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Junio, 2016. Antología Décimo Concurso Literario Infantil “Había una vez un Derecho”

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  • Junio, 2016.

    AntologíaDécimo Concurso Literario Infantil“Había una vez un Derecho”

  • Décimo Concurso Literario Infantil“Había una vez un Derecho”

    Ilustrado por: Christi Viviana Itzá Torres

    Ganadora del 4to Concurso de Ilustración de la Comisión de Derechos Humanos

    del Estado de Yucatán

    Antología

  • 4a Edición

    Junio 2016

    Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán

    Calle 20 N. 391 A x 31 D y 31 F Colonia Nueva Alemán C.P. 97146

    Mérida, Yucatán, México.

    Todos los Derechos ReservadosQueda prohibida la reproducción total o

    parcial de este material

    M.D.H. José Enrique Goff AilloudPresidente de la Comisión de Derechos Humanos

    del Estado de Yucatán

    Lo que inició en el aula como una ac-tividad de capacitación para las niñas y los niños se trasformó en una de las actividades más gratificantes para la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán: el Concurso Litera-rio Infantil “Había una vez un Derecho”.

    Son diez años de conocer el pensamien-to de las niñas y los niños; sus cuentos nos han dado la oportunidad de acer-carnos para saber qué piensan, qué sienten y qué quieren decirle al mundo.

    Sus relatos nos presentan un claro pa-norama de la evolución de los derechos humanos desde la perspectiva de la infancia, las preocupaciones de su en-torno social, escolar y familiar son plas-madas en cada uno de sus cuentos.

    Agradecimiento

    A partir de sus experiencias asumimos la corresponsabilidad de enfocar las políticas públicas en materia de derechos humanos, para que las pláticas, talleres y cursos que llevamos hasta la escuela más alejada de la entidad, tengan un verdadero impacto en la formación de las niñas y los niños.

    Queremos aprovechar esta oportuni-dad para agradecer a todas las personas que participan para realizar este pro-yecto, desde madres y padres de familia, maestros, así como a los ilustradores que ponen rostro a cada una de las historias.

    Su dedicación y esmero acompañaron a las niñas y los niños que año con año participan en esta justa literaria. Los cuentos escritos de su puño y letra son parte de la historia y contribuyen a fomentar una cultura de res-peto a los derechos humanos en Yucatán.

  • Presentación

    DirectorioPresidenciaM.D.H. José Enrique Goff Ailloud

    Secretaría EjecutivaLic. Miguel Óscar Sabido Santana

    Consejo ConsultivoSra. Pilar Larrea Peón de PenicheLic. Marcia Lara Ruiz de MorenoLic. Miriam Jure Cejín Lic. José Luis Sánchez González

    EdiciónCoordinación de Comunicación Social

    Diseño EditorialLic. Mariel Marín Ramírez

    Pueblo de cangurosDerecho al amor y a la familiaMi amigo JuanLos niños vengadores

    4566

    Categoría ANo debemos juzgarDiferentes pero igualesLos mejores amigosLa raíz del respeto

    789

    15

    Categoría B

    Índice

    Es un honor presentar la Cuarta Antología de Cuentos Infantiles, del Décimo Concurso Literario Infantil “Había una vez un Derecho 2015”.

    El Concurso Literario es un espacio de expresión para las niñas y los niños que permite conocer la manera en que perciben los derechos humanos.

    El Concurso se divide en dos categorías: “A” en la que participan niñas y niños que cursan de 1° a 3°.grado de primaria; y la “B” niñas y niños que cursan de 4º a 6º grado. En am-bas categorías se premian el primero, segundo, tercer lugares y una mención honorífica.

    En este año se recibieron 709 cuentos, de los cuales 278 corresponden a la categoría “A” y 431 a la categoría “B”. Estas hermosas narraciones hablan de temas como: derecho a la participación, a no ser juzgados, el respeto y la responsabilidad, la igualdad, la alimenta-ción, la amistad.

