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Resumen del Trabajo Fin de Máster
Máster Ingeniería Ambiental
COMPOSTAJE DE LODOS DE EDAR EN
PRESENCIA DE ZEOLITAS
SINTETIZADAS A PARTIR DE CENIZAS
VOLANTES
Autor:
Christian Antequera Zamudio
Tutores:
Constantino Fernández Pereira
Catedrático de la Universidad de Sevilla
Emilia Otal Salaverri
Profesora Titular de la Universidad de Sevilla
Dpto. de Ingeniería Química y Ambiental
Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Universidad de Sevilla
Sevilla, 2016
PROYECTO SINERGIA
El Trabajo Fin de Máster se ha realizado dentro del Proyecto Sinergia, con la colaboración de un
profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería, Universidad de Sevilla: Constantino
Fernández Pereira, del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, y un alumno del Grado
de Ingeniería Química de la Universidad de Sevilla: Santiago López Camacho.
Sinergia es un proyecto de Innovación Docente del II Plan Propio de la Universidad de Sevilla de
la convocatoria 2013. Este proyecto propone la creación de un grupo de trabajo formado por
profesores de distintas áreas en la Universidad de Sevilla para la tutela coordinada de Trabajos
Fin de Grado (TFG), Trabajos Fin de Máster (TFM) y Proyectos Fin de Carrera (PFC) destinados
a grupos multidisciplinares de alumnos o profesores.
Esta iniciativa promueve que un TFGC (TFG Cooperativo) sea tutelado simultáneamente por
tantos profesores como áreas distintas implica el trabajo para su consecución. Este tipo de trabajos
cooperativos da la oportunidad al equipo docente de diseñar contextos de aprendizaje donde los
alumnos entrenan competencias transversales relacionadas con el trabajo en equipo y el trabajo
multidisciplinar: competencias organizativas, comunicativas y sociales.
El Proyecto Sinergia persigue, desde el punto de vista de los alumnos, un doble objetivo:
En cuanto al trabajo cooperativo:
Promover, tanto en los docentes como en los alumnos, aptitudes positivas hacia el trabajo
en equipo (cooperativo) y hacia el trabajo multidisciplinar.
Fomentar la interacción entre equipos docentes de distintas áreas para la tutela de TFGCs.
Mejorar la excelencia académica a través de trabajos de mayor calidad y más atractivos
para los alumnos.
Impulsar los resultados de TFGs en actividades de investigación.
En cuanto al emprendimiento:
Promover, tanto en los docentes como en los alumnos, aptitudes positivas hacia el
emprendimiento.
Impulsar los TFG, TFM y PFC como aplicación práctica de lo estudiado en un equipo de
trabajo interdisciplinar, que redundará en la visión de conjunto necesaria para un
emprendedor.
ÍNDICE
Resumen ....................................................................................................................... i
Abstract .......................................................................................................................iii
Índice de Tablas ......................................................................................................... vii
Índice de Figuras ......................................................................................................... ix
1. Introducción ................................................................................................................. 1
1.1 Problemática de los lodos de depuradora ................................................................ 1
1.2 Alternativas para el destino final de los lodos de depuradora ................................... 2
1.2.1 Aplicación al suelo .............................................................................. 3
1.2.2 Valorización energética ........................................................................ 5
1.2.3 Depósito en vertederos controlados ...................................................... 6
1.3 Compostaje de lodos de depuradora........................................................................ 6
1.3.1 Microbiología y reacciones metabólicas ............................................... 7
1.3.2 Variables de control de proceso .......................................................... 13
1.3.3 Tecnologías y sistemas de compostaje ................................................ 16
1.4 El compost: aplicaciones y criterios de calidad ..................................................... 19
1.5 Zeolitas ................................................................................................................ 24
1.5.1 Procesos de síntesis de zeolitas .......................................................... 25
1.6 Marco legal aplicable ........................................................................................... 25
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1.1: Concentración máxima de metales pesados en lodos destinados a la agricultura ........ 4
Tabla 1.2: Concentración máxima de metales pesados en los suelos .......................................... 4
Tabla 1.3: Riesgos relacionados con los residuos orgánicos aplicados al campo ......................... 5
Tabla 1.4: Algunos géneros de microorganismos encontrados con frecuencia en el proceso ..... 11
Tabla 1.5: Algunos microorganismos patógenos encontrados en los lodos de depuradora ........ 12
Tabla 1.6: Eliminación de patógenos en procesos de estabilización de lodos de depuradora ..... 12
Tabla 1.7: Clasificación de los sistemas de compostaje ............................................................ 16
Tabla 1.8: Límites de concentración de metales pesados con respecto a la calidad final .......... 20
Tabla 1.9: Métodos para la reducción de metales pesados durante el compostaje ..................... 21
Tabla 1.10: Grados de estabilidad para el test de autocalentamiento ......................................... 22
Tabla 1.11: Rango de estabilidad para la VECO máx. .............................................................. 23
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1.1: Producción de lodos de depuradora (Mt) en España en los últimos años ................... 2
Figura 1.2: Alternativas para el destino final de lodos de depuradora ......................................... 3
Figura 1.3: Balance cualitativo de materia y energía en el proceso de compostaje ...................... 7
Figura 1.4: Balance del ciclo de Krebs ...................................................................................... 8
Figura 1.5: Cadena respiratoria y fosforilación oxidativa ........................................................... 9
Figura 1.6: Evolución de la temperatura y el pH a lo largo del proceso .................................... 10
Figura 1.7: Influencia de la temperatura y tiempo de destrucción en la eliminación de
patógenos................................................................................................................................ 13
Figura 1.8: Sistema de pila estática con aireación forzada por succión ..................................... 17
Figura 1.9: Nivel de oxígeno durante el compostaje en una pila volteada semanalmente .......... 17
Figura 1.10: Reactor circular de lecho agitado ......................................................................... 18
Figura 1.11: Bioestabilizador cilíndrico Dano.......................................................................... 18
Figura 1.12: Equipo para el test de autocalentamiento ............................................................. 22
Figura 1.13: Sistema de Respirometría VECO ......................................................................... 23
Figura 1.14: Evolución de la VECO máx. ................................................................................ 23
1
1. INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la producción de lodos en las estaciones depuradoras de aguas residuales ha
aumentado significativamente debido principalmente al desarrollo demográfico que ha sufrido
nuestro país, a la legislación ambiental actual y a las mejoras tecnológicas en la depuración de las
aguas urbanas.
