MODULO 1

ACTIVIDAD Nº 2 :

a) ANALISIS DEL TRAILER DEL DOCUMENTAL “LA CASCARA”

Analizar las diferentes dimensiones implicadas en la configuración de situaciones extremas de déficit de trabajo decente.

En la situación presentada en el tráiler se puede observar que no hay generación de empleo ni protección social ni promoción de los derechos ni diálogo social; por lo que podemos decir que se trata de déficit de trabajo decente.

Las personas no trabajan en condiciones dignas porque viven en el mismo lugar en donde trabajan, rodeados de animales, de excremento y en condiciones de salubridad deficientes. Asimismo, se observa trabajo infantil y esclavo, porque las personas se ven forzadas a vivir de esa manera y las familias completas deben trabajar por un sueldo muy bajo. Estas personas están siendo explotadas por sus trabajadores, quienes están violando varias leyes laborales e impositivas, por lo que no podemos catalogar a esta situación como trabajo decente porque no está encuadrada en las normativas vigentes, ya que los trabajadores no han sido registrados en la AFIP y no gozan de los derechos de los cuales son titulares. Además, las leyes prohíben el trabajo de menores y los niños que pueden observarse en el video son pequeños, apenas si pueden trabajar y se ven obligados a realizar esfuerzos físicos y las mismas actividades que los adultos.

Toda la situación descripta muestra que el trabajo no es seguro, implica riesgos para las personas (enfermedades, fatiga, accidentes, falta de higiene), no contribuye a la calidad de vida de los mismos, no brinda ningún tipo de protección social (obra social, jubilación, beneficios sociales, prevención de accidentes) y no se percibe una remuneración justa, acorde a la tarea efectuada y a la jornada de trabajo que realizan las personas. Asimismo, bajo amenazas de despido, se intimida a los trabajadores y se les impide ejercer sus derechos laborales o a buscar el auxilio de las asociaciones sindicales. Por lo que se puede sostener que los trabajadores están prestando sus servicios en condiciones laborales muy precarias, pero deciden mantener la relación laboral para evitar el desempleo, a perder su fuente de ingresos económicos, a caer en situación de pobreza y debido, a su vez, a que no tienen el acceso a una vivienda digna propia, lo que los obliga a sostener el contrato laboral en el tiempo.

También se tiene que la situación tiene lugar con la complicidad y la connivencia de ciertos organismos gubernamentales de contralor y de las organizaciones sindicales que miran hacia otro lado, tal vez, porque perciben coimas de parte de la empresa. Lo que refleja que la corrupción administrativa facilita que se cometan estos actos ilegales. Además, como se trata de familias de inmigrantes

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paraguayos indocumentados, pueden cometer abusos porque saben que no van a ir a denunciar la situación por miedo a ser deportados. También se trata de personas muy humildes con escasa educación, que no tienen pleno conocimiento de las leyes, por lo que no van a realizar reclamos ni demandas judiciales. Generalmente son familias que cruzan la frontera buscando escapar a su situación de desempleo y pobreza, que aspiran a un futuro mejor para sus hijos. Estos hechos son bien conocidos por los empresarios inescrupulosos que se aprovechan de la situación de estas personas; buscando disminuir sus costos de mano de obra con trabajo esclavo e infantil.

b) Describir una situación presente en el mercado laboral del entorno comunitario de la escuela, que pueda caracterizarse como déficit de trabajo decente, teniendo en cuenta el concepto de trabajo decente, sus dimensiones y propiedades.

Señale las razones que hicieron caracterizarla como tal y mencione qué aspectos de la situación descripta podrían trabajarse desde la escuela y con qué actores (escolares y comunitarios) podría contarse para su abordaje.

SITUACION DEL MERCADO LABORAL ELEGIDA: “EL TRABAJO INFANTIL” (Ver artículos que se presentan más abajo)

CONCEPTO DE TRABAJO INFANTIL

Toda clase de trabajo que perjudica la salud y desarrollo del niño o niña se considera trabajo infantil.

