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DEL MISMO AUTOR pOT nuestro sello editorial PODER MILITAR Y SOCIEDAD POLITICA EN LA ARGENTINA I - HASTA 1943 PODER MILITAR Y SOCIEDAD POLITICA EN LA ARGENTINA II - 1943-1973 '? d' % 1 - '"::lOg .' . .... ALAINROUQUIE '. i . ELESTADO MILITAR EN AMERICA LATINA EMECE EDITORES IIANCO DE I..A enU.lor£eA lU1S-ANGEL AR.ANGO

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Page 1: 8. Alain Rouquié, “De los militares legalistas al Estado terrorista”. En El Estado militar en América Latina. Ed. Siglo XXI, México, 1984. Capitulo 8

DEL MISMO AUTOR pOT nuestro sello editorial

PODER MILITAR Y SOCIEDAD POLITICA EN LA ARGENTINA I - HASTA 1943

PODER MILITAR Y SOCIEDAD POLITICA EN LA ARGENTINA II - 1943-1973

'? d' % 1 - '"::lOg .' . .... ALAINROUQUIE

'. i .

ELESTADO MILITAR

EN AMERICA LATINA

EMECE EDITORES

IIANCO DE I..A REPUII~IL'" enU.lor£eA lU1S-ANGEL AR.ANGO

Page 2: 8. Alain Rouquié, “De los militares legalistas al Estado terrorista”. En El Estado militar en América Latina. Ed. Siglo XXI, México, 1984. Capitulo 8

tituyeron fuentes de inestabilidad, aparecen en el siglo xx como J Capitulo 8 medios de control de los ejercitos.

La fuerza y coherencia del sistema partidista parecen cum; . plir un papel decisivo. Sea porque, al hallarse fuertemente·.J De los militares legahstas arraigado, se identifica con la sociedad civil (C?}ombia), sea j al Estado terrorista porque se confunde con el Estado en una sltuaclon de mono-polio historicamente legftima (Mexico). En este Ultimo caso, Ia movilizacion masiva por arriba permite canalizar a las capas subordinadas, peligrosas para el statu quo; en el primero, la movilizacion clientelista chisica tiene el mismo efecto desmovilizador.

La modernizacion de los enfrentamientos sociales y el pacto de no recurrir al ejercito contra hIs autoridades constituidas hacen a la definicion misma de la democracia como compromi­so y acuerdo, mcito 0 no, de colaboracion social. En otras pala­brs, un regimen politico en el cual Ia oposicion est,,- integrada I al sistema institucional: donde hIs fuerzas polfticas y sindicales .Ide izquierda son debiles( donde la participacion popular; se en­i cuentra mediatizada y canalizada: 0 bien marginada, tiene 'mejores posibilidades que otros de resistir Ia militarizacion. Dicho eso, no existe ninguna panacea contra hI marejada mi­litarista; solo cabe recordar modestamente las lecciones de la historia. Y todo 10 dem,,-s es literatura.

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Si bien la peor alternativa no es siempre inevitable, ni siquiera en el continente de hIs "venas abiertas", a partir de 197.3., la presencia democratica esta en peligro. Asi, una larga tradi- !(/

l.:j clOD; de. ~~tabil~dad ~. d .. e sumision del. eiercit~ al poder civil !.'

.:~ no ImpldlO hI rrrupclOn, duradera, caSI sImultanea, del poderl :, militar en Chile y Uruguay, Sin embargo, antes de 1973, se afir-!

maba con frecuencia que'Chile poseia un sistema politico !1J) "tamente desarrollado, mas estable que los de Francia, Italia y

Alemania, mientras que otms paises del continente, mejor do­tados en cuanto a riquezas naturales y de distribucion mas equi­

! tatlva de hI renta nacional, no conocian ni de lejos una vida + politica tan armoniosa y apacible.' En Uruguay, pacifica ;. Republica de inmigrantes europeos, que anteriormente poseia ;, un Ejecutivo coJegiado, la vida polftica era tan serena que un , observador seiialaba, en 1960, que Hel papel de los militares

.!; es tan reducido que muchos uruguay os incluso han olvi<;lado ;~J Ia existencia del ejercito"! .. .' En Chile Iasubordinacion militar, impuesta en 1932 ;,' po~ un gobierno conservador, i."?'as habra si<;'o cuestionada . senamente, y en Uruguay los militares no hablan ocupado el

poder en este siglo: los golpes de Estado de Terra y Baldomir, en 1932 y 1942, fueron realizados por la policia y los bombe­fOS ante la indiferencia del ejercito.

Ahora a principiosde los anos ochenta, hI ex "Suiza ameri­cana" posee el siniestro record mundial de presos politicos. Uno de cada seiscientos uruguayos ha pasado por la carcel por delito de oposicion.' La tortura se ha convertido en ins-

I Vease Ernst Halperin, Nationalism and Communism in Chile, Cambridge, 1965, pags, 27-28.

1 Theodor Wyckoff, "TIes modalidades del militarismo latinoamericano", Combale (San Jose, septiembre-octubre 1960), pag. 15.

3 Cifras presentadas ante la SubcomisiOn de las Naciones Unidas para la Prevencioll

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trumento de gobierno practicada 'al ." (' por el noventa por cie~to de I 'fiS::in 4 gunos testimonio,,' '10 que es mas, con una importante representatividad de fuer-

" alcanzado un do . ?S ~,CI ~s. ~~tos metodos hani ,zas revolucionarias y anticapitalistas, cuya presencia, aunque el laboratorio =resiv~e :~i:~lCaclO~. clentlflCa aterrador.' Y/c' minoritaria, en otras partes bastariapara poner en movimiento al Ul:uguayo, EI golpe de Estad~ dn~ 1~e~e na~ que envidiarle' a las cJases dirigentes y Jas legioues. La experiencia de la Unidad ha sldo uno de los mas san' e e septiembrede 1973, Popular (1970-1973) apasiono y provoco encendidos debates

