antipodas de la violencia..pdf

Upload: alberto-castro

Post on 20-Feb-2018

263 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    1/18

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    2/18

    v

    Antanas Mockus

    Henry Murran

    Mara Villa

    (Coordinadores)

    Banco Interamericano de Desarrollo

    Corpovisionarios

    Antpodasde laviolencia

    Desafos de

    cultura ciudadana

    para la crisis de

    (in)seguridad en

    Amrica Latina

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    3/18

    vi

    Banco Interamericano de Desarrollo, 20121300 New York Ave NW

    Washington DC 20577Estados Unidos de Amrica

    El material de este libro est protegido por derechos de autor. La copia o transmisinno autorizada de partes o el total de esta obra puede constituir violacin de las leyesaplicables. El Banco Interamericano de Desarrollo estimula la difusin de sus publica-ciones y normalmente conceder la autorizacin con prontitud. Los puntos de vistay opiniones expresados en este libro son de los autores y no reflejan necesariamentela posicin oficial del Banco Interamericano de Desarrollo o Corpovisionarios.

    Distribucin en Amrica Latina y Espaa

    Fondo de Cultura Econmicawww.fondodeculturaeconomica.com

    Catalogacin en la fuente proporcionada por la Biblioteca Felipe Herrera del Ban-

    co Interamericano de Desarrollo

    Antpodas de la violencia : Desafos de cultura ciudadana para la crisis de (in)seguri-dad en Amrica Latina / Antanas Mockus, Henry Murran, Mara Villa, coordinadores.

    p. cm. Incluye referencias bibliogrficas. ISBN 978-958-57226-1-3 1. Crime preventionLatin America. 2. Crime preventionLatin AmericaCi-

    tizen participation. 3. Crime prevention surveysLatin America. 4. Public safetyLatin America. 5. Family violenceLatin America. 6. ViolenceMoral and ethicalaspectsLatin America. I. Mockus, Antanas. II. Murran, Henry. III. Villa, Mara.IV. Inter-American Development Bank. Capital Markets and Financial Institutions Di-vision.

    HV7434.L29 A57 2012

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    4/18

    vii

    Contenido

    Acerca de los autores ix

    Lista de grficos xi

    Lista de cuadros xv

    Reconocimientos xvii

    Introduccin xix

    Captulo 1. La cultura ciudadana y la agenda de polticas de seguridad 1

    Captulo 2. Bogot: de la vigilancia y el control a la resolucin pacfica 23

    de conflictos

    Captulo 3. Densificacin y concentracin: un anlisis de los fenmenos 53

    de violencia urbana

    Captulo 4. Seguridad ciudadana: viejos problemas, nuevas miradas 87

    Captulo 5. Instituciones de seguridad y justicia en la construccin de 115 la seguridad ciudadana

    Captulo 6. Cumplir o incumplir la norma: lo que otras formas de 143

    seguridad ensean sobre los comportamientos de riesgo

    Captulo 7. Sin celos s hay amor. Una experiencia latinoamericana 165

    para desactivar la violencia intrafamiliar

    Captulo 8. Vctimas o victimarios? Un acercamiento a los jvenes 203

    latinoamericanos y su papel en la violencia urbana

    Captulo 9. Todos podemos contar. Importancia de los sistemas de 229

    informacin y medicin de la cultura ciudadana en la regin

    Captulo 10. Cultura ciudadana: en las antpodas de la violencia 253

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    5/18

    ix

    Acerca de los autores

    Hugo Acero: Socilogo (Universidad Nacional de Colombia). Fue subse-

    cretario de seguridad ciudadana de la alcalda mayor de Bo-

    got. Consultor internacional en seguridad ciudadana.

    Sayra Aldana: Antroploga y mster en estudios polticos (Universidad Na-

    cional de Colombia). Investigadora Corpovisionarios.

    Alejandra Ariza: Psicloga (Universidad Nacional de Colombia) y mster en

    ciencias sociales y educacin (FLACSO Argentina). Investiga-

    dora de Corpovisionarios.

    Sandra Camacho: Antroploga (Universidad Nacional de Colombia). Investiga-dora de Corpovisionarios.

    Diego Cancino: Filsofo (Universidad Nacional de Colombia). Investigador

    de Corpovisionarios.

    Giancarlo Chiappe: Antroplogo (Universidad Nacional de Colombia). Investiga-

    dor de Corpovisionarios.

    Jimmy Corzo: Estadstico y mster en estadstica (Universidad Nacional deColombia). Doctor en ciencias naturales (Universitt Dort-

    mund, Alemania). Profesor Asociado del Departamento de

    Estadstica de la Universidad Nacional de Colombia.

    Mnica Delgado: Politloga (Universidad del Rosario, Bogot). Investigadora

    de Corpovisionarios.

    Susana Garavito: Politloga (Universidad del Rosario, Bogot). Investigadora

    de Corpovisionarios.

