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Conclusin y problematizacin: Una genealoga de lo poltico
Pensemos algunos problemas y consecuencias derivados de este trabajo. Primero
har un resumen. En la introduccin se sostienen tres cosas: que el lenguaje es
metafrico y que el uso de los tropos fue y sigue siendo importante a la hora de
referirse e instituir lo poltico. En una sociedad el lenguaje es vehculo de
metforas, con l las sociedades conservan y registran prcticas del mismo modo
en el que Nietzsche deca que ser veraz es usar las metforas usuales. En
segundo lugar, que el vocabulario de los indoeuropeos, estructurado por opuestos
binarios y nociones complementarias caractersticas de la metafsica asimil a la
metfora del cuerpo humano apareciendo al interior del vocabulario poltico
provocando efectos en la forma cmo fue concebida la organizacin de lo social,
as el significante cuerpo, tanto en griego como en latn fue integrada al
pensamiento, a las prcticas y a la filosofa junto con las implicaciones que ella
arrastraba. Cmo vemos, a lo largo de nuestro trabajo esta integracin? Por
ejemplo al asumir que el Estado es un cuerpo, pero cul es la oposicin de
cuerpo, el alma, entonces, el alma, lo sabemos, rige al cuerpo y de ah se
desprende la soberana y es el sistema de esta oposicin binaria, lo que instituye
determinada concepcin de lo poltico; por ltimo, que eso permita que la
explicacin geomtrica de los griegos ordenara al Estado de manera proporcional,
de manera semejante a las proporciones del cuerpo humano, es decir, el Estado
se pens siempre como un todo con partes y relaciones calculables que
conformaban una unidad, pero que esa explicacin fallaba a la hora de dar cuenta
de algo que era una parte del Estado, pero que se asuma como totalidad del
mismo, el demos. La explicacin geomtrica que da cuenta de la polis griega,
hace de la polis una totalidad, lo poltico resulta ser un clculo proporcional de las
partes, la poltica como proporcionalidad. Lo anterior es importante ya que, por
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ejemplo, Aristteles pens que la desproporcionalidad de una de las partes
causaba mudanzas de rgimen167 ocasionando una disimetra imposible de
explicar con el significante cuerpo. El demos queda fuera si explicamos el Estado
con dicho significante. El demos perturba la explicacin. Entonces, en lugar de
tratar de explicar esta disimetra, la filosofa trata de conjurarla dejando el
problema sin solucin. Occidente ha decidido su pensamiento poltico dejando
fuera partes que no tienen medida, pero que indudablemente actan al interior del
Estado. El demos, los pobres que constituan, segn Rancire, la clase de la mera
muchedumbre, la multitud que no se puede contar. Y que son, tanto matemtica,
como ontolgicamente, los no contados o si se quiere, los que no cuentan para la
explicacin que dieron Platn y Aristteles. As, la filosofa poltica, no apareci
como una explicacin de la poltica, sino como un dispositivo para eliminar sus
efectos negativos. Efectos que son asociados con figuras irracionales como la
bestia policfala en Platn.
Hay que abundar ahora en el anlisis de una figura retrica que puede
servir para explicar cmo esta metfora del cuerpo qued instituida: La catacresis.
En La razn populista Ernesto Laclau evoca la historia de Cicern quien imagin
un estado primitivo del lenguaje en el que hubiera ms cosas que palabras para
designar. Eso cre la necesidad de que algunas palabras se utilizaran para
designar otras que no correspondan a su sentido literal. Segn Laclau, para
Cicern eso suceda en un nivel meramente emprico. Pero
167 Vase, 2.5. Aristteles y la naturalizacin de lo polticode este trabajo. Retomo aqu la cita de Aristteles en 1302b- 1303 a de la Poltica.El crecimiento desproporcionado de uno de los componentes de la ciudad, es tambin causa de mudanzas polticas, del mismo modo, en efecto, como el cuerpo est constituido de miembros y cada miembro debe crecer proporcionalmente a fin de conservar la simetra, y si no sta se destruye, como cuando el pie mide cuatro codos y el resto del cuerpo dos palmos, y en ocasiones puede incluso trasformarse en otro animal si crece desproporcionalmente (sic) no slo en cantidad sino en cualidad, as tambin la ciudad se compone de partes, y a menudo pasa inadvertido el incremento de alguna de ellas.
