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L os intelectuales Moisés Naím, Mario Vargas Llo- sa y Sergio Ramírez; los ex presidentes latinoamericanos Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colom- bia) y Ernesto Zedillo (México); el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus; el vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Diego García-Sayán… y ahora Felipe González, presi- dente del Gobierno de España entre 1982 y 1996. En los últimos meses, muchas voces autorizadas han admitido que la guerra con- tra las drogas –tal cual la conoce- mos– ha fracasado y que la única salida es desterrar el prohibicio- nismo como estrategia, despenali- zar la tenencia de estupefacientes en todo el mundo y avanzar hacia formas de legalización y normali- zación de todas las drogas. la percepción de Felipe González sobre la guerra contra el narco- tráfico. La semana pasada recla- mó una conferencia internacional para lograr un consenso que dé la estocada al prohibicionismo y abra la puerta a otras vías. “Debe ser un acuerdo internacional, que se cumpla entre todos (...) Creo que ese va a ser el único camino que tenemos realmente para enfren- tar”, dijo. También ve las cosas de forma distinta ahora que es político el portavoz del PSOE en el Congre- so, el jurista José Antonio Alon- so. Alonso ha replicado a Felipe González que su propuesta lega- lizadora sería “ineficaz” para aca- bar con las mafias de la droga. En 1989, cuando era magistrado de lo Penal en Madrid, pensaba lo contrario y llegó a proponer, jun- to con otros jueces y expertos en Derecho, una reforma del Códi- go Penal que considerase las dro- gas como medicamentos y una ley que regulase desde la fabricación hasta la dispensación: una despe- nalización en toda regla. Alonso En 1992, un Gobierno de Felipe González aprobó una ley que se cebó con los consumidores de droga; hoy, el entonces presidente pide el fin de la prohibición. En la misma época, José Antonio Alonso, entonces juez, propuso la legalización; el hoy portavoz socialista dice que no tendría eficacia contra el narcotráfico. y Cándido Conde Pumpido, fis- cal general del Estado, formaban parte del Grupo de Estudios de Política Criminal que apostó por la legalización. En los últimos veinte años, los que auguraron un mundo libre sin drogas para el siglo XXI ob- servan como más de 200 millo- nes de seres humanos consumen drogas ilegales, el mercado ilíci- to mueve 300 billones de dólares, una gran parte de la población re- clusa está entre rejas por delitos relacionados con el consumo o el tráfico de sustancias ilegales, y el precio de las drogas más deman- dadas se ha estabilizado a la baja. Por no hablar de México. Por huir del catastrofismo se puede decir que España, en el último lustro, ha logrado ser un ejemplo a nivel europeo y mun- dial de las políticas de reducción de daños, aquellas que no inciden en la prohibición o en la repre- sión, sino en disminuir los efectos negativos y el dolor de miles de drogodependientes. Los distintos gobiernos se han ido apuntando en la última década a las inicia- tivas que pusieron en marcha las ONG: suministro e intercambio de jeringuillas, dispositivos mó- viles y salas de consumo supervi- sado, dispensación de sustancias sustitutivas, análisis de drogas para impedir la adulteración, enseñar a consumir para evitar Progresa ADECUADAMENTE Con declaraciones sensatas y moderadas y aludiendo a la ley se ha desmarcado de la campaña de desprestigio contra el sindicalismo y los representantes sindicales. José María Lacasa Secretario general de la CEOE Necesita MEJORAR Nicolas Sarkozy Si su campaña de deportaciones de gitanos tiene sustento jurídico, se atiene a las leyes de su país y no viola el espíritu del derecho europeo de libre circulación, ¿por qué necesita recurrir al exabrupto y la bronca en la UE? Presidente de la República Francesa Los políticos que se han pro- nunciado son todos ex mandata- rios. Mientras ejercieron el po- der, ninguno de ellos hizo nada por evidenciar que