anónimo - vida del lazarillo de tormes castigado

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  • u s o z

    7 h

    6580.

  • V I D A D E L

    L A Z A R I L L O D E T O R M E S

    C A S T I G A D O :

    A H O R A N U E V A M E N T E impreso y enmendado.

    C O N L I C E N C I A E N M A D R I D , "

    A O D E JU.DCCC.%1.

  • AL LECTOR \

    a u n q u e este Tratadil lo de la vida del Lazarillo de Tormes no es de tanta conside-racin, en lo que toca la l e rgua , como las Obras de Cristoval de Casti l le jo, y Bar-tolom de Torres Navarro , es una repre-sentacin tan viva y propia de aquello que imita con tanto donaire y gracia, que en su tanto, merece ser estimado, y as fu siempre todos muy acepto; de cuya cau-sa, aunque estaba prohibido en estos R e y -nos , se lea imprima de ordinario fuera de ellos. Por lo qual con licencia del Con-sejo de la Santa Inquisicin, y del Rey nuestro Seor, se enmendaron algunas c o -sas , porque se habia prohibido; y se le quit toda la segunda Parte , que por no ser del Autor de la primera , era muy im-pertinente y desgraciada.

    A 2

  • 4

    2L o por bien tengo, que cosas tan se-aladas, y por ventura nunca oidas ni vis-tas , vengan noticia de muchos , y no se entierren en la sepultura del olvido; pues podra ser, que alguno que las lea, halle algo que le agrade, y los que no ahondaren tanto los deleyte; y este propsito dice Pl inio,que no hay libro , por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena; mayor-m e n t e , que los gustos no son todos unos, mas lo que uno no c o m e , otro se pierde por ello. Y as vemos cosas tenidas en poco de algunos, que de otros no lo son. Y esto, pa-ra que ninguna cosa se debria romper, ni echar m a l , si muy detestablemente no lo fuese, sino que todos se comunicase, ma-yormente siendo sin perjuicio , y pudien-do sacar de ella algn fruto; porque si as no fuese, muy pocos escribiran para uno so lo , pues no se hace sin trabajo, y quie-r e n , ya que lo pasan , ser recompensados,

    $ no con dineros, mas con que vean, y lean sus Obras, si hay de qu, se las alaben; y este propsito dice Tulio : la hon-ra cria las artes. Quin piensa, que el Soldado que es primero del escala , tiene mas aborrecido el vivir ? No por cierto; mas el deseo de alabanza le hace ponerse al peligro; y as en las artes , y letras es lo misma Predica muy bien el Presenta-d o , y es hombre que desea mucho el pro-vecho de las animas; mas pregunten su merced, si le pesa quando lo dicen: qu maravillosamente lo ha hecho vuestra R e -verencia. Just muy ruinmente el Seor Don fulano, y dio el sayete de armas al truhn, porque lo loaba de haber lleva-do muy buenas lanzas, qu hiciera si fuera verdad? Y todo v de esta manera; que confesando yo no ser mas santo que mis vecinos, de esta nonada que en este: grosero estilo escribo, no me pesar qu hayan parte, y se huelguen con ello todo* los que en ella algn gusto hallaren, y vean que vive un hombre con tantas fortu-nas , peligros y adversidades. Suplico vuesa merced reciba el pobre servicio de mano de quien lo hiciera mas r i c o , si su poder y deseo se conformaran. Y pues

    P R L O G O D E L A U T O R un Amigo suyo.

  • 6

    C U E N T A L Z A R O S U L I N A G E Y N A C I M I E N T O .

    2?ues sepa v. md. ante todas cosas,que m me llamaban Lzaro de T o r m e s , hijo de T o m Gonzlez, y de Antoa Prez, naturale%de Tejares , Aldea de Salamanca. Mi nacimiento fu dentro del rio de T o r -mes , por la qual causa tom el sobrenom-bre , y fu de esta manera. Mi padre, (que Dios perdone), tenia cargo de proveer una molienda de una Hacea , que est ribera de aquel rio, en la qual fu Molinero mas de quince aos; y estando mi madre una noche en la Hacea , preada de m , tom-la el parto , y parime all , de manera, que con verdad me puedo decir nacido en el rio. Pues siendo yo nio de ocho aos, achacaron mi padre ciertas sangras mal-hechas en los costales de los que all mo-ler venan , por lo qual fu preso, y con- fes, y padeci persecucin por justicia. Espero en Dios que est en la Gloria. E n este tiempo se hizo cierta Armada contra Moros , entre los quales fu mi padre , que. la sazn estaba desterrado por el desas-

    vuesa merced escribe, se le escriba y rela-te el caso muy por extenso; parecime no tomarle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi per-sona , y tambin porque consideren los que heredaron nobles estados, qun poco se les debe; pues fortuna fu con ellos par-cial , y quanto mas hicieron los que sin-doles contraria , con fuerza y maa reman* do salieron buen puerto.

  • 8 t t ZAZAKIZ LO

    tre ya d i c h o , con cargo de Azemilero de un Caballero que all f u , y con su seor, como leal cr iado, feneci su vida. Mi viu-da madre, como sin mar ido , y sin abri-go se viese, determin arrimarse los bue-nos , por ser uno de ellos , y vnose vivir la Ciudad, y alquil una casi l la , y m e -tise guisar de comer ciertos. Estudian-tes , y lavaba la ropa ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena. D e manera , que freqentando las caballe-rizas , ella y un hombre moreno de aque-llos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento. ste algunas veces se venia nuestra casa , y se iba la maana; otras veces de dia llegaba la puerta, en acha-que de comprar huevos , y entrabase en Casa. Yo al principio de su entrada, pes-bame con l , y habale miedo , viendo el color y mal gesto que tenia; mas desque vi que con su venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien , porque siempre traia pan ; pedazos de carne , y el invierno leos, que nos calentbamos. D e manera , que continuando la posada y conversacin, mi madre vino darme de l un negrito muy boni to , el qual yo brincaba, y ayudaba callar. Y acuerdme que estando el negro

    DE TO R M H S. g de mi padrastro trebejando con el mozue-l o , como el nio veia mi madre , y m blancos, y l n o , huia de l con miedo para mi madre , y sealando con el dedo, deca: m a m a , coco. Y l respondi riendo: hi de puta ruin. Yo aunque bien mucha-c h o , not aquella palabra de mi hermani-c o , y dixe entre m : Qunto&.debe de ha-ber en el mundo que huyen de otros , por-que no se ven s mesmos. Quiso nuestra fortuna que la conversacin delZayde, que as se l lamaba, lleg odos del Mayordo-m o , y hecha pesquisa, hallse que la mitad por medio de la cebada, que para las bes-tias le daban, hurtaba, y salvados, lea, almoazas, mandiles y las mantas, y las sabanas de los caballos hacia perdidas, y. quando otra cosa no poda, las bestias des-herraba, y con todo.esto.acuda mi m a -dre para criar mi hermanieo; y probse-le quanto digo, y aun m a s , porque m con amenazas me preguntaban, y como ni-o responda, y descubra quanto sabia con miedo , hasta ciertas herraduras, que por mandado de mi madre un herrero vend. Al triste de mi padrastro azotaron, y prin-garon, y mi madre pusieron pena por jus-ticia sobre el acostumbrado centenario,

  • 10 XI LAZARILLO

    que en casa del sobredicho Comendador no entrase, ni al lastimado Zay de en la su-ya acogiese. Por no echar la soga tras el caldero, la triste se esforz , y cumpli la sentencia, y por evitar peligro, y quitarse de malas lenguas, se fu servir los que al presente vivan en el Mesn de la Sola-n a ; y all padeciendo mil importunidades, se acab de criar mi hermanico , hasta que supo andar. Ya yo era buen mozuelo, que iba los huespedes por vino y candelas, y por lo dems que me mandaban.

    ASIENTO DE LZARO CON EL CIEGO.

    E n este tiempo vino posar al Mesn un Ciego, el qual parecindole que yo seria para adiestrarle, me pidi mi madre, y ella me encomend l , dicindole como era hijo de un buen hombre: el qual por ensalzar la F habia muerto en la de los Gelves , y que ella confiaba en Dios no sal-dra peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien, y mirase por m , pues era hurfano. E l respondi que as lo har ia , y que me reciba no por mozo, sino por hijo. Y as , yo comenc servir , y adiestrar m nuevo y viejo a m o : como

    B T0KMB3. 11

    estubimos en Salamanca algunos dias , pa-recindole mi a m o , que no era la ganan-cia su contento, determin irse de all ; y quando nos hubimos de partir, yo fui ver mi madre, y ambos l lorando, me dio su bendicin, y dixo: Hijo ya s que no te ver m a s , procura de ser bueno, y Dios te guie, criado te h e , y con buen amo te he puesto, vlete para t ; y as me fui para mi a m o , que esperndome estaba. Salimos de Salamanca, y llegando la puente, est la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de T o r o , y el Ciego man-dme que llegase cerca del animal , y all puesto, me dixo: Lzaro , llega el oido este T o r o , y oirs gran ruido dentro de l . Y o simplemente l legu, creyendo ser as; y como sinti que tenia la cabeza par de la piedra, afirm recio la mano y dime una gran calabazada en el diablo del T o r o , que mas de tres dias me dur el dolor de la cornada, y dixome: nec io , aprende, que el mozo del Ciego un punto ha de saber mas que el-diablo, y ri mucho de la bur-la. Parecime que en aquel instante des-pert de la simpleza en que como nio dormido estaba, y dixe entre m : verdad dice este , que me cumple avivar el o j o , y

  • 1 2 Et IAZAKIO

    avisar, pues soy solo, y pensar como me sepa valer. Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos dias me mostr gerigon-2a, y como me viese de buen ingenio, hol-gbase mucho, y deca: Y o oro ni plata no te lo puedo dar , mas avisos para vivir, m u c h o s ' t e mostrar; y fu as , que des-pus de Dios este me dio la vida; y siendo ciego me alumbr y adiestr en la carre-ra de vivir. Huelgo de contar vuesa mer-ced estas nieras, para mostrar qunta virtud sea saber los hombres subir, siendo baxos, y dexarse baxar siendo altos , quan-to vicio. Pues tornando al bueno de mi C i e g o , y contando sus cosas, v. md. sepa, que desde que Dios cri el mundo , ningu-no form mas astuto ni sagaz ; en su oficio era una guila; ciento y tantas oraciones sabia de c o r o , un tono baxo, - reposado, y muy sonable, que hacia resonar la Iglesia donde rezaba, un rostro humilde y devoto, que con muy buen continente ponia quan-do rezaba, sin hacer gestos, ni visages con b o c a , ni o jos , como otros suelen hacer. Allende de esto, tenia otras mil f o r m a s , y maneras para sacar el dinero, decia saber oraciones para muchos , y diversos efectos; paralas mugeres que no paran y para las

