alineación con el alma

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  • 7/30/2019 Alineacin con el alma

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    MUDRA LA LEY DEL CORAZN - ALINEACIN

    Manejamos la ley del corazn, sembrndonos, renaciendo de nosotros, ascendiendo yofrendando el alma a la Triada Espiritual y recibiendo la energa de la Triada Espiritual.Pasos:

    1. Manos delante del 4 centro, en el mudra universal de la oracinClave, las manos son una expresin del corazn, una expresin delfuego del amor.Llevamos la energa del chacra cardaco a las manos,experimentamos el calor y el fuego amoroso del corazn en lasmanos. Experimentamos un sentimiento de amor por lo que msqueremos incondicionalmente, por nuestros hijos, nuestra esposa,Dios, el atardecer, es decir, aquello que evoca en nosotros ungenuino sentimiento de amor incondicional.Imaginamos ese sentimiento como un ro de energa que va hastanuestras manos.Sentimos el calor, la vibracin, la radiacin del amor en nuestrasmanos.

    As consagramos el corazn.

    2. La apertura

    Nos ofrendamosPrimero a la tierra, (separamos losmeiques),Segundo al agua, (separamos los anulares),Tercero al fuego, (separamos los dedosmedios).Quedan el aire y el ter juntos.Permanecemos unidos a travs de lamente, el ter, la conciencia.

    El aire y el ter representan la conjuncin de dos energas, el yo transpersonal y el yo personal.Hacemos el shin mudra, que nos protege, como una perfecta expresin del corazn queasciende, el corazn que se ofrenda a la fuente a travs de la triada espiritual.

    Es el origen del shin mudra de proteccin.Formamos el smbolo del shin mudra y los otros tres dedos hacia arriba frente a frente; estemudra es una perfecta expresin del corazn que asciende, el corazn que se ofrenda a laFuente a travs de la Triada Espiritual.3.Ofrenda de nuestro ser a la tierra.

    Las palmas de las manos hacia abajo, con los dedos pulgar unidos a los dedos ndices.Ofrendamos lo que somos a la tierra y vamos a sembrar la semilla del plan divino.

    4. Descenso hacia la tierra.

    1. ATMANJALI: Oracin y Peticin por una concesin divina.2. Meique: EMPATIA.3. Anular: SIMPATIA.4. Medio: CORDIALIDAD.5. ndice: AMISTAD CON UNION PALMAS.6. Pulgar: AMOR INCONDICIONAL (Se extienden las manos).

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    Los dedos de las dos manos hacia abajo y los dos pulgaresunidos hacia el centro de nuestro cuerpo.Descendemos conscientemente.La conciencia est en la punta de los dedos, incluido el pulgar.Como si furamos describiendo un ro a lo largo del centro delcuerpo, del Vaso Concepcin.Descendemos hasta que los codos estn completamente

    estirados y siempre visualizando el descenso de la energa hastala tierra.Inclinamos las manos hacia abajo como si furamos a sembrartodo ese potencial sembrado en nuestro corazn.Proyectamos los dedos hacia abajo y el pulgar hacia adentro, yvamos descendiendo por todo el canal central sintiendo lacorriente descendente por el centro de nuestro cuerpo.Proyectamos esa corriente a travs del 1centro, ladescendemos a travs de las rodillas, de los pies, como si nossembrramos, como si hiciramos un surco en la tierra ysembrramos la semilla del plan de nuestra vida.

    5. Siembra en la tierra.Seguimos descendiendo como si nos estuviramos sembrando en la tierra, en un surco hasta elcentro de la tierra.

    6. El nacimiento de la matriz de la tierra.Nos hemos sembrado en la tierraAhora nacemos de la matriz de la tierraAhora invertimos las manos, Viramos los dedos hacia adentro y el pulgar se dirige hacia arriba.y vamos ascendiendo, germinando, ascendiendo desde nuestra semilla a travs de la sabia de la

    vida, la sabia de la evolucinY nuevamente la conciencia en la punta de los dedos.Formamos una corriente ascendente y esa corriente ascendente llega hasta nuestro corazn.

    7. Segundo nacimiento...

    Los tres reinos de la naturaleza van ascendiendo a travs denosotros,El mineral en el 1 centro,El vegetal en el 2 centro,El animal en el 3 centroY nuestra humanidad florece en nuestro 4 Centro,Nacemos de la matriz de nuestro propio corazn,

    Hemos nacido de nosotros mismos.Y esa flor vulnerable, frgil, tierna, del amor que hay en nuestrocorazn la acunamos.Vamos separando los dedos, volteamos las manos y formamos elmudra de la cuna.Nacemos de nosotros mismos a nosotros, y nos acunamos.Con sentimiento de ternura acunamos esa luz prodigiosa del amorque florece en nosotros. Es el amor naciente.Recogemos y arropamos a esa criatura en nuestro corazn.