la represión pura y dura no servía de nada. La mayoría se escudará en que no podían decir en público lo que pensaban en privado. Hoy ocu- rre lo mismo, solo hay que hacer un sondeo sin micrófonos entre fundaciones, instituciones y ONG NO SE VE LA SALIDA DEL TÚNEL DE LA RECESIÓN, PERO NOS QUEDA LA SONRISA DE UN CAMPEÓN LA ÚLTIMA victoria del tenista mallorquín en Nueva York nos ha permitido otro respiro en el camino de esta crisis sin final a la vista. A Nadal le sobra el talento hasta para escoger las palabras con acierto. “El triunfo es bueno para el país, ayuda a la gente que lo pasa mal”. Todo es verdad. Escasea lo bueno y abunda el personal ahogado y apretado por la crisis. Una crisis que fue global y que ahora es particular. Se acaban de cumplir dos años de la quiebra del banco de inversores Lehman Brothers. El capitalismo financiero de los Estados Unidos saltó por los aires. De aquella crisis empiezan a salir los grandes mientras España pierde peso. La econo- mía se desinfla camino de los cinco millones de parados en formación. Los países más de- sarrollados co- mienzan a coger el carril de acele- ración del creci- miento mientras España sigue ti- rada en el arcén con la rueda del gasto público pinchada. La crisis financiera internacional ha sido la excusa que siempre ha puesto el Gobierno Zapatero para mirar con despreocupación a la realidad. No ha servido para nada la negación de un proble- ma doméstico que se ha llevado por delante al sector de la construcción y sus alrededores. ¿Y ahora qué hacemos? Después del apretón de julio, cuando los mercados refinanciaron casi treinta mil millones de euros de nuestra deuda, se han abierto varias interrogantes. ¿Sigue el Gobierno sin reconocer la gravedad de la situación? El otoño se presenta con una huelga que huele a tongo y unos presupues- tos de quita y pon. Las incertidumbres siguen tapando la salida del túnel de la recesión. Una décima de crecimiento no le hace ni cosquillas al paro. Por eso nos queda la sonrisa de Nadal. Es una ayuda. Nadal o nada 60 interviu.es 20/9/2010 20/9/2010 interviu.es 61 Carrusel PERIODÍSTICO Panorama de la actualidad Juan Pablo Colmenarejo DIRECTOR DE ‘LA LINTERNA’, EN LA CADENA COPE Los países más desarrollados comienzan a coger el carril de aceleración del crecimiento mientras España sigue tirada en el arcén con la rueda del gasto público pinchada FELIPE GONZÁLEZ Y JOSÉ ANTONIO ALONSO SE CAMBIAN LOS PAPELES para comprobarlo. Curiosamente lo que más rechina son los cam- bios de papeles. En 1992, el Go- bierno de González logró aprobar la llamada ley Corcuera o ley de la patada en la puerta (normativa sobre protección de la seguridad ciudadana), que estableció multas de entre 300 y 30.000 euros para el consumo de drogas en lugares públicos y la tenencia ilícita. En la práctica, la legislación se cebó con los consumidores de hachís y marihuana que fumaban en la calle –los que menos alarma so- cial provocaban–, y sirvió como elemento recaudatorio (por ejem- plo, en 2005 se impusieron más de 170.000 sanciones). La realidad fue tozuda y desde el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona hasta hoy las distintas legislaciones no han logrado pa- rar la demanda: el consumo de cánnabis ha seguido en aumen- to, España está en el podio de los países más consumidores de co- caína, las sustancias de síntesis se han estabilizado. Lo que sí se ha modificado sustancialmente es Siendo juez, Alonso pidió una ley que regulase desde la fabricación a la dispensación Legalización de las drogas: donde dije digo... riesgos, prevención en zonas de ocio nocturno con un lenguaje no paternalista, terapias con heroína bajo control… Aunque desde la jefatura del Plan Nacional sobre Drogas se admite que la población espa- ñola no tiene entre sus priorida- des la legalización de las drogas, son cada vez más los que recono- cen que algo hay que hacer. ¿Qué probamos? El donde dije digo… no es suficiente. Alberto Gayo Cándido Conde Pumpido formó parte del grupo de criminalistas pro despenalización

