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A A A C C C T T T A A A S S S D D D E E E L L L I I I V V V C C C O O O L L L O O O Q Q Q U U U I I I O O O A A A R R R G G G E E E N N N T T T I I I N N N O O O D D D E E E L L L A A A I I I A A A D D D A A A D D D I I I Á Á Á L L L O O O G G G O O O Y Y Y D D D I I I Á Á Á L L L O O O G G G O O O S S S Compiladoras Luisa Granato María Leticia Móccero Guillermina Piatti

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  • AAACCCTTTAAASSS DDDEEELLL IIIVVV CCCOOOLLLOOOQQQUUUIIIOOO AAARRRGGGEEENNNTTTIIINNNOOO DDDEEE LLLAAA IIIAAADDDAAA

    DDDIIILLLOOOGGGOOO YYY DDDIIILLLOOOGGGOOOSSS

    CCoommppiillaaddoorraass Luisa Granato

    Mara Leticia Mccero Guillermina Piatti

  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata | Argentina

    1, 2 y 3 de julio de 2009

    FFAACCUULLTTAADD DDEE HHUUMMAANNIIDDAADDEESS YY CCIIEENNCCIIAASS DDEE LLAA EEDDUUCCAACCIINN UUNNIIVVEERRSSIIDDAADD NNAACCIIOONNAALL DDEE LLAA PPLLAATTAA

    DDeeppaarrttaammeennttoo ddee LLeenngguuaass MMooddeerrnnaass

    DDeeppaarrttaammeennttoo ddee LLeettrraass

    DDeeccaannaa Prof. Ana Mara BARLETTA

    VViicceeddeeccaannoo Dr. Anbal VIGUERA

    SSeeccrreettaarriioo ddee AAssuunnttooss AAccaaddmmiiccooss Lic. Hctor Luis ADRIANI

    SSeeccrreettaarriiaa ddee PPoossggrraaddoo Dra. Silvia Alejandra MANZO

    SSeeccrreettaarriioo ddee IInnvveessttiiggaacciinn Dr. Juan Ignacio PIOVANI

    SSeeccrreettaarriiaa ddee EExxtteennssiinn UUnniivveerrssiittaarriiaa Prof. Mara Leticia FERNNDEZ BERDAGUER

  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata | Argentina

    1, 2 y 3 de julio de 2009

    IINNTTEERRNNAATTIIOONNAALL AASSSSOOCCIIAATTIIOONN FFOORR DDIIAALLOOGGUUEE AANNAALLYYSSIISS ((IIAADDAA))

    PPrreessiiddeennttaa Edda WEIGAND / University of Mnster, Alemania

    VViicceepprreessiiddeennttaa Anita FETZER / University of Lneburg, Germany

    SSeeccrreettaarriioo Lawrence N. BERLIN / Northeastern Illinois University USA

    Svetla CMEJRKOVA / Czech Language Institute, Czech Republic

    Giovanni GOBBER / Catholic University of Milan, Italy

    Luisa GRANATO / Universidad Nacional de La Plata, Argentina

    Cornelia ILIE / University of rebro, Sweden

    Christian PLANTIN / Universit de Lyons, France

    Elda WEIZMAN / Bar Ilan University, Israel

  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA

    Dilogo y dilogos

    La Plata | Argentina 1, 2 y 3 de julio de 2009

    CCoommiissiinn OOrrggaanniizzaaddoorraa

    RReepprreesseennttaannttee ddee llaa IIAADDAA eenn llaa AArrggeennttiinnaa Luisa GRANATO (Coordinadora)

    Laura E. ANDREAU Susana DEL RIO Carolina FERRARI Marina GRASSO Karina IBAEZ Mara Leticia MOCCERO Silvia NACIFF Cecilia NATOLI Guillermina PIATTI Guillermina REMIRO Paola ROSICA Leonor SARA Cecilia SCHAMUN Iasminka VUKOVIC

    Colaboradores Alumnos del Departamento de Len-

    guas y Literaturas Modernas de la UNLP

  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata | Argentina

    1, 2 y 3 de julio de 2009

    AAggrraaddeecciimmiieennttoo eessppeecciiaall

    Agencia Nacional de Promocin Cientfica y Tecnolgica del

    Ministerio de Ciencia, Tecnologa e Innovacin Productiva de la Nacin

  • Actas del IV Coloquio Argentino de la IADA : Dilogo y dilogos / Luisa Granato [et al.]. ; compilado por Luisa Granato; Mara Leticia Mccero ; Guillermina Piatti. - 1a ed. - La Plata : Universidad Nacional de La Plata, 2009. CD-ROM. 1. Lingstica. I. Granato, Luisa. II. Granato, Luisa comp. III. Mccero, Mara Leticia, comp. IV Piatti, Guillermina, comp. ISBN 978-950-34-0610-6 ISBN 978-950-34-34-0610-6 Universidad Nacional de La Plata Compiladoras Luisa Granato Mara Leticia Mccero Guillermina Piatti Edicin tcnica Silvina Garca Guevara | [email protected] Nora Manrique | [email protected]

    mailto:[email protected]:[email protected]
  • Presentacin

    Con la publicacin de estas actas culminan las tareas inherentes al IV Coloquio Argentino de la Asociacin Internacional de Anlisis del Dilogo, Dilogo y dilo-gos, realizado entre el 1 y el 3 de julio de 2009 en la ciudad de La Plata, Argenti-na, organizado por la Delegacin local de la IADA y por la Facultad de Humanida-des y Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional de La Plata. El Coloquio fue motivo de encuentro entre investigadores e interesados en los es-tudios del dilogo del pas y el extranjero, de las distintas reas del conocimiento. Fueron invitados como plenaristas reconocidos especialistas tales como la Dra. Mara Teresa Taboada (Simon Fraser University, Canad), la Dra. Luca Golluscio (CONICET, Universidad de Buenos Aires), la Dra. Yolanda Hipperdinger (CONICET, Universidad Nacional del Sur) el Dr. Oscar Steimberg (Universidad de Buenos Ai-res) y el Dr. Mario Goloboff (Universidad Nacional de La Plata). Numerosos acadmicos colaboraron con la organizacin y coordinacin de pane-les que, junto con las comunicaciones presentadas, cubrieron diferentes perspecti-vas terico-metodolgicas: la semitica, los estudios literarios, el anlisis del dis-curso, la sociolingstica, la etnografa, la lingstica aplicada y la filosofa, entre otros. El espectro de los temas abordados se diversific con el estudio del dilogo en mbitos variados: el teatro, el cine, la msica, la literatura clsica y contempo-rnea, la conversacin informal, el discurso institucional, periodstico, acadmico, jurdico, el dilogo filosfico y el aporte de las nuevas tecnologas. El presente volumen rene la versin original de todos los trabajos cuyos autores se interesaron en publicar en estas Actas. Creemos que esta coleccin ofrecer un panorama de cules son las lneas de investigacin en desarrollo sobre el tema que nos ocupa, especialmente en nuestro medio, y esperamos que constituya un estmulo para proseguir los estudios acerca de la interaccin verbal y su influencia en la teora lingstica en general.

    Luisa Granato Mara Leticia Mccero

    Guillermina Piatti Noviembre de 2009

  • CCCOOONNNFFFEEERRREEENNNCCCIIIAAASSS PPPLLLEEENNNAAARRRIIIAAASSS

  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    DESIGUALDADES Y CONFLICTOS:

    LA INTERACCIN Y LOS NDICES DE RELACIONES SOCIALES SISTMICAS

    Isolda Carranza Universidad Nacional de Crdoba Argentina

    Resumen La perspectiva terica general del presente trabajo es la del anlisis del discurso de lnea angloamericana tambin practicado en lneas de sociolingstica y antropologa lingstica, y que, para dar cuenta de la funcin del discurso en las relaciones de poder, dialoga con el pensamiento sociolgico sobre el conflicto. Se plantea aqu la existencia de desafos metodolgicos para superar los lmites interpretativos inheren-tes al anlisis centrado en textos aislados. Los datos interaccionales del corpus muestran brechas recu-rrentes entre representantes de una institucin estatal y ciudadanos usuarios del servicio. Las divergen-cias de las que trata esta presentacin se manifiestan en los repertorios lingsticos, los derechos relati-vos a la imagen social, y las normas interpretativas pertinentes a la actividad conjunta. Se sealar la incidencia de factores epistmicos y sociales que trascienden el participante individual o el encuentro social particular, y permiten vincular estas manifestaciones tan diversas de desigualdad. Las consecuen-cias metodolgicas que se derivan llevan a preferir el tratamiento de las recurrencias interaccionales, las trayectorias de un texto y sus versiones, y las series de datos comparables, y a considerar las significa-ciones a la luz de la comunidad de prctica, los grupos sociales en contacto y el contexto histrico en el que surgen. Las implicaciones tericas apoyan los argumentos a favor de comprender ms plenamente ciertos momentos interaccionales reconocindolos como lugares de proyeccin, reproduccin o transfor-macin de dimensiones sociohistricas.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    LENGUAS EN EXTREMO PELIGRO:

    EL DILOGO COMO METODOLOGA EN LA INVESTIGACIN COLABORATIVA

    Luca Golluscio Conicet - Universidad de Buenos Aires Argentina

    Resumen El objetivo de esta presentacin es analizar el uso de la interaccin dialgica prolongada y reflexiva como estrategia principal en la documentacin de las lenguas minorizadas, es decir, aquellas habladas por los pueblos socio-polticamente ms frgiles. En ese marco, discuto tambin los alcances y lmites de otros gneros propios de la investigacin lingstica de campo, como la entrevista, la elicitacin y el cuestiona-rio, en el trabajo con nicos hablantes y hablantes nicos de una lengua indgena en extremo peligro. Centro mi trabajo en un estudio de caso: la documentacin de la lengua y la cultura vilelas con los dos nicos hablantes localizados hasta el momento. El pueblo y la lengua vilelas del Chaco argentino son considerados extintos o casi extintos por la bibliografa especializada. Los vilelas no tienen existencia en la Ley del Aborigen Chaqueo (1987) ni estn cuantitativamente representados en la ltima Encuesta Complementaria de Pueblos Indgenas del Instituto Nacional de Estadsticas y Censos (2004-05). El eje de la exposicin es la descripcin y anlisis de los resultados del trabajo colaborativo con estos dos an-cianos en la transcripcin, anlisis gramatical, traduccin y anotacin (etnogrfica, histrica, lingstica y aun dialectal) de una historia de origen recogida en lengua vilela en el Chaco oriental a fines del siglo XIX. El desarrollo de una lingstica dialgica del recuerdo versus una lingstica monolgica de la muerte de lengua es la propuesta terica y metodolgica que sustenta esta presentacin.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    LENGUAJE, DILOGO Y RELATO