    Lina Gmez: Profesional en gobierno y relaciones internacionales (Univer-

    sidad Externado de Colombia). Investigadora de Corpovisio-

    narios.

    Antanas Mockus: Matemtico (Universidad de Dijon), mster en filosofa (Uni-

    versidad Nacional de Colombia). Doctor Honoris Causa de

    las universidades de Pars VIII y Nacional de Colombia. Ex

    rector de la Universidad Nacional de Colombia y Ex alcalde

    mayor de Bogot. Presidente de Corpovisionarios.

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    6/18

    x

    Henry Murran: Filsofo (Universidad Nacional de Colombia). Director de

    proyectos de Corpovisionarios.

    Andrea Ramrez: Estadstica y mster en estudios polticos (Universidad Na-

    cional de Colombia). Investigadora de Corpovisionarios.

    Gabriela Ramrez: Filsofa (Universidad de los Andes). Investigadora de Corpo-

    visionarios.

    Juan Mauricio Ruiz: Filsofo (Universidad Nacional de Colombia), MBA (Univer-

    sidad de los Andes). Investigador de Corpovisionarios.

    Efran Snchez: Socilogo (Universidad de Santo Toms, Bogot) y doctor en

    historia moderna latinoamericana (Universidad de Oxford).

    Consultor y escritor.

    Mara Villa: Filsofa y mster en filosofa (Universidad Nacional de Co-

    lombia). Investigadora de Corpovisionarios.

    Mnica Villegas: Antroploga (Universidad de los Andes), mster en polticas

    pblicas en desarrollo (Universidad de Pars I Pantheon

    Sorbonne) y mster en geografa, urbanismo y ordenamiento

    territorial (Universidad de Pars III Nouvelle Sorbonne). In-

    vestigadora de Corpovisionarios.

    Sandra Ziga: Sociloga (Universidad Catlica Andrs Bello, Caracas). Es-

    pecialista en poltica social (Pontificia Universidad Javeriana,

    Bogot). Investigadora de Corpovisionarios.

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    7/18

    xvii

    Reconocimientos

    Queremos agradecer en primer lugar al grupo de ciudades participantes en este

    estudio. Con la medicin de cultura ciudadana los gobiernos de estas ciudades han

    incorporado nuevos elementos que permiten ampliar la mirada sobre los proble-

    mas de seguridad ciudadana. Son muchas las instituciones de gobierno que hicieron

    posible este trabajo: en Ciudad de Mxico, la Secretara Tcnica del Gabinete de

    Seguridad de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal; en Belo Horizonte, la Se-

    cretara de Seguridad Pblica del Gobierno del Estado de Minas Gerais; en Quito, la

    Secretara de Seguridad y Gobernabilidad de la Alcalda del Distrito Metropolitano

    de Quito; en La Paz, la Direccin de Cultura Ciudadana de la Alcalda de La Paz; en

    Monterrey, la Sub-Secretara de Desarrollo Poltico y Relaciones Institucionales de

    la Secretara de Gobierno del Estado de Nuevo Len; en Bogot, el Observatorio

    de Culturas de la Alcalda Mayor de Bogot; y en Medelln, la Secretara de CulturaCiudadana de la Alcalda de Medelln.

    Los anlisis de los resultados de las encuestas de cultura ciudadana fueron comple-

    mentados con informacin recogida y analizada por un extenso grupo de institucio-

    nes de toda la regin, los cuales, en su labor diaria, buscan que los buenos sistemas

    de informacin permitan producir polticas que salven vidas. En particular, queremos

    resaltar el apoyo prestado por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias

    Forenses en Colombia y el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana

    de Quito.

    Queremos agradecer tambin a las empresas, organizaciones civiles e instituciones

    no gubernamentales que han asumido la tarea de construir cultura ciudadana desde

    lo local, sin cuyo aporte este trabajo no hubiera sido posible: la Fundacin Terpel en

    Colombia, la Fundacin Chacao en Caracas, la Cmara de Comercio de Bogot, el

    Consejo Ciudadano de Seguridad Pblica del Distrito Federal en Mxico, y Ecope-

    trol en Colombia.

    Articular, siguiendo un mismo hilo conductor, el trabajo de un grupo de autores tan

    numeroso y con un espectro tan amplio de problemas como los abordados en este

    libro, fue una tarea compleja que pudo llevarse a cabo gracias a Efran Snchez, quien

    con paciencia y dedicacin realiz la labor de correccin y edicin final del texto.

    Finalmente, queremos reconocer el valioso aporte del personal del Banco Intera-

    mericano de Desarrollo que particip en todo el proceso de esta iniciativa, desde

    su gestacin hasta su culminacin: a Raimundo Arroio, quien motiv inicialmente la

    idea de hacer una publicacin en la que se recogiera la experiencia acumulada sobre

    cultura ciudadana y seguridad; a Gustavo Beliz, quien coordin desde el BID todo el

    proyecto y como interlocutor permanente facilit el trabajo de los investigadores; ya Sarah Schineller, quien acompa el proceso de edicin del libro.