    DE TORMES. 1 3

    que estaban de parto, para las que eran mal casadas, que sus maridos las quisjesen bien; echaba pronsticos las preadas, si traan hijo hija. Pues en caso de medicina, G a -leno no spola mitad que l , para muelas, desmayos, oales de madre; finalmente, nadie le decia padecer alguna pasin, que luego no le decia: haced esto, haris es-totro , coged tal yerva, tomad tal raiz. Con esto andbase todo el mundo tras l , espe-cialmente mugeres , que quanto les decia crean: de estas sacaba l grandes prove-chos con las artes que digo, y ganaba mas en un mes, que cien Ciegos en un ao. Mas tambin quiero que sepa v. md. que con to-do lo que adquira, y tenia, jamas tan ava-riento , ni mezquino hombre no v i , tanto, que me mataba m de h a m b r e , y si no se remediaba de lo necesario. Digo ver-dad, si con mi fortaleza y buenas maas no me supiera remediar , muchas veces me finara de hambre; mas con todo su saber y aviso, le contraminaba de ta) suerte , que siempre, las mas veces, me cabia lo mas y mejor. Para esto le hacia burlas endiabla-das, de las quales contar algunas, aun-que no todas mi salvo. El traa el pan , y todas las otras cosas en un fardel de lienzo

  • 14 LAZARILLO

    que por la boca se cerraba con una argo-lla de h ie r ro , y su candado y l lave, y al meter de las cosas y sacarlas, era con tan-ta vigilancia, y tan por contadero, que no bastara todo el mundo hacerle menos una migaja: mas yo tomaba aquella laceria que l me daba, la qual en menos de dos boca-dos era despachada. Despus que cerraba el candado, y se descuidaba, pensando que yo estaba entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchas veces del un lado del fardel descosia, y tornaba coser, sangraba el avariento fardel, sacando no por tasa, pan , mas buenos pedazos, tor-reznos y longaniza, y as buscaba conve-niente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la endiablada f a l t a , que el mal Cie-go me faltaba. T o d o lo que podia sisar y hur tar , traia en medias blancas, y quando le mandaban rezar, y le daban blancas, como l careca de vista , no habia el que se la daba amagado con el la , quando yo la tenia lanzada en la boca , y la media apa-rejada, que por presto que l echaba la m a n o , ya iba de mi cambio aniquilada en la mitad del justo precio. Quejabaseme el mal Ciego, porque al tiento luego conoca y senta que no era blanca entera, y deca:

    DE TORME?. I Qu diablos es esto? que despus que con-migo ests no me dan sino medias blan-cas? y de antes una blanca, y un marar-vedi hartas veces me pagaban , en t debe de estar esta desdicha. Tambin l abre-viaba el rezar, y la mitad de la oracin no acababa, porque me tenia mandado, que en yndose el que la mandaba rezar, le tirase por el cabo del capuz. Yo as lo hacia. Luego l tornaba dar voces , di-c iendo: manden rezar tal y tal oracin, como suelen decir. Usaba poner cabe de s unjarri l lo d e v i n o quando comamos, yo muy de presto le asa , y daba un par de besos cal lados, y tornbale su lugar. Mas durme poco, que en los tragos conoca la falta, y por reservar su vino salvo, nun-ca despus desamparaba el jarro , antes lo tenia por el asa asido: mas no habia piedra imn que traxese s el h ierro , como yo el vino con una paja larga de centeno, que para aquel menester tenia hecha, la qual metindola en la boca del j a r r o , chupando el v ino , lo dexaba buenas noches. Mas como fuese el traydor tan astuto, pienso que me sinti, y desde en adelante mud propsito, y asentaba su jarro entre las piernas ? y atapabale con la mano, y as be-

  • "l6 EZ LAZARILLO

    bia seguro. Yu como estaba hecho al vino, moria por l ; y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valia, acord en el suelo del jarro hacerle nua -fuentecilla, y agugero sut i l , y delicada-mente con una muy delgada tortilla de ce-ra taparlo, y al tiempo de comer fingiendo haber f r i , entrbame entre las piernas del triste Ciego calentarme en la pobrecilla lumbre que tenamos, y al calor de ella luego era derretida la cera, por ser muy po-c a , comenzaba la fuentecilla destilarme en la boca , la qual yo de tal manera ponia, que maldita la gota se perda. Quando el pobrete iba beber, no hallaba nada, es -pantbase, maldecase, daba al diablo el jarro y el v i n o , no sabiendo que poda ser. No diris, t io , que os lo bebo y o , decia, pues no lo quitis de la mano.' Tantas vuel-tas y tientos dio al j a r r o , que hall la fuen-te-, y cay en la burla ; mas as lo disimul, como si no lo hubiera sentido, y luego otro da , teniendo yo rezumado mi jarro como sol a , no pensando en el dao que me esta-ba aparejado, ni que el mal Ciego me sen-t a , sen teme como sola , estando recibien-do aquellos dulces tragos , mi cara puesta hacia el Cie lo , un poco cerrados los ojos,

    D E TORETES. 1^ por mejor gustar el sabroso liquor, sinti el desesperado Ciego que ahora tenia t iem-po de tomar de m venganza, y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce, y amargo j a r r o , le dex caer sobre mi boca , ayudndose ( como digo) con to-do su poder , de manera que el pobre L-zaro, que de nada de esto se guardaba, an-tes como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareci que el Cielo, con todo lo que en l h a y , me ha-ba cado encima. Fu tal el golpecillo, que me desatin y sac de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazo;, de l se me metieron por la cara, rompindomela por

    muchas partes, y me quebr los dientes, sin los quales hasta hoy dia me qued. Desde

    aquella hora quise mal al mal Ciego, y aun-que me quera y regalaba y me curaba,bien Vi que se haba holgado del cruel castigo; Lavme con vino las roturas., que con los pedazos del jarro me habia hecho , y son-rindose decia: qu te parece-Lzaro? lo que te enferm te sana y d salud , y otros, donaires, que mi gusto no lo eran. Ya que estuve medio bueno de mi negra trepay car-denales , considerando que a pocos golpes tales, el cruel Ciego ahorrara'de m , quise

    B

  • r l8 I I LAZAR ILL O

    yo ahorrar de l ; nas no lo hice tan presto por hacerlo mas mi salvo y provecho, aunque yo quisiera asentar mi corazn, y perdonarle el jarrazo , no daba lugar el mal tratamiento que el mal Ciego desde all ade-lante me hacia, que sin causa, ni razn me hera , dndome coscorrones, y repelndo-me. Y si alguno le deca, por qu me trata-ba tan mal, luego contaba el cuento del jar-ro , diciendo: pensis que este mi mozo es algn inocente? Pues od si el demonio en-sayara otra tal hazaa. Santigundose los que lo o ian , decan: mirad quien pensara de un muchacho tan pequeo tal ruindad; y rean mucho el artificio, y decanle: cas-tigadlo, castigadlo, que de Dios lo habris, y l con aquello nunca otra cosa hacia. Y en esto yo siempre le llevaba por los peo-res caminos, y adrede por le hacer mal y dao, si habia piedras por el las, si lodo por lo mas a l t o , que aunque yo no iba por lo mas enjuto, me holgaba de quebrarme m tin ojo por quebrarlos al que ninguno tenia, .Con esto siempre con el cabo alto del tien to me tentaba el colodrillo, el qual siem-pre traia lleno de tolodrones, y pelado de sus manos; y aunque yo juraba no lo ha-cer con malicia j sino por no hallar mejor

    r> E TO RMES. xg

    camino , no me aprovechaba, ni me crea; mas tal era el sentido,y el grandsimo en-tendimiento del traidor. Y porque vea v. md. quanto se estendia el ingenio de este as-tuto Ciego, contar un caso de muchos que con l me acaecieron, en el qual me pare-ce dio bien entender su gran astucia. Quando salimos de Salamanca, su motivo fu venir tierra de T o l e d o , porque ecia ser la gente mas rica: aunque no muy li-mosnera. Animbase esre refrn: mas d el duro que el desnudo, y venimos este camino por los mejores lugares, do halla-ba buena acogida y ganancia; detengmonos, donde n o , tercer dia hacamos S. Juan. Acaeci, que llegando un lugar que lla-man Almorz, al tiempo que cogan las libas, un vedimiador le dio :un racimo de ellas en l imosna, y comosuelen ir los ces-tos maltratados, y tambin porque la uba en aquel tiempo est muy .madura, desgra-nbasele el racimo en la m a n o , para echar-lo en el fardel tornbase m o s t o , y lo que l se l legaba, acord de hacer un ban-quete, as por no poderlo llevar , ;como por contentarme i que aquel dia me habia dado muchos rodillazos y golpes,sentmonos en un valladar,- y diws ahora quiero yo usar

  • 20 LAZARIL LO

    contigo de una liberalidad, y es , que am-bos comamos este razimo de ubas , y que hayas de l tanta pat te como yo , partlo hemos de esta manera: t picars una vez, y yo otra , con tal que me prometas no to-mar cada vez mas de una uba, yo har lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no haba engao: hecho as el con-cierto, comenzamos, mas luego al segundo lance el traidor mud propsito , y comen-z tomar de dos en dos, considerando que yo debria hacer lo mismo; como vi que l quebraba la postura , no me content ir la par con l , mas aun pasaba adelante dos dos, y tres tres , y como podia las co-ma. Acabado el razimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano , y meneando la cabeza, d ixo : Lzaro , engaado me has, jurar yo que has comido las ubas tres tres. No c o m , dixe yo , mas por qu sos-pechis eso l Respondi el graciossimo Cie-go : Sabes en qu veo que las comiste tres tres en que comia yo dos dos y callabas. Reme entre m , y (aunque muchacho) no-t mucho la discreta consideracin del Cie-g o : mas por no ser prolixo, dexode coa-tar muchas cosas, as graciosas , como de notar, que con este mi primer amo me acae-

    DE TORMES. 21

    ceron, y quiero decir el despidiente, y con l acabar. Estbamos en Escalona (Villadel Duque de ella ) en un mesn , y dime un pedazo de longaniza que le asase. Y ya que la longaniza haba pringado, y comidose las pringadas, sac un maraved de la bol-sa , y mandme que fuese por l de vino la taberna. Psome el demonio el aparejo delante los ojos, el cual ( C U I D O suelen decir) hace al ladrn, y f u , que haba cabe el fuego un nabo pequeo, latguillo y ruino-so, y tal , que por no ser para la ol la , de-bi ser echado al l ; y como al presente na-die estuviese sino l y yo solos, como me vi con apetito goloso, habindome puesto dentera el sabroso olor de la longaniza, del qual solamente sabia que habia de gozar: no mirando qu me podria suceder, pos-puesto todo temos, por cumplir con el de-seo, en tanto que el Ciego sacaba de la bo l -sa el dinero, saqu la longaniza, y muy presto met el sobredicho nabo en el asa-d o r , el qual mi a m o , dndome el dinero para el vino , tom y comvn/ dar vuel-tas al fuego , queriendo asar al

