antigedades de las islas afortunadas de la gran canaria conquista de tenerife y aparicin de la santa...

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    MTON^ ! A N A

    , OEMA Antisieilaiies de las Islas Mortuitaila:

    DE LA LAGUNA

    VBomai'^nmuaiassatiisiit^sssni'vi'i KJ

  • y l~

    ANTIGEDADES DE LAS

    - ' ' /

    DK LA

    GRAN CANARIA CONQUISTA DE TENERIFE

    APARICIN K LA SANTA IMAUKN DE CANDELARIA EN VERSO S I : E L T 0 Y OCTAVA RIMA

    POKKI. BACIiri.LKK

    oy^ntonio de Wiana natural de la Isla de Tenerife.

    Dirigido al Capitn Don Juan Guerra y Ayala s e o r del M a y o r a z g o del Valle de Guerra .

    -^-"^x^-^y

    TlPOGRaFa DF, \A 1 aOUNA r.fi, l l K l l A I X t U K S , u:.

    1005

  • I^RLOGO

    La obsesin de mirar con desdn A los autores de los prlogos de liis nuevas ediciones de obras ae-jas y pasadas, an perdura on el sentir de muchos; todava se recuerdaii con fruicin las sabrosas filpi-cas que prologuistas y anotadbres enderezan don Luis Zapata en su Arte potica, Lope de Vega en su Dorotea y el gran Cervantes en el prlogo de Iff pri-mera parte de su inmortal Iiujenioso Hidalgo, donde derrama la sal y la gracia toda corriente; y como si esto no fuera bastante, tambin hay eruditos quo, sacando A plaza las lbulns lilerarins de nuestro paisano don Toms* de Irinrlo. con sonrisa nn tanto socarrona recit.m los si

  • V PRLOGO

    gencia, no tanto porque no pretendo arrimarme la sombra de] clebre mdico poeta, ni pasar por autor de su obra "Anligedadeti de las Islas Afortu-nadas", cosas ambas imposibles, cuanto porque ofrece esta edicin garantas de autenticidad que otras no han podido alcanzar, y cuya exposicin le har tal vez interesante literatos y eruditos, ya que no ameno y deleilattle.

    Los anuncios y reclamos de la prensa de Madrid y provincias en |)ro de que se celebre dignamente en el aho prximo la aparicin del Quijote en la re-pblica de las letras, trjome la memoria que en el mismo afio (1(504) en que Cervantes imprima la obra que tanto le enaltece, el isleflo lagunero An-tonio de Viana publicaba en Sevilla su apreciable poema "Antigedades de las Islas Afortunadas de la Gran Canaria y aparecimiento de la imagen de Can-delaria*; obra que, .si bien nunca podr medirse con la del ingenio coujplutense, tampoco dejar mo-rir e! nombre de su autor en el olvido y menos en el pas para el que la escribiera.

    Al recordar al pblico ilustrado de la provincia esta coincidencia feliz, hceme la ilusin de que los centros de cultura y los alicionados las letras, re-cogiendo la especie, juntos en el apretado haz de amor la patria y la gaya ciencia, con certme-nes, academias, lpidas y estatuas, celebraran de un modo decoroso el tercer centenario de la apari-cin dla primera liistoi'iu de Canarias, escrita por un canario en verso suelto y octava rima. Pero esto

    no fu ms que alucinacin de mi fantasa; olvde-me de que el cerebio islefiO; atrofiado por los clcu-los del mercantilismo y pervertido por el desmorali-zador caciquismo publico, slo siente entusiasmo por las letras de cambio y los libros de asiento. M

  • AN'l'ONI Dli VIANA

    esperanza tena que rcjultar y result, en efecto, una triste y desconsoladora ilusin.

    Este doloroso deson^ ^ulo hacaseme ivs intole-rable cuando mis solas saboreaba en un tyeniplar de la f)iiinera edicin, no s si por vigsima vez, algunos trozos de los hermossimos vei'sos del ins-|)irado poi'ta, estrofas rebosantes de amor estas peas, (i la i'aza guanrbe y la valiente Espafia; porque Viaua sabe cantar las ,dorias de las patrias {grande y chica, sin (pie los amores de la una y de la otra se confundan y menos se aula^'onicen.

    La primera lectura del poema y algunas consul-tas que en este libro tengo hechas como fuente hist-rica, las he veriticado en un ejemplar que existe en la Biblioteca [rovincial y del Instituto, edicin de 1854, y aunque mudio habia ledo y reledo en el de la primera edicin, despus que lo adquir, nunca me pas por la mente la idea de que las ediciones confeccionadas en Sania Cruz en 1854 y 1884 no fuesen fieles reproducciones de la primera. Comenzme (lerseguir esta duda cuando le en la "Hevista de Canarias" el juicio que de la obra de Viana emite uno de sus ms apasionados admi-ladores, Mr. Sabino Berlhelot, sabio erudito fran-cs hijo adoptivo de Santa Cruz de Tenerife, el cual confiesa en una nota i\ su trabajo que slo un ejemplar de la primea edicin del poema de Viana haba visto en una biblioteca particuiar, perdido ya por desgracia, y que su estudio lo hizo sobre un manuscrito que le regalara el Ayuntamiento de Santa Cruz. Sabiendo, pues, que las ediciones de 1854 y 1882 se confeccionaron por su influencia, y observando que en las mismas algunas voces se ponan en lenguaje moderno, aumentse mi desconfianza y entrme el deseo de confrontar mi

  • VI PR^ LOCO

    ejemplar reliquia con el que tiene la Biblioteca pro-vincial de la edicin de 1854. Pero cuiil no fu mi sorpresa al observar que en esa edicin no slo se inodertiizaron algunas palabras, cosa que ya tena sabida, sino que le (|uilaron varios versos y hasta octavas enteras, pur cierto de las ms sentidas y mejor rimadas! F>tc tri^le rcsnitiulo inclinme una coiifronhicin detenida, y de ella result lo (|ue era l};ico; el coiiveiiciiniento de (jue el poema de Viana (pie se ((iiinic e? una obra |)higad.i de inexactituiles, truncada iitiport'ecln; en suma, que el Viana (pie se lee ut) es el real y ver-dadero, sino uno conti'abeclio y desligurado.

    El descubrimiento de lo defiiente de las edi-ciones de 1854 y 88 me inspir el deseo de que se imprimiera otra mejor por el ejemplar de la primera que conservo y que sirviera como i-ecuerdo del tercer centenario de su aparicin en la repblica literaria, recuerdo que puede quizs durar ms que una lpida adocenada un raqutico monumen-to. Pero ay! cunto desengao llevo sufrido en este insigniticante empeo. Donde esperaba encontrar entusiasmos y auxilios, la indiferencia y el egosmo salieron recibirme, cuando no lo liizo la ignoran-cia estulta. Pues, aunipie duela confesarlo, hay que decirlo, por si acaso puede sei vir de leccin para las generaciones (|ue nos sucedan: el pas no est an la altura intelectual que se merece.

    Pero no todos los canarios padecen la liebre ma-ligna que hoy conmueve las inteligencias del pas, no; todava hay quien se deleita sacando relucir las alhajas que el polvo de los siglos encubre; toda-va hay corazones que laten por las glorias de la patria, y si bien no enconlr quien ayudara mis cortos haberes para sufragar los gastos de esta

  • ANTONIO DE VIANA .VII

    edicin, uo me han fallado amigos enlusiaslas que Ule lian preciado el valioso c.oncuro d-^ su inleli-j^encia, que es algo ms que el aceite del oro que mueve y engrasa lo ruedas de las prensas. Y ya ([uc es llegada'Ja ocasin, quiero dejar consignados sus nombres como prueba de gratitud. Sea el pris-mei'o el lau'eado poeta 1). Aulonio Zoi'olo, quien se tom la on(\j()sa larca di; Iwicer las correccione despus de una ccaicien/uila confrontacin con el original indubitado; no menor nyuda he recibido de mi erudito amigo, I), .los L|iez Martn, Arcipreste de la S.uila Iglesia de Canarias en Las Palmas, que, con un celo dig^imo de loa, se impuso la misin de examinar las actas de ajuel Excmo. Cabildo ecle-.siiislico, para proporcionarme dalos preciosos que ilustran la biografa de nuestro poeta; facililin-dome otros, en orden al mrito literario del poema, de notoria utilidad. Al seor D. Luis Maffiolle persona quien no tengo el honor de conocer, pero que no por eso aprecio menos, pues s es un cana-rio que por su mucha ilustracin y vasta literatura honra su pas dbole el favor de haberme re-ntido los fotograbados de las portadas del ejem-plar ({ue se conserva en la Biblioteca nacional, obse(|uio que me ha hecho por mano del comn amigo de la juventud, D. Patricio Estvanez, el cual, como todos saben, es canario uno y amigo entusiasta de las buenas letras; y, por ltimo, al estudioso y aprovechado joven D. Leoncio Rodrguez le debo tanto en esta empresa, que no dudo decir que, sin su ayuda y constante labor, no hubiera podido darle cima.

    No slo estas dificultades entorpecieron mi firme propsito; otra de ms importancia ocurri desde los primeros momentos en que comenz la reim-

  • VIII PRLOGO

    presin: tal fu la ortografa con que se escribi iniprinii el poema por primera vez. Las abre-' vialuras y el uso de unas letras por otra le ha-can ininteligible ([ los cajistas novatos en el arle yal momento surgi la dea de que igual dificultad encontrara el pblico: y aunque no ignoramos que hoy existe el buen acuerdo de hacer las reimpre-siones tal cual salieron de manos de sus autores, el deseo de que este apreciado libro sea conocido y familiar A los paisanos venci la natural resistencia, y, despus de algunas conferencias sobre este punto con el amigo Zerolo, decid la conservacin de todas las voces anticuadas, adoptando la ortografa co-rriente en obsequio de la mayor claridad y del aprecio que deseo hagan de l todos los canarios.

    Explicadas ya las causas que han determinado esta nueva impresin del poema de Viana y la for-ma en que se lleva & efecto, parece natural que di-ga algo tambin sobre la utilidad del libro, aunque para esto bien mereca el mdico poeta que pluma ms autorizada tratara del asunto.

    Como el poema es histrico, desde luego resal-tan ios dos aspectos bajo los cuales se le puede juz-gar: mrito literariode la obra y apreciaciones que de ella se puede hacer como fuente histrica. Para es-tudiarlo bajo el primer concepto, bueno ser que consigne en estas lneas, aunque de un modo breve, el juicio que la obra de Viana ha merecidoliteratos y crticos de altos vuelos.

    Sabido es el aprecio que el fnix de los ingenios hizo de este poema. El haber compuesto sobre l una de sus comedias ms nombradas. Los guanches de Tenerife y la conquista de Canarias, y el soneto laudatorio que al autor dedica, y que corre impreso con la obra, sobrados testimonios son de la vala y

  • ANTONIO DE VIANA IX

    eslima en que Lope de Vega tena Viana; pero la cslrecha amistad que uni estos dos vates, pesar de que Lope le llevaba en edad 16 aos de diferen-cia, podra ser pretexto par.i suponer que inclin su nimo un fallo favorable. As, pues, en pocas pos-teriores, donde el "favor y las amistades no pueden llegar, es donde debemos buscar la exacta clasifica-cin del mrito literario histrico de nuestro poeta.

    D. Nicols Antonio, en su liiblioteca Nova, escribe de Viana que celebr su patria por el mucho amor que le tena, en un poema que no carece de elegan-cia,/'/WJB more obsequens poemate non inelegafiti latides illius comprehendit. Y aunque este juicio de hombre tan eminente es sobrio en alabanzas, como todos los suyos, sin embargo dice lo bastante en razn al mrito de la obra.

    Nuestro Viera y Clavijo, que si, como poeta, ms de una vez cay del Parnaso, como crtico siem-pre tiene altura fuera de los prejuicios de que esta-ba informada su vastsima ilustracin, en su peque-a Biblioteca de autores canarios, hablando de Viana, dice que si bien el poema no es rigurosamente pi-co, tiene "una proposicin sencilla, una invocacin cristiana, unos episodios de amores pastoriles muy bellos, en que respira apaciblemente el lector en me-dio del rumor de las armas; con versos, pinturas, arengas y caracteres felices."

    Pero estos excede en alabanzas, y creo que todos, el sabio autor de la Historie Naturelle des iles Canaries, Mr. .Sabin Berthelot.EI estudio que el eru-dito escritor francs hizo del poema de Viana no es seguramente el arrcblo de una primera impresin; es la labor fatigosa de una asidua atencin y consul-ta de obras y liternlos del gran mundo intelectual.

