acción libertaria, nº 15. octubre1935

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MASACRE DE MUJERES Y NIÑOS: ASI SE HA INICIADO LA GUERRA Contra la ficción de la democracia burguesa. Contra la dictadura y el terror fascista. ACCION DIRECTA REVOLUCIONARIA. Italia ha iniciado la invasión de Etiopia. El mundo fué conmovido con los resultados de los primeros "éxitos’' do los bárbaros Bombas arrojadas desde aviones han destrozado millares de victimas. Adua sufrió los primeros efectos de la guerra moderna. Myje- re» y niños ardieron en vida o vola• ron en mil pedazos. La civilización llevó a Abisinia lo más saliente de sus adelantos. Uva escuadrilla aérea y un centenar de bombas han mostrado al mundo có- mo piensan dirimir sus conflictos los ultracivilizado8 Estados europeos, a quienes ninguno puede calificar do cri- minales, porque se expone al fusila- miento o a la cárcel. Si la situación no fuera tan dra- mática, si los brutales, incalificables resultados do la primer ofensiva no nos pusieran por delante el cuadro infernal de despojos humanos sem- brados en las tierras del pueblo ctio- •po, si hasta nosotros no llegara, como latigazo, hasta damos vergüenza, el hondo dolor de los deshechos a bom- bazos, podríamos hacer la más gran- ds comedia, con esos monstruos incu- bado» en cada país, para defender in- terese» y satisfacer ambiciones de busguescs afanados por más botín, por mejores mercados, por dar salida a tu8 productos o a sus armamentos- Reaccionan los pueblos ante lo odio- so del asesinato que Mussolini dirige ; se lo imaginan al “duce" como uno fiera dictando órdenes, llamando o 10.000.000 de italianos en la más grande movilización hecha en el 1 do., o como a un endemoniado director de una conquista que costará enormes sacrificios de una y otra parte. ' Lo que la masa hoy enmudecida de espanto no entiende siempre, es < j Mitfsolini hace en estos instantes fMe el Japón está haciendo con chinos, lo que hicieron los '’gloriosos ejércitos ’’ da Inglaterra, Estados Uni- dos, Francia, España, Bélgica, Rusia, Alemania, para poner bajo su domi- nio las colonias que tienen en el Asia, Africa, o América. Siniestro en su actitud, el dictador italiano ocupa en la historia un lugar ■junto a todos los Estados imperialis- tas que tomaron para sí cosas ajenas, también con el pretexto de civilizar, de salvar a los pobres hombres que pueblan re millones las regiones “sal- vajes”, también, claro está, para lle- var los adelantos de nuestra civiliza- C'ón, la fe de los dogmas cristianos, a las razas de color. Lo dijo él mismo a lo8 del “Echo de París’’: Yo quiero para Ita.lia lo quu quisieron e hicieron para, sus países los más grandes gleses y franceses” Es la ley del capitalismo moderno. Asaltar regiones ricas en fuentes pro- ductoras, en hombres aptos para la esclavitud, en masas que al mismo tictnpo que elobaron las riquezas vfiUte ju-iiiúé goza^jM^imtjo.-el. wgilar de capataces, guardianes, pangas o milicos, sirvan de mercado consumidor para las exportaciones de los dominadores y protectores. Millones de seres fueron masacra- dos, deshechos a cañonazos, quemados vivos, torturados sin asco, en el Con- go belga, en el Sfamiecos español, en la Argelia francesa, en la India o el — Sudán, Kcnia o Uganda británicos, en el Camerún alemán, en Haití, Cu- ba, Filipinas de Estados Unidos, la Corea o China japonesas, en lo Irs colonias de los Estados más vüizados" de la tierra.' Inglaterra, España, y los dc¡ que hoy aparecen en oposición al •men de Italia fascista, tienen en haber los más inicuos atropellos re las rosas de color, y cuentan con ejér ' tos que so ensañaron a su tiempo c multitudes desarmadas, indefensas, cuidas bajo las ansias de conquista de grandes capitalismos o de los ostra' togas militares que sobre el mapa nundial eligieron bases para sus ope- raciones. Y eso debemos recordar ahora, cuan- do la locura imperialista desata llu- vias do bombas, gases y explosivos bre los etíopes. Porque la guerra no quedará cuvscripta re las regiones del Africa Oriental. Amenaza extenderse a todo el mundo. Y la lucha contra la misma adquiere características decisivas, pa- ra los proletario* y para los pueblos. LA INTERVENCION A LA PROVINCIA DE SANTA FE ES UN PASO FIRME HACIA LA DOMINACION FASCISTA ITÁtiA Año II. — N9 15. — Precio 10 centavos. Buenos Aires, Octubre de 1935 LOS ANARQUISTAS DECIMOS AL PUEBLO V IJ O T T O Í EL FASCISMO A I N I N I En estos Instantes, todo parece tender a confundir al pueblo, con- tra la reacción que nos aprisiona cada vez más, contra el fascismo, los políticos incitan a responder con boletas electorales, en los — si se realizan — próximos comicios. Votar. Poner a Alvear en el lugar de Justo. A Repetto y sus ami- gos en sus bancas ya vitalicias. Llevar al latifundista Prcyrrcdón o al fascista Fresco al gobierno... He aquí la mentira — dique para la acción de las masas — que de todos los bandos políticos se arroja. Y, lo que es más grave, como anzuelo todavía es eficaz. ¿No bastan los hechos de la provincia de Buenos Aires, todos los atropellos y las maniobras que se hacen para no abandonar las posicio- nes públicas y los beneficios del presupuesto? ¿No enseña nada la in- tervención no justificada por ningún motivo legal a la provincia de San- ta Fe? ¿No circula ya en el ambiente la versión de un atropello Idén- tico a Entre Ríos? ¿Qué recursos de defensa tiene la tan decantada democracia que todos elogian, cuando estamos viendo que nos entrega poco a poco al fascismo, si no a la dictadura militar? La realidad nos golpea, las experiencias anteriores nos gritan y se- ñalan elocuentemente el camina a seguir. Con mítines pacíficos, con de- claraciones y simples expresiones de anhelo, nada se logrará, Hora es ya de organizar la acción, de formar los cuadros de defensa antifascista. Que el proletariado y el pueblo comprendan que si lio se lucha, si no se está dispuesto a apelar a todos los métodos de acción, para defender nuestras elementales libertades y oponernos al crimen y al terror, será inútil toda confianza en terceros. Desde ahora, dediquemos todos nues- tros esfuerzos, para lograr que en el momento necesario podamos apli- car el arma más eficaz, potente y unánimemente: LA HUELGA GENERAL Los presos de Bragado han con- fesado su delito: ser anarquistas. Ningún otro. Lo saben bien jue- ces, gobernantes, policías. Lo sa- ben quienes los han torturado y los que ahora intentan condenar- los a prisión perpétua. Pero el odio de clase, la necesidad de aplastar a quienes insurjen y pro- vocan la rebeldía del pueblo, con- vierte en verdugo al más inocente burgués. Ya no somos sólo los anarquistas quienes defendemos a hermanos nuestros caídos en la lucha. Es to- do el pueblo, son todos los traba- jadores. Un clamor de protesta se levanta de uno a otro extremo del país. Son voces que se alzan de los mítines y actos públicos, son palabras grabadas en millares —millones ya— de impresos. Y a las palabras, a los manifiestos, acompañan columnas humanas, puños resueltos, voluntades fir- mes, nervios en tensión. La intervención federal, precedida por la toma del gobierno por parte de un general del ejército, está ya instalada en la provincia de Santa Fe. Innecesario es expresar aquí lo que esto hecho significa, desde el punto de vista legalitario tan manoseado constantemente por los actuales gobernantes, y tan hábilmente aprovechado, con recursos do procurador astuto, por el ministro del interior. Toda la prensa ha expresado su. sor- presa primero y su protesta después por tan insólito atentado. Desde otro punto de enfoque, implica un pa3o más hacia el fascismo, hacia el desconocimiento de las mismas forman de cncubrición democrática sobre hechos dictatoria\cs. Significa un desafío a todo Si pueblo, especial- mente al de la provincia invadida por el poder central. Posiblemente, la biisqueda de nuevos motivos para decretar el estado de sitio en todo el- país. Y un anticipo do Id defensa desesperada que se hará en fecha breve — ya se ha iniciadode las posiciones pública-s tan fácilmente logradas después del S de septiembre do 1930. Hemos seguido atentamente el desarrollo de loa sucesos. No» ha inte- fesaáo vivamente sober cómo se recibía en la provincia de Santa Fe la noticia de la intervención que el Congreso no tuvo tiempo da sancionar y que el P. E. envió por decreto. Y, debemos decirlo con claridad, no hemos confiado en las declaraciones terminantes de los funcionarios del gobierno depuesto y los jefes del partido oficial, en el sentido de que la intervención federal sería resistida con la fuerza. Tampoco tuvimos fe en la agitación, demagógica en grado superlativo, que algunos partidos hacían favorecido$ por la protección oficial y la aquiescencia de los funcionarios policiales. Porque sabíamos, por experiencia revolucionaria, que movimientos de est* índole no se improvisan en las calles, con gritos y ron manifestaciones, y menos aún pueden realizarse con una base tan falsa como las directiva« políticas de un gobierno, por más liberal y democratizante que sea. Plantear ante el pueblo la consigna de defender, unidos gobernante$ y pueblO' oprimido hasta ayer, —y en esc mismo momentopor los pfi * meros, sin hacer la verdadera composición de lugar, sin establecer con- diciones elementales y sin prevenir públicamente acerca de los peligros de que el. gobierno local se afirme y se vuelva contra el pueblo quo lo apoyó —misión especifica de todo Estadoes indudablemente algo arriesgado, que solamente políticos inconscientes y deseosos de pescar en río revuelto pueden hacer, y así obraron socialistas,'demócratas progesistas, fraccio- nes radicales y bolcheviques. Los anarquistas, por intermedio de su Comité de Relaciones de Grupo» Locales, hicieron una declaración y un llamado incitativo a la lucha: plan- tearon claramente la posición que debía asumirse. No hicieron la defensa ele la, democracia, sino por el contrario reafirmaron su actitud permanente trente a la misvia, y que tantas veces hizo levantar la voz anarquista de protesta contra los actos del gobierno demócrata progresista, Pero afirma- ron que en esos momentos había, que luchar contra la intervención, porque era el fascismo y era la dictadura que se implantaba en la provincia ¿Qué métodos propiciaron? La ficción directa, la Huelga General, y en último extremo la insurrección popular. Esta posición es digna de confrontarse con las de todos los político8 y especialmente con el desarrollo ulterior de los sucesos. El gobierno se entrego el funcionario que ejercía el mando abandonó la Casa de Go- W V C ° a f tr " publicidad un manifiesto con vistas a la poste- >¡acia, ima vez que el generai, Costa asumió el poder. La Huelga General aplicada automáticamente una vez conocido el decreto, no tuvo el viqor de la anterior, bajo el apoyo del gobierno depuesto. El comercio no secundó _ protesta, porque se trataba de un hecho consu- rra inevitable; ya estaba instalada. Al pueblo, al > mayor parte por los políticos, les falta-on HCtm, tetistir a „ T„.™ V . ÍS?* ÍC“ ‘™ *?«» Redoblemos la campaña por lospresos de Bragado Próximo fallo de la Cámara Como respuesta del decreto dic- tatorial del Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, negan- do permiso para la ventilación pú- blica de ese crimen de la reacción que es el proceso de Bragado, la campaña se ha extendido, intensi- ficándose, en todo el pais, habién- dose llenado el vacío que existía a ese respecto en la misma Capital Federal con la creación de un Co- mité especial de base sindical que cuenta con la adhesión i’.e los más importantes organismos obreros autónomos y cuya actividad ha de atraer grandes núcleos populares. En medio del cúmulo de iniqui- dades con que la reacción ha caí- do sobre los trabajadores el caso de Bragado constituye uno de los exponentes más acabados de crueldad y de cinismo judicial siendo por eso mismo el mejor símbolo do la represión actual, un hecho que revela integramente los métodos de venganza a que acu- den los representantes del odio burgués cuando quieren aniquilar y aterrorizar a los militantes de avanzada. Comprendiendo o intu- yendo esta calidad del proceso, es que grandes conglomerados popu- lares han levantado el caso de Bragado como una bandera de lu- cha contra la represión bárbara. La liberación de nuestros compa- ñeros Vuotto, de Diago y Mainini se ha convertido en un objetivo inmediato en esa lucha, que en ca- so de arribar al triunfo será no solo un triunfo circunstancial, si- no un gran paso en el camino de la liberación de todos los presos sociales de todas las víctimas de la represión, entre los cuales debe- mos siempre recordar en primer término a los obreros panaderos condenados a prisión perpétua, a los presos por asociación ilícita y a otros igualmente graves. La lucha por los presos de Bra- gado es por consiguiente una ba- talla decisiva queen estos momen- tos están librando los trabajado- res dignos de todo el país, al mar- gen de toda cuestión especial de tendencia, como deben necesaria- mente ser las campañas de esta es- pecie. Esto quiere decir que es preciso concentrar y volcar todas las energías en esta acción inme- diata que habrá de alcanzar pro- yecciones mucio más vastas que la sola obtención de la libertad de tres hombres inocentes acusados de un crimen monstruoso Impo- ner un mínimum de justicia en un momento como éste será tonificar las fuerzas proletarias, levantar el espíritu de lucha en el pueblo, crear la posibilidad de más vastas reivindicaciones. Es pues una em- presa que implica una enorme res- ponsabilidad para todos los mili- tantes obreros y libertarios. Es preciso ahora mismo intensi- ficar en todas partes la campaña. Está muy próximo a producirse el fallo de la Cámara, de esa misma limi iinánin ....... _ mado: la intervención i proletariado, dirigido ei .......... .. "'tentaciones precisas para actuar. ^ __v, - jomo resistir a la fuerza del ejército qu<¡ allanó el camino til interventor' sc hacrVJ ,e *C9'T r.cs^ [”rdando? Con ataques esporádicos y aislados no má* r * Z Z ™ V?lUCtÓn m ,defÍCnd? Vad,L Tod°3 ««¡''"os y muchos mas reiestia el grave problema planteado a una multitud desorientada lanzada a la calle y amordazada luego fácilmente por el terror. ___L.® luch* contra la intervención a Santa Fe debe intensificarse nhrrn con otros métodos, con orientaciones claras. Permitir que todo ocurra miento de protesta y de acción popular, sería neg ; ejemplo a emularse en acciones posteriores. Por todos los presos sociales Cámara Segunda de Apelaciones de Mercedes que ya prejuzgó en el proceso al rechazar nuevos testi- monios, al tachar párrafos de la defensa e imponer multas a los abogados por expresiones que no eran gratas a los señores jueces, no obstante ser rigurosamente ex- actas. Su intención adversa ha si- do documentada ya, pero no obs- tante cabe esperar que la persis- tente y unánime presión popular pueda más que la obcecación de algunos jueces reaccionarios. Sea como sea, la campaña soli- daria debe intensificarse y no ter- minar más que después de lograr la libertad de Vuotto, do Diago y Mainini, para encararla luego por la liberación de los demás presos sociales. Que cada cual cumpla con su deber. Tfrhn lC ^intrai una V.rovincia V prosiguen con toda la nar.ión.' Aaui Después de avasallar Pm'sia 't Jlscc,nso de Ilitler al poder. En los momentos en que redactamos estas lineas, prosigue la Huelga Pe,n , r , Z T la- N ° Sabc, mOS -todavia■ 109 ¿'talles, ni su» consecuencias. Prever que el movimiento, a pesar del heroísmo que demuestran murhZ Z a militantes, a pesar del empeño y la abnegación de I n i ’ln i J h 1 Prolon9arse durante un tiempo largo. Por lo tanto plan- y decisión ° nuostro }U,cio d,ho realizarse urgentemente, con encr- La obstrucción a cualquier tentativa da la Intervención, debe ser una de las tareas importantes y de más vastas proyecciones. El estado de ánimo colectivo, que repudia a los embajadores del terror y del fascismo, debe- encauzarse hacia una sistemática labor de sabotaje y obstaculización. Pero hay que tener en cuenta que ello no es suficiente, porque en todas estas acciones, se posibilita, sino se hace unánimemente, la venganza personal }/ las medida8 de represalia. Por lo tanto, además de la negativa particular de obedecer las órdenes emanadas de la intervención, los anarquistas pro- piciemos : EL ANARQUISMO QUIERE: —LA SUPRESION DE TODO PODER POLITICO v la implantación de una sociedad federalista libertaria, cuya base orgánica sean las comunas, mu- nicipios libres y consejos diversos pa- ra las necesidades múltinlci de la or- ganización social (vivienda, educación, sanidad, seguridad individual y colec- tiva, correos y medios de comunica, clon, artes, obras públicas, etc.). Todos estos organismos se administran por gí mismos, y se interrelacionnn, sin Es- tado que los limite, obrando de aeusr- do a libres pactos y al mutuo apoyo. —LA SUPRESION DE TODO PODER ECONOMICO y la creación de organis. mos aptos pira la producción, distri- bución y cambio (cooperativas, sindi- catos de industria, consejos de fábrica y otros diversos, especializados, técni- cos, para regular el consumo, procurar mano de obra, establecer estadística, Intercambio, fomentar invo clones, des- arrollar el cultivo y la ganadería, etc., en lo que respecta a la ciudad y al campo). Esta amplia organización, es- tará en manos de los productores mis. mos, sin ninguna coerción de mino- rías capitalistas que usufructen la ri- queza social. —EN SINTESIS, desaparecidos, supri- midos ambos poderes (Estado y Capi- talismo), por medio de la revolución, habrá LIBERTAD PARA TODOS -»n rt orden soclal-político y BIENESTAR PARA TODOS en el orden económico. Tal es lo que el anarquismo quiere en t u principios: o sea, el COMUNISMO LIBERTARIO. ' L a BatälHs? d e Verdun'n'uoii if. La guerra, la reacción nece- sitan siempre del bozal: ¡La LA CONDENA A LOS ONCE No es posible, no deben permitirlo los trabajadores, que una con- dena tan bárbaracomo la que hunde a perpetuidad a once obreros pana- deros quede consumada sin resistencia y sin protesta. No se trata aquí de un simple conflicto gremial que afecta a deter- minado grcmio.no es incidente de lucha sin importancia que puede pa- yarse por alto. Es algo que afecta a todos los trabajadores organizados en primer término ya todos los hombres que poseen un vivo sentido de justicia. La condena de esos once obreros forma parte del plan reaccionario de destruir los sindicatos obreros de lucha, como forma parte del mismo plan el proceso de “asociación Ilícita y tantas otras formas de persecu- ción al movimiento obrero de la F.O.R.A. Esos hombres fueron sacri- ficados al designio reaccionario y se empicaron en este caso los métodos ya conocidos de la justicia de clase: torturas, falsedades, interpretación capciosa de la ley. El juez Cevallos, que dictó sentencia, es un Instru- mento de aquel plan y obra exactamente lo mismo que Beruttl, Díaz Cis- neros y otros de la misma especie. La enormidad misma de la pena Impuesta, el método de las torturas para imponer "confesiones" hacen que este proceso debe trascender de los trámites legales y plantearse al pueblo como un motivo de agitación y de lucha. Preparemos las fuerzas obreras por esta nueva lueba de reivindica- ción. EL ESFUERZO DEBE PRODUCIRSE EN LA MISRIA PROPOR- CION DE LA INJUSTICIA INFERIDA. OBREROS PANADEROS, La organización de una unánime negativa popular a pagar ningún impuesto ni contribución al Estado, en tanto esté en el gobierno el comisionado federal, hecho que fortalecerá la posición anarquista frente a toda contribución estatal y capacitará a la población para recurrir a las luchas directas, para lograr sus reivindicaciones ante cualquier clase de gobierno. Una negativa rotunda a participar en las elecciones a que con- voque el mismo, reafirmando en esta campaña la posición anarquista frente a todos los actos electorales, ,y frente a cualquier acción democrática. La organización de una potente huelga general, que paralice toda la vida industrial de la provincia, logrando de antemano la colabo- ración de todos los obreros y técnicos tn servicios públicos indispensa- bles. Esta huelga, debe tener eficacia decisiva, porque el poder de las armas no puede imponer el funcionamiento de las fábricas ni de los transportes vitales, si existe una fuerte conciencia y un espíritu de lucha como lo ha evidenciado el pueblo de Santa Fe. Ningún gobierno es capaz de dominar un movimiento de esta naturaleza. Los anarquistas haremos la necesaria aclaración en el seno del pueblo, en el sentido de eliminar la confianza en que la salvación o el supremo bienestar i régimen democrático. Estas luchas, orientadas exclusi- vamente por le métodos de la acción directa, permitirán establecer un combate a fondo contra el Estado, ejercitando beneficiosamente al pue- blo en sentido revolucionario. Incita- mos a realizarla con la mayor ampli- tud y a reproducir estos métodos en cuantas oportunidades nos enfrente la amenaza de la reacción o el fascismo. MONEDAS PARA EL MONOPOLIO rm la Casa de Moneda se están acu ñando en estos momentos, gran can- tidad de monedas, de 1 y 2 centavos. ¿Que aplicación pueden tener esos cobres en resuso? Unicamente faci- litar el cambio en los tranvías y otros vehículos do transporte, en los que serian aumentadas las tarifas como consecuencia de la aprobación de la ley de "coordinación”. ¡La colabora- ción y entrega del gobierno argen- ¡ trno at capitalismo extranjero, no I puede ser más descarado ni vergon- DE DIAGO NO DEBE QUEDAR COMO HECHO CONSUMADO Tenemos que rescatar a Vuotto, Mainini y de Diago. Debemos im- pedir la venganza de nuestros opresores. Nuestra libertad ha de ser expuesta para lograr la de ellos, porque su prisión será un triunfo de la reacción y el fascis- mo. Y lo conseguiremos www.federacionlibertaria.org

