aesthetic science - ciencia estéica - resumen
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Aesthetic Science. ResumenTRANSCRIPT
Ciencia Estética Evolucionaria/Primavera 2015
PI Dr. Ramón Patiño Espino
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Sandra López
Chapter 1. Aesthetic Science Connecting minds, brains, and experience
Edited by Arthur P. Shimamura and Stephen E. Palmer
Prefacio
Este libro es un acercamiento multidisciplinario entre la sicología, la filosofía y las
neurociencias, que pretende explorar la “naturaleza de la experiencia estética”. Los
autores han reconocido este acercamiento multidisciplinario como “ciencia estética”, la
cual –en este volumen- está enfocada en la “experiencia estética” del observador.
Toward a Science of Aesthetics
Issues and ideas / Arthur P. Shimamura
En este apartado el autor expone el marco dentro del cual se ubicarán cada uno de los
capítulos. La demarcación inicia con la necesidad de reevaluar la relación entre
“belleza” y “experiencia estética” de Baumgarten (1750) en tanto que noción
insuficiente para la comprensión de la experiencia del arte del siglo XX y XXI.
Por otro lado, el autor toca un tema fundamental en los estudios de la
experiencia sensible, a saber, el rol de las emociones en los procesos cognitivos del ser
humano. Es en este sentido es que se entenderá la estética a lo largo del texto: como la
“respuesta hedónica” (que consiste en el “juicio de preferencia” o selección) a un
estímulo dado, que para el caso, se especializará en las obras de arte como objetos por
excelencia hechos para la “evaluación estética”.
Finalmente el esta compilación de ensayos se pretende considerar el potencial de
la “ciencia estética” para comprender como es que el arte es percibido, interpretado y
contemplado, es decir “que sucede en la mente y el cerebro del observador” (4, II, u).
Philosophical Approaches
El autor afirma que antes del acercamiento científico, la filosofía ya había acentuado y
definido algunas de las cuestiones esenciales de la “naturaleza de la experiencia
estética”. En lo que sigue el autor hará un breve resumen de cuatro acercamiento
filosóficos al problema y los diferentes aspectos que cada uno de ellos resalta.
A mimetic approach: seeing nature through a window
“The artist created a window
through which the beholder could view nature”
Shimamura
El autor afirma que en el acercamiento mimético el observador evalúa una obra en la
medida en que se parece a lo que representa. Desde esta perspectiva se deben considerar
las posturas filosóficas de Platón y Aristóteles. Para el primero, la pintura era una
imitación inferior y problemática- de la realidad en tanto que reducía las propiedades de
lo que imitaba. Incluso la realidad no llegaba a tener la perfección de la idea o de las
formas ideales. Por el contrario, para Aristóteles el arte era una fuente de placer, e
incluso un medio a través del cual poder aprender sobre la realidad representada y en
este sentido Aristóteles consideraba que el arte debía ser valorado -y no devaluado-
como imitación de la realidad.
Solo fue hasta el renacimiento que la perspectiva y el claro oscuro se desarrolló
tanto práctica como teóricamente. A lo que hay que agregar que este avance significó la
unión de las artes, las matemáticas y las ciencias para lograr el “realismo” pictórico, es
decir, “imitar con pintura sobre lienzo la experiencia sensorial de ver una escena”(5).
An expressionist approach: perceiving with feeling
Desde el acercamiento expresionista las cualidades emocionales son lo que prima en las
obras de arte, incluso no solo en tanto que las produce en el observador, sino que el
artista pretende también representar bidimensionalmente sus emociones.
A lo largo de este apartado Shimamura hace una síntesis del “expresionismo” en
la filosofía del arte. En ella nos habla principalmente de Hutcheson, Hume y Kant. En
diferentes medidas y tiempos, estos filósofos evaluaron la cualidad e importancia de las
emociones y la belleza en las obras de arte. Lo que tienen en común sus teorías
filosóficas es el plantear que aunque hay cierta subjetividad en los juicios estéticos a
través de la experiencia, también hay estándares universales a través de los contenidos
conceptuales de dicha experiencia. Es importante resaltar que de estos tres filósofos fue
Kant quien ahondó en la complejidad cognitiva de la “experiencia estética” al afirmar
que “interpretamos el mundo ligando la experiencia sensorial con conceptos o ideas
preexistentes”, esto es, la interacción entre experiencia y conocimiento.
Por otro lado, uno de los conceptos desarrollados por Kant es el de lo “sublime”.
Si lo bello es un sentimiento delimitado en un objeto de la experiencia, lo sublime es un
sentimiento de “inmensidad abrumadora”, es decir, no delimitado y que más que estar
relacionado con el placer, lo esta con el miedo y con el dolor. Sin embargo, es necesario
señalar que según Kant estos juicios estéticos (lo que es “bello” o es “sublime”) se
hacen “desinteresadamente”, lo significa que “la mirada estética” no debe remitirse a la
utilidad o provecho que pueda ser obtenido del objeto en cuestión.
En el siglo XIX el romanticismo aplicó las bases estéticas de Kant en tanto que
la pintura de la época buscaba provocar sentimientos de lo bello y lo sublime y en este
sentido la pintura romántica agregó al ideal mimético de la “copia de la realidad” la
representación y la provocación de emociones. Esta búsqueda artística perpetuó hasta el
siglo XX y hasta nuestros días. Así, Shimamura nos habla del expresionismo abstracto
como el “pure embodiment of emotions”, es decir, como la “pura materialización de las
emociones” en la pintura del siglo XX. Y, como el autor asegura, aún hoy día hay
filósofos, artistas y -en general- personas que afirman que “el arte se trata de provocar
emociones en el observador”.
A formalist approach: abstracting significant form
El acercamiento formalista a de la filosofía y el arte a la “naturaleza de la experiencia
estética” se basa en las cualidades sensoriales del objeto en cuestión. Esto significa que
la pintura (o fotografía) busca no la similitud con la realidad, ni las emociones, sino las
propiedades sensible de lo que representa.
Desde esta perspectiva, algunos pintores de finales del siglo XIX buscaron no
representar escenas de la realidad sino captar en pintura las “impresiones sensibles” que
obtenían o que les produciala naturaleza. El impresionismo fue el primer movimiento
formalista. En él la forma y la figura se desdibuja a favor de la “sensualidad de la luz”,
así mismo en la fotografía del siglo XX, artistas cono Edward Weston terminarían por
“abstraer la cualidad sensorial del objeto representado”.
A conceptual approach: believing is seeing
Desde esta perspectiva las obras de arte no pretenden ni lograr una representación
mimética del mundo ni lograr una materialización de emociones. Estas obras de arte
posmodernas contienen un significado conceptual subyacente, y en este sentido el
artista creador no es ya aquel que tiene una habilidad plástica sino teórica.
El autor plantea que este trasfondo conceptual del arte se puede rastrear incluso
hasta en las pinturas rupestres prehistóricas, donde el objetivo de las “obras” era la de
“comunicar conceptos o mensajes” incluso con los “dioses”. Lo que el autor hace notar
con esto es que las intenciones de tales creaciones eran –en un sentido particular-
similares al arte conceptual de finales del siglo XX, en tanto que configuran mensajes
que para ser comprendidos requieren de conocimiento previo.
Por otro lado, Shimamura nos aclara que necesariamente este tipo de arte es
tautológico, pues termina por cuestionar y llevar al límite las mismas nociones de arte,
artista, obra, experiencia estética, etc. Lo que significa que el artista termina por realizar
lo que los filósofos de siglos anteriores y del mismo habían estado buscando. Esto lleva
a que el mismo proceso de creación de la obra de arte termine por conceptualizarse y ser
parte del análisis teórico.
Lo que finalmente implica este “”acercamiento conceptual de la “experiencia
estética” es analizar los procesos semánticos y cognitivos de la experiencia de un
“observador” con una obra de arte de esta naturaleza (la noción de observador es
reevaluada en este tipo de experiencia, pues no se trata solo de estímulos visuales).
Empirical approaches
El acercamiento empírico es básicamente el acercamiento que la ciencia ha tenido con
las experiencias sensibles y que se ha fundamentado en experimentos de caso desde
hace 125 años. Sin embargo hoy hay nuevos y más complejos medios de estudiar las
respuestas electroquímicas del cuerpo con un impulso dado.
Sicologic science
El acercamiento empírico a las experiencias sensibles tiene sus antecedente en la
sicología. A diferencia de la filosofía, la sicología se adentra en el estudio de la
percepción por un método llamado “bottom-up” (de abajo hacia arriba) y que consiste
en hacer análisis desde el “estimulo sensible” hacia las “representaciones complejas” de
la mente. En otras palabras, la filosofía se acercaba a la percepción a través de la
configuración de complejos conceptos e ideas para luego acercarse a la experiencia,
mientras que la sicología invierte este proceso de estudio.
Por un lado, la sociología de la Gestalt abrió nociones importantes de la
actividad cognitiva como la importancia en la “interpretación” de los estímulos y no
solo en la suma de estímulos, lo que llevó a complejizar lo que antes (Descartes) podía
considerarse un proceso mecánico de la percepción.
Por otro lado, sicólogos como Berlyne se concentraron en los efectos emotivos
de las obras de arte, concluyendo que en este aspecto la experiencia y conocimiento
previo del observador juega un papel importante, lo que explicaría el por qué la
apreciación estética es variable entre individuos e incluso entre en diferentes momentos
y circunstancias del mismo individuo.
Aunque la sicología aportó un marco fuerte de estudio para el análisis de la
percepción, muchos de sus planteamientos han sido reevaluados (e incluso ignorados,
especialmente por la filosofía). Shimamura afirma que “el carácter insular de estas
disciplinas ha limitado el progreso en la ciencia estética” (16).
Cognitive science
La ciencia cognitiva es una extensión de la sicología, aunque en muchos aspectos se
diferencia de ella, especialmente por su carácter interdisciplinario en tanto que
incorpora los intereses y avances de la ciencia computacional, la filosofía, la sicología,
la antropología y la lingüística. Esto por supuesto amplia el campo de conocimiento y
reconoce, desde el inicio la complejidad necesaria para comprender los procesos
cognitivos.
El objetivo de esta ciencia es “caracterizar la manera como las señales
sensoriales actúan como información codificada, interpretada y representada” y, en este
sentido, el acercamiento de la ciencia cognitiva incluye la manera en que el
conocimiento guía la percepción. Pues a través de modelos computacionales se pudo
concluir que la percepción “botton-up” es insuficiente para comprender la manera en
que el hombre interactúa con su medio, por ejemplo, llevando a concluir que la
experiencia sensible implica en alto grado procesos “top-down”, “[i]n other words, we
apply our knowledge of the world to interpret what we see” (18).
Neuroscience
Las neurociencias han comprobado que la actividad cerebral varía en relación con
experiencias de pinturas que -las personas involucradas en las pruebas- consideraron
previamente “bellas”. Uno de los aspectos importantes es que se ha logrado reconocer la
región “orbitofrontal” del cerebro que se activa particularmente en relación con las
emociones provocadas por pinturas.
Este y otros aspectos del mapeo cerebral a través de resonancias magnéticas ha
permitido encontrar la relación entre la percepción, la actividad neuronal, y entre esta
las emociones. A este campo de estudio el autor le llama “neuroestética”.
El objetivo de la neuroestética es el de entender las “interacciones dinámicas
entre las regiones del cerebro” en relación con la experiencia estética.
Issues for Aesthetic Science
Developing a framework for empirical analyses
En los apartados anteriores el autor nos ha presentado la manera como la filosofía y la
ciencia se ha acercado al entendimiento de la “experiencia estética”. Estos distintos
acercamientos componen un marco que es hoy día fundamental para el desarrollo de la
ciencia estética, que como hemos señalado antes, es necesariamente interdisciplinaria, y
la razón es que la experiencia estética incluye cada uno de los acercamientos -descritos
anteriormente- en mayor o menor medida. Shimamura propone entonces, que para
comprender la experiencia estética de un observador es necesario un enfoque I-SKE,
esto es: “considerar la manera en que cada obra influye las tres funciones básicas
elementales: sensación, conocimiento y emoción”. En el caso del conocimiento es
importante resaltar que éste incluye al conocimiento personal y al conocimiento
cultural, y que estos aspectos “influyen en cómo interpretamos y apreciamos el arte”.
Finalmente, desde la perspectiva de la “ciencia estética” una “experiencia estética total”
implica –aunque sea en diferentes grados- la sensación, el conocimiento y las
emociones.
* * *
Chapter 2. The Philosophy of Art and Aesthetics, Psychology,
and Neuroscience. Studies in Literature, Music, and Visual
Arts
Noël Carroll, Margaret Moore, and William P. Seeley (C,M&S)
Planteamiento central
Los autores afirman a pesar de la creencia de Wittgestein y Dikie de que la sicología y
las neurociencias no pueden aportar al estudio de la estética, en el siglo 20 gracias a la
llegada de la ciencia cognitiva se hizo posible una “ciencia estética” como un día
visionó Baumgarten, es decir, una ciencia que estudie la “cognición sensorial”.
A través la experiencia estética con la literatura, la música y las artes visuales,
los autores nos demostrarán como los análisis neurocientíficos y sicológicos aportan al
entendimiento de la dicha experiencia estética.
Desarrollo
En principio los autores exponen un antecedente puntual de la ciencia estética, a saber la
intención de Baumgarten por encontrar una “ciencia de lo que es sentido e imaginado”
en sus propias palabras “[a]esthetics (…) is the science of sensible cognition” (2,i,m).
En este sentido los autores afirman que no sería sino hasta finales del siglo XX con el
desarrollo de la ciencia cognitiva que sus intenciones fueron llevadas a cabo.
Sin embargo desde Baumgarten y hasta nuestros días no han sido pocos los
filósofos que se oponen a una “solución científica” de los asuntos estéticos. Así L.
