lanau, p. \u0026 bea, m. 2016: \"un núcleo de arte rupestre esquemático en el noguera...

Post on 05-Dec-2023

0 Views

Category:

Documents

0 Downloads

Preview:

Click to see full reader

TRANSCRIPT

Con la colaboración de:

ACTAS24 y 25NOVIEMBRE

2015

EditaColegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón

Año de publicación: 2016

ISBN: 978-84-608-8580-1Depósito Legal: Z-757-2016

Impreso porSNOWFALL4POD

Diseño y maquetaciónAna Durán Boldova

© Autores de los textosRecoge los contenidos presentados a I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA)

ACTAS24 y 25

de noviembrede 2015

Organizadores

Colaboradores

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Dr. José María Rodanés VicenteE

DIT

OR

ES

I-CAPA

Hace tiempo que la comunidad de profesionales dedicados a la arqueología demandaba una reunión en la que se pudieran intercambiar opiniones, presentar los últimos proyectos e investigaciones, debatir sobre nuevas tecnologías aplicadas a la investigación del pasado o sobre el futuro de una profesión cada vez más difícil de ejercer y a la que la crisis ha afectado con enorme dureza. La brevedad de este encuentro, celebrado entre los días 24 y 25 de noviembre en el marco del CaixaForum Zaragoza, no ha podido tratar en profundidad gran parte de los temas planteados. Tampoco era nuestra intención cuando lanzamos la propuesta y organizamos las jornadas. No queríamos, ni podíamos, ser tan ambiciosos. Después de décadas sin una reunión de estas características no sabíamos cual sería la respuesta. La gran acogida por parte de profesionales y estudiantes, cuyos resultados se pueden ver en las actas que acompañan estas breves palabras, nos hacen ser optimistas de cara al futuro.

La amplitud de los contenidos y el formato generalista del I-CAPA hace que se convierta en el heredero natural del Congreso sobre el Estado actual de la Arqueología en Aragón, celebrado en Zaragoza entre el 12 y 14 de noviembre de 1987, organizado por la Cátedra Galiay de la Institución Fernando el Católico y publicado tres años más tarde. A su vez, como se dice en la introducción de M. Beltrán, deudora en cierto modo del espíritu que auspició la Reunión de arqueólogos excavadores del distrito universitario de Zaragoza, en 1960. Supuso un hito y es quizás el momento que podríamos elegir como punto de partida de las que se sucederán a lo largo de más de medio siglo. Esto no significa, en modo alguno, que no se hayan celebrado citas periódicas y reuniones. En todo este tiempo transcurrido han tenido lugar numerosas jornadas, encuentros, simposios o congresos dedicados a problemas y aspectos parciales, temáticos o cronológicos, que no citaremos de manera exhaustiva pero que han supuesto, cada una en su momento y lugar, una puesta al día y una referencia imprescindible sobre el tema abordado.

No podemos dejar de mencionar en el marco de la Prehistoria la Primera reunión de Prehistoria Aragonesa auspiciada desde el Museo de Huesca en 1981 y que ha sido durante décadas obra indispensable para el conocimiento del pasado mas remoto y, todavía en la actualidad, cita obligada para determinados periodos. A ella le siguieron, con temática más restringida y diversa los Congresos organizados en Caspe bajo la dirección de A. Álvarez: Primeros encuentros de Prehistoria Aragonesa: Las industrias líticas del Bajo Aragón y sus relaciones con el Valle del Ebro; I Congreso Internacional de Arte Rupestre o los Segundos encuentros de Prehistoria Aragonesa. La desaparición de la revista Bajo Aragón prehistoria unida al devenir de estas reuniones supuso una gran perdida para la investigación prehistórica no solo el Bajo Aragón si no del Valle del Ebro en general.

La culminación de estos trabajos de los años ochenta y noventa del siglo pasado vendría de la mano del Congreso: Aragón/Litoral Mediterráneo: intercambios en la prehistoria, coordinado por P. Utrilla y editado por la Institución Fernando el Católico, acontecimiento único y sin continuidad hasta 2008. En este año P. Utrilla y L. Montes coordinan y editan el coloquio celebrado en Jaca sobre el Mesolítico Geométrico en la Península Ibérica que, como su nombre indica, trasciende ampliamente el marco que estamos tratando, si bien reivindica con varias ponencias la relevancia de las industrias mesolíticas aragonesas y la intensidad de las investigaciones.

Excepcionales son los casos de los Coloquios de Arqueología Espacial celebrados en Teruel y los Simposios sobre celtíberos de Daroca. Gracias al tesón, constancia y dedicación de su director F. Burillo se han mantenido hasta

PRÓ

LO

GO

la actualidad. En el caso de los primeros La Revista de Arqueología Espacial alcanzó en 2009 su número 27, mientras que los segundos han celebrado su séptima edición en 2008, en ambos casos con una gran participación e impacto a nivel nacional.

El Arte Rupestre, con una gran tradición en la investigación a partir de la obra de A. Beltrán, ha sido objeto de varias reuniones en las que no solo se trataban aspectos exclusivamente científicos si no que se abordaban problemas como la conservación y restauración, divulgación y gestión, o su integración en Parques Culturales. Des tacaremos las primeras Jornadas sobre Parques con Arte Rupestre celebradas en Zaragoza en 1989 y publicadas un año después; el II Encuentro Internacional de Doctorandos y Postdoctorandos: El arte de las sociedades prehistóricas, organizado en Zaragoza en 2011; las Jornadas técnicas para la gestión del arte rupestre, Patrimonio Mundial, celebradas en Alquezar (2011) o los diferentes cursos en Ariño durante 2004, 2008, 2012 y 2016, que junto al ciclo de conferencias organizado con motivo del centenario del descubrimiento de Val del Charco del Agua Amarga (Alcañiz 2013) son un reflejo de la importancia y relevancia que han adquirido las manifestaciones rupestres aragonesas desde que el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica fuera incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1998.