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Page 1: Acción Libertaria, Nº 15. Octubre1935

MASACRE DE M UJERES Y NIÑOS: ASI SE HA INICIADO L A G U ER R A

Contra la ficción de la democracia burguesa. Contra la dictadura y el terror fascista.

ACCION DIRECTA REVOLUCIONARIA.

I ta lia ha iniciado la invasión de E tiop ia .

E l m undo fu é conmovido con los resu ltados de los p rim eros "éx ito s’' do los bárbaros Bom bas arro jadas desde aviones han destrozado m illares de v ictim as . A d u a su fr ió los prim eros e fec tos de la gu e rra m oderna. M yje - re» y n iños ardieron en v ida o vola• ron en m il pedazos.

L a c ivilización llevó a A b isin ia lo m ás sa lien te de sus adelantos. Uva escuadrilla aérea y u n cen tenar de bombas han m ostrado a l m undo có­mo p iensan d ir im ir sus conflic tos los ultraciv ilizado8 E stados europeos, a quienes n inguno puede ca lifica r do cri­m inales, porque se expone a l fu sila ­m ien to o a la cárcel.

S i la s ituación no fu e ra ta n dra­m ática, s i los bru ta les, incalificables resu ltados do la p rim er o fensiva no nos pusie ran por delan te el cuadro in fe rn a l de despojos hum anos sem ­brados en la s tie rra s del pueblo ctio-

•po, s i h a sta noso tros no llegara , como latigazo, hasta d a m o s vergüenza , el hondo dolor de los deshechos a bom­bazos, podríam os hacer la m ás gran- ds comedia, con esos m onstruos incu­bado» en cada país, para de fender in ­terese» y sa tis fa ce r am biciones de busguescs a fanados por m á s botín, por m ejo res m ercados, por d ar salida a t u 8 productos o a su s arm am entos-

R eaccionan los pueblos an te lo odio­so del asesina to que M usso lin i d ir ig e ; se lo im ag inan a l “duce" como uno f ie ra dictando órdenes, llam ando o 10 .000 .000 de ita lianos en la m ás grande m ovilización hecha en el 1 do., o como a un endem oniado d irector de u n a conquista que costa rá enormes sacrific ios de una y o tra parte .

' L o que la m asa hoy enm udecida de espanto no en tiende s iem pre, es <j M itfso lin i hace en estos in sta n tes fMe el Japón está haciendo con chinos, lo que hicieron los ' ’gloriosos ejérc itos’’ da In g la te rra , E stados U ni­dos, F ranc ia , E spaña , B élgica, Rusia , A lem ania , p a ra poner bajo su dom i­nio las colonias que tienen en e l A sia , A fr ic a , o A m érica .

S in ie stro en su ac titu d , el d ictador italiano ocupa en la h istoria un lugar ■junto a todos los E stados im peria lis­ta s que tom aron para s í cosas ajenas, tam bién con el p re tex to de civilizar, de sa lvar a los pobres hom bres que pueblan re m illones las regiones “sal­v a jes”, tam bién , claro está , para lle­var los adelantos de n uestra civiliza- C'ón, la fe de los dogm as cristianos, a las razas de color. Lo d ijo é l m ism o a lo8 del “Echo de P arís’’: Y o quiero para Ita.lia lo quu quisieron e hicieron para, sus países los m ás grandes gleses y franceses”

E s la ley del cap ita lism o moderno. A sa lta r regiones r ica s en fu e n te s pro­ductoras, en hom bres ap tos para la esclavitud, en m asas que a l m ism o tictnpo que elobaron las riquezas

vfiUte ju-iiiúé goza^jM ^im tjo .-el. /« wgilar de capataces, guardianes, pangas o milicos, sirvan de mercado consumidor para las exportaciones de los dom inadores y protectores.

M illones de seres fu e ro n m asacra­dos, deshechos a cañonazos, quem ados vivos, torturados s in asco, en el Con­go belga, en el S fa m ie co s español, en • la A rge lia francesa , en la In d ia o el

— Sudán, K cn ia o U ganda británicos, en el Cam erún alem án, en H aití, Cu­ba, F ilip inas de E stados Unidos, la Corea o C hina japonesas, en lo Irs colonias de los E stados m ás vüizados" de la tierra .'

In g la te rra , E spaña , y los dc¡ que hoy aparecen en oposición al •men de I ta lia fa sc is ta , tienen en haber los m ás inicuos atropellos re las rosas de color, y cuentan con e jé r ' tos que so ensañaron a su tiem po c m ultitudes desarm adas, indefensas, cuidas bajo las ansias de conquista de grandes capitalism os o de los ostra ' togas m ilita res que sobre el mapa n u n d ia l eligieron bases para su s ope­raciones.

Y eso debem os recordar ahora, cuan­do la locura im peria lista desata llu­vias do bombas, gases y explosivos bre los etíopes.

P orque la guerra no quedará cuvscrip ta re las regiones del A fr ic a O riental. A m enaza extenderse a todo el m undo. Y la lucha contra la m ism a adquiere características decisivas, pa­ra los proletario* y para los pueblos.

LA INTERVENCION A L A PROVINCIA DE SANTA F E ES UN PASO FIRM E HACIA LA

D O M IN A C IO N F A S C IS T A

ITÁtiAAño II. — N9 15. — Precio 10 centavos. Buenos Aires, Octubre de 1935

L O S A N A R Q U I S T A S DECIMOS AL PUEBLO

V IJ O T T O Í EL FASCISMO A I N I N IEn estos Instan tes, todo parece tender a confundir al pueblo, c o n ­

tr a la reacción que nos aprisiona cada vez más, contra el fascismo, los políticos inc itan a responder con boletas electorales, en los — si se rea lizan — próximos comicios.

Votar. Poner a Alvear en el lugar de Justo. A Repetto y sus am i­gos en sus bancas ya vitalicias. Llevar al latifundista Prcyrrcdón o al fasc ista Fresco a l g o b ie rn o ... He aquí la m entira — dique para la acción de las m asas — que de todos los bandos políticos se arroja. Y, lo que es m ás grave, como anzuelo todavía es eficaz.

¿No bastan los hechos de la provincia de Buenos Aires, todos los a tropellos y las m aniobras que se hacen p a ra no abandonar las posicio­nes públicas y los beneficios del presupuesto? ¿No enseña nada la in ­tervención no justificada por n ingún motivo legal a la provincia de S a n ­ta Fe? ¿No circula ya en el am biente la versión de un atropello Idén­tico a E n tre Ríos?

¿Qué recursos de defensa tiene la ta n decantada democracia que todos elogian, cuando estam os viendo que nos entrega poco a poco al fascismo, si no a la d ictadura m ilitar?

L a rea lidad nos golpea, las experiencias anteriores nos g ritan y se­ñ a lan e locuentem ente el cam ina a seguir. Con mítines pacíficos, con d e ­claraciones y sim ples expresiones de anhelo, nada se logrará, H ora es ya de organizar la acción, de form ar los cuadros de defensa an tifascista.Que el proletariado y el pueblo com prendan que si lio se lucha, si no se está dispuesto a apelar a todos los métodos de acción, p a ra defender nuestras elem entales libertades y oponernos al crimen y al te rror, será inú til toda confianza en terceros. Desde ahora , dediquemos todos nues­tro s esfuerzos, pa ra lograr que en e l m om ento necesario podamos apli­c a r el a rm a m ás eficaz, po ten te y unánim em ente:

LA HUELGA GENERAL

Los presos de Bragado han con­fesado su delito: ser anarquistas. Ningún otro. Lo saben bien jue­ces, gobernantes, policías. Lo sa­ben quienes los han torturado y los que ahora intentan condenar­los a prisión perpétua. Pero el odio de clase, la necesidad de aplastar a quienes insurjen y pro­vocan la rebeldía del pueblo, con­vierte en verdugo al más inocente burgués.

Ya no somos sólo los anarquistas quienes defendemos a hermanos nuestros caídos en la lucha. Es to ­do el pueblo, son todos los traba­jadores. Un clamor de protesta se levanta de uno a otro extremo del país. Son voces que se alzan de los mítines y actos públicos, son palabras grabadas en millares —millones ya— de impresos. Y a las palabras, a los manifiestos, acompañan columnas humanas, puños resueltos, voluntades fir­mes, nervios en tensión.

L a in te rvención federa l, precedida por la tom a del gobierno por parte de un genera l del ejérc ito , e stá ya instalada en la provincia de S a n ta F e.

Innecesario es expresar aquí lo que esto hecho sig n ific a , desde el punto de v is ta legalitario ta n m anoseado constan tem ente por los actuales gobernantes, y ta n hábilm ente aprovechado, con recursos do procurador astu to , por el m in istro del in terior. Toda la p rensa ha expresado su. sor­presa p rim ero y su p ro te sta después por ta n insólito aten tado .

D esde otro pun to de en foque, im plica un pa3o m á s hacia el fascism o, hacia e l desconocim iento de las m ism as form an de cncubrición democrática sobre hechos dic tatoria\cs. S ig n if ica u n desafío a todo Si pueblo, especial­m ente al de la p rovincia invadida por el poder central. P osiblem ente, la biisqueda de nuevos m otivos para decretar el estado d e sitio en todo el- país. Y un anticipo do Id de fensa desesperada que se hará en fecha breve — ya se ha iniciado— de las posiciones pública-s ta n fá c ilm en te logradas después del S de sep tiem bre do 1930.

H em os seguido a ten tam en te e l desarrollo de loa sucesos. No» ha inte- fe saáo v ivam en te sober cómo se recibía en la provincia de S a n ta F e la noticia d e la intervención que el Congreso no tuvo tiem po da sancionar y que el P . E . envió por decreto. Y , debem os decirlo con c laridad, no hemos confiado en las declaraciones te rm inantes de los funcionarios del gobierno depuesto y los je fe s del partido o fic ia l, en e l sentido de que la in tervención fe d era l sería resis tida con la fu erza . Tam poco tuv im os fe en la agitación, dem agógica en grado superla tivo , que a lgunos partidos hacían favorecido$ por la protección o fic ia l y la aquiescencia de los funcionarios policiales. P orque sabíam os, por experiencia revolucionaria, que m ovim ien tos de e st* índole no se im prov isan en las calles, con g ritos y ron m anifestaciones, y m enos aún pueden rea lizarse con u n a base ta n fa lsa como las directiva« políticas de u n gobierno, por m á s liberal y dem ocra tizan te que sea.

P la n te a r an te e l pueblo la consigna de defender, unidos gobernante$ y pueblO' oprim ido h a s ta ayer, — y en esc m ism o m om ento— por los p f i* m eros, s in hacer la verdadera composición de lugar, s in establecer con­diciones e lem entales y s in p reven ir públicam ente acerca de los peligros de que el. gobierno local se a firm e y se vuelva con tra e l pueblo quo lo apoyó — m isión especifica de todo Estado— es indudablem ente algo arriesgado, que solam ente po líticos inconscientes y deseosos de pescar en río revuelto pueden hacer, y a s í obraron socia lis ta s ,'d em ócra ta s progesistas, fraccio­nes radicales y bolcheviques.

L os anarqu ista s, por interm edio de su Com ité de Relaciones de Grupo» Locales, hicieron u n a declaración y un llam ado incita tivo a la lucha: p lan­tearon claram ente la posición que debía asum irse . N o hicieron la defensa ele la, democracia, sino por e l contrario re a firm a ro n su ac titud perm anente tr e n te a la m isv ia , y que tan ta s veces hizo levan ta r la voz anarquista de pro testa con tra los actos del gobierno dem ócrata progresista , Pero a firm a ­ron que en esos m om entos había, que luchar contra la in tervención, porque era el fa sc ism o y era la d ic tadura que se im plantaba en la provincia ¿Qué métodos propiciaron? L a ficción d irecta , la H uelga General, y en últim o extrem o la insurrección popular.

E s ta posición es d igna de con frontarse con las de todos los político8 y especialm ente con el desarrollo u lte rio r de los sucesos. E l gobierno se entrego el func ionario que e jercía e l m ando abandonó la Casa de Go- W V C ° a f t r " publicidad un m an ifie sto con v istas a la poste- > ¡acia, im a vez que el generai, Costa asum ió el poder. L a H uelga G eneral aplicada au tom áticam ente una vez conocido el decreto, no tuvo el v iqor de la an terio r, bajo e l apoyo del gobierno depuesto . E l comercio no secundó

_ pro testa , porque se tra taba de un hecho consu- rra inevitab le; y a estaba instalada. A l pueblo, a l > m ayor parte por los políticos, les fa lta -o n

H C tm , t e t i s t i r a „ T „ .™ V . Í S ? * Í C“ ‘™ * ? « »

Redoblemos la campaña por lospresos de BragadoPróximo fallo

de la Cámara

Como respuesta del decreto dic­tatorial del Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, negan­do permiso para la ventilación pú­blica de ese crimen de la reacción que es el proceso de Bragado, la campaña se ha extendido, intensi­ficándose, en todo el pais, habién­dose llenado el vacío que existía a ese respecto en la misma Capital Federal con la creación de un Co­mité especial de base sindical que cuenta con la adhesión i’.e los más importantes organismos obreros autónomos y cuya actividad ha de atraer grandes núcleos populares.

En medio del cúmulo de iniqui­dades con que la reacción ha caí­do sobre los trabajadores el caso de Bragado constituye uno de los exponentes más acabados de crueldad y de cinismo judicial siendo por eso mismo el mejor

símbolo do la represión actual, un hecho que revela integramente los métodos de venganza a que acu­den los representantes del odio burgués cuando quieren aniquilar y aterrorizar a los militantes de avanzada. Comprendiendo o intu­yendo esta calidad del proceso, es que grandes conglomerados popu­lares han levantado el caso de Bragado como una bandera de lu­cha contra la represión bárbara. La liberación de nuestros compa­ñeros Vuotto, de Diago y Mainini se ha convertido en un objetivo inmediato en esa lucha, que en ca­so de arribar al triunfo será no solo un triunfo circunstancial, si­no un gran paso en el camino de la liberación de todos los presos sociales de todas las víctimas de la represión, entre los cuales debe­mos siempre recordar en primer término a los obreros panaderos condenados a prisión perpétua, a los presos por asociación ilícita y a otros igualmente graves.

La lucha por los presos de Bra­

gado es por consiguiente una ba­talla decisiva queen estos momen­tos están librando los trabajado­res dignos de todo el país, al mar­gen de toda cuestión especial de tendencia, como deben necesaria­mente ser las campañas de esta es­pecie. Esto quiere decir que es preciso concentrar y volcar todas las energías en esta acción inme­diata que habrá de alcanzar pro­yecciones mucio más vastas que la sola obtención de la libertad de tres hombres inocentes acusados de un crimen monstruoso Impo­ner un mínimum de justicia en un momento como éste será tonificar las fuerzas proletarias, levantar el espíritu de lucha en el pueblo, crear la posibilidad de más vastas reivindicaciones. Es pues una em­presa que implica una enorme res­ponsabilidad para todos los mili­tantes obreros y libertarios.

Es preciso ahora mismo intensi­ficar en todas partes la campaña. Está muy próximo a producirse el fallo de la Cámara, de esa misma

lim i iinánin ......._m a d o : la in tervención i prole tariado, d irigido ei .......... .." 'ten taciones precisas para ac tuar. ^ __v,- jo m o re s is tir a la fu e rza del ejérc ito qu<¡ allanó el camino til in te rv e n to r ' sc hacrVJ , e *C9' T r.cs^ [ ”rdando? Con ataques esporádicos y aislados no má* r * Z Z ™ V? lUCtÓn m ,defÍCnd? Vad,L Tod° 3 « « ¡ ''" o s y m uchos m as r e ie s tia el g rave problem a p lanteado a una m u ltitu d desorientada lanzada a la calle y am ordazada luego fác ilm en te por el terror.