Wittgestein y G. Dickie afirmaron que por la cualidad subjetiva y convencional de las
“experiencias y juicios estéticos” el estudio científico de estas experiencias -
particularmente desde la sicología- sería equívoco.
Ante esto los autores aclaran que la noción de la filosofía del arte desde una
perspectiva científica es mucho más amplia que la de Wittgestein y Dickie en tanto que
se enfoca en las preguntas por el “origen” y la “naturaleza” de la experiencia estética.
En este sentido, el conocimiento del fundamento sicológico de la experiencia estética
puede aportar a mejorar nuestro entendimiento y nuestra apreciación estética al guiar
nuestras “respuestas”.
Literatura
Los autores plantean que la teoría sobre nuestra “respuesta emotiva” desarrollada por
Jenefer Robinson (RB) ofrece una noción “compleja y vívida” de la experiencia estética
con la literatura. Deeper than Reason: the emotions and their role in literature, music
and art1 es la obra de Robinson la cual según loa autores tiene una forma “neo-
cognitivista” que puede llamarse neo-Jamesianismo (William James) ya que según él
“es el cambio fisiológico lo esencial en una emoción.”
Este neo-Jamesianismo se opondría al “judgmentalism” (Robert Solomon),
teoría según la cual el estado emocional se basa en un juicio, esto es, en una proposición
que instaura una creencia. Robinson argumenta en contra de esta teoría a partir de la
experiencia de la ficción. Por ejemplo al ver una película como Godzilla el espectador
experimenta una serie de emociones y por lo tanto “las emociones pueden provocarse
sin la necesidad de una creencia”, pues el espectador a pesar de experimentar dichas
emociones no está creyendo que lo que esta viendo sea real. Así mismo, basada en los
estudios sicológicos de Robert Zajonc y Paul Ekman, Robinson argumenta que la
percepción es suficiente para producir una afectación emocional, por ejemplo la sonrisa
de una persona puede contagiar a otra del mismo gesto y con él de su emoción, en
palabras d elos autores “your facial expressions can directly induce converging affective
states in me whitout cognitive intervention”.
Los “judgmentalistas” consideran que el proceso cognitivo es el que da inicio a
una emoción mientras que Robinson considera que los procesos cognitivos son parte del
proceso emotivo pero posteriores a la “percepción”, es decir, que los procesos
cognitivos respaldan los procesos emotivos y los guían, pero una vez que estos ya están
dados.
El problema sería como abordar la literatura a partir de los planteamientos de
Robinson. La literatura parece ser por excelencia una experiencia cognitiva en tanto que
se compone de proposiciones, sin embargo la autora afirma que “the reflection in
question [la lectura] activates our emotional memory by recalling a certain type of
situation that, in turn, prompts an appropriate non-cognitive appraisal and puts in
motion the relevant physiological changes and associates behavioral dispositions.” Esto
1 Oxford University Press, 2005 2 Debemos notar que los autores se oponen a una explicación meramente evolucionaria, acultural y
significa que aún al leer una novela lo que activa el estado emotivo no es la “reflexión”
o cognición en sí misma sino los “cambios sicológicos” que son impulsados por la
memoria que “revive” eventos pasados parecidos a los de la novela, y con ello provoca
reacciones fisiológicas y conductuales que corresponden a la emoción provocada.
Según RB las respuestas emotivas implican dos estados o niveles diferentes: 1)
la valoración inmediata (rápida) del estímulo que no necesita ser consciente pero que
aún así provoca cambios fisiológicos y conductuales y 2) el cognitivo, que trata del
monitoreo y regulación (lento) de las primeras respuestas. En este sentido el segundo
nivel, después de una valoración, permite volver a un estado normal y así moderar la
valoración de la lectura y su entendimiento.
Por otro RB plantea que la experiencia con la literatura lleva a un “aprendizaje
emocional” (o “educación sentimental”) que consiste en el hecho de que como
“nosotros respondemos a los personajes de ficción como lo hacemos con la gente en
nuestra vida diaria” nuestra experiencia con personajes (o eventos) ficcionales nos
enseña a actuar y responder fuera de la ficción.
Finalmente, los autores concluyen diciendo que la teoría de RB no es del todo
convincente, pues ella niega que la “deliberación y reflexión pueda provocar cambios
fisiológicos que lleven a episodios emocionales”, es decir que según la teo´ria de RB el
primer estadio del proceso emotivo no puede ser cognitivo. Los autores proponen
entonces que un acercamiento cognitivo combinado con el neo-Jamesianismo de RB
puede dar una versión más completa de nuestras respuestas emotivas a la literatura.
Música
Desde la filosofía de Platón se planteó que la música afecta nuestras emociones como si
se tratara de algo físico. Esta cualidad de la música ha llevado a especular de diversas
maneras sobre el tema. Este es el caso de Eduard Hanslick, en The Beautiful in Music,
quien afirma que “sea o no que la emoción es un juicio, una emoción debe tener un
objeto, y si la música es su objeto, este debe serlo en términos conceptuales.” Su
afirmación es parecida a la de los “judgmentalist”, y en este sentido afirma que la
música representa “una cosa particular” y es ante la representación de esa cosa que
reaccionamos. Como contraparte de Hanslick está la teoría de Kivy quien se opone a la
considerar la música como un medio que “expresa” emociones.
La psicología de la percepción aporta datos para comprender cómo percibimos
la música, en este sentido “las preguntas acerca de las emociones musicales son
preguntas acerca de las emociones en general, y en este sentido tanto la sicología como
las neurociencias abren un campo de análisis y debate sobre “la naturaleza de la
comprensión musical”.
Artes visuales
La neurociencia cognitivista en el marco de las artes visuales pretende encontrar el
vínculo en que la características formales de las obras de arte y los mecanismos y
patrones neurofisiológicos del sistema visual para con ello explicar cómo funcionan las
estimulaciones perceptuales de las artes visuales.
A través de tres ejemplos, los autores nos evidenciarán que los artistas
seleccionan una forma de expresión dentro de toda una gama de estrategias, y dicha
selección tiene una intención “[a]rtworks can, in this context, be thought of as artifacts
intentionally designed to direct attention to their artistically salient features” (49,ii,m).
En este sentido a partir de obras específicas pueden evidenciarse distintas relaciones de
los patrones neurocientíficos y dichas obras. Los tres análisis hechos por los autores
plantean que la naturaleza de una experiencia estética puede entenderse a partir del
análisis formal de la obra en relación con las reacciones fisiológicas del observador.
A manera de conclusión los autores señalan que los artistas usan estrategias
tanto formales (estéticas) como semánticas (conceptuales) para captar y guiar la
atención del espectador, a lo que hay que agregar (como lo vimos con el neo-
Jamesianismo) que en este proceso interviene el conocimiento y la experiencia del
espectador.
* * *
Chapter 3. Aesthetic Theory and Aesthetic Science:
Prospects for Integration
Vincent Bergeron and Dominic McIver Lopes (B&L)
Planteamiento central
En este capítulo B&L proponen y afirman la necesidad de una integración teórica del
concepto de “respuesta estética”. Pues afirman que el desacuerdo entre disciplinas con
respecto a su fenómeno de estudio es de importancia fundamental y necesita ser
superado para lograr una real e ideal integración de la ciencia estética.
Los autores plantean que la ciencia estética necesita una integración, una suerte de
alineación de las distintas disciplinas y niveles de análisis que permita definir una
concepción común de lo que trata de explicarse, así, la alineación permitiría ver cómo es
que los distintos niveles coinciden y se refuerzan unos a otros.
A través de varios ejemplos los autores demuestran cómo las teorías sobre la
respuesta estética difieren en cuestiones fundamental, por ejemplo unas asumen la
respuesta estética está necesariamente relacionada con el placer, mientras otras
distinguen entre el placer estético y el valor estético, sugiriendo que la respuesta
estética y la valoración estética difieren, por lo tanto, una obra de arte no-placentera
podría tener valor artístico pero no valor estético. Lo anterior lleva a concluir a los
autores que enfocarse en al arte para explicar la respuesta estética puede no ser el mejor
camino de integración para la ciencia estética y por ello afirman que “hay buenas
razones” para disociar la respuesta estética del arte y lo argumentarán en la siguiente
sección.
Teorías filosóficas de la respuesta estética
Desde el siglo XVIII el pensamiento sobre la respuesta estética ha estado entremezclada
con el pensamiento acerca del arte -tanto así que “la crítica” ahora parece ser sinónimo
de “crítica de arte”-, y tal entrecruzamiento distorsiona las teorías filosóficas de ambos
campos. El pensamiento pre-moderno de la respuesta estética estudiaba las respuestas a
la naturaleza o a artes específicas, como La Poética de Aristóteles.
Las teorías filsóficas de la respuesta estétcia se adscriben a diferentes y en
muchos casos opuestos planteamiento. Ya sea que se basen en la respuesta a la belleza
natural, a la belleza artística o a los valores composicionales (formalistas), las variedad
y contraposición nos demuestra que la respuesta estética se extiende por una gran
variedad de fenómenos, y como dice Levinson, “la experiencia estética parece
bloquearse por la innegable evolución del arte que va más allá de las nociones basadas
en lo contemplativo y lo perceptual”.
Por lo tanto los autores nos formulan tres lecciones que debemos tener en cuenta
a la hora de querer logar una integración de la concepción de respuesta estética: 1) los
textos clásicos pueden confundir materias que es mejor mantener separadas, además de
que pretenden explicar todo el arte a partir de un solo y frágil concepto de respuesta
estética, 2) disociar la respuesta estética del arte permite lograr una concepción más rica
de la respuesta estética, por lo tanto no debemos confundir las respuestas al arte con las
respuestas estéticas, en otras palabras, la Ciencia estética no trata sobre el arte a menos
que sea incidentalmente. Y 3) la ciencia estética es por mucho una fuente para la teoría
filosófica de la respuesta estética que puede ser aplicada al análisis de la respuesta
estética en determinados contextos.
La fragilidad de la respuesta estética
Los autores afirman que la ciencia puede sorprender, pues puede contradecir (con
argumentos) nuestras más preciadas creencias. Dos ejemplos son el “efecto de
exposición” (exposure effect) y la “regla de tercios”.
El primero propone que un estímulo al que un individuo ya ha sido expuesto va
a acrecentar la actitud del individuo frente al mismo estímulo en una siguiente
exposición, así, Cutting dedujo que el gusto por las pinturas impresionistas tan
generalizado en los E.E.U.U. es dado a que es el tipo de pintura que con más frecuencia
aparece en los libros, “no gustan las imágenes que hemos visto antes” (71,i). Del
“exposure effect” los autores concluyen dos cosas: 1) no somos consientes de las
razones de nuestras respuestas estéticas, pues parte de lo que guía nuestras respuestas
estéticas no tiene nada que ver con cualidades estéticas y 2) tanto instituciones como
críticos, curadores y la educación juegan un rol en la transmisión de la cultura estética
en tanto que influyen en las respuestas estéticas de la gente.
El segundo caso, de la regla de tercios, nos habla –al contrario del “exposure
effect”- de la cualidad estética (ver pag. 71). Los autores dicen sin embargo que esta no
es precisamnte una norma pues no aplica en todos los casos, y que la ciencia puede
mostrarnos cómo estamos equivocados al respecto de nuestras “normas”. Por lo tanto,
los métodos de la ciencia están diseñados para guiarnos hacia la verdad cuando las
cosas no son lo que parecen, por ello, -dicen los autores- “hay muchas herramientas
útiles en las respuestas estéticas y sus causas, no son, después de todo, tan transparentes
para nosotros” (72,iii).
La fragilidad de la respuesta estética se refiere a que ésta –la respuesta estética-
esta relacionada con una multiplicidad de factores de los cuales no somos conscientes.
Una contribución crítica
La integración no es solo la convergencia de una teoría unificada en torno a la respuesta
estética, ni que las diferentes disciplinas de las humanidades y la ciencia compartan un
vocabulario, lo que es fundamentalmente necesario es que traten de entender un mismo
fenómeno.
A través de la definición de arte de Zeki (p. 74-75), los autores afirman que si
bien es posible adscribirse a este tipo de teorías, el precio a pagar sería asumir que los
resultados científicos tienen poco o nada que aportar a la investigación no científica y
viceversa, por lo que nos advierten que una alternativa sería considerar la respuesta
estética como parte de la “práctica crítica”, en lo que los no-científicos tienen mucho
que aportar. Por otro lado, las humanidades deben dejar su hostilidad ante la
investigación empírica de la teoría estética, pues como comentan B&L citando a un
“commentator” hoy los científicos saben más acerca de la teoría estética que Aristóteles
(p. 75,iv,u).
Hacia la integración
Lo que B&L proponen es una integración de trabajo amigable de la noción de la
respuesta estética que comprenda los componentes afectivos, evaluativos e
interpretativos, aunque esto no quiere decir que los tres componentes deben estar
presentes en toda respuesta estética, e incluso la pregunta de si estos componentes son
disociables o distintos sigue estando abierta en la investigación empírica.
Por otro lado -aclaran los autores- no se esta proponiendo que las distintas
disciplinas deban tener una definición precisa a priori, pues están conscientes de que
este tipo de investigación requiere flexibilidad, y por ello afirman que la integración
debe darse desde una perspectiva “bottom-up” y construida a partir de diferentes tipos
de hipótesis como parte de una gran imagen.
* * *
Chapter 4. Triangulating Aesthetic Experience
Murray Smith “Each level of analysis taken alone is vulnerable: phenomenology is elusive and
intangible; psychology ungrounded and unconstrained; neuroscience blind and inert”
M. Smith
Planteamiento central
A través de algunos ejemplos el autor afirma que el método más efectivo para
comprender la “experiencia estética” es “triangulando” los datos de las neurociencias
con los de la sicología y la fenomenología, y, que un análisis de la experiencia que deje
a un lado alguno de estos tres campos de la experiencia sería un estudio limitado y
malentendido.
