año xv – n° 43 – 20 de septiembre del 2015 el...

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DOMINGO EL Año XV – N° 43 – 20 de Septiembre del 2015 día del Señor «Asimismo, son un estímulo para descubrir la sencillez y la confianza que el creyente debe desarrollar, imitando al Hijo de Dios, el cual ha compartido la misma suerte de los pequeños y de los pobres». (San Juan Pablo II, Mensaje Cuaresma 2004) Señor, quiero ser humilde y sencillo de cora- zón. No permitas que caiga en la tentación del poder, del tener, de ocupar los mejores puestos… quiero estar siempre al servicio de los que más lo necesiten. Momento personal VIVIR SEGÚN SUS MANDATOS Un segundo anuncio de la Pasión encontramos hoy en el pasaje evangélico. Jesús instruye a sus discípulos para que puedan estar preparados cuando llegue el momento en el que la fe sea puesta a prueba. El Señor busca que sus discípu- los comprendan su misterio y su destino. Él resu- citará, vencerá a la muerte, pero antes habrá de padecer y morir. La instrucción que el Señor ofre- ce a los suyos (y a nosotros) es realmente impor- tante, trascendental. Sólo si se entiende lo que Jesús enseña, los suyos podrán estar prepa- rados para asumir lo que con Él acontecerá. Si la semana pasada oíamos a Jesús reprochando a Pedro su pensar como los hombres y no como Dios, hoy podemos com- prender que tampoco los otros tenían facilidad para pensar como Dios. Jesús les ha dado una instrucción fundamental acerca de su ser, sin embargo, el mensaje de Jesús no caló en ellos, pues estaban más bien preocupados por el deseo de estar por encima de los otros: discutían quién era el más importante. Es lamentablemente fácil es- tar en otro registro respecto a lo que enseña Je- sús, pero la verdad cristiana salva, libera posibili- dades, ayuda a ser mejor, ayuda a lograr la propia y verdadera realización, etc. Pero cuesta aceptar- la, asumirla, y más aún, vivir según dicha verdad. Los apóstoles hallaron resistencia para asumir lo que Jesús enseñaba. ¿Y nosotros? Hoy es conveniente ponernos ante el Señor con profunda humildad. Es bueno suplicar perdón luego de revisar que tan convencidos estamos de todas las enseñanzas de Jesús y de qué manera las hemos vivido. Si somos real- mente sinceros descubriremos que ninguno ha interiorizado, y sobre todo vivido plenamente, lo que el Señor Jesús enseñó. Las exigencias del evangelio siempre nos superan. ¡Es hora de comenzar! Es preciso iden- tificarnos con el Señor en su camino de encarnación con el hombre, de hacerse total- mente solidario con nosotros. Es preciso aprender el servicio del Señor por los hermanos. Hoy preguntémonos qué tan dispuestos y solícitos estamos para servir a nuestros herma- nos. En esa actitud se juega la autenticidad de nuestra fe. El Señor nos ayude a sintonizar con la enseñanza de Jesús, a intentar vivir siempre según sus mandatos. Pbro. Pedro Hidalgo Díaz El “estilo” de Dios es actuar con sencillez, humildad, en silencio, no con “el espectáculo mundano”. (Papa Francisco, 09/03/2015) Domingo XXV del Tiempo Ordinario Ciclo B

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DOMINGOEL

Año XV – N° 43 – 20 de Septiembre del 2015

día del Señor

«Asimismo, son un estímulo para descubrir la sencillez y la confianza que el creyente debe desarrollar, imitando al Hijo de Dios, el cual ha compartido la misma suerte de los pequeños y de los pobres».(San Juan Pablo II, Mensaje Cuaresma 2004)

Señor, quiero ser humilde y sencillo de cora-zón. No permitas que caiga en la tentación del poder, del tener, de ocupar los mejores puestos… quiero estar siempre al servicio de los que más lo necesiten.