    Mario Goloboff

    Universidad Nacional de La Plata Argentina

    Resumen La literatura (al menos, aparentemente) es la nica prctica esttica que utiliza un medio del cual se sir-ven todos los seres humanos en el mismo mbito geogrfico, nacional y social, para comunicarse. Ni la msica, ni la pintura, ni la escultura, ni la arquitectura, ni la fotografa, ni otras formas de la plstica, tienen que sobrellevar esa carga, ese prstamo o esa servidumbre, porque se manejan con lenguajes absoluta-mente especficos, que no cohabitan con otros, que han sido construidos en y por su propia prctica, que son la forma de expresin hallada por su propio contenido para manifestarse o, si se quiere, que son, a la vez, su contenido y su forma (si es que todava pueden usarse estas categoras algo inconsistentes). De tal particularidad se derivan numerosas consecuencias que tienen a este lenguaje permanentemente hablado por nosotros como su principal eje, problema y motor. Y, fundamentalmente, como centro de una preocupacin por saber de qu modo ste pasa al texto, cmo y qu se habla en un relato, en el dilogo de los personajes de una novela o un cuento literarios.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    ALTERNANTES MARCADOS Y SIGNIFICADOS SOCIALES. SOBRE LAS REALIZACIONES

    DIVERGENTES DE LOS PRSTAMOS LXICOS EN MARCOS INTERACCIONALES

    Yolanda Hipperdinger Conicet - Universidad Nacional del Sur Argentina

    Resumen Los lexemas (de palabra o frasales) importados de otra lengua que tienen un uso socialmente extendido en la recipiente, y que denominamos prstamos (lxicos), normalmente arriban, tras una etapa inicial de (relativa) fluctuacin, a una fijacin en el uso comunitario, o convencionalizacin, respecto del grado de adaptacin con que son empleados. A diferencia de lo que ocurre en la escritura, donde es frecuente que el uso se fije en variantes ms o menos ajustadas a las formas de origen, en la oralidad es clara la ten-dencia a la adaptacin. No obstante, el registro de ocurrencias efectivas en intercambios conversaciona-les muestra que persiste una variacin entre formas con grados de adaptacin diversos, particularmente porque cuando para un prstamo existe una forma fija adaptada al espaol, los hablantes hacen en oca-siones elecciones divergentes. En esta conferencia nos ocuparemos de estos ltimos casos, abordando el anlisis, en interacciones espontneas, de ocurrencias orales de prstamos lxicos en las que la reali-zacin se separa de la adaptada al espaol que ha llegado a convencionalizarse, i.e. de alternantes no esperables o marcados en los que se procura recuperar al menos en parte pero por la misma divergen-cia, siempre llamativamente la configuracin de origen. Desde la perspectiva del estudio del contacto lingstico estos alternantes presentan el mayor inters, particularmente en vistas de que si se opta por el criterio de la adaptacin formal para distinguir prstamos de cambios de cdigo, resultan clasificados como instancias de este ltimo fenmeno. Entendemos que su estudio, por ello, puede contribuir a la fundamentacin de las decisiones clasificatorias. Proponemos avanzar en ese estudio incorporando la perspectiva interaccional, como lo mostraremos aqu, atendiendo a las condiciones y motivaciones que subyacen a las referidas elecciones divergentes, as como a las reacciones y evaluaciones que las mis-mas generan en el intercambio conversacional.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    EL DILOGO MEDITICO COMO FATALIDAD DE POCA

    Oscar Steimberg

    Universidad de Buenos Aires Argentina [email protected]

    Resumen En los noticieros televisivos, en los programas de msica popular, culta o clsica, en los de informacin poltica, deportiva o cultural o en los mnibus radiofnicos de la maana, como en tantos otros gneros mediticos y artsticos, los tiempos y las formas del dilogo y, especialmente, de sus diversas formas de representacin han crecido junto con los otros rasgos del estilo contemporneo. Y son parte de sus pro-cedimientos de puesta en escena de la produccin y la circulacin discursivas.

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    mailto:[email protected]
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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA PLENARIA

    COHERENCIA, COHESIN, GNEROS:

    INTEGRACIN DE CONCEPTOS Y APLICACIONES PRCTICAS

    Mara Teresa Taboada Simon Fraser University Canad

    [email protected]

    Resumen En esta comunicacin planteo una aproximacin al discurso y al lenguaje que est basada en la lingsti-ca sistmico-funcional, y que se desarrolla dentro del marco de los anlisis de los gneros del discurso. Esta caracterizacin del discurso, y de cualquier actividad discursiva, ya sea hablada o escrita, tiene co-mo base tres ejes fundamentales. En primer lugar, la coherencia, las relaciones discursivas entre clusu-las u oraciones en el discurso. En segundo lugar, la cohesin, las relaciones lxicas y gramaticales entre entidades y palabras. Finalmente, los gneros del discurso, que limitan y determinan los tipos de relacio-nes de coherencia y cohesin que se pueden encontrar en discursos concretos que pertenecen a un gnero discursivo. En los tres aspectos, la coherencia, la cohesin y los gneros del discurso, tomo como marco terico los estudios de la lingstica sistmico-funcional, ampliada, en el caso de la coherencia, con la Teora de la Estructura Retrica (RST, en su sigla en ingls). Lo que estos marcos tericos aportan, en trminos generales, es una visin del lenguaje como instrumento comunicativo y como reflejo de la activi-dad social y la situacin concreta en la que tiene lugar la actividad discursiva. Mi propuesta es que todo fenmeno discursivo, incluidos por ejemplo los actos de habla, la presuposicin e implicatura, la toma de turno, o la cortesa, se puede y se debe enmarcar en una visin del discurso que se basa en los gneros, la coherencia y la cohesin. Las aplicaciones prcticas que describo van desde el desarrollo del lenguaje y la enseanza de segundas lenguas a la lingstica computacional. Es obvio que todo aprendizaje, tanto de primera como de segunda lengua, necesita tener en cuenta el contexto para poder facilitar el desarro-llo de la lengua. Desde un punto de vista computacional, presento algunos ejemplos en los que el proce-samiento automtico del lenguaje beneficia del conocimiento de los pasos (stages) de los que se compo-ne cada gnero.

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    http://www.sfu.ca/mailto:[email protected]
  • PPPOOONNNEEENNNCCCIIIAAASSS CCCOOOOOORRRDDDIIINNNAAADDDAAASSS

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    PONENCIAS COORDINADAS / PANEL 1

    LA INTERACCIN ORAL: EL ESTUDIO DE LOS GNEROS DISCURSIVOS

    Propuesta y coordinadoras

    Luisa Granato, Mara Leticia Mccero y Guillermina Piatti Universidad Nacional de La Plata Argentina

    En este grupo de ponencias coordinadas se publican contribuciones relacionadas con el estu-dio de los gneros discursivos que se producen oralmente en el desarrollo de la vida social de los individuos. Se abordan interacciones formales o informales, originadas en mbitos sociales variados y se incluyen tanto trabajos que sean producto de investigaciones tericas como emp-ricas, realizados desde perspectivas de anlisis diversas.

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA COORDINADA | LA INTERACCIN ORAL: EL ESTUDIO DE LOS GNEROS DISCURSIVOS

    DISCURSO COOPERATIVO EN CONVERSACIONES INFORMALES

    Laura Elena Andreau

    Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin, Universidad Nacional de La Plata Argentina [email protected]

    Resumen A principios de los aos 70, surgen en Europa Occidental numerosos y variados estudios sobre la corte-sa lingstica como una manera/ necesidad de comprender el comportamiento social a travs del lengua-je. En este trabajo analizaremos las relaciones sociales desde el modelo social de cortesa de Watts (2003) que sostiene que existen comportamientos lingsticos rituales que dan proteccin y seguridad a los hablantes. El objetivo general de este trabajo es aportar al conocimiento del funcionamiento de la des/ cortesa de primer orden (Eelen, 2001) en el gnero particular de la conversacin informal. El corpus est conformado por 24 conversaciones entre estudiantes universitarios de entre 20 y 28 aos de edad. El estudio de algunos fragmentos del corpus desde el modelo social de cortesa de Watts, nos ha permitido encontrar ciertas caractersticas lingsticas especficas en los tramos cooperativos. Los fragmentos fue-ron tambin abordados desde la perspectiva de la Lingstica Sistmico Funcional, especialmente en relacin con los significados textuales, a fin de indagar acerca de la existencia de patrones lingsticos especficos para discursos ms o menos des/ corteses.

    INTRODUCCIN Brown y Levinson (1978, 1987), Fraser y Nolen (1981), Watts (2003, 2005) sostienen que la manera en que se construye el mensaje determina el tipo de relacin social entre participantes. Brown y Levinson (1987:55) sealan que el descubrimiento de los princi-pios del uso del lenguaje puede, en gran medida, coincidir con el descubrimiento de los principios con los cuales se construyen las relaciones sociales De lo antedicho, se des-prende que discursos descorteses y corteses se estructuran de diferente manera, razn por la cual la identificacin de elecciones lxicas gramaticales propias de estos tipos de discursos nos pueden llevar a comprender el tipo de relaciones sociales que cada discur-so propicia.

    El objetivo de este trabajo es aportar al conocimiento del funcionamiento de la corte-sa en el gnero particular de la conversacin coloquial, identificar las instancias de tra-bajo de imagen de apoyo y determinar las caractersticas especficas de dicho trabajo de imagen.

    MARCO TERICO Para el anlisis de las relaciones sociales de este trabajo, he tomado como punto de par-tida el Modelo Social de Cortesa de Watts (2003, 2005). El texto fue tambin abordado desde la perspectiva de la Lingstica Sistmico Funcional a fin de indagar acerca de la posibilidad de que exista una realizacin gramatical especfica en los discursos corteses.

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    mailto:[email protected]
  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 El Modelo Social de Cortesa de Watts (2003) presenta un constructo analtico de la lengua en su contexto de produccin ya que este autor sostiene que no se puede evaluar un comportamiento des/corts descontextualizado -como lo han propuesto otros mode-los- sino que es necesario considerar a hablantes y oyentes en el momento de la inter-accin on line (Watts, 2003: 23), cuando intentan ser considerados con el otro o mien-tras discuten, se contradicen y se amenazan.

    Para el andamiaje de su teora, Watts retoma, por un lado, los conceptos originales de lnea, imagen y trabajo de imagen de Goffman (1967):

    La lnea es institucional, de manera tal que la naturaleza del encuentro determina-

    r el tipo de lnea que se deber asumir. La imagen es la conceptualizacin que cada uno de nosotros tiene sobre nosotros

    mismos en una interaccin verbal. Trabajo de imagen (facework) con sus dos facetas: (i) trabajo de imagen de apoyo

    y/o (ii) trabajo de imagen de agresin.

    Por otro lado, Watts retoma los conceptos de su teora de redes emergentes y redes la-tentes (1991) que desarroll en los aos 90:

    Red emergente: proceso dinmico de prctica social en la cual los participantes

    crean redes en la interaccin y est sujeta a contingencias de la interaccin. Red latente: estructuras sociales producidas por prcticas histricas de nuestro

    medio. Son comportamientos correctos que los hablantes tienden a construir a fin de lograr un estado de equilibrio, que es una idealizacin.