Al argumentar lo anterior el autor toca temas importantes como la
autoconciencia, la unicidad y localización del “yo” y la relación no jerárquica entre las
neurociencias, la fenomenología y la sicología.
Desarrollo
El autor afirma que la “experiencia estética” es una “actividad consciente” en tanto que
no solamente se “tiene la experiencia de” sino que se “saborea”, y esta última cualidad
hace de la “experiencia estética” un modo específico de “auto-consciencia”, en otras
palabras, esta cualidad nos lleva a un nivel de análisis sicológico y fenomenológico.
Esta dimensión -sico-fenomenológica- de la “experiencia estética” hace suponer que tal
experiencia no puede ser estudiada científicamente y por lo tanto pareciera que un
análisis de tal dimensión queda relegado al misticismo. Sin embargo, lo que Smith va a
plantear a lo largo de su ensayo es que la dimensión sicológica y fenomenológica de la
experiencia aporta datos que, junto con las evidencias de la actividad neuronal,
componen un cuerpo fuerte y necesario para la comprensión compleja de la experiencia
estética.
Para comprender la pertinencia de lo anterior sería necesario acudir al ejemplo
paradigmático que da el autor, a saber, el caso en que una película de suspenso afecta
emotivamente a una persona quien ya ha visto la película y por tanto conoce lo que
pasará en ella. La pregunta es ¿Por qué, si la persona conoce el desenlace de la película,
se ve afectada emotivamente? Para responder a esta pregunta sería insuficiente el mapeo
de la actividad neuronal. Sin duda dicho análisis aportaría datos de zonas activas del
cerebro relacionadas con cierto tipo de experiencia, por ejemplo, sabemos que la
respuesta es emotiva porque la actividad se ubica en la amígdala, pero sin duda la
pregunta nos llevaría necesariamente a los aspectos sicológicos y a los aspectos
fenomenológicos de esta experiencia. ¿Por qué el espectador sentiría ‘angustia’ por un
personaje sabiendo que al final dicho personaje ‘estará bien’? Según el autor podríamos
responder afirmando que: (1) la reacción emotiva no depende de la cognición
semántica, es decir, aunque conceptualmente la persona conoce el desenlace, la persona
experimenta la película y reacciona emotivamente. (2) Tal reacción emotiva
corresponde a un nivel de la experiencia que el autor identifica como empatía.
La “triangulación” como método necesario para la comprensión de este tipo de
experiencias tiene sus antecedentes en el “método natural” de Flanagan quien pretendió
“naturalizar” la “experiencia estética” en el sentido en que pueda ser comprendida
dentro de marcos científicos aplicados, superando así la cualidad mística de la filosofía
y la condición inerte de la ciencia.
La fenomenología –nos dice el autor- puede ser falible en tanto que lo que se
experimenta puede ser un “malentendido” de la realidad (p.e. una ilusión óptica) pero la
experiencia de tal “engaño” es una experiencia en sí misma y como tal debe ser
estudiada. Para este tipo de casos la sicología puede aportar algunas luces, la Gestalt fue
un intento sicológico para explicar algunas de las “ilusiones” visuales, y tales estudios
sicológicos pueden ser corroborados y fortalecidos por mapeos neuronales y mediciones
electroquímicas de las reacciones del cuerpo. Con lo anterior el autor argumenta que
ninguno de estos campos de estudio funcionan por si solos para explicar la experiencia,
pues aportan solo una parte de su complejidad.
Volviendo al ejemplo del ‘espectador que conoce la trama de la película’, Smith
afirma que el método de triangulación nos permite comprender este fenómeno desde lo
que el llama “hot cognition”, esto es, a través de la complejidad experiencial del evento
que involucra la experiencia directa y las emociones, en oposición a la “cold cognition”
que supone la experiencia como un procesamiento de información categorial o
conceptual.
A través de distintos ejemplo Smith plantea que la “hot cognition” implica un
evento empático en el que el ‘sujeto que observa’ simula o imita la experiencia del
sujeto observado (personaje de la película) y en este sentido el ‘sujeto que observa’
experimenta en cierta medida lo mismo que el personaje. Lo interesante de este punto es
que el método de triangulación aporta hechos científicos que comprueban de manera
experimental estas cualidades “sicológicas” y aparentemente inmateriales. El
descubrimiento de las “neuronas espejo” es uno de estos aportes científicos para las
teorías de la empatía, la fenomenología, la sicología y la cognición. Según el autor las
“neuronas espejo” son una predisposición fisiológica a “experimentar” lo que otros
sujetos experimentan, comprobado en monos y en humanos, este es un hecho revelador
para comprender de manera naturalista el comportamiento social de los seres humanos.
Conclusiones
La “metáfora de la triangulación” comprende la correspondencia e interdependencia
entre la “experiencia perceptual”, la “experiencia cognitiva” y “la forma física del
estímulo” tratando de corroborar los datos entre una y otra. Es un método de estudio de
la experiencia sensible que implica tres niveles de análisis, a saber, el fenomenológico,
el sicológico y el neurológico, pero sin una relación jerárquica entre ellos. Debemos
resaltar acá que el método de Flanagan llamado “natural”, es precisamente una
estrategia para naturalizar lo que de otra manera queda en limbos teóricos, inertes y
místicos, como lo sería la filosofía o la ciencia cada uno por su lado.
El estudio del cerebro por si solo aporta mapas de actividad que no significarían
nada si no fuera por el complemento sicológico y fenomenológico del evento en
cuestión. Básicamente lo que plantea Smith es que los datos neuronales no aportan
información de manera cualitativa, es decir, que si la amígdala muestra respuesta a
cierto estímulo dicha respuesta no incluye un valor, lo único que dicha respuesta puede
aportar es que la amígdala fue activada por el estímulo, y por lo tanto podemos concluir
que es una respuesta emotiva (en tanto que la amígdala está relacionada con las
reacciones emotivas) pero no podemos ir más allá de ello, es decir, no debemos -como
lo hizo Iacovini- suponer juicios de valor ni positivos ni negativos a partir de la
actividad neuronal. Suponer tales juicios de valor es lo que Smith llama “Neural
behaviorism”. Es en este sentido que debemos entender que “[e]ach level of analysis
taken alone is vulnerable: phenomenology is elusive and intangible; psychology
ungrounded and unconstrained; neuroscience blind and inert” (90,i).
Por otro lado, en el desarrollo teórico de la empatía lo más interesante del aporte
de Smith es que la “auto imagen del cuerpo” es maleable y por tanto el “yo” es una
entidad inestable, des-localizada y sin fronteras físicas ni sicológicas fijas
“So our traditional conception of selfhood is misleading in two ways: it is neither as
internally unified nor, as we saw above in the discussion of bodily self-image being
extended and relocated, is it as spatially contained as we are inclined to think. A
naturalized understanding of the self, which accepts and embraces these facts as they
are revealed by scientific investigation, can also lead us to a more nuanced conception
of aesthetic response and experience, which pushes beyond the purely conceptual, and
sometimes sterile, debate that has dominated the field of aesthetics historically.” (101,i)
Esto sin duda, nos lleva a reevaluar no solo la noción de ciencia que hemos heredado de
la modernidad sino también los supuestos de la filosofía estética basados en un tipo de
individuo cerrado e inmutable.
Triangular la experiencia es entonces el método más acertado para interpretar y
comprender las evidencias de una experiencia estética manteniendo la certeza y
"comprobabilidad” que aporta la ciencia moderna. Como afirma Francisco Varela
“[e]xperience and scientific understanding are like two legs without which we cannot
walk” (Varela, The embodied mind, 1992, p. 14,i).
* * *
Capítulo 6. Aesthetic Science and Artistic Knowledge
Blake Gopnik (GK) Planteamiento central
El autor plantea que la ciencia estética debe no solo intentar explicar los aspectos
formales y afectivos de la experiencia con el arte sino también -y principalmente-,
explicar la experiencia con el “contenido” de una obra de arte.
Contenido
Ciencia y experiencia artística
El autor inicia planteando que tanto los historiadores del arte como los críticos han
ignorado lo que los expertos en la visión y en la sicología de la representación han
descubierto sobre cómo el arte “muestra escenas”. Pero del mismo modo los estetas
cientoficos han ignorado lo que los expertos del arte creen sobre la experiencia estética
incluyendo en ello el rol de contenido en la obra de arte.
El autor afirma que en el contexto cultural lo que los expertos del arte dicen
determina nuestra experiencia artística, es decir, que su influencia puede informar la
experiencia de una obra de arte en una cultura. En este sentido, el autor propone que
tanto estetas científicos como expertos de arte deben trabajar interdisciplinariamente.
GK asegura que el rol principal de los profesionales que analizan el arte –ya sean
cientoficos o humanistas- no es únicamente determinar verdades de la relación entre
espectadores y objetos de arte, mas bien se trata de aportar a los espectadores nuevas
formas de relacionarse con el arte, formas que no estaban disponibles anteriormente.
Ciencia estética y la naturaleza del arte
¿Qué es arte? El autor afirma que el arte tiene una flexibilidad ligada a la cultura y que
por ello varía constantemente y no tiene la cualidad invariable de los estamentos
científicos. Efectivamente un objeto puede permanecer casi inmutable a través de los
siglos y producir respuestas poco variables, pero lo que no sabemos es cuales de sus
cualidades cuentan como artísticas.
GK nos dice que no todas las características perceptibles y estimulantes del
cerebro en un objeto de arte son relevantes para su estatus estético. De hecho no hay
forma clara de identificar si las características visuales de un objeto de arte y las
invariantes respuestas de un observador tienen mayor importancia que lo que hace a ese
objeto artístico. Esto va a que no todo objeto visible es arte y por lo tanto debería haber
criterios que determinen qué objetos y cuales de sus cualidades cuentan como artísticas
en una época determinada (variabilidad cultural).
El autor, propone entonces que el “truly great art” reescribe qué cualidades de
un objeto, y cuáles de nuestras reacciones con él, deben contar como artísticas. Ya que
cuando un cientofico cree haber explicado nuetsras reacciones con el arte, llega un
“genio artístico” y crea una obra que demanda nuestra atención a un conjunto de nuevas
características.
La ciencia estética se ha concentrado en un pequeño conjunto de características
y reacciones, suponiendo que constituyen toda la experiencia del arte. Por esto es
importante acotar la noción de lo “estético”, pues si se considera lo estético como la
“respuesta afectiva a estímulos perceptivos” no habría ninguna diferencia entre analizar
las reacciones afectivas a los objetos de arte ó a las hamburguesas.
El autor señala que hay un campo en el que el arte está relacionado con la
belleza y con las experiencias de belleza que este provee, pero esta postura tiene poco
que ver con el arte que se hace hoy en día, por ello Osborne afirmó que “la estética (…)
parece abarcar tan poco de lo que parece significante en las obras de arte moderno que
parecen ser un factor insignificante para su análisis”. Así mismo, gran parte de la
ciencia estética considera los objetos de arte como otro estímulo del ambiente, y de
acuerdo con esta postura son las reacciones automáticas y predecibles las que componen
la experiencia artística.
Desde la edad media hasta la ilustración se fue reforzando la importancia de la
obra de arte a partir de lo que esta representa. En la Ilustración, las pinturas eran
descritas y juzgadas en términos de su contenido representado y su significado e
importancia en términos de cómo se veía el contenido o las emociones que inducen.
Dice GK que no fue sino hasta 1884, “cuando el puntillista Georges Seurat pintó su
gran atardecer en la isla de la Grand Jatte. Esa imagen parece ser el ejemplo perfecto
de un ejercicio de ‘estética’ y ‘percepción’” ya que es una nueva manera de representar
el mundo, la cual se basa en los colores brillantes, nuevas concepciones de la luz y las
nuevas formas de romper la superficie del cuadro.
Aunque tales características parecen estar enfocadas en estimular los sentidos y
la actividad cerebral del espectador, lo que los historiadores han señalado a l respecto de
esta pintura es que lo más importante de la obra es lo que nos cuenta sobre los humanos
y su mundo social. En este sentido el factor estético (provocar emociones o complacer
el ojo) tiene una importancia secundaria en el funcionamiento de una obra de arte.
Cerebro, Percepción y las Cosas en el mundo
En uno de los documentos fundacionales de la neuroestética, Semir Zeki dijo que "la
función global del arte es una extensión de las funciones del cerebro". Pero, nos dice
GK “la función central del cerebro, como muchos filósofos y psicólogos han señalado,
no es contemplar o analizar sus propios inputs, percepciones, afectos y estados, es
construir una imagen de un mundo rico, más allá del cerebro, en el que los seres
humanos se mueven e interactúan con él” (136,v,u). Por lo tanto GK aboga por
reconocer que el mapeo de la actividad cerebral no explica ni es suficiente para
comprender los fenómenos de alto nivel del cerebro, a saber, los semánticos. ¿si la
complejidad y las respuestas semánticas a obras de arte están fuera de la
experimentación científica, debería entonces la ciencia estética dedicarse a lo que ella si
puede estudiar?
Características del objeto contra características del arte
Las cualidades perceptivas y afectivas "puras" dadas por las obras de arte pueden tener
menos que ver con la forma en que funcionan como arte. Por lo tanto sería falso afirmar
que las artes visuales son producto del “cerebro visual”. En la literatura el placer
estético o las emociones provocadas por la obra, tienen que ver con el modo en cómo el
lenguaje es vehículo para el contenido específico de la obra, lo que esta tiene que decir
sobre el mundo, y no con las emociones que activa en el cerebro. Así, son evidentes las
limitaciones de los estudios que se enfocan en solo cuestiones perceptuales y en
estímulos emocionales. En este sentido, el hecho de que las experiencias estéticas
visuales entren por los ojos, no significa que su objetivo sea excitar las áreas visuales
del cerebro.
