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Association Internationale d’Archéologie de la Caraïbe International Association for Caribbean Archaeology Asociación Internacional de Arqueología del Caribe 156 Archéologie Précolombienne-Session générale Pre-Columbian Archeology-General session Arqueología precolombina-sessíon general 05 Session - Sessíon Sommaire • Contents • Contenidos

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Archéologie Précolombienne-Session générale

Pre-Columbian Archeology-General session

Arqueología precolombina-sessíon general

05Session - Sessíon

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Resumen Los materiales arqueológicos representativos de nuestras culturas indígenas antillanas, constituyen testimonio suficiente para que se consideren organizaciones socioeconómicas inde-pendientes, resultado de sus acciones migratorias y de sus relaciones con otras culturas. En nuestro caso, las primeras migraciones de tradición arcaica no desaparecen, se transforman en agroalfareros al establecer contacto con las migraciones agroalfareras suramericanas. Este nuevo desarrollo cultural de las diversas sociedades arcaicas antillanas, florece en múltiples y singulares expresiones culturales, que ha dificultado obtener una clara visión cultural evolutiva de estas sociedades.Para aclarar estos desarrollos culturales y exponer estos conceptos presentamos un nuevo esquema cultural-cronológico, en el cual presentamos el Formativo Antillano; siendo los Agroalfareros I y II a las primeras migraciones agroalfareras suramericanas y los Agroalfareros III y IV al resultado cultural de esas interrelaciones con los arcaicos antillanos. Abstract The archaeological materials representative of our indigenous Antillean cultures constitute ample testimony to consider them independent socioeconomic organizations, as a result of migratory events and their relations with other cultures. In our case, populations composed of the first migrations of archaic tradition do not disappear, but do transform into agro-ceramic cultures by way of contact with the new migrations of agro-ceramic cultures of South American origin. The cultural development of the diverse Antillean archaic cultures, flourished in multiple cultural expressions, which in turn, have become difficult to establish a clear cultural evolution of these societies.To clarify these cultural developments we have developed a new cultural and chronological scheme, which we present as the Antillean Formative; where the Agroceramic I and II represent the South American migrations and the Agroceramic III and IV are the result of the cultural interrelations with the archaic populations

Résumé Les matériaux archéologiques représentatifs de nos cultures indigènes antillaises, constituent un témoignage suffisant pour qu’ils se considèrent des organisations socioéconomiques indépendantes, résultat de ses actions migratoires et de ses relations avec d’autres cultures. Dans notre cas, les premières migrations de tradition archaïques ne disparaissent pas, elles se transforment en agro-céramiques sud-américaines. Ce nouveau développent culturel des diverses sociétés archaïques antillaises prospèrent en expressions culturelles multiples et singulières qui a difficulté une vision évolutive claire de ces sociétés.Pour éclaircir ces développements culturels et exposer ces concepts, nous présentons un nouveau schème culturel-chronologique, dans lequel nous présentons l’Antillais Formatif, étant les Agro céramiques I et II aux premières migrations agro céramiques sur américaines et les Agro céramiques III et IV au résultat culturel de ces interrelations avec les archaïques antillais.

Importancia del Formativo Antillano

en la Arqueología Actual

Luis A. CHANLATTE BAIK -

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Actes du 24e congrès de l’AIAC - 2011 Luis A. Chanlatte Baik

Primeros Esquemas Culturales

En el 1940, el arqueólogo norteamericano Froelich Rainey, presenta el primer esquema cultural prehistórico para las Antillas, basándose en las diferencias faunística observadas en la dieta indígena. Así determinó dos culturas; la cultura de la concha y la cultura del cangrejo. (Rainey 1940).En el 1952 el arqueólogo Irving Rouse de la Universidad de Yale, desarrolla un esquema de tiempo y espacio, esta vez apoyándose en las diferentes tipológicas de la cerámica indígena, estableciendo una serie de estilos y desarrollos culturales. (Rouse, 1952; 1964). Según este esquema, los arcaicos fueron desplazados de las Antillas Menores, Puerto Rico, Jamaica, y La Española por la migración Saladoide, quedando algunos reductos en el occidente de Cuba y en la península sur de Haití.También presenta a la cultura Saladoide como la única migración agroalfarera que arribó a las Antillas y sugiere una evolución unilineal como explicación al desarrollo cultural en las islas. También establece que todas las demás fases agroalfareras antillanas posteriores, tienen su origen en la cultura y población Saladoide. Estas fases intermedias Saladoides, las describe como degenerativas, debido a lo pobre de su manifestación material. Explica ese cambio notable en la posterior producción material Saladoide, como resultado del paso del tiempo y de su alejamiento del continente.Los Taínos son considerados como la fase final de la evolución Saladoide en las Antillas. Rouse presenta la cultura Taína como un resurgir o florecimiento, después de finalmente haberse adaptado a las difíciles condiciones geográficas antillanas. (Rouse, 1952, 1992).Así quedó el panorama cultural para la arqueología de las Antillas, hasta el año 1977, fecha en que los arqueólogos del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Etnológica de la Universidad de Puerto Rico, descubren en el sitio La Hueca de la isla de Vieques,

