84821251 buck-morss-susan-hegel-y-haiti-la-dialectica-amo-esclavo-2000-ed-norma-2005

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  • 1. r.

2. Susan Buck-Morss HEGEL Y HAITLa dialctica amo-esclavo: una interpretacin revolucionaria Traduccin de Fermn RodrguezGRUPOE D I T O R I A L normaBuenos Aires, Bogot, Barcelona, Caracas, Guatemala, Lima, Mexico, Miami, Panam, Quito, San Jos, San Juan, Santiago de Chile, Santo Domingowww.norma.com 3. Buck-Morss, SusanHegel y Haiti. - l a ed. - Buenos Aires: Grupo EditorialNorma, 2005.104 p.; 21 x 14 cm. - (Vitral)Traducido por: Fermn Rodrguez ISBN 987-545-210-61. Ensayo Filosfico Norteamericano -I. Rodrguez,Fermin, trad. II. Titulo CDD A864Ttulo original: Hegel and Hait 2000. Susan Buck-Morss 2005. De esta edicin:Grupo Editorial NormaSan Jos 831 (C1076AAQ) Buenos AiresRepblica ArgentinaEmpresa adherida a la Cmara Argentina del LibroDiseo de tapa: Magali CanaleImpreso en Argentina Printed in ArgentinaPrimera edicin: Febrero de 2005cc: 22330ISBN: 987-545-210-6Prohibida la reproduccin total o parcial por cualquiermedio sin permiso escrito de la editorialHecho el depsito que marca la ley 11.723 Libro deedicin argentina 4. Gracias a Benedict Anderson, tienne Balibar, Martn Bernal, Teresa Brennan, Zillah Eisenstein, Peter Gilgen. Miriam Hansen, Nancy Hirschmann, Michael Kammen,Michel-Rolph Trouillot; a la Society for Humanities y a losestudiantes graduados de Cornell University. 5. 1fEn el siglo xvIII, la esclavitud se haba convertido en lametfora principal de la filosofa poltica de Occidente paraconnotar todo lo negativo de las relaciones de poder.1 La libertad,su anttesis conceptual, era para los pensadores del Iluminismo elms alto y universal de los valores polticos. Sin embargo, estametfora poltica comenz a arraigarse en una poca en que laprctica econmica de la esclavitud -la sistemtica y altamentesofisticada esclavitud 1 Para los pensadores del siglo XVIII que se ocupaban del tema, laesclavitud apareca como la metfora central de las fuerzas quedegradaban el espritu humano (David Brion Davis, The Problem ofSlavery in the Age of Revolution, 1770-1823 [Ithaca, NY, 1975], p. 263; deaqu en adelante PSAR). (N. del T.: todas las traducciones fueron hechasdirectamente del original, salvo que se indique lo contrario.) 6. Susan Buck-Morsscapitalista de pueblos no europeos como fuerza de trabajo enlas colonias- se iba incrementando cuantitativamente eintensificando cualitativamente, hasta el punto que amediados de siglo todo el sistema econmico de Occidenteestaba basado en ella, facilitando paradjicamente la difusinglobal de los ideales iluministas con los que se hallaba enfranca contradiccin.Esta flagrante discrepancia entre pensamiento y prcticamarc el perodo de transformacin de la forma mercantil delcapitalismo global en su forma protoindustrial. Podrapensarse que, seguramente, de manera no racional, losfilsofos iluminados fueron incapaces de percibirlo. Perono fue el caso. La explotacin de millones de trabajadoresesclavos en las colonias fue aceptada como parte de unarealidad dada por los mismos pensadores que proclamabanque la libertad era el estado natural del hombre y su derechoinalienable. Aun cuando los reclamos tericos de libertad setransformaron en accin revolucionaria sobre la escenapoltica, la economa esclavista de las colonias quefuncionaba entre bastidores permaneci en la oscuridad.Si esta paradoja no pareci perturbar la conciencia lgicade los contemporneos, resulta tal vez ms sorprendente quelos escritores de hoy, con pleno conocimiento de los hechos,sean todava capaces de escribir historias de Occidenteconcebidas como relatos coherentes sobre la libertadhumana. El motivo no es necesariamente intencional.Cuando las historias nacionales son concebidas comoautosuficientes, o cuando diferentes aspectos de la historiason abordados por disciplinas aisladas, la contraevidencia sehace a un lado por irrelevante. 7. Hegel y HaitCuanto ms especializado sea el conocimiento, cuanto msavanzado sea el nivel de investigacin, cuanto ms extensa yvenerable sea la tradicin de estudios de un rea, ms fcilresulta ignorar los hechos discordantes. Tambin vale la penadestacar que la especializacin y el aislamiento tambin sonpeligrosos para nuevas disciplinas tales como los estudiosafroamericanos, o para nuevos campos como los estudios de ladispora, que fueron establecidos precisamente como unremedio para la situacin. Los lmites disciplinarios permitenque la contraevidencia pertenezca siempre a la historia deotro. Despus de todo, un erudito no puede ser un experto encualquier campo. Es razonable. Pero tales argumentos son unmodo de evitar la incmoda verdad de que si ciertasconstelaciones de hechos son capaces de penetrar en loprofundo de las conciencias de los eruditos, perturbaran noslo las venerables narraciones, sino tambin las trincherasacadmicas que las (re)producen. Por ejemplo, no hay ningnlugar en la universidad en el que la constelacin particular deestudio Hegel y Hait pueda tener su sede. Tal es la tarea queme ocupa, y voy a tomar una ruta tortuosa para cumplirla. Losiento, pero este aparente desvo es el argumento mismo.11 8. 2 La paradoja entre el discurso de la libertad y la prctica de laesclavitud marc el ascenso de una sucesin de nacionesoccidentales dentro de la incipiente economa global moderna.Holanda es el ejemplo ms temprano a tomar en cuenta. SuEdad de Oro, desde mediados del siglo xv I hasta mediadosdel siglo xv II, fue posible gracias a su dominio del comercioglobal, incluyendo el trfico de esclavos como factorfundamental. Pero si seguimos al ms sobresaliente de sushistoriadores modernos, Simn Schama, cuya densa descripcinde la Edad de Oro de la cultura flamenca se ha vuelto desde supublicacin en 1987 un modelo dentro del campo de la historiacultural, nos encontraremos con una sorpresa. Asombrosamen-te, el tema de la esclavitud, el trfico de esclavos y el trabajoesclavista no se discuten nunca en The Embarrassment of 9. Hegel y HaitRiches, un relato de ms de seiscientas pginas sobre cmo la nuevaRepblica Holandesa, desarrollando su propia cultura nacional, aprendia ser rica y virtuosa al mismo tiempo.2 Pasa inadvertido el hecho de quela hegemona flamenca en el comercio de esclavos (reemplazando elprotagonismo de Espaa y Portugal)3 contribuy sustancialmente alenorme "exceso de riqueza, descrito por Schama como un problemamoral y social durante el siglo de la centralidad holandesa en elcomercio mundial (ER, p. 228).4 Aun as, Schama indica el hecho deque la2 Vase Simn Schama, The Embarrassment of Riches: An Interpretationof Dutch Culture in the Golden Age (Nueva York, 1987); de aqu en adelanteER El problema para esta nacin recientemente enriquecida fue cmocrear un orden moral en el interior de un paraso terrestre" (p. 125).3 El asiento espaol garantizaba a individuos particulares el privilegioexclusivo de proveer de esclavos africanos a la Amrica espaola, pero lospropios espaoles no controlaban el comercio con demasiado rigor. Lospuestos de comercio de esclavos sobre la costa africana estaban bajobandera portuguesa, holandesa, francesa, inglesa, danesa o de Brandenburg.La marina mercante holandesa dominaba las rutas martimas entre lospases del Atlntico norte, transportando mercancas de otras naciones; yparticipaba tambin del asiento. 4 En mi lectura slo encontr dos menciones a la esclavitud real: enuna discusin de los hbitos culinarios holandeses, el disgusto por elmengelmoes (revuelto), que era una papilla ensopada, la papilla de losesclavos y los bebs (ER, p. 177); y en una mencin a la CompaaHolandesa de la India Occidental, que estaba obligada a gastar ms de unmilln de guineas al ao en 10. Susan Buck-Morssmetfora de la esclavitud tomada de la historia del AntiguoTestamento de la liberacin de los israelitas del yugo egipcio, yadaptada al contexto moderno, fue fundamental para laautopercepcin de Holanda durante su lucha por la independencia(1570-1609) contra la tirana espaola que los esclavizaba;de ah proviene la Holanda moderna.5 Schama reconoceclaramente como la ms flagrante contradiccin el hecho de que,al mismo tiempo, Holanda discriminaba a los judos. 5 Hay unlargo captulo donde Schama discute el carcter de chivosexpiatorios y la persecucin de una larga lista de ilegales que,debido a la obsesin psicolgica de los holandeses por la defender los asentamientos en Recife y Pernambuco [en el Brasil, en con- tra de los portugueses] , mientras que slo recaudaba cuatrocientas milgui guineas en concepto de ingresos por el trfico de esclavos y por la explotacin de azcar y tinturas vegetales (ER, p. 84).explota-5 La pica del xodo se vuelve para Holanda lo que haba sido para los judos de la Biblia: la legitimacin de una gran ruptura histrica, un corte con el pasado que hizo posible la inyeccin retrospectiva de una identidad colectiva (ER, p. 113). El rey Felipe II de Espaa fue identificado con el faran durante el yugo egipcio: Uno dobleg al pueblo de Jacob [israelitas] con la esclavitud / El otro oprimi a Holanda con la tirana (ER, p. 105). Schama menciona la referencia holandesa a las reiteradas condenas del misionero catlico Bartolom de las Casas por la indiferencia de Espaa ante la esclavitud; pero no menciona la prctica holandesa de la esclavitud.6 Paradjicamente, la predileccin de la Iglesia de describir a su propio rebao como hebreos vueltos a nacer no la dispuso en favor de los judos reales (ER, p. 591).14 11. Hegel y Haitpurificacin, era necesario eliminar del cuerpo social:homosexuales, judos, gitanos, vagabundos, prostitutas, pero eneste contexto, no dice nada acerca de los esclavos africanos.7A Schama lo fatigan las historias econmicas marxistas quetratan a Holanda slo como un poder mercantil capitalista. 8 Suproyecto es ms bien trazar causalidades culturales. Examinaentonces cmo el ansia de riquezas debido al desborde debienes despert en la Holanda 7 Vase ER, pp. 565-608. Schama describe la conexin que hacanlos holandeses entre los no-europeos y el exceso de tabaco, sexualidad yotros vicios que amenazaban con contaminar la vida domstica deHolanda: Numerosas imgenes y antologas de textos de la barbarienativa del Brasil y Florida, por ejemplo, mostraban indios fumandohojas enrolladas, mientas que actos de copulacin, de canibalismo, deorinar en pblico y otras bestialidades cotidianas servan rutinariamentede fondo ( ER, p. 204). 8 Schama se contenta simplemente con registrar, sin ningncomentario crtico, la fantasa de Thomas Mun de qu bajo elcapitalismo el dinero produce dinero, influyendo en la Holanda queestudia: El capital engendra capital con asombrosa facilidad, y de es te modo, lejos de negarse sus frutos, el capitalista se revela en el confort material que se paga. A mediados de siglo pareca no haber lmites, ciertamente lmites geogrficos, para el nmero de sus flotas y los recursos de sus empresarios. No bien se satura o agota la demanda de determinado consumo, se descubre una nueva y promisoria materia prima, se monopoliza el abastecimiento, se estimula la demanda, se explotan mercados locales y extranjeros. Podr la marea de la prosperidad dejar de subir?" (ER, p. 323). 