alimentarse con dignidad - revista de la universidad de ... · universidad de mtxlco...
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Alimentarse con dignidad•
FEliPE TORRES TORRES
Actualmente, el fenómeno alimentario se orienta en dos
direcciones: a) las empresas transforman los hábitos locales
e imponen una diera internacional homogénea ymás indUYtrializada; b) sin embargo, también difunden, en nuevas escalas territoriales, formas particularesde alimentaciónque elmundo noconociódurante cientos de años, en gran medidadebido al incremento de los flujos migratorios mundiales.
Es cierto que los principales centros urbanos de naciones como México tesultan invadidos por la hamburguesa,
la pi2za, los nuggets yelsurimi japonés; pero tambiénse hanlogrado colocar en el gusto internacional las enchiladas de
De caTa al tereeT milenio
Resulta innegable que la actual centuria tambiénengm.
dtó un conflicto de intereses de mercado. De esa manera, elmundo se dividió entre las potencias agrícolas, que manipt>
Jan los preciosYlas existenciasde alimentosdisponibles, ylapafsespobres, dependientes de lossuministros externos, too
lo cual ven vulnerada su economía ysoberanía interna"
con lo que' se ha mantenido un estado latente de desnuaí·ciónque, enalgunos casos, comoel de México, afecta amás
de la mirad del toral de sus habitantes.
Así, el ser humano de fines de milenio se debate entre
la paradoja de la abundancia de alimentos yel desigual repano de los mismos, y los patrones alimentarios locales ex·
perimentanconstantescambios impulsados por las tendencial"globalizadoras", aunque controlados por grandes corpora
cionesalimentarlas que homogeneízan las formas de produc·
ción y, al mismo tiempo, los hábitos de consumo.
El segundo mileniode la humanidad y muy especialmente
el sig\o que finaliza han sido pródigos para la alimentación
ylaconsecuente sobrevivencia del hombre. A dicho mile
nio le debemos el desarrollo de las condiciones necesarias
paraelconractocultural entre América yEuropa, que revolucionó los patrones alimentarios conocidos hasta enton
ces yque son la base de los de hoy.
Además, ese solo hecho enriqueció ydiversific61a cul
tura del rmmdo enteroen materia de alimentos yestableció
lasbasesdeuna permanente globalizaciónde lasfonnas pro
ductivasydeconsumoagrado talque, noobstante laespeci
ficidad indudable de las "cocinas regionales", resulta muy
complejo definirhoy qué atributo de un platillo es auténti
camente local o bien resultado de un largo proceso de integ¡ación donde su origen se pierde.
Al siglo xx le debemos roda la gama de avances cientí
fico-recno\6gicos que han retado una y oua vez a las tesis
adliSt100s1ai, lascuales vaticinaban insuficiencias en lapro
ducci6n de alimentos y la consecuente desaparición del
género humano por hambre. Ciertamente se registraron
hatnbrurum temporalesy localizadas, asociadasacatástrofesnaturaleso confIicrosbélicos, comolasdeaunayelSudeste asi4tioo. el África subsahariana y algunas regiones latinoamericanas. Muchas de estas calamidades seguirán pro
duciélldose y no será posible evitarlas porque se vinculancon facooceseslluCfllm\es como los desequilibrios en la distribuelón del ingreso, pero ello no puede atribuiIse hoy en
díaaincapacidadde laproducciónde alimentosni a limitacionelI de ofata en el mundo.
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mole, las distintas variedades de tacos e incluso la celVeza yelmezeal.
Una preocupación vinculada con la alimentación en
la perspectiva del siglo XXI es el cuidado del medio ambien
te en los esquemas productivos del ramo y, al mismo tiempo, lageneraciónde nutrientes beneficiosos para la salud, en
panicular los que permitan prevenir enfermedades ocasio
nadas por cienos hábitos de consumo. Así, la población
mejor informada prescinde hasta donde es posible de grasas
saturadas para abatir niveles de colesterol: incremenra el
consumo de granos o productos ricos en fibras para facilitar
sus procesosdigestivos, conselVar la agilidad y"esrara tono"con el carácter agitado de la vida moderna: incorpora ma
yor númeto de frutas y honalizas a su dieta para retardar el
envejecimiento; procura consumir pescado fresco, queso,yogun yotros detivados lácteos 1igeros, yevita los productos
enlatados, chocolates industrializados, embutidos y carne
industrializada. Asimismo, prefiere los alimentos elaboradosporsistemas productivosque no dañan el ambiente. El hecho
de que el consumidor desdeñe o rechace productos cuya
preparación implica residuos tóxicos derivadosde métodosintensivos de producción, por ejemplo, contribuye a la recu
peraciónde los deteriorados ecosistemas del planeta afecrados por contaminación de agua ysuelo.