una nueva cultura cerámica, desconocida hasta ese momento en las islas caribeñas, a la cual denominaron cultura La Hueca, para honrar el sitio de su descubrimiento. Este nuevo ingrediente cultural, aportó suficiente material para desarrollar un nuevo esquema cultural, esta vez apoyados en dos migraciones agroceramistas tempranas, procedentes de Suramérica. (Chanlatte, 1981).

El Nuevo Esquema

Para explicar gráficamente el proceso evolutivo y la influencia que las dos primeras migraciones agroalfareras ejercieron en los grupos arcaicos antillanos, estructuramos un nuevo esquema respaldado por nuestras recientes experiencias arqueológicas. En este esquema presentamos el proceso evolutivo que experimenta la población arcaica y como posteriormente se desarrolla una nueva etapa cultural con diversidad de expresiones en cada una de las islas antillanas. A este proceso netamente antillano lo denominamos Formativo Antillano. (Chanlatte, 1981, 1984).Este esquema está dividido en dos grandes periodos: Periodo Arcaico, que cubre un espacio temporal desde 6,000 años Antes de Cristo al 460 Después de Cristo. Le sigue el Periodo Agroalfarero que transcurre del 500 Antes de Cristo al 1492 de la Era Cristiana. La Primera Etapa está representada por la Cultura La Hueca y la

Cultura Saladoide, que son los primeros grupos agroceramistas en colonizar las islas antillanas procedentes de Suramérica. La Segunda Etapa corresponde al Formativo Antillano, representado por los Ostiones o Taíno-inicial y finalmente la época Taína tardía.En este esquema se denominan las dos migraciones agroalfareras procedentes de Suramérica, siguiendo el orden cronológico de entrada a las Antillas, esto es: AGROALFARERO-1 y AGROALFARERO-II, representados por los huecoides y los saladoides, respectivamente. Así sucesivamente a los posteriores desarrollos locales, que constituyen el Formativo Antillano: AGROALFARERO-III y AGROALFARERO-IV. A continuación, para facilitar y hacer más manejable esta nueva nomenclatura, acortamos los términos así: AGRO-1, AGRO-II, AGRO-III y AGRO-IV. ( Esquema 1)

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Período Arcaico

Según las fechas radiocarbónicas disponibles, el período arcaico antillano comienza alrededor de seis mil años Antes de Cristo o aún más temprano. Cuba al norte con 3,190 AC (trabajos recientes en Cuba están ofreciendo fechas tan tempranas como 6,000 AC) y Trinidad al sur con 6,000 AC. Estas son las Islas del Archipiélago Antillano en las que se han obtenido las fechas más tempranas de ocupación humana para este período. Este hecho ha dificultado determinar si la migración arcaica del continente a las islas fue de varios lugares o de uno sólo, especulándose áreas geográficas de posibles procedencias a Florida, Centro América y el norte de Venezuela en Suramérica. (Chanlatte, 1995, 2011; Narganes 1991, 2007).En Puerto Rico, la etapa temprana del arcaico antillano, está bien representada en el sitio de Puerto Ferro, costa sur de Vieques, con 2,140 años Antes de Cristo. En la costa sur y norte de la isla de Puerto Rico, se han localizado varios sitios arcaicos tempranos, los cuales aún están en proceso de estudio. El periodo arcaico lo subdividimos en dos etapas: precerámicos y acerámicos. La Primera Etapa corresponde a los precerámicos (de seis mil a quinientos años Antes de Cristo), espacio de tiempo que permite a esta migración de pequeños grupos o microbandas, adaptarse al medio ambiente insular y tomar control del archipiélago. Esta primera etapa la consideramos precerámica, porque no hay evidencias materiales de que durante esa época hubo presencia efectiva de alfareros en las islas, sin descartar que en algunos sitios surgieran intentos aislados de crear recipientes cerámicos, lo que no constituye una era de ceramistas. (Chanlatte, 2011).Suponemos, y así lo determinan algunas evidencias arqueológicas, que su desarrollo no fue tan simple como generalmente se presenta: nómadas, recolectores y pescadores. El medio ambiente insular es rico y a la vez enseña a conservar y a crear otros modos de subsistencia, entre los que consideramos la práctica de una agricultura empírica (protoagricultura). Este largo período comprende más de cinco mil años de vida arcaica antillana sin un conocimiento profundo de la tecnología agrícola, aunque en casos esporádicos de semisedentarismo estacional, practicaran algún tipo de horticultura migratoria para proveerse de legumbres y vegetales de corto ciclo reproductivo.La Segunda Etapa es la acerámica que cubre unos novecientos años, más o menos, a partir del primer contacto (500 A.C. aproximadamente) en las islas de las dos culturas: arcaicos y agroalfareros, hasta el inicio de las transformaciones culturales.Nuestra hipótesis presupone que hubo un período de convivencia inicial, el cual consideramos acerámico porque aún, en conocimiento de la cerámica, no la incorporaron de inmediato a su quehacer cotidiano. Este proceso debió producirse gradualmente. Además, las destrezas artesanales son las últimas manifestaciones en adquirirse, en el largo aprendizaje que esto implica para las poblaciones primitivas no diestras. Por lo tanto, hubo coexistencia territorial y en algunos casos debió iniciarse