Zaragoza ha sido sede de numerosas acontecimientos, nacionales e internacionales, relacionados con el mundo clásico. Un buen ejemplo para glosar sus inicios es la celebración del Bimilenario de Zaragoza. Simposio de ciudades augusteas en 1976. Desde entonces y durante los años ochenta se suceden los relacionados con las intervenciones urbanas, en las que Zaragoza se mostrará pionera en la gestión patrimonial. Así en 1983 tuvieron lugar las Primeras Jornadas de Arqueología en las ciudades actuales o la dedicada a la Arqueología de las ciudades modernas superpuestas a las antiguas. Cerrará la década el Coloquio: La casa urbana hispanorromana (1988).

En 1992 se organizó el primer congreso dedicado a epigrafía: Roma y las primeras culturas epigráficas del Occidente mediterráneo (s.II a.C.-I d.C.) y años después (1997) el VII Coloquio sobre Lenguas y Culturas Palaeohispánicas, ambas con la colaboración de la Institución Fernando el Católico que es la institución de referencia, que acogió y sigue acogiendo este tipo de iniciativas.

La preocupación por los problemas del patrimonio, su gestión y musealización toman protagonismo en los inicios del siglo XXI. Así queda reflejado en las Jornadas de Arqueología en suelo urbano, celebradas en Huesca en 2003 o el que tuvo lugar al año siguiente en Zaragoza: III Congreso Internacional sobre la musealización de yacimientos arqueológicos, y el IX Congreso Internacional de la Association Internationale pour la Peinture Murale Antique (UNED-Calatayud), finalizando el ciclo con El patrimonio arqueológico a debate: su valor cultural y económico, Jornadas también celebradas en Huesca (2007).

A nivel nacional debemos destacar, por la consolidada tradición que tuvo la Universidad de Zaragoza y A. Beltrán en la organización de los Congresos Nacionales de Arqueología, los celebrados sucesivamente en Teruel-Albarracín en 1991, Zaragoza 2001 y Huesca 2003, a los que se sumarían en 1997 el II Congreso Nacional de Arqueometría, también organizado por la Universidad de Zaragoza.

Como iniciativas singulares debemos tratar Los caminos en la Historia de las Cinco Villas (Ejea de los Caballeros) de 1985; las I Jornadas sobre Íberos

en el Bajo Aragón (2004) o las Primeras jornadas de arqueología medieval en Aragón (Teruel 2006). Buenos ejemplos todos ellos de la importancia que adquieren los Centros de Estudios Locales, dependientes de las Diputaciones, o los propios Institutos de Estudios sin cuyo apoyo no hubiera sido posible la celebración de numerosos acontecimientos culturales.

No podemos acabar sin aludir, como ya hiciera M. Beltrán en 1987, a uno de los empeños más duraderos: las reuniones periódicas que desde 1978 organiza el ICE y coordina Agustín Ubieto sobre el Estado actual de los estudios sobre Aragón, que junto a las dedicadas a la Metodología de la investigación científica sobre fuentes aragonesas han contado con interesantes contribuciones en el área de la prehistoria y arqueología redactadas por diferentes autores y que se pueden consultar en las sucesivas publicaciones de las actas.

Este breve e incompleto resumen de congresos, jornadas o reuniones de cualquier tipo relacionadas con la arqueología y el patrimonio nos sirve, como anunciábamos al inicio, para reflexionar sobre el sentido e intención de un congreso como el propuesto. La oportunidad, idoneidad y evaluación de los resultados han de estar necesariamente ligados a los objetivos. Por ello, al hilo de lo expuesto, queríamos que este I-CAPA fuera “generalista”, que tuviera cabida la investigación, divulgación y conservación del patrimonio, con un carácter marcadamente local. La falta de publicaciones periódicas que informaran de las actuaciones desarrolladas en el territorio aragonés desde el 2005 y que cubrieron en un primer momento la revista Arqueología Aragonesa con una vigencia desde 1984 a 1994, completada con el resumen de las intervenciones autorizadas en Aragón desde 1995 a 2005 publicadas en un libro con CD, se veía truncada desde éste último año hasta nuestros días. El profesional necesita saber al menos donde y quien esta trabajando en Aragón para orientar su trabajo. Pretendíamos reivindicar con ello la importancia de este tipo de investigación y de estudios. Frente a la moda y casi obligación – la mayoría de las veces nominal - de la aparición del término “internacional” para asegurar un impacto más que dudoso en este tipo de acontecimientos, consideramos más importante la puesta en valor del trabajo cotidiano de una serie de profesionales, cuya labor es necesaria para la integración del conocimiento en la sociedad. Esto en modo alguno supone renunciar al impacto y relevancia de estas investigaciones que estos mismos profesionales pueden presentar – y de hecho se presentan - a nivel nacional o internacional en los foros correspondientes. Deseábamos, igualmente, que fuera abierto: que pudieran participar todos aquellos que tuviesen algo que decir o aportar en estos campos, evidentemente con un criterio selectivo que debería marcar el Comité Científico. Por ello no se establecieron ponencias en las que “nuevamente” se volviesen a realizar “nuevos” estados de la cuestión con “nuevos” investigadores”, que dado la escasa inversión en investigación durante los últimos años no podrían, salvo excepcionales casos, aportar grandes novedades. Por otra parte, esta labor ya había sido acometida, con buenos resultados, en otros formatos como las Crónicas del Aragón Antiguo, I y II (1997 y 2002) coordinadas por M. Beltrán.

Que sea periódico y tenga continuidad es un deseo de la organización y de gran parte de los participantes que así nos lo han transmitido. Nace con vocación de celebrarse cada dos años, de manera que las novedades más destacadas puedan ser conocidas y debatidas por la comunidad científica y trasladadas a la sociedad de forma rápida y directa.

Esperamos que el éxito de esta primera convocatoria ayude a su consolidación.