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L os intelectuales Moisés Naím, Mario Vargas Llo-sa y Sergio Ramírez; los

ex presidentes latinoamericanos Fernando Henrique Cardoso (Brasil), César Gaviria (Colom-bia) y Ernesto Zedillo (México); el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus; el vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Diego García-Sayán… y ahora Felipe González, presi-

dente del Gobierno de España entre 1982 y 1996. En los últimos meses, muchas voces autorizadas han admitido que la guerra con-tra las drogas –tal cual la conoce-mos– ha fracasado y que la única salida es desterrar el prohibicio-nismo como estrategia, despenali-zar la tenencia de estupefacientes en todo el mundo y avanzar hacia formas de legalización y normali-zación de todas las drogas.

la percepción de Felipe González sobre la guerra contra el narco-trá� co. La semana pasada recla-mó una conferencia internacional para lograr un consenso que dé la estocada al prohibicionismo y abra la puerta a otras vías. “Debe ser un acuerdo internacional, que se cumpla entre todos (...) Creo que ese va a ser el único camino que tenemos realmente para enfren-tar”, dijo.

También ve las cosas de forma distinta ahora que es político el portavoz del PSOE en el Congre-so, el jurista José Antonio Alon-so. Alonso ha replicado a Felipe González que su propuesta lega-lizadora sería “ine� caz” para aca-bar con las ma� as de la droga. En 1989, cuando era magistrado de lo Penal en Madrid, pensaba lo contrario y llegó a proponer, jun-to con otros jueces y expertos en Derecho, una reforma del Códi-go Penal que considerase las dro-gas como medicamentos y una ley que regulase desde la fabricación hasta la dispensación: una despe-nalización en toda regla. Alonso

En 1992, un Gobierno de Felipe González aprobó una ley que se cebó con los consumidores de droga; hoy, el entonces presidente pide el � n de la prohibición. En la misma época, José Antonio Alonso, entonces juez, propuso la legalización; el hoy portavoz socialista dice que no tendría e� cacia contra el narcotrá� co.

y Cándido Conde Pumpido, � s-cal general del Estado, formaban parte del Grupo de Estudios de Política Criminal que apostó por la legalización.

En los últimos veinte años, los que auguraron un mundo libre sin drogas para el siglo XXI ob-servan como más de 200 millo-nes de seres humanos consumen drogas ilegales, el mercado ilíci-to mueve 300 billones de dólares, una gran parte de la población re-clusa está entre rejas por delitos relacionados con el consumo o el trá� co de sustancias ilegales, y el precio de las drogas más deman-dadas se ha estabilizado a la baja. Por no hablar de México.

Por huir del catastrofismo se puede decir que España, en el último lustro, ha logrado ser un ejemplo a nivel europeo y mun-dial de las políticas de reducción de daños, aquellas que no inciden en la prohibición o en la repre-sión, sino en disminuir los efectos negativos y el dolor de miles de drogodependientes. Los distintos gobiernos se han ido apuntando en la última década a las inicia-tivas que pusieron en marcha las ONG: suministro e intercambio de jeringuillas, dispositivos mó-viles y salas de consumo supervi-sado, dispensación de sustancias sustitutivas, análisis de drogas para impedir la adulteración, enseñar a consumir para evitar

Progresa ADECUADAMENTE

■ Con declaraciones sensatas y moderadas y aludiendo a la ley se ha desmarcado de la campaña de desprestigio contra el sindicalismo y los representantes sindicales.

José María Lacasa

Secretario general de la CEOE

Necesita MEJORAR

NicolasSarkozy

■ Si su campaña de deportaciones de gitanos tiene sustento jurídico, se atiene a las leyes de su país y no viola el espíritu del derecho europeo de libre circulación, ¿por qué necesita recurrir al exabrupto y la bronca en la UE?

Presidente de la República Francesa

Los políticos que se han pro-nunciado son todos ex mandata-rios. Mientras ejercieron el po-der, ninguno de ellos hizo nada por evidenciar que la represión pura y dura no servía de nada. La mayoría se escudará en que no podían decir en público lo que pensaban en privado. Hoy ocu-rre lo mismo, solo hay que hacer un sondeo sin micrófonos entre fundaciones, instituciones y ONG

NO SE VE LA SALIDA DEL TÚNEL DE LA RECESIÓN, PERO NOS QUEDA LA SONRISA DE UN CAMPEÓN

LA ÚLTIMA victoria del tenista mallorquín en Nueva York nos ha permitido otro respiro en el camino de esta crisis sin fi nal a la vista. A Nadal le sobra el talento hasta para escoger las palabras con acierto. “El triunfo es bueno para el país, ayuda a la gente que lo pasa mal”. Todo es verdad. Escasea lo bueno y abunda el personal ahogado y apretado por la crisis. Una crisis que fue global y que ahora es particular. Se acaban de cumplir dos años de la quiebra del banco de inversores Lehman Brothers. El capitalismo fi nanciero de los Estados Unidos saltó por los aires. De aquella crisis empiezan a salir los grandes mientras España pierde peso. La econo-mía se desinfla camino de los cinco millones de parados en formación. Los países más de-sarrollados co-mienzan a coger el carril de acele-ración del creci-miento mientras España sigue ti-rada en el arcén con la rueda del gasto público pinchada. La crisis fi nanciera internacional ha sido la excusa que siempre ha puesto el Gobierno Zapatero para mirar con despreocupación a la realidad. No ha servido para nada la negación de un proble-ma doméstico que se ha llevado por delante al sector de la construcción y sus alrededores. ¿Y ahora qué hacemos? Después del apretón de julio, cuando los mercados refi nanciaron casi treinta mil millones de euros de nuestra deuda, se han abierto varias interrogantes. ¿Sigue el Gobierno sin reconocer la gravedad de la situación? El otoño se presenta con una huelga que huele a tongo y unos presupues-tos de quita y pon. Las incertidumbres siguen tapando la salida del túnel de la recesión. Una décima de crecimiento no le hace ni cosquillas al paro. Por eso nos queda la sonrisa de Nadal. Es una ayuda.

