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AGRANDEMOS LA TORTA: Valor Compartido en la Industria Logística.

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AGRANDEMOS LA TORTA: Valor Compartido en la Industria Logística.

B Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística.

Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística. 1

Antes solía ser relativamente fácil transportar productos

de una fábrica: se estacionaba un camión marcha atrás,

se cargaban algunas cajas y luego se manejaba hasta la

tienda. Pero con el transcurso de los años, el transportar

cosas del punto A al punto B se ha vuelto algo más

complejo. En realidad, la logística se ha convertido en

una industria.

Los cambios que hubo en toda la cadena de suministro

han contribuido a esta tendencia. La fabricación es

actualmente una empresa global, dado que las fábricas

y los consumidores a menudo se encuentran a medio

mundo de distancia. Los comerciantes minoristas

cambiaron también: Se han vuelto más sabios con

respecto a sus inventarios y compran menos cantidades

para luego ir reponiendo constantemente a medida

que se van agotando las provisiones. La tecnología

ha acelerado el flujo de productos mediante la

automatización de parte del proceso y, gracias a Internet,

ya es una realidad el comercio electrónico durante las

24 horas. Mientras tanto, los consumidores están más

exigentes e impacientes porque quieren productos

fabricados por encargo con entregas súper rápidas.

Todo ello ha colaborado a una especialización cada

vez mayor en el traslado de materiales y productos.

Las grandes empresas normalmente cuentan con

instalaciones logísticas independientes, o bien

directamente subcontratan estas operaciones. Hasta las

empresas medianas a veces recurren a los especialistas

en logística para poder concentrarse en sus actividades

comerciales principales.

La logística puede sumar costos importantes al

producto final, por lo cual hay que esforzarse por

actualizar constantemente los sistemas para lograr

el máximo de eficiencia. Ese proceso exige tres

componentes importantes: infraestructura, tecnología y

personal capacitado, según Eduardo Bastitta, Gerente

General de Plaza Logística, empresa que tiene parques

logísticos en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Plaza Logística provee la parte de la infraestructura

en la ecuación; con sus tres enormes depósitos

multiclientes ubicados en las afueras de Buenos Aires,

al noroeste, con techos altísimos, pisos reforzados,

diseños adaptables, sistemas de rociadores para

combatir incendios y mucho espacio para que los

camiones puedan maniobrar con facilidad. El segundo

factor, la tecnología que se usa para manejar el flujo

de mercaderias y productos que entran y salen de

los depósitos varía en función del tamaño y la red de

distribución de cada cliente. Lo que tiende a faltar en

casi todos los casos es el tercer componente: personal

local bien capacitado. A veces se proporciona algo

de capacitación a los supervisores, pero los operarios

reciben poca capacitación o ninguna.

Esto tiene un enorme impacto. Al no tener trabajadores

u operarios calificados, se crean problemas o

dificultades, se producen accidentes, disminuye la

productividad y la calidad del servicio se ve afectada.

AGRANDEMOS LA TORTA: Valor Compartido en la industria logística. En el acelerado mundo de la logística, se requiere personal capacitado para lograr entregas puntuales. En Argentina, una empresa propietaria de parques logísticos está dedicada a cerrar la brecha de capacitación con la ayuda del Corporación Interamericana de Inversiones. El proyecto no sólo va a beneficiar a la empresa, sus clientes y todo el sector logístico, sino también va a abrir puertas para las

mujeres y los jóvenes, lo que representa un ejemplo de valor compartido.

2 Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística.

Un fabricante de productos de consumo masivo

lo entendió por las malas cuando decidió cerrar su

centro de distribución y subcontratar sus operaciones

logísticas en Buenos Aires. Según un ex gerente de

logística de la empresa, la transición a las nuevas

instalaciones se vio plagada de muchos problemas,

incluido personal sin experiencia. Los empleados

del centro de distribución que ya tenía la empresa

tuvieron la opción de pasar a las nuevas instalaciones

de 42.000 metros cuadrados y trabajar para la

empresa subcontratista, pero la mayoría optó por

aceptar trabajos de producción o jubilarse de manera

voluntaria. Ello implicó que alrededor del 70% de los

120 empleados de las nuevas instalaciones logísticas

eran nuevos en ese trabajo.