Zaragoza 5 de mayo de 2016

José Ignacio Lorenzo Lizalde y José María Rodanés Vicente

Comité Organizador

Presidentes

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Dr. José María Rodanés Vicente

Secretariado

Dr. Carlos Sáenz PreciadoD. Hugo Chautón Pérez

D. Luis Fatás Fernández.

Comité CientíficoDra. María Ángeles Magallón Botaya, Dr. Manuel A. Martín-Bueno

Dra. Pilar Utrilla Miranda y Dr. Juan Ramón Castillo Suárez

ColaboradoresColegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en

Ciencias de Aragón, Grupo URBS, Grupo de investigación Primeros Pobladores del Valle del Ebro, Instituto Universitario de Aragón de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Zaragoza, Obra Social “La Caixa”,

Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

CO

MIT

ÉS

Trilobulado. Fuente del Trucho. Asque-Colungo (Huesca).

PRE

HIS

TOR

IA Y

A

RT

E R

UPE

STR

E

1

152

153152

Sesión 1. Prehistoria y Arte Rupestre

1. INTRODUCCIÓN

En este trabajo se presentan los resultados del estudio de un nuevo conjunto de abrigos con arte rupestre ubicados en el entorno del Embalse de Santa Ana, en la comarca oscense de La Litera, que se extiende en los límites meridionales de las Sierras Exteriores pirenaicas, lindando con la provincia de Lérida. Se trata de un conjunto de siete yacimientos distribuidos en varios barrancos tributarios del Noguera Ribagorzana, tanto en su margen derecha como izquierda, a su paso por los términos municipales de Baldellou y Castillonroy y en el entorno de la Sierra de Coscollà. Los trabajos realizados han permitido tener un conocimiento de conjunto de las estaciones decoradas, de las que contábamos

únicamente con algunas noticias dispersas y que se consolidan ahora como un núcleo de arte esquemático con entidad propia. El conjunto llena un vacío entre los grupos del Vero, al Occidente; Mequinenza, en la confluencia del Segre con el Ebro1; y el grupo leridano de la Cuenca del Segre.

Algunos de los abrigos del conjunto se conocían desde hace más de una década, si bien no se había llevado a cabo su estudio. Así, Santa Ana 1 y Santa Ana 2 (también conocido como Pas de la Sabineta) fueron descubiertos en torno al año 2001 por un grupo de escaladores que abrían nuevas vías en los alrededores del pantano (Montes et al., 2006: 100). Por su parte, Monderes I fue registrado por Mª José Calvo, mientras

15. UN NÚCLEO DE ARTE RUPESTRE ESQUEMÁTICO EN EL NOGUERA RIBAGORZANA: LAS ESTACIONES DECORADAS DEL ENTORNO DEL

EMBALSE DE SANTA ANA

Paloma Lanau Hernáez1, Manuel Bea Martínez2

1 Investigadora predoctoral. Grupo PPVE. Área de Prehistoria. Universidad de Zaragoza2 Investigador “Torres Quevedo” (3D Scanner + MINECO). Grupo PPVE. Universidad de Zaragoza

Paloma Lanau Hernáez, planau@unizar.es

RESUMEN

En los últimos años hemos asistido a una diversificación de los núcleos con arte rupestre prehistórico y concretamente esquemático. Los hallazgos casuales en puntos alejados de las conocidas concentraciones de estaciones decoradas están trastocando los tradicionales mapas de distribución del arte rupestre en Aragón, enriqueciéndolos. En los actuales términos municipales de Baldellou y Castillonroy (comarca de La Litera, provincia de Huesca) y junto al cauce del río Noguera Ribagorzana -en este tramo embalsado en el pantano de Santa Ana-, se localizan siete estaciones con pintura rupestre esquemática, algunas conocidas desde hace ya más de una década y otras de reciente descubrimiento, pero que en cualquier caso no han sido objeto de un estudio completo y de conjunto. Las temáticas representadas incluyen una gran variedad de motivos, tanto de tipo figurativo como abstracto, antropomorfos, cuadrúpedos, polilobulados, pectiniformes, escaleriformes o digitaciones, realizados en distintas gamas de rojos y negros. El objetivo de este trabajo es dar a conocer este importante núcleo de arte rupestre y contextualizarlo en relación a otros conjuntos decorados aragoneses y de la vecina Cataluña.

PALABRAS CLAVE: Arte Esquemático; Noguera Ribagorzana; Prepirineo; Documentación; Estilo.

ABSTRACT

In recent years there has been a diversification in the Prehistoric Rock Art –and more specifically in the Schematic Rock Art- on its distribution areas. The latest chance discoveries in distant spaces from the classic Rock Art concentration areas, modify and increase the map of prehistoric paintings in Aragon. Around the Santa Ana dam, where the Noguera Ribagorzana river flows across the villages of Baldellou and Castillonroy (Huesca region), seven shelters with Schematic Rock Art paintings are located. Some of them are known since over a decade and others have been discovered recently but, in any case, a complete and general study of them hasn’t been carried out yet. The themes represented include several types of motifs, some figurative or abstract ones, such as antropomorphs, quadrupeds/zoomorphs, polylobates, pectiforms, ladder-like motifs or fingerings, painted in red or black. The aim of this work is to make this Rock Art group known emphasizingits relationship with some other painted shelters from Aragon and Cataluña.

KEYWORDS: Schematic Rock Art; Noguera Ribagorzana River; Pyrenean Eastern Border Ranges; Rock Art Recording; Style.

154

que los restantes abrigos de Monderes eran conocidos por vecinos de la zona, pero no estaban catalogados. Finalmente, tan sólo el abrigo de Baldellou, descubierto por Joan Rovira en 1988, había sido ya estudiado. Calvo lo incluyó en su tesis doctoral inédita (Calvo 1993: t.1, 81), y se hace referencia a él en publicaciones posteriores (Montes et al., 2006: 101; Utrilla y Bea, 2009: 122).

