artículo - colombi - en torno a los raros. darío y su campaña intelectual en buenos aires
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7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
1/12
En
torno
a
osraros
Daro
y
su
campaa
intelectual
en
Buenos Aires
BKATRIZ COLOMIM
La
boutade Bufe
el
eunuco;
cuando
una
musa te
d un hijo queden las
otras
ocho
encintas/
con
su
retrica batallante
y
desenfadada,
sugiere
el lugar
que
ocupar
Daro
durante
su
residencia en
Buenos Aires. En muy diversos contex
tos asumir
un
rol procreador
de
la nueva
literatura
haciendo de
cualquier
esce
nario
el lugar
apropiado para
dar
publicidad a
este
mensaje.
Como
en
la
resea
sobre Nosotros de
Roberto
J.
Payr
donde
la
tarea reproductiva
forma
parte
de
un
programa generacional: ...en
nuestra Amrica
sobre
todo,
se
necesitan
los
fecundadores
de
alma,
los trabajadores,
los vigorosos
hacedores
de hijos
intele tu
les
}
La
muerte
de
varios
poetas
en
esos mismos
aos
Julin
de l Casal
1893 ,
Jos
Mart
y Manuel
Gutirrez Njera
1895 ,
Jos
Asuncin
Silva
1896 -
predisponen
para
la
misin
de
llenar ese vaco
y continuar
con la
campaa
moderna
que
ellos
haban
iniciado. Daro
entabla
dilogos
postumos
con
los
que se
han ido
y
prematuros
con
los
recin
llegados
ubicndose
como
nexo
de
una
experiencia
artstica
que
no
duda
en
remontar
hasta
un a figura
seera
y
i
acuitad
de
Filosofa
y
Letras,
Universidad
de
Buenos
Aires.
1. Palabras
liminares
en
Prosas
profanas
Madrid,Castalia,
983
p. 88.
2.
Introduccin
a
Nosotros
por
Roberto
J.
Payr
aNacin
r
de
mayo
de
896
la
cursiva
es
ma.
En: Susana Zanetti (comp.),Las crnicas de Rubn Daro en La Nacin de Buenos Aires 1893-1916.Buenos Aires: Eudeba, 2004.
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
2/12
En
torno
de
L os raros
Daro
y
su
campana intelectual
en
Buenos
Aires
seminal,
Jos
Mart.
Po r
eso tiende
lazos
de
todo
orden.
Nacionales
Leopoldo
Lugones,
LeopoldoDaz,
Ricardo
Jaimes
Freyre,
Carlos
Romagosa ,
continen
tales
Jos Mart,
Julin
del
Casal),
de
reas
culturales
Eugenio
de
Castro),
conformar
una
hermandad
\
equiparable
a la
rotherhood
de los
prerrafaelitas.
La
presencia
del
husped
nicaragense
en
Buenos
Aires
est
estrechamente
ligada
a la
emergencia
de
una
concepcin
autnoma de l arte,
que
impuls
la
cristalizacin
de
un
protocampo
literario,
con
sus leyes,
polmicas,
espacios
diferenciados
y
distintos
circuitos,
vanguardia
esttica.*
Un
hito
defmitorio
para
analizar
este
fenmeno
es
la pu
blicacin
de
Los
raros
en
1896,
libro que
por
su capacidad
polmica
reorganiza
las
pautas
de
su propio
horizonte
de
aparicin.
del
poeta
y
de
su
obra,
trabajada
sobre
una idea
que
el mismo
Verlaine
haba
popularizado
de
s
mismo,
escindido
entre
el
fauno
y
el
asceta,
entre
las
fiestas
galantes
y
la
sabidura,
entre
el carnaval
y la
cuaresma,
entre
el
desenfreno
y
la
conversin
A
la
necrolgica
suceder,
pocos
das
despus, dando
un nue va
inflexin
al
duelo,
el
homenaje
en
verso,
Responso
a
Verlaine .4
El
rquiem
al
maestro,
el
poema-responso,
tiene
una
larga tradicin
en la
construccin
de
linajes
literarios
y Daro
debi
tener
presente,
al
menos,
el Toast
Fnebre
de
Mallarm dedicado
a la
muerte
de
heophile
Gautier
en 1
872.
Anticipndose
a
la
muerte,
Daro
haba
celebrado
otro
tipo
de
brindis,
menos
emocionado
y grandilocuente,
pero
igualmente
agradecido,
en
Tigre
Hotel,
paseo
lrico por
las
aguas
del ro
y el saln
de recreo
burgus,
a
pocos
kilme
tros
de
Buenos
Aires.5 El
poeta-maestro
acompaa
al cronista
en
su
excursin
sin
nada
m s que
mi
Verlaine
bajo
la
luz temblorosa
de
las
lmparas
haciendo
toda
percepcin
quede
teida
por esta
presencia,
como
un lquido
escurri-
para
desde
el
gran
consumo
cultural
a la
pequea
un
En
el
bosque espeso
que
dizo
que
se
asimila
a
la
porosidad
de
la
escritura
de
Daro.
El
reconocimiento
a
Verlaine
se busca
a
partir de
un a serie
de
procedimientos.
Como la
adjetivacin
dominada
por
la
nuance
del dictum
veflainiano
Car
nous
voulons
la
Nuance
,
la
traduccin
y
el
pastiche
Del
campo vienen
las
voces
de
los
anima-
En
1896,
Daro
publica
varias
estampas
de
escritores en
L a
Nacin
-Arsenic
Houssaye,
Mark Twain,
Juana
Borrero,
Paul Verlaine,
Ibsen,
Eugenio
de
Castro
-pero
slo
los
tres
ltimos
sern
incorporados
a
Los raros
-
Si
en
algunos casos
la
muerte
de l
autor
tratado
es el
disparador
de la
crnica,
como Verlaine,
Houssaye
o
Juana
Borrero,
en los
otros,
la
eleccin
nace de
un
hecho
menos
fortuito.
Tal es
el
caso
de
Ibscn,
que
Daro
est
introduciendo
en
el
ambiente
teatral
porteo
recientemente
abierto
a
la
dramaturgia
moderna.
O
Eugenio
de Castro,
portugus
poco
conocido
en
el
medio,
a
quien
elige
para
su
primera
conferen
cia
en
El
Ateneo.
El
artculo
sobre
Mark Twain,
en
cambio,
es
fruto de
trascendido
que
desencadena
una
falsa
necrolgica.
La
diversidad de
el
tenor
dispar
de
estas
notas
-nacidas de l
sistema
de
la
noticia
c
indicadoras
de
las presiones
del
trabajo
de
diarista-
justifican
la
metfora
aludi al
entramado de
las
columnas
en
el
diario:
el
bosque
espeso.
En la
seccin
Telegramas
de
L a
Nacin
del 10
de
enero
de
1896
se
informa:
Francia.
Muerte
de
Paul
Verlaine. Pars,
9,
hoy
por
la
maana
ha
fallecido en
esta
capital
el
clebre
poeta
Paul
Verlaine.
Al da
siguiente,
Daro
publica
su
nota.
encor
les
crepusculares,
sobresaliendo
el
violin
monocorde
de
los
grillos)
o la
cita
recortada
de los
poemas
Clair
de Lune
y
En
Bateau,
ambos
de
las Fes
galantes
Daro establece
complicidades
con
un
lector
culto,
ante quien
des
pliega
mltiples
referentes,
como
la
mandolina,
las
caracolas,
Egl
y el
Abate,
Pierrot
y
Colombina, Atis, Clori
y Climenes.
Pero
no
le
basta
con
la
cita
o
el
pastiche,
debe adems
incorporarse
al
texto
citado, as
cuando
glosa
la ltima
lnea
de l
Colloque
Sentimental,
dice:
Oigo
la conversacin
de los
indolentes;
y
al
cantar
de
un
ruiseor
invisible, me
llegan los
ecos
de l
m s sentimental
de
los
coloquios,
del cual
solamente
l a
noche
y
yo
escuch mos
la s
palabras La
inclu
sin
de
este
yo
ausente
en
el
original
Et
la
nuit
seule
entendit
leurs
paroles
poeta
un
razones
y
con
que
Daro
4.
L a
Nacin y
15 de
enero
de
1896.
Pocos
das
despus,
el 20
de
n rs
publica
el
texto
de
Leopoldo Daz
A
Verlaine en
la
misma
huella
del
tributo
dariano
Marcela
Zann
seala
en
El
don
de
Verlaine
que el
testimonio
necesitaba
desdoblarse
entre
la
crnica
y el
verso
en
Susana
Zanctti,
as
certize s
de
la huella
Buenos
Aires,
Beatriz
Viterbo,
1997.