15 12. Susan Buck-Morssmoderna el temor a una clase diferente de esclavitud, laesclavitud al lujo que amenazaba la libre voluntad, el temor aque la avaricia consumista convirtiera espritus libres en servilesesclavos (ER, pp. 47, 203). Centrndose no en el comercio sinoen la familia como esencia de lo holands, Schama introduce asus lectores en la vida privada y domstica, en la casa y los senti-mientos, en la mesa servida y las emociones personales, cuandoser Holands era ser de la regin, de la parroquia, tradicional yrutinario (ER, p. 62), Podramos excusarlo, si no fuera por elhecho de que los esclavos no eran ajenos al ambiente domsticoholands. El silencio de Schama refleja el silencio de sus fuentes?No dira tal cosa.9 La cultura visual holandesa provee clarasevidencias de una realidad diferente. Una pintura de Franz Hals de1648 muestra en el centro de la tela a un joven negro,presumiblemente un esclavo, como parte de la vida domstica,visible en el seno de una opulenta y clida familia holandesa, conun paisaje flamenco de fondo (fig. 1), La pintura de Hals noaparece en el libro magnficamente ilustrado de Schama (aunqueincluye otra pintura de Hals, un matrimonio holands, solo, con unpaisaje de fondo). No hay ninguna otra imagen 9 Ciertamente Grotius discuti la esclavitud real. Pero Schama cita aGrotius (vase nota 13) nicamente en otros contextos (guerras, comercio,destino holands, matrimonio, ballenas). No es irrazonable sospechar que elsilencio es exclusivo de Schama. Semejantes historias nacionales selectivas sehan convertido en una corriente de la historiografa europea, que omiten granparte o todo el relato de la colonizacin. 13. Hegel y Haitde negros.10 Por supuesto, dada la ausencia de esclavos en lanarracin de Schama, en las ilustraciones hubieran estado fuera delugar. La consecuencia de este estudio es una ceguera parcial entreocanos de perspicacia, caracterstica -como veremos- de losestudios acadmicos occidentales. 1: Franz Hals, Retrato de una familia holandesa (1648), MuseoThiyssen Bornemisza, Madrid. 10 Vase, sin embargo, Allison Blakeley, Blacks in the Dutch World: TheEvolution of Racial Imagery in a Modem Society (Bloomington, Ind., 1993), queofrece una evidencia visual de los negros en Holanda en esta poca. 14. 3 A comienzos de 1651, Inglaterra disput con Holanda unaserie de guerras navales que condujeron a los britnicos aldominio no slo de Europa, sino de la economa mundial,incluyendo el trfico de esclavos. 11 En esa poca, larevolucin de Cromwell contra la monarqua absoluta y losprivilegios feudales repiti el gesto holands de hacer un usometafrico de la historia del Antiguo Testamento de laliberacin de los israelitas de la esclavitud. Pero la teorapoltica comenzaba a deshacerse de las antiguas escrituras.Thomas Hobbes es la figura central de este proceso. AunqueLeviatn (1651) es un 11 En la poca del Tratado de Utrecht (1713), Gran Bretaa seadue del asiento espaol. Muchas de las fortunas de Bristol yLiverpool en las dcadas siguientes iban a construirse sobre el trficode esclavos (R. R. Palmer y Joel Colton, A History of the ModernWorld, 3 ed. [Nueva York, 1969], p. 171). 18 15. Hegel y Haithbrido de un imaginario moderno y bblico, la esclavitud se discute entrminos claramente seculares.12 La esclavitud es percibida como unaconsecuencia de la guerra de todos contra todos en un estado denaturaleza, perteneciente a una disposicin natural del hombre. 13Involucrado a travs de su patrn, Lord Cavendish, en los negocios de laCompaa de Virginia que gobernaba una colonia en Amrica, Hobbesacept la esclavitud como parte inevitable de la lgica del poder(PSAR, p. 263). Incluso los habitantes de florecientes estados civilespodan retroceder hasta ese estado.14 Hobbes fue honesto12 Si los ejemplos retricos de Hobbes recurren a la mquina comometfora de un estado construido artificialmente, el Antiguo Testamentoprovee el ttulo de Leviatn, tanto como el del libro de Hobbes sobre elParlamento, Behemoth, nombre bblico para una soberana tirnica, ya enuso en la historia nacional de Holanda: Los reyes de Espaa, en cuyonombre se cometieron estas infamias [contra las poblaciones civilesholandesas]... llegaron a considerarse como Behemot, decididos a destruirlos lazos comunitarios e incluso familiares" (ER, p. 92). 13 Hobbes consideraba la lucha elemental entre dos enemigos comola condicin natural que vuelve necesaria a la esclavitud como institucinsocial (David Brion Davis, The Probtem of Slavery in Western Culture[Nueva York, 1966], p. 120; de aqu en ms PSWC). Aqu Hobbes sigue atericos anteriores, Samuel Pufendorf y Hugo Grotius; el libro de steltimo, War and Peace (1853), inclua puntos de vista pro esclavistas y elargumento de que la esclavitud era legalmente aceptable. 14 Peter Hulme, The Spontaneous Hand of Nature: Savagery,Colonialism, and the Enlightenment", en The Enlightenment and ItsShadows, ed. Hulme and Ludmilla Jordanova (Londres, 19 16. Susan Buck-Morssy no tuvo conflictos con la esclavitud, a diferencia de John Locke. Laprimera frase del libro primero, captulo uno, de Dos tratados sobre elgobierno civil (1690) de Locke, afirma inequvocamente:"La esclavitud es un Estado del Hombre tan vil y miserable, tandirectamente opuesto al generoso temple y coraje de nuestraNacin que apenas puede concebirse que un ingls, muchomenos un Gentleman, pueda estar a favor de ella.Pero la indignacin de Locke contra las Cadenas de la Humanidadno fue una protesta contra la esclavitud de los negros africanos en lasplantaciones del Nuevo Mundo, y mucho menos en las coloniasbritnicas.15 La esclavitud fue ms bien una metfora para la tirana le-gal, tal como generalmente se la utilizaba en los debates parlamentariosbritnicos sobre teora constitucional. Accionista en la Compaa RealAfricana, involucrado en la poltica colonial americana en Carolina,Locke consider claramente la esclavitud de hombres negros como unainstitucin justificable (PSWC, p. 118).l6 El1990), p. 24. Hulme se ocupa principalmente de la descripcin de Hobbesde los indgenas salvajes" de las colonias.15 John Locke, Two Treatises of Government, ed. Peter Laslett (Cambridge, 1960), 1, p. 141.16 Locke tom parte en la planificacin de polticas coloniales a travsde su protector, el conde de Shaftesbury, y fue un enrgico defensor de laempresa. Fue el autor de la Constitucin Fundamental de Carolina, comosecretario del Consejo de Comercio y 17. Hegel y Haitdivorcio entre el discurso poltico del contrato social y el de la economadomstica (el oikos) hizo posible esta doble visin.17 La libertadbritnica significaba la proteccin de la propiedad privada, y losesclavos eran una propiedad privada. Desde el momento en que losesclavos caan bajo la jurisdiccin domstica, su estatus estaba protegidopor la ley (figs. 2 y 3).18Plantaciones en el periodo 1673-1675. La Constitucin de Carolinaestableca: "Todo hombre libre de Carolina tendr poder y au toridadabsoluta sobre sus esclavos negros (PSWC, p. 118).17 En la concepcin de Locke, el origen de la esclavitud, como elorigen de la propiedad y la libertad, quedaba completamente afuera delcontrato social (PSWC, p. 119). Podra revisarse el argumento filosficode Locke que atena el carcter universal de la igualdad en el estado denaturaleza por la necesidad de consentimiento que exige el contrato social;de ah la exclusin, explcitamente, de nios e idiotas del contrato, y, porextensin, de otros sujetos iletrados o ineducables. Vase Uday S. Metha,Liberal Strategies of Exclusin, Politics and Society 18 (dic. 1990): 427-453.18 Davis nota el desafortunado hecho de que los esclavos erandefinidos por la ley como propiedad, y la propiedad era supuestamente lafundacin de la libertad (PSAR, p. 267). Fue slo despus de la decisinde Somerset de 1772" que ya no era posible dar por garantizada lalegalidad universal de la propiedad de los esclavos" (PSAR, p. 470), aunqueWilliam Davy, el abogado en este caso, argumentaba por un precedenteanterior: En el undcimo ao del reino de Isabel, expresa Davy, se haresuelto que `en Inglaterra el aire es demasiado puro como para que respiren,esclavos en ella. No era as, escribe Davis: De hecho, los esclavos negrosfueron comprados y exhibidos en la corte de Isabel y de 18. Susan Buck-MorssFig. 2: Peter Lely, Elizabeth Condesa de Dysart (c. 1650). Ham House, Surrey.Los esclavos estaban de moda a finales del siglo XVII en Inglaterra, acompaando a da- mas aristocrticas como mas- cotas caseras.19 Los retratos de los holandeses Anthony van Dyck y Peter Lely fueron prototi-pos de un nuevo gnero de pintura, que retrata a jvenes negros ofrecindo-les a sus amos frutas y otros smbolos de opulencia de las colonias. 20sus sucesores Estuardo; puestos pblicamente en venta a lo largo del sigloxv III ; y legados en testamentos hasta la dcada de 1820 (PSAR, p. 472). Elreclamo de William Blackstone de 1765 de que un esclavo o un negro,desde el momento en que llega a Inglaterra, cae bajo la proteccin de laley, y se vuelve eo instant un hombre libre en relacin con todos losderechos naturales", no se aplicaba a los esclavos en las colonias.Incluso el consejo de Somerset concedi que la corte inglesa deberahacer efectivos los contratos de venta de esclavos en el extranjero ( PSAR,pp. 473, 474).19 En el London Advertiser de 1756 apareca una nota de MatthewDyer que informaba al pblico que fabricaba cadenas de plata para negroso perros; collares, etc.... Damas inglesas posaban en sus retratos con sucordero, su perro o su negro como mascotas (David Dabydeen, HogartksBlacks: Images of Blacks in Eighteenth- Century English Art [1985; Athens,Ga., 1987], pp. 21-23).20 Acerca de la presencia de esclavos en Inglaterra a fines de sigloxv III , vanse tambin F.O. Shyllon, Black Slaves in Britain (Nueva York,1974) y Peter Linebaugh, The London Hanged: Crime and Civil Society in theEighteenth Century (Nueva York, 1992).22 19. FHegel y HaitiAnthony van Dyck (Henriette de Lorraine,1634)Kenwood House. 2 3 20. Medio siglo ms tarde, la concepcin clsica de la economa-y por extensin de la tenencia de esclavos- como problemaprivado y domstico qued en franca contradiccin con la nuevarealidad histrica. El azcar transform las plantacionescoloniales de las Indias Occidentales. Tanto en trminos decapital como de trabajo intensivo, la produccin de azcar fueprotoindustrial, provocando un aumento precipitado en laimportacin de esclavos africanos y una intensificacin brutal desu explotacin laboral para satisfacer la nueva y aparentementeinsaciable demanda europea de la dulzura adictiva del azcar. 21A la cabeza del boom caribeo del azcar se encontraba lacolonia de Santo Domingo, que en 21 Vase Sidney W. Mintz, Sweetness and Power: The Place of Sugar inModern History (Nueva York, 1985). 21. Hegel y Hait1767 produjo 63 000 toneladas de azcar. 22 La produccinazucarera condujo a una demanda aparentemente infinita deesclavos, cuyo nmero en Santo Domingo se increment en elsiglo XVIII diez veces, por encima de quinientos mil sereshumanos. En Francia, ms del veinte por ciento de la burguesadependa de alguna actividad Comercial relacionada con elesclavismo.23 Los pensadores del Iluminismo francs escribieronen el medio de estas transformaciones. Mientras idealizaban alos pueblos indgenas de las colonias por medio del mito delbuen salvaje (los indios del Nuevo Mundo), no sepreocuparon por la explotacin econmica del trabajo de losesclavos.24 Aunque en esa poca existan movimientosabolicionistas, y en Francia los Amis des Noirs 22 Vase Ralph Davis, The Rise of the Atlantic Economies (Ithaca, NY,1973), p. 257. 