el proceso de aculturación, sin que se pueda considerar una transformación de su tradición arcaica a ceramistas.El sitio arcaico María La Cruz (Loíza), en la costa norte de Puerto Rico, con 35 años Después de Cristo, constituye un buen ejemplo de esta etapa tardía acerámica, ya que para esa fecha grupos Huecoides y Saladoides estaban asentados en sus vecindades.

Período Agroalfarero

Evidencias arqueológicas obtenidas en la isla de Vieques por los arqueólogos Luis Chanlatte e Yvonne Narganes, establecieron que fueron dos las migraciones agroalfareras las que ocuparon tempranamente las Antillas desde las costas continentales suramericanas.Así se inicia el Período Agroalfarero en las Antillas, con la llegada de los primeros grupos de agricultores ceramistas suramericanos, Huecoides y Saladoides, que se establecieron en las islas más cercanas a las costas de Venezuela. (Chanlatte, 1981, 1984 : Chanlatte y Narganes 1983, 2005: Narganes 1991, 2007).En este período los grupos arcaicos isleños entran en contacto y vecindad con los Huecoides y Saladoides. Estas relaciones duran más de novecientos años.Es aquí donde se establecen las bases para su transformación cultural, la cual denominamos Formativo Antillano, convirtiéndose en sociedades sedentarias, agrícolas y ceramistas. (Chanlatte, 1995).Este proceso de transformac ión cultural de los arcaicos, está representado por los AGROALFAREROS-III, los cuales se les conoce en cada una de las islas antillanas con un apelativo local. Ya que en las diversas islas los arcaicos se diversifican en un sin número de desarrollos locales, cada uno de ellos expresando su nueva forma de vida en su contexto geográfico particular. Los siguientes son los nombres de los desarrollos locales más destacados: en Puerto Rico: los Ostionoides y Elenoides, en la República Dominicana : Macao y Cutupú, en Haití: Meillac, en Cuba: Baní y en Jamaica : White Marl.Los arcaicos de Puerto Rico ya transformados en agricultores y ceramistas, se convierten en agentes aculturadores iniciando un movimiento hacia el oeste, transmitiendo su influencia de transformación cultural en los arcaicos de las islas vecinas.El FORMATIVO ANTILLANO logra su clímax cultural en el sureste de la Rep. Dominicana, representado por los AGROALFAREROS-IV (Chicoides). Esta etapa cultural es la que presenta el conjunto de grupos, poblaciones o etnias (Arcaicos, Agroalfareros I, II, III) conviviendo y compartiendo las islas antillanas por medio de un desarrollo o sistema socio-político armonizado.Consideramos que ese desarrollo no fue uniforme en todas las islas, ni aún en una misma isla. Hay evidencias arqueológicas e históricas, que demuestran la presencia de grupos arcaicos puros, en diferentes lugares del archipiélago antillano. Al mismo tiempo los Chicoides, que más tarde se conocerán como cultura TAINA, estaban en la plenitud de su desarrollo. Con el desarrollo Meillac, visualizamos un movimiento tardío del Formativo Antillano, cuya presencia material en áreas cercanas a las

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La isla de Vieques presenta una característica muy especial en la totalidad de sus depósitos residuales, los cuales representan las diferentes etapas culturales ocurridas en esa isla, a la cual he llamado “antesala cultural de las Antillas Mayores”.En la isla de Vieques no existe la superposición estratigráfica de culturas diferentes, en un mismo depósito. Cada residuario corresponde a una sola cultura, desde la superficie hasta el fondo.En la isla de Puerto Rico el fenómeno de los depósitos residuales es diferente. Los depósitos que corresponden a los primeros agroalfareros establecidos en la isla de Puerto Rico: Huecoides y Saladoides, siempre están debajo de una gruesa capa de materiales culturales, correspondientes a gente representativa del Formativo Antillano: Ostionoides, Elenoides y Chicoides. Estas superposiciones culturales tienen la corroboración y apoyo, en las cronologías obtenidas en los diferentes estratos, mediante pruebas de radio carbono (C-14). Donde las fechas correspondientes a los grupos del Formativo Antillano son posteriores a la cronología de los Huecoides y Saladoides. También, en áreas del interior de la isla de Puerto Rico, es frecuente localizar depósitos residuales unicomponentes, y multicomponentes con estratos superpuestos, pero correspondientes a los diferentes grupos del Formativo Antillano.Esos depósitos son de fácil identificación cultural, no sólo por la inferior calidad de su cerámica, sino por el alto contenido de conchas, lo que motivó que popularmente se les llamara “concheros”. Esto se debe a que cuando los arcaicos incorporaron la cerámica y la agricultura a su quehacer cotidiano, conservaron