5.
Rubn
Daro,
Escritos
initos
Recogidos
en
peridicos de
Buenos
Aires
y anotados
por E.
K
Mapes, Nueva
York,
Instituto
de
las
Espaas en
los Estados
Unidos,
1958.
Mapcs
data esta
crnica
el
3 de
febrero
de
1894,
indicando
como
lugar
de
publicacin
L a Nacin
y
a
pesar
de
que
el texto
no
ha
sido
localizado
en
este
peridico.
6.
Ccpend ant
la
lune se
lve
et
lcsquif
en
sa
course
brve/file
gament
sur
leau
qui
reve
y ms
adelante:
Au
calme
clair
de
lune trieste
t
beau
/
qui fait
rever les oiseuax
dans
les
arbres
Cfr.
Paul
Verlaine,
Oeuvres
poetiques
Pars,
Gamier
1969.
La
inmediatez
no
le
impide
plasmar
una
semblanza
altamente
evocadora
3. De
acuerdo
con
Pierre
Bourdieu
/
reglas
del arte Barcelona,
Anagrama,
1995
para
la
configuracin
de un
campo
es
necesaria
la emergencia
de la
esttica del
arte
por
el
arte;
as
el
campo
intelectual
francs
se
instituye
a partir
de
la
formulacin del
arte-
purismo,
una
de
las
banderas
que
levantar Daro
en
esta
etapa.
Carlos
Altamirano y
Beatriz
Sarlo
sostienen
que
el
campo literarioargentino
se
consolidar
de
modo
orgni
co
hacia
el
Centenario,
en
La
Argentina
del Centenario: campo
intelectual, vida litera
ria y
temas
ideolgicos
en Ensayos
Argtinos
y Buenos
Aires,
CEAL,
1983.
6
6
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
3/12
n
torno
ociaos
raros
Dar o y
su
campa a intelectual
en
uenos
Aires
Beatriz
Golotnbi
Los pretendientes
a
la corona
, el
dilogo entre el
rey y el
poeta
que
no
podemos
dejar
de
relacionar
con
El
rey Burgus .
Pero
adems de
esta
atmsfera
le
gendaria
y
alegorizante afn
a
su
sensibilidad
qu
otros
puntos
en
contacto
encuentra
con
este
raro?
Qu
empatias
lo
llevan
a
elegirlo
para
integrar
analectas
de escritores
notables?
Quizs
sea
oportuno
recordar
que
as
como
Ibsen
es
visto
como
el
reconstructor
de
la
cultura
nrdica,
Daro
se
asume en
estos
aos como
vocero
de la
cultura
hispanoamericana.
El
paralelismo
acaba
all.
Ibscn,
dice
Daro:
Escriba
para
la
muchedumbre,
para
la
salva
cin
de
la
muchedumbre ,
reflexin
que
prefigura
el
prlogo
de
Cantos
de
Vida
y
Esperanza
,
Yo
no so y un
poeta
para las
muchedumbres.
Pero
se que
indefectiblemente tengo
que ir
a
ellas .
Para su
conferencia
en
El Ateneo,
Daro
elige a Eugenio
de
Castro.
I
fercnca
es
reproducida
en
La
Nacin
el
26
y
29 de
setiembre
de
1896,
con
el
agregado de la
bienvenida de
Rafael
Obligado al
invitado
que
diserta por
pri
mera
vez en
el
cenculo
porteo.
Introductor
del
simbolismo
en
Portugal,
De
Castro
era
escasamente
conocido
en
Buenos
Aires,
donde
haba
sido
traducido
por Luis
Berisso y
Leopoldo
Da
Es
un
coetneo de
Daro
-Daro
1867,
De
Castro
en
1869-,
es
tambin
el
m s
joven
entre
los
escritores
que
luego
figurarn
en
el
volumen.Se
trata
de un
aclito
generacional,
de un
doble
con
quien
asentar
paralelismos.
De
Castro
lidera
un
renacimiento latino
el
primer
representante
de
la
raza
ibrica en
el
movimiento
intelectual
contemporneo .
Korma
parte, podemos
pensar,
de
un
frente
latino
al
cual
Daro
alude
aplicando
una
estrategia
que
le
permite
trascender
las
fronteras
nacionales
y
continentales
esgrimiendo
algo
ms
amplio, un
rea
cultural
lo
latino,
lo
ibrico),
donde
incluir su
propia
campaa.
Joo
de
Deus,
el
gran
poeta parnasiano
portugus,
haba
ao
-signado
por la
muerte
de
Verlaine
como
vimos-
y De
Castro
es
el
joven
que
le
despide
con
un
saludo
glorioso .
Podemos
suponer
que
Daro
este
gesto
una
coincidence
simetra,
heredero el
tambin de
una
estirpe
de
poetas
muertos
Mart,
Verlaine
y vocero
de
una
moderna
literatura cosmopo
lita ?
Sus
poticas
tambin
dialogan.
En
Oaristos
1890)
De
Castro propone
principios
anlogos
a los
del
programa
dariano:
libertad rtmica,
el uso del
alejandrino
con
cesura
dislocada,
el
endecaslabo
con
acentuacin
clsica,
la
restauracin
de
moldes arcaicos,
e l u so
de
formas
francesas
como el
rondel,
as
como
la
aliteracin,
las rimas
raras
y
el
vocabulario
selecto.10 De
Castro
es
como
n
espejo que
le
devuelve
la
imagen
de su
propia empresa
adelantada
slo
en
puede
leerse
como el
hallazgo
de su
propio lugar
de
enunciacin.
El
texto
produce
una
decir
dariano
y
el saber
verlainiano
Cier to
es
que el Pauvre
Llian
haba
preparado
mi
espritu
con
sus
mgicas
y
exquisitas
fiestas ).
La
crnica
se vuel
ve
no
slo
la confesin
de
la
historia
de una
lectura,
sino tambin
una escena
de
asimilacin
desglosada
y
abierta
al
pblico.
Notable
retrato
femenino
de
esta
poca
es el de
la cubana
Juana
Borrero,
excluida
de
Los raros
a
pesar
de
ser llamada
rara
en
los
primeros
prrafos
de
la
necrolgica:
Una
rara
nia,
una dulce
y
rara
nia .
Algunos rasgos
son previ
sibles,
como
el
aniamiento
de la
poeta,
marcaque
Sylvia
Molloy
observa
en
la construccin
crtica
de otra
mujer
-Del
mira Agustini-,
y que
Daro usar
en
el
Prtico dedicado
a la
uruguaya
aos
despus.
Obedece
en esto
a una con
vencin
de
representacin
femenina
pautada
por las
estticas
finiseculares
-en
particular,
la prerrafaelita-
trazando
una
hermandad
para Mara
Borrero -Leonora
y
Rowena de
Poc,
las
mujeres
ngeles
de
Dante
Gabriel
Rossetti
o Mar a
Bashkirtseff,
mentada
en
el
subttulo
de
la
crnica
como
modelo
de
la
cubana.
Pero
tambin
establece
otro
parentesco
a
partir
de l
paralelismo
entre
Casal y
Borrero,
en
virtud
del
cual
Mara
aparece
como un
doble
femenino
de
Julin
su
hermana
de
espritu),
Borrero
odia el sol
Yo
sueo
con
un
clima
extrao
donde
nunca
haya
sol ),
as
como
Casal,
tena
el impuro
amor
de
las
ciuda
des .Casal
y Borrero
son
revelados
como dos
frutos
equvocos
del trpico
pero
tambin
como
dos
cofrades
de
la renovacin
moderna.
En
Ibscn , Daro encuentra
un
hroecultural
de
una dimensin
slo
compa
rable a
Wagner
segn
la
notable
construccin
que
el siglo
XIX
hizo
del msico
alemn,
con los
ejemplos
de
Baudelaire, Mallarm
y
Nietzsche,
entre tantos
otros.
Representante
del
movimiento
de
autonoma
cultural
que
se
gesta
en
Noruega
luego
de su
desprendimiento
de
Dinamarca
despus
de
las
guerras
napolenicas,
Ibscn
recibe
los
eptetos
de hroe
moral,
regenerador
de
naciones ,
aristo ,
hroe , casi
superhombre ,
apstol ,
mrtir ,
pre
cursor de l
porvenir ,
acercando
su
imagen
a
la
de
Mart,
en la
necrolgica
que
Daro escribiera
en
1895.