Todos los abrigos se ubican en un entorno abrupto, en

barrancos con grandes pendientes y una espesa vegetación de matorral que dificulta en gran medida el tránsito. El acceso a los mismos no resulta sencillo, siendo un caso extremo el yacimiento de Santa Ana 1, pues se encuentra colgado a 30 metros en el cantil rocoso sobre la actual carretera de acceso a la presa y hubimos de acceder a él escalando. Los yacimientos de Santa Ana 2/Pas de la Sabineta y Monderes destacan por su situación, enfrentados a uno y otro lado del Noguera Ribagorzana en un punto en el que el barranco se

Figura 1. Localización de los conjuntos estudiados: 1. Les Coves; 2. Santa Ana 1; 3. Santa Ana 2/Pas de la Sabineta; 4. Monderes; 5. Monderes II; 6. Monderes III; 7. Monderes IV (Mapa elaborado a partir de la cartografía del Instituto Geográfico Nacional de España y Confederación Hidrográfica del Ebro).

155154

Sesión 1. Prehistoria y Arte Rupestre

estrecha especialmente, coincidiendo en la actualidad con la presa del Canal de Piñana.

En cuanto a la metodología empleada hemos seguido la habitual en los estudios de arte rupestre en Aragón en los últimos años (Bea, 2012), sin que por el momento se haya podido llevar a cabo la documentación geométrica de los conjuntos. Así, se ha realizado la documentación fotográfica de todos los motivos pintados, así como de los abrigos y de su entorno. Posteriormente se ha procedido al tratamiento digital de las imágenes mediante el software específico DStretch para ImageJ, y la realización de calcos exclusivamente digitales, empleando para ello Adobe PhotoShop. El procesado digital de la imagen se ha mostrado como una herramienta de gran utilidad en el estudio del conjunto, pues ha permitido detectar figuras no observables a simple vista, sobre todo como consecuencia del alto grado de deterioro que afecta a buena parte de las pinturas. Buen ejemplo de ello fueron las nuevas figuras observadas en el reestudio del abrigo de Les Coves, no recogidas en el estudio de Calvo (1993: 82) y que tampoco pudimos apreciar nosotros mismos en la visita al conjunto. En otros casos, sin embargo, a la degradación se unen la suciedad y ennegrecimiento del soporte rocoso así como la presencia de grafitis y rayaduras modernos; en estos casos el procesado digital no permite mejorar la visibilidad de las grafías.

2. DESCRIPCIÓN DE LOS ABRIGOS

2.1. Abrigo de Les Coves de Baldellou

Les Coves de Baldellou se localiza en el farallón rocoso que cierra por el sur el barranco del Salgar o barranco de Les Coves, donde se ubican las cuevas conocidas con este mismo nombre, al sureste de la población de Baldellou. Se trata de un pequeño barranco secundario que desagua en el Barranco del Molí del Pubill, en una de las colas del pantano. Desde el abrigo se goza de control visual sobre buena parte del barranco.El abrigo es una pequeña oquedad en el farallón rocoso, de apenas 3,2 m de anchura máxima, por 2,55 m de altura y 2,85 m de profundidad. La coloración de la piedra destaca sobre la roca oscura de la pared. El suelo muestra una marcada inclinación y su superficie se encuentra muy patinada, de tal forma que incluso resulta difícil mantenerse en pie.

Las pinturas, como ya indicara Calvo (1993: 82), se distribuyen en dos grupos2; el primero de ellos se encuentra en el fondo del abrigo y se compone de dos zigzags, cuyo tamaño destaca sobre el resto de figuras, y de una figura de un cuadrúpedo bajo un posible antropomorfo, visibles mediante tratamiento digital de la imagen. Además, asociada al antropomorfo y el cuadrúpedo se observa una serie de

Figura 2. Localización de los abrigos: 1. Les Coves (Baldellou); y 2. Santa Ana 1; 3. Santa Ana 2/Pas de la Sabineta; 4. Abrigos de la zona de Monderes (Castillonroy).

156

digitaciones, distribuidas en tres hileras paralelas. Se trata de las únicas figuras negras del yacimiento, pues todas las demás muestran un color rojo oscuro. Toda la parte inferior del panel se encuentra recubierta de pequeñas salpicaduras de pintura, de color naranja claro. El segundo grupo se sitúa en la pared derecha de la oquedad y consta de al menos 8 figuras reconocibles y 5 manchas de color que no hemos podido asimilar a ninguna morfología conocida. Entre las grafías descritas se encuentra un zigzag, varios cuadrúpedos, un pectiniforme y un antropomorfo en “Y”. El procesado digital de la imagen permitió detectar en la parte inferior del panel la representación de dos trazos de tendencia curvilínea y apuntados en la parte superior, con desarrollo paralelo parcial y que se unen en el extremo derecho. El motivo presenta una cierta apariencia de cornamenta. No es posible confirmar esta atribución, al no conservarse ningún otro elemento asociado, pero su disposición en relación a un saliente natural de la pared podría indicar, tal vez, la intención de representar un cáprido, oculto tras una roca. Todas las figuras, salvo la representación de un cuadrúpedo de larga cola, muestran una gran homogeneidad técnica y cromática.

Cabe llamar la atención sobre los puntiformes, que son un motivo habitual en el Arte Esquemático y, como han señalado algunos autores, son frecuentes en la Cuenca del Ebro (Baldellou, 2013: 217) y, especialmente, en el Valle del Segre (Utrilla, 2013: 229). Encontramos series de digitaciones, por el ejemplo, en la Vall d’Ingla, en Bellver de Cerdanya (Castells i Camp, 1990: fasc. 1), así como más al oeste, en Cueva Palomera (Baldellou et al., 1983: 120).

2.2. Abrigo de Santa Ana 1

Este abrigo se encuentra en una localización espectacular, colgado en el farallón rocoso a 30 metros sobre la base de

la carretera actual, junto a la presa del Canal de Piñana y en la margen derecha del río Noguera Ribagorzana. Hubimos de acceder a la oquedad escalando, tarea posible gracias a la colaboración de Gabriel Plana, espeleólogo y escalador vecino de la zona. El abrigo muestra un amplio desarrollo longitudinal pero apenas tiene 2 m. de profundidad máxima, de modo que es necesario permanecer asegurado en todo momento.

