así comunidad de santa clara santa klara komunitatea · somos el pueblo de dios, un pueblo muy...

2
COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 241 24 de mayo de 2015 NUESTRA PASCUA: Pasar del miedo a la alegría del resucitado Lectura del santo evangelio según san JUAN 20,19-23 Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas ce- rradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: –Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Je- sús repió: –Paz a vosotros. Como el Padre me ha en- viado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: – Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Palabra del Señor ¡¡Ven, espíritu santo, renueva en nosotros la belleza del evangelio. Haz- nos instrumentos de la revolución de tu evangelio. Échanos afuera de nuestros templos cerrados y faltos de alegría. Contágianos esa bendita enfermedad que es la esperanza. Llénanos del principal de tus dones que es el amor. Haz que nos avergoncemos de estar divididos como crisanos y nos pongamos en el camino definivo de la unidad. Aparta de nosotros la mirada negava hacia el mundo. Sácanos el miedo que nos paraliza. Inventa en nosotros lenguajes nuevos para anunciar tu evangelio. Haznos fieles discípulos del gran maestro y señor Jesucristo. Cólmanos de esos dones que nos regalas para realizar nuestra misión. y que nada nos aparte de tu amor. Comentario: Así también os envío yo Pentecostés significa en griego «cincuenta días». Los israelitas asociaban este número con la plenitud: una semana de semanas, siete por siete, más un día. En esta fiesta conmemoraban la Alianza que Dios había sellado con su pueblo a los cincuenta días de haber salido libres de Egipto. Celebraban también la fiesta de la recolección que garanzaba el sustento. La fiesta crisana de Pentecostés comienza con aquel pequeño grupo de discípulos que se encontra- ba atemorizado y desanimado después de la crucifixión y muerte de Jesús. Tenían las puertas cerradas por miedo. Entonces llega Jesús. El Resucitado se hace presente en medio de la comunidad, pero no para que se complazcan en sí mismos y se mantengan encerrados. Él los envía como tesgos de la Vida: «Como el Padre me envió a mí, así os envío». El Espíritu les llena de esperanza, de valena, de fortaleza, de misericordia, de fuerza... Se atreven a hablar muchas lenguas; se hacen universales. Experimentan que Jesús sigue presente en medio de su comunidad. Sabías que... Pentecostés La fiesta de Pentecostés ene un an-tecedente en el anguo Israel: la fiesta de las Semanas. En hebreo, «Sabuot»; en griego, Pentecoste. Era una celebración alegre en la que se mezclaban elementos religiosos y agrícolas. Tenía lugar cincuenta días después de haber medo la hoz a la primera gavilla de cebada. Entre los elementos religiosos destacaba el re-cuerdo de la Alianza que Dios selló con su pueblo al pie del monte Sinaí. Durante esta fiesta acudían a Jeru-salén multud de judíos que vivían fuera de Israel. Oración Gracias, Señor, por tu Espíritu, presente en nuestros corazones como brisa suave en día de calor y bochorno. Gracias, Señor, por tu Espíritu; sabiduría que nos enseña a caminar por riscos y barrancos siguiendo tus huellas sin temor. Gracias, Señor, por tu Espíritu, que es fuerza para vivir unidos construyendo tu familia, edificando la amistad. Gracias, Señor, por tu Espíritu; luz en días grises, aliento que alivia las penas, constancia para seguir caminando

Upload: others

Post on 25-Jul-2020

13 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Así COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA · Somos el Pueblo de Dios, un pueblo muy especial, el pueblo que Dios se ha forjado para sí, para atraer a todos a su casa

COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA

Web Santa Clara: www.parroquiasantaclara.com

DONATIVOS EN CUENTA PARROQUIA. 2095 3188 03 1094524625 Hoja Dominical nº 241 24 de mayo de 2015

NUESTRA PASCUA: Pasar del miedo a la alegría del resucitado

Lectura del santo evangelio según san JUAN 20,19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas ce-rradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: –Paz a vosotros.

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Je-sús repitió: –Paz a vosotros. Como el Padre me ha en-viado, así también os envío yo.

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: –Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los

pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.

Palabra del Señor

¡¡Ven, espíritu santo, renueva en nosotros la belleza del evangelio. Haz-nos instrumentos de la revolución de tu evangelio. Échanos afuera de nuestros templos cerrados y faltos de alegría. Contágianos esa bendita enfermedad que es la esperanza. Llénanos del principal de tus dones que es el amor. Haz que nos avergoncemos de estar divididos como cristianos y nos pongamos en el camino definitivo de la unidad. Aparta de nosotros la mirada negativa hacia el mundo. Sácanos el miedo que nos paraliza. Inventa en nosotros lenguajes nuevos para anunciar tu evangelio. Haznos fieles discípulos del gran maestro y señor Jesucristo. Cólmanos de esos dones que nos regalas para realizar nuestra misión. y que nada nos aparte de tu amor.

Comentario: Así también os envío yo

Pentecostés significa en griego «cincuenta días». Los israelitas asociaban este número con la plenitud: una semana de semanas, siete por siete, más un día. En esta fiesta conmemoraban la Alianza que Dios había sellado con su pueblo a los cincuenta días de haber salido libres de Egipto. Celebraban también la fiesta de la recolección que garantizaba el sustento.