'tinente. Se habla de tr . tgnen~s que ~aya cOnocidoefcon_ en Francia, debido a su similitud con los sistemas partidistas cuaIes se halla el presid::e a ~::t~o milertomuerto~,," ~~tre'"lo, .' de la Europa Mediterranea. Visto mas de cerca, se observa la mano entre Jas . , mu con un amra: en'j" bajo las similitudes nominales una fuerte y fascinante especi­nas de Ja DINA ~s de~ palacio presidencial. Las haza .. i: ," ficidad. EI Partido Radical era socialdemocrata. El Partido­que no vacila en' ~~!Cla polltlCa re!>autizada CN! en 1977,' ,: ,; Socialista no 10 era; se reivindicaba marxista leninista, gravitaba .• fronteras, no han servi~ a los op~,utores ~cluso fuera de las: , bacia Cuba y solo aceptaba Ja via electoral de palabra. En tales it, Pinochet ante la opinion ~~: meJorru: Ja wagen del general" condiciones, l.como explicar el funcionamiento armonioso'" tares chilenos como su; h ' c~ mundiaI. Con todo, los mill. ,', del regimen democrlitico, de las posibilidades de alternancia, " ejer~er el pode'r directamente ~~~o~06lt:.Igud~YOS, pretenden', del Frente Popular de 1938 a la Unidad PopuIar de 1970, te Slglo. Esta dominacion prol d h a :cada del presen·; en un pais subdesarrollado, dependiente, donde la gran riqueza ! profunda en las' "onga a a deJado una huella se codea con Ja pobreza extrema, donde existe un euorme! han sUfrido :c~edades de ambos paises, que desde 1973; abismo social entre los grandes burgueses del Club Uniou y los, tal vez irreversful~s. ClOnes y reestructuraciones profundas, y rotas de las ca/lampas de Santiago 0 de los {undos del Valle i

Estado, 1970 elases sociaIes y estabilidad politiea en Chile antes de t~,?'

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EI Chile posterior a 1930 es un r politico del continente. Su estabil'~~o ad parte ep.el contexto , en un sistem d I emocratlca se basa ~

a mo erno Y complejo de partidos politicos. Y, :~,

de la Discriminacion y la Proteccion de Min ' Ver tambien los infonnes de Amnesty In, ~las. Le Monde, 21-22 ag08to 1917

ernational. . .1;

4 SegUn el oficial JUlio Cesar Coo er e' -~, Amnesty International. Vease "Unf a n ~n~ confer;pCla de ~rensa convocada por ;;:?~' Reports, Londres, 9 marzo 1979 ~, Y, ~ Gaps .. en Lattn American Political 1,: ~a~ en ~o~eso (Mexico), 16 juni~ 19,,:.se revelacrones del olicia! H.W. Garcia iii

Vease Repression en Uruguay A "', d ' ~l techniques phannacolo i ue . cote es methodes de torture 'classique' des ;1'!

.20 junio 1,9780"Le lab g ~ . s sont de pl~s en plus sauvent employees". Le M~nde, ~~.~,.""',' , ora oueuruguayen ,LeMonde.14junio 17979. ,~

(; La Direccion Nacional de Inteli end' -" Estado. es reemplazada en ag08to d; 197j p~e ;e~o~~'Nadir:ctamente al jefe del }. :o:~as mismas atribuciones. r n Clonal de Informacion, if

Central? A partir de septiembre de 1973, ya no es correcto referlrse vagamente al "alma chilena" 0 a la "tradicion", salvo que esos coneeptos vaporosos reflejen Ja articuIacion especl­fica del Estado con Jas elases sociales en una sociedad depen­diente poseedora de una historia singular.

En un eapituIo anterior observamos el earacter precoz de la formaeion de un Estado centralizado en Chile, y laausen­cja"decaudillismo centrifugo en una epoca en que los paises vecinos se debatian en Jas convuIsiones de la independencia. La "geografia loca" de esa cinta de tierra apretada entre los <\Udes y el Pacifico indudablemente facilito la centralizacion sobre ]a cual se cimenta el "Estado portaliano". La guerra del Paci­fico y Ja victoria sobre Peru y Bolivia (1879-1883) significaron ]a anexion de las ricas provincias mineras del Norte, 10 cual consolido Ja unidad del pais, condicionando su insercion en el mercado mundiaI. En efecto, la victoria no solo cimenta el prestigio del ejereito, sino que" legitima el poder de la clase dirigente, unificada en tomo al Estado gracias a los nuevos recursOJi de la exportacion. Elnitrata de los desiertos del Nor­te, explotado por empresas britanicas, se convierte en fuente esencial de Ja prosperidad nacionaI. Pero con ella el principal resorte de poder economico quedo fuera de las manos de las clases dominantes. Fue esto, indudablemente, 10 que posibili­t6 Ja disociacion de los poderes polltico y economico y permi-

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tio la autonomfa del sistema representativo, base de su estabi­lidad. A esta forma particular de dependencia corresponde un tipo particular de Estado. El majestuoso edificio del "Estado portaliano" se trasforma en "Estado de enclave", enriquecido por los derechos e impuestos que pagan las emprt'isas extranje­ras explotadoras del salitre. Las elases dominantes, practiea­mente exentas de presiones fiseales, se reparten los abundantes ingresos del comercio exterior sin enfrentamientos.7 La falia de poder acumulativo facilita las negociaciones entre sectores burgueses y aparta las tentaciones exelusivistas, sustentando as! el funcionamiento de una democracia aristocratica basada en el voto restringido. Las riquezas del Estado, que aumen.tan· con .la explotacion del cobre en el siglo pc -los capitales nor­teamericanos reemplazan a los ingleses-, permiten el reeluta­miento precoz y el mantenimiento de una nutrida burocracia, 10 cual es otro de los rasgos particulares del sistema.

En efeeto, es a traves del Estado que un sector de la clase media .se integra a la estructura de poder. La expansion de los servieios publicos consolida el Estado tradicional y 10 "nacio­naliza" al disociarlo, al menos en apariencia, de las decisiones de las elases dominantes. Asf se crea una imagen de neutra­lidad, de independencia jurfdica y politica que sera, durante mucho tiempo, una de las singularidades del pais.8 La creacion de un euerpo de funcionarios publicos diversificado -yespeciali­zado y la tradicion del servicio eivil despojaran al ejercito' del monopolio de la representacion profesional del -aparato esia­tal y de sus principales reeursos politicos • .En talescirclliistan­cias, .lll ejercito ino es sino una rama mas de la burocracia pu­blica: Como tal, comparte la ideologia juridica dominante.