Desde el abrigo se obtiene una perfecta panorámica de este tramo del barranco, aguas arriba se puede observar la pantalla de la presa; de no existir ésta, podríamos divisar incluso la Punta de la Malera, donde se ubica la Cueva de los Huesos, con materiales de la Edad del Bronce (Montes et al., 2006); aguas abajo se presenta el valle abierto en un amplio llano, tras superar el río la Sierra de San Salvador. Igualmente, existe control visual sobre los abrigos decorados de la elevación de Monderes, en la margen opuesta del río.En este abrigo hemos distinguido dos paneles, el primero situado en la parte derecha de la oquedad y formado únicamente por dos figuras, un antropomorfo incompleto, afectado por la instalación de un anclaje de seguridad de escalada, y dos trazos alargados y perpendiculares entre sí. El segundo panel se encuentra en el extremo opuesto del abrigo y en él se concentran una quincena de figuras en una zona de apenas 1,35 m de anchura y 0,7 m de altura. El ennegrecimiento del soporte dificulta la observación de las pinturas que, no obstante, presentan un buen grado de conservación. Entre las figuras observadas, todas ellas de un mismo tono rojo, hay antropomorfos de tipo golondrina; cuadrúpedos y pectiniformes, todos ellos en disposición vertical; escaleriformes y varias formas cuadrangulares u ovaladas con el interior compartimentado. La homogeneidad estilística y técnica de las figuras y la estrecha relación espacial entre las mismas hace pensar que pueda tratarse de una escena, quizá relacionada con las actividades de pastoreo.

Figura 3. Figuras 1, Grupo I (izq.) y 16, Grupo II (dcha.) de Les Coves de Baldellou, detectadas mediante tratamiento digital de la imagen.

157156

Sesión 1. Prehistoria y Arte Rupestre

Los cuadrúpedos y antropomorfos son motivos relativamente habituales entre las figuraciones esquemáticas. Verticales, como en el caso de Santa Ana, se representaron también en la Cova del Cogulló (Vilanova de Meià), en la vecina comarca de La Noguera (Castells i Camp, 1990: fasc. 3). Quizá lo más destacable del conjunto sean las estructuras compartimentadas, de las que se cuentan seis ejemplos. Este tipo de composiciones han recibido diferentes interpretaciones, desde estructuras hasta ídolos-placa, pasando por la que define las agrupaciones como filas de antropomorfos, dispuestos uno junto a otro (Acosta, 1968: 69, 93).

En cualquier caso, encontramos paralelos en los conjuntos del Covacho de Malifeto, así como otros ejemplos de series de barras verticales unidas por trazos horizontales en Forau del Cocho, donde terminan en la parte inferior en forma de cayado (Beltrán, 1990: 296); y algún otro, algo más alejado

formalmente, en Solencio 2 y en los cantos de Chaves, cuyos motivos son comparados por Utrilla y Baldellou con los personajes danzando unidos por sus brazos de Tajo de Bacinete o la estructura de “altar” del Risco de la Zorrera (Utrilla y Baldellou, 2002: 91), sin olvidar el signo compartimentado del abrigo de la Ermita de San Urbez de Fanlo (Pallarès y Torra, 1986-87).

2.3. Abrigo de Santa Ana 2/Pas de la Sabineta

Continuando aguas arriba por la pared rocosa en la que se ubica Santa Ana 1 se encuentra Santa Ana 2/Pas de la Sabineta, un abrigo de grandes dimensiones situado a una veintena de metros por encima del actual cauce del río y bien visible desde el mismo.

A pesar de tratarse de un abrigo de gran tamaño y más fácil acceso que Santa Ana 1, el yacimiento se muestra exiguo

Figura 4. Santa Ana 1. Calco del panel 1 (izquierda) y del panel 2 (derecha).

158

en representaciones gráficas. La figura más destacable es la de un antropomorfo en doble “phi” o polilobulado realizado en color rojo oscuro y trazos gruesos, igual que las dos

grafías en forma de “V” invertida yuxtapuestas en la parte superior. Una tercera figura corresponde a un antropomorfo incompleto, de color anaranjado. Finalmente, se representó también una serie de trazos paralelos, negros y muy finos. Algunos parecen terminar en punta, de modo que podrían interpretarse como un haz de flechas.

El antropomorfo polilobulado cuenta con paralelos en el propio abrigo de Monderes I, situado justo enfrente en la margen opuesta del río, coincidiendo con un marcado estrechamiento del barranco. Por otra parte, encontramos paralelos cercanos de este tipo en el yacimiento leridano de la Vall de La Coma (L’Albi, Les Garrigues). Además, el conjunto es paralelizable también al de Santa Ana 1, pues en la Vall de La Coma las figuras aparecen asociadas a antropomorfos de tipo golondrina y a pectiniformes (Alonso y Mir, 1986), como los que se describen para el abrigo oscense.

2.4. Abrigos de Monderes

En la margen izquierda del río se sitúa la elevación de Monderes, donde se han encontrado cuatro estaciones con pintura, todas ellas orientadas al sur. Monderes I, Monderes II y Monderes III se distribuyen en un mismo barranco, mientras que Monderes IV se ubica en el barranco paralelo aguas abajo del Noguera Ribagorzana. Monderes I y Monderes IV presentan grafías adscribibles al arte rupestre esquemático, mientras que en Monderes II y Monderes III sólo se encontraron restos de pintura inidentificables o manchas de color3.

Monderes I fue ya identificado por Calvo, si bien hasta ahora no se había llevado a cabo su estudio. Es un abrigo complejo, tanto por su propia morfología como por la heterogeneidad de las pinturas en él representadas. La cavidad presenta un amplio desarrollo longitudinal, si bien el suelo tiene una marcada pendiente y se encuentra muy patinado. Se trata de un espacio muy frecuentado, como demuestran las numerosas rayaduras y grafitis presentes en sus paredes y que han afectado a muchas de las pinturas. Es sin duda el conjunto peor conservado y que corre un mayor peligro.

Las pinturas se distribuyen en 7 paneles (algunos de ellos subdivididos) repartidos a lo largo del desarrollo del abrigo. En total se han identificado una treintena de motivos, realizados en rojo y negro, así como múltiples manchas de color. Entre las figuras estudiadas hay antropomorfos tipo golondrina, polilobulados y antropomorfos en doble “phi” en color rojo, haces de líneas, ramiformes y un antropomorfo en negro; incluso un motivo cuyo estudio reciente permite clasificarlo como un arquero extralongilíneo dentro del ciclo levantino.