Millones de niños en todo el mundo realizan tareas que son perjudiciales. En muchos países, todos los miembros de una familia pobre, desde el más pequeño hasta la persona de edad más avanzada, hacen cualquier cosa para ganarse la vida y poder sobrevivir, y muy a menudo se obliga a los niños y niñas a trabajar a una edad muy temprana, en condiciones que van contra su bienestar.

CAUSAS DEL TRABAJO INFANTIL

Los niños y niñas se ven forzados a trabajar por muchas y diversas razones. La pobreza es una de las causas más importantes del trabajo infantil. Muchos gobiernos, cuando se enfrentan a las crisis económicas, no dan prioridad a las áreas que podrían ayudar a aliviar las penurias que padecen los pobres, como por ejemplo, la atención de la salud, educación, sanidad, programas de empleo, formación, etc. Así, los niños y niñas están obligados a asumir responsabilidades familiares, ya sea ayudando en el hogar para que los padres puedan ir a trabajar o trabajando ellos mismos para ganar dinero y ayudar a mantener a la familia. En este caso se estaría privando a los niños y niñas de su derecho de vivir una infancia sana y feliz.

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Otra causa del trabajo infantil es la creencia en muchas sociedades de que los niños y niñas deben compartir las responsabilidades de la familia, ya sea participando en el trabajo de los padres, generando ingresos fuera de la familia o ayudando en los quehaceres domésticos. Este último es el caso de las niñas, ya que se espera de ellas que cuiden de sus hermanos o hermanas más pequeños y que atiendan la casa, llegando al extremo de ser su única y principal actividad. Esto sucede en las sociedades más primitivas y cerradas, en las comunidades de pueblos originarios, en países como por ejemplo en la India o de religión musulmana.

La demanda de mano de obra infantil es también una causa del trabajo infantil. La pobreza obliga a los niños y niñas a trabajar; por lo que los empresarios toman ventaja de esta situación y los emplean en sus establecimientos, lo que les garantiza trabajadores moldeables, dóciles, sumisos, fácilmente intimidables, que no causan problemas, incapaces de defender sus derechos porque los desconocen y que están dispuestos a realizar las tareas de más baja categoría por una remuneración sumamente inferior a la de los adultos.

Millones de niños y niñas en el mundo realizan diariamente trabajos que son peligrosos, abusivos y explotadores, y que se encuentran principalmente:

En la agricultura, realizando tareas pesadas y expuestos a muchos riesgos relacionados con la utilización de maquinaria moderna y sustancias químicas.

En los basurales, recolectando cartones. En actividades pesqueras, como recogida de moluscos o buceo. En minas de pequeña escala, depurando materiales preciosos,

transportando cargas en estrechos túneles y manipulando mercurio. En el hogar, cuidando a los hermanos y hermanas más pequeños o

ayudando en los cultivos o negocios de la familia. En la fabricación de fuegos artificiales, manipulando la pólvora

corriendo el riesgo de sufrir quemaduras o de morir en explosiones. En el servicio doméstico, ejecutando un trabajo arduo, bajo condiciones

de aislamiento, sometidos a jornadas de trabajo excesivamente largas y a abusos físicos y sexuales.

En la explotación sexual comercial.

ANALISIS DE LA PROBLEMATICA

El trabajo infantil es una situación que puede caracterizarse como déficit de trabajo decente puesto que se considera trabajo decente a aquel empleo digno, satisfactorio, suficiente en calidad y cantidad; que se produce en condiciones de libertad, seguridad, equidad y dignidad, en donde los derechos son respetados, por el cual se percibe una remuneración acorde y se cuenta con protección social. Es decir, que cuando hablamos de trabajo decente estamos haciendo referencia a un concepto

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amplio en el que se encuadran aspectos económicos y éticos. Asimismo, este concepto comprende el acceso a oportunidades, remuneración, condiciones de trabajo y a las relaciones sociales laborales.

El trabajo decente es aquella ocupación productiva que es justamente remunerada y que se ejerce en condiciones de libertad, equidad, seguridad y respeto a la dignidad humana. En este sentido, es un derecho humano, un derecho social, resultante de la confluencia de diversos instrumentos jurídicos.