El hecho de que la riqueza principal escape al control . directo de la burguesia y fortalezca el poder del Estado parece ~. haber paliado los conflictos entre seetores dominantes y penni- " tido el ingreso de las clases medias a un sistema embebido de

7 Salvo durante la crisis de' 1891; que enfrent& a1 presidente Bahnaceda con el Con­greso ,. cuOOino con el suicidio de aquel tras una breve guerra civil. Bahnaceda era partie ,rio de un rol mas activo del Estado en ]a economia nacional En cuanto at "Est",10 enclave"', vease, entre otros, Anihal Pinto, "Desarrollo ecollomico y ten­siont':> sociales en Chile". Trimestre econbmico (Mexico, octubre-diciembre 1963). pag,.641-658. '

8 Vease Antonio Garcia, "Reflexiones sobre los cambios poIlticos en America lati­na. Las c1ases medias y el sistema de 'podern, Revista mexicana de soci%gio Gulio­septiembte 1968) pags. 593-602 .

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ideologia legalista y entrecruzado por mediaciones adminis­trativas. Si bien a partir de 1919, y sobre todo de la gran de­presion, elases medias se incorporan electoral y sociahnente es necesario seiialar .que, a diferencia de Mexico 0 Venezuela; no sustituyen la hegemqnfa oligarquica sino que ocupan un puesto subordinado en el marco de la dominaci.on tradicional.

Esta incorporacion se acompafia de (posiblemente se ex­plica por) la relativa lentitud de la movilizacion politica. La ex­tension gradual' del derecho al voto no provoca un alto grado de movilizacion politica, capaz de asustar a las clases poseedoras. En 1952, el 54 por ciento de los ciudadanos con derecho a

. voto no estan inscriptos en los padrones electorales.10 EI aisla­miento de los campesinos en sus fundos, donde reina una patronal por derecho divino, la fuerza de los vinculos de de­pendencia personal en el campo y la inexistencia de sindicatos agrarios hasta 1965," facilitan en parte esta exclusion. La' continuidad en Ia evolucion polftica explica asimismo Ia fuerza y plasticidad del Partido Conservador, convertido en Partido Nacional, que aiin en 1973 recibia el veinte por ciento de los

. votos, y anteriormente entre el veinticinco y el treinta y cinco' por ciento. La capacidad de negociacion y el pragmatismo de esa organizacion reflejaban c1aramente.las regIas de un juego que no Ie planteaba peligros mortales a la dominacion burgue­sa y el caracter funcional de la juricidad y el compromiso que constitufan su base de sustentacion ..

atra consecuencia tangible de la economia de enelave la eonstituye la configuracion de las relaciones entre las clases. Puesto qlle la clase obrera organizada estaba concentrada esen­cialmente en los centros mineros, las relaciones economicas entre las clases oponian al proletariado chileno principaimente a una patronal extranjera. Los partidos y sindicatos obreros surgidos a partir de 1920 se reivindican socialistas, pero en los

, Vease Fernando'Henriq~e Cat~oso y E. Faletto, ob. cit., pags. 118-135.

10 Atilio BorOn, ~'El estudio de la movilizacion politica en America latina: la movi­lizacion electoral en la Argentina y Chile", Desarrollo economico (Buenos Aires. julio -septiembre 1972), pags. 211-243. Vease tambien Ricardo Cruz Cooke, Geogra­lia electoral de Chile. Santiago, 1952. pigs. 13~SO.

U Lossindicatoscampesinos fueron ilegales hasta 1937, despues de 10 cua! se tolera su existencia pero son muy dificiles de constituir legalmente. La participacion cam­pesma se reduce aun mas con la exclusion de los analfabetos..

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hechos son mas antUm 'aIistas . patronales.12 En cambi~enlas q?e ~ticapitaJistas 0 anti. • Popular que llega al poder en 1938, y solo se parece en nombre q?e ,mantienen relacione; an~;g~mzacl~nes d!". trabajadores'a sus homologos europeos, es una coalicion ·desarrol/ista que nomlcas Con la bur' orueas mas pohticas que' 000- sienta las bases de la industrializacion del pais, impulsada por el esta. Esto de ningun:U:;~!~' :':SIlltan mas tol~rables pan !'.stado. La, participacion de los sindicatos obreros confedera­les hayan sido idilicas la ~l~ que las relaClones socia. dos en los organism os ,de desarrollo y control ecouomico14

La historia sangrienta reI CO~di?lOn obrera feliz en ChlIe. ,profundiza la asinillacion de la clase obrera organizada. La in­por las masacres de Santa MmoYI7e~to .obrero esta jalonada lervencion del Estado en los conflictos laborales, en ocasiones muertos-, de Punta Arenas ~la 19~0 qUlque (190~) -dos mil a favor de los obreros, acenttia la imagen paternalista de uu --tres mil muertO"- 1 n , de la Coruna en 1925 "Estado neutral, situado por encima de las clases. Situacion 1903 en Valparafs~ y ~e ~9~~tal Srepr~ion de las huelgas de extrafia en Ameriea latina, hasta el punto que vale la pena

,lidad social se ve atem era en an~o. Con todo, la hasti. detenerse en ella. ,tizado de hi lucha de clase~efo~~l ~ter indirecto ° media· , Elejercito chileno es el ejercito de eseEsj;ado. Marginado ~iacion polftica. El COnflict" d~ ~ so~ se trasmuta en migo., de la politica despues de su intervencion progresista en los , I" ,\,£, ~tituciones. Se pasa de la callec ai~ ti;~.: lugar dentro de las ,anos 1925-1932, el ~ercito, ,tanto por la imagen del Estado VV,l nuento (que en oeasiones estalla ar~ento, del enfrenta- del cual forma parte cuanto por su propio reformismo, apa-lada) a la concesion. ' , perc Slempre en forma' ais- reee como una institucion perteneciente a todas las clases socia,

