julia 6: el descanso eterno

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¿ya lo hanavisado?

sí, un tal donald ericson. sabremos más

cuando llegue el director.

RITUAL FEROZ

¿y el resto delcuerpo?

¿era in-quilino de laresidencia?

venga poraquí...

sí, por teléfono.está de vacacio-

nes en port chester.

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¿el corazón?debe ser obra de un loco... otal vez de más de uno. lo handestripado como a un terne-ro y esparcido por todo el

jardín.

y le hanarrancado el

corazón.sí, allí está.

oh, dios mío... ¿y cómo lo han...?

con unclavo.

Continuamos con nuestro macabro reconocimiento de los restos de aquel pobre cuerpo martirizado. Cada hallazgo parecía una nueva pieza de un puzzle absurdo, al servicio de un feroz y complicado ritual.

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oh, seño-rita kendall,¿cómo le va?

tal vez eso era lo que querían que pensáramos...

¡buenos días,doctor tait!

eso fue lo quepensé. pero uste-

des son losexpertos.

quizás.

me iba muy bien... antes de esto.

como advertencia o amenaza.

o quizás no.

un trabajo muy competente.

podría tratarse deun carnicero.

cierto. lo despe-dazaron en otro lu-

gary, después, lo tra-jeron aquí, para que

fuese hallado.

pero veo muy poca

sangre...

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¡al ladrón!

si hubiese sabido que aquí había un sitio así,

hubiese traído a mi suegra...

...en cambio, está en el campo, en una

residencia exclusi-va, que se traga

su pensión, elsueldo de mimujer y par-te del mío...

¿por quéponer límites

a la...?

¡tiene ochenta y ocho años y, en esas condiciones, prevemos que vivirá otros

treinta y cinco!

Nada podía apartar a los huéspedes de la residencia del rito cotidiano de la comida, ni siquiera la curiosidad de seguir los avances de la científica que pudo, finalmente, seguir con su trabajo en paz.

También los interrogatorios tendrían que esperar. Por lo tanto, Irving, Webb y yo, con la excusa de encontrar algo comestible, nos alejamos de allí para reordenar nuestras ideas con tranquilidad.

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¡deténganlo!¡vaya por

dios! ¡hagase a un lado, seño-rita kendall!

¡alto o disparo!

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¡alan! ¿todo bien?

pobrecito...vaya golpe...

¡perfecta-mente!

menos mal que he aparcado

en la otra acera...

¡vamos a echar un vistazo!

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¡ciérrale el paso,

ben!

sí, señor...

¡me rindo!

te ha salido mal la jugada. alarga los brazos...

¡no te mue-

vas! estásarrestado, en

nombre de la ley...

vaya por dónde...

¡malditasea!

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¡alto o disparo!

¡¿adónde creesque vas?!

¡apárte-se, Julia!