, preguntaron repetidas veces antes que Jess respondiera. Seor (kurie). Aqu no con el sentido ceremonial, de mero tratamiento (cf. Mt. 21:30), sino a Jess como Seor y Dueo, como tan frecuentemente en Hechos (19:5, 10, etc.) y en oracin a Jess (7:59). Restaurars? (ei apokathistaneis). El empleo de ei en una pregunta indirecta es comn. Ya hemos visto su uso en preguntas directas (Mt. 12:10; Lc. 13:23, que vanse para su discusin), posiblemente una imitacin del hebreo (frecuente en la LXX) o como una condicin parcial sin conclusin. Vanse tambin Hechos 7:1; 19:2; 21:37; 22:25. La forma del verbo apokathistan es tarda (tambin apokathista), una forma omega del antiguo y comn apokathistmi, un verbo compuesto doble, restaurar a su estado anterior. De hecho, el reinado mesinico por el que preguntaban era un reino poltico que los liberara del aborrecido yugo romano. Es un presente futurista, y ellos se sienten inquietos acerca de que Jess no vaya a cumplir sus esperanzas. Desde luego aqu tenemos una prueba de que los once apstoles necesitaban de la promesa del Padre antes de comenzar a difundir el mensaje del Cristo Resucitado. An anhelan un reino poltico para Israel incluso despus de que la fe y la esperanza han vuelto a ellos. Necesitan de la iluminacin del Espritu Santo (Jn. 14-16) y del poder del Espritu Santo (Hch. 1:4ss.).

    7. Los tiempos o las sazones (chronous kairous). Perodos y puntos de tiempo en ocasiones, y probablemente ste sea el sentido aqu, pero esta distincin no siempre se mantiene. Vase Hechos 17:26 para kairous en el mismo sentido que chronous para dilatados perodos de tiempo. Pero aqu parece que se demanda de alguna distincin. Es curioso lo anhelantes que han estado muchos en fijar fechas determinadas para la segunda venida de Cristo, del mismo modo en que lo estaban los apstoles acerca del reino mesinico poltico que estaban esperando. Puso (etheto). Segundo aoristo de indicativo en voz media, enfatizando la soberana del Padre al guardarse para s tales cuestiones, y una gentil indicacin a nuestros contemporneos acerca de los lmites de la curiosidad. Ntese tambin su sola (idii) potestad (exousii).

    8. Poder (dunamin). No el poder acerca del que estaban interesados (una organizacin poltica y lo necesario para erigir un imperio conforme al modelo de Roma). La misma pregunta que haban hecho indicaba la necesidad que tenan de este nuevo poder (dunamin), para capacitarlos (de dunamai, ser capaz), para emprender la difusin del evangelio por el mundo. Cuando haya venido sobre vosotros el Espritu Santo (epelthontos tou hagiou pneumatos ephhumas). Genitivo absoluto, es simultneo en el tiempo con el anterior verbo recibiris (lmpsesthe). El Espritu Santo les dar el poder al venir sobre ellos. ste es el bautismo del Espritu Santo a que se hace referencia en el versculo 5. Mis testigos (V.M.) (mou martures). Texto correcto. Palabras regias de magnificente y divina certidumbre (Furneaux). Nuestra palabra mrtires es esta palabra martures. En Lucas 24:48 Jess designa a sus dispulos como testigos de estas cosas (martures toutn, genitivo objetivo). En Hechos 1:22 un apstol tiene

  • que haber sido testigo de la resurreccin de Cristo, y en 10:39 de la vida y obras de Jess. Por ello, no podra haber apstoles en este sentido despus de aquella primera generacin. Pero aqu los apstoles son designados mis testigos. Suyos por una relacin personal directa (Knowling). La creciente esfera de su testimonio cuando el Espritu Santo venga sobre ellos es hasta lo ltimo de la tierra (hes eschatou ts gs). En el pasado se les haba ordenado evitar Samaria (Mt. 10:5), pero ahora queda incluida en el programa universal ya presentado en el monte en Galilea (Mt. 28:19 = Mr. 16:15). Jess se encuentra en el monte de los Olivos al sealar a Jerusaln, Judea, Samaria, y hasta lo ltimo (ltimo, eschatou) de la tierra. El programa dado sigue invitndonos a conquistar el mundo para Cristo. El mismo libro de Hechos es el mejor comentario a estas palabras, y estas palabras podran ser el mejor sumario del libro de los Hechos (Page). Los acontedmientos siguen este bosquejo (Jerusaln) hasta el final del captulo 7, con el martirio de Esteban, la dispersin de los santos por Judea y Samaria en el captulo 8, la conversin de Saulo, captulo 9, la difusin del evangelio a romanos viviendo en Cesarea, que les fue anunciado por Pedro (captulo 10), a los griegos en Antioqua (captulo 11), y finalmente los grandes viajes misioneros de Pablo y su arresto y conduccin a Roma (captulos 11 a 28).