Momento personal

VIVIR SEGÚN SUS MANDATOSUn segundo anuncio de la Pasión encontramos hoy en el pasaje evangélico. Jesús instruye a sus discípulos para que puedan estar preparados cuando llegue el momento en el que la fe sea puesta a prueba. El Señor busca que sus discípu-los comprendan su misterio y su destino. Él resu-citará, vencerá a la muerte, pero antes habrá de padecer y morir. La instrucción que el Señor ofre-ce a los suyos (y a nosotros) es realmente impor-tante, trascendental. Sólo si se entiende lo que Jesús enseña, los suyos podrán estar prepa-rados para asumir lo que con Él acontecerá.

Si la semana pasada oíamos a Jesús reprochando a Pedro su pensar como los hombres y no como Dios, hoy podemos com-prender que tampoco los otros tenían facilidad para pensar como Dios. Jesús les ha dado una instrucción fundamental acerca de su ser, sin embargo, el mensaje de Jesús no caló en ellos, pues estaban más bien preocupados por el deseo de estar por encima de los otros: discutían quién era el más importante. Es lamentablemente fácil es-tar en otro registro respecto a lo que enseña Je-sús, pero la verdad cristiana salva, libera posibili-dades, ayuda a ser mejor, ayuda a lograr la propia

y verdadera realización, etc. Pero cuesta aceptar-la, asumirla, y más aún, vivir según dicha verdad. Los apóstoles hallaron resistencia para asumir lo que Jesús enseñaba. ¿Y nosotros?

Hoy es conveniente ponernos ante el Señor con profunda humildad. Es bueno suplicar perdón luego de revisar que tan convencidos estamos de todas las enseñanzas de Jesús y de qué manera

las hemos vivido. Si somos real-mente sinceros descubriremos que ninguno ha interiorizado, y sobre todo vivido plenamente, lo que el Señor Jesús enseñó. Las exigencias del evangelio siempre nos superan. ¡Es hora de comenzar! Es preciso iden-tificarnos con el Señor en su camino de encarnación con el hombre, de hacerse total-mente solidario con nosotros. Es preciso aprender el servicio del Señor por los hermanos. Hoy preguntémonos qué tan dispuestos y solícitos estamos para servir a nuestros herma-nos. En esa actitud se juega la

autenticidad de nuestra fe. El Señor nos ayude a sintonizar con la enseñanza de Jesús, a intentar vivir siempre según sus mandatos.

Pbro. Pedro Hidalgo Díaz

El “estilo” de Dios es actuar con sencillez, humildad, en silencio, no con “el espectáculo mundano”.

(Papa Francisco, 09/03/2015)

Domingo XXV del Tiempo Ordinario

Ciclo B

Lucas

XXV Tiempo Ordinario - Ciclo B - Color: Verde

Hermanos y hermanas: Pareciera en la vida que todos queremos ser primeros: en prestigio, en reconocimien-to, quizá también en ser servidos. Jesús no nos llama a rechazar cargos de responsabilidad. Más aún: todos, por modesta que sea nuestra vida, figuramos de alguna manera: en nuestra familia, en el trabajo, en el barrio, en la parroquia. A todos, Jesús nos recuerda nuestra vocación común que es: servir. En el ejercicio del servicio debemos aspirar a ser el último, pasando inadvertido, a no buscar reconocimiento. ¡Qué lejos está el mundo de los criterios del Evangelio!

I. RITO DE ENTRADA

Antífona de entrada Yo soy la salvación del pueblo –dice el Señor-. Cuando me llamen desde el peligro, yo les es-cucharé, y seré para siempre su Señor.

Acto penitencialS. Tú que has conocido el abandono, la trai-ción, la ingratitud; Señor, ten piedad.R. Señor, ten piedad.S. Tú que has vencido el pecado en tu propia carne; Cristo, ten piedad.R. Cristo, ten piedad.S. Porque pretendemos unirnos a ti sin entrar en comunión con los demás; Señor ten piedadR. Señor, ten piedad.