    Nuestro Jurado en el Concurso Literario Infantil “Había una vez un Derecho” fueron: Ca-tegoría “A”, Marcia Lara Ruiz, Celia Cerón Pedrero, Leticia Fernández, Jacquelina Vázquez Canúl y Reyna Ojeda Estrella. Categoría “B”, Abog. Sergio Salazar Vadillo, Cándida Dzib Colorado, Hilaria Mass Collí , Kenia del Carmen Suaste Briseño y Luis Enrique Ramos.

    El Concurso de Ilustración nace con el propósito de darle vida a las historias de las niñas y niños a través de imágenes que capturan su imaginación.

    En la Cuarta edición del concurso de Ilustración, participaron como jurado la Lic. Tatiana Gasca Albertos, Psic. Guadalupe Sosa Escobedo y Lic Mariana Estrella Gutiérrez Nethe.

    Los jurados que participaron en los dos concursos, tienen una trayectoria en materia de literatura y artes gráficas así como sensibilidad en el tema de los derechos de las niñas y los niños, y su colaboración es fundamental para realizar esta importante labor. Su pro-funda experiencia permite llegar a cada uno de los cuentos que minuciosamente revisan y eligen, de la etapa preliminar a la selección de ganadores.

    Christi Viviana Itzá Torres de la Escuela de Diseño de la Universidad Iberoamericana de San Agustín fue la ganadora del concurso de ilustración, por lo que su trabajo quedará plasmado en la presente Antología que ya forma parte del acervo bibliográfico de nues-tra Institución.

    Con el feliz cierre de esta etapa se abre la invitación a disfrutar y compartir esta valiosa co-lección de cuentos de pequeñas y pequeños, pero grandes ganadores del Décimo Con-curso Literario Infantil “Había una vez un Derecho” y del Cuarto Concurso de Ilustración.•

  • 4

    Hace mucho tiempo, en el pueblo de Cangurolandia vivían tres canguros viejos y dos canguros nuevos, o sea, jóvenes chulos y pispiretos. Enton-ces, un día sábado se juntaron todos en una reunión amistosa para decidir qué canguro nuevo sería el nuevo lí-der del grupo.

    Los requisitos esenciales para la elec-ción eran:1.- Ser canguro2.- Tener velocidad3.- Saltar muy alto y ser estudiosos4.- Ser honrado y honesto5.- No tener ningún defecto físico

    En ese momento se escuchó un la-

    mento ya que un canguro nuevo llamado Tripi no tenía un dedito en su mano izquierda y pensó que de nada serviría haber estudiado tanto y ser de buen corazón, ya que un pequeño defecto lo dejaría descalificado.

    Sorpresiva e inesperadamente un hada luminosa y pre-ciosa apareció flotando ante ellos diciendo: -Escuchen atentamente canguros de Cangurolandia, a partir del año2006, la nueva ley en derechos humanos, animales, etc., será que: “todo ser vivo, aún con capa-cidades diferentes, tendrá total libertad de ejercer sin acoso algún oficio o profesión, si esto no les causa pro-blema alguno”-.

    Enseguida todos los canguros viejos y nuevos tomaron una decisión y Tripi fue nombrado líder del grupo feste-jando así con una gran fiesta.•

    Mariel Reyes Domínguez1er lugar / Categoría A2ª B Esc. Prim. “David Vivas Romero”Mérida, Yucatán.

