antologia de poemas de eliseo diego.pdf

Upload: laura-vazquez

Post on 04-Apr-2018

718 views

Category:

Documents


123 download

TRANSCRIPT

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    1/38

    1

    EliseoVoy a nombrar las

    cosasy otros poemas

    Muestrario de

    Poesa 16Biblioteca Digital

    Diego

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    2/38

    2

    Voy a nombrar lascosas y otros poemas

    Eliseo Diego, CubaEdicin digital gratuita de

    Muestrario de Poesa 16

    Primera edicin: Septiembre 2008Santo Domingo, Repblica Dominicana

    Qu somos?Muestrario de Poesa es una coleccin digital gratuita que se difundepor la Internet y se dedica a promocionar la obra potica de los grandescreadores, difundindola y fomentando nuevos lectores para ella. Junto a

    las colecciones complementarias Libros de Regalo, Ciensalud,

    Iniciadores de Negocios yAprender a aprender, son iniciativas sin

    fines de lucro del equipo de profesionales de INTERCOACH para servir,aportar, aadir valor y propiciar una cultura de dilogo, de tolerancia, derespeto, de contribucin, de servicio, que promueva valores sanos,constructivos, edificantes a favor de la paz y la preservacin de la vidaacorde con los principios cristianos. Los libros digitales son gratuitos,promueven al autor y su obra, as como el amor por la lectura, y se

    envan como contribucin a la educacin, edificacin y superacin de laspersonas que los solicitan sin costo alguno.

    Este e-libro es cortesa de:

    Sol Poniente interior 144, Apto. 3-B, Altos de Arroyo Hondo III, SantoDomingo, D.N., Repblica Dominicana. Tel. 809-565-3164

    Se autoriza la libre reproduccin y distribucin del presente libro,siempre y cuando se haga gratuitamente y sin modificacin de sucontenido y autor.

    Si se solicita, se enviarn copias en formato PDF va email. Para

    pedirlos, enviar e-mail a [email protected],[email protected]

    INTERCOACHForjando lderes ganadores

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    3/38

    3

    Eliseo Diego: un encantador de serpientes / Alfonso Quiones 4Testamento 8Voy a nombrar las cosas 9

    Versiones 9Calma 10Comienza un lunes 10Daguerrotipo de mi abuela 11Cancin para todas las que eres 12El general a veces nos deca 12No es ms 13Retrato con la prodigiosa banda 13En el medio mismo del da 14

    La joven en el teatro 14En paz 15Asombro 15Cuadernillo de bella 16En lo alto 18

    Juegos 18La baraja 19La nia en el bosque 19Nostalgia por la tarde 20

    Venid, amigos, a la fiesta ma 21Arqueologa 22Artesanos 22El oscuro esplendor 23El viejo payaso a su hijo 23Elega con un poco de amargura 24En la cocina 24Entre la dicha y la tiniebla 25Fracaso 26Esta mujer 27

    Viajes 27Quietud 27Nostalgia de por las tardes 28Mujer cosiendo 29Muchacha de la Madona 30La casa abandonada 30A un gato que no volvi 31A un gato mientras se baa 32Vida de gato 32

    De Jacques, cuento 33Biografa de Eliseo Diego 34

    Contenido

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    4/38

    4

    EliseEliseEliseEliseo Diego: uno Diego: uno Diego: uno Diego: un

    encantador de serpientesencantador de serpientesencantador de serpientesencantador de serpientes

    Alfonso Quiones

    Yo era un joven de apenas veinte aos cuando conoc aEliseo Diego. Mosc deliraba con un verano dementirillas, en noches de 8 10 grados y el poeta haba

    llegado invitado para recibir el Premio Mximo Gorki -equivalente para el

    desaparecido mundo del campo socialista europeo al Juan Rulfo querecibira en Mxico en 1993- gracias a las magnificas versiones que habarealizado de la poesa de Serguei Esenin. Todava hoy puedo recordar dememoria, frente a mi ordenador, aquellos versos que rezaban: Ni lloro, niqujome, ni imploro/ como el blanco humear de los manzanos/ todo pasaenvuelto en oro. /No ms joven ser. Se fue el verano

    Nadie, hasta la fecha, ha podido superar el tono logrado por Eliseo parallevar al espaol al ms ruso de los poetas rusos de este siglo, SergueiEsenin, quien -dicho sea de paso- tuvo una tempestuosa relacin

    matrimonial con la bailarina Isadora Duncan, gracias a la cual pudoconocer el mundo.

    Si Esenin era borracho, irreverente y se liaba a puetazos con cualquiera,Eliseo era un hombre pacfico, de hablar pausado que por aquel entoncesno llevaba bastn y s una barba ceniza debajo de unos ojos brillantes,pequeos y profundos, como un encantador de serpientes. Fumaba tabacoingls en una pipa de cerezo y cada noche, antes de dormir, rezaba unPadrenuestro con fervor militante. Serguei Esenin, por su parte, fumaba

    papirozas, unos cigarrillos de tabaco rubio con una embocadura de cartn,que era lo que fumaban los campesinos y los obreros de la Rusia deprincipios de siglo. El poeta ruso, a diferencia del cubano, termin sus das,hastiado de todo, guindndose de un tubo de desage, en una esquina deltecho de su habitacin en el Hotel Astoria de San Petersburgo. Eliseofalleci de un ataque del corazn, sin que nadie se diera cuenta, apaciblecomo un prncipe bueno, recostado en un sof de la casa de su hijo, el yalaureado novelista Eliseo Alberto, en Mxico, donde pasaba unatemporada. Esas cosas raras tiene la poesa. (Para seguir leyendo haga clicken el ttulo)

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    5/38

    5

    Sabr Dios por qu ignorados mecanismos del espritu la voz del poeta rusosonaba en espaol como propia a travs del talento de Eliseo Diego. Tuveen suerte que el gran poeta cubano, autor de En la Calzada de Jess delMonte (1949) y Muestrario del mundo o Libro de las maravillas de

    Boloa (1968), entre otros esenciales de nuestra lengua, fuera quienprimero me gui por los vericuetos secretos e interminables de la poesa. Suhabitacin del Hotel Rossa -un enorme cajn de varios pisos y cuatrohoteles en uno- tena vista al ro donde en invierno yo vea los hombres-focas abrir huecos en el hielo para baarse en trusas, como si estuviesen enPunta Cana o Ipanema.