GLORIA

Oración colectaOh Dios, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo, concédenos cum-plir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

1a lecturaEl libro de la Sabiduría nos anuncia el rechazo que los hombres ofrecerán al Mesías, porque ellos por su misma condición de pecadores no soportan la justicia.

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Los malvados dijeron entre sí: «Tendamos una trampa al justo, veamos si sus palabras son verdaderas,

comprobando el desenlace de su vida. Si el justo es hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a humillación y tortura, para comprobar su resistencia y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte humillante, pues, según dice, Dios lo protegerá». Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial (53)R. El Señor sostiene mi vida.– Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. / R.– Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. / R.– Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno. / R.

2a lecturaSantiago nos exhorta a descubrir lo más profundo de nuestra existencia, y tomar conciencia de que sin Dios no es posible desarrollarse y realizarse como ser humano. La verdadera fe nos plantea ese cuestionamiento.

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16 – 4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de

arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las peleas entre ustedes? ¿No es precisamente de esas pasiones que luchan en su interior? Ustedes ambicionan, y no obtienen, matan y sienten envidia pero no pueden conseguir nada y entonces combaten y hacen la guerra. No obtienen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para derrocharlo en sus placeres.Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio Cf. 2Ts 2, 14Aleluya, aleluya. Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R. Aleluya.

EvangelioLa lectura del evangelio sobre la realidad del ser humano que no consigue acoger la perspectiva de Dios, nos impulsa a descubrir que siempre tene-mos la posibilidad de ser sencillos y humildes, y así poder aproximarnos al Plan de Dios.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,1-15

R. Gloria a ti, Señor.En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atrave-saron Galilea; no quería que nadie se

enterase, porque iba instruyendo a sus discípu-los. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser en-tregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutían por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más im-portante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y, acer-cando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Profesión de feCreo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su úni-co Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, des-cendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sen-tado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.Plegaria universal

S. Pidamos humildemente que el Padre atienda estas súplicas que presentamos ante él. Así hoy repetimos:

R. ¡Padre, atiende nuestras súplicas!

-Por el Papa Francisco, los obispos y sacerdotes; para que sigan alentando a todos los cristianos, mostrándonos que es el servicio desinteresado, el

XXV Tiempo Ordinario - Ciclo B - Color: Verde

Salmo responsorial (53)R. El Señor sostiene mi vida.– Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. / R.– Porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. / R.– Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno. / R.

2a lecturaSantiago nos exhorta a descubrir lo más profundo de nuestra existencia, y tomar conciencia de que sin Dios no es posible desarrollarse y realizarse como ser humano. La verdadera fe nos plantea ese cuestionamiento.

Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16 – 4, 3

Queridos hermanos: Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de

arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia. ¿De dónde proceden las guerras y las peleas entre ustedes? ¿No es precisamente de esas pasiones que luchan en su interior? Ustedes ambicionan, y no obtienen, matan y sienten envidia pero no pueden conseguir nada y entonces combaten y hacen la guerra. No obtienen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para derrocharlo en sus placeres.Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio Cf. 2Ts 2, 14Aleluya, aleluya. Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R. Aleluya.

EvangelioLa lectura del evangelio sobre la realidad del ser humano que no consigue acoger la perspectiva de Dios, nos impulsa a descubrir que siempre tene-mos la posibilidad de ser sencillos y humildes, y así poder aproximarnos al Plan de Dios.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,1-15

R. Gloria a ti, Señor.En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atrave-saron Galilea; no quería que nadie se

enterase, porque iba instruyendo a sus discípu-los. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser en-tregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutían por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más im-portante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y, acer-cando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Profesión de feCreo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su úni-co Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, des-cendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sen-tado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.Plegaria universal