Hasta ahora podemos ver que el punto importante de GK es la diferencia entre
arte y no-arte, o entre el arte imprescindible y el prescindible. Y posiblemente esta
diferencia radique en lo que la obra dice en un contexto cultural particular.
Contenido e Historia del arte
Aún en obras de arte abstracto -que pareciera un tipo de arte para un análisis meramente
formal- se ha demostrado recientemente que su importancia, significado y valor es
específico al momento cultural de su nacimiento. Si las analizamos a partir de su
apariencia sería quitarle su importancia en el contexto cultural. Por lo tanto, el trabajo
de quienes quieren analizar el arte, incluyendo a los científicos, debe ser conocer los
nuevos marcos que las obras de arte crean, y uno de esos marcos sería el enfoque de
contenido.
El hombre común no-estético
Las personas en general se relacionan con el arte a través de los sentimientos y se
preocupan por lo que las imágenes representan.
Una belleza inconstante
A partir del ejemlo de Veermer, GK afirma que el valor artístico de las obras depende
en gran medida del contexto histórico y cultural.
El arte del cambio
Por todo lo anterior GK nos dice que es plausible que las características específicamente
artísticas de los objetos de arte -los que realmente constituyen su “artisticidad”- son las
que están profundamente enraizadas en la cultura, y por lo tanto cambian de acuerdo al
tiempo, el lugar y el contexto social.
Recientemente la neurociencia “enfatiza la extrema plasticidad del cerebro y la
gran cantidad de procesamientos de top-down que implica. Para alcanzar la "cognición
estética", el cerebro tendría que registrar los efectos neurales del contexto y la
cultura”(144,ii), esto significa que los “aspectos estéticos cruciales” son fenómenos
culturales y cognitivos tremendamente complejos y parecen escapar del estudio
experimental.
El arte y sus árbitros
GK afirma que es plausible decir lo que el arte hace sentir y lo que significa, tiende a ser
establecido por una “élite privilegiada”. El psicólogo James Cutting comprobó que las
obras de arte mas preferidas por el público son también las obras de arte con más
publicaciones de los expertos. Así, estamos rodeados de imágenes artísticas desde muy
pequeños y por tanto aprendemos a reconocen e imitar lo que otros dicen acerca de
ellas.
Arte conceptual, ahora y siempre
GK afirma que –como crítico de arte- no ve diferencia en las estrategias que usa para
analizar una obra de Duchamp o de los viejos maestros. Con esto el autor quiere decir,
que ninguna obra de arte se ha hecho exclusivamente para complacer los sentidos, así
una obra como Las hilanderas de Velazques es un “juego de ideas” con múltiples
referencias conceptuales.
Los estudios de la actividad neuronal pueden mostrar actividad en ciertas
regiones del cerebro pero en estos estudios se pierden todas las referencias históricas
que contiene la pintura.
Un lugar para ciencia
La demanda fundamental de GK es que las bellas artes – entendido como el que
se hace desde 500 años atrás en la cultura occidental- es un fenómeno tan raro y “near-
functionless” que no tiene cualidades definibles que puedan ser tomadas como garante
para su estudio científico. “La “esencia” y el objetivo de una obra de arte solo puede ser
definida en términos de las diferentes cosas que ha tomado de ella o usado”. Así, la
ciencia estética no puede explicar todo el fenómeno con un solo ejemplo artístico de un
momento histórico. Sin embargo, el arte requiere tener cualidades perceptivas y en este
sentido el arte no es nada sin nuestras reacciones emotivas.
El autor nos cuenta que en una conferencia sobre neuroestética notó que la
disciplina estaba destinada al fracaso si los scanneres cerebrales no podían dar cuenta de
la diferencia entre un orinal en un almacen y La fuente de Duchamp. Como conclusión,
lo que el estudio científico puede decir al respecto de un objeto de arte no tiene nada
que ver con el estatus artístico del objeto en cuestión.
* * *
Chapter 9. Processing fluency, aesthetic pleasure and
culturally shared taste
Rolf Reber (RR)
Planteamiento central
En este capítulo se presenta la “Teoría de la fluidez” la cual se trata de la facilidad con
la que los sistemas cognitivos procesan información para luego generar juicios de valor.
La importancia de planteamiento de RR es que plantea cómo la fluidez provoca placer
estético y, en combinación con la sociología del gusto de Bourdieu, propone cómo el
gusto es compartido cultural y socialmente.
Contenido
El autor inicia afirmando que desde hace mucho tiempo se ha tratado de encontrar una
fórmula estética, y, que aunque esta formula no se haya encontrado, parece haber en
ciertos atributos objetivos de belleza en un apintura, por ejemplo la simetría es
considerada más bella que la asimetría. Pero si la belleza dependira únicamente de este
tipo de atributos entonces podríamos decir que todo el mundo comparte el mismo gusto,
pero esto no es así. Por lo tanto, afirma RR, no solo los atributos objetivos tienen
importancia a la hora de juzgar lo bello, sino también factores subjetivos como la
familiaridad.
El autor nos da ejemplos y afirma que se ha comprobado que las personas
prefieren el tipo de música con el que crecieron, cosa que en los niños no aplica por no
tener aún dichas preferencias. Según esto “lo que a la gente le gusta y que encuentra
bello depende de lo que ha visto antes”(223,ii,u), en otras palabras, la preferencia
estética depende tanto de atributos objetivos como de la experiencia individual.
A continuación RR va a exponer algunos argumentos de por qué un individuo
encuentra un objeto de arte bello, y, aunque sabe que la belleza no es la única cualidad
estética, si ha sido la más prominente en el campo de la estética.
La Teoría de la fluidez del placer estético
Como dijimos en el ‘planteamiento central’ la fluidez es básicamente la facilidad con
que los sistems cohgnitivos procesan información y la teoría dice que si tal información
se procesa fácilmente entonces va a tener un efecto positivo y más aún si este
procesamiento es inesperado. En otras palabras, entre menos se tenga que reflexionar
sobre la información dada mayor será la fluidez y mas cerca de la belleza estará el
objeto en cuestión.
En todo caso el autor nos advierte que esta teoría no cubre todos lo fenómenos ni
emociones, ni mucho menos aporta ninguna información acerca del valor artístico de un
objeto de arte, así RR dice que “hay pinturas bellas sin mérito artístico, así como buen
arte que no es necesariamente bello” (224,ii,u).
Belleza y placer estético
Para definir la belleza RR cita al filosofo George Santayana quien define lo bello como
un valor positivo, intrínseco y objetivado. Es positivo porque provee placer, intrínseco
tal sentimiento de placer es inmediato sin que medie la razón, y objetivado, refiere a que
la audiencia atribuye el placer que ha experimentado al objeto. RR nos aclara que usa el
termino belleza cuando se refiere a un objeto estético como una pintura o una sonata, y
el termino placer estético cuando se refiere al sentimiento de una persona, aunque
ambos términos se refieran a aspectos diferentes de la misma interacción.
Procesando la fluidez
Una vez más RR nos dice qué es la fluidez, y resalta que dentro de la ella hay muchas
categorías, por lo que debemos saber que RR se centrará específicamente en la fluidez
perceptual, aunque más adelante veremos que la fluidez conceptual también juega un
rol importante en la determinación de las cualidades estéticas.
Determinantes en el proceso de fluidez
Hay dos determinantes principales en la fluidez perceptual. La primera se trata de la
“arquitectura” de la mente humana que está predeterminada para procesar de manera
más eficiente cierto tipo de información, como la simetría o las figuras redondeadas. La
segunda se trata de la “exposición previa” a un estímulo, la cual facilitará el
procesamiento de la información posteriormente. Ante este último punto RR señala que
el individuo no tuvo que haber sido expuesto exactamente al mismo estímulo, en tanto
que la mente extrae prototipos, tales plantillas pueden aplicarse a diversos tipos de
estímulos.
Consecuencias del procesamiento de la fluidez
El autor reseña un experimento del que se concluyó que a mayor fluidez con la que un
dibujo era procesado, mayor era la activación del músculo zigomático (de la sonrisa), lo
que comprobaba el efecto positivo de la fluidez. Por otro lado, cuando el procesamiento
de información es dificultoso la persona se ve forzada a prestar mayor atención y resulta
en un procesamiento analítico de la información.
El autor también nos dice que -al parecer- la fluidez de información no solo
influye en el afecto positivo sino también en los juicios de “verdad”. Así, una
exposición repetida a una proposición puede llevar a que tal proposición sea
considerada verdadera. Esto –nos dice RR- podría explicar por qué los matemáticos
encuentran belleza en algunas teorías.
Fluidez y placer estético
El autor se pregunta cómo es que esta afectación positiva de la fluidez es traducido a
placer estético, y para responderlo nos da cuatro asunciones. 1) los objetos difieren en
la fluidez con la que son procesados, 2) la fluidez es hedónica, procura placer, 3) la
fluidez recae en juicios valorativos porque las personas traducen el sentimiento a un
juicio (bello o verdadero), y 4) RR plantea la hipótesis de que la fluidez es moderada
por las expectativas y las atribuciones, en este último punto es importante resaltar que la
sorpresa de la fluidez provee mayor placer que la fluidez por repetición, y en este
sentido, el procesar fácilmente algo desconocido va a tener una mayor respuesta
hedónica que el procesar fácilmente algo conocido.
Evidencia para la teoría de la fluidez del placer estético
En este apartado el autor presentará algunos antecedentes en la búsqueda de la fórmula
estética, investigación que inició con Gustav Theodor Fechner quien planteó una
ecuación para medir reacciones ante ciertos estímulos. George Birkhoff planteó la
existencia de un radio entre la complejidad y el orden, mientras el psicólogo Hans
Jürgen Eynsenk postulaba que no había un radio sino un producto de la complejidad y
el orden.
Sin embargo, –afirma RR- actualmente hay buenos argumentos contra la noción
de una fórmula estética. Por ejemplo, los objetos que un experto prefiere son distintos a
los del novato, así mismo, la exposición repetida a ciertos estímulos incrementa la
preferencia por el objeto sin que éste cambie sus características. Lo anterior hace
bastante difícil que haya una fórmula aplicable.
Como se dijo anteriormente las dos principales determinantes de la fluidez son
los atributos del estimulo y la exposición previa a tal estímulo. Basados en el primero
(simetría, formas redondeadas, contraste fondo forma, etc.,) podemos explicar la
preferencia de un novato (para explicar la preferencia de un experto debemos –mas
adelante- explicar como influye la fluidez conceptual).
Fluidez y placer estético fuera del reino del arte
En este apartado el autor da ejemplos de placer estético fuera del campo del arte, uno de
ellos es la teoría Raum Zeit Materie de Hermann Weyl, fue una teoría gravitacional que
fallida pero el físico nunca la abandonó porque la consideraba bella, así mismo el
sonido de una Harley-Davidson puede parecerle bello a ciertas personas.
Retos de la teoría de la fluidez
Retos empíricos
El autor nombre tres retos empíricos de la teoría de la fluidez. 1) Hay cierto tipo de
juicios afectivos que no se explican por la teoría de la fluidez, 2) la forma en U invertida
parece contradecir la relación entre fluidez y placer estético por ser extremadamente
fácil de procesar, y 3) responder a la pregunta de ¿cómo esta teoría influye en la
experimentación de contenido emocional negativo? (entre menos fluido el
procesamiento, menos bello el objeto).
Alternativas potenciales para la fluidez
En este apartado el autor discutirá dos preguntas: ¿La fluidez no es nada más
que una expectativa? ¿podría captarse mas precisamente la fluidez por la inhibición de
la atención?
A partir de los planteamientos del musicólogo David Huron, RR afirma que las
expectativas dan paso a respuestas afectivas, así, si es posible predecir la continuación
de una melodía el oyente experimentará un efecto positivo. Sin embargo, aunque Huron
afirma que la sorpresa es en primera medida negativa, luego el sentimiento neutral
subsecuente se contrastará con la respuesta negativa y dará paso al placer. Así mismo la
tención puede ser creada gracias a la predictibilidad del tempo, una vez la tensión acaba
se genera un efecto positivo. Ante la teoría de Huron, RR afirma que la teoría de la
fluidez no puede ser explicada únicamente por las expectativas, pues hay efectos de la
fluidez que donde la expectación no juega ningún papel (ejemplo de Alma y la pintura.
Bottom-up, top-down processes).
Teoría de la fluidez y el arte
El autor asegura que toda teoría sicológica y neurocientífica de las preferencias estéticas
tiene dos retos principales. 1) tener suficientes pruebas empíricas que soporten la teoría
y 2) responderse si tal teoría tiene algo que ver con el arte. RR afirma que aunque la
experiencia estética no tiene necesariamente que ver con el arte, el arte si tienen
necesariamente que ver con algún tipo de experiencia estética, por lo tanto la validación
de una teoría de la experiencia estética depende más bien de si es relevante o no para el
arte.
La teoría de la fluidez del placer estético no es acerca del arte. En 1960 Dickie
afirmaba que los hallazgos empíricos mostraban que las obras de arte tenían efectos en
la percepción, el juicio o en la actividad cerebral, pero estas observaciones no permiten
sacar inferencias sobre el arte, en este sentido, las observaciones empíricas encontradas
no están limitadas al campo del arte. Por lo tanto el efecto positivo de la fluidez no
aplica específicamente al arte sino a cualquier situación donde haya diferencias en la
fluidez de procesamiento.