Por ello, la gestión de lodos generados en las estaciones de aguas residuales urbanas está
adquiriendo una gran importancia en nuestros días, debido a una legislación ambiental cada vez
más restrictiva y protectora del medio natural.
Este hecho, unido a la pérdida de materia orgánica que sufren la gran parte de los suelos agrícolas
que provoca una disminución de la fertilidad y aumenta los riesgos de pérdida del suelo por
erosión, hace que el aprovechamiento agrícola de lodos de depuradora, transformados en compost,
se establezca como la mejor alternativa para su destino final.
Otras alternativas posibles son la valorización energética, entre las que se destaca incineración y
biometanización, o la deposición en vertederos controlados como última opción.
Por otra parte, la utilización de zeolitas sintetizadas a partir de cenizas volantes procedentes de
las centrales térmicas de carbón, ofrece una nueva alternativa de gestión a estos residuos, evitando
así su deposición en vertederos.
1.1. La problemática de los lodos de depuradora
La Directiva 91/271/CEE sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas obliga a los estados
miembros a que sus aguas residuales urbanas sean objeto de un tratamiento de depuración
biológico antes de su vertido a cauces naturales.
Estos hechos provocaron la aparición de otro problema ambiental como es la gestión futura de los
lodos de depuradora. La producción de lodos de depuradora generados en España se incrementó
de manera significativa entre los años 1990 y 2000 a causa de la construcción de nuevas estaciones
depuradoras con un sistema de depuración secundario para cumplir con la nueva normativa
vigente. Las fechas límite para la creación de las numerosas estaciones depuradoras fueron:
- 31 de diciembre de 2000 para todas las poblaciones con vertidos equivalentes a más de
15.000 habitantes.
- 31 de diciembre de 2005 para vertidos producidos por poblaciones de entre 10.000 y
15.000 habitantes equivalentes.
2
- 31 de diciembre de 2005 para los vertidos en aguas dulces o estuarios que sean generados
por poblaciones equivalentes de entre 2.000 y 10.000 habitantes.
La producción de lodos de la última década sigue aumentando a lo largo del tiempo, aunque de
manera menos significativa con respecto a años anteriores, debido a que ya se han construido la
mayoría de las estaciones depuradores que obliga la citada Directiva.
Figura 1.1: Producción de lodos de depuradora (Mt) en España en los últimos años (Eurostat, 2012).
Estas cantidades tan importantes de lodos a gestionar, unido a los diversos problemas e
inconvenientes que existen con las distintas alternativas disponibles en la actualidad para su
destino final, conllevan a plantear la difícil gestión de estos residuos como un reto tecnológico
futuro.
1.2. Alternativas para el destino final de lodos de depuradora
Las principales alternativas para el destino final de lodos de depuradora que se presentan a
continuación, están dispuestas por orden de prioridad según la Ley 22/2011 de residuos y suelos
contaminados:
- La aplicación al suelo con fines de fertilización, enmienda orgánica y reciclaje de
nutrientes y la materia orgánica, regulado por el Real Decreto 1310/1990.
- La valorización energética en todas sus variantes entre las que destacan la incineración y
la biometanización.
- El depósito en vertederos controlados, regulado mediante el Real Decreto 1481/2001.
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Pro
du
cció
n (M
t)
Tiempo (Año)
3
Figura 1.2: Alternativas para el destino final de lodos de depuradora (Eurostat, 2012).
1.2.1. Aplicación al suelo
Según se plantea en el II Plan Nacional de Lodos de Depuradoras de Aguas Residuales-EDAR
(2007-2015), para los lodos de depuradora que cumplan con los requisitos legales en lo referente
a metales pesados, patógenos y siempre que exista suelo apto disponible para su aplicación,
deberá considerarse que la opción más sostenible de valorización de lodos de depuradora es el
reciclaje de nutrientes y materia orgánica mediante su adición al suelo. Sin embargo, para que
éstos puedan ser utilizados en la agricultura, es recomendable someter a los lodos a tratamientos
biológicos, térmicos, o químicos.
Sin duda, el uso agrícola de lodos de depuradora es la alternativa de gestión que cuenta con mayor
número de adeptos, tal y como se observa en la Figura 2. La tendencia en el uso agrario de lodos
ha aumentado en los últimos años, debido a la asignación de un valor económico al subproducto
de la depuración de aguas residuales.
Otro factor importante en el aumento del uso agrario de lodos son los bajos porcentajes de materia
orgánica presente en los suelos de cultivo del área mediterránea, que han conducido a grandes
tasas de degradación y erosión de nuestros suelos, situadas entre las más altas de Europa.
La aplicación directa de lodos de depuradora fue una práctica habitual llevada a cabo por los
agricultores desde la existencia de las depuradoras con tratamientos biológicos (aerobios o
anaerobios). Sin embargo, debido al riesgo para la salud y la posibilidad de producir
contaminación de aguas subterráneas y superficiales, se ha limitado esta práctica en el RD
1310/1990.
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Po
rcen
taje
de
Lod
os
Tiempo (Año)
Uso Agrario Incineración Vertido Otras aplicaciones
4
Los principales riesgos están relacionados con la presencia de metales pesados y sustancias
tóxicas, la existencia de patógenos, la deficiencia o exceso de nutrientes o la salinidad entre otros
factores. En relación a los metales pesados, los lodos aplicados directamente al suelo nunca deben
sobrepasar los valores límites de concentración recogidos en Real Decreto 1310/1990 (Tabla 1).
Tabla 1.1: Concentración máxima de metales pesados en lodos destinados a la agricultura (RD 1310/1990).
Metales Valores límite (mg/kg)
pH < 7 pH > 7
Cadmio 20 40
Cobre 1.000 1.750
Níquel 300 400
Plomo 750 1.200
Zinc 2.500 4.000
Mercurio 16 25
Cromo 1.000 1.50
Los suelos agrícolas, por su parte, no deben presentar una concentración de metales pesados por
encima de los valores límite fijados según el mismo Real Decreto 1310/1990.
Tabla 1.2: Concentración máxima de metales pesados en los suelos (RD 1310/1990).