S. Pidamos humildemente que el Padre atienda estas súplicas que presentamos ante él. Así hoy repetimos:

R. ¡Padre, atiende nuestras súplicas!

-Por el Papa Francisco, los obispos y sacerdotes; para que sigan alentando a todos los cristianos, mostrándonos que es el servicio desinteresado, el

camino a seguir. Roguemos al Señor. /R.-Por los responsables de la educación de los niños y jóvenes; para que atiendan a éstos, como si se tratase de Jesús. Roguemos al Señor. /R.-Por las familias; para que poniendo a Cristo en el centro de sus hogares, estén dispuestas al servicio entre ellos y a los demás. Roguemos al Señor. / R.-Por los más necesitados, los que no tienen trabajo; para que tengan siempre el favor de Dios y sepan sobrellevar esta difícil situación y pronto se resuel-va. Roguemos al Señor. /R.-Por todos los que celebramos esta Eucaristía, para que la recepción frecuente del Cuerpo de Cristo nos ayude en nuestra respuesta de servicio cons-tante a Dios. Roguemos al Señor. /R.

(Pueden añadirse peticiones particulares)

Padre, concede a tu pueblo aquello que necesita para seguir el camino que tu Hijo nos propone. Te lo pedimos por él, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

III. LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

Oración sobre las ofrendas Acepta propicio, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que alcance en el sacramento eu-carístico los bienes en que ha creído por la fe. Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión Sal (118), 4-5Tú, Señor, promulgas tus decretos para que se observen exactamente; ojalá esté firme mi camino para cumplir tus consignas.

Oración después de la comunión Que tu auxilio, Señor, nos acompañe siempre a los que alimentas con tus sacramentos, para que por ellos y en nuestra propia vida reciba-mos los frutos de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

LA PALABRA en la semana

XXV Tiempo Ordinario - 1° del salterio

21 L SAN MATEO (F)- Ef 4, 1-7.11-13; Sal (18), 2-5; Mt 9, 9-13

22 M Feria - Esd 6, 7-8. 12b. 14-20; Sal (121), 1-5; Lc 8, 19-2123 M San Pio de Pietrelcina (MO) - Esd 9, 5-9; [Sal]

Tb 13,25. 8; Lc 9. 1-624 J Nuestra Señora de la Merced (ML) - Jdt 15, 8-10;

16, 13-14; [Sal] Lc 1 46-55; Jn 19, 25-27 25 V Feria - Ag 1, 15-2,9; Sal (42), 1-4; Lc 9, 18-2226 S Santos Cosme y Damián (ML) - Za 2, 5-9. 14-15a;

[Sal] Jer 31, 10-12ab. 13; Lc 9, 43b -45

«”¿Estás celoso de mí?” ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor». Las palabras de Moisés que nos transmi-te la narración de la primera lectura nos ayudan a reflexionar sobre la necesaria magnanimidad que hemos de vivir los hombres en relación con Dios. El cristiano tiene que salir del amor propio, de la tentación de querer exclusividades, y ha de hacerse capaz de acoger a otros, de alegrarse siempre con el bien del hermano y, sobre todo, ha de disfrutar cuando otros se integran al plan salvador de Dios aunque sea por caminos diversos a los convencionales.

Dios es libre de actuar como Él ve conveniente; no tiene por qué cumplir nuestros pla-nes. ¡Todo lo contrario! Somos nosotros quienes hemos de acoger sus planes aún si estos escapan a lo ya establecido. La magnanimidad divina contras-ta con la mezquindad humana. Los hombres tenemos tenden-cia a la mezquindad, a querer las cosas en exclusividad, inclu-so los dones de Dios. Josué, ayudante de Moisés, se incomoda porque dos ancianos que no acudie-ron a la cita en la que se comunicaría el espíritu de Moisés profetizaban. En el evangelio es Juan