La
mitologa
nrdica
-de gran
impacto
en la
obra
de
Leconte de
Lisie
y,
en
Amrica, en
Ricardo
Jaimes
Freyre y
Leopoldo
Daz-
es
un
elemento
central en
la
obra
de Ibscn.
Como
en las primeras escenas
de
Peer
Gynt,
Daro
comienza
su
artculo
construyendo
un espacio
legendario,
de
nie
ve,
brumas
y
auroras
boreales,
donde
ubicar
a
su
personaje,
visto
por
sus
con
temporneos como
un
Shakespeare
redivivo.
Tambin
reproduce un
pasaje
de
fusin
de
las
voces,
determinando
una
solidaridad
estrecha
entre
el
su
no
con-
nace en
y
es
muerto ese mismo
ve en
En
1897, Berisso
publica
su
traduccin
de
Beiktss con prlogo
de Leopoldo
Lugoncs.
R
Eugenio
De
Castro,
Oaristos
Prefacio da primeira
edicao,
Lisboa,
1890.
.
Juana
Borrero.
Una
Mara Bashkirtseff
cubana .
Nacin
Z3 de mayo
de
1896.
8.
Nacin
,
22
de
julio
de
1896.
6
6
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
4/12
e triz
Colombi
En
torno de
Los
raros
Daro
y
su
campaa
intelectual
en
Buenos
Aires
par
de
aos:
Ha
tenido
que
luchar
Eugenio
de
Castro?
Indudablemente,
s.
No
conozco
los
detalles
de
su
campa
intelectual
,
pero
no impunemente
se
llega
a
tan
justa
gloria
a
su
edad.
De
guiarnos
por
el comentario
en L a
acite
la
conferencia
constituye
un
momento
definitorio
de su
consagracin
su
justa
gloria
en
esta
capital:
Durante
los
tres
cuartos
de
hora
que
el conferenciante
suspenso
de su
palabra
al numeroso
y
selecto
auditorio,
se
lo
interrumpi
repetidas
veces
con
aplausos
y bravos
estruendosos
y al
finalizar fue
objeto
de
una
verdadera
ovacin,
blanco
de un
sinnmero de flechas
y
cuyos
golpes
acrecen
el
nmero
de
mi s
compaeros
y
soldados,
para organizar
definitivamente
la
resistencia
feuerra
tan
alegre
como una
vendimia y
tan
gloriosa
como
un a
cosecha.
Pero
habra
que condenar
alguna
vez
la inepcia,
la
petrificacin
del
antiguo profeso
rado, la
inutilidad
y
la flaqueza
de la
antigua
enseanza, la
mano
manca y
la
pata
coja
de l
Pegaso
acadmico.
El
fraseo es m s
defensivo
que
ofensivo.
Las
relaciones
cordiales
q
tiene
con
figuras
intermedias,
como
Rafael
Nezen
America
o
Campoamor
en
Espaa,
demuestran
a las
claras
esta
postura,
que
tambin
se
hace
evidente
en
la
respuesta
a
Paul
Groussac.
Recordemos,
en
este
sentido, el
prlogo
a
la
primera
edicin
de Los
raros
donde
reproduce
el
editorial
de la
Revista
de m
rica
En
este,
Daro proclama
la
existencia
de una
nueva
generacin
entregada
al culto
del
arte
por
el
arte,
que
trabaja
po r
el
enriquecimiento
de
la
lengua
castellana,
resiste
al
utilitarismo
y
sirve
a la
aristocracia
intelectual
un
en
una
tuvo
uc
man-
En
un
campo polico
Una
de
las
primeras
polmicas
en
las que
Daro se
ve
comprometido
y
que
tiene
como
escenario
a
Buenos
Aires
es entablada
con
Clar
Leopoldo
Alas),
en
1894. L a
Prensa
del 29
de
enero
de
1894
reproduce
una
nota
de este
ltimo
u
mea11
La
amenca-
.
Advierte,
tambin,
de su
propio
lmite: Mantener,
al
propio
tiempo
que
el
pensamiento
de
la
innovacin,
el
respeto
a la s
tradiciones y
la jerarqua
de los
contemporizando
la
voluntad
de
ruptura
con
la
bsqueda
de
nocimicnto
y
conciliacin. En
este
sentido,
dice
Alberto
Ghiraldo:
Pese
na
titulada
Palique,
refutada
por
Daro
en
su carta
abierta
Pro
dom
rplica
es concisa.
Defiende
su
Prtico
al
libro de
Salvador
Rueda,
En
tropel
atacado
por
Clar
,
reclama
ante
el
espaol
por
la
ignorancia
de
los
desentiende
de
las
malas
imitaciones
de
zul
y
rechaza
maestros,15
reco-
nuevos
a
su
poetas
americanos
se
su
inclusin
en
el
grupo
de
los
afrancesados
cursis.
Erente
a
otras
impugnaciones
-como
las
de
ser
dilettante
y
snob-
levanta
su condicin
de
trabajador:
Escribo
en
L a
Nacin
y en
L a
Tribuna
,
de
Buenos
Aires,
en
la
Revista
Nacional
y
en
dos
revistas
ms
extranjeras.
Niega
la
condicin
de
m s
de
una
ocasin,
acorde
a
su
iconoclastia,
a
veces ms
aparente
que
real,
Daro
conserv
siempre
miento
ecunime por
los
maestros,
fuesen
de
esta
o
aquella
escuela.14
bien
Ana
Balakian
seala que
Baudelaire no
se
enfrentaba
con
los
mayores;
el
nicaragense
quizs
siguiese
esta
tctica,
aunque
en
su
horizonte no
se
erigiese
ningn
Tefilo
Gauthier.
Un
adversario
acadmico
identificado
podra
Calixto
Oyuela,
pero
nunca
confrontar
directamente
con l.
Quizs
po r
este
motivo,
el
smil
predilecto
de
Daro para
definir
la
situacin
haya
sido la
siem
bra
antes
que
la
guerra:
...en
el
campo
intelectual
unos
cuantos
sembradores de
ideas
se
preparan
a
ofrecer
sus
productos15
Daro
es enviado
a
Crdoba
para
cubrir
las
fiestas
en
honor
a
la
Virgen
del
Rosario,
Vista
como
un
enclave
colonial,
Crdoba
es
un a
ciudad
un
acata-
Tam-
ser
jefe
de
un
movimiento,
actitud
reiterada
en
prdica
de
una
esttica
acrtica.
No
obstante,
sus
pasos
dichos
estn
lejos de
responder
al
azar
o la casualidad.
El
cruce
de
opiniones
resume
casi
todas
las
objeciones
y enfrentamientos
que
afrontar
en estos
aos,
tanto
en el
campo
externo
como interno.12
Se trata
de
una
beligerancia
un
tanto
formal
y
gestual,
ya que
si bien
Daro
toma parte
rebelde
dispuesto
a
deponer
a todos
los
severa
y
espaolsima,
una
sociedad
seria y
slida,
donde
abundan
los
templos
y
faltan
las
chimeneas:
Para
la
mayora
de
los
lectores
de L a
Nacin querra
hablar
de
fbricas
e
industrias.
La
linca
define
al
lector
tipo
de l
peridico
-moderno,
liberal,
emprendedor-
para
el
cual
estas celebraciones,
impregnadas
de olor de
ncensarios,
resultan,
cuando menos,
inquietantes.
Inquietante
es
tambin
la
de la
misma,
paralelamente,
no
es
acadmicos
encontrados
a
su
paso,
aunque
haga
alarde de
eso
mismo.
En
la
presentacin
de
xopoldo
Daz
en
El
Ateneo,
reproducida
por
L a Nacin
del
2
de octubre
de
1896,
dir:
Lder
no
soy
ni
quiero
ser
sino
como representante
del esfuerzo
americano
comn,
en
el
cual
mi
nombre
y
mi
obra
no
son sino
el
un
D-
En
la
dedicatoria
de
la
primera
edicin de
Los
raros
,
Buenos
Aires,
Tipografa
La
asconia
1896.
En
este
trabajo
seguir
la
edicin
de
Losada
Buenos
Aires,
1894).
14.
se
Alberto
Ghiraldo,
Archivo
Rubn
Daro
,
Buenos
Aires, Losada,
p.
97.
15,
En
Sensacin
de Otoo,
La
Nacin 6
de abril
de
1896.
11 La Nacin
30
de
enero
de
1894.