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Imaginemos, no obstante, que esta carencia no es emprica, que est vinculada con un bloqueo constitutivo del lenguaje que requiere nombrar algo que es esencialmente innombrable como condicin de su propio funcionamiento. En este caso el lenguaje original no sera literal sino figurativo, ya que sin dar nombres a lo innombrable no habra lenguaje alguno168
En la retrica clsica, a un trmino figurativo que no puede ser sustituido por otro
literal se le denomina catacresis. Por ejemplo cuando hablamos, el ejemplo est
en Laclau, de la pata de una silla. O tambin cuando hablamos de el ala de un
avin, de la boca del ro o de el cuello de la botella o cuando hablamos de el
cuerpo del Estado. (En la modernidad la catacresis se cumple cuando se habla de
cuerpo social. Foucault mismo, que se declara un positivista feliz, utiliza cuerpo
del estado, cuerpo social para exponer su teora del bio poder. Y ello, como la
mayora de los casos desde Rousseau, sin darse cuenta de que dicha expresin
en realidad nos deja, adems de muchas cosas sin explicar la sospecha de que
hay presupuestos tericos que se asumen naturalmente. Rousseau habla de
cuerpo poltico, pero una propuesta terica como la del filsofo ginebrino se
puede hacer con la nocin de cuerpo? Acaso no es justo lo que Rousseau, al
imaginar una sociedad democrtica, trata de excluir? Rousseau habla del contrato,
entonces, ah no hay una organizacin corporativa, orgnica, sino que se
construye por la voluntad de los individuos, sin embargo no puede salir de esa
explicacin. Rousseau, como muchos no tiene otra metfora). Volvamos a la
catacresis.
As surge la necesidad de transmitir con otros trminos lo que el sentido
literal no transmitira. Los estudiosos de la retrica tambin han considerado que
la catacresis es un clich, un lugar comn que se vuelve literal por el uso, que se
168 Laclau, Ernesto, La razn populista, Argentina, FCE, 2005, p.96. Cursivas en el original.
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ha marchitado y que ha dejado de ser figura.169 O, en el caso de Nietzsche, que se
ha olvidado que es figura.
La catacresis le sirve a Laclau para construir su concepto de significante
vaco, que surge de la ...necesidad de nombrar un objeto que es a la vez
necesario e imposible de nombrar.170 El significante cuerpo como significante
vaco, supuso que todos los tericos hacan referencia al mismo problema y una
vez que qued integrado al vocabulario de lo poltico, qued naturalizado para
explicar la organizacin social (el Estado, imposible de nombrar) olvidando que
esa no es la designacin propia de lo poltico; La metfora se naturaliz en la
medida en que se pens que no haba otra designacin para referirse al Estado.
Pero cul es la designacin propia de lo poltico? La respuesta es que no la hay,
el lenguaje de lo poltico fue construido de manera arbitraria. O, digamos,
sacrificando las particularidades de una cultura, sus prcticas y su lengua, para
referirlas a una determinada forma de construccin de lo poltico. Expliquemos por
qu.
Foucault, en una de tantas ocasiones que intentaba deslindar su trabajo del
estructuralismo deca que l haba llevado el estilo estructuralista a los dominios
en donde los estructuralistas no haban penetrado, es decir, al dominio de la
historia, de la historia de las ideas, del conocimiento, de las teoras. En otras
palabras, al dominio del nacimiento de ciertos discursos y el modo en que stos
funcionan en una cultura dada. Ese es nuestro problema. Benveniste intent en
sus anlisis, atestiguar el sistema lingstico de esa familia de lenguas
indoeuropeas. Su problema no era derivar las consecuencias e implicaciones de
ellas, pues su compromiso terminaba en la significacin dejando a otros la
169 Vase, Berinstain, Helena, Diccionario de retrica y potica, Mxico, Porra, 2004. 170 Laclau, E., Op. Cit., p.96.
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designacin. Benveniste reconoce que aunque se puede atestiguar un pasado
comn del indoeuropeo, las lenguas particulares son heterogneas y muchas
veces sin conexin. Al analizar, por ejemplo, el vocabulario de las instituciones
religiosas encuentra una situacin lingstica original pues [...] si nos limitamos a
considerar la porcin del vocabulario que puede definirse, completa e
inmediatamente por correspondencias regulares, estamos condenados a ver
disolverse poco a poco el objeto de estudio.171 Eso sucede con la gramtica
comparada que intenta restituir trminos generales aunque cada pueblo tenga
creencias y cultos particulares. Existe un vocabulario comn con relacin al modo
en que se organiza lo social, pero su significacin muchas veces no lo es.