23 Louis Sala-Molins afirma que un tercio de la actividad co-mercial de Francia dependa de la institucin de la esclavitud; vaseLouis Sala-Molins, Le Code Noir, ou le calvaire de Canaan (Pars, 1987), p.244; de aqu en ms CN. Estimaciones ms conservadoras hablan de unveinte por ciento. 24 Fue Montesquieu quien introduce y establece el tono de ladiscusin sobre la esclavitud en el Iluminismo. Al mismo tiempo quecondena filosficamente la institucin, justifica la esclavitud de losnegros" sobre una base pragmtica, climtica y conspicuamenteracista (nariz chata, negros de los pies a la cabeza, faltos desentido comn), para concluir: Mentes dbiles exageran demasiadolas injusticias sufridas por los africanos como esclavos en las colonias(Montesquieu, The Spirits of the Laws, en Selected Political Writings, trad. yed. Melvin Richter [Indianpolis, 1990], p. 204). 22. Susan Buck-Morss(Amigos de los Negros) condenaban los excesos de la es-clavitud, era rara una defensa de la libertad sobre la base de laigualdad racial. 25 El hombre nace libre y, sin embargo, vive en todas partesencadenado. As comienza Jean-Jacques Rousseau El26contrato social, publicado por primera vez en l762. Ningunacondicin humana aparece ms ofensiva a su corazn o a surazn que la esclavitud. Pero incluso Rousseau, santo patronode la Revolucin Francesa, reprimi de su conciencia a losmillones de esclavos que existan realmente, propiedad deeuropeos, mientras que incansablemente condena lainstitucin. Slo 25 Citada frecuentemente como excepcin, se encuentra la obrade un sacerdote, el abate Raynal. cuyo libro (escrito en colaboracincon Diderot) Histoire philosophique et politique des tablissements etdu commerce des Europens dans les deux Indes (1770) vaticinaba elsurgimiento de un Espartaco negro en el Nuevo Mundo pa ra vengarlos derechos naturales. El libro fue ampliamente ledo, y no slo enEuropa; el propio Toussaint-Louverture se inspir en l. Vase C. L.R. James, The Black Jacobins: Toussaint LOuverture and the SanDomingo Revolution, 2 ed. (1938; Nueva York, 1963), pp. 24-25). Sinembargo, Michel-Rolph Trouillot previene la lectura demasiadoentusiasta de ste pasaje, que debe ser contextualizado como unaadvertencia para los europeos ms que como una apelacin a losesclavos: No se trataba de una clara prediccin de un personaje deltipo de Louverture, como algunos quisieron insinuar... La posturams extrema est inequvocamente referida a la especie humana"(Michel-Rolph Trouillot, Silencing the Past: Power and the Production ofHistoty [Boston, 1995], p. 85). 26 Jean-Jacques Rousseau, El contrato social, trad. Enrique Az-coaga (Madrid, 1988), libro 1 cap. 1, p. 40. 23. Hegel y Haitirecientemente la notoria omisin de Rousseau ha sidoescrupulosamente expuesta por los expertos. El filsofocataln Louis Sala-Molins escribi una historia (1987) delpensamiento iluminista a travs de la ptica de Le Code Noir, elcdigo legal francs que se aplic a los esclavos negros en lascolonias, redactado en 1685, firmado por Luis XIV y noerradicado hasta 1848. Sala-Molins estudia el cdigo puntopor punto, que legalizaba no slo la esclavitud, el tratamientode seres humanos como propiedad mudable, sino la marcacin,la tortura, la mutilacin fsica y el asesinato de esclavos porintentar rebelarse contra su estatus inhumano. Al yuxtaponerdicho Cdigo, que se aplicaba a todo esclavo bajo jurisdiccinfrancesa, a los textos filosficos, Sala-Molins documenta laindignacin de los filsofos del Iluminismo con res pecto de 1aesclavitud como teora, m ientras que ignoran soberanamentela prctica concreta de la esclavitud. Y se indigna con razn. EnEl contrato social, Rousseau afirma: El derecho a la esclavitudes nulo, no slo por ilegtimo, sino por absurdo y porquerealmente no significa nada. Las palabras esclavo y derecho[derecho, es decir ley] son contradictorias y se excluyenmutuamente. 27 Sala- Molins nos hace ver la consecuencia deesta afirmacin: "E1 Code Noir, el mejor ejemplo de este tipode convencin en la poca de Rousseau, no es un cdigo legal.El derecho que all se afirma no es un derecho, en tanto re-clama la legalidad de lo que no puede legalizarse, esto es, laesclavitud (C N , p. 238). Sala-Molins encuentra absurdo queen sus escritos Rousseau nunca mencione el 27 lbd., libro 1, cap. 4, p. 51. 27 24. Susan Buck-MorssCode Noir. El caso flagrante, concreto de lo que Rousseaudeclara categricamente como insostenible no merece suatencin (CN, p. 241).28 Sala-Molins busca en el texto algunaevidencia que pueda excusar este silencio y encuentra,inequvocamente, que Rousseau conoca los hechos. El filsofodel Iluminismo cita literatura de viaje de su tiempo -Kolbenentre los hotentotes, Du Tertre entre los indios de las Antillas-,pero evit aquellas pginas de esos mismos relatos quedescriben explcitamente el horror de la esclavitud europea.Rousseau se refiri a los seres humanos de todo el mundo, peroomiti a los africanos; habl de pueblos de Groenlandiatrasladados a Dinamarca que murieron de tristeza, aunque node la tristeza de los africanos llevados a las Indias que deriven suicidios, motines y fugas. Declar la igualdad de todos loshombres y consider la propiedad privada como el origen de ladesigualdad, pero nunca se le ocurri atar cabos y cuestionarlos beneficios econmicos que la esclavitud le aportaba aFrancia como un problema central al argumento por la igualdady la propiedad (vase CN, pp. 243-246). Como en la repblicaholandesa y en Inglaterra, exista en Francia el uso y abusodomstico de esclavos africanos. 27 Incluso, Rousseau no pudoignorar28 Ms an, los ejemplos de Rousseau pertenecen a la Antigedad,por ejemplo, Braidas de Esparta contra el strapa de Perspolis! VaseRousseau, Discourse on the Origin of lnequality, en The Basic Political Writing,p. 72 [hay traduccin al espaol: Discurso sobre el origen de la desigualdadentre los hombres, Madrid, Alianza, 1985].29 Vase Willam B. Cohen, The French Encounter with Africans:White Response to Blacks, 1530-1880 (Bloomington, Ind., 1980).28 25. Hegel y Haitque hay en Pars boudoirs donde uno puede divertirseindiscriminadamente con un mono y un negrito (ngrillon) (CNp. 248).Frente a. esta evidencia, Sala-Molins juzga el silencio deRousseau racista y revulsivo ( CN, p. 253).30 Tal in-dignacin es inusual entre especialistas que, como profe-sionales, aprenden a evitar en sus escritos juicios apasionados.Esta neutralidad moral se construye en el interior de mtodosdisciplinarios que, basndose en una variedad de premisasfilosficas, reproducen el mismo tipo de exclusiones. Hoy, elhistoriador intelectual que estudie a Rousseau en contexto seajustar a las formas de la profesin relativizando la situacin,juzgando (y excluyendo) el racismo de Rousseau a partir de lascostumbres de su tiempo, para evitar de ese modo la falacia deanacronismo. O el filsofo contemporneo, preparado paraanalizar una teora abstrayndola de su contexto histrico,atribuir a los escritos de Rousseau una universalidad quetrasciende las intenciones del autor o sus limitacionespersonales, para evitar la falacia de la reduccin ad hominem.En ambos casos, se omiten en silencio los hechos incmodos.Pero sin embargo, los hechos sonEn 1764, el gobierno francs prohibi la entrada de negros en lametrpoli. En 1777, la ley se modific para levantar algunas de lasrestricciones, permitiendo a los esclavos coloniales acom paar a susamos. 30 Autor tambin de LAfrique aux Amriques: Le Code Noir espagnol(Paris, 1992), Sala-Molins juzga ms progresista que los philosophes laprotesta contra la esclavitud del sacerdote Las Casas, que en el sigloxv II reclamaba la abolicin inmediata.29 26. Susan Buck-Morssvisibles en historias generales de la poca, cuya mencin nosera de gran ayuda porque cuando la teora del Iluminismofue puesta en prctica, los promotores de revolucionespolticas se toparon con la realidad econmica de laesclavitud, de manera tal que el reconocimiento de lacontradiccin fue imposible de evitar. 27. Los colonos revolucionarios de Norteamrica que pelearoncontra Inglaterra por su independencia movilizaron el discursopoltico de Locke para sus propios fines. La metfora de laesclavitud fue central para la lucha, pero en un nuevo sentido:Los norteamericanos crean genuinamente que los hombresque eran obligados a pagar impuestos sin su consentimientoeran literalmente esclavos, desde el momento en que habanperdido el poder de resistir a la opresin, y desde que esteestado de indefensin conduca inevitablemente a la tirana 31(PSAR, p. 273) Al invocar la libertad de la teora del derechonatural, los colonos norteamericanos propietarios de esclavosquedaron en una posicin de monstruosa 31 Davis cita a Bernard Bailyn en este punto. Sigo aqu de cer ca lapresentacin de Davis. 28. Susan Buck-Morssinconsistencia.32 Y as, aunque algunos, como Benjamn Rush,reconocieron su mala fe, 33 y otros, como Thomas Jefferson,culparon a Inglaterra por la esclavitud de los negros,34 aunquelos esclavos mismos peticionaron por su libertad, 35 y unospocos estados dictaron 32 Winthrop D. Jordn, White over Black: American Attitudes toward theNegro, 1550-1812 (Chapel Hill, NC, 1968), p. 289. Sus enemigos, los Toryingleses, se aferraron a este argumento: Cmo puede ser, preguntabaSamuel Johnson, que se escuchen los ms sonoros hurras por la libertadentre explotadores de esclavos? (PSWC, p. 3). 33 La planta de la libertad es de una naturaleza tan delicada, que nopuede crecer cerca de la esclavitud (Benjamn Rush [1773], citado enPSAR, p. 283). 34 En una clusula suprimida de la Declaracin de la Independencia,Thomas Jefferson acusa al rey de Inglaterra Jorge III de... ...haber hecho una guerra cruel contra la naturaleza humana, violando los ms sagrados derechos a la vida y a la libertad en personas de pueblos distantes que nunca lo ofendieron, capturndolas y llevndolas a la esclavitud en otro hemisferio... decidido a mantener un mercado libre donde HOMBRESserian comprados y vendidos... Ahora est incitando a esa misma gente a levantarse en armas contra nosotros y a comprarse la libertad de la que l mismo los priv, asesinando a la gente en cuyos asuntos l tambin interfiri, pagando as crmenes previos cometidos contra la libertad de un pueblo con crmenes que insta a cometer contra la vida de otro (PSAR, p. 273). 35 Tenemos en comn con el resto de los hombres... el derechonatural a la libertad sin ser privados de ella por nuestros semejantes, entanto nacimos como hombres libres en Pepel y nunca perdimos estabendicin por pacto o acuerdo alguno (citado en PSAR, p. 276). 29. Hegel y Haituna legislacin antiesclavista, 36 la nueva nacin, concebida enlibertad, toler esta monstruosa inconsistencia, inscribiendola esclavitud en la Constitucin de los Estados Unidos.Los revolucionarios norteamericanos quemaron sus ca-denas y rechazaron la esclavitud, declar con admiracinel enciclopedista francs Denis Diderot (SP, p. 85).3736 Si la Revolucin de los Estados Unidos no pudo resolver elproblema de la esclavitud, al menos condujo a la percepcin del problema.Tampoco la voluntad de coherencia fue una cuestin de retrica vaca.Apareci en la resolucin antiesclavista de las asambleas del condado deNueva Inglaterra, en la constitucin de Vermont de 1777, en testamentosindividuales que establecan la manutencin de esclavos, en las leyes deRhode Island de 1774 que prohiban la futura importacin de esclavos yen el acta de la gradual emancipacin de Pennsylvania de 1780,adoptada, de acuerdo con el prembulo escrito por Thomas Paine, enconmemoracin de nuestra dichosa liberacin de la ocupacin inglesa(PSAR, pp. 285-286). 