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    8. Pensamiento en el 6 centro.Atesoramos esa luz en nuestro corazn como unallama de amor viva y vamos ascendiendo en esefuego interior conectando el corazn a la cabeza,conectamos as nuestro pensamiento, nuestrointelecto y nuestro amor para formar un vrtice decomprensin en nuestro 6 Centro.Ahora elevamos esa criatura, con todo el fuego denuestro corazn al 6 centro,Ac el corazn se une al intelecto, al cerebro. Enoracin un pensamiento.

    ..9. Elevar el corazn a Dios.

    Y desde esa comprensin amorosa vamos ascendiendo a travsdel 7 Centro.Ascendemos muy lentamente a travs del hilo del sutratmaConectamos el 7 Centro en un torrente de luz ascendente.

    Seguimos el ascenso.Proyectamos ese ascenso muy conscientemente.Lo vamos conectando al hilo del sutratma,Ascendemos a travs de los tres tomos permanentesOfrendamos nuestros tres cuerpos va tres tomos permanentes hacia elalma.

    Ascendemos sin empinarnos, todo en nosotros asciende y es un vrticede energa, de levedad ascendente.Nos vamos estirando cada vez ms, sin empinarnos.Formamos un efecto piezoelctrico sobre todas las unidades tendo-musculares y se crea un campo magntico ascendente que se proyecta atravs de las manos.

    10. Formar un cliz.Se abren las manos manteniendo el pulgar y el meique unidos, formandouna flor, un cliz.Ese es el fruto de nuestra humanidad lo que ha germinado, lo que ha

    florecido, lo que ha fructificado a travs del corazn que se eleva al almaFlorecemos como si estuviramos floreciendo al alma y ofreciendo la joyaen el loto. Visualizamos la triada espiritualOfrecemos el fruto maduro de nuestra humanidad conectando los tresptalos del alma a la Triada Espiritual, la chispa del amor divino, laMnada.

    11. Descenso de la energa universal.Recibimos la luz de la Triada Espiritual. Recogemos esaenerga de la Mnada en el cliz de nuestras manos, laatesoramos, las cerramos y descendemos muy lentamente,

    Proyectamos esa luz a travs del hilo del ro de la conciencia anuestro 7 Centro.Desde nuestro 7 Centro la conectamos a nuestro 6 Centro.Desde el 6 Centro la proyectamos a nuestro 4 Centro.

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    ..Atesoramos esa luz en nuestro corazn.Sembramos esa semilla del espritu en nuestro corazn para seguir el sendero de la evolucinque es un sendero de liberacin.royectamos esa luz de las manos atesorando la energa de la vida en nuestro corazn.12. Mudra del vuelo.

    Cruzamos las manos sobre nuestro coraznHacemos el mudra del vuelo, deslizamos una mano

    sobre la otra uniendo los dos pulgares. Equilibradoslos pulgares y las manos, totalmente simtricos,colocando las manos sobre nuestro corazn.generando as el mudra de las alas y del vuelo de lavida.Entramos en el vuelo de la vida.

    Ahora cerramos el circuito.13. El fuego del corazn al 6 Centro.Proyectamos esa energa a nuestro entrecejo. Mantenemos firme la luz en el entrecejo.Visualizamos desde all como un faro de luz, un torrente de luz.

    Ac equilibramos lo que est arriba con lo que est abajo; la izquierda con la derecha, lapersonalidad. Cuando esto se da, se est integrando el campo fsico con el emocional y el mental.

    Tenemos ahora un acceso a la Triada Espiritual, a la Voluntad Espiritual y podemos dirigir nuestraenerga va ajna chacra para servir, para sanar.

    Proyectamos ese faro de luz a nuestro presente, a nuestros trabajos, a nuestros lugares detrabajo, a nuestras familias, al tiempo de nuestro cuerpo, nuestro campo emocional, nuestrocampo mental, nuestros compaeros, nuestra actividad, el ro de sanadores que se une connosotros a una sola corriente de amor vivo.

    Proyectamos ese torrente de luz a nuestro padre, a nuestra madre y a travs de ellosvislumbramos toda la corriente de nuestros ancestros, las ltimas tres generaciones que nutrenlos bisabuelos, los abuelos, los padres y que nutren nuestros cuerpos.Bendecimos, agradecemos ese pasado que se libera en nosotros como un soporte del que nace yflorece la tierra del presente.Vamos proyectando esa misma corriente a travs de nuestros hijos, y los hijos de los hijos a lasgeneraciones que nos suceden, visualizando ese presente en nosotros el nmero siete, tresgeneraciones adelante, tres generaciones atrs, siete bandas, siete columnas, la ley del siete.

    Quedamos ahora en el presente integrando el pasado y el futuro en un solo tiempo total, el tiempoprofundo del alma.

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    Propuesta de la meditacin alineacin.Manos delante del corazn.Experimentamos un sentimiento de amor por lo que ms queremos incondicionalmente, pornuestros hijos, nuestra esposa, Dios, el atardecer, es decir, aquello que evoca en nosotros ungenuino sentimiento de amor incondicional.Imaginamos ese sentimiento como un ro de energa que va hasta nuestras manos.Sentimos el calor, la vibracin, la radiacin del amor en nuestras manos.As consagramos el corazn.

