antropologia social y cultural

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UNIDAD 1 CHIRIGUINI Del colonialismo a la globalización: procesos históricos y Antropología La perspectiva antropológica antecede a su institucionalización como disciplina científica. Esta mirada hace referencia al momento en que las sociedades se ponen en contacto y se reconocen como diferentes. Es el momento donde el asombro pone frente a frente lo propio y lo ajeno, a nosotros y al otro. La perspectiva antropológica alude a esa relación entre el asombro, la alteridad y la dominación como resultado del enfrentamiento entre dos universos culturales diferentes. En el siglo XIX, “las preguntas y respuestas sobre el por qué de la diversidad se formulan en torno y a partir de uno solo de los polos de encuentro y se presentan investidos de autoridad que confiere el discurso certificado del científico”. Aparece una codificación de las diferencias (“primitivo”; “salvaje”, “inferior”) y un despliegue de esquemas evolutivos que van desde sociedades “primitivas” o “inferiores” a la sociedad “superior” o “civilizada”. El “encuentro” de culturas debe entenderse en términos de dominación y sometimiento de todas las dimensiones de la vida de los pueblos conquistados y la imposición en consecuencia de una nueva organización económica, política y cultural. Decimos que es una situación de dominación total en tanto abarca todas las dimensiones de la realidad social de los pueblos colonizados. Comprende: la empresa material, que incluye el control de las tierras, de las riquezas, de la población nativa e impone una economía subordinada a la metrópoli; la empresa político – administrativa, que comprende el control y la imposición de autoridades y la creación de nuevas divisiones territoriales; la empresa ideológica, que consiste en la imposición de nuevas dogmas e instituciones. La situación colonial es el resultado de diferentes etapas. Primero, la conquista y apropiación de las tierras usurpadas; luego la administración del territorio; y, por último, la autonomía política de la colonia sin romper la estructura de dependencia económica colonial. Dicha situación es percibida por los colonizadores como una misión civilizadora. Las metrópolis europeas durante el SXIX establecieron en sus colonias dos modelos diferentes de administración política: el gobierno directo y el indirecto.

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Page 1: antropologia social y cultural

UNIDAD 1

 

CHIRIGUINI

 

Del colonialismo a la globalización: procesos históricos y Antropología

 

La perspectiva antropológica antecede a su institucionalización como disciplina científica.

Esta mirada hace referencia al momento en que las sociedades se ponen en contacto y se

reconocen como diferentes. Es el momento donde el asombro pone frente a frente lo

propio y lo ajeno, a nosotros y al otro.

La perspectiva antropológica alude a esa relación entre el asombro, la alteridad y la

dominación como resultado del enfrentamiento entre dos universos culturales diferentes.

En el siglo XIX, “las preguntas y respuestas sobre el por qué de la diversidad se formulan

en torno y a partir de uno solo de los polos de encuentro y se presentan investidos de

autoridad que confiere el discurso certificado del científico”. Aparece una codificación de

las diferencias (“primitivo”; “salvaje”, “inferior”) y un despliegue de esquemas evolutivos

que van desde sociedades “primitivas” o “inferiores”  a la sociedad “superior” o “civilizada”.

El “encuentro” de culturas debe entenderse en términos de dominación y sometimiento de

todas las dimensiones de la vida de los pueblos conquistados y la imposición en

consecuencia de una nueva organización económica, política y cultural.

Decimos que es una situación de dominación total en tanto abarca todas las dimensiones

de la realidad social de los pueblos colonizados. Comprende: la empresa material, que

incluye el control de las tierras, de las riquezas, de la población nativa e impone una

economía subordinada a la metrópoli; la empresa político –administrativa, que comprende

el control y la imposición de autoridades y la creación de nuevas divisiones territoriales; la

empresa ideológica, que consiste en la imposición de nuevas dogmas e instituciones.

La situación colonial es el resultado de diferentes etapas. Primero, la conquista y

apropiación de las tierras usurpadas; luego la administración del territorio; y, por último, la

autonomía política de la colonia sin romper la estructura de dependencia económica

colonial. Dicha situación es percibida por los colonizadores como una misión civilizadora.

Las metrópolis europeas durante el SXIX establecieron en sus colonias dos modelos

diferentes de administración política: el gobierno directo y el indirecto.

Los sucesivos momentos históricos de la expansión capitalista europea y de la situación

colonial resultante estuvieron sustentados en una concepción del mundo sobre la base de

dos polos escindidos, en una dualidad considerada incompatible: civilizado /primitivo;

superior/ inferior; europeo /no europeo.

Los modos empleados para poner en práctica la dominación y la subordinación de los

pueblos conquistados fueron, por un lado, la violencia directa y consciente que condujo al

exterminio de pueblos enteros (genocidio) a través del enfrentamiento directo. Por otro

lado, incidieron la eliminación indirecta o inconsciente, al introducir la viruela, el sarampión,

etc. a poblaciones vulnerables y sin defensa y el trabajo excesivo a que eran sometidos los

nativos. Y por último, la destrucción de las economías regionales por traslado de la fuerza

de trabajo masculino hacia los lugares requeridos por la economía de la metrópoli.

Otro de los métodos puestos en práctica por los colonizadores fue el paternalismo, la

necesidad de contar con un amo, un tutor blanco que orientara, educara ,”civilizara” al

nativo.

Page 2: antropologia social y cultural

Por último, el tercer método empleado en la relación colonial es la actitud de

distanciamiento.

 

Etapas de la expansión

 

Primer momento (siglos XV al XVIII):El descubrimiento de América y de “los otros”

 

Los inicios del proceso colonial están relacionados con tres acontecimientos: 1- la

afirmación de las monarquías absolutas y el surgimiento del Estado moderno: 2-

Movimiento científico y cultural que encarnó el Renacimiento; 3- Crecimiento económico

liderado por la clase burguesa. Estos acontecimientos conducirán al desarrollo del

capitalismo mercantil.

En esta primera fase del capitalismo se produce el “descubrimiento de América”, y a partir

de este hecho, la situación de Europa sufrió cambios significativos. En poco tiempo se

desplegó un comercio triangular: “esclavos de África a América; minerales y comestibles

de América a Europa; bienes manufacturados de Europa a América y África”. 