    En aquel entonces Mosc tampoco crea en lgrimas y cada noche tras lascopas de vodka que ambos dejbamos deslizar por nuestros gaznates conespecial disciplina, vea al poeta permitir que algunas lgrimas le

    humedecieran las mejillas como al desgaire. La culpable, segn l, era suhija Fef, all lejos en Cuba.

    He buscado en todos los cajones posibles aquellos pequeos papeles queEliseo Diego escribi para el aprendiz de poeta que fui entonces y nuncadejar de ser, donde iba marcando el devenir de la poesa hispana, como sifuera un mapamundi con versos que eran islas, continentes, lagos y otrosaccidentes geogrficos. Lamentablemente, debe haberlos devorado eltiempo. S recuerdo, con agradecimiento casi de escolar sencillo, cmo fue

    desgranando ante m los tipos de rimas, la mtrica, los acentos interiores,los hemistiquios y otras puertas secretas que me llevaran por elinterminable oficio del poeta. Guardo tambin, gracias al desvelo de mimadre -que en paz descanse- una foto a color para la cual posamos enabrazo de amigos Eliseo Diego, la traductora de literatura latinoamericanaVernika Spsskaya , el novelista cubano Noel Navarro y el que suscribe.

    Eliseo Diego, nacido en La Habana, en 1920, conversaba con un jadeo muysuyo, que no era ms que la dificultad que tena para respirar, parece queprovocada por algn enfisema pulmonar. Su palabra lenta y casi saboreada

    viajaba en un permanente ciclo, de la conversacin al poema y viceversa.Era el poeta de las siestas y el deslumbramiento con la luz del trpico,fundindose en un medio punto. Era el que elev el polvo, la ptina deltiempo en las cosas a una categora literaria, deudora de Quevedo: polvoser, mas polvo enamorado

    Cuando ahora releo su obra, despus de algunos aos de su fallecimiento enMxico en 1994, no dejo de escuchar su voz: El sitio donde gustamos lascostumbres,/ las distracciones y demoras de la suerte,/ y el sabor breve por

    ms que sea denso,/ difcil de cruzarlo como fragancia de madera,/elnocturno caf,/bueno para decir esto es la vida

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    6/38

    6

    Hojeo ahora sus libros Por los extraos pueblos (1958), El oscuroesplendor (1966), Versiones (1970), Nombrar las cosas (1973), Los dasde tu vida (1977), y A travs de mi espejo (1981), por slo citar algunos, ylamento que su poesa no haya sido lo suficientemente conocida en otros

    pases de Amrica Latina. De seguro hubiese ejercido un magisterio difcilde ignorar. Aunque Eliseo Diego pareca un lord ingls, era un cubanocriollo, que gustaba decir chistes y darse sus tragos y alabar la belleza deuna joven deslumbrante, aunque despus tuviese que correr a confesarse.Am su familia, sus

    amigos y su pas, con amor esencial, sin tener que subirse a una tribunapara decirlo. Y eso est en su poesa, una de las obras que ms ha aportado ala cultura cubana. Sin embargo no se circunscribi slo a la poesa y latraduccin literaria. Abord la narracin y el ensayo literario en muy

    interesantes acercamientos sobre todo a la literatura infantil, sobre todo enaquella poca llamada el Quinquenio Gris o el Decenio Negro, en que juntoa su cuada Fina Garca Marruz y su concuo Cintio Vitier, estuvorelegado a un oscuro rincn de la Sala Infantil de la Biblioteca Nacional.Son memorables sus miradas a obras de Hans Christian Andersen, loshermanos Grimm, Jos Mart, Gabriela Mistral, William Faulkner, NicolsGuilln o Virginia Wolf. La obra de Eliseo Diego fue merecedora demayores reconocimientos literarios, como el Premio Cervantes. Y si unopiensa en poetas como Joseph Brodsky o Derek Walcott, no duda tampoco

    en lo merecido de un Nobel. No por demrito de Walcott o Brodsky, sinoporque la profundidad de los hallazgos de estos es similar a los logradospor el poeta cubano.

    Amigo personal de Jos Lezama Lima y de Nicols Guilln, Eliseo Diego,con su obra, fue una especie de puente o vaso comunicante entre la poesade ambos. Algo que me sorprendi con el tiempo fue que nunca conoc dealguien que hablara mal de Eliseo o le tuviera enemistad, ni siquieraaquellos que escriban en otros estilos y pertenecan a tendenciasdiferentes.

    Fundador, con Lezama Lima, Pepe Rodrguez Feo, Virgilio Piera, Cintio yFina, entre otros, del grupo Orgenes, de enorme importancia en la culturacubana, Eliseo Diego dio muestras, desde sus inicios, de ser dueo y seorde una manera muy personal de abordar la palabra.

    Poeta siempre interesado en sondear esos velos que dictan el transcurrir deltiempo sobre los objetos y los seres, no dudara en afirmar que Eliseo Diegofue el poeta del Tiempo. No el que se cuenta con un reloj digital, sino esa

    otra dimensin del ser donde el espacio no cuenta y s la poesa. Todo poetatiene que huir despavorido de la poesa de Eliseo Diego. Tan poderosa es la

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    7/38

    dulce sutilidad de su voz. Sin embargo, Eliseo siempre tuvo la dicha que sele acercaran jvenes poetas y escritores a beber de sus enseanzas.

    Con Inventario de asombros alcanz el Premio de la Crtica en 1982.Cuatro aos despus fue aclamado como Premio Nacional deLiteratura1986. Si bien es cierto que su obra se tradujo a numerososidiomas, incluidos el ingls, el ruso, el francs y el italiano, insisto en que suobra fue merecedora de una mayor difusin internacional. Quizs no tuvosuerte en encontrar un editor en el mundo que lo lanzara como eradebido. Y decir lanzara es un eufemismo. Su propia obra hubieseprestigiado al ms pinto de los editores. Su libro pstumo, compilado porsu Fef de la nostalgia moscovita, bajo el ttulo de En otro reino frgil(Ediciones Unin, 1999). El libro incluye poemas inditos, escritos algunosdas antes de su fallecimiento, y otros publicados anteriormente en revistas

    literarias, pero no incluidos en libros. El poeta, que en su testamentoliterario nos legara el tiempo, todo el tiempo, nos dice desde Olmecauno de sus ltimos poemas: Es cierto que estoy muerto y que ustedes memiran y estn vivos./ Pero yo estoy muerto de risa.