El resultado fue “caótico”, según el ex gerente. La

transición fue tan accidentada y difícil que la empresa

tuvo que mantener abierto su anterior centro de

distribución como respaldo durante dos meses más

después de la mudanza. Durante ese periodo, los

costos de distribución se duplicaron a casi 10% a 12% de

las ventas y la empresa experimentó una reducción de

alrededor del 20% en el volumen de mercaderías que

podía entregar. No todos los problemas se debían a la

falta de capacitación, según el ex gerente, pero algunos

sí , incluidos los productos rotos, el mal funcionamiento

del equipamiento y algunos de los accidentes en

el lugar de trabajo (por suerte, accidentes leves)

porque los empleados nuevos no sabían cómo usar

correctamente las máquinas.

Los comentarios acerca de este tipo de experiencia

tienden a darse a conocer rápidamente dentro de la

industria y “generan miedo al cambio”, según Bastitta.

Ese miedo puede afectar los resultados financieros

de Plaza Logística, dado que aquellas empresas que

podrían beneficiarse al optar por modernos parques

logísticos “Clase AAA” se muestran reacios a pasar por

todos esos dolores de cabeza.

Plaza Logística se dio cuenta de que si bien no se

dedicaba a la capacitación, tenía que encarar ese

problema por su propio bien. A la vez, se identificó

la oportunidad de beneficiar a las comunidades

vecinas de los parques al crear oportunidades

laborales, especialmente para grupos tradicionalmente

desfavorecidos, como las mujeres y los jóvenes.

La empresa se asoció con la Asociación Argentina

de Logística Empresaria (ARLOG) para desarrollar

un programa piloto de capacitación que cubriera los

fundamentos que un operario necesita en un parque

logístico, así como algunas otras aptitudes laborales

y sociales que pueden beneficiar a cualquiera. Una

organización de servicios sociales cercana a uno de los

parques de Plaza Logística ayudó a identificar jóvenes y

mujeres que pudieran estar interesados.

Tras tres rondas de cursos, la empresa se convenció de

que tenía que extender sus esfuerzos, pero no estaba

segura de cómo hacerlo para que fuera una actividad

sustentable. Fue ahí donde intervino la Corporación

Interamericana de Inversiones (CII), actuando en

representación del Grupo BID.

Antes de su consolidación con La CII, el Grupo BID ya

había colaborado con Plaza Logística en el año 2013

cuando aprobó un préstamo de hasta $20 millones para

la construcción y expansión de los parques logísticos, y

observó que la iniciativa de capacitación de la empresa

tenía la capacidad potencial de ampliarse de una

manera que podía potenciar el “valor compartido”.

El enfoque de valor compartido analiza las medidas

que una empresa puede tomar que beneficien tanto a

la empresa como a la sociedad. La idea es que estos

“Las empresas que actúan como empresas, no como donantes caritativos, constituyen la fuerza más poderosa para encarar las cuestiones apremiantes que confrontamos”. - “Creating Shared Value,” by Michael E. Porter and Mark R. Kramer, Harvard Business Review

Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística. 3

intereses no son contradictorios y que, en realidad, las

empresas pueden beneficiar a sus comunidades con

mayor eficacia y sostenibilidad cuando crean valor

económico y valor social al mismo tiempo.

La CII ha desarrollado una Evaluación de Valor

Compartido para sus clientes del sector privado, que

incluye un minucioso análisis costo-beneficio para

identificar las formas en que las empresas pueden

cumplir estos objetivos empresariales y sociales. En

el caso de Plaza Logística, el objetivo social era crear

opciones laborales en las comunidades vecinas; el

desafío empresarial era cerrar la brecha de capacitación

que afecta no sólo a Plaza Logística, sino también a

toda la industria logística en Argentina.