Entonces lo importante es hacer la historia de las particularidades de cada lengua
y sus maneras de construir lo poltico y sus instituciones. Lo que cuestiona este
trabajo es que tales instituciones no se pueden caracterizar con una misma
metfora, cuestin que a la filosofa poltica le pareci necesaria y que sin
embargo, el anlisis de las diferencias de sentido muestra que el vocabulario
poltico es metafsico, teolgico, pero tambin heterogneo. Mostraremos lo
anterior al hacer la genealoga de la soberana, del significante soberana, y de las
diferentes acepciones del vocabulario religioso.
Benveniste analiza la heterogeneidad del vocabulario religioso en los
indoeuropeos. Pensemos en dos lenguas, el latn y el griego.172 El adjetivo
sagrado, sacer, (a cuyo significado se llega por una doble oposicin a tres pares
de opuestos), por un lado, significa augusto y maldito consagrado a los dioses y
cargado de una mancilla imborrable, digno de veneracin y que suscita horror.
Adems, sacer, en su raz tiene relacin con sacrificare, sacrificar, ejecutar,
171 Benveniste, E., Op. Cit., p. 345. 172 Sigo el anlisis que hace Benveniste de los trminos.
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ejecutar es hacer sagrado. Hasta llegar a la relacin entre sacerdum y sacrificium,
el sacerdos es el encargado de llevar a cabo el sacrificio.
Ahora bien, la palabra sanctus, tambin designa lo sagrado, pero tiene otra
significacin pues proviene de otra lengua y se designan como sanctas las cosas
que no son ni profanas ni sagradas sino lo que est sometido a una sancin, por
ejemplo las leyes, As Se ve en cualquier caso que sanctum no es lo que est
consagrado a los dioses, que se dice sacer, ni lo que es profano, es decir, lo que
se opone a sacer; es lo que, no siendo ni lo uno ni lo otro, est establecido,
afirmado por una sanctio, lo que est prohibido por una pena contra cualquier
agresin, como las leges sanctae.173
Lo mismo sucede con los vocablos griegos hiers y hgios. Trminos que
tienen diferentes races y que se aplican al dominio de lo sagrado. Esas races
indican, para el primero, significaciones que van desde el movimiento de un carro
que Zeus nima a arrastrar, hasta el adjetivo de fuerte o poderoso. O bien se
asocia a lugares, nombres de ros, nombres de personas, nombres de elementos.
Lo comn en todos estas acepciones es que tienen el mismo valor, en todas
partes hiers pertenece al dominio de los sagrado ya porque esta cualidad
afecta a la nocin por vnculo natural, ya porque est asociado a ella por
circunstancias. 174 El otro trmino analizado por Benveniste en griego es hgios,
que comporta todava ms problemas de unificacin, sobre todo porque muestra
un sentido negativo de la palabra sagrado. Hgios designa lo que est prohibido,
aquello con lo que no se debe tener contacto Benveniste concluye lo siguiente.
173 Benveniste Op. Cit, p.351. 174 Ibidem, p.355. Es imposible aqu resumir todas las acepciones de los trminos. No es objeto de este trabajo, lo importante la heterogeneidad de relatos que se involucran en una palabra.
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La revisin de estos trminos ha puesto de relieve, a un tiempo, la antigedad y la disparidad etimolgica. Cada uno de ellos tiene su historia y comporta sus enseanzas. No se accede a una prehistoria comn de lo sagrado.
Adems constatamos que varias de las lenguas ms antiguas poseen una doble explicacin, distinta en cada lengua, dos trminos complementarios que enuncian un doble aspecto de lo sagrado. En griego, hiers y hagios; en latn, sacer y sanctus; 175
El vocabulario poltico proviene justo de esta matriz de lo sagrado, una matriz que
luego se fund en la palabra soberana, pero que tiene un fundamento mvil dada
la multiplicidad de trminos y significaciones que intervienen en l, pero que la
filosofa asumi como igual.