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

Ciclo B

ACOGER A TODOS

el DOMINGO - Director: P. Luis Neira R. ssp. Coordinación: Milagro Bronttis de Quispe. Con licencia eclesiástica / Marc. reg. Resol. Indecopi N° 006852-1999, Certif. N° 0055702Edita: SAN PABLO, Av. Armendáriz 527 - MIRAFLORES. Lima (Perú) / Telfax: (01) 446 0017 / [email protected] Redacción: Pbro. Antonio Díaz M., igs.; Pbro. Pedro Hidalgo Díaz; Diagramación: Bruno Cárdenas SalazarImprime: Editorial Roel S.A.C. / Para envíos y suscripciones: [email protected] / Telfax: (01) 446 0017

• Los textos litúrgicos corresponden a los aprobados por la Conferencia Episcopal Peruana. / Este subsidio no sustituye el uso de los Libros Litúrgicos.

www.sanpabloperu.com.pe

¿La Biblia puede tener errores?

La Biblia por ser Palabra de Dios no tiene errores, ésta es una afirmación que puede causar mucha confusión cuando una persona se dispone a rea-lizar una lectura atenta de los escritos bíblicos, ya que podemos encontrar muchos errores de orden científico, histórico y natural de lo que conocemos ahora, incluso discrepancias en cuanto a relatar un mismo hecho de manera diferente y aparentemente irreconciliable.

Por ejemplo: ┼ Existen dos relatos de la Creación, en Génesis 1,

Dios crea al varón y mujer por medio de su palabra, después de crear a los animales, en

Génesis 2, Dios crea al hombre a partir de la tierra, después creo a los animales tam-

bién a partir del polvo de la tierra y des-pués a la mujer a partir de la costilla.

┼ Según Gén 7,17, el diluvio habría durado “cuarenta días”, pero

según Gén 7, 24, habrían sido ciento cincuenta días.

┼ De acuerdo a 2 Sam 24, 1s. Dios ordenó a David

hacer un censo en Israel, pero según 1Crónicas 21,

1s., el censo se hizo a instancias de Satanás.

┼ De acuerdo a Mc 2, 26, Abiatar había dado a David los panes consagrados para alimentarse, pero

según 1Sam21, 2ss había sido su hijo

Ajimlek.

INFALIBILIDAD BÍBLICA

Ante este y otros casos uno podría preguntarse, si la Biblia puede equivocarse, y es aquí que debemos tener presente el concepto de inspiración bíblica.

Finalidad Comunitaria de la Inspiración Bíblica

La inspiración bíblica es la acción del Espíritu San-to en el hombre para que este pueda reconocer la presencia e intervención salvadora de Dios en su historia y para poder comunicarla a los demás. Por tanto la inspiración tiene una finalidad comunita-ria. Para poder fortalecer y guiar a su Pueblo, Dios hace uso de las capacidades intelectuales del autor sagrado, así también de su cultura, conocimiento de la época y de su idioma y con estos parámetros, se expresa una verdad de fe, libre de error. Ejemplo: en el relato de la Creación del capítulo 1 y 2, a través de un relato con sabor mítico, se quiere decir al lector lo siguiente:

┼ Que todo el mundo (los cielos y la tierra) pro-cede de Dios;

┼ que el hombre y la mujer fueron creados por Dios para que sean felices y tengan autoridad sobre la Creación.

La verdad que nos interesa en estos relatos, no es la verdad científica de cómo se originó o se formó el mundo y los seres que habitan en ella, si tenemos en cuenta que la infalibilidad bíblica tiene como funda-mento revelarnos una verdad de fe, las discrepancias y errores históricos o científicos que podamos en-contrar en la Biblia, no tendrá una importancia capi-tal para su lectura, todo lo contrario, la lectura de la Biblia debe edificarnos.

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia.

(Cf. 2Tim 3,16)Colaboración: Luis Breña Solano

Equipo Animador SOBICAIN

LA BIBLIA

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