    9. Vindolo ellos (blepontn autn). Genitivo absoluto. El participio presente destaca el hecho de que estaban mirando directamente a Jess. Fue alzado (eprth). Primer aoristo de indicativo, voz pasiva, de epair, un verbo antiguo y comn que significa alzar. En Lucas 24:51 tenemos siendo llevado arriba (anephereto), y en Hechos 1:2; 1:11; 1 Timoteo 3:6 fue recibido arriba (anelmpth). Tom (hupelaben). Segundo aoristo de indicativo, voz pasiva. Pareci ser sustentado por la nube. En gloria aade Pablo en 1 Timoteo 3:16. Le ocult de sus ojos (apo tn ophthalmn autn) (apo con el caso ablativo).

    10. Estando con los ojos puestos (atenizontes san). Imperfecto perifrstico activo de ateniz, un verbo intensivo tardo (a intensiva, y tein, extender). Comn en Hechos y tambin en Lucas 4:20 y 22:56, as como Hechos 10:4, que vase. Entretanto que l se iba (poreuiomenou autou). Genitivo absoluto del participio presente en voz media. Lo vieron desvanecindose de su vista al llevrselo la nube. Se pusieron junto a ellos (pareistkeisan autois). Pretrito perfecto activo de indicativo de paristmi e intransitivo (ntese i en B en lugar de ei para el aumento, un mero itacismo).

    11. Los cuales tambin (hoi kai). Empleo pleonstico usual de kai para mostrar que los acontecimientos son paralelos. En Homero sta es la manera ms simple para narrar dos acontecimientos paralelos. Por qu? (ti). Jess les haba hablado de su venidera Ascensin (Jn. 6:62; 20:17), de modo que debieran haber estado preparados. Este mismo Jess (houtos ho Isous). Qui vobis fuit eritque semper Jesus, id est, Salvator (Cron. a Lapide). Este nombre personal los asegura de que Jess siempre ser en el cielo un amigo personal y un Salvador divino (Knowling). As (houts) tal como (hon tropon). La misma idea dos veces. As en aquella manera (incorporacin del antecedente y acusativo de referencia general). El hecho de su segunda venida y la manera en que tendr lugar quedan descritos mediante esta enftica repeticin.

  • 12. Olivar (Elainos). Genitivo singular. Vulgata, Olivetum. En algunas versiones castellanas, Olivete. Hecho como ampeln. Aqu slo en el N.T., siendo que su designacin generalmente es to oros tn Elain (el monte de los olivos), aunque algunos MSS. tienen Olivar u Olivete en Lucas 19:29; 21:37. Josefo (Ant. VII. 9, 2) tambin lo tiene, y los papiros (Deissmann, Light from the Ancient East, pg. 170). Camino de un sbado (Sabbatou echn hodon). Lucas slo dice aqu que el Olivar est a una distancia del camino de un sbado de Jerusaln, no que Jess estuviera a esta distancia precisa cuando ascendi. En su Evangelio, Lucas (24:50) dice que Jess los llev hasta cerca (hes pros) de Betania (V.M., hasta enfrente de Betania) (que estaba a algo ms de tres kilmetros). La cumbre del Olivar tiene alrededor de un kilmetro de longitud. Aqu el giro griego es teniendo un viaje de un sbado despus de el cual est cerca de Jerusaln (ho estin eggus Ierousalm). Ntese la construccin perifrstica. No se sabe por qu Lucas menciona este extremo de esta manera para sus lectores gentiles, a no ser que este dato estuviera as en su fuente juda. Vanse xodo 16:29; Nmeros 35:5; Josu 3:4. Pero no contradice lo que dice en 24:50, donde no se afirma que Jess los condujera hasta Betania.

    13. Al aposento alto (eis to huperion). La estancia en el piso (huper es superior o sobre, el adjetivo huperios), la estancia del piso donde estaban las mujeres en Homero, luego un aposento en el piso alto bajo el techo plano para retiro u oracin (Hch. 9:37, 39), en ocasiones un gran aposento alto en un tercer piso apropiado para reuniones (Hch. 20:9). (Contando como primer piso la planta baja.) Es posible, incluso probable, que ste fuera el aposento grande (angeon mega) de Marcos 14:15 = Lucas 22:12. En la Vulgata aparece coenaculum para ambas palabras. Este trmino (huperion) slo aparece en Hechos en el N.T. Era en esta casa particular como en Lucas 22:11, y no en el templo como en Lucas 24:53 podra implicar, siempre (dia pantos), significando estas palabras, probablemente, en las ocasiones apropiadas. Donde estaban alojados (san katamenontes). Imperfecto activo perifrstico. Uso perfectivo de kata, morar permanentemente. Es posible que sta fuera la casa de Mara, la madre de Juan Marcos, donde los discpulos se reunieron ms tarde para orar (Hch. 12:12). Slo aqu en el N.T., aunque es un antiguo compuesto. Algunos MSS. leen aqu paramenontes. Esto podra significar residencia fija, pero ms probablemente un lugar de encuentro frecuente para la oracin durante aquellos das, estando algunos siempre presentes al ir llegando y saliendo. Simn el Zelote (Simon ho Zlts). Llamado Simn el cananita (ho Kananaios) en Mateo 10:4, Marcos 3:18, pero Zelote en Lucas 6:15 como aqu, dando el equivalente griego del trmino arameo, por cuanto Lucas tena en mente a lectores gentiles. El epteto (miembro del partido de los zelotas) le qued despus de llegar a ser apstol, y lo distingue de Simn Pedro. Vase el Evangelio de Mateo para la discusin de las cuatro listas de los apstoles. Judas hermano de Jacobo (BAS, Judas ,hijo de Jacobo) (Ioudas Ialkbou). Literalmente, Judas de Jacobo, fuera hijo o hermano (cf. Jud. 1:1), lo que realmente no sabemos. De Jacobo se aade para distinguirlo de Judas Iscariote (Jn. 14:22). Sea cual fuere la relacin, tiene que ser identificado con el Tadeo (= Labeo) de Marcos y Mateo, para hacer idntica la lista del tercer grupo. No aparece ningn nombre en Hechos para Judas Iscariote.