37 La Encyclopdie editada por Diderot y DAlembert inclua entradasreferidas a la esclavitud concreta. Aunque el articulo titulado Ngresobservaba simplemente que su trabajo es indispensable para el cultivode azcar, tabaco, ndigo, etc.", una serie de entradas de Jaucurt eracontundente: "Esclavage declaraba a la esclavitud contraria a lanaturaleza; Libert naturelle" acusaba a la religin de usar su rechazodel derecho natural como pretexto, porque los esclavos eran necesariosen las colonias, plantaciones y minas; Trait des Ngres" declaraba queel trfico de esclavos era mercanca ilcita, prohibida por las leyes de lahumanidad y la libertad, de manera que la abolicin era necesariaaunque llevara a la ruina de las colonias: Dejen que las colonias sedestruyan antes de que sean la 30. Susan Buck-MorssPero si la naturaleza colonial de la lucha de los Estados Unidospor la libertad permiti de alguna manera sostener la distincinentre discurso poltico e instituciones sociales, en el caso de laRevolucin Francesa, una dcada ms tarde, los diferentessentidos de la esclavitud se confundieron irremediablementecuando debieron enfrentar la contradiccin fundamental entreel desarrollo revolucionario en el interior de Francia y eldesarrollo fuera de ella, en las colonias francesas. Fueronnecesarios varios aos de derramamiento de sangre antes deque la esclavitud -la esclavitud concreta, no su mera analogametafrica- fuera abolida en las colonias francesas, e inclusoentonces el triunfo fue efmero. Aunque fuera el nico re-sultado lgico posible del ideal de libertad universal, laabolicin de la esclavitud no se produjo a travs de las ideasrevolucionarias o incluso de las acciones revolucionarios deFrancia, sino a travs de los esclavos mismos. La colonia deSanto Domingo fue el epicentro de esta lucha. En 1791,mientras los ms ardientes opositores de la esclavitud dentro deFrancia se desentendan de los hechos, medio milln deesclavos en Santo Domingo, la colonia ms rica no slo deFrancia sino de todo el mundo colonial, tom en sus propiasmanos la lucha por la libertad, no a travs de reclamos, sino deuna revuelta violenta y organizada.38 En 1794, el ejrcito negrode Santo Domingocausa de tanto mal. Pero el racismo todava estaba presente en estostextos (CN, pp. 254-261), y la abolicin -recomendaban- deba ser unproceso gradual que preparara a los esclavos para ser libres.38 Esta conspiracin de esclavos fue liderada por Boukman, unsacerdote vud, nuevo culto sincrtico que no slo reuni esclavos 34 31. Hegel y Haitforz a la Repblica Francesa a reconocer el fait accompli de laabolicin de la esclavitud en la isla (declarada por loscomisionados coloniales franceses Sonthonax y Polverel,actuando por cuenta propia) y a universalizar la abolicin entodas las colonias francesas. 39 Desde 1794 hasta 1800,de diversas culturas de frica, sino que tambin incluy smbolosculturales de Occidente (vase abajo, n. 114). Boukman dirigin dose alos esclavos: Dejen de lado el smbolo del dios de los blancos que nosha causado tantas penas, y escuchen la voz de la libertad, que habla enel corazn de todos nosotros (BJ, p. 87). A pesar de que las rebelionesde esclavos ocurran en Santo Domingo con gran regularidad -1697,1713, 1720, 1730, 1758, 1777, 1782 y 1787-, antes de la revueltamasiva, en 1791; vase Alex Dupuy, Haiti in the World Economy: Class,Race, and Underdevelopment since 1700 (Boulder, Colo., 1989), p. 34.Dentro del contexto de radicalizacin de la Revolucin Francesa, ellevantamiento de Boukman cambi la percepcin europea de lasrevueltas de esclavos. Ya no se trataba de una revuelta ms en una largasucesin de rebeliones de esclavos, sino de una extensin de laRevolucin europea: Las noticias del verano de 1791 se centraban enla fuga de Varennes y la captura de la familia real y en la revuelta deesclavos en Santo Domingo (Ronald Paulson, Representatiom ofRevolution (1789-1820) [New Haven, Conn., 1983], p. 93). 39 La esclavitud fue abolida por Polverel y Sonthonax en agosto de1793, actuando en forma independiente, sin rdenes de Pars. El rol deambos comisionados ha sido negado por los especialistas, otro caso deceguera erudita que, usando la feliz expresin de Trouillot (n. 25),silencia el pasado. Vase el simposio reciente Lgr-Felicit Sonthonax:La Premiere Abolition de lesclavage: La Rvolution francaise et la Rvolutionde Saint-Domingue, ed. Marcel Dorigny (Saint-Denis, 1997), quecomienza sealando esta situacin; en particular, vase Roland Desn,"Sonthonax vu par les 35 32. Susan Buck-Morsscomo hombres libres, estos ex esclavos lucharon contra lainvasin de las fuerzas britnicas, en la que muchos de lospropietarios blancos y mulatos de Santo Domingo habandepositado sus esperanzas de ver restablecida la esclavitud.40Bajo el liderazgo de Toussaint-Louverture, el ejrcito negroderrot militarmente a los ingleses en una lucha que fortalecial movimiento abolicionista dentro de Inglaterra, instalando laescena que terminara de definirse en 1807 con la suspensinbritnica del trfico de esclavos. 41 En 1801, Toussaint-Louverture, antes esclavo ydictionnaires, pp. 113-120, que seala la desaparicin casi total delnombre de Sonthonax de las enciclopedias bibliogrf icas de Franciadurante el transcurso del siglo xx. 40 Los ingleses fueran pragmticamente obligados a garanti zar lalibertad de los esclavos de Santo Domingo que aceptaban luchar de sulado, como lo hicieron Polverel y Sonthonax con aquellos quepelearon para la Repblica francesa. El efecto de esta poltica fue eldebilitamiento de la esclavitud, al contradecir cualquier argumentoontolgico que afirmara que los esclavos eran incapaces de ser libres;vase David Patrick Geggus, "The British Occupation of S aint-Domingue, 1793-98 (Ph. D., tesis, York University, Inglaterra,1978), p. 363. 41 Geggus seala: El papel desempeado por Hait en el abruptoresurgimiento de movimientos antiesclavistas en 1804 pa rece habersido completamente ignorado por la literatura especializada. Aun as,su importancia fue aparentemente considerable (Geggus, Haiti andthe Abolitionists: Opinin, Propaganda, and International Politics inBritain and France, 1804- 183S, Abolition and Its Aftermath: TheHistorical Context, 1790-1916, ed. David Richardson [Londres, 1985], p.116; de aqu en adelante HA"). Una vez ms, un caso de ceguera .erudita que silencia el pasado. 33. Hegel y Haitahora gobernador de Santo Domingo, sospech que elDirectorio de Francia poda intentar rescindir la abolicin.42 Yaun as, todava leal a la Repblica, 43 redact una constitucinpara la colonia que se adelant a cualquier otra constitucin delmundo, si no en sus premisas de democracia, al menos en loque concierne a la inclusin de la raza en su definicin deciudadana.44 En 1802, 42 En 1796 el general Laveaux nombr a Toussaint gobernador, ylo proclam salvador de la Repblica y redentor de los es clavos, talcomo la haba vaticinado Raynal; vase Robin Blackburn, TheOverthrow of Colonial Slavery, 1776-1848 (Londres, 1988), p. 233; de aquen adelante OCS. En 1802, el Code Noir fue reestablecido en Martinica yGuadalupe (aunque nada se dice acerca de Santo Domingo). 43 Louverture se haba aliado previamente al rey de Espaa, conquien comparti operaciones militares y trabajos en la mitad occidentalde la isla, que era colonia espaola; pero una vez que se enter de quela Asamblea francesa haba abolido la esclavitud, se uni a Sonthonaxcontra los ingleses y fue leal a la Repblica Francesa hasta su arresto.(Este cambio de alianzas, que fue un punto de controversias, esanalizado por Geggus, From His Most Catholic Majesty to theGodless Rpublique: The Volte-Face of Toussaint Louverture andthe End of Slavery in Saint Domingue, Revue franaise dhistoiredoutre mer 65, N 241 [1978]: 488-489.) 44 Como ayuda para la redaccin de la constitucin, Toussaintreuni un grupo de seis personas (que inclua al abogado educado enBordeaux, Julien Raimond. Vase abajo) : La Constitucin es de Toussaint LOuverture de la primera hasta la ltima lnea, y contiene sus principios de gobierno. La esclavitud quedaba abolida para siempre. Todo hombre. cualquiera fuera su color, era apto para cualquier empleo, sin 34. Susan Buck-MorssNapolen dispuso el restablecimiento de la esclavitud y elCode Noir, y arrest y deport a Toussaint a Francia, dondemuri en prisin en 1803. Cuando Napolen envi tropasfrancesas bajo el mando de Leclerc para someter a la colonia,emprendiendo una guerra brutal contra la poblacin negraque equivali a un genocidio, 45 los ciudadanos negros deSanto Domingo volvieron una vez ms a tomar las armas,demostrando, en palabras del propio Leclerc: No basta conhaber quitado del poder a Toussaint, hay que expulsar a 2000 lderes ms (BJ, p. 346). El 1 de enero de 1804, el nuevolder militar, el esclavode nacimientoJean-JacquesDessalines, dio el ltimo paso al declarar la independencia deFrancia, combinando as el fin de la esclavitud con el fin delestatus colonial. Bajo la consigna de Libertad o Muerte (pala-bras inscritas en la bandera roja y azul, de la cual haba otra distincin que la virtud y el talento, ni otra superioridad que la otorgada por la ley en el ejercicio de la funcin pbli ca. Incorpor en la Constitucin un artculo que preservaba los derechos de todo propietario ausente de la colonia por cualquier motivo, excepto si se encontraban en la lista de emigrados proscriptos en Francia. En cuanto al resto, Toussaint concentr todo el poder en sus manos (BJ, p. 263). El rgimen de Toussaint anticip el estatus de dominio. Fran ciadesperdici su oportunidad de establecer una poltica impe rialiluminista. 45 Geggus, Slavery, War, and Revolution in the Greater Ca -ribbean, en A Turbulent Time: The French Revolution and the GreaterCaribbean, ed. David Barry Gaspar y Geggus (Bloomington, Ind.,1997), p. 22. 35. Hegel y Haitsido suprimida la franja blanca de la bandera francesa [vase BJ,p. 365]) 46 derrot a las tropas francesas y destruy la poblacinblanca, estableciendo en 1805 una nacin constitucional eindependiente de ciudadanos negros, un imperio quereflejaba al de Napolen, bautizado con una palabra delArawak, Hait. 47 No existen antecedentes de estosacontecimientos, que llevaron a la libertad completa de losesclavos y de la colonia. Nunca antes una sociedad esclavistapudo derrocar exitosamente a la clase dominante (HA, p.114). La autoliberacin de los esclavos africanos de SantoDomingo obtuvo, por la fuerza, el reconocimiento de losblancos europeos y americanos, aunque fuera bajo la forma delmiedo. Tambin obtuvo respeto entre aquellos con simpatasigualitarias. Por casi una dcada, antes de que el violentoexterminio de blancos sealara el abandono deliberado de losprincipios universales, los 46 Escribiendo bajo seudnimo en un peridico de Boston enapoyo de la revolucin de Santo Domingo, Abraham Bishop ob servque los revolucionarios americanos que haban dejado or al mundolos ecos del grito Libertad o Muerte!, no decan todos los hombresblancos son libres, sino todos los hombres son libres" (David BrionDavis, Revolutions: Reflections on American Equality and ForeignLiberations [Cambridge, Mass., 1990], p. 50). 