Muchos otros factores parti . ' Jes, a la medida de un Estado perteneciente al pueblo. A partir "Estado de compromiso" . . clparon en la formacion de este ,de entonces, al aislamiento de la sociedad militar, cuyos miem-craticos. Se ha dicho que ~1C::::~ : los mecanismos demo- bros viven separados del medio civilIS y se aferran a valores -de la pampa salitrera las en .. de los centros mineroa propios, distintos de los de la sociedad global, corresponde te a los yacimientos de ~arb~:~~ mmas de c,?bre en el nor- un tabu politico: el "gran mudo" es intocable. La juridicidad geogrMica y socia1rnent al' extremo sur-, encerrados afecta al aparato de defensa. Regis Debray ha dicho con tOda banos y carentes de acceio erdos de los grandes centros ur- razon que los valores de la ley y el parlamentarismo habfan sido a. organizaciones obreras m~y o:~~=°adass de poder, dieron Ingar internalizados en Chile, incluso por los partidos obreros"" flcaban un peligro liz perc que no signi. ley a fortiori por los militares. Antes de 1970 existla consenso el enfrentamiento d~~:s ~rden esta~lecido. Sea como fuere, general de permanecer en el terreno legal: si el movimiento representantes de las em eros del ~trato 0 el cobre con los '~obrero aceptaba circunscribir la lucha de clases al terreno sfa chilena acentuo el c!l~: ~x:nJeras y no con la burgue- demarcado y simbolico de la arena politica, 10 mismo sucedfa relaciones de clase y facilito su m ecto y !ragmentario de las 1: eon los militares. Cualesquiera que fuesen los sentimientos y estrictamente politico La jurici~~c~7.ento en el terreno convicciones de los oficiales, existfa el consenso mayoritario una clase media bum' . ~ . 0 ogIca, trasmitida por de apoyar a los detentadores del poder legal. Lo cual tambien eng;anajes, conth'b'U ~\, l::e ~e Identifl~a con el Estado y BUS significaba que, para que el ejercito abandone su actitud de sub-pohtica. Hasta la U~dad P u::r medida .a la estabilizacion ordinacion, es necesario (y suficiente) que el ejecutivo de prue-sentante de las capas intermO~ , ~l Partld<;> Radical, repre- I': daa, era el eje de las c ~~' mdependlentes y asalaria- ~ 14 Vease Liliana de Riz, Sociedad y politica en Chile (de Portales a Pinochet). Mfuti... partido "frentista" cuest~~:~a ~lOn: de iz':luierda, y ningUn I co, 1979, pags. 60-63. .

s re as del Juego." El Frente 1,.,.,', . ,

12 v,' .~, 15 Vease RA. Hansen, ab. cit, pags. 119-136. y Antonio Cavalla Rojas,. Organizacion ease Maurice Zeitlin. "The Social Detenn" II' yestructura de las {uerzas armodas chilenas. MexicO, 1978' (mimeografmdo). pags.

en James Petras, Maurice Zeitlin L . man,ts of Political Democracy in Chile" 1 60-65. Y co • ab. Cit. pags. 220-234. '

13 Ob. cit ; • pag. ~32. Antonio Garcia, ab. cit. pag.548.

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t.,.'., 1~ Regis Debray. Entretiens avec Allende sur lo situation au Chili Paris, 1971. ": : pags. 24-41. (Edicibn en espafiol: Conversaciones con Allende. Barcelona, 1971).

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~ ba de salir del marco de .l~ ~egalidad. Esta actitud a?e~tu~ ,]a I pular (FRAP) de All~nde, busca apoyarse. en los .sectores SOcia~. autonomla de la esfera polltlCa, que subyace tras la IimitaclOn'jles marginados del juego politico y la VIda sOCIal, y. a la. vez volun~aria de los enf;en~ientos y procedimie~tos, factores ! modernizar el aparato productivo. Su c'?llp~~a, fmanCla~ , esenciales para el fUnClOnamIento de una democracla estable. ,en parte por la CIA estadounidense, '7 esta tem~de un :mti

I comunismo que a veces cae en 10 caricatur~,sco. AI.filocas!,:"sm de su adv~sario, ~ei opone "~ revoluclOn, e~ hberta~ '. qu~ encaminara pac.flcamente a Chile por una v.a no cap.talist~

Las mutaciones del sistema politico y el ejercito I de desarrollo acorde con la "doctrina social" de la Iglesla. Frei tratara de reformar las estructuras econornicas mas arcaicas para quitarle a la izquierda sus banderas y sus bases de apoyo

Estas hip~~sis, de resultar jus.t~, mues~. a las ,cJ.a.l potenciales. La democracia cris~a se' aboca a int~grar a !~s ras la ':llinerabilidad ?e! orden polItic~ const.tuClO~. ~~te] sectores marginales de la poblaClon urbana a Ja vl?,a pol~ti­resulta mcapaz de res.strr por ~ucho tIempo la polarlZac'~~':l ca y social, bajo SU tutela, por m~dio de una red, ~e co~~eJos de los extremos, ~l c;Iesb.~rdam.ento del mru:co parlamenlano'l de barrio" y "centros de matermdad". Esta polltica. de. pr~:

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y el ascenso y mult.pllcaclOn de los enfrentam.entos. Pero cuan, I mocion ,popular" que lleva la marca del "comumtansmo .do Salvador Allende y la Unidad Popular acceden al poder en 1 democristiano se complementa con medidas mas radicales en 11970, ;'1 sistema politico ya se encuentra en gran medida que- el campo. Se fomenta la formacion de sindicatos campes~os I brant:'do. La crisis es anterior al ingreso de la iz:quier~a al y se promulga una ley de reforma a~aria en 1967. ~u o~j~tIvo , PalaClO .d~ la Moneda. Se r~m~m~a a 1964, a ~ preSldencra del, es poner fin al eslado de semis~~d~bre de los mqUllinos,