  • 14. Unnimes (homothumadon). Viejo adverbio en -don, del adjetivo homothumos, y ste de homos, mismo, y thumos, mente o espritu, con la misma mente o espritu. Comn en el griego antiguo y en los papiros. En el N.T. once veces en Hechos y en ningn otro lugar, excepto en Romanos 15:6. Vase Mateo 18:19. Perseveraban (san proskarterountes). Imperfecto perifrstico activo de proskartere, antiguo verbo compuesto de pros (uso perfectivo) y kartere, de karteros, fuerte, firme, como el castellano persistir. Empleado ya en Marcos 3:9 (que vase) y varias veces en Hechos y en las Epstolas de Pablo. Se apegaron a la oracin (ti proseuchi, ntese artculo) por la promesa del Padre hasta que la respuesta lleg. Con las mujeres (sun gunaixin). Caso instrumental asociativo de gun con sun. Como uno esperara cuando la oracin era la principal tarea a efectuar. Ciertamente aqu hay ms mujeres incluidas que en Lucas 8:2; Marcos 15:40ss. = Mateo 27:55ss. = Lucas 23:49; Marcos 15:47 = Mateo 27:61 = Lucas 23:55ss.; Marcos 16:1 = Mateo 28:1; Lucas 24:1ss. = Juan 20:1, 11-18; Mateo 28:9ss. Haba probablemente otras mujeres adems cuyo testimonio ya no era menospreciado como lo haba sido antes. El Codex Bezae aade aqu y nios. Y con Mara la madre de Jess (kai Mariam ti mtri tou Isou). Un delicado toque de Lucas que muestra a Mara finalmente con su corona de gloria. Haba salido de la sombra de muerte con cntico en su corazn y con el cumplimiento de la promesa anglica y de la profeca de Simen. Fue un tiempo de bendicin para Mara. Con sus hermanos (sun tois adelphois autou). Anteriormente no haban credo en l (Jn. 7:5). Jess se haba aparecido a Jacobo (1 Co. 15:7) y ahora son una feliz familia de creyentes, que incluye a la madre y a los hermanos (medio hermanos, lit.) de Jess. Perseveran en la oratin en espera del poder de lo alto.

    15. Hermanos (adelphn). El Codex Bezae tiene discpulos. Un grupo (BAS) (ochlos onomatn). Literalmente, multitud de nombres. Este empleo hebraico de onoma = personas aparece en la LXX (Nm. 1:2; 3:40, 43; 18:20; 26:53) y en Apocalipsis 3:4; 11:13. Reunidos (epi to auto). La palabra reunidos no est aqu en griego, significando ms bien juntos, pero s aparece en Mateo 22:34; y sta es indudablemente la idea en Lucas 17:35 como en Hechos 2:1, 44, 47; 1 Corintios 11:20; 14:23. Lo mismo aqu. Estaban en el mismo lugar (to auto). Como ciento veinte (hs hekaton eikosi). Una muchedumbre para el aposento alto. No hay ningn significado especial en el nmero 120, simplemente da el de los reunidos all.

    16. Varones hermanos (andres adelphoi). Literalmente as, dirigindose a los hombres. Una expresin ms digna y respetuosa que simplemente hermanos. Demstenes deca algunas veces andres Athnaioi, varones atenienses. Cf. nuestro seores conciudadanos. Las mujeres quedan incluidas en esta mencin, aunque andres se refiera slo a hombres. Era menester (edei). Tiempo imperfecto del dei impersonal con la clusula infinitiva (primer aoristo pasivo) y el acusativo de referencia general como un sujeto indefinido. Pedro da por supuesto aqu que Jess es el Mesas y halla una escritura ilustrativa de la perfidia de Judas. La aplica a Judas y cita los dos pasajes en el versculo 20 (Sal. 69:25; 109:8). El Espritu Santo no ha venido an sobre ellos, pero Pedro se siente movido a interpretar la situacin. Siente que su mente es abierta por Jess (Lc. 24:45). Es una necesidad lgica, no moral, la que Pedro seala. Pedro afirma aqu que el Espritu Santo est hablando en las Escrituras de la misma manera en que lo vuelve a decir en 2 Pedro 1:21. Su descripcin de Judas como gua (hdegou) de los que prendieron (sullabousin)

  • a Jess es la del ruin traidor que fue. Este mismo verbo aparece en Lucas 22:54 del arresto de Jess.