47 La Constitucin de Dessalines declar negros a todos loshaitianos, dejando de lado la categora de mulato y los varios gra dosde interracialidad. Dessalines fue asesinado en 1806; Hait es tabaentonces dividido en dos partes, un reino al norte, gobernado porHenry Christophe, y una repblica" al sur, cuyo presdeme eraAlexandre Ption. 39 36. Susan Buck-Morssnegros jacobinos de Santo Domingo superaron a la metrpolien la realizacin activa de la meta de la libertad humana -prueba de que la Revolucin Francesa no fue simplemente unfenmeno europeo, sino de alcance histrico-mundial-.48 Si noshemos acostumbrado a diferentes narraciones que ubican losacontecimientos coloniales en los mrgenes de la historiaeuropea,hemos sido seriamente engaados.Losacontecimientos de Santo Domingo fueron centrales para losintentos contemporneos de comprender la realidad de laRevolucin francesa y sus secuelas. 49 Es necesario tomarconciencia de los hechos desde esta perspectiva. 48 Trouillot llama a la Revolucin Haitiana la revolucin polticams radical de la era" (SP, p. 98). Blackburn escribe: Hait no fue elprimer Estado independiente de Amrica, sino que fue el primero engarantizar la libertad civil de todos sus habitantes (OCS.p. 260). 49 La Revolucin Francesa fue "una mera reforma de abusos, talcomo, segn Napolen, la consideraban los ingleses, o constituy unautntico renacimiento social, como iba a decir en su lecho de muerte(Paulson, Representations of Revolution, p. 51)? Al final de su vida,Napolen se arrepinti de su tratamiento de Toussaint-Louverture. 40 37. 6 Consideremos el desarrollo lgico del derrocamiento de laesclavitud en trminos de la evolucin de la conciencia a travsde la cual los europeos vivieron los hechos. Los revolucionariosfranceses se percibieron desde el comienzo como unmovimiento de emancipacin que liberara al pueblo de suesclavitud de las desigualdades feudales. En 1789, erancomunes slogans tales como Libertad o muerte o Mejormuerto que esclavo, y es en este contexto que la Marsellesadenunciaba "lesclavage antique" (vase OCS, p. 230). No fueuna mera revolucin contra la tirana de un gobernanteparticular, sino contra toda tradicin del pasado, la que viol losprincipios de la libertad humana. Al informar sobre losacontecimientos de Pars en el verano de 1789, el periodistaalemn Johann Wlhelm von Archenholz (con quien nosvolveremos a encontrar) perdi su acostumbrada neutralidadperiodstica 41 38. Susan Buck-Morssy exclam que el pueblo ( Volk) francs, que estabaacostumbrado a besar sus cadenas... en cuestin de horas habaroto esas gigantescas cadenas con un audaz golpe de coraje,volvindose ms libre de lo que lo fueron los griegos y losromanos, y de lo que hoy lo son los norteamericanos y losingleses. 50Pero qu ocurra en las co lo nia s , fuente de riquezas deuna porcin tan importante de la poblacin francesa? En sureaccin a los acontecimientos de 1789, se puso en juego elsentido de la libertad, y en Santo Domingo, la perla de lacorona, ms que en ningn otro lado. Seguiran los habitantesde las colonias el ejemplo de Norteamrica y se revelaran,como instaban algunos de los propietarios criollos de SantoDomingo? O se uniran fraternalmente para proclamar sulibertad como ciudadanos franceses? Y si esto llegara aocurrir, quines iban a ser incluidos como ciudadanos? Lospropietarios,50 Friedhch Ruof, Johann Wilhehn von Archenholtz: Ein deutscherSchriftsteller zur Zeit der Franzsischen Revolution und Napoleons (1741 -1812) (1915; Vaduz, 1965), p. 29; de aqu en adelante JWA. (la ortografaArchenholtz que usa Ruof es inusual). Continua Archenholz: El puebloalemn debera honrarse a s mismo, honrndolo" (JWA, p. 30). En 1792volvi a usar la metfora de la esclavitud al describir la situacinrevolucionaria en Francia, preguntando si el pueblo de una de lasnaciones ms pobladas de la Tierra, que en los ltimos aos se ha elevadodesde el ms profundo fango de la esclavitud y... probado hasta el hartazgoel dulce sabor de la libertad... volvera en tan poco tiempo a agacharmansamente la cabeza ante el yugo, contemplando las cade nas rotas comoun pasatiempo... Ante este obstculo, toda la inteligencia europea reunidahara agua (JWZ , p. 49). 42 39. Hegel y Hait seguramente. 51 Pero slo los blancos? Se estima que un terciode la tierra cultivada de Santo Domingo era propiedad demulatos.52 Deba inclurselos, y no slo a ellos, sino tambin alos negros libres? Era la propiedad o la raza la prueba quehaba que pasar para ser ciudadano de Francia? Ms an, si enprincipio los africanos podan ser incluidos como ciudadanos -esto es, si el presupuesto implcitamente racista que subyacaal Code Noir no era vlido- cmo poda entonces seguirjustificndose la esclavitud: legal de negros? 53 Y si no eraposible, 51 En 1790, una asamblea colonial en Santo Domingo extendi elvoto a los blancos no-propietarios (ampliando el derecho a voto aunms que en la metrpoli), reforzando de esta manera la naturalezaracial de las exclusiones polticas; vase OCS, p. 183. 52 Blackburn escribe que 2000 cafetales en el oeste y el sur eranpropiedad de mulatos, comparado con 780 cafetales propiedad deblancos: En Santo Domingo la gente de color libre era casi tan nu -merosa como los colonos blancos, incluso posiblemente ms. Pro-pietarios de color posean alrededor de 100 000 esclavos: en nin gnotro lugar ms que en las Amricas, hombres de ascendenciaparcialmente africana ocuparon un lugar preeminente dentro del rangode la clase propietaria"; a menudo llevaban el apellido distinguido desu padre francs" (OCS, pp. 168, 169). 53 El barn de Wimpffen preguntaba si los colonizadores no tenanmiedo de pronunciar las palabras libertad o igualdad frente a susesclavos; vase BJ, p. 82. Pero en 1792 todava era raro para losrepublicanos declarar forzosamente, como hizo Sonthonax, Uno nopuede mantener a los negros en la esclavitud si hay hombres libres,iguales a los blancos, tan negros como un esclavo (Jacques Thibau,Saint-Domingue larriv de Sonthonax, Lger-Flicit Sonthonax, p.44). 40. Susan Buck-Morsscmo poda mantenerse el sistema colonial? La propagacin dela lgica de la libertad en las colonias, amenazaba con desbaratarel marco institucional de la economa esclavista sobre la que seapoyaba una parte tan importante de la burguesa francesa, cuyarevolucin poltica, por supuesto, era sta.54 Y aun as la lgicade la libertad fue la que dio legitimidad a su revolucin, deacuerdo con los trminos universales con que los franceses sepercibieron a s mismos. La Revolucin Haitiana fue el tster, laprueba de fuego para los ideales de Iluminismo francs. Y todoeuropeo que fue parte del pblico lector burgus lo saba.55 54 En la Asamblea Constituyente (1789-1791), compuesta poraproximadamente 1100 diputados, uno de cada diez miembros tenaintereses en Santo Domingo; vase ibd., p. 41. 55 Los Amis des Noirs (fundado en 1788) fueron importantes paraestablecer el marco del debate. Aunque no fueron muy numerosos,tuvieron, influencia como escritores y panfletistas (Condorcet, Brissot,Mirabeau, el abate Grgoire). Su obra deploraba las condiciones de losesclavos de las colonias. En 1805, Marcus Rainsford escribi que comoresultado de la circulacin de sus volantes, los esclavos negros "eran elprincipal tema de conversacin y de lamento en la mitad de lasciudades de Europa; con infeliz elocuencia, los escritos describanlas miserias de la esclavitud y fueron ciertamente la causa deconducir a la accin, sobre una amplia base, a ese espritu de revueltaque slo duerme en los africanos esclavos o en sus descendientes(Marcus Rainsford, An Historical Account of the Black Empire of Hayti[Londres, 1805], p. 107). La posicin de los Amis des Noirs fue sus-cribir slo emancipaciones graduales, hasta 1791, cuando apoyaron losderechos para negros y mulatos libres; en la poca de la 44 41. Hegel y Hait Hoy los ojos del mundo estn puestos en Santo Do-mingo.56 As comienza un artculo publicado en 1804 enMinerva, el peridico fundado por Archenholz, quien habaseguido los acontecimientos de la Revolucin Francesa desdesus comienzos e informado acerca de la revolucin en SantoDomingo desde 1792. 57 Durante un ao entero, desde el otoode 1804 hasta fines de 1805, Minerva public una serie denotas, totalizando ms deabolicin concreta de la esclavitud (1794) haban dejado de exis tir,vctimas de las purgas de Robespierre. La abolicin haba llegado aidentificarse con los girondinos, enemigos de Robespierre: Losgirondinos fueron acusados de haber fomentado secretamente loslevantamientos coloniales en beneficio de Inglaterra y de apoyar laabolicin para ruina del imperio de Francia... Robespierre mismoestuvo conspicuamente ausente durante la sesin del 4 de febrero [dela Convencin, que vot unnimemente por la abolicin de laesclavitud] y no firm el decreto (Carolyn E. Fick, The FrenchRevolution in Saint Domingue: A Triumph or a Failure?", en ATurbulent Time, p. 68; comprese con Yves Bnot, Comment laConvention a-t-elle vot labolition de lesclavage en lan II?, enRevolutions aux colonies, ed. Michel Vovelle [Pars, 1993], pp. 13-25). 56 Johann Wilhelm von Archenholz, introduccin a Zur neuestenGeschichte von St. Domingo, Minerva 4 (nov. 1804): 340. sta fue laintroduccin editorial de Archenholz al artculo (pp. 341-345), quecriticaba la violencia de la revolucin y se mostraba escptico acercade la viabilidad de un Estado-negro". 57 Vase Historische Nachrichten von den letzten Unruhen inSaint Domingo: Aus verschiedenen Quellen gezogen, Minerva 1(febrero 1792): 296-319. El artculo estaba a favor de los derechos delos mulatos, de la posicin de Brissot y de los Amis des Noirs. 45 42. Susan Buck-Morsscien pginas -incluyendo documentos, resmenes de noticias ytestimonios-, que informaban a sus lectores no slo de lalucha final por la independencia de la colonia francesa -bajo laconsigna de Libertad o Muerte!-,58 sino tambin de losacontecimientos de los diez aos anteriores. Archenholzcritic la violencia de la revolucin (como lo haba hecho conel Terror jacobino en la metrpoli), pero lleg a apreciar aToussaint-Louverture, publicando como parte de la serie denotas sobre Hait una traduccin al alemn de un captulo delmanuscrito de Marcus Rainsford, un capitn ingls queelogiaba en trminos superlativos el carcter, el liderazgo y elsentido humanitario de Toussaint. 59 58 Este slogan, proclamado por Dessalines en mayo de 1803,apareci comentado en Zur neuesten Geschichte von St. Do mingo,Minerva 4 (clic. 1804): 506. 