democrIstlallO Eduardo Fre!, s. b.en ~s la elecclOn de Allende 10: creando la pequeiia propiedad familiar e mtegrando a los campe­que la pone al desnudo. El sorpres.vo ascenso de Allende es< sinos sin tierra en cooperativas. ~ruto de un e~en~ento electoral ~gul",: ~ue refleja,i Al prometer justicia social y un aumen~, consta~te de ]ustamente el divorclO entre la democracla crIstIana 'y los!, los salarios Frei suscita esperanzas en la poblaclOn trabaJado~. cons~rvadores d~1 Parti~o Nacio~? que les han retirado su r AI modifi~ar la situacion de los campesinos, la democ~c~ conflanzll. El pa.s no e, lige al, sociallSlllo, puesto que, SalVadOl",'~'I" cristiana desencadena fuerzas que no puede contener raPl-, , Allende, que obtiene apenas treinta y.nueve mil votos mas que \, dsmente ni controlar politicamente.18 La patronal esta preocu­Alessandri el candidato, de la d~rech~, ha disminuido .su cau~ pada. La gran burguesfa latifundisla se co~sidera .exp~l~ por electoral con respecto a las preSldenclas de 1964: tremta y seH' . una refonna agraria que Ie otorga una mdemnlZaclOn msu· con dos contratreinta y ocho con nueve por ciento. Pero la Unkl" ficiente" y libera a los peones. E1 Partido Nacional se siente dad Popular se beneficia con la ruptura entre la gran burguesiar traicionado. En 1967 un integrisj;a brasileiio publica un libro, y las clases ~edias, entre las clases dominan~~ tradicio~les::~i prohibido en Chile, lntitulado Frei, el Kerenskychileno;'9 el y la burgues.a moderna, provocada por la poll tica refonnlStaE

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de FreL . . . - ,~I _ 11 La CIA habfa recibido autorizacion para invertir tres millones de dolaIes r:ara Para enfrentar el ascenso de la lzqUlerda, que ya en 1958,j~ '~ garantizar la eleccion de Frei. Se utilizo- por 10 menos la mitad de, esa suma. Ve~e

agrupada en torno a Salvador Allende, habia estado al borde'.!" el infonne del Senado. Covert action in Chile, 1963-1973. cit., pags. 9-15. Se diCe de derrotar a Jorge Alessandri, candidato de la derecha cIasica,l: que Frei aprovecho esta ayuda sin ,aberlo.

y para sacar al pais del estancamiento economico en que sejYi IB Lalentitud delareformaseagravaaI quedar marginados los asaIariados temporario~ de.b~te desde principios de. I~ decada del sesenta, la democraCia.'~" de 1o, [undo,. Durante el prmer ailo y en el marco de la_ mlsma ley, ;'illende expr~p~: CrIstmna presenta un amblClOSO proyecto renovador a las pre-~. :,- tantas propiedades com? Frel de 1965 a: 1970. Tamblen enfrentara el problem sidenciales de 1964. Eduardo Frei, elegido por abrumadoraj, ,los obrero, rurales temporario,.

mayoria gracias a los votos de los conservadores, que no presen-;' ',,', 19 F bO V"<li a1 Xavier de Silveira Fre~ el Kerensky Chileno. Buenos Aires, 1968, tan candidatos por temor a favorecer al Frente de Accion Po-:,', pag. ~7'; 1 g ,

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I I autor pretende demostrar que Ia democracia cristiana Ie abre el

. camino al comunismo. Es mas 0 menos 10 que piellSa la derecha chilena. Cuando el pais no logra salir del marasmo economico, . a pesar de algunos alios de bonanza debidos a los precios eleva. dos del cobre, los conflietos sociales se vuelven mas violentos y el espectro politico se .radicaliza; la democracia cristiana se divide.

AI abrir la eaja de Pandora de la partieipacion de los marginados, Frei rompe el "pacto social explicito" que servia' de base de sustentacion del modelo' politico chileno. La movili· zacion popular fomentada por Ia democracia cristiana agrava y generaliza las tensiones sociales, sin poder mantenerlas dentro ' de los marcos institucionales a los cuales se habfan eircunscripto basta el momento. La aparicion de nuevos actores, Ia pues1ll en mareha de sectores basta entonces marginados y Ia irrupcion en la escena politica de confrontaciones sociales imposibles de resolver mediante el compromiso, quebranta el fragi! equi· librio basado en la "disyuncion entre el sistema politico y eJ sistema de desigualdad social".'o

Es entonces que, en el seno de Ia derecha, se desarrolla y extiende una "nueva" ideologia antidemocratica que asigna al ejercito nn papel mas aeorde con los "peligros" del momento .. Sus autores fustigan Ia concepcion de un ejercito sometido al poder civil; el neocorporativismo "portaliano" Ie .asigna un lugar eseIicial en la estructuracion de un Estado nuevo. En octubre de 1969, el regimiento Tacna de Santiago se rebela . bajo las ordenes del general Viaux, en protesta por la disminu· cion del presupuesto militar, los bajos salarios y el desprecio que siente el gobiemo democristiano, segUn ,,1, por los oficiales.

., 22 L socialistas fieles at matiz tea eon el jefe <:Ie Ia r<;belion. s~s orientaeion' maximalista Y militar de su ongen asl ~omo a b indudablemente que el '\ SUS ine1inaciones putsehlStas, sa en, emo del espectro I

ct· . ta Viaux se eneuentra en el otro extr f.·ali I a IVlS sector inIportante de la 0 leI -, politico y, sobre to<!-o,. q~e un orativo sea por la influeneia \ dad, sea por resentmnen ~ ~~la sum~ion constitncional Y la <!e Ia nueva derecha!~~es ~tar que se remonta a 1932. Esos tradicion de neu!"'all ~, ~ es de detectar en la faz publica procesos subterraneos, diflC;il . den eon el aeeeso a los puestos y "sindieal" del .tacnazo, comel eneracion de oficiales formad~ de mando de umdad~s, d~ ~na t! reorientacion estrategiea anti­durante Ia guen;a. fna y a}o tados Unidos. Las nuevas orien­subversiva proplcmda por Es particularmente enfatizadas Iaciones de la era pr~eu1;>ana eran bia errillas, la "amenaza en un pais donde, SI bIen nOt h~ve ~ los ojos del Pentago­comunista" resultaba sumamen ~os euadros del ejereito no se no. Es ver~<:I que a esa altura una ideologia contrarrevolucio­hallaban uniflcados en tomo a., del mito de la neutralidad naria oficial, pero Ia ddest~ee~~tacion polltiea que sufre el profesional correspon e a a pais."