    17. Era contado (katrithmenos n). Pretrite perfecto perifrstico pasivo de indicativo de katarithme, un antiguo verbo, pero slo aqu en el N.T. (uso perfectivo de kata). Tena parte (elachen ton klron). Segundo aoristo de indicativo, voz activa, de lagchan, un antiguo verbo, obtener por suerte como en Lucas 1:9 y Juan 19:24, especialmente por designacin divina como aqu y en 2 Pedro 2:1. Klros significa tambin parte, un objeto empleado en echar suertes (Hch. 1:26) o lo que se obtiene mediante este mtodo como aqu y en 8:21, de la salvacin eterna (Hch. 26:18; Col. 1:12), de personas escogidas por designacin divina (1 P. 5:3). De este uso tardo se deriva el latn cleros, clericus, nuestro trmino clrigo, uno escogido por dispositin divina. As Pedro dice que Judas recibi parte en este ministerio (diakonias), el cual desempeaba cuando traicion a Jess. El Maestro lo escogi y le dio su oportunidad.

    18. ste, pues (Houtos men oun). Ntese men oun otra vez sin el correspondiente de como en 1:6. Los versculos 18 y 19 son un largo parntesis de Lucas por va de explicacin de la suerte de Judas. En el versculo 20 Pedro reasume y cita la escritura a la que ha hecho referencia en el versculo 16. Adquiri (ektsato). Primer aoristo de indicativo en voz media de ktaomai, adquirir, slo en la voz media, conseguir para uno mismo. Con el dinero convenido para entregar al Seor lo adquiri indirectamente, aparentemente segn Mateo 26:14-16; 27:3-8, que vanse. Cayendo de cabeza (prns genomenos). La forma tica es generalmente prans. La palabra significa, no de cabeza, sino plano sobre la cara, en oposicin a huptios, de espalda (Hackett). Hackett observa que el lugar est admirablemente apropiado a la idea de que Judas se colg (Mt. 27:5) y que, al romperse la cuerda, cay de bruces y se revent por la mitad (elaksen mesos). Primer aoristo de indicativo, voz pasiva, de lask, un antiguo verbo (slo aqu en el N.T.), resonar, estallar, chascar, como un rbol que se cae. Aristfanes lo empleaba de huesos que chocan. Mesos es un predicado nominativo que hace referencia a Judas. Se derramaron (exechuth). Primer aoristo pasivo de indicativo de ekche, derramar.

    19. Lengua (dialekti). No un dialecto del griego, sino una lengua diferente, el arameo. Lo mismo en 2:6 y 21:40. Dialektos es de dialegomai , conversar, hablar entre dos, dialogar (dia). Akeldama (Hakeldamach). Este trmino arameo es explicado por Pedro como Campo de sangre. Se preservan dos tradiciones: una en Mateo 27:7, que explica que los sacerdotes compraron este campo de un alfarero con el dinero que Judas haba tirado como el precio de la sangre de Jess. La otra en Hechos lo describe como campo de sangre debido a que Judas derram all su sangre. Hackett y Knowling argumentan que ambas cosas pueden ser ciertas. Aquel nombre de mal augurio podra ser empleado con un doble nfasis (Hackett).

    20. Porque est escrito (gegraptai gar). Lucas vuelve aqu al discurso de Pedro interrumpido por los versculos 18 y 19. Perfecto de indicativo, voz pasiva, el modismo usual para citar la escritura, escrito est. El Salmo 69 se cita con frecuencia como mesinico en Mateo y Juan. Su morada (h epaulis autou). Solamente aqu en el N.T., una casa de campo, cabaa. Su cargo (tn episkopn autou). Nuestra palabra episcopado viene de esta palabra (RV, obispado, episkopos). Slo que no es sta la idea aqu, sino el cargo de supervisin ( epi ,skope ), como en

  • 1 Pedro 2:12. Significa visitar e inspeccionar, supervisar. El sentido eclesistico lo adquiere posteriormente (1 Ti. 3:1).

    21. Es necesario (dei). Una necesidad presente correspondiente a la antigua necesidad (edei) acerca de Judas (versculo 16). Esta oracin gramatical en los versculos 21 y 22 comienza con dei. Que (hi). Caso locativo del relativo atrado al caso del antecedente. Vivi (literalmente, entraba y sala) (eislthen kai exlthen). Aoristo constantivo, voz activa. Entre nosotros (eph hmas). El margen de la Versin Revisada inglesa dice sobre nosotros, pero entonces la frase enter a sera eph hmas kai aph hmn. l vena a nosotros y sala de entre nosotros (Knowling).