Sin embargo, también se cierne la amenaza de los pro
ductos transgénicos que corresponden a otro sistema deproducción. Los rec¡moo genéticos se privatizan paracomercializarlos con mayor ventaja y el conocimiento cienófico
se aprovecha para emprender una nueva fase de apropia
ciónde los mercados mundiales, donde las escalas de ingre
soconstituyen el parámetro real en la elección de alimentos
ydeterminan las posibilidades verdaderas de la sobreviven
ciahumana.Al margen de las preferencias reveladas entre los
consumidores mejor informados, aunque también en el
marco de ellas, el mercado libre yglobal del próximo siglo estructura ysatisface cualquier tipo de demanda. Lomismo define dietas individualizadas que satisface a lossegmentos más amplios del llamado "consumo masivo";
por igual orienta los gustos hacia las comidas preelaboradas delllarnado conjunto de los "alimentos rápidos" que
el consumo popular en los estratos más pobres, en la me
dida que también forman parte del mercado y se los haexcluido gradualmente de los sistemas de protección es
tatal ineema,lo cual se complementa de manera puntualcon la disminución de flujos de la ayuda alimenearia
mundial.
Una estrategia de seguridad. El ideal alimentario
Lo más probable es que, gracias a los avances científicos, el
mejoramiento de los sistemas de elaboración de alimentos
e, incluso, la solución de los problemas provocados por el
cambio climático mundial al producirse en sistemas con
trolados, el mundo no enfrentarásituaciones de hambre des
de laperspectivade laoferta. Sinembargo, elverdadero ries
go lo constituye la manipulaciónde los mercados, por laque
países enteros, México entre ellos, pierden la oponunidad
de alimentarse enforma digna, sin imponarque se adapten
o no a las transformaciones de los hábitos locales impues
tas por la globalidad.Por tanto, una estrategia de seguridad alimentaria em
peñada en evitar riesgos de seguridad nacional debe garan
tizar la sobrevivencia con dignidad. La escasez obedeció en
el pasado a factores de orden natural (principalmente se
quías yataques de plagas) que en buena medida se encuen
tran regulados en la actualidad.La estrategia de seguridad alimentaria se circunscribe
hoya dos vías: el fonalecimiento de la base agrícola inter
na, adaptándolaa los nuevos lineamientos impuestos por laeconomía abiena, o bien la diversificación de la economía
nacional con el fin de garantizar la disponibilidad de divisassuficientes para imponar. De manera más específica, la ecua
ción se expresa así: solidez interna para producir o capaci
dad financiera para comprar en el exterior, aunque el factor
tiempo influyede manera importanteenambos planteamientos, los cuales tienen implicaciones decisivas en una estrategia de seguridad alimentaria.
En el primer caso, es preciso aplicar un programade in
versionesen elcampo por lo menos similar, en términos proporcionales, al desarrollo de la década de los cuarentas ylos
cincuentas, el cual debería orientarse a incorporar tecnología, renovar maquinaria y equipo, elevar el empleo agrícola
y mejorar el ingreso, revisar los sistemas de riego, recuperarsuelos, ampliar la capacidad de almacenamiento, revisar los
costos yperfeccionar el sistema de precios.En las condiciones de deterioro y descapitalización
actual, dicha vía implica la canalización de abundantessubsidios gubernamentales, si bien representa igualmente
unaoportunidadde reactivar laeconomía yelempleo, aunque sobre todo de reafirmar la seguridad nacional frente a
oscilaciones económicas yagrícolas registradas en todo elmundo.
La inseguridad alimentaria se asocia hoy con la cri
sis económica interna y la dependencia externa. Por eso
.89.
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"aIelJerlaproducciónmrema rapondeApele teaftrmacióp de la lIOberanía y la segu.
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dos con algún objetivo de política~
mica en las principales medidas agrícola,que aquéllos repuntan casi de inmediarr
Éste ha sido uno de los principales factatdel endeudamiento de la economía y dedesfavorable intercambio del sector~
.cuario mexicano, y además profundizal
inseguridad alimentaria interna, deteria:
a la sociedad ysuscita la violencia, todoicual tiende a agravarse, en la medidaquel
apertura económica avanza, ya colllplOW
ter la soberanía nacional frente al extempor la vía de la dependencia enmateriall
alimentos.