  • PROLOGO

    Ninguno, por consiguiente, ha podido descubrir en el poema de Vinna las bellezas que Herllielot, por-que i'\ seala cou preci-sin los punios de eonlaoto que nueslro .poela llene con Viri^'-iliu, el Tasso, Lope de Ve

  • A N T ( W I ( ) \)V. VIANA XI

    con el ttulo c (.Antiffii:dad:.

    ( I ) . Lope, que en todas pnrtcs encontraba asuntos de come-

    dia, K-y(*>, f> por lo miiiios liojc, el poema del vate cana-rio, obra nipcrfccKsima, ,1 la \ e rdad , si se la considera ya como [Mwnia (''pico, ya como liif.toria, pui.-s pa ra lo primero conlione demasiad.is circunstancias |)ros'iic:is, y para lo se:jundo (lema-iada; r;ihu!as; ensavo in\'i'nil, por otra parte, pie se resiente de inespcrieneia y ^'usU) poco m'iduro, ]")ero (|ue anuneialian en su autor telieisimis eondeionc;s p.ira la poesa descripti\ 'a. A

  • XII PRLOGO

    Pajizo, blanda y delicada orchilla. con esperanza cierta, el verde campo AI venidero siglo, ya presente, I'rometa mostrar fecundas cepas Y udosos sarmientos de las vides, Resudando el licor dulce y ardiente De racimos melosos, en los pmpanos Y rubias caas destilando el zumo De que se cuaja el fino azcar c.indido, Sabroso n

  • ANTONIO DE VIANA Xlt

    Mas vencido de amor y del deseo, I.e dice tiernamente estas palabras: ngel scrafin en forma humana, O cifra de la misma hermosura Kn la belleza ) partes soberana, Y solamente humana en la figura: Si mi humildad vuestra grandeza allana, \^cd que mi alma en vos se transfigura, Para gozar de vuestra vista bella; No lo extrafl''is; transfiguraos en ella, lis poderoso amor como la muerte, yuc si la muerte aparta lo muy junto, Kl junta lo apartado en unin fuerte, Y as con vos me prende en este punto. Es propio la humildad siempre vencerse, Y es de suyo agradable la belleza, Y es lo que agrada fncil de quererse, Y el querer es amor, y amor firmeza. No permitis que vea yo perderse Amor que me inspir vuestra pureza: ngel sois vos, y fuego en (|ue me inflamo; Miradme amando, entenderis que os amo. No ignoro que extrafiais mi oscura lengua, I'ucs no me respondis, mas el conecto De la fe de mi amor no queda en mengua, Pues entendis del alma lo secreto: Testigos son mis ojos, como lengua Del corazn, del amoroso afecto... A todo aquesto Dacil, pensativa. Dudando estaba qye determinarse, Y en confuso discurso entre si dice: Parece que me habla aficionado; Mas no le entiendo, en cuanto dice nada: .Sin duda debe ser enamorado. Pues con tal brevedad de mi se agrada. Qo6 le responder? Mas si ha hablado iSin entenderle yo, desengaada Estoy de que tampoco mi me entienda. Mas ay! Si es ste aquel de quien soy prenda?

    Castillo estrecha la mano, en signo de amor, la asom-brada doncella, y sin mucha resistencia logra llevarla en su compaa.

  • XIV PRLU(()

    Al fin camina gon turbados pasos .. T)cI se aflige en verse sola; siente, Siente su gran peligro, disimula, Quiebra la sarta larga i)ue traa Puesta por rico adorno al blanco cuello, De caracoles, conchas y juguetes; Y deja en las veredas del camino Seguido rastro, conocido y cierto. Para ser de los suyos socorrida. Kn esto ya llegaba el gran Sigoe A la fuente, buscando cuidadoso A D.lcil, que siguiendo otra vereda, Subi por la otra parte del arro3'o. No la halla, se admira y reconoce VA rastro; va siguiendo sus pisadas ^ Con tal solicitud, que en breve tiempo Alcana .1 divisar de all muy cerca AI caballero y

  • A N T O N I O D E V I A N A X V

    t ra tado fray Alonso do Espinosa, derla Orden de iVedica-dores , cMi un librillo de (extraordinaria raleza, el pr imero que se publico acerca de las islas. Pe ro en esta parte-procedi I.opt; con excesiva libertad, a l te rndolos porme-nores de la leyenda y aadiendo milagros que no se cuen-tan de aquella, sino de otras imgenes.

    De la parte puramente historial del libro de \ ' i ana , es decir, lo relativo A la conquista de Tenerife y A las batallas de guanches y castallanos, Lope de Vega hizo poco caudal, l imitndose recoger algin nc)nibre, como el de 'J inguaro. Tengo por seguro que no ley entero el poema, cosa la verdad bastante difcil, aun para los canarios mismos, como no sean muy amantes de las antigedades de su t ierra. V no porque t i m-dico de Tenerife careciera de dotes po-ticas, que bien patentes estn en los fragmentos que hemos transcrito, los cuales bastan para que nunca pueda confundrsele entre la turba-multa de los fabricantes de epopeyas ultramarinas (|ue brotaron al calor de la triunfante *t Araucana Viana es imitador de lrcilla, pero no de los adocenados: su poi-ma vale tanto como el de Pedro de Oa, que tiene ms fan>a que l. Si sus indgenas son convencionales, no menos idealizados estn los de su maestro, y de la mezcla de crnica nimia y prosaica con invenciones romnticas participan uno y otro. Lo que daa sobre manera al cantor de las Antigedades de las islas AfortunadJis es im Iihrido y desagradable sistema de versificacin, (jiie imit acaso de (iregorio Hernndez de Velasco en su traduccin de la

  • XVI M LOGO

    D. Juan Nuez de la Pea, que escriba fines del siglo XVII, dijo con buen sentido, antes de empezar la relacin de la conquista de Tenerife: No trato aqu de los amores que dice el licenciado Viana tuvo el capitn Castillo con la hermosa infanta Dcil, hija del Rey de 'i'aoro, quien dice hall en el recreo de una cristalina fuente en la La-guna, que de 'I'aoro se haba venido holgar con guardas >de sus vasallos; ni de las finezas del prncipe Kuimn, hijo del Rey de GUiniar y de la infanta bella Guazimara, ni de las amorosas quejas del Prncipe (luetn y de la infanta Rosalva, ni de los desvelos del prncipe y capitn Tinguaro y de la infanta Cuajara, ni de las promesas >que el Benharo de Naga haca este prncipe 'inguaro, ni de los ageros que hacan los guaames,* que sin agraviar este autor, ms parece comedia que historia verdadera: as, lo dejo un lado y prosigo mi conquista, sin que el lector se embaruze en leer estas historias, cmicas mi parecer.

    A pesar de esta sensata advertencia, un siglo despus, el ms clsico y excelente de los historiadores de Cana-rias, Viera y Clavijo, olvidado esta vez de la irona un tanto volteriana que suele mostrar en cosas ms graves, repite sin muestras de incredulidad el cuento de los amores de la infanta Dcil y del Capitn Castillo, y an narra una aventura semejante, pero muy anterior, acaecida en la costa de Gran Canaria, donde fueron sorprendidas por los corsarios de Diego de Herrera (que se titulaba retf* del *f archipilago) tres jvenes islef^as, una de ellas sobrina del v *guaf$arteme 6 cacique de (jidar. Kn confirmacin del ' t,[ hecho cita estas dos octavas, de autor desconocido: }

    **!( Estndose bafiando con sus damas 'ffl

    De Guanar tcme te/ Buenos la sobrina. Tan bella, que en el mar enciende llamas, .j Tan blanca, que la nieve ms se empina, Salieron espaoles de entre ramas, Y desnuda f\\6 presa en la marina: Y aunque pudo librarse, cual Diana Del que la vio baar en la fontana, 'artir se vio la nave Lanzarote Donde con el santsimo roco La ba en nueva fuente el sacerdote;

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    . .]f

  • :ir.;>'-v;.r.

    AN'IONIO D< VIANA XVII

    I >e (4hi histrica j ^ideogrfica de as ixlas tk Camir ria,^ del alfrez mayor P . I'edro A^nistn del (astillo, (jue csc'i'ita por los aos de i73/ ; escritiJr crdulo, ('aun

  • X V l l I l'RLOCiU

    haba publicado Fr. Alfonso de Espinosa en su obru Del oriyen y inUuyros de Ntia. Srn. de Candelaria y descripcin de la isla de Tenerife, obra i n) presa en Sevilla en 1594, y aunque generalmente se cree, siguiendo la opinin de ez de la Pefta, que lo que nicamente impuls al vate escribir su poema fu lo que dijera el fraile en su obra en descrdito de la familia de Guerra, es lo cierto que otra causa, ms noble que la integridad de la honra de la fami-lia la cual la suya deba amparo, movi su pluma, como l mismo lo dice en el pi-efacio del poema: en primer trnnno, reivindicar la raza guanche, cuya sangre corra por sus venas, del injusto des-precio con que habl de ella el historiador de la Candelaria. De aqu el empetro que demuestra al ennoblecer los hechos de los vencidos sin reba-jar los. esfuerzos y bizarra de los vencedores, pues no ignoraba tambin que l y su hermano Juan eran los nicos descendientes del valeroso Juan tie Viana, que vino A la conquista de Tenerife en la compafia de Juan de Esquivel.

    Cierto que el poeta, como su nombre indica, crea hechos y personajes en su fantasa; pero no lo es menos que la poesa histrica, para que sea tal, no slo no ha de faltar la verdad de los hechos que narra, sino que los que crea, para que le sirvan de auxiliares en bU plan, han de ser de tal naturale-za que el invesligudor fcilmente los distinga. Ave-riguar si Viana en su poema obedece liel esa JTgla, ser tbjeto en parte de las presentes lneas.

    Bien conozco que no lodos los lectores del tuema deViana,poriluslradosque sean,le8 hadeser fcil cliiiicir los hechos que cania, separando con irecisicn l is cititos, los ^.loLables y los fabulosos. Pari esto ;e iiecesilan dos cualidades que no to-

  • ANTONIO UE VIANA XIX

    dos es dado adquirir: es la una estar instruido en tes cosas hisona del pas" canario por el estudio de sus archivos, y la otra haber odo desde la cuna el murmullo cadencioso de las olas que incesantes baten estas peas: el amor que engendra el te-rruo es el nico que puede dar alientos para empresa tan cansada y fatigosa.

    El descrdito de Viana,corno historiador, nace, en-tre extraos al pas, por desconoci

  • XX PKLOO

    eos guandies que enlazaron ce n los conquLsladores. En una palabra: que en sus liempos se consideraba afrenta descender de guanchei:, y si alguno ae nonir braba en la relacin de una que otra prosapia, ui^ ce^ sanamente tena que ser rey, mencey, guauatr njc prncipe; de retito slo de oprobio servja al que se le probara. De aqu el respeto ntedroso la pluma de Nfiez de la Pe^ a; de aqu las con-sideraciones de que se vio rodeado; de aqu, en fin, que se le reptala monstruo genealgico en cuya cabeza caba toda la descendencia de Adn, cosa que habgaba sus aficiones y vanidad.

    Pero es el caso que as como Viana sigue al P. Espinosa, quien trat de refutar, segn dice Viera, Nez sigue Viana con ins idelidad que ste al fraile dominico, pescar de tildar su obra de comedia; y Vierc, el culto crtico, sigue A los tres, en todo aquello quedocumentos y hecl;ios notorios uo lo contradicen. No se debe olvidar que Viana hace la Iiistoi ia de acontecimientos que slo llevaban, cien aos de ocurridos, que en su tiempo todava esta-ban recientes, por vivir an gran nmero de nie-tos y bastantea hijos de conquistadores, toda vez que en informaciones de la poca aparecen depo-niendo personas de ochenta y noventa aos, y cpmo su obra rCifulaba la de un personaje de todos queri-do y por todos respetado, porque haba dedicado sus afanes cantar las glorias de la imagen de Can-delaria, centro del amor y afecto de todo canario y en especial de los lifleileos, con segundad que si Viaua hubiera faltado ala verdad histrica, recogida, de testigos casi oculares, no hubiera faltado lamhiti quien le retorcierael argumento; ms de que en es-ta hiptesis tampoco se puede suponer que el dorni-nicu se mordiera la lengua, ni que su Orden,

  • ANTOHO t)R VtAA X?vl eri la pocn d su preponderancif y apogeo iiitelec-lual, tolerase tal afrenln.

    y si en las fechas de los acoiiteciiolenlos, desig-nacin de caudillos de la conqirista y de los con-quistados, aparecimiento de la imagen de landela-rfa, batallas, reencuentros, orgenes y costumbres de los guanches, Viana sigue Espinosa, y en Ib que Viana dice de ms en estos particulares es, A su vez, seguido por Nf^ ez de la Pea, Viera y Clavijo y otros historiadores, jdnde est su inexacti-tud? [Ser acaso en la realidad de los amores de la infanta Di\cil y Castillo, en los de Rosalva con fuettn, en los deGuacimara y Ruimn? Pero no es un hecho indubitado, con la prueba ms amplia que s puede pedir i hecho histc r^ico, que Dcil. nieta db Bencomo, cas con Gonzalo del Castillo, que asentaron su casa solariega y poblaron Chi-nama? j,No arma el mismo Nftez que Rosalva 5' (uaciman^, bautizadas, se llamaron Isabel y Ana? No estn ah las informaciones de nobleza de los reyes guanches, en las que, al detalle, citan noni-bres, apellidos y otras circunstancias?