Por otro lado, el arte moderno suele ser difícil de comprender y procesar, y sin
embargo a algunas personas les gusta. Esto contradice la teoría de la fluidez. Para
explicar esto RR toma la teoría sico-histórica de Bullot y Reber y nos dice que una
apreciación adecuada del arte implica que la audiencia no solo preste atención a las
características visibles de la obra sino a la intención del artista, y el contexto histórico,
social y cultural de la obra. Todo esto configuraría una comprensión estética. En este
sentido estaríamos hablando de la fluidez conceptual.
Así mismo, la fluidez no solo tiene efectos positivos, como las pinturas no-
fluyentes. Según Bullot y Reber, las obras no-fluyentes provocan inferencias acerca de
significados conceptuales y por lo tanto incitan al pensamiento analítico, lo cual puede
producir efectos positivos.
Todos estos aspectos de la fluidez pueden ser manipulados por los artistas como
una estrategia para expresar un sentido.
Gusto cultural compartido
Volviendo a la música, RR nos dice que hay una aparente contradicción entre la
uniformidad de los gustos musicales de los niños y la heterogeneidad de los gustos
musicales en adultos. Desde la teoría de la fluidez esto se explica porque los niños
comparten un “equipo perceptual” que les permite procesar mas fácilmente -y por tanto
preferir- la música consonante en relación a la disonante. Al crecer, estos niños son
expuestos a la música de su contexto cultural y esto explica por qué los individuos de
diferentes culturas tienen gustos musicales diferentes. En este sentido la teoría de la
fluidez explica el desarrollo de los gustos individuales, pero ¿cómo explicar los gustos
culturalmente compartidos?
A partir del análisis sociológico del gusto de Pierre Bourdieu, RR plantea que el
gusto socialmente compartido se configura a partir de la necesidad o voluntad de
pertenecer a un grupo social, y así se pregunta si realmente la gente de “gusto refinado”
disfruta el arte que “tiene que preferir” en orden de pertenecer a una clase social. Según
el sociólogo el placer no prevendría de la experiencia con la obra en sí, sino de saber
jugar el rol de la pose social. Sin embargo, RR agrega que, según la teoría de la fluidez,
el estar expuesto a cierto tipo de arte no solo enseña a jugar el rol social sino también a
dar paso a un “placer estético genuino”.
La teoría de la fluidez resuelve el debate entre si el gusto es un “don natural” o si
se aprende. Hemos visto que, el gusto es un “don natural” en tanto que todo niño
humano sano nace con el mismo equipo perceptual, es decir que el gusto innato es
universal, y por lo tanto, la diferencia entre clases sociales y gustos se da por la
diferencia en los tipos de obras a las que las personas son expuestas durante su vida
incrementando la fluidez y por tanto el placer estético.
Conclusión
Un reto para esta teoría es examinar los mecanismos sicológicos y neuronales que
fundamentan el proceso de la fluidez, como las sustancias químicas que están
involucradas en el placer estético.
La teoría del gusto cultural compartido está construida sobre las asunciones de
que la gente desarrolla un placer estético culturalmente compartido cuando esta
expuesta a ciertas obras de arte. En todo caso, como hemos visto, esta teoría no solo
abarca los procesos afectivos sino también cognitivos como el juicio y la verdad. Por lo
anterior, la teoría de la fluidez es adecuada para explicar fenómenos del arte.
* * *
Chapter 10. Human Emotions and Aesthetic Experience: An
Overview of Empirical Aesthetics
Paul J. Silvia (PS) Planteamiento central
En este capítulo PS revisará algunas de las principales teorías y temas de los estudios
sicológicos de la experiencia estética (estética empirica), empezando con los
antecedentes de lo que para la sicología usualmente significa la experiencia estética y
explicará por qué para el autor esta definición es limitada y empobrecida. Luego, PS
revisará las más influyentes teorías de la estética empírica y pondrá a consideración sus
deficiencias. Finalmente discutirá el enfoque de evaluación a las emociones estéticas. El
autor nos advierte que este modelo resuelve algunos de los problemas del campo en
cuestión pero que si permite fortalecer las conexiones con otros campos, sin embargo,
no aborda todo lo que una teoría de la experiencia estética busca abordar.
Los dos polos de la Experiencia estética (EE)
El primero es aquel que supone la EE como un estado idealizado y raro que solo sucede
en “lugares especiales, con relación a cosas especiales y a gente especial”. Este polo es
usualmente el de la historia del arte y la filosofía. El otro polo sería el que considera la
EE como una “experiencia emocional normal”, y esta postura es usualmente la de los
estudios sicológicos y biológicos. Como hemos visto el primero es exclusivo y el
segundo demasiado amplio, el primero es casi “sagrado” mientras el segundo es
“profano”.
Aunque según PS un factor positivo de entender la EE como una subcategoría de
los procesos sicológicos es que esta puede ser estudiada a partir de los métodos
sicológicos típicos, el autor expone sus dudas al respecto del modelo de Atkinson-
Lewin de la investigación experimental, ya que PS afirma que de los análisis científicos
de laboratorio suelen estar bajo condiciones controladas y limitadas en tanto que tratan
de eliminar las variables que supuestamente no tendrían que ver con la EE, pero, en este
mismo sentido, PS se pregunta si al eliminar variables no estaríamos quizá eliminando
algunas importantes o reduciendo la experiencia. Unas de las variables que no suelen
estar en los análisis científicos de laboratorio de la EE son la “sofisticación estética del
receptor” o la “intención del artista”.
El autor asegura que la diferencia entre un experto y un novato en el arte tiene
un efecto importante en el tipo de EE, lo que significa que hay una diferencia cualitativa
en cada una de esas experiencias. Así mismo hay una diferencia entre los objetos de arte
y los que no lo son, por ello PS afirma que “el trabajo creativo no valdría la pena si no
se diferenciara en nada de la creación por el azar”.
Por lo anterior PS afirma que, la investigación estética debe ser convincente
también para los campos fuera de la sicología, así como los historiadores y filósofos no
deben apartarse de los métodos de investigación. En otras palabras la estñetica
experimental necesita un tercer camino que incluya –como ya lo han hecho algunas
investigaciones- otras variables y obras de arte reales.
Una mirada a las teorías de la Experiencia estética (EE)
En este apartado PS describirá las tres teorías que más han influenciado a los
investigadores.
Modelo sicológico de Berlyne
Desarrolló un modelo a partir de un conjunto de causas -como complejidad, novedad,
incongruencia, etc.,- y un conjunto de efectos -como placer, interés, exploración,
excitación-. Dicho modelo ofreció una explicación de cómo una variable afecta nuestras
preferencias (lo angular es mas complejo que lo redondeado y por tanto afecta la
preferencia). Según su perspectiva el arte es considerado un estímulo más con
carasteristicas objetivas que pueden ser medidas y observadas, por lo tanto, justificaba
el uso de “fake art” en sus experimentos, es decir, de polígonos o patrones de puntos, lo
cual solo tiene sentido si consideramos que el arte es simplemente otro estímul, y el
hacer arte un comportamiento.
Preferencia prototipo
Esta teoría data de 1980 y trata de ser una alternativa a la de Berlyne. Esta basada en la
ciencia cognitiva y propone que la gente prefiere objetos con los cuales está más
familiarizada. Esta teoría sin embargo, es más limitada que la de Berlyne pues solo
aplica a los sentimientos de placer. Además, nos dice PS, que la causa de una
preferencia-prototipo es difícil de especificar porque en una obra de arte puede ser tanto
lo típico como lo atípico lo que cause la preferencia.
Procesamiento de la fluidez
Como vimos en el capítulo 9, la teoría de la fluidez dice que si un estímulo es fácil de
procesar –por familiaridad, contraste y claridad, etc.,- generará un efecto positivo. Sin
embargo, basado en los estudios de Armstrong y Detweiler-Bedell, PS nos dice que la
fluidez tiene su parte en crear leves sentimientos de placer, y que “la experiencia de la
belleza va mucho mas allá de recapitular algo anteriormente representado en la mente”.
Por otro lado, la teoría de Berlyne ha demostrado que son preferibles la
imágenes complejas que las simples. Sumado a esto, la fluidez no explica otros
procesos evaluativos, y aunque no reclama ser la única causa del placer estético, si debe
saberse más acerca de cómo interactúa con las otras causas.
Subjetividad y diversidad en la experiencia estética
Subjetividad en la experiencia estética
Gran parte de la estética empírica asume que los objetos de arte tienen características
inherentes las cuales evocan respuestas. Este enfoque objetivista –nos dice PS- parece
tener un gran éxito porque encaja perfecto con la popularizada creencia humana de que
los objetos en el mundo existen tal y como los percibimos. Este fenómeno es conocido
como la “falacia nativista” en la sicología emotiva, en la cual se asume que la creencia
de que los objetos y eventos en el mundo causan directamente nuestros sentimientos es
falsa.
La primera objeción a la perspectiva objetivista es que ningún objeto causa las
mismas respuestas emotivas en todas las personas, esto no solo a gravés del tiempo –
como la pintura impresionista- sino también en el tiempo actual –como el “Piss christ”-.
Esto lleva PS a afirmar que las diferencias personales como los valores, creencias,
conocimiento, habilidades e intereses influyen en la manera como la gente entiende y
aprecia el arte. Muchas de estas diferencias aparentemente personales son realmente
culturales, acordes a un tiempo y un espacio específico, “los procesos históricos y
culturales ejercen una influencia enorme en los modelos mentales de las personas acerca
de cómo es el mundo y de cómo debería ser, (…) [p]or lo tanto, una teoría estética de
las emociones debe reconocer y explicar los orígenes subjetivos de la experiencia
emocional” (262,i y ii).
Diversidad en la experiencia estética
PS afirma que la estética empírica ha reducido cada vez más su noción de
experiencia estética. Desde Berlyne hasta las teorías que solo se enfocan en el placer y
su causa (fluidez), la estética empírica parece obviar que crear un sentimiento en su
audiencia es solo uno de los mucho objetivos del arte. Por ello –afirma PS- “algunos de
los sentimientos estéticos más interesantes son negativos” (263,iii,o), y no podríamos
afirmar que quizá la audiencia del “Piss christ” no tenía una experiencia prototípica o
que era difícil de procesar para argumentar su disgusto.
Por lo anterior PS propone que un estudio de la experiencia estética debe incluir
un amplio rango de emociones que correspondan con lo que la gente experimenta al
percibir una obra de arte y con la amplitud de efectos que los artistas tratan de generar
con sus obras.
Valoraciones y emociones
En este apartado el autor nos hablará de las teorías evaluativas de las emociones, un
cuerpo de teorías dentro de la sicología de las emociones que es capaz de explicar cómo
es que distintas personas difieren en sus experiencias emotivas y cómo es que la EE
implica mucho más que el mero placer.
Las teoría de la valoración de las emociones consideran a los humanos como
“criaturas activas, pensantes y con objetivos dirigidos que se encuentran a sí mismas en
un dinámico y complicado mundo. Las emociones aparecen cuando las personas hacen
la valoración de un evento que incide en uno de sus objetivos” (264,ii). Por lo tanto es la
valoración subjetiva y no las características objetivas del objetos, la que produce las
emociones, y por ello, las características objetivas del mundo producen emociones solo
indirectamente. “Las emociones están ligadas al significado personal y subjetivo de los
eventos”.
Sumado a esto, las teorías de la valoración de las emociones prevén la amplitud
de diferencias entre emociones de distintos individuos. Sumando a esto el hecho de que
las personas cambian, y por lo tanto es también esperado que las respuestas emocionales
de la misma persona varíen con el tiempo.
Finalmente, dentro de estas teorías se concibe al arte como un estímulo
específico, y no como cualquier otro en tanto que las personas tienen un modelo mental
con respecto al arte, en el cual suele tener mucha importancia la intención del artista y el
factor comunicativo del arte, por lo que las personas suelen acercarse a una obra como
si esta tuviera propósitos o mensajes, y por tanto, difiere en mucho de las expectativas y
la apreciación que se tiene con el mundo natural o con eventos del azar.
Valoraciones y emociones específicas
Las teorías de la valoración explican que cada emoción puede ser definida por las
valoraciones que las provocan, así un conjunto de valoraciones que causa y define una
emoción es conocida como estructura de valoración. Así, PS explica que la felicidad
implica evaluar un evento en relación con un objetivo como congruente con tal objetivo.
En sentido opuesto el miedo es una emoción que es provocada por la valoración de un
evento que es incongruente con un objetivo.
Las valoraciones son abstractas y por lo tanto son interpretaciones amplias de lo
que está sucediendo, no lo que está concretamente pasando, y por ello diferentes
eventos concretos pueden provocar la misma emoción en tanto que comparten la misma
estructura conceptual.
A continuación PS explorará lo que las teorías de la valoración dicen sobre las
emociones estéticas, para lo cual divide la emociones en familias o tipos: emociones del
conocimiento, emociones positivas, emociones hostiles, y emociones de autoconciencia.
Emociones de conocimiento
Son las asociadas al conocimiento y al entendimiento. La sorpresa por ejemplo es
causada por una valoración de novedad, que detecta una violación en las expectativas.
La experiencia de sorpresa motiva la exploración. El interés usualmente sigue a la
sorpresa, pues cuando una persona evalúa algo como nuevo evalúa su habilidad para
entender la cosa nueva, lo que en la teoría de la valoración se conoce como “coping
potential appraisal”, lo que implica evaluar si uno tiene los recursos para cumplir la
demanda. En este mismo sentido, un experto en arte encontrará mayor interés en cosas
más complejas que un novato.
La confusión es “el lado feo de las emociones de conocimiento”. Cuenta con las
mismas dos valoraciones que el interés, aunque la confusión implica la valoración de un
evento como nuevo y a la vez como difícil de entender.