En la introduccin ejemplificamos la organizacin de la sociedad con la
triparticin de funciones que se repetan tanto en Platn como en la Edad Media.
Pero Por qu se repite ese orden si los trminos que designan las funciones son
distintos segn sea la cultura en donde se usan? Tenemos aqu, el problema de
innumerables lenguas que construyen sus instituciones por medio de distintas
significaciones y prcticas, pues el lenguaje instituye prcticas, que fueron
heredadas al pensamiento poltico y que fueron reducidas a una misma metfora
convertida en lugar comn. A Falta de un funcionamiento comn, se utiliza la
trifuncionalidad para organizar las partes, pero por eso mismo, la trifuncionalidad
es una organizacin vaca que implica lo que Derrida llam espectralidad que
aparece a la hora de nombrar lo poltico pero que no se nombra de hecho.
Debemos tomar en serio la expresin cada uno de ellos tiene su historia y
comporta sus enseanzas por un lado. Por otro, la idea de que son trminos
complementarios que enuncian aspectos dobles, es decir ambigedades. Con la
primera expresin se muestra que el vocabulario es diverso, mltiple, an cuando
tienen, los indoeuropeos, instituciones comunes. Lo que hizo la filosofa, fue
175 Ibidem., p.361.
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ahorrarse las particularidades. Asociar por ejemplo, sacer y sanctum, hiers y
hagios por un afn conceptual. Cada trmino tiene su historia, comporta
enseanzas. Qu tiene que ver el carro que Zeus arrastra, con un ro, y stos
con lo augusto y lo maldito o con lo que es digno de veneracin? Y qu tiene
que ver todo lo anterior con lo poltico? Tienen que ver en la medida en que se
decidi que haba relaciones, pero son meramente retricas, no esenciales.
Porque lo poltico no posee esencia propia, as, se recurre a metforas, pero
ninguna metfora se adecua a lo que se quiere nombrar, siempre hay alguna parte
que se deja sin nombrar.
Ahora bien, el estructuralismo en determinado momento asoci la forma
comn de las expresiones lingsticas cuyos significados adquirieron funciones
que discursivamente fueron manejadas como trascendentales, como condiciones
para pensar lo poltico, pero de ninguna forma lo son. No se puede adoptar un
fundamento con la multiplicidad de relatos que intervienen en cada uno de los
trminos.
La genealoga, por el contrario, ha de tratar de mostrar las singularidades a
las que puede dar lugar un vocabulario. Nietzsche mostr que los conceptos se
hicieron mediante arbitrarias trasposiciones, sacrificando las particularidades de
los objetos.176 Despus se asociaron estos trminos con determinadas funciones
relacionadas al gobierno como la soberana o la cabeza. Ello convirti a los tropos,
en particular a la metfora del cuerpo, en vehculo no slo de pensamientos y
176 Por ejemplo, Todos los conceptos surgen por igualacin de lo desigual. Aunque una hoja jams sea igual a otra, el concepto de hoja se forma prescindiendo arbitrariamente de las diferencias individuales, olvidando las caractersticas diferenciadoras entonces provoca la representacin, como si en la naturaleza hubiera algo, fuera de las hojas, que fuera la hoja, una especie de forma original que sirviera para tejer, disear, recortar, colorear, rizar y pintar todas las hojas, aunque esto lo hubieran realizado manos inexpertas, de modo que un ejemplar fuera una reproduccin correcta y absolutamente fiel a la forma regular Sobre Verdad y Mentira... Ed. cit., p.90-91.
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prcticas, sino esencialmente de relatos como los que hemos mostrado al analizar
las diversas variables de las palabras. Esos relatos transportan ficciones tomadas
de aqu y de all y con esa mezcla Occidente intent fundar lo poltico. Qu
legitimidad tiene entonces, la metfora del cuerpo? No tiene ninguna, ni esencial,
ni tica, ni epistemolgica. Sin embargo, fue el transporte de relatos diversos.
Seguramente los relatos se fusionaron hasta que el afn conceptual de la filosofa
los fij de una vez y para siempre convirtindolas en catacresis.