La solución, desarrollada mediante el proceso de

evaluación de valor compartido, es un centro de

capacitación permanente que eventualmente se abrirá

en uno de los parques de Plaza Logística. El proyecto

conjunto, en el que participan Plaza Logística, ARLOG

y otras partes interesadas, ofrecerá capacitación para

trabajadores que tendrá un costo para las empresas de

toda la industria, a la vez que se reservará un porcentaje

de plazas gratuitas para jóvenes y mujeres selectos que

vivan cerca de los parques logísticos y que necesiten

adquirir conocimientos y aptitudes que sean útiles para

el mercado laboral.

“Queremos que sea un proyecto para todo el sector,

lo más amplio posible”, afirmó Bastitta, añadiendo

que el plan es capacitar al menos a 800 trabajadores

por año. “Lo esencial es lograr escala para que haya

sostenibilidad.”

“Se trata de agrandar la torta”, explicó Andrés

Lavarte, quien dirigió al equipo de la CII que llevó a

cabo la Evaluación de Valor Compartido. “Si Plaza

Logística puede empezar a encarar las necesidades de

capacitación, puede ayudar a reducir algunas de las

ineficiencias que han venido frenando a las empresas

y estimular el crecimiento en materia de servicios

logísticos en general. Las empresas en crecimiento

necesitan más trabajadores y ello brinda la oportunidad

de captar grupos que tienden a estar en desventaja en

el mercado laboral”.

LAS MUJERES SON BIENVENIDAS EN LA EMPRESA

Las mujeres han estado tan poco representadas en

las empresas logísticas que, según Bastitta, algunos

depósitos ni siquiera cuentan con baños para mujeres.

En muchos casos, las descripciones de los puestos de

trabajo vacantes todavía excluyen de manera explícita a

las mujeres en los depósitos, aun cuando la lógica para

excluirlas ya no existe.

“En logística, no hay trabajos que exijan fuerza física.

Las máquinas se encargan de los trabajos que exigen

tener fuerza”, declaró Vanina Cano. Hasta hace poco

tiempo, Cano era gerente general de una empresa que

maneja la logística para un gran fabricante de zapatos,

indumentaria y textiles. Y según ella, aún siendo gerente

general, le costó mucho convencer a su equipo de que

tenían que abrir la puerta a las mujeres. “Si pueden

trabajar conmigo, ¿por qué no van a poder trabajar

con otras mujeres?” solía preguntar, sólo para que le

respondieran, “Sí, pero usted es usted”.

“Es una cuestión de costumbre, de cambiar la

mentalidad”, afirmó Cano. “Se trata de un área laboral

que todavía está dominada por hombres”.

4 Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística.

Cano empezó trabajando en la sección contable de la

empresa logística, pero gradualmente fue involucrándose

en las operaciones porque le gustaba el ritmo impulsado

por la adrenalina y los días imprevisibles. A pesar

de encontrarse con un poco de resistencia inicial, los

operarios la aceptaron una vez que ella comenzó a

trabajar a la par de ellos en equipo. “Uno se tiene que

ganar a la gente”, dijo. “Cuando vieron que lo que yo

quería hacer era aportar algo, tratar de hacer mejor

el trabajo, me aceptaron enseguida”. Añadió también

que, en realidad, se encontró con más machismo a nivel

ejecutivo, una vez que pasó a ser gerente general.

Cano no duda en afirmar que la calidad depende de la

persona, ya sea mujer u hombre, y que muchas mujeres

no tienen ningún interés en ponerse un casco y botas

protectoras para trabajar en un depósito. Pero hay

otras que sí. “Cada vez hay más mujeres que están más

dispuestas a abrirse nuevos caminos”, dijo Cano. Para las

empresas logísticas, añadió, abrir el campo a las mujeres

les brinda muchas más opciones para encontrar a la

persona correcta para el puesto.

