argentina sojera

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La Argentina sojera Por Susana Gallardo Centro de Divulgacion Cientifica, UBA “Se piensa que el glifosato es inocuo y que se degrada fácilmente, por ello se emplea mucha más cantidad que la necesaria”, señala la doctora Haydée Pizarro, docente e investigadora de la FCEyN-UBA y del Conicet. Un efecto indeseado de la aplicación en exceso es que se están generando malezas resistentes, lo que lleva a los fabricantes a desarrollar formulaciones cada vez más potentes. Si bien lo aconsejable, según el INTA, es emplear un litro del formulado por hectárea, “los productores confiesan que vierten entre 10 y 14 litros por hectárea”, según informa Pizarro. El formulado comercial (Round up, la marca registrada de la empresa Monsanto) contiene 48 por ciento del principio activo, y el resto, un compuesto que facilita la entrada del producto a la planta. En particular, se emplea uno que se conoce como POEA, que, según algunos estudios, puede ser más tóxico que el glifosato. La doctora Pizarro, junto con el doctor Horacio Zagarese del Instituto Tecnológico de Chascomús (Intech) y el doctor Carlos Bonetto, del Instituto de Limnología de La Plata, determinaron que, en los cuerpos de agua, el glifosato produce una modificación de la comunidad de algas, ya que elimina a algunas de ellas, hace que otras aumenten y, además, se produce un incremento de fósforo en el agua, compuesto que forma parte de la propia molécula del glifosato. Los resultados acaban de publicarse en Ecotoxicology. “La adición del formulado genera cambios significativos en la estructura y el funcionamiento de las comunidades de algas”, señala Pizarro, y destaca: “Tanto el fitoplancton como el perifiton conforman la base de la trama alimentaria acuática y, si hay alteraciones en estas comunidades, se generan efectos en los demás componentes del ecosistema, por ejemplo los peces”. El perifíton designa a aquellos organismos muy pequeños que se adhieren a las paredes o a otros sustratos presentes en los cuerpos de agua. ALGAS RESISTENTES Los experimentos fueron realizados en un predio del Intech, en Chascomús, en diez piletas construidas especialmente, de 25 metros cuadrados de superficie, que semejaban lagunas. En cinco de esas piletas, los investigadores inocularon el formulado Round up para tener en el agua 8 miligramos de glifosato por litro, cantidad comparable con la que puede recibir una laguna en un ambiente natural, rodeado por cultivos, y adonde el viento puede transportar el herbicida desde las avionetas o los tractores que fumigan.

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EL GLIFOSATO EN LAS LAGUNAS PAMPEANAS En el 2007 se emplearon, en la Argentina, 162 millones de kilos de glifosato, según un informe del Conicet. Este herbicida de amplio espectro no sólo se aplica en los cultivos de soja transgénica, sino que el mayor porcentaje se utiliza en lo que se denomina barbecho químico, con el fin de preparar el suelo para la siembra, evitando levantar los rastrojos de la cosecha anterior. Aquí, una versión sobre el glifosato, que contribuye a la polémica sobre el tema en nuestro país.

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La Argentina sojera Por Susana Gallardo

Centro de Divulgacion Cientifica, UBA

“Se piensa que el glifosato es inocuo y que se degrada fácilmente, por ello se emplea mucha

más cantidad que la necesaria”, señala la doctora Haydée Pizarro, docente e investigadora de

la FCEyN-UBA y del Conicet. Un efecto indeseado de la aplicación en exceso es que se están

generando malezas resistentes, lo que lleva a los fabricantes a desarrollar formulaciones cada

vez más potentes.

Si bien lo aconsejable, según el INTA, es emplear un litro del formulado por hectárea, “los

productores confiesan que vierten entre 10 y 14 litros por hectárea”, según informa Pizarro. El

formulado comercial (Round up, la marca registrada de la empresa Monsanto) contiene 48 por

ciento del principio activo, y el resto, un compuesto que facilita la entrada del producto a la

planta. En particular, se emplea uno que se conoce como POEA, que, según algunos estudios,

puede ser más tóxico que el glifosato.

La doctora Pizarro, junto con el doctor Horacio Zagarese del Instituto Tecnológico de

Chascomús (Intech) y el doctor Carlos Bonetto, del Instituto de Limnología de La Plata,

determinaron que, en los cuerpos de agua, el glifosato produce una modificación de la

comunidad de algas, ya que elimina a algunas de ellas, hace que otras aumenten y, además,

se produce un incremento de fósforo en el agua, compuesto que forma parte de la propia

molécula del glifosato. Los resultados acaban de publicarse en Ecotoxicology.

“La adición del formulado genera cambios significativos en la estructura y el funcionamiento de

las comunidades de algas”, señala Pizarro, y destaca: “Tanto el fitoplancton como el perifiton

conforman la base de la trama alimentaria acuática y, si hay alteraciones en estas

comunidades, se generan efectos en los demás componentes del ecosistema, por ejemplo los

peces”. El perifíton designa a aquellos organismos muy pequeños que se adhieren a las

paredes o a otros sustratos presentes en los cuerpos de agua.

ALGAS RESISTENTES

Los experimentos fueron realizados en un predio del Intech, en Chascomús, en diez piletas

construidas especialmente, de 25 metros cuadrados de superficie, que semejaban lagunas.