  • 2 2 EL LAZARILLO

    al pecador del Ciego que tenia entre dos re-banadas apretado el nabo , al qual aun no haba conocido, por no lo haber tentado con la mano. Como tomase las rebanadas y mordiese en ellas, pensando tambin llevar parte de la longaniza, hallse en fri con el fri nabo, - alterse y dixo: Qu es esto, Lazarillo? Lacerado de m, dtxe yo , si que-ris achacarme algo. Yo no vengo de traer el vino? Alguno estaba ha , y por burla ha-ra eso. N o , no , dixo l , que yo no he de-xado el asador de la mano , no es posible. Yo torn jurar y pe jurar que estaba libre de aquel trueco y cambio , mas poco me aprovech, pues las astucias del maldito Ciego , nada se le esconda: Levantse y asime por la cabeza, y llegse o l e r m e , y como debi sentir el huelgo, uso de buen podenco, por major satisfacerse de la ver-dad , "y con la gran agona que llevaba, asindome con las manos, abrime la boca mas de su derecho, y desatentadamente me-ta la nariz, la qual tenia larga y afilada; y aquella sazn con el enojo se habia au-mentado un pa lpo > con el pico del qual me lleg al gallillo. Con esto , y c o n el gran miedo que tenia, y con la brevedad del tiempo, que la negra: longaniza aun nc'ha-

    DE TOKMSS, 23

    bia hecho asiento en el estmago, y lo mas principal, con el destiento de la cumplid-sima nariz , medio casi ahogndome, todas estas cosas se juntaron, y fueron causa que el hecho y golosinase manifestase, y lo su-yo fuese vuelto su dueo; de manera que antes que el mal Ciego sacase de mi boca su trompa, tal alteracin sinti mi estmago, que le dio con el hurto en el la , de suerte que su nariz y la negra mal mascada lon-ganiza un tiempo salieron de miboca. O gran Dios ! quien estuviera aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba. Fu tal el corage del perverso C i e g o , que si al rui-do no acudieran, pienso no me dexra con la vida. Sacronme de entre sus maos, de-xndoselas llenas de aquellos pocos cabe-llos que tenia , araada la cara y rasgua-do el pescuezo y la garganta; y esto bien lo mereca,-pues por mi maldad me venan tantas persecuciones. Contaba el mal Ciego todos' quantos all se llegaban mis desas-tres , y dbales cuenta una y otra vez , as de la del jarro , como de la del rac imo, y ahora de lo presente : era la risa de todos tan grande, que toda la gente que por la calle pasaba , entraba ver la fiesta , mas con tanta gracia y donaire contaba el Ci-

  • 24 IAZAR1L10

    go mis hazaas, que aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me pareca que le hacia injusticia en no se las reir. Y en quan-to esto pasaba, a la memoria me vino una cobarda y floxedad que hice porque me maldeca, y fu no dexarle sin narices, pues tan buen tiempo tuve para ello , que la mi-tad del camino estaba andado: con solo apretar los dientes se me quedaran en casa, y ser de aquel malvado, por ventura lo re-tuviera mejor mi estmago que tvola lon-ganiza, y no pareciendo ellas pudiera ne-gar la demanda. Pluguiera Dics que lo hubiera hecho,que eso me fuera as que as. Hicironnos amigos la mesonera, y los fque all estaban, y con el vino que para beber le liabia trado lavronme la cara y la gar-ganta, sobre lo qual discantaba, el mal Cie-go donaires, diciendo : por verdad mas vi-no me gasta este mozo en lavatorios al ca-bo del ao, que yo bebo en dos. A lo me-nos, Lzarp, eres mas encargo al vino , que tu padre, porque l una vez te engendr, mas el vino mil te ha dado la vida; y lue-go contaba quantas veces me habia desca-labrado y harpado la cara , y con vino lue-go sanaba.-Yo te digo (dixo) que si hom-bre en el mundo ha de ser bien afortuna-

    DE TORMES. 2

    do con v ino , que sers t ; y reian mucho los que me lavaban con esto, aunque yo renegaba. Mas el pronstico del Ciego no sa-li mentiroso, que despus ac muchas ve-ces me acuerdo de aquel hombre, que sin duda debia tener espritu de profeca, y me pesa de los sinsabores que le hice, aun-que bien se lo pagu, considerando lo que aquel dia me dixo, salirme tan verdadero, como adelante v. md. oir. Visto esto, y las malas burlas con que el Ciego burlaba de mi , determin de todo en todo dexarle, y como lo tenia pensado, y lo tenia en vo-luntad, con este postrer juego que me h i -zo, afrmelo mas, y fu as, que luego otro da salimos por la Villa pedir limosna, y habia llovido mucho la noche antes ; y porque el dia tambin llova, andaba re-i-zando debaxo de unos portales, queen aquel pueblo habia, donde no nos mojbamos; mas como la noche se venia, y el llover no ce -saba, dixome el Ciego: Lzaro , esta agua es muy porfiada, y quanto la noche mas cerraba, mas rec ia , acojmonos la posa-da con tiempo. Para ir all habamos de pasar un a r r o y o , que con la mucha agui iba grande; yo l e d i x e : t i o , el arroyo v niuy ancho; mas si queris, yo veo por

  • 50 EL LAZARILLO

    donde atravesemos mus ahina,sin nos mojar, porque se estrecha all mucho, y saltando pasaremos pie enjuto. Parecile buen con-sejo , y dixo: discreto eres , por eso te quie-ro bien , llvame ese lugar , donde el ar-royo se desangosta , que ahora es invierno y sabe mal el agua, y mas llevar los pies mojados. Yo que v i el aparejo mi deseo, saqule debaxo de los portales, y llvelo derecho de un pi lar , poste de piedra que en la plaza estaba, sobre el qual , y sobre otros ca gabn saledizos de aquellas casas, y dixele : t i o , este es el paso mas angosto que en el arroyo hay. Como llova, y el triste se mojaba, y con la priesa que llev-bamos de salir del agua que encima nos caa ; y lo mas principal , porque Dios le ceg aquella hora el entendimiento por dar* me de l venganza, creyse de m , y dixo: ponme bien derecho, y salta t el arroyo, Y o le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto, y pongme detras del pos-te como quien espera tope de toro , y dixe-l e : sus, saltad todo lo que podis, porque deis de este cabo del agua. Aun apenas lo habia acabado de dec i r , quando se abalan-za el pobre Ciego como cabrn, y de toda su fuerza arremete , tomando un paso atrs

    I DE TORMSS. 2^ de corrida para hacer niayor salto, y d con la cabeza en el poste, que son tan rec io , como si diera con una gran calaba-

    . za, y cay luego para tras medio muerto, y ]hendida la cabeza. Cmo obstes la longa-I niza , y no el poste ? Huele , huele, le dixe jj yo , y dexle en poder de mucha gente que | lo habia ido socorrer, y tom la puerta [de la Villa en los pies de un t ro te , y antes

    que la noche viniese di conmigo en Torr i -jos. No supe mas lo que Dios hizo de l , ni procur de saberlo.

    "COMO LZARO ASENT CON UN CLRIGO-

    tro dia , no parccindome estar all seguro, fuime un lugar que l laman'Ma-queda, adonde me toparon mis pecados con un Clrigo, que llegando pedir limosna, me pregunt si sabia ayudar Misa. Yo di-xe que s i , como era verdad, que aunque maltratado, mil cosas buenas me mostr el pecador del Ciego , y una de ellas fu esta. Finalmente, el Clrigo me recibi por su-yo', escap del trueno, y di en el relmpa-go , porque era el Ciego para con este un 'Alexandro M a g n o , con ser la misma r.va-

    *-' ;

    ncia , como he contado, no digo mas,sino

  • 2d EL LAZARILLO U

    que toda la laceria del mundo estaba cn-B cerrada en ste. E l tenia una arca vieja yl cerrada con su l lave, la qual traa atada con | una agujeta del paletoque, y en viniendo ] el bodigo de la Iglesia, por su mano era le- j go all lanzado , y toi nada cei rar el arca; S y en toda la casa no habia ninguna cosa de ; comer, como suele estar en otras,a]gun to- i cio colgado al humero, algn queso pues- | to en alguna tabla, en el a mario, algn canastillo con algunos pedazos de pan que dla mesa sobran, que me parece m que aunque de ello no me aprovechara, con la visca de ello me consolara. Solamente ha-bia una horca de cebollas, y tras llave , en una cmara en lo alto de la casa, de estas tenia yo de ranon una para cada q mitro das , y quando le pedia la llave para ir por e l la , s i alguno estaba presente, echaba ma-no al balsopeto, y con gran continencia la desataba y me la daba, diciendo: toma,y vulvela luego, y no hagis sino golosmear: como si debaxo de el.'a estuvieran todas las conservas de Valencia. Con no haber en la dicha cmara (como dixe) maldita otra co-sa que las cebollas colgadas de un clavo, las quales l tenia tambin por cuenta, que si por malos de mis pecados me desmn-

    DE TO R ME s. 2g dra mas de mi tasa, me costara caro. F i -nalmente, yo me finaba de hambre. Pues ya que conmigo tenia poca candad consigo

    i ; usaba masV Cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar 5 verdad en S que parta conmigo del ca ldo , que de 3a ! carne tan blanco el o j o , sino un poco de i pan, y pluguiera Dios que me demedia-| ra Los Sbados cmense en esta tierra ca-

    bezas de carnero , y envibame por una, que costaba tres maraveds: aquella la c o -ca, y comia los o jos ; y la lengua, y el co-gote y sesos, y la carne que en las quijadas

    tenia, y dbame todos los huesos roidus, y ; dabamelos en el plato, diciendo: toma c o -i m e , triunfa que para t es el mundo, mejor ; vida tienes que'el Papa. T a l te la d Dios,

    decia yo paso entre m. Al cabo de tres .se- manas que estuve con l , vine tanta la-; queza, que no me podia tener en las pier-

    nas de pura hambre : vime claramente i r la sepultura, si Dios y mi saber no me re-mediaran; para usar de mis maas no tenia aparejo, por no tener emque darle salto, y aunque algo 1 hubiera n a pudiera cegarle, como hacia l que Dios perdone, si de aque-lla calabazada feneci, que todava aunque astuto, con faltarle aquel preciado sentido

  • EL LAZARILLO

    no me senta; mas estotro, ninguno hay que tan aguda vista tuviese como l tenia: quan-do al ofertorio estbamos , ninguna blanca en la concha ca a , que no era de l regis-trada, el un ojo tenia en la gente, y el otro en mis manos : baylabanle los ojos en el casco como si fueran de azogue; quantas blancas ofrecan tenia por cuenta, y aca-bado el ofrecer , luego me quitaba la con-c h e t a , y la ponia sobre el altar: no era yo seor de asirle una blanca todo el tiem-po que con l v i v , por mejor decir , mo-r. De la taberna nunca le traxe una blan-ca de v i n o , mas aquel poco que de la ofrenda haba metido ea su arca , compa-saba de tal f o r m a , que le duraba toda la semana, y por ocultar su gran mezquin-dad, decame: mira mozo, los Sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me desmando como otros: mas el lacerado menta falsamente, porque en cofradas y mortuorios que reza? b a m o s , costa agena comia como lobo, y beba nas que un 'Saludador. Y porque di-xe mortuorios, Dios me perdone, queja-mas fui enemigo de la naturaleza humana sino entonces y y esto era porque cornial riios b ien , y me hartaba ^ deseaba, y aun