    Adems, an en lo mismo que tanto afea al poe-ma de Viana, como es la lista que inserta de las tro-pas conquistadoras, f,no es seguido por todos como nica autoridad en Li materia, siendo rigurosamente exacto como se puede comprobar? Se podr objetar que los nofpbres que d Viana los guanches son convencionales, pero no estn an esos mismos nombres en sitios y lugares de la isla que recuerdan sus antiguos dueos? Arafo, Ciiayoja, Tigaiga, Tanco, Tegueste, Guajara, Tejina y cien ms, no son los mismos nombres con que Viana apellida sus hroes guanches? j,No quedan todava vestigios de las luchas y rpyigided, recuerdos de sus fiestas,

  • XXII pRr.ooo

    el gofio, el mocan, los molinillos de mano de sus alimenlos ("' indui^lrias y otras mil pruebas vivas] Qu puede ser, pues, creado por el poeta la come-din, ootno dice el caloniano Ni'iez de la PeHal {.Ins circunstancias de los amores que describe? la ira de Hencotiio contra Guetn y Rosalv.-i? la volubi-lidad de Tinguaro, cegado por la hermosura de (uacimara por la vanidad de opellidaise rey?... ;,Poro es acaso que el poeta no tiene ms senda que lo seca y rida de la crnica?

    Seamos razonables: el poema de Viana es real y verdadero poema bistrico, exornado con episo-dios que, si no pasaron tal cual los pinta el Vate, ni(?re('an que pasaran, porque encajan perfectamente con el carcter y civilizacin de los pueblos que in-lervinieron en ios hechos que descritH?. En su-ma: es una de las fuentes de aguas pursimas y cristalinas para la historia de Canarias.

    J. R. M.

  • iti'trvtirti-ii.
  • XXV IXvi'Os i\io(;kAi''iC()s

    llido en iMiigi'iii otro piiclild (lelaisla, ya |i()r(|ii(.' Iiay (la-tiis posivos (|U(' aricditan (|iic los N'iaias Iciiian sc-|)iilliii'a |ii'(i|ia (11 la ))ai'i'(>(|na de la ('(nicciu'iii (3),

    Pilfi fifi'f que .fu lTuiiando Vifcina, existente en la Parroquia de la Gonqepein de La Lagupia.i i ,.

  • ANTONIO DR V I A N A ^ X X V

    donde lu' iTuilizado luiostio pola. su lieiiiiano .Juan y scfiiiamoiilo su abuelo niateiiio, hijo dol Juan de Viana, (IniHiiiislador, dadii (|ii() en la lecha VM (\\\i: esle dliuiu debi nacef solo exislia acjuella paii-o), si biri es cierto (|ue los mismos documentos ipie prueban tuvo esta ocupacin, muestran a las claras ipu; fue estimado y dislingiiido; pues sus hijas Mari.i y Nicolasa, lia-liidas en su matrimoiiid cdi) ^alalina Lpez, se las saca-it)U (le pila 1). (irislcibal Salazar y fras y su mujer D." Mari!! de los liios y el bicdo." I''elipe "del Valle y D." Maria de Arzola, respectivamente, adems (b- que del propio .lun de Viana fu tutor lodiiiio llernnde/. l.ordelo: personas todas d{f la mayor suixisicin en la vecindad lagunera y de la ms calilicada nobleza de la sociedad islea.

    Ks constante la opinin de (|ue \ i ana t(;nia escrito su poema en edad temprana, aiiiupu; lo pulilicara los veiiile y seis afios en Sevilla, impienta de Barto-lom (imez (l()04). 1*(U' los documentts descubier-tos, nuestro |)oeta no slo fu precoz en las especu-laciones de la inteligencia, sino en el vivir; cons-tando de modo feliacienle (|ue en I5)

  • XXVI DATOS BlocRKic.

    ya habia darlo ])niebas du inspirado poeli y cxpeii-iiientado marido. i\iirt'i|)i (i n! jo!.;, i- '^KKK

    Ddeeso de lo oxpiiosn CIK'III inlilcs riiocon los i'iie j;os y las espci'aii/.as (pit; sii abuela concibiera de dedi-carlo la Ifilesia: sus aliciones lo aparlabaii cada vez ms del celibato. Pero su amor la paternidad no fu obstculo para (pie se moslrase fervoi'oso cristia-no y piadossimo escritor. Como se ve en su poema, su devocin la Virgen fu al'ecluosa en alto grado.

    Hay (piien dice de (|ue imeslro poeta liisteriador escri-bi su obra en la Orolava; y anncpie osla noticia slo la da el marcpis de S. Andrs, ya citado, es tal el con-ce|)to de veracidad (pie este seor merece por su lion-rado proceder, vasla ili\slracin y aicin las aidigl'ie-dades de la patria, (po no dudo asentir su dicbo. pero cul seria el motivo por(pie Viana lu la Orotava escribir su poema cuando iaiia nacido en La Laguna y en ella estaban avecindados sus padres"? I'unlo es este (pie me ba dado muclio (pie pensar y obligado revolver papeles,sin cpie basta aliora liaya podido encontrar otra ii7, (pie me guie (pie una probable conjetura.

    el Francisco Hernndez, padre de nuestro poeta, ningn dato seguro se ba podido aibpiirir (jiie idenli-ti|ue su personalidad en la bistoria con relacin su ascendencia, siendo la cansa los niiicbos (]ne de este nombre y apellido existieron por a(piellos tiempos; y como su mujer Mara de Viana, madre del Hacbiller, era fallecida con anterioridad llC), existiendo en la Orolava y Healejos mncbas familias de IJS indgenas canarios (le apelli(lo Hernndez (ue ayudaron al Ade-lantado en la coiupiista de Tenerife, no ser desprop-sito el conjeturar que de stos fuera el Francisco Her-nndez, (pie, viudo, .so volvi con sus bijos la (pieren-cia de los lares: conjolnra (pie explica tambin la tra-dicin de (|ue Viana tenia raza guancbe, cosa (pie pa-rece indicar el empello (pie pone en enaltecerla en su poema.

    Pero si la madre babia muerto ya en I'){)('), el padre tambin falleci los pocos aos, por cuanto .loan de Viana, liermano del mdico liisloriador, como ya se lia dicbo, estuvo bajo la tutela de Itodrigo Hernndez Lor-delo (9), personaje de posicin y (piizs pariente de su

  • ANTONIO DI' MANA XXVII

    pupilo por parle do padre: y como eslas (lili-eiicias JiKliciak's se tramitaioii en la ciudad v La Laguna arredilan la rivcrsiii dii esta lainilia al hogar aiatcriio.

    Mas, si dilicil t;s averiguar lii asreiideiicia del poela

    .'((.gp/MTrpo/i 'i'Z'i'ifra .2e ^^

    Lmina que ilustra la p r imera edicin.

  • XXVIII ATOS' BiOGRJVico

    por parle del padro, con igual paieciilo inconveiiienle se Irupic/.a pata esclarecer las (ttiDi'is ramas de este linaje, siendo cierto (juo la vai'oiiia de los Viana ter-min en 'ronorife con Anlunio'de Viana, hijo del con.

    . I^orqtic lo que es cort libre, no fe effsai 1

    "Valor tcneyj,y aunque tnres fuera poco, j Agora que en mi fangrceOays Daada i YenvueAropuoconmimanoroco, l

    , Soyief^iadi de Rey,d? ley honrada, i AbclicoafiuianieprGnoco, , ' En vcfoscon mi fangrc matizada,

    ^N.Masrepeta da con fiel decoro, ;. QjLie luzc en vos,coii-ao en l plata el oro

    |Diziendo e} Rey blruto cftas razone. De vngolpc clua la buyda punta, En vnrohulo tronco, aprictficlpu Carga con fucrca, ha/.efelevnarco, Almirfle,y a]oxab,endcr;?9an:, Y con mayor admiracin le di7,r,

    Como buena nhis,pcron mengua, j Qjjeos dob]ais,ybolucJ a c,'?r derechi

    'Qj jcfufrc la bondad,yno fe amengua, Y el bien con mengua menos pproucch^ Sigocdixobicnjqvie como lengua j Es viicba hechura,fj me days forpcctuj

    i^ ih

    a; Una pjina de la irimera edicin.

  • ANTONIO DE VIANA XXIX

    (juistiuloi' .liiiui (le Viaia y iluiclo iiialoiiio do nuestro poeta, (|iicn slo liivo do su inaliiiiKniid con Ana (ioii-/lez Mana de \'iana,nin('ilnii los pocos aos delial)ei' procreado con su esposo Francisco lleiiindez, los iernianos Antonio y Juan, los (|ue, segn se ha visto, prelirieron su a|)elli(loai paterno; y como nuestro bio-firafiado se ausent de su patria y el Juan slo tuvo dos liijas, el apellido se perdi para el pais como otros muchos, pues consta de los apuntes del repelido maripis de San Andrs (jue el ltimo descondienlo de esta familia fu un lego de la Orden do vSan Agustn llamado l""ray l{(rnardo, .hijo natural de I). Crislhal Trujillo de la (loba, cledi'e latino, prece|)lor de la (Vite-dra (pie para instrnccin del pblico sostena el Ca-bildo general de la Isla (lO).

    Supneso (pie Via na hizo sus estudios de medicina en Sevilla, poi'cpie en esa ciudad imprimi su obra en 1(504 y en ella tambin ejerci la prolisin siendo m-dico de la Armada y del Hospital del Cardenal; pero cundo y cn)o hizo sus amistades con Lope de VegaV He acpii otro de los tantos piirdos obscuros de la vida de nuestio paisano, y sobre el cual no puedo aventurar conjetura alguna por no tener ni el menoi' detalle ()ue pueda oi'ieidarme, liie ra d(Mpie, para pid)licar el poe_ ma, delti pcicegrinai' de Madrid Valladolid y an Medina del(>ampo, ponpie en todas estas poblaciones S'^ liracticaron las diligencias, mitad guberiu\livas y mi ad jurdicas, (pie las censuras y licencias siijetaban-eii a(piellos tiempos ;'i los ingenios.

    Algo m.'is se puede decir de la estancia de Viana en su pais natal, l'or la partida de su segundo matrimo-nio se aveiigua ipie resida en La Laguna en ir)',t), si bien no es pcobable estuviera graduado en medicina por ser circunstancia ipie lo callara (d asenlo segiira-iiiente. Mas las sobresalientes dotes de este hijo de La Laguna no podan pas,]'desapercibidas para sus coni-palriola.s, y en II de Diciembre de KiOll, cpiizs de vuel-ta de graduarse, lease en el Cabildo general de la Isla una peticin lirmada por el personero, convento do Candelaria, ciudadanos y alcaldes de los lugares, en la que se peda fuera mm Prado el Licdo. Antonio de Via-na Cirujano de la Isla, ponjue la reciente epidemia de

  • XXX DATOS BiouKncos

    lamires, que se bnbia padecido on muchos pub)o3, uci'OdHnbn no ser bnslante el nico que hnba bs(a entonces, Francisco de MoySi; y ai el re^ jidur Lo|>e de Aoca se opuso a la in.staiiciu, el Senado do Teneri-fe acord el nombramiento y le schal de salario 30 doblas y un catisde trigo (t).

    No est en lo cierto Viera y Clavijo cuando asegura qne Viana no pas Tenerife liasta 1631, cuando, del acta del nombramiento aparece claro que ejer* ca 8U profesin en dicho afto de 1606 (12), y en unn oscritura de redencin de censo como heredero de'su padre (13), bt-cha por l en 1607, desvanece tfKk dii^ da, pues en ella se titula Mdico de la Isla do Tenerifcl. De todo lo cual resulla que acept el nombra'menlod mdico de la isla, ejerciendo este cargo por \gbH tiempo, y que luego, disgustado por lo corto de la paga porque Tenerife era estrecho campo para'sns a Ment, que seria lo tnhs probable, abniidon el crK^ y march A Sevilla, poblacin por la que paiiece senta aficin, desempeando alli los empleos de mdico de l.n Armada y del Hospital del Cardenal.