El trabajo decente se refiere a la creación de empleo con protección social, igualdad de oportunidades, ingresos dignos, ejercido en libertad, en un marco de diálogo social y en virtud de las normas internacionales del trabajo.

Por ello, en función de lo antes expuesto, se puede afirmar que en el caso del trabajo infantil ninguno de los elementos mencionados como dimensiones y propiedades del trabajo decente se encuentra presente. El trabajo infantil vulnera los derechos del niño, impide el acceso a una vida digna, saludable, a la igualdad de oportunidades, la equidad, la seguridad, la libertad; por lo que no puede encuadrarse como trabajo decente.

En relación a los aspectos que podrían trabajarse en la escuela, de acuerdo a la situación de déficit de trabajo decente descripta; puedo destacar que se pueden abordar múltiples variables, tales como las éticas, las religiosas, las económicas, las culturales, las sociales, las políticas, las tecnológicas, las legales; puesto que el trabajo infantil se ve atravesado por todas ellas.

En lo referente a las variables económicas, se puede abordar a la pobreza y al desempleo como causales del trabajo infantil, también la situación actual del mercado del trabajo y sus perspectivas futuras, el auge de la globalización con sus correspondientes impactos sobre las sociedades, las empresas y la economía de los países; que trae como consecuencia la necesidad de disminuir costos para poder tener mayor competitividad en el comercio y entre estos costos se encuentra la mano de obra. Se pueden introducir las variables legales en el análisis puesto que el trabajo decente es aquél que debe estar encuadrado en las leyes laborales de un país ya que todo trabajo que se realiza en relación de dependencia debe estar registrado (inscripto en AFIP) y en nuestro país está prohibido el trabajo de los menores. Las variables éticas surgen cuando se analiza si está bien que un niño se vea privado de vivir las etapas de su ciclo de desarrollo vital con normalidad porque se ve forzado a trabajar. Las variables religiosas pueden abordarse porque el trabajo decente implica un empleo digno, que le brinda bienestar al individuo y esto es concordante con el concepto que se presenta del trabajo en los textos bíblicos. Además, los diferentes cultos siempre plantean la ayuda y el auxilio al prójimo, especialmente si está desprotegido y necesitado. Las variables sociales se pueden plantear determinando y analizando los derechos sociales de los trabajadores consagrados en el Art. 14 Bis de la

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Constitución Nacional e introducir las problemáticas sociales que surgen como consecuencia del trabajo infantil (explotación, esclavitud, prostitución). Las variables políticas se evidencian cuando se comienza a analizar el rol del estado en la eliminación del trabajo infantil; dado su función primordial de asegurar el bien común de los ciudadanos, para lo cual tiene que asegurar el ejercicio pleno de los derechos y la prestación de ciertos servicios (seguridad, salud, educación, justicia, etc.). Las variables culturales surgen cuando se analiza el modo de vida de ciertas culturas, naciones o pueblos; cuando observamos sus costumbres, rituales, hábitos, estilo de vida, la organización familiar y sus roles y status, etc. Estos elementos de la cultura también determinan las concepciones que tienen los mismos en relación al trabajo. Las variables tecnológicas pueden incluirse en la reflexión puesto que las nuevas tecnologías tienen un gran impacto sobre el mercado del trabajo, puesto que reemplazan a la mano de obra con el uso de la robótica, de la mecatrónica y de la inteligencia artificial. Las industrias se vuelven intensivas en capital y buscan reducir sus costos de mano de obra, por lo que instalan sus plantas y fábricas en países que brindan ventajas de costo en mano de obra, con el fin de realizar la producción de los bienes que comercializan en países en donde se pagan menores salarios, en donde los gobiernos no controlan a las empresas, no son estrictos en lo relativo al cumplimiento de las leyes laborales y de cuidado del medioambiente y se emplea también a niños en los establecimientos. Como siempre ha sucedido, las diferentes revoluciones industriales por las que ha atravesado la humanidad, han hecho uso del trabajo infantil.

