nancy morejón. richard trajo su flauta y otros argumentos. la habana: uneac, 1967
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RICHARD TRAJO SU FLAUTAY OTROS ARGUMENTOS
nlney mOREJOn
AR6UfIlEnTOScuadernos 41>
LOS ARGUMENTOS PARA ESTAR
presente Brígida Noyolaa mi abuela ptlterna
tú eres grano y volcáncuarzo divino anchoque se vuelve manchones en la lluvia
tu pelo largo negronace desde la frente opacay llega hasta la boca
menuda en el espírituvoraz morenaeres cañón carbón descuartizado carnehulla lastimosa de la noche
como la tierra creces tú
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la cenaa mis padres
ha llegado el tío Juan con su sombrero opacosentándose y contando los golpesque el mar y los pesados sacos han propagadopor su cuerpo robusto
yo entro de nuevo a la familiadando las buenas tardesy claveteando sobre cualquier objeto viejo
sigo sin mirar fijamentetomando el animal entre mis manosdistraídapidiendo con urgencia los ojos de mi madrecomo el agua de todos los días
papá llega más tardecon sus brazos oscuros y sus manos callosasenjuagando el sudor en la'camisa simpleque amenaza dulzona con destrozar mis hombrosahí está el padreacurrucado casipara que yo encontrara viday pudiera existir allí donde no estuvome detengo ante la gran puertay piensoen la guerra que podría estallar súbitamentepero veo a un hombre que construye
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otro que pasa cuaderno bajo el brazoy nadienadie podrá con todo esto
ahoravamos todos temblorosos y amablesa la mesanos mirarnos más tardepermanecemos en silencioreconocemos que un intrépido astro
desprendede las servilletas las tazas de los cucharones
del olor a cebollade todo ese mirar atento y triste de mi madreque rompe el pan inaugurando la. noche
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presente Angela Domíngueza mi abuela materna
tú eres un poco más ligeracantas con trovadores y guitarrasen la noche clarísimacIara como tus ojos
pareces enredarte entre pulsas de oroy reconocer un navío de bambúpara llevarte algunos sueños en los brazosy respirar ahora por la paz del sepulcro
eres la dueña de la risaAngela
aquí en mi cuartohas estado todos estos años en un retrato y una flor secamustia para los muertos
que eres la más dulce he soñado
los ojos de eleggua
esta nochejunto a las puertas del caserón rojizohe vuelto a ver los ojos del guerrero
elegguala lengua
roja de sangre como el corazón de los hierroslos pies dorados desigualesla tez de fuego el pecho encabritado y sonriente
acaba de estallar en gritoseleggua salta.
imagina los cantosroza el espacio con un puñal de cobre
quién le consentirási no es la piedrao el coco blanco
quién recogerá los caracoles de sus ojos
ya no sabrá de Olofi si ha perdido el caminoya no sabrá de los rituales
ni de los animales en su honorni de la lanza mágica
ni de los silbidos en la noche
si los ojos de eleggua regresaranvolverían a atravesar el río pujantedonde los dioses se alejaban donde existían los peces
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quién sabrá entonces del cantar de los pájarosel gran eleggua ata mis manosy las abre y ya huyey bajo la yagruma está el secretolas cabezas el sol y lo que silba
como único poder del oscuro camino
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la razón del poema
a estas horas descubro el lecho árido
las sábanas no acostumbran mi cuerpoescribo:
«más tarde aúnla arquitectura japonesalograba un gritopulcro sumario reformista
más tarde aúnun estruendoso gorrióncolmó de rosas
unos ojos oblicuos»estoy soladentro de una vejiga informeoyendo las últimas palabras del profesor:
«esto se ve con claridad?bueno ...continuamos en la próxima clase...~
encuentro que la noche es cada vez más nochecada minuto es el tiempo que consumeque deposita los ademanes diarios:la clase de literatura la guardia el relojla conferencia el cine la zafrala exposición las manos de Fidellos grabados el canturreo pegajosoesta revolución ansiosa
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todo esto encuentromasahora aquíestoy sola
toda la habitación se vuelve tristeza y desamparonadie se dará cuenta si me levanto y corroy doy un golpe entre mis librosy acudo presurosa al papely creo que el pájaro vendrá esta nochea envolverme en su fuegoy doy un golpe entre mis librosporque la noche me hace sentir la soledad mayor
por favor que estoy sola
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CONVERSANDO CON FILIN
réquiem para la mano izquierdapara Marta V(lIJé.