En una industria que necesita mano de obra competente

y capacitada, ampliar el caudal de talentos para incluir

mujeres es simplemente una medida muy sensata

desde el punto de vista comercial. Capacitar a las

mujeres para sectores como logística puede aumentar

la productividad y eficiencia y reducir los costos. Los

beneficios potenciales para las mujeres son evidentes

también: van a tener acceso a nuevos empleos en un

sector en franco crecimiento.

Sandra Baz, dueña de su propia empresa logística,

Gestión Logística SB, se inició en el negocio trabajando

para Essen Aluminio, fabricante de utensilios de cocina

en Venado Tuerto, su ciudad natal, en la provincia de

Santa Fe. En su primer trabajo, a los 17 años, lavaba las

ollas y cacerolas nuevas a medida que se producían.

Durante 28 años fue creciendo con la empresa,

encargándose de una serie de tareas, embalaje,

envíos, despachos, y aprendiendo mientras trabajaba.

Cuando Essen subcontrató la logística a una empresa

peruana, siguió trabajando en estrecha colaboración

con la empresa subcontratista. Con el tiempo, cuando

la empresa se fue de Argentina, Baz aprovechó la

oportunidad para empezar su propio negocio, en

sociedad con el esposo, y ocuparse del depósito de

operaciones logísticas de Essen en forma independiente.

Desde ese entonces, su empresa, que tiene un depósito

de 5.000 metros cuadrados en Buenos Aires, se ha

duplicado en tamaño y actualmente desarrolla la mitad

de sus actividades comerciales con otras empresas,

además de Essen.

En la actualidad, alrededor del 15% de los empleados

de Gestión Logística SB son mujeres. Muchas de ellas

se encargan del trabajo minucioso, como por ejemplo

aplicar los sellos fiscales a las mercaderías importadas,

pero otras son supervisoras también. “Pareciera que a

los hombres les cuesta aceptar que una mujer puede

estar al frente de un grupo”, afirmó Baz. Para ella, al

igual que Cano, no se trata de reemplazar los hombres

por mujeres, sino de encontrar la persona correcta para

el trabajo en sí. “Es necesario que el trabajo se haga

bien”, manifestó. “Uno tiene que contar con una mezcla”.

Héctor Hormaeche, quien supervisa la distribución

de los productos de consumo de Kimberly-Clark en

Argentina, acaba de pasar un año y medio trabajando

para la empresa en Santiago, Chile, donde vio el colapso

de varios estereotipos de género. Como parte de la

reestructuración de las operaciones de la empresa,

La capacitación de mujeres para sectores como el logístico puede aumentar la productividad y eficiencia y reducir costos... Los beneficios potenciales para las mujeres también son evidentes, añadió, lograrán tener acceso a nuevos empleos en un sector en evolución”.

Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística. 5

Kimberly-Clark decidió agregar diversidad al equipo

de operaciones, en parte para estimular un poco de

“competencia interna”. (Ya había otras áreas, más

administrativas , que eran más diversas en materia de

género, señaló. )

En un depósito con 21 empleados, siete por turno, la

empresa contrató una mujer por turno para hacer el

“trabajo de hombres”, en otras palabras, para manejar

camiones, montacargas y otros equipos que se usan para

mover pallets y retirar mercaderías de las estanterías

elevadas. Las mujeres superaron a la mitad de los

hombres, según los resultados obtenidos aplicando

criterios objetivos, tales como la cantidad de pallets

que se movieron por hora, la cantidad de cajas que se

recogieron manualmente y la cantidad de accidentes.