    22. Comenzando (arxamenos). Participio aoristo, voz media, de arch, concordando (nominativo) con ho kurios Isous (el Seor Jess). El ministerio de Jess comenz con el ministerio de Juan. Hablando estrictamente, arxamenos debera ser el acusativo y concordar con martura (testigos) en el versculo 22, pero la construccin es algo libre. El ministerio de Jess comenz con el bautismo de Juan y dur hasta la Ascensin. Uno testigo con nosotros, de su resurreccin (martura ts anastases autou sun hmin). Pedro considera esto como esencial en un sucesor de Judas. El elegido deba ser un testigo personal que pudiera hablar por propia experiencia del ministerio, de la resurreccin y ascensin del Seor Jess. Se puede ver fcilmente que esta cualificacin pronto llevara al final de los que tuvieran este testimonio personal.

    23. Presentaron a dos (estsan duo). Primer aoristo de indicativo, activo (transitivo) de histmi (no el segundo aoristo intransitivo, aunque tiene la misma forma en la tercera persona del plural). Alguien nomin a dos varones, Justo y Matas.

    24. Muestra cul de estos dos has escogido (anadeixon hon exelex). Primer aoristo de imperativo, voz activa, de anadeiknumi, exhibir, aclarar. Primer aoristo de indicativo, voz media, segunda persona, singular, de ekleg, extraer, escoger, seleccionar. En esta oracin dan por supuesto que Dios ha hecho una eleccin. Tan slo desean conocer su voluntad. Llaman a Dios aquel que conoce los corazones (kardiognsta, vocativo singular), una palabra posterior, aqu y en Hechos 15:8 slo en el N.T. Los modernos mdicos tienen sofisticados aparatos para estudiar el corazn humano.

    25. Apostolado (apostols). Jess haba designado a los doce apstoles. Una antigua palabra denotando enviar, luego empleada para denotar una exoneracin, luego el cargo y la dignidad de un apstol (Hch. 1:25; Ro. 1:5; 1 Co. 9:2; G. 2:8). A su propio lugar (eis ton topon ton idion). Una atrevida y grfica descriptin del destino de Judas digna del Infierno de Dante. No hay dudas en la mente de Pedro acerca del destino de Judas ni de su culpa. Se haba preparado su propio lugar, y a su lugar se haba ido.

    26. Fue contado (sunkatepsphisth). A los judos, echar suertes no les sugera nada relacionado con los juegos de azar, sino que era el mtodo del A.T. para conocer la voluntad de Jehov (Furneaux). Las dos nominaciones hacan necesaria una decisin, y apelaron a Dios de esta manera. Este doble compuesto sunkatapsphiz aparece slo aqu en el N.T. y fuera de l slo en Plutarco (Them. 21) en la voz media para condenar con otros. Sunpsphiz aparece en la

  • voz media en Hechos 19:19 para contar dinero, como tambin en Aristfanes. Psphiz aparece con dapann en Lucas 14:28 para contar el costo, y en Apocalipsis 13:18 para contar el nmero de la bestia. Los antiguos empleaban guijarros (psphoi) para votar, negros para condenar, blancos (Ap. 2:17) para absolver. Aqu se emplea en un sentido muy semejante a katarithme en el versculo 17.

    CAPTULO 2 1. Cuando lleg (en ti sunplrousthai). El favorito giro de Lucas de en con el infinitivo

    presente articular pasivo y el acusativo de referencia general: En el estar cumplido completamente (uso perfectivo de sun- ) en cuanto al da de Pentecosts. Un verbo comn, pero solamente en los escritos de Lucas en el N.T. En su sentido literal del anegarse de una barca en Lucas 8:23, acerca de das en Lucas 9:51, como aqu. No sabemos si los discpulos esperaban la venida del Espritu Santo en este da. Blass mantiene que el tiempo presente muestra que el da no haba venido an. Es un giro hebreo (x. 7:25) y Lucas puede significar que el da de Pentecosts no haba acabado an, estaba an en progreso, aunque Hackett lo toma como el intervalo (cincuenta das) entre la Pascua y Pentecosts. Aparentemente, en este da Pentecosts caa en el Sbado judo (nuestro sbado). Era la fiesta de las primicias. Todos unnimes juntos (pantes homou epi to auto). Todos juntos en el mismo lugar. Ntese homou aqu (texto correcto), no homothumadon como en 1:14, y por ello un poco de tautologa.

    2. De repente (aphn). Un viejo adverbio, pero en el N.T. nicamente en Hechos (2:2; 16:26; 28:6). Relacionado con exaiphns (Hch. 22:6). Un estruendo (chos). Nuestra palabra eco. Un trmino antiguo, aparece en Lucas 4:37 denotando rumor, y en Lucas 21:25 del bramido de la mar. No era un viento sino un son o reverberacin como de un viento recio que soplaba (hsper pheromens pnos biaias). sta no es una traduccin estricta ni es tampoco el genitivo absolute Era un sonido reverberante como el de un poderoso viento batiendo intensamente (o sonando como el rugir de un tornado). Pno (viento) se emplea aqu (en el N.T. slo aqu y 17:25 aunque es una palabra antigua) probablemente debido al empleo de pneuma en el versculo 4 del Espritu Santo. En Juan 3:5-8 aparece pneuma tanto para viento como para Espritu. Llen (eplrsen). As como se llena un bao con agua, para que pudieran ser bautizados con el Espritu Santo, en cumplimiento de Hechos 1:5 (cannigo Cook). Estaban sentados (san kathmenoi). Imperfecto perifrstico en voz media de kathmai.