sobre un mapa se pueden trazar todas las líneashorizontales rectas diagonales
desde el meridiano de Greenwich hasta el Golfo de Méxicoque más o menos
pertenece a nuestra idiosincrasia
también hay mapas grandes grandes grandesen la imaginación
e infinitos globos terráqueosmarta
pero hoy sospecho que sobre un mapa pequeñísimomínimo
dibujado en papel de libreta escolarpuede caber toda la historia
toda
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correr bajo los árbolesEugenio Heméndez Bspinos«
jamás te encuentres encima de la piedracuando la noche parezca amenazartey no esperes la noche charlando sobre un techocuando con cierto gesto el viento irrumpe
cuando andes y la noche parezca aparecerpon tus manos calientessobre la frente de quien está a tu ladoy sube el pavimentoda tu sangrecomienza pronto a acelerar el pasodiprosigue entonces elevando los ojos a la nochegritahunde tu pecho entre las nubesvuelve luego a la tierra
corre bajo los árboles
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para escapar heridoa RogeUo Martinez Puré
Sucede que es la noche, compañero.y oshún sola, tan sola-o Mercedes, o Carmen, o Maríabusca, donde la luna brilla;se va a guardar detrás del adoquín del patio,se va a guardar su amor al bosque negro, al vino;sucede, salta entonces un ciervo de sus brazosy sangra sangra entonces el ciervo de la diosa,para escapar herido a donde nadiepara escapar herido, para escapar herido.
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otro nocturnopara CéslIf' Portillo de la Luz
yo te diría que la noche tiene un encanto medievaly que allí dentro
proclamándosehay una morena sensualísima
pero eso ya tú lo has dicho en la canción noche cubana
querido Césarsé que allí donde yo descubro nuevos mundosya tú has mascullado bastantelo suficiente
baste tan sólo hablar de los parques gigantesy recordarlos calientes amarillos
pósate en la cabeza una pluma de Africa
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la bella y el poetaPMa la actriz Teté V.ergara
(cien años más)
ha pasado un auto seco fresco como el capulloel poetamoneda entre las manosse agita como los remolinos y los siglosofreceanda despierto irracionalvierte una música en los bancos:
Komachila dulzura del roce
hace crecer tu guante de limón
el poeta te relata historias y leyendasabre la boca melancólico para entrar en el mundo
tras una representación de la pieza teatral japonesa «La bella y el poeta»de Yukio Mishima
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adiós felicidadpara Ela O'Par,ill
sí Elala felicidad pasa como los bueyesla felicidad se va como los bueyesse le tropieza a ratos en la calley quien chupa su cabeza o su misterioestá seguro de que busca la muertey que la encuentra
y un díaun solo día-sólo bastará un díapasará solitaria mugrientadando el perfilquerida Elasin descender siquierasin volverse
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Richard trajo su flauta
1sin el menor ruido
con las venas del cognac y el danzón de Romeuse apoderaba abuelo Egües de un sillón patidifuso y tieso
«ya no queda ningún músico de mi generaciónen Placetassobre todo la bandauna retreta mala como cará»
estamos todos juntos pero no llega el esperadoy llueve mucho fuera de la casa
cada noche reaparecenlos relatos de Juan Gua/berto en la nación antiguacomo el aliento de los árboles
mientras revolvíamos los discos
«1a batería es lo que lleva el suins
truena y lluevey llueve para ahogarnos a todos con nuestros respectivos
[catorce o quince años
ahí la muerte y luego ¿dónde estaremos todos?
miramos por la ventana frente a la estrecha callede la iglesia de San Nicolás(nunca nos gustaron los curas)es la hora de comida y picamos el pany tomamos cerveza
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II
el piano está en la sala
la oportunidad del piano en la sala
bastaba para que distinguiéramos
todo lo demás
toda la sala no es grande sólo el lugar del piano
«qué te parece si oímos un poco de música?»
allí acudimos todos sin excepción
las buenas tardes o las buenas nochesembargan el pensamientoestamos juntos todos ¿qué más?
