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28 ZIRKÓLIKA | Primavera 2016
COMPAÑÍAS
“Somos gente de circo desde 1815. Ge-
neraciones y generaciones hemos
mantenido esta manera de vivir.
Mi abuelo se la transmitió a mi padre, él a
mí y yo a mis hijos. Es nuestra vida”, defien-
de Alex Zavatta desde su caravana dentro del
circo que dirige con Patty Boggino, que tam-
bién proviene de un linaje de artistas vincula-
dos al circo desde hace siglos, herencia que le
ha llegado de sus padres (Sara Portner y Gio-
vanni Boggino).
Ahora no recuerdan el primer antepasado
que se dejó seducir por el circo, y Patty lo
soluciona rápido, consultando un libro que
recoge las familias circenses italianas de
más renombre y tradición. Ahí aparecen las
dos (Zavatta y Boggino), con árboles genea-
lógicos eternos y antepasados para los que
no hay nombre, ya que se necesitarían de-
masiados pronombres delante del de rebis-
abuelo. Señalan que en la historia familiar
destaca Achille Zavatta (el padre del famo-
so payaso y el padre de Alex eran primos).
Ahora los dos árboles genealógicos se jun-
tan para unir a las dos estirpes con el ma-
trimonio que dirige el Circo Smile de Alex
Zavatta y que ya tiene la sucesión asegura-
da. Esta garantía son sus dos hijos grandes,
Holler y Kimberly, que estudian circo en la
prestigiosa escuela de Verona, y la pequeña,
Trixie, que ya con cinco años hace cabriolas
y se sube por todos los sitios, incluso dentro
de la caravana, donde ahora juega con una
muñeca y un cordel emulando complicadas
figuras de telas acrobáticas.
Patty nació en 1968 en Turín (Italia) en el
seno de una familia de artistas que recuerda
que “cambió unos años de estilo de vida pero
después volvió al circo”, al que ha estado vin-
culada desde diferentes áreas, entre ellas la
danza. Él lo hizo en Cerdeña en 1974 viajan-
do con el circo familiar y, años después, coin-
cidieron en Palma y unieron las dos estirpes
con una relación que ya suma 19 años, seis
Alex Zavatta y Patty Boggino junto a su hija Trixie, en el centro. Foto: Jesús M. Atienza.
Circo alex Zavatta
Más de dos siglos bajo la carpa
El circo es un arte y una cultura que a menudo se transmite de generación en generación. Familias de cualquier parte del mundo pueden presumir de llevarlo en la sangre como herencia de sus padres y abuelos, pero muy contadas familias no recuerdan al primer y lejano antepasado que convirtió el circo en el estilo de vida familiar. La familia Zavatta es una de esas grandes estirpes que acumulan más de dos siglos de historia con el circo corriendo por sus venas.
Por Anna Badia
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de los cuales de casados. Explican que el cir-
co de los Zavatta recorría habitualmente Ita-
lia, y que “vino a España en 1996 para pro-
bar seis meses, que han acabado siendo 20
años”. “Nos gustó, y aquí nos hemos queda-
do”, relata Alex, que entonces compartía cir-
co familiar con dos hermanos mayores, pero
el año 2000 se dividieron en tres circos (Cir-
co Alex Zavatta, el actual Circ de Catalunya
y Circo Amazonas). “La familia creció mucho
y se tenían que tomar muchas decisiones
que a veces eran difíciles de acordar. Cuando
hay mucha gente con muchas ideas diferen-
tes es difícil, así que nos separamos y ahora
cada uno tiene su circo”, narra Alex, mientras
Trixie se sube a un mueble de la caravana y
Patty no le quita el ojo de encima.
“Después de la división no fue fácil porque
cuando estábamos juntos cada uno se encar-
gaba de una cosa, y de repente te tienes que
encargar de todo. Antes no llevaba ni el ne-
gocio ni la publicidad, y cuando te separas se
te cae todo encima”, resalta Alex, que cele-
bra que “fue difícil, pero hemos tenido suer-
te y ha funcionado”. Patty coincide en que
están “satisfechos, porque se podría conse-
guir más, pero también menos”, y no escon-
de su orgullo de haber construido un “circo
de verdad, tradicional y familiar”, sin de-
jar de destacar que, como en todos los cir-
cos verdaderamente familiares, “tienes que
saber hacer de todo”. Ambos dirigen el cir-
co, piensan espectáculos y trabajan para que
todo funcione, haciendo todo lo que sea ne-
cesario cuando sea necesario. “Yo he sido pa-
yaso, acróbata, malabarista, equilibrista...
de todo, y ahora estoy detrás vigilando que
todo vaya bien. Pero uno se queda con lo que
necesita, y ahora por ejemplo hago de paya-
so porque hacía falta sustituir a un chico”,
explica Alex aún con tenues restos de pintu-
ra en la cara.