Metales Valores límite (mg/kg)
pH < 7 pH > 7
Cadmio 1 3
Cobre 50 210
Níquel 30 112
Plomo 50 300
Zinc 150 450
Mercurio 1 1.5
Cromo 100 150
Los lodos de depuradora, junto con los residuos sólidos urbanos, son los materiales con mayor
número de riesgos relacionados con su aplicación directa a suelos agrícolas por la cantidad de
sustancias tóxicas y peligrosas que pueden albergar.
5
Tabla 1.3: Riesgos relacionados con los residuos orgánicos aplicados al campo (Dios, 2008).
Estos riesgos se pueden minimizar limitando la cantidad de lodos aplicada al suelo, restringiendo
el uso de lodos con una alta concentración en metales pesados y sustancias tóxicas o aplicando
un tratamiento previo de estabilización a la aplicación de lodos en el suelo.
1.2.2. Valorización energética
La biometanización o digestión anaerobia de lodos es la conversión de la fracción más degradable
de la materia orgánica en gas, mediante microorganismos fermentativos en ausencia de oxígeno.
El biogás resultante es una mezcla de varios compuestos, principalmente metano y dióxido de
carbono, que puede ser aprovechado energéticamente en motores de cogeneración, calderas o
turbinas. La digestión anaerobia es un proceso complejo que requiere, al igual que en el
compostaje, una actividad metábolica combinada a partir de la sucesión de poblaciones
microbianas. Las reacciones bioquímicas tienen lugar en 4 etapas.
- Hidrólisis. Las sustancias más complejas se descomponen en moléculas simples a causa
de las enzimas extracelulares, denominadas hidrolasas. Esta etapa controla la velocidad
del proceso y, por lo tanto, la velocidad de producción del gas.
- Fermentación acidogénica. Durante esta etapa, las sustancias simples producidas en la
fase anterior son transformadas en ácidos orgánicos y alcoholes, además de otros
subproductos necesarios para las etapas posteriores.
- Etapa acetogénica. Los subproductos de la etapa anterior, junto con el H2 y CO2, son
transformados en acetato mediante dos rutas metabólicas, fermentación de lactato,
alcoholes o ácidos grasos, o mediante el H2 y CO2.
6
- Etapa metanogénica. Las Arqueas metanogénicas son los microorganismos encargados
de transformar el acetato o el H2 y CO2, en metano. Se requiere energía luminosa y total
ausencia de oxígeno.
La incineración es la conversión en cenizas inertes mediante un proceso de combustión controlada
de toda la fracción orgánica presente en los lodos, por lo que la humedad debe ser mínima para
un correcto aprovechamiento del residuo. El inconveniente principal de las incineradoras son las
restricciones en relación a emisiones atmosféricas y las costosas medidas de control de
funcionamiento que deben cumplir según la normativa actual. En Andalucía, la incineración de
lodos de depuradora está totalmente prohibida.
1.2.3. Depósito en vertederos controlados
El depósito de lodos en vertederos controlados es la última opción de gestión y la menos
satisfactoria, según la Ley 22/2011, ya que se trata, principalmente, de evitar el vertido de materia
orgánica y residuos que puedan ser reutilizados o revalorizados en suelos agrícolas. Los
tratamientos más generalizados en este tipo de depósitos suelen ser la compactación ligera con
recubrimientos periódicos, la compactación intensa o la bioestabilización “in situ”. Las
principales ventajas que ofrece este sistema de gestión son los bajos coste de instalación y
funcionamiento, el escaso impacto ambiental si el vertedero está totalmente controlado y la
posibilidad de reutilizar el terreno después de su sellado. Sin embargo, entre sus desventajas
destacan el riguroso control de los lixiviados, la colmatación y cambio de posición, el
desconocimiento de las transformaciones físicas, químicas y biológicas que puedan alterar estos
depósitos, y, por supuesto, la incapacidad de aprovechar los recursos contenidos en los residuos
(Dios, 2008).
Países como Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Italia, Suecia y Reino
Unido, están limitando el vertido de residuos con valores de materia orgánica superiores al 5%.
1.3. Compostaje de lodos de depuradora
Según el Real Decreto 506/2013, sobre productos fertilizantes, “el compostaje es un proceso
controlado de transformación biológica aeróbica y termófila de materiales orgánicos
biodegradables que da lugar a los tipos de abonos y enmiendas orgánicas, cuyas características se
destellan en los grupos 2 y 6 del Anexo I”.
El compostaje se basa, principalmente, en la acción de diversos microorganismos aerobios que
actúan sobre la materia orgánica de manera sucesiva, produciendo elevadas temperaturas,
reduciendo el volumen y el peso de los residuos, y provocando su humificación y oscurecimiento
(Moreno y Moral, 2008). A lo largo del proceso se deben controlar los distintos factores para
asegurar una correcta proliferación de los microorganismos presentes y, por lo tanto, una
7
adecuada mineralización de la materia orgánica original. En este proceso de descomposición, los
productos son dióxido de carbono, vapor de agua y energía en forma de calor (Arcos et al., 2008).
Figura 1.3: Balance cualitativo de materia y energía en el proceso de compostaje (Rosal, 2007).
Por eso, el hecho de que el compostaje sea un proceso bio-oxidativo exige una condición biológica
que lo hace diferente del resto de métodos físico-químicos, así como otros procesos que no se
realicen de forma aerobia. También hay que diferenciar el compostaje, un proceso totalmente
controlado, de aquellos que tienen lugar de forma natural no controlada, en los cuáles pueden
aparecer condiciones anaerobias.
Dado su carácter bilógico y estrictamente aerobio, el compostaje requiere un tiempo mínimo que
depende de las variables del proceso. Las variables más importantes se pueden diferenciar en dos
tipos: parámetros de seguimiento, y parámetros relativos a la naturaleza del sustrato (Moreno y
Moral, 2008).
1.3.1. Microbiología y reacciones metabólicas
Como todos los demás procesos biológicos y oxidativos, el compostaje se fundamenta en la
respiración aeróbica de los microorganismos para transformar la materia orgánica contenida en el
sustrato en energía necesaria para el crecimiento y desarrollo de las poblaciones microbianas. El
proceso de respiración aeróbica se subdivide en 4 etapas:
- Glucólisis. Durante esta etapa, una molécula de glucosa se oxida para dar lugar a dos
moléculas de ácido pirúvico. En esta ruta metabólica se generan dos moléculas de ATP y
se reducen dos moléculas de NAD+ a NADH. Aunque la glucosa es la molécula principal
para la obtención de energía a partir de la glucolisis, también pueden reaccionar otras
moléculas como la glicerina producida a partir de la lipólisis de los triglicéridos o algunos
aminoácidos a partir de la desaminación oxidativa.