    HE TORMES. 3 1

    rogaba Dios que cada dia matase.el su-yo. Y quando dbamos Sacramento los enfermos , especialmente la Extrema-Un-cin, como manda el Clrigo rezar los que estaban al l , yo cierto no era el pos-trero de la oracin, y con todo mi corazn, y buena voluntad rogaba al Seor, no que le echase la parte que mas servido fuese, como se suele decir , mas que le llevase de este mundo, y quando algunos de estos es-capaba, Dios me lo perdone, que mil ve-ces le daba al diablo, y el que se mora, otras tantas bendiciones llevaba de m di-chas, porque en todo el tiempo que all es -tuve, que serian casi seis meses, solas vein-te personas fallecieron, y estas bien creo que las mat yo , por mejor decir , m u -rieron mi requesta; porque viendo el Se-or mi rabiosa y continua muerte, pienso que holgaba de matarlos, por darme m vida, mas de lo.que al presente padeca, remedio no hallaba , que si el dia ; que en-terrbamos yo vivia, los dias que.no ha-, bia muerto , por quedar bien vezado de la hartura, tornando mi quotidiana ham-bre , mas lo senta. De manera que en na-da hallaba descanso, salvo en la muerte, que yo tambin para m , como pra los

  • 32 E t LAZARILLO

    otros , deseaba algunas veces, mas no la veia, aunque estaba siempre en m. Pens muchas veces irme de aquel mezquino amo, mas por dos cosas lo dexaba. La primera, por no me atrever mis piernas, por te-mor de la flaqueza, que de pura hambre me caia; y la otra consideraba y decia: yo he tenido dos amos , el primero traame muerto de hambre , y dejndole, top con estotro, que me tiene ya con ella en la se-pultura, pues si de este desisto, y doy en otro mas baxo, qu ser sino fenecerf Coa esto no me osaba menear, porque tenia por f ,que todos los grados habia de hallar mas ruines; y baxar otro punto , no sonara Lzaro , ni se oyera en el mundo. Pues es-tando en tal aiiiccion , qual plega al Seor librar de el a todo fiel chnstiano , y sin saber darme consejo , vindome ir de mal en peor, un da que el cuitado ruin y la-cerado de mi amo habia ido fuera del lu* gar , llegse acaso mi puerta un Caldere-r o , el qual yo creo que fu ngel enviado m por mano de Dios en aquel hbito; preguntme si tenia algo que adobar. En m teniades bien que hacer , y no hariades poco si me remediasedes , dixe paso , que no me o y : mas como no^ era tiempo de

    DE TORMES.

    gastarlo en gracias, alumbrado no s por quin , le dixe: t i o , una llave de esta arca he perdido, y temo que mi seor me azote, por vuestra vida veis si en esas que trais hay alguna que le haga, que yo os lo pa-gar. Comenz probar el anglico Calde-rero una y otra de un gran sartal que de ellas traia, y yo ayudarle con mis flacas oraciones; quando no me cato , veo canti-dad de panes dentro del a rca , y abierto, dixele: yo no tengo dineros que os dar por la llave, mas tomad de ahi el pago l tom un bodigo de aquellos, el que mejor le pa-reci, y dndome mi l lave , se fu muy contento , dexndome mas m ; mas no toqu en nada al presente porque no fue-se la falta sentida, y aun porque me vi de tanto bien seor, parecime que la ham-bre no se me osaba llegar. Vino el misero de mi a m o , y quiso Dios que no mir en la oblada, que el ngel habia llevado. Yo otro dia en saliendo de casa , abro mi paraso panal, y tomo entre las manos y dientes un bodigo, y en dos credos le hi-ce invisible, no se me olvidando el arca abierta, y comienzo barrer la casa con mucha alegra, pareciendome con aquel remedio, remediar donde en adelante la

    C

  • T EL LAZARILLO

    triste vida. Y as estuve con ello aquel da, y otro gozoso: mas no estaba en dicha que m e durase mucho aquel descanso , porque luego al tercero dia me vino la terciana de-recha , y fu , que veo deshora al que me mataba de hambre sobre nuestra arca , vol viendo y revolviendo, contando y tornan-do contar los panes. Yo disimulaba, y en mi secreta oracin y devociones, y plegarias, decia: San J u a n , y cigale. Des-pus que estuvo un gran rato , echando la cuenta por dias y dedos contando, dixo: si no tuviera tan buen recaudo esta ar-c a , yo dixera que me haban tomado de ella panes; pero de hoy mas , solo por cerrar puerta la sospecha, quiero te-ner buena cuenta con ellos: nueve que-dan; y un pedazo. Nuevas malas te d D i o s , (dixe yo entre m) parecime con lo que dixo pasarme el corazn con sae-ta de montero; y comenzme el estma-go escarbar de hambre , vindose pues-to en la dieta pasada. Fu fuera de casa, y yo por consolarme abro el arca , y como vi el pan,comencelo de adorar, no osando re-cibirlo. Contlos, si dicha el lacerado se erraba, y hall su cuenta mas verdadera que yo quisiera. Lo mas que yo pude ha-

    DE TORMES. 3

  • gD EL LAZARILLO

    vio el mal pesar, y sin duda crey ser ra-tones los que el dao habian hecho, porque estaba muy al propio-contrahecho de co-mo ellos lo suelen hacer. Mira todo el ar-ca de un cabo otro , y viole ciertos agu-geros por do sospechaba habian entrado; llamme , diciendo: Lzaro, mira que per-secucin ha venido aquesta noche por nues-tro pan. Yo hiceme muy maravillado, pre-guntndole qu sera. Qu ha de ser , dixo l , ratones que no dexan cosa vida. Pu-simonos comer, y quiso Dios, que aun en esto me fu b ien , que me cupo mas pan, que la laceria que me sola dar , porque rayo con un cuchillo todo lo que pens ser ratonado, diciendo: cmete eso, que el ratn cosa limpia es. Y as aquel dia , aa-diendo la racin del trabajo de mis manos de mis uas, por mejor decir , acabamos de comer , aunque yo nunca empezaba, y luego me vino otro sobresalto, que fu verle andar sol ci to, quitando clavos de paredes, y buscando tablillas, con las qua-les clav, y cerr todos los agugeros de la vieja arca. O Seor m i , dixe yo entonces, qunta miseria y fortuna , y desastres es-tamos puestos los nacidos, y qun poco du-ran los placeres de esta nuestra trabajosa

    DE TORMES,

    vida! heme aqu, que pensaba con este po-'bre y triste remedio remediar, y pasar mi laceria, y estaba ya quanto qu alegre, y de buena ventura; mas no quiso mi desci-cha, despertando este lacerado de mi amo, y ponindole mas diligencia de la que l de suyo se tenia: pues los miseros por la m a -yor parte, nunca de aquella carecen, sino que ahora cerrando los agugeros del arca, cerrase la puerta mi consuelo, y la abrie-se mis trabajos As lamentaba y o , en tanto que mi solcito carpintero con mu-chos clavos, y tablillas dio fin su obra, diciendo : ahora de unos traidores rato-nes , convieneos mudar propsito, que en esta casa mala madera tenis. De que sali de su casa, voy ver la obra, y hall que no dex en la triste y vieja arca agugero, ni aun por donde le pudiese entrar un mos-quito: abro con mi desaprovechada llave, sin esperanza de sacar provecho , y vi los dos tres panes comenzados, los que mi amo crey ser ratonados, y de ellos toda-via saqu alguna laceria , tocndolos muy ligeramente uso de esgrimidor diestro, como la necesidad sea tan gran maestra: vindome con tanta siempre, noche y dia, estaba pensando la manera q u e j e n d r i a en

  • g> EL LAZARILLO

    sustentar el vivir, y pienso para hallar es-tos negros remedios,que me era luz la ham-b r e , pues dicen, que el ingenio con ella se aviva, y al contrario con la hartura, y as era por cierto en m- Pues estando una no-che desvelado en este pensamiento, pen-sando cmo me podra va ler , y aprove-charme del a rca , sent que mi amo dor-ma , porque lo mostraba con roncar , y en unos resoplidos grandes que habia quando estaba durmiendo; levnteme muy quedito, y habiendo en el dia pensado lo que habia de hacer , y dexado un cuchillo viejo que por all andaba, en parte do le hallase, Voyme al triste a r c a , y por donde habia mirado tener menos defensa, le acomet con el -cuchillo, que manera de barreno de l us, y como la antiqusima arca, por ser de tantos aos , la hallase sin fuerza y corazn , antes muy- blanda 'y carcomida, luego se me rindi, y consinti en su cos-tado por mi remedio un buen agugero. Es-to hecho , abro muy paso la llagada arca, y al tiempo del pan que hall partido, hice, (segn de suyo est escrito) y con aquello algn tanto consolado, 1 tornando cerrar, fre volv mis pajas, en las quales repos "y dorm n poco , lo qual yo hacia mal,

    B ' f T o A j i r i , 39

    y echbalo al no comer , y as sera , por-que cierto en aquel tiempo no me deban de quitar el sueo los cuidados del Rey de Francia. Otro dia fu por el seor mi amo visto el dao, as del pan, como del aguge-ro que yo habia hecho, y comenz dar al diablo los ratones y decir: Qu dire-mos esto? Nunca haber sentido ratones en esta casa sino ahora, y sin duda deba de decir verdad, porque si casa habia de haber en el Reyno justamente de ellos privile-giada, aquella de razn habia de ser, por que no suelen morar donde no hay que co-mer. Torna buscar clavos por la casa y por las paredes, y con tablillas tapar los agugeros. Venida la noche y su reposo, lue-go yo era puesto en pie con mi aparejo , y quntos l tapaba de dia, destapaba yo de noche. En tal manera fu , y tal prisa nos dimos , que sin duda por esto se debi decir, donde una puerta se c ierra , otra se abre; finalmente, parecamos tener des-tajo la tela de Penelope, pues quanto l texia de dia rompa yo de noche , y en po-cos dias y noches pusimos la pobre despen-sa , despensa de tal forma, que quien qui-siera propiamente de ella hablar, mas co-razas viejas de otro t iempo, que no arca la

  • JO XL LAZARILLO

    l lamara, segn la clavazn, y tachuelas so-bre s tenia De que vio no le aprovechar na-| da su remedio, dixo: este arca est tan mal] tratada, y es de madera tan vieja y aca, que no habr ratn quien se defienda, y va ya t a l , que si andamos mas con l nos dexar sin guarda; y aun lo peor, que aun-que hace poco, todava har falta faltando, y no me pondr sta en costa tres quatro reales El mejor remedio que hal lo , pues el de hasta aqu no aprovecha, armar por] de dentro estos ratones malditos; luego busc prestada una ratonera, y cun corte-zas de queso, que los vecinos pedia, con-tinuo el gato estaba armado dentro del arca , lo qual era para m singular auxilio; porque puesto caso que yo no habia me-nester muchas salsas para comer , todava me holgaba con las cortezas del queso que de la ratonera sacaba, y. sin esto no per-donaba el ratonar del bodigo. Como halla-se el pan ratonado , y el queso comido, y no cayese el ratn que lo comia, dbase al : diablo , preguntaba los vecinos, qu po-dria ser comer el queso, y sacarlo de la ratonera, y no caer ni quedar dentro el ratn , y hallar caida la trampilla del ga-to i Acordaron los vecinos no ser el ra-