    Bien fuera que Viana sb ausentara de Tenerife M ikencitt do su Senado por renuncia de su emplo,'iio cabe dudar que la patria ech de menos su mucha habi* lidad y buenos partes, como habia dicho al non*-' brarlo en 1606; porque este mismo Alto Cuerpo ie repl> (i sus instancias para que volviera detiiempeAar la plaza de mtiicu de la isla, y l, quizs vencido niisi poi' el amor la tierra que por las conveniencias que ie proporiunaba, dej los honrosos cargos que desem-peaba en Sevilla, y en 7 de Jtitio de 1613 presentaba sus ttulos ante el Cabildo, el cual, agradecido.le mand dar 3(H) ducados para ayuda de costas y le elev el m-lario IBO'doblas y 60 fanegas de trigo (UJ.obligndose Viana desempear las facultades de mdico y ciruja-no y proveer de botica.

    Este hecho, que pareca tijar pai-a siempre n (a isla nuestro poeta, solicitado con empeflo por "sut^ paisanos, que l honraban y estimaban en mucho, no dio el apetecido resultado, fxircpio la fatalidad- se iiiler-puso enli-e los deseos del pblico y el amor del mdico la patria. Fu el caso que al establecerse nuevamen*

  • ANTONIO DE VIANA XXXI

    le Viana en la ciudad de La Laguna Irajo conigo 8tt familia, eii(i-o la que contaba dos hijos, que, ya fue-ran del primero de .MIS matrimonios del segundo, de-ban ser bombres formados, puesto que por cuestio-nes de galanteos ambos fueron muertos, si bien el uno no pereci en la refriega sino consecuencia de laS beridas (15), sinsabor que amarg la vida de Viana y qtie seguramente, en su temperantenlo ardiente y apa* siunado, habia de causarle honda huella.

    Sin duda alguna, tan inesperado contratiempo deci* i nuestro poeta historiador aceptar las proposi cioneaiquele hiciera el (btldo ecleisistico de Cana-ria, y queriendo dejar los lugares que diario le recor-latMifi la prdida de sus hijos, acept aquella oferta, pi* diendo al Cabildo secular de Tenerife le alMolviera de la obligacin de su contrato y le ajustara las cuentas de su salario; pero si Tenerife dio pruebas de estima-cin Viana al nombrarle mdico de la isla casi imber be, en 1606, instarle y rogarle para que volviera servir la ptaxa, en 1631, cuando trat de dejar la ciudad para siempre in cuando verdaderamente b7.o extremos. Opsose el vecindario su salida y el Cabil-do vife ebligado ordenar al alcalde de Santa Crux que le impidiera embarcar;posicin que hubo de ceder ante las lgrimas del dolorido padre, que habiendo he-cho patente oslas causas al Cabildo en una sentida y razonada splica en 2 de Marzo de 1633, le dio porabt sudlo del contrato y le revoc el salario, tal ver. con la esperanza de volverlo poseer cuando el tiempo y nuevas impresiones borraran algn tanto la pena y afliccin que le embargaban (16).

    En IH de Enero de 1633 lu nombrado el r. D. An-tonjo de Viiina mtlico del lllmo. Cabildo eclesisUco de Canaria con (lU (liirados de renta, que aftadi el Obispo I.5U0 reales por la asistencia de su casa, con-vento de Monjas y Hospital (17), hechos que probaran, si la instancia de Viana no lo dejara plenamente jasti-flcndn, que la muei le lie sus hijos, y no el mayor sala-rio que le oireria el Ciibiido de Canaria, fueron las cau-sas que le mvintn :i ilejur el servL-iu de su patria; no siendo,por lauto, cirrl

  • XXXII DATOS BIOURFICOS

    Aceptada por Vin la nsilencin del Cabildo de C^ iiariii, se ninnd (lor esta rufi'pn, on 14 de Marzo Atri propio afio, olurgar la scriltira de eonli-ata, lo que parece no lleg electuarse.

    it el mismo ao, y en 13 de Mayo, se dispuso se te librara el primer tritnestre; pero ya en 8 de Diciembre, Viana 'presentaba uno peticin despidindose del aer-vicio de aquel cuerpo, el cual le expreuS m sentimieu-lo enviindole recado con el Secretario capitular y sig-m(icn4^uie que nunca babia sido su nimo el depe-drl^, por lo cual le ofreca la olorgaciu de ta escr'-tora y ttt suplicaba continuara al frente de su plaa.

    .Algodtbierun de consolar (I Viana estas urbanidades de la-Corporacin, puesto que coiitmuen el desempeAo de su cargo, si bien el Cabildo, receloso de que ha permu-neuiern su servicio, eHcribiel '2W de EneiHi de 1684 al Obispo D. Cristbal de la Cmara y Murga para que trajera ui nnignaipixH'onlau de que stos queran que por el sa Ari< diera asistencia facultitiva ellos y i sus casas* uclM-daitdo en esta misma fecba que si no aueria eoiu furtnahsecon el conlito de su'antecesor se le (Migasen l visitas. ' i

    Por Ucltibredel mismo ario(l(}34)debi Viana dejar el servicio del Cabildo eclesistico de Canaria, marcl^ndo la'Ptminsulu y lijando su rcsideucia en Madrid 6 Se* villa, pmbahdu estos hccbos el que de los itbroa CNf>iiu> lares consta que con aquella echii se le bizu el ltimuli-bramictntodesu paga y que en 4de Julio del

  • ANTONIO DE VIANA XXXII

    que 8U celebrado poema de las Antigedades de las Is-las Afortunadas y un sunelo que dedic & su amigo el divino Cairasco al dar lu/. este ingenio el primer to-U10 de su Templo Militante (18).

    Seria posible que porta de tantos vuelos como D. An-Ionio de viana, arrojara el plectro, que se apagara su estro? No lo creo, y si que alguno quizs haya vestido su fama postuma con las galas de nuestro paisano, segn dice otro de los entusiastas do este ilustre bijode La Laguna.

    Pero qu mucbo uue esta apartada provincia de Canarias baya perdido la memoria de poeta que tanto le honra? Acaso la madre patria conoce mayor nmero de producciones, ni sabe ms circunstancias de la vida del valeroso soldado y ()oeta pico O. Alonso de Ercilla y Ziga? No, ciertamente. De la vida de Ercilla slo se conocen algunos particulares hasta los 50 aAos de su existencia, y de sus obras slo la Araucana, pu-blicada integra en 1590, y una glosa que por primera vez insert el Parnaso Espaolen 1770.

    Lamentemos, pues, la incuria de nuestros mayores y conformmonos con nuestra desdichada suerte en estas materias.

    J. R. M. La Laguna, Diciembre 21 de 1904.

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  • '^'y'yf y'f' yf wfwww yy'yf'

    NOTAS

    : *

    ( I ) F.n la parroquia de Ntr^. Sra. de la Concepcin de la Ciudad de In L.iguna de l'cnerife lib. I.** de Bautismos, Tpl. 133, est la partida de P. Antunio de Viana, que dice asi:Antpn, bijiq de Francisco*!iernndez d.su iDuger Mara de Viana; juc bautisadp en veinte j iy#o. di^s del mes de Abril de ipij quinientos^ setenta ocho as^ : fue su padrino Pedro Afon&o Masuclos su madrina hajxil Yana, tocaron sus manos en la criatura, ^pti^oilo t^ Beneficiado Cabrera, por verdad lo frmi,tho.ut u pr. EljBenefciado Ciibi^r^'f' 1 :

    E| padrino Ped^o Afoqso Masuelos fu una de las perso-nas de ms distincin y ms acaudaladas de.La l>aguna, pi de su peculio I antiguo retablo d^ Ja Farrpquia de Ntra. Sra. de Remedios, donde csL' su retratte i

    (2) rbol getiealgico de los Vianas en Tt ienfc Juan de \'iana

    Conquistador

    Antonio tle Vata i s 6

    con Ana Griclz de Viana, la que, viuda,ca8(5 en segundas con Pedro Piaz Fidalgo.

    m Marta de Viaita, hija del primer matri-

    monio, cas con Franciaco Hernndes.

    Ri Dr. D. Antonio de Viana, autor del poema histrico que, viudo, csB en segundas ion Francisca de Vera.

    Juan rio Viana cas Con Ca-talina l^ t>es.

    No se conoce la susecin. Mara i) Viaua Niolaak lia Viana

  • XXXVi NOTAS

    Del mismo poema de Viana consta que Juan de Viana fu soldado de la compaia de Juan F)squivcl, y de las Si-nodales de D. Fernando de Arce, existentes en el archivo secret de la CateHral de I^ as (PalhisiB/tconsta asimismo que el nmero oe Vecino^ co^ que se Tanh La Laguna en un principio fu el de ciento y no ms.

    (3) El testamento de Ana Gonzlez de Viana, mujer de ftro Ufaz Fidalgo y viuda de Antonio de Viana, ante el escrbatio-Bartolom de Cabreas lo de Mayo d 1598, dice: que se l entierre tn la Parroquia de la Concepcih tttm Sepulcro, donde sti enterrados Antonio fie V'aftf, ku prlnier tiarido, y su hija Marta de Viana.

    (4) Ert el testamento, antes citado. Arta Gonzlez deja iWipdsciottes de misas perpetuas al Sanisimo Sacra: Mente y eHa finai y Varias casas de Su pertenencia.

    (5) ' VSse el fotograbado d la portada del ejempl^ if que de la primera edicin existe en i Riblibteca nacionial y el die la lmina del que sir^ 'i para hacer esta edicin doiivde parete el escudo nobiliario los pies del autor.

    (6) ' e la partida de bautismo'de Nicolasa de Viaiia; hija de Juan de Viana y de Catalin^ a l.pez, existente l folio 2og| del lib. 7/de la antigua Parroquia de Remedios, cbnsia que su padre ejerci el oficio de barbera.

    (7) En el testamento de Ani( Gonzlez, su abuela, se mejora en el tercio y residuo del quinto, su nieto el Ledo. Viana, pero le revoca la donacin de 1200 duca-dos que le tenia hecha conditcin de que se ordenara de sacerdote, y da por razn que Viana estaba ya casado en 1598< cuando otorg dicho testamento.

    (g) En el libro primero de Matrimortios de la Parroquia de la Concepcin, folio 53, se halla la partida dlas se-gundas nupcias de Antonio ide Vianfa, que dice asi: Al margen, Anto. Hernndez de Viana Francisca de Vera. En dies y siete dias del Mes de Junio del ao de mil quinientos noventa y nueve a.* yo el doctor Juan Hernn-dez, Beneficiado de Ntra. Sra. de la Concepcin, Cas y Vel Antonio Hernndez de Viaoa, Francisca de Vera; habiendo corrido las tres amonestaciones conforme: lo decretado por el Sto. Concilio Tridentino, fueron 'sus Padrinos Juaa Indiano, fueron testigos Gaspar Afonso, 6 Francisco Hernndez; por verdad lo firmo de mi nom-bre.Dor. Juan P'ernandez.

  • ANTONIO DE VIANA XXXVlI

    (^ En el ofcio del Escribano Bartolom de Cabrejas e 1605, ibl. 248, se hallan protocoladas las diligencias de particin de los bienes de Ana Gonzlcr, petidn de Ro-drigo Hernndez de Lordelo.como tutor de Juan de Viana.

    (10) Por curiosidad anotar aqu algunos tJatoS bio-grafeos de D. Cristbal Truiillo de fa Coba.ltimo descen-diente legitimo de los Vianas en Tenerife. 'u don Cristbal un notsible humanista y buen poeta latino, como lo'prut

  • XXXV>n NOTAS

    do en las casas del Ayuntamiento de], a saber, El Capitn D. Francisco de Benavjde^ gobernador y qapitan guerra y el I.do. Calatayud teniente de esta isla y c| coronel, Trur jillo de la Colpa 6 Antn Fonte Anton Fonte dijo que no t-s en ello ( Lope de Asoca dijo que atento que esta Ciudad tiene surjano que es Francisco de Moya que cot mucl o cuidado 6 diligencia acude al Hospital monjas 6 frailes...... de esta isla y

  • ANTONIO DE VIANA XXXIX

    tiene salario por este Cabido es justo que no se acreciente salario otro y asi conti adisc el salario que se le seala ni I.do. Viana y pide y rec|uicre l los seores justicia regi-miento no se le seale con protestacin que el hace que sea su culpa y cago de quien fuere en lo sealar el dicho salario, que protesta lo que en tai caso puede y devc en fabor de los propios de esta Isla.

    (13) En una escritura otorgada en 1." de Junio de 1607 ante Toms de Palcnzuela, dice asi:Sepan cuantos esta carta vieren, como yo el I.do. Antonio de Viana, Medico de esta Isla de Tenerife, digo, etc.