    3. Repartindose (diamerizomenai). Participio presente, voz media (o pasiva) de diameriz, un antiguo verbo, partirse en medio, cortar en trozos como un carnicero lo hace con la carne (aoristo pasivo en Lc. 11:17ss.). As que la voz media aqu dara el sentido de partindose a s mismas, o distribuyndose. La voz pasiva sera siendo distribuida. La voz media es probablemente correcta y significa que la apariencia gnea se present primero, por as decirlo, en una sola masa, y luego, repentinamente, se dividi en cada direccin, de modo que una parte se pos sobre cada uno de los presentes (Hackett). La idea no es que cada lengua estuviera partida, sino que cada lengua separada pareca fuego, no fuego real, sino parecindolo (hsei, como si). La seal audible va seguida de otra visible (Knowling). El fuego siempre haba sido,

  • para los judos, el smbolo de la presencia divina (cf. x. 3:2; Dt. 5:4). Ningn smbolo podra ser ms apropiado para expresar la energa purificadora y afinadora del Espritu (Furneaux). El Bautista haba predicho un bautismo en el Espritu Santo y en fuego que sera administrado por el Mesas (Mt. 3:11). Se posaron (ekathisen). En realidad, en el original el verbo est en singular, aunque pthsan (aparecieron) est en plural con lenguas (glssai). Una lengua que pareca de fuego se pos sobre cada uno de ellos.

    4. En otras lenguas (heterais glssais). Diferentes a sus lenguas nativas. Cada uno de ellos comenz a hablar en una lengua que no haba aprendido y que era, sin embargo, una lengua real y comprendida por los de las varias tierras que estuvieran familiarizadas con cada una de ellas. No se trataba de una jerigonza incomprensible, sino de un lenguaje inteligible. Jess haba dicho que el evangelio deba ser predicado a todas las naciones, y aqu se hablaron las varias lenguas del mundo. Uno podra ser llevado a la conclusin de que sta era la manera en que el mensaje sera llevado a las naciones, pero futuros desarrollos lo refutan. ste es un tercer milagro (el sonido, las lenguas como fuego, los lenguajes no aprendidos). No se puede escapar al hecho de que as es como lo presenta Lucas. No tiene uno que sorprenderse si esta ocasin seala el cumplimiento de la Promesa del Padre. Pero no se deben confundir estas seales milagrosas con el Espritu Santo. Son meramente pruebas de que ha llegado para llevar a cabo la obra de su dispensacin. El don de lenguas aparece tambin en la casa de Cornelio en Cesarea (Hch. 10:44-47; 11:15-17), los discpulos de Juan en feso (Hch. 19:6), los discpulos en Corinto (1 Co. 14:1-33). Es posible que el don apareciera tambin en Samaria (Hch. 8:18). Pero no era un don general ni permanente. Pablo explica en 1 Corintios 14:22 que las lenguas eran una seal para los incrdulos, y que no deban ser ejercitadas a no ser que hubiera alguien presente que las comprendiera y que pudiera traducirlas. Esta restriccin elimina automticamente a las pretendidas lenguas de los actuales movimientos carismticos o pentecostales, que no son sino jerigonza e histeria. Result que en esta ocasin en Pentecosts haba judos de todas partes del mundo, de manera que uno comprendera una lengua y otro otra, sin necesidad de intrpretes como los que seran necesarios en Corinto. La experiencia es idntica en todos los cuatro casos y no son para edificacin o instruccin, sino para adoracin, maravilla y culto. Segn el Espritu les daba que se expresasen (kaths to pneuma edidou apophtheggesthai autois). Esto es precisamente lo que Pablo afirma en 1 Corintios 12:10, 28, pero de todas maneras el don no deba ser ejercitado sin intrprete (1 Co. 14:6-19). Pablo tena el don de lenguas, pero rehusaba ejercerlo excepto si se le entenda. Ntese aqu el tiempo imperfecto (edidou). Quiz no hablaron todos a la vez, sino consecutivamente. Apophtheggesthai es un verbo tardo (LXX, profetizar, papiros). Luciano lo emplea del son de un barco cuando choca contra un arrecife. Es empleado para designar proclamaciones ansiosas, elevadas, apasionadas. En el N.T. slo aqu, versculo 14, y 26:25. El trmino apophthegm o apotegma proviene de este verbo.