En este escenario político y social de dominación, la mirada europea a través de los

conquistadores, cronistas, viajeros y misioneros dividió el mundo colonizado en salvajes y

civilizados.

 

Segundo momento (siglos XIX y XX): colonialismo y Antropología científica:

 

Desde los inicios de la gran industria hasta los años posteriores a la Segunda Guerra

Mundial, se extiende la segunda fase del capitalismo

Esta etapa se caracterizo por los nuevos adelantos tecnológicos, que se utilizaron para la

producción, la tracción y las comunicaciones. Por otro lado, la organización del trabajo en

las fábricas producirá un desplazamiento demográfico.

El capitalismo industrial en sus diferentes momentos contribuyo a cimentar el poder político

y las fuerzas militares de las naciones que llegaron primero a una economía basada sobre

la industria. Estas naciones se transformaron en las grandes potencias de los siglos XIX y

XX.

Los rasgos más importantes del imperialismo son la continua concentración de la

producción y del capital, que ha conducido a la creación de  los monopolios; la fusión del

capital industrial y el bancario, la importancia creciente  de la exportación de capitales

sobre la mercancía y el reparto territorial de todo el mundo entre las potencias capitalistas.

En este contexto mundial, el continente africano será el botín de guerra de las potencias

europeas.

Como parte del capitalismo y en el marco de la colonización, entra en acción la ideología

racista, legitimada en el discurso de la ciencia. El racismo justifica la desigualdad y afirma

que aquellos que están económica y políticamente oprimidos, son culturalmente inferiores

por características físicas heredadas. El racismo es la creencia  en que las diferencias

físicas transmitidas por vía genética determinan la presencia o ausencia de ciertas

capacidades en las sociedades humanas.

Los antropólogos tornaran visible la diversidad cultural de las sociedades no europeas

poniendo en práctica el trabajo de campo. Este inicial trabajo de campo consiste en la

convivencia y la observación con participación en las comunidades por un periodo de

Page 3: antropologia social y cultural

tiempo prolongado. Las sociedades primitivas eran consideradas como sistemas cerrados,

autosuficientes, como si funcionaran independientemente del sistema colonial vigente. El

objetivo principal del antropólogo era dar cuenta de la totalidad de la cultura, dejando fuera

del análisis las dimensiones políticas y económicas.

A partir de la década del 50, la Antropología va asumir una mirada crítica hacia su

quehacer profesional. En primer lugar, la descolonización significo para esta el

“descubrimiento” de la situación colonial y del subdesarrollo socioeconómico de los

pueblos donde los antropólogos habían desarrollado sus actividades profesionales,

tomando conciencia, además, que su trabajo de campo dejaban de lado los fenómenos de

violencia y exterminio a que eran sometidos los nativos, introducidos muchas veces por la

sociedad de origen de los antropólogos. Algunos antropólogos van a estudiar a los pueblos

más trasformados por el imperialismo, reconociendo el fenómeno de la colonización como

dominación y no como encuentro entre culturas diferentes. En segundo lugar se incorpora

la dimensión histórica, que dejara de lado la imagen de los pueblos “primitivos” como

sociedades estáticas, integradas y aisladas. La historicidad y el conflicto son las nuevas

variables que intervienen en los estudios antropológicos. En tercer lugar, se reivindica el

relativismo cultural y la técnica de trabajo de campo, privilegiando las interpretaciones que

focalizan la perspectiva del actor, es decir, la palabra de los sujetos que estudian (visión

emic). Por ultimo, la incorporación de las propias sociedades como objeto de estudio.

 

Tercer momento: la diversidad en el mundo global

 

La globalización representa el mundo entendido como un todo, un sistema único, con una

organización mundial a cargo de algunos estados capitalistas poderosos.

Algunos rasgos de la globalización:

1-       El monopolio de la revolución tecnológica en sus dos vertientes: la informática y la

genética, que parecen permitir  un ahorro de fuerza de trabajo.

2-        El control de los flujos financieros que regulan la economía mundial.

3-        La extraterritorialidad de los centros de producción de significados y valores están

liberados de los espacios locales.

4-       La creciente urbanización como consecuencia económica y social del sist.

Capitalista.

5-       La tendencia a la profundización de la desigualdad en la distribución de la riqueza.

 

En el ámbito de los conflictos locales es donde la antropología reencuentra su objeto de

estudio inserto en nuevas realidades complejas.

Uno de los requisitos de la antropología actual es la de encontrar un enfoque teórico que le

permita establecer   los vínculos entre el sistema global y las formaciones sociales

particulares donde se referencian sus objetos de estudio.

La Antropología se configura como disciplina a partir de “encontrar su objeto de estudio en

el otro cultural”. El aporte de esta disciplina es el descubrimiento de la otredad cultural, al

recortar inicialmente de la realidad social el espacio de los grupos étnicos y socioculturales

no europeos y de los pueblos campesinos.

En el SXIX y desde el evolucionismo, primer paradigma científico de la Antropología, los

otros culturales, los salvajes, son caracterizados como los primitivos, en una escala de

progreso unilineal en donde el punto de llegada es la civilización occidental.

Page 4: antropologia social y cultural

 

 

DA MATTA

 

El oficio del etnólogo o cómo tener “Anthropological Blues”

 

En etnología existen tres fases fundamentales cuando se trata de discurrir acerca de las

etapas de una investigación:

La primera, es aquella caracterizada por el uso de la cabeza. Es la fase teórico

intelectual, marcada por el divorcio entre el futuro investigador y la tribu, clase social, el

grupo, etc. Se habla de un exceso de conocimiento, pero de un conocer que es teórico,

universal, y mediatizado, no por lo concreto y sobre todo por lo especifico, sino por lo

abstracto y por lo no vivenciado. En esta fase nunca o muy raramente se piensa en cosas

específicas, que se refieran a “mi” experiencia, cuando el conocimiento  es permeado por

los olores, colores, dolores y amores.

Una segunda fase puede ser denominada periodo práctico. Se refiere esencialmente a

las vísperas de la investigación. Se trata de aquella semana que experimentaron todos

aquellos cuya investigación implico un cambio drástico, cuando nuestra preocupación pasa

de las teorías más universales a los problemas más banalmente concretos. En el plano

práctico se trata de plantear el problema fundamental de la Antropología: el de la

especificidad y la relatividad de la propia experiencia.