- Descarboxilación oxidativa. El ácido pirúvico es metabolizado por el complejo
enzimático piruvato deshidrogenasa. En esta ruta metabólica el ácido pirúvico pierde uno
de sus tres átomos de carbono en forma de CO2, a la vez que se oxida por la
8
deshidrogenación de dos átomos de hidrógeno para reducir dos moléculas más de NAD+
a NADH. Al final de este proceso se obtiene un radical acetilo que es captado y
transportado por la Coenzima A hasta el Ciclo de Krebs.
- Ciclo de Krebs. En esta etapa se oxidan las dos moléculas de acetilo transportadas por la
Coenzima A hasta producir cuatro moléculas de CO2, poder reductor (NADH + H+ y
FADH2) y dos moléculas de GTP.
Figura 1.4: Balance del ciclo de Krebs (Feduchi et al., 2010).
- Cadena respiratoria y fosforilación oxidativa. La cadena respiratoria es un mecanismo de
transporte de electrones para producir un gradiente electroquímico que se utiliza en la
síntesis de ATP. Este gradiente se genera mediante el flujo de electrones desde el NADH
y FADH2 hasta el aceptor final (O2) a través de múltiples complejos enzimáticos. A partir
de la oxidación de las moléculas reductoras se produce un gradiente de protones a través
de la membrana mitocondrial. Este gradiente es utilizado por la ATP sintasa para formar
moléculas de ATP a partir de ADP + Pi. Al final de todo el proceso completo se producen
36 moléculas de ATP cumpliendo la siguiente ecuación global:
Glucosa + 6 O2 + 36 Pi + 36 ADP 6 CO2 + 6 H2O + 36 ATP (1)
9
Figura 1.5: Cadena respiratoria y fosforilación oxidativa (Feduchi et al., 2010).
Esta reacción bioquímica es exotérmica, es decir, libera energía en forma de calor. Por lo que a
medida que avanza el proceso de compostaje la temperatura del sustrato se modifica, lo que
provoca una continua sucesión de poblaciones microbianas. A lo largo del proceso se distinguen
4 etapas en función de la temperatura:
- Fase Mesófila. En esta etapa abundan las bacterias y hongos mesófilos. A causa de la
actividad biológica de los microorganismos, la temperatura aumenta hasta los 40º C y el
pH desciende desde valores neutros hasta valores ligeramente ácidos.
Este descenso del pH se produce en la etapa de glucólisis de la respiración aérobica,
debido a la producción de ácidos pirúvicos y a la degradación de los triglicéridos en
ácidos grasos y glicerina. En esta etapa es de especial importancia la relación C/N, puesto
que el carbono proporciona energía a las células y el nitrógeno es necesario para la síntesis
de nuevas moléculas. El valor de la relación C/N debe estar en torno a 30, valores
superiores provocan una disminución de la actividad biológica debido a la falta de
nitrógeno, mientras que un valor inferior a 30 puede provocar un agotamiento rápido del
oxígeno y una excesiva pérdida de exceso de nitrógeno en forma de amoníaco, el cuál en
grandes cantidades puede llegar a ser tóxico para las poblaciones microbianas (Arcos et
al., 2008).
- Fase Termófila. Esta etapa se alcanza cuando la temperatura del sustrato sobrepasa los 55
º C. Durante esta fase las bacterias y hongos mesófilos mueren o permanecen en estado
latente, para dejar paso a los microorganismos termófilos, entre los que destacan los
actinomicetos. Es esta etapa del proceso de compostaje la que produce la higienización
del sustrato, eliminando patógenos y semillas, debido a las altas temperaturas. Además,
a causa de la degradación de los ácidos producidos en la etapa anterior, el pH aumenta
hasta valores ligeramente alcalinos (Arcos et al., 2008).
10
- Fase de Enfriamiento. En esta etapa la temperatura comienza a descender hasta alcanzar
valores de temperatura ambiental, a causa de la disminución de la actividad de los
microorganismos termófilos provocada principalmente por la escasez de nutrientes. A
medida que la temperatura desciende vuelven a reaparecer los organismos mesófilos que
volverán a dominar el proceso hasta que toda la materia orgánica disponible sea
consumida. En esta fase el pH comienza a disminuir hasta valores neutros (Arcos et al.,
2008).
- Fase de Maduración. Durante esta etapa tanto el pH como la temperatura están totalmente
estabilizados (Figura 6). Vuelven a cobrar especial importancia determinados
microorganismos como los actinomicetos, encargados de la producción de ácidos
húmicos y sustancias antibióticas que inhiben el crecimiento de patógenos, y
macroorganismos, encargados de romper, remover y moler físicamente los materiales
incrementando así el área superficial de éstos para facilitar el acceso a los
microorganismos (Arcos et al., 2008).
Figura 1.6: Evolución de la temperatura y el pH a lo largo del proceso (Rosal, 2007).
A partir de los distintos métodos de cultivo existentes, muchos estudios han revelado que los
microrganismos responsables del proceso de compostaje se encuentran en su gran mayoría
durante la etapa termófila. En general, las bacterias del género Bacillus son las más comunes tanto
en la etapa termófila como en la etapa mesófila, seguidos por los actinomicetos pertenecientes al
género Streptomyces, Thermoactinomyces, y Thermomonospora. Además, determinados hongos
11
como Aspergillus spp., Chaetomium thermophile, Mucor pusillus, Humicola inolens y Humicola
lanuginose también son encontrados con frecuencia durante las etapas mesófila y termófila del
proceso de compostaje.
Tabla 1.4: Algunos géneros de microorganismos encontrados con frecuencia en el proceso de compostaje (Mustin, 1987).
Sin embargo, también se han registrado microorganismos en los lodos de depuradora capaces de
generar enfermedades en algunos casos de tratamiento termófilo insuficiente o ineficaz. Por todo
ello, cada vez se hace más necesario un tratamiento previo y eficaz a la aplicación del compost
en agricultura.