Nadal o nada

60 interviu.es 20/9/2010 20/9/2010 interviu.es 61

CarruselPERIODÍSTICO

Panorama de la actualidad

Juan Pablo ColmenarejoDIRECTOR DE ‘LA LINTERNA’,

EN LA CADENA COPE

Los países más desarrollados comienzan a coger el carril de aceleración del crecimiento mientras España sigue tirada en el arcén con la rueda del gasto público pinchada

FELIPE GONZÁLEZ Y JOSÉ ANTONIO ALONSO SE CAMBIAN LOS PAPELES para comprobarlo. Curiosamente lo que más rechina son los cam-bios de papeles. En 1992, el Go-bierno de González logró aprobar la llamada ley Corcuera o ley de la patada en la puerta (normativa sobre protección de la seguridad ciudadana), que estableció multas de entre 300 y 30.000 euros para el consumo de drogas en lugares públicos y la tenencia ilícita. En la práctica, la legislación se cebó con los consumidores de hachís y marihuana que fumaban en la calle –los que menos alarma so-cial provocaban–, y sirvió como elemento recaudatorio (por ejem-plo, en 2005 se impusieron más de 170.000 sanciones).

La realidad fue tozuda y desde el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona hasta hoy las distintas legislaciones no han logrado pa-rar la demanda: el consumo de cánnabis ha seguido en aumen-to, España está en el podio de los países más consumidores de co-caína, las sustancias de síntesis se han estabilizado. Lo que sí se ha modi� cado sustancialmente es

■ Siendo juez, Alonso pidió una ley que regulase desde la fabricación a la dispensación

Legalización de las drogas: donde dije digo...

riesgos, prevención en zonas de ocio nocturno con un lenguaje no paternalista, terapias con heroína bajo control…

Aunque desde la jefatura del Plan Nacional sobre Drogas se admite que la población espa-ñola no tiene entre sus priorida-des la legalización de las drogas, son cada vez más los que recono-cen que algo hay que hacer. ¿Qué probamos? El donde dije digo… no es su� ciente.

■ Alberto Gayo

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nalización en toda regla. Alonso enseñar a consumir para evitar ciudadana), que estableció multas de entre 300 y 30.000 euros para el consumo de drogas en lugares públicos y la tenencia ilícita. En la práctica, la legislación se cebó con los consumidores de hachís y marihuana que fumaban en la calle –los que menos alarma so-cial provocaban–, y sirvió como elemento recaudatorio (por ejem-plo, en 2005 se impusieron más

La realidad fue tozuda y desde el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona hasta hoy las distintas legislaciones no han logrado pa-rar la demanda: el consumo de cánnabis ha seguido en aumen-to, España está en el podio de los países más consumidores de co-caína, las sustancias de síntesis se han estabilizado. Lo que sí se ha modi� cado sustancialmente es

riesgos, prevención en zonas de ocio nocturno con un lenguaje no paternalista, terapias con heroína bajo control…

Aunque desde la jefatura del Plan Nacional sobre Drogas se admite que la población espa-ñola no tiene entre sus priorida-des la legalización de las drogas, son cada vez más los que recono-cen que algo hay que hacer. ¿Qué probamos? El donde dije digo… no es su� ciente.

riesgos, prevención en zonas de ocio nocturno con un lenguaje no paternalista, terapias con heroína bajo control…

Plan Nacional sobre Drogas se admite que la población espa-ñola no tiene entre sus priorida-des la legalización de las drogas, son cada vez más los que recono-cen que algo hay que hacer. ¿Qué probamos? El donde dije digo… no es su� ciente.

■ Cándido Conde Pumpido formó parte del grupo de criminalistas pro despenalización

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