juntos únicamenteaunque el cuerpo irritado de abuelo Egües
sus espejuelosquieran aco1charnos y enseñarnostodos los golpes de la flauta
además del solfeo
y buena sangre por supuesto hace falta
para entender las notas musicales
y sin saber por qué
la lejanía y la atención de uno o varios de nosotros
se hacen patentes a esta hora
a este instante de sonido y disciplina secular
el piano está en la sala
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(es lunes y algunos de nosotros ha .encendido su velagran vela semanal para elegguano hay nada que decir
sólo tomar una botella de ron al lado de la puerta)
todos virtuosos y de buenas costumbreslas niñas con las manos cruzadaslos niños practicando solfeorefunfuñando del violín pegajoso y alcohólico
la pequeñez de todos nuestros actos se resumíaen saber si reconocíamos fácilmente un cuadro de Picassosi los latinos si los negros vivían mejor en Nueva York
habíamos comprado por encargo del primo mayora Count Basie Duke Ellington y el trío Nat Coley era posible obtener para diciembreel concierta para flauta de Mozarten toda la maravilla de la sala descansa el piano
una serpiente se levanta ahora al caer la noche
es el momento
la aparición de los relatos
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III
el día que las dos viejas disecaron dos pájarosen algún sitio de un museo
regresamos vacíos deseosos de escuchar la música del siglola felicidad consistía en todo aquel placer de escuchar
sometidos a la hegemonía de una magia
para mí era primera vezprimera vezprimera que reconocía un clarinete tan feroz
tan ahumadocaliente
gracias a abuelo Egües aquella era la llegada de una erapara nosotros la infancia revivida
comenzada tan sólo
sólo aquel clarinete como un puente
(y la mirada cobriza de Gladys con unas cuantas libras más)
teníamos necesidad de escuchar cada soploel trae de la aguja embadurnada de viejo polvo
Mozart y Europa reían muy lejospero también nosotros bailábamos desesperadamenteal escuchar un timbal un bajo una trompeta. un güiro una flautareunidos en campañao al escuchar los golpes de los parches nacidos del mismísimo
[fuegoera la primera vez la gran primera vezy todo el silencio se reducía a escuchar
a escuchar
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IV
estamos todos juntos
suena la música
felicidades Gladys
Gladys
pero Gladys no baila
no
v
pronto hablábamos todos al unísono
«-los zapatos más lindos son los míos querida»
los ojos zarandeaban la mesa y el cuadro del cisne blanco
sentíamos el peso de la tarde
a veces había ganas de gastarlo todoposible o imposible
en fin papá sabria
ganábamos el apoyo de abuelo Egüescon sólo dejarle esclarecer la casay que nos contara la época de los años mozos
acabábamos luego metiéndonos en la cocinatratando de dominar la casa desde allíy después regresar a los libroscuánto deseo de devorar los diccionariosy en mirarnos cara a carapara saber más tarde que iríamos unos
a la vidaotros a la viva muerte
a la locura y otros:l desencajarse al lado de un garand o un máuser
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VI
si mirábamos nuestra piel volteábamos la vistahacia el televisor
allí habría al menos diversión gratuitasi mirábamos nuestros dientes comenzábamos a reír
[como locoshiriéndonos de a porque sí
si abuelo Egües destornillaba un aroo se quejaba de inigualable artritis
entonábamos el himno a la eleganciaahogándonos en gestos tratando de no escuchar la reprimenda
si llegábamos dementes a la clase de francés con Zaira--un poco tarde-
allá iba la negrona lavandera a denunciarnospúblicamente:
(la educación de la Niña tiene que estar primero que su propia[cabeza)
si hablábamos de los ojos de Jorgealguien soñaba también alIado nuestro
y discernía: «es hijo del doctor Milián»
si nos miraban otros vecinosnegros como nosotros casualmente
entonces«no lray por qué preocuparse son así en estos casos»
yen fintodo aquel devenir aquella sala todo el piano
se nos vienen encima
como el que extraña a un familiar ajeno y muerto
VII
el sol caía en el parque atiborrado de fiñesmuchos velocípedosyo acompañaba a Gladys a dar el paseo
de todas las tardesmuchísimo ruidoy me preguntaba entonces cómo eran mis padressi volaban de nochesi se les abría un hueco en la garganta al nombrarme
el calor sofocaba la tardeGladys y yo como de costumbresolicitábamos el cinesalir a comprar numerosos inmensos vestidos
para darlos al cielo
«hay que ser elegantes»
regresamos a casa
VIII
los orishas nunca se hicieron eco de nuestras vocessabíamos que rondaban la casa
y que amedentraban como güijes toda la maldición
alguien estaba o residíasoberanamen te
un simple palo o bejuco era su atmósferasoplar por él con toda la fuerza de un negro enamorado
los orishas oscilaban tranquilos alrededor de los dedoslos dedos de la mano derecha disminuían el ritmo
lentamenteel esperado trae su flauta
todos pedíamos su presencia alrededor de la mesa caobael oro del hogar se derrumbó sobre sus hombros
misteriosamen temaravilloso estar entre nosotros Richard
con esa flauta sola
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LOS ARGUMENTOS DE ESTE MUNDO