12. En
Dilucidaciones prlogo
a
El
canto
errante
Daro
considerar
importantes
slo
las
tres
polmicas mantenidas
con
Leopoldo
Alas
1894),
Paul Groussac
18 )
y
Max
Nordau
1903).
En
Obras
completas
Madrid, Aguilar,
1967,
pp, 691-700.
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
5/12
En
tomo
de
Los
raros
Daro
y su
campaa
intelectual
en
Rueos
Aires
e tr iz
Colombt
presencia
del
poeta
invitado
a
disertar
en
la
filial
de
El
Ateneo,
en
Crdoba
el
15 de
octubre
de
18%.
La
presentacin es
secundada po r el
poeta cordobs
Carlos
Romagosa
y
desde
Buenos
Aires
le llega
un
telegrama
de
apoyo
firmado
po r Ricardo
Jaimes
Freyre,
Luis
Bcrisso,
Leopoldo
Daz,
Eduardo
Schiaffino y
Miguel
Escalada,
ledo en el
acto.
Recita
en
esta oportunidad
un
poema
sobre
fray Mamerto
Esqui
y
dirige un
discurso
recogido
parcialmente
por
el
diario.16
E
mbito
religioso
de
la
celebracin
mariana
-recreada en
la
crnica
Sensa-
ciones
de
viaje. En
Crdoba.
La
peregrinacin
bonaerense-
le inspira
una
profesin
de fe
en la
' religin del
arte:
Para
ser
creyente
o
artistas,
hay
que
ser
creyente puro
o
artista
puro
como
io
ha
hecho
muy
bien notar Eugenio
de
Castro
en
una
conferencia
sobre
el
noble
y
religioso
poeta
Joao
de
Deus.
Cre
yente
puro,
fe
absoluta,
y
artista
puro,
arte absoluto: esta
fe
que
es
de
la
religin
y
este
amor,
que
es
el del
arte,
son
ciegos.
Pero
es
una
ceguedad
en que
resplande
cen
todas las
estrellas,
para
los
preferidos
del
arte:
los
ms ciegos
de luz
en el
camino
de
la religin se
llaman
santos;
los
ms
ciegos
de
luz
en el camino
del
arte
se
llaman
genios.
Las
reacciones
no
tardan.
Un
atenesta eleva su renuncia en
carta
pblica
reproducida
en/
Tiempo
de
Buenos
Aires. El
cruce de
opiniones
en
Crdoba es
anecdtico y
pertenece
casi al
mbito de
lo
domstico.
Pero
me
interesa sealar
que
la finta se
escenifica
en
un
peridico
de
Buenos
Aires,
como
si
Daro
promoviese
la
publicidad de
ciertos
actos,
permitiendo
que se franquee
el
epistolario -publica
las
cartas
que
le
dirige
uan
Valera-,
la
ancdota
provincia
na
-los
sucesos
en
el
Ateneo de Crdoba-
o la crtica
adversa
-la
resea de
Groussac
a
Los raros
en
La
Biblioteca
,
reproducida
por
La
Nacin
,
as como la
rplica
de
Daro,
Los
colores
del
estandarte ,
que
analizare ms
adelante.
La bibliogrfica
es
otro
lugar donde
entablar
la
controversia
esttica. En
las
tres
entregas tituladas
Menndez
y
Pelayo,
La
antologa
de
poetas
america
nos. El
tomo IV:
Chile,
Argentina, Uruguay,1
Daro
comenta esta
obra
encar
gada al fillogo
espaol
por
la
Real
Academia
Espaola
con motivo
de l
IV
Centenario
de
descubrimiento de
Amrica. Comienza por
coincidir
con
el
primer
cerebro de la Espaa
actual,
para
luego
tomar
distancia
respecto
al
modo
como
ste organiza
el mapa
de
las letras
americanas.
Su principal obje
cin
a la antologa es la
atencin
prestada
al pasado
-sobran
varios
frailes
coloniales-
en desmedro
de
la
produccin contempornea.
Al ignorar
a los
poetas
vivos,
Menndez
y
Pelayo silencia a
la
nueva generacin
de
creadores
donde
se
hubiera
podido
encontrar
algoque
llamase
la
atencin
de
los
europeos.
Evidentemente,
Daro se
resiente
de
su propia
exclusin
y
la
de
sus
seguidores
cn
este
vademcum
de
lectura
para
el
mundo
europeo,
adelantando la
pregunta
de
Lugones
frente
a
Los
raros
por quno yo
Los
joven
Amrica
Daro
apuntala
de
diversos
modos a los
nuevos,
a quienes
llama los
jo
ven
Amrica,
En
esta
direccin
se orientan
los
comentarios
sobre Almafucrte,
el
apoyo
a Luis
Bcrisso,
l bienvenida
a
Leopoldo
Lugones, la
presentacin
de
j
Leopoldo
Daz,
el
elogio
a Charles
de
Sousscns, la amistad
con
Angel
Estrada,
Miguel
Escalada,
.Alberto
Ghiraldo,
Roberto
J.
Payry
tantosotros
que se
aproxi
man
a
su
mesa en
el
Auer s Keller
oen
la
redaccin de
a
Nacin
F'ero un grupo
de
elegidos
se
distingue:
Aim
afuerte,
Ricardo
Jaimes
freyre,
LeopoldoLugones
y
Leopoldo
Daz,
a
quienes
Luis
Berisso
llama
los raros de
Amrica:
Esta es
la
influencia
de los
raros
de
Amrica,
de
esos
poetas
innovadores,
desdeados
por
la
crtica
normal'
e
ignorados
debinmenso
rebao
humano.
,H
El
Ateneo
de
Buenos Aires
se renueva
en
18% con
la
presidencia de Rafael
Obligado, quien
se propone
inocularle
nueva savia
a
la
institucin,
invitando
a
conferencistas
como Rubn
Daro,
Leopoldo
Daz,
Eduardo
Schiaffino,
Enri
que
Garca
Velloso
y
Eduardo
Holmbcrg.
Las
actividades
son
difundidas
en La
Nacin
en
un suelto
titulado En
el
Ateneo,
donde los
comentarios
y transcrip
ciones
de los
ocasionales
cronistas
presentes
en
las
veladas
permiten rescatarla
oralidad
de
las
intervenciones.
As,
a
carta
de Daro
leda
antes de la
conferen
cia
de
Leopoldo
Daz:
Desde el
momento en que
usted
despus de la
ense
anza
de
Hugo, Banville,
Verlaine,
DAnnunzio,
Swinburne
y
Eugenio
de Cas
tro,
se
adelanta
a la
quiz
por
siempre
petrificada
mtrica
espaola
e
inaugura
un
movimiento
potico
en
su
pas
con las
bases que
han
estado
en
mi
pensamiento
alentadas
en
la
Argentina
por
los
escassimos
intelectuales
italianos
y franceses
qu e
me
han ayudado, no
tendr sino clarines y
brazos
y palmas,
y
grandes voces
de
mi
lengua, y grandes
versos
de
mi
lira,
y
todo
el
corazn
y
toda
el
alma
para
el
encumbramiento
de
esa
verdad,
y
la
correspondencia de
ese
entusias
mo.1
La lectura de
La
leyenda
blanca
de
Daz
est enmarcada po r
las
palabras
de
Daro,
quien
parece
autorizar
a
un
discpulo que
se
adelanta,
concedindole
el
papel
de
inaugurado
del
movimiento
potico
en
la
16.
En
Crdoba.
La
velada
de
El
Ateneo
en
honor
a
Rubn
Daro
La Nacin
20
de
octubre
de
18 .
17.
L a
Nacin
7
y
2 de
febrero
y
de
marzo de
1896.
18.
Prosistas
y
poetas
americanos. Leopoldo Daz
vp
dt
19.
La
Nacin
,
2
de
octubre
de
18%.
9
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
6/12
En
torno
d
cLos
raros.
Daro
y
su
campaa
intelectual
en
Buenos
Aires
eatriz
folotnbi
Lo s
espacios
de sociabilidad
de los escritores,
instituciones
recientes
en
la
joven
capital,
son
apenas
una
parte
del
complejo circuito
del
arte moderno,
el cual
es imprescindible
un pblico
especialista.
