meditación domingo de ramos

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Meditación Domingo de

Ramos

¡Exulta sin freno, hija de Sión,

grita de alegría, hija de Jerusalén! He aquí que viene

a ti tu rey: justo él y victorioso,

humilde y montado en un asno, en un pollino,

cría de asna.Zacarías 9, 9 

Jesús: escoge para su Nacimiento

un pesebre, util iza como almohada una

piedra y para su ingreso a

Jerusalén entra montado en un animal de carga. ¡Cuánto ejemplo de

humildad, el ver al Señor de Señores, al Dios de Cielos y Tierra, montado en una burra!

Así nos quiere demostrar que lo que realmente importa:

es la riqueza de nuestro interior, y no las riquezas materiales.   

La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por

el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino.

Y la gente que iba delante y detrás de él

gritaba: «¡Hosanna al Hijo de

David! ¡Bendito el que viene en nombre del

Señor! ¡Hosanna en las alturas!»

   Mt.21, 8-9

entregado y apresado, golpeado, humillado,

flagelado, burlado,

A los pocos días de tan hermoso recibimiento,

fue traicionado por su amigo (Judas),

Aquel Rey entra sin vestidos, y es

presentado ante todos vestido de

Sangre

Y los que antes dijeron: “Hosanna al hijo de David”;

Ahora dicen:“Crucifíquenlo”.

Fue entregado y condenado a muerte a los 33 años,  tuvo una muerte que se acostumbraba

dar a los peores criminales porque no todos los criminales crucificados eran clavados, 

cada clavo medía aproximadamente de 15 a 20 cm:  dos clavos en sus manos y un clavo en los pies,  

que esfuerzo tuvo que hacer al estar en esa Posición,  su cuerpo tendía a apoyarse en el clavo de sus pies, 

aguantó esto por mas o menos tres horas Todo lo padeció para que nuestras almas sean salvadas.

Y TODO LO DICHO POR JESÚS Y LOS PROFETAS SE

CUMPLIÓ:

En el Antiguo Testamento en Isaías 52, 13 – 15, se

lee: 

He aquí que prosperará mi Siervo, será enaltecido, levantado y ensalzado

sobremanera. Así como se asombraron

de él muchos - pues tan desfigurado tenía el

aspecto que no parecía hombre, ni su apariencia

era humana -

otro tanto se admirarán muchas naciones;

ante él cerrarán los reyes la boca, pues lo que nunca se les contó

verán, y lo que nunca oyeron reconocerán.

En Isaías 53, 3 – 5,  se lee: 

3 Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y

sabedor de dolencias, como uno ante quien

se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta.

4 ¡Y con todo eran nuestras dolencias las

que él l levaba y nuestros dolores los

que soportaba! Nosotros le tuvimos

por azotado, herido de Dios y

humillado.

5 El ha sido herido por nuestras rebeldías,

molido por nuestras culpas.

El soportó el castigo que nos trae la paz,

y con sus cardenales hemos sido curados.

  En Isaías 53, 7 – 8, 

 7 Fue oprimido, y él se humilló y no abrió la boca.

Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan está muda, tampoco él abrió la

boca. 8 Tras arresto y juicio fue arrebatado, y de sus

contemporáneos, ¿quién se preocupa? Fue arrancado de la tierra de los vivos;

por las rebeldías de su pueblo ha sido herido;

En Juan 12, 24 se lee: 24 En verdad, en verdad

os digo: si el grano de trigo no cae

en tierra y muere, queda él solo; pero si

muere, da mucho fruto.

En Juan 2, 19 se lee:19 Jesús les respondió: «Destruid este Santuario

y en tres días lo levantaré.»

En Juan 12, 28 se lee: 28 Les dijo, pues, Jesús:

“Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre,

entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia

cuenta; sino que, lo que el Padre me ha

enseñado, eso es lo que hablo”.

Salmos, 22

1 Del maestro de coro. Sobre «la cierva de la aurora».

Salmo. De David. 2 Dios mío, Dios mío,

¿por qué me has abandonado? ¡lejos de mi salvación la voz de mis

rugidos! 3 Dios mío, de día clamo, y no

respondes, también de noche, no hay si lencio para

mí. 4 ¡Mas tú eres el Santo, que moras en las

laudes de Israel! 5 En ti esperaron nuestros padres,

esperaron y tú los l iberaste;

6 a ti clamaron, y salieron salvos, en ti esperaron, y nunca quedaron

confundidos. 7 Y yo, gusano, que no hombre,

vergüenza del vulgo, asco del pueblo,

8 todos los que me ven de mí se mofan, tuercen los labios, menean la

cabeza: 9 «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le

l ibre, que le salve, puesto que le ama!»

10 Sí, tú del vientre me sacaste, me diste confianza a los pechos de mi

madre;

11 a ti fui entregado cuando salí del seno, desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios.

12 ¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca, no hay para mí socorro!

13 Novillos innumerables me rodean, acósame los toros de Basán; 14 ávidos abren contra mí sus fauces; leones que desgarran y rugen.

15 Como el agua me derramo, todos mis huesos se dislocan, mi corazón se vuelve como cera, se me derrite entre mis entrañas.

16 Está seco mi paladar como una teja y mi lengua pegada a mi garganta; tú me sumes en el

polvo de la muerte. 17 Perros innumerables me

rodean, una banda de malvados me acorrala como para prender

mis manos y mis pies. 18 Puedo contar todos mis huesos;

ellos me observan y me miran,

19 reparten entre sí mis vestiduras y se sortean mi túnica.

20 ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos, corre en mi ayuda, oh

fuerza mía,

21 l ibra mi alma de la espada, mi persona de las garras de los

perros; 22 sálvame de las fauces del león, y mi pobre ser de los cuernos de

los búfalos! 23 ¡Anunciaré tu nombre a mis

hermanos, en medio de la asamblea te alabaré!:

24 «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza, raza toda de Jacob,

glorificadle, temedle, raza toda de Israel».

25 Porque no ha despreciado ni ha desdeñado la miseria del mísero;

no le ocultó su rostro, mas cuando le invocaba le escuchó.

26 De ti viene mi alabanza en la gran asamblea, mis votos cumpliré ante los que le

temen. 27 Los pobres comerán, quedarán

hartos, los que buscan a Yahveh le alabarán: «¡Viva por

siempre vuestro corazón!» 28 Le recordarán y volverán a

Yahveh todos los confines de la tierra, ante él se postrarán

todas las familias de las gentes.

29 Que es de Yahveh el imperio, del señor de las naciones.

30 Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra, ante él se doblarán

cuantos bajan al polvo. Y para aquél que ya no viva,

31 le servirá su descendencia: ella hablará del Señor a la edad

32 venidera, contará su justicia al pueblo por nacer: Esto hizo

él.

Mi Señor, quiero estar contigo

todo el tiempo, quiero ser como San

Juan que estuvo contigo hasta el

final, no quiero negarte

como lo hizo San Pedro,

no quiero rechazarte como todos los que

pidieron tu crucifixión,

no quiero herir tu Corazón con mis malos sentimientos,

no quiero herir tu cabeza con mis malos pensamientos,

no quiero herir tu carne con mis malos deseos, no quiero herir tus manos con mis manos

cerradas, no quiero herir tus pies al negarme el ir por tu

camino. Purifica todos mis sentidos para no herirte más .

Amén.

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Y que permanezcamos unidos en el amor de Jesús.

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