    (14) Ofic. 2., lib. I I , fo!. 135, de las actas del Cabildo. (15) Ofic. 2., lib. 11, fol. 228, ce las actas del Cabildo. (16) Acta del Cabildo ya citada. (17) Actas del tlxcmo. Cabildo Eclesistico de Canaria

    de 8 de Enero, 13 de Mayo y 3 de Diciembre de 1633, 25 de Enero y 16 de Octubre de I634, y 4 de Julio de 1635-

    (8) Escrbase en el bronce el protocolo De la vida de santos que habis hecho. Porque el tiempo jams no vea deshecho Un libro tan divino, nico y solo:

    Y la fama, del uno ai otro polo, Pregone con su tuba, trecho trecho. Contra la invidia vil, y, su despecho, Que sois en ciencia el verdadero Apolo.

    .Mustrese todo el mundo agradecido. Pues los santos lo estn de vuestra obra, Y lauro y palma os den en este suelo, Por elocuente, grave, alto y subido. Por otro Orfeo que Canaria sobra, Y por (.Canario del Empreo Cieo. *

  • ; ! ! . . , r

    ' ^'CAMCXON::.':;;: Dedicatoria al Capital^ b*. Jsn GUti^ a^ d A^tt^, Se-

    or del mayorazgo del V>t'd^H>ai

    EL BACHILLER ANfON'IODEVTAN i ' ! - ' ! " . . ! . \ ' ) l t > i > . - l !

    ^ V - J l . ' l l . U . i t l V ' t l l l

    A VOS, Guerra 8a|ireBnii' niiii ih i Nivaria-afldoBftd-'' -.' -: :"/ I-M.X.! / de Guerras^t]ue"n tas^nyasson viotorib l>op-D^ar>(i{iektt''s>iti (' -.ii..; >'.t)!f de bien afortunadfliii: iv gocis de Guwra ilustre It'.tli, i,i 7 ;i. bastante conquistiirtai ' ii I>IM . ' \, q w otsii^via'de atwpiprlii i'i i ' dndole su vt(lo^ eterno lustm^i ; < > favor y grata audienciav " ' * - ^ pues llega Tuestrns nianoiy>pir8eQcia contra la guerra ilcitail ! - i que i\ I verdad histrica i ' diere la envidia en nmniiuiuir fi-eittica acusando eoUcita . ! , las faltas de Retrica:

  • \ > '.< y : Y >t tf ~f y a_i -i ;.', ' 'i. .u \ a.

    sooorred, Guerra invicto, mi potica, ' y aunque en errores tica,

    halle favor magnfico en Vos, que soy su eptima, razn pide legtima volved foffuerrar en pae,^ j6uwra pacfico, que en'Vds^ e pi'piita''^ ' est el valor de Guerras en depsito. Buena guerra es grandeza, de virtudes tesoro, justicia, paz, prudencia, valenta, constancia, fortaleza,

    0ndendc\hw^of^ y todo en Vos se ve coa excelencia, ^ lOuenra, quen voz t ocierra, pues sois el mayorazgo del buen Cluerra> Como en la cumbre altsioia de ArmeQlafavoriftpa, victoria, el arca hallde lo pretrito, en Vos la alcancu'nmplsima ' de la envidia peslific mi obra, que sois Guerra de alto nii'ilo; haced, pues, benemrito ei>te canario cntico, que aunque resuene acrrimo ser el ms celebrrimo Vos Atlante del distrito Atlntico, y vuestras olas blicas para mi proteccin sern anglicas.

  • HTHH>lllBHIIIIIUIUIIIItftIIHIfllUUUIUJUjaai'"""P'U'"""'''nTf'

    Al discreto y piadoso Lector

    El amor hace dulces los trabqjust y el que mi pa-tria he tenido sufribles los dtiela humilde obra, escip-go los peligros, y pffede tanto en mi deseo, que ven-ce el temor de los que se le ofrecen: han incitado mis mi atrevimiento loa celos, de que f/(i los aos pasadlos Fr. Aionso de Espinosa del Orden de Predicadores^ imprimiese un Tratadq, digno iie que se detrat^ escri-bi en ^l los mil^groj^ de la Candelaria, mas sin luz qui^o hacerlos ei\ {q ppco que toc de conquisa, que promete fffcientai cuidqdo co^t que inquiri la verdad de la historiq;pues nqslolo demostr en Iq obscuro indeter^\i.n

  • :Ati'^ii*5*W'if';fw)se*ttctt*t:* -' -":.;'*.-w.

    consta de papelea autnticos y fidedignos con que yo le convenciera estando atentas con l, si ya no la hubie se dado al verdadero Juez. Causas han sido bastantes que la navecilla de mi humilde ingenio se haya engol-fado en el peligro, expuesto las borrascas, y tormn-tas de'^Mmmmm^ji^^f^mrmf^^k'e '* buena suerte. Lector discreto, me ha guiado al puerto seguro de tus manos, afirmo en tu piedad las ncoras de mi esperanza: el poiie que te ofrezco no es el tesoro de Orlando, las perlas de las lgrimas de Anglica, ni el esmalte maravilloso de *" hermosura; ni los frutos del labrador que gloriftcad lo Madrid insigne, th el Dragn de or,lth g^ahHis de Arcadia, IM rrititga-ritas, diamantes y pHcihds piedras dei templ Mili" tafite, ni tqs ric^ezas (fue t gusto ofrece l que en todo [es pei^^rin, sipo la verdad (desnuda por mi po-bria) de und agradable historld; if algunos tayas y lejos de la dtvi'i'ta'I^i^en'de'CHd'elara, todo h ador-nado con las dorsy mrfizddMi'e de heffa frtil, sino enfardelado en la tosca jei'gh'ae hi i^sr estilo, que cohociendfi su humildad, ant^s fk 'qurido faltaf laobtigacin dla eleganciapdticd,Hur! dio verdtt' der dk In historia i Y s consideras y de^ehttits lo esencial de mi propsito, estoy cierto, estinlarri ni d seo, y mi querida, Pafria ser eternizado y digna-mente bien afortunada.

    Vale

  • "Se :> jairrij^

    , Yp .f^nn pililo ^e IA.tidradjQ, j^ sQrilit^ fl^ ^^ Cojara del .Rey. netro j^jftpr ele IQS

  • STJLiiiei caSi''S^Tivllogio

    Para I.'\.:/

    ' ( '

  • i (1 .) i Vi (.u / : A

    Yo he visto este libro intitulado Antigedades de las Islas Afortunadas 0e lijrBt^i Canaria^ Ckinquis-ta de Tenerife, y Aparecimiento de la imagen de Candelaria: y me parece que est compuesto con mucho ingenio y agudeza, y que el verso y estilo tiene U)(l9 loSfKeqwsitos qmip) MPf pMailebcn guardarse: y y sftA!etttoti>^ 'docr'unos.

    i>. iFrtncIfco d6 la

  • AL BACHI1.I-KR

    ANTONIO DE VIANA

    SONETO

    ?6i^ tihi ^l l TliU

  • DE DON FRANeiSQO^eABE^I&A BALDONADO,

    AUTOR Y SU OBRA

    S O N E T O

    Vianfl, ypeHr^ ingeniv.y. Ua lilun^a, Si In tenipj'40,9 gniHms i l e p r ^ Ya en luiQ|p^lei ;ii;cuilos MttWia,

    De la,{Mip9V^ K:iftr liaiU la suma. Maj}, ,a4iviu,WM:tt*crfiPt" presuipa

    Su gcaHitew'P ),>"' Ip lara,, Por que,qnilBl^|,|li,virtud Un r^iv, ,

    ' el limitado M4ii>p no^nwnia* Vuele la hislurta,(lv,Mqq,fl| pluQ.lppl. ,

    Del Teyda, y 4[Via)^ >^s nMf9orAt)|qs Do Cundelavia* C^ilealial,Diana.

    Qu9 con la Lira del i^ i^no A|iolo Y musa tan suprema, son loables Lo cantos de la vuestra soberana.

    . 1 '

    t/. i i ' i

  • AT '*7A$* i l$ IU t$ ik$ fc$k^^ .A^J$f tJ$*? i^*J^4? i$4 l^ t tJ^^

    DE SEBASTIN lyiUMZ EN LOOR D E LA OBRA

    SONETO

    Del mundu los itis bien nfortiinados Valientes hijos de la invicta Espaa, En los siete do el mar de Atlante t>Aa Los Campos Elseos elbraos.

    Pechos desnudos, de valor armados; Mansos en paz, crueles en campaAn, Y entre el incendio de la goerra extraa Con raro extremo del amorHagedos.

    La pureza mayor, ta ardiente llama, Que cercada del Sol y Inces bellas, Al abrasado Serafn excede;

    Canta Viana, cuya eterna fama Vuela en su pluma, y vive en las estrellas Por ms que el tiempo y la fortuna ruede.

  • M k H a | V H L H B M a S t a M | M J m a H | ^ ^ J k H B M f l M M M M ^ l j M M M I M

    DEL LICENCIADO

    DON PEDRO DE ARZOLA VERGARA, NATURAL DE TENERIFE, AL AUTOR

    REDONDILLA

    Canario insigne, vos loca cuntar lo que en paz y en guerra nuestra cara patria encierra, que el cielo de vuestra boca es la gloria de su tierra. Y no hubiera estas hazaas con maravillas extraas tan dulcemente cantado, sino un ingenio acendrado con el licor de sus caas.

  • CANTO PRIMERO

    Del asiento de las Islas, de sus antiguos nombres, grandezas y ferti l idad, la descendencia de ios natu-rales que las habitaban, sus trajes, costumbres, or-den de Repblica, y de los Reyes que tenan los de Tenerife cuando la conquista.

    Canto el origen de CsnHfrks iombie y el renoitib-e de bieii fortuialds de las siete estimadW islas h\h;' publico de ellas y de sus Vtidtied grandezas, inveiifioris y stUnt'e', anioros, [H'sadtiinhres y dift'oi'dlfts, (le ^nicita las (((iicordias, y rtilos licchos, (le los hispanos pechos \n^ victorias, con 'ainu, honor y jalonas cohr|'iisladas. Vos, de quien son amadas y queridas las islas escogidas de Canaria, patrona Candelaria, dadme lumbre (leude vuestra alta cutnbre, que confo, que el pobre ingenio mo en esla historia har vuestra memoria se eternice. Y vos, por (|uien me dice mi deseo,

  • 14 AHTIUCKDADIS DB LAS ISLAS CANARIAS

    insigne Guerra, y creo, que desprecia la furia recia del temor contrario, columna del canario honor os llama, ya desde hoy ms la Fama dar audiencia con clemencia mi humilde canto llano, harislo contra punto soberano. En e| Ooeano ru^ trp)Qo plIQtico, y hacen eb ifiedio de las ondas varias ( quien resisten lirmes y altas rocas de pardas peas y arenosas playas) las islas son Canaria, Tenerife, Palma, Gocneru, Hierro, Lanzarote, Fuertevntura, tan cercanas de frica, que ochenta leguas distan de su costa, y de Cdiz doscientas y cincuenta. Nordeste; en ellas, Sudueste, Oeste, Y Leste, vientos favorables soplan. Llamaron otro tiempo Tenerife Nivaria, y la Palma^ Pinluaria, Casperia, ,

    1 que agora es la Gomera, Capraria, Hero, al Hierro, y ^ ansMirote, Yunonis, y Plgj>.ula, MaJiorata, Fuertevntura, nombres antiqusimos. Aqul que fu rompiendo el mar salado, surcando el gilfo de cerleo seno, y descubri los cabos y OHtrechuras de Mauritania, cuando de las Indias vio la grandeza de riquezas prspera, hall para el deseo el non plus ultra en estas siete venturosas islas. Tantbin Hannon dende la gran Cartago pas en el tiempo de su triunfo i\ verlas; (le bien afortunadas .justo titulo les dieron por hallarias regaladas de los templados y siaves aires,

  • ANTONIO DE VIANA 16

    de tierras gruesas en labrarse fciles, esmaltadas con fk>ree aromticas y con dtiles dulces coronadas. Sus riberas y mrgenes martimas enriquecan por diversas partes, hermoseando n la dorada arena lus pellas fmas de preciosos mbares, entreveradas por mayor grandeza con labrados confites y almendrones de agradable apariencia, aunque sin gusto. Manaban leche las hermosas fuentes, las peas miel sUave, entapizadas con nativos panales; entre el musgo pajizo, blanda y delicada orchilla. Con esperanza cierta el verde campo al venidero siglo (yu presente) prometa mostrar fecundas cepas y udozos sarmientos de las vides, resudando el licor dulce y ardiente de racimos melosos en los pmpanos, y rubias caafe destilando el zumo de que se cuqja el no azcar candido, sabroso nctar de los sacros Dioses. No encontraron en ellas animales daosos, iMjique nunca los criaron, aunque eti algunas de ellas habilban los soberbios Camellos corcovados. Por sus aires volaban valias aves de msica sonora, y muchedumbre de aquellos vocingleros pajaruelos que por Canarios los celebra el mundo. Producen sus espesos y altos montes lnmos. cedros, lauros y cipreses, palmas, lignaloples, robres, pinos, lentiscos, hnrbusnnos, palos blancos,