En cinco de esas piletas, los investigadores inocularon el formulado Round up para tener en el

agua 8 miligramos de glifosato por litro, cantidad comparable con la que puede recibir una

laguna en un ambiente natural, rodeado por cultivos, y adonde el viento puede transportar el

herbicida desde las avionetas o los tractores que fumigan.

Al cabo de once días, los investigadores observaron que el herbicida en cuestión producía una

gran mortandad de ciertas algas, pero un grupo en particular, las cianobacterias, hicieron frente

al embate del herbicida. Estas últimas son resistentes a situaciones extremas, por ejemplo

temperaturas muy altas o muy bajas, o falta de agua. De hecho, se las encuentra en los

desiertos, así como en la Antártida.

Terminado el experimento, las piletas fueron vaciadas, pero en el fondo quedó el sedimento

que se había formado. Al tiempo, los investigadores volvieron a llenar las piletas con agua

limpia, con el fin de realizar un nuevo experimento. Pero, al cabo de unos meses, hallaron que

en cinco de ellas el agua estaba turbia. Se habían puesto turbias, precisamente, las que habían

recibido la aplicación de glifosato el año anterior.

“Fue un efecto impensado. El glifosato, con una sola inoculación un año atrás, se había unido a

compuestos del suelo y, a largo plazo, había provocado la turbidez del agua”, destacó Pizarro.

LAS AGUAS BAJAN TURBIAS

“La turbidez del agua en las piletas se relaciona con una gran proliferación de algas debido al

efecto a largo plazo del glifosato”, subrayó Pizarro. El herbicida contribuyó a aumentar la

presencia de fósforo, que acelera el proceso de eutrofización, es decir, el aumento de materia

orgánica en el agua. Este es un problema que afecta a las lagunas de la provincia de Buenos

Aires y ello se debe, sobre todo, a la actividad agrícola.

“La gran mayoría de las lagunas pampeanas se encuentra hoy en un estado más turbio que el

original. La eutrofización en ellas se ha incrementado en los últimos veinte años debido a la

intensificación de la agricultura, que trajo aparejadas elevadas tasas de fertilización. Los

excedentes de nutrientes terminan en los cuerpos de agua de la región e incrementan aún más

su grado trófico”, explica el doctor Armando Resella, docente en la Facultad de Agronomía de

la UBA, quien participó en un trabajo de relevamiento y estudio de las lagunas pampeanas.

“SE PIENSA QUE EL GLIFOSATO ES INOCUO Y QUE

SE DEGRADA FACILMENTE, POR ELLO SE EMPLEA

MUCHA MAS CANTIDAD QUE LA NECESARIA.”

A medida que una laguna se carga de nutrientes pasa por diferentes etapas, en que varía tanto

la flora como la población de peces. “Si la carga de nutrientes y materia orgánica es muy

elevada, la laguna puede pasar a un estado hipertrófico, en donde las condiciones ya no son

viables para la continuidad de peces como el pejerrey. En estos cuerpos de agua sumamente

turbios, con fondos sin oxígeno y de olor desagradable, son más frecuentes las floraciones de

algas potencialmente tóxicas”, señala Rennella.

El nivel de eutrofización se vincula, por lo general, al uso de la tierra en la cuenca de drenaje

de la laguna. “A mayor intensidad de uso de la tierra (urbanización, agricultura intensiva,

ganadería en feed lot), mayor carga de nutrientes en el cuerpo de agua y por lo tanto mayor

desarrollo del fitoplancton y mayor turbidez. Las causas principales son los fertilizantes

utilizados en la agricultura y las descargas de desechos urbanos pobremente tratados”, recalca

el investigador.

Cuando un cuerpo de agua se vuelve turbio y eutrófico, pueden aparecer algas nocivas para el

hombre, como la Microcistis aeruginosa, una cianobacteria, que es tóxica para el hombre y los

animales, y afecta principalmente al hígado. Esa alga no sólo resiste el efecto del herbicida,

sino que, además, lo emplea como nutriente, por su alto contenido en fósforo.

“En nuestro trabajo el problema era el herbicida”, dijo Pizarro. Luego de haber observado que

cinco de las piletas estaban turbias, los investigadores realizaron otro experimento, y agregaron

glifosato a cinco de las piletas al azar, ya fueran turbias o claras. Luego colocaron distintos

sustratos para que las poblaciones de algas se adhirieran a ellos. Y los retiraron a diferentes

lapsos: a los 8, a los 14, a los 28 y a los 42 días. “Vimos que había una gran mortandad de

varias especies de algas, principalmente diatomeas, mientras que a las otras algas, las

cianobacterias, este herbicida no las había afectado. Donde no pusimos herbicida, las

diatomeas crecieron.”

MAS ESTUDIOS

Ahora, los investigadores están trabajando con otro equipo de investigación de la FCEyN para

determinar por qué se produce la mortandad de algas, y si la toxicidad proviene del principio

activo del glifosato, del aditivo o de la mezcla de ambos.

Lo cierto es que los resultados obtenidos ponen en evidencia el efecto que el uso

indiscriminado del glifosato puede tener sobre la calidad de las lagunas, que son fuente de

agua dulce para el hombre, así como sobre la vida de los organismos que allí habitan y que se

encuentran en la base de la cadena alimentaria.