Hormaeche atribuye parte del éxito alcanzado por

las mujeres a su superior capacidad de operar las

computadoras de mano que se usan en el depósito,

pero también a su empeño por “demostrar que pueden

manejar trabajos pesados”. Y señaló también que

demostraron ser mejores al volante que algunos de

los hombres. La velocidad de los equipos se regula

electrónicamente, explicó, pero cuanto más competente

es la persona que opera la montacarga, se moverá los

pallets con mayor eficiencia. Advirtiendo que no es

experto en temas de género, Hormaeche piensa que las

mujeres tienden simplemente a aplicar un enfoque más

práctico al conducir: “Conducir es un medio, no es un

juego”.

Kimberly-Clark terminó contratando dos mujeres más

para sus operaciones de distribución en Santiago, una

como supervisora de turno y otra como gerente de

operaciones, y en ambos casos hubo “cambios culturales

fundamentales en Chile”, señaló. Todo este cambio

generó quejas de parte de los hombres, pero en última

instancia todo pasó y anduvo bien, según Hormaeche,

quien indicó que, basándose en su experiencia, la

empresa va a seguir contratando mujeres, “sin forzar

nada”, sino a medida que se vayan presentado las

vacantes y surjan buenas candidatas. “Lo que hicimos

fue abrir puertas”, añadió.

CAPACITACIÓN: “FACTOR CATALIZADOR DEL CAMBIO”

Plaza Logística quiere abrir incluso más puertas y

aumentar la eficiencia en toda la industria. En general,

el sector logístico argentino ha estado rezagado

en comparación con sus vecinos, en parte como

consecuencia de la disminución de inversiones

extranjeras y conocimientos especializados que hubo en

los últimos años, según Bastitta. Tal como lo estableció

la Evaluación de Valor Compartido de la CII, la zona

metropolitana de Buenos Aires tiene alrededor de un

tercio de espacio desarrollado para depósitos de lo que

hay en San Pablo, Brasil, y un cuarto de lo que hay en

Santiago, Chile.

Ese inferior desarrollo de la industria se traduce en

mayores costos para el consumidor. Un estudio

desarrollado por Ernst & Young en 2012 estableció

que los costos logísticos argentinos representaban

27% del PIB, en comparación con menos del 10% en las

economías desarrolladas. El alto grado de inflación es un

factor que incide, junto con infraestructura insuficiente,

tecnología rezagada y escasez de trabajadores

capacitados.

En cuanto a la capacitación, las empresas necesitan

un programa global que se enfoque tanto en los

conocimientos técnicos como en las aptitudes

6 Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística.

interpersonales, según Bastitta.

Hoy en día, las operaciones logísticas dependen cada

vez más de los sistemas de gestión del depósito, que

usan lectores de códigos de barra y otras tecnologías

para captar datos con el objeto de controlar el flujo de

productos y materiales y procesar las transacciones.

Hasta los operarios tienen que estar en condiciones de

manejar un cierto grado de tecnología. Para armar un

pedido de muchos productos distintos, se utiliza un

dispositivo manual que presenta el camino más eficiente

a seguir en el depósito para recoger cada producto para

el envío.

Los pedidos pueden ser muy variados, tanto en forma

como tamaño. Plaza Logística tiene un cliente que envía

grandes cantidades de bienes de consumo a casi 300

puntos de entrega de todo el país, otro que suministra

productos cosméticos a 100.000 proveedores y otra

empresa de comercio electrónico que tiene tantos

puntos de venta como domicilios hay en Argentina.

“En vez de bajar un pallet entero, se saca un solo reloj,

para luego empacarlo y enviarlo a la casa de Doña

Rosa”, explicó Bastitta. Cuanto más bajo está el envío

en la cadena de suministro, mayor importancia cobra la

tecnología para que el proceso de entrega sea eficiente.

Los trabajadores no sólo necesitan dominar la tecnología,

sino también tienen que entender cuál es su lugar dentro

de la operación, afirmó Vanina Cano. Por ejemplo, una

zapatería pide tres cajas de un determinado estilo en

un número de zapato y tres en otro, pero la persona

que se ocupa del pedido envía por error cuatro en un

número y dos en el otro. Para la persona que reunió

los elementos del pedido, el error no tiene mayor

importancia -- “No pasó nada”, según palabras de Cano.