amor, ciudad atribuidaal lector, compañero
a'1ui vuelvo a decir: el corazón de la ciudad no ha muerto todaviano ha de morir jamás para nosotros
ay sueño, han vuelto las mamparasy los cabellos de los carpinteros revoloteando en la mañanaamigándose ahora con todo lo que dejo a mi paso
ahora mi corazón se hospeda en la ciudad y su aventura
la poesía viene sola con todo lo que dejo a mi paso: flor o demonio,la poesía viene sola como un pájaro
(le doy un árbol rojo)y se posa muy fiera sobre mi cabeza, y come mi esclerótica;pero ahora no es el alba tan sólo, no es tan sólo el cantar de los
[pájarosno es sólo la ciudad
aquí diré las olas de la costa y la Revoluciónaquí la poesía llega con una lanza hermosa para sangrarme el pecho
quién soy
quién oye el sueño de mi boca malditapara quién hablo, qué oído dirá si a mis palabrasla boca del poeta está llena de hormigas cada vez que amanece
quién soy
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el guerrillero, la loca que deambula, la medusa, la flauta china,el sillón cálido, las algas, el cañón guarda costa, la angustia,la sangre de los mártires, el óvulo de oshún sobre esta tierra
quién soy
que voy de nuevo entre las calles, entre orishas,entre el calor oscuro y corpulento,entre los colegiales que declaman Martí,entre los automóviles, entre los nichos, entre mamparas,entre la Plaza del pueblo, entre los negros, entre cantones,entre los parques, entre la ciudad vieja, entre el viejo viejo Cerro,entre mi Catedral, entre mi puerto
aquí vuelvo a decir: amor, ciudad atribuida
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el loto y el café
en la misma ciudad, cuando la noche va a caer,aparecen dos esclavas muy viejas, apertrechadasen la volanta de su ama, con loto del Orientey café de Santiago. Las dos esclavas estánen el vehículo, y sin embargo necesitan el sol,necesitan el alba. Una, va a descender de la volantaporque quiere mirar a las estrellas.La segunda, prefiere caminar hasta llegar a la plaza más vieja
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puerto de La Habana
albañiles carretoneros improvisados pescadorescaminan bajo el sol
junto a toda la costa de La Habanael mar insólito y azul ya queda sobre el muro
desnudoel pequeño Gabriel estruja un mango
a 10 lejosun bebedor de ron se aniquila a si mismocon un puñal de espera
a 10 lejosuna lancha se encamina a cortarel ombligo del cielo
allá siguen los hombres caminando rojizostrayendo la carga de chapapote negro
en las.espaldasmientras el mar insólito y azul
Sergio ChapJe
la dama de los perros#tlZtI tl8 111 cII18J,.¡J, 31 tlú 64
bajo la triste lunala dama de los perros aparecía silente misteriosa presa de amor
-la frente exhausta-atravesaba el chorro de fantasmas inmersoslos ojos harapientos torcida la mandíbularesucitando escombros y ruinosas murallas amparando
tiritando los dientes agresivosla jaurra tenebrosa pasaba a los portalesaletargándose apareciendo tras muy débil lechuza
hubo la misa de columnas aguademar dientedernar caballoférreo
hubo la rigurosa miel volcándose entre células
enlutada fallida taciturna de gestos lívidala dama de los perros
joroba su dolor con perros santos ávidos como garfiosencausa su dolor en negros maquiavélicos
sin alientose adentra ante la plaza desde los chatos caseronesse quiebra como si pájaro hallara ojo de fuego
(y los algunos viejos, viejos como la fuente, como un írbol,vamos perdiendo la mirada detrás de los ceremoniales
detrás de los hocicosdetrás de cada hueso muerto)
4)
bajo la. triste luna la misma hora no sólosino la hora implacable de los ritos convulsos
el lugar sabe a vaho lácteo que dormitase ebriola naranja se aquieta entre los dedos de la dama azulosa
sus perros han perdido la holganza de los cuerposcuecen sus patas sobre el húmedo suelo adoquinado
cargando con la masa del marbrisa de muerte osol oyemayá dientedemar caballoscuro
de la calle es oscura la nochey triste
la dama de los perros entraba en la jauríahumedecía las horas y los templos y el músculo y las grasas calderas
la dama de los perros está de manos fríasarroja cabezas late desamarra los vientosbaja los pórticos acude y adormece relata panesarrodilla migajas exhala conchas rompealza dientes y manos ahuyenta un nervio
la noche oculta rostros y mamparas y gallos y cadenas balcón[oscuro y noche
todo vuelvea su sitio perdido: los ojos de los perros
las corazas de los altos pirataslos ojos pétreos de los antiguos coches
la dama de los perrosse guarda en una torre amigadonde quizás gran conde anidó lanzas aguademar cantones
donde quizás juntó cadáveresla. sinuosa madera de los pechos esclavos
bajo la triste lunaojos desiertos plaza pórticos anchos y angulosos
la noche está como piedra hurañísima(ela dama de los perros aparecía presa de amor silente
[misteriosa»)tal vez hora de nupcias tal vez baldosas frías
(da naranja se aquieta entre los dedos de la dama azulosas)
o luz de iglesia trémula o luz de plaza trémula bajo la triste luna
4S
El parque VillalóntlG"ardo Pul18th
(ves durante un largo día la estaciónel gran árbol mortal agigantándose en mis ojos?