12
Tabla 1.5: Algunos microorganismos patógenos encontrados en los lodos de depuradora (Dios, 2008).
En la siguiente tabla se muestran la efectividad de algunos de los tratamientos utilizados por la
industria para la eliminación para hacer frente a la presencia de patógenos y el grado de confianza
que recibe el proceso de compostaje.
Tabla 1.6: Eliminación de patógenos en procesos de estabilización de lodos de depuradora (Dios, 2008).
1.3.2. Variables de operación del proceso
El compostaje, al ser un proceso dinámico a causa de la actividad biológica, requiere un control
exhaustivo de las condiciones de operación para producir un compost de buena calidad. Para ello
hay que prestar especial atención a una serie de parámetros para crear las condiciones óptimas de
trabajo.
- Temperatura. Tan pronto como se ha reunido la materia orgánica comienza la actividad
biológica por parte de los microorganismos, si las condiciones son adecuadas, y el
síntoma más claro de esta actividad es el incremento de la temperatura. La velocidad en
el aumento de temperatura depende de la biodegradabilidad del sustrato, de la temperatura
ambiental, de la frecuencia de volteo, y de la cantidad de materia prima apilada. Aunque
a priori parece no ser interesante desde el punto de visto biológico elevar la temperatura
por encima de 40º C, en la práctica es necesario alcanzar temperaturas entre 55-65º C
para provocar la eliminación de patógenos y parásitos. Sin embargo, dado que el número
13
de microorganismos termófilos encargados de la descomposición de la materia orgánica
disminuye a medida que la temperatura alcanza valores cercanos a los 70ºC, no es
recomendable alcanzar esta temperatura durante largos períodos de tiempo (Arcos et al.,
2008).
Figura 1.7: Influencia de la temperatura y tiempo de destrucción en la eliminación de patógenos
(Feachem et al., 1978).
- pH. El pH influye en el proceso de compostaje por su acción frente a los
microorganismos. El pH inicial depende del material de partida y, normalmente, es
ligeramente ácido, salvo que contenga cenizas o sustancias fuertemente alcalinas. A
medida que avanza el proceso de compostaje se manifiesta un progresivo aumento del pH
por efecto de la disolución del dióxido de carbono en el agua. Es en este instante cuando
tienen lugar las mayores pérdidas de nitrógeno en forma de amoníaco. En general, los
hongos son los microorganismos más tolerantes a las oscilaciones en el rango de pH (5-
8), sin embargo, las bacterias soportan un rango de pH más estrecho (6-7,5) (Dios, 2008).
- Humedad. En la práctica se debe evitar una humedad superior a 60 % puesto que el agua
desplazaría el aire del espacio libre entre partículas aumentando las probabilidades de
crear zonas anaerobias. Por otra parte, la gran evaporación de agua a lo largo del proceso
a causa de las altas temperaturas produce una pérdida de humedad que si desciende por
debajo de 40 % puede afectar negativamente al proceso de descomposición. En
conclusión, el rango óptimo de humedad está entre 40 – 60 %, que es fácilmente
modificable a partir de aportes hídricos y volteos frecuentes (Arcos et al., 2008).
14
- Aireación y nivel de oxígeno. La aireación tiene un doble objetivo, por una parte aportar
el oxígeno necesario para la actividad microbiológica, y por otra permitir la evacuación
del dióxido de carbono producido. Los métodos de aireación más comunes son el volteo
periódico y la aireación forzada. Para conseguir un rápido y correcto funcionamiento del
proceso de compostaje, a la vez de evitar malos olores, es necesario asegurar la presencia
de oxígeno. El umbral de concentración mínima de oxígeno ampliamente aceptado para
llevar a cabo un proceso aeróbico es 6 % O2 v/v, mientras que valores por encima de 16
% son los más recomendables (Dios, 2008).
En ningún caso deben aparecer condiciones anaerobias ya que, aparte de la caída de
rendimiento en el proceso, se producen malos olores por los compuestos de azufre
formados (ácido sulfhídrico, metanotiol, sulfuro de dimetilo). Mientras que una
degradación aeróbica incompleta por falta de oxígeno produce compuestos orgánicos
volátiles tales como alcoholes, cetonas, ésteres y ácidos orgánicos (acético, propiónico,
butírico). Los COV’s también son responsables de malos olores, sobre todo en las
primeras etapas del compostaje.
Se han identificado limoneno y α-pineno como los más importantes en relación a los
malos olores, aunque existen otras especies tales como benceno, tolueno, clorobenceno,
xileno, estireno, naftaleno, cloroformo, tricloroetileno, tetracloroetileno, cloruro de
metileno, disulfuro de carbono o tetracloruro de carbono (Delgado, 2012).
- Balance de nutrientes y relación C/N. A lo largo del proceso de compostaje las pérdidas
de materia orgánica pueden alcanzar el 30 % de la materia seca total, y la mayor parte de
esta materia orgánica corresponde a compuestos de carbono. Como norma general, todos
los residuos orgánicos presentan cantidades suficientes de nutrientes para el desarrollo
biológico, pero lo más importante es la relación entre estos nutrientes, en especial la
relación C/N, puesto que condiciona la velocidad de descomposición del sustrato. La
descomposición de la materia orgánica está provocada por microorganismos que utilizan
el carbono como fuente de energía, y el nitrógeno como elemento constituyente de
proteínas. Aunque para un correcto compostaje se requiere una mayor proporción de
carbono, si el exceso de carbono es considerable el proceso de ralentiza cuando las
reservas de nitrógeno son consumidas y ciertos microorganismos mueren. El nitrógeno
que ellos habían asimilado es utilizado por otros organismos y nuevas cantidades de
carbono son consumidas, y de esta forma la relación C/N alcanza un nivel óptimo y el
nitrógeno se reintroduce en el ciclo (Moreno y Moral, 2008).
15
Por el contario, un exceso de nitrógeno desencadena en un rápido crecimiento microbiano
y una consecuente aceleración de la degradación de materia orgánica, sin embargo este
exceso de actividad puede provocar un déficit de oxígeno con el riesgo de aparición de
ambientes anaerobios dentro del sustrato. El nitrógeno es sin duda el elemento más
estimado y conviene limitar sus pérdidas, por lo que relación C/N baja provoca una
excesiva pérdida de nitrógeno en forma amoniacal. Una buena descomposición de la
materia orgánica nunca debe perder más de un 20 % del nitrógeno inicial. Se considera
que una relación C/N de 25 – 35 es la adecuada para el inicio del compostaje y que el
compost final debe tener una relación de 15 – 20 (Dios, 2008).