    Jurado del 10o ConcursoLiterario Infantil

    “Había una vez un Derecho”2015

    CATEGORÍA “A” JURADO

    Lic. Marcia Lara RuizLic. Celia Pedrero Cerón

    Lic. Jacquelina Vázquez CanulLic. Leticia Fernández

    Mtra. Reina Ojeda Estrella

    CATEGORÍA “B” JURADO

    Abog. Sergio Salazar VadilloAntrop. Luis Enrique RamosDra. Kenia Suaste BriseñoAntrop. Hilaria Maas Collí

    Lic. Cándida Dzib Colorado

    Jurado 4o Concursode ilustración

    para la Antología “Había una vez un Derecho”

    Lic. Tatiana Gasca AlbertosPsic. Guadalupe Sosa Escobedo

    Lic. Mariana Estrella Nethe

    Pueblo de canguros

  • Había una vez una joven pareja que estaba esperando un bebé, y como eran unos mu-chachos menores de edad decidieron aban-donar al bebé en cuanto naciera porque ellos no querían arruinar sus vidas.

    Por fin llegó el momento, nació el bebé que era un hermoso niño, ellos lo llevaron y lo abandonaron en unos contenedores de ba-sura en la calle. Así pasaron cuatro días y el pequeño estaba sucio y apestoso.

    Cuando de pronto una señora que pasó por ahí para tirar su basura, escuchó unos llantos que venían de los contenedores de la basu-ra, asechó y vio que era un bebé. Lo sacó, lo tomó en brazos y se lo llevó a su casa donde vivía con su esposo, los dos solitos, porque la señora no podía tener hijos, ella le pedía a Dios que le regalara un hijo pero por más que iba al doctor nunca pudo embarazarse.

    Cuando ella llegó a su casa se dio cuenta que el bebé tenía la temperatura elevada y

    Joanna Guadalupe Pech Pech 2do lugar / Categoría A3º. A Esc. Prim. Baja California.Mérida, Yucatán.

    Alejandro Baas Cetina3er lugar / Categoría A2º. A Esc. William Kilpatrick. Mérida, Yucatán.

    65

    Había una vez un niño que se llamaba Juan. Este niño no podía escribir bien y era muy travieso. La maestra siempre lo regañaba y lo sentaba en una silla apartada del grupo de clases, porque decía la maestra que se por-taba mal.

    En su casa sí escribía bien y se portaba mejor, pero en la escuela se desesperaba porque no podía escribir como los otros niños, ya que él era zurdo y se levantaba de su asiento y ya

    Derecho al amor y a la familia

    decidieron llevarlo al hospital que estaba a la vuelta de su casa. Ella y su esposo estaban muy preocupados por la salud de aquel niño que no conocían.

    Cuando llegaron al hospital, rápidamente lla-maron a un doctor que revisó al bebé y dijo que la salud del bebé era muy grave. Lo me-tieron en una incubadora, y así pasaron dos días y el bebé seguía mal, la señora le pedía mucho a Dios que el bebé se mejorara para posteriormente encontrar a sus papás y de-volverlo.

    Después de una semana el bebé mejoró y le dieron de alta. Ellos decidieron adoptarlo ya que no habían encontrado a sus papás. Ellos querían brindarle un lugar en su familia por-que pensaban que todos tenían el derecho de tener una familia feliz y darle amor a aquel niñito. El bebé ahora se ha convertido en un doctor y cuida a esos dos viejitos que un día cuidaron de él y le dieron todo el amor y la comprensión que el necesitó, y así viven feli-ces en su hogar.

    Todos en la vida tenemos el derecho de te-ner amor y una familia que esté siempre a nuestro lado. Fin.•

    Los niños vengadores

    no se podía concentrar y trabajar. Entonces la maestra lo sentaba en una silla alta para que no se baje y los demás niños lo miraban raro. La maestra no entendía que mi amigo se inquietaba porque no podía trabajar ni escribir como los demás, y su letra era muy fea... Su mamá lo cambió de escuela y hasta le compró unas tijeras para zurdos.

    Ahora mi amigo trabaja mejor porque su nueva maestra lo ayuda a mejorar su letra con la mano izquierda y le dice que no se desespere. Ahora ya no se inquieta y está feliz.•

    Mi amigo Juan

    Había una vez un equipo de niños que se dedicaba a defender los derechos de todos los niños.