    Y as lo veo yo, as lo siento, como aquellas otras tardes de mediados de losochenta, cuando asistamos a un festival de poesa en la cubana ciudad deSancti Spritus, al calor del verano rotundo de la isla y de unas copas de ronaejo. Eliseo Diego, el poeta Ral Rivero y el que escribe; los tres diciendo

    chistes y alabando las bellezas criollas. Entonces Eliseo pareca decirnoscomo ahora: El ron de mis mayores me protege/ contra el terror de ya noser maana./ Timor mortis conturbat me.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    8/38

    8

    Testamento

    Habiendo llegado al tiempo en quela penumbra ya no me consuela ms

    y me apocan los presagios pequeos;

    habiendo llegado a este tiempo;

    y como las heces del cafabren de pronto ahora para msus redondas bocas amargas;

    habiendo llegado a este tiempo;

    y perdida ya toda esperanza dealgn merecido ascenso, de

    ver el manar sereno de la sombra;

    y no poseyendo ms que este tiempo;

    no poseyendo ms, en fin,que mi memoria de las noches y

    su vibrante delicadeza enorme;no poseyendo ms

    entre cielo y tierra quemi memoria, que este tiempo;

    decido hacer mi testamento.

    Es este:les dejo

    el tiempo, todo el tiempo.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    9/38

    9

    Voy a nombrar las cosas

    Voy a nombrar las cosas, los sonoros

    altos que ven el festejar del viento,los portales profundos, las mamparascerradas a la sombra y al silencio.

    Y el interior sagrado, la penumbraque surcan los oficios polvorientos,la madera del hombre, la nocturna

    madera de mi cuerpo cuando duermo.

    Y la pobreza del lugar, y el polvoen que testaron las huellas de mi padre,

    sitios de piedra decidida y limpia,despojados de sombra, siempre iguales.

    Sin olvidar la compasin del fuegoen la intemperie del solar distante

    ni el sacramento gozoso de la lluviaen el humilde cliz de mi parque.

    Ni el estupendo muro, medioda,terso y ail e interminable.

    Con la mirada inmvil del veranomi cario sabr de las veredas

    por donde huyen los vidos domingosy regresan, ya lunes, cabizbajos.

    Y nombrar las cosas, tan despacio

    que cuando pierda el Paraso de mi calley mis olvidos me la vuelvan sueo,pueda llamarla de pronto con el alba.

    Versiones

    La muerte es esa pequea jarra, con flores pintadas a mano, que hay entodas las casas y que uno jams se detiene a ver.

    La muerte es ese pequeo animal que ha cruzado en el patio, y del que nos

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    10/38

    10

    consuela la ilusin, sentida como un soplo, de que es slo el gato de la casa,el gato de costumbre, el gato que ha cruzado y al que ya no volveremos a

    ver.La muerte es ese amigo que aparece en las fotografas de la familia,

    discretamente a un lado, y al que nadie acert nunca a reconocer.La muerte, en fin, es esa mancha en el muro que una tarde hemos mirado,sin saberlo, con un poco de terror.

    Calma

    Este silencio,blanco, ilimitado,

    este silenciodel mar tranquilo, inmvil,

    que de prontorompen los leves caracolespor un impulso de la brisa,

    Se extiende acasode la tarde a la noche, se remansa

    tal vez por la arenillade fuego,

    la infinitaplaya desierta,

    de manera

    que no acaba,quizs,

    este silencio,

    nunca?

    Comienza un lunes

    La eternidad por fin comienza un lunesy el da siguiente apenas tiene nombre

    y el otro es el oscuro, al abolido.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    11/38

    11

    Y en l se apagan todos los murmullosy aquel rostro que ambamos se esfuma

    y en vano es ya la espera, nadie viene.La eternidad ignora las costumbres,

    le da lo mismo rojo que azul tierno,se inclina al gris, al humo, a la ceniza.Nombre y fecha t grabas en un mrmol,

    los roza displicente con el hombro,ni un montoncillo de amargura deja.

    Y sin embargo, ves, me aferro al lunesy al da siguiente doy el nombre tuyo

    y con la punta del cigarro escriboen plena oscuridad: aqu he vivido.

    Daguerrotipo de mi abuela

    Mi abuela est sentada: es una jovende esbelto rostro frgil

    sobre el altivo cuello: miro inmvil

    la pupila en tinieblas que la miradesde un abismo: si volviera

    no ms los ojos a la barba tristedel padre sonriente, se animara.

    Pero mi abuela sigue inmvil, joven.

    Se ha de poner en pie muy pronto.El da la arrastrar consigo hasta el zagunmientras la calle vibra al choque csmico

    de casco y casco. Se ha perdido.Cuando la vuelva a ver, ser una anciana.

    Pero en tanto, serena, inconmovible,sigue mirando hacia la sombra inmensa,

    su esbelto rostro frgilsobre el soberbio cuello.

    Es una joven.Est, sencillamente, all sentada.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    12/38

    12

    Cancin para todas las que eres

    No solo el hoy fragante de tus ojos amosino a la nia oculta que all dentromira la vastedad del mundo con redondo

    [azoro, y amo a la extraa gris que me recuerdaen un rincn del tiempo que el invierno

    [ampara. La multitud de ti, la fuga de tus horas,amo tus mil imgenes en vuelo

    como un bando de pjaros salvajes.No solo tu domingo breve de delicias

    sino tambin un viernes trgico, quien[sabe, y un sbado de triunfos y de glorias

    que no ver yo nunca, pero alabo.Nia y muchacha y joven ya mujer,

    [tu todas, colman mi corazn, y en paz las amo.