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    8/18

    xix

    Introduccin

    Antanas Mockus, Henry Murran y Mara Villa

    Este libro examina la relacin entre cultura y seguridad ciudadana en ocho ciuda-

    des latinoamericanas. Incorpora en los diagnsticos, los anlisis, las encuestas y las

    acciones un concepto de cultura amplio1. Lo que ms nos interesa de la cultura es

    su poder regulador. La distribucin mundial de los homicidios y los suicidios mues-

    tra enormes diferencias entre pases cuya explicacin no puede sino reconocerle

    un peso grande a las diferencias culturales. La capacidad que tiene cada cultura de

    regular, interpretar y justificar o no ciertos comportamientos ofrece claves vitales

    para comprender y hacer frente a los problemas que confluyen en la actual crisis de

    seguridad ciudadana en Amrica Latina. La impunidad cultural y la impunidad moral

    vienen a veces a sumar su efecto a la impunidad legal.

    La reflexin sobre la cultura como algo dado y la educacin ciudadana como intento

    de transformarla tiene muchos antecedentes. Aqu, sin embargo, nos concentramos

    en mostrar algunos hallazgos valiosos. Comprender mejor la estrecha relacin entre

    cultura y convivencia puede ayudar a formular y desarrollar polticas pblicas de

    seguridad ciudadana. Puede tambin inspirar intervenciones puntuales. Teniendo en

    cuenta que el concepto de cultura ciudadana naci y se ha desarrollado fundamen-

    talmente como iniciativa de gestin pblica que propicia la corresponsabilidad, lo

    que presentamos aqu esperamos contribuya a hacer ms eficaces las intervenciones

    que formen parte de polticas pblicas y que se basen en una mejor comprensin dela relacin entre cultura, legalidad y seguridad.

    La encuesta naci de un mandato del Concejo de Bogot: si se iban a invertir cuan-

    tiosos recursos en mejorar la cultura ciudadana, la ciudad deba contar con un ins-

    trumento que permitiera evaluar esa mejora. As surgieron las primeras versiones de

    la encuesta que fueron aplicadas en Bogot (2001 y 2003). Luego, a partir de 2004,

    la Fundacin Terpel y la Corporacin Visionarios por Colombia (Corpovisionarios)

    comenzaron a aplicar la encuesta en otras ciudades y a basarse en ella para hacer un

    diagnstico de cultura ciudadana en cada ciudad.

    Dar cuenta de la informacin recogida en los ltimos tres aos por la Corporacin

    en distintos proyectos realizados con el Banco Interamericano de Desarrollo (espe-

    cialmente la aplicacin de la Encuesta de Cultura Ciudadana[diagnstico]) en algunas

    1 Entendemos por cultura el universo de normas sociales, comportamientos, actitudes, creencias y

    hbitos compartidos por los individuos de un conjunto social. Elster (2001, 87-89) propone entender

    inicialmente por cultura cualquier patrn de conducta, normas, valores, creencias y conceptos que

    sea ms que individual pero menos que universal. La cultura es el reino de lo particular. () incluye

    todos los patrones constantes (o frecuentes) de la conducta humana dentro de un determinado gru-po y que no se encuentran (o lo son de manera menos frecuente) en otros grupos. () La conducta

    guiada por normas sociales se sostiene por el deseo de evitar la desaprobacin de los otros

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    9/18

    xx

    ciudades latinoamericanas2con contextos urbanos y culturales distintos, planteaba un

    doble reto. Por una parte estaba el gran volumen de informacin cuantitativa, cuya

    lectura comparada, pregunta por pregunta, tal y como la venamos abordando en

    cada uno de los proyectos con las ciudades, se haca crecientemente engorrosa. Nada

    ayuda ms al diagnstico que las comparaciones. La posibilidad de comparar variables

    sistemticamente y de hacer clasificaciones producto de esa comparacin no habansido tratadas de forma rigurosa y sistemtica hasta ahora. Por eso la comparabilidad es

    uno de los mayores valores de la encuesta. Por otra parte, el anlisis de la informacin

    cuantitativa involucr tambin elementos cualitativos provenientes de fuentes secun-

    darias o producto muchas veces de trabajo de campo. Relacionar los datos obtenidos

    en las encuestas con los fenmenos sociales y las variables econmicas, histricas, etc.,

    permiti obtener una visin ms clara de los comportamientos en cultura ciudadana

    en diferentes contextos. Sin estos elementos complementarios, efectivamente, el diag-

    nstico quedara en el aire (aunque desde luego, las cifras de seguridad y convivencia

    de cada ciudad son una herramienta de contraste crucial). Este libro busca condensar

    e interpretar la rica informacin obtenida.