As
le
recuerda
Berisso
a
Daro:
No
basta
poseer un Ateneo
y
una
Academia;
es
indispensable
un
pblico,
por
as
decir, artista,
un
pblicoque
ame la
ciencia,
la
poesa,
el
arte,
las
cosas
bellas
de l
espritu;
un
pblico
que
lea
las
estrofas
de
nuestros
bardos
inspirados,
las
pginas
de
nuestros
historiadores
concienzudos,
los
textos
cientficos
de
nuestros
hom
bres
de pensamiento
4
Ese pblico
de
aristos
al
que
alude Daro
en la
crnica
de
Nietzsche al citar
una
irona
de
Barbey
dAurevilly:
Y
Barbey
dAurevilly
deca:escribo
para
treinta
y seis
amigos
desconocidos25
es
an
una
materia
mol-
deable,
un
proyecto, un
desafo
lanzado
a
los
joven
Amrica.
Argentina
y,
al mismo
tiempo,
encuadrndolo
en sus
filas, con las bases
que
kan
estado
en
mi
pensamiento
.
Pero
Daro
estuvo
lejos de
prodigar estmulos
indiscriminados,
como
lo
de
muestra
la
apreciacin
mesurada
de
Bajo
relieves
de Daz.20
No
fue
condescen
diente
por
exclusiva
pertenencia
al
crculo,
como
es el caso
de
su reticente
prlogo
a
Fibras
deGhiraldo.
Sin
duda,
fue
ms
enftico
en
la
apreciacin
de
la
obra
de
Almafuerte,
Jaimes
Freyrc y
fundamentalmente,
Leopoldo
Lugones.
Operacin
evidente en la
crnica
de
bienvenida
de
este
ltimo a
la
capital,
Un
poeta
socialista.
Leopoldo
Lugones.21
Si su
chambergo
denuncia
su
origen
provinciano,
su poesa
lo
proyecta
ms
all
de
esos confines
geogrficos
y
cul
turales,
poeta
cordobs
ayer,
argentino
hoy,
americano
maana
y pasado ma
ana
lo
que
Dios ha de
disponer.
Daro no
slo
lo
promueve
con
su
afecto
(yo
soy su
amigo),
sino
que
tambin
lo coloca
como
puntero
del
movimiento:
Es
uno de los
modernos,
es
uno
dlos
joven
Amrica.
El
y
Ricardo
Jaimes
Freyre
son los
dos
ms fuertes
talentos
de
la
juventud
que
sigue
los
pabellones
nuevos
en
el continente.
No
obstante, Daro
seala
el
exceso,
el
impulso,
el
mpetu
de
la
poesa
lugoniana.
Todo este
plus,
seguramente,
motiv
su
exclusin
de
Los raros
.
Como
si
Lugones fuese
an
un
proyecto
que
debe
de
cantar
para
mostrar
su
mejor
faz.
Por
eso
en
Los
colores del
estandarte
es
aludido
como
el
joven
salvaje,
precursor
de
esc
escritor
futuro
anunciado
por
Lautramont.
La madurez
llegar
recin
con
Las
montaras
del
oro
celebrada
incondicionalmente
en
Lo
que encontr
en Las
montaas
del
oro .22 En
este
segundo
artculo,
Daro
presenta
a
un Lugones
sobreadjetivado,
con
un
inten
cional
crescendo
que
deja
casi
sin
aliento a
quien
lo
lee:
Inusitado,
absurdo,
cruel,
dulce,
estupendo,
prodigioso,
Leopoldo
Lugones. El
asombro
dariano
frente
a
Lugones
parece
repetir,
salvando
las
distancias, la admiracin
de
Verlaine
por
la
precocidad
de
Rimbaud.23
En
esta
resea,
Daro
entrega
el cetro
a Lu g
Llegas en
el
momento
en
que
el
suelo de
nuestra Amrica,
en
un
plato
inaudi
to, los
cuatro
puntos
cardinales
sobre
st
continente te
ofrecen
una
interroga
cin.
Amrica
toda
es como
el
cuello
de l
cisne, un
signo de
interrogacin,
un
futuro,
un
maana,
un
plato
-un
festn,
un
banquete-
dejado a
resguardo
del
joven
impetuoso.
para
Hoes
,
malditos
imaginarios
Los
raros
debe
leerse
enel
contexto
de
un
gnero
particularmente
prolfico
a
finales
de l
siglo
XIX:
las
siluetas
de
escritores.
Los ejemplos
son
mltiples,
pero
al
menos
es posible
considerar
ciertas colecciones,
como
Los
poetas
maldi-
to
(1884)
de Verlaine,
Le
livre
des masques
(18 )
de
Remy
de
CJourmont,
Vidas
imaginaras
1896)
de
Marcel
Schwob,
TheSymbolist
Movement
in
Literature
(
1
899
de
Arthur Symons26
y
en
el
mbito
hispnico,
Esquises.
Siluetas
de
escritores
y
artistas
(1892),
Literaturas
extranjeras (1895)
y
Almas
y
cerebros
1
898)
de
Gmez
Carrillo.27
El
volumen
adquiere
nuevos
sentidos a
partir
de los sistemas,
redes
y
relaciones
puestas
en juego
en
esta
serie.
La
idea de
una
reivindicacin
mltiple
gua a
Verlaine
en Los
poetas
malditos.
De
nombres
poco
conocidos
-como
Tristan
Gorbire,
Arthur
Rimbaud
o
Stphane
Mallarm-,
de
una mujer
que
deja
huellas
en
su
propia
potica
-Marceline
Dcsbor-
des-Valmore-
y
de
un
viejo escritor, Villiers
de
Lisie
de
Adam,
merecedor
de
ones:
u
24.
La
vida
literaria ,
La
Nacin 26
de
enero
de
1895,
25.
Los
raros,
Filsofos
finiseculares: Nietzsche
La
Nacin
,
2
de
abril de
1894.
26.
Ll
estudio
de
Arthur
Symons
sobre el
simbolismo
es lino
de los
primeros
en
lengua
inglesa
c
incluye
a
Nerval,
Villiers,
Rimbaud,
Verlaine,
Laforgue,
Mallarm, Huysmans y
Maeterlinck.
Daro
menciona
a
Symons
en
los
artculos
sobre Theodore Hannon y
Paul
criainc
en
Los
raros\
aos despus
escribir la
resea
de
la
traduccin de
Portraits
al
espaol
en
Arthur
Symons.
Su s
Retratos ingleses
/M
Narin
29
de setiembre
de
1907,
En
la
misma
lnea,
aunque posteriormente,
se
publicad
libro de Francisco
Contreras,
Os
wodemos Pars,
Ollendorff,
1909,
que
incluye
estampas
deCarrirc,
Verlaine,
Ibsen,
Huysmans,
Rodin,
Heredia,
J.
Lorrain y Barrs,
adems
de
un estudio
sobre
pintores
franceses.
20.
Bajo
Relieves,
Revue
Illustredu
Rio de l
a
Plata noviembre
de
895.
21.
El
Tiempo
,
1
2
de
mayo
de
1896.
22,
El
Tiempo
26
de
noviembre
de 1897.
23.
Un
da
apareci Lugones,
audaz,
joven,
fuerte
y fiero,
como
un cachorro
de
hccatnquero
que
viniera de
una
montaa
sagrada
,
dir
Daro en su
uto
y
apa
Buenos
Aires,
Eudcba,
1968,
p.
121.
71
0
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
7/12
En
torno
de Los raros
Daro
y su campaa
intelectual
en
Buenos Aires
i t n z
lombi
sitial en la Academia
Francesa.
Los
malditos son
diversos
y
no
todos
malditos
stiicto sensu
como
es
advertido por
su
autor:
A
pesar
de
que
Villiers es hoy
muy
glorioso y que
su
nombre
parte,
destinado a la
m s
profunda
resonancia,
hacia
un a
posteridad
sin
tin,
le
incluimos no
obstante
entre los
Poetas
malditos
porque
no
es lo
suficientemente glorioso en
estos tiempos
que
debieran
pies.2 1
Po r
ltimo, Verlaine
se incluye
a
s
mismo,
en
tercera
persona
como
el Pobre
Lciian . Descarga
en
este alter
ego
la
crtica
hacia
sus
propias
con-
tradicciones
-el
poeta
es,
en sus
palabras, un
campo
de
batalla
entre la
carne
y
el
espritu-
al
mismo
tiempo
que
parodia
eJ
halo
miserable
asociado
a
la
vida
de
bohemia. En
esta subjetividad
proyectada
fuera de
s
reconocemos la
ca
de
Rimbaud,
quien
es
a
su
ve z la figura
co n
mayor proyeccin
del
volumen.