(miras acaso la majestuosa hojuela que se dadespedazada enrojecida inerte frágil?
viviste a un lado de los árbolesdespués que el tiempo deshojaba estas plantashiciste el círculo preciso con una red y un álamo quebradodonde yo aletargaba las heridas y daba lo presente
(guardas el viejo y noble leño para anudar tus hombros?(ciñes el ave?
abriste el pecho solitario como si tallo algunocruzara bruscamente ante sítuviste presto el óbito de la esperanza y entre tus manosálzase la corteza del árbol
ando callada pegada a las rodillasdensa como una tierra oscurasin colina y sin sombracon el torso chirriante creciéndome como un fetichecon la desarraigada edad de los sepulcros
esclava de las aguascon una furiosa consistencia
46
consistencia de esclavos consistencia de llantoesclava de las aguas en un canal desiertoy sujetando el aire y la mañana y todo el pulso
¿ves durante un largo día la estación el gran árbol mortal?¿viviste a un lado de los árbolesdespués que el tiempo muerto deshojaba estas plantas?
ves la presencia del dolor como abrilases el pan de vida algunay abrazas la corteza del árbolhay una criatura que remuerde tus labiosy desoye el pálido metal en el que reinas
no digo másmorir es una forma de hacer correr la humedad de la tierr:t
aliento para los desveladosa Luis Brene», Claudío,Isabel Cencio, P,ómela
lo poco que recuerdo de mi infanciase lo llevan los ruidos de la noche;y no sólo mi infancia que recuerdo tan poco,sino la casa sola, el llanto, todo lo que se perdía;mi vida va quedando fuera de mi cerebro, fuera de todo alcance:los amigos van sabiendo de mí porque estoy viva,y por todas mis señas:piel negra, ojos y pestañas que crecen irremediablemente,torso indomable, cabeza en nubes, risa o sonrisa, lengua de víbora,güije en silencio, temblor en manos, pies andando La Habana,risa y sonrisa, amor a la sagrada historia;
los amigos van sabiendo de mí por todo aquelloy porque abro mi frente sobre los desveladoslo poco que recuerdo se lo llevan los ruidos de la noche,los ruidos de la tumba, las escaleras por donde hemos rodadocasi sin darnos cuentaviendo que a nuestros pies se daba un circohuma.no, vctorioso
ya no recuerdo nada. todo se borra como un agua, ya no recuerdo[apenas
Isabel grita la tierra está azulosaella desatará la lluvia respiro juntoa Claudia que tritura sus dedos la culebraachata sus colmillos el aeroplanocae Frómeta espera el sol agosto es rojo
rojo por dentro Claudiosuspira como un niño,de Luis no digo nada no sé decir se me va. de las manos, Claudioríe Cuba sí il y a trop de bruit según cantó Ferrat
Isabel sopla Claudio ríe nadamos en un mar de sargazossueño Isabel es atontada por el fuego Frómeta huele a. trópico
nosotros, sí,enardecidos alguna vez por el frío de la esperao de la. soledad,somos enardecidos una noche por la música de la victoria,somos enardecidos por toda. la alegría,por la fuerza del cielo y su hermosura
quedamos siempre siempre
aullando para el gallito de las seis
parque central, alguna gente3:00 p.m.
el que atraviesa un parque en La Habana grande y florecientecon mucha luz blanca mucha luz blancaque hubiera enloquecido el girasol de aquel Van Goghcon luz blanca que llena los ojos de los chinos
de los chinos fotógrafos
el que atraviesa un parque y no comprende esa luz blancaque se repite casi
el que no entiende de esas horasda todos los rodeos innecesarios y todas las vueltasalrededor del parque central de La Habanael que atraviesa un parque con árboles sagradosel que pasa con los ojos abiertos y cerradosamando el golpe de la Revolución en los ojosel golpe que se Ileva en los ojos y en la cinturael que se sostiene de esa luz puede que sepa de la noche y el vino
porque en los parques y en este que es central el de La Habanalos viejos se sientan en un banco encienden un tabaco se miran y
[conversan[de la Revolución y de Fidel
los viejos que ahora permanecen en un banco y tomanel sol y toman el sol y toman el solpara nadie es secretoallá van dos hombres y una cartera vieja destartaladauna mano regordeta un grito con un sombrero grisJos viejos que se ven al lado de una estatua
JO
del apóstol Martí en 1966 en diciembre de 1966 acabándose el año[y esperando
eel aniversario de la libertad y rindiendo homenaje a los mártires»sía todos los hombres que murieron del pueblo y su sangrepara tomar el sol de la tarde en La Habana Cuba territorio libre
[de América
el que atraviesa en esa forma el parque este mundo la vejiga de[la Revolución
tiene que suspirary andar despacio y respirary andar ligero y suspirar y respirar y andar despacioy dar toda la vida
rabiosamentecompañeros
LOS ARGUMENTOS DEL AMOR
adonde iremos, viaje
Vamos a guardar este díaentre las horas, para siempre.