    Sobre el contenido del libro

    Los diez captulos que componen el libro se apoyan principalmente en comparaciones

    de los resultados de diferentes ciudades para revisar los temas crticos que han sur-

    gido de un anlisis construido progresivamente a lo largo de tres aos y que permite

    establecer hoy, vindolos en conjunto, algunas tendencias en cuanto a la relacin de la

    inseguridad y la violencia en Amrica Latina con las actitudes, creencias y comporta-

    mientos de los ciudadanos. Entre las ocho ciudades diagnosticadas, hay ciertos perfilescompartidos que permiten avanzar hacia un diagnstico general del problema en la

    regin, pero el estudio permite adems identificar ciertas particularidades culturales.

    Como introduccin, es posible formular algunos temas generales que trata el libro,

    destacar lo que cada captulo aporta a una mirada de cultura ciudadana y seguridad

    ciudadanaen la regin, y finalmente sealar algunos caminos que quedan pendientes

    al cierre de esta investigacin.

    Establecer ejes transversales de estudio para los resultados de la Encuesta es apenas

    un primer paso para formular hiptesis sobre la relacin de la cultura con la violenciay la convivencia. Uno de los grandes valores de esta publicacin es justamente poner

    los datos al alcance de otras miradas crticas, as como invitar a quienes disean las

    polticas pblicas y los programas de formacin ciudadana a analizar los resultados

    obtenidos, las tendencias evidenciadas y las relaciones que an no se han detectado.

    Sobre el valor de la informacin presentada aqu vale la pena sealar que, aunque se

    suele creer que en Amrica Latina hay demasiados diagnsticos en temas de seguridad

    ciudadana y violencia, a travs del trabajo realizado con diversas administraciones pbli-

    2 La Encuesta se ha aplicado en Bogot y Medelln (Colombia), La Paz (Bolivia), Belo Horizonte

    (Brasil), Mxico D.F. y Monterrey (Mxico), Caracas (Venezuela) y Quito (Ecuador). A lo largo de los

    ltimos 10 aos se ha aplicado tambin en 10 ciudades ms de Colombia

    Introduccin

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    10/18

    xxi

    SOBRE EL CONTENIDO DEL LIBRO

    cas de grandes ciudades de la regin se hace evidente que en realidad es poco lo que

    sabemos sobre las causas de estos problemas. Lo que dichos estudios pierden de vista,

    al desembocar frecuentemente en grandes listas de problemas que deben atenderse

    simultneamente, es la importancia de focalizar los esfuerzos y de identificar las deter-

    minantes que atraviesan estos problemas. Es posible identificar los factores culturales

    para trabajar en el mediano y largo plazo con el fin de lograr cambios contundentes enel comportamiento ciudadano, y de paso desafiar las explicaciones simplistas presentes

    en la discusin pblica sobre la seguridad de nuestras ciudades.

    Hay dos temas crticos en los diagnsticos y diseos de polticas en la regin. El prime-

    ro est en que a menudo quienes llevan a cabo dichos estudios, as como quienes di-

    sean las polticas, asumen que los comportamientos problemticos de los ciudadanos

    (sus acciones violentas, ilegales, etc.) son efecto de dos factores principales que deter-

    minanel comportamiento de las personas. Por un lado hay un determinismo econmico,

    usualmente asociado a posturas de izquierda; por el otro uno asociado al control

    policial y a posturas de derecha. Las polticas pblicas frecuentemente estn diseadas

    bajo el supuesto de que cubrir necesidades bsicas o aumentar el pie de fuerza y las

    sanciones resolver los problemas. La evidencia producto de la investigacin muestra

    que estos problemas obedecen a veces a actitudes y creencias de las personas, y que

    aquellas pueden ser independientes tanto de la capacidad de sancin de un gobierno

    como de las condiciones socioeconmicas (cmo explicar, si no, los ladrones de cue-

    llo blanco, o actitudes tan difundidas como la que nos entrega el proverbio que celebra

    la versatilidad del atajo: Hecha la regla hecha la trampa?). La hiptesis es, como est

    desarrollado en el Captulo I, que para lograr cambios de fondo en la seguridad de las

    ciudades latinoamericanas no es suficiente con aumentar la capacidad policial, disminuirlas desigualdades socioeconmicas o modificar las leyes, ya que los comportamientos

    de la gente responden tambin a otros factores (como razones, intereses y emocio-

    nes). Se hace indispensable entonces reconocerlos y trabajar sobre ellos.

    El segundo tema crtico en los diagnsticos y la formulacin de polticas pblicas se

    refiere al uso y el diseo de los sistemas de informacin sobre seguridad y convivencia

    en Amrica Latina, tema que se aborda en el Captulo 9. All se muestra cmo la in-

    formacin del diagnstico de cultura ciudadana soporta el presente estudio y en qu

    medida es contrastable con las cifras duras de las ciudades (principalmente cifras dehomicidios y de lesiones personales). Este captulo pone en evidencia la precariedad

    de los sistemas de registro de los pases y la necesidad de su unificacin para as po-

    der avanzar en estudios ms slidos a nivel regional, que tengan mayor capacidad de

    planeacin, prevencin y mitigacin de los problemas que afectan la convivencia y la

    calidad de vida de sus ciudadanos. As mismo, resalta la necesidad de incorporar indi-

    cadores de cultura ciudadana en los sistemas de informacin que sirven de soporte a

    las polticas de seguridad ciudadana.