    5. Haba que all residan (san katoikountes). Imperfecto perifrstico imperfecto de indicativo, voz activa. Generalmente katoike significa residencia en un lugar (4:16; 7:24; 9:22, 32) como en el versculo 14 (Lc. 13:4). Quiz algunos haban acudido a Jerusaln a vivir mientras que otros slo estaban all temporalmente, porque la misma palabra aparece en el versculo 9 de los que moraban en Mesopotamia, etc. Piadosos (eulabeis). Reverentes (eu, bien, lamban, tomar). Vase en Lucas 2:25 a Simen esperando la consolacin de Israel o esperando morir y ser sepultado en la Santa Ciudad, y tambin Hechos 8:2.

  • 6. Y al ocurrir este estruendo (genomens ts phns tauts). Genitivo absoluto con el participio aoristo en voz media. Ntese phn en esta ocasin, no cho como en el versculo 1. Originalmente, phn significaba un sonido como el del viento (Jn. 3:8) o de un instrumento (1 Co. 14:7, 8, 10), luego la voz de hombres. El significado parece ser que las excitadas otras lenguas del versculo 4 eran tan fuertes que el ruido atrajo a la multitud. La casa en la que estaban los 120 puede haber estado (Hackett) en una de las avenidas que conducan al templo. Quedaron desconcertados (sunechuth). Primer aoristo pasivo de indicativo de sunche o sunchun, poner juntamente como precisamente el trmino latino confundo, confundir. La Vulgata tiene mente confusa est. Es un antiguo verbo, pero en el N.T. nicamente aparece en Hechos en cinco ocasiones (2:6; 9:22; 19:32; 21:27, 31). En su propia lengua (ti idii dialekti). Caso locativo. Cada uno poda comprender su propia lengua al orla. Cada uno de los que llegaron oyeron algo dicho en su lengua nativa.

    7. Estaban atnitos (existanto). Imperfecto en voz media de existmi, quedarse fuera de s mismos, un asombro indescriptible. Maravillados (ethaumazon). Imperfecto en voz activa. La maravilla aumentaba ms y ms. Galileos (Galilaioi). Haba an pocos seguidores de Jess en Jerusaln. Los galileos hablaban un arameo rudo (Mr. 14:70) y probablemente un griego vernculo tambin burdo. No tenan destreza con el idioma, y sin embargo eran estos mismos los que ahora demostraban unas capacidades lingsticas tan destacables. stos que haban acudido juntos eran todos judos y por ello conocan arameo y el Koin vernculo, pero haba varias lenguas locales en las que hemos nacido ( en hi egennthmen ). Un ejemplo de ello es la lengua licaonia (Hch. 14:11). Estos cristianos de Galilea hablan y son odos en estas varias lenguas locales. La lista en los versculos 9-11 no es lingstica, sino geogrfica, y sirve para ilustrar la amplitud de la Dispersin (Diaspora) juda que estaba representada en esta ocasin. Los judos estaban por todas partes, estos judos que estn entre los gentiles (esto es, las naciones) (Hch. 21:21). Page seala aqu cuatro divisiones: (1) Los orientales o babilnicos, como los partos, medos, elamitas, mesopotmicos. (2) Los sirios, los de Judea, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia y Panfilia. (3) Los egipcios, de Egipto, Libia, Cirene. (4) Los romanos. Judos y proslitos (proslutoi). Estos ltimos de proserchomai, venir, unirse conversos gentiles al judasmo (circuncisin, bautismo, sacrificio). Este bautismo de proslitos era por inmersin, como lo demuestra I. Abrahams (Studies in Pharisaism and the Gospels, pg. 38). Muchos quedaban sin circuncidar, y eran llamados proslitos de la puerta.

    11. Cretenses y rabes. Estos dos grupos parecen haber sido aadidos a la lista como un recuerdo posterior (Knowling). Creta es una isla, y Arabia estaba aislada aunque cerca de Judea, y llena de judos. El argumento no es que cada uno de estos grupos de judos hablara un lenguaje diferente, sino que all donde haba una lengua local, oyeron a hombres hablando en ella. Les omos hablar (akouomen lalountn autn). Caso genitivo autn con akou el participio lalountn concordando con autn , una especie de giro participial de discurso indirecto (Robertson, Grammar, pgs. 10-40ss.). Las maravillas (ta megaleia). Un antiguo adjetivo, significando magnfico, magnificente. Aparece en la LXX, pero slo aqu en el N.T. (no es genuino en Lc. 1:49). Cf. 2 Pedro 1:16 para megaleiots (majestad).

  • 12. Estaban perplejos (diporounto). Imperfecto, voz media, de diapore ( dia ,a , privativo, pros), estar totalmente perplejo, perdido. Un antiguo verbo, pero en el N.T. slo en Lucas y Hechos. Seguan atnitos (existano) y perplejos. Qu quiere decir esto? (Ti thelei touto einai;).

    13. Burlndose (diachleuazontes). Un verbo antiguo, pero slo aqu en el N.T., aunque el verbo simple (sin dia) aparece en 17:32. Chleu significa una chanza. De mosto ( gleukous ). Vino dulce, pero embriagante. El vino dulce guardado un ao era muy embriagador. El caso genitivo aqu despus de memestmenoi eisin (perfecto perifrstico de indicativo, voz pasiva), el antiguo verbo mesto, solamente aqu en el N.T. Repleto de vino nuevo, estado de llenura.