La tercera fase es la personal o existencial. Este plano existencial habla de las lecciones

que debo extraer de mi propio caso. Es por esto que se considera globalizador e

integrador: debe sintetizar la biografía con la teoría, y la práctica del mundo con la del

oficio. En esta etapa me encuentro dialogando con personas reales. Vivenciando esta fase

es como me doy cuenta de que estoy entre dos fuegos: mi cultura y la otra.

 

I

Durante muchos años, la Antropología Social estuvo preocupada por establecer con

precisión el ejercicio del oficio en su práctica más inmediata: el trabajo de campo

(recolección de “buen material” y ponerlos en diálogo con las teorías para dar lugar a

teorías nuevas)

En este trabajo, el autor, pretende traer a luz el “otro lado” de esta misma tradición oficial y

explícitamente reconocida por los antropólogos: los aspectos anecdóticos o “románticos”

de la disciplina. Es curioso que dichos aspectos sean llamados de este modo cuando

sabemos que la Antropología Social es una disciplina de conmutación y de mediación. Es

en la Antropología donde necesariamente se establece un puente entre dos universos de

significación, y tal puente o mediación se realiza con un mínimo de aparato institucional o

de instrumentos de mediación (de manera artesanal y paciente). Hay que asumir el lado

humano y fenomenológico de la disciplina, el oficio de etnólogo integralmente.

 

II

Por anthropological blues queremos cubrir y descubrir, de un modo más sistemático, los

aspectos interpretativos del oficio del etnólogo. Se trata de incorporar en el campo mismo

de las rutinas oficiales aquellos aspectos extraordinarios, siempre prontos a emerger en

toda relación humana. Sólo hay Antropología Social cuando existe de algún modo lo

Page 5: antropologia social y cultural

exótico, y lo exótico depende invariablemente  de la distancia social, y la distancia social

tiene como componente la marginalidad, y la marginalidad se alimenta de un sentimiento

de segregación y la segregación implica estar solo  y todo desemboca en la liminaridad y

en el extrañamiento.

El etnólogo realiza una doble tarea: transformar lo exótico en familiar; corresponde al

movimiento original de la Antropología, cuando los etnólogos conjugaron su esfuerzo en la

búsqueda deliberada de los enigmas sociales situados en universos de significación

incomprendidos por los medios sociales de su tiempo; y transformar lo familiar en

exótico, parece corresponder al momento presente, cuando la disciplina se vuelve para

nuestra propia sociedad, ya no se trata de depositar en el salvaje africano o melanesio el

mundo de prácticas primitivas que se desea objetivar e inventar, sino de descubrirlas en

nosotros, en nuestras práctica política y religiosa. El problema es, entonces, el de quitarse

la capa de miembro de una clase y de un grupo social especifico para poder extrañar

alguna regla social familiar y así descubrir lo exótico en lo que esta petrificado dentro de

nosotros por la reificación y por los mecanismos de legitimación.

La primera transformación lleva al encuentro de aquello que la cultura del investigador

reviste inicialmente con el envoltorio de lo bizarro, de tal manera que el viaje del etnólogo

es como el viaje del héroe clásico, partido en tres momentos distintos e interdependientes:

la salida de su sociedad, el encuentro con el otro en los confines de su mundo social, y

finalmente, el “retorno triunfal” a su propio grupo con los trofeos.

En la segunda transformación, el viaje es como el del chaman: un movimiento drástico

donde, paradójicamente no se sale del lugar. Y, de hecho, los viajes chamánicos son

viajes verticales mucho más que horizontales como sucede en el viaje clásico de los

héroes homéricos. Aquellos que realizan tal viaje para adentro y para arriba son los que se

dispusieron llegar al fondo del pozo de su propia cultura. Esta transformación también

conduce al encuentro con el otro y al extrañamiento.

La aprehensión en el primer caso se realiza primordialmente por una vía intelectual (la

transformación de lo exótico en familiar se realiza fundamentalmente por medio de

aprehensiones cognitivas) mientras que en el segundo caso, es necesariamente una

desvinculación emocional ya que la familiaridad de la costumbre no se obtuvo por la vía

del intelecto sino de la coerción socializadora y así, vino desde el estomago hacia la

cabeza. En ambos casos la mediación es realizada por un cuerpo de principios guías y

conducida por un laberinto de conflictos dramáticos que sirven como telón de fondo para

las anécdotas antropológicas y para acentuar el toque romántico de nuestra disciplina. Es

en el mismo proceso de transformación donde se debe buscar la definición cada vez más

precisa de antrhopological blues.

El área básica del anthropological blues seria aquella del elemento que se insinúa en la

práctica  antropológica pero que no era esperado. Se podría decir que el elemento que se

insinúa en el trabajo de campo es el sentimiento y la emoción. Estos serían, parafraseando

a Levi Strauss, los huéspedes no convidados de la situación etnográfica. Tiene que ver

con el lado humano y fenomenológico de la disciplina. En el momento en que el intelecto

avanza (un descubrimiento) las emociones están igualmente presentes.

 

 

GRAVANO

 

Page 6: antropologia social y cultural

Movimiento teóricos posteriores: de los neoclásicos a los contemporáneos

 

Contexto de necesidad: la situación y las contradicciones históricas que dan pie al

surgimiento de un conjunto de interrogantes que se plantean en una determinada época.

Configura un área de temas a los cuales trata de abordar la ciencia mediante la

formulación, en principio, de ciertas nociones y categorías que se utilizan para

identificarlos y enunciarlos y para darles un estatuto como problemas científicos.

Contexto de formulación: enunciaciones y herramientas que vehiculizan las propuestas

teórico-prácticas que el problema provocó.

Contexto de crisis: se produce cuando se problematizan radicalmente las formulaciones

dominantes respecto el tema. De este contexto surgen nuevas preguntas, que dará lugar a

un nuevo contexto de necesidad y formulación.

La cuestión de la antropología es la otredad cultural como resultado del contraste entre la

representación del Otro dentro de la expansión y dominio occidental.

La etapa mercantil del capitalismo es la matriz histórica desde la cual se realiza el

proceso de expansión colonial. ¿Cuál fue el interés preponderante en esta etapa? Sobre

todo búsqueda de materia prima, aparente desinterés por el otro. Sin embargo, el

extrañamiento y el asombro siempre estuvieron latentes.