    Los datos recogidos aqu son un primer insumo comn para las ciudades estudiadas.

    Dichos datos muestran, en contra del determinismo econmico, que las diferencias

    entre indicadores de cultura ciudadana en muchas ocasiones son mucho mayores de

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    11/18

    xxii

    una ciudad a otra que de un estrato socioeconmico a otro en una misma ciudad. Si

    bien no hay en los resultados de la Encuesta diferencias notables en los indicadores se-

    gn el nivel de riqueza, s existen grandes diferencias en trminos de cultura ciudadana,

    en los comportamientos de las personas y su relacin con las normas. Un ejemplo es

    la ciudad de Monterrey, donde el indicador referente a la creencia segn la cual violar

    la ley o hacer trampa es justificable para ayudar a la familia (familismo) registra valoresms altos que los de las dems ciudades encuestadas, pero la diferencia entre estratos

    socioeconmicos no es muy grande (vase el grfico i).

    Grfco i. Monterrey: razones para desobedecer la ley

    (Porcentajes)

    Fuente: Encuesta de Cultura Ciudadana, Monterrey, 2010.

    Los ndices de homicidios constituyen otro de los temas crticos de la seguridad

    ciudadana en la regin, sobre todo en trminos de la experiencia en investigacin

    e intervencin en el campo cultural. Los avances de Bogot en la aplicacin de he-

    rramientas de diagnstico de los problemas de convivencia y calidad de vida permi-

    tieron reconcer la alarmante devaluacin de la vida humana, expresada en nuestras

    prcticas cotidianas y tambin en nuestro modo de relacionarnos como ciudadanos.

    Este primer tema salt a la vista y se convirti en objeto central de las polticas de las

    administraciones de la ciudad entre 1995 y 2003. Ms que un fenmeno asociado a

    la historia de la violencia en Colombia, este problema ha empezado a revelarse como

    un tema crucial entre los ciudadanos encuestados en todo el continente. El conside-

    rable avance de Bogot en la reduccin de homicidios y lesiones personales, como lo

    muestra el Captulo 23, es un tema que sigue llamando la atencin de los analistas. Las

    intervenciones culturales son ms que meras campaas publicitarias o de concientiza-

    3 En Bogot la tasa de homicidios por 100.000 habitantes pas de 80 en 1993 a 47 en 1997 y

    continu descendiendo

    Nivel socioeconmico

    60

    50

    40

    30

    20

    10

    0

    Objetivos

    Familismo

    Desobedienciacivil

    Econmico

    Religin

    Honor

    Impunidad

    Otroslohanhechoy

    leshaidobien

    Costumbre

    Clientelismo

    Propiedadprivada

    Introduccin

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    12/18

    xxiii

    cin, como lo han descubierto las administraciones posteriores de la ciudad, que han

    visto deteriorarse la seguridad mientras la cooperacin ciudadana pierde impulso.

    La confianza de los ciudadanos en los dems ciudadanos y en la administracin

    pblica depende de muchos factores, desde el pago de impuestos hasta el manejo

    transparente y apropiado de los recursos y la productividad. Convertir a una de lasciudades ms violentas del mundo (en 1993) en una de las capitales ms seguras de

    Amrica Latina en cuestin de una dcada es un logro significativo porque aument

    la disposicin de la ciudadana a cooperar con un proyecto de construccin del

    bienestar pblico. Implic no solo un mejoramiento de la seguridad en la ciudad sino

    tambin de su calidad de vida y gobernabilidad. ElCaptulo 2permite ver el cambio

    cultural progresivo y las metodologas de impacto que se aplicaron para alcanzar los

    resultados sealados en cultura ciudadana.

    A la luz del proceso vivido en Bogot y de las polticas que pusieron el respeto a

    la vida en el primer lugar de la agenda pblica, el diagnstico global de la regin es

    francamente preocupante. En el Captulo 4, que aborda el tema de homicidios en la

    regin, queda claro el detrimento en el valor que cada ciudadano le da a su propia

    vida y la de los dems. Los latinoamericanos tenemos una alta tendencia a incurrir

    en homicidios debido a lo que hemos denominado familismo, es decir la protec-

    cin de los intereses o los vnculos familiares, y estamos dispuestos a poner en alto

    riesgo la propia vida, la de nuestros seres queridos y la de los desconocidos para

    defenderlos. Este argumento no est dirigido solamente a los asesinos a sueldo y al

    crimen organizado, sino sobre todo a la tolerancia generalizada o a la aprobacin

    cultural frente a poner en peligro la vida siguiendo cualquier tipo de motivaciones,por ejemplo la defensa de derechos de propiedad, o bien los imaginarios asociados

    al machismo. A esto se suman ciertos factores de riesgo generalizados como el

    consumo de alcohol.