    El general a veces nos deca

    El General a veces nos decaextendiendo sus manos transparentes:

    as fue que lo vimos aquel daen la tranquila lluvia indiferente

    sobre el negro caballo memorable.Suavizaba la sombra del alero

    su camisa de nieve irreprochable

    y el arco duro del perfil severo.

    Y mientras en el patio de azul finocercana renaca la tristeza

    del platanar con sus nocturnos roces,

    ms all de las palmas y el camino,limpiamente ceida su pobreza,

    pasaban en silencio nuestros dioses.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    13/38

    13

    No es ms

    por selva oscura...

    Un poema no es msque una conversacin en la penumbra

    del horno viejo, cuando yatodos se han ido, y cruje

    afuera el hondo bosque; un poema

    no es ms que unas palabrasque uno ha querido, y cambian

    de sitio con el tiempo, y yano son ms que una mancha, una esperanza indecible;

    un poema no es msque la felicidad, que una conversacin

    en la penumbra, que todocuanto se ha ido, y ya

    es silencio.

    Retrato con la prodigiosa banda

    La prodigiosa banda en la glorietalevanta de pronto el aire del ao veinte

    y sopla entre las cintas blancasde la esbelta muchacha por la que no [pasa el tiempo.

    Y taciturna, inmvil, agradable, diferente,con vagos y bellos ojos mirala primavera de otro ao

    lejano ya, lejano el ao veinte.

    No mires, no, mi cuarto, mira la glorieta,no mires, no, la pgina vaca?vulvete al msico, a la brisa

    moviendo el empolvado teln de los [laureles.

    Por ti no pasa nunca el tiempo.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    14/38

    14

    En el medio mismo del da

    (fragmento)

    En medio de una rugiente avalancha de [luz est mi padre.La luz arranca destellos, no, saltos de [furiosa nievea la pequea escalinata que mi padre [dise

    desde un humilde orgullo, y vuelanen astillas de luz los troncos de las [palmas.

    Cmo sus ropas arden en blanqusimas [ascuasque le abrasan la cara traspasndola y [fundindose

    al fuego de una felicidad que es tanto, [tantoms que la consumacin de su proyecto, [ms

    que su fiera estatura iluminada.

    La joven en el teatro

    (fragmento)Y mientras te inclinabas

    Impaciente al vaco,

    interrogando

    la polvorienta prpura,vi el sesgo valeroso de la boina,

    tus ojos serios y veloces,el liviano

    pelo lacio, al desgaire, oh cazadora,y me toc el terror de lo tremendo sobre [tus hombros frgiles:

    caa

    la maana en diluvios, oh luz,en fugas y murmullos,

    y ya nada

    podra ampararte de tu juventud.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    15/38

    15

    En paz

    El gato duerme en la cocina

    mientras la lluvia corre afuera.Cien y mil aos de penumbra.La tarde solo un soplo afuera.

    El gato duerme desde cundo,la lluvia es otra y otra, afuera.

    El gato en paz, en paz el sueo,y el agua hacia la mar

    afuera.

    Asombro

    Me asombran las hormigas que al ir[vienen tan seguras de s que me dan miedoporque estn donde van sin ms [preguntas

    y aunque asomos de vida son perfectas

    si minsculas mquinas que sabenel dnde y el adnde que les toca

    y a la muerte la ignoran como a nadasi no fuese tan til instrumento

    con que hacer de lo inerme nueva vida.

    Pero aunque agrande su minucia vivael azoro redondo en que las miro

    y me apena que no se sepan nunca

    tal como son en su afanarse oscuroya tan inmemorial como la Tierra

    ms me asombra mi pena y me convencede que saberse el ser bien que la vale

    aun cuando el precio sea tan alto comoel enorme silencio de all afuera.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    16/38

    16

    Cuadernillo de bella

    1

    Cmo llevar a las palabrasla sensacin, el roce de tu manopor vez primera entre la ma.Su forma frgil, delicada,su ser, su estar en m, su suave entrega."Esta es la mano, en fin, de tu muchacha",me dices no s cmo, mientras siento"esta es la mano de la nia ma".

    Mayor delicia habr,si tiempo y suerte quieren.Ninguna habr tan absoluta y pura.

    2

    Reverente imagino tus muecasen tus brazos menudos acunadas.

    Cmo se llaman, digo. Y me respondesen una voz que la distancia veladesde el hondo del patio. Deja. Mira,t ests feliz, eres feliz, qu importa.

    T ests hecha de infancias, nia ma.t eres toda de nios. Vida solo.

    3

    Ya te miro venir, ligera y leve,volando las escalas del teatro,la boina al sesgo de tu pelo lacio,radiante y feliz, hecha de aromas.Das a mi amigo un libro, me sonres,despus te vuelves y tu esbelta espaldaescaleras abajo es una msicay es una puertecilla hacia la dicha.

    4

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    17/38

    1

    Quin sabe cmo fue ni cundo y dndeme dijiste que s, que me entregabasel huerto de ti misma, paraso

    de magias y delicias y qu glorias.Y yo ciego de m te acepto a ciegasdel esplendor terrible de tu llamatan frgil y menuda entre mis brazos.Pues t eres t y eras la vida y todocuanto va desde el jbilo a lo trgico,desde el alba a las fiestas de la tarde.

    5

    Y tus muecas fueron al fin hijos,oh msica del mundo, oh maravilla,mi cajita de asombros, mi seora!Y el dueo de tu huerto florecido,el taciturno, te volvi la espalda,te dej a solas con tus juegos mgicos,los nicos que importan, y lloraste.Cmo pude yo hacer que sollozaras?La boina al sesgo del cabello pulcro,

    t, la del rostro terso, radiante,quin pudo imaginarte entonces lgrimas!Y sin embargo fuimos los dos uno,no se puede ser ms, y t has llorado.

    6

    Todo es al fin no ms un cuento mgico.Quin sabe cmo, todo cuento acaba.

    Yo di su vida a los muecos tuyoscomo un brujo hechizado. Me embrujastecon solo ser tan nia a vida pura.Como a travs de un vidrio estoy mirndote.Turbio vidrio mi asombro de sabertetal cual eres, mi nia desdichada.Me hechizaste, y en cambio te hice dao.Mas yo slo te am porque t eras.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    18/38

    18

    En lo alto

    Un pjaro en lo alto,en lo ms finodel rbol alto,un tomegunnervioso, breve, tan liviano

    como un soplo de luz,est cantandosu propia levedad,la maravillade su increble ser

    su pura vidaminscula, perfecta, iluminada.