___L.® luch* con tra la in te rvención a S a n ta F e debe in tensifica rse nhrrncon otros m étodos, con orientaciones c laras. P erm itir que todo ocurra

m iento de p ro testa y de acción popular, sería neg

; ejemploa em u larse en acciones posteriores.

Por todos los presos sociales

Cámara Segunda de Apelaciones de Mercedes que ya prejuzgó en el proceso al rechazar nuevos testi­monios, al tachar párrafos de la defensa e imponer multas a los abogados por expresiones que no eran gratas a los señores jueces, no obstante ser rigurosamente ex­actas. Su intención adversa ha si­do documentada ya, pero no obs­tante cabe esperar que la persis­tente y unánime presión popular pueda más que la obcecación de algunos jueces reaccionarios.

Sea como sea, la campaña soli­daria debe intensificarse y no te r­minar más que después de lograr la libertad de Vuotto, do Diago y Mainini, para encararla luego por la liberación de los demás presos sociales.

Que cada cual cumpla con su deber.

T frh n l Ci ntrai una V.rovincia V p rosiguen con toda la nar.ión.' A a u i

D espués de avasa lla r P m 'sia 't J lscc,nso de I litl e r a l poder.

E n los m om entos en que redactam os estas lineas, prosigue la H uelga Pe, n , r , Z T la- N ° Sabc, mOS -todavia■ 109 ¿ 'ta l le s , n i su» consecuencias.

Prever que e l m ovim ien to , a pesar del heroísm o que dem uestran m u r h Z Z a m ilitan tes , a pesar del em peño y la abnegación de

I n i ’ln iJ h 1 Prolon9arse duran te un tiem po largo. P or lo tan to plan- y decisión ° n uostro }U,cio d ,h o rea lizarse u rgen tem en te , con encr-

La obstrucción a cualquier te n ta tiv a da la In terven ción , debe se r una de las tareas im portan tes y de m ás va s ta s proyecciones. E l estado de ánim o colectivo, que repudia a los em bajadores del te rro r y de l fasc ism o, debe- encauzarse hacia u n a sistem á tica labor de sabota je y obstaculización. Pero h a y que te n er en cuen ta que ello no es su fic ien te , porque en todas estas acciones, se posib ilita , sino se hace unán im em en te , la venganza personal }/ las m edida8 de represalia . P or lo tan to , adem ás de la n ega tiva particu lar de obedecer las órdenes em anadas de la in tervención , los anarquistas pro­p ic iem os :

EL ANARQUISMOQUIERE:

—LA SUPRESION DE TODO PODER POLITICO v la im plantación de una sociedad federalista libertaria , cuya base orgánica sean las comunas, m u­nicipios libres y consejos diversos p a ­ra las necesidades m últinlc i de la or­ganización social (vivienda, educación, sanidad, seguridad individual y colec­tiva, correos y medios de comunica, clon, artes, obras públicas, e tc .) . Todos estos organism os se adm inistran por gí mismos, y se in terrelacionnn, sin Es­tado que los lim ite, obrando de aeusr- do a libres pactos y al m utuo apoyo. —LA SUPRESION DE TODO PODER ECONOMICO y la creación de organis. mos ap tos p ir a la producción, d is tri­bución y cambio (cooperativas, sind i­catos de industria, consejos de fábrica y otros diversos, especializados, técn i­cos, p a ra regu lar el consumo, procurar m ano de obra, establecer estadística, Intercambio, fom entar invo clones, des­arro lla r el cultivo y la ganadería, etc., en lo que respecta a la ciudad y al cam po). Esta am plia organización, es­ta rá en m anos de los productores m is. mos, sin n inguna coerción de m ino­rías capita lis tas que usufructen la r i ­queza social.—EN SIN TESIS, desaparecidos, supri­midos ambos poderes (Estado y C api­talism o), por medio de la revolución, hab rá LIBERTAD PARA TODOS -»n rt orden soclal-político y BIENESTAR PARA TODOS en el orden económico. T al es lo que el anarquism o quiere en t u principios: o sea, el COMUNISMO LIBERTARIO.

' L a BatälHs? d e Verdun'n'uoii if.

La guerra, la reacción nece­

sitan siem pre del bozal: ¡La

LA CONDENA A LOS ONCENo es posible, no deben perm itirlo los trabajadores, que u n a con­

dena ta n bárbaracom o la que hunde a perpetuidad a once obreros pana­deros quede consumada sin resistencia y sin protesta.

No se tra ta aquí de un sim ple conflicto grem ial que a fecta a de ter­m inado grcm io.no es incidente de lucha sin im portancia que puede p a ­yarse por a lto . Es algo que a fecta a todos los traba jado res organizados en prim er térm ino y a todos los hom bres que poseen u n vivo sentido de justicia.

La condena de esos once obreros form a p a rte del p lan reaccionario de destru ir los sindicatos obreros de lucha, como form a pa rte del mismo plan el proceso de “asociación Ilícita y ta n tas o tras form as de persecu­ción a l movim iento obrero de la F .O .R .A . Esos hombres fueron sacri­ficados a l designio reaccionario y se em picaron en e ste caso los métodos ya conocidos de la justicia de clase: to rtu ras, falsedades, interpre tac ión capciosa de la ley. El juez Cevallos, que dictó sentencia, es un Instru ­m ento de aquel plan y obra exactam ente lo mismo que B eru ttl, D íaz Cis- neros y otros de la m ism a especie.

L a enorm idad m isma de la pena Impuesta, el m étodo de las to rtu ras pa ra im poner "confesiones" hacen que este proceso debe trascender de los trám ites legales y plantearse a l pueblo como u n motivo de agitación y de lucha.

P reparem os las fuerzas obreras por e sta nueva lueba de reivindica­c ión. EL ESFUERZO DEBE PRODUCIRSE EN LA MISRIA PR O PO R­CION DE LA INJUSTICIA INFERIDA.

OBREROS PANADEROS,

L a organización de una unánim e ne g a tiv a popular a p a g a r n ingún im puesto n i contribución a l E stado, en ta n to e sté en e l gobierno el comisionado federa l, hecho que fo rta lece rá la posición a n arq u ista fren te a toda contribución e s ta ta l y c ap a cita rá a la población p a ra rec u rr ir a la s luchas d irec ta s , p a ra lo g ra r su s reivindicaciones a n te cualquier c lase de gobierno.

U na n egativa ro tunda a p a rtic ip a r en las elecciones a que con­voque el m ismo, rea firm ando en e s ta cam paña la posición an arq u ista f re n te a todos los actos elec torales, ,y f re n te a cualqu ier acción dem ocrática.

L a organ ización de una po ten te huelga genera l, que para lice toda la vida in d u stria l de la provincia, logrando de an tem ano la colabo­ración de todos lo s ob rero s y técnicos t n serv icios públicos ind ispensa­bles. E s ta huelga, debe te n e r e ficac ia decisiva, porque el poder de las a rm as no puede im poner el funcionam iento de la s fáb ricas ni de los t r an sp o rte s v ita les, s i ex iste una f u e r te conciencia y un esp íritu de lucha como lo h a evidenciado el pueblo de S a n ta F e . N ingún gobierno es capaz de dom inar un m ovim iento de e s ta na tu ra leza . Los an arq u ista s harem os la necesaria aclaración en el seno del pueblo, en el sentido de e lim ina r la con fianza en que la sa lvación o e l suprem o b ienestar

i rég im en dem ocrático.

E s ta s luchas, o rien tad a s exclusi­vam ente po r le m étodos de la acción d irec ta , p e rm itirán e stab lecer un com bate a fondo c o n tra el E stado, e jercitando beneficiosam ente al pue­blo en sen tido revolucionario. Inc ita ­mos a rea liz a rla con la m ayor am p li­tud y a rep roducir e stos métodos en c uan tas oportun idades nos e n fren te la am enaza de la reacción o el fascism o.

MONEDAS PARA EL MONOPOLIO

rm la C asa de M oneda se e stán acu ñando en estos m om entos, g ra n can­tidad de m onedas, de 1 y 2 centavos. ¿Q ue aplicación pueden te n e r esos cobres en resuso? U n icam ente fac i­lita r el cambio en los tran v ías y o tros vehículos do tran s p o rte , en los que se rian aum en tadas la s ta r i fa s como consecuencia de la aprobación d e la ley de "coordinación”. ¡L a colabora­ción y e n tre g a del gobierno argen -

¡ trno a t cap ita lism o ex tra n je ro , no I puede se r m ás descarado ni vergon-

DE D I A G O

NO DEBE QUEDAR COMO HECHO CONSUMADO

Tenemos que rescatar a Vuotto, Mainini y de Diago. Debemos im­pedir la venganza de nuestros opresores. Nuestra libertad ha de ser expuesta para lograr la de ellos, porque su prisión será un triunfo de la reacción y el fascis­mo. Y lo conseguiremoswww.federacionlibertaria.org

Page 2: Acción Libertaria, Nº 15. Octubre1935

os presos de Bragado, todos los esfuerzos

bre de se res hum anos t ir ita n d o a las p u e rta s de pa lac io s en que los perros son cuidados en medio de los m ayo­re s lu jo s , e s decir una m e n tira , una g ran m e n tira , ¿no e s c ierto?

Q uien descubra algo de ve rdad en los derechos del p riv ileg io , que a p a ­rezca . M en tir h a sido necesario a los seño res feudales y a los revvs, y lo h ic ieron poniendo en su s bocas su ­p uesto s m andato s d ivinos. P a ra robar a lo s cam pesinos, el c lero dom inante a n te s de 1789 en F ra n c ia , m andaba po lizontes y to r tu ra b a en nom bre de D ios, y T o rqueniada, el inqu isidor su ­prem o, a sesino en m edio de to rm en­to s a squerosos, en nom bre de Cristo...

L a m e n tira m oderna , la U ñem os estam p ad a en to d a s la s constituc io ­n es bu rg u esa s : lib e rtad , fra te rn id a d , igua ldad . E l a r te de m en tir , crece en la política en proporción m ism a a ¡as e no rm idades que se qu ie ren prese:

. V eam os. .

E m pecem os por un fenóm eno g e ­n e ra l. L a " superproducc ión” _ Decir p rim ero que l’.ay en el m undo 30 m i­llones de desocupados. T rad u c ir en­segu ida que e llo sign ifica m ás de 200 m illones de s e re s en la m ás neg ra m iseria . H ac e r e s tad ís tic as s o b r e qu ieb ras, suicidios, en ferm edades, d e ­m entes , m ortandad in fan t il, v a la r -

a reng lón seguido decirnos, por boca de los tecnócra ta s , a qu ienes por su especialización no se puede ta c h a r de u to p is ta s , ni por su neu tra lism o pue ­d e ponerse fu e ra de la _ ley p o r anar- q u ita s que hay a d isposición i’el hom ­b re e n e rg ía ilim itad a , que reduciría a una ho ra de tr a b a jo hum ano la contribución necesaria . C ita r de inm e­d ia to , que la C o n fe re n c ia _ In u rn a c io -

cultiv que des Ir5 «le

es ley

Guerra, Democracia y Unión Sagrada

EN GUARDIA CONTRA UN ERROR FATAL

¡ de esl

de a r . decir que la cri¡ tu ra l" , que b a s ta r ía , citem os una so­lución dada, una g u e rra p a ra liq u i­d a r unos 200 m illones de desocupados, pa rece cosa de locos. P e ro todo se explica “ c ien tíficam en te '', con u n a m e n tira m á s . . .

M eló, es un g ra n m in istro . Pese a los g r ito s de ‘‘La P re n sa ”, que lo pone avilo de p ies a cabeza todos lo s d ías, y pese a “C rítica", que p r i­m ero ,.lo aca ijc ia , le c a n ta ,a m o re s o

■ íe póm- de lan te “ el rfeterm lhism o sen­tim en ta l" ú e C a rlo s F . Meló, y des­pués lo r ev ie n ta negándole v irtudes de eonst*ucionalis ta .

M eló es, podríam os decir s in e x a ­g e ra r , un m in is tro sim bólico. N o es fa sc is ta . N o es ssc ia lis ta . No es m i­l ita r is ta . Ni tam poco es am igo de S ánchez Sorondo. E s un m in is tro que tien e su juego. ¡Y que juego! Juega como qu ie re con las au tonom ías, le c an ta sonetos h a s ta hace r b r 'n e a r de a leg r ía a los p ropios p e 'u d is ta s y e n tre v e r tib ia s esperanzas a los neo- d em ócratas del bolchevism o criollo . Y de repen te , zas!, corre y g an a en C orrien tes y en S an tiag o , m anda tro ­p as a S a n ta F é . y dice po rquería s ta n g randes en nom bre de la s leyes que el e sp ír itu de D íaz Y élez sa lta rab io -

P e ro los e sp ír itu s no a su s ta n a quien cu en ta con un general C osta, con ta n q u es y con aviones de bom ­bardeo. Ni tam poco las am enazas de los políticos, po rque los conoce, a t ra v é s de si m ism o. Y con o tra m en­t i r a g ran d e -como una ca°a , Meló avanza. Y p a ra da rle en la panza a A lvear, lo c ita en su decreto . ¡Mein lindo!

S 'm la F é p ro testa fre n te a l vo to del Senado . E l pueblo paraliza ac tiv ida ­des y exige respeto P ero Alelo, bale todos los records de la audacia. Se­gún los técnicas en derecho, llega, a nn grotesco d ispara te. P orque m iren V d s que ju s t ific a r la in tervención se- ñ n ’-trdo en p r im e r térm ino la anor­m alidad que re ina a ra íz de la am e­naza de in tervención , es audacia que n i los fa sc is ta s se a tre ve ría n a co­

sí hora fa l t a qu» Meló fre n e a l pe- rir,cismo. Porque el periodism o in.com-

: no titu 'm ite.

de l p ro fesor M ;Io, que se pone a no con la época y es m ás franco el ic s to de burgueses y políticos a u n hablan de honestidad y de respe­to , de democracia y libertad .

Que los dem ócratas p ro g re s is ta s de S a n ta F é nos hab len de la libe rtad c iudadana, y a sesine su polic ía a los obreros hue lg u ista s; que los radicales de A lvear p rom etan re s t itu ir la s li­b e rta d es y- se em pecinen en i r a las u rn a s pese a todo, y con nuevas “ e fec ­tiv idades conducentes", que los so­c ia lis ta s “sa lven el honor del p a rla ­m en to '1 y caigan como novatos en la ence rrona que los nuevos “ genufle- x os’’ les ap lican , al v o ta r el mono-

c -.am orados de la dem ocracia que aconsejen v o ta r a los jad íen les y so-

E ta m o s o tra v ez en tina s ituación sem e jan te a la p lan ­ada en 1914 por lo que respecta a la posibilidad inm é­rita de un con flic to i u ta nacional que a rrastre a lina

A h o ra como entonces se v a n p iaduciendo concentra- ones de fu e r za s nacionales, conglom erados bélicos que •spm tden a determ inados i:<teretes y que sirven de he-

ca n tes1 de a rm am entos. A l m ism o tiem po se run pohiri- zando, in tc rnaeionabnenle, las sim p a tía s populares por

otro bando ríe los probables con tendien tes, inclina- que cada una de las po tencias en ju e g o tiene mi­

e l sólo e fec to m oral eiue eso puede s ig n ific a r , sino para yrnveehurlo e ven tua lm en te en toda fo rm a de contribu

S ie m p re ha sido im p o r ta i’te para n n gobierno en tra n -

......................................... biendeter relia

ó* ¡á,te. De

m gr

i ella cel 7

ir el ciego fa n a tism o de las ittic ída lucha conto si fu e ra

ico res privaciones y .infria ior en tusiasm o a lo guerra

m ita

? queh a y en juego i . . .ticos o do fin a n c ista s, ávidos de acaparar riquezas y p 1 der. P roducir la ilusión idealista , en trom eter un siiiuih ero de ju s t ic ia en la b ru ta l reyerta , es para los golne nos y E sta d o s m ayores tan v ita l como abastecer a Ir, tropas y m an tener lo que ellos llam an, la "m ora l" de le

i Quii los X- ■i,lo.:

cr qued ial uno de los bandos be ligerante/

t.a "por la democracia o la cultura y no por colonia canos, hegem onía c om erciali /¡Quién no sabe q-". conflic to bolibiann-paraguayo se ha derram ado sai beneficio de entprei

su lta * C, a¡iier. labcmtodo (

ii producida por la y-

astrai- consigo a esi

•rimen, agregando i

la qué pun ió llegó la i del l i , cuan im p erio­r iento g n e rren s ta , que cidas m entalidades re-

! all e tiq u eta de libe»

tu ra . A s i, unos por extrav io , o tros por tra ición lisa y lla­na. inuchos hom bres quo constitu ían liders de la3 masan laboriosas, se complicaron con los organizadores y be­ne ficiarios de la m a tanza . S e vió hasta qué punto tenia im portancia la ju stifica ció n litoral de la guerra , la invo- envión d e 'm o tivo s idealistas, base indispensable para la, form ación de l'is “uniones sa g ra d a s ’ en que el pueblo, adem ás de se r sacrificado, es burlado ignom iniosam ente . Y se vió tam bién el enorme daño que esa a c titu d produ­jo a la causa del prolela i iado, la causa de la liberación social. . .

E s pues v ita lm en te necesario precaverse contra toda posibilidad de caer en las m ism as redes, de in cu rrir en el m ism o trágico error.

E l peligro, desde luego, exisle. Con m otivo de la agre­sión ita liana contra A b istn ia , con m otivo de la a lianza fra n co rusa con probabilidad de a tra e r a s u órbita a, G ran B re lu ñ a , con motivo de los planes m ilitares d?. Hl- tlc r , del apoyo expreso V público hecho p or e l gobierno ruso a l m ilitarism o francés , se está gestando en todas

partes u n a n ueva " unión s a g r a d a s e están preparando nuevos ju s t ific a tiv o s sem ejan tes a los anteriores, fren te a la posibilidad iihn inen te de un conflic to general.

L a lucha contra el fa sc ism o , en de fensa de la demo­cracia y de la “pa tria del p ro le ta ria d o ’ ha de ser ln in ­vocación dom inante para ju s t ific a r la adhesión a d e ter­m inadas potencias m ilita r is ta s y em pu jar a la m atanza a m illones de proletarios. Lo m ism o que a n te s se decía contra e l m ilita rism o alem án o contra el zarism o ruso . Como s i el fascism o, levantado sobre la base de un na ­cionalism o morboso, no fu e ra resallado de la últim a guerra , de la psicosis creada por ella. Como si no se com­prendiera que e l peor modo de deb ilita r un nacionalismo agresivo d e l tipo alem án es propiciando una coalición mi- lila r contra e l m ism o. Como s i fu e ra una g ra n g m a n d a , para la causa de la libertad de los pueblos, /¡¡avocar la derrota m ilita r de un bando d ic ta toria l, con el consi­gu ien te sedim ento de odio que queda en el puebla a fe c ta ­do, pura vigorizar el bando que resulta v ictorioso.