59 El libro de Rainsford, publicado en Inglaterra en 1805 (y entraduccin completa al alemn al ao siguiente), afirmaba: El surgimiento del Imperio de Hait puede afectar poderosa - mente la condicin de la raza humana... Apen as se le dar crdito en otra poca al hecho de que filsofos hayan escu chado con indiferencia la ocurrencia de un acontecimiento brillante, hasta hoy desconocido, o que se hayan confinado al vago conocimiento de aquello cuya experiencia no se admite dent ro de la plida verdad de la historia... Est escrito en antiguos documentos que pueblos negros, en su propio pas, fueron capaces de rechazar al enemigo con vigor; y un escritor contemporneo [Adanson, Voyage lAfrique, 1749-1753] nos confirma los talentos y virtudes de esos pueblos; pero queda para fines del siglo xv III tomar conciencia plena de la escena, desde un estado de abyecta degeneracin: el espectculo46 43. Hegel y HaitEl peridico de Archenholz reproduca gratuitamente notasde diarios ingleses y franceses, de modo que sus coberturasreflejaban noticias ampliamente difundidas entre los lectoreseuropeos. A su vez, los artculos de Minerva eran levantadospor innumerables diarios (una situacin de comunicacinabierta y cosmopolita, a pesar de restricciones de propiedadintelectual, tal vez no igualada hasta la primera poca deinternet) (JWA, p. 62). Aunque despus de 1803 exista enFrancia censura de prensa, 60 los diarios y peridicos ingleses(tambin de Estados Unidos y Polonia) 61 destacaron losacontecimientos de la de una horda de negros emancipndose de la ms vil esclavi tud, y a la vez cumpliendo con obligaciones sociales, dictando leyes y dirigiendo ejrcitos en las colonias europeas. El mismo perodo fue testigo de una gran y cultivada nacin [Francia]... retornando a la barbarie de las primeras eras. Rainsford ubic a la Revolucin Haitiana entre los cambiosms destacados e importantes de la poca (Rainsford, An HistoricalAccount of the Black Empire of Hayti, pp. x-xi, 364). 60 En ese momento, el abolicionismo, que en Francia fuesiempre una cuestin de pequeos cortocircuitos, dej efectiva -mente de existir. El intento de reconquista de Santo Domingo habasido acompaado por una ola de literatura referida a la co lonia,pero eran en su mayora obras de colonialistas quienes, en diversosgrados de vituperio, culpaban a la revolucin negra de influenciaabolicionista. Cuando la expedicin a Santo Domingo se ech aperder completamente, se impuso la prohibicin total de t oda obrasobre las colonias ["HA, p. 117]. 61 La prensa de los Estados Unidos estaba repleta de noti ciasde Santo Domingo. John Adams, mientras lamentaba los 47 44. Susan Buck-Morssfase final de la lucha revolucionaria en Santo Domingo, entreotros, el Edinburgh Review (vase HA, pp. 113- 115) .62 WilliamWordsworth escribi un soneto titulado A Toussaint Louverture,publicado en The Morning Post en febrero de 1803, en el quedeploraba el restablecimiento del Code Noir en las coloniasfrancesas (figs. 4 y 5).63 Dentro de la prensa alemana, Minerva ocupaba un lugarespecial. En 1794, dos aos despus de su fundacin, sureputacin como el mejor peridico poltico ya estabaacontecimientos, crea que eran el resultado lgico de la propia rebelinnorteamericana. Otros vieron la revolucin de esclavos como prueba dela necesidad de abolir la esclavitud en los Estados Unidos: en otraspalabras, ambas partes perciban los acontecimientos de Santo Domingocomo significativos para la historia mundial; vase David Brion Davis,Revolutions, pp. 49-54. Los corresponsales de guerra tambin mandabanregularmente notas para peridicos de Polonia, en tanto un regimientopolaco form parte de la fuerza militar comandada por el GeneralLeclerc, enviada por Napolen para restablecer la esclavitud en SantoDomingo. Vase Jan Pachonsky y Reuel K. Wilson, Polands CaribbeanTragedy: A Study of Polish Legions in the Haitian War of Independence, 1802-1803(Nueva York, 1986). 62 De hecho la mayora de las notas no fueron muy favorables,excepto por la glorificacin de Toussaint-Louverture.63 El soneto fue probablemente escrito en Francia en agosto de1802 (Geggus, British Opinin and the Emergence of Hait, 1791-1805, ed. Slavery and British Society, 1776-1846, ed. James Walvin [BatonRouge, La., 1982], p. 140). Wordsworth naci el mismo ao que Hegel(1770); ambos estaban en ese momento a comienzos de los aos treinta.William Blake tambin incorpor la revolucin haitiana a su poesa.48 45. Hegel y Hait 46. Susan Buck-Morss 47. Hegel y Haitestablecida. Trat de ser a-partidario, objetivo y fctico,apuntando a una verdad histrica que fuera instructiva...[para] nuestros nietos ( JWA, pp. 69-70).64 Su meta, de acuerdocon el slogan (en ingls!) del diario, era mostrar la edad y elrostro mismo de toda una poca, su forma e influencias. 65 En1798 su circulacin era de tres mil ejemplares (respetable aun ennuestros das para una publicacin intelectual seria), y se estimaque hacia 1809 ese nmero se duplic. En palabras del bigrafode Archenholz, Minerva fue la publicacin poltica msimportante del cambio de siglo, tanto por la calidad64 Archenholz declar que la neutralidad ms estricta ( strengsteUnparteilichkeit) seria su primer deber (JWA, p. 40).65 El slogan aparece en la portada (N. del T El slogan en ingls dice:To shew the very age and body of the time, its form and pressure).Ntese que los especialistas en Minerva necesitan volver al peridicooriginal para descubrir el intenso inters de Archenholz en SantoDomingo y en la Revolucin Haitiana. Las dos monografas escritassobre l no mencionan estos artculos; vase JWA y Ute Rieger, JohannWilhelmvon Archenholzals Zeitbrgern: Eine historisch-analytischeUntersuchung zur Aufklrung (Berlin, 1944). Vase, no obstante, KarinSchller, Die Deutsche Rezeption haitianischer Geschichte in der ersten Hlfe des19. Jahrhunderts, ein Beitrag zum deutschen Bild vom Schwarzen (Colonia,1992), pp. 248- 261, que contiene un sumario de los artculos de Minervasobre Santo Domingo, como tambin una discusin de los relatos sobrela Revolucin Haitiana en otros peridicos y en libros alemanes,incluyendo la influyente traduccin alemana de Rainsford (pp. 103-108).Geggus llam mi atencin sobre el libro de Schller despus de haberescrito este artculo. Cada vez que resulta apropiado, he agregado en lasnotas referencias a l. 48. Susan Buck-Morssde sus contenidos, escrito por corresponsales regulares(figuras de importancia pblica por derecho propio), comopor la calidad de sus lectores, entre quienes se encontrabanalgunas de las personas ms influyentes de Alemania (JWA,p. 131). 66 El rey Federico Guillermo III de Prusia leaMinerva constantemente (JWA, p. 130). Goethe y Schillerlean Minerva (este ltimo mantuvo correspondencia conArchenholz), 67 tanto como Klopstock (quien colabor con eldiario), Schelling y Lafayette. Y-es necesario seguirdejndolo de lado?- otro lector regular de Minerva, comosabemos por su correspondencia publicada, fue el filsofoGeorg Wilhelm Friedrch Hegel. 68 66 Dos corresponsales bien conocidos fueron Konrad EngelbertOlsner y Georg Forster; ms informacin acerca de ellos, ms abajo.Por figuras ocasionales, vase JWA, pp. 129-130. 67 Schiller le escribi a Archenholz en 1794, sugirindole pu -blicar una retrospectiva sobre la Revolucin Norteamericana en elperidico: Ist es Ihnen noch nicht die Idee gekommen, ein kurtzes,gedrngtes tableau von demamerikanischenFreiheitskriegenaufzustellen? (JWA, p. 45). Aunque el artculo no apareci en Minerva,la serie de artculos sobre los acontecimientos de Santo Domingo,1791-1805, responda a una concepcin anloga. 68 Hegel le escribi a Schelling desde Berna, la vspera de Na -vidad de 1794: De casualidad habl hace unos das con el autor delas cartas firmadas O en el Minerva de Archenholz. Sin duda, estfamiliarizado con ellas. El autor, pretendidamente ingls, es de hechoun silesiano llamado Oeslner... todava joven, pero con aspecto demuy trabajador (G. W. F. Hegel, carta a Friedrich Wilhelm JosephSchelling, 24 de diciembre de 1794, Hegel: The Letters, trad. ClarkButler and Christiane Seiler [Bloomington, Ind., 49. Hegel y Hait1984], p. 28). Ruof (que escribe en 1915) no menciona a Hegel comolector de Minerva. En ese momento, la publicacin en alemn de lacorrespondencia de Hegel no estaba disponible; vase Hegel, Briefe vonund an Hegel, ed. Johannes Hoffmeister, 5 vols. en 4 (Hamburgo,. 1969 -1981). Jacques dHont, sin embargo, comienza su libro con un captulosobre la influencia de Minerva en Hegel (y Schelling), que describecomo total (globale) (Jacques dHont Hegel Secret: Recherches sur lessources cachss de la pense de Hegel [Pars, 1968] , pp. 7-43; de aqu enadelante HS). Ntese que dHont no hace ninguna mencin a losartculos sobre Santo Domingo que aparecieron en las pginas deMinerva (su argumento es diferente; vase n. 105) Konrad EngelbertOelsner, ms radicalmente republicano que Archenholz, fue unGirondino (anti-Robespierre); su hroe era el abate Sieys. Vase suhistoria de la Revolucin Francesa (basada en sus reportes comotestigo), Luzifer oder gereinigte Beitrge zur Geschichte der FranzsischenRevolution, ed. Jrn Garber (1797); Kronberg/Taunus, 1997). 53 50. De dnde surgi la idea de Hegel de la relacin entreseoro y servidumbre?", se preguntan a menudo los expertos,refirindose a la famosa metfora de la lucha a muerte entreel amo y el esclavo, que provee a Hegel la clave del desplieguede la libertad en el curso de la historia, y que elabor porprimera vez en Fenomenologa del espritu, escrito en Jena en1805-1806 (el primer ao de existencia de Hait como nacin)y publicada en 1807 (el ao de la abolicin britnica del trficode esclavos). De dnde surgi? Los historiadores intelectualesde la filosofa alemana conocen slo un lugar donde buscar larespuesta: en los escritos de otros intelectuales. Quiz fueFichte, escribe George Armstrong Kelly, aunque el problemadel amo y el esclavo es esencialmente 51. Hegel y Haitplatnico. 69 Judith Shklar toma la ruta bien conocida deconectar la discusin de Hegel con Aristteles. Otto Pggeler -y no hay un nombre ms distinguido dentro del campo de losestudios hegelianos alemanes- afirma que la metfora noproviene de la antigedad, sino que es un ejemplo totalmenteabstracto. 70 Slo un especialista, Pierre-Franklin Tavars,plante de hecho la conexin de Hegel y Hait, basando suargumento en la evidencia______________________i _________________________________________________69 George Armstrng Kelly, Notes on Hegels Lordship andBondage, en Hegels Dialectic of Desire and Recognition: Texts andCommentary, ed. John ONeill (Albany, NY, 1996), p. 260; de aqu enadelante N. Kelly insiste en que los escritos de Hegel deben serconsiderados dentro de la propia poca de Hegel", pero se trata deuna poca del pensamiento (N, p. 272). Kelly considera entonces lasdiferencias filosficas entre Fichte, Schelling y Hegel: el problema deFichte fue el del reconocimiento mutuo en un sentido ms general (u ntema que Hegel haba tratado previamente), mientras que en ladialctica amo-esclavo Hegel defiende la doctrina de una igualdadoriginal, curiosa y peligrosamente negada por Fichte (N, p. 269).Respecto de este punto, muchos intrpretes eligieron discutir a Hegelen trminos de Fichte, reduciendo la importancia del caso concreto dereconocimiento que presenta Hegel, esto es, la relacin amo -esclavo,introducida por primera vez en 1803. Vase, por ejemplo, Robert R.Williams (quien sigue a Ludwig Siep): La historia del recono-cimiento es una historia acerca de Fichte y Hegel (Robert R. Wi -lliams, Hegels Ethics of Recognition [Berkeley, 1997], p. 26).70 Vanse Judith N. Shklar, Self-Sufficient Man: Dominion andBondage, en Hegels Dialectic of Desire and Recognition, pp. 289- 303; yOtto Pggeler, Hegels Idee einer Phnomenologie des Geistes, 2 ed. (1973;Freiburg, 1993), pp. 263-264. 