    El tema de las motivaciones para ejercer y tolerar la violencia y amenazar la vida ha

    comenzado a dirigir la atencin hacia los jvenes. El Captulo 3, dedicado al fen-

    meno de violencia en la ciudad de Medellna pesar de sus importantes avances en

    convivencia y cultura ciudadana, y luego el Captulo 8, enfocado en los jvenes

    de las diferentes ciudades estudiadas, proporcionan elementos interesantes en estesentido. Este ltimo captulo muestra que los hombres jvenes no solamente cons-

    tituyen la mayora de victimarios sino que tambin son la poblacin ms susceptible

    de convertirse en vctima de la violencia urbana.

    El tema de los jvenes es uno de los que ms ha dado de qu hablar en las lti-

    mas dcadas en la regin. El debate ms reciente parece oscilar entre quienes los

    consideran amenazas para la sociedad y estn dispuestos a modificar las leyes que

    los cobijan (por ejemplo, bajando los rangos de edad en que las sanciones ms

    duras son aplicables), y aquellos que consideran que los jvenes son esencialmente

    vctimas del sistema, nios que han pasado por duras condiciones de crianza y son

    vctimas de fuerte presin social Sin embargo ninguno de los dos enfoques agota la

    SOBRE EL CONTENIDO DEL LIBRO

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    13/18

    xxiv

    explicacin del problema: ni estigmatizar a los hombres jvenes ni absolverlos de su

    responsabilidad civil.

    En cualquier caso, esta discusin lleva a otro de los temas cruciales que el libro abor-

    da en el Captulo 5, y es el papel que deben cumplir las instituciones de seguridad

    y de justicia en el contexto explorado en el libro. El nfasis en un enfoque policialque ha venido imponindose en diversos escenarios (con enormes inversiones y ms

    bien poca certeza en los resultados), complementado por el incremento de penas y

    el aumento del pie de fuerza y de dispositivos de monitoreo y control urbano, son

    ejemplos del argumento segn el cual en la medida en que la gente tenga miedo de

    la sancin y sepa que es observada por la autoridad se comportar mejor. Este argu-

    mento, sin embargo, desconoce otras motivaciones que pueden llegar a ser an ms

    importantes que el miedo a la sancin. Antes bien, como revela la Encuesta en varias

    ciudades, un alto temor a la sancin puede ir acompaado de una fuerte disposicin

    a infringir la norma (como en el caso de los jvenes pandilleros entrevistados en Me-

    delln, o el de ciertos sectores de la poblacin de Monterrey). Un sistema donde por

    cada ciudadano hay un polica o una cmara de seguridad vigilndolo no es posible: es

    necesario reconocer que para lograr una convivencia satisfactoria las personas pueden

    actuar siguiendo la ley, de manera voluntaria y por las buenas. Las experiencias exitosas

    del poder del control social, de la mutua regulacin (por las buenas) en todo tipo de

    temas muestra limitaciones en el anlisis de la seguridad, pero tambin la necesidad de

    construir polticas de seguridad integrales, que contemplen el mediano y largo plazo

    y que apelen al capital humano y la accin colectiva. Si bien las instituciones cumplen

    un papel fundamental, su accin debe reservarse para cuando la autorregulacin o la

    mutua regulacin no son suficientes.

    La seguridad vial y la seguridad industrial son otros de los temas en los que la Corpo-

    racin Visionarios por Colombia ha trabajado en el diagnstico e intervencin sobre

    los comportamientos que afectan la convivencia y atentan contra la vida. El Captulo

    6 aborda dichos temas, centrndose en cmo proceden y razonan las personas en

    situaciones de riesgo.

    Los sondeos y las investigaciones adelantadas en este campo permiten identificar las

    variables que inducen a las personas a incumplir las normas que ellos mismos consi-deran, cuando se les pregunta en abstracto, como importantes para proteger su vida

    y la de los dems.

    Los resultados de este anlisis, que se apoya en la teora de la accin racional, llevan a

    definir cierta regulacin social perversa que reconoce positivamente el comportamiento

    imprudente y lo celebra (una inversin de valores, el twistde la regulacin cultural).

    Uno de los hallazgos ms interesantes de este captulo es que no basta con interiorizar

    individualmente una norma para no incumplirla: la investigacin muestra que personas

    que creen que una norma de seguridad industrial es necesaria o deseable, sienten que en

    ocasiones deben violarla para obtener cierto reconocimiento social de sus compaeros.

    El problema va ms all de informar o concientizar a las personas Comprender

    Introduccin

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    14/18

    xxv

    las complejidades de la regulacin social y entender por qu puede ser tan fuertecomo para modificar comportamientos y creencias es crucial para entender temascomo la convivencia, la violencia y la delincuencia. En el Captulo 7est expuestauna experiencia en que aplicamos lo que creemos debera ser un programa decultura ciudadana y sus diferencias con iniciativas espontneas y aisladas, como las

    campaas publicitarias.