Uruguay: Estado providencia y Iatjfundios

" t' ico" en mas de un sentido. Antes de El U~gua?,. es a Ip oria de sus vecinos por su alta

La mayorfa de los partidos restan importancia al asunto.· Ca- f racterizan al taenazo como una especie de huelga militar reivin· dicativa, carente de alcances politicos. Los sindicatos y la mayoria de los partidos de derecha e izquierda apoyan a Frei y defienden la legalidad constitucional. Pero el Partido Socialista J defiende las reivindicaeiones de los facciosos, se niega a pronun·\.,.'.·I',·.'.· ciarse por la defensa de las "instituciones burguesas,,21 y coque· •

1973 el Pll;I,S diflere de la, m~~ la mitad de 13 poblacion reside coneentrac~on urlabana .--mtal as su elevado nivel cutural y sus leyes en MontevIdeo, cap' ,

- 969 ags.130-134.ElsenadoIsocialistaAn.iceto de sesiones del Senado. 29 oetubIe 1. • P d olpismo en declaraciones postenores, Rodriguez trato de refutar las acu~aclOnes de, g defender "un civilismo trasnochado". a la vez que declaraba que su p.artldo no po la

mama Hora (Santiago), 11 novlembre_1969.

. el enerat Viaux. Vease Florencia V aras, Conver~ 2:); Eso, al men~s, es 10 q?e sostiene ! 120. Allende Ie habria ofrecido una emba­saciones con Vzaux. Santiago, 1972, P g.

20 Liliana de Riz, ob. cit., pag. 199.

21 Veanse las dec1araciones de los partidos: "Declara"ciones para 1a historian, Punto final (Santiago), 28 octubre 1969. Asimismo, los debates en el Senado sobre la crisis, COll la intervencion de A. M. Carrera en favor del ejercito. Republica de Chile. Diario

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r\ jada. Agii Felipe Bustamante Chile. Democracia.

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-L_

23 Vease Augusto V. aras, Felipe ero'a s 170-177. • [uerzas armadas. Santiago, 1980, cap. IX. p g .

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sociales de avanzada. EI propio sistema partidista, piedra an. gular de la vida nacional, que se remonfu a la creacion del pais, divide a los ciudadanos, en cierta fonna hereditariamente, en dos partidos: el Blanco y el Colorado. AI igual que en Co. 100nbia, ambos partidQsson veiditCferas comunidades, durante muchotiempo en guerra el uno contra el otro,dondel!!]dimti~;

-ficacion partidista es muy marcada. _I!!lonace, nO,se vuely~", blanco 0 colorado, y esas "patrias subjetivas;'que s.QnJs,s_Qll!.. gJ:andes familias, sobre todo .eL Partido Colorado urbano, cum. plieron una funcion esencial en la asimilacion de los illiiiigiaiites ,; europeos, desde fines del siglo XIX hasta la crisis de los anos treinta.

EI Partido Colorado, que gobierna sin interrupcion durante noventa y tres anos, de 1865 a 1958, crea un ejercito a su imagen y semejanza: civijista y colorado. Tan es asi, que en 1917 se expulsa de la Escuela Militar a los cadetes blancos, y en 1958, cuando el Partido Nacional (Blanco) gana las elecciones, los militares yen el cambio con malos ojos: al nuevo gobierno Ie resulta diffcil encontrar generales "simpatizantes".24 Hay quie. nes Yen ~n ello una de las razones de la prescindencia militar: el ejercibo no es autonomo; al estar vinculado a una familia politica, no se halla por encima de los partidos ni se arroga el derecho de erigirse en autoridad suprema y garante de los intereses nacionales.25

Este ejercito, sometido a controles de tipo tradicional, se inserta en una sociedad moderna y por mucho tiempo rica. Modesto Estado buffer entre los dos colosos, Brasil y Argen. tina, el Uruguay posee en sus doscientos mil kilometros cuadra. dos de superficie algunas ventajas notables: poblacion homo. genea y de baja densidad, integrada esencialmente por los des. cendientes de los inmigrantes europeos; un suelo excepcional­mente fertil, que comprende el ochenta y nueve por ciento de las tierras productivas; clima templado. Gracias a esas ventajas naturales, a principios de siglo el pais es un importante exporta. dor de carne y lana a Europa. La "renta diferencial" generada por condiciones excepcionalmente favorables para la ganade­ria extensiva Ie pennite dotarse de una legislacion social progre-

24 Federico Fasano Martins, Despues de la derrota. un eslabbn debilllamado Uruguay, Mexico, 1980, pag. 139.

2S Wyckoff,ob. cit., pags. 13-14.

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sista. El Estado distribuye una parte de los considerables ingre­sos del comercio exterior a los asalariados urbanos, cuyo nu­mero se multiplica rapidamente. Por otra parte, el Estado uruguayo de la "belle epoque" asume el coni TO! de numero­sas ramas de la industria y los servieios, multiplicando asf el numero de funcionarios y dependientes.

Pero la urbanizacion del pais (vale decir, su "montevi­deacion") y la expansion de la funcion publica coniTibuyen a mantener las estructuras agrarias tradicionales. De alguna manera I. produccion agraria fin.ncia el desarrollo urbano. Esto a su vez pennite disminuir las tensiones sociales en el sec­tor productivo y mantener el statu quo en el agro. Los enormes sectores . burocraticos han jugado' su papeJ en la asombro­sa estabilidad que conocio el pais durante setenta anos. La pros­peridad de la que gozo Uruguay hasta la Segunda Guerra Mun­dial Ie permitio forjar un sistema socioeconomico particular, en que la gran propiedad agraria se codea con una suerte de. socialismo urbano; los latifundios son ]a base del Welfare \ \

Dicho de otra m.nera, Uruguay posee una socieda(f ae eurQpeo asentada en una agricultura tipicamente latinoa­

mericana; consumodesarrollado que depende de una produc­cion subdesarroIlada. Porque la estabiJidad social y polftica se obtuvo a costa de un sistema productivo debit y una eseasa capacidad de adaptacion a las mutaciones eeonomieas.26