52. Susan Buck-Morssde que Hegel ley a un abolicionista francs, el abateGrgoire.71 (Por lo que me consta, su obra, escrita en losprimeros aos de la dcada de 1890, ha sido enrgicamenteignorada por el establishment hegeliano). Pero incluso Tavarsse ocupa de un Hegel ms tardo, posterior al momento en quela dialctica del amo y del esclavo fue concebida 72 Nadie seanim a sugerir que la idea de la 71 Vase Pierre-Franklin Tavars, "Hegel et labb Grgoire:Question noire et rvolution franaise, en Rvolutions aux colonies, pp.155-173. El abate [Henri] Grgoire fue sin duda el partidario ms lealde Hait entre los franceses abolicionistas. En 1808 escribi De lalittrature des Ngres, que logr burlar "ingeniosamente" la censura deNapolen sobre el tema, ocupndose ostensiblemente de los esfuerzosliterarios de negros que escriban en francs e ingls: El libro eraprincipalmente sobre la sociedad africana, pero en l Grgoireaprovech la oportunidad para elogiar a los santo -dominguensesToussaint Louverture y Jean Kina (que haban liderado la revuelta enMartinica) y para observar que si Hait era todava polticamenteinestable, tambin lo haba sido Francia en la dcada de 1790 (HA,p. 117). Cuando a mediados de la dcada de 1820 le fue ofrecido elobispado de Hait, Grgoire lo rechaz, decepcionado con la actitudconciliatoria de Hait hacia Francia cuando el presidente haitianoBoyer acord pagar a modo de compensacin una importanteindemnizacin a los ex propietarios de plantaciones coloniales; vaseHA", p. 128. 72 Todava no he ledo el artculo original de Tavars, Hegel etHait, ou le silence de Hegel sur Saint-Domingue, en la revista dePuerto Principe Chemins Critiques 2 (mayo 1992): 113-131. Tampoco heledo su tesis de doctorado "Hegel, critique de lAfrique (Doctorat,Pars-1, 1990). De acuerdo con el artculo que he consultado, tengo laimpresin de que Tavars se ocupa prin- 53. Hegel y Haitdialctica del amo y el esclavo surgi en Hegel en Jena entre losaos 1803 y 1805 de la lectura de la prensa -diarios y revistas-,Y es el mismo Hegel quien en esos mismos aos de Jena,durante los que dicha dialctica fue originalmente concebida,hizo la siguiente observacin: Leer los diarios a la maana constituye una especie de oracin matutina secular. Unos orientan su actitud hacia Dios y en contra del mundo; otros hacia el mundo tal como es. Una cosa provee tanta seguridad como la otra, a la hora de saber en qu mundo habitamos. 73cipalmente de fuentes francesas ms que alemanas, y que no haconsultado publicaciones contemporneas; su hiptesis parece ser quela preocupacin de Hegel por el abolicionismo es posterior, de ladcada de 1820, motivada quiz por nostalgia de sus tempranossueos revolucionarios. Schller, Die Deutsche Rezeption haitianischerGeschichte in der ersten. Hlfte des 19. Jahrhunderts, menciona brevemente aHegel, pero slo sus ltimos escritos (aos 1820), sin sugerir lainfluencia directa que trato de demostrar; ni sugerir que Hegel leaMinerva. 73 Karl Rosenkranz, Georg Wilhelm Friedrich Hegels Leben (1844;Darmstadt, 1977), p. 543. Ntese que la obra de Rosenkranz seconsidera todava la biografa cannica de Hegel, de ah su repu -blicacin en 1977 (y en 1988), Si bien las narraciones que han da docuenta del desarrollo filosfico de Hegel han sido numerosas y existenotras biografas, es sorprendente que Hegel no haya encontradotodava otro bigrafo que reemplace a Rosenkranz definitivamente.Vase, por ejemplo, Horst Althaus, Hegel und die heroischen Jahre derPhilosophie: Eine Biographie (Munich, 1992). Aunque ciertos aspectos dela hegeliana han sido objeto de microsc-57 54. Susan Buck-Morss Nos quedan dos alternativas. O bien Hegel fue el filsofode la libertad ms ciego de toda la Europa del Iluminismo,superando a Locke y a Rousseau en su capacidad para ocultarla realidad que transcurra ante sus ojos (la pgina impresaante sus ojos sobre la mesa de desayuno); o bien Hegel saba -saba que existan esclavos reales rebelndose exitosamentecontra amos reales-, y elabor deliberadamente su dialcticadel amo y el esclavo dentro de este contexto contemporneo. 74picos anlisis (las filigranas en sus manuscritos, por ejemplo), exis -ten asombrosas lagunas en el conocimiento de su vida. Las razonesde esta desproporcin son mltiples, comenzando por el hecho deque Hegel se mud varias veces (de Wrttemberg a Tubinga, Bern,Frankfurt, Jena, Bamberg, Nuremberg y Heidelberg) antes de ins -talarse en Berln en la ltima dcada de su vida, y de que el propioHegel dispuso antes de morir de muchos documentos, incluyendopapeles personales. Su hijo (legtimo) Karl fue responsable del ar-chivo despus de su muene y pudo haber hecho desaparecer par te delas fuentes. (El hijo ilegtimo de Hegel, que no aparece men cionadoen la biografa de Rosenkranz, naci en Jena en 1806 cuando Hegelestaba escribiendo Fenomenologa del espritu, y muri en 1831, elmismo ao que su padre, en Indonesia, como miem bro de la marinamercante holandesa). 74 En la Fenomenologa del espritu no hay menciones de Hait oSanto Domingo, pero tampoco se menciona la Revolucin Fr ancesa,un punto acerca del cual los expertos estn de acuerdo al leer larevolucin en el texto. Acerca de la devocin de Hegel por losdiarios y revistas, existe abundante evidencia, des de sus das deestudiante en Tubinga, cuando segua los aconte cimientos de laRevolucin Francesa, a los aos de Frankfurt a principios de ladcada de 1790, cuando lea diarios lpiz en 55. Hegel y HaitMichel-Rolph Trouillot escribe en su importante libroSilencing the Past que la revolucin haitiana entr a la historiacon la caracterstica peculiar de ser impensable incluso mientrasocurra. Por supuesto que no se equivoca al enfatizar laincapacidad de la mayora de los contemporneos, dada suscategoras ya formadas, para entender la revolucin en curso deacuerdo con sus propios trminos ( SP, p. 73). Pero tratndosede la historia haitiana, existe el riesgo de confundir dossilencios, el del pasado y el del presente. Pues si los hombres ymujeres en el siglo XVIII no pensaron en trminos raciales laigualdad fundamental de la humanidad, como algunos lohacemos actualmente, al menos saban lo que estaba pasando;hoy, cuando la revolucin de esclavos haitianos debera poderpensarse, es sin embargo ms invisible, debido a la construccinde los discursos disciplinarios a travs de los cuales heredamosel pasado (SP, p. 82) ,75Los europeos del siglo XVIII estaban pensando en la revolucinhaitiana precisamente porque desafiaba el racismomano, hasta la dcada de 1810 y de 1820, cuando guardaba extractosde la prensa britnica, el Edinburgh Review y el Morning Chronicle(vase n. 121). Inmediatamente despus de terminar la Fenomenologadel espritu , Hegel dej Jena por Bamberg para volverse editor de undiario, que se hundi cuando Hegel fue acusado por la censura derevelar la posicin de las tropas alemanas (la defensa de Hegel fueque haba tomado la informacin de otras fuentes, ya publicadas). 75 Trouillot discute las diferentes frmulas de borramiento porlas que las historias generales han producido esta invisibilidad ( SP,p. 98 y siguientes). 59 56. Susan Buck-Morssde muchas de sus concepciones. No era necesario ser partidario dela revolucin esclava para reconocer su significacin central para eldiscurso poltico.76 Incluso para los que vivieron en la era de larevoluciones, la creacin de Hait fue un hecho extraordinario(HA, p. 113). E incluso sus opositores consideraron qu este"acontecimiento excepcional era "digno de la contemplacin de losfilsofos.77 76 El Tory evanglico James Stephen escribi en el verano de 1804un panfleto radical, donde argumentaba que la autoridad de los blancospropietarios de esclavos se basaba principalmente en el miedo irracionalde los esclavos, fomentado por el hbito y la ignorancia, pero que,como la creencia en fantasmas, este miedo instintivo, una vez roto elhechizo, se desvanecera para siempre. (HA, p. 115). HenryBroughman, en respuesta a James Stephen en el Edinburgh Review creaque la obediencia de los esclavos derivaba simplemente de un clculoracional del costo de la resistencia... Con espritu ms librecambista[Broughman] pensaba en trminos de estmulo y respuesta (HA, pp.115-116). El argumento de Broughman a favor de la abolicin de laesclavitud no fue ajeno a clculos e imperativos, desde el momento que elriesgo de rebelin, despus de Hait, haba aumentado miles de veces;vase HA, p. 116. Sabemos por cierto que en 1817-1818 Hegel lea elEdinburgh Review, y se especula que su contacto con este y otros peridicosbritnicos comenz mucho antes (vase n. 121). Dada la concepcin deHegel del espritu moderno como esencialmente cristiano, uno podraimaginar que habr tomado partido por la posicin de Stephen. 77 Drouin de Bercy, propietario francs de una plantacin, opina quese trataba de un acontecimiento excepcional, digno de consideracin parafilsofos y polticos, aunque l personalmente deseaba verlo fracasar y asu poblacin masacrada o deportada ("HA, p. 113). 57. Hegel y HaitMarcus Rainsford escribi en 1805 que la causa de la revo-lucin haitiana fue "el espritu de libertad. 78 El hecho de queeste espritu pudiera ser contagioso, pudiera cruzar el lmite noslo entre razas sino entre esclavos y hombres libres, fueprecisamente lo que hizo posible argumentar, sin volversehacia una ontologa abstracta de la naturaleza, que el deseode libertad era autnticamente universal, un acontecimiento dela historia universal e, incluso, su ejemplo paradigmtico msextremo. Antes de la escritura de Fenomenologa del espritu, He-gel se haba ocupado del tema del reconocimiento mutuo entrminos de Sittlichkeit: el criminal contra la sociedad o lasrelaciones mutuas de las comunidades religiosas o los afectospersonales. Pero este joven profesor, con poco ms de treintaaos, tuvo el gesto audaz de dejar de lado estas versionesprevias (ms aceptables para el discurso filosfico establecido)y de inaugurar, como metfora central de su obra, no la de laesclavitud versus un mtico estado de naturaleza (como aquellosque, de Hobbes a Rousseau, lo haban hecho previamente), sinola de esclavos versus amos, inscribiendo en su texto la realidadhistrica de la poca que lo rodeaba como una tinta invisible. 78 Vase Rainsford, An Historical Account of the Black Empire of Hayti,cap. 2. 61 58. 8 Consideremos en forma ms detallada la dialctica he-geliana del amo y el esclavo, concentrndonos en las ca-ractersticas ms salientes de esta relacin. (Tomar en cuentano slo pasajes relevantes de Fenomenologa del espritu sinotambin los textos de Jena que la preceden, 1803-1806.)79Hegel entiende la posicin del amo en trminos 79 Para hacer justicia con las variaciones de los textos de Jena, y de ahcon el desarrollo de la idea de Hegel de la dialctica amo -esclavo dentrodel contexto histrico de la Revolucin Haitiana, hara falta un texto en smismo. No puedo intentar aqu una autntica investigacin. Slo puedosugerir como hiptesis que la lectura de Adam Smith por parte de Hegel en1803 constituye un punto de inflexin. En el primer Systementwrfe de Jena(1803-1804), Hegel tematiza la lucha por el reconocimiento de un modoque rompe tanto con el concepto clsico de comunidad62 59. Hegel y Hait(Sittlichkeit) como con el concepto hobbesiano de autopreservacinpersonal (el estado de naturaleza). El fragmento final, el crucialfragmento 22 (partes del cual estn tachadas y rescritas, y almenos una pgina est perdida), comienza con una discusin sobrela necesidad absoluta del reconocimiento mutuo": los daos a lapropiedad deben ser castigados "llegado a un lmite, con la muerte"(Hegel, Jenaer Systementwrfe, ed. Klaus Dsing y Heinz Kimmerle,3 vols. [Hamburg, 1986], l:218n). Hablando del propietario, padrede familia, escribe Hegel: si se arriesga a ser herido, sin poner enriesgo su vida, entonces se convierte en esclavo del otro [er wirdder Sklav des andern]" (p. 221). La palabra normal en alemn esSklave, ntese que aqu, y a lo largo de su obra, Hegel usa ambostrminos, Knecht (siervo) y Sklav(e), en la dialctica delreconocimiento mutuo. Pero qu ocurre si la propiedad misma esel agresor, con el esclavo que rectifica la agresin a su personaafirmando su propia libertad sin compensacin? Hegel no planteaesta pregunta, pero se desplaza hacia una discusin de lascostumbres del pueblo ( das Volk) y el trabajo comn. Esto lolleva en una llamativa direccin no-hobbesiana, a una critica deltrabajo repetitivo y enajenante de la fbrica moderna (la divisin deltrabajo, ejemplificada por la fbrica de alfileres de Smith); vansepp. 