Se representaron también pequeñas formas circulares unidas por trazos simples, muy degradadas, que nos recuerdan a los motivos de Roc del Rumbau, en Peramola (Castells i Camp, 1990: fasc. 2). Los ramiformes aparecen con profusión en los abrigos con arte esquemático de la Cuenca del Segre, como en Aparets I (Alós de Balaguer) o Antona III (Artesa de Segre), ambos en la comarca de La Noguera (Castells i Camp, 1990: fasc. 4 y 5), pero también se han definido como tales otros de la cuenca del Vero: Mallata B1 (Baldellou et al., 1982 y 1985), Artica de Campo (Baldellou et al., 1989), Barfaluy (Baldellou et al., 1986-1989) o Remosillo (Baldellou et al., 1996).

El abrigo de Monderes IV presenta agrupaciones de digitaciones realizadas en negro, algunas de ellas formando motivos circulares, además de un cruciforme. 3. CONTEXTO ARQUEOLÓGICO

No se han descubierto restos arqueológicos en el suelo de los abrigos, pues en ellos se muestra la roca desnuda y no contienen sedimento. No obstante, tenemos constancia de la existencia de materiales encontrados en su entorno,

Figura 5. Santa Ana 2/Pas de la Sabineta. Figuras 1, 2 y 3.

159158

Sesión 1. Prehistoria y Arte Rupestre

referidos ya por Maya (1981 y 1991) y más recientemente complementados con la publicación de la Cueva de los Huesos de Castillonroy (Montes et al., 2006), donde se hace un repaso a los hallazgos aparecidos en la zona del embalse. Así, se mencionan hallazgos casuales, otros consecuencia de las obras de construcción de la presa y otros de clandestinos que buscaban materiales en el cercano yacimiento ibérico situado en Monderes. A pesar de que algunos no cuentan con un contexto arqueológico claro, los materiales aparecidos en el entorno se han adscrito a la Edad del Bronce.

Por otra parte, en el año 1989 se llevó a cabo la documentación del lecho del embalse de Santa Ana por parte del Institut d’Estudis Ilerdencs, aprovechando el vaciado del mismo para efectuar trabajos de reparación. Dicha tarea tuvo como resultado la localización de algunos grabados en roca de Les Eres de Tragó, en forma de cazoletas y canalillos (González et al., 2003: 243-248), de los que falta un estudio de detalle.

En todo caso, la contextualización arqueológica, y en concreto en momentos relacionados con el Neolítico y ciclos crono-culturales más recientes, debe entenderse

Figura 6. Monderes. 1. Antropomorfos en doble “phi”; 2. Antropomorfo; 3. Antropomorfo de tipo “golondrina”; 4. Polilobulado. En todas las imágenes es perceptible el alto grado de deterioro de las pinturas.

160

en relación a espacios contiguos de la vertiente Este del Noguera Ribagorzana, apuntando la ocupación del territorio yacimientos tan destacados como el de Cova Colomera, El Parco, El Tabac entre otras (Utrilla, 2013: 225). Esta ocupación, unida a la demarcación simbólica del territorio mediante el arte rupestre, apunta a la existencia de redes y vías de comunicación entre el Sudeste de Francia y Valle del Ebro (Utrilla, 2012: 558 y 2013: 238).

4. CONCLUSIONES

El descubrimiento de nuevas estaciones con arte rupestre en los últimos años está contribuyendo a completar el mapa de distribución del Arte Esquemático en Aragón. El conjunto se incardina perfectamente en el grupo de las Sierras Exteriores del Pirineo, donde predominan los tipos esquemáticos y subesquemáticos. En concreto en los valles del Noguera Ribagorzana y el Segre los motivos se adscriben casi exclusivamente a los tipos esquemáticos y abstractos.

A pesar de la profusión de figuras observada en algunos abrigos no se puede hablar realmente de escenas, pues no se ha podido detectar un componente narrativo para las representaciones de un mismo abrigo. Únicamente en Santa Ana I cabe pensar en la figuración de una escena, pues la homogeneidad en la técnica y el color y la yuxtaposición de las figuras permiten deducir que se realizaron en un mismo momento y que existe alguna relación entre ellas, definida además por una cierta organización de los motivos, con todos los zoomorfos dispuestos verticalmente y agrupados en la parte izquierda del panel y los antropomorfos alineados en fila. La lectura escénica o narrativa de paneles esquemáticos resulta, ciertamente, un aspecto difícil de aprehender y, casi siempre, referido como inexistente para el arte esquemático. Sin embargo, se ha aludido a determinadas composiciones escénicas en las que interactúan motivos zoomorfos y humanos plenamente esquemáticos. En esta línea, Alonso indica un componente escénico para Vall de La Coma, proponiendo que pueda tratarse de una escena de caza o de pastoreo (Alonso y Mir, 1986: 14), de la misma manera que para el conjunto del Remosillo se ha propuesto una lectura en clave narrativa para las representaciones de carros y motivos humanos asociados, atendiendo a su interpretación como una escena agrícola de filiación crono-cultural reciente (Bea, 2013).

En el caso opuesto, para el yacimiento de Monderes I resulta evidente la heterogeneidad de las pinturas, que además se distribuyen en distintos paneles y oquedades del abrigo. Si hubo o no relación entre ellas es algo que no estamos en condiciones de afirmar pero, en cualquier caso, ningún elemento nos permite definir un componente escénico. Las diferencias en cuanto a coloración y técnica hacen pensar en una acumulación de motivos.

Atendiendo a la temática encontramos que en los conjuntos analizados la representatividad concuerda plenamente con la general del arte esquemático en Aragón, circunscribiéndose

a motivos figurativos (antropomorfos y zoomorfos) y motivos no figurativos, signos o elementos abstractos. Con todo, aparecen algunas características morfo-estilísticas que singularizan, en parte, a este núcleo rupestre respecto de otras áreas oscenses, como son las figuraciones de polilobulados (generalmente definidas como estilizaciones humanas compuestas).