Por otra parte, desde 1914 y sobre todo a partir de la cri­sis de 1930, Uruguay desarrolla industri~ de consUffiO destina­das a un mercado interno en expansion. Estas se yen golpeadas duramente a partir de 1955, cuando el "boom coreano", la retraccion del mercado de la lana, la caida de los precios y la falta de capacidad para paliar las ganancias no realizadas me­diante la diversificacion de la produccion exportable -las superficies dedic.das a la agricultura disminuyen constante-, mente- provocan un prolongado estancamiento del comercio", exterior y el hundimiento progresivo de la economfa nacionaI:" : A '-pesar de los precios relativamente sostenidos de la carne y

26 El rendimiento uruguayo ~e sumamente bajo en comparaclO11 con el de otras economias especializadas del mismo tipo. Las explotaciones lecheras rinden la cuarta parte de sus similares neocelandesas, y las ovejas rinden 2,9 kg de lana, por cabeza, contra 4,9 kg. para este ultimo pals. Para producir una tonelada de carne se requieren 27 animales en Uruguay. peTO 17 en la Argentina y 13 en Holanda. Una de las causas de esta situacion es la insuficiencia de las iBve.r.siones; ---

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. ., ., bilados a cargo del Estado, euyo los eereales, el marasmo de las exportaciones se agrava debi-,trescientos vem~leme? mil JU vez el envejecimiento de una po­do a la baja productividad del sector agroganadero.27 La falla' pesoexcesivo slmboliza a la la generosidad de la de dinamismo del sector motriz de la vida nacional provoca;blacion demograficamente n0re'!!"°k~;;en son victimas !nde­la recesion de la economia en su conjunto, cuyo ritmo de cr.:, legislacion de las "v~cas ~?rd~, ienza el desmantelamlento cimiento, a partir de los ailos cincuenta, coloca al Uruguay fensas de la nueva sltuaclOn. o~so Este proceso no p~,:de en el peloton de cola del continente americano.2

• de Estado bas:>do .en el. cO';fr0'f rn~ al liberalismo, eXIgido No se trata de una mera recesion coyuntural sino de una desarrollarse sm vlOlencta. d re 0 ataca las bases mismas del

profunda crisis estructural que cuestiona la viabilidad del mode-, 'por los productores Y posee ores, 10 uru~ayo, e~ el cual un~ sociedad .mode~na y un ~parato sistema uruguayo. . I control directo del poder. Con es~ productiv~ arclUCO se combman para lIDpedrr el camblo y la " Para ella se reqillere e _ 'P checo Areco asume la presl­adaptaeion. Los enfrentamientos entre distintos seetores socia·,,' fin, en 1968, cuando el se,?-or :uevos funcionarios -hombres les por el reparto de un ingreso redueido sustituyen el COmpr(h dencia a la muerte de Gestld~, propietarios- sustituyen a la mise permanente que caracterizaba a la vida nacional. La "pall- : de negocios, banqueros,. gr~ ~~ los grandes partidos. So!, eS­perizacion" del pais genera tensiones que hacen peligrar el pac-' "clase politica':, prove,?-en e tr taran de imponerle al pals un to social, hasta entonees respetado p~r todos. Se agndizan , ' tos hombres ,?-~ev~~ qUlene~~ento eeonomieo, cuyo ele:nen-las luehas entre gropos sociales por obtener U11a tajada mayor plan de estabilizaclOn y s~ ritario de los aumentos salarlales. de U11 produeto nacional absolutamente estacionario. La infla· "to principal es. el fI;<;no au 0 el balance eeonomieo muestra un cion galopante refleja esas luehas, tanto como las mutaciones, Se dom~ l:> mflaclOn, l?e~oa Si bien el costo social del.plan politieas que se producen a partir de las elecciones de 1966.", ,estado proXlIDO a la qille \;'par en absoluto a un gob~erno

Los duelios de los grandes medios de produccion, es deck", . economieo no parece Ipr'~~d la resistencia de los asalarlados

los grandes terratenientes pero tambien el poderoso sector c que no busca la pop~ ar; d; la poblacion activa) es ~uy fuer­financiero' y exportador, empiezan a cuestionar las reglas del·, (mas del setenta por Cle';,. 0 el que eonrnoeiona al pals, el go­juego soeiopoIitieo. A fin de mantener sus ingresos; se oponeD,~ teo Ante una oleada de uilit:zacion de los empleados de.l?s

, a la politiea redistributiva del Estado providencial, y las trans- I bierno resp~lllde. eo~ la m la imposicion de un es~ado de SltiO • fereneias en favor de los asalariados y la industria. Estos gruPOB baneos naelOnall~td oS y ntas de seguridad), medldas ~e emeri 'dominantes olvidan el papel jugado p~r el dirigismo y el pater- atenuado (las me f' as pro rofundamente el elima SOCIal y e nalismo del Estado en la preservacion del statu quo, para abogar gencia que trans orman p por U11a politica de austeridad y disminucion de los gastos caracter del poder. 'f tensa incluso desesperad~, agravada publicos. Los fU11cionarios, alrededor de doscientas cincuenta Es en esa .~tmos e; aden~ia irreversible, que rrrumpe .en mil person:w, casi e..l ~iez por cient? . de la poblacion del p~is, por una sensaC1~n. ,de e;~aparlamentaria ju~~nil" y clandestm~ son las prrrneras Vlctimas de la CrlS1S: en 1967, sus salarios escena una oPOslclon s de "violencia simbolica socav~,la au bajan mucho mas que los de otros sectores urbanos.'· Los ~ que, por medlo ?e acto t'ende a provocar la disgregaclOn del

toridad del goble!n? Y I L'b acion Nacional Tupamaros r"gun' en. El MOVlmlento de. I er enunprimermomento, 27 La tasa de aumento dela produccion fue nula entre 1951 y 1968.

28 La tasa de crecimiento annal per capita del PBI fue del 0.7 por clento de 1950 a 1960 y del -0,1 poraento de 1960 a 1970. ONU-CEPAL, Estudio econOmicode America latina. Nueva York, 1970.