    DE TORMES.

    ton el que este dao hac ia , porque no fue-r,ra menos de haber caido alguna vez, di -jxole un vecino: en vuestra casa yo me Jacuerdo que solia andar una culebra , y |. esta debe de ser sin duda, y lleva razn, |que como es larga, tiene lugar de tomar el

    cebo, y aunque la coja la trampilla enci- m a , como no entre toda dentro , tornase i salir. Quadr todos lo que aquel dixo , y ; alter mucho mi a m o , y dende en ade-l Jante no dorma tan sueo suelto, que qualquier gusano de la madera que de no-che sonase , pensaba ser la culebra que le roa el arca , y luego era puesto en pie , y con un garrote que la cabezera (desde que aquello le dixeron) ponia, daba en la

    , pecadora del arca grandes garrotazos, pen-'4 sando espantar la culebra. A los vecinos

    despertaba con el estruendo que hacia , y m no dexaba dormir, ibase mis pajas y trastornbalas, y m con ellas, pensan-do que la culebra se iba para n , y se en-volva en mis pajas, en mi sayo, porque

    , le decian, que de noche acaeca estos ani-; males, buscando calor, ir las cunas don-

    de estn las criaturas, y aun morderlas y ha-cerles peligrar. Yo las mas veces hacia del dormido, y eu la maana decame l : es-

  • 4 2 EL LAZARILLO

    tu noche, mozo, -? no se _7 ,/"" sentiste nada? Pues tras la culebra andube, y aun pienso se ha de ir para ti la cama , que son muy tr ias , y buscan calor. Plega Dios que no me muer-da; (deca yo) que harto miedo la tengo. De esta manera andaba tan elevado, y levan-tado del sueno, que mi te la culebra el cuiebro, por mejor decir , no osaba roer de n o c h e , ni levantarse al arca; mas de dia, mientras estaba en la Iglesia, por el lu-g a r , hacia mis saltos. Los quales daos viendo l , y el poco remedio que les podia poner , andaba de noche, como digo, he-cho trasgo; yo hube miedo, que con aque-llas diligencias no me topase con la llave, que d^baxo de las pajas tenia, y parecime lo mas seguro meterla de noche en la boca, porque ya desde que viv con el Ciego, la tenia tan hecha bolsa , que me acaeci tener en ella doce , quince maraveds, todos en medias blancas , sin que me es-torbase el c o m e r , porque de otra manera no era seor de una blanca , que el maldi-t o C i t g o n o cayese con ella,nodexandocos-tt.ra ni remiendo que no me buscaba muy menudo. Pues as, como digo, metia ca-da noche a llave en la boca , y dormia sin recelo ? que el brujo de mi amo ca-

    I D E TORMES. 43

    yese con ella; mas quando la desdicha ha !de venir, por dems es diligencia. Quisie-ron mis hados, ( por mejor decir) mis pe-

    , cadas,' que una noche que estaba durmien-, do , ,1a llave se me puso en la boca , que abierta deba tener de tal manera y pos-- tura, que el ayre y resoplo, que yo dur-miendo echaba , salia por lo hueco de la llave que de cauto e r a , y silvaba, segn mi desastre quiso, muy recio de tal mane-r a , que el sobresaltado de mi amo lo oy, y crey sin duda ser el silvo de la cule-bra, y cierto lo debia parecer. Levantse muy paso con su garrote en la mano , y al

    . tiento y sonido de la culebra, se lleg m con mucha quietud, por no ser senti-do de la culebra; y como cerca se vio,

    pens que all en las pajas donde yo esta-ba echado, al calor del mi , se habia ve-nido, levantando bien el pa lo , pensando

    . tenerla debaxo, y darla tal garrotazo que , la matase , con toda, su fuerza me descarga , en la cabeza tan gran golpe , que sin nin* " gun sentido, y muy mal descalabrado me ; dex. Como sinti qu me habia d a d o , s e -i gun. yo debia hacer gran sentimiento con I "el fiero golpe , contaba l que se habia lle-; gado' m , dndome grandes v o c e s , l l a r

    k

  • r 44 LAZARILLO K

    mandme: procur recordarme; mas como| me tocase con las manos, tent la muchi sangre que se me iba , y conoci el dao que habia h e c h o , y con mucha priesa fu buscar lumbre, y llegando con e l la , ha-llme quejando, todava con mi llave en la b o c a , que nunca la desampar, la mi-tad fuera , bien de aquella manera que de-ba estar al tiempo que silvaba con ella. Espantado el matador de culebras, qu podra ser aquella llave , mirla , sacndo-mela de la boca, y vio lo que era , porque en las guardas nada de las suya diferencia-ba : fu luego probarla , y con ella pro-b el maleficio; debi de decir del cruel cazador: el ratn y culebra que me da-ban guerra , y me coman mi hacienda he hallado. De lo que sucedi en aquellos tres dias siguientes , ninguna f d a r , porque los tuve en el vientre de la bal lena; mas de como esto que he contado o , despus que en m torn , decir mi amo el qual quantos all venan lo contaba por ex-tenso. Al cabo de tres, dias yo torn en mi sent ido, y vime echado en mis pajas, la cabeza toda emplastada, y llena de aceytes y ungentos, y espantado dixe, qu es esto? Respondime el cruel Sacerdote: f , que

    DE TORMES. 4

    los ratones y culebras que me destruan, ya los he cazado. Y mir por m , y vime tan maltratado , que luego sospech mi mal. A esta hora entr una vieja que en-salmaba, y los vecinos, y comienzanme quitar trapos de la cabeza, y curar el garrotazo, y como me hallaron vuelto en mi sentido, holgronse m u c h o , y di-xeron : pues ha tornado en su acuerdo, placer Dios no ser nada, y all torna-ron de nuevo contar mis cuitas , y reir-as , y yo pecador llorarlas. Con todo esto dieronme de comer , que estaba tran-sido de hambre, y apenas me pudieron demediar; y as de en poco en poco los quince dias me levant , y estuve sin pe-ligro , mas no sin hambre , y medio sano. Luego otro dia que fui levantado , el seor mi amo me tom por la mano, y sacme la puerta afuera , y puesto en la cal le , di-xome: Lzaro, de hoy mas eres tuyo y no m o , busca amo , y vete con Dios , que yo no quiero en mi compaa tan diligente servidor; no es posible sino que hayas sido mozo de Ciego ; y santigundose de m; como si yo estuviera endemoniado, se tor-na meter en su casa , y cierra la puerta.

  • 46 EL LAZARILLO

    ASIENTO DE LZARO CON UN E S CU DE RO.

    1 3 e esta manera me fu forzado sacac fuerzas de flaqueza, y poco p o c o , con ayuda de las buenas gentes di conmigo en esta insigne Ciudad de T o l e d o , adonde con la merced de D i o s , donde quince dias se me cerr la herida; y mientras estaba ma-l o , siempre me daban alguna limosna; mas despus que estuve sano todos me decian: t , bellaco, gallofero eres, busca, busca un amo quien sirvas. Y adonde se hallar ese, decia yo entre m , si Dios ahora de nue-vo (como cri el mundo) no le criase? An-dando as discurriendo de puerta en puer-t a , con harto poco remedio, topme Dios con un Escudero que iba por la calle con razonable vestido, bien peinado, su paso y comps con orden; mirme, y yo l, y d i x m e , \ muchacho buscas amo? Y o le dixe, si seor; pues Vente tras m , me res-pondi , que Dios te ha hecho merced en topar conmigo, alguna buena oracin rezas-te hoy, Segue, dando gracias Dios por lo que le o, y tambin, que me pareca se-gn su hbito, y continente, ser el que yo habia menester, Era de maana quando este

    r DE TORMES. 4^

    mi tercero amo top, y llevme tras s gran parte de la Ciudad. Pasamos por las plazas donde se venda pan, y otras pro-visiones; yo pensaba y aun deseaba que

    '! all me queran cargar de lo que se venda, ] porque esta era propia hora quando se sue-: le proveer de lo necesario; mas muy aten-

    dido paso pasaba por estas cosas. Por ven-tura no lo v.aqu su contento , decia yo, y querr que lo compremos en otro cabo. De esta manera anduvimos hasta que dio las once: entonces se entr en la Iglesia Mayor, y yo tras, l ; y muy devotamente le vi or Misa, y los otros Oficios Divinos, hasta que todo lu acabado, y la gente ida.

    Entonces salimos de la Iglesia , y buen paso tendido, comenzamos ir por una ca-

    lle abaxo; yo iba ya el mas alegre del mun-do , en ver que no nos habamos ocupado en buscar de comer ; bien consider que deba ser hombre mi nuevo a m o , que se

    . provea por junto , y que ya la comida es-taria punto , y tal como yo la deseaba, y aun la haba menester. E n este tiempo dio

    ; el relox la una, despus de medio dia, y lle-gamos una casa, ante la qual mi amo se

    | par y yo con l, y derribando el cabo de la | capa sobre el lado izquierdo, sac una llave

  • 48 EL LAZARILLO

    de la manga, y abri su puerta, y entramos en casa, la qual tenia la entrada obscura y lbrega, de tal manera, que pareca que po-na temor los que en ella entraban, aunque dentro de ella estaba un patio pequeo , y razonables cmaras. Desque fuimos entra-d o s , quita de sobre s su capa, y pregun-tando si tenia las manos limpias, la sacu-| dimos , y muy limpiamente , soplando un poyo que all estaba, la puso en l ; y he-cho esto, sentse cabe el la, preguntndo-me muy por estenso de dnde era , y c-m o habia venido aquella Ciudad. Yo le di mas larga cuenta que quisiera, porque m e pareca mas conveniente hora de man-dar poner la mesa y escudillar la o l la , que de lo que me pedia; con todo eso yo le sa-tisfice de mi persona lo mejor que mentir supe, diciendo mis bienes, y callndolo dems, porque me pareca no ser para en cmara. Esto h e c h o , estuve as un poco, y y o luego vi mala seal, por ser ya casi las dos , y no le ver mas aliento de comer que un muerto. Despus de esto consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave , ni sentir arriba ni abaxo pasos de viva per-sona por la casa, todo lo que habia visto eran paredes, sin ver en ella s i l leta , ni ta-

    D E. TORMES; 40,

    j o , ni bancos ni mesa., ni aun tal arca c o -mo el demarras ; ; finalmente, ella pareca casa encantada^ Estando as, dixome: t, mozo, has comido?:no seor, dixe yo, que aun no eran dadas las ocho quando con v. md. encontr. Pues aunque de maana yo habia almorzado, d ice , y quando as como algo , hagote saber que hasta la noche me estoy as; por eso pasatevcomo pudieres que despus cenaremos V. md. c rea , quando esto le o, que estuve en poco de caer de mi estado , no tanto de hambre , como por co-nocer de todo en.todola fortuna serme ad-versa; all se me representaron de nuevo mis fatigas, y torn -llorar mis trabajos: all se me vino la memoria la considera-cin que hacia quando me pensaba ir del Clrigo, dic iendo, que aunque aquel era desventurado y msero, por ventura topa-ria con otro peor. F inalmente , all llor mi trabajosa vida pasada, y mi cercana muerte venidera , y con todo , disimulan-do lo mejor que pude, le dixe: seor, mo-zo s o y , que no me fatigo mucho por co -mer, bendito D i o s ; de eso me podr yo alabar entre todos mis guales por de me-jor garganta, y as fui yo loado de ella hasta hoy dia de los amos que yo he te-