1.3.3. Tecnologías y sistemas de compostaje
Todos los sistemas de compostaje pretenden alcanzar unas condiciones de aireación óptima, una
humedad adecuada y una temperatura termófila, pero difieren en el grado en el que cumplen sus
objetivos. Un sistema de compostaje efectivo es aquél que consigue una completa transformación
de la materia orgánica por degradación aeróbica y una temperatura alta durante el tiempo
suficiente para la eliminación de patógenos. Los sistemas de compostaje se clasifican en dos
grupos según su dinámica y en tres grupos en función de los medios de confinamiento.
Tabla 1.7: Clasificación de los sistemas de compostaje (Dios, 2008).
- Sistemas abiertos. Sin duda alguna es el sistema de compostaje más generalizado. Se basa
en la formación de pilas longitudinales con sección triangular y una altura inferior de 2,7
metros. Si los montones adoptan una forma cuadrada se denominan mesetas. La cantidad
de material en cada pila es fundamental puesto que un exceso produciría una disminución
del espacio de aire libre por compresión, mientras que un defecto no mantendría una
temperatura lo suficientemente alta para la higienización del sustrato. Es conveniente usar
agentes estructurantes biodegradables, como pueden ser residuos de poda, en el
compostaje de residuos más densos húmedos para prevenir el efecto de compresión. La
aireación de las pilas puede tener lugar mediante volteo o aireación forzada por
ventilación o succión a través de un sistema de tubos horadados.
16
El sistema de aireación para pilas por succión mediante un flujo de aire de 0,2 m3/min/Tm
(USDA) es capaz de proveer una concentración de oxígeno de 15 % a un compost
compuesto por lodos de depuradora y virutas de madera. Este sistema junto con un
biofiltro de compost maduro para el control de olores es el sistema de compostaje más
empleado en Estados Unidos.
Figura 1.8: Sistema de pila estática con aireación forzada por succión (Dios, 2008).
En el caso de pilas sin aireación forzada el flujo de oxígeno se produce a través del
movimiento convectivo inducido del aire. El aire caliente, consecuencia de la actividad
biológica, se desplaza verticalmente hacia la parte superior de la pila. La salida del aire
caliente saturado en vapor de agua y dióxido de carbono provoca la entrada de aire rico
en oxígeno por parte inferior. La velocidad de este intercambio de aire está favorecida
por la porosidad del material y el tamaño de la pila. Si esta pila tiene una altura
recomendable, baja densidad y alta porosidad, el tiempo de compostaje será menor
(Keener et al., 1993). La principal desventaja de este sistema es la dificulta para mantener
una elevada concentración de oxígeno constante, puesto que sufre oscilaciones en función
de la frecuencia de los volteos y durante las primeras etapas el oxígeno puede caer por
encima de 8 % v/v.
Figura 1.9: Nivel de oxígeno durante el compostaje en una pila volteada semanalmente (Gasser, 1985).
17
- Sistemas cerrados. Se basan en la utilización de un reactor o digestor. Los principales
sistemas cerrados de compostaje son en contenedor, en tambor y en túnel. Son sistemas
que presentan unos costes de inversión altos pero tienen la ventaja de ofrecer un control
total sobre las condiciones de operación del compostaje, permiten una aceleración del
proceso, y, por tanto, un menor espacio para tratar el mismo volumen de residuo.
En todos los sistemas cerrados se dispone de un biofiltro de compost maduro para el
control de olores y una recirculación de lixiviados. Además, al final del proceso de
compostaje en un sistema cerrado, el material se somete a una etapa de maduración en
pilas estáticas.
Los contenedores o reactores verticales, de 4 a 9 metros de altura, pueden ser continuos
o discontinuos. El proceso en estos reactores es difícil de controlar por la gran cantidad
de material, por eso la temperatura y el nivel de oxígeno varía entre la parte inferior y
superior. Para evitar esto, se emplean reactores circulares con una altura de 2 a 3 metros
y un diámetro de 6 a 36 metros.
Figura 1.10: Reactor circular de lecho agitado (Haug, 1993).
Los tambores o reactores horizontales son reactores cilíndricos para el compostaje y la
rotación es intermitente. Realmente no se consideran verdaderos reactores puesto que el
tiempo de retención es de 1 a 2 días, lo que no es suficiente para completar el compostaje,
permitiendo solo una iniciación del proceso. Son frecuentemente utilizados para separar
la materia orgánica biodegradable de los materiales inertes, siendo dicha separación fácil
y de alto rendimiento.
18
Figura 1.11: Bioestabilizador cilíndrico Dano (Mustin, 1987).
El compostaje en túneles cerrados mantiene el sustrato completamente aislado del
exterior sin afectarle las condiciones meteorológicas del entorno, posibilitando la
aspiración de malos olores y evitando las emisiones líquidas y gaseosas al exterior. El
sistema de aspiración permite controlar la temperatura de la masa y los niveles de
oxígeno, así como la humedad a lo largo del proceso. La mayoría de los túneles funcionan
a modo de reactores discontinuos, aunque con la instalación de un sistema hidráulico o
cinta transportadora pasarían a trabajar como un reactor de flujo pistón.
Los túneles suelen tener una longitud de 30 a 60 metros y una anchura y altura de 4 a 6
metros, construidos de hormigón armado. El compostaje basado en pilas estáticas con
aireación forzada, resulta muy fácil, con concluyendo el proceso en apenas 2 semanas.
1.4. El compost: aplicaciones y criterios de calidad.
La Ley 22/2011 define el compost como “enmienda orgánica obtenida a partir del tratamiento
biológico aerobio y termófilo de residuos biodegradables recogidos separadamente. No se
considerará compost el material orgánico obtenido a partir de las plantas de tratamiento mecánico
y biológico de residuos mezclados, que se denominará material bioestabilizado”.
El compost es el resultado de la fase de maduración del proceso de compostaje dando lugar a un
producto estabilizado y semejante al humus. También debe ser un material inocuo, que pueda ser
aplicado al suelo y los cultivos sin ningún riesgo de daño, y nutritivo, pues presenta grandes
beneficios como fertilizante (Delgado, 2012).