Emociones positivas
Al contrario de las teorías de la fluidez y del prototipo, que suponen el disfrute estético
como un efecto pasivo, el enfoque valorativo entiende el disfrute estético como estado
activo y transitorioen el sentido de que deriva de los objetivos, valores, búsquedas, y
conceptualizaciones de las personas, de cómo un evento afecta todos esos factores. En
este sentido los valores, objetivos y búsquedas que un individuo tenga con respecto al
las artes va a influir en la valoración que dicho individuo haga de una experiencia
artística. El autor no da como ejemplos que algunas personas consideran que el arte
debe expresar emociones o imitar (mímesis) la realidad, y el grado en que una obra
cumpla estas expectativas va a definir la valoración de la experiencia estética.
Emociones hostiles
Emociones como ira, disgusto o desprecio son a veces buscadas por los artistas.
Usualmente se dan por violar un objetivo o valor de conducta, y son producto de una
valoración de incongruencia. Es importante señalar que estas valoraciones siempre
tienen referencia a un agente causante, es decir, el artista o diseñador, etc.
Emociones autoconscientes
El orgullo, la culpa y la vergüenza, son emociones complicadas, pues conjugan los
objetivos personales, con autoconcepciones y juicios morales. Por ello son las más
interpersonales y culturales de las emociones, pues podemos experimentar estas
emociones debido a nuestras propias acciones o a las de otros del grupo familiar-social.
Estas emociones pueden ser usadas por los artistas y la gente puede experimentarlas en
contextos artísticos, especialmente en exposiciones u obras de contenidos políticos o
sociales.
Concluyendo: envolviendo la experiencia estética
Las teorías de la valoración emocional (VE) (appraisal theories of emotion) confluyen
con la estética empírica pero no reduce el arte a un estímulo más, ni a la experiencia
estética a cualquier otro sentimiento. Sumado a esto, las teorías de la VE tienen mucho
que decir de las particularidades en las experiencias individuales y culturales.
Aunque estas teorías no dan respuesta a todas las preguntas por la experiencia
estética, PS nos aclara sensatamente que sería irrealista suponer que la ciencia de la
experiencia estética puede operar con una sola y gran teoría.
Cometarios del Dr. Patiño:
//Tienen un valor diferente las obras hechas con “mierda de artista” que la fuerza
simbólica del “agua de muertos” de Margolles.
Los criterios kantianos se oponen a los criterios darwinistas de la belleza> En las teorías
evolucionistas lo que es bello es funcional, promete equilibrio armonía ventaja salud
etc.> lo bello se complementa de lo útil y viceversa, como una necesidad, lo que es
bello es necesariamente útil y ventajoso.
Los dos polos de la experiencia estética= idealizado(exclusivo) /
popularizado(ecuménico)
En la realidad entre estos dos polos hay un “continuo” relativo a cada ser humano.
* * *
Chapter 11. El desarrollo artístico:
Tres Esferas Esenciales
Kimberly M. Sheridan and Howard Gardner (S&G)
Planteamiento central
S&G afirman que las teorías mas significativas del aprendizaje y desarrollo artístico
deben integrar tres esferas de explicaciones sicológicas, a saber 1) la
universal/evolutiva, 2) la cultural/contextual, y 3) la individual. Para ilustrar la
integración que proponen discutirán especialmente dos ejemplos: investigaciones sobre
el patrón en forma-de-U y la emergencia de nuevos tipos de arte en las culturas
digitales2.
Introducción
Para explicar cómo y por qué los homo sapiens hemos desarrollado habilidades para
hacer y apreciar el arte, los autores ven que las explicaciones universalizadoras y
evolutivas están limitadas con respecto a lo mas “especial” e “intrigante”, por ello -
afirman- su propósito es mas modesto: encontrar algunos patrones a la vez que se
reconoce la complejidad; documentar significativamente las variaciones de esos
patrones; y tener en cuenta que toda historia del desarrollo se mantiene continuamente
en cambio a lo largo de las invenciones, reacciones y trayectorias culturales que son
inherentes e impredecibles.
Para cumplir su objetivo los autores proponen la necesidad de integrar tres
grandes esferas, 1) la universal y bio-sicológica, compartida por todos los humanos y
quizá algunos primates, y que guía nuestra atención, interés y preferencias iniciales. La
2) que concierne a las innovaciones y cualidades culturales y tecnológicas, las cuales
orientan e influencian las manifestaciones de arte que hacemos y cómo las evaluamos.
Un punto importante de ésta es que está constantemente en crecimiento, por lo que
expande y transforma nuestras formas de percibir el mundo y a nosotros mismos. La 3)
se trata de la variación individual, es decir, cómo la personalidad, inteligencia,
experiencia y percepción se reflejan en el rango de variaciones de nuestras capacidades
artísticas y nuestros gustos.
Aproximaciones universales
Difícilmente podríamos explicar el arte en la historia y prehistoria de la humanidad solo
con el enfoque evolucionista.
Perspectivas evolucionarias
El enfoque evolucionista busca comprender por qué el arte existe, caracterizar de que
maneras los Homo sapiens son criaturas estéticas e identificar los fundamentos
biológicos de nuestra sensibilidad estética específica y nuestra producción artística. La
conexión más directa entre estos aspecto y la historia evolutiva se da a través de la
selección sexual, así algunos teóricos unen la belleza, el placer y las habilidades
2 Debemos notar que los autores se oponen a una explicación meramente evolucionaria, acultural y acontextual.
inicialmente con el hecho de que aquellos individuos que las demuestren tienen mayor
posibilidad de atraer pareja y reproducir sus genes. Dentro de las perspectivas
evolucionistas tanto Dissanayaki como Lewis-Williams abogan por el factor social del
arte. Lo que estas teorías tienen en común es argumentar a partir de la idea de que las
presiones evolutivas forjaron las adaptaciones que nos hicieron una especie “productora
de arte”.
En la sicología evolutiva estas adaptaciones son comprendidas a partir de su
funcionalidad. La selección de pareja y de hábitat son los dos ejemplos medulares de
estas propuestas. Es la selección de pareja factores la simetría es una marca de salud, y
por lo tanto individuos que elijan y prefieran una pareja simétrica tendrán mayor
posibilidad de reproducirse con éxito. La habilidad de elegir y de exhibir las
características se incorporaría luego al conjunto de determinaciones universales de la
biología guiando la estética humana.
Algunos estudios han demostrado preferencias por cierto tipo de entorno natural,
donde este entorno coincide con el entorno en el cual evolucionó la especie humana.
Estos estudios encuentran que las habilidades para elegir y las emociones con respecto a
ciertos fenómenos naturales son claves de la supervivencia de la especie, que se
mantienen universalmente efectivas en la especie. Sin embargo, los evolucionistas no
afirman que estos factores expliquen el vasto rango de gustos y producciones artísticas,
sino que, las evoluciones adaptativas cimentan la arquitectura neurobiológica que
tenemos hoy en día y sobre la cual se levanta el amplio rango de gustos e invenciones
artísticas humanas.
Sicología experimental
A partir de los estudios en niños y jóvenes, la sicología experimental también reclama
aspectos universales de la estética para comprender la mente y el comportamiento
humano (Fechner, Hall, James, p. 280, iv). En este sentido nuestra perspectiva de la
infancia ha cambiado de la “tabula raza” a organismos que tienen conocimiento y
habilidades, y además muestran preferencias por ciertas cualidades artísticas sobre
otras. Por ejemplo, a través de varios experiemntos se ha encontrado que los niños
prefieren cierto tipo de patrones en los rostros, como la simetría, protipicidad y formas
coherentes, y que pueden correlacionar un patrón sensitivo de una modalidad con otro
de otra modalidad. “Todo esto da una idea de por qué nuestras preferencias estéticas
cambian con el tiempo, en vez de quedarse fijas” (281,i,u).
La pregunta sería, qué tan significativos son estos hallazgos para el amplio
campo del arte, a lo que podríamos responder que ayudan a reconocer y establecer
principios sobre propiedades estéticas formales que nos permiten diferenciar entre
predisposiciones biológicas y preferencias adquiridas.
Limitaciones de los enfoques universales
Los autores ven una limitación básica en el enfoque universal, a saber, que según ellos
el arte es sobre particularidades y que la particularidad de la historia del arte es
impredecible en términos universales. Por ejemplo las confluencias históricas como
guerras, nuevas tecnologías, la política, la economía, las capacidades particulares de un
artista, sus intereses y experiencias, etc., aunque tienen poco que ver con nuestros
universales estéticos, son importantes y decisivos para las particularidades de lo que es
hecho y evaluado como arte.
Los enfoques universalistas suelen evitar estas complicaciones de la historia del
arte buscando las producciones y gustos artísticos de la cotidianidad. Esta perspectiva
puede aplicar en uno de los múltiples medios que los artistas buscan explotar (Zeki, el
artista como neurólogo), a saber, forzar los límites de nuestros sistemas perceptuales,
cognitivos y afectivos. Sin embargo los autores afirman que lo mas interesante es cómo
los artistas expanden y refinan lo que percibimos, sentimos y pensamos, piénsese por
ejemplo en la pintura impresionista en su época (considerada fea e incomprensible) y
como es asumida hoy en día en distintos contextos culturales.
Por todo lo anterior S&G afirman que las asunciones universales de la estética
evolutiva son solo un punto de inicio.
Esfera cultural/contextual
Esta esfera trata la diversidad cultural y sus innovaciones, pues –aseguran S&G-
mantenemos las variaciones y matices de nuestro mundo socio-cultural e histórico, y
nuestras respuestas a ello no pueden ser predichas por los universales. Así, cada
innovación cultural tiene el potencial para posicionar nuevas capacidades humanas
como centrales para el arte, y relegar otras hacia el fondo.
En esta esfera la sicología es necesaria para explicar cómo es que estos patrones
culturales influencian en el pensamiento y desarrollo artístico, y en este sentido los
autores proponen que las explicaciones sicológicas pueden examinar -de cerca con los
universales estéticos- como es que la cultura modula una preferencia evolutiva. Pues
incluso uno de los universales mejor comprobados como la preferencia de pareja
femenina por parte del macho humano, evidencia estar modulado por el contexto
cultural. Esto además de ser interesante para la sicología nos ayuda a entender la manera
en que diferentes influencias y fuerzas interactúan para formar preferencias estéticas.
Muchos investigadores han encontrado diferencias transculturales en la
valoración de la expresividad de niños jóvenes en relación con los hechos por adultos,
así mismo, han encontrado diferencias en conceptos como “creatividad artística”,
diferencias que influyen en el desarrollo artístico de los individuos.
Esta esfera también engloba y prueba como es que la tecnología (como internet
y nuevos medios) transforman el pensamiento y el entendimiento y crean nuevas formas
de participación cultural. El objetivo de la sicología sería entonces entender el proceso
por el cual los universales pueden transformarse en el amplio rango de la actividad
artística que vemos alrededor del mundo.
Esfera de las diferencias individuales
Incluso dentro de un mismo ambiente cultural y educacional, hay gran variedad entre la
producción y gusto artístico de los individuos. Sin embargo las teorías sicológicas han
identificado patrones de diferencias eludiendo a un modelo que engloba los factores
universales y culturales.
El caso de los individuos excepcionales que hacen grandes contribuciones al
arte, se ha encontrado cierto tipo de patrones como la personalidad, la historia de vida,
así como características neurofisiológicas o nueropatías.
En este mismo sentido, la educación artística cumple un importante papel.
Personas que han recibido educación artística hacen apreciaciones estéticas más
avanzadas, mientras que quienes no han recibido tal educación suelen tener una
apreciación basada en respuestas subjetivas y asociativas.
Integrando estas esferas en Teorías del aprendizaje y el desarrollo artístico
“Una sicología de el aprendizaje y desarrollo artístico necesita explorar los procesos de
culturalización y cambio cultural, para examinar cómo los efectos de las experiencias
indivuales ylos perfiles sicológicos trabajan en concierto para producir aprendizaje que
va más allá de la simple expresión de rasgos universales” (286,iii,u).
Para ilustrar la integración de estas tres esferas los autores proponen dos
ejemplos de investigación:
Ejemplo 1: La curva-en-U en el desarrollo artístico
Grandner y Winner encontraron que los niños de 5 años de edad muestran expresividad
en sus dibujos y un instinto poético metafórico, los autores lo identifican como un flujo
expresivo superior al de los adultos. Sin embargo cuando el joven continúa con los
estudios artísticos gradualmente su flujo expresivo vuelve a aumentar al llegar a la
adultez. Esta es la curva-en-U del desarrollo artístico.
La crítica más fuerte a esta teoría es que la curva-en-U aporta información
acerca de los gustos modernistas, y no de algún desarrollo natural. En este sentido
Praiser y Van de Berg encontraron que al poner a prueba la teoría en Estados unidos y
China, en el país americano el patrón se cumplía perfectamente mientras que en China
los individuos presentaban mayores habilidades artísticas conforme iban creciendo y
enevejeciendo. Así mismo otros investigadores comprobaron que en judíos de distintos
países se aplicaba también el modelo de la curva-en-U. Por lo tanto este modelo no
aplica transculturalmente y responde más bien al interés que los artistas modernistas y la
cultura moderna prestan al “arte” de los niños.
Ejemplo 2: Desarrollo artístico en las “culturas participativas digitales”
El internet y otras herramientas digitales y medios han reorganizado dramáticamente
nuestras nociones de participación cultural en muchos campos, así como en el arte. Los
autores dan el ejemplo de un niño de 8 años quien publica en foros digitales públicos
sus dibujos, videos, fotografías y poesías, y donde recibe retroalimentaciones. Se inspira
en otras creaciones de niños y adultos así como en diseños de lego, etc. Lo que este
ejemplo lleva a afirmar a los autores es que el desarrollo artístico de Kim, el niño en
cuentión, implica un entendimiento completamente diferente del papel del “público”
generando una noción de creación colaborativa muy diferente a la de generaciones atrás.