J. SABINES
adonde iremos será al fin de esta tierray al final de este díaestaremos pacientes sabiendo ya el realismo
buscando celosías por donde enloquecer y nada másse ve opaca la noche y brilla
hagamos luego entonces un recuento de amorinvitemos al nombreinvitemos la oscuridad donde ha nacido el tiempoy que nos acompaña como un trono
adonde iremos luego habrá un destierro
será junto al olor de paja seca y lanchonesjunto al mar
adonde iremos viaje
caminamos en silencio dándonos la nocheun pequeño bote nos llega exactamentey subimos precisos ondeados tumultuosos de ron
esperandopasa la noche y pasa sobre el mary nos miramos lentamente guardándonos el-agua de una paila
dijo el poeta que relatar historias una historia de amores convertirse en muchas hojas en la página blanca
en otra historiadijo el poeta que un poema un poema de amor
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-que escribir un poema de amores convertirse en hombre misterioso
y durar muchomucho sobre la rueda y la vegetación y esta bahía
vamos a quedarnos ahora quietos amor
mirando el mar juntando las clavículasa través de esta ventana rota de bote pescador
y vamos a estar para nosotros igualmentesellando el verano y los árboleso sujetando la máscara del búfalo
anda amorvamos a continuar la marchavamos a atravesar este pueblo de Regla.dejando atrás las huellasvamos a andar todo despacio
vamos a seguir a aquel negroviejo por cierto-el sombrero le es mucho para ajustarlo entre los dedos-que lleva un tambor lapidario creyéndose el dueño de toda la magiaese viejo tranquilo y adiposo se arropa y convulsionaviene hasta aquí para encontrarse con el rostro del mar
como nosotros
aquel negro pastor tan viejo y encorvadocarga un mundo de plumasy supura cenizas para oyá y enciende velas a la sagrada nochemira cómo se agita contra la espuma oscura
f8
hunde sus ojos frente al marcrece como el tambor cercanoimplora lluvias que muestren luego el solse ha hecho la boca trizas para entregarse a la ciudad
como nosotros
ese olor brujo vegetal a bahía hundidaa borde de los labiospermanece en secreto junto a ambos
este otro y negro y mismo viejonos cabe en una palma para alzarse
[valientey festejar las anclas
para después reír con nuestra frente
ahora que estás cerca de mí cerca de mi respiraciónestá primero el mar la sudorosa seiba
y este viejo suntuoso con su hermoso bailar y su palabra
ruegadecide entrar a nuestro mundo por una puerta tácita
dando saltosmiradashaciendo gestosde historietas
contemplando desde este lado la ciudad poderosael suculento amanecerla tierra nuevamente
ahora que estás cerca de mi costillapienso que tu bondad no es rito o fuego ni regaloahora que estás cerca de mícreo que tus ojos fueron el alma de un gran cuervo
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allá donde el viejo se aquieta y se detienenace el viento más frío
ese pastor y caballero negro canta como la noche mismapara que cada uno se enlace con el vientopara que todos oigan la fuerza de los músculospara que alguien renazca como tú y domine la azul e inmensa rueda
paso por este árbol te preguntoluego tú escondes la camisa de lienzo y hurgas en la noche
anda y junta el amor la muerte la batallalos jagüeyes la arena el hierro el mar
levanta el torso el marhaz que te asombras
que te sumerjes en mis manoshaz tuyo el margen del abismo
vamos a parecernos mutuamentea recoger toda esta larga noche negra en nuestro amorentre las horaseste dia
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elpoema ridículo
Ah! les poumons brélent; les tempesgrondent! la nuit roule dans mes yeux,par ce soleil! le coeur...les membres...
Daría desde este sitio la más hermosa fraseen la mañana más calurosa de un infierno;
por tu estancia, daría todos los lugares comunes:«los milagrosa, «la rosa».Daría, por esta noche hambrienta, un sol hecho pedazos.
Ahogaría un caballo con tus ojos,tan partidarios del engaño;regresaría del mar, inusitada como la sombra de tu sombra;haría un noche inútil de tus labios;si amanecieras, daría desde este sitio
el más frágil tesoro,amaría los sentidos, tus sienes,la sombra de la uerta reciente.