Mención aparte merecen las representaciones no figurativas o signos, especialmente las contenidas en Santa Ana 1, formas con interior compartimentado; o la agrupación de puntos en Monderes IV, con paralelos en diversos conjuntos tanto oscenses (Forau del Cocho, Cueva Palomera, Arpán) como ilerdenses (Vall d’Ingla), para los que se ha destacado una clara imbricación (Baldellou, 2013: 217).

No deja de sorprender el componente locacional de estos conjuntos, destacando la espectacular ubicación del abrigo de Santa Ana 1, pues aunque el arte esquemático se encuentra habitualmente en puntos de difícil acceso, localizaciones como las que presentan los abrigos de Gallinero, Los Estrechos I o el referido de Santa Ana 1 constituyen casos excepcionales. Cabe pensar que en el momento de realización de las pinturas el acceso al mismo sería más sencillo. Con todo, la dificultad de acceso a algunos de estos conjuntos, como el citado de Santa Ana frente al más accesible de Monderes, podría estar en relación con el componente público o privado de los conjuntos rupestres (Bea et al., 2015). Nos llama la atención igualmente la situación de Santa Ana 2 y Monderes I, enfrentados a uno y otro lado del río en un punto de gran estrechamiento del barranco, antes de la apertura del valle. En ambos abrigos, como se ha descrito más arriba, se representó el tema de los polilobulados. Las pinturas podrían actuar en este caso como una forma de marcador territorial.

Los conjuntos rupestres que presentamos se integran en la problemática global de la investigación sobre arte esquemático. La variabilidad temática registrada, en un conjunto de abrigos relativamente reducido y muy próximos geográficamente, sólo abunda en la indefinición del arte esquemático como manifestación pictórica que, como ya se ha destacado, “en tanto no se resuelva, sigue auto-alimentándose e incrementando cada vez más su tamaño” (Baldellou, 2013: 214). Estamos plenamente de acuerdo con esta apreciación, si bien no en cuanto a la terminología empleada. En todo caso, las estaciones analizadas subrayan la importancia del núcleo esquemático más oriental de Aragón que, tanto temática como técnica y estilísticamente, encuentra perfectos paralelos en conjuntos tanto orientales como occidentales en la misma vertiente Norte del Ebro. Se evidencia pues la existencia de un relativamente amplio territorio artístico esquemático más ligado al área septentrional del Valle del Ebro que a la meridional y cuya explicación podría estar, precisamente, en las divergencias en los patrones de implantación y desarrollo del Neolítico en ambos territorios.

161160

Sesión 1. Prehistoria y Arte Rupestre

AGRADECIMIENTOS

Queremos dejar constancia de nuestra gratitud a Gabriel Plana, del Grupo CEA (Centro de Espeleología de Aragón), vecino de la zona que nos acompañó en nuestro trabajo de campo y gracias a cuyo apoyo técnico e interés pudimos acceder a Santa Ana I; a Fernando Pérez Lambán, que nos acompañó en algunas salidas; a Mª José Calvo, quien nos permitió acceder a la información contenida en su tesis doctoral inédita; a José Ignacio Royo, quien nos facilitó información sobre la ubicación de algunos de los abrigos; a Jesús Lumbiarres, alcalde de Baldellou, que nos acompañó al yacimiento de Les Coves; por supuesto, también a Pilar Utrilla, por sus consejos y sugerencias.

El presente estudio forma parte del proyecto “Transiciones climáticas y adaptaciones sociales en la Prehistoria de la cuenca del Ebro” (HAR2011-27197), y del Grupo “Primeros Pobladores del Valle del Ebro” (H-07. Gobierno de Aragón y Fondo Social Europeo). Paloma Lanau es investigadora predoctoral FPI (REF C042/2014) y Manuel Bea investigador del programa “Torres Quevedo” (MINECO, PTQ-12-05640).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acosta, P. (1968): La pintura rupestre esquemática en España, Memorias del Seminario de Prehistoria y Arqueología, Salamanca, Universidad de Salamanca.

Alonso, A. y A. Mir (1986): El conjunt rupestre de La Vall de La Coma (l’Albi, Les Garrigues), Barcelona, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

Baldellou, V. (1986-1987): “El conjunto de pinturas rupestres post-paleolíticas de la cuenca del Vero” en Bajo Aragón Prehistoria, 7-8, pp. 75-84.

Baldellou, V. (2013): “Arte esquemático en la cuenca del Ebro. Parte 1ª: concepto, temas y cronología” en Martínez-García, J. y Hernández, M.S. (eds.) II Congreso de arte rupestre esquemático en la Península Ibérica. Almería, Ayuntamiento de Vélez-Blanco, pp. 213-222.

Baldellou, V., A. Painaud y Mª. J. Calvo (1982): “Los abrigos pintados esquemáticos de Quizáns, Cueva Palomera y Tozal de Mallata” en Bajo Aragón Prehistoria, IV, pp. 27-60.

Baldellou, V., A. Painaud y Mª. J. Calvo (1983): “Las pinturas esquemáticas de Quizans y Cueva Palomera (Alquézar. Huesca)” en Zephyrus, XXXVI, pp. 117-122.

Baldellou, V., A. Painaud, Mª. J. Calvo (1985): “Las pinturas esquemáticas del Tozal de Mallata” en Zephyrus, XXXVI, pp. 123-129.

Baldellou, V., A. Painaud, Mª.J. Calvo (1989): “Los covachos pintados de Lecina Superior, del Huerto Raso y de la Artica de Campo (Huesca)” en Bolskan, 5, pp. 147-174.

Baldellou, V., Mª. J. Calvo, A. Painaud, P. Ayuso (1986-1989): “Las pinturas esquemáticas de la partida de Barfaluy (Lecina-Bárcabo, Huesca)”, en Empúries, 48-50, pp. 64-83.

Baldellou, V., A. Painaud, Mª. J. Calvo, P. Ayuso (1996): “Las pinturas rupestres de Remosillo, en el Congosto de Olvena (Huesca)” en Bolskan, 13, pp. 173-215.