  • vifiticos y Hle8> bayos; br^zoar acebuches, tabaibasyoaFdonsi, granados, escobones^ y Jos )rgt6 cuya resina isangre es uiUi^iuia. Tienen grandes fliiroyios de aguas fiaras, , con cuyo riega TcrbaolotKMstisi' ; , < . ; brotan, y.sparoeci finalizadas floras : i i el poleo vicioBOy el blandotieno^i :. " el fresco tt-ix)i; itorohjilazaddar, '>' el hiaojo entalMo'iy el'inastraulo; ' > i sube la yedt-a y eljazuraiseenreda: > ! i y se entreteje Ja v i o l ^ y baQa : !!( | Llamronta^ilos oiHopoelUos^ i- > > * diciendo que el terreno Ppraisoy - ^ del mpetu delgpifoynuirjtuiMepiOr I ii i, I entre ellas tieHesa|;lo#ioiua(si(ioi:'.>'!>ri 1 Yace en rncdM'da ^ ih h : / | ms bien ipMtulayide HMjjTolr Aquez., : ; | esotras seis oiJ gtvit veofaj eauted: < i I es mi queridu yiveuturediipntriyi;i((i' M .. / ^ y de ella conmii agl'adtfai(k>>i j : ' i > i ' mi\f largamillei^.dnJigedd, >giiai,JeHai/i s >, cunquisln y !ett)K:ie)coelofiNO i , , > { que quiere onipetir con la* eitrellrts: i (luede tiiitnise del jo que iJeOiinpo, , i que .
  • ANTONIO DK VIANA t7

    que excede h su regin la cumbre allsima. Es celebrada ik)r l rhiim Allatite que tiene ih'{^ .^ d l'^este m(Itiin!t; Uene ms excelencias tjue l Prhfeo, fuente Casthah'.ajjlinario Orculo; cunaras ninfa's, Soflna trb, que vos ilustre 6h'a pagan i>ara&, y eternizando vuestros altos; rti&ritos d vuestra estata de diamant ^uro que all perfuman con cel'sle ihcietis, guirnalda ofrecen del degrado Lbano. All, la eternidad, feilin suprema, habita, v tiene con soberbia pompa, el rfegl trono potestad y alcr, y el archivo y erario de grandeza^ de la pasada edad, de la pi-snte y de la venidera, y pbt" tfil siglos, eterno el gran vldrt nobles guerras. Al fin es de seis mllla^ eV ruUo del Teida, y do^e ms, len de ltufaj ' suele vestirle Maea y il)iir& nieve,' y entre ella inhala hunio esfisio y 'llamis por grietas (tl'defienden al ablsiti, ' mabndb V^ rdVbigra pedt' kf'e. Tiene, as mismo, tdic^oiIsla.' / con que quilala'S Valor ihgnis, un celestial Carbunclo inestimable, que en la deyola imagen de la Virgen que Dios visti de pura humana carnC; llamada Candelaria, que cien aos antes que sus anligiios naturales ' cristianos fuesen, pnij-ci, Hacindoles ' infinitas mercedes y milagros; de quien espero habris el premio justo de aqueste nniparo valeroso Guerra.

    ^ ' A .

  • 18 ANTI(;EDAI)ES DE LAS ISLAS CANARIAS

    Puso liiiibin el cielo en la Nivaria por confirmar de afortunada el nombre, un santo Crucifijo peregrino, admirable, perfecto y devotsimo, que quiso Ja divina providencia que como original se aposentase en casa del serfico Francisco, que es el retrato Dios ms semejante. Del origen y estirpe de la gente antigua que las islas habitaba, hay indeterminadas opiniones: unos dicen descienden de Mallorca, otros que de Numancia, otros que de frica, y que con ella fueron estas islas confines, cual Sicilia con Italia, y que pudo del tiempo el largo curso en tantas como vemos separarlas, que suele el tiempo largo y la porfa facilitar veces lo dificil. Pero repugna esta razn dudosa la diferencia de sus varias lenguas, de costumbres y modos de repblica. Oros dicen, quo hubo un tiempo en frica ciertos pueblos relnjldes, que se alzaron contra el romano imperio y que el castigo fu, que los delincuentes y culpados en la mar desterraron en b.jeles sin velas, jarcia lemo, ti su fortuna, cortndoles un poco de las lenguas y los ndices dedos y pulgares, porque si se escapasen se perdiese en ellos la memoria del delito. Y que por ser las islas tan ceiraiiiis ellas aporlaion (K)nde hicieron liabilaciM sin tratos ni conhiilos,

  • ANT(WI() DE VIANA 19

    ni lelras, con las muchas diferencias del modo de vivir, lengua y costumbres. Hay otras tantas varias opiniones sobre el antiguo nombre de Canarias: unos nfirmnn ser por muchos canes que en gran Canaria hasta hoy se cran; otros lo aplican al sonoro canto de aquellos pajarillos, cuya msica queriendo celebrar fu derivado (le Cano, por cantar, el nombre nntiguo. Mas todas estas opiniones varias no son conformes ni en razn tan justas, (jue se les puede dar entero crdito. La ms cierta verdad averiguada es que despus del general diluvio, el viejo y venerado Patriarca No. tuvo por hijos postrimeros Crano y Crana, de la Italia Reyes. Vasallos suyos por diversas partes del mundo andaban descubriendo tierras desiertas y apartadas de sus trminos; y de aquellos que en naves y bajeles del mar sulcaban las furiosas ondas algunos aportaron Canaria, donde habitaron faltos de las cosas para la vida humana convenientes, y viendo la grandeza de las islas, suelo agradable y saludable cielo. aires templados y las vegas fililes, parecindoles sitio^acomodado la asistencia y gusto de sus Reyes, como si le estuviesen dedicadas, por ntjmbie heroico y sempiterno litult) el pro|)io que le dieron derivaron del suyo, asi llamndolas Cranarias;

  • 2 0 ANTM;CK.I)VI)KS DK I,AS ISLAS C A V A R A S

    mas despus qiio horniiido esta memoria el tiempo fu pasando en lanos siglos, los Hispanos, (|ue siempre lian por costumbre acomodar cual(|uier

  • AN'RA'K^ DI' \-AXA 21

    liiyn 111) .iiliol tiin rlil y vicioso, fjiio (le las pnntai do sus verdes lainns, pimpollos, hojas y COJ^ OIIOS tiernos, (Icsiihi sit'nipi-( li(juid()s liuiiiores, y como perlas celeste aljfar claros rocos de ahiiiidantcs aguas (pie |)or los f^ njos van IncorporAiulose al tronco, llegan en corriente arroyo, y transparentes bulliciosas riegan lodo el contorno do la tieria dura. No le ofenden del tiempo las ruinas, ni se agosta, marchita, ni consume; no muda hojas, ni iTiiuevos cra, que siempre est en un ser que fuera impropio ii la virtuil (pieos natural mudarse. Llmase Til el rbol, y otros muclios hay, pero no de tanto bien dotados, ) aunque lodos esotros son eti''riles, de pocas ramas cual cipreses altos, (!'ste, como fructfero, parece que por mayor grandeza del misterio es ms vicioso, frtil y copado. Decan los antiguos naturales, que alguna nube en sus espesa.s ramns (estilaba las gotas que resuda, mas engase la o|)inin gentlica, (|uc si en filosofa lia de fundarse, se ve (|ue la virtud (jue tiene oculta atrae por su raz del centro esttico al hmido elemento, como suele mover la piedra imn al tosco hierro. Tan sllaves, templadas, transparentes, y saludables son aquestas aguas, que satisfacen al humano gusto, la sed mitigan, y el deseo incitan,

  • 22 ANTIGKDADES DE LAS Isr.As CAIJARIAS

    y as, no solamente suplen faltas, sino que son sus obins sobras siempre. Provese de all toda la isla, y para asi hacerlo, se recoge el agua en una alberca al pie del rbol de donde la reparten con buen orden, pero los naturales conociendo de aqueste buen concierto, con industria en el lugar do agora est la alberca la entretenan en un grande mdano de muy menuda, blanca y limpia arena, y para poder drsela al ganado, proveerse fcilmente, hacan fuente pequefia grande su propsito, abriendo hoyos en la arena mvil. Usase hasta agora llamar Heres semejantes partes, donde el agua se suele entretener, y en aquel tiempo Capraria se llamaba el rbol frtil, Hera, la arena donde -el agua estaba y Hero, aquella venturosa isla quien dijeron los de Espaa el Hierro, sindolo el corromper el nombre propio. Despus, Fuerlevenlura y Lauzarote que llamaban Yunonis y Pluylula y algunos Mahorata, se poblaron de aquella gente desterrada de frica por distar menos leguas de su costa; llamronlos despus los Mahoi-atas y agora por memoria Mahoreros. Eran valientes, fuertes, belicosos, diestros, y en las costumbres, lengua y talles, muy semejantes los africanos. Mas nc tuvieron rastro de su secta/ porque esta poblacin fu muchos siglos

  • ANTONIO DE VIANA 23

    antes que las torpezas de Mahoma. Cuando reinaba en la vandalia Blica Abis, antiguo Rey, y tantos aOos neg A la tierra el cielo el agua y pluvias con la notiiblc pei'dicin de Espaa, los que escaparon A oportuno tiempo, dejando el patronido, competidos de la necesidad, se desterraron, huyendo del rigor de sus desdichas, (qu'i entieran y dcstierran los trabajos.) Pasbanse provincias diferentes, unos Francia, otros A la Italia, y algunos A poblar desiertas islas; de aquestos aportaron ciertas naves la que se llamaba Pinluaria, y dironle de Palma el justo ttulo, porque con la frescura de sus tierras del tiempo sojuzgaron victoriosos. De aquesta misma gente antigua y noble entonces se |)obl tambin Nivaria: Nivaria se llamaba por la nieve que suele platear la cumbre altsima del sacro monte Teida, excelso Atlante, y por la misma causa el nombre digno de Tenerife entonces le pusieron, que Tener en su lengua signitica blanca nieve, y quiere decir Ife monte alto, y asi por el gran Teida se llama Tenerife la Nivaria, que es lo mismo que el monte de la nieve. Consta destas razones verdaderas, que de espafioles nobles andaluces fueron pobladas por grandeza insigne la Palma y Tenerife, ilustres islas, como demuestran bien sus naturales,

  • 24 ANTIOEDADKS utl I,AS ISLAS CANARIAS

    pues si en algo le fueron diferentes, era en lo ms mudable, que es |a lengua. Tenan todos por la mayor parte magnnimo valor, aitiyo espritu^ valientes fuerzas, ligereza y br/o, dispuesto talle, cuerpo giganteo, rostros alegres, graves y apacibles, agudo entendimiento, gran memoria, trato muy noble, honesto y agradable; y fueron con exceso apasionados del amor y provecho de su patria. En todas estas y otras much

  • ANTONIO l)K VIANA 25

    sin que jami's ninguno se excusase; que fu su amoi- onnalanfe, aunque Ion simple digno de que se eslirte y que se alabe por singuai- y de sincera causa. Sobre lodus la co^as el cristiano ' al Tiiuo y Uno adora, feirve y una con viva f ereyen(1o sus ai-Uculos (fuiue constancia y ftiiimo catlico) mas- si con atencin se adriecte y ju3!gn, despus de por ser Dios quien es la causa, la gracia del bautismo que le inspira, bienes y beneficios que recibe, y el temor de la pena del intierno, que es abstinencia en vicios y pecado, pues aunque de aljedro libre goza, reconoce que hay muerte, juicio, infierno y gloria: y todas estas causas liacen que con temor y amor de espritu seguir procure a Dios con espen\nz de gloria, en premio de sus buenas obi-as. Mas si la primer causa se supone, bien se podr decir atribuyndolo a las dems, que el inters le mueve del mal, el bien, que por su fin espera, pero el amor de aquestos naturales, ajenos de inters, aunque carecen de luz y de Evanglica doctrina, no fu para con Dios de tantos mritos, mas con piadosos ojos advertido tiene un cierto misterio de grandeza, porque de libre voluntad procede: que se debe estimar ms el efecto cuanto en la causa hay menos circuntancias. A fiii razn con evidencia apruel)a el raro don que Dios hacerles quiso

  • 6 ANTIOCEDADES DK LAS ISLAS CANARIAS

    de la devota y Sacrosanta Imagen de la Virgen, Princesa de los cielif!, que pareci en el reino de Girnar cien afios antes que cristianos fuesen, y de los espaOoles conquistados. Celebran los her