Los proletarios conscientes, los revolucionarios, todos los adversarios consecuentes de ¡a g uerra deben oponerse

tcnsib lem ente se preparan. E s ta r contra el m ih iu n sm o y la guerra , s ig n if ica estarlo e?i todas su s m a n if cu-liciones

dos norm ales, cuando no h a y electricidad bélica en la a t m osfera , es fá c il hacer profesión de fe an t¡guerrera , co­mo sucede con ciertos pac ifistas burgueses, que. m ego, cuando las cosas se. ponen graves, aceptan la resu, de la •'de fensa de la patria". Lo im portante y e ficaz , p reci­sam en te oponerse a la guerra en las m om entos cri'icos, atacarla y presentarla a l desmido, por encim a de los Hi­ja m es soglsi.ias con que so pre tende ju s t ific a r la .

E l hecho que nna potencia "dem ocrática" e sté in gue­rra con o tra dom inada por el fascism o, no es nn motivo su fic ie n te para que aconsejem os a los obreros que per­tenecen a la prim era, e l abandono de ln obstaculizo ,lón y .sabo tage a la guerra que hemos propiciado sie m m e , pa­ra ponerse fie lm en te a l servicio de "su" E stado M ayor V lie “su " burguesía im peria lista . E so s obreros podrían ir

ten te m ás allá de la fro n tera , pero de hecho serán in s tru ­m entos de la casta m ilitm is ta que los d irig irá en 1.a con­tienda, in strum en tos even tua les d e l fa sc ism o en su pro-

Y a s i como la lucha contra el fa scism o no pw d e s a ­tín m otivo para realizar m ,a “unión sagrada" con la bur­guesía y e l m ilitarism o de de term inados p a is 's , en -lis­ta a la guerra , tampoco debe serlo para sosten , r y v igori­za r in ternam en te el dom inio de c iertas fracciones <le la burguesía bajo el lema de la 4 salvación de la democra­cia". S e puede y se debe com batir la barbarie fa sc ista en e l terreno nacional e in ternacional, se pueden d:t<ndcr con el m ayor denuedo las conquistas populares, s in nece­sidad d e abandonar posiciones de lucha v ita les, como son las que el proletariado revolucionario ha m antenido siem ­pre contra el m ilita rism o y contra el capita lism o en sus d iversas fo rm a s. N u n ca te r ía m ás ne fasto que en este caso la aplicación de la teoría del mal menor.

N o estam os aqu í an te un caso de fr ía y abstrac ta es­peculación doctrinaria o de escrúpulos de p u re za . E s para nosotros un problem a de extraer una trasccnncn'.al lección h istó iica , de c v i \ u que un fu n esto error sea co­m etido para beneficio da los peores enem igos ar ¡a hu ­m an idad: los em presarios de la guerra, los m ilita r is ta s .

E s necesario en m om entos críticos cómo este estar dispuestos incluso a ponerse en contra de determ inadas corrientes populares. A n esgo de pasar por "d erro tis­ta s" de "enem igo", de contrario a la "sagrada u n ió n ’ cir­cunstancia l, elebemos pe rs is tir en una recta oritntae de lucha an tim ilita ris ta ¡j antigubernam ental, en la - gurirlad de que el pueblo sabrc, rom prender nuestra po­sición, lio bien se despeja la m araña d e s u jis m u i Que n ientáncam cnte lo ofuscan-

J hhüéiií o m h ¡ é |o so c ic ic ie n s m y k n »

NO H A B R AJUVENTUD

combativa, un ida en la lu ­cha, d ispuesta a la acción, vanguardia en todos los m o­vim ientos reivlndicadores, en ta n to se haga política p a r­tid ista y se quieran im poner • consignas demagógicas a !e ja- . das de la verdadera posición.

revolucionaria icomo se h a pretendido h a - J ce r en un :c :icn t* Congreso I Juvenil buM ievique realiza­do en San ta Pe. No sabem os . si todas la s delegaciones anunciadas e s ta rá n en la > misma condición que ¡a Ju - vcnttid L ibertarla, que no asistió, y a la que hacen ad ­h e rir con toda m ala fe. Lo que afirm am os es que

sin los jóvenesluchadores por la libe rtad in tegral; s in elim inar en sus m entes la u tópica creencia ds que p redom inarán , con "tác ticas1', sobre el movi­m iento revolucionario; y h a ­ciendo a lianzas con cuanto político y aventurero e lecto­ral se presente, h a rá n cual­quier contubernio, m enos una unión electiva. A esta farsa f nos opondremos siem pre los I

libertarios

¡Cuántos jóvenes desocupados ya conocen la tragedia de este cuadro!

liBCRICRMI

PUEYRREDQN- GUIDO

POR LOS

PRESOS DE

BRAGADO ------- ------

E n todo e l pa ís se r ea liz an actos po r la lib e r tad de los p resos de B r a ­gado. N uevas in stituc iones, nuevos c o n tingen tes hum anos se sum an cons­ta n tem en te a la g ran co rrien te de opi­nión que rec lam a su liberación.

E n V illa M a ría , Córdoba, la A grn pación A. C u ltu ra L ib e rta r ia ha e d i­tado un m an ifiesto , «leí que e x tra c ta ­mos ei sig u ien te p á rra fo :

“A eso concitam os: a la solidaridad ac tu a n te , a la exp resión en hechos de la ind ignada p ro te s ta co n tra e¡ crim en jud ic ia l de B ragado ''. “ El pa?- b 'o no c a lla rá ; su m a rá su acción -

n la s ' i. En

E n San F rancisco , de la m ism a p ro ­vincia, la B iblioteca O b re ra “Munrio N uevo” a p a r te de o tro s im presos, ha ed itado fa ja s m urales lla m a u v as in­citando a lu c h a r po r su libertad .

L os S ind ica tos O breros de San Ra- f a e 1 , Colonia A lvear y C arm ensa , M endoza, han lanzado a la c irculación o tro m anifiesto . D e él, reproducim os e s ta f ra se ;

“ ¡N o pe rm itam os ta l m onstruosi­dad! D igam os la ve rdad en todas p a r­te s , g r ité m o sla en la s calles y p la ­z as , p a ra que se in te rese el pueblo y e je rza presión sob re el tr ib u n a l que tiene a su c arg o la apelación de ios procesados! Si lucham os decididos, los p resos de B ragado volverán a l seno del pueblo, po r el cual han luchada s iem pre con generoso en tu sia sm o’’.

SE REORGANIZAN LOS PANADEROS EN

EL CHACO

E n la cap ita l del le jano te rr ito r io del Chaco, los ob rero s panaderos se han reo rganizado . E n el m an ifiesto dado a publicidad, hacen un llam ado ferv ien te a la o rganización , d ecla ran ­do s e r los con tinuado res da la obra do E n riq u e M ala testa , quien fundó el p rim e r s ind ica to — de p anaderos, p re

i Buei s A ir

nv.cn a re ■ato co n tra Ju s to . señalan-<!i sus ns: U.-.= n I:is nutonomp a n a r • ele (.cioncs, todo eso ro s pa- en el fondo lo s que hoy c lam an p errcce bien p jrn u e son ca jo de la libe rtad , m in tieron h a s ta ah o ra ,política y be llezas de la den liaron h a s ta a h o ra , y ha rá n loSon m en tiras y a clásicas, n.. mo en cuan to logren p a ra si la !i-

t 'u e ss juzgue a Ju s to y Melo, m osna de un resp iro , aunque los de-ra , despues que a rro ja ro n

os, des- A m an la libe rtad , si. Pe ro insibrea de en la g ra n m e n tira : quien vive del

de lucha, después que se sa lario , quien deam bula po r lasa la p ren sa y pus fuera quien no tiene pan ni leche pa ra

de le y al anarqu ism o , noa ir. ira que hijos , es l i b r e . . . s i lo d e jan vo ta r.

IDEAS, METODOS Y

SOLUCIONES DEL

ANARQUISMO

P reparación revolucionaria“'n a ce fa lta un plan . U n p lan viable,

práctico, de fác il realización. E in te re ­s a r en él a las m ultitudes, ya que r .uestra revolución no puede verificarse en v irtud d e l esfuerzo hsrolco de las m inorías audaces. N uestro movim iento tiene que se r un movim iento de masas- De m asas que com prendan y deseen concreta r en la rea lidad social la bon­dad, h a s ta e l d ia in supe .ada , de nues­tr a s ideas.

: asi e te rm agn itud de la obra que se h a de h a ­cer. El m ovim iento se dem uestra a n ­clando, y a n dando se perfecciona. Pero ¿acaso no es an d ar, acaso no es ex­perim entar, la acción de e stu d ia r los lenóm enos sociales y buscar la m anen , de acopiarlos, de rea ju sta rlo s a los postulados de u n a nueva concepción de la sociedad?

El problem a m ás delicado es el de 13 organización, si no peifect3, eficiente de la nueva sociedad. Si se logra esto, lo dem ás vendrá por añad idu ra . Y esa organización hay que tenerla prevista con an telación a l hecho revolucionario. Es decir, que pa ra lelam en te a la c rea ­ción dol e sp irita revolucionario, hay que Ir dem ostrando de qué modo se podrán organ izar bien las cosas p a ra que el equilibrio económico su fra la m enor alteración-”

II. NOJA RU IZ. — "H acia una nueva organización económica de la sociedad.'

Economía Federalista“Sólo el FEDERALISM O LIBERTA ­

RIO puede p e rm itir a una soc.cJaii O RGANIZAR RACIONALMENTE la producción, el cambio, e l repa rto en tre los hombres, dueños de su destino : de organizar tam bién sobre ei plan social.

Los fundam entos de la sociedad nue­va deben repesar sobre su economía. Es la única base sólida. Las form ns políticas deben ser el reflejo del estado económico existente y el orden social debe corresponder tam bién exac tam en­te lo m ás posible a la expresión del sistem a económico y de las form as po­líticas. Solam ente en e stas condicione: la sociedad podrá ser homogénea... \ los SINDICATOS ODREROS incum bir*, en su calidad de ún ica fur.rr,a de e'a.:e. Va organizada s o tr r el plan del futuro, el prec ip itar la caída del sistem a cap i­ta lis ta , defender la revolución en la

DIFUNDID LA REVISTA

Imam “NERVIO”

tase violenta y perseguir la verdadera construcción del socialismo. Son ellos quienes, por el radio de acción, d e ter­m ina rán la esfera y el carác ter de los organism os politicos: COMUNAS, F E ­DERACIONES Y CONFEDERACION DE COMUNAS. Estos organism os, SIN ­DICATOS, UNIONES LOCALES DE SINDICATOS.CONFEDERACION G E ­NERAL DE LOS SINDICATOS, de uní parte , y Com unas Federaciones de Co­m unas, Confederación G enera l de Co­m unas por la o tra, con ¡los o rganis­mos que nacerán, y que se prolongarán sobre el plano internacional, que a se ­g u rarán la vida cconomica y política •leí nuevo régim en De la actividad de lodos estas rodajes reunidos, funcio­nando según el SISTEMA FEDERA­LISTA, surg irán norm alm ente los or­ganism os capaces de asegurar la vida so c ia l...

‘•Partidario rescelto de la DEFENSA REVOLUCIONARIA, aceptando, anticipado, la necesidad de todas las m edidas que peeda exigir la salud de I.» revolución, medidas tom adas por los sindicatos y controladas por ellos en la ejecución, ME DECLARO ADVER­SARIO IMPLACABLE, IR RED U CTI­BLE. DE TODA DICTADURA. Com­prendida la délos sindicatos, para la construcción socialista.” — PIERRE BESNARD. — ‘‘Los principios y las ba­ses de la sociedad nacva.”

UN L1BR0PARA

LOS JOVENES

accesible a lnN u e s tra lite i

g ra n m asa popula E s rica en m atices y profnnelidad,

p e ’o s in e l carácter encillo que exige Yi» am plio proselitismo.

A lejandro-.Berta uan, conocido es- c n 'o r y ag itador u s o , consta ta esta necesidad, euandvdice: "considero ac­tua lm en te de gran necesidad, una rea-

"m d é la posición anarquista .

llanos, que pnedaser comprendida po, ci’c lqu iera . E ro es el A . B . C . del t.n .j■ qn ism o '\ Y B crkauan , para no l-m ita rse a teorizar.escribió un libro en la l sen!¡do,titulado “A hora y tica j a i f ' 4. un vtfdadero A . f í . C.. concre­tó. d e ta lla n ^ , y sobre todo, sencilli- sim e, que d,hiero leer con sum o in te ­rés todo m ilita n te joven para, com­p ro ,d e r bien nuestras ideas, y los vie­jos m ilita n tes taru p roseguir la obra.

HOY RECOMENDAMOS: “Refor- mkirr.o. d ic tadu ra y federalism o”, de P.-S.-0 E ste re . “Crrranissación, r.gila- cién y revolución- de RieaM n Mella. “Conceptos económicos del socialismo libertario". deOastón Leval. “El nacio­nalism o", de Bodolfo Rockcr. ,

¿Deben o no h o n ra r la pa tria los bolcheviques, de acuerdo a su nueva

i táctica dem ocratizan te y demagógica? ."¿osolros opinam os que si: si defien den la C onstitución, las leyes burguc sas. las instituciones ap un ta lado ras de este podrido régim en cap ita lis ta, ¿qué obstáculo m oral o doctrinario ou 'd i oponerse p a ra que se dem uestren pa tr ió la s a l 100 po r 100?

No obstante, ha llam os en el núm ero 1 de la revis ta ‘‘Joven G uard ia”, o fi­cial de la F- J . Com unista, que los d i­rigen tes censuran una consigna final lanzada en un m a n ifiesto 'p o r la re lu ­la de Barrocas. “E s asi — dicen los afiliados — como nosotros los com u­nistas honram os a nuestra pa tria" .

V los miem bros del Com ité C entral, queriendo hace r propaganda bajo la form a d isim ulada de una exlsten tr autocrítica , esgrimen la siguiente fra ­se de M arx: “Los obreros no tienen p a ­tr ia ; no se les puede a rreb a ta r lo qu< no poseen"- Y hacen o tras considera­ciones fundam entando esa opinión.

A portarem os algunos e lem entos do juicio, pa ra com probar quiéni razón; nos referim os a la razón oficial del partido, por supuesto.

Recordam os las inscripciones de los afiches de propaganda fijados du ran li la últim a cam paña e lectoral de F ra n ­c ia: "Nosotros, com unistas, que am a­mos n u estra n a c ió n .. .” Y, en tre otra; frases a ltam en te su jestivas de ‘•L’Ilu - m anllé” , órgano de ese partido, repro­ducimos la siguiente, aparecida en ln edición del 17 de mayo de 1935: “Loí com unistas no levan tan la bandera nacicnal sobre un m ontón de No condenan a l ejército por ser tal. No oculten su patriotism o. Ellos quieren que el proletariado conquiste el dere­cho a SU pa tria, a SU bandera, a SU ejército. Y en tan to , quieren defender la s riquezas m ateria les y culturales del pais.”

No solam ente los bolcheviques fran - ceaes exhiben crgullosam cnte su p a ­triotism o; son em ulados por los rhc- eceflovacos. lie aqui lo que dice 'B an ­dera R oja”, órgano bolche que a p are ­ce en Praga, el día 25 de Mayo ú lti­mo, reproduciendo palabras del dipu­tado Sverm a: “Nosotros deseamos la independencia de Checoeslovaquia y c l'a puede ser defendida solam ente por

m entam os no poder publicar un articu lo aparecido en PRAVDA. de

:ú, el 19-3-1935 — aunque lo pro­metemos hace r —> sobre el pa triotism o

'tico , cuya belicosidad y fervorosa defensa del esp íritu pa trio supera a cualquier a legato siml! del m ás chauvi­n ista de los gobiernos.

Y? si todo esto no resu ltare suficien­te, reproducimos tex tualm ente a lgunas frases del ed ito rial de “O rientación", revista oficial del P. Com unista de la A rgentina, año 1, núm ero 1: “Bien sa­

is que el principal argum ento de los enem igos es el argum ento “patrió-

": seríam os según ellos una ban ­da a jena a la pa tria. ellos serian los defensores del pais. Este argum ento, banal y falso, lo hem os descuidado du ­ran te 17 años, y fué un gran e rror

•tro.” “Es el secreto de poder ir a novim iento ve rdaderam ente nacio­

nal (nacional no sólo geográficam ente, sino, sobre todo, socialm ente)''.

M uchachos de la célula de B arracas: si ustedes existen, si h a n ed itado ese m anifiesto, si ustedes no son solam en­te p roducto de una im aginativa a u to ­crítica, y sobre todo, si quieren ser bue­nos bolcheviques, sigan haciendo p ro ­paganda pa trió tica : nosotros le asegu-

>s que eatán den tro de la “linea del pa rtido".

7 si quieren ser antinacionalistas.¡patrio tas; si quieren se r revolucio­

narios, luchar con tra el capitalism o, con tra la burguesía y todas sus in stliu -

J O V E N LIBERTARIO ASESINADO

Valentía Revolucionaria

N inguno de estos nombres pertenece a personajes con a lguna vinculación con e l m ovim iento revolucionarlo m ás que por los crím enes y las m asacres de obreros que so realizaron d u ran te an te ­riores gobiernos de su parti« do; s in em bargo son loa

candidatosque ei pa rtid o Com unista aconseja vo tar en las próxi­m as elecciones de la provin­c ia de Buenos Aires. B ajo el p retex to de que de e sta m a­n e ra se com bate a la reac­ción, se quiere disim ular la horfanuad popular

de políticossin cnueal electoral. Se quie­re c w ia r lo que ocurrió en E n tre Utos y C orrientes, qua en algunas localidades ob tu­vieron 2 y h a s ta 1 voto. Pe­ro es u n a m aniobra que no engañará ai proletariado, n t inducirá a l e rro r suicida do confiar en ellos, a n ingún joven consciente. Con ta les actos, inescrupulosos y de­n ig ran tes , sólo log rarán el repudio popular esos falsos

revolucionarios

Los jóvenes libertarios — posible­m ente p o r se r los únicos revo luciona­rios y enem igos de la dem ocracia — parecem os se r las v íc tim a s m ás co­d iciadas de la reacción, incluso bajo reg ím enes dem ocráticos. N o s sugiere esta re fle x ió n e l cobarde asesinato, cometido por la policía brava de A re - quito. de l joven José F ernández, ac ti­vo m ilita n te libertario de la provincia de S a n ta F e.

M ien tra s se d ir ig ía con o tro s com* pañeros a una chacra para in c ita r a los obreros a que se p legaran a l con­flicto sostenido los s ind ica tos contra >I dueño de m áquinas G arcía e h ijo , la polic ía descargó alevosam ente sus arm as sobre los trabajadores. E s te es el balance trágico de e ste hecho b ru ­ta l: el joven F ernández, m u erto ; míe-

ron conducidos presos y castigados bestialm ente.