El interrogante central iba a consistir en establecer el nexo entre los seres nativos de

América y luego Asia y África y la civilización Europea. El Iluminismo encontró ese nexo

con el origen por un fin práctico y de su época, no con la intención de reconstruir el

pasado. La idea de progreso estaba vinculada a esa visión de futuro signado por el

desarrollo inagotable de una tecnología creciente, revolucionaria y que necesitaba de

reformas sociales y conocimientos que estuvieran acordes a las nuevas necesidades de

transformación del mundo material e inclusive de los espíritus de la fuerza de trabajo

mediante la educación universal. El Iluminismo haría que los interrogantes se plasmaran

en las corrientes teóricas de las ciencias ya constituidas (naturales) o en vías de hacerlo

(antropología) a partir de la consolidación de la Modernidad.

En el conocimiento del otro el hombre civilizado podría encontrar claves para su mejora y

respuestas a muchos de sus problemas.

En el pasaje del capitalismo mercantil al capitalismo industrial, la pregunta principal se

iría a corporizar en una necesidad de establecer con mayor detalle el cómo del proceso de

desenvolvimiento de la Humanidad hasta llegar a la civilización. La corriente de

pensamiento fue el evolucionismo. La teorizaciones se entornaron alrededor del desarrollo

de las ciencias naturales y el énfasis puesto en la relación entre la evolución y el progreso

de la tecnología y de las instituciones. 

Este modelo también necesitaría del conocimiento del funcionamiento interno de las

sociedades otras y, por ende, la necesidad de no ahondar en sus orígenes o su evolución

sino de su escueto presente concebido como ahistórico, estático, en armonía con valores

inherentes a cada sociedad, tal como rezaba el relativismo cultural recién inaugurado por

funcionalistas y particularistas.

 

Los neo-clásicos

Del difusionismo al culturalismo

 

Page 7: antropologia social y cultural

El particularismo histórico norteamericano fue uno de  los exponentes del difusionismo.

El  eje de sus investigaciones de campo y de especulaciones teórica fue la cuestión del

retraso o retardo que caracterizaba a los grupos primitivos. Dentro del contexto de

necesidad se encontraba la cuestión de la integración o no de esos grupos a la sociedad

capitalista civilizada. Había que explicar la brecha que separaba a estos del desarrollo de

la civilización moderna. Explicaban esa brecha no por medio de un desarrollo universal

evolutivo, sino por el proceso de préstamos o difusión de paquetes, donde se asociaban

técnicas de producción de alimentos, representaciones sobrenaturales, organizaciones

sociales y rituales que configuraban la conducta de los grupos, sus culturas.

Desarrollaron una metodología profunda en el análisis de los relatos (mitos, leyendas,

cuentos) y representaciones simbólicas similares entre pueblos de regiones apartadísimas

geográficamente hablando, que podían así dar cuenta de orígenes o puntos de parentesco

cultural sorprendentes.

Luego, el énfasis mayor en el concepto de cultura, como configuración y amalgama de

componente portados por sociedades particulares, tuvo auge en la antropología

desarrollada en EEUU a partir de la consolidación de esta como potencia. En este

contexto, se desarrolla la teoría de la sociedad Folk, concebida como representante

contemporánea de las sociedades “primitivas” aisladas, autosuficientes, homogéneas,

opuestas de por sí a la civilización occidental.

Durante los años 20 al 40, la inmigración de extranjeros a las grandes ciudades

industriales había inaugurado los estudios acerca de esas culturas originarias en contextos

de hostilidad y extrañamiento social. Se estudiaba al migrante como representante de una

realidad folk esencialmente  opuesta a su punto de llegada.

No es casual que se consolidasen entonces teorías que compartían principalmente la

noción de cultura como integración de elementos, tanto tecnológico-materiales como los

que formaban la concepción del mundo de cada pueblo en particular y que llegaban a

determinar las conductas individuales: los famosos “patrones de comportamiento”

(patterns). Se pone así el acento en la cultura como configuradora de personalidades

distintivas.

Esto trajo como consecuencia la necesidad de incrementar los estudios emic o que

tomaban como materia prima para el análisis el punto de vista de los actores, sus formas

de ver y representar la vida. Una de las consecuencias era que el objeto de estudio

antropológico se terminaba circunscribiendo a las comunidades distintas a las del

antropólogo , siempre “extranjero” respecto de ellas y los estudios se acotaban a esos

límites ,sin importar demasiado las relaciones estructurales (sobre todo de poder) con lo

que ellos llamaban la “sociedad mayor”.

La unidad de observación coincidía con la unidad de estudio.

Se produjeron, entonces, tres efectos:

1-       Los estudios se focalizaran en las conductas “desviadas “de la media, concebidas

como “atrasadas” y muchas veces con acciones netamente racistas.

2-       Las que colocaban a la cultura como un factor tan determinante, al extremo que

difícilmente los individuos pudieran evadirse de ella y cambiar, lo que los tornaba no sólo

distintos sino latentemente peligrosos.

3-       Esto no podía ser implementado sin atenerse al relativismo cultural, como credo de

principios epistemológicos, lo cual imponía congelar la imagen de esa cultura “tal cual

eran”, acentuando una postura conservadora.

Page 8: antropologia social y cultural

Este conjunto de características recibió el nombre de culturalismo. En la actualidad se

encuentra en la base de las ideologías con que se llevan a cabo acciones públicas y

políticas hacia sectores que son etiquetados como marginales o patológicos, inalterables.

En los años cincuenta, a partir de estos conceptos comienzan a desarrollarse programas

de Antropología Aplicada que intentan explicar a estos pueblos para “modernizarlos” e

integrarlos al sistema de división de trabajo internacional, marcado por los intereses del

imperialismo de post-guerra y durante el momento de mayor expansión de la acumulación

capitalista, hasta la crisis de los 70.

 

Del neo-evolucionismo a la ecología cultural

 

Los enfoques llamados neo –evolucionistas (EEUU) ponen el énfasis en la relación entre

tecnología y cultura y entre naturaleza y cultura. Intentaron autonomizar el desarrollo de la

cultura como recurso adaptativo extra – biológico de la especie para progresar en su

vinculo con el medio. La cultura, se desarrolla de acuerdo con las leyes incluidas dentro de

las de la naturaleza, pero las supera en un nivel llamado “supraorgánico” a partir de la

capacidad de simbolizar. Para White, por ejemplo, la cultura explica la evolución social

humana. Este proceso varía según las sociedades y épocas y marca la evolución desde lo

menos a lo más desarrollado.