Este no es solo un ejemplo de la ampliación de oportunidades sino que representa
cambios cualitativos en la naturaleza de la participación en las artes.
Conclusión
Según los autores cada innovación y logro artístico tiene el potencial de expandir
nuestro entendimiento de nosotros mismos y del mundo. Y así como el arte expande
nuestro entendimiento nuestras teorías de la cognición y el desarrollo artístico deben
seguirles el paso. Y aunque algunas expresiones artísticas resulten incomprensibles con
el tiempo se harán más fáciles de entender y de disfrutar. Este mismo fenómeno puede
aplicarse a nivel individual.
Por otro lado hemos visto como los universales como la “teoría-sabana” nos
informan poco sobre las innovaciones artísticas particulares nos hacen ver el mundo de
formas diferentes.
Así mismo, el desarrollo artístico particular de un niño esta mayormente
configurado por su momento histórico, su lugar en la cultura, su perfil bio-sicológico, su
conocimiento y su experiencia.
Por lo tanto un estudio sicológico de las artes no debe restringirse a una de
estas esferas sino que debe analizarse la rica interacción entre ellas para lograr
comprender como es que nosotros aprendemos en las artes y como podemos ayudar a
otros a aprender de manera más comprensiva.
* * *
Chapter 12. Neuroaesthetics:
Growing Pains of a New Discipline
Anjan Chatterjee (AC) Planteamiento central
Este capítulo inicia con la pregunta de si las neurociencias tienen algo útil que aportar o
contribuir a la estética. El autor pretende examinar y sugerir qué necesitaría la
neuroestética para considerarse una verdadera ciencia y los retos que enfrenta.
Por otro lado nos aclara que el térmico “estético” en éste artículo refiere a la
“percepción de”, “producción de”, y la “respuesta a” el arte. Y aunque AC limita sus
comentarios a las artes visuales, podemos aplicar los principios generales a otros tipos
de artes. El autor nos aclara también que la neurociencia no ofrece definiciones, ni
concepciones sociológicas o históricas del arte.
Observaciones paralelas entre el arte y el cerebro
Aunque pocos neurocientíficos están interesados en el estudio del arte, algunos han
reconocido la importancia de la “estética visual” dentro de la experiencia humana. Entre
ellos Berlyne, Rentschler, Herzberger, Epstein, Zeki, etc., quienes buscan intrigantes
paralelos entre las creaciones artísticas y la organización del “cerebro visual”. El reto de
este acercamiento neuroestético es convertir estas observaciones en un programa de
investigación sistemático.
Un marco de trabajo para la neuroestética
Los niveles de la percepción visual ofrecen un marco a través del cual analizar los
diferentes aspectos de una obra de arte y nuestras respuesta a él. El sistema nervioso
procesa información visual tanto jerárquica como horizontalmente. Los niveles de este
proceso los identifica el autor como 1) “visión temprana” (extracción de elementos
simples, color forma, locación, etc.,), 2) “visión intermedia” (agrupa o desagrupa
elementos dando estructura) y 3) “visión tardía” (examina estas regiones estructuradas,
reconoce objetos, configura significados y evoca recuerdos). Sin embargo, -aclara AC-
aunque estos niveles interactúan y no hay fronteras claras entre ellos si nos ofrecen el
marco para pensar sobre la obra de arte y nuestras respuestas. En este sentido una obra
puede ser entendida al igual que lo hace el sistema nervioso desde la percepción
temprana o intermedia que sería una perspectiva formal; o la tardía, que sería una
comprensión y asosiación semántica.
Evidencia empírica: Estudios de lesiones
Los análisis de daños cerebrales han aportado en gran medida a la comprensión de
nuestros sistemas cognitivos y afectivos. Aunque en algunos casos los daños cerebrales
son perjuduciales, en otro pueden aumentar nuestras capacidades artísticas, reforzando
las capacidades expresivas o desarrollando un lenguaje visual único. Estas
investigaciones ofrece información sobre el fundamento de la creatividad y de la
valoración estética.
El autor (y su equipo) desarrolló una herramienta -“La evaluación de atributos
artísticos”- para organizar la percepción del arte a lo largo de diferentes atributos tanto
perceptuales como conceptuales.
Evidencia empírica: Estudios de imágenes de belleza
La belleza es el concepto central de la estética para la mayoría de gente. La respuesta a
la belleza facial parece estar profundamente codificada en nuestra biología, así, los
juicios de belleza facial son consistentes transculturalmente. Esto se ha comporbado
incluso en recién nacidos quienes
A partir de distintos experimentos AC nos señala cómo es que distintas
respuestas corresponden a zonas determinadas del cerebro. Así, los primeros dos niveles
de percepción visual están relacionados con la activación del lóbulo temporal y frontal
(orbito-frontal) y cuando se ejecuta el juicio estético la actividad cerebral se ubica en la
corteza frontal dorsolateral y frontal media del cerebro. Por otro lado las reacciones
emotivas están relacionadas con la activación de la amígdala derecha, la cual se activa
también al realizar los juicios explícitos sobre la belleza.
Por otro lado AC afirma que la reacción emocional a la atracción se da de
manera automática y que juega un rol fundamental en la configuración del entramado
social, ya que cumple una función importante en la selección sexual y nos permite
comprender desde fundamentos biológicos los estándares de belleza.
¿Por qué la estética? Una propuesta neurobiológica
El autor sugiere que el impulso por la belleza y la “propensity” en torno a la actitud
estética puede fundamentar la universalidad de hacer y apreciar arte.
Impulso por la belleza
El autor nos propone tres argumentos para la atracción por la belleza y que son
características que influyen en la experiencia estética:
1) su influencia en la selección evidentes en los patrones selectivos del rostro y
el cuerpo que son señales de salud genética (buenos genes). Estos signos atraen, porque
despiertan fuerza y salud. 2) el arte es un promueve la cohesión social (Dissanayake) en
tanto que el cerebro realza la información visual haciéndolo “especial”, lo cual resulta
en su efecto ritualista, y cooperativo que finalmente lleva a un beneficio social. Y el
argumento 3) que propone -según el autor- que la facilidad con la que reconocemos
objetos y generamos preferencias son un “subproducto de los mecanismos de
procesamiento de información” de nuestros cerebros (la preferencia prototípica que
activa los sistemas de recompensa).
La actitud estética
Chatterjee plantea que en la base del placer estético hay una utilidad, pues la actitud
estética interviene en cómo el ser humano se adapta a su entorno mientras que en la
selección sexual dicha utilidad equivale a la conservación de la especie.
Aunque Kant delimita a la actitud estética como un “interés desinteresado”, esta
idea no se contradice con la experiencia estética que estudia la neurociencia, pues en
ella no se contraponen placer y utilidad. Así, el estudio no especulativa (no filosófico)
de la neuroestética se propone entender la actitud estética kantiana.
Colofón con advertencia
La neurociencia es necesariamente multidisciplinaria y convoca a todas las ciencias a
abrirse el campo de la estética científica, aunque el autor aclara que ninguno de los
dominios de la estética le conciernen únicamente a la neurociencia.
1. Riesgos de reducción
El autor asegura que es consiente del riesgo que se corre al reducir el análisis a un sólo
campo experimental sin embargo, las neurociencias, como cualquier ciencia, está
abierta a sus limitaciones. Así, AC propone una estructura de trabajo experimental
como una posible convergencia de los resultados e hipótesis de todas las ciencias,
manteniendo cada una su especificidad dentro del amplio campo de la estética.
Por otro lado, AC nos aclara que la neurociencia trata de análisis cualitativos y
cuantitativos, por lo cual aporta información empírica e hipótesis rigurosamente
planteadas y argumentadas, su riesgo es perder de vista el fenómenos de estudio.
2. Es la estética usada como prueba para entender el cerebro, o es el cerebro usado
para probar la comprensión de la estética?
Originalmente la neuroestética prueba las propiedades objetivas del cerebro, pero
en el estudio estético se le exige a la neurosciencia que los datos que arroje sean
cualitativos, es decir que no sean datos insignificantes. Por otro lado, si la estética
se propone entender el cerebro, debe conllevar el rigor científico para que sus
datos puedan ser considerados por la ciencia. Ante esto AC afirma que ambas
disciplinas deben tener como prioridad la investigación de la mente y del
comportamiento humano.
3. ¿Cuál es el valor añadido de la neurociencia?
La neurociencia ofrece una nueva capa descriptiva de la experiencia estética, a saber, el
mapeo de la actividad cerebral y su relación con el sistema de recompensas. En todo
caso –señala AC- la neurociencia debe tomar seriamente lo que los expertos de arte
dicen al construir sus experimentos y teorías.
* * *
Chapter 13. The Modularity of Aesthetic Processing and
Perception in the Human Brain: Functional Neuroimaging.
Studies of Neuroaesthetics
Ulrich Kirk (UK)
Plantemaiento central
Especialización funcional del Cortex visual
A través de experimentos de científicos como Hubel y Wisel, Zeki, Kuffer y Adrian, y
finalmente con el apoyo de la resonancia magntica (fMRI), se ha comprobado fuera de
toda duda la especialización funcional de locaciones anatómicas del cerebro, y
específicamente del Cortex visual.
Especializaciones funcionales de la estética
Basado en la teoría de la especialización funcional, Zeki afirma que la modularidad en
la estética es deducible. Así, un individuo con daños en la zona Va no es capaz de
percibir los colores y por ello no podría hacer una apreciación del color de la pintura,
aunque esto no significa ceguera total, lo cual sugiere que no hay un solo sentido
estético, sino muchas categorías separadas que activan un sistema de procesamiento
funcional y especializado.
Estudios neuroestéticos tempranos
La neuroestética busca los juicios estéticos en la organización y funcionamiento del
cerebro y por ello no ofrecen mator material a un historiador del arte. Los estudios
tempranos de la neuroestética se caracterizan por explorar corrientes artísticas
específicas:
Arte cinético
Han demostrado que activa el área V5 mientras que la del V4 disminuye. Lo mas
interesante es que encontraron que mientras una obra de arte cinético que efectivamente
se movia activaba las mismas regiones que un elemento cualquiera en movimiento
activando la región V1, mientras que cuando la obra representaba el movimiento sin
ejecutarlo la región V5 aumentaba su actividad, por lo tanto pareciera que V5 creaba la
ilusión visual.
Arte fovista
Con este tipo de arte los artistas buscaban aspectos subjetivos de la visión. Así, éste es
el estímulo optimo para la región V4 del córtex visual. Sin embargo, como estas obras
suelen tener colores que no corresponden con la realidad, activan también la zona V1 y
V4 implicadas en el procesamiento del color. Así mismo estas regiones están
relacionadas con la violación de expectativas.
Surrealismo, el arte de René Magritte
A través de la experiencia hemos adquirido información de los objeto del mundo, y lo
que sucede con este tipo de arte es que realcionamos los objetos de la obra de arte con la
información previa, así como la obra de Rene Magritte que al obviar las convenciones
provoca un reto a la comprensión y activa la información previa.
los objetos son relacionados por la información que existe de ellos en el cerebro, la cual
ha sido adquirida a través de la experiencia. En el caso concreto del artista Rene
Magritte, éste ignoraba convenciones mediante la colocación de objetos en entornos
muy inusuales, así se creaba el desafío a la comprensión y la experiencia previa de los
sujetos
Los patrones que las neuroimágenes aportaron al ver arte surrealista son de
activación de áreas como la unión parietal temporal, involucradas con la capacidad de
auto-referencia, introspección e aplicación de conocimiento previo, pues estas obras
llevan a una nueva interpretación semántica de la imagen con el fin de darle un sentido.
Fechner y la fundación de la estética experimental
En esta apartado, UK presenta a Gustav T. Fechner (1801-1887), quien fue el fundador
de la investigación empírica de la estética y de su enfoque experimental, empírico e
inductivo (“La estética desde abajo”).
Entre sus textos (Zur experimentellen Aesthetik (1871) y Vorschule der
Aesthetik (1876)) uno de los principios más importantes que propuso fue el “Principio
de la media estética”, que asegura que cuando hay 3 objetos de distinto tamaño se
tienedde a preferir el intermedio y así mismo con respecto a 3 elementos de distinta
dificultad; los resultados muetsran que los indivduos preferirán el intermedio.
Aunque algunos críticos de Fechner, como Eduard von Hartmann o Benedetto
Croce se opusieron a sus principios considerándolos especulativos, la psicología
empírica en 1970 retomó sus teorías.
Así como el trabajo de fechner, la neuroestética tiene un punto de vista empírico
y está basada en la especialización funcional. Así, hemos visto cómo los distintos tipos
de arte activan distintas zonas del cerebro.
Correlaciones neuronales de los juicios estéticos
En este apartado UK describe algunos experimentos dentro de los procesos neuronales
subjetivos incluidos en la formación de un juicio estético y su componente hedónico. La
diferencia entre las pinturas valoradas como bellas o feas se vio reflejada en las corteza
orbitfrontal (OFC), siendo esta (OFC) también activada cuando hay un input cognitivo
de etiquetas de palabras. Así por ejemplo la palabra “galería” activaba la OFC cuando
una pintura tenía la etiqueta dicha etiqueta, pues prometía satisfacción por su relación
con la calidad, a diferencia de los prejuicios que puede generar la etiqueta “hecho
digitalmente”.
Esto nos habla de la implicación de la información cognitiva en los juicios
estéticos, así, varios científicos (De Araujo y cia., Rusell, Plassman) encontraron mayor
actividad en la OFC media cuando se hacen juicios hedónicos con etiquetas cognitivas.
Por ello, el autor subraya que la información semántica (y el contexto) influye
decisivamente en la percepción y formulación de juicios.