H erido de m uerte el cam arada F er­nández ■— heroico m uchacho de 22 años — tra tó de se g u ir conduciendo ei au to para fa c ilita r la f u g a de los

Cayó e l com pañero F ernández, con va len tía revolucionaria. Como debe­m os esta r d ispuesto s a caer todos los r.uehachos de la J u ve n tu d L iberta ria .

UN EJEMPLO D E LUCHA D I R E C T A

DECIR.

U na valien te dem ostración de lucha a n tifasc is ta tuvo luga r en S a n ta Fe, el d ia 8 de setiem bre. En esa fecha de­b ía realizarse un m itin y m an ifesta ­c ión en ia Plaza Colón de aquella c iu ­dad, p a ra lo cual se hab ía solicitado p rev iam ente perm iso. El gobierno pro­v incial — que en esos m om entos n i su ­ponía que se estaba tram ando una in ­tervención fasc ista que lo depondría — concendió ln tencionaiinen te o tro per­miso p a ra un ac to legionario a rea li­zarse s im ultáneam ente en la Plaza San M artín .

ten er conocim iento lo s asisten tes a l acto convocado por e l Com ité Popu­la r A ntifascista d e que-e l perm iso h a ­bía sido cancelado p a ia otorgárselo a los fascistas, expresaron vivam ente su indignación, p rocurando e fectuarlo a pesar de la prohibición.

Con c riten o de gua rd ianes celosos del “orden”, los policías, alegando que deb ían pro teger a los 36 “nuevos nom ­bres-’ de la sección S a n ta Fe del fa s ­cismo ciiollo, se dedicaron a perseguir y m a ltr a ta r a m ujeres indefensas y obreros an tifasc istas.

L es com pañeros d e la Asociación J u ­venil L ibe rta rla tom aron decidida y a ctiva participación en el movim iento de p ro testa, obligando a la policía a disolver el m itin de los c lericai-fas- c istas pa ra ev itarse m uchos dolores de

-cabeza que le ped ia ocasionar la enér­g ica aoción d irec ta ds los com pañeros y e l pueblo.

ciones, con tra las leyes y con tra la fa l­sedad de la actus! farsa dem ocrática, deben em pezar por « e ja r de ser bolche ■

L a A s o c ia c ió n J u v e n i l L i b e r t a d e s l a o r g a n i z a ­c ió n d e l a j u v e n t u d r e ­b e ld e y l u c h a d o r a . ¡ I n ­g r e s a d a s u s f i l a s !

. . .q u e si no term inam os con el fas­cismo, éste te rm in ará con nosotros.

. . . que los papás de la dem ocracia inc itan a a p la sta r a la re a c c ió n ... por medio de la s u rnas en las próxim as elecciones.

. . .q u e en el m itin de la Plaza Once las únicas palab ras de lucha efectiva contra el fascism o surgieron del públi­co y fueron expresadas por el joven libertarlo Larumbe, que fué conducido

.. .q u e en la Convención y m itin del 3 y 4 de agosto en M ercedes, eX pro­le tariado reafirm ó una flan ía en la acción d irec ta p a ra li­be rta r a Vuotto, M ain in i y de Diago.

. . .q u e las Juventudes L ibertarias del país ocupan d ignam ente su puesto da com bate en la cam paña nacional pro- libertad de los presos de Bragado.

. . .q u e los bolchcs argen tinos e stán haciendo m alabarism os y p iruetas cir­censes en su a fán de cum plir la reso-

>n del últim o Congreso de Moscú que dice que “hay que salvar los restos de la dem ocracia burguesa '.

.que cum pliendo con esa consigna recom iendan a sus afiliados influyan

los sind ica tos autónom os p a ra que a d h ie ran a la C. G. T.: la c en tral

que en trega a l p ro letariado a l gobierno y a la reacción.

que a pesar de todo lo que se su- a. h a cansado desconcierto en las

m ism as filas bolcheviques la recom en­dación pública de vo lar en las eleccio­nes de la nrovincla de Buenos Airea a Pueyrredón y Guido.

. . .q u e nad ie h a olvidado la Sem ana de enero. S a n ta Cruz. G ualeguaychú y o tras m asacres del radicalism o, por lo cual esa recom endación se rv irá par* a b rir los ojos a quienes aun no e sta ­ban desengaañdos de esos políticos.

. . .q u e se com enta favorablem ente en tre la juventud el gesto del miembro de la Asociación Juvenil L ibertaria do La P la ta , Amérieo Singolanl, quien du ­ran te un acto de los ‘balillas" ita lia ­nos gritó “ ¡Abajo el fascism o!”

. . .q u e el miedo y el desconcierto do los fascistas fué tal, que hubo que di-

. . .q u e así se tra b a ja por la Asocia­ción Juvenil L ibertaria y con tra elfascio.

- • • que en la últim a huelga de loa colectiveros parece que los d irigentes de la Federación de Lincas quisieron im itar las métodos de G andhl. a l opo­nerse a la realización de cualquier m a ­n ifestación popular y dc toda acción directa.

. . .q u e el m étodo no ha dado resul­tados y muchos colectiveros lo ach a ­can al hecho de que los Jefes del m o­vim iento no quisieron som eterse a un riguroso ayuno.

que el gremio está dispuesto a de­fenderse valientem ente, a pesar de to ­do lo que se le oponga.

que los m uchachos de la A. J . L. dc la C apii-I siguen f.'jando leyendas revolucionerl ís en los m uros.

. . .q u e los grupos de la Asociación Juvenil L ibertaria siguen a trayendo lu ­chadores p a ra la causa de la revolución, y que nuevos contingen tes de jóvenes Ingresan y ocupan | a posición de van- guardLi en la lucha, que carac teriza »

tro movimiento, que por hoy b a s 'a .

S o l i daridadL a / .." id a c ió n J u ve n il L iberta r í«

ele R ah ia B lanca hei eaitado u n «i* bran te m an ifie sto en apoyo a la huel­ga de los pe tro leros de "L a Isaura”, y la “C om pañía N acional d i P etró • leo". Inc ita a to la s las e.rganizacio» nes obreras eV ln tocaüdciel a exprom sa r su so lidaridad con lo < ccm baiiro» hue lgu is ta s , no cediendo k a s ta que sal logre la readm isión de todos los m santes.www.federacionlibertaria.org

Page 3: Acción Libertaria, Nº 15. Octubre1935

Ante el Próxim o Congreso Constituyente de la FederaciónTres años de a c tiv id a d y preparación

La determ inación del C o n g r A narquista de Rosario, de c rear un organism o regional de los anarqu ista s m ilitan tes , que como tw ea a c tú an en sus agrupaciones propias, vinculados a l movim iento obrero y re ­volucionarlo del país, está a punto de convertirse en una rea lidad form al c r el próximo congreso, convorado a l efec­to, y a l cual concurrirán delegados des­de los m ás lejanos puntos de la Repú­blica.

Por la índole que debe carac terizar a un organism o libertario y en el es­p íritu de una resolución expresa de dicho congreso, ese organism o fliie se­rá la Federación h a ido creándose en la base m ism a, sobre el trab a jo coti­diano, en una constan te y minuciosa labor, en la cual pa rticiparon todos los com pañeros acordes en u n ir y coordi­n a r sus esfuerzos en vista* a obtener el mnyor rendim iento de los mismos, contribuyendo en máxim o grado n la obra de transform ación revolucionarla que constituye la razón de ser del anarquism o m ilitante.

Estam os sim plem ente por culm inar u n a nueva e tap a de esa g ran tarea que hab rá de prec isar má* las lincas genera.es de la organización, sus tá c ­ticas y métodos de lucha, lodo lo cual no se rá producto de un plan teórico trazado por dirigentes Indiscutidos, como ocurie en los partidos políticos, sino la conclusión deducida de la s ex­periencias obtenidas, elaborada y acep- tr.da en efectiva colaboración de to- ¿ns las agrupaciones y compañeros que lia n intervenido en la labor común.

O uran te ese in tenso pqriodo de la ­bor p repa ra to ria que no excluyó la co- t ’dinna lucha f ren te a la enconada r e ­acción, se presen taron situaciones de hecho, no previstas to ta lm ente en las lincas c‘.el últim o congreso. Esas s itu a ­c iones fueron e n ra ra d as y resuellas con el esp íritu am plío y e l dinam ism o

El valioso aporte de las juventudes libertarias

correspondiente a nuestra posición ideológica. A hora, a l prec isar ciertas líneas o rien tadoras en el próximo con­greso, a l deducir y ap licar las lecciones de la experiencia obtenida, la F edera­ción d a rá a los com pañeros y los g ru ­pos m ilitan tes , instrum entos de mayor precisión, fac ilita rá las ta rcas inm edia­tas a realizar, s in que en n ingún m o­m ento la s resoluciones y norm as a adoptarse han de constitu ir p rescrip­ciones rígidas a las que deban a ten e r­se rigurosam ente individuos y grupos en la s diversas em ergencias a presen­tarse en la acción.

T al es el sentido general del Con­greso C onstituyente de nuestra Fede­ración, el nuevo Jalón plan tado en el cam ino de la constan te lucha poi la em ancipación in tegral.

Problem as de orientación y actuación inmediata

E ntre las cuestiones m ás im portan tes a resolver por el Congreso, den tro del esp íritu a rriba señalado, aparte de lo referen te a la estructu ra orgánica, fi­gu ran problem as de tác tica inm ediata y de o rientación general que requie­ren e l pronunciam iento explícito rfe los com pañeros y los grupos. La lucha contra el fascismo, la m illtancia mi el movim iento obrero, la relación con las dem ás fuerzas sociales, todo eso refe ­rido a l m om ento en que debemos ac­tu a r, se p la n tea en el O rden del Día del Congreso p siq u e si bien el movi­m iento h a e laborado ya y aplicado de­term inados pun tas de vista a l respecto, es necesario rep lan tear nuevam ente Lodos esos problem as a f in de m odi­fica r o confirm ar esos puntos de vis-

i de acuerdo a la experiencia y las rcunstanclas que se p resenten, siem ­

pre en v ís ta .« la finalidad esencial del m ovim iento anarqu ista . U na de las carac terísticas de la organización nuestra es precisam ente presc ind ir de conceptos Inm utables, definitivos, ab­solutos, en lo que se refiere a la s cues­tiones a tingen tes con la lucha No es posible a c tu a r con eficacia s i nos ba­sam os únicam ente en principios gsne- rales, en m étodos adecuados p a ra cir-

de principios anarqui stascunst,anclas to ta lm ente d istin tas a las actuales . Efe preciso, p a r el contrario revisar constan tem ente los procedi­m ientos, no por e l p rurito simple de ¡a innoí'ación, s ino porque un movi­m iento de transform ación social re ­quiere como cuestión vita l adecuar sus métodos a la s condiciones de la lucha, ya que son los hechos, lo® resultados obtenidos y no las intenciones los que pesan en el án im o del pueblo Impul­sándolo n a c tu a r en uno u o tro sen ti­do. Sobre esa revisión de procedimien­tos — siem pre pa ra confirm arlos o modificarlos — corresponde expedirle a las grandes reuniones de m ilitantes, como será el Congreso Constituyente.Y la organización así creada hab rá de a tenerse precisam ente a Vas directivas f ijadas en ese sen tido y ponerlas en práctica. Es a len tado r com probar como es en la base del movim iento que se a g itan todas esas cuestiones y se van elaborando los conceptos prác '.lios de­ducidos de la experiencia, único modo de lograr u n a generalización ú til para ci f in propuesto. D an cuenta de ccto hecho las num erosas proposiciones da los g ri:-c3 acerca de las cues tiones con­cretas que se p lan tean y que revelan una honda preocupación a la vez que un eíipirltu d? realización que son la m ejor g a ran tía pa ra la fu tu ra marcha de la Federación

Declaración de Principios

E l Congreso ha de fo rm u la r tam ­bién su Declaración do P rincipios ge­nerales para presen ta r en térm inos precisos y de sign ificación actua l los pun tos de v is ta esenciales y la asp ira­ción fin a l del anarquism o, como asi­m ism o la posición fre n te a las co­rrien te s adversas. S i bien no se plan­tean aqu í problem as de m od ificado •

FEDERAC IONANARGUIITAA R G E N T IN A

nes funttum cm a:cs. es re sum o m -\ te rés esa form ulación precisa en los m om entos actuales, propicios a la con­fu s ió n y a la calum nia ideológica por i ja r te de nuestros d e tracto res de siem pre. E l Congreso habrá de decir a. todos, en los térm inos m á s claros posibles, q u é q u i e r e n los a n a r­quistas y o ó m o p ien san l legar a su

Tarea colectiva

T an to la elaboración de los pun to s

. - i . 3 -j ;ú eco ; lar.teadot a l Con­greso como s u e jecución en la reali• iiad constituye u n í tarea cuya respon­sabilidad corresponde co lectivam ente a las agrupaciones y m ilitan tes que han contraído e l com prom iso de la organización, lo cual no excluye por cierto la resposabilidad indiv idual en tareas particu lares. S ig n if ica esto que el m ayor o m enor éxito ac la F edera­ción, el m ayor o m enor acierto de los acuerdos del Congreso d tpenóe de la voluntad y de la inte ligencia que lle­gue a em peñar el con jun to del m ovi­m iento, en el m om ento actúa! y en el fu tu r o próxim o. F ie les a l m étodo lt-

¡Colaboración con todos los compañerosbertario y a l principio de trabajo co­lectivo no hemos de con fia r en n ingún caso el éxito de las in ic ia tiva s n i en la capacidad de determ inados gruposo indiv iduos. Como ya lo hem os dicho, en tendem os que nu estra organización especifica ha de ser en cuanto a su m odo de funcionam iento , una im agen en pequeño de lo que aspiram os que sea la sociedad m ism a, esto es, u n con­ju n tó arm ónico de voluntades que se com plem entan en las diversas fu n c io ­nes, sin escala jerárquico n i privile- p íos de n inguna especio P recisam en­te v.u'stra. F ederación será un vivo ejem plo de cómo pueden coordinarse energías, com binar esfuerzos d isper­sos a través de un vasto pa ís, s in ne­cesidad de estab lecer d ivisiones je ­rárquicas n i m eaos direcciones om ni­po ten tes , cosa que hemos logrado rea­liza r ya en apreciablc escala. Sem e­ja n te método de organización im plica una responsabilidad igua l en cada uno de los núcleos com ponentes. E n la m edida que cada uno de los m ilitan tes haga suya ta l responsabilidad, a fir ­m ará su in fluenc ia e fica z la F ede­ración.

La Federación, a constituirse por to ­dos los núcleos libertarlos acordes con la organización será en sustancia un Instrum ento adecuado de labor a n a r ­quista, pero de n ingún modo un apa­ra to de exclusividad partid ista . Como b a s ta aho ra se h a hecho, ex istirán las m ás am plias posibilidades de colabora­ción con los compañeros y grupos que sin form ar parte in teg ran te de la or­ganización, coincidan con ésta en de­term inadas ta reas particulares. Es esta una cuestión que está en el ánim o de todos los anarqu istas organizados y que constituye tam bién u n a característica de nuestro tipo de organización, a n títesis a cualquier organización de tipo autoritario .

Qué quieren; c ó k í o p ie n s e

ac tu ar los anarquistas

El movimiento Juvenil

Sim ultáneam ente a l Congreso Con-, tuyente te n d rá lugar e l 2o. P leno ;■ cionzi de las Juventudes L ibe rta r:, cuyas relaciones con la Federación, c-

is, con el movim iento organiz: ‘i general, h ab rá de ser precisam ente r" term inado- La creación de les núc: • Juveniles, surgida activam ente despt del Congreso del 32 h a sido indudah! m ente de proficuos resultados f r nuestra actuación. Los jóvenes milita!, les han com prendido su misión « re - cífica en tre la juventud, solicitada fc -

dlversas direcciones, y h a n reaiir* u n a encomiable labor de prcseli'.i y divulgación elem ental de nuestri-,

ideas, en am bientes a que h a s ta hn- poco n u estra prédica no llegaba. C i-responde aho ra vigorizar sus p ro r ’ cuadros, en sanchar su esfera de acc! convertir en rea lidad p a ra el anarqui.' mo m ilitan te, la gran promesa que c hoy la organización de nuestras Joven ludes. Cabe esperar que la Federado sabrá a len ta r y ayudar a esc moví miento promlsor.

Firmeza y actividad

Aparto del acierto y la justes: de los métodos de acción y la cd tructura interna, son esa3 las eos diciones previas de todo éxito e: la lucha revolucionaria Los mo mentos,borrascosos y violentos c z mo el que nos toca vivir, elevar por sobre todo la importancia d< esas grandes condiciones. Pleca mente convencidos de esta, ver- dad, contraigamos el solemne co r promiso de poner en juego tod- nuestras energías, toda nuestra voluntad para poner en marc! rápida y vigorosa ese mecanism de acción que será la Federaciói Anarquista.

Lucha Directa Contra Todas las Guerras entre NacioneL M . Û . T . E SLIITRE2ARSE

Una M aniobra Evidente

Y a no hem os refc.rido en núm eros pn.eviorca al significado del v iraje de ]••■» bolcheviques, del cam bio de an- tu a z ordenado desde la I d a . In te r ­nacional. L a pelig rosidad dt\ la mia­res, es dem asiado ev idente, y te n e ­mos con fianza en que el pueblo, el p ro le tariado , que no o lvidan las ma- f? .c ro de S a n ta C ruz y Sem ana de E nero , que recuerdan todos crím enes y las in ju s tic ias com etidas bajo la p rotección de las leyes, de la demo­c racia y la Constitución, no se de­ja rá n em baucar po r e s ta política m uy rea l d isim ulada.