    Ahora bien, en las redes emergentes pueden existir conflictos o disturbios que pongan en peligro ese equilibrio, razn por la cual los hablantes debern reconstruir el compor-tamiento correcto/ esperado de la interaccin.

    Sobre la base de los conceptos arriba mencionados de Goffman y la teora de las re-des emergentes y latentes, Watts (2003) desarrolla el Modelo Social de Cortesa con dos conceptos bsicos:

    El comportamiento poltico es un sistema de prcticas y convenciones lingsticas o

    no lingsticas apropiadas en una interaccin social determinada. Si el trabajo de imagen de agresividad y de apoyo es socialmente aceptado en ciertos encuentros, forma entonces parte del comportamiento poltico de ese tipo de interaccin.

    La cortesa lingstica, que media entre el individuo y el curso de accin, es un pago lingstico en exceso (linguistic payment in excess en Watts, 2003: 161) en relacin al comportamiento poltico, es un valor simblico que nos permite operar en el mercado lingstico.

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    La siguiente figura (en Watts, 2003: 260) nos permite visualizar las interconexiones entre trabajo de imagen, comportamiento poltico y cortesa lingstica:

    Estos dos conceptos se materializan en las interacciones a travs de las EsSP que son todas las expresiones lingsticas que han sido consideradas por otros autores como ejemplos de cortesa lingstica, pero que Watts considera que pueden ser prcticas lin-gsticas de comportamiento poltico o de cortesa lingstica, segn se empleen en ex-ceso o no. Las EsSP son comportamientos lingsticos rituales que dan proteccin y seguridad a los hablantes.

    METODOLOGA

    Corpus La muestra utilizada como base de este trabajo est conformada por 24 conversaciones informales entre estudiantes universitarios de entre 20 y 28 aos de edad que suman un total de 12 horas de grabacin. Las conversaciones fueron grabadas por los mismos es-tudiantes quienes, con el grabador encendido y sin el investigador presente, dialogaron sobre distintos temas de manera natural. Mtodo Este estudio se enmarca dentro del tipo de estudio exploratorio-descriptivo. Para el an-lisis de los datos se utiliz el mtodo cualitativo. Se ha utilizado asimismo, la metodo-loga del anlisis de contenido que es una tcnica de investigacin empleada en las ciencias sociales.

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 Procedimientos Por razones de tiempo, en esta exposicin presentar un ejemplo de discurso cooperati-vo (Watts, 2003: 232 emplea esta terminologa, en vez de discurso corts a fin de mar-car una diferencia entre las numerosas y variadas interpretaciones de los sujetos legos sobre la cortesa) La lectura de las conversaciones del corpus me permiti esbozar la hiptesis de que, ciertas expresiones lingsticas contribuyen a los efectos pragmticos de la interaccin, razn por la cual proced a la identificacin de algunos tramos como ejemplos de discursos cooperativos o conflictivos (dada las caractersticas del corpus no se encontraron instancias de discurso confrontativo). Se procedi luego al anlisis pragmtico de los fragmentos, y las caractersticas salientes fueron abordadas desde la perspectiva sistmica funcional. RESULTADOS Y DISCUSIN A continuacin, analizaremos un fragmento de discurso cooperativo entre Angelina, y Ana, ambas estudiantes de derecho (Universidad Nacional de La Plata) de 23 y 25 aos respectivamente. Por Discurso cooperativo, entendemos un tipo de discurso en el cual los participantes no solo mantienen el comportamiento poltico de la interaccin, sino que tambin incluyen en sus emisiones trabajo de imagen de apoyo o de cortesa lin-gstica. En este tipo de discurso, Watts (2003) encuentra un nmero considerable de EsSP que como ya hemos aclarado nos indican de qu manera debe interpretarse el con-tenido de la emisin y que son las que contribuyen al funcionamiento afable y fluido (smooth functioning: Watts, 2003: 198) de la interaccin verbal.

    En una primera aproximacin a la conversacin, notamos, en este fragmento (y en otros de esta misma conversacin) cierta consideracin de Ana hacia Angelina, ya que esta ltima est esperando los resultados de unos estudios que determinarn el tipo de dolencia que la afecta. El anlisis pragmtico del fragmento, nos permiti encontrar EsSP que son las responsables del efecto de cordialidad y consideracin percibido en el fragmento.

    A continuacin, transcribimos el tramo de la conversacin que analizaremos:

    [138] Angelina: Viste que cae toda el agua a la, a las chapas esas que hacen un es-truendo, no un ruidito. [139] Ana: Y? Te dormiste? [140] Angelina: No, no dorm un cuerno, ta y a la una lleg Nadia, que haba ido a cenar a lo de mi prima, y nos pusimos a charlar, las dos. Se nos hicieron las dos de la maana como mnimo, imaginate, hoy a las siete ni loca, aparte yo ya me haba despertado como unas tres, cuatro veces en el medio, me levant al ba-o, viste cuando ests [144] Ana: Ests, ests preocupada. [145] Angelina: No, obvio. Horrible (risas) decs: No dorm!. Entonces, hoy cuando son a las siete, no saba dnde estaba el telfono, viste, y le digo a Nadia: Son las siete, le digo yo. S, yo ahora me levanto, me dice, pero vos segu durmiendo, (risas) como diciendo: Yo te escuch que dormiste muy mal, me entends. (Risas)

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    [149] Ana: Claro. [150] Angelina: Bu, y agarr, me levant, orden toda, mi dormitorio y lav toda mi ropa que tena [151] Ana: Con razn llegaste tarde, mir, yo digo sta sigue durmiendo, va a aprovechar

    La situacin comunicativa es privada (pese a que estn siendo grabadas) La lnea que asumen ambas es la de amigas; la imagen que proyecta Ana es la de una amiga preocu-pada por su interlocutora y la imagen que presenta Angelina es la de una joven que bus-ca ser comprendida.

    En la lnea 138, Angelina hace referencia a la lluvia que se desat esa noche que, al caer sobre las chapas del techo produca un ruido fuerte. En la lnea siguiente, Ana rea-liza un trabajo de imagen de apoyo al preguntarle a su amiga si haba podido dormir. La expresin lingstica Te dormiste? es un signo de deferencia hacia el interlocutor que podra ser considerado como un comportamiento de cortesa lingstica. Angelina res-ponde negativamente, detalla lo que hizo esa noche y emplea dos expresiones lingsti-cas (consultative devise: Watts, 2003:183) imaginate y viste con las que intenta involucrar a su amiga en su problema y encontrar cooperacin. Ana, en 144 da cuenta de haber percibido la solicitud de su amiga y emplea un doble trabajo de imagen de apoyo: por un lado finaliza la frase comenzada por su amiga y a la vez le pregunta si est preocupada.

    Angelina contesta obvio, expresin que si bien utiliza para dar cuenta de su pre-ocupacin, tambin puede ser considerada como una ESP, un modificador adverbial mediante el cual sobre representa (overrepresent: Watts, 2003: 184) el contenido propo-sicional de la emisin de su amiga. A continuacin, emplea nuevamente dos expresiones lingsticas (consultative devise: Watts, 2003: 183) viste y me entends con las que tambin intenta involucrar a su amiga en su problema y encontrar cooperacin. Ana, en 149, emplea la forma pragmaticalizada, claro que aparece casi blanqueada de conte-nido proposicional, de manera tal que no funciona como una expresin que contribuye al valor de verdad de la emisin, sino que funciona como ESP

    El tramo finaliza con una descripcin de lo que hizo Angelina al levantarse. Ana (en 151) realiza un nuevo trabajo de imagen de apoyo Con razn llegaste tarde que es un signo de deferencia hacia el interlocutor que puede ser considerado como un comporta-miento de cortesa lingstica.

    Desde la perspectiva pragmtica, este tramo presenta las siguientes caractersticas: (i) Ana permite que su amiga monopolice la conversacin al hablar de su larga noche; (ii) la interaccin transcurre de manera serena, se utilizan expresiones de significado trans-parente que requieren poco esfuerzo en el proceso inferencial de lo que el hablante qui-so decir, (iii) Angelina emplea expresiones lingsticas con las que intenta buscar la cooperacin de su amiga; (iv) Ana en sus turnos emplea trabajo de imagen de apoyo que puede ser considerado como expresiones de cortesa lingstica; (v) en el discurso de las hablantes se emplean expresiones lingsticas que acercan al hablante y al oyente y (vi) Ana (redondea, resume) coincide con las apreciaciones de Angelina.

    El tramo fue luego abordado desde la perspectiva sistmico funcional, a fin de exa-minar algunos aspectos del significado textual, es decir en el nivel de la organizacin

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 del mensaje, presente en los discursos de las dos amigas. Para este trabajo hemos recu-rrido al anlisis de tema mltiple presentado por Eggins (2004: 300) quien distingue entre tema textual, tema interpersonal y tema experiencial, este ltimo marcado y no marcado. A continuacin, la siguiente tabla nos permite visualizar el tema textual y el tema interpersonal empleado por los hablantes en sus discursos. Estos dos temas son opcionales en la clusula:

    LNEA HABLANTE TE MA

    TEXTUAL INTERPERSONAL 138 Angelina No 139 Ana Y 140 Angelina No, no y y (i) Imaginate aparte (i) Viste Cuando 144 Ana 145 Angelina no (ii) Obvio Horrible entonces No (iii) Viste y (i) Me entends? 149 Ana (iii) Claro 150 Angelina Bueno, y Y Y 151 Ana (ii) Con razn (i) Mir

    En este fragmento de conversacin coloquial, se emplean en tema textual adjuntos de continuidad y expresiones como aparte y entonces que contribuyen al relato de la secuencia de eventos. El vocablo no como parte del significado textual, puede apare-cer en la posicin de tema textual como adjunto de continuidad o de tema interpersonal generando significados de polaridad.

    En el tema interpersonal, observamos muchas de las expresiones lingsticas que fueron marcadas como EsSP que son las que indican al interlocutor cmo debe procesar el conte-nido proposicional de la emisin. El estudio de la columna de tema interpersonal, nos ha permitido clasificar estas EsSP segn su funcin en tres grupos: (i) expresiones con las que se intenta involucrar al interlocutor viste, imaginate, me entends? mir (ii) expre-siones con las que se intenta intensificar el acuerdo con el contenido proposicional de la emisin del interlocutor: obvio, con razn y (iii) expresiones pragmaticalizadas que en el contexto aparecen blanqueadas de significado proposicional viste, claro. La expre-sin horrible (ms difcil de clasificar) que aparece tematizada indica al interlocutor cmo debe procesar la informacin que se dar a continuacin.

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 CONCLUSIONES

    Si la manera en que se construye el mensaje, determina el tipo de relacin social entre parti-cipantes, entonces, el empleo de EsSP tematizadas podra dar cuenta de un discurso coope-rativo entre hablantes. En este discurso, se involucra al interlocutor y se intensifican acuer-dos mediante el uso de determinadas expresiones lingsticas y se emplean expresiones pragmaticalizadas a fin de dar indicios de cmo debe procesarse el discurso.