Vico cuenta el momento en que estas metforas fueron fundidas con las
filosofas haciendo aparecer a la metfora como un tropo luminoso, el ms
luminoso pues con ella se empezaron a contar fbulas que dan sentido y pasin a
las cosas insensibles trasladando los atributos del cuerpo humano a las cosas
inanimadas. Es digno de observacin que en todas las lenguas la mayor parte de
las expresiones en torno a cosas inanimadas estn hechas a base de
trasposiciones del cuerpo humano y de sus partes, as como de los sentimientos y
pasiones humanas: Como cabeza por cima o principio177 .
Aqu tenemos nuestra segunda cuestin. Si fusionamos sacer y sanctus,
hiers y hagios y los fundimos con el trmino de cabeza o de soberana, nos
encontramos que el traslado, una vez que se produjo la semejanza por efecto de
esa misma trasposicin fue el vehculo de ambigedades, de dobles o mltiples
valoraciones, adems de comportar en esas valoraciones significaciones
religiosas o teolgicas.
Tenemos que explicar otra figura que posibilit este pasado, la sincdoque,
la parte que designa al todo. Giambattista Vico cuenta cmo surgi este tropo:
177 Vico, Giambattista, Ciencia Nueva, Madrid, Tecnos, 1995. p.198
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La sincdoque se convirti en un tropo despus, al elevarse los particulares a universales o componerse unas partes con las otras con que formar un todo. As, mortales fueron al principio llamados solamente los hombres quienes nicamente debieron sentirse mortales. La cabeza por el hombre o por la persona, como es tan frecuente en latn vulgar porque en los bosques vean desde lejos slo la cabeza del hombre: esta voz hombre es abstracta, pues comprende, como en un gnero filosfico, el cuerpo y todas las partes del cuerpo, la mente y todas las facultades de la mente, el nimo y todos los hbitos del nimo.178
Este tropo es claro cuando leemos frases como el cuerpo del rey es el Estado, o
cuando un Rey dijo el Estado soy yo. Por supuesto eso es posible slo a
condicin que el sujeto que hable tenga el poder poltico, el cuerpo del condenado
que analiza Foucault en Vigilar y Castigar no podra hacer referencia a lo mismo.
El lenguaje opera de manera automtica. O en otras palabras el lenguaje habla
por nosotros.
Eso trajo problemas con la aparicin del demos en Grecia. El demos,
tambin es una parte que se toma como la totalidad. Pero el demos son los
pobres, asociados siempre a los pies o a los agricultores. Si decimos, los pobres
son la cabeza del Estado, estaramos invirtiendo la metfora. Pero la ambigedad
subsistira. Estaramos todava utilizando significaciones teolgicas. Es imposible
que la filosofa pueda pensar otras metforas para lo poltico, asegurar otros
vnculos, otras significaciones, otras relaciones?
Podemos constatar que el mismo lenguaje de la poltica se contamin de
estos trminos teolgicos. Carl Schmitt supo perfectamente lo anterior al encontrar
y defender la tesis de que el Estado moderno no se construy en oposicin al
medieval sino en franca continuidad sistemtica.179 Problema que nos debe
ocupar por las consecuencias de pensar lo poltico de manera teolgica. 178 Ibidem, p.199. 179Todos los conceptos significativos de la moderna teora del Estado, son conceptos teolgicos secularizados Schmitt, Carl, Teologa Poltica I en Orestes, Aguilar, Hctor, comp., Carl Schmitt, Teolgo de la poltica, Mxico, FCE, 2001, P.21.
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Seguiremos pensando la poltica de manera teolgica mientras no cambiemos de
metforas. O mientras esas metforas no sean construidas por otros intereses
como lo intent hacer la plebe en Roma al sublevarse o como se intenta en hacer
en el texto de Rancire, al hacer aparecer al demos como una parte que no entra
en la explicacin de los filsofos ms que como aquellos que tienen la cualidad de
ser libres, cualidad que por otro lado puede atribuirse tambin a las otras partes
del Estado. El demos podra haber construido otro vocabulario?
El problema ahora se nos presenta de esta manera podemos pensar de
otra manera? Primero hay que afirmar que no tenemos ms que el lenguaje para
analizar lo poltico. La mayora de las discusiones sobre el Estado intentan hacer
aparecer como un conflicto terico irreconciliable al organicismo con el
individualismo. Bobbio, por ejemplo sostiene lo que sigue: Toda la historia del
pensamiento poltico est dominada por una gran dicotoma: organicismo (olismo)
e individualismo (atomismo).180 Segn lo anterior el organicismo pertenece al
pensamiento antiguo, el individualismo marcara el inicio del Estado moderno.