    OfrendamosNuestra tierra (separamos los meiques),Nuestra agua, ese torrente de conciencia que nos recorre (separamos los anulares),Nuestro fuego (separamos los dedos medios).Permanecemos unidos a travs de la mente, el ter, la conciencia.Hacemos el shin mudra, que nos protege, como una perfecta expresin del corazn queasciende, el corazn que se ofrenda a la fuente a travs de la triada espiritual.

    Inclinamos las manos hacia abajo como si furamos a sembrar todo ese potencial sembrado en

    nuestro corazn.Proyectamos los dedos hacia abajo y el pulgar hacia adentro, y vamos descendiendo por todo elcanal central sintiendo la corriente descendente por el centro de nuestro cuerpo.Proyectamos esa corriente a travs del 1centro, la descendemos a travs de las rodillas, de lospies, como si nos sembrramos, como si hiciramos un surco en la tierra y sembrramos lasemilla del plan de nuestra vida.

    Ahora nacemos de la matriz de la tierraAhora invertimos las manos, los dedos hacia adentro y el pulgar hacia arriba y vamosascendiendo, germinando, ascendiendo desde nuestra semilla a travs de la sabia de la vida, lasabia de la evolucin,

    Los tres reinos de la naturaleza que van ascendiendo a travs de nosotros,El mineral el primero,El vegetal el segundo,El animal el terceroY florecemos en nuestro 4 Centro nuestra humanidad,Y esa flor vulnerable, frgil, tierna, del amor que hay en nuestro corazn la acunamos.Ahora nacemos de la matriz de nuestro propio corazn,Con sentimiento de ternura acunamos esa luz prodigiosa del amor que florece en nosotros.

    Atesoramos esa luz en nuestro corazn como una llama de amor viva y vamos ascendiendo enese fuego interior conectando el corazn a la cabeza, conectamos as nuestro pensamiento,

    nuestro intelecto y nuestro amor para formar un vrtice de comprensin en nuestro 6 Centro.Y desde esa comprensin amorosa vamos ascendiendo a travs del 7 Centro.Conectamos el 7 Centro en un torrente de luz ascendente.Lo vamos conectando al hilo del sutratma, ascendemos a travs de los tres tomos permanentesofrendando nuestros tres cuerpos va tres tomos permanentes hacia el alma.Seguimos el ascenso.Ascendemos sin empinarnos, todo en nosotros asciende y es un vrtice de energa, de levedadascendente.Y ahora, abriendo las manos como un cliz, como una flor, florecemos en el alma.Ese es el fruto de nuestra humanidad lo que ha germinado, lo que ha florecido, lo que hafructificado a travs del corazn que se eleva al alma.

    Ofrecemos el fruto maduro de nuestra humanidad conectando los tres ptalos del alma a laTriada Espiritual y vislumbramos la joya en el loto, la chispa del amor divino, la Mnada.

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    Recogemos esa energa de la Mnada, la proyectamos a travs del cliz de nuestras manos quecerramos y descendemos.La proyectamos a travs del hilo, del ro, de la conciencia a nuestro 7 Centro.Desde nuestro 7 Centro la conectamos a nuestro 6 Centro.Desde el 6 Centro la proyectamos a nuestro 4 Centro.Sembramos esa semilla del espritu en nuestro corazn para seguir el sendero de la evolucinque es un sendero de liberacin.Entramos as en el vuelo de la vida, las alas de la vida, generando as el mudra de las alas y delvuelo de la vida.Cruzamos las manos sobre nuestro corazn.Proyectamos esa luz de las manos atesorando la energa de la vida en nuestro corazn.

    Proyectamos esa energa a nuestro entrecejo.Mantenemos firme la luz en el entrecejo.Visualizamos desde all como un faro de luz, un torrente de luz.Proyectamos ese torrente de luz a nuestro padre, a nuestra madre y a travs de ellosvislumbramos toda la corriente de nuestros ancestros, las ltimas tres generaciones que nutrenlos bisabuelos, los abuelos, los padres y que nutren nuestros cuerpos.

    Bendecimos, agradecemos ese pasado que se libera en nosotros como un soporte del que nace yflorece la tierra del presente.Y ahora proyectamos ese faro de luz a nuestro presente, a nuestros trabajos, a nuestros lugaresde trabajo, a nuestras familias, al tiempo de nuestro cuerpo, nuestro campo emocional, nuestrocampo mental, nuestros compaeros, nuestra actividad, el ro de sanadores que se une connosotros a una sola corriente de amor vivo.Y vamos proyectando esa misma corriente a travs de nuestros hijos, y los hijos de los hijos a lasgeneraciones que nos suceden, visualizando ese presente en nosotros el nmero siete, tresgeneraciones adelante, tres generaciones atrs, siete bandas, siete columnas, la ley del siete.

    Quedamos ahora en el presente integrando el pasado y el futuro en un solo tiempo total, el tiempo

    profundo del alma.