    BIBLIOGRAFA BROWN, P. y S. LEVINSON (1990). Politeness. Some universals in language usage. Cambridge: CUP. EGGINS, S. (2004). An Introduction to Systemic Functional Linguistics. London: Continuum. FRASER, B. y W. NOLEN (1981). The association of deference with linguistic form, en Inter-

    national Journal of the Sociology of Language, 27, pp. 93-101. GOFFMAN, E. (1972). On Face Work, en Interaction Ritual, pp. 5- 99. WATTS, R. (1992). Linguistic Politeness and Politic Verbal Behavior: Reconsidering Claims

    for universality, en J. Watts, S. Ide y K. Ehlich (ed.). Politeness in Language: Studies in its History, Theory and Practice. Berlin: Mouton de Gruyter.

    WATTS, R. (1999). Language and Politeness in early Eighteenth Century Britain, en Pragmatics, 9, 1, pp. 5-20.

    WATTS, R. (2003). Politeness. Cambridge: CUP. WATTS, R., S. IDE y K. EHLICH (2005). Politeness in Language. Berlin: Mouton de Gruyter.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA COORDINADA | LA INTERACCIN ORAL: EL ESTUDIO DE LOS GNEROS DISCURSIVOS

    EL USO DEL DIMINUTIVO EN LA CONVERSACIN INFORMAL

    Mara Carolina Ferrari

    Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin, Universidad Nacional de La Plata - Conicet Argentina

    [email protected]

    Resumen En el marco del proyecto Los gneros en la interaccin verbal, presentamos en esta oportunidad el resul-tado de una investigacin acerca de los usos del diminutivo en la conversacin informal. En estudios anteriores y en el contexto de la Lingstica Sitstmico-funcional (Halliday, 1994/2004), analizamos las funciones especficas que los diminutivos tienen en la configuracin de los significados ideacionales en la conversacin informal (Ferrari, 2008); sostenamos que los diminutivos pueden utilizarse para indicar una relacin de similitud, acentuacin, atenuacin o solidaridad/afecto. En este trabajo nos proponemos com-pletar el anlisis de los usos del diminutivo en el tipo textual antes mencionado. El corpus del proyecto antes mencionado, formado por veinticuatro (24) conversaciones informales entre estudiantes universita-rios argentinos de entre 18 y 28 aos de edad, da sustento emprico a nuestro trabajo. Adems hemos realizado encuestas cuyo objetivo descubrir como entienden el diminutivo hablantes de caractersticas similares a los que participan de los textos del corpus. El anlisis cualitativo minucioso de los textos y de las respuestas a las encuestas permiti comprobar nuestras hiptesis anteriores y descubrir nuevos usos del tem en estudio en la conversacin informal.

    INTRODUCCIN

    En el marco del proyecto Los gneros en la interaccin verbal, presentamos en esta oportunidad el resultado de una investigacin acerca de los usos del diminutivo en la conversacin informal. En estudios anteriores y en el contexto de la Lingstica Sist-mico-funcional (Halliday 1994/2004), analizamos las funciones especficas que los di-minutivos tienen en la configuracin de los significados ideacionales en la conversacin informal (Ferrari, 2008); sostenamos que los diminutivos pueden utilizarse para indicar una relacin de similitud, acentuacin, atenuacin o solidaridad/afecto. En este trabajo nos proponemos completar el anlisis de los diminutivos en el tipo textual antes men-cionado y descubrir las relaciones entre los distintos usos. METODOLOGA

    Corpus

    La muestra utilizada como base del trabajo est formada por las veinticuatro (24) con-versaciones informales entre estudiantes universitarios de entre 20 y 28 aos de edad, que forman el corpus general de la investigacin.

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    mailto:[email protected]
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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 Procedimientos El estudio se basa en una concepcin de la conversacin en tanto co-construccin lleva-da a cabo por los participantes y el anlisis de los significados en la interaccin se reali-za teniendo en cuenta las emisiones en su contexto de produccin.

    En primer lugar, se llev a cabo un anlisis exhaustivo de los textos para identificar aquellas intervenciones dentro de las cuales se utilizan diminutivos. Luego, se intent descubrir la intencin del hablante al utilizarlos para esto se realizaron encuestas cuali-tativas a hablantes con las mismas caractersticas que los participantes de las conversa-ciones del corpus.

    Las encuestas constaban de 15 (quince) preguntas abiertas; a continuacin presenta-mos a modo de ejemplo una pregunta de la encuesta:

    ENCUESTA A) Por favor, complete el encabezado.

    Fecha: Sexo Femenino Masculino Edad 18 a 20 20 a 25 25 a 28

    B) En los fragmentos de conversaciones informales transcriptos se han resaltado algunas palabras (en negri-ta). Inmediatamente despus, se incorporaron otras, que no aparecen en el texto original, para facilitar la determinacin del significado de las primeras. Por favor, lea los fragmentos siguientes, extrados de conversaciones informales entre amigos, y respon-da las preguntas en relacin con las palabras resaltadas.

    1. (01 II M) Describe una sandalia H1: El otro da las que viste las que eran tipo ojotitas (ojotas) como las que tens vos pero con.. ms taco,

    menos taco. Por qu el hablante us ojotitas y no ojotas?

    Se realizaron un total de 30 (treinta encuestas) a estudiantes universitarios de entre 18 y 28 aos de edad. Despus de identificar las funciones de los diminutivos en el corpus y en las encuestas, se clasificaron dichas ocurrencias.

    Este estudio utiliza fundamentalmente el mtodo cualitativo que hace uso de tcnicas de observacin e interpretacin, pero tambin se han utilizado herramientas del mtodo cuantitativo en la interpretacin de los resultados de las encuestas.

    ANLISIS Y RESULTADOS Las soluciones ms aceptadas en cuanto al valor de los diminutivos afirman que tanto la disminucin de tamao como el afecto son valores intrnsecos de la forma. Sin embar-go, Lzaro Mora (1991) sostiene que el diminutivo disminuye el tamao del objeto pe-ro, al mismo tiempo, expresa afectividad. Esta afirmacin podra ser fcilmente refuta-

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 ble con ejemplos como La ceniza me ha hecho un agujerito en la camisa (Fernndez Ramrez, 1962; en: Lzaro Mora, 1991:4651). Pero, Lzaro Mora cuya postura es la ms aceptada en la actualidad sostiene:

    Lo que se sostiene es que, an en esos casos, una palabra diminutiva est siempre completa-mente disponible para expresar algn tipo de aprecio. Por ello, tal vez se podra completar la idea (de Alonso sobre) el valor de los diminutivos aadiendo que tales sufijos, sin alterar el significado de las bases, aminoran el tamao del objeto significado, pero con una simultnea capacidad para la expresin afectiva, apreciativa, que puede ser exclusiva cuando el objeto no puede sufrir variacin de tamao. (Lzaro Mora, 1991:4651)

    Si la reduccin de tamao fuera esencial, los vocablos que no pueden experimentar re-duccin de tamao, no admitirn sufijos diminutivos. Adems, el autor seala que, cuando la reduccin de tamao es esencial, el sufijo apreciativo suele estar acompaado de una referencia que lo indique. Como hemos indicado en trabajos anteriores, en el ejemplo:

    28 Pelculas CE: Che, ehh, fuiste al cine? JO: S, fui a ver King Kong. Horrible! [] CE: S, yo vi la vieja. La pelcula vieja. GE: Si mm... era un muequito de quince centmetros. CE: S, decan que lo hicieron con, con una maqueta. JO: En serio! (19 III H, lneas 305-306, 323-326)

    de quince centmetros indica que debe considerarse el significado real del diminutivo.

    Sin embargo, creemos que hay casos en los que los diminutivos se utilizan y se inter-pretan exclusivamente como expresiones de disminucin de tamao. En las encuestas que hemos realizado, cuando el diminutivo se asocia a un sustantivo que puede sufrir variacin de tamao, algunos encuestados interpretan este elemento slo en relacin con el tamao pequeo. De las 210 respuestas que dan los sujetos encuestados el 23% asocia el diminutivo exclusivamente al tamao. Incluso cuando el diminutivo se asocia a pala-bras que no pueden sufrir variacin de tamao, por ejemplo pegadita,

    H2: No, ubicte en el quincho de rugby y ahora en la cancha de al lado, que est pegadita (pegada), bueno, co para, viste que para un lado est La Plata Rugby y para el otro hay canchitas de tenis

    algunos encuestados lo asocian con algn tipo de reduccin. A propsito del ejemplo un encuestado expres que como la cancha es chica, como despus menciona, el diminu-tivo fue incluido en esa palabra(N 9). Muchos de LOS sujetos encuestados, entonces,

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 asocian el diminutivo con la disminucin pura de tamao y cabra esperar que en ciertas circunstancias lo utilicen con ese significado.

    En el siguiente ejemplo dos amigos hablan sobre el asado que acaban de comer.

    (07 II H) Asado F: chori con morrn, no, era un chori era especial, era chori que venia con morrn M: Si, y despus haba una tirita de no s de bife y, no colita de cuadril.

    La palabra tirita se puede interpretar como referida slo a reduccin de tamao y mu-chos encuestados as lo interpretan. Ante la pregunta Por qu el hablante us tirita y no tira?, el 48% contest que se refiere a una tira pequea y/o delgada y otro 19% que era poca cantidad de carne.

    No sab e3%

    Le gust m ucho 6%

    Ot ra6%

    Era p oca can t id ad 20%

    Tira p eq uea y/o d elgad a

    49%

    Es cost um b re llam ar la as

    16%

    Sin embargo, algunos encuestados afirman que se refiere a una tira pequea y, agregan, sabrosa. Esto parece reforzar la idea de Lzaro Mora de que el sufijo diminutivo est disponible para expresar, adems de tamao pequeo, algn sentimiento adicional.

    Que la reduccin de tamao y la expresin de sentimientos pueden ir unidos en el significado del diminutivo, se ve en la utilizacin de stos en relacin con nios. Los nios son seres humanos pequeos a los que se aplica muy bien este sufijo ya que, a su vez, generan sentimientos de afecto y ternura por ser pequeos, inocentes y/o indefen-sos. A este respecto, Jurafsky (1996) afirma que el nio como tipo pequeo de adulto origina el diminutivo.

    Entonces, por extensin el diminutivo para indicar reduccin de tamao se utiliza con objetos relacionados con los nios.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    (05 II M) Sobrina de la hablante. Ang: No me ha contestado los mensajes, la guacha de mi prima, o no tiene ms crdito, o no s, no, le pregunt a ver si Pilar Cmo haba empezado, empez el jardincito (jardn). Ana: Y s. Ang: Uy va a tener un humor. Pobrecita (pobre), como la ta, malhumorada. Ana: Pobre criatura.

    En casos como los del ejemplo que sigue, la mayora de los encuestados indican que se us el diminutivo porque "se trata de un nio", sin indicar ninguna otra connotacin; para otros, expresa ternura.

    Por qu el hablante us jardincito / pobrecita y no jardn / pobre?

    "Se ref iere a una n ia"77%

    "Ternura"20%

    Ot ra3%

    El sentido de pequeez tambin puede relacionarse con una disminucin del efecto ne-gativo que el interlocutor puede inferir.