    Cada uno tenía una habilidad especial: Iron-boy te-nía la habilidad de lanzar rayos que hacían que caiga comida del cielo para que ningún niño en el mundo pase hambre; Natasha baby contaba con el poder de hacer que los niños nazcan sanos y salvos y que tengan un buen futuro; Hulk house tenía el poder de hacer temblar el piso para que los bloques se

    Javier Alejandro Ruiz AguilarMención Honorífica / Categoría A 2º. A Centro Educativo Latino A.C. “Sara Buen-fil”. Mérida, Yucatán.

    acomodaran y formaran una casa para los niños; el Capitán Chiquitín con su escudo protegía de cualquier maltrato a cada niño del mundo; Thor Panchito logra con su martillo lanzar rayos de salud para que todos los niños sean sanos y fuertes como él; Pepito halcón disparaba flechas de amor para que cada padre ame a sus hijos.

    Todos juntos luchaban contra la raza humanoide adulta. Juntos luchaban para que todos los ni-ños del mundo vivan felices y ningún humanoide los pueda maltratar. Nunca tenían descanso porque ellos soñaban con un futuro en donde a los reyes del mundo, o sea los niños, se les cumplieran cada uno de sus derechos; que tengan el derecho de nacer, de crecer, de comer, de ir al doctor, de estudiar, de ser amados, de saber quienes son sus padres, de elegir religión y, sobre todo, de ser completamente felices disfrutando plenamente de su bella niñez.•

  • 87

    Había una vez una choza en un pueblo lejano de Yucatán, en esa casita vivía un pequeño niño llamado Juan Pech. Él era muy pobre, su papá trabajaba en la milpa desde muy tem-prano cultivando chile habanero. Su mamá trabajaba en la casa y vestía de hipil.

    Juanito no hablaba español, solo hablaba maya y nunca había ido a la escuela porque el lugar donde vivía estaba muy lejos de la ciudad. Pero el era un niño muy curioso y tra-bajador, desde temprano se levantaba para ayudar a su mamá y a su papá, y en la tarde le gustaba bañarse en el cenote y bajar frutos de los árboles. Un día mientras Juanito ayudaba a su mamá a sacar agua del pozo, una camio-neta paró y bajaron unas personas que eran maestros de la SEP que animaban a los niños de los pueblos alejados a ir a la escuela. Ellos invitaron a Juanito a ir a la ciudad, éste tendría que caminar mucho todos los días, pero tam-bién aprendería mucho.

    Esa mañana, Juanito estaba muy emociona-do, él quería aprender, sería la primera vez

    Carolina Lizama Castilla1er Lugar/ Categoría B5º. B Colegio Americano Mérida, Yucatán.

    que vería una escuela y tendría amiguitos con quienes jugar. Pero no fue como pensó, al llegar a su salón, sus compañeros le hicieron bromas por su aspecto indígena y se burlaron porque no podía hablar español.

    Juanito no se desanimó, yo vengo aquí a aprender, pensó. Así que con mucho esfuer-zo, poco a poco, fue aprendiendo, estudiaba todos los días lo más que podía y poco a poco se fue superando.

    Un día, la escuela fue invitada a participar en un concurso. Los maestros escogieron a Jua-nito para concursar. Después de varias rondas, Juanito quedó finalista y para sorpresa de sus compañeros el ganó el concurso... ¡Qué or-gulloso se sentía! Todos sus compañeros se sintieron orgullosos también y no volvieron a burlarlo, todos reconocieron lo trabajador y responsable que era.

    No debemos juzgar a la gente ni burlarnos de vestimenta o lengua. De todos podemos aprender algo nuevo.•

    Cruz Areli Catzin Tzec2do lugar/ Categoría B5º. Esc. Mauro López Sosa.Tibolón, Sotuta, Yucatán

    Los niños y niñas queremos que nos den un trato igual porque tenemos los mismos de-rechos. Es cierto que niños y niñas tenemos cuerpos diferentes, pero somos igual de in-teligentes y fuertes; podemos hacer los mis-mos deportes y diversiones.