De acuerdo al RD 506/2013, las características principales de un compost maduro deben ser las
siguientes: Materia orgánica (35 %), humedad (30 - 40 %), C/N (<20) y el 90 % del material debe
pasar por un tamiz de 10 mm. Además establece el límite máximo de microorganismos para
salmonella (ausente en 25 g de producto) y Escherichia coli (<1000 NMP por gramo de producto).
19
Otra característica de calidad fundamental es el contenido en metales pesados que distingue el
compost en 3 clases, A, B y C.
Tabla 1.8: Límites de concentración de metales pesados con respecto a la calidad final (RD 506/2013).
Los metales pesados son tóxicos y peligrosos por su incidencia en los procesos bioquímicos de
los organismos vivos. La movilidad es factor más importante a tener en cuenta en la gestión de la
peligrosidad de estos componentes, y depende de las condiciones ambientales, las características
del suelo, el pH, la humedad, y la temperatura.
- Muy móviles: Zn, Cu, Cr y Mn.
- Poco móviles: Ni y Pb.
El efecto contaminante de los metales pesados puede ser doble, por un lado la presencia de agentes
solubilizantes en el suelo, y por otro, el exceso de cantidades perjudiciales de metales en la
enmienda orgánica como en el caso de algunos lodos de depuradora. En la Tabla 1.9 se pueden
ver algunos métodos fisicoquímicos para la eliminación de metales pesados.
Clase A Clase B Clase C
Cadmio 0,7 2 3
Cobre 70 300 400
Níquel 25 90 100
Plomo 45 150 200
Zinc 200 500 1000
Mercurio 0,4 1,5 2,5
Cromo 70 250 300
Cromo (VI) 0 0 0
Metal Pesado
Límites de concentración
mg/kg de materia seca
20
Tabla 1.9: Métodos para la reducción de metales pesados durante el compostaje (Singh y Kalamdhad, 2012).
Métodos Mecanismo de Reducción Autores
Fis
icoquím
ico
s
Fase Termofílica
Proceso de oxidación y formación de complejos
organometálicos para
reducir la solubilidad de
metales pesados.
He et al., Fang y Wong
Zeolita natural
Alta capacidad de intercambio catiónico para
disminuir la disponibilidad
de metales. Incrementa la porosidad y la
biodegradabilidad de la
materia orgánica.
Zorpas et al.
Cal o Sulfuro sódico
Aumenta la actividad
microbiológica. Material alcalino para neutralizar pH
ácidos. Favorece la
precipitación de metales en forma de sulfuros.
Fang y Wong
Carbón vegetal
Incrementa la porosidad y
mejora la estructura. Alta
capacidad de absorción de metales por su gran área
superficial específica con
carga negativa.
Chen et al., Hua et al.
Lodo rojo
Alta capacidad de intercambio catiónico y
alcalinidad. Favorece la
absorción de metales y su precipitación en forma de
hidróxidos.
Qiao y Ho
La estabilidad y madurez son otros indicadores para determinar la calidad del compost. La
madurez está relacionada con el potencial de crecimiento de las plantas, y la estabilidad está
relacionada con la biodisponibilidad de la materia orgánica y la actividad microbiana. Por lo que
ambos son utilizados para describir si un compost está preparado para su aplicación en el suelo
sin que aquél pueda repercutir sobre las características previas del medio (Dios, 2008).
21
La estabilidad de un compost puede averiguarse, generalmente, mediante respirometría o test de
autocalentamiento, ya que ambos miden la actividad microbiológica del sustrato. En el test de
autocalentamiento con vaso Dewar, cuando la etapa de maduración finaliza, la temperatura
máxima del compost debería alcanzar temperaturas cercanas a las ambientales. Brinton et al.
(1995), establecen 5 grados de estabilidad según el incremento de temperatura entre la
temperatura máxima de autocalentamiento y la temperatura ambiental. Los grados I y II
corresponden a un compost estable, los grados III y IV, a un compost activo, y el grado V
corresponde a un compost fresco.
Tabla 1.10: Grados de estabilidad para el test de autocalentamiento (Brinton et al., 1995).
Incremento de la temperatura (º C) Grado de estabilidad
0-10 I
10-20 II
20-30 III
30-40 IV
> 40 V
Si un material inmaduro no presenta temperaturas elevadas posiblemente sea por: un exceso o
falta de humedad, o poca cantidad de material orgánico. Al aplicarse a muestras inmaduras puede
dar lugar a resultados erróneos, puesto que si la temperatura no aumenta puede que se deba a las
condiciones anaeróbicas que aparecen rápidamente dentro del vaso Dewar (Figura 1.12) (Soliva
y López, 2004). Los resultados pueden obtenerse al cabo de 2 a 9 días de experimento (López et
al., 2009).
Figura 1.12: Equipo para el test de autocalentamiento (Rosal, 2007).
22
Por otro lado, las técnicas respirométricas más aceptadas en la actualidad para la medida de la
estabilidad, consisten en la medida de la respiración aerobia del O2 consumido durante la
incubación de una muestra sólida. Una de las técnicas utilizadas es el método VECO-SOUR
(Velocidad Específica del Consumo de Oxígeno), corresponde a la masa de oxígeno por masa de
sólido volátil y tiempo (mg/g·h), para el cual se establece un valor máximo de 1 mg O2/g SV · h,
dispuesto por la comunidad científica europea, para considerar el material totalmente estable
(Dios, 2008).
Figura 1.13: Sistema de Respirometría VECO (Dios, 2008).
Figura 1.14: Evolución de la VECO máx. (Rosal, 2007).
Tabla 1.11: Rango de estabilidad para la VECO máx. (Dios et al., 2003).
Rango de estabilidad
Baja Media Alta
VECO máx. (mg/g·h) 50 a 10 10 a 5 <5
Aunque que se deben de tomar muchas precauciones a la hora de aplicar compost a un suelo
agrícola, son bien conocidas las mejoras en las propiedades físicas y químicas que este producto
provoca y giran en torno a la mejora de la estructura del suelo. En cuanto a las mejoras de carácter
23
físico cabe destacar: la disminución de la densidad aparente, aumento de la porosidad, incremento
de la capacidad de campo, y disminución de la erosionabilidad.