Bea, M. (2012): “Documentando el arte rupestre pictórico en Aragón” en Juste, Mª.N., Hernández, Mª.A., Pereta, A., Royo, J.I. y Andrés, J. (dirs.) Jornadas técnicas para la gestión del arte rupestre, Patrimonio Mundial, Huesca, Comarca del Somontano de Barbastro, pp. 54-60.

Bea, M. (2013): “Arte rupestre esquemático pre-Histórico. Nueva interpretación de los carros de Remosillo (Olvena, Huesca)” en Martínez, J. Hernández, M.S. (coords.): Actas del II Congreso Arte Rupestre Esquemático en la península Ibérica. 5-8 mayo 2010. Almería, Ayuntamiento de Vélez-Blanco, pp. 243-252.

Bea, M. P. Utrilla, P. Lanau (2015): “Arte postpaleolítico visible o restringido. Arte Levantino vs Esquemático en Aragón” en ARKEOS, 37, pp. 1307-1314.

Beltrán, A. (1990): “Las figuras seminaturalistas y los signos geométricos de los abrigos del Forau del Cocho, en Estadilla (Huesca); Problemas en torno al arte Esquemático”, en Archivo de Prehistoria Levantina, XX, pp. 279-298.

Calvo, Mª.J. (1993): Arte rupestre postpaleolítico en Aragón, Tesis Doctoral (Inédita), Zaragoza, Universidad de Zaragoza.

Castells i Camp, J. (1990): Inventari del Patrimoni Arqueològic de Catalunya. Corpus de Pintures Rupestres, Volum I, La Conca del Segre. Barcelona, Generalitat de Catalunya y Diputació de Lleida.

González, J.R., J. I. Rodríguez y J. L. Peña-Monné (2003): “La roca con grabados de Les Eres de Tragó de Noguera (Os de Balaguer, Lleida). Un ejemplo de coexistencia de formas naturales y antrópicas” en González Pérez, J. R. (coord.) Actes del I Congrés Internacional de gravats rupestres i murals. Homenatge a Lluís Díez-Coronel (Lleida, 23-27 de novembre de 1992), Lérida, Institutd’Estudis Ilerdencs, pp. 243-261.

Maya, J.L. (1981): “La Edad del Bronce y la primera Edad del Hierro en Huesca” en Bolskan, 7, pp. 159-196.

Maya, J.L. (1991): “El pantano de Santa Ana (Huesca) y sus materiales de la Edad del Bronce” en Bolskan, 8, pp. 199-213.

Montes, L., P. Utrilla, A. Cava, Mª. J. Calvo, (2006): “Yacimientos prehistóricos en el Noguera Ribagorzana. La Cueva de los Huesos de Castillonroy (Huesca)” en Salduie, 6, pp. 95-115.

162

Pallarés, J., G. Torra (1986-87): “Nuevas pinturas rupestres postpaleolíticas en el pirineo aragonés (valle de Añisclo, Sobrarbe-Huesca)” en Ars Praehistorica, V-VI, pp. 253-256.

Royo, J.I. y F. Gómez (1988): “El conjunto de abrigos con arte rupestre de Mequinenza (Zaragoza)” en Bolskan, 5, pp. 175-200.

Utrilla, P. (2013): “Arte esquemático en la cuenca del Ebro. Parte 2ª: extensión, paralelos muebles y yacimientos asociados” en Martínez-García, J.; Hernández, M.S. (eds.) II Congreso de arte rupestre esquemático en la Península Ibérica. Almería, Ayuntamiento de Vélez-Blanco, pp. 223-241.

Utrilla, P. y V. Baldellou (2001-2002): “Cantos pintados neolíticos de la Cueva de Chaves (Bastarás, Huesca)” en Saldvie, 2, pp. 45-126.

Utrilla, P. y M. Bea (2009): “Acerca de la cronología del arte esquemático. Terminología, superposiciones y algunos paralelos mobiliares aragoneses” en Cruz-Auñón, R. y Ferrer, E. (eds.) Estudios de Prehistoria y Arqueología en homenaje a Pilar Acosta Martínez, Sevilla, Universidad de Sevilla, pp. 109-140.

NOTAS ACLARATORIAS

1 En los últimos años se han producido interesantes hallazgos de conjuntos rupestres esquemáticos en el eje vertebrador Norte-Sur del territorio, como los de Cueva del Bubu I y II (Arén) (ver la aportación de J.I. Royo “Sobre la distribución territorial de la pintura rupestre esquemática en Aragón: algunas novedades” en este mismo volumen). Estos conjuntos hablan de una continuidad efectiva en la ocupación del curso fluvial del Noguera Ribagorzana, llegando hasta su des-embocadura en el Ebro, con las estaciones el núcleo de Mequinenza (Royo y Gómez, 1988).

2 Hemos respetado la numeración ya establecida por Calvo, que fue publicada en Montes et al. (2006); no obstante, se han añadido números para ordenar las nuevas figuras.

3 En este trabajo sólo haremos referencia al conjunto de Monderes, dada la escasa entidad de los abrigos de Monderes II y III, y al hecho de que Monderes IV esté en proceso de estudio por parte de Javier Rey. A la espera de la publicación sobre este último conjunto, se puede ver un breve adelanto en el trabajo de síntesis sobre las novedades del arte esquemático en Aragón de Royo (en este mismo volumen), y la primera noticia sobre las pinturas publicada por Rubén Oliver en su blog personal Habitantes de la nada <http://habitantesdelanada.blogspot.com.es/2013/10/arte-prehistorico.html>. No obstante, el conjunto será objeto de un estudio exhaustivo para su inclusión en la tesis doctoral de uno de los firmantes (Paloma Lanau). Ante la ausencia de noticias acerca de estos yacimientos en el inventario de arte rupestre de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, se ha procedido a denominar a los conjuntos rupestres, siquiera de forma temporal, de acuerdo al topónimo de la zona y siguiendo la numeración correlativa a partir del ya conocido.

162

top related