Pe ro hoy querem os denunciar al ta m en te el significado y las ci. cuencias de la m an iob ra que pr . c ian los bolcheviques en e l sentido de e n g ro sa r la s fila s de lu institu ción (¡ue en el pa ís se carac teriz por su posición tra id o ra f re n te a 1« in te reses del p ro le tariado : la C. G. 1

¿ Qué objetivos puede te n e r est ‘'tác tic a ” ? A nalicem os oroveme-.it bus antecedentes. E x istía en el pai un a sí llam ado Com ité de U nidad Sir dical C lasis ta, dependiente del C. Cen­tr a l del Pa rtido . E ate Com ité ten ía la orden de h a b lar perm anen tem en­t e de unidad sindical, y s i misión específica consis tía en e n v ia r notas a la F . O. R. A . y a la C. G. T ha­ciendo las m ás v a riad as proposicio­nes do " fre n te único”,-

¿ C uál e ra en ta n to la labor efec­tiv a de ese C om ité? P rom over nue­vas divisiones en el m ovim iento ofore- ro . A quí, en la A rg e n tin a , dos g ran ­des co rrien tes se d ispu taron d u ran ­te años — y so d ispu tan ah o ra — la o rien tac ión del m e tim ien to obrero: po r un lacio la re fo rm is ta , la lega- lita ría , la fundam en tada en las le­yes, en el D epartam en to de T rab a ­jo y en la s gestiones m inisterial«^ i por e l otro, la organización obrera revolucionaria , la F . O. R. A. y nu­m erases sind ica tos autónom os, que t im e n fina lidad lib e r ta r ia , métodos de acción d irec ta dq lucha, que re-Ím dian el co laboran onism o y toda ngerencia e s ta ta l en las livchas obre

ra s . En vez de c on tribu ir süencir.sa- m onte a la organización refo rm ista , ya que constan tem ente ellos han es­g rim ido cem s ba n d era una u o tra ley, los bolches se d ieron a la ta ie a de t r a t a r de confundir el m ovim ien­to obrero , p a ra pesca r, en ta n to , e le­m entos que e ra e x tra ídos p a ra que in g resa ran » lo que pretend ía se r la te rc e ra cen tra l olorera. M uchas veces hemos tenido oportun idad d j desen­m a sca rar e ste doble juego, hecho con la m ayor desvergüenza y ausencia de d ignidad, p o r un lado enviaban no tas a la s Comisione? y Consejos h ab lan ­do de “ lea ltad p ro le ta r ia ” , de •'uni­dad”, y tra tándo lo s de “ queridos com- P '.rei-rn '', y p o r el o tro se lanzaban rio'.cntcs m an ifiestos y declaraciones ionunciantío a los “je fe s tra íd o , es” , i los " frenado res del m ovim iento obrero", etc.

NINGUNA GUERRA PUEDE SER JUSTA

E stam os an te la inm inencia d e g ra n ­des acontecim ientos. El pe lig ro de g u e rra m undial es cada vez m ás c ier­to, y la te rrib le am enaza de una con­flag ración e stá a punto de se r r ea li­dad.

Preciso es que cada cual sepa que e stán e sperando la orden de e n tra r en acción elem entos de com bate que ni siqu iera podemos im ag in a r. E le­m entos incubados en gab inetes oficia­les, por ham bres pagados exprofeso en todos los pa íses — F rancia . G ran B re taña , E stados Unidos, R usia, J a ­pón, A lem ania, Polonia, e tc. — , pa ra que ap liquen la ciencia quím ica, bac­terio lóg ica, rad io - e lec tro - m ecánica, a l a r te de m a ta r en el m enor tiem po posible, desde las m ayores d is tancias posibles, con el m ayor ah o rro de per­sonal y de g a sto s p o s ib le s . . .

M onstruos no hay so lam ente en la I ta lia fasc ista . M áquinas y hom bres que han llegado a envenenar, desha­cer, enceguecer, a p e s ta r , quem ar o c arboniza r a m illones de se res inde­fensos, e s tán listos p a ra lanza rse a una g u e rra m il veces m ás horrorosa que la que por c u atro años — 1914-18 — sem bró la m uerte y la degenera-

Y el sa ldo de la g u e rra m undial se­rá superado en grado ta l que puede s e r to ta lm en te exac ta la profecía de una em inencia cien tífica , el p rofesor Langevin, a l decir que una g u e rra en las condiciones actuales , hecha a base de gases ultravenenosos y explosivos u ltrap o ten tes , de fosgeno o “ therm i- te ”. de to rpedos rodan tes y cohetes d irig idos por radio, etc., convertirá al mundo en una ru ina hum eante.

3S.000.000 de m uertos y no nacidos dió la g u e rra m undial. 9.000.000 de l is ia d o s . . . . de viudas y . . . de huér­fanos quedaron con esa he rencia . „C uán to s se rá n los m illones de víc­tim as de la g u e rra m oderna?

C uando después de la bo rrache ra de san g re del 14, a la que se a r r a s t ró a los pueblos a base de m entiras, de falsos p rincipios, de “ honores” y “uniones sa g ra d as" , de m aniobras di­plom áticas se cre tas y creando una psi­cología de g u e rra c im en tada en el chauvinism o bien pago de la prensa .

a firm ó que aquélla fué la últim a gue rra, los pueblos creyeron . Y ése fué el e rro r que hoy los lleva al sui­cidio. C onfiar en la s “ verdades” de los gobernantes , deso ír a los revolu-

NO APOYAR A NINGUN GOBIERNO__________ Propaganda y Organización P a ra la Actividad Revolucionaria

lionarjos que-denuncia ron las causas rea les de las g u e rras y llam aron a una lucha tran s fo rm a d o ra que suprim iera en los hechos lo que la fra ca sad a y fa rsan te L iga de la s N aciones no ha logrado ni lo g ra rá : la paz. el desar­me. la f ra te rn id a d un iversal.

¿ P o r qué? ¿ P a ra qué? ¿H acia dón­

de v a el m nirdcrarm ado cómo nunca?In g la te r ra se opone a I ta l ia . ¿P o r

qué? P o r sus intereses, por tem or a pe rde r el caudal de energ ía del Lago T sana, la dominación e stra tég ica del A frica, el control del M editerráneo. F ran cia tam bién se opone y el Japón no esconde sus s im patías hacia Abisi-

nia. ¿ P o r qué? P o r in te reses com er­ciales de am bos E stados. Y a s í la úl­tim a comedia de la "a lianza de Stres- sa". con que se bom bardeó de júbilo al mundo, queda ro ta . Los am igos de la víspera dem uestran que en este juego de la d iplom acia ex iste un lem a: la tram p a.

¿Se a tre v e rá G ran B re tañ a a e n tra r en g u e rra con I ta l ia o “ sa c r if ica rá ” a E tio p ía como aconsejan a lg jnos p a c if is ta s europeos, que no se an im an a rec e ta r medi­d as heró icas y llam ar a l pueblo a la insurrección? No es este el p rob lem a.

I n g la te r ra y F ra n c ia pueden d e ja r h a ce r a l iracundo “ Duce”, como d e jaron hace r a l Ja pón c o n tra la China. Los E stados que se r ep a rt ie ro n la E to p ía en un tra tad o firm ad o con I ta l ia hace pocos años, pueden conform ar­se con a lgunas "sanciones económ icas'- que salven el h onor de la Sociedad de las N aciones. L os del Comité de los Cinco que propusieron a I ta l ia y a E tiop ia una solución que prác ticam en te es un v u lg a r rep a rto , pue ­den d e ja r que H ailé Sellasje se a rreg le solo.

Puede toda la pólvora verbal de Jos delegados de Gi­nebra a p ag a rse si a s í conviene a G ran B re ta ñ a y F r a n ­cia. O puede el mundo v e r como se a g ru p a n y a 'lo s blo­ques y la g ran d e y tem ida g u e rra se desencadena de un m om ento a o tro . A lem ania , H ungría , Polonia, pueden convertirse en he rm ana? de Ita l ia , em pujados cada cual por sus prop ios in te reses . Pe ro la g rav ed ad del m om en­to y la am enaza de una g u e rra m undia l no h a b ría p a ­sado. H ay en E u ro p a una num erosa y com pleta se rie de conflictos, heredados del T ra ta d o de Ver-salles y p ro ­

vocados por el desarro llo de la cris is económica irreso lu ­ble que aq u eja a l rég im en a c tu a l.

Y e s tán en po tencia esos tum ores m alignos. E sta lla ­rán cuando lo consideren oportuno aquellos que tienen la dirección de los E stados, de la s f inanzas , de la in d u s tria , de la s a n g rien ta In tern acio n a l de los arm am en tos.

Los bu itre s que vencieron en la g u e rra p asada hicie­ron un rep a rto , estab lec ieron u n a distribución g e o g rá fi­ca, se acoplaron pequeños E stados, fu siona ron regiones de poblaciones de d iferen tes lenguas, se ab rie ron pa«o ai m ar a tra v é s de corredores y pu e rto s “ enem igos” y de­ja ron , en sum a, lo que ta n c laram en te p ro fe tiz a ra M ala- te sta , el g ra n an a rq u is ta , en pleno noviem bre de 1914: “Después de una larga guerra , de la pé rd id a m onstruosa do vidas y de riquezas y del agotam ien to de am bas par­ios, será combinada una especie de paz que deje pendien­te s todos los problem as y prepare una nueva guerra que será aun m ás criminal, que la presen te”.

Memel, D antzing , C hina, A lem ania c lam an te do rev a n ­cha y reconquista . A u s tr ia celada p o r los “ex-aliados” y A lem ania, L itu a n ia , Y ugoeslavia , H ungría , con sus a sp i raciones de expansión, y muchos o tros p rob lem as sa lien­tes, *on o tro s ta n to s focos del g ra n incendio que am e­naza al m undo.

T O D O S L O S P A R T I D O S E N G A Ñ A N A L P U E B L O

V endrá la guerra , ahora, derivada de la invasión fa sc is ta a E tio p ia o en _ breve, cuando m aduren las con­diciones esperadas por los d ife ren tes g randes y pequeños E stados. Y será realidad, s i las m asas populares, s i el pro ltta riado no se juegan íntegros, s i no desa tan an tes de su estallido una po ten te acción revolucionaria, de resis tm e ia , con la huelga gi-ncral, de transform ación social, extendiendo la insurrección hasta d e stru ir la san ­g rien ta estruc tu ra esta ta l y elim inar el eom buslible que a lim enta la gue­rra : capitalismo-

Sólo queda una esperanza. E s la acción do lai- m asas óbrem e, de la

ten tud rebelde a l crim en de la gue -• i ii, s iem pre m otivada por intereses ile los capita lism os y E stados rivales. Pero estam os an te la doble tragedia de un fo rta lec im ien to del arm am entis-

e n am p litud y en in tensidad

d estruc tiva , paralelo a u n engaño suicida en que• .kan cuido y están los m ism os que traicionaron los ideales in tem acionalistas del socialismo, la soeial-dem ocroeia y su s entidades grem ia les , y lios que están a l se rvi­cio incondicional de u n E stado — R u ­sia—• que está aliado a un E stado u l tra im peria lista s Francia.

L a Trade Unions inglesa y el P a r­tido L abor ista apoyan a la L iga y a su gobierno. E l fre n te Popular francés , en que están socialistas y co­m unistas, es tú <on la política runa, !/ e sta politi.-a es la de L i tv in o ff, palad ín convertido de la L iga, "cue­va de bandidos" hasta ayer, y la de S ta lin que ''aprueba las medidas que Itara su seguridad tom e Francia '’, la m ism a F rancia ;onira ■ quien c lam a­ban R adeek, M o jo to ff ,, B u ja rin , etc. acusándola de ser ■ la cabeza del " im ­perialism o a g resix i" ’ contra Iq, U nión

Soviética y contra quien R u th F iseher secre taria del P ■ C om unista A lem án llam aba a la a lianza a los "señores fa sc is ta s '', an tes del ascenso de Hi- i l e r . . .

R azón tienen b Asociación In te r - nacioiuil de los Trabajadores (A I T ) y e l B urean In ternacional A n tim il i­ta r is ta (D IA ) al a firm a r que la so- ciat-democracia ha tomado ya posicio­nes y que la Tercera In ternacional ha puesto a los trabajadores de Francia ante la a lternativo de apoyar a l go­bierno, aliado m ilita r de R usia o de ponerse en contra de S ta lin y su par­tido. H an tomado parte y en vez de propagar la insum isión de las m asas, la resistencia a la m ovilización y la revolución social, hacen bandera de la cien veces fracasada L iga , y e spetan de los E stados im peria listas, a los que apoyan, la salvación do la h u -

EMBAUCAN TODOS L O S A L I A D O S

¡Abalo la guerra! IAbajo la guerra.P o r todo el mundo un solo clamor

siguió a la vergonzosa carn icería hn- m ana de 1914-18. Poro e staban en píe las fuentes en qne se n u tre el crim en

Hoy. apenas a 17 años del cese de la guerra m undial, el capitalism o y el Estado nos han puesto a l borde del abismo, l ia n arrastrado a todos los partidos políticos, h a n horrado el h is ­terism o revolucionarlo del partido que ejerce la d ic tadu ra en Rusia, h a n crea­do un nuevo mito, pretendiendo, con c inismo que colma todos los lím ites, que Ing la terra y F rancia no son Impe­rialistas, que la dem ocracia e stá en pe­ligro y que los traba jado res dsben po ­nerse a las órdenes de las burguesías de sus países pa r» defender, como se dijo tam bién en 1914, ciertos principios y d e rechos...

¡M entira! El proletariado debe ahon­dar, cada vez más. su Intransigencia f ren te a sus explotadores y a los go­bernantes . Y debe em peñarse en una lucha con tra ellos, a n te s que sea ta r ­de. an tes que la fuerza b ru ta l de los cañones y la técnloa salvaje de l>s g a ­ses y bacilos pestosos p recipiten a la hum anidad al abismo.

Acción d irec ta co n tra la guerra. O r­ganización de p ro testa con tra todas las guerras y propaganda y organización p a ra la actividad revolucionaria contra la guerra. Si los pueblos no se prepa ­ran p a ra eso. nada podrá Im pedir la m ás espantosa de las catástrofes. P o r­que el capitalism o, que condena al ham bre a centenares de millones de se­res hum anos cuando la capacidad p ro ­ductiva del m aqutnism o es ta n g ran ­de. el capitalism o que recurre a los m é­todos fascistas p a ra pe rpe tuar su exis­tencia , que siem bra el te rro r y pone fuera de ley a los hom bres a ltivos que le señalan sus crím enes y luchan por una sociedad libre, ese capitalism o ha creado sus m onstruosos e jércitos m o­dernos con dos finalidades, am bas Igualm ente palpables aho ra : guerrear p a ra expandirse en otros países y re ­prim ir, la Insurrección del proletariado de sus propias "p atria s” . . .

¡Abajo la guerra!, *i. Y abajo, fuera del contacto con las m ultitudes, los que quieren llevarlas de trá s do sus bandos, de sus partidos, de sus gobiernos. Fue ­ra, tam bién, el colaboracionism o con la burguesía y el Estado. Lucha direc ta que prepare la única j-uerra que acep­tam os: ¡La revolución social!

A h o ra la “tá c tica ” es d is tin to . ¿ H a- s is ta (n a tu ra lm en te hace r (¡ue no íi-

b rá n com prendido que no pod rían a n za r mucho en el te rreno que p i­

saban . y que la te rc e ra c e n tia l ja ­m ás d e ja ría de s e r un sim ple Comi-

¿ S e hab rán fa tig ad o los d irigen ­te s de hace r el e terno papel del opo­sito r, s in g o z ar de los beneficios que rep o r ta é s ta en la s d irec tivas de los

iicatos re fo rm is ta s , que tienen istos ren ta d o s y beneficios de to- o rden? No lo sabem os. Y en es­caso tam poco podemos suponer

que h ay a sido po r í-emordimierKos de conciencia producidos p o r la eviden-

de la ob ra d iv is ion ista que rea li­zaban. E s probable, en cambio, que los d irig en tes locales no hayan te n i­do o tro recurso que a c e p ta r ¡as ór­denes em anadas de los organ ism os c en tra les del ex terio r.

D e cualqu ie r m anera el hecho e3 el sigu ien te : los bolches se declaran d ispuestos a d isolver el Com ité C la-

gu re púb licam ente , porque in te rn a ­m ente necesitan siem pre organism os “ tác tico s” ) y a g ita n en favo r de la. unidad sindical en el seno de una so­la c en tra l : la C. G. T.

¿ Q ué consecuencias te n d ría e í ta m aniobra en caso de que haya sindi­catos que la apoyen? E n tre g a r restos de m ovim ientos autónom os, siem pre o rien tados con los princip ios lib e r ta ­r io s o po r lo menos p a rtid a r io s d e la acción d irec ta , a la cen tra l que e s tá a l servicio del gobierno , que la- vorece los p lanes de las g randes em ­p resas, que impide la s luchas ob re ­ras.

Conviene rec o rd a r que fuó la C . G . T . la que in stigó los proce­sos por ‘ asociación iiie ita” a ios s in ­d icatos de la FO R A ; que Ja policía solam ente levantó la c lau su ra d e los locales de panaderos cuando se ie a se ­g u ró que se a fil ia r ía n a la C. G. T .; que a b iertam en te e i gobiovoo hizo

presión h a s ta . logar esto propósito . 1Conviene recordar 1 la ac titud de la

C. G. T. f re n te a todos lo.í movi­m ientos obreros: la m uerte de. Seve- rino H evia, los desfiles fasc is ta s , la llegada de los ■ “nazis" alem anes; es necesario no o lvidar los dos célebres m an ifiestos sobre el fascism o, que ta n ta s p ro tes tas prom ovieran en su mismo seno.

Conviene recordar • que la mayor fu e rza in te g ran te . do la C. U. T. son los o rgan ism os ferrov iarios, que de­fienden ei monopolio del tran sp o rte , que se rehusaron . a declarar ¡a huel­ga re su e lta p y r los obreros en un Congreso p a ra im pedir reb a jas de sa­larios. que dieron d inero pa ra el em ­p réstito patrió tico . . que hicie>-on nna fu e r te donación a '.a policía p a ra ¡a adquisición de a rm am entos m odernos.

Conviene te n e r V bien en cu en ta cual h a sido la ac titud perm anente de esa

cen tra l f re n te a todas la s luchas pro­letarias-

Halblar de unidad sindical ndhirien-• a la m ism a, sim ulando una since­

ridad que no ex iste , pero que resu l­ta e ngañesa p a ra los ob rero s, im ­plica la m ás g rav e traición que se pueda suponer. Y a no se t r a ta de pactos recíprocos que e l p ro le taria ­do m uchas veces ha repud iad ) cor. sem ejan tes elem entos: se t r e t a du una sim ple en treg a . Los d irigen tes podrán ten er éxito en sus am bicio­nes: en al m ejor de los easo3 log rar se r elec tos p a ra los cargos de “ di­rección” a que asp iran . Y luego, p a ­ra m an tenerse en los mismos, ten d rán que reg irse pi>r los e s ta tu to s inflexibles, que conducen a¡ c a s tra - m iento rie toda lucha. ¡Q u¿ nadie se­cunde e s ta infam e política! ¡Qué n in ­gún sind ica to autónom o ing rese er to le s condiciones a la C. G. T .l

TRES ARROYOSE l Com ité do Zona de Relaciones

A n arq u istas , con jun tam en te con la Asociación Juven il L ib e rta ria , han firm ado un excelen te m an ifiesto don­de exponen la posición a n arq u ista f re n te a la dem ocracia y el fascism o. H a repun tado no tab lem ente la a c tiv i­dad en e s ta zona. Se e stán haciendo esfuerzos p a ra reo rg an iza r el grem io de Panaderos, después de 10 años de inex istencia. Mozos y anexos: lo m is­mo. D ependien tes de Com ercio de-

I m u e stra m ucha m ás vivacidad, a que aún r.o se deciden a e n ca ra r lien tem ente el p rob lem a de la o rgan i­zación. E l Sindicato de S a stre s se ha

1 reorganizado .