Steward se interesó por la evolución plurilineal. Su intención consistía en buscar

paralelismos evolutivos en lugar de universales. Una misma invención era generada en

diversos puntos del planeta y evolucionaba en forma paralela. Indago las afinidades entre

las culturas distintas, partiendo de que los rasgos seleccionados tienen similares efectos e

interrelaciones funcionales.

Según esta teoría, las culturas evolucionan en el proceso de adaptarse a condiciones

ambientales específicas y los aspectos similares se debían a parecidas condiciones

naturales en diferentes partes del mundo. Se plantea la cultura desde una dimensión

ecológica, que tiene en cuenta que el hombre es parte de una  comunidad mayor. Steward

es el creador del rotulo Ecología Cultural, para la cual interesan los patrones de actividad

adoptados por los diferentes grupos sociales para explotar un nicho ecológico particular.

Para él, el rol del ambiente va más allá de permitir ciertas adaptaciones culturales; hay un

cierto grado de inevitabilidad en estos ajustes.

El desarrollo ulterior de la Ecología Cultural se apoyó en los aportes del neoevolucionismo.

El interrogante principal apuntó a cómo las formas sociales y culturales funcionan para

mantener una determinada relación con el ambiente. Así, la noción de adaptación es

crucial en este enfoque: el hombre, al adaptarse a su medio físico, lo modifica y lo adapta

a él. Y esta habilidad, la cultura, es el mecanismo primario por medio del cual el hombre

comienza adaptándose y termina controlando su medio ambiente.

 

La antropología de la descolonización

Occidentalización y crisis de la Antropología

 

A partir de la década del 60 se produce la descolonización de África y Asia y el paradigma

clásico de la Antropología entra en crisis.

Los estudios antropológicos clásicos se habían desarrollado en países lejanos respecto a

los llamados centrales. En los primeros tiempos se había constatado una mayor

Page 9: antropologia social y cultural

coincidencia entre el objeto de estudio de la disciplina (la otredad cultural) y el referente

empírico: esos pueblos lejanos. Pero  a medida que estos ámbitos fueron

occidentalizándose, la Antropología tuvo que dejar de lado ciertas maneras de concebir a

las sociedades de esos países tal como lo dictaba el prototipo de la vida aldeana: aislada,

homogénea, integrada en sí misma, en equilibrio, etc.

El objeto de estudio se complicaba para esa mirada clásica que definía a la Antropología

por un lado con un sentido amplio y totalizador (“el estudio del Hombre “) y  a la vez la

reducía a ser la “ciencia de los pueblos primitivos”. Este se planteó como el dilema crucial

de la antropología que pretendía abarcar la totalidad de la Humanidad pero dejaba de lado

las realidades más conspicuas del hombre contemporáneo. En el 60 se llegó a hablar de la

muerte de la antropología, por la desaparición de qué estudiar. Todo esto se pone en

evidencia con el proceso histórico global de mediado de siglo, de descolonización y crisis.

 

Antropología en o antropología de

 

Una variante consistió en ver de qué manera se iban modificando los estilos de vida

propios y tradicionales de los pueblos colonizados, “arrollados” por el proceso de

modernización.

A esta opción teórica y empírica se la llamo hacer antropología “en”, ya que intentaba

encontrar su objeto en el ámbito moderno, complejo, industrial, a las comunidades étnicas

distintas. De migrantes pobres, en suma: los “Otros” en la Modernidad, por eso se sintetizo

en la frase “antropología en la ciudad”, y el desafío fue seguir concibiendo a esas

comunidades como aisladas, internamente homogéneas y sin estar atravesadas por los

conflictos de la sociedad donde se encontraban inmersas. Posición que parte de la base

de que habría comunidades esencialmente antropológicas como si fueran cosas y

autónomas de los procesos históricos (a-historicidad).

Del otro lado, la opción era concebir a la sociedad en su conjunto como un objeto y la

concentración urbana moderna como un ámbito nuevo o un referente empírico con el cual

construir un nuevo objeto de estudio antropológico.  Esta segunda alternativa fue

bautizada “antropología de” y consistió en tratar de aprovechar la riqueza metódica del

enfoque antropológico para estudiar en forma particular el fenómeno complejo.

En lugar de ver lo que de por si se considerara exótico, en este enfoque se tratar de

estudiar lo familiar, lo propio de la cultura del observador, como si fuera exótico. Es lo que

se dio en llamar exotización de lo familiar. Implica recuperar, del abordaje antropológico,

aquello que hacia el antropólogo clásico: estudiar al otro como totalmente ajeno a la

cultura del investigador.

 

De lo que permanece a lo que cambia

 

En ambas opciones se tomaban como dadas las realidades culturales tribales nativas y al

cambio se lo consideraba causado únicamente desde Occidente, lo que muchos

catalogaron como visión ahistórica de esas asunciones teóricas. Y esto es lo que entró en

crisis.

Desde el seno de los proceso de lucha contra el colonialismo y comienzo de la

descolonización se “descubre” que las teóricas clásicas de la Antropología constituían un

modelo que básicamente no tomaba en cuenta la situación colonial como sistematizada de

Page 10: antropologia social y cultural

su objeto. Se pasa a hablar de este modelo como “clásico”, y una de sus características

claves es lo que se le critica: su ahistoricidad.

Hacia fines de los 50, los antropólogos franceses comenzaron a abocarse críticamente al

estudio de situaciones de cambio como resultado de la situación colonial.

El contexto histórico comenzaba a marcarse con las luchas por la liberación de los pueblos

dominados. Balandier vio como esos pueblos, antes de la irrupción de Occidente en sus

vidas, no estaban en equilibrio ni en situaciones de integración, como lo preconcebía el

modelo estructural –funcionalista clásico, sino que en su interior se desencadenaban

procesos de conflicto como en todo sistema social. A éste y otros autores les interesó el

desencadenamiento de situaciones de desajuste producidas por las relaciones de

antagonismo social y político en un terreno de heterogeneidad cultural en procesos de

transición, que incluía tanto la colonización como la creciente descolonización.

Al virar el eje, el antropólogo debe empezar a tener en cuenta el contexto histórico.