  • ANTONIO DR VIANA ?

    fuente de gracia y vida, salud propia contra -erpienles de infernal veneno, asiento perfecKsinio y origen de la divina ley, que es ley de gracia, arca do el mismo Dios hall hospedaje, columna de la lux de la f viva, y Purificacin, que es Candelaria, la tierra prometida, que es la Iglesia, con frutos de divinos Sacramentos en este mundo, y en el otro gloria. Tiene de Candelaria el justo ttulo, [K)rque en sus partes esta imagen santa como ir)s largo se dir adelante, la purificacin nos representa con una vela verde por divisa, no sin misterio que es grandeza clebre que como quien bajaba entre paganos, de luz, de fe, tan fallos ignorantes, ' candela verde, que nos significa esperanza de luz, fuego amoroso, era seal de que i\ sus ciegas almas, purificaba, dando luz divina. Y como quien fundaba nuevo mundo en los confusos corazones, quiso usiir de lo que Dios, cuando dispuso la universal creacin, que dijo: ""hi^ gase la luz", y luz de todo fu el principio, y as con luz la virgen comenzaba. Oh felice nacin, nacin dichosa, llmente todas bien afortunada, que si les dio el cordero sacrosanto apstoles sagrados y benditos que A su divina ley las convirtiese, y la fe y Evangelio predicasctj, ti, por soberanos y altos mritos,

  • 8 ANTUifieDADES DK LAS Ist.AH CANARIAS

    y rnayoi' dignidad, su misma madre dio por predicadora y abogada. Cuando naca alguna criatura le echaba una mujer, que era su oficio, agua con gran cuidado en ia cabeza, y all su nouibre propio le f)onan, quedando emparentada con los padres sin que les fuese permitido licito casar con ella por aquesta causa, aunque se entiende por Ja mayor parle ser este oficio propio de las Vrgene>, que solan llamar Ilarimaguadas, y prometan virginal pureza, las cuales habitaban en clausura de grandes cuevas, como en monaslcrios. Aquella cerimonia acostumbraban con intencin de simple lavatorio^ y no de Sacraraetjto de Bautismo, pues no les habra sido predicado. Pasada ya la infancia, en la puericia, los doctrinaban en costumbres buenas, con amorosa y justa disciplina, dndole A cada cual el ejercicio lcito y su estado conveniente, vedndoles por mala la soberbia, reprendiendo por ciuel la ira, juzgando por intil la avaricia, condenando por psima la gula, castigando por torpe la lujuria, reprobando por prfida la envidia, Y por viciosa infame la pereza. Tan)bin los instruan con cuidado en el conocimiento de la muerte, y en el amor que sobre todas cosas con respeto y temor tener deban

  • ANTf)NIO I)K VIANA 29

    al gran Guayaxerax, Criador inmenao, diidole en los Irabfijos con pncencin {gracias, y en lo descansos alabanzas. Mandbanles tambin amar al prjimo, obedecer continuo los mayores, cumplir los jufamentos y palabras, solemnizar los das fe*tivRlea, honrar los padres, conservar amigos, ser pulidos, honestos y pi'udentes, tratar verdad, y aborrecer mentiras. Tambin los enseaban con sus obi-as i\ tener caridad, & guardar bienes, sustentar honor, ser bien quistos, A defender, amar y honrar su'patria, y venerar, servir y tener Reyes. Cuindo en la ya florida primavera de la edad juvenil, ilian entrando, les informaban con extensa cuenta la calidad, estado, valor, sangre, de sus antepasados, cosa justa, y pala conservarse de importancia de las armas el uso y ^ercicio; despus les enseaban* hiBta tanto que de poi- s tenan su imiliav Cuando los temporales les faltaban, al cielo su socorro le pedan, yuntandoen los apriscos las ovejas,: en ()lr(js puestos fropios al efecto, y apartaban las crtas urmtparle; ^ hacindoles estar (lando balidos sin las madres gran i'ato, parec-indoles que aquella simple y fcil cerimonia, aplacaba de Dios la justa ira. Ignoraban que fuesen inmortales las almas, y que hjiblese pena y glciria.

  • 30 ANTIGOEDADES DE LAS ISLAS CANARIAS

    aunque afirmaban cierto haber infierno, que llamaban Ecbeide: y al demonio Guayla, y por el alto monte Teida, y por el sol, quien Mageo llamaban, juraban con recalo y gran respeto. Vestan blandas pieles ga(nuzadas, de cabras, de cordero y de oveja, y con curiosidad y rara industria hacian un ()ellico muy pulido modo de camisa en la hechura, que en su. lengua llamaron el tamarco. Era sin cuello, pliegues, y sin mangas, cosido con correas de lo michino, con pespunte cuiioso, no de aguja, ni alesna, que suplan esta falta grandes espinas de marinos peces. Usaban ms aquesta vestidura, los varones, que siempre las mujeres; traan de lo mismo como saya, de la cintura abajo, otro pellico, y tamarco mas corto, que muy justo con mangas les cubra pecho y brazos. Haba en este Iraje diferencias de villanos, nobles hijos dalgo, que los nicis principales se vestan el tamarco con mangas, y en las piernas huirmns, que como medias sin plantillas traan, y un calzado como abarcas justo eo los pies, que se llamaban xercos; mas la gente comn baja y plebeya . siempre andaban descalzos y sin mangas. El hmero de da por los soles, y el de meses y aos fwr las lunas, conlabaii con buen orden y concierto, qup corno emn de cuenla tenan cuentas.

  • ANTONIO DE VIAVA 31

    Hadan en la mar la pe$;quern, con anzuelos sacados con industria de retorcidos cuernos, y era tanta la suma y abundancia de pescado que entonces se criaba por las costas, que con facilidad, sin instrumentos de mas til ardid, se provean. La mies que mas usaron fu cebada, y el corvo arado y acerada reja, con que la tierra frtil cultivaron eran cuernos largos, puntiagudos, fijos en lefios bien acomodados, que las faltas notables de labranza supla con extremo ser la tierra frtil, fecunda, y de labrarse fcil. La mayor variedad de sus manjarps, era que la cebada bien tostada, en molinos de mano remollan, tanto, que del pajizo y tosco grano, sacaban el menudo y sutil polvo, al que llamaron gofio, que supla por regalado pan para el sustento; con leche, miel, mhriteca lo amasaban, y con solo agua y sal^ el que era pobre; usaban gruesas carnes de carnero, (le cabras, de eonojns, y otras de aves, asadas las coman, medio crudas, goteando gordura, fina sangre, porque por opinin comn decan, sin inclinarse A complacer al gusto que estaba asi 'en su punto la sustancia. Sus frutas fueron hongos y madroos, biccai'os, las moras de las zurzns, y iJiocanes, qu' son cuando maduros negros, y do In liot-hura de garbanzos.

  • '^ ANTlCKDADItS 1>K LAS IKLAS CANAKIAS

    Celebraban anales alegi'uii en das estivflles ,^congregndose en Jus cortes y csas de Jos Reyes, haciendo grandes gastos en convites y sobre apuest,.-]!;^ para i-egocijos; hacan fuerzas, levantabaa pesos, , en luchar, en correr, saltar, y en pruebus, en bailes, cgn des,tr

  • ANTONIO I)P: VIANA

    que fueron nobles, ricos pi'incipakg; los que ae ocupaban en ocios tocantes fobierno de Repblica, y los que profesaban los mec&tiicm. Pagbanse y trataban en las cras^ quesos, gofio, cebada, miel, manteca, en sebo, en piele!, y otros bienes tales, que su moneda fu y avercadera. El uso y ejercicio de tas npinas amaron con extremo> nque paclcos aticionatlos ganar victorias; y asi todos los reyes se preciaron de ser gente de guerra, y estroaban en mucho los valientes y animosos, soldados de experiencia y capitanes, hacindoles mercedes y otorgndoles libertadas/franquezas, privilegios, con que se enuoUednn los linajes. Las armas ofensivasi|ue tuvieron, ' que ningunas-usaron defensivas/ eran muy gruesas m k^zas, bastones de troncos, pimpollos de los rboles, que jugaban ligeros A dos HMiDbs/ y en el espacio de las grandes fiorras encajaban agudos pedernales que por el mayor peso y fuertes golpes desgarraban las carnes, quebrantando los bien tbrnidos miembros de Kis cuerpos; usaban dardos como gruesas tancas, que llamaban banoties en su lengua, eran del corazn de %ecos pinos que llaman lea, y la aguzada punta, tostada al fuego, ms estrago baca que el afilado y bien templado acero, y con destreM rara y admirable

  • }34 ANTloCKAAnEfi DE I.AS JstAS C A N A K I A S

    se despeabai: de lo:} cerros ito8 con un dardo tmla muQO; descayendo muy rectos en HUS terciosstribuiidOk Batallaban desnudos las ms vecetj con una ola piel por la cintura rodeando el lamarco que vestan r en el sni8tro y valei-oso brazo. Afrmase que ufaron uoas tarjas modo de rodela por defensa, mas slo fu cu el ^ ieoiipo de onquisla procurando imitara loscrislianos y reparar el daArife()entino que de los arCAiiMceK y biallttstat) continuo en lasltatallsrecibiau, causa deque oi'deuasen el reparo. . Con las hondas d: iwKos torviscos 'con la mauo^ QOiiCOi) meiiosfuru) ^ tiraban tanto-Muairolliza piedra que quebrantaban/kisa^ariifi^s fuertes y rodelas y el braeo atrmentabank,i : i Hacan en la guerra un fiero estrpito con voceS; silbos, gritos y alaridos, y aqueste fu el ardid de sus batallas. Lcito fu una hembra un vuron solo, y al varn una hembra permitido, y el matriipMMiio eiitre ellos, depeodiu de solo volunkidK|u^ los ligaba, durando el i^ oorgado basta la muorlo, sin que se permitiese baber divorcio. Haba entre los iiijos diferencia, como era entre el bistardo y el legitimo, y el adltero, espreo, era excluido (le las herencias, siempre pietirieudo el legtimo en> tokv y las mejoras (excepto enUe ios reyes) se vedaban.

  • ANTONIO DE VIANA

    Habfn en ellos hkH>lgos4e lincge; e^uderos horiradofty Ttlaao;t ; i : ernn los reye#, ppt slupalaaj ; i 'M ' i sucediendo iOi^ |ikyo)|K)i? Jos. padrea, M i la linea miaa^uliinarespetaiKlo T ,,!, i, y al Rey como seftor oletJeQan, i i > .;. i -y cuando se elegiai U> Jw^abntv i i'u; i; ,< i con esta cerinaoiiiay q,Qe>teDta ! .' guardada cadaiRe^v5,oon*?QaU>';I vi ' la calavera, para .el propio efecto*, , i del ms ooliguo Rey de aque e$l{(dy , del cual linajaiy iaa)gr dedoendieC, > i i aquel que poreutHKiee se elegitt ! fi. y junios en ( pues^ de cousulia . M que ensu iengW' limaban elTagoro sacbanla con suBitiireyereneia)', y Iueg9 Que quier dwiti: ^ S juro por el hueso < > quetuvoreal ooroina*.d i^mHMrle :i > guardando todo I hiaa de la Repblica. > Luego todos los grandes, prefiriendo el msaniano,de;pDr si tomaban : < la propia calaveim y lai ponan . > con gran respeto sobreiel hombro diestro besndola, diciendo muy Immildos:' ., "Agoec AcoinHiF), Ir^ic Zaha&ai.: , i-Guaoc Reste Mencey:"

  • ANTIGCBOADES D LAS ISLAS CANARIAS

    mjB costosos, cti) ctumas ftlegrios adornaban de flores el TagorO y de laureles, palnxw y otras yerbas. ' El Reste el Menbey al Hey lllnnaban que quier decir, deAna y ftier'le ampit>: y la corona era una guirnalda ' de laurel, palrna y flores olortaad, y el cetro real un bileSo largo y seto del propio Rey antiguo de

  • ANTONIO DE VIAVA . M

    Las deudas se pagabao por justicia, dndole A coat cm\ io que era uyo, aunque de ellas/CQHUQUO iiesei'vai'ea Ifls mujeres 8ii);ibaoieiiida |)0E>rs. Si en ios cauMtio$i .i^ n desierta parte, con henvbras ios* varoue se encontraban, era precisa ley, qud se apartasen por diferentes seiMs cada uno, sin que palabkra afguna se dijesen^ con pena de la vida Jo contrario. La gente bidaiga, Meyes Capitanes, ios nobles de valor^ ^naje. y fama^ sepultaban por suerte diferente, de los plet>eyo8 (ile meiioi* estima, no en sepulcros de aitVrmoles labrados, ni en bvedas sublimes de artificio, de mano de arquitecto suntuoso, ni en templos, que de todo carecieron. > Mas con amor, piedad, dolor y lstima^ que siempre hubierou para sus diuiitos, vedaron se enterrasen en Ja tierra > > y que vilest|;4i80i2O6 los. comiesen, negndole la.foema la materia, que por hacer eieroa sumeaoria ya que de las letras Jes faltase todos los miflaJ)an degta suerte Tenan hecjbo cierto lavatorio de flores y de hojas de granados, y de otras muchas flores diferentes, ' y despus de lavado el cuerpo mAierlo con ciertas confecciones que hacan de tosca, bresca cascara de pipo, y de otros zumos de astringentes yerbas le rellenat)a) el corrupto .vientre*. embutindole aquesto por la boca, ,, . ,