Por otra parte, las mejoras químicas y capacidades nutricionales que produce esta enmienda son
la presencia de nitrógeno y las altas concentraciones en sustancias húmicas y fúlvicas. Aunque no
tiene el mismo poder fertilizante que los abonos sintéticos, su aplicación ofrece otra serie de
ventajas en un mayor lapso de tiempo y en diferentes factores del suelo, actuando como
fertilizante de lenta liberación de nutrientes y aumentando la capacidad de intercambio catiónico.
Otra de las grandes aplicaciones de un compost de calidad, aparte de su utilización en agricultura,
es como sustituto parcial o complemento de las turbas en los sustratos de cultivo, una buena
opción teniendo en cuenta que son recursos no renovables.
1.5. Zeolitas
Las zeolitas son aluminosilicatos cristalinos de elementos de los grupos I y II, en particular Na,
K, Mg, Ca, Sr, Ba. La unidad elemental de las zeolitas son los tetraedros de silicatos y aluminatos
que se unen entre sí compartiendo sus oxígenos, formando diferentes estructuras cúbicas con un
diámetro de poro reducido en función del tipo de empaquetamiento, que confiere a las zeolitas la
propiedad de ser utilizadas como tamices moleculares.
Esta característica es una de las más interesantes dentro de las posibles aplicaciones de las
zeolitas, dada su capacidad para adsorber otras moléculas dentro de su estructura. Otra propiedad
muy importante de las zeolitas es su capacidad para intercambiar cationes a causa de la presencia
de aniones de aluminio trivalentes que originan un desequilibrio estructural por el exceso de
cargas negativas. Los cationes que compensan ese exceso de cargas negativas son fácilmente
intercambiables dotando a las zeolitas de gran capacidad de intercambio catiónico. Por último, la
presencia de sitios ácidos dentro de su red cristalina convierte a las zeolitas en excelentes
catalizadores para multitud de aplicaciones, fundamentalmente en la industria farmacéutica y
petroquímica (Moreno, 2003).
Las zeolitas pueden ser naturales o sintéticas. Las primeras se forman en un ambiente geológico
de condiciones particulares en el que la interacción de soluciones alcalinas con estos materiales
geológicos produce la formación de zeolitas naturales. Mientras que las zeolitas sintéticas se
forman en un laboratorio simulando las condiciones naturales de activación alcalina de las
primeras. Es decir, a través de la cristalización de un gel a partir de agua, sílice y alúmina en
medio alcalino (Moreno, 2003).
24
1.5.1. Procesos de síntesis de zeolitas
Se conocen múltiples procesos de síntesis de zeolitas a escala industrial, aunque todos pueden
agruparse en los siguientes tres grupos resumidos a continuación:
- Procesos hidrogel. Se prepara hidrogeles homogéneos a partir de reactivos solubles, o
bien, hidrogeles heterogéneos mediante la utilización de sílice y alúmina en estado sólido.
La fuente de silicio es normalmente silicato de sodio o un gel de sílice coloidal, y la fuente
de aluminio es un aluminato de un metal alcalino. Los reactivos se mezclan
estequiométricamente hasta formar un gel que, una vez envejecido y polimerizado, se
somete a cristalización en un recipiente cerrado a temperaturas entre 25 – 200º C.
- Conversión de arcillas. Se emplea caolín como fuente de silicio y aluminio. El
procedimiento más común es transformar el caolín en metacaolín mediante un
tratamiento térmico para facilitar el proceso de síntesis.
- Conversión de otras materias primas. Existen diversas fuentes de materias primas aptas
para la producción de zeolitas sintéticas tales como el vidrio, subproductos de la industria
metalúrgica o cenizas volantes de centrales térmicas de carbón.
1.6. Marco legal aplicable
Según la Ley 22/2011, de 28 de Julio, de residuos y suelos contaminados, un residuo “es cualquier
sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o la obligación de desechar”, de
acuerdo con la Lista Europea de Residuos (L.E.R.). Aunque los lodos de depuración aparecen en
la Lista Europea de Residuos, no se especifica su definición.
Para eso, el Real Decreto 1310/1990, de 29 de Octubre, por el que se regula la utilización de lodos
de depuración en el sector agrario, define que los lodos de depuración son “los lodos residuales
salidos de todo tipo de instalaciones depuradoras de aguas residuales domésticas urbanas o de
aguas residuales de composición similar a las anteriormente citadas, así como los procedentes de
fosas sépticas y de otras instalaciones de depuración similares utilizadas para el tratamiento de
aguas residuales”.
Además en este texto, no solo se define el valor límite para la concentración de metales pesados
presentes en el lodo de depuración, sino que define igualmente la concentración previa de metales
pesados contenidos en el suelo receptor en caso de aplicación directa.
El Plan Nacional Integral de Residuos expone, en su caso, los diferentes tratamientos aplicados a
los lodos de depuración entre los que destacan:
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- Digestión anaerobia con o sin aprovechamiento energético. El digestato se composta o se
somete a secado térmico para su posterior incineración.
- Deshidratación y compostaje.
- Deshidratación y secado térmico.
- Deshidratación, secado térmico y compostaje.
- Estabilización aerobia con o sin compostaje posterior.
- Estabilización química.
- Secado térmico e incineración.
- Secado térmico y coincineración en cementeras.
Sin embargo, a pesar de todos los posibles tratamientos existentes, el PNIR 2008 – 2015, establece
que el compostaje y la digestión anaerobia con aprovechamiento energético son los procesos de
tratamiento más satisfactorios para la valorización de estos residuos.
En el caso del proceso de compostaje, El Real Decreto 506/2013, de 28 de Junio, sobre productos
fertilizantes, define que “es un proceso controlado de transformación biológica aeróbica y
termófila de materiales orgánicos biodegradables que da lugar a los tipos de abonos y enmiendas
orgánicas, cuyas características se detallan en los grupos 2 y 6 del Anexo I”. Por lo que define los
criterios mínimos de calidad que debe presentar un compost para su comercialización o utilización
en agricultura. También establece la relación de residuos biodegradables que pueden ser utilizados
en el proceso de compostaje, entre los que destacan “los lodos de tratamiento de aguas residuales
urbanas, con contenido en metales pesados inferiores a los establecidos en el RD 1310/1990”,
además de los métodos analíticos oficiales para la determinación de los parámetros de calidad.
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