La fiesta cristiana de Pentecostés comienza con aquel pequeño grupo de discípulos que se encontra-ba atemorizado y desanimado después de la crucifixión y muerte de Jesús. Tenían las puertas cerradas por miedo. Entonces llega Jesús. El Resucitado se hace presente en medio de la comunidad, pero no para que se complazcan en sí mismos y se mantengan encerrados. Él los envía como testigos de la Vida: «Como el Padre me envió a mí, así os envío». El Espíritu les llena de esperanza, de valentía, de fortaleza, de misericordia, de fuerza... Se atreven a hablar muchas lenguas; se hacen universales. Experimentan que Jesús sigue presente en medio de su comunidad.

Sabías que... Pentecostés

La fiesta de Pentecostés tiene un an-tecedente en el antiguo Israel: la fiesta de las Semanas. En hebreo, «Sabuot»; en griego, Pentecoste. Era una celebración alegre en la que se mezclaban elementos religiosos y agrícolas. Tenía lugar cincuenta días después de haber metido la hoz a la primera gavilla de cebada. Entre los elementos religiosos destacaba el re-cuerdo de la Alianza que Dios selló con su pueblo al pie del monte Sinaí. Durante esta fiesta acudían a Jeru-salén multitud de judíos que vivían fuera de Israel.

Oración Gracias, Señor, por tu Espíritu, presente en nuestros corazones como brisa suave en día de calor y bochorno. Gracias, Señor, por tu Espíritu; sabiduría que nos enseña a caminar por riscos y barrancos siguiendo tus huellas sin temor. Gracias, Señor, por tu Espíritu, que es fuerza para vivir unidos construyendo tu familia, edificando la amistad. Gracias, Señor, por tu Espíritu; luz en días grises, aliento que alivia las penas, constancia para seguir caminando

Page 2: Así COMUNIDAD DE SANTA CLARA SANTA KLARA KOMUNITATEA · Somos el Pueblo de Dios, un pueblo muy especial, el pueblo que Dios se ha forjado para sí, para atraer a todos a su casa

AIRE FRESCO

Cuando conseguí dejar de fumar recuperé dos de mis senti-dos; uno fue el gusto: cómo sabo-reaba las comidas, las bebidas y las vidas que crecían a mí alrede-dor. El otro fue el olfato: las plantas, las colonias, los aromas, las flores, el campo; olores que recordaba de otras épocas, de otros lugares, de otros encuentros.

Nos falta el aire, decimos cuando nuestro «fuelle» se acelera o nos parece que se va a parar. Así ando yo en este momento de mi vida. Pasan-do un poco de vergüenza cuando los demás se dan cuenta, y aprendiendo a aceptar que te cuiden y te esperen, o reduzcan su marcha, cuando sales a andar con ellos. Todos estos cambios que vamos viviendo a lo largo de la vida te ayudan a notar lo importante que son para una mayor consciencia de lo que eres, de lo que haces y de lo que de verdad necesitas tener para llegar a ser lo que realmente quieres ser.

Porque cuando no eres consciente de los cambios no haces sino repe-tir lo de siempre con el ropaje de las novedades. ¿Qué es sino el paisaje urbano de autobuses repletos de personas «comunicando» banalidades a través de los teléfonos móviles? Un aroma distinto invade el ambiente en el que vivimos las personas cuando percibimos personas capaces de rela-cionarse con cualquier otra, sea quien sea; con cualquier ser vivo, vegetal o animal, con cualquier acontecimiento social, con cualquier catástrofe na-tural, con... y hacerlo sin afán de dominar nada ni a nadie, respetando lo diferente a uno mismo, sin querer sacarlo de su ambiente y colocarlo a tu servicio o tratando de exprimirlo en beneficio propio. Entonces, y solo en-tonces, podemos afirmar que la vida está transcurriendo por los cauces que permiten que la vida transcurra y se desarrolle con toda normalidad.

Álvaro Franch– Revista Eucaristía

LA GARZA BLANCA

...Y la garza en la ribera. La paz que llega a su hora. Una carta alentadora. La vieja amistad que espera. Aquella verdad primera que se hace noticia ahora. El Espíritu que aflora en una cosa cualquiera. ¡Y toda el alma, caída, se pone en pie, tan señera...! Porque le basta a la vida saber que hay corriente franca y encontrarse en la ribera con alguna garza blanca. Pedro Casaldáliga, Del libro Clamor elemental

UN POEMA: “Pueblo” Somos un pueblo, un pueblo nuevo, un pueblo en mar-cha. Somos tu pueblo santo, Señor. Somos un pueblo mesiánico. Y llevamos a cuestas, como Abraham, la Tierra Prometida, oculta pero real, imperfecta pero verdadera, poseída y a la vez añorada. Llevamos tus bienes mesiánicos, Señor. Somos el Pueblo de Dios, un pueblo muy especial, el pueblo que Dios se ha forjado para sí, para atraer a todos a su casa y hacer un solo pueblo de toda la tierra. Un día estaremos todos. Mientras llega ese día, llevamos en la entraña sangre de hijos y herma-nos. Y gritamos: «¡Toda mujer es mi hermana y todo hombre, mi hermano! Los más hermanos son los pobres. Nuestro hermano mayor es Jesús». Y seguimos caminando en la arena.

Patxi Loidi