por muchos años sus hábitos alimenticios tradicionales, hasta que la intensificación de la agricultura fue desplazando paulatinamente esa dependencia ancestral.Las diferencias entre los depósitos residuales de Vieques y los de Puerto Rico, nos conducen a una sola explicación. Los Arcaicos de Vieques en su etapa de transformación cultural, no alcanzaron a desarrollar una fuerza numérica poblacional suficiente para sobreponerse a los colonizadores. Situación que en la isla de Puerto Rico fue diferente, donde los arcaicos transformados alcanzaron un poder demográfico tan grande que asfixiaron y absorbieron a los pequeños grupos colonizadores, imponiéndoles su supremacía numérica.Como un recuerdo de estos primeros agroalfareros, en el sureste de la República Dominicana podemos encontrar manifestaciones de pintura roja con bandas negras, en Juandolio y Guayacanes y las vasijas asimétricas de tradición huecoide, en la Cucama.Con este nuevo esquema tratamos de explicar la transformación cultural del pueblo arcaico antillano, de un modo más cercano al comportamiento humano y a sus recursos naturales de supervivencia. También exponemos la facultad de las primeras migraciones agroalfareras, para integrarse al medio ambiente isleño, aportando los ingredientes tecnológicos que contribuyeron efectivamente en la creación del Formativo Antillano.La intensificación de las investigaciones arqueológicas en las Antillas, podrán aportar nuevos conocimientos que mejoren y completen esta propuesta cultural

Patrones de Asentamiento

costas caribeñas de Colombia (Puerto Hormiga y Barlovento) en la isla de Jamaica; en el norte de Haití y República Dominicana y en la costa oeste de la Florida en USA, plantea la incógnita de donde esa población de origen arcaica, inicia su transformación cultural y desde cual área geográfica parte su movimiento migratorio. Descartando las Antillas Menores y Puerto Rico, como posible ruta, debido a que su rasgo cerámico principal está totalmente ausente en

esas islas. Indiscutiblemente su mayor expansión territorial ocurrió en el noroeste de la isla Española.El desarrollo Meillac se identifica por un diseño cerámico particular, con líneas oblicuas paralelas, cuyos espacios intermedios son rellenados por pequeñas incisiones que producen la ilusión óptica de un diseño con líneas entrecruzadas.

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Actes du 24e congrès de l’AIAC - 2011 Luis A. Chanlatte Baik

Chanlatte Baik, Luis A.1981 La Hueca y Sorcé (Vieques, Puerto Rico): Primeras Migra-ciones Agroalfareras Antillanas. Sto. Domingo, Rep. Dominicana.1984 Arqueología de Vieques. 2da. Ed. Catálogo Museo de Historia Antropología y Arte. Universidad de Puerto Rico. 1995 Los Arcaicos y el Formativo Antillano. Actas del XVI Congreso In-ternacional de Arqueología del Caribe. Guadalupe. Pp. 262-274.2003 Agricultural societies in the Caribbean: the Greater Antilles and the Bahamas. General History of the Caribbean. Vol. 1. Autochthonous Societies. Ed. Jalil Sued Badillo. Unesco Publishing. Pp. 228-258.2007 Evidencia Huecoide en la Rep. Dominicana. Actas del XXI Cong. Internacional de Arqueología del Caribe. Trinidad. Pp. 459-465.2011 Importancia del Formativo Antillano en la Arqueología Actual. Ponencia presentada en el XXIV Congreso de Arqueología del Ca-ribe. Martinica. En publicación.

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Narganes Storde, Yvonne M.1991 Secuencia Cronológica de dos sitios arqueológicos de Puerto Rico ; Sorcé, Vieques y Tecla, Guayanilla. Actas del XIII Congreso Interna-cional de Arqueología del Caribe. Curacao. Pp. 628-646.2007 Nueva Cronología de varios sitios de Puerto Rico y Vieques. Ac-tas del XXI Congreso Internacional de Arqueología del Caribe. Trinidad. Pp. 275-282.

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Referencias Citadas :

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