    El Captulo 7trata de la manera en que se ha llevado a cabo un diagnstico de la vio-lencia intrafamiliar en una regin que presentaba uno de los ndices ms altos en estesentido en Colombia. El imaginario de la hombra (o del reconocimiento social delmacho machito), que en el contexto industrial genera alta tolerancia al riesgo, esen el contexto afectivo responsable de una idea problemtica del amor en la parejaen la que la agresin se acepta como un hecho natural. Esto desemboca en un altonmero de agresiones (muertes, incluso) y tensiones en la convivencia. El captulomuestra cmo, a partir de la participacin de la propia comunidad objetivo y de lasintervenciones focalizadas en el comportamiento que se prioriz como crtico (laagresin por celos), se redujeron significativamente los ndices de violencia de parejaen el primer ao de funcionamiento del proyecto (ms de 30 % de reduccin de laviolencia intrafamiliar).

    Un reto mencionado arriba es cmo sintetizar estadsticamente los resultados quearroja la Encuesta en las ocho ciudades estudiadas. En el lmite, algo as como en-contrar un ndice de cultura ciudadana que refleje de la mejor manera posible lavariedad de respuestas encontradas en esas ciudades.

    Por la va del mtodo de componentes principales aplicado a las preguntas de laencuesta agrupadas conceptualmente en cinco bloques, se intenta reconocer en elCaptulo 10cules son las mayores diferencias internas de la poblacin sumada delas ocho ciudades. En qu se distinguen ms los individuos representados por lasocho muestras? Y con los 19 factores obtenidos, comparando promedios, en quse distinguen ms las ocho ciudades estudiadas? El texto propone ciertos indicadoresde cultura ciudadana buscando precisar diferencias entre perfiles culturales de lasciudades en diversos temas. De este modo, con base en las herramientas de anlisis

    estadstico, los autores procuran acercarse al objetivo lmite de construir una com-binacin algortmica que permita arribar a un nico indicador de cultura ciudadana.Dicho indicador constituir el equivalente de los indicadores globales unificados quese han generado en otros campos de atencin pblica.

    Alcances de una poltica de cultura ciudadana

    Entender la cultura ciudadana como un enfoque limitado a problemas suaves,restringidos a la convivencia (por ejemplo la violencia intrafamiliar o las rias), esequivocado. El trmino suaves le quita importancia al impacto que tiene dentro deuna poltica de seguridad ciudadana la reduccin de fenmenos como la violenciaintrafamiliar o las rias an cuando las cifras de violencia que tienen que ver con

    ALCANCES DE UNA POLTICA DE CULTURA CIUDADANA

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    15/18

    xxvi

    ellos son extremadamente altas en toda la regin. Es ms, tanto en los problemas

    que tienen que ver con la convivencia como en las bandas de crimen organizado, por

    ejemplo, existen elementos culturales muy fuertes que los favorecen y promueven.

    De igual forma, las instituciones de seguridad y justicia tienen un papel importante

    en la formacin y construccin de ciudadana en el cumplimiento de normas y la

    aplicacin de sanciones y es necesario que acten en un marco simblico que fa-cilite y promueva su actuar. Es indispensable tener en cuenta estos elementos para

    una intervencin que busque mejorar la situacin de criminalidad y violencia en la

    que se encuentra la regin hoy en da. Los jvenes que entran en las organizaciones

    criminales, como se puede constatar con los Captulos 3 y 8, estn inmersos en

    ambientes culturales que promueven y favorecen la participacin en ellas. Tambin

    el surgimiento del narcotrfico en ciertas regiones de Amrica Latina, con sus ma-

    nifestaciones ms agresivas de violencia, sigue imaginarios y justificaciones culturales

    que lo han hecho posible.

    Las instituciones de seguridad y justicia deben operar efectivamente, ya que la di-

    mensin coercitiva de su labor es necesaria para proteger la vida y la integridad de

    los ciudadanos. La diferencia entre polticas coercitivas y polticas de cultura ciuda-

    dana no tiene que ver tanto con el tipo de problemas en los que busca intervenir,

    sino ms bien con el alcance temporal de su ejecucin. Si un ciudadano se dispone

    a poner en riesgo la vida o la integridad de otros ciudadanos, las instituciones estn

    obligadas a actuar y detenerlo, impidiendo que viole los derechos de los otros. Esto

    se aplica tanto a los problemas relacionados con el crimen organizado como a la

    violencia intrafamiliar, las rias o la seguridad vial. No obstante, debe existir tambin

    una poltica que a mediano y largo plazo vuelva mucho menor la frecuencia con laque estos hechos ocurren; los mecanismos de auto-regulacin y regulacin cultural

    deben generar las condiciones para que cada vez sea menos probable que un ciuda-

    dano atente contra la integridad de otros ciudadanos.