    (11 II H) Dos hombres hablan sobre una vendedora que pueden ver desde su ventana En: Tenemos a la a la chica que trabaja en Todo Carteras, ah abajo, un local de vendedor de carteras, tiene una colita muy linda.

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    No sab e / No con t est a

    7%

    Ot ra23%

    Suena m enogrosero

    70%

    Tambin en este caso, la reduccin la fuerza negativa del enunciado, se asocia con la expresin de afecto, ya que el hablante intenta no parecer grosero.

    Pero la relacin con el afecto o los sentimientos puede aparecer sola. En el siguiente ejemplo,

    (16 I M I H) Salida del da anterior L: encima vos te fuiste con mi bolsito y mi celular, ni siquiera te poda llamar, che esta todo bien? Qu estas haciendo? A: Claro L: as que yo estaba ah paradita, y bueno dnde est? No s.

    La mayora de los encuestados (46%) indican que paradita significa que se senta

    sola y el resto lo interpreta en relacin a diferentes sentimientos pero nadie lo asocia con reduccin de tamao.

    No sab e7%

    Sin m ovim ien t o "

    7%

    Para q ue el o t ro sien t a

    culp a 16%

    Ot ra7%

    Se sen t a so la46%

    "Tranq uila"10%

    Iron a7%

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    Hasta el momento, hemos indicado que el diminutivo puede usarse para indicar ta-mao pequeo y/o afecto. En trabajos anteriores sealbamos que el diminutivo se utili-za para indicar una similitud entre lo que el hablante considera prototpico y aquello a lo que se refiere con el diminutivo que considera menos prototpico.

    (01 II M) Describe una sandalia H1: El otro da las que viste las que eran tipo ojotitas (ojotas) como las que te-ns vos pero con ms taco, menos taco.

    En este caso el 77% de los encuestados indican que se trata de un tipo de zapato distin-to de las ojotas comunes. Este significado tambin es aplicable a palabras que no pue-den sufrir variacin de tamao como gustito en:

    (16 I M I H) Salida del da anterior A: pero bueno..Y antes comimos una pizza. Un gustito raro la pizza, no s un.. [la otra vez].

    que se interpretan como (SIC) un gusto que no puede definir. O ganitas en:

    (06 II M) Ir de visita a la casa del ex novio Ma: Xxxx (Susurrando). Ni en pedo! O sea, pods xxx. Me dieron como unas ganitas (ganas) de de ir a la casa y [xxx] Pa: [S?]

    que usa porque (sic) no estaba seguro de las ganas que tena.

    El diminutivo como indicador de similitud puede derivarse, como indica Jurafsky (1996), de su referencia al tamao pequeo ya que, por ejemplo, una tirita de bife es parecida a una tira pero ms pequea. Es decir, la referencia a la reduccin de tamao puede ser parte del poder del diminutivo para significar una especie de. En estos casos deberamos pensar que los elementos de tamao pequeo difieren o se alejan de los pro-totipos.

    En ciertos casos, el diminutivo se utiliza con adjetivos. ES el caso de carita en el ejemplo siguiente.

    (07 II H) Moto de un conocido F: La lustraba todos los das, la tena en el garaje de su casa. Hacia aos que prc-ticamente ni la usaba. Y esa moto es una moto carita.

    En este caso el 73% de lo encuestados indican que se trata de una moto muy cara. Ya en trabajos anteriores habamos sostenido que estos trminos pueden, lejos de disminuir, aumentar el tamao o la dimensin de aquellos que califican. el anlisis detallado del

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 corpus y las encuestas realizadas, nos llevan a pensar que cuando el diminutivo se aso-cia a un adjetivo neutro, ste acta como intensificador. (Ferrari, 2006)

    Esta intensificacin se observa incluso en algunos adjetivos que no pueden sufrir va-riacin de tamao como el caso de archivaditas en:

    (02 - II M) Apuntes de la Facultad Al: No, yo, o sea, t, todo lo que es... ponle Psico 1, todo lo que es eso, Swenson, eso Teora del Aprendizaje, todo eso, a la mierda!, se tira. .. Qu, qu hacs? Si no, s. Pero igual, yo ya las tengo todas archivaditas (archivadas). [A mi me da lstima porque.]

    que podra interpretarse como muy bien archivadas.

    Por el contrario, cuando el diminutivo se asocia a adjetivos con significado negativo se atena el efecto negativo de los mismos. Es el caso de gordita en el siguiente ejem-plo que la mayora de los encuestados interpreta como menos despectivo o discrimina-torio que gorda.

    (19 III M) Hermana de una amiga Da: Claro, encima era gordita (gorda) la chica. Bueno, la cosa es que

    CONCLUSIN El esquema siguiente sintetiza los casos de diminutivos que hemos presentado en este estudio. PEQUEO Nios Atenuacin SIMILAR / PARECIDO A + SENTIMIENTOS INTENSIFICADOR SENTIMIENTOS

    Creemos que del significado original o nocional de diminutivo para indicar reduccin de tamao se generaliza para indicar parecido o similar a que se utiliza referido a co-lores, sustantivos o adjetivos neutros en los que se comporta como el intensificador muy. En este ltimo caso creemos que tambin podra incluirse en el significado pa-recido porque el hablante considerara que el objeto al que se refiere es parecido pero,

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 por ejemplo, ms caro. Tambin a partir del significado nocional, el diminutivo se puede utilizar para referirse a los nios y desde all pasa a relacionarse con la evocacin de sentimientos.

    BIBLIOGRAFA BOSQUE, I. y V. DEMONTE (ed.) (1999). Gramtica descriptiva del espaol. Madrid: Espasa. DANGELIS, A. y L. MARIOTTINI (2006). La morfopragmtica de los diminutivos en espaol y

    en italiano, en L. MILKA VILLAYANDRE LLAMAZARES (ed.) Actas del XXXV Simposio Internacional de la Sociedad Espaola de Lingstica. Len: Universidad de Len, De-partamento de Filologa Hispnica y Clsica. ISBN: 84-690-3383-2. Disponible en

    FERRARI, M. C. (2007). La metfora ideacional en la conversacin informal, en L. GRANATO y M. C. MOCCERO (comp.) Actas del III Coloquio Argentino de la IADA [en CD].

    FERRARI, M. C. (2007b). Metforas ideacionales en la conversacin informal: el caso de los diminutivos. Trabajo aceptado para presentar en el VII Congreso Latinoamericano de Estudios de Discurso (ALED). Horizontes de Sentido. Bogot 17-21 de septiembre 2007.

    JURAFSKY, D. (1996). "Universal Tendencies in the Semantic of the Diminutive". Language, vol. 72, n3, pp. 533-578.

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    MARTNEZ-P., M.E. (2002). Diminutivos en el espaol de Venezuela: una aproximacin mor-folgica, Revista Ncleo, 1, 19, pp. 87-99.

    MONGE, F. (1988). Diminutivos: Cuantificacin, Subjetividad, Especializacin, en J. AL-BRECHT, J. LDTKE y H. THUN (ed.) Energeia und Ergon. Sprachliche Variation - Sprachgeschichte - Sprachtypologie. Studia in honorem Eugenio Coseriu, pp. 129-140. Tbingen: Gunter Narr Verlag.

    SANTIBEZ SENZ, F. (1999). Conceptual interaction and Spanish diminutives, en Cuader-nos de investigacin filolgica, 25, pp. 173-190.

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    http://www3.unileon.es/dp/dfh/SEL/actas.htm
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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA COORDINADA | LA INTERACCIN ORAL: EL ESTUDIO DE LOS GNEROS DISCURSIVOS

    FRAGMENTOS NARRATIVOS EN LA INTERACCIN VERBAL: ANCDOTA O NARRACIN?

    Luisa Granato

    Universidad Nacional de La Pata - Grupo ECLAR Argentina [email protected]

    Mara Leticia Mccero

    Universidad Nacional de La Pata - Grupo ECLAR Argentina [email protected]

    Resumen Este estudio, que pertenece al proyecto de investigacin Los Gneros en la Interaccin Verbal, se cen-tra en algunas caractersticas que contribuyen a la identificacin de los subgneros que aparecen en la conversacin informal. Los datos para este trabajo consisten en segmentos narrativos Ancdotas y Na-rraciones incrustados en las 24 conversaciones informales entre estudiantes universitarios que confor-man el corpus general del proyecto. Desde el comienzo de la investigacin, se plante la necesidad de establecer los parmetros necesarios para llevar a cabo una categorizacin adecuada. En primer lugar, se aplicaron los principios de la Lingstica Sistmico Funcional, que pusieron en evidencia que algunos de los fragmentos podan interpretarse en forma ambigua (Granato, 2006). Para este trabajo se parti de las conclusiones de este estudio y se realiz, en primer lugar, una observacin ingenua de los datos que llev a una distincin entre los dos tipos textuales mencionados. Ms tarde, mediante un anlisis cualitati-vo en los niveles micro y macro desde una perspectiva sociopragmtica, se estableci la funcin de cada fragmento de acuerdo al contexto circundante. Asimismo, se hizo hincapi en la evaluacin de los partici-pantes, las agendas personales, as como tambin en otros aspectos relevantes que aportan a la discri-minacin entre tipos textuales de esta naturaleza. Los resultados alcanzados posibilitaron la elaboracin de un constructo analtico que, tomando elementos de las dos vertientes tericas mencionadas, da res-puestas ms satisfactorias a las necesidades planteadas por el corpus.

    INTRODUCCIN Este estudio es parte del proyecto de investigacin 11/H 241 del Programa de Incentivos a la Investigacin Los Gneros en la Interaccin Verbal, que se est llevando a cabo en la Universidad Nacional de La Plata. Se centra en la identificacin de los gneros incrustados en la conversacin informal, ms especficamente en la categorizacin de los textos narrativos ya que los intentos anteriores de clasificar los fragmentos de nues-tro corpus ofrecieron resultados que resolvieron slo en forma parcial los problemas planteados.

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    mailto:[email protected]:[email protected]
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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 MARCO TERICO Y ESTADO DE LA CUESTIN El marco terico seleccionado como punto de partida para el proyecto dentro del cual se inscribe este estudio es el de la Lingstica Sistmico Funcional que, como sabemos, considera al gnero como una actividad desarrollada en etapas y orientada hacia un fin social determinado (Martin y Rose, 2003 y 2008). Eggins y Slade (1997) ofrecen una descripcin detallada de los cuatro gneros narrativos que encuentran en la conversa-cin coloquial: Narracin, Ancdota, Exemplum y Relato. Las autoras sealan que, el primer paso en la determinacin de un fragmento genrico, es el de descubrir su funcin social. El nfasis de su trabajo est puesto en la identificacin de las etapas constitutivas de la estructura global y en las manifestaciones lxico-gramaticales y discursivas me-diante las cuales estas etapas se realizan. Establecen la estructura de la narracin y de la ancdota de la siguiente manera:

    Narracin (Resumen) ^Orientacin ^Complicacin^Evaluacin^Resolucin^(Coda) Ancdota (Resumen) ^Orientacin ^Hecho Inusual o excepcional^Reaccin^(Coda)

    Tres de las etapas son comunes a las dos estructuras. En ambos casos, el Resumen es una clave que seala que se va a relatar ya sea una narracin o una ancdota. La Orien-tacin, como su nombre lo indica, orienta al interlocutor hacia la continuidad del discur-so y ofrece detalles de participantes, acciones, lugar y tiempo. La Coda, que general-mente contiene comentarios evaluativos, hace referencia general al tema desarrollado, retorna el texto al tiempo presente y lo evala en su totalidad.