En la economía agrícola y, por enlken la estrategia de seguridad alimentaria,
el valor de las exportaciones debe cubrirá
menos el de las importaciones, pues e&evita el déficit creciente de la balanzadrpagos y restringe los niveles de endeuda
miento. Para lograr un efecto f3vorableaJI
esta vía, habría que seleccionar un~
,de bienes que sean sustitutos unos deOlllJen función de la demanda efectiva. 1:0nuestro caso es práctiGlmente imposiblt
pensar que el valor de las exportacioM
de aguacate o ¡itomate compenseeldeb
importación de maíz, forrajes y leche, PIO'
ductos estratégicos en el consumo nacional y en relaciOO
con los cuales somos altamente vulnerables.
El problema.arriba planteado resurge en el país impa.
tadoren todo momento yse agrava debido, sobre todo, alavariación de los precios, así sea pequeña, aunque también
a la escasez de divisas, la inestabilidad del tipo de cambio,ladevaluación, el .-payor endeudamiento yel aumento radical de la inseguridad.
La seguridad alimentaria implica afianzar la arena in
terna Ysatisfacer la demanda efectiva. Esto también es unprincipiodemercado, pero deben evitarse todas las irreguIaridadea generadas por el intercambio que pueden ser causa
de cooIIicro internacional, más allá de la dinámica propia
del mercado mundial.
En tal caso, también debe tomarse en cuenta que
106 esquemasde seguridad alimentaria interna se han in
cluido en las políticas de crecimiento a pedido de orga
l1Í8IIIOS supmnacionales. Pero para hacerlos efectivos se
necesita que la economía mexicana crezca y que la po•
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blación mejore su ¡xxleradquisitivo. La insuficiencia ali
mentaria es un obstáculo para e! crecimiento económico
y para el equilibrio social.
De manera pragmática, la seguridad alimentaria se
define en función de las calorías consumidas. Si se logra
el consumo medio (2 800 calorías y 70 gramos de pro
teínas), el país alcanzaría el grado de seguridad alimen
taria que se desea. La creciente inseguridad se asocia con
mayor pobreza, pese a que e! país se ubica en los prome
dios internacionales. Al privilegiarse la distribución de!
ingreso hacia los estratos más ricos, la seguridad alimen
taria se debilira y con ello se pone en riesgo la seguridad
nacional.
Al fincarse una estrategia de seguridad alimentaria en
suministros externos (se estima que un país no debe impor
rar más allá de cinco por ciento del consumo básico), los
factores de incertidumbre respecto a los flujos externos de
capital, junto con la escasez de divisas, reducen la capaci
dad de importación, producen un choque en la economía
interna y empeoran la situación nutricional.
En el primer supuesto, debe tenerse en cuenta tam
bién que el solo aumento de la aferra no provoca nin
gún efecto en e! grado de seguridad alimentaria, por lo
que ésta debe definirse como una
estrategia para enfrentar los ries
gos. La participación de las im
portaciones debe ser pequeña
en la oferta total y la sustentabili
dad por el lado de los esquemas
de producción y los recursos na
turales ha de garantizar los nive
les internos adecuados de dicha
oferta, pero sobre todo e1acceso
a ella.
La pobteza es un factor críti
co que. influye en el deterioro de
la seguridad alimentaria y ésta
a la vez alienta las migraciones
que no se compensan con e! en
vío de remesas del exterior y ge
neran desequilibrios regionales y
focos de violencia en las ciuda
des. El hambre o el subconsumo
pueden no implicar, por sí mis
mos, un conflicto social que vul
nere la seguridad nacional, pero
sí constituir un detonante que se
SaI6n México, Ciudad de México, 1957
sume a otros factores de riesgo al no garantizarse el con
sumo mínimo.
La segutidad alimentaria sólo entra en una fase de con
flicto si una región o un grupo familiar no tienen consumo
básico y, como efecto acumulado, se disminuye de manera
gradual el consumo mínimo registrado históricamente, lo
cual corresponde más a un fenómeno urbano que rural. Una
dieta sustentada en promedios históricos de una zona, ya sea
por vía de! autoconsumo o mediante ayuda externa, mantie
ne condiciones de estabilidad, pero ello no es lo más deseable
si se opta por una sociedad competitiva y no residual.
En conclusión, debe crearse un sistema de reserva ali
mentaria estratégica para cada ciudad por periodos no me
nores a seis meses, ampliar e! sistema de almacenamiento y
conservación y extender los beneficios extensivos a las zo
nas rurales más críticas.
En este momento se tiene en México una oferta ali
mentaria suficiente ycreciente, peroconuna demanda con
traída; si no se resuelven los problemas de distribución del
ingreso, esto puede constituir un foco de tensión social. Espreciso crear una comisión de seg(rrida(l alimentaria sus
tentadaencinco ejes: productivo, político, agrario, de género
y de medio ambiente.•
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