Balandier vio la necesidad de integrar los conocimientos de la económica y la política a los

estudios de la cultura en boga en los años 50 y fundamentalmente la perspectiva histórica.

 

De la homeostasis al conflicto

 

La idea de una continua autorregulación, capaz de lograr un equilibrio interno, que en los

organismos vivos se denomina homeostasis se había extrapolado a las sociedades

estudiadas por la Antropología y formaba el núcleo teórico central del pensamiento

estructural –funcionalista y funcionalista. Pero las vertiginosas transformaciones de las

colonias británicas lo pusieron en crisis.

Las transformaciones eran entendidas por el culturalismo como aculturaciones, partiendo

de la base que el cambio provenía sólo del lado occidental y que las sociedades tribales

eran estáticas.

Al respecto, la teoría del conflicto, con influencias marxistas, entendió que lo que había

que estudiar era la situación de la totalidad, que abarcaba tanto las sociedades nativas

cuanto también sus relaciones de asimetría y dominio de parte de la acción de los

colonizadores , incluyendo por su puesto, a los antropólogos y sus modelos.

 

Aportes marxistas

 

El contexto de necesidad de su vigencia teórica sigue estando dado por los interrogantes

acerca de los cambios en la Historia y los modos mediante los cuales los seres humanos

se relacionan con ellos. El marxismo ha levantado como emblema la necesidad de toma

de partido y compromiso del investigador.

Marx se ocupo centralmente de la realidad del capitalismo industrial y no de las

sociedades a las que se abocaría la Antropología. Por eso su influencia en el pensamiento

de los antropólogos consistió básicamente en la proyección de su método de análisis, el

materialismo histórico, cimentado en su perspectiva dialéctico – materialista.

En su modelo, un componente central es el papel jugado por la producción social como

base (estructura) para la comprensión del fenómeno humano, desde lo económico hasta lo

cultural (superestructura). Proponía estudiar los fenómenos en sus aspectos más

abstractos, generales y universales, tal como se presentaban ante la evidencia del sentido

dominante, para ir analizándolos en niveles cada vez más concretos y singulares, desde

Page 11: antropologia social y cultural

los cuales volver a establecer generalizaciones, esta vez sobre la base de la constatación

real y las causas históricas, subyacentes a los fenómenos. Pero no sobre la base de lo que

los hombres se imaginan de sus propias condiciones de vida, sino de lo que determina

esas imágenes. Esa determinación provendrá del movimiento de la base material de toda

la sociedad y su forma de ordenarse en cada momento histórico de la cultura.

La comprensión de los conflictos como parte de una dialéctica histórica concreta y a la vez

general –como el marxismo argumento y demostró en la obra analítica – sintética de sus

fundadores- , ponía en crisis el modelo de la mera “diversidad” como única variable de

ponderación del objeto antropológico.

Contexto de formulación de estos aportes:

1)      Vertiente ocupada por los lineamientos macro-histórico-evolutivos, escuela de

economía política

2)      Marxismo estructural

 

Los estudios de evolución y desarrollo macro-social: la teoría de la dependencia

 

Las situaciones de pobreza son explicadas por la Antropología no como resultado de ser

sociedades tradicionales, atrasadas o primitivas sino de estar en relaciones de

dependencia de los centros de poder económico y político capitalista e imperialista.  Se

definía la dependencia, causa de la pobreza y asimetría social y económica de los países

llamado por ese entonces Tercer Mundo.

 

El debate sobre la determinación estructural

 

El marxismo estructural sostuvo como unidad de análisis  a las sociedades discretas, pero

comprendidas en sus relaciones estructurales con las totalidades históricas en las que se

hallaban inmersas. Ubico como determinantes de los comportamientos sociales y

culturales no al ambiente natural y/o la tecnología ,sino específicamente a las estructuras

de relaciones socio-económicas.

 

LINS RIBEIRO

 

Descotidianizar. Extrañamiento y conciencia práctica, un ensayo sobre la

perspectiva antropológica.

 

Una primer aclaración importante: la discusión sobre la relación individuo/sociedad puede

plantearse en términos de una comprensión dialéctica de dicha relación. Los individuos no

son productos mecánicos y pasivos de determinación social ni de determinaciones

económicas o de clases. Ambas partes se constituyen mutuamente. La relación

individuo/sociedad está mediatizada por trayectorias específicas de desarrollo de

personalidades y por coyunturas históricas concretas.

 

Extrañamiento y conciencia práctica

 

El autor utiliza la noción de conciencia práctica de Giddens para pensar la especificidad de

la perspectiva antropológica. El extrañamiento de la realidad es uno de los puntos que

Page 12: antropologia social y cultural

fundamenta la perspectiva del antropólogo desde que a partir de Malinowsky la

investigación de campo se impuso como una marca distintiva de la antropología.

Al no participar como nativo en las prácticas sociales de las poblaciones que estudia, en

las imposiciones cognitivas de una determinada realidad social, el antropólogo

existencialmente experimenta el extrañamiento, una unidad contradictoria, por ser al

mismo tiempo aproximación y distanciamiento.  La perspectiva antropológica se basaría

así, en una tensión existente entre el antropólogo como miembro de un sistema social y

cognitivo, intentando transformar lo exótico en familiar.

Esta tensión ha sido resumida en la formula nosotros/ellos, donde el nosotros significa el

antropólogo y todo lo que le es familiar como miembro de una sociedad; y ellos son los

actores sociales que estudia, lo exótico. Al estudiar “su” propia sociedad, el antropólogo

busca realizar la operación inversa, convertir lo familiar en exótico, usando por principio y

por racionalización metodológica – una posición de extrañamiento.

El extrañamiento es una experiencia socialmente vivida, básica en la construcción de la

perspectiva antropológica, que puede ser relacionada con la noción de “conciencia

práctica” que Giddens desarrolla. La noción de conciencia practica implica los agentes

sociales se ubican en su cotidianeidad en contextos en donde distintas fuentes de

información dejan de ser monitoreadas activamente por el cuerpo, ya que sus existencias

entran en el desarrollo de las acciones de los actores como supuesto, como dado.