    D

  • JQ XI LAZA RILLO

    nido. Virtud es esa, dixo l , y por eso t querr yo mas, porque el hartarse es de los puercos , y el comer regaladamente es de los hombres de bien. Bien te he entendido, dixe entre m , maldita sea tanta medi-cina y bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en la .hambre. Plse-me un cabo del portal , y saqu unos pedazos de pan del ' seno que me habian quedado de los de por Dios. E l que vio es to , dixome: ven ac m o z o , qu co-mes* Yo llegeme l , y mostrle el pan; tomme el un pedazo de tres que eran, el mejor y mas grande, y dixome : por mi vida , que parece este buen pan. Y como ahora , dixe y o , Seor , es bueno? Y t, dixo l: adonde le hubiste? si es amasa-do de manos limpias? N o s yo e s o , le di-xe , mas m no me pone asco el sabor de ello. As plega Dios , dixo el pobre de mi a m o , y llevndolo la boca comenz dar en l tan fieros bocados, como yo en el otro. Sabrossimo pan est , dixo, por Dios. Y como le sent de qu pie coxqueaba, dme priesa, porque le vi en disposicin, si acababa antes que y o , se comedira ayLi-ndarme lo queme quedase, y con esto aca-barnos casi una hora. Comenz sacudir

    conk^rnanfrsjyats pocasdftt t i jgajas ,ybien menudas qe)i&jlies pechqsj. se.- lse hahifn qti dado, y entrojen i\m camare ta que all iestaba, y sacq^uflvja:fro;r.4,^sbocado ., y. no -muy nev.Q.): y ;jdesqe hubo-bebido .con-vdeme; con l. Y o por.;b;ac

  • *kalni irialdita la cosa tetria dantro de s^ -qu pWsto 'sobWel caizo'todas las caas se sealaban ,/y* parecan'al propio entre* cuesto de flaqusimo~> puerco j y sobre aquel

    -hambriento colchn n alta mar del mse-nlo j aez , del quaP el color yo no pude? al-canzara H b b f 'cama --y -toloche .Veni*-

    - da j ^ix'mfe s'; Lzaro,- -yfries-'tarde , y de aqu -l.;plaza-hay'grarfitrcho; tambin

    "en esta Ciudad^ andan muchos ladrones, que siendo Jde^nch' capean 9 pasemos'co-mo podamos^ y. maana- Viniendo el dia,

    'Dios har mjc guna de quantas Antonio hizo , no acert ponerle los; aceros tan prestos como esta los tiene; y sacla de la bayna , y tentla con los dedos, diciendo: vesla aqu , yo me obligo con ella cercenar un copo d lana Y yo, dixe entre m : y yo con .mis dientes, aunqufc.no gon de acero , un pan

  • X-t A 7. A K iPltO

    de quatro libras: Tornla v

  • Jt> f l - LAZARILLO fianza que no ha de faltar quien se lo de segn las tienen puestas en esta costumbre aquellos hidalgos del lugar. Y como digo, l estaba en ellas hecho un Macas, dicien-doles mas dulzuras' :qe Ovidio escribi. Pero como sintieron de l que estaba bien enternecido, no se les hizo de vergenza pedirle^de almorzar con el acostumbrado pago. E l , sintindose tan fri de bolsa, quanto caliente del estmago , tomle tal calor f r i , que se rob la color del gesto, y comeoz turbarse en la pltica, y poner escusas no vlidas. Ellas que deban ser bien astutas, como le sintieron la en-fermedad, dexronle para el que era.'Yo, que estaba comiendo ciertos tronchos de berzas, con las quales me desayun, con mucha diligencia, como mozo nuevo, sin ser visto de mi a m o , torn casa , de la qual pens barrer alguna parte, que bien era menester , mas no hall con qu: puse-me pensar qu haria, y parecime espe-rar mi amo hasta que el dia demediase, y viniese, y por ventura traxese algo que comisemos, mas en vano fu mi esperanza desde que vi ser las dos, y que no venia, y que la hambre me aquexaba; cierro mi p u e r t a , y pongo la llave donde mand, y

    ' 3 TORMES." gf

    tornme mi menester , con baxa y enfer-ma v o z , y inclinadas mis manos en los se-nos, y puesto Dios ante mis ojos, y la len-gua en su nombre, comienzo pedir pan por las puertas , y casas mas grandes que me pareca ; mas como yo este oficio le hu-biese mamado en la leche, quiero decir, con el gran maestro el Ciego lo aprend, tan suficiente discpulo sal , que aunque este pueblo no fuese muy abundante, tan buena maa me d i , que antes que elrelox diese las quatro , ya yo tenia otras tantas libras de pan ensiladas en el cuerpo , y mas de otras dos en las mangas, y senos. Vol-vme la posada, y al pasar por la tripera, ped una de aquellas mugeres, y dime un pedazo de ua de baca, con otras po-cas de tripas cocidas. Quando llegu casa ya el bueno de mi amo estaba en ella, do-blada su capa , y puesta en el p o y o , y l pasendose por el patio: como entr, vino-s para m , pens que me queria reir la tardanza, mas mejor lo hizo Dios. Pregun-tme de donde venia. Yo le dixe: seor, hasta que dio ls ;dos estuve aqu , y de que v que v. md. no venia, fume por esa C i u -dad encomendarme alas buenas gentes, y hanme dado esto que ve is : mostris: e l

  • 5 ? XL LAZARILLO

    pan, y las tripas que en un cabo de la. al da traa , lo qual l , mostr buen sem-blan te, y dixo: pues esperadote he .comer, y de que v i que no veniste', com. Mas t haces como hombre de bien en eso, que mas vale .pedirlo por D i o s , que nhuit;:r-lo. Y as l me ayude, como ello me parece b i e n , y solamente te encomiendo no se-pan que vives conmigo , por lo que toca i'ni honra , aunque bien creo que ser se-creto segn lo poco que en este pueblo soy conocido, nunca l yo hubiera de venir, D e eso pierda, seor, cuidado, le dixe yo, que maldito aquel que ninguno tiene de pedirme esta cuenta, ni yo de darla. Aho-ra, pues, come, pecador, que si Dios pla-c e , presto nos veremos sin necesidad, aun- que te digo que despus que en esta casa entr , nunca bien me ha ido ; debe ser de mal suelo, que hay casas desdichadas, y de mal pie, que los que viven en ellas pe-gan la desdicha: esta debe ser sin duda una de;ellas , mas yo te prometo., acabado el m e s , no quede en ella , aunque me la den por mia. Sentme .al cabo del poyo, y porque no me tuviese por glotn , call la merienda, y comienzo cenar,.y morder en mis tripas, y pan, y disimuladamente ni

    DE TORMES: .-. q

    jba- al: desventurado seor m i , que: no artia sus_QJos,'de mis a ldas , que.aquella izon servian.de.plato. Tanta: lst imahaya )ios de m , como yo habia.de l , porque :nt lo que senta, y muchas veces habia

    por ello pasado, y pasaba cada dia. Pen-caba si sera bien comedirme convidarle^ mas por me.haber dicho que habia comido, temame no aceptara el convite. Einal-jmente, yo deseaba que. el pecador ayudase i su trabajo del mi , y se desayunase, co-mo el da antes hizo, pues habia mejor apa-rejo , por ser mejor la vianda, y menos mi" hambre. Quiso Dios cumplir mi dLseo,>y aun pienso que el suyo , porque como c o -menc comer , l se andaba paseando, y lKgos m , dixome: digote , Lzaro, que tienes en comer la mejor gracia que en- mi vida v hombre ; y que nadie te lo v:ha-cer que no le p.mga; gana aunque no la ten-ga. La muy buena que t .tienes, dixe yo en-tre m, te hace parecer la mia hermosa. Con todo parecime.ayudarky.pues se ayudaba, y me abria camino para e l lo , y dixele: S e -or., el buen aparejo hace buen artfice.; este pan est sabrossimo,' y esta aa -de baca tan bien cocida y : sazonada, que no habr quien no convide c o a su sabor,

  • (Q EZ 1 tAZARTZZ-Q

    uaide baca es? si seor. Digote que es'iel mejor ;bocadp del-mundo^y-que no hay Faysan que as me sepa. Pues pruebe $ se- o r , y ver que tai est. Pongle en la uas la otra , y tres quatro raciones de pan de lo ms blanco , asentseme al lado,, y comienza" comer , como aquel que lo habia gana , royendo cada huesecillo de aquellos, mejor que un galgo suyo lo hicie-ra. .Con almadrote , decia , es este singular manjar. Con mejor salsa lo comes t , res-pond y o , paso. Por Dios q u e m e ha sa-bido, como si no hubiera hoy comido boca-do. As me vengan los buenos aos como es ello , dixe yo entre m. Pidime el jarro del agua , y dselo como lo habia trado, seal , que pues no le faltaba el agua, que no le habia sobrado mi amo la comida. Bebimos, y muy contentos nos fuimos dormir , como la noche pasada; y por evi-tar prolijidad ,-_.de esta manera estuvimos ocho diez dias, yndose el pecador ett la maana con aquel continente, y paso contado papar ayre por las calles, te-niendo en el pobre* Lzaro una cabeza de lobo. Contemplaba yo muchas veces rni desastre , que escapando de los amos rui-nes que habia tenido, y buscando mejora,

    DE TORMEM 6

    .viniese . topar con quien .no -solo n me mantuviese,' mas quien yo.habia de man-tener. Con todo lo quera bien, con ver que no tenia, nlpddia mas^ y antes le. habia lstima que enemistad,y, machas yece$ :por llevar la posada^cpn que l lo;-pa-ase, yo lo pasaba .nial-.^iporque una na-Sana, levantndose el triste en camisa, 'su-bi lo alto de la casa hacer sus me-nesteres, y en tanto , yo por. salir de sos-pecha, desenvolv el j'ubon y las calzas que la cabezera dex, y hall una bol-silla de terciopelo raso , hecha con cien dobleces, y sin maldita la.blanca, ni se-al que la hubiese tenido mucho tiempo* ste decia y o , es pobre , y nadie d lo que no t iene ; mas el avariento C i e g o , y el mal aventurado mezquino Clrigo, que con drselo Dios ambos, al uno de ma-no besada, y al otro de lengua suelta , me mataban de hambre; aquellos es justo des-amar, y aqueste es de haber mancilla. Dios es testigo , que hoy dia , quando topo con alguno de su hbito, con aquel paso, y pompa, le. he lstima , con pensar si pade-ce lo que aquel le vi sufrir, al qual con toda su pobreza holgara servir mas que