Pero tras bambalinas, este error que aparentemente es

de poca importancia genera gastos considerables: mano

de obra extra para volver a complementar el pedido, un

cliente enojado que hay que contentar y hasta puede

haber una pérdida de mercadería, dado que los zapatos

ya pueden estar fuera de temporada para cuando llega

la devolución. El desafío es lograr que los empleados se

sientan orgullosos de su trabajo para que este tipo de

errores sea poco común, dijo Cano.

“Las empresas piden capacitación en competencias

interpersonales”, afirmó Jimena Zibana, quien está

encargada de las actividades de responsabilidad social

corporativa de Plaza Logística y se ha ocupado de las

actividades de capacitación de la empresa. Cualidades

tales como sentido de la responsabilidad por lo que uno

hace, ser puntual, llevarse bien con los demás y trabajar

bien en equipo sirven para marcar una gran diferencia en

el entorno laboral, añadió.

Ezequiel Álvarez, uno de los participantes del primer

curso de capacitación ofrecido por Plaza Logística y

ARLOG, puede dar fe de ello en forma personal. Durante

el periodo en que estaba tomando el curso (y además

estaba terminando sus estudios secundarios), empezó a

trabajar de conserje en un depósito logístico. Ese lugar

le enseñó cómo no se debían hacer las cosas, señaló,

agregando que en sus descansos, los trabajadores a

veces manejaban los montacargas para divertirse y

chocaban los pallets y rayaban las paredes. Según

afirmó, “se perdieron muchos materiales”. Álvarez,

quien ya tiene 21 años, cursa estudios universitarios

y no trabaja, indicó que el curso de capacitación le

hizo apreciar no sólo la importancia de evitar errores,

sino también de “valorar las cosas que uno maneja y

Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística. 7

cuidarlas”, así como asumir responsabilidad personal por

lo que uno hace.

“El factor catalizador del cambio es la capacitación”,

afirmó Alejandro Leiras, director de investigaciones en

ARLOG, quien tendrá la responsabilidad de administrar el

centro de capacitación. Durante mucho tiempo, ARLOG,

Asociación Argentina de Logística Empresaria, ha venido

brindando capacitación de nivel medio para supervisores,

ya sea en sus oficinas de Buenos Aires o en cada una

de las empresas, pero no ha tenido ningún programa

orientado a la “base de la pirámide”.

“Cuando se presentó este proyecto, pensamos que era

fantástico”, declaró Leiras, agregando que el hecho de

que el centro de capacitación va a estar ubicado en una

zona industrial, cerca de los barrios en los que viven

muchos operarios, lo hace mejor todavía. “Lo diseñamos

para que la montaña pueda ir a Mahoma en vez de que

Mahoma vaya a la montaña”, acotó.

Vanina Cano cree que la capacitación será valiosa para

cualquier persona que trabaje en operaciones logísticas,

ya sea como empleado de primera línea o como

supervisor. Normalmente los supervisores provienen de

las filas de los trabajadores, carecen de conocimientos y

aptitudes en materia de gestión de personal y resolución

de conflictos, y les puede resultar difícil supervisar a los

compañeros con los que solían trabajar a la par, señaló

Cano.

La capacitación va a ayudar también a las empresas a

superar su renuencia a contratar mujeres, si llega el caso

de tener que elegir entre un hombre que no se haya

capacitado y una mujer que sí lo haya hecho, declaró

Cano. “Es un pasito más hacia la inclusión de la mujer”,

añadió.

A Érika Díaz, quien también cursó uno de los programas

piloto de capacitación de Plaza Logística, le gustó tanto

lo que aprendió que se anotó en un instituto técnico

local para tener un título de logística. A los 19 años de

edad ya tiene experiencia laboral en comercio y fábrica.