    Lo que entendemos como una poltica de cultura ciudadana

    Es necesario aclarar qu tipo de intervenciones denominamos como acciones de

    cultura ciudadana, tanto como la metodologa que debe seguirse para hacerlas efec-

    tivas. El concepto de cultura ciudadana surgi dentro de discusiones sobre cmo re-solver problemas especficos de gestin pblica. En ellas se evidenci la necesidad de

    intervenir sobre ciertos comportamientos de la ciudadana que, de no ser resueltos,

    imposibilitaran la solucin de problemas urbanos ms amplios. Una poltica pblica

    de cultura ciudadana es una poltica que busca transformar comportamientos espe-

    cficos de la ciudadana, y debe contener un ejercicio de focalizacin e intervencin

    sistemtica en problemticas que afectan la vida en comunidad.

    Especficamente para la seguridad ciudadana, son medidas orientadas a la deteccin

    de creencias, hbitos y motivaciones (intereses, razones y emociones) que represen-

    tan un riesgo, pues suelen llevar a las personas a comportarse de forma daina para

    la vida y la seguridad de otros ciudadanos Este ejercicio sistemtico y focalizado de

    Introduccin

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    16/18

    xxvii

    intervencin se basa generalmente en un diagnstico que permite identificar puntosespecficos de intervencin. En esta medida se diferencia de las campaas en mediosmasivos de comunicacin que buscan incentivar comportamientos prudentes o se-guros (como por ejemplo el uso del cinturn de seguridad o no conducir en estadode embriaguez), pues es difcil evaluar su eficacia en trminos de la transformacin

    concreta de comportamientos especficos de la ciudadana. Claro est que dentrode una poltica de cambio cultural puede requerirse algn componente de comu-nicacin que ayude a informar sobre aspectos especficos, pero las intervencionesbasadas exclusivamente en estrategias de comunicacin suelen ser poco eficaces. Unejercicio de cultura ciudadana no puede reducirse a esto.

    El Captulo 7contiene un ejercicio de intervencin cultural que satisface los criteriosbsicos de un proceso de cambio cultural. Este debe estar compuesto de por lomenos cuatro elementos bsicos: 1. Diseo de acciones basadas en un diagnsticoque permita reconocer con informacin objetiva ciertas motivaciones, comporta-mientos o actitudes riesgosas sobre las cuales es necesario actuar; 2. Un ejercicio deintervencin sistemtico, focalizado y con miras a institucionalizarse en programas ypolticas pblicas, que preferiblemente se concentre en un comportamiento espe-cifico de alto riesgo e impacto; 3. Un proceso de monitoreo medible a travs deindicadores objetivos de impacto y evolucin que incluya retroalimentacin a la ciu-dadana; 4. La utilizacin de mecanismos de regulacin y control social que permitanincorporar ciertas normas sociales en las relaciones entre las personas para de estaforma rechazar colectivamente comportamientos, creencias o actitudes riesgosas enla problemtica identificada. La exposicin detallada de la reduccin de la violencia

    intrafamiliar presentada en este captulo debe servir para comprender mejor la na-turaleza y eficacia de una intervencin de cultura ciudadana.

    El trabajo aqu presentado est orientado por la voluntad de construir sociedadesdonde la vida y la integridad de las personas sean cada da ms valoradas y cuidadas.An hay mucho por comprender y conocer empricamente sobre cmo la ciudada-na va siendo incorporada en la cultura y tambin sobre cmo a veces la ciudadanase ve limitada o desvirtuada por la cultura. Pero que las ciudades latinoamericanaspresentan rasgos comunes, los presentan. Y tambin que son marcadamente distin-

    tas unas de otras, pues lo son. Claramente, no hay un factor nico que explique laviolencia o la ausencia de violencia. La multi-dimensionalidad de la cultura ciudadanabien corresponde al hecho de que hay diversas violencias y a la conjetura de quecada violencia puede tener varias antpodas. La seguridad nacional ha ido cedindoleimportancia a la seguridad ciudadana y sta requiere corresponsabilidad y creativi-dad. Constituye un ejercicio importante y pertinente para Amrica Latina.

    Referencia

    Elster, Jon. 2001. Sobre las pasiones. Emocin, adiccin y conducta humana.Barcelona,Buenos Aires Paids Ibrica S A Editorial Paids SAICF

    LO QUE ENTENDEMOS COMO UNA POLTICA DE CULTURA CIUDADANA

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    17/189 7 8 9 5 8 5 7 2 2 6 1 3

  • 7/24/2019 ANTIPODAS DE LA VIOLENCIA..pdf

    18/18

    !"#"$#%& (%# !)* (+,(% %# #"-.+ %&/0 ("&1+,"-#% 1$.$ #$ 2%,/$

    3.4%,/",$

    !" $%"&%'() *++*,-././01!2 -34'%' '5 0456(7 83)578)956:36%

    ;5"..2 /??.>@A??B 5C:< .+DDD/.QQ X *A/>/..Q X*A/>/..* X *A/ /.W*DDD+QB H%-%6'5"%)3%B0(9(:[B -("(GI3%;5",72= ,*?.2 W@O>WWQQDDDW? .QDDD