“Ella también hace de todo”, continúa él
mientras, haciendo honor a esta afirmación,
Patty comienza a hacer la cena, y explica en-
cendiendo los fogones: “Tengo la suerte de
que antes tuve diversos trabajos y una vida
variada. Estudié y, por ejemplo, me encanta-
ba la mercadotecnia, y ahora la puedo poner
en práctica”. Él insiste en que “no solo tie-
nes que saber estar en el escenario, sino que
es obligatorio saber de todo. Si diriges, estás
menos en la pista, pero tienes que saber ha-
cer lo que hace el resto. Tienes que saber pin-
tar, locutar, arreglar el camión y colgar carte-
les”. Ella añade que “cuantos más somos, es
necesario hacer más cosas para organizar y
coordinar”. Alex destaca el trabajo que repre-
senta cambiar cada año de espectáculo para
invitar al público a repetir, aunque compen-
sa: “Hemos creado una clientela que sabe que
cada año cambiamos, y cada año viene a ver-
nos”. A pesar de cambiar el espectáculo año
tras año, mantienen una estructura que di-
cen que satisface al público: “Buscamos un
sentido y un tema, y vamos intercalando mo-
mentos infantiles y números más serios, en
una fórmula dinámica”, explica Patty, sin es-
conder el trabajo que implica.
“Es una vida dura, pero es la que nos gus-
ta”, sonríe Alex. ¿Lo mejor? “La libertad, ver
siempre gente diferente, y viajar, que te en-
seña mucho”. Ella lo corrobora, y añade que
vivir el circo aporta “mucha capacidad de
adaptación. Cambiamos todo el día y esta-
mos acostumbrados a los cambios. Nues-
tro carácter es así”. “Al final, la persona es
nómada desde siempre. Nacimos para eso”,
continúa Patty, que rememora historias,
viajes y gente que han conocido durante su
trayectoria y la de Alex, que ríe: “Hemos te-
nido una vida entretenida. Es posible que in-
cluso demasiado entretenida”. ¿Demasiado?
¿Es que querrían frenar, tal vez? Ni mucho
menos. “Hay momentos en los que bajarías
el ritmo, pero es como en cualquier otro tra-
bajo. Solo lo supongo, porque este es el úni-
co que conozco”, bromea Alex. Y tiene claro
que, si alguna vez se toman un descanso, no
será para ir a un piso: “Ver cada día el mismo
sitio, a la misma gente... no me podría en-
contrar bien”. De hecho, explica que sus pa-
dres decidieron frenar hace un tiempo y se
establecieron en un terreno para vivir, como
no, en una caravana.
Patty también lo tiene claro. No quiere pa-
rar, sobre todo por sus hijos, ya que “esta
es la mejor vida que puede vivir una perso-
na”. “Aunque tiene algún aspecto negativo,
se aprende muchísimo, estás en contacto
con tus padres todo el día y continuamen-
te conoces gente y realidades nuevas. No
querría quitarles a mis hijos estas oportuni-
dade”. Ahora, sin embargo, los dos grandes
están fuera, formándose como artistas. Ho-
ller, de 17, y Kimberly, de 15, están estudian-
do, aprendiendo y profundizando técnicas
circenses en duras y largas jornadas en las
que solo pueden comunicarse con sus padres
durante una hora por la noche. Todos han
abrazado la tradición familiar y desde bien
pequeños comenzaron a practicar y actuar,
como su padre Alex, que salió a la pista por
primera vez con seis años, en un número aé-
reo con su hermano. Patty reitera que esta
es la mejor vida que se puede vivir, y pide dar
a conocer la cara real del circo y que la socie-
dad tenga un conocimiento más profundo
sobre este estilo de vida tan rico y completo.
Su defensa encarnizada queda interrumpi-
da por el sonido de un teléfono. Es Kimberly,
que llama desde Italia. Apenas lo coge y sue-
na otro: es Holler. La conversación se funde
para dejar paso a unos padres que escuchan
a sus hijos explicarles todo lo que han apren-
dido durante el día. El linaje continúa.
El Circo Zavatta, en marzo, en el parque Cal Jalpí de Arenys de Munt (Bcn). Foto: Carles Torrent.Patty pide conocer la cara real
del circo y que la sociedad tenga un conocimiento más profundo sobre este estilo de vida
Circo Alex Zavatta