A C T I V I D H L U C H A S E E L INTER!®

Entre Ríos

Como es c a rac te r ís t ica suya, e l p ro le tariado de e s ta prov incia, d a nuevas p ruebas de g ra n com batividad. N um e­ro sas luchas, en tre la s cuales se des- ta c a la fo rm idable huelga de obra­je ro s y peones de p la y as leñeras de H asem kap, donde se h a rehusado to ­da in tervención del D epartam en to dnl T rabajo.

U na j i r a o rg an izada p o r los compa­ñeros an a rq u is ta s , h a recorrido casi toda la prov incia — d u ran te el té r ­mino de 15 d ía s: la com ponían 10 ca­m aradas , — dando conferencias en 27 localidades. E l proceso de B ragado es am pliam ente conocido y repudiado vi­vam en te po r todos los trab a ja d o re s y el pueblo, a tra v é s de la ag itac ión rea lizada .

L am entam os no poder rep roducir la nóm ina de localidades y fec h as en que se han efectuado todos los actos, así como los im presos ed itados en can ti­dad, p o r au sencia de espacio.

Consignam os e stas tr e s ú ltim as no­tic ia s: A pareció el periódico “A vance”, ó rgano de la Federación O bre ra Co­m arcal E n tre r r ia n a . E l día 29 de r,ep* tiem bre se inició el Congreso de ía F . O. C. E ., cuyas resoluciones aún no conocemos. T riun fa ron los obreros de M aría G rande en un conflicto po r reb a ja s de f i n a l e s .

Tucumán

M uchas no tic ias se tienen de e sta provincia, donde los an a rq u is ta s so esfuerz.an po r encauzar el repudio po­pu la r con tra el fasc ism o, que h a to ­mado como base p rincipal para sus operaciones las p rovincias del N orte. A lgunas de ellas no hemos podido pu­blicarlas en su oportun idad; como po r ejem plo la h ue lga de los O breros Mu­nicipales, que lo g ró hace r tr iu n fa r ca­si todos los pun to s del pliego de con­diciones y que contó con la solidaridad de C hau ffeu rs y Luz y Fue za, no ob­teniendo una v ic to ria to í r l pe,- í;-.: de prepa ración revo lucionaria de lo* mismos obreros. O tro movim iento im­p o rtan te f u s e l que se desarro lló en el Ingen io F ro n te r ita , haciéndele efec­tivo en las colonias .Tan Salida, E , Ledesm a, Salomón Felipa , M stíes y Pañi.

Solicitan exp resam ente los cam ara­das de T ucum án que A CCION LI­B E R TA R IA so h ag a eco de la indigr* nación que h a causado el fallo judi­cial co n tra el com pañero D aniel Teüo, condenado a 4 años de prisión , no obs­ta n te haberse com probado 1 .. sádicas

I to r tu ra s in flig idas po r la pn.'.cú. p a ra hacerle d ecla ra r cuan to ¿o ¿.r/.o-

I jab a .www.federacionlibertaria.org

Page 4: Acción Libertaria, Nº 15. Octubre1935

ûebe o r ie n te hacia la acción la lucha contra el monopolioE L FRACASO DE LOS PROCEDIMIENTOS [EL FASCISMO LE6ALITARI0S DEBE SER ALECCIONADOR

EV el am biente nervioso y sobreexci­tado del país — provocado por ta n ­

tos acontecim ientos graves del exterior v por la situación política nacional, — h a repercutido en form a Im presionante una noticia que, aunque esperada prevista, resultó paradójicam ente si i; resi va : LA CAMARA UE DIPUTA­DOS APROBO EL PROYECTO DE

.ONOPOLIO DEL TRANSPORTE!U n estado de conmoción popular, un

: .i*¡miento unánim e de repudio y de indignación, fué lo p rim ero que se evi­denció, como respuesta a l desafio del gobierno y los legisladores a todo el pueblo, que ha dem ostrado excesiva­m ente su firm e oposición a esa farsa tildada "coordinación de los tran spo r­te s ’. E n rea lidad, analizando objetiva­m ente la situación, es posible advertir qua este atropello, ha sa tu rado la p a ­c ie n ta y la serenidad colectiva, pa ra hace r e sta llar una protesta s im ilar a la que caracterizó los últim os tiem pos del gobierno de Irigoycn.

Se declaró la huelga de los colectivos: todo el pueblo acom pañó con su sim­p a tía y su opoyo este m ovim iento. Ce­rra ron los comercios m inoristas, adh i­rieron a lgunas casas im portan tes nor- t : am ericanas, se realizaron dos a sam ­bleas en el L una P a rk y, cuando expiró rl periodo de sesiones del Congreso,

ruros de que e l Senado no podría ¡ancJanar dicha ley, todo volvió a su an tiguo cauce: por las calles reapare ­ció e l popular vehículo de - tran spo rte urbano, por los cam inos volvieron a c ircu lar los m icro-óm nibus y camiones que ya estaban dispuestos a em prender una m archa sobre la c a p ita l. . .

El peligro INM EDIATO ha desapare- <-:¡!o. aparen tem ente. Una sensación de alivio so experim enta en el am biente. E 'lo nos perm ite hacer algunas con­sideraciones fundam enta les. Tenemos oportunidad de hace r un alto, tom ar r. liento, y adem ás orien tarnos bien en c! cam ino a seguir. Porque hemos visto qae, a pesar de todo, h a fa ltado muy r-oeo p a ra que se dé el zarpazo hace

días; porque, em pezando por el gremio de chauffcurs de colec-

población estaba Inde- desprevenida. Comprobamos

tivos, toda la

La C. G. T. y el monopolio de los transportes

E l proletariado debe tener bien en cuenta el silencio cómplice de la C . G. T . fr e n te a toda la cam ­paña contra la in fa m e le y ■ E llo se ju s t ific a , por el hecho de que la m ayor can tidad de co tizan tes de la m ism a son ferrov ia rio s, quienes ingenuam en te confían en m ejorar su estado con la "coordinación", s in com prender que, aunque lo consiguieran, sería sobre la base de la m iseria y el ham bre de otros trabajadores. A d em á s in tegra la C. G. T . la ofic ina sind ica l del A nglo A rg e n tin o , llam ada U nión Tranviarios, y m uchos de sus m iem bros hicieron un papel bien tr is te a l fo rm a r comisiones y f i r ­m a r pan fle to s redactados por sus explotadores, en nom bre de los ju r e r a s . .■

Conviene que los trabajadores aprecien la a c titu d bifásica de los

pescadores de la po lítica , los bol­cheviques, quienes al m ism o tiem ­po que apoyan la tác tica negativa de la Federación de L íneas de Co­lectivos, s im ulando gran preocupa d o n p or la lucha contra el m ono­polio, inc itan por o tra p a r te a l pro le tariado a rgentino a adherirse a le C. G . T . . .

Scbre este hecho, nos re fer im os en otro artícu lo , en este m ism o nú-

*a a qué h a conducido ta n ta con- W en el Parlam ento , en los politi- en las combinaciones que en -la

bra podrían hace r los dirigentes del gremio. Vemos hasta qué punto ha

suicida la negativa perm anente de

,A LECCION DEL ACTUAL MOMENTO POLITICO

ARGENTINOL zs ú ltim as "novedades" pa rlam en taria s h a n servido pa ra producir una

: m e lisa conmoción política en el pais, despertando «na g ran expectativa aún en grandes m asas de población que o rd inariam ente poco se interesan i;;.r i as cuestiones que en ese te rreno se p lantean.

La cosa no es para menos. L a ex trao rd inaria actividad de la s C ám aras <; r.c u i varias sesiones nocturna» despacharon un m ontón de 'leyes fabri- ■ .!• en serie, debieron necesariam ente prdducir la a larm a en. el pueblo,

sabe por experiencia las ne fasta s consecuencias que luego íe toca su- : ci:.- aquella sospechosa laboriosidad. P o r lo general, toda acen tuada ac ­tividad de los fabrican tes de leyes, repercute de inm edia to en sentido r.-i'.r.ctivo sobre el nivel de vida o el goce de derechos de la m asa popular.

Postergación de las elecciones de noviembre, reform a de la ley electo- : ¡nnción de la ley creadora del monopolio nacional y u rbano del tran s-

, p rórroga del presupuesto, intervención a S a n ta Fe, cuaren ta y dos i-: :k r.3£ m ás p a ra el e jército y la arm ada, u n a can tidad enorme de sub- v :íc.oucs y obras públicas ds carác ter electoral, todo eso fué to ta l o par- ; ."¡m ente sancionado de un tirón por los señores de la "concordancia" que

ja ron , de paso, como ei gato con e l ratón , con sus colegas opositores, iu,; cuales no desem peñaron, por cierto, un papel muy airoso en esta i uro,, comedia de la legalidad trasnochadora y en serie.

I':tc s i la farsa desem peñada en las C ám aras no puede sorprender a r como no debe sorprender la absoluta falta de escrúpulos puesta en .■vi.'kr.uia en este caso, es preciso ten er m uy en cuenta el valor sin tom á- t. o c u s tiene todo eso y la serla am enaza que im plica p a ra las precarias ': :v . l udes populares, la descarada ac titud de los rep resen tan tes del oficialismo y de la reacción.

Traducido a térm inos escuetos y claros, quiere decir que la “concor- c'.r’.ncia", o sea el G obierno, renuncia a todo sim ulacro de legalidad y afirm a

dteisión de en tregar a la voracidad ds los elem entos u ltrarreaccionarios, c.--!¡!o a l im perialism o extran jero , todos los resortes del poder, im poner las n'.siücia* m ás a rb itra rias e im populares y advertir a los ingenuos qi’e con- i ia n en los comicios democráticos, que su esperanza es absolutam ente vana.

S ignifica que el gobierno de Ju sto se h a en tregado definitivam ente ¡i la ex trem a derecha y está resuelto, llegado el caso, a em plear lisa y llanam ente la fuerza b ru ta pa ra m an tene r las sanciones d ictatoriales. El golpe de Estado, pendien te como constan te am enaza sobre la vida del pois, e s tá a punto de convertirse en un acto consumado.

V m ien tras esto sucede, m ien tras e stam os virtua lm ente bajo e l im perio de la dic tadura , m ien tras se p reparan nuevas arrem etidas con tra las víc- ü ¡nat de siem pre, los trabajadores, ¿qué hacen o qué proponen los hom bres de la oposición, los pa ladines de "nuestra" dem ocracia y de "nuestras instituciones”?

Los vemos escandalizarse de las he re jías legales de los nuevos genu- riexos, clam ar por la Integridad de la s Instituciones y, en suma, en tre tener ;ii pueblo en lam entaciones innocuas y en esperanzas in fundadas en la cor­d u ra o los escrúpulos dem ocráticos de los gobernantes.

Alix e stá lo m ás grave de la cuestión. Desde hace tiem po se sabía pe r­fectam ente o cab ía presum ir que la gen te del gobierno estaba preparando la en trega a la reacción, que el vergonzante fascismo criollo m aniobraba desde las esferas oficiales y que su aparición descarada era sólo cuestión de oportunidad. Con motivo del asesinato de Bordabehere se lanzaron voces de a larm a co n tra el peligTo fascista, p resen tando ese hecho de violencia como si fuera en rea lidad e l prim er crim en cometido por los m ercenarios de ja reacción. Parecía que ha b ía llegado el m om ento de to car a rebato o, cuando menos, p repa ra r a l pueblo a u n a seria resistencia contra e l peli­gro inm inente.

E n lugar de esto se vió cómo cada uno de los partidos opositores pro­curaba sim plem ente obtener cap ita l político en la emergencia, tom ar la cuestión como un excelente tem a de agitación electoral, hacer, en suma, r n poco de dem agogia reforzando en el pueblo la creencia en u n a salida ! ga iita ria, a base de las próxim as elecciones en las cuales hab ría que vo­ta r a los candidatos de segura filiación dem ocrática. No fueron m ás allá ni siquiera los demagogos de la ex trem a izquierda, pa rtidarios del “fren te único” electoral.

Consecuencia de ello es que la g ran m asa del pueblo, co n tra ria a la reacción, esté psicológicam ente desarm ada a n te las arrem etidas que se p re ­paran. Son centenares de miles de hombres, traba jado res la m ayoría, que en m ítines y demostraciones realizadas a través del país, expresaron su re­pudio al fascisjno y a sus servidores m ás o m enos vergonzantes. Pero se les I1Í2.0 c reer o se reforzó esa ingenua creencia, que bastaba con los mítines, io n las aclam aciones a la dem ocracia y la adhesión a determ inados c an ­d idatos pa ra considerar aventado el peligro fascista. Y ahora , cuando los hechos e stán a pun to de precipitarse, cuando se van e jecutando los pla- ne-s reaccionarios, esa m asa se siente desorientada, s in fuerzas rea les de resistencia.

Creemos, s in embargo, que el pueblo y especialm ente el proletariado aún e stá a tiem po p a ra volver por sus fueros y organizar la defensa efec- Uva de sus derechos. P a ra eso debe, en prim er térm ino, poner e l cen tro de

¡avedad de la acción en sus propias fuerzas, desviar su a tención del m i- : ja parlam entario , siempre engañoso, concentrarla en los p roblem as del ¡ a ta jo , en la acción solidaria por las victim as de la reacción, en la firm e

decisión de resistencia anniada cuando e l caso lo requiera. S i por un p lan tea - m ente m ás proletario y m ás directo de la lucha, se a p a r ta n algunos sec- . res contemplativos de ne ta composición burguesa o sim ples dilectantes,

> será, por cierto, una pérd ida de consideración. M ás bien sería la elimi- n ic ión de un la stre inútil.

Los trabajadores deben deducir la lección de los hechos y hacerlo r á ­pidamente. Despüés de lo que está ocurriendo ¿ tiene a lgún sentido práctico movilizar fuerzas obreras, a l sólo efecto, por ejemplo, de pedir al Parla­m ento la sanción de ta l o cuai ley, como la de am nistía u o tra cual­quiera? ¿No vemos, acaso, cómo y con qué objeto se fabrican las leyes actualm ente? No sólo carece de sen tido prác tico hace r ta les pedidos, sino q'-’e constituye un acto de desviación y de debilitam iento a l e n tre tener a

recurrir a la huelga y otros métodos directos, para exigir respeto y defender legítimos derechos logrados m ediante el trabajo.

Reconsiderem os serenam ente todo lo actuado. Ello será m ás eficaz que pro­te sta r en térm inos enérgicos, rep itien­do frases y convenciendo a quienes tie ­nen excesiva convicción. Con ánim o de analizar los errores y defectos an terio ­res. con el esp íritu constructivo de nc Incurrir en una posición que h a de­mostrado ser Inconducente y entrega- dora, desmenucemos muchos detal~ que nos pueden ilustrar, aunque para ello tengam os que poner el dedo e ' llaga ..

Porque todos deben e sta r dispuestos a ocupar su puesto de lucha. No p: cundir la sensación de que se lucha contra un enemigo Smbatlble, bajo el e m l se será derrotado finalm ente.

Existen m agnificas y enorm es i bilidades de defensa y de lucha. El gremio de los colectiveros no las hs utilizado. Tlcrte ahora , hasta la reaper­tu ra del Congreso — en que nueva­m ente se forzará la sanción de la ley — tiem po suficiente pa ra organizarse, p a ­ra concentrar sus fuerzas, para prepa ­ra r y hacer efectiva las tácticas que 1< den el triunfo. Si asi no obra, si per­siste en una ac titud confiada y equivo­ca, solam ente a s í mismo deberá pa r en la derrota.

. . .no son los grupitos “na­cionalistas” , rivales en am bi­ción, pequeños en número, que perpetran impunemente cobardes crímenes. El fascis­mo verdadero, solapado y más peligroso, es el amparo ofi­cial a esos crímenes, la m?- no oculta que los guía, el di­nero que los paga. El fascis­mo es el capitalismo que ne­cesita Estado fuerte, censur. rígida, prensa venal, to rturar a los obreros, cárcel a los re­beldes, y nada de oposición para explo tar sin control y aliviar sus crisis a costa del hambre y la esclavitud de las masas laboriosas.

El Estado es el cuerpo del fascismo. Los grupitos (Le­giones, A. N. A., Corporacio­nes, etc.), son las sombras del cuerpo. Vayamos m ás allá de las sombras, y duros con el cuerpo, en el ataque y la de­fensa!

ESTAN EN HUELGA LOS OBREROS\ PETROLEROS DE BAH IA BLANCA

En B ahía B lanca, un po ten te movim iento de huelga Im­pulsó hacia la lucha o un sector im portan te del proleta­riado, logrando la m ás am plia solidaridad de o tros gre­mios y de todo el pueblo,

Obreros petroleras, son éstos que se h a n rebelado contra sus explotadores. Se inició el conflicto en la C om pañía La Isau ra , porque el Directorio, que sólo tiene la preocu­pación d eex trae r m ás ganancias del esfuerzo productivo del traba jo hum ano, resolvió despedir g ran pa rte dei pe r­sonal, dos secciones, cuyas ta reas seguram ente recaerían sobre los traba jado res que quedaran. A parentem ente, no se conform an los voraces agentes del capitalism o e x tra n ­jero. con los dividendos fabulosos que envían a los accio­n istas que e stán gozando de los beneficios que les reporta el ham bre y la m iseria de miles de trabajadores. Q uieren más. cada vez más.

Y, por una coincidencia, seleccionó a los que se desta ­caban en sus esfuerzos en pro de la organización obrera.

L a huelga contó inm edia tam ente con el apoyo de sus com pañeros de la C om pañía Nacional de Petróleo, quie­nes exigieron como condición pa ra reanudar el traba jo la readm isión de todos los despedidos en la R efinería de Petróleo "La Isaura". Y en todos lados, los huelguistas ha llaron amplio estímulo para proseguir la lucha.

Algunos compañeros h a n enviado a esta redacción re ­cortes de diarios donde se consignan la s a lterna tivas del conflicto Vemcs que se han realizado acciones d irectas, ta les como sabotajes a los surtidores , que dem uestran el grado de su combatividad. P o r o tra parte , num erosas a d ­hesiones, figurando en tre las m ás im portan tes la decisión de la sección B ah ía B lanca N. O. de la U nión Ferroviaria, quien comunicó que estaba dispuesta a no cargar tanques de petróleo pa ra la com pañía en conflicto, esperando la definición de la c en tra l pa ra hacerla efectiva.

Los cam aradas anarqu ista s h a n colaborado en la m a­yor m edida de sus posibilidades en este m ovim iento. Porque no puede fa lta r la colaboración nuestra a todas las lud ia s por reivindicaciones sociales y económicas. Allí donde haya una injustic ia, los anarqu ista s estarem os siem pre presen­tes, en los prim eros puestos de actuación.