    Juegos

    -Ahora nosotros somos buenosy ustedes malos!

    Y los nios,desde la cima blancade la maana,

    todos,buenos y malos,

    se hunden en el fuegopursimo

    -ya esplndidos-gritando.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    19/38

    19

    La baraja

    Salta el rey, y los bastos cerrados

    lo acometen brutales. Los oros

    van huyendo en la vasta llanura.Y ha cado la sota funesta

    junto al buen caballero. La pardaextensin se ilumina, destella

    con el rojo de infancia, y el verdememorable y veraz, y los hondos,los soados azules de infierno.

    La batalla creciente deslumbraen espadas, penachos, banderascrepitantes o justas. Y vuelven,

    y regresan los bastos, las copastaciturnas, los oros veloces,

    y derriban al rey. Han cadocon el rey el silencio y el polvoen la mansa extensin de madera.

    La nia en el bosque

    Caperuza del alma, est en lo oscuroel lobo, donde nuncasospecharas,y te miradesde su roca de miseria,su soledad, su enorme hambre.

    T le preguntas: por qu tienesesos ojos redondos?Y l responde,

    ciego, para mirartemejor, llorando.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    20/38

    20

    Y en seguida

    t vuelves: las orejas,por qu tan grandes?

    Y l,para escucharte, oh msicadel mundo, slopara escucharte.Y luego

    lo dems es la sombra -indescifrable.

    Nostalgia por la tarde

    El que tena costumbre de poner las manossobre la mesa blanca junto al pan y el agua,traje rugoso de fervor y alpaca,y aquella su esperanza filial en los domingos,

    ya no conmueve nunca el suave pensamiento de la fronda

    con el doblado consejo de su paso.Y el taciturno banco entre los lamos dormidoy aquel campito hirsuto a quien las lluvias respetaban.

    Qu tedio los sepulta como la muerte a los ojosque no los cruza nunca la bendicin de unas palomas,que tengo que soarlos, mi amiga, tan despaciocomo quien suea un grave color que nunca viera,como quien suea un sueo y eso es todo.

    Porque quin vio jamspasar al viejecillode cndido sombrero bajo el puenteni al orador sagrado en la colina.

    Yo vi al lagarto de liviana sombradistraerse de pronto entre su sangre,quedar inmvil, s, tumbado,pesando e incapaz de confundirse ya nunca con la tierra.

    (El que tena costumbre de cruzar las manos

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    21/38

    21

    sobre la mesa blanca para mejor mirarnos,su mueca de morir cundo la he visto,su mueca parda.)

    He visto al pez de indestructible prpura,en la maana arde como criatura perpetua de la llama,olvida los trabajos mugrientos de su sangre,yace perfecto y la madera sagrada lo levanta.

    Pero quin vio jamsel ruedo misterioso de tu faldamientras cortas las rosas en la tardeni el roce y la tristeza de la lluviacomo un ajeno llanto por mi cara.

    Porque quin vio jams las cosas que yo amo.

    Venid, amigos, a la fiesta ma

    Venid, amigos, a la fiesta ma,a donde el campo grava el sol de rojo,campo mi sangre en que mi vida acojo,rbol mi sangre en que se encarna el da.

    Pues mi casa renace en alegray el diario pan su eterno sol ofrece,criaturas de mi sueo que os merece,venid, amigos, a la fiesta ma.

    Veris que entera os doy la antigua tarde,el camino y el rbol, la palabraquerida que dijimos ya muy tarde.

    Pues cuando el pecho mi vigilia abra,vendris donde mi pan, donde mi vino arde,al abrigado amor de mi palabra.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    22/38

    22

    .

    Arqueologa

    Dirn entonces: aqu estuvola sala, y ms all,

    donde encontramos los fragmentosde levsimo barro, el sitio

    del calor y la dicha.Luego

    vendr una pausa, mientrasel viento alisa los hierbajos

    inconsolables; peroni un soplo habr que les evoque

    la risa, el buenas tardes,el adis.

    Artesanos

    Pules y pules, ves, el duro verdehasta que al fin brota. Le has querido

    forma de ptalo.(Ms tarde

    alguien, sagaz, dir: el hachatiene forma de ptalo.)

    A solaspules y pules en la luz de octubrehasta que asoma el alma de la piedra

    en un hoy sonriente.Lejos

    est maana, como lejosayer qued contigo.

    Slo el alma

    sonriente de la piedra verdebrilla en el hoy de siempre.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    23/38

    23

    El oscuro esplendor

    Juega el nio con unas pocas piedras inocentesen el cantero gastado y roto

    como pao de vieja.

    Yo pregunto:qu irremediable catstrofe separasus manos de mi frente de arena,su boca de mis ojos impasibles.

    Y suplicoal menudo seor que sabe conmover

    la tranquila tristeza de las flores, la sagradacostumbre de los rboles dormidos.

    Sin quererloel nio distradamente solitario empujala domada furia de las cosas, olvidando

    el oscuro esplendor que me ciega y l desdea.

    El viejo payaso a su hijo

    Pero maana,cuando las viejas barran a conciencia

    el poco de hoy que queda en las colillaspor todo el ancho espacio desoladodonde no hay nadie nunca: importar

    el trueno de la gloria o el silenciodel papel arrugado en una esquina

    bajo el polvo de ayer? Nadie lo sabe.Y sin embargo,

    es necesario hacerlo bien.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    24/38

    24

    Elega con un poco de amargura

    sta es otra elega, perodedicada a un hombre desagradable,

    vecino mo, que nuncaquiso saludarme.

    No s, por tanto, cmo se llamaba.

    Cara de limn, cara de perro malo,jams se rebaj a mirarme

    siquiera. Vivamos

    los dos en la misma calle.

    Un da tras otro nos desencontrbamos.Primero por la maana, y luego

    por la tarde.

    Se muri, y,naturalmente,

    dej de no saludarme.