El
libro
es
una
pantalla
donde
exhibir al
ms
descarriado
de los
poetas:
Arthur
Rimbaud,
Su
presencia o mejor
la
tensin
de
su
ausencia,
es
lo
que
articula a
los
malditos
.
erlaine
El
inters
del
crtico
francs
por
los
antiguos
est
presente
en
la elec
cin,
po r
parte
de
Daro,
de
Fra
Domnico
Gavalca:
Raro es
un Remy
de
Gourmont
que
resucite
y ponga
en
maravilloso
marco
las
bellezas
del
latn
mstico
de
la Edad
Media,
La s
coincidencias
preludian un
dilogo
cpie
se
intensificar
en
los aos
parisinos.11
Lo s
puntos
en
comn
invitan
a
reconsiderar
el
juicio
sobre
el
tamiz daano
-tachado
de
desparejo
inslito
y provocador-
Desde
luego,
es
necesario revi
sar
la
opinin
de
ngel
Rama,
quien
sostuvo
pi e
el
libro
aportaba
m s
esnobis
mo
que
innovacin
esttica,
m s
escndalo
que literatura:
La
serie era
de
un
exitismo
periodstico
algo
rampln que tena
que
disgustar
a
Paul
Groussac,
pues
estaba
concebida
oportunsticamente
para
el paladar
de los
lectores
.1
bien
resulta
complejo
desentraar
las
opciones
de
Daro,
su
maniobra
de
tra
duccin
de la
crtica
moderna, sus inclusiones y
exclusiones,
sera
limitado
pensar
que
todo responde al
oportunismode
un
mercado
an muy
incipiente.
Si
esta
gesticulacin
fue
leda
como sntoma
de exitismo
po r
Rama es
porque
contena
los
rasgos
llamativos
que
caracterizan
a las
vanguardias
estticas.
Su
mado
a
esto
el libro
exhibe
el
tramado
de
un
programa
en
el
que a veces
se
avanza
a
tientas,
como
adelantando
intuiciones
-no
se
conoce
todo,
de
Leaucramont
se
dice - pero
que
muestra
siempre
un a
firme apetencia
modernizado nada
errtica
y
por
cierto difcilmente
complaciente.
Por
otra
parte,
el
sistema de
Los
raros
es mucho
ms
complejo ya
que
se
funda sobre
carencias
radicales.
No
hay un
Rimbaud
para el
cual
se escriba
como
en
Verlaine,
ni una
tradicin
fuerte,
casi
a
u
tos
u Ficen
te
como la contem
plada
por Rcmy
de Gourmont.
El
resquemor
de Baudelaire
preocupado
po r
la
presentida genialidad
de Mallarm no tiene
cabida,
a
menos que
quisiramos
leer
como
celo
potico
-improbable- la
exclusin
de
Lugones del
volumen.
Slo se
cuenta
con
un
Mart-fundador
a
partir
de
quien
puede
escribirse:
u
Antes
que nadie,
Mart
hizo
admirar
el
secreto
de
las
fuentes
luminosas -
afn
de
apertura
y asimilacin.
estar
a sus
mar-
Si
Por su
parte,
Remy
de
Gourmont
en
Le
livre des
Masques
(1896)
pretende
divulgar
a los
escritores nuevos,
que
aunque
nacidos en
la
huella
del
simbolismo,
han
creado una
esttica
propia
individual, no
imitativa:
No
insinuamos de
ningn
modoque
esta floracin
se a
espontnea;
antes
de la
flor,
est la
semilla
tambin cada
de
una
flor;
estos jvenes genios
tienen
sus
padres
y
Baudelaire
Villiers
de LIsle-Adam,
Paul
Verlaine,
Stphane
Mallarm,
y
otros
maestros:
J
Por
este
motivo,
sern
fundamentales en
las
masques
las
relaciones
entre
escritores los
legados
de
padres
y maestros,
as
afinidades y
rivalidades.
As
Remy
de
Gourmont
imagina
a Baudelaire inquieto
frente
a los primeros
versos
de
Mallarm
y
a
partir
de
esta
mencin esboza
un a
teora
del
celo potico:
Antes
de
morir,
Baudelaire
ley
los
primeros
versos
de
Mallarm;
se
inquiet;
los
poetas no quieren
dejar
tras
de
s
a un
hermano
o
a
un
hijo; preferiran
solos
y que
su
genio
desapareciera
con
su
cerebro.30
Su
seleccin
tampoco
es
homognea,
intercala
viejos
y
nuevos,
conocidos
y
desconocidos, luces
y
bras,
brindando
un a
fisonoma
altisonante y
escarpada
de
las
letras
francesas.
No
aspira a la
descripcin
sistemtica
de
un
campo
y ms
que
un
panorama,
es
una
route de
lecturas,
como
la
llama su
autor. Una ruta que
se
intercepta
varias
veces
co n la
dariana:
Villiers
de LIsle
Adam,
Laurent Tailhade,
Paul
Adam -en
la
estar
y
un
gran
om-
31.
os raros op
cit
.
p.
211.
En
Opiniones
(
1
906)
Daro
recordar
que
ley
a
Re my
de
Gourmont
en
Buenos
Aires,
conocindolo
personalmente
slo
varios
aos
despus
de
fijar
su
residencia
en
Pars.
Tambin
dir que
era
uno
de
los
pocos
de l
ambiente
parisino
que
entenda
de
literatura
hispanoamericana. Recurdese
que
G ourmont
le
el
traductor al
francs
de /
glora
de
Don
Ramiro
de
Enrique
Larrcta. Le
dedicar
otra
crnica,
Rcmy
de
G ourmont
y
la
glbria
La Nacin
9
de
junio de
1910
y
un
poema
en
Hl
anuo
errante.
32
ngel
Rama
las
mscaras
democrticas
del modernismo
,
Montevideo,
Arca,
1983,
p.
93 .
33.
Los
raros
,
op
cit p.
270.
Sobre
el
tema
del legado
martiano
y
la
construccin
de
una
tradicin
en
Daro,
vase
ct
artculo
de
Susana
Zanetti,
Rubn Daro
y
el
legado
posible
en Las cenizasde
la
huella
, op
at
segunda
edicin
de
Los
raros
Lautramont,
Rachilde,
Jean
Moras,
Paul
28 .
Paul Verlaine
l os
poetas
malditos
Barcelona, Icaria,
1991,
p
1
10.
Daro
est
atento a
esta
consideracin
cuando
dice: Bien
hizo Verlaine
en
incluirle
entre
sus
poetas
mal
ditos,
en
su
artculo
sobre
Villiers
en I
os raros
op
cit
p.
97,
29,
Rcmy
de
Gourmont
/
e
livre
des Masques
Pars,
So cit d u
Mcrcurc
tic France
1989,
3
Mallarm
op
cit
la
traduccin
es
ma .
L
2
7
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
8/12
En
torno
de
Los
raros
. Daro
y su
campaa
intelectual en
uenos res
Beatriz Co lamb
por
Schwob,
pueden
ser
aplicados
al bigrafo
Daro,
quien
no
duda
en
incorpo
rar
personalidades
de
raigambre
tan
diversa,
tocados casi
siempre por
alguna
singularidad:
Bloy, el
verdugo 5;
Villiers,
el
monarca rate ;
Lautramont,
el
Pero,
paralelamente,
gravita
en estas semblanzas
el peso de
otra
ComoAnatole
France,
Daro
sabe que
al
retratar a
otros,
se
retrata
a
s
mismo.
En
las
crnicas
literarias de Anatole
France aparecidas
en
Les
Temps
de
Pars
entre
1886-1893
y
publicadas
en
La Vie
Litteraire
(
1
893),
es decir,
muy prximas
tambin
a la
escritura y
publicacin de
Los raros
leemos:
Para
ser
franco,
el
crtico
deber
decir:
Seores,
les
hablar
de m a
propsito
de Shakespeare,
a
propsitode
Racine,
o de Pascal o
de Goethe*
Es
una
ocasin
bastante buena*34
El postuladoes
una
hiprbole
del
subjetivismo
y carcter
asisecmtico
del
dis
curso
crtico
impresionista,
pero
permite
reforzar
la hiptesis.
Daro
no
se
inclu
ye en un
captulo
autnomo
de
Los
raros
como Verlaine lo
hiciera
en
Los
poetas
malditos
,
pero
disemina su
propio
proyecto
en
cada una
de las
siluetas
convoca
das,
y
esto
contribuye
tambin a su
coherencia
interna.35
Para
Borges
las
omisiones,
caprichos y
arbitrariedades presiden el
arte
de
la
biografa.
Para
ejemplificarlo,
plantea un a falacia.