    En el caso de la Narracin, la Complicacin implica la existencia de un problema que lleva al desenlace de una crisis, la Evaluacin confiere significado al texto y lo jus-tifica. En la Resolucin, se muestra cmo los participantes resuelven la crisis. Por otro lado, en el caso de la Ancdota, a la Orientacin le sigue el Hecho Inusual o Excepcio-nal, que el narrador presenta con el fin de compartir su reaccin frente a l con el inter-locutor/audiencia. La Reaccin se refiere a la actitud del hablante cuando se evala el evento y establece la significacin de la historia.

    Sin embargo, Granato (2006), sobre la base de una ancdota del corpus, demuestra cmo es posible analizar un mismo fragmento como Narracin o como Ancdota, dada la dificultad en discriminar sobre si lo saliente en lo narrado constituye un hecho in-usual o excepcional o un problema que requiere una solucin. Asimismo, Granato (2007) seala que las funciones que se atribuyen a los textos slo pueden determinarse en consideracin al contexto en el cual dichos fragmentos ocurren.

    Para la realizacin del trabajo, tambin se utilizarn nociones y conceptos acerca de la identidad que provienen de estudios sociopragmticos. La identidad se concibe como una co-construccin que se lleva a cabo en la interaccin (Mills, 2003; Benwell y Sto-koe, 2007, entre otros autores). Se trata, por lo tanto, de un concepto dinmico, que se actualiza permanentemente. Benwell y Stokoe (2007: 138) puntualizan, por ejemplo, que al contar diferentes historias pueden constituirse, cito, diferentes versiones del yo.

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    Respecto de la produccin acadmica en el rea, adems de los trabajos arriba men-cionados, se han llevado a cabo numerosos estudios acerca de los gneros en general, especialmente en medios institucionales. Los trabajos sobre lengua escrita superan am-pliamente en nmero a los trabajos sobre la oralidad. En cuanto a la conversacin colo-quial, es de crucial importancia el trabajo mencionado de Eggins y Slade (1997), quie-nes consideran a los fragmentos narrativos como gneros incrustados dentro de la totali-dad de los encuentros verbales y como nicos fragmentos pasibles de un anlisis genri-co. Los trabajos desarrollados dentro de nuestro proyecto han abordado distintos aspec-tos del tema, fundamentalmente desde los marcos terico-analticos de la LSF y de la sociopragmtica.

    Granato (2006), tambin considera el efecto producido por ciertas caractersticas so-ciopragmticas que se manifiestan en el microanlisis de la conversacin, haciendo es-pecial hincapi en las notas de humor, las risas y el marco dentro del cual el discurso debe interpretarse. Queda as demostrado cmo, en ciertos casos, la estructura no resulta un recurso de anlisis determinante, ya que es necesario recurrir a una aproximacin pragmtica para efectuar una categorizacin del gnero.

    METODOLOGA Los datos para este trabajo consisten en discursos narrativos incrustados en las 24 con-versaciones informales entre estudiantes universitarios de entre 18 y 28 aos de edad que conforman el corpus general del proyecto.

    Desde las perspectivas terico-metodolgicas sealadas, se llev a cabo un anlisis cualitativo de:

    la percepcin de analistas y hablantes respecto de los textos en estudio, las identidades y agendas de los participantes y la posicin de los interactuantes frente a los hechos relatados, y finalmente se llev a cabo la interpretacin de los datos.

    ANLISIS

    Percepcin de analistas y hablantes Para esta presentacin, retomamos el texto B4, analizado en Granato (2006) y buscamos las razones por las cuales el fragmento es percibido como ancdota, tanto por los analis-tas como por quien relata el incidente.

    Eggins y Slade (1997: 243) sostienen que la Ancdota se diferencia de la Narracin en cuanto la Ancdota, permite a los interactuantes compartir una reaccin frente a un hecho inusual o excepcional y crea una crisis pero no la resuelve explcitamente. Esta definicin terica incluye como componente fundamental la funcin social del texto.

    Adems, nos interesa considerar la definicin de Ancdota en distintos mbitos. Por un lado, el Diccionario de la lengua espaola (RAE, 1992) define a la ancdota como: un relato breve de un hecho curioso que se hace como ilustracin, ejemplo o entrete-nimiento. Agrega las definiciones de suceso curioso y poco conocido que se cuenta en dicho relato.

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    En un relevamiento hecho entre 15 hablantes adultos, se comprob que el concepto que el lego tiene del trmino se asemeja, en gran parte, al que ofrece el diccionario. Puede observarse entonces que hay grandes coincidencias entre el uso comn del trmi-no y la definicin tcnica. Creemos que esto otorga relevancia a la clasificacin que hacen los usuarios de los gneros que producen.

    Asimismo, al referirse a los estudios funcionalistas del folklore, Swales (1990), sea-la la necesidad de atender a la conceptualizacin de gneros que realiza la comunidad para poder asignarle valor cultural. Es decir, que no slo cuenta el aspecto formal de los textos sino tambin la recepcin de la comunidad en la que los gneros, inmersos en su contexto de cultura, se utilizan. De acuerdo con las consideraciones precedentes, enten-demos que la clasificacin de un texto por su propio autor resulta un parmetro esencial a tener en cuenta en la definicin de un gnero. Esto contribuy a la clasificacin como ancdotas de dos de los discursos inrcrustados en las conversaciones. En el texto B4, la participante finaliza su narracin diciendo (lnea 461):

    LARISA: ay, pero qu risa... que fue mi ancdota de ese da.

    En la ancdota B7, el protagonista cierra su relato diciendo (lnea 75): SEBASTIN: y so que lo contaba como Anecdote en Lengua 2.

    Los sujetos interactuantes, sus agendas e identidades La mayora de los trabajos sobre gnero se han hecho sobre textos, que los hablantes producen desde sus roles como representantes de las instituciones a las que pertenecen, lo cual ofrece una variedad limitada en cuanto a las agendas e identidades que se ponen en juego en los encuentros verbales. Por el contrario, en las conversaciones informales, generalmente no hay predeterminacin de agendas. En efecto, los temas fluyen de ma-nera espontnea y los participantes parecen acomodarse a la direccin que el discurso toma o responder a emergentes circunstanciales provenientes del contexto.

    Ejemplificaremos nuestras reflexiones con la Ancdota B4 (ver anexo): Larisa tiene que hacerse un anlisis para medir el nivel de azcar en la sangre. Va al laboratorio en ayunas en un da de muchsimo calor, acompaada por una amiga. Est nerviosa y asus-tada porque cuando le sacan sangre se impresiona. Una vez en el laboratorio, la extrac-cin le produce mucho dolor y le deja un hematoma. En cuanto regresa a su casa, recibe una llamada del laboratorio en la que le dicen que deben extraer una segunda muestra porque la sangre se ha coagulado. A pesar de que ya no est en ayunas, vuelve al labora-torio pero esta vez, a diferencia de la primera, no siente dolor durante la segunda extrac-cin. Cuando su padre se entera de que se va a hacer un estudio de sangre sin estar en ayunas, muestra su enojo hacia los responsables del laboratorio. Los resultados del an-lisis no mostraron niveles altos de azcar.

    Esta ancdota ocurre dentro de una conversacin en la cual la participante proyecta una imagen de persona diferente al resto, a quien todo le afecta de manera muy particu-lar y quien es proclive a hablar de s misma. Su intencin parece ser la de impactar a su interlocutor con relatos que la presentan como una persona graciosa, con reacciones originales, a quien las cosas que le suceden son siempre llamativas, todo esto, bajo una pretendida intencin de mostrar sus propias reacciones y eventualmente generar apoyo. En efecto, monopoliza la conversacin desde el comienzo, ya que relata una serie de

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 eventos en los cuales ha participado. Por el contrario, su interlocutor asume una actitud de apoyo y fomenta en todo momento la continuacin de sus relatos. Como amigo cer-cano de la narradora, contribuye a la construccin de esta imagen, lo que se aprecia a lo largo de toda la narracin. Un ejemplo de esto se oberva en la lnea 51, cuando Roberto dice:

    LARISA: Bueno, llego, imaginate yo. Aparte, [cuando yo fui] ROBERTO: [Una cara divina] la tuya.

    En este contexto, la ancdota se introduce naturalmente como un hecho ms que merece ser contado, dando continuidad al tono en que se viene desarrollando el encuentro y mostrando coherencia con los contenidos desplegados. En este discurso narrativo, la hablante recurre al humor mediante la ridiculizacin de s misma y de las situaciones que le tocan vivir. Muestra de esto es el segmento que comienza en la lnea 34 cuando Larisa recibe el llamado del laboratorio.

    LARISA: Suena el telfono. Hola, s, Larisa?, S, Ay, te llamamos del labo-ratorio, tenemos que repetir el estudio. ROBERTO: No LARISA: Ay, primero que me agarr un paro al corazn, porque si te hacen repetir el estudio es porque por ah tens algo, viste. ROBERTO: Claro. LARISA: No, no, pero Qu? le dije yo. Dice: No, no pero quedte tranquila porque se coagul la sangre nada ms. Me ests cargando? Cmo que se coa-gul la sangre? ROBERTO: (Risas) LARISA: S, si quers te mandamos un remis. Pero, cmo que se coagul la sangre. S, no s, hubo un error, y si ests en ayu.. y si no ests en ayunas no [importa, me dice.]

    Las respuestas de su interlocutor muestran claramente su colaboracin en la co-construccin de la agenda: sus intervenciones pueden apreciarse, por ejemplo, en la l-nea 3,

    ROBERTO: No. Qu, te desmayaste.

    en la que anticipa detalles que apuntan al desarrollo de la ancdota, en la lnea 8, donde califica la situacin como graciosa,

    ROBERTO: Muy cmico.

    en la lnea 19, ROBERTO: [A ver qu te pas.]

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 donde fomenta el relato de un hecho especial, en las lneas 24, 43 y otras, donde se re, en la lnea 27

    ROBERTO: S, una [cosa inslita.]

    donde remarca lo inusual de la situacin, o en la lnea 47, entre otras, donde contribuye a dramatizar la situacin

    ROBERTO: [Ay, comiste las masas XXX]

    El anlisis realizado demuestra que poner la atencin en las agendas y las identidades puede ofrecer elementos de juicio funcionales a nuestro estudio.

    Posicin de los interactuantes frente a los hechos relatados Vinculado con lo expuesto, el ltimo aspecto que vamos a considerar es la posicin que adoptan los interactuantes frente a los hechos relatados.