 

Desconocimiento, desfasajes y asimetrías: explicitando la conciencia práctica

 

El antropólogo al insertarse en realidades sociales de las cuales no participa en lo

cotidiano, desconoce (y este desconocimiento es parte central del extrañamiento)

inmediatamente la “conciencia practica”, importante para la definición de los parámetros

del flujo de la vida social de los agentes sociales que estudia. El antropólogo se ubica así,

en una posición /perspectiva de un actor social “descalificado”, cuyo equivalente más

próximo sería el niño.

Al no participar de la conciencia practica de los actores sociales que estudia, el

extrañamiento se produce objetivamente para el investigador (ya que los “supuestos” de lo

cotidiano no lo son para él), y al mismo tiempo, subjetivamente, ya que puede ver como

sujeto lo que los otros no pueden. Se da de nuevo el distanciamiento y la aproximación.

Así la práctica  de investigación antropológica, basada en el extrañamiento, es una

dinámica objetiva y subjetiva fundamentada fuertemente en la percepción/explicitación de

la conciencia práctica de los agentes sociales estudiados. Gran parte de la producción

antropológica, entonces, es investigación sobre la conciencia práctica.

En la dialéctica de aproximación /distanciamiento esta embutida una paradoja central de la

experiencia existencial de la práctica del antropólogo “uno nunca se transforma en un

nativo”.

 

Asincronías: ¿descotidianizar es conocer?

La práctica del antropólogo aparece como una ruptura con las formas de la vida cotidiana

de los actores sociales. El descotidianizar no sólo es una manera de ser, sino de vivir, en

una búsqueda de solucionar la tensión aproximación/distanciamiento, para revelar, a

través de una experiencia totalizante, los elementos constitutivos de la realidad social.

 

Page 13: antropologia social y cultural

 

NEUFELD Y WALLACE

 

Antropología y Ciencias Sociales. De elaboraciones históricas, herencias no

queridas y propuestas abiertas.

 

Antropología y relación colonial. La perspectiva desde los “países centrales”

 

La antropología nació en el marco de las relaciones propias de la situación colonial. Tal

como señala Krotz “el establecimiento de la antropología como disciplina científica se

produce en el entrecruzamiento de dos procesos nunca antes vistos”…: la expansión a

escala planetaria de una sola civilización, por un lado y, por el otro,…” la hegemonización

de un único tipo de conocimiento”.

Según Balandier la situación colonial es la dominación impuesta por una minoría extranjera

racial y culturalmente diferente, que actúa en nombre de una superioridad racial o étnica y

cultural. Dicha minoría se impone a una población autóctona que constituye una mayoría

numérica, pero que es inferior al grupo dominante desde un punto de vista material. 

Las formulaciones de las ciencias sociales son tributarias del tipo de sociedad en el que se

han desarrollado y al mismo tiempo, una reflexión sobre problemas considerados

acuciantes e imposibles de soslayar.

En sus orígenes, la sociología se dedico al análisis de diversas problemáticas ligadas a la

industrialización, urbanización y complejización de las sociedades modernas. De la misma

manera, la situación colonial a la que nos referíamos inicialmente constituyo el contexto en

que se desarrollaría la antropología, que se dedico al análisis de las sociedades signadas

por esta relación colonial, o bien dentro de la tradición occidental, de aquellos aspectos

que parecían ligados a la supervivencia de modos de organización social y producción

precapitalista.

En el caso de la antropología la división del trabajo científico implico que se dedicara a los

usos y costumbres de los pueblos de Asia, África y Oceanía que fueron incluidos en los

imperios coloniales de Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia, a fines del siglo XIX.

En la Antropología, el trabajo en pequeñas comunidades exóticas dio lugar al desarrollo de

técnicas cualitativas especiales, entre las que se destaco la observación prolongada con

participación. Mediante ella debía lograrse una imagen de la totalidad de la vida social. El

funcionalismo pensaba a la sociedad como un sistema integrado de partes

interconectadas. Se suponía que se lograría entender la razón de ser de las partes a partir

de comprender el lugar y la función que cumplían en el todo.

La antropología en este periodo se diferencia de las teorías sociológicas clásicas y del

marxismo. La antropología ejerció su trabajo respecto de sociedades “sin clases” o con

diferenciaciones de un orden distinto de las sociedades estratificadas “clásicas” o

“modernas”.

Menéndez recupera el desarrollo que propone Lévi Strauss sobre los fines o ambiciones

de la antropología   y  considera que las mismas permiten caracterizarla en:

una dimensión teórica y cuyas variables significativas son: la objetividad (la antropología

plantea su peculiar abordaje científico a partir del conocimiento de otro grupo social, “el

otro cultural”) autenticidad (la posibilidad de llegar a un conocimiento más profundo de las

relaciones sociales, lograble por medio de la especial manera de trabajar de los

Page 14: antropologia social y cultural

antropólogos, que partiendo de una unidad pequeña intentaran obtener un conocimiento

pleno de toda la comunidad entendida como totalidad) totalidad, relativismo cultural,

ahistoricidad, importancia de los cualitativo,  comparativismo, homogeneidad, integración.

Habría al menos dos formas diferentes de conocer: una de tipo cualitativa (antropología)

frente a otra de tipo extensivo que simplificará las características del objeto.

El modo trabajo del antropólogo es comparativo porque todo conocimiento debe ser

referido para su posible generalización  a otras instituciones de otras formas

socioculturales.

La segunda dimensión es de naturaleza técnica; se trata de la unidad de análisis: los

antropólogos se interesaron por el estudio de las condiciones que mantenían estable a

unidades pequeñas, autosuficientes, armónicas.

La antropología que se ha constituido como un campo de estudios diferenciado dentro del

conjunto de las ciencias sociales, es difícil de asociar con un objeto exclusivo. Surgida en

el contexto de relación entre Europa y los continentes sobre los que se produjo la

expansión colonial, sobrevivió a la desaparición de esa relación de dominio/ subordinación.

También sobrevivió a la extinción de los llamados pueblos primitivos. Más avanzado el

siglo XX, perduró y continuó su desarrollo después de las grandes migraciones rural

/urbanas.

Esta disciplina que había nacido dedicada centralmente al estudio de las culturas no

occidentales, perdía en apariencia su objeto. Sin embargo no desapareció del ámbito

académico.

 

La antropología, dentro del conjunto de las ciencias sociales

 

Los mismos problemas que son abordados por antropólogos, son abordados por los

sociólogos pero a partir de enfoques distintos. Unos se apoyan en situaciones micro-

sociales y otros en situaciones macro-sociales (sociología).