    14. Ponindose en pie con los once (statheis sun tois hendeka). Se puso en pie al lado de los once, incluyendo a Matas, que tambin se levant con ellos, y habl como portavoz de ellos, un comienzo formal e impresionante. El Codex Bezae dice diez apstoles. Lucas tiene aficin al uso pictrico de statheis (participio aoristo primero en voz pasiva de histmi) como no se ve en ninguna otra parte del N.T. (Lc. 18:11, 40; 19:8; Hch. 5:20; 17:22; 27:21). Alz la voz (epren

    tn phnn autou ). Esta frase aparece slo en los escritos de Lucas en el N.T. (Lc. 11:29; Hch. 2:14; 14:11; 22:22), pero es comn entre los antiguos escritores. Primer aoristo de indicativo, voz activa, de epair. La gran multitud y la confusin de las lenguas demandaba que se hablara en voz bien alta. Este discurso lleno de solemnidad, intensidad, y sin embargo tambin de sobriedad (Bengel). El Codex Bezae aade el primero despus de voz. Pedro lo hizo para conseguir y mantener la atencin. Prestad atencin (entisasthe ta rhmata mou). Verbo tardo en la LXX y slo aqu en el N.T. Primer aoristo en voz media de entizomai ( en ,ous , odo), dar odo a, recibir en el odo. Los odos de la gente difieren en gran manera, pero en la proclamacin pblica tienen que ser alcanzados a travs del odo. Esto impone una obligacin sobre el orador y tambin sobre sus oyentes, que deberan sentarse de manera que puedan or con los odos que tienen, obligacin sta frecuentemente pasada por alto.

    15. Como vosotros suponis (hs humeis hupolambanete). Ntese el empleo de humeis (vosotros) para un decidido nfasis. La hora tercera del da (hra trit ts hmeras). Las tres del da en el horario judo, equivalente a las nueve del romano. La embriaguez pertenece a la noche (1 Ts. 5:7). Era una rplica rpida y de sentido comn y completa ante sus sospechas.

    16. Esto es lo dicho por medio del profeta Joel (touto estin to eirmenon dia tou prophtou Il). Interpretacin positiva de los fenmenos sobrenaturales presentes a la luz de la profeca mesinica en Joel 2:28-32. La mente de Pedro es ahora abierta por el Espritu Santo para comprender la profeca mesinica y su cumplimiento precisamente ante sus ojos. Pedro tiene ahora un conocimiento espiritual y valor moral. El poder ( dunamis ) del Espritu Santo le ha venido sobre l al pasar a dar la primera interpretacin de la vida y obra de Jesucristo desde su Ascensin. Es tambin la primera apologa formal del cristianismo ante una audiencia pblica. Pedro se eleva hasta la altura de sus poderes en este notable sermn. Jess haba predicho que l sera una Roca y ahora ya no es ms una frgil pizarra, sino una slida fuerza para un cristianismo en ofensiva. Sigue estrechamente aqu, desde el versculo 17 hasta el 21, el texto de la LXX de Joel, y luego aplica el pasaje a la circunstancia presente (22-24).

  • 17. En los ltimos das (en tais eschatais hmerais). Joel no tiene exactamente estas palabras, sino que define estos das como el da del Seor (cf. Is. 2:2; Mi. 4:1). Derramar ( ekche ). Futuro de indicativo, voz activa, de ekche. Este futuro, como edomai y piomai, carece de seal de tiempo, probablemente como el presente en el sentido futurista (Robertson, Grammar, pg. 354). Westcott y Hort ponen un acento diferente en el futuro, pero el griego antiguo no tena acento. El griego antiguo tena ekcheus. Este verbo significa derramar fuera. De mi Espritu (apo tou pneumatos). Este uso de apo (de) se debe bien a la variedad en las manifestaciones del Espritu (1 Co. 12), o bien debido a que el Espritu en su integridad permanece con Dios (Holtzmann, Wendt). Pero en hebreo es: Derramar mi Espritu sin la idea partitiva de la LXX. Y vuestras hijos (kai hai thugateres hmn). Ana recibe el nombre de profetisa en Lucas 2:36, y las hijas de Felipe profetizaban (Hch. 21:9), y versculo 18, mis siervas. Vase tambin 1 Corintios 11:5 (prophtousa). Visiones (horaseis). Palabra tarda en lugar de la ms comn horama, ambas de hora, ver. En Apocalipsis 4:3 significa apariencia, aspecto, pero en Apocalipsis 9:17, como aqu, una visin en xtasis. Soarn sueos (enupniois enupniasthsontai). Soarn con (caso instrumental) sueos. Primer futuro, voz pasiva, de enupniaz, de enupnios (en y hupnos, en sueo), un trmino tardo comn. Slo aqu (procedente de Joel, como lo son los versculos 17 a 21) y Judas 8 en el N.T. Y hasta (kai ge). Partcula intensiva ge aadida a kai (y), una adicin enftica (= trmino hebreo vegam), traducido en B