    Desgraciadamente, todavía hay muchas per-sonas que piensan que las niñas solo deben jugar con muñecas y ser amas de casa cuan-do sean grandes, pero están equivocadas porque las mujeres también pueden ser in-genieras, doctoras, astronautas, gobernado-ras, presidentas de un país.

    Para que las niñas puedan desarrollarse con todas sus capacidades, se les debe dar un

    trato igual que los niños. Deben contar con los mismos derechos y las mismas oportunidades de cuidados de alimentación, de educación, de salud y de diversión.

    Los niños y las niñas deben ser respetados por igual, tanto en sus cuerpos como en sus sentimientos y en sus decisiones cuando sean grandes.

    No se trata de que los niños tengan ventajas sobre las niñas, ni tampoco que las niñas estén mejor que los niños; sino todos, niños y niñas, hombres y mujeres sean tratados como igua-les y puedan estar contentos de que son res-petados como las personas que quieren ser. •

    Diferentes pero igualesNo debemos juzgar

  • 109

    Había una vez en una granja, una familia de conejos, pollitos, pe-rritas, caballos y cer-ditos. El conejo Tobi y el pollito Fito eran los mejores amigos de toda la granja. Pero un día pidieron permiso a sus mamás para ir a jugar al campo y sus mamás dijeron que sí pero que tuvieran mucho cuidado de los coyotes y que re-gresaran antes de que oscureciera.

    Ellos se fueron a jugar al campo, pero había alguien que los estaba observando, era un coyote pequeño igual que Tobi y Fito, enton-ces los mejores ami-gos se dieron cuenta que eran observados, se dieron la vuelta y se encontraron con un coyote más grande y salieron corriendo ve-lozmente como dos rayos. Gritaron tan,

    María Fernanda Moo Sánchez Tercer Lugar /Categoría B5º. B Centro Edu-cativo Latino A.C. “Sara Buenfil” Mérida, Yucatán.

    pero tan alto que sus mamás los escucharon y toda la granja se enteró. Los dos mejores amigos no se dieron cuenta por donde iban corriendo y cayeron en una madriguera de coyotes los cuales se los iban a comer pero… llegó el coyote pequeño y dijo a su familia que por favor no se los comieran porque eran sus amigos.

    Los coyotes sacaron de su madriguera a Tobi y a Fito y en eso llegaron sus mamás y preguntaron qué había sucedido y contaron todo a sus mamás. Tobi y Fito le agradecieron al pequeño coyote y le preguntaron su nombre, el cual era Pepe, asimismo le preguntaron si quería ser su amigo, y él les dijo que sí y se fueron a jugar por el campo muy felices y desde entonces los mejores amigos de la granja son: Tobi, Fito y Pepe.

    A partir de ese día, los coyotes respetaron a todos los animales de la granja ya que se dieron cuenta que no tenían ningún derecho de las-timarlos ni hacerles daño, ya que todos somos iguales y tenemos las mismas oportunidades.

    Este cuento nos demuestra que a pesar de las diferencias que puedan existir, todos tenemos los mismos derechos sin distinción de raza, reli-gión, color, lengua o cualquier otra condición.•

    Los mejores amigosTobi, Fito y Pepe

    Había una vez una semilla llamada respeto que diariamente se regaba con agua de educación y con el ejemplo de los padres y hermanos creció y se volvió un árbol muy grande y verde que creció en la comunidad y repartió frutos de respeto entre la familia, los amigos, gente de la tercera edad y personas especiales.

    El árbol aún se mantiene vivo porque cada hoja se fortalece con el derecho al respeto.

    El árbol vivió feliz para siempre.•

    Ricardo Antonio Sandoval Hernán-dezMención Honorífica/ Categoría B6º. B Alianz Comunidad Estudiantil.Mérida, Yucatán

    La raíz del respeto