Todos los aspectos antes señalados se deben abordar con los alumnos, armando un equipo interdisciplinario de docentes, planteando un proyecto integrador y que involucre a todos los espacios curriculares de cada curso, diseñando actividades también que tengan en cuenta y diferencien a los diferentes ciclos (básico y orientado). Es decir, se puede plantear una articulación vertical y horizontal para dar un tratamiento más profundo y completo del tema.

Se podrían plantear jornadas de profundización temática por ciclo, instancias de trabajo compartido entre espacios curriculares del mismo año, la implementación, en cada espacio curricular, de diferentes formatos curriculares y pedagógicos tales como seminarios (invitando a personas del medio que sean especialistas en el tema del trabajo infantil para que realicen una exposición sobre el mismo), proyectos de tipo social (interdisciplinarios e integradores, que tengan un impacto positivo en la comunidad próxima a la escuela), talleres de lectura, análisis y reflexión (para estimular el pensamiento crítico y reflexivo), ateneos (en el que se planteen debates e intercambios de opinión que culminen en un plenario y en una puesta en común de lo trabajado), observatorios (en los cursos del ciclo orientado se puede propiciar que realicen observaciones en las principales calles céntricas de las ciudad para relevar cuántos niños trabajan abriendo puertas, como vendedores ambulantes, como

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cartoneros o simplemente piden dinero a los transeúntes), trabajos de campo (que los estudiantes realicen una indagación y una investigación de tipo científica sobre la situación y la evolución del trabajo infantil en nuestra ciudad y provincia, elaborando estadísticas y conclusiones). Se pueden realizar foros de discusión y opinión en donde se involucre a todos los actores institucionales y diversos agentes de la comunidad.

En la realización de estas actividades se debe integrar a toda la comunidad educativa, es decir, a los estudiantes, los docentes, los directivos, los preceptores, los padres y a personas de la comunidad que tienen conocimientos expertos en el tema del trabajo infantil, a profesionales o a quienes pertenecen a organizaciones gubernamentales o del tercer sector dedicadas a esta problemática social.

En todo lo antes propuesto es posible emplear las nuevas tecnologías de información y comunicación con el fin de que los alumnos construyan los saberes recurriendo a asistentes digitales tales como: presentaciones multimedia, afiches digitales, videos, audios, galerías de fotos, animaciones, mapas conceptuales, organizadores visuales, folletos, volantes, etc.

Sería muy importante también que todo lo que se elabore en todas estas actividades trascienda el ámbito de la escuela y sea conocido por la comunidad para lo cual se pueden difundir las producciones a través de medios públicos como el sitio web de la escuela, los blogs de docentes o de diferentes espacios curriculares, las wikis de los proyectos o bien a través de acciones de relaciones públicas (se puede invitar a diferentes medios de prensa de la ciudad para difundir todo lo trabajado y creado).

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AFIP DETECTÓ TRABAJO INFANTIL EN UNA FÁBRICA DE LADRILLOS DE CÓRDOBA

Se constató que, al menos tres menores, de 10 a 12 años trabajaban en el lugar. Fue detenido el dueño. Mirá el video del procedimiento.Por Redacción Día a Día

AFiP detectó en Córdoba que tres niños, de entre 10 y 12 años, trabajaban en una fábrica de ladrillo. Además, encontraron a 55 trabajadores sin declarar.Según informó la Administración, el procedimiento se realizó en hornos ladrilleros ubicados a 5 kilómetros de la ciudad capital, detectando que familias argentinas y extranjeras vivían y trabajaban en condiciones de extrema precariedad.En el lugar, trabajaban 55 personas mayores y 15 menores, de los cuales, afirma AFiP en un comunicado, se constató que al menos tres de ellos, de entre 10 y 12 años, se desempeñaban también como trabajadores en los hornos del predio. Ninguno de los trabajadores estaba declarado por su empleador. En los allanamientos, fue detenido el responsable de la fábrica de ladrillos, Roberto Ángel Cabrera.A cargo del procedimiento estuvo el Juzgado Federal N° 1, a cargo de Ricardo Bustos Fierro. El empleador era monotributista de la categoría D, que contempla ingresos brutos anuales de hasta 48.000 pesos.Sin embargo, AFiP encontró en los procedimientos 500.000 pesos y 6.000 dólares en una caja de zapatos en propiedad del dueño.El organismo denunció el delito de trata de personas al descubrir que en la fábrica, los empleados trabajaban todo el día, sin un horario determinado y cobraban 150 pesos diarios.Se constataron que las familias que vivían y trabajaban en el predio, cocinaban sobre la tierra. Tampoco, según la información de AFiP, había baños ni agua corriente.