Si amanecieras,estaría el mar calmo como tu sombra misma,calmo entonces,-poeta errante que te apresa los dedos
y bendice
Se esclarecen las llamas en el mar.Ya no hay ruidos; lo más puro ha quedadocomo una sangre dándose.Hasta que surja nuevamente el sol.Para que no estés, para que no existas, para que no estés.Daría la lágrima, la locura maldita.Daría por este aire de ti,mis manos arrobadas y negras:
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Pero apareces; eres la cueva, los presagios, el ósculo,el auge de las aves, los quicios, la migaja,el afán, la materia desesperada;el toro, la garra que vomita el poema,la virulenta piedra, el bueno viento.
No quedan trazos, no saben las palabras el atuendo.
Vuelvo al mar, vuelvo al mar, despedazándomecon la furia del viento.Asfixio.Entro en la vida halándome las frentes; entro quemada, obvia.Carroña que vacila y no se extiende ante ningún convenio.Soberbia abierta que respira dentro de las entrañas.
Bestia, daría la vida por tus sienes.
(¿Qué es una rosa, la rosa de los labios?-:
«es la felicidad·la felicidad a dos tiemposla felicidad entre dosla felicidad simplementes-s
La pequeña felicidad de los pantanos?)
Oh sueño
por qué no hay ser alguno que se acerque y te encierrecomo una cárcel muerta;oh sueño, no hay alma que acierte cuando ama.
Erramos todos hacia el mar,se ama confusamente, se ama tremenda y lentamente como
El amor no comprende. Nacerá en cada gesto, en cada subterfugio!y basta de agonías.y basta.
Hay tanta podredumbre entre clavículas y garfios.La miseria es un grito.El amor no es delicia, ni salmo, ni barajas ...el amor...es un bello tratado para la unión de los hierros, o los hara-
[pos o los vivos.Daría el sol por un rugido de tus labios, por una larga. noche.¿Qué harías en ella?¿desfallecer, huir, conceder?En esa larga noche, no encontraría tu rostro,el sol no erigiría su habitual monumento.Tu voz hecha cadáver en un ambiguo laberinto.
Caes, desiertamente, desde un mísero estanque,pero ese ruido extraño tú lo atraes y lo alejas,ese aliento inclemente que retrocede, tú lo empujas;ese estar y rendirse y romper con las fuerzas
Elevaría yo entoncesla tierra con un pulmón de golpe, insaciable,elevaría la tierra con una cólera deforme y escondidaviolenta como en las razas .más austeras
Demonio de las lluviashazme saber que el odor del estiércolpertenece de nuevo a la hermosura,
y tú,
hazme reconocer lo que he sabido desde que protegí el vientre de mi[madre;
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alli estuve, alli sujeté mis cartílagoscomo puedo morir en este instante,como podría acariciar tus hombros, tu garganta,como podría descubrir nuevas fuerzassumergiendo tus sienes en el vino sagrado
por los siglos de Jos siglos, amén.
66
cuento la despedida
1
cuánto tiempo durará esta memoria y esta frase cualquiera:«no te VO)' a ver más»cuánto todo si hallamos la necesidad de recluirnosen un vaso de agua en el corcho de un tren
paralelo a este mundoeste orden de hacernos separares aún grandesin poder renunciar al esqueleto éste en que vivimos
eleggua ha venido de lejos como un niño de Atochatomando un mapa viejo y colocándolo frente atus ajos y los míos para señalarnos el caminola sal de nuestro amor las cabezas de bronce(todo el almíbar para la cabeza primogénita)allí está de nuevo abriéndose paso entre las callesla calle Obispo o la Peñacomo si mirara las ventanas amargamentepreguntándoseahora que me dices otra la despedida
el día ruge para estar en la algarabía de los sueñospero tú y yo(todavía encuentro los papeles amarilloscon los ojos rojos de peluche chirriando)pero tú y yo nos miramos ahoray vemos claramenteel no estar vemos tan sólo a e1eggua
67
en todo el garabatopronunciéndose por nuestra despedida
ponga ahora eleggua usted su nariz y su cacapara proteger este amor
«na te voy ti ver más» repites~toma
responde-no tengo frío-el café negro está
ponemos a eleggua sobre el trágico rincón de la puertaque es como un plato azul:«traigo todo el augurio y el poder»
nos dijomaldiciendo también sobre nosotrosporque después irremediablespareceremos saltimbanquis Marcosllenos de caracoles y agujeros
ya sin amor
te recuerdo penetrantecon un racimo de escamas en la frente
para alejarme(eleggua es una broma que nos juegas
una mala pasada)y el viajero que pasa trayendo ajenjote recuerdo a la hora de los cangrejosa la hora de los cocodriloscuando despierto:
-tengo ganas de verte-no tú no me pueáes ver todos los áías-te extraño
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JI
el chubasco hizo la tardanzatú trajiste la mirada en un armario y en unos librosdiste al fin con la Plazacon el Castillo de la Fuerzaaquella agua molestaba con una enormidad aplastantetodo casi parecía detenerse en un espasmo
sin embargofijé los ojos sobre uno de los libros un clásico españolclaro siempre los clásicos aparecen en momentos semejantes
Boscánhabía versos así:
«viéneme' a la memoriadonde la vi primero»
la cadencia del ritmo en Boscán me estrujaba era un descubrimientoen 1965
te mostré:«y náceme tal gloria»
hablaste luego mucho
Van Gogh quedó para primer sujeto de la conversaciony más tarde prohibiste la retórica rancia que me inundaba
ahora presiento que amarnos era cuestión de orishasno para seres de muerte negra como tú y como yote mencionaba a eleggua hace un momento Marcospara que nos reúna nuevamente;3 pesar de que somos entes de carcajada
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II
INFORME DE VIVIENTE
Goya y Velázquezti Reina/do
1
Goya y Velázquezfueron a la playaGoya se ahogó
¿quién quedó?