    \ los otros por lo que he dicho. Solo tenia

  • 6 EZ LAZARILLO

    de l un poco de descontento;que. quisiera yo .que no tuviera, tanta presuncin, mas que baxra un poco su fantasa $ con lo .mu-cho.,que suba su pecesidaid: rnas segunr me parece-, es regla, ya entre ellos usada..y guardada, .aunque no haya cornado 'de t rueco, ha 'de andar el birrete en su lugai. E l Seor lo remedie , que- y a c o n este mal han de morir. Pues estando ..yo. en tal es-tado , pasando.la- vida que digo , quiso mi mala fortuna quede perseguirme no era sa-tisfecha , que en aquella trabajada, y ver-gonzosa vivienda no durase. Y f u , como el ao en .esta, tierra fuese estril de pan, acordaron en Ayuntamiento, que todos los pobres estrangeros se fuesen de la Ciudad, con pregn, que el que de all adelante topasen, fuese punido con azotes. Y as, executando la ley desde quatro das qu: el pregn se dio, vi llevar una procesin de pobres azotando por las quatro calles, lo .qual me puso tan gran espanto, que nuiv' ca os desmandarme demandar. Aqu viera , quien verlo pudiera, la abstinencia de mi casa , y la tristeza y silencio de los moradores de ella, t anto , que nos acaeci estar dos, tres das sin comer bocado!, ni hablar palabra. A m dieronme la vida

    E TORMES. t>3

    unas mugercillas hilanderas; de algodn, que hacan botones, y vivan par de noso-tros , con las quales yo tuve vecindad y conocimiento, que de la laceria : que les traan me daban alguna cosilla, con la qual muy pasado me pasaba, y yo no tenia tari-ta lstima de m como de mi amo , que"en ocho das maldito el bocado que comi,"a lo menos en casa bien lo estuvimos sin co-mer,' no s yo cmo dnde andaba, y qu coma- Y verle venir medio dia la calle -abaxo con estirado cuerpo, mas largo que galgo de buena casta, y por lo que tocaba su negra, que decan , honra , tomaba una paja de las que aun asaz no habia en casa, y salase Ja puerta escamando los que nada entre s tenian, quejndose toda-va de aquel mal solar , diciendo: malo es-t de ver , que la desdicha de esta vivien-da lo hace , como ves , es lbrega , triste, obscura, mientras aqu estuviremos he-mos de padecer; ya deseo se acabe este mes por salir de ella. Pues estando en esta afli-gida y hambrienta persecucin, un da, no s por qual dicha ventura , en el pobre poder de mi amo entr un real, con el qual vino casa tan u f a n o , como si tuviera el tesoro de Venec ia , y con ros-

  • 64 LAZARILLO DE TORMES. 65 *Lda??nT / n S u e n Q m e ] o d ^ diente en unas andas traan; arrmeme la S n d n ? ? 2 . Q - * i l U e , y a D 0 S ^fared por darles lugar , y desque el cuerpo ^an vino m a n ' v e 3 > Y- m e r e f as, venia luego par del lecho una que K ^ ' quebremos el ojo aldebia ser su muger del difunto, cargada h u e l ^ / o > , g ? f b e r ' p o r ( 3 u e fceluto, y con ellas otras muchas muge-huelgues, que he alquilado otra casa, y e f e s , la qual iba llorando grandes voces, esta desastrada no hemos de estar mas dt

    :en cumpliendo el mes , maldita sea e l l a , 3 y diciendo: marido y seor m i , adonde os llevan 3 A l a casa triste , y desdichada?

    el que en ella puso la primera teja, q u e c o ' J j la casa lbrega y obscura? A la casa mal en ella entr. Por nuestro Seor, quarldonde nunca comen ni beben? Yo que to ha que en ella v i v o , gota de. vino njjaquello o , juntseme el Cielo con la tier-bocado de carne no he comido , ni-, he ,ha|ra, y dixe: desdichado de m , para bido descanso ninguno; mas tal vista tienemi casa llevan este muerto; dexo el ca-y tal obscuridad y tristeza , ve y ven presfmino que llevaba , y hend por medio de to , y comamos hoy como Condes. T O H K mi real y el jarro , y los pies dando prie sa, comienzo subir una calle, encaminanlcasa, y entrando en ella , cierro grande do mis pasos para la Plaza muy contento y alegre. Mas qu me aprovecha, si est constituido en mi triste fortuna que hin gun gozo me venga sin zozobra. Y as fu| este, porque yendo la calle arriba, echan do mi cuenta en lo que empleara mi real, que fuese mejor y mas provechosamente gastado, dando infinitas gracias Dios que mi amo habia hecho con dinero des-hora , me vino al encuentro un muerto que por la calle abaro muchos Clrigos, y

    la gente , y vuelvo por la calle abaxo todo el mas correr que pude para mi

    priesa, invocando el auxilio y favor de mi a m o , abrazndome de l , que me venga ayudar y defender la entrada. E l qual al -go alterado, pensando que fuese otra cosa,

    |me dixo: qu es eso, mozo? qu voces das? qu has? ^por qu cierras la puerta con tal furia? O seor , dixe y o , acuda aqu, que nos traen ac un muerto, Cmo as respondi l ? Aqu arriba le encontr, y venia diciendo su muger: marido y se-or mi, adonde os llevan? A la casa lbre*

    E

  • 66 EL LAZARILLO

    ga y obscura? A la casa triste y desdichada' l A la casa donde nunca comen ni beben! A c , Seor , nos le traen. Y ciertamente, quando mi amo esto oy , aunque no te-nia porque estar muy risueo, ri tanto, que muy gran rato estuvo sin poder ha blar. En este tiempo tenia ya yo echada| el aldaba la puerta , y puesto el honi bro en ella por mas defensa. Pas la gen te con su muerto, y yo todava me rece' laba que nos le haban de meter en ca s a ; y desque fu ya mas harto de rer quej de comer el bueno de mi a m o , dixme verdad e s , Lzaro , segn la viuda lo vil dic iendo, t tuviste razn en pensar lo \ que pensaste; mas pues Dios lo ha hecho j mejor , y pasan adelante, abre, abre , y vj por de comer. Dexe los , seor, acaben ds pasar la c a l l e , dixe yo. Al fin, vino mi amo la puerta de la c a l l e , y brela, es forzndome , que bien era menester segunl el miedo y alteracin , y tornme en-l caminar. Mas aunque comimos bien aquel! d i a , maldito el gusto yo tomaba en ello, ni en aquellos tres dias torn en mi color, y mi amo muy risueo todas las veces que se le acordaba aquella mi consideracin, D e esta manera estuve con mi tercero )f

    DE T O R M E S. 6^ pobre a m o , que fu este Escudero, algu-nos dias y en todos deseando saber la in-tencin de su venida, y estada en esta tier-ra , porque desde el primer dia que con l asent le conoc ser estrangero, por el poco conocimiento y trato que con los na-turales de ella tenia. Al fin se cumpli mi deseo, y supe lo que deseaba, porque un dia que habamos comido razonablemen-t e , y estaba algo contento, me cont su hacienda, y dixome ser de Castilla la Vie-j a , y que habia dexado su tierra no mas de por no quitar el bonete un Caballe-ro su vecino. Seor , dixe yo , si l era lo que decs , y tenia mas que vos , no erra-bades en quitrselo primero , pues decs que l tambin os lo quitaba. Si e s , y si t iene , y tambin me lo quitaba l m , mas de quantas veces yo se lo quitaba pri-mero, no fuera malo comedirse l algu-na , y ganarme por la mano. Pareceme, seor, le dixe y o , que en eso no mirara, mayormente con mis mayores que yo , y que tienen mas. Eres muchacho, me res-pondi , y no sientes las cosas de la hon-ra , en que el dia de hoy est todo el cau-dal de los hombres de bien; pues hagote saber que yo soy (como ves) un Escude-

    E s

  • 68 II LAZARILLO Vi

    r o : mas votte D i o s , si al Conde topo en la calle , y no me quita muy bien qui-tado del todo el bonete , que otra vez que venga, me sepa yo entrar en una casa, fingiendo yo en ella algn negocio, atra- ! vesar otra calle , si la h a y , antes que He- | gue m , por no quitrselo, que un hi- ? dalgo no debe otro que Dios y al Rey nada, ni es justo , siendo hombre de bien, se descuide un punto de tener en mucho su persona. Acuerdme, que un dia des- \ honr en mi tierra un Oficial , y quise ' poner en l las m a n o s , porque cada vez ; que me topaba me decia: mantenga Diosa \ v. md. Vos don villano ruin, le dixe yo, ; jpor qu no sois bien criado? Mantngaos \ Dios me habis de decir como si fuese quien quiera.De all adelante, de aqu acu-ll me quitaba el bonete, y hablaba como debia. Y no es buena manera de saludar un hombre o t r o , dixe y o , decirle que le mantenga Dios? M i r a , mucho de enho-ramala , dixo l , los hombres de poco arte dicen eso, mas los mas altos como y o , no les han de hablar menos de, beso las manos de v. md. por lo menos, be-sos, seor, las manos, si el que me ha-bla es Caballero. Y as , aquel de mi tier-

    JI TORMES. O9

    r a , que me atestaba de mantenimiento, nunca mas le quise sufrir, ni sufriria, ni sufrir hombre del mundo , del Rey abaxo, que mantngaos D i o s , me diga. Pecador de m , dixe y o , por eso tiene tan poco cuidado de mantenerte, pues no sufres que nadie se lo ruegue. Mayormen-t e , dixo, que no soy tan pobre , que no tengo en mi tierra un solar de casas, que estar ellas en pi bien labradas , diez y seis leguas de donde nac , en aquella cos-tanilla de Valladolid, valdran mas de doscientos mil maraveds, segn se podran hacer grandes y buenas; y tengo un pa-lomar , que no estar derribado como es-t , daria cada ao mas de doscientos pa-lominos, y otras cosas que me ca l lo , que dex por lo que tocaba mi honra, y vine esta Ciudad , pensando que halla-ra un buen asiento , mas no me ha suce-dido como pens. Cannigos y Seores de la Iglesia muchos hallo; mas es gente tan limitada, que no los sacar de su paso to -do el mundo. Caballeros de media talla tambin me ruegan , mas servir estos es gran trabajo, porque de hombre os ha-bis de convertir en malil la, y si no an-dad con D i o s , os d icen , y las mas veces

    I

  • ^0 XL LAZARILLO

    son los pagamentos largos plazos, y las mas ciertas, comido por servido, ya quan-do quieren formar conciencia , y satisfa-ceros vuestros sudores, sois librado en la recamara, en un sudado jubn, rada cap sayo. Ya quando asienta hombre con un seor de t tulo, todava pasa su laceria, pues por ventura no hay en m habilidad para servir y contentar estos. Por D i o s , si con l topase, muy gran su privado pienso que fuese, y que mil ser-vicios le hiciese, porque sabra mentirle tan bien como otro , y agradarle las mil maravillas ; se reiran mucho sus donaires y costumbres, aunque no fuesen las me-jores del mundo; nunca decirle cosa con que le pesase, aunque mucho le cumplie-se ; ser muy diligente en su persona en dico y hecho; no me matar por no ha-cer bien las cosas que l no habia de ver, y ponerme reir donde l lo oyese con la gente de servicio, porque pareciese te-ner gn cuidado de lo que l tocaba: si riese coa algn -su c r i a d o , dar unos puntillos agudos para le encender: la ira, y que pareciesen en favor del culpado: decirle bien de lo que bien le estuviese; y por el contrario, ser mal i c ioso , mofador,