Según ella, le encanta trabajar, no sólo porque ella y su

familia necesiten dinero, sino también porque “Me gusta

demostrarme a mí misma que puedo hacer cosas”. Se

autodescribió como alguien que siempre hace preguntas

en el trabajo porque trata de averiguar cómo funciona

todo.

Gracias al curso de capacitación y durante un trabajo

temporal que tuvo posteriormente en el depósito, quedó

encantada con el ciclo que sigue un producto antes

de que llegue a los estantes de un negocio: “Vemos

el producto y vemos el precio, pero no vemos todo

el proceso que hay detrás de la cadena”. Díaz está

fascinada con la gestión de inventario justo a tiempo y

algún día le gustaría trabajar en la industria automotriz.

“Ahora estoy estudiando, pero en el futuro quisiera

ocupar un puesto importante”, señaló.

LA JUSTIFICACIÓN ECONÓMICA DE INVERTIR EN CAPACITACIÓN Si bien el centro de capacitación puede llegar a ser muy

importante para la gente que trabaja en la industria y

para quienes busquen trabajo, la idea tenía que tener

una justificación económica para que el Gerente General

de Plaza Logística la pudiera presentar al directorio

de la empresa. “Era fundamental para nosotros poder

demostrar que, desde el punto de vista más verificable y

tangible, no perderíamos dinero”, explicó Bastitta.

La Evaluación de Valor Compartido de la CII, sin costo

alguno para la empresa, se propuso establecer si era

posible estructurar un programa de capacitación

permanente que pudiera funcionar sin números en rojo

“Todo proyecto que termina siendo un gasto para la

empresa no es sostenible, por lo cual era importante

asegurarse de que cuadraran las cifras”, afirmó Andrés

Lavarte de la CII.

El equipo de valor compartido, conformado por expertos

de la CII y una firma consultora externa especializada

en gestión empresarial, estudió el sector logístico local,

las necesidades de los trabajadores actuales y futuros,

los costos y beneficios de la creación de un centro de

capacitación y la capacidad potencial de participación

de otras partes interesadas. Se entrevistó a una amplia

serie de protagonistas, incluidos gerentes de logística

y proveedores de tecnología para los distintos tipos de

empresas, representantes de asociaciones empresariales,

instituciones gubernamentales y organizaciones no

gubernamentales, así como gente joven que ya había

tomado los cursos de capacitación piloto ofrecidos por

Plaza Logística y ARLOG, y luego se hicieron los cálculos

para comprobar si los beneficios de establecer un centro

de capacitación permanente superaban los costos. Y así

fue.

Sí, es cierto, Plaza Logística incurrirá en algunos gastos

de capital para establecer el centro en uno de sus

parques logísticos. Además, va a tener algunos costos

de oportunidad, porque aun cuando vaya a recibir

algunos ingresos por alquiler de una porción de lo que

las empresas paguen por la capacitación, tendrá menos

espacio disponible para alquilar a otros clientes que

paguen más. No obstante, el estudio demostró que, en

un plazo de 10 años, Plaza Logística saldrá ganando a

8 Agrandemos la torta: Valor Compartido en la Industria Logística.

raíz de la mayor demanda de sus servicios.

Con el centro de capacitación, Plaza Logística estará en

condiciones de quitar del camino ese gran obstáculo

que impide a algunos clientes actualizar y mejorar

sus operaciones logísticas. Podrá ofrecer a posibles

inquilinos un buen paquete que incluya no sólo espacio

en el depósito sino también capacitación a empleados

para mitigar los riesgos de mudar su operación logística.

El plan consiste en establecer un depósito “simulador”

equipado con el tipo de sistemas de estanterías,

pallets, elevadoras y máquinas de alta tecnología

que normalmente se usan en el trabajo, para ofrecer

una experiencia de aprendizaje “tridimensional”, de

acuerdo con la descripción hecha por Leira. ARLOG

se encargará de dirigir el centro, proporcionar los

instructores, desarrollar el material para los cursos y

gestionar la parte administrativa.