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Por Redacción LAVOZ

EN CÓRDOBA, TRABAJAN DOS DE CADA 10 CHICOS DE 5 A 17 AÑOSEl porcentaje es mayor que el promedio del país. Sin embargo, las cifras mejoraron en los últimos años. El 25% de los niños pasa hambre en su casa.

En Córdoba, hay cifras que preocupan. Y mucho. Porque a pesar de las prohibiciones y del avance en reconocer los derechos de los niños y adolescentes, aún dos de cada 10 chicos trabaja. Es más, Córdoba está peor que el promedio del país, donde la cifra es inferior, ya que el 14,7 por ciento de los chicos trabajan (ver gráfico).Los datos son de 2012 y corresponden al Gran Córdoba y a conglomerados urbanos del país. Surgen del Barómetro Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA), que mide los avances, retrocesos y estancamiento en indicadores de derechos de niñas, niños y adolescentes de la Argentina.Sin embargo, no todas las noticias son malas: la evolución de los últimos años muestra que, en términos generales, el trabajo infantil bajó, tanto a nivel nacional como a nivel provincial. Así, en el Gran Córdoba, la cantidad de chicos de 5 a 17 años que trabajaban en 2010 era de 25 por ciento, y del 18 por ciento en todo el país.Las cifras incluyen dos tipos de labores que realizan niños y adolescentes. Por un lado, el “trabajo en actividad económica”, que se refiere a los niños que ayudan a su padre, madre o conocido en un trabajo por su cuenta para ganar dinero, o que tienen algún trabajo como empleado o aprendiz. Por otro lado, el “trabajo doméstico intensivo”, que cuenta a los niños que realizan tareas del hogar de modo habitual, como atender la casa –limpiar, hacer las camas y las compras, hacer la comida y cuidar a sus hermanos.En este contexto, vale recordar que, según la ley 26.390, está prohibido el trabajo de personas menores de 16 años “en todas sus formas, exista o no relación de empleo contractual y sea este remunerado o no”.Los datos sólo dan cuenta de la problemática urbana. Sin embargo, también abunda el trabajo infantil en la Argentina rural: una de las formas que más preocupa es el realizado en cortaderos de ladrillos.Otros datos.Hambre. Otro dato grave y preocupante es la “inseguridad alimentaria”, es decir, la reducción involuntaria (no porque decidieron hacer dieta) de la porción de comida, o la percepción de experiencias de hambre en el último año. El 20 por ciento de la población de 0 a 17 años se encuentra en hogares en situación de inseguridad alimentaria; en el caso de Córdoba, el porcentaje se eleva al 27,5 por ciento.Contaminación. El 48 por ciento de los chicos se ve afectado por un problema en su medioambiente (cercanía de fábricas contaminantes, basurales, quema de basura o presencia de plagas), mientras que en Córdoba el número sube al 55 por ciento.Sin cuentos. Al 31 por ciento de los niños de 0 a 4 años no les suelen contar cuentos ni narrar historias, y el 37 por ciento de ellos no tenía libros infantiles en su hogar. En Córdoba, los porcentajes son de 38 y 36 respectivamente.Sin juegos. El 65 por ciento de los chicos no suele acceder a espacios de recreación (lugares de juego, teatros, cines, espectáculos, conciertos, entre otros). En Córdoba, el déficit en el acceso a los espacios recreativos es de un 54 por ciento. El 63,9 por ciento no realiza actividades deportivas y el 88,5 no va a colonias de vacaciones.

Todos juntos. Celeste tiene siete hijos y un trabajo que le permite administrar su tiempo. Pero cuando sale a trabajar, los más grandes cuidan a los más chiquitos (La Voz / Sergio Cejas).

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