• I k m

V -

LA ULTIM A HUELGA S EÑ ALA COMO NO DEBE ACTUARSE EN PROXIMAS LUCHAS

EN varlos núm eros de ACCION LIBERTARIA, pero con mayor extensión en el correspondiente a l mes de m ar­

zo de este año, nos hemos referido a este problem a, pre­viendo exactam ente lo que ha ocurrido en los últimos días.

Hemos dem ostrado cómo la cam paña d irigida por la Federación de L íneas desorientaba la lucha y le restaba toda eficacia. Cómo, por la confianza en fuerzas a jenas — especialm ente Ios legisladores y la potencia de los norte­am ericanos — se subestim aba el valor de la lucha y aun la mayor p a rte de los colectiveros no creían que la ley scr.a aprobada. Citábamos el hecho, concreto e- irrefutable, de que todas las líneas h a n renovado el m a teria l en este año. cosa que no se hubiera hecho si se estuviera bajo la

de una am enaza inm inente , resistiendo en tan to jehes viejos. Y m ás aún : hem os denunciado — i únicos en hacerlo — que las que se beneficia- 1 negocio fueron las casas productoras e im por­

tadoras de chasis y repuestos, especialm ente la G eneral Motors, quienes ten ían justificado interés en hace r ver

el monopolio no se aprobaría, pa ra así poder colocar m ateria les. En conjunto, toda la labor de la Federa­

ción, de los Comités de Zona y. de evantOg políticos se a d ­hirieron demagógicam ente a e sta cam paña, incluso: el p a r­tido Socialista, incluso los bolcheviques, por interm edio de esa care ta que se llam a Liga A ntiim perialista, ha con tri - ‘ ” a desarm ar al gremio, en form a tal, que si los W-

se hubieran propuesto hacerlo por su cuenta, con que no lo lograrían a ta l perfección, n doler a muchos e stas palabras , pero nos ve­

mos obligados a expresarlas, porque refle jan la realidad. Podrá hacerse m ucha bamboila exterior, pero quien h a es­tado en el am biente, quien h a recorrido las lineas, al co­nocerse la noticia de la aprobación de la ley. sabe cuál fué la im presión que causó. Todos estaban anonadados. Nadie sabia qué hacer. Apareció en esos m om entos la d e ­c larato ria de huelga general, decretada por la Federación de L ineas y luego am pliada po r la declaración de la Unión Chauffcurs y o tras fuerzas im portantes; el gremio recurrió a la huelga desesperadam ente., como el último medio de salvación, sin ten er siquiera confianza en su propia a c ­titud.

Es posible a firm ar que los hom bres del pueblo, los traba jado res de industrias, sin n ln¿una vinculación con el tran spo rte , estaban m ás anim ados, m ás decididas que los colectiveros. ¿Por qué? Porqne hasta ese m om ento la Federación y todos sus aliados hab ían impedido la efec- tivación de menor ac to de lucha. Cuando la U nión Chauf-

feurs declaró la prim era huelga contra la reglam entación m unicipal — anticipo de la “coordinación'' nacional — la mayor ¡jarte de los pa trones de coches se opusieron. Y en sucesivos movimientos, especialm ente cuando la Unión inc itó a la huelga con tra el monopolio y por la libertad de los presos por "asociación ilícita", hem os visto a los dirigentes de la Federación movilizarse enérgica­m ente — como no lo h a n hecho contra el monopolio — ed itar m anifiestos pa ra que la huelga no sea apoyada, e n ­v iar delegaciones a todas las líneas con la consigna de im pedir que se abandone el trab a jo y favorecer la a p u ­ración de sanciones a iscw n n a n as a ios que gei-uaucu i» huelga contra el m onopolio. . . _ J

La aprobación, por p a rte de la C. de D iputados, de la ley. derrum bó el artificioso arm azón de esperanzas in ­válidas, de m entiras, de falsas Ilusiones. Hubo necesidad de salir a la caUe, a declarar la huelga, a requerir la co­laboración del pueblo que ta n e spontáneam ente hab ía de­m ostrado su sim patía por el m ovim iento antim onopollsta.

Y el paro, aunque unánim e, se m antuvo en una e ste ­rilidad absoluta d u ran te 6 días. ¡Cuántas posibilidades hu ­bieran tenido lo* colectiveros, si en vez de quedarse en ac ­titud pasiva, se organizara una agitación callejera, a la cual apoyaría todo el pueblo de Buenos Aires! El vacío dejado en el tráfico por los coches re tirados ds la c ircu­lación, debia ser ocupado por colum nas hum anas en a c ti­tud de protesta! Pero, en cambio, fueron las em presas de tranv ías y de ómnibus quienes aprovecharon de la m agni­fica c ircunstancia, sin que hubiera actos serlos pa ra im ­pedir el tráfico de esos v e h ícu lo s ...

E sta es la verdad. Puede elogiarse en muchos tonos esta huelga y nosotros no negamos el valor enorm e de la paralización abscluiam ente evidenciada. Pero eso es sólo un aspecto, insuficiente.

Y. cuando en el am biente del gremio ésto se com pren­día espontáneam ente, cuando se percibía que hab ía nece­sidad de algo m ás efectivo que la simple ac titud de cru­zarse de brazos, cuando el pueblo dem ostraba su ind igna­ción con tra ios pésimos servicios de ómnibus y tranvías, cuyas com pañías sacaron a la calle cuanto carrom ato ve­tusto y fuera de servicio poseían, se llam a a 13 asamblea del Luna Park, y el consejo directivo — que ya había re ­suelto la vuelta a l trabajo y que, según los e statu tos de la Federación de Líneas tom a resoluciones que no pueden ser revocadas por las asam bleas del gremio — presiona os­tensiblem ente para que se dé por term inado el conflicto, en vista de que las C ám aras no sancionarían la ley este

COMISION DE FINANZAS (C. R. R. A .)

$ 0.TARJETAS DE COTIZACION

y 0.30 c|u.: 178, 179, 180.S 0-50. c¡u.: 587, 588, 1005.$ 1— c u : 557. 558, 550, 560. 561. 560.

587, 573, 574. 579. 580. 581. 582 . 583. 584..................... I, 591, 592, 593, 594, 596. 597.712. 773, 775. 776, 777, 778. 779, 1001.

W2, 1006. 1010, 516, 517, 518, 519.S 2— c u .: 562, 563. 564. 565. 568, 569,

570 571, 572, 575, 576, 577, 578, 586 , 598. 599,' 770. 774, U>03, 1004. 1007, 1008, 1009.

S 3.— CiU.: 595, 771, 513, 514 S 5.— c'iu.: 524, 783. 796.S 10.— clu.: 523, 784. 781.$ 20.— c|u.: 782. 780.

c o m is ío n T r o f . a . a .TA RJETA S DE CONTRIBUCION ECONOMICA AL C- C. DE LA F. A. A. Serie A (Capital F ede ra l):

$ 050 c u .: 41, 43, 44, 47, 248, 249, 257, 259. 260.

S 1.— ciU.: 42, 45, 4«. 40, 66, 70, 150, 256, 258, 492, 494, 495, 296. 297,

, 300., 50. 51. 53, 54, 55, 69.

8,. 499. 80.

$ 2.— c|u.:

$' 3.—S 5.— c|u.: 491,$ 6 .— c|u.: 497.$ 10— c|u-: 67.$ 50 'c |u .: 498.

Serie A (Zona N orte):$ 1.— c|U.: 956, 957, 975, 976, 977.

$ 2.— c'U. 979.

“ A c c ió n P r o l e t a r i a ”

Con el sugestivo lem a : “L a V os Liberta ria del L ito ra l A rgen tino" ,, ha aparecido en Rosario el prim er nú ­m ero del periódico "A cción P ro le ta ­ria" , órgano del C. R . A .

Im presionan m u y favorablem ente , apenas se abren sus 8 páginas nu ­tridas y excelentem ente presentadas, la orientación y e l contenido de este nuevo propagandista de los ideales y las tácticas libertarias. Con criterio obje tivo, con fundam en tos sólidos y m n un sentido adm irable de s ín tesis , plantea los problem as v ita le s de la

■ i la cual está destinado: la or­ganización rura l y todos los asuntos jundam enta les del campo argentino, la vida sindical, las luchas obreras, los m ovim ientos populares, vecinales, etc., de rebeldía.

Y si ello no fu e ra su ficien te , ade­m ás de los artículos sobre tem as de rigurosa actualidad y de orden gene­ra l, contiene una enorme in form ación

edlos pueblos y ciudades del L itora l, especia'm ente la provincia de San tc Fe.

A "Acción P ro le taria ”, nuestrp sa­ludo fra te rn a l A los compañeros del m ovim iento anarquista de S a n ta Fe que lo redactan, nuestro s cálido tím a lo . '

$ 10— c|u.: ft $ 20.— c|u.: 9.

Serie A (Zona ¡>

la m asa con sem ejan te actividad que Implica afirm a? cierta confianza en los poderes constituidos. Y lo propio ocurre cuando la lucha contra la reac ­ción se enfoca en el sen tido del sostén de las instituc iones actuales, en lu­ga r de hacerlo a l m a rg e n 'y co n tra dichas institución«.«, em inentem ente con­tro ladas po r la burguesía.

F uera de todo cálculo electoral, de toda ilusión legalitarla, pueden y deben los traba jado res o rgan izar la lucha con tra el fascismo, disponerse a la resistencia efectiva con tra todo ataque a sus conquistas con tra todo a tro ­pello a las libertades públicas. Si los paladines de la dem ocracia quieren rea lm ente im pedir el avance de la reacción, no ten d rán sino que acep tar la lucha direc ta por los medios que las circunstancia.'! aconsejen. Sino, si pre­fieren confiar en ios resortes legales y la p rác tica electoral, continuarán como h a s ta a h o ra oficiando de adorm ecedores de la m asa oprim ida. Fren te a los hechos, la elección es c la ra

Todo lo que hagamos por los presos de Bragado,

será msuficiente hasta que logremos su libertad

O C T U B R E : 1909, FERRER 1934, ASTURIAS

Hace 20 años fu é asesinado por la m onarquía española F rancis­co F c -re r y G uardia. H ace un año, la república española asesinó en m asa a los heroicos obreros de A s tu r ia s , levantados en fa v o r ae su p r o p h libertad. Por la re vo lu d ó n social.

F e r re r desa fió al dogm a de la iglesia y la fob ia liberticida de la burguesía- L ió al m undo e l m onum ento im perecedero de su E scuela M oderna, etapa históricq en ¡a pedagogía, revolución que arrancó a la in fa n c ia de las g arras deform adoras de fra iles ad ictos a R om a o al E stado . F u é revolucionario ín tegro . F ué com batien te de su causa, y

por elia dió su preciosa vida.A stu r ia s brindó en O ctubre de 1934, a ^!lo m ás que la vida de

hom bree y m u jeres prendidos a las arm as libertadoras y destrozados por las bombas del E stado . M arcó una lección y señaló, con su sa l­do de m ártire s , cómo procede s iem pre el poder, para qué se m antiene u n e jé rd to , y la fa rsa sangrien ta del m ito pa trió tico .

F er rer levantó la indignación del m undo. S u ¡V iv a la Escuela. M oderna! prendió hogueras en los corazones prole tarios de toda la tierra . M on tjm ch pasó para s iem pre a la h istoria y F errer tiene .u n puesto de p rim era fi la en el recuerdo de los oprim idos. S u s verdades im pulsaron hacia nuevos derro teros la pedagogía llueva. S u s idealesserán realidad, gracias al e sp ír itu libertario del proletariado iber

A s tu r ia s fu é e l reverso de la tram a política de O ctubrc. Y s i en C ata luña los-' gobernantes de la E squerra , los po líticos tipo A za ñ a y Largo Caballero, pusieron el ¡M uerte a la F . A . / . . . / al lado de sus am biciones de reconquista; s í en M adrid y la cam piña española te regaron las arm as al pro le tariado; s i se planeó la vuelta del g rupo en­sangren tado con C asas V ie ja s , en A s tu r ia s hubo alto ejem plo de de­cisión revolucionaria, pese a ciertos je fe s socialistas, porque, los obre­ros fu ero n unióos a la lucha para rea lizar su re vo lu d ó n social.

H oy E spaña rebelde espera. Y el m undo tam bién pone su espe­ranza en el heroísm o del pro le tariado Ibérico. P ero no e s tán los ojos puestox en los A zaña del t ' i r a f bien a la b a rr ig a " , n i es los políticos que tem en a l pueblo en in su recd ó n . N u e s tra s e speranzas e stán en las fu e rza s au tén ticas de los oprim idos. E n las que siguen la ru ta de los obreros que en la S em ana trág ica de 1909 hicieron tem b lar a l régim en, con Ioj que tuv ieron de su seno a una fig u r a cum bre como F errer, en las q u ’ en E nero y D idem bre de 1933 quisieron im p la n ta r e1. comunismo libertario , en las que hicieron de A s tu r ia s un e jem plo , en la s que tío quieren je fe s n i priv ileg ios, en las que am an la libertad y saben que ella será pisoteada por cua lquier fo rm a de gobierno. E n la acción orien tadora de la C. N . T . y de la F . A . I. depositam os, coulo m ejor saludo en esta fecha , la gran esperanza de convertir en realidad la. a sp iradón que u n e ’a todos los libertarios de la tie rra : vo m ás patro­nos. no m ás E sta d o ; com unism o y libertad.

COMBATIR A L IMPERIALISMO E X T R A N JE­RO Y A L ESTADO Y CAPITALISTAS DE AQUI

No s o t r o s hemos estado en la psamblea del Luna Park, el

lunes 30. El esp íritu unánim e de la gran m asa allí reunida era de prose­guir la huelga. El deber de los o rien­tadores era encauzar esas enorm es fuerzas en potencia hacia fines p rác ­ticam ente eficaces. Pero hicieron todo lo contrario , y se volvió a l trab a jo sin lograr m ás que una tregua, pero bajo la am enaza pendiendo con idéntica pe­ligrosidad.

Ahora, existe un deber, por encima de todas las cuestiones secundarias. ”

nerse e v itar que ello vuelva - *— - - Luego, hay que ev itar que el p á n i­

co cunda en la s líneas. Ya son muchos los dueños que, tem erosos e indecisos, procuran vender sus coches, y en su desesperación los liquidan realm ente. Esto puede ser uno de los objetivos ae la tregua que h a dado el Senado. Por­que si empieza a producirse el descon­cierto en el mismo gremio, la labor de la “coordinación” e stará grandem ente facilitada. CADA UNO DEBE OCUPAR SU PUESTO DE LUCHA: DEBE ES­TAR DISPUESTO DE DEFENDER CON DECISION SUS DERECHOS, CONTRA EL IM PERIALISM O E X ­TRANJERO Y CONTRA EL ESTADO NACIONAL.

Hay que elim inar toda confianza en el parlam entarism o, porque nada pue de esperarse, n i de los actuales legisla dores y gobernantes, n i del probabli tr iunfo de los opositores, porque cuan do éstos estaban en el gobierno, en tre garon Igualm ente el pais a las poten cías cap ita lis tas ex tran je ras , especial m ente a los ingleses.

Hacia la acción direc ta deben en' cauzarse todas las energías. H acia la pro testa valiente y callejera. H acia las grandes dem ostraciones populares.

No pueden c re a r m uchas esperanzas

la s supuestas expresiones de solidari­dad de la s casas norteam ericanas. Es evidente que e l gobierno, prevlsoram en-

La Unión Chauffeurs ha reafirm ado su posiciónLrrta absurda superioridad, p re ­

tend ida por los dueños — o tu to ­res — de au tos colectivos, quijo predom inar sobre todo el grem io, que son los prole tarios del colec­tivo , los peones y sup len tes. U na fia n z a del garag ista m á s cercano, parecía d ar títu lo aristocrá tico a m odestísim os y hum ildes peones de ayer.

De a h í p a r te la división p ro fu n ­da que ex is te en el grem io. De ese concepto r id ícA o del que ya se cree por lo m enos pequeño burgués, ha tenido origen toda la serie de m a­niobras para in te n ta r la destruc­ción de la valien te organización de la F . O. R . A ., la U nión C han f- fe u rs , co'sa que no ha logrado n i ia reacción n i los procesos por ilicitud.

E e hora que los acontecim ientos hagan decaer una soberbia que sr convierte en doblegam icnto an te la fu e rza de arriba . Que se comprenda que el monopolio n i tiene en cuen­ta esa m inúscu la "propiedad", Que a todos am enaza por igual.

L a U nión C h a u ffeu rs ha demos­trado que los hechos con firm an su posición, y ello fo r ta le c e ' su in ­fluencia en el grem io. E l apoyo ál [,aio, que ella extend ió duran te otro día, ev idendó que poco a poco, se ca com prendiendo la situación.

envían su e scuadra a los países en que LA PALABRA

intereses m ateria les e stán am ena­zados, que invadieron Nicaragua con fuerza de m arinería de desembarco, que avasallaron casi todas las repúbli­cas centroam ericanas, que hacen una política de h ierro en China y sostienen la tesls d e que por cada dó lar en el exterior, debe haber un soldado am e­ricano p a ra defenderlo, no se h a n to ­m ado m uchas m olestias por la apro­bación del monopolio. Y esta actitud, enorm em ente sospechosa, se h a agra­vado cbn los carteles puestos por la S tandard en sus Estaciones de Servi­cio y surtidores de n a fta , el día del paro : “Cerrado por im posibilidad de servir a l público, por causas de fuer­za m ayor”, s in expresar siquiera que era con tra Ia le y .. . Lo m ás probabla es que ya se les haya asegurado, como hem os dicho en o tro núm ero de AC­CION LIBERTARIA, la aprobación ds una ley que 'le s entregue el petróleo nacional, u o tra que les repare los per­juicios causados por ésta.

Hemos recogido una idea que exlsM en muchos chauffcurs: hace r sen tir direc tam ente el repudio del gremio so­bre el Estado argen tino , obligándole por medio de la negativa a consumir la n a fta fiscal. a ve tar dicha ley y a poner en libertad a todos los presos sociales, .suprimiendo los procesos por ‘‘asociación Ilícita’’ a organism os s in ­dicales. Sin ve rtir opinión sobre esta iniciativa, eremos que todos los medios

de acción d irec ta deben emplearse a fondo, seguros de que con ellos se lo ­g ra rá el triunfo.

M ás efectivo que con e l apoyo W comercio, debe buscarse — en la certeza de que se log rará am pliam ente — 1» solidaridad de los dem ás trabajadores y del pueblo. M icntras aquél acompa­ñ a rá un día, éstos e stará n dispuesto« a luchar hasta el final. EN ESTOS MESES, PUEDE Y DEBE ORGANI­ZARSE LA RESISTENCIA FIRM E AL MONOPOLIO. EL GREM IO 'PtvvB

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