antero flores

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lamentablemente siempre hay peros y piedras en el ca- mino, mientras debatíamos la CONVEMAR en la Comi- sión de Constitución, nos enteramos por los medios, esto es por terceros, que la Cancillería después incluso de haber desarrollado una campaña mediática para explicar la conveniencia de adherirnos a la Convención, sacaba el cuerpo del tema. En efecto, en nota de Prensa No 178-2006, la Cancillería en el Gobierno precedente anunció que no era conve- niente en esos momentos seguir con el debate. Dio como razón que las campa- ñas electorales de aquellos tiempos podrían perturbar la seriedad del debate. En buena cuenta, el Ejecutivo quitó la alfombra al Legisla tivo para seguir con el trá- mite de aprobación de tan importante Tratado Interna- cional. Como quiera que las elec- ciones generales recién se- rán en abril del próximo año, y únicamente estamos en campaña electoral regional y municipal, no habría moti- continental. Debemos precisar que como bien lo señaló la Cancillería al Congreso en su comuni- cación del 22 de noviembre del 2005, CONVEMAR ga- rantiza un mayor resguardo sobre el mar adyacente a nuestras costas, como tam- bién fue reconocido por el Sector Defensa. La misma Cancillería nos recordó que la CONVEMAR, no sólo es un código que regula y protege los derechos de los Estados en los espacios oceánicos, sino que constituye tam- bién la herramienta jurídica más importante con la que contarìa el Perú para hacer valer sus derechos. Si los argumentos jurídicos con los que cuenta el Perú para sustentar sus derechos marítimos, están concep- tualmente determinados en la CONVEMAR, no hay que esperar más, enfrentemos de una vez por todas el reto y que el Congreso navegue viento en popa en nuestro Mar de Grau aprobando la Convención. Dentro de poco tiempo se conmemorará el trigésimo aniversario de la Conven- ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada en 1982. Pese a las cerca de tres décadas transcurridas y pese tam- bién a ser conveniente para el Perú su adhesión al Tra- tado, hasta ahora sorpren- dentemente no lo ha hecho. Sea por razones o por pre- textos, lo cierto es que recién en mayo del 2001, siendo Canciller el Embaja- dor Javier Pérez de Cuéllar, en decisión que lo enaltece, remitió al Congreso, con la rúbrica del Presidente Va- lentin Paniagua, la CONVE- MAR para su aprobación. En la Comisión de Consti- tución del Congreso, en el segundo semestre del año 2005, bajo la presidencia del autor de esta nota, se puso en agenda la CONVEMAR, se escuchó la versada opi- nión de los expertos de la Cancillería y de fuera de ella, y hasta se llegó a proyectar dictamen recomendando la aprobación por el Perú de la citada Convención. Como vo valedero alguno para que el Congreso no asuma su responsabilidad, rescate de los archivos la CONVEMAR y proceda a su aprobación. Debemos recordar que tan- to la Constitución de 1979 como la actual de 1993, se- ñalan con respecto a nues- tro llamado “Mar de Grau” que “El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsue- lo, hasta la distancia de dos- cientas millas marinas medi- das desde las líneas de base que establece la ley. En su dominio marítimo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicci ón, sin perjuicio de las liber- tades de comunicación in- ternacional...” Conforme puede advertirse, el texto de las dos últimas Constituciones, es perfec- tamente compatible con la CONVEMAR, y su flexibilidad permite armonizarlo con los diversos espacios marítimos que consagra el Derecho del Mar, esto es mar territorial, zona contigua, zona econó- mica exclusiva y plataforma Escribe: Ántero Flores-Araoz E. Abogado estudio@flores-araoz.com DEFENDAMOS EL MAR DE GRAU 8

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Dentro de poco tiempo se conmemorará el trigésimo aniversario de la Conven- ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada en 1982. Pese a las cerca de tres décadas transcurridas y pese tam- bién a ser conveniente para el Perú su adhesión al Tra- tado, hasta ahora sorpren- dentemente no lo ha hecho. Escribe: Ántero Flores-Araoz E. Abogado [email protected] continental. 8

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Page 1: Antero Flores

lamentablemente siempre hay peros y piedras en el ca-mino, mientras debatíamos la CONVEMAR en la Comi-sión de Constitución, nos enteramos por los medios, esto es por terceros, que la Cancillería después incluso de haber desarrollado una campaña mediática para explicar la conveniencia de adherirnos a la Convención, sacaba el cuerpo del tema.