    DE TORMF.S. f l

    jualsinar los de casa, y los de fuera, pesquisar y procurar de saber vidas age-nas para contrselas, y otras muchas ga-las de esta calidad de que yo usara; mas no quiere mi ventura que halle con quien lo pueda hacer. De esta manera lamen-taba tambin su adversa fortuna mi amo, dndome relacin de su persona valerosa. Pues estando en e s t o , entr por la puer-ta un hombre y una vieja: el hombre le pide el alquiler de la casa, y la vieja el de la cama: hacen cuenta , y de dos me-ses le alcanzaron lo que l en un ao no alcanzara; pienso que fueron doce tre-ce reales; y l les dio muy buena respues-ta , que saldra la plaza trocar una pieza de dos , y que la tarde volviesen; mas su salida fu sin vuelta. Por manera, que la tarde ellos volvieron, mas fu tarde; y o les dixe que aun no era veni-do. Venida la noche , y l n o , yp hube miedo de quedar en casa s o l o , y fume las vecinas, y con t las el c a s o , y all dorm. Venida la maana los acreedores vuelven , y preguntan por el vec ino , mas esotra puerta. Las mugeres responden: veis aqu su mozo, y la llave de la puer-ta. Ellos me preguntaron por l i y dixe

  • 2 St tAXARIltO

    les que no sabia donde estaba, y que tam-poco habia vuelto casa desde que sali trocar la pieza, y que pensaba que de m y de ellos se habia ido con el trueco. De que esto me oyeron van por un Alguacil y un Escr ibano, y helos donde vuelven luego con ellos , y toman la llave , y 11a-manme, y llaman test igos, y abren la puerta, y entran embargar la hacien-da de mi amo hasta ser pagados de su deuda. Anduvieron toda la c a s a , y ha-llronla desembarazada, como he conta-d o , y dicenme: Qu es de la hacienda de tu a m o , sus arcas y paos de pared, y alhajas de casa? N o s yo eso , les res-pond. Sin duda, dicen ellos, esta noche lo deben de haber alzado y llevado al-guna parte. Seor Alguacil , prended es-te m o z o , que l sabe donde est esto. En esto viuo el Alguacil , y echme mano por el collar del jubn, diciendo: muchacho, t eres preso, si no descubres los bienes de este tu amo. Yo como en otra tal no me hubiese visto, porque asido del collar habia sido muchas veces, masera mansa-mente de l trabado, para que mostrase el camino al que no veia, yo hube mu-cho miedo, y llorando promet de decir

    DE f 6 AMES. 7 3

    lo que me preguntaban. Bien est, dicen ellos, pues di lo que sabes, y no hayas temor. Sentse el Escribano en un poyo para escribir el inventario, preguntndo-me )qu tenia? Seores, dixe y o , loque este mi amo t iene , segn l me dixo, es un muy buen solar de casas, y un palo-mar derribado. Bien est , dicen ellos, por poco que eso valga hay para nos entre-gar de la deuda. Y qu parte de la Ciudad tiene eso , me preguntaron? En su t ierra, les respond yo. Por Dios que es-t bueno el negocio, dixeron ellos. Y adon-de es su tierra? D e Castilla la V i e j a , me dixo l que era, les dixe. Rironse mucho el Alguacil y el Escr ibano, diciendo: bas -tante relacin es esta para cobrar vuestra deuda, aunque mejor fuese. Las vecinas que estaban presentes dixeron: Seores, este es un nio inocente ^ y ha pocos dias que est con este Escudero , y no sabe de l mas que vuesas mercedes, sino quanto el pecadorcillo se llega aqu nuestra ca-sa, y le damos de comer lo que podemos, por amor de D i o s , y las noches se iba dormir con l. Vista mi inocencia , de-jronme . dndome por libre. Y el Algua-cil y Escribano pidetr.al hombre y la

  • 4 S L LAZARILLO

    muger sus derechos, sobre lo qual tuvie-ron gran contienda y ruido, porque ellos alegaron no ser obligados pagar, pues no habia de qu , ni se hacia el embargo. Los otros decian que haban dexado de ir otro negocio que les importaba mas por venir aquel. F inalmente , despus de da-das muchas voces, al cabo carga un por-queron con el viejo alfamar de la vieja , y all van tedos cinco dando voces, no s en qu par. As como he contado me de-x m i pobre tercero a m o , donde acab de conocer mi ruin d i c h a , pues sealndose todo lo que poda contra m , hacia mis ne-gocios tan al revs, que los amos que rie-len ser dexados de los mozos, en m no, fuese as , mas que mi amo me dexase yl huyese de m .

    LZARO ASIENTA CON UN CAPELLN T VN ALGUACIL , T DSSPVtl

    TOMA MANERA DE VIVXR.

    *espues de esto asent con un MaeS' t ro de pintar Panderos, para molerles las colores , y tambin sufr mil males. Siendo y a en este tiempo buen mozuelo , entran-d o un dia en la Iglesia M a y o r , un Cape-

    i DE TORMES.

    jlan de ella me recibi por suyo , y pso-me en poder un buen asno y quatro can-taros y un azote, y comenc echar agua por la Ciudad. Este fu el primer escaln que yo sub para venir alcanzar buena vida: daba cada dia mi amo treinta ma-raveds ganados, y los Sbados ganaba pa-ra m , y todo lo dems entre semana de los treinta maraveds. Fueme tan bien el oHcio, que al cabo de quatro aos que lo us ahorr para me vestir muy honrada-mente de la ropa vie ja , de la qual com-pr un jubn de fustn vie jo , y un sayo rado de manga trenzada y puerta, y una capa que habia sido frisada, y una espa-da de las viejas primeras de Cuellar. Des-que me vi en hbito de hombre, de bien, dixe mi amo que se tomase su asno que no queria mas seguir aquel oficio.

    Despedido del Capelln, asent con un Alguacil; mas muy poco viv con l por parecerme oficio peligroso: mayormente que una noche nos corrieron pedradas y palos unos retrados, y mi amo que esper, trataron m a l , mas m no me al-canzaron , con esto renegu del t ra to ; y pensando en qu modo de vivir hara mi asiento por ganar.algo para la vejez, qui-

  • *?6 EL LAZARILLO

    so Dios alumbrarme y ponerme en cami-l no y manera provechosa , y con favor que tuve de amigos y seores, todos mis tra-bajos y fatigas hasta entonces pasados, fueron pagados con alcanzar lo que pro-cur , que fu un oficio r e a l , en el qual el dia de hoy yo vivo, y es , que tengo cargo de pregonar los vinos que en esti Ciudad se venden , y en almonedas y co-sas perdidas; acompaar los que padecen persecuciones por justicia, y declarar voces sus delitos ; pregonero , hablando en buen romance. Ha me sucedido tan bien que casi todas las cosas al oficio tocante pasan por mi m a n o , tanto, que en toda k Ciudad, el que ha de echar vino ven-der , a lgo, si Lzaro de Tormes no en-j tiende en e l l o , hacen cuenta de no sacar provecho. En este tiempo , viendo mi ha-bilidad y buen v iv i r , teniendo noticia de mi persona el seor Arcipreste de San Sal vador , mi seor , porque le pregonaba su) v i n o s , procur casarme con una criada s u y a ; y visto por m que de tal persoffl no poda venir si no bien y favor, acordf de lo hacer , y as me cas con el la , J basta ahora no estoy arrepentido, porque allende de ser buena hija , y diligente ser-

    DE TORMES. ^

    vicial, tengo en mi seor Arcipreste todo favor y ayuda; y siempre en el ao le d en veces al pie de una carga de tri-go ; por las Pasquas su carne , y quando el par de los bodigos , las calzas viejas que dexa; y hizonos alquilar una casilla par de la suya; los Domingos y Fiestas casi todas las comamos en su casa; mas ma-las lenguas , que nunca faltaron, no nos dexan vivir, diciendo no s qu , y si s qu, porque ven mi muger irle hacer-la c a m a , y guisarle de c o m e r , y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad, porque allende de no ser ella muger que se pague de estas burlas, mi seor me ha prometido lo que pienso cumplir, que l me habl un dia muy largo delante de ella, y me dixo: Lzaro de Tormes , quien mirare dichos de malas lenguas, nunca medrar; digo esto , porque no me tnaravi-Hariaque alguno murmurase, viendoentrar en mi casa tu muger; ella entra muy tu honra y suya, y esto te lo prometo. Por tanto , no mires lo que pueden de-cir, sino loque te toca , digo tu pro-vecho. Seor, le dixe, yo determin de arrimarme los buenos; verdad e s , que algunos de mis amigos me han dicho al-

  • h ^8 EL LAZARILLO

    go de eso , y aun por mas de tres veces] me han certificado, que antes que con-migo casase habia parido tres veces, ha-blando con reverencia de v. md. por estar ella delante. Entonces mi muger ech ju-ramentos sobre s , que yo pens la casa se hundiera con nosotros; y despus tomse i llorar y echar mil maldiciones sobre quien conmigo la habia casado, en tal manera, que quisiera ser muerto antes que se me hubiera soltado aquella palabra de la bo-c a ; mas yo de un cabo, y mi seor de otro, tanto ladiximos, que ces su llanto con juramento que la hice de nunca mas en mi vida mentarla nada de aquello, y que yo holgaba , y habia por bien de que ella entrase y saliese de noche y de dia , pues estaba bien seguro de su bondad. Y as quedamos todos tres bien conformes , has-ta el dia de hoy nunca nadie nos oy so-bre el caso, antes quando alguno siento que me quiere decir algo de ella, le ata-j o , y le digo: mirad, si sois mi amigo , no me digis cosa con que me pese, que no tengo por mi amigo al que me hace pe-sar , mayormente si me quieren meter mal con mi muger , que es la cosa del mundo

    , que yo mas quiero, y la amo mas que 2

    Ti E TORMES.

    m, y me hace Dios con ella mil merce-des, y mas bien que yo merezco, que yo jurar que es tan buena muger , como v i -ve dentro de las puertas de T o l e d o ; y quien otra cosa me dixere, yo me mata-r con l. D e esta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa. Esto fu el mismo ao que nuestro victorioso Emperador en esta insigne Ciudad de Toledo e n t r , y tuvo en ella C o r t e s , y se hicieron grandes regoci jos , y fiestas, como v. md. habr oido. Pues en este tiem-po estaba en mi prosperidad, y en la c u m -bre de toda buena fortuna.

    F I N,

  • ta

    ENCUADERNACIN.PORTADA.PRELIMINARES.CON LICENCIA.AL LECTOR.PRLOGO DEL AUTOR.

    CUENTA LZARO SU LINAGE Y NACIMIENTO.ASIENTO DE LZARO CON EL CIEGO.COMO LZARO ASENT CON UN CLRIGO.ASIENTO DE LZARO CON UN ESCUDERO.LZARO ASIENTA CON UN CAPELLN Y UN ALGUAClL, Y DESPUS TOMA MANERA DE VIVIR.