    En casos como el que nos ocupa, en los que existe la posibilidad de analizar la es-tructura y sus etapas de manera diferente, como qued demostrado en Granato (2006), la posicin de los hablantes frente a su propio relato puede ofrecer pistas para determi-nar el tipo genrico que se proponen desarrollar. En la conversacin entre Larisa y Ro-berto, el relato se introduce de la siguiente manera:

    LARISA: Si. Te cont? No te contaron? No te cont Vale cuando fui a sacarme sangre? ROBERTO: No. Qu. Te desmayaste

    Larisa parece anticipar la narracin de un hecho inusual, caracterstico de la estructura interna de la ancdota, al insistir en la sorpresa que le causa que nadie haya contado a Roberto lo que le sucedi. Esto se pone en evidencia en los recursos utilizados en su primera emisin: repeticin, utilizacin de altura tonal elevada sobre cont, contaron y Vale, que indica un contraste con lo que, segn Larisa, debi haber sucedido y polari-dad negativa en dos de las preguntas, que admite la interpretacin cmo es posible que nadie te haya haya contado. La respuesta del interlocutor da la pauta de que entiende que la hablante est insinuando la ocurrencia de un hecho inusual al sugerir Te desma-yaste como una alternativa posible.

    Hay coincidencia por parte de los analistas en sealar el aporte de los participantes al desarrollo de los textos. En este sentido, frecuentemente se ha asignado mayor trascen-dencia al papel del receptor en cuanto a la consideracin del tipo de discurso que un hablante produce. Toolan ([1988] 1997) dice al respecto que la mayor autoridad para ratificar el carcter de un texto como narrativo no es el narrador sino el receptor. Exten-demos esta reflexin a lo que hace a la distincin entre narracin y ancdota. La ambi-gedad mencionada ms arriba respecto de la clasificacin del gnero narrativo segn su estructura, puede en parte resolverse atendiendo a las reacciones del receptor en la co-construccin del texto en cuestin. Se observa que Roberto marca los hechos relata-dos como excepcionales a travs de sus reacciones, lo que contribuye a jerarquizar ese

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 aspecto de la narracin y no otro. Si sus evaluaciones fueran diferentes, tal vez se pre-sentaran mayores dificultades para resolver dicha ambigedad.

    La exageracin de ciertos detalles que rodean el hecho, manifestada a partir de una evaluacin con fuerza frecuentemente amplificada por parte de ambos participantes, que torna ms dramtica la situacin por la que pas Larisa, contribuye a resaltar el hecho inusual o excepcional y no el problema que requiere una solucin.

    29. LARISA: Hacan treinta grados. Treinta. Me voy caminando, 37. LARISA: Ay, primero que me agarr un paro al corazn, porque si te hacen repetir el estudio es porque por ah tens algo, viste. 41. LARISA: Me ests cargando? Cmo que se coagul la sangre?... 69. LARISA: Es que Roberto, no sabs, me haba dejado un moretn as. 79. LARISA: Bueno, cuando la... me saca... el algodn, tena un moretn as, 88. LARISA: Claro, no, no. Que me den el remis de vuelta porque hacan treinta y cin-co grados y yo me iba a ir sola, caminando, me desmayaba.

    Asimismo, la narradora hace uso de estrategias de suspenso para retardar la presenta-cin del hecho inusual. La narracin abunda en detalles que tornan an ms ridcula la situacin y provocan la risa del receptor.

    Se pone en evidencia una vez ms que la enfatizacin de algunos aspectos de la na-rracin en detrimento de otros puede resultar un elemento relevante a la hora de catego-rizar el subgnero.

    CONCLUSIN Este estudio nos permiti comprobar una vez ms la necesidad de incluir elementos provenientes de la sociopragmtica para realizar una categorizacin de los gneros que aparecen incrustados en las conversaciones del corpus. La consideracin de la percep-cin de los participantes acerca del gnero que co-construyen, las identidades y las agendas observables en la conversacin, y el tratamiento que los interactuantes dan a la informacin , pueden aportar evidencias que resulten en un constructo analtico capaz de dar respuestas a un mayor nmero de interrogantes.

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    Se refuerza la conclusin de trabajos anteriores realizados por los integrantes del proyecto, en los que ha surgido la necesidad de complementar los resultados de estudios hechos desde la LSF con aportes de una aproximacin sociopragmtica.

    REFERENCIAS BENWELL, D. y E. STOKOE ([2006] 2007). Discourse and Identity. Edinburgh: University

    Press. REAL ACADEMIA ESPAOLA (1992). Diccionario de la Lengua Espaola, 21 ed. Madrid:

    Espasa Calpe. GRANATO, L. (2006). Algunas consideraciones acerca del contesto en la interaccin, presen-

    tacin, Jornadas sobre Discurso, Interaccin e Identidad, Universidad de Estocolmo, 15 y 16 de septiembre.

    GRANATO, L. (2007). La interaccin verbal: un estudio de las funciones sociales en el discurso informal, en Actas del III coloquio argentino de la IADA. Dilogo y contexto, Univer-sidad Nacional de La Plata, 28 al 30 de mayo.

    EGGINS, S. y D. SLADE (1997). Analysing Casual Conversation. London: Cassell. MARTIN, J. R. y D. Rose (2003). Working with Discourse. Meaning beyond the clause. London

    - New York: Continuum. MARTIN, J. R. y D. ROSE (2008). Genre Relations: Mapping Culture. London: Equinox. MILLS, S. (2003). Gender and Politeness. Cambridge: Cambridge University Press. SWALES, J. (1990). Genre Analysis. English in academic and research settings. Cambridge:

    Cambridge University Press. TOOLAN, M. ([1988] 1997). Narrative; A Critical Linguistic Introduction. London: Routledge.

    ANEXO

    Ancdota B4 1. LARISA: S. Te cont lo de la? No te contaron? Vale no te cont de 2. cuando me fui a sacar sangre? 3. ROBERTO: No. Qu, te desmayaste. 4. LARISA: No. Me tena que ir a sacar sangre. Viste que la primera vez que fui 5. me acompa Vale, hace dos aos, a m. 6. ROBERTO: S. 7. LARISA: Porque a m me da impresin. 8. ROBERTO: Muy cmico. 9. LARISA: Bueno, como yo trabajo tuve que ir un sbado a la maana y como 10. Vale trabaja tambin, me dice: Bueno, yo te acompao. Pobre Vale, 11. siete y media de la maana, la fui a buscar. 12. ROBERTO: [Una maestra.] 13. LARISA: [Un sbado, eh.] Bueno, me sacan, me saca, me hace, pero, no sabs 14. cmo me doli, ac me sac, no? Me doli, me qued un moretn 15. ROBERTO:Es como una, [una cosa, un mosquito que te pica. 16. LARISA: [Par, par.] 17. ROBERTO: A ver. 18. LARISA: Me doli. 19. ROBERTO: [A ver qu te pas.] (Favorece e desarrollo d un hecho especia) 20. LARISA: [La otra vez] no me haba dolido. Me doli. Me bueno me doli,

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 21. yo puse cara pero no dije nada. Bueno, te hacen completar una cosa con 22. tus datos y tu telfono, yo puse el telfono de mi casa por no poner el 23. celular para no quedar top, viste. 24. ROBERTO: (Risas) 25. LARISA: Entonces, me dice Vale Quers venir a la farmacia, que estoy 26. trabajando? Bueno. Ocho de la maana un sbado. 27. ROBERTO: S, una [cosa inslita.] 28. LARISA: [Estuve,] claro, estuve como hasta las diez de la maana, diez y 29. media, un montn de horas, Bueno, Vale, me voy. Hacan treinta 30. grados. Treinta. Me voy caminando, llego a mi casa, me pongo la malla, 31. agarro un paquete de galletitas.. de chocolate, y me empiezo a mandar las 32. galletitas. 33. ROBERTO: S. 34. LARISA: Suena el telfono. Hola, s, Larisa?, S, Ay, te llamamos del 35. laboratorio, tenemos que repetir el estudio. 36. ROBERTO: No 37. LARISA: Ay, primero que me agarr un paro al corazn, porque si te hacen 38. repetir el estudio es porque por ah tens algo, viste. 39. ROBERTO: Claro. 40. LARISA: No, no, pero Qu? le dije yo. Dice: No, no pero quedte 41. tranquila porque se coagul la sangre nada ms. Me ests cargando? 42. Cmo que se coagul la sangre? 43. ROBERTO: (Risas) 44. LARISA: S, si quers te mandamos un remis. Pero, cmo que se coagul la 45. sangre. S, no s, hubo un error, y si ests en ayu.. y si no ests en 46. ayunas no [importa, me dice.] 47. ROBERTO: [Ay, comiste las masas XXX] 48. LARISA: Yo me haba co.. no importa, me dijo. Yo me haba comido medio 49. paquete de galletitas de chocolate. Bueno, eh Bueno, si quers pods 50. venir el lunes. No! Bueno, voy para all. Sal caliente, Vale, 51. acompame otra vez, por favor. Bueno, llego, imaginate yo. Aparte, 52. [cuando yo fui] 53. ROBERTO: [Una cara divina] la tuya. 54. LARISA: Claro, le dije a la mina Mir, a m me pareci Qu se yo. Bueno. 55. Entro y me dice la duea, que no estaba antes: Ah, vos sos la chica que 56. le tiene impresin a sacarse sangre. 57. ROBERTO: (Risas) 58. LARISA: S. Bueno.. [viene] la otra con la jeringa 59. ROBERTO: [Risas] 60. LARISA: Qu? Otra vez la misma me va a sacar? le dije. 61. ROBERTO: No 62. LARISA: La mina me mi.. se qued dura as. 63. ROBERTO: Sos una guacha. . 64. LARISA: Y le digome dice la, la la 65. ROBERTO: La enfermera. 66. LARISA: S, la que es la duea. Ay, bueno, si quers te saco yo. S, por 67. favor. La mina se escondi atrs