En efecto, en nota de Prensa No 178-2006, la Cancillería en el Gobierno precedente anunció que no era conve-niente en esos momentos seguir con el debate. Dio como razón que las campa-ñas electorales de aquellos tiempos podrían perturbar la seriedad del debate. En buena cuenta, el Ejecutivo quitó la alfombra al Legisla tivo para seguir con el trá-mite de aprobación de tan importante Tratado Interna-cional.Como quiera que las elec-ciones generales recién se-rán en abril del próximo año, y únicamente estamos en campaña electoral regional y municipal, no habría moti-

continental.

Debemos precisar que como bien lo señaló la Cancillería al Congreso en su comuni-cación del 22 de noviembre del 2005, CONVEMAR ga-rantiza un mayor resguardo sobre el mar adyacente a nuestras costas, como tam-bién fue reconocido por el Sector Defensa. La misma Cancillería nos recordó que la CONVEMAR, no sólo es un código que regula y protege los derechos de los Estados en los espacios oceánicos, sino que constituye tam-bién la herramienta jurídica más importante con la que contarìa el Perú para hacer valer sus derechos.

Si los argumentos jurídicos con los que cuenta el Perú para sustentar sus derechos marítimos, están concep-tualmente determinados en la CONVEMAR, no hay que esperar más, enfrentemos de una vez por todas el reto y que el Congreso navegue viento en popa en nuestro Mar de Grau aprobando la Convención.

Dentro de poco tiempo se conmemorará el trigésimo aniversario de la Conven-ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada en 1982. Pese a las cerca de tres décadas transcurridas y pese tam-bién a ser conveniente para el Perú su adhesión al Tra-tado, hasta ahora sorpren-dentemente no lo ha hecho.

Sea por razones o por pre-textos, lo cierto es que recién en mayo del 2001, siendo Canciller el Embaja-dor Javier Pérez de Cuéllar, en decisión que lo enaltece, remitió al Congreso, con la rúbrica del Presidente Va-lentin Paniagua, la CONVE-MAR para su aprobación.En la Comisión de Consti-tución del Congreso, en el segundo semestre del año 2005, bajo la presidencia del autor de esta nota, se puso en agenda la CONVEMAR, se escuchó la versada opi-nión de los expertos de la Cancillería y de fuera de ella, y hasta se llegó a proyectar dictamen recomendando la aprobación por el Perú de la citada Convención. Como

vo valedero alguno para que el Congreso no asuma su responsabilidad, rescate de los archivos la CONVEMAR y proceda a su aprobación.

Debemos recordar que tan-to la Constitución de 1979 como la actual de 1993, se-ñalan con respecto a nues-tro llamado “Mar de Grau” que “El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsue-lo, hasta la distancia de dos-cientas millas marinas medi-das desde las líneas de base que establece la ley. En su dominio marítimo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicci ón, sin perjuicio de las liber-tades de comunicación in-ternacional...”

Conforme puede advertirse, el texto de las dos últimas Constituciones, es perfec-tamente compatible con la CONVEMAR, y su flexibilidad permite armonizarlo con los diversos espacios marítimos que consagra el Derecho del Mar, esto es mar territorial, zona contigua, zona econó-mica exclusiva y plataforma

Escribe:Ántero Flores-Araoz [email protected]

DEFENDAMOS EL MAR DE GRAU

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