Narrar
las distintas
vidas de
un mismo
hombre,
la
historia
de
sus sueos,
de
sus
rganos,
de
sus
errores,
de
su
comercio
con la
noche
y
con
las
auroras. La
exageracin de
est
propuesta
-tomada de
Carlyle-
no
es
impropia
para pensar
las
pequeas
biografas
conte
nidas en
Los raros. Daro
sigue
una
marca
particular,
un
gesto,
y a partir
de ese
elemento,
reiterado
y
amplificado,
construye
sus siluetas*
En otro
libro coetneo,
Vidas
imaginarias,
Marcel
Schwob
redefine el arte de
la
biografa
en
el fin de siglo* Sostiene,
contra
la mirada
clsica,
historicista
o
heroica de
raigambre
romntica,
que
las
ideas
de
los
grandes hombres
son
el
patrimonio
comn
de la
humanidad,
mientras lo nico que
cada cual
posee
son
sus
propias extravagancia s .
De
internarse
en el
arte en
que sobresalieron
Boswell
y Aubrey, sin
duda
no habra que
describir minuciosamente al
ms grande
de
su
poca, o
sealar los ms clebres
de l pasado,
sino narrar
con igual
preocupacin
las
existencias
nicas de
los
hombres, ya hayan
sido
divinos,
mediocres
o
crimi
nales.36
As,
una de esas
vidas
imaginarias
-la de
Ceceo
Angioleri,
el
poeta
rencoroso
y
doble
bizarro
de Dante
Alighieri-
puede
pensarse
como
una
res
puesta
estrafalaria a la figura
del
poeta
como
hroe,
profeta y
vate,
surgida
de la
pluma
de
Carlyle.37
Extravagancia
y
heterogeneidad, dos
principios
sostenidos
poseso
tradicin
biogrfica
-la
heroica-
que
se remonta,
como
es
evidente,
a
Herosmos
de
Carlyle,
a
Hombres
representativos
de
Emerson y, en Amrica
Latina,
a
las
numerosas
imgenes
de
este cuo
divulgadas
en las
crnicas
de
Jos
Mart*
Entonces,
el
libro
da
acogida
a dos
tipos
de
re la tos : e l extravagante, a
lo
Schwob,
o
el
heroico, a
lo Carlyle*
Daro
elige
una
u
otra variante.
En
algunos
retratos
prima
el segundo
modelo,
entonces se cuenta
la historia enaltecida
de
un
sujeto
frente al mundo.
Edgar Allan I *oe:
un Ariel en
ia
isla
de
Calibanes*
Ibsen:
un hroe
cultural
nrdico. Mart:
un
sealado
que
sigue
la
estrella
soli
taria
de la
Isla.
Imagen
esta
ltima
coincidente
con la de
Carlyle
para
Dante,
exiliado
de su
Florencia:
Se
tu
segu
tua
Stella,
eso pudodecirse
el
Iroe en su
sacrificio, en su extremada
necesidad:
sigue tu estrella
y
no
dejars
de
llegar a
un
glorioso
puerto.39
En
otros
casos,
en
cambio,
la
narracin
se articula en
torno
a
una extravagancia
con marcas muy
ligadas
a la bohemia: la
riqueza,
la
morbo
sidad,
la pobreza,
el
derroche,
la
enfermedad,
lodos estos
tpicos pueden
pen
sarse como temas derivados
del
axioma
de Henri
Murger en Escenasde
la
vida
bohemia: La
bohemia
es el
aprendizaje
de
la
vida
artstica.
Es la antesala de la
Academia,
del
Hospital o
de
la
Morgue.**
Claro
que Daro confiere
un
uso
muy
particular
a
estos
materiales,
bordeando
la parodia,
como
lo hace
Verlaine
con el
pobre
LeliarT. El
imaginario
de la bohemia
en
Daro
es transformado
con la irona
y el patetismo
declamatorio,
como en
El
rey burgus y en otros
cuentos
de
Azul
Los
ejemplos
son
mltiples,
pero uno
de los
ms
representativos
es
Villiers.
Daro acude a
todo
un caudal
de
ancdotas,
sueltos
de
prensa y
rumores en torno
al
aristcrata
pobre,
para
hacer de
l un s er
tan extraordinario
como
excntrico*
38. En la primera
edicin
todos
los
autores,
con
excepcin
de Lccontc de
Lisie, llevan
una
leyenda, suprimida
en
la
segunda y
en las
posteriores.
A
los
efectosde
esta
lectura,
vale
la pena redordarlas:
Pauvre Lelian
Paul
Verlaine),
El rey
Villiers),
El
verdugo
Len
Bloy) , E l turanio
Jean
Richepin), Apolonida
Jean
Morcas),
La
Anticristesa
Rachildc),
Historia
Teodoro
annon),
El
endemoniado
Lautramont),
La
encarna
cin de
Bonhomct
Max
Nordeau),
La
leyenda
del
guila
George
dEsparbcs),
Una
vctima Augusto
de
Armas),
Lirios y
ilechas
Tailhadc),
Hacia
atrs
Era
Domenico
Cavalca),
Voces de
los violines
Edouard
Dubus),
Fragmento
de
un
libro
futuro
Poc),
Auroras boreales
Ibscn),
En
America
Mart)
y
En Lusitania
(Eugenio
de
Castro).
39. Thomas Carlyle,
l
hroes,
op.
at
p.
83.
4
Henri
Murger,
Escenas
de
la vida
bohemia
(
Scenes de
la
vie
de
bohme),
Buenos
ires
Sopea, 1945.
34.
Anatole
Trance,
La
Vie
Litteraire, Pars,
Calmann-Levy Editcurs,
1893, p.
XIX.
35,
El
libro puede
ser
ledo
como una bsqueda
de
referentes
para
armar en
retazos
propia
persona,
su
autoimagen,
para retomar
las
palabras
de
Sylvia
Molloy. En
Con
ciencia
de l pblico
y
conciencia del
yo
en el
primer
Daro ,
en Revista
bero meric n
,
n
108-109,
jul.-dic.,
1979.
36.
Marccl
Schwob,
Vidas
imaginarias, Buenos
Aires,
Brjula,
1967,
p.
17
la
bastardilla
es
ma)*
37,
bomas
Carlyle, El
hroe
como
poeta.
Dante;
Shakespeare,
en
Los
hroes,
Bue
nos
Aires,
Jackson,
1949,
pp.
73-105.
su
i
5
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
9/12
eatriz
C
ohm hi
En
torno
Los
raros Daro y
su
campaa
intelectual
en
Buenos
Aires
As
se
detiene
en
la falsa
noticia aparecida
en
la prensa francesa,
respecto
a
la
postulacin
de
Villiers po r
parte
de
Napolen
III
para
ocupar el
trono
vacante
de
Grecia,
o
en las poses
del
bohemio
que
$c
pona
los
pantalones
de
su
primo
y tomaba
por
todo alimento
diario
una
taza
de
caldo .
Comparativamente*
la
construccin
de
Villiers hecha
por
Daro
recae
mucho
m s
sobre
estos
materia
les
-vecinos
al
fa i t
divers que
las versiones
tic
Verlaine,
Remy
de
Gourmont,
Arthur
Symons* Gmez
Carrilloo
Gmez de la
Serna.
Daro
pasa
de uno
a otro
regisrro,
colocando
en tensin ci
conjunto
de
por
s
heterogneo
de sus
raros,
contrapuestos
como
seres de
ficcin
que
obedecen a
diversos modos
de
ser narrados.Sus
criaturas habitan distintas
esferas
o
estratos,
como
podemos
inferir
de
un
pasaje
de
una
crnica
dedicada
a
Giovanni
Rutting
el
escritor
talo-ingles: En
el
palacio
de a Gloria
del
pensamiento
y
del
arte,
hay
una inmensa
muchedumbre de
elegidos,
pero
cada cual
guarda
su propio rango.
Habitan
all
seres
de distintos
aspectos
y de distintas tallas.
Hay emperadores
comoShakespeare,
como
Dante,
como
Hugo;
reyes
comoVirgilio,
como
Milton,
como
Goethe;
prncipes
como
Gaviticr
Hay
colosos,
hay
enanos, hay
bufones,
hav
locos,
hav
criminales,
y
seres cuyo
smbolo
es
un
corazn 4
La
cita
vuelve
sobre
un
panten
literario
concebido
como un
espacio escalonado
pero al mismo
tiempo
lbil,
que
pone
una
vez ms
en
evidencia
el
mismo
criterio de
Los
raros
,
esc
impulso
de
revisar
no
slo
las jerarquas
y
figuraciones, sino tambin
el modo
como stas
se construyen. La
mencin
de
los
colosos, enanos
bufones,
locos o
criminales nos
lleva
a los
divinos,
mediocres
y
criminales1' de Marcel
Schwob.