Aristteles en la Poltica habra inaugurado con la metafsica del todo y la parte al
primero y Hobbes, al pensar en individuos en estado de naturaleza obligados a
contratar lo social para evitar la destruccin mutua, el segundo. El organicismo
considera al Estado como un cuerpo que contiene a los individuos que entablan
relaciones con miras al funcionamiento de la totalidad. El individualismo considera
al Estado como conjunto de individuos. Siguiendo a Bobbio, el individualismo
sienta las bases para el posterior desarrollo del pensamiento liberal. Sin embargo,
en este trabajo demostramos que Hobbes es deudor de la tradicin que aqu se ha
llamado antropomorfismo estatal an cuando reconocimos tambin su
individualismo. Nuevamente tenemos la oposicin y el complemento, Bobbio no se 180 Bobbio, Norberto, Liberalismo y democracia, Mxico, FCE, 2001, p. 49.
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pregunta si esta dicotoma es vlida porque no tiene a la mano otra, Bobbio
renuncia a pensar fuera de las categoras de la teologa y de la metafsica.
Lo anterior se debe a las implicaciones teolgicas del vocabulario poltico
que analizamos cuando establecimos el contacto de la metfora del cuerpo con la
manera de construir lo poltico en occidente. Hobbes no puede salir de esa
herencia. En el apartado sobre La herencia vimos que Derrida haca esfuerzos
por cribar esa herencia tratando de desplazar la metfora de la cabeza.
En un nivel emprico, encontramos la siguiente afirmacin de Danilo Zolo:
Tal como ha ocurrido, los individuos han sido progresivamente sucedidos como agentes principales en la vida poltica de las sociedades democrticas modernas por los grupos, las grandes organizaciones pblicas y privadas, los partidos, los sindicatos, las profesiones. Si la autonoma tiene an alguna fuerza como postulado de la vida democrtica, hoy slo puede buscrsela en los grupos, antes que en los individuos [...] Incluso aquellos que operan dentro de grupos polticamente autnomos estn sometidos a restricciones funcionales impuestas por la lgica organizacional de los sistemas de gran escala181.
Aqu vemos cmo se funde el mismo vocabulario y se hacen aparecer los resabios
de nuestra tradicin teolgica de manera ontolgica. Zolo est tratando de
describir. l cree que, de manera ontolgica efectivamente sigue apareciendo la
dicotoma que nosotros hemos presentado como algo ficcional, como un problema
de oposiciones. El problema no termina ah, dado que la lgica organizacional,
empricamente puede funcionar de este modo.
Cuando analizamos la metfora de los dos cuerpos del rey, dijimos que en
el medioevo, se crey que los individuos deban responder a la totalidad, que era
parte de su condicin ontolgica y que en funcin de eso deban organizar su
181 Zolo, Danilo, Democracia y Complejidad. Un enfoque realista, Buenos Aires, Nueva Visin, 1994. p.135. Las cursivas son nuestras.
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existencia. Zolo, intentando mostrar el fracaso del individualismo democrtico y
liberal tiene ante s el mismo problema. La autonoma, dice, debe buscarse en los
grupos, ms que en los individuos No sigue siendo ese el problema de los
medievales?
El problema es importante si consideramos que tradiciones tericas
diversas, en este caso, la teora de sistemas, ocupan las mismas dicotomas. Zolo
tratando de ejercer una postura crtica frente al desarrollo del individualismo,
vuelve a decir lo mismo sin darse cuenta.
Entonces la afirmacin de que el lenguaje es metafrico y que no tenemos
otro instrumento para referirnos a lo poltico cobra fuerza. Un anlisis de los tropos
de lo poltico muestra la necesidad de derivar las consecuencias del vocabulario
utilizado. As toda crtica de lo poltico debe contener tambin una revisin que
evite esas formas dicotmicas, metafsicas del vocabulario y de las formas de
operar del lenguaje. Es importante pensar estas cosas hoy que, por todos lados, el
pasado teolgico de lo poltico vuelve como espectro por todos lados, abrindose
paso en los discursos tericos y polticos.
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