  • $ ANTIGOBDADES PE hKS Ut\i CMARIA

    y despus puesto ai sol I091 quince das ' que duraban 06 plantos fnerBkfs^ quedaba muy mJi'ladOjen|otoyseco. Cosinio en stM iHeicsi^ adobaAfi^ - - > preparadas para el propio efeolii,> > y con sebt por do le eonooiefienJ A los que eran hidalg08>delittQje< " en atad ponan por inBhoilMra de madera quefne incorruptible', como de tea, y oil>'ponan' enanchas cuevas'7'dle^lertOBerix>8, ' y para aqueste efecto de ^mirlarlos haban ciertos hombres y mojei"es, que esto tenan' pbr comn oftcio, haciendo habitacin solas juntOB sin que con eitos: convensase alguno; que deiloe!|>^^umtamehoefirecio^ y todos lo>^itan por Inmtmdosi < ' y as se conoca sU liliaje. n Sus ricas casjiP eran'aovas rtiiicnvat,' que en levantados Jeiroe seihacWn^i y otras casas de sola$> piedtas tbscasj, * cubiertas d mader,!paja y ticvp. Nueve cetros d'Reyttov Ntvw^hiV' ' ' y todos nueve en su ^oNemb iere'n, i en trminos y sitlos'dlfereutes. ' Del estado de Naga fu Benehai'o y de Gimr Aftatei'v* el Bueno, en Tacoronle el abrogante Acaytno,' en Taoro Bencoijo el'potentsimo,' Bellicar et'i'cDdei noWe reino', " en Baute el gran flotnn. Rey poderoso; del de Abona Adxon,Reytoraado; '

  • ANTONIO t)E VIANA H^

    de Adeje Pelinr, no meuo fuerte, de Teo Guantacaia, biuvo y fuerte, mas de todos Bencomo el de Taoro fu el nas temido, amado y estimado, de mas vasallos, tierras y distritos. Y estos nueve reinaron en el tiempo que futro i^ je(^ iqU6tHd^ iHle 6sp^t^ s/ ) aunque hay fuma comn que antiguamei>te un solo Rey la isla sojuzgaba, y el ltimo, llamado el gran Tinerfe, dej cuando muri, nueve diez hijos, los cunlecada ual reinar queriendo, se alzaron cada uno con su trmino, y asi fu el Reino en nueve dividido. Por esta causa entre ellos hubo siempre guerras, parcialidad y disensiones, y supieron tan poco conservarse: que lo mal adquirido mal se pierde. Si un solo capitn los gobernase siendo como ei'an todos^an talienteis > fuera muy m&s dicil In conquista, comoahora id|ir> el c^ Qto segunda ' ; con la verdad etneuyO finrtmB ftlndo.>

    FIN DEC, PRIITBR CANTO " w , , , ' - . ' t , ' . - 1111 - ; :

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  • CANTO SEGUNDO

    De los antiguos dueoe de las las y de su primer Obispo y relaq^n, fli^ la Conquista de jas cinco, y- los asaltos de gjuerra, que ^p la de Tenerife, dieron los espartles antes de la Conquistad

    Sagrada Musa de la mar Estrella, que cerca della, en vuestra Condelaria, honor de la Nivara, cual contemplo estis en sacro Templo colocadt; de vos purificada sea mi lengua, por quien sin mengua en la verdad prosiga. Don Juan, quien obliga la nobleza, que por naturaleza en vos suprema, con obras mii^ e extrenka vuestro notnbr.e, al detractor asombre en este canto, que un punto ms la humilde voz levanto. Cuando rein en Castilla Don Enrique tercero, que el Enfermo fu llamado, hizo merced de las Canarias islas un francs caballero, quien llamaron Monsieur Serbn, y estando con su armada

  • ANTONIO DE VIANA 41

    buscando alguna eu medkt de \m islag, vio la que tuvo nombre de Junonis, y con el alegrta y regocijo de ver la nueva tierra deseada "Lanzot," djjp; en su lengua signiflea chese de beb^r, usado ti'iTiino en las navegaciom semejantes. ; Llamronle Lanzot, por eet^ causa esta isla, y diep|ii^ los espaoles dijimos Lanzarote y no Junonis. Murise el general pocos du$ y se volvi su genio toda Francia. Despus, cuando la Reiia Cntolina con su querido infante Don FeroAndo, gobernaba leh el Heiiio de Castilla, en cuya real corona.JDcprporadas estaban otra vez las islas, hizo de ellas merced otro fi'ancs famoso de clara descendencia, cuyo nombre fu Monsieur Juan de Letancur.Qon t(to(o. de Bey, por benemritos servicios; el cual con poderosa y brava armada sigui de las CanadaiB I vBg. ' con gallardos franceses y espaoles, de sojuzgar naciones codiciosos, que fueron los ms nobles Lentancures, deudos cercanos suyos y parientes los Dumpierres, Perdomos, los Cabreras,^ Rojas, Sarmientas, Castro, Riberoles, Casaas, Monleones, Pimenteles, Alarcoues, Negriues, Melianes, Enriquez, Salazares, Verdes, y Iros de graa esfuerzo y de valoi'QUieoso;, lleg supremo triunfo s^ fortuna, pero bajo el extremo de desdicha

  • ANTIGISnADeS DE LAS IR(.AS CA^ARtA

    fu poca 8 veaturtt, aiiiM/i por suerte gan FuePtevetUtira ia prrmei-o;' ' que fu Ja que Piuytula se llamaba^ ' luego gan sin daho Lanaarote, despus al Hierro y luego il la- Gomera, ' mas para la ganai* gran prueba hizo de su valor, por-ser los naturales -astutos, belicosos y valientes, ' i comprando costa suya la voto^ ia, pero si la gan con guerra honWdo> despus vino perderla con afrenta ' "' su sucesor indignO; de cobarde. ' ' All, con cetro rettHend6 bandera, i '' en ocio y ei decaiisft'iiordnald, t i ' mostrando coirio siempre el francs muestra fuertes principios^ y tos fines ftacosi La acerina malla,-farns luerte, el peto, la iovlg y el escudo, sin uso estaban'd het^ run^bre llenos; las baiMiias^ pendones y estandarte !^',! ' dedicadas estaban pereza, aumento 6> y extranjeros ' ' con sed inaplacable de ambiciones;"' sin mirar ni temer de*Dk>s la d^ n^a y el dao sin i*epr de las suyos ; ' '' mas al mayor fUrwditle descuido^ lleg la muerta ettuf'stt espada crudo, ' pidiendo el cens de su maln vida;

  • ANTONIO DE V I A N A 4

    tiempo de dai*f6ti-ecbai . i como no son al bouibre naturales* * > i In muerte estJWilurHli y loidie8p6tfliM -^ r Sucedile eu el Boino iadgnainenjie > < ; un franoa^ suisobiMiOf qaealHesl&ita^j : i el cual qued en loe, logros toO;a8tutOi>, i > M que el reino mak>griirfitoiiioilov ! . it porque iu reiipetm'i I que na noble daba en vender loiiibre'poi).esclavos. ' En este tiempo en la isagrad|k siUa > Martino quinto A/nunaaigobeRpaba>> el cual provey.>iuegopDni^eQiiiMtQi>'CM(^ : MI I, < c.l Rey (rabin JoboVbioieee esltttg6; .< i .t -> visitndol^al Rejt, le4yQrai^Uesloc! i . ' i. i "Monarca, uuaque tu oetvolyifiel oernaj >u te d en lo tempQralitt>aiioi.|l gotemb, > < ' i miraque.lMORalibueoQgalaiiiloaiii; . .n > y al makii>da castigo sempiterno. ^ ^ . . Advierte, que deshonras tu peronaj , ti ; i > y el nimo condenas aijifierno/ ^ >, ! i i *>J> si con escandaloso vil u0etif< i. M*t iii ., i > tus vas^Uoa das en'i I Dioa alibambre cri de glona/lknoi libre, y deapusdelnn^isero-peoadb,! t-. > qued cauiivDvy'd&lagracktidjenot^ "i n >; i en bierro deusyerMiS'abierpfijado; :; iii^ i y Diospobneiy.defiiMidoen paayihet|0..i: .cu nuci, (boittbre.h$K:lDo)itpt>ix|uene8catado.

  • ANTIGOCDA.DBS DE LAS ISCAS CANARIAS

    fuese, no con dtnenw, plata ni orov mas con sangre de Diosy rico tesoit'or ' < De aqu ser libre el bomdre tr vs \in ' debiendo slo i Dios el seftord, que ensendole bueno y mal camino, puso en su Ubertadt Ijibre albedi'k): quiso que l hombre iese por s digno > conociendo su eiTor y desvaro, ' subindole 6 mayor mereciniieoto, dando esta ley antigua, nuevo asiento, i Dile justier, establecite leyes de razn natural, que le rigieoen, y dividiendo de por (las greyes < ( quisoquetodocbpiB'ioritnviaient ' para este efecto le seftal Reyes ' . n \\->. y siendo miembiHM ta|es tas vasallos i muy mal podrs si ellos-gobernarUoSv i Si en ve de serles defensor y amparo

  • ANTONIO DE VIANA 46

    tu propio les ofendes y mMnitas, contra tu tnio hoilor>er8 avwo^' y tus propias >nMira Muda, Menaute, aqueste imetito'fiero, muy menos renta '^y mS'MNiovipi> ' >' quecuantomiB'0liRy es iNMevoeo > ' ' ' ' es tanto ms a letddo 'peHi^ raKoi'^ : ' No es justo f]ue lot stiyo eli Rey randa que corfe riesgo ser dells vendiicb, proph Menaute ya ()e hy irlas emuienda, mira que sin justieia has prcedrdOv que no es m'uclto qUc n Mrbidro pretenda venganza por ver Ubre su partido/ y sin justicia es que los^istiaiilos > se vendan por dinero I6s tiranos, f Menaute restk>ndi eon xtrfteu' ' negndole al Obispo sdmavcto'' tan justa, y covoo vio su mai propsito' al Rey Don Juan sgmdo dio noticia '

  • i .: v que el Rey OfHiiJttftiifiMiadole tnllstimai*.' como cristianq^^hii^nifltoiyiiaBla,.: n /KPI I ' despach lueffAtit^fumiQ ertM armadu.i >> / por generalffftt(|!witlMrl.t;trpa!)r . f -con prevenckifi idedaN abulto 91 guerry ), s su corona>il(ReM)o deixfgase'. / 1. , M j Del prspemiNordeste oonhalid >if .yu< iQfn>9mtkO' en la Gomarat > M / ' t y Menaute s&. t: .fi|. y no cual Rpyi y dando < j Hernn Pvext; iiol>lD sevillano,; .q > < < del cual las huboideade(algunos das , el generoso Duique le Mediui ' Sidonia, el cqol, usando como principe de la franqueza de su hidalgo pecho, i . 1

  • ANTONIO l)l< >;i / el Ululo de (onde! y Mawjueees*.; i M, . ; Dlas cuntiqu0O6)tRlpiain.can(iiuistada8, i Orlados, con Aya)las jr,.ilatlla0M >, do encorporadoresplandece tanto '< uque. : . ovifi de Lenna, y otroa mudaos como es pUlicOiM Diego de Herrwatqi lHibCOWCMO M , , t,^ > la gran fepli)idad>de'la NWae> t r, < ID < viviendo de ganarla deseoso r ,: por dar de su valor bastantes pruebas,. que es propio del que es noi)le sealarse^ ,, toinrt en Nivaria puerloi con doaijjMo . i,i u de conquistarla con armada y geule aunque no tanta, cuanta requerja i la mucha foilalezaUe latierra;! . . , ,,i -mas ya que con laguetn^ano pudiese i , por ser la empreu:^ luuy diticultosa, > ; determin con paces sujetarla, que veces las paz doma el pecho fuerte;

  • 4 ANriGBDDES DE LAS ISLAS CANARIAS

    y nsi H doce de Julio seflaMc de mil cuatrofentoay efeseiita ! y cuatro, etitP6 en l grah p