    Ayer lo vi venir tan l como de costumbrey me alegr que todo fuese igual que antes.

    Pero no era ni por la tarde ni por la maana,y en cuanto a l, tampoco era l,

    como adrede.

    En la cocina

    Enrosca el gato su deliciade s sobre s mismo, duermede su principio a fin, secreto.

    En tanto

    esboza la penumbra disidencias

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    25/38

    25

    de cazuelas y potes, resistentesal imperio del sueo.

    Cae el mundo

    por el filo del agua, gruepara s el fuego, pero el gatolo ignora:

    permanece

    sencillamente, inmunea memoria y olvido, a salvo

    en la delicia de su ser-perfecto.

    Entre la dicha y la tiniebla

    Como quien toca con un dedola punta fra del agua,marendose de slo

    su transparencia demasiada,

    me he puesto yo a mirarel no ser infinito que me aguarda.Los soldados de plomoestn apenas en su caja

    y entre la dicha y la tinieblano queda sino el filo de la lmpara.

    Qu poco todo, mi amor.,y cmo es corta la esperanza,

    cuando venimos a verlaya se nos acaba

    y estn los hijos corriendoms all de la maana.

    Pienso en la tialolade alguna familia egipcia o franca

    y en el sabor de sus pastelesque ya no saben ms a nada,y entonces nuestras bromas

    van y se me atragantanmirando que algn da

    tendr otro que inventrnoslas.Contemporneo de los Csares

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    26/38

    26

    y de Moiss y la Pequea Juanay de abolidos albailescolgados como araas

    sobre la piedra de los siglos,

    sobre su cara mala,todo el pesar del tiempome va a caer sobre la cara.

    Como quien toca estremecindosela punta fa del agua,miro la noche tanto

    ms grande que mi casa,la noche tnato ms enorme

    que toda la Va Lctea,y abajo mi conciencia

    como una vela en una iglesia abandonada.Qu poco todo, qu poco,

    para tanta sombra?tanta.

    Fracaso

    El piano al medioda, solo,de lamo en lamo la msica,

    de resol en penumbra,no se levanta, no remonta,

    se cae del ala, pa, la msica,vuelve otra vez, anhela,sube, sube, de pronto

    la dicha cruza en una rfaga,tropieza con la luz,

    no puede,tiembla, quisiera

    ser, la msica.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    27/38

    2

    Esta mujer

    Esta mujer que reclinada

    junto a la borda inmvil de su casasoporta con las manos arrugadasel peso dcil de su tedio,

    slo escuchando el tiempo que le pasasin gracia ni remedio.

    Esta mujer, desde la bordablanca de su balcn, que el patio encierra,

    mira correr, ansiosa y sorda,la estela irrestraable de la tierra.

    Viajes

    Un patio de la Vboradonde la sombra crece hasta el silencio

    en rboles y hierbas y amargurasy llagas del adobe, tienetambin palmeras de otro mundo

    grabadas en el aire quieto.Salir al patio, entrar en el aromaruinoso de los aos, es un pocoviajar al otro extremo de la vida

    y estar como no estando,en la penumbra

    de donde todo viene, adondetodo se va, por fin, a ser silencio.

    Quietud

    Casi no roza la palabrasiquiera el borde de la luz

    bajo la sombra de los mangos.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    28/38

    28

    Todo

    est inmvil ahora, como a salvodel tiempo que se va

    -sesgado, a oscuras-por el secreto de tus venas.

    Nostalgia de por la tarde

    A Bella

    El que tena costumbre de poner las manossobre la mesa blanca junto al pan y el agua,

    traje rugoso de fervor y alpaca,y aquella su esperanza filial en los domingos,

    ya no conmueve nunca el suave pensamiento de la frondacon el doblado consejo de su paso.

    Y el taciturno banco entre los lamos dormidoy aquel campito hirsuto a quien las lluvias respetaban.

    Qu tedio los sepulta como la muerte a los ojosque no los cruza nunca la bendicin de unas palomas,

    que tengo que soarlos, mi amiga, tan despaciocomo quien suea un grave color que nunca viera,

    como quien suea un sueo y eso es todo.

    Porque quin vio jamspasar al viejecillo

    de cndido sombrero bajo el puenteni al orador sagrado en la colina.

    Yo vi al lagarto de liviana sombradistraerse de pronto entre su sangre,

    quedar inmvil, s, tumbado,pesando e incapaz de confundirse ya nunca con la tierra.

    (El que tena costumbre de cruzar las manos

    sobre la mesa blanca para mejor mirarnos,su mueca de morir cundo la he visto,

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    29/38

    29

    su mueca parda.)

    He visto al pez de indestructible prpura,en la maana arde como criatura perpetua de la llama,

    olvida los trabajos mugrientos de su sangre,yace perfecto y la madera sagrada lo levanta.

    Pero quin vio jamsel ruedo misterioso de tu falda

    mientras cortas las rosas en la tardeni el roce y la tristeza de la lluviacomo un ajeno llanto por mi cara.

    Porque quin vio jams las cosas que yo amo.

    Mujer cosiendo

    Afuera est el escndalodel sol,

    y la gargantade la cal desollada que responde

    bramando de terror:

    la zarabandamanaca de la luz-la quema grande.

    Y adentro, fresca, la penumbra

    como un bao de paz-agua del bosquede la eterna delicia-

    la penumbra

    en que tu aguja salta-leve

    pececillo de lumbrey a la tela

    vuelve otra veziluminndonos

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    30/38

    30

    Muchacha de la Madona

    Hiere el perfil de la Madonasu delicada perfeccin lastima

    los ojos insaciables; ellano tiene culpa: es ella, la muchacha,

    la que borda la luz, la que sonrejunto al pozo del ao, frgil,

    menuda hija del vecinode siempre, slo ella; pero,

    ligeramente vuelta, ladeadano ms un poco hacia la gloria,

    el otrole roza el pelo, se le aparta

    si ella lo mira, se hace msicapara el dibujo de las manos: hiere

    su transparencia, su piedad lastima.