II
Coño y Carajofueron a la playaCoño se ahogó
¿quién quedó?
III
Goya y Carajofueron a la playaVelázquez se ahogó
¿quién coño quedó?
los aqueos
ti Mirta Aguirre
relata el asombrado y magnammo Calcas:«marchaban los aqueos
la cicuta a su ladoseguían la línea de los diosesenvolvían incienso y tripas de Patroclo
entre los velosy los cráteres del mar azul»
Tersites Hermes Afrodita
«marchaban los aqueos»-prosigue el asombrado anciano Calcas«y junto a la cicutajunto a la lira esplendorosael poeta loco la parrael pez de oro los laureles»
trajeron el mundo de las trabas
alguien nacía a los pies de T ebaspara llegar posteriormente a
Américaa este otro mundo
«pasen señores pasena esta última fase del hemisferioaquí estamos
76
con la gangrena con la lanzay una túnica de pútridas manzanaspasen señores pasen»
después conquistaron el Hades los aqueoslos romanos agonizaron en Dios CristoEspaña grabó su nombre en nuestras tierras
por ahoranosotros nos cagamos en Dios
77
78
en Cuba junio 1966
todos junto al fuegoresolviendo la hora de la muerte
esperandomiramos a la luna
y aguardamos el primer disparo
freedom nowa 14 IlJ&ha dtl los 1JtIgros tm E.U., td S.N.e.C.
en el sur de los Estados Unidosse fabrican ferrocarriles ganchos lámparasganchos pintura de uña para señoritascremas y helados de chocolatetinte plateado autos edificios de propiedad horizontal
televisores escuelas democráticas
se celebra Halloween en Estados Unidoshay también Alabama Mississippi
Texasla gran Texas rubita y pedigüeña
Birmingham VirginiaNew Orléans-gargajo de los Luises con Mardi Gras y todo
es decir
ciudades misteriosas llenas de gente
que lincha negros y pisa cucarachas
cualquier vaca sureña exclamaría orgullosa:
«en estos tiempos de coca-colafuerza nuclear y conferencias internacionalesvale mucho más mi lecheque el semen de un estudiante negro»
79
80
últimas noticias
no caiga otra bomba sobre suelo vietnamitapara continuar creyendo en el Partenónen el océano Atlánticoy en el pensador de Rodin
astronomía
¿acaso la mano del hombre ha mirado el planeta?¿acaso Marte se desnuda porque no tiene aire?¿acaso los cometas desplazan una música rara?¿acaso en la vía láctea se necesitan células de muertos?
compañeros, el poeta cita textualmente a Gagarin:
la tierra es toda azul
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íNDICE
Los ARGUMENTOS PARA ESTAR
Presente Brígida NoyolaLa cena .Presente Ángela DomínguezLos ojos de ElegguaLa razón del poema
CONVERSANDO CON FILIN
Réquiem para la mano izquierdaCorrer bajo los árbolesPara escapar herido ..Otro nocturno .La bella y el poetaAdiós felicidad . . . . . .Richard trajo su flauta
Los ARGUMENTOS DE ESTE MUNDO
Amor, ciudad atribuida .El loto y el café ., .Puerto de La Habana .La dama de los perros ..El parque Villalón .Aliento para los desvelados .Parque Central, alguna gente .
PÁG.
1112141517
21.
22232425
2627
39
414243464850
Los ARGUMENTOS DEL AMOR
Adonde iremos, viaje .El poema ridículo ." .Cuento la despedida
Il
INFORME DE VIVIENTE
Gaya y VelázquezLos aqueos .....En Cuba junio 1966Freedom now ....Últimas noticiasAstronomía
PÁG.
556167
75
76
78798081
Impreso en laUNIDAD PRODUCTORA 08Benjumeda 407.Instituto del Libro29 de diciembre de 1967La Habana, Cuba.Edición de 2,'00 ejemplares.
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