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 68. ROBERTO: Qu sutil que sos, eh, qu sutil. . 69. LARISA: Es que Roberto, no sabs, me haba dejado un moretn as. 70. ROBERTO: Bueno, pero [por ah no te encuentran la venita o] 71. LARISA: [Bueno, me dice] No, no. 72. ROBERTO: (Risas) 73. LARISA: Ay, me dice la..: Qu, no te gust cmo te sac. La otra estaba 74. atrs, yo la vi que estaba atrs. Digo No, mir, no es eso, es que..., yo 75. para no ponerle cara a ella. Sabs lo que.. supuestamente, dicen que el 76. tubito donde vos pons la sangre vino fallado. Es la nica vez que en 77. diez aos nos pasa. Chamuyo total. 78. ROBERTO: S. 79. LARISA: Bueno, cuando la.. me saca.. el algodn, tena un moretn as, 80. entonces me dice Quers que te saque del otro brazo?. S, por favor, 81. le digo. No me, no lo sent. No lo sent, te juro. 82. ROBERTO: Re bien. 83. LARISA: Re bien me sac. 84. ROBERTO: Bueno, [menos mal] 85. LARISA: [Ay, bueno,] ya est, que s yo, que bla- bla -bla. Bueno, le digo, 86. eh, Lo nico que te voy a pedir es que me, [me paguen] 87. ROBERTO: [Que no se te coagule.] (Risas). 88. LARISA: Claro, no, no. Que me den el remis de vuelta porque hacan treinta y 89. cinco grados y yo me iba a ir sola caminando me desmayaba. 90. ROBERTO: S, claro, porque aparte queds flojita. 91. LARISA: Claro, s, s, me dicen. Y estoy esperando as el remis y viene la 92. mina, la que me sac primero Ay, disculpme por favor, me dice pero 93. no fue culpa ma. No, est bien, le digo. Yo una cara, no lo poda 94. disimular. 95. ROBERTO: Me imagino, tu cara esa de 96. LARISA: S, s, s. Pero no, no, pobre mina. No s si habr sido verdad o no, 97. pero me hizo doler. Igual le podra haber dicho peores. Podra haberle 98. dicho, s, mir, me hizo doler. 99. ROBERTO: Mhm. 100. LARISA: Disculpme, me dice, ay, qu risa. 101. ROBERTO: Pobre. 102. LARISA: Y bueno, pero dos veces me tuve que sacar. Ah, bueno, llego a mi 103. casa, le digo a mi pap no porque esto que el otro. Ah, no, la mina me 104. dice Ay, hubieras venido el lunes. 105. ROBERTO: Mhm. 106. LARISA: Le digo, A vos te parece yo as eh, A vos te parece que yo un 107. sbado me levanto a las siete de la maana porque quiero? Yo trabajo 108. toda la semana. 109. ROBERTO: Esa! [Esa, no ni hablar.] 110. LARISA: [Entends? Yo te juro], Roberto, estaba que, echaba humo. Bueno, 111. llego a mi casa y lo encuentro a mi pap y me dice Cmo que habas 112. comido medio paquete de galletitas? 113. ROBERTO: Claro! 114. LARISA: S. Ah, no dice mi pap: Pero es, son de terror, son unos

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 115. irresponsables Porque, encima, la mina me hizo para que se fijaran el 116. azcar, especficamente.. [por la,] por la diabetes y eso. 117. ROBERTO: [No, no.] Claro, ni hablar. 118. LARISA: Y dice, Ah, no, pero te llega a salir el azcar alto y que, que sabs si 119. es porque te comiste un paquete de, encima eran las Chocolinas. 120. ROBERTO: Las Chocolinas, s, no. 121. LARISA: (Risas) As que le deca a pap, llego, ya veo que me tengo que ir a 122. hacer otra vez y me mato. No, pero al final no, no me sali alta el azcar. 123. ROBERTO: Ah, bueno, menos mal. 124. LARISA: Ay, pero qu cosa. A m sola me pasa esto. 125. ROBERTO: Mira si te, otra vez, che. 126. LARISA: No, yo lo mato, le prendo fuego. 127. ROBERTO: Alternando los, los brazos, che. 128. LARISA: Le prendo fuego. 129. ROBERTO: Sacame del cachete XXX (Risas). No, no, [de terror.] 130. LARISA: [Ay, qu desastre!] Encima, yo re cagona, porque tambin me 131. tomaron la coagulacin. Te pinchan.. la oreja y no te das cuenta. Y yo 132. Qu me vas a hacer? A ver? (Risas) 133. ROBERTO: S, es como ponerte un aro. 134. LARISA: Claro, re cagona. No, Roberto, te pinchan sobre la, as, te raspan la 135. piel. Y yo re cagona. Ay, pero qu risa que fue mi ancdota de ese

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    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 PONENCIA COORDINADA | LA INTERACCIN ORAL: EL ESTUDIO DE LOS GNEROS DISCURSIVOS

    TENSIN ENTRE FUERZA Y FOCO EN EXPRESIONES EVALUATIVAS

    Marina Grasso

    Universidad Nacional de La Plata - Grupo ECLAR Argentina [email protected]

    Resumen En el presente trabajo, se analizan los distintos tipos de gradacin de algunas expresiones evaluativos que se encuentran en conversaciones informales entre jvenes argentinos. Se toma como marco terico para el anlisis la Teora de la Valoracin desarrollada en el mbito de la Lingstica Sistmico Funcional El corpus analizado pertenece al proyecto de investigacin Los gneros en la conversacin informal (Grupo ECLAR, UNLP, Argentina) y consta de veinticuatro conversaciones espontneas entre alumnos universitarios de 18 a 28 aos de edad. Siguiendo consideraciones de Conlan (2005), describimos estas situaciones como enmarcadas predominantemente dentro de segmentos con una fuerte carga interperso-nal, en los que las funciones transaccional e interaccional parecen tener el mismo peso. En trminos de Eggins (2004), estos encuentros constituyen conversaciones entre participantes que sustentan igual po-der, cuyo contacto es frecuente- ya que los hablantes son, en su mayora, amigos o compaeros de facul-tad- y que, en consecuencia, pueden compartir un compromiso afectivo alto. Nos centramos aqu espec-ficamente en el uso de tems lxicos o expresiones explcitamente evaluativas que, adems, contienen una carga actitudinal ya sea muy baja o muy alta que los ubicara en extremos altos dentro de una escala de gradacin con valores intermedios y relativos al contexto. Partimos de los estudios de (White (2000), Martin y White (2005) y Hood y Martin (2005), quienes describen en detalle los valores de foco y fuerza que componen el sistema de gradacin. El corpus nos revela casos de tensin entre estos valores, que nos plantean nuevos interrogantes en relacin a este tema. Nuestro anlisis intenta, entonces, buscar algunas respuestas.

    INTRODUCCIN El presente trabajo es la primera parte de una investigacin ms amplia que incluye el anlisis de los distintos tipos de gradacin contemplados por la teora de la valoracin de la Lingstica Sistmico Funcional, en conversaciones informales entre jvenes ar-gentinos. Tomamos el corpus del proyecto de investigacin Los gneros en la conver-sacin informal (Grupo ECLAR, UNLP) de veinticuatro conversaciones espontneas entre estudiantes universitarios argentinos de 18 a 28 aos de edad. Siguiendo conside-raciones de Conlan (2005), describimos estas situaciones como enmarcadas predomi-nantemente dentro de segmentos con una fuerte carga interpersonal, en los que las fun-ciones transaccional e interaccional parecen tener el mismo peso. En trminos de Eggins (2004), estos encuentros constituyen conversaciones entre participantes que sustentan igual poder, cuyo contacto es frecuente ya que los hablantes son, en su mayora, ami-gos o compaeros de facultad y que, en consecuencia, pueden compartir un compromi-so afectivo alto. En esta primera etapa nos centramos especficamente en el uso de tems lxicos o expresiones explcitamente evaluativas que adems contienen una carga acti-tudinal ya sea muy baja o muy alta que los ubicara en polos altos dentro de una escala

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009 de gradacin que contenga valores intermedios y relativos al contexto. Partimos de los estudios de (White (2000), Martin y White (2005) y Hood y Martin (2005), quienes des-criben en detalle los valores de foco y fuerza que componen el sistema de gradacin. El corpus nos revela casos de tensin entre estos valores, que nos plantean nuevas pregun-tas con relacin a este tema. Este trabajo intenta, entonces, buscar algunas respuestas y sienta las bases para la segunda etapa del anlisis.

    ARMONA ENTRE FOCO Y FUERZA Dentro del sistema de la valoracin planteado por la Lingstica Sistmico Funcional, se destacan dos dimensiones que proporcionan escalas de grado y que son fuerza y foco. Se denomina fuerza a la escala variable de intensidad, baja o alta, que el hablante adju-dica a una emisin. Podemos decir, entonces, que la expresin estoy muy triste es de alta intensidad, de mayor fuerza, que estoy un poco triste, marcada en ambos casos por la modificacin del adjetivo.

    Por otro lado, se denomina foco a la precisin de los lmites, aguda o suave, de una categora central o marginal en relacin con una categora prototpica. As, decir Fue un verdadero padre para m agudiza el foco, mientras que Fue casi un padre para m lo atena o desdibuja.

    Encontramos en el corpus casos que se corresponden con esta descripcin, tales co-mo el que aparece en el fragmento 1.

    Fragmento 1. Intensificacin de la fuerza de una emisin mediante la premodificacin. Tema: Dolores le cuenta a Armando acerca de unas pizzas que comparti con amigos. Do: Ay, no sabs qu rica, tres pociones me com. [Risas] Ar: [Risas] Do: Porque bah, igual eran re finitas porque como tena que alcanzar para to-dos los que estbamos, viste, eran re fetitas las porciones, pero entre que tom-bamos y comamos me fui comiendo un montn. (06EIIM/H12 616-620)

    En la Gramtica descriptiva de la Lengua Espaola (Bosque y Demonte, 1999) los

    diminutivos son tratados como una clase de sufijos apreciativos, un procedimiento mor-folgico a travs del cual pueden expresarse valores apreciativos. Sumado a la idea de lo pequeo, entonces, los diminutivos transmitiran informacin adicional para repre-sentar a los participantes y cosas en el discurso de maneras especficas (Ferrari, 2007: 78). Fino es un trmino graduable mediante la utilizacin de adverbios de cantidad. Se puede decir que el adjetivo en cuestin admite combinaciones tales como algo fini-tas, muy finitas, terriblemente finitas, entre otras. El caso de fetas es peculiar porque tratndose de un sustantivo, no admitira la misma modificacin. Es decir, no podemos decir algo fetitas, muy fetitas, terriblemente fetitas. Sin embargo, la hablante lo presenta como un trmino graduable.

    En ambos casos como mostramos en la figura 1 si situramos los tems lxicos en un continuo, stos se ubicaran antes que las palabras de las cuales derivan (finas y fetas respectivamente). Se agrega a esto el intensificador re que aumenta la fuerza de la emisin en la que estas expresiones se encuentran.

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  • ACTAS DEL IV COLOQUIO ARGENTINO DE LA IADA Dilogo y dilogos

    La Plata, Argentina | 1, 2 y 3 de julio de 2009

    re finitas finitas finas

    re fetitas fetitas fetas

    Figura 1. Escala de intensidad de fragmento 1.

    Una instancia similar muestra el fragmento 2, pero en esta oportunidad, con trminos actitudinales de alto grado.

    Fragmento 2. Intensificacin de la fuerza mediante la submodificacin. Tema: Agustina y Eu-genia hablan del hermano de Toto, un conocido de ambas participantes. Ag: Martn siempre joda que el hermano de Toto estaba re loco, y y lo vi-mos con Sole gritando, pero, no me acuerdo qu era lo que deca, pero tipo nos tentamos mal, y y dijimos: S, (risas) tiene razn, estaba re loco. Eug: Yo mir, las veces que lo vi de da es re[serio] (06EIIM1 40-47)

    Este uso relativamente nuevo pero notoriamente frecuente que se le ha dado al adverbio mal, aumenta la fuerza de la emisin. A nue