    La Casa Abandonada

    Hacia el final de la escalera

    te has dado vuelta: en el vaco de abajoel viento solitario hace

    las veces de trajn, y la penumbraest sucia de olvido. Pero arriba,

    en el piso de arriba, el cmulode intil sueo aguarda. Vas

    a entrar en l, a sumergirte? Con la manopuesta en el balaustre, acaricindolo

    te quedas. Poco a poco,

    no vas as a bajar la vista: escucha el torvozumbido de la mosca que se afana

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    31/38

    31

    contra el ciego cristal: hay alguienen el primer peldao. Espera.

    Mira:t ests en el primer peldao. Lvido

    te ests mirando a ti con toda el almacomo si fuese para siempre.Y ya

    no ests arriba, nitampoco abajo.

    Zumbasola por fin la torva prisionera.

    A un gato que no volvi

    Ya no te ver ms Lleg hasta el universo,durmiendo a gracia suelta: ira y amor a una,no volviste jams el eco en el reversode tu amorosa vuelta. siniestro de la luna.

    Con una gata blanca, Y un encolerizadomira qu mala suerte: te enmudeci en el fro:la gata era la blanca no ms a nuestro ladode la Seora Muerte. duermes, amigo mo.

    La leche est servida, Tu cuerpo es hoy la sombra,estlisto el pescado; las nubes son tus manchas,tu silla preferida y slo ahora te nombraen vano te ha esperado. el silencio a sus anchas.

    Tu paso era ligero, La leche est servida,tus modales corteses, est listo el pescado;y fuiste tan sincero tu silla preferidaque me ignoraste a veces. ya se ha desesperado.

    Me hablabas t muy suave,yo nunca te entenda;mas fue una falta grave

    tu enorme meloda.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    32/38

    32

    A un gato mientras se baa

    Lmete bien la garra oculta en seda

    y oreja tras oreja limpia y pule;tu vanidad con el orgullo emulepor ver qu flanco ms lustroso queda.

    Verdadgrande ser que nunca puedallamarte amigo; no hay quien disimulemejor que t su ser, ni ser simuletan familiar que todo asombro ceda.

    Mas no es tan natural ue seas t mismo

    ni que pueda yo verte y conocerteperfecto ah como si en un segundo.

    Por ms que disimules, un abismosers como tambin el yo saberteconmigo aqu en lo que llamamos mundo.

    Vida de gatoDesde la seda negrade la mancha,hasta la punta negrade sus ansias,

    la vida se le ajustacomo un guante

    -como le ocurre al nombrecon la imagen.

    (No se equivoca nunca,siempre vuelvea ser lo que es ya sueo)- de tan leve!

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    33/38

    33

    CUENTO

    De JacquesLlueve en finsimas flechas aceradas sobre el maragonizante de plomo, cuyo enorme pecho apenas alienta.La proa pesada lo corta con dificultad. En el extremosilencioso se le escucha rasgarlo.

    Jacques, el corsario, est a la proa. Un parche mugrientocubre el ojo hueco. Inmvil como una figura de proasuea la adivinanza trgica de la lluvia. Oscuros galeones

    navegando ros ocres. Joyas cavadas espesamente delianas.Jacques quiere darse vuelta para gritar una orden, pero siente de prontoque la cubierta se estremece, que la quilla cruje, que el barco se encoracomo si encallase. Un monstruo, no, una mano gigantesca alcanza el barcochorreando. Jacques, inmvil, observa los negros vellos gruesos comocables.Este? S, ese dice el nio, y envuelven al barco y a Jacques en unpapel que la fina llovizna de afuera cubre de densas manchas hmedas. Elagua chorrea en la vidriera, y adentro de la tienda la penumbra cierra elespacio vaco con su helado silencio.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    34/38

    34

    Eliseo Diego.(1920 - 1994).

    Mi nombre es Eliseo Diego. Soy, de oficio, poeta, es decir: un pobre diablo aquien no le queda ms remedio que escribir en renglones cortos que sellaman versos. Y lo hago no por vanidad o por el deseo de brillar, o qu syo, sino por necesidad, porque no me queda ms remedio que escribir estas

    cosas que se llaman poemas.

    Poeta, escritor y ensayista. Nace el 2 de julio en la ciudad de La Habana,

    siendo muy nio viaja con la familia por Francia y Suiza, experiencia quesiempre consider determinante en su formacin potica.

    Sin alcanzar apenas la primera dcada de vida, escribe sus primeroscuentos infantiles. Fue uno de los fundadores de la Revista Orgenes, juntoa Cintio Vitier, Fina Garca Marruz, Octavio Smith, Agustn Pi, JulinOrbn, Gastn Baquero, Angel Gaztelu y Virgilio Piera, entre otros.

    Estudia Pedagoga e imparte clases deLiteratura Inglesa y Norteamericana en

    cursos especiales realizados en la Casade las Amricas. Ocup el cargo deresponsable del Departamento deLiteratura y Narraciones Infantiles dela Biblioteca Nacional Jos Mart hasta1970.

    Realiz traducciones y versiones de lasms importantes figuras de la literatura infantil en el mundo y fue redactor

    de la Revista Unin de la Unin de Escritores y Artistas de Cuba(UNEAC), donde adems realiz labores como miembro de la comisin depublicaciones.

    En 1966 publica El oscuro esplendor, libro que consider, uno de suspreferidos. En 1986Eliseo Diego obtiene el Premio Nacional de Literatura por el conjunto de suobra. Recibiendo en 1988 y1989, sucesivamente el Premio de la Crtica. En1992 la Universidad del Valle en Cali, Colombia, le otorga el Doctorado

    Honoris Causa. En 1993 recibe la Distincin Gaspar Melchor de Jovellanosque otorga la Federacin de Asociaciones Asturianas de Cuba y el

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    35/38

    35

    importante Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y delCaribe Juan Rulfo.

    Fallece el 1ro de marzo de 1996, mientras se encontraba en Mxico y sus

    restos son trasladados a Cuba, donde fue sepultado.