La antropología ha intentado contribuir a discutir la “naturalidad” de las formas

organizativas de las sociedades, conceptualización que ha llevado a considerar,

etnocéntricamente, la propia sociedad no solo como “la mejor”, sino como aquella que

tiene formas lógicas  de organización política y social.

Como destaca Lins Ribeiro, la perspectiva antropológica se basaría, así, en una tensión

existente entre el antropólogo como miembro de un sistema social y cognitivo que se

encuentra en relación a otro sistema social y cognitivo intentando transformar lo exótico en

familiar. Tensión resumida en la fórmula nosotros/ellos, familia/exótico. Al estudiar su

propia sociedad el antropólogo busca realizar la operación inversa, convertir lo familiar en

exótico (extrañamiento).

Según Durham, la antropología es la única que está volcada directamente al análisis de las

diferencias de las formas alternativas de organización de las sociedades y es la que nos

permite vislumbrar lo que es general y percibir la infinita variedad de las formaciones

sociales concretas.

Algunos textos clásicos permiten recrear en nosotros el doble movimiento que plantea la

antropología: comprender lo distinto, en su inmensa variedad, al tiempo que sometemos a

lo propio, a lo cotidiano, a un ejercicio de des cotidianización, por un lado, de des

naturalización, por el otro.

Page 15: antropologia social y cultural

La antropología clásica produce la apertura que se ha llamado desnaturalización, reingresa

la asimilación entre sociedad/cultura y naturaleza.

Otro aspecto, que desde los comienzos mismos de la antropología apareció generando

este efecto de apertura que ejerció esta disciplina sobre la comprensión de la organización

social y política, estuvo dado por la característica de totalidad con la que desde la

antropología se percibió a las sociedades en que trabajaron los antropólogos. Totalidad

entendida como posibilidad de aprehensión. El funcionalismo tomo esta idea ya que

consideraba que el sistema social entiende el todo cultural como una estructura ya

previamente formada e integrada, no considera como se formó dicho sistema o qué

fuerzas pueden operar su cambio.

 

Todo pensamiento debe ser situado. También el propio.

 

Las ciencias sociales comparten la condición de ser tanto parte del mundo social como

una concepción de este. Estas se enfrentan con una doble tarea: relacionarse, por un lado,

con un “objeto” que involucra al investigador pues se trata de su propia sociedad, y por

otro, enfrentarse a conceptos convertidos en afirmaciones de sentido común o en

condición teórica.

Es necesario comprender que toda producción teórica está condicionada en todos sus

aspectos, y por lo tanto debe ser situada en el contexto económico, político y cultural, así

como en el contexto teórico.

Gouldner propone dos conceptos fundamentales: supuestos y postulaciones. Toda teoría

social contiene junto a las postulaciones –supuestos formulados explícitamente- supuestos

básicos subyacentes.  Estos supuestos son tales por no ser explícitos. Son supuestos por

tanto y en cuanto se cree en ellos.

Estos supuestos son de diversa magnitud y gobiernan ámbitos de alcance invariable: 1-

Los que se aplican a un ámbito general, “las hipótesis acerca del mundo”, las creencias

más generales y primitivas acerca de la realidad; 2- Los de aplicación más limitada,

referentes al hombre y la sociedad.

Extendiendo a los antropólogos estas apreciaciones de Gouldner, podríamos decir que

funcionan como supuestos básicos existenciales. Por ejemplo, acerca de lo que es un

cabecita negra, un judío, etc. y funcionan como estereotipos.

En otros casos, consisten en supuestos básicos subyacentes normativos, por ejemplo, el

valor moral que se atribuye a cada uno de estos sujetos.

Estos supuestos actúan como un cemento invisible que mantiene unidas las postulaciones

e influye sobre la fortuna social de una teoría.

Esto implica que para “situar” a un investigador, es preciso tener en cuenta no solamente

su obra sino otros aspectos de su actuar (su pertenencia familiar, se extracción de clase,

su militancia política, etc.).

La antropología es tanto parte del mundo social como una concepción acerca del. Para

nosotros, además, la antropología es una actividad crítica.  Critica no con el sentido de

refutación, impugnación u objeción pues ello nos conduciría a una lectura trivial o cotidiana

del concepto. Estamos planteando el concepto de crítica como conocimiento que no

necesariamente lleva consigo una actitud valorativa. El hombre necesita distanciarse del

orden de lo dado para poder establecer su libre juicio crítico sobre él.  Criticar algo es

emprender la ardua tarea de conocerlo, según Kant. Y deslizándonos hacia Marx se utiliza

Page 16: antropologia social y cultural

el concepto como distanciamiento, como cuestionamiento y desenmascaramiento de lo

fáctico, de lo establecido. Solo ese distanciamiento de lo “real” permite su conocimiento, y

este conocimiento deviene crítico pues plantea la insoslayable praxis de la transformación

de lo real.

 

Una perspectiva desde América Latina

 

No hay ningún fundamento epistemológico que distinga la antropología de las otras

ciencias sociales. Las diferencias que reconocemos, son de tradición formativa y técnico-

metodológicas.

La antropología, al menos nuestro enfoque, se caracteriza por plantear  problemas, tiende

a dar respuestas abiertas. Esto significa, entre otras cosas, tener en cuenta el fluir de los

acontecimientos, sus transformaciones en procesos históricos.

Todo proceso social es histórico y encierra, en sí mismo, contradicciones, problemas sobre

los cuales debe reflexionar y que debemos aislar solo para el análisis.

A cerca de la posibilidad de conocer pero con límites se planteó tres aspectos:

1- La construcción de un conocimiento que se relaciona con la historia de la disciplina, que

aparece como “especifico”, habiéndose forjado a través de la investigación de la otredad.

2- La forma en que nos posicionamos frente a esto. Somos aquellos, o parte de los

herederos de aquellos otros que fueron investigados por otros. Nosotros ahora,

investigamos otros, pero también nosotros somos investigados por los otros.

La posibilidad de conocimiento es intersubjetiva.

3- Partimos del supuesto de que los sujetos sociales saben. Saber no especifico, saber de

la vida cotidiana, “saber practico”. Nuestra tarea, en todo caso, es desentrañar y confrontar

los saberes diferenciados.