227-228. Hegel describe entonces crticamente la "ciega eincontrolada interdependencia de los trabajadores en la economaglobal, el brgerliche Gesellschaft del intercambio del mercadoque forma un monstruoso sistema ( ungeheueres System) de mutuadependencia (Abhngigkeit) y que como una bestia salvajenecesita ser domado (pp. 229- 230). El fragmento 22 termina (en1804!) justo en el momento donde la discusin de Hegel de laposesin (Besitz), como la forma en que la generalidad de la cosa(das Ding) es reconocida (anerkannt), lo hubiera conducido aenfrentarse con la contradiccin de que la ley de la propiedadprivada trata al esclavo 60. Susan Buck-Morsspolticos y econmicos. En System der Sittlichkeit (1803)seala: El amo est en posesin de una superabundancia denecesidades fsicas en general, y el otro [el esclavo], carecede ellas. 80 En una primera consideracin,(cuyo experiencia no es sino la del trabajo) como una cosa ! Elesclavo es una mercanca nica, en tanto la libertad de propie dad y lalibertad de la persona se hallan en l en directa contradiccin. Poresta razn el manuscrito de Hegel se interrumpe inesperadamente? Larevuelta de esclavos en Santo Domingo, en este contexto, salv aHegel de la mala infinitud (el "monstruoso sistema) del contratorecproco al proveer el eslabn (por medio de un cambio de nfasisdel intercambio por el trabajo) entre un sistema econmico (elsistema infinito de necesidades) a la poltica: la fundacin, a travsde la lucha a muerte, del estado constitucional. 80 Hegel, System der Sittlichkeit, ed. Georg Lasson (1893; Ham-burgo, 1967), p. 35; de aqu en adelante SS; citado en Henry S.Harris, The Concept of Recognition in Hegels Jena Manuscripts,en HegelStudien/Beiheft 20: Hegel in Jena , ed. Dieter Henrich y KlausDsing (Bonn, 1990), p. 234; de aqu en adelante CR". ComentaHarris: El concepto de personalidad jurdica emerge mano a mano con la institucin del dinero como lo indiferenciado de (es decir, la expresinuniversalde) la propiedad. Este mundo de reconocimiento formal se diferencia entonces en amos y es clavos de acuerdo a sus posesiones (es decir, en ltima instancia, en trminos de dinero) [CR", p. 233]. Es el System der Sittlichkeit el que primero registra la lectura deHegel de Adam Smith, tanto como la relacin desigual del seor(Herr ) y el siervo (Knecht) que se establece junto con la desigualdaden su poder vital (SS, p. 34), aunque estos dos temas todava 64 61. Hegel y Haitla situacin del amo es independiente ( . . . ) tiene por esencia elser para s; mientras el otro, la posicin del esclavo, esdependiente, [y su] esencia es la vida o el ser para otro. 81 Elesclavo es caracterizado por la falta de_____________________________________________________no van juntos. Hegel se ocupa del intercambio de "excedente como unsistema de necesidades que resulta "empricamente sin fin, esteilimitado comercio que disuelve al pueblo (esto es, retorno a unestado de naturaleza"?) (SS, pp. 82, 84-85). El hecho de que en elintercambio de propiedad privada unas cosas equivalen a otras svuelve la base del derecho legal, pero slo a travs de un contratocomo "trmino medio obligatorio". Acerca de la vida, es imposibledecir que sea una posesin del individuo como puede decirse de otracosa; de aqu que la conexin entre el seoro ( Herrschaft) y laservidumbre ( Knechtschaft) sea no relacional"; vase SS, pp. 32-37.Hegel nota que en muchos pueblos los padres ceden a la mujer; peroesto no puede ser la base de un contrato matrimonial entre hombre ymujer ( SS, p. 37). (Pero qu ocurre con su propia cultura europea,donde los esclavos eran comprados y vendidos?) Tampoco haycontrato con un siervo ( Knecht), pero puede haber un contrato conalguien ms que un siervo o una mujer (55, p. 37). As la situacin delos esclavos (Sklavestand) no es la de una clase social ( Stand), pues sloformalmente es universal. El esclavo ( der Sklave) se relaciona como unasingularidad ( Einzelnes) con su amo ( SS, p. 63). La clase manuscrita apartir de la que se compuso el System der Sittlichkeit degener en merahistoria, de acuerdo con Haym (Rudolf, Haym, Hegel und seine Zeit[Berln, 1857]; citado en CR, p. 164); sera interesante saber a qu serefiere esta mera historia. 81 Hegel, Fenomenologa del espritu, trad.Wenceslao Roces, Mxico,1987), p. 117. 62. Susan Buck-Morssreconocimiento que recibe.. Es percibido como "una cosa; lacoseidad es la esencia de la conciencia del esclavo, tal comolo era la esencia de su estatus legal bajo el Code Noir (PM, p.235). Pero a medida que la dialctica se desarrolla, ladominacin aparente del amo se invierte con la conciencia deque l es, de hecho, totalmente dependiente del esclavo. Slohay que colectivizar la figura del amo para ver la pertinenciadescriptiva del anlisis de Hegel: la clase poseedora deesclavos es rotalmente dependiente de la institucin de laesclavitud para la "superabundancia que constituye suriqueza. Esta clase es entonces incapaz de ser agente deprogreso histrico sin aniquilar su propia existencia. 82 Peroentonces los esclavos (otra vez, colectivizando su figura)alcanzan la autoconciencia al demostrar que no son cosas, noson objetos, sino sujetos que transforman la naturaleza mate-rial.83 A punto de alcanzar esta conclusin, el texto de 82 La agencia histrica pasa entonces al esclavo, quien inventarla historia, pero slo despus de que el amo haya hecho la humanidadposible (N, p. 270). 83 El acento sobre la idea de trabajo es intrigante. El esclavomaterializa su propia subjetividad a travs del trabajo. Hegel pa receprivilegiar la artesana o el trabajo agrcola (como Adam Smith, dadoslos efectos deshumanizantes de la fbrica). Pero vol viendo a leer laslecciones de Hegel sobre filosofa de la historia (discutidas ms abajo),esta actitud hacia el trabajo describe la transformacin de la concienciadel esclavo de un primitivo espritu africano de ver la naturaleza ens misma como subjetividad, a un espritu moderno, en el que trabajarla naturaleza es expresin de la propia subjetividad. 63. Hegel y HaitHegel se vuelve oscuro y se calla. 84 Pero dado los aconte-cimientos histricos que proveen el contexto de Fenomenologadel espritu, la inferencia es clara. Aquellos que alguna vez sesometieron a la esclavitud demuestran su humanidad cuando searriesgan a morir voluntariamente antes que permanecersubyugados. 85 La ley (el Code84 El texto afirma: "Pero a travs del trabajo, [el siervo] llega ala conciencia de s positivamente, como conciencia que seconvierte, como puro ser para s, en lo que es" y, negativamente, comoconciencia objetivada:En la formacin de la cosa, la propia negatividad, su ser pa ra s,slo se convierte para ella [su conciencia] en objeto, en tanto quesupera la forma contrapuesta que es. Pero este algo objetivamentenegativo es precisamente la esencia extraa ante la que temblaba.Pero, ahora destruye este algo negativo y extrao, se pone encuanto tal en el elemento de lo permanente, y se convierte de estemodo en algo para s mismo, en algo que es para s"(FE, p. 120).El marxismo ha interpretado el acceso a la autoconciencia delesclavo como una metfora de la supresin de la falsa con ciencia enla lucha de clases: la clase-en-s se vuelve para-s. Pero critica aHegel por no haber dado el prximo paso hacia una prcticarevolucionaria. Lo que trat de demostrar es que los es clavos deSanto Domingo, tal como lo comprendi Hegel, die ron ese paso porl.85 Sugiero que los argumentos de varios especialistas negros quecreen oponerse a Hegel, estn de hecho cerca del intento original deHegel. Vase, por ejemplo, Paul Gilroy, quien lee a FrederickDouglass (embajador norteamericano en Hait en 1899) como unaalternativa a lo que entiende como la alegora de Hegel del amo yel esclavo: La versin de Douglass es 64. Susan Buck-MorssNoir!) que los reconoce meramente como una cosa ya nopuede ser considerada como vlida, 86 aunque anteriormente,de acuerdo con Hegel, era el propio esclavo quien eraresponsable de su falta de libertad por elegir inicialmente lavida por sobre la libertad, la mera auto-muy diferente. Para l, el esclavo prefiere activamente la posibi lidadde morir a la continua condicin de inhumanidad de la que de pende eltrabajo en la plantacin (Paul Gilroy, The Black Atlantic: Modernity andDouble Consciousness [Cambridge, Mass., 1993),p. 63). Vase tambinOrlando Patterson, quien afirma que la muerte social quecaracteriza a la esclavitud exige como negacin de la negacin no eltrabajo (que ve como el sentido que le da Hegel) sino la liberacin,aunque Patterson (como Hegel, finalmente) ve esto posible a travs deun proceso institucional ms que revolucionario; vase OrlandoPatterson, Slavery and Social Death: A Comparative Study (Cambridge,Mass., 1982), pp. 98-101. 86 Comprese con la afirmacin de Hegel en 1798: Las insti -tuciones, constituciones y leyes que dejan de estar en armona con laopinin de los hombres y de las que el espritu ha partido , no puedenser mantenidas con vida artificialmente (citado en G.P. Gooch,Germany and the French Revolution [Nueva York, 1920], p. 297). Nteseque el intento de Napolen de reestablecer el obsoleto Code Noir nosera precisamente un acto histrico; en ese momento, era Hait el queestaba del lado de la historia del mundo, no la Francia napolenica.Igualmente, en el caso de Alemania: As, fue en la guerra con laRepblica francesa que Alemania supo por su propia experiencia queya no era un estado, que la conciencia slo pudo alcanzarse a travsde la lucha de resistencia contra el ejrcito francs invasor (citado enWilliams, Hegels Ethics of Recognition, p. 346). 65. Hegel y Haitpreservacin. 87 En Fenomenologa del espritu , Hegel insisteen que la libertad no puede garantizrsele al esclavo desdearriba. Es necesaria la autoliberacin del esclavo a travs deun duelo a muerte: Solamente arriesgando la vida semantiene la libertad... El individuo que no ha arriesgado lavida puede sin duda ser reconocido como persona [la agendade los abolicionistas!]; pero no ha alcanzado la verdad deeste reconocimiento como autoconciencia independiente( FE, p. 116). La meta de esta liberacin, sin esclavitud, nopuede ser a su turno el sometimiento del amo, lo cual serauna mera repeticin del impasse existencial d