    Obras:En las oscuras manos del olvido (cuentos), 1942. /Divertimentos (cuentos),1946. /En la Calzada de Jess del Monte (poesa), 1949. /Por los extraospueblos (poesa), 1958. /El oscuro esplendor (poesa), 1966. /Muestrario delmundo o Libro de las maravillas de Boloa (poesa), 1967. /Versiones (prosapotica), 1970. /Noticias de la Quimera (cuentos), 1975. /Los das de tu vida(poesa), 1977. /A travs de mi espejo poesa), 1981. /Inventario de asombros(poesa), 1982. /Veintisis poemas recientes (poesa), 1986. / Soardespierto (poesa), 1988. /Libro de quizs y de quin sabe (ensayos breves yprosa potica), 1989. /Cuatro de Oros (poesa), 1990. /Conversacin con losdifuntos (traducciones), 1991. /En otro reino frgil (poesa), 1999. /Aqu hevivido (poesa), 2000. /Poemas al margen (poesa), 2000.

    Aperecen en la foto, del Grupo Orgenes: Eliseo Diego, Bella Garca Marruz, Fina Garca Marruz,Cintio Vitier y Agustn Pi.

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    36/38

    36

    Muestrario de Poesa

    Libros de Regalo

    1.Llevar a Gladys de Vuelta a Casay otros cuentos / Aquiles Julin

    2. Letras sin Dueos / Aquiles Julin

    3. Msica, maestro / Aquiles Julin4. Una Carta a Garca / Elbert Hubbard5. 30 Historias de Nasrudn Hodja /Aquiles Julin6. Historias para Crecer por Dentro /Aquiles Julin7. Acres de Diamantes / Russell Conwell8. 3 Historias con un pas de fondo /Armando Almnzar R.9. Pequeos prodigios / Aquiles Julin10. El Go-getter/ Peter Kyne

    11. Mujer que llamo Laura

    / Aquiles Julin12. Historias para cambiar tu vida /Aquiles Julin13. El ingenio del Mul Nasrudn /Aquiles Julin15. Algo muy grave va a suceder en este pueblo /Gabriel Garca Mrquez16. Cuatro cuentos / Juan Bosch17. Historias que iluminan el alma /Aquiles Julin18. Los temperamentos / Conrado Hock19. Una rosa para Emily / William Faulkner20. El abogado y otros cuentos /Arkadi Averchenko

    21. Luis Pie y Los Vengadores / Juan Bosch22. Ahora que vuelvo, Ton / Ren del Risco23. La casa de Matriona / Alexander Solzenitsin

    24. Josefina, atiende a los seores y otros textos /Guillermo Cabrera Infante25. El bloqueo y otros cuentos / Murilo Rubiao26. Rashomon y otros cuentos /Ryunosuke Akutagawa27. El traje del prisionero y otros cuentos /Naguib Mahfuz28. Cuentos rabes / Aquiles Julin29. Semejante a la noche y otros textos /Alejo Carpentier30. La tercera orilla del ro y otros cuentos /

    Joao Guimaraes Rosa31. Leyendas aymars / Aquiles Julin32. La muerte y la muerte de QuincasBerro Dgua /Jorge Amado33. Un brazo / Yasunari Kawabata34. Cuentos africanos 2 / Aquiles Julin35. Dos cuentos / Yukio Mishima36. Mejor que arder y otros cuentos /Clarice Lispector37. La raya del olvido y otros cuentos /Carlos Fuentes38. En el fondo del cao hay un negritoy otros cuentos / Jos Luis Gonzlez

    9. La ltima tarde en esta tierra y otrospoemas / Mahmud Darwish10. Elega sin nombre y otros poemas /Emilio Ballagas11. Carta del exiliado y otros poemas /Ezra Pound12. Unidos por las manos y otros poemas /Carlos Drummond de Andrade13. Oda a nadie y otros poemas / HansMagnus Enzersberger14. Entender el rugido del tigre / Aim

    Csaire15. Poesa rabe / Antologa de 16 poetasrabes contemporneos16. Voy a nombrar las cosas y otrospoemas / Eliseo Diego

    1. La eternidad y un da y otrospoemas / Roberto Sosa2. El verbo nos ampare y otros poemas/ Hugo Lindo3. Canto de guerra de las cosas y otrospoemas / Joaqun Pasos4. Habitante del milagro y otrospoemas / Eduardo Carranza5. Propiedad del recuerdo y otrospoemas / Franklin Mieses Burgos

    6. Poesa vertical (seleccin) / RobertoJuarroz7. Para vivir maana y otros poemas /Washington Delgado.8. Haikus / Matsuo Basho

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    37/38

    3

    CIENSALUD1. Inteligencia de Salud y Bienestar: 7 pasos Cristina Gutirrez2. Cmo prevenir la osteoporosis Cristina Gutirrez

    Iniciadores de Negocios1. La esencia del coaching Varios autores2. El Circuito Activo de Ventas, CVA Aquiles Julin3. El origen del mal servicio al cliente Aquiles Julin4. El activo ms desperdiciado en las empresas Aquiles Julin5. El software del cerebro: Introduccin a la PNL Varios autores6. Cmo tener siempre tiempo Aquiles Julin7. El hombre ms rico de Babilonia George S. Clason8. Cmo hacer proyectos y propuestas bien pensados Liana Arias9. El dilogo socrtico. Su aplicacin en el proceso Humberto del Pozo

    de venta. Lpez10. Principios y leyes del xito Varios autores

    45. Cuentos hindes / Aquiles Julin46. El libro de los panegricos / Rubem Fonseca47. Juana la Campa te vengar y otros cuentos /Carlos Eduardo Zavaleta48. Venezuela cuenta 1 / Varios autores49. La habitacin roja / Edogawa Rampo50. Jvenes cuentistas de Amrica Latina 1 /Varios Autores51. Caballo en el salitral y otros cuentos /Antonio Di Benedetto

    39. La muerte de los Aranco y otros cuentos /Jos Mara Arguedas40. El hombre de hielo y otros cuentos /Haruki Murakami41. Dos cuentos / Pedro Juan Soto42. Aquellos das en Odessa y otros cuentos /Heinrich Bll43. 12 cartas de amor y un amorcito yotros cuentos / Juan Aburto

    44. Rebelin en la granja / George Orwell

  • 7/29/2019 Antologia de Poemas de Eliseo Diego.pdf

    38/38

    38

    Coleccin

    Muestrario dePoesa

    2008