[
serie de
Daro
adapta
al mbito
hispnico
la
biografa
de seres
imaginarios
anticipando
los
Retratos
reales e imaganos
(1920)
de Alfonso Reyes y, en
la tie-
cin,
H istoria universal de
la
i n famia
(1935)
de
Jorge
Luis
Borges.
Slo en
algunos
de
estos
artculos,
como el dedicado
a
Jean
Morcas,
elige
un
registro
realista .
Si Daro insiste
en el
carcter imaginario
de sus perfiles,
Gmez
Carrillo,
en cambio,
apunta
a
la
precisin.
Dos
libros
de
Gmez Carrillo
de esta poca
responden a
este
principio:
Literaturas
extranjeras
(1895)
y
Almas
y
cerebros
1
898)
42
La
mayora
de
las
notas son
producto
de una
entrevista;
de
hecho,
las reunidas
en Almas
y cerebros
se
titulan
Visita
a...
-donde tras la
descripcin
fsica
del
personaje
y
su
entorno, gabinete
o enano
de
trabajo, sigue una
interview
o in terrogatorio
psicolgico
matizado
con consideraciones
y
observaciones del
cro
nista. La
pretendida
objetividad
se refuerza con
notas
al
pie,
que
confirman la
fidelidad a las
palabras vertidas por
el
entrevistado.
En
esto
reside el
resorte de su
xito: la
presencia
conspicua
de
un
sujeto
extranjero
capaz
de
husmear en
las
intimidades
parisienses
como un
espa
en
busca de
evidencias.
Los Raros:
recepcin
crica
La
primera
edicin
de
M S
raros
lleva una carta-dedicatoria de
Daro
a ngel
Estrada y
Miguel
Escalada,
los dos integrantesde
la hermandad
modernista res
ponsables del
rescate de
la serie
en el
bosque espeso
de L a
Nacin Las
crnicas salen
del
espacio
de
la gran produccin
cultural
-el
peridico-,
para
pasar
al de
libro dla
vanguardia
artstica,
realizando as un
doble
trnsito en el
campo que
se
est
conformando
en estos
aos. Este
pasaje no
es
insignificante:
habla
de
la insercin de
una
esttica
que preservando
su aristocracia
intelectual
no
pierde
de
vista
la necesidad
de alentar
un
publico
diversificado
para
su
propuesta.
El
libro tiene
varios
preanuncios.Desde el
copete Los raros
que,
organizando
una
coleccin,
aparece
primero
en
el
destinado
a
Nietzsche,
un
alma de
eleccin,
un
solitario,
un
estilista,
un
raro
,
dejado
luego
de
lado,
hasta
la publicacin
de
Frontispicio
del libro Losraros
que
corre la misma suerte.4*
La
columna
anuncia
el
libro
y el libro
conserva,
con
pocas modificaciones,
la
inmediatez
de la
columna
producida
en el
fragor de
la noticia.
Quizs
por haber
nacido
en la
espesura
de
su
bosque,
el
libro
encuentra en
La
Nacin
un
particular
espaciode
promocin.
La
resea de Luis
Bcrisso de l 16 de
octubre de 1896 seala,
en
primer
lugar,
la
resolucin grfica
de la
tapa,
que
reproduce
una
obra de Eduardo
Schiaffino
titulada Decapitacin
de
Daro ,
una
tentativa
simbolista consistente
en
una
xilografa
de
la
cabeza del
autor.44
Si
bien
no es
aludida
directamente
en la
not
la
tipografa
aporta
su
cuota de
extraeza.
Junto
al
dihujo
aparece
el ttuloen
disposicin vertical
y el
43,
Los
Raros.
Filsofos
finiseculares.
Nietzsche.
Multatuli
op.rit
K
frontispicio
fue publicado
en
la
Rez>ue
Mustn t du
Rio de
la
Plata
,
noviembre
de
1895.
44,
IM
Nacin
,
16
de
octubre
de
1896,
Sobre la
fecunda
relacin entre
Rubn Daro
y
Eduardo
Schiaffino vase
el
trabajo de Laura
Maloserri
Costa,
Schiaf fino,
Daro
y el
proyecto
modernista ,
donde
sostiene: La presencia tic Rubn Daro
en
Buenos
Aires entre
1893
y
898 sell
una
suerte de
alianza
modernista
entre
el
poeta
y
el ncleo
de pintores
del
Ateneo, y
en particular
con
Eduardo
Schiaffino .
En Los
primeros
modernos
Arte
sociedad
en
Buenos
Aires
fines
del
siglo
XIX
Buenos
Aires,
Fondo
de
Cultura
Econmica, 2001, p.
414.
41.
Giovanni
Ruffini*',
en La
Nacin
6
de
octubre
de
1898.
4
Enrique
Gmez
Carrillo,
literaturas
extranjeras
estudios
cosmopolitas
Pars,
Gamier,
1895,
y
Almas
y
cerebros
Pars,
Gamier,
1898,
En
Literaturas
xtr nj r s
incluye a Gerhart
Hauptmann,
Swinburne, Walt
Whitman,
Mara
BashkirtsetT,
Alejandro
Pouchkine,
Villiers
de llsle-Adam,
Ibsen,
D'Annunzio,
En
Almas
y
cerebros a
Jean
Lorrain,
J.
K.
Huysmans,
Oscar
Wilde, Alfonso
Daudet,
Paul
Verlaine,
Emilio
/ola,
Jules
Bois,
Francois
Coppe,
Max
Nordau,
Armand
Silvestre, Augusto
Strindberg
77
-
7/26/2019 Artculo - Colombi - En Torno a Los Raros. Daro y Su Campaa Intelectual en Buenos Aires
10/12
Beatriz
Colombi
En
torno de
Los
raros
Daro
y
su campaa
intelectual
en
Buenos
Aires
nombre
de
Daro en
una
rbrica
que
sobrepone la R
y
la
D en
desparejas
volutas
haciendo
evidente
en la
portada
la
esttica del
cartel. La
resea
es
notable
mente
defensiva podra
decirse
que
funciona como
vitrina
de promocin
pero
tambin
como escudo
de
las
crticas
ya
que
cierra con
un
pronunciamiento
sobre
su
indiscutible
solidez:
Los raros
resisten
la
estocada
a fondo
de l
verdadero
crtico
y
la gracia
cursi
de
los discpulos
de
Valbuena;
el
golpe de
maza
del
demoledor y
la patada
burda del
Pegaso
acadmico.
Berisso
informa,
a
su
vez
de
la prxima
aparicin de l
trabajo de
Miguel
Escalada
sobre
la vida
y obra
de
Daro, publicado
e l 2 9 de
octubre de
ese
ao. En
esta
nota
Escalada
muestra
al visitante
a
la
vanguardia
de los
cruzados
del rte
nuevo
en
Amrica
recorriendo su
obra
desde Abrojos
Azul
\
Prosas
profanas el
volumen
recin
aparece a
comienzos
de
1897
para
concluir
con
Los
raros
Escalada
revisa
la significacin
de
ttulo
y
encuentra ajustada
la
acepcin de raro
po r
extravagante los
que salen de la
rbita; seala
igual
mente
el
carcter
heterclito
de l
conjunto:
no
todos son
individuos
de la
misma familia.
Doble
desvo: como
individuos y como
clan.
Al
leer
lo
desor i
tado como
virtud
Escalada
se
acerca
a
la perspectiva que
sealamos
antes como
propia de
la
concepcin
biogr
fico-crtica de
Schwob.4S
En E l
movimiento
literario. Fenmeno
raro
originado
por
Los raros del
6 de
noviembre
PaulCorr registra
dos
hechos
que revisten un
carcter
de
excepcin.
El
haber
agotado la
edicin
en pocos
das
y el
gnero mismo del
libro
que
no
se
parece
en
nada a lo
que
de
ve z
en cuando
se
sude publicar
por
aqu.
La
observa
cin de
Corr
lleva
a
restituir
el horizonte
de
la crtica
en
la
poca,
conformado por
nombres comoel
de Paul
Groussac,
Martn
Garca
Mrou,
Santiago
Estrada
o Mi
guel
Ca. El
subtitulado
del artculo
juega con
la excepcin,
con
el caso
dado
su
xito de
ventas
en
un
exiguo
mercadocultural.
Innovacin y
onsenso
do s
movi
mientos
que
parecen
incompatibles,