Por otro lado UK señala que hay diferencias grandes entre las preferencias
estéticas entre expertos y novatos, así, estos últimos preferirían elementos visuales
simétricos y simples, mientras que los expertos preferirían elementos visuales
asimétricos y complejos, lo que lleva a concluir que la educación artística acrecienta el
la respuesta hedónica de las estructuras complejas. En todo caso, lo que los
experimentos permitieron concluir es que la activación neuronal es específica en el
dominio de conocimientos especializados (arquitectura> edificios).
Finalmente UK concluye diciendo que experiencia estética no tiene un efecto
particular en el bienestar ni en el estado de “necesidad interna” como si lo tendrían las
“recompensas primarias”, sin embargo, los experimentos realizados permiten suponer
que las experiencias hedónicas se codifican en la OFC, por lo tanto la labor de la
neuroestética parece ser prometedora, uno de sus retos será el estudio de la diferencia en
la activación neuronal al apreciar imágenes de arte y al apreciar imágenes de la
naturaleza real, como un atardecer.
* * *
Chapter 15. Una aproximación cognitiva y neurológico-
conductista a la estética
Zachary A. Miller y Bruce L. Miller
Planteamiento central
En este capítulo y a través de la neurología conductista, se pretenden explicar
mecanismos de cognición y de conducta a través de pacientes con enfermedades
neuronales. Esta disciplina es de base naturalista, pues afirma que la diversidad y
multiplicidad de expresiones y producciones humanas son derivados del sistema
nervioso central.
Definiendo la estética
El juicio subjetivo en la valoración estética es evidente, pues lo que una persona califica
como interesante o bello, otra lo califica puede calificar de insignificativo. Zeki (como
se ha dicho en otros capítulos) afirma que el artista es un neurólogo que explora y
fuerza las capacidades del cerebro y por ello la experiencia estética puede ser
comprendida solo en términos neurológicos pues toda obra de arte obedece a las los
sistemas y las “leyes visuales” del cerebro. Es en este sentido que Seki afirma que la
experiencia estética es como un continuum que va desde los estimulos visuales de lo
que provoca la idea hasta su producción y de nuevo su observación.
Culto al genio artístico
Desde inicios de la disciplina, la estética se ha centrado en los “genios”, y los estudios
biográficos de estos individuos demuestran la reiteración de enfermedades similares
entre ellos como la afasia progresiva, la depresión o la epilepsia, sugiriendo con ello una
relación entre creatividad y enfermedades psicológicas. Por otro lado, otras
investigaciones han apuntado a que las personas zurdas tienen aptitudes particulares.
Anatomía conductista del cerebro
La anatomía implica funcionalidad
Mucho del conocimiento sobre la funcionalidad regional del cerebro se ha adquirido a
través del estudio de lesiones o por experimentos. El cerebro humano está compuesto
por 100 billones de neuronas (nomenclatura norte americana) y cada una de ellas tiene
7000 conexiones sinápticas y puede dividirse en tres estructuras principales, 1) la
médula espinal, 2) el cerebelo y 3) los cuatro hemisferios. Los hemisferios cerebrales
están implicados en procesamientos de alto nivel y la integración de información y se
dividen en frontal, temporal, parietal y occipital (p. 358). Mientras los lóbulos frontales
específicamente se encargan de procesamientos de alto nivel, “los lóbulos temporales
procesan la información auditiva y la memoria, los lóbulos parietales procesan la
información sensorial, visual y las habilidades musicales, los lóbulos occipitales reciben
la información visual y los lóbulos límbicos facilitan la conexión entre todos los otros
lóbulos con otras regiones del cerebro, así como del procesamiento de las emociones”
(p. 358,iv,m). Los lóbulos centrales pueden dividirse en cortezas orbito-frontal, dorso-
lateral y ventro-frontal. Los estudios se han centrado en las conexiones entre los lóbulos
frontales, temporales y parietales.
La lateralización como medio de especialización
Como hemos visto cada estructura del cerebro tiene un lateral derecho y uno izquierdo.
Los experimentos de Sperry y Gazzaniga de individuos con el cerebro dividido
permitireon concluir que el hemisferio izquierdo es fundamental para el lenguaje, la
lógica, la matemática, el pensamiento racional, y la gramática. Pot otro lado el derecho
resultó ser importante para la configuración de conceptos, el procesamiento visual y
auditivo, la cognición social y por lo tanto la percepción de rostros y el reconocimiento
de emociones. Y estos dos hemisferios, actúan como lados antagónicos y reguladores el
uno del otro.
La anatomía posterior-derecha y habilidades viso-espaciales
Las región posterior derecha del cerebro está estrechamente vinculada con la capacidad
de producir composiciones visuales así como para la configuración y comprensión del
espacio creyendo con esto que la región frontal inhibe tales funciones.
La demencia como modelo para entender el comportamiento y la cognición
Definiendo la demencia
“La neurodegeneración refiere a la muerte del tejido nervioso. (…) Cuando estas
características clínicas presentan déficits cognitivos y de conducta se le llama demencia
(361,iii,o)”. Solo un grupo de enfermedades aparece localmente y nunca se expande y
han sido denominadas como “degeneración lobar frontotemporal” (FTLD) y quienes las
padecen presentan déficits locales pero mantienen otras regiones del cerebro intactas.
El FTD izquierdo y el arte
Fastidioso y productivo: implicaciones de la demencia semántica para las
habilidades viso-espaciales
Los individuos ue padecen FTD mantienen habilidades para dibujar y reproducir.
Distintos estudios han demostrado como pacientes con esta efermedad desarrollan
habilidades artísticas o aumentan las que tenían. Algunos otros pacientes mostraron
tendencias compulsivas como el coleccionismo.
Mecanismo propuesto para las habilidades artísticas aumentadas
A partir de la especialización del cerebro, muchos pacientes presentaban -en
experiemntos realizados por Miller- el mejoramiento de algunas capacidades artísticas.
mientras presentaban detrimento en otras no artísticas, y esto era debido a que las
funciones del lado derecho y dorso-laterales estaban afectadas, mientras que pacientes
sin habilidades artísticas tenían una enfermedad en los lóbulos frontales y temporales.
En cuanto a las valoraciones estéticas no es fácil encontrar un patrón, aunque
por otros estudios se ha demostrado que los lóbulos frontales tienen un papel importante
en la valoración o juicio estético.
Creación e innovación: el rol de la afasia progresiva en el proceso artístico
Los pacientes caracterizados por Miller (y Cia.) de tener afasia progresiva del “subtipo
verbal” resultaron ser más expresivos pictoricamente. En el caso de la Sra. Adams, a
través de scanneos cerebrales se concluyó que la atrofia frontal correspondía con el
crecimiento de nuevo tejido neuronal en el lóbulo parietal derecho. Este hecho fue
realmente importante pues por vez primera fue posible corresponder la producción
artística de un paciente con el desarrollo de su enfermedad y ello demostró que
enfermedades en el lóbulo frontal-izquierdo provocaban la actividad del posterior-
derecho y además las vigorizaban. Por ello al paso que avanzaba la enfermedad, las
cualidades de los trabajos de Adams cambiaban, tanto estilística como cualitativamente,
así, en los momentos más avanzados de su enfermedad comenzó a pintar obras híper
realistas. Todos estos casos permitieron sacar conclusiones de las relaciones entre
hemisferios y de sus efectos en el comportamiento y en las habilidades artísticas.
* * *
Chaptes 16. Neurology of visual aesthetics
Indian Nymphs, Modern Art, and Sexy Beaks
Vilayanur S. Ramachandran and Elizabeth Seckel (R&S)
Planteamiento central
Los autores afirman que la definición del arte es dificultosa pero que aún así es posible
desarrollar una teoría estética científica y para lograrlo plantean las “10 leyes de lo
estético”.
Contenido
R&S inician proponiendo la diferencia entre el arte kitsch y el “arte real”, y aunque
reconocen que el factor cultural influencia en mucho la apreciación de del arte, ellos
apuestan por una estructura universal que fundamenta la experiencia estética, a saber,
mecanismos genéticos que establecen denominaciones comunes y subyacen todas las
formas de arte.
Por otro lado, aunque históricamente pareciera que arte y ciencia se oponen,
R&S afirman que “se reúnen en el cerebro”, y así, aunque parecen disciplinas
antagónicas, la neuroestética las une, en el análisis de las bases neurológicas de la
contemplación y la producción de arte (Zeki).
Así mismo R&S nos aclaran que, aunque estén en busca de leyes estéticas
universales esto no elimina el hecho de que la cultura juega un rol importante en la en
los estilos y juicios artísticos. Sin embargo, ellos –R&S- se enfocarán en los principios
universales que trascienden fronteras culturales e incluso filogenéticas.
Ni el pavo real ni la mariposa evolucionaron para verse bellos “a nuestro
cerebro”, pero si convergieron en las mismas leyes y principios estéticos, así, el arte es
también transespecífico (Aves del paraíso).
Los autores afirman que el proceso visual no consiste en la internalización de
una imagen (esto requeriría homúnculos ad infinitum) sino que se trata más bien de
descripciones simbólicas, así, todo acto de percepción incluye los juicios del
observador. Además, la complejidad y sofisticación del sistema visual implica el
procesamiento de diferentes aspectos de la imagen visual y su interacción. Por ello lo
que el artista hace es provocar actividad en estas área visuales del cerebro mejor de lo
que lo harían imágenes realistas.
El reconocimiento y agrupamiento de información es una adaptación producto
de la historia evolutiva del ser humano, así, los autores relacionan el ver imágenes
artísticas complejas con el reconocimiento de un leopardo en la selva. Aunque
metodológicamente la visión se plantea como un proceso modulado y jerárquico, en
realidad la visión no es unidireccional y además la amígdala esta constantemente
enviando información de regreso.
Así, los autores van exponiendo las 10 leyes estéticas que subyacen
universalmente la apreciación estética, las cuales deben responder al “qué”, por “qué” y
“cómo”. Los universales estéticos definidos por los autores son:
1. Cambio (cambio) de pico*> “cuanto más mejor”, “mucho y bueno” estiulo
mejor y más bastamente representado será más atractivo y más estético= más
bello.. pero rebasado cierto límite produce efectos contradictorios.
2. Agrupamiento> sistema de respuesta emocional (sistema límbico)> ley de la
gestalt> nuestra percepción visual tiende a agrupar en conjuntos los elementos
de un cuadro visual, no emos línes paralelas discretas sueltas, las agrupamos en
series> esto aplica a lo auditivo, etc= busca entendimiento como recompensa> el
entendimiento como recompensa hedónica> descarga de una hormona por una
glándula> endorfinas> causan placer
3. Contraste> al resolver un problema perceptual se aisla un elemento y al mismo
tiempo se contrasta> reconocimiento de diferencias> no solo hay gusto por
afinidad, semejanza / también nos gustan cosas que sontrastan con el gusto
preferente de un grupo o una población> gusto por lo exótico, lo opuesto, lo
diferente
4. Aislamiento> sinécdotque= la parte representa el todo> aislar una caracteristica
que puede exagerarse= caderas, senos, etc.
5. Resolución de problemas perceptuales
6. Simetría > orden, mesura, equilibrio> está relacionado con la salud, así
organismos enfermos tienden a deformarse y modificar su simetría. Cuerpos de
animales y vegetales, mas bellos cuanto más simétricos nos parezcan= hay un
dispositivo cerebral instalado por evolución para detectar, medir y valorar la
simetría
7. Aberración de la coincidencia / punto de vista genérico >distancia estética>
gusto por algo que esta fuera de nuestro contexto> preferimos ver una pintura
que una fotografía
8. La repetición, el ritmo y el órden lineal: -Repetición> lo familiar casi siempre
es preferido por encima de lo extraño a menos que estemos en una situación
peculiar> lo familiar en cuanto a especie. -El ritmo> una pieza con ritmo puede
prescindir de otras características (el bals sobre las ramas). -Orden lineal>
9. Equilibrio / Balance> relacionado con simetría, ritmo, etc.
10. Metáfora >toma un componente de la idea y lo maximiza “julieta es como el
sol”. Forma de simbolizar.
Finalmente R&S concluyen afirmando que este reduccionismo neuro-sicológico no
aporta en nada a las cosideraciones metafísicas del arte, sino que más bien aporta en su
comprobación objetiva de que “es real”.
Notas:
¿Qué es el arte? No hay una definición universal sino principios con los que nos
ponemos de acuerdo.> Da el carácter científico a esta pregunta.> “lo que devuelve al
hombre su perdida divinidad” “en todas las verdaderas obras de arte”
Como configuramos la idead del arte>buen arte y mal arte> RC habla del Arte con
mayúscula diferenciado del mal arte> describe a partir de características>
-Si todos reconocemos la belleza y lo artístico debe entonces tener características> debe
haber universales
-Los teóricos del arte se encargan del contexto de lo artístico
-La neuro-estética apunta a los universales> hay manera de rastrear en el cerebro lo
“bello”, lo “feo”, etc.> ciencia y arte
-¿Como las neurociencias nos llevan a entender lo que es arte?> Venus de
Wilendorf y representaciones de deidades budistas= “pico sexy” (sexy beaks)> sobre la
abstracción> la abstracción guarda las cualidades mínimas necesarias para atraer una
atención instintiva.
Principio de separación>
*Gaviotas bebés discriminan (aíslan) y asocian los puntos rojos con el pico de la
madre y a mayor cantidad de puntos rojos mayor cantidad de comida> concentra las
preferencias visuales
Todos estos factores trabajan en conjunto> están presentes en todo lo que nos llama la
atención
¿Cual es la diferencia entre el verdadero arte y lo kitsch? (Sesgo)
La belleza se encuentra en el ojo del receptor> en ese caso podríamos ponernos de
acuerdo> hay que crear unos fundamentos>