El proceso de evaluación demostró que el centro

de capacitación será viable si puede captar 800

trabajadores que ya estén en actividad durante el

primer año, objetivo que el análisis de mercado calificó

de factible. Además de esa cifra, el centro habrá de

ofrecer alrededor de 120 plazas de capacitación gratuita

a mujeres y jóvenes que vivan en las inmediaciones de

los parques de Plaza Logística. Así mismo, se creará una

bolsa de trabajo para ayudar a los cursantes a encontrar

empleos.

Desde el principio, ARLOG confió en el proyecto y su

capacidad potencial de ayudar a toda la industria, pero

como asociación sin fines de lucro con fondos limitados,

sólo podía considerar participar si el emprendimiento era

“autosostenible”, según Leira. La Evaluación de Valor

Compartido demostró que la asociación recuperaría su

inversión en un plazo de 10 años, gracias a lo que las

empresas pagarían por la capacitación, y si se tenían

en cuenta los beneficios indirectos, es decir mayor

visibilidad y afiliados o socios, se podría recuperar la

inversión en la mitad del tiempo.

Plaza Logística y ARLOG se encuentran actualmente

en conversaciones con las posibles partes interesadas,

proveedores de equipamiento, empresas logísticas y

dirigentes gremiales, entre otros, para conseguir su

apoyo. Una vez que logren el compromiso de un cierto

número de empresas con respecto a la cantidad de

aprendices, van a crear el centro.

“La idea en que se basa este concepto es que todos

colaboren”, afirmó Leira. “Es por eso que es tan

importante demostrar los beneficios”.

La Evaluación de Valor Compartido proyectó que,

además de los beneficios que van a recibir Plaza

Logística y ARLOG, el centro de capacitación producirá

rendimiento para todo el sector logístico, dada la mayor

productividad así como los beneficios impositivos

que reciben las empresas al ofrecer capacitación a los

trabajadores. Al valor dólar actual, se estima que tales

beneficios habrán de ascender a $16 millones durante los

próximos 10 años.

“Este proyecto genera valor que trasciende en gran

medida al cliente de la CII y a quienes vayan a recibir la

capacitación en realidad”, dijo Lavarte. “Se trata de un

caso en que las diversas partes interesadas, e incluso

todo el sector, comparten el valor”.

Independientemente de las buenas intenciones que

tenga un proyecto, debe tener también valor a largo

plazo para ser sustentable, Nuestra meta es asociarnos

con empresas para buscar formas sustentables de

resolver problemas que frenen el crecimiento económico

y beneficiar a la sociedad al mismo tiempo. Al analizar

tales desafíos desde el punto de vista del valor

compartido, es posible lograr ambos objetivos.

Este proyecto genera valor que trasciende en gran medida al cliente de la CII y a quienes vayan a recibir la capacitación... Se trata de un caso en el que las múltiples partes interesadas, e incluso todo el sector, comparten el valor”.

Agradecimientos

Agradecemos a toda la gente cuyos esfuerzos sirvieron para que este proyecto logre resultados notables. En primer lugar, agradecemos a Plaza Logística por su liderazgo y por asociarse con la CII para identificar oportunidades de valor compartido. Agradecemos también a Accenture por la función que cumplió en el diseño de la evaluación de valor compartido. Agradecemos de manera especial a Kelle Bevine, Andrés Lavarte, Sanola Daley, Tracy García, Josefina Maiztegui, Alejandra Durán Bohme, Bettina Boekle-Giuffrida, Christian Mirabella, Cassia Peralta, Ana Lucía Escudero y Leonardo Mazzei quienes brindaron su valioso apoyo a la elaboración del estudio de caso. Por último, gracias a Janelle Conaway por armar y redactar tan bien este relato.

www.iic.org

Para más información por favor contacte: [email protected]

AGRANDEMOS LA TORTA: Valor Compartido en la Industria Logística.