"' d' ecta nosmhumory, "' te practica la aCClOn rr, N' dos de la exasperaclOn an sin derramarniento_ de sangre. aCI I derrumbe del Estado pro­Ia quiebra del sueno uruguayo Y t sos" e imposibles de atra­videncia, estos "guerrilleros respe~~s dominantes, se vuelven

29 El aumento del costo de Ia vida razc, el136 por ciento en 1967. par desafian al Estado Y las C d Y con sus "juicios" a los ntrapoder a traves del absur 0, . . is ministeriales.

30 E1 Iodice lIega a1 60,2 en 1967 (100 =1957), contra 91,4 para la industria. Univer· un ~~ tos provocan una sene de .ens 0 ulari-sidad de Ia RepUblica. Instituto de Economia. E/ proceso economico en el uruguQYOl poltticos corru~ t desafio que goza de mnegable p P Montevideo, 1969, pags. 274-330. . Ante semeJan e , 265

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T d~~, la polida ';~ impotente y el ~ima politico se deteriora ! no se contradiceq mutua~e!'te, mere~e!,ser discuti~os. aunque rapld";ll~nte. EI estado de emergencla" no es propicio para el ·1 ambos responden a una IOgIca mecalllclsta que de lllllgIlll'" ma· floreclml~mto. d~ las libertad~s f~ndamentales. Uruguay se "Ia. n®l.,exp~c~ los _ enfrentamientos pol~~icos y sociales de esos tmoam,:n~.alllza en forma mqmetante. Sin embargo, aunque . trllll. drama~lcos anos en ~da ~u compleJldad. la oposICIOn parlamentaria denuncia algIlllas decenas de casas Por clerto, los partldarlOs ortodoxos de las "Ieyes unilver- , de tortura de presos politicos, las elecciones se realizan normal- sales del paso al socialismo" no se equivocan al sefialar que mente. el 28 de noviembre de 1971, tras una campana violenta no puede haber revolucion sin ejercito revolucionario.31 C'ual­y febnl. En efecto, junto· a los dos partidos dominantes divi- quier observador comprende sin dificultad que instaurar el so­didos en mUltiples corrientes de acuerdo a diferencias ~bian. cialismo contra la voluntad del sesenta por ciento de la pobla: tes y generalmente desprovistas de contenido ideologico 0 so- cion,·sin recurrir a la coercion, constituiria una hazana sin cial, la izquierda se presenta en un "Frente Amplio" junto precedentes. Ahora bien, la experiencia de la Unidad Popular con disident~s blancos. y cO,lorados y el apoyo de los Tupama-: esm circu~~cripta, en esos. ~imites estrecho;;. Esta so~etida ros. El candidato presldenclal del Frente es un militar presti- 1 a los condlCIOnannentos asfixIalltes de sus ongenes. La pnmera gioso y progresista, el general Liber Seregni. condicion para su supervivencia es permanecer en el marco

Sorpresivamente, gracias a la ley electoral triunfa el candi- de las instituciones "burguesas" y respetar el estado de derecho dato del continuismo, miembro de la fraccion del Partido que Ie ha si~,? confia~o. "Mi. fuerza_ -di~~~ gue dijo Alle~~e Col~rado a la que pertenece el sefior Pacheco Areco. Juan en ~ .ocasIon- radlCa en la legalidad. . Esa fue tamb~?n Mar~a Bordaberry, estanciero, ex ministro de Agricultura, es su debilidad fren~e a un Pa:I~ento hostil y una p~b~~cIOn partldario de la mana dura y su (mica ambicion es seguir las qu,: ~n su mayona no susenbla su programa de translclon al huellas .de su anteeesor. EI Frente Amplio, que obtiene apenas socialismo. . . "' . . el dlecIOcho coma oeho por ciento de los sufragios, asusta E~ tales. condiCIOnes, el eJerel~. celoso de su monopolio pero n,? vence. para sus dirigentes el resultado constituye de la vIOlenCla y I~ ar:m~, era la pl~,dra de toque y el garan-u.na autentica derrota, a pesar de haber obtenido el treinta par teo ~el respeto a las ?IStltucIOnes. ;.Qmen puede ~ostener que. los Clento ~~ los v,:,tos en Montevideo. A pesar de la crisis, el siste. militares, un sector nnportan.te de I?s cuales empleza a COnsPlI,,! ma POh~ICO resls.te. Los partidos tradicionales, aun en decaden- ya e,;,- oetubre ~e 1970 p~ nnpedlI que Allend~ asuma ~.pr~sl-CIa, o~,tIenen mas del oehenta por ciento. Pero el "voto tradi. denc~ y ?-o ~ila en as~smar al c,:,~andan~ e~ Jef~ ,del e]erclto, ClOnal ha entrado en un proceso de erosion y la exasperacion legalista mfleXlhle, hublera permltido la distnbuCIOn de annas d.e los .conservado~es, provocada por el miedo al cambio y la a los obreros?33 Y considerando que Ia: derecha militar solo vIOlencIa, no permlte augurar una solucion pacifica a los males del pais.

EI ejerdto, arena y objetivo Chile bajo la Unidad Popular.

del enfrentamiento politico en "

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31 Vease, entre otros,GabrielSmirnow, La revolucUm desarmada. Chile, 1970·1973. Mexico, 1977.

32 SegUn Joan Garces, asesor de Allende. Vease sobre tado, «Allende, les rnilitaires etta voie socialiste au Chili", Le Mande, 18 y 19 diciembre 1973.

33 El incidente de los ubaUIes cubanos" desembarcado~ en el aeropuerto de Santiago con destine a la "Presidencia, demuestra hasta que grado los militates estaban alertas.

~ A principios de 1972, unos baulesmisteriosos provenientes de Cuba Uegan a Pudahuel. EI fracaso de la "via chilena al socialismo" suele ser atri.:1 La oposicion habIb de importacion ilegal de annas. El gobiemo respondio que se tra­

buido tanto al 1ega1ismo timorato de los lideres reformistas:1!i! taba de obras de arte. Sobrevino un periodo de tensio~ que cuhnino en la aprobacion de la Unidad Popular que no f d" al'~ de 1a "ley de control de armamentos". que permitia a las fuerzas annadas requisar

uebl " .'. ,. "ueron c~.t:aces e armar todo para segurarse de que su monopolio no habia sido violado. La ley fue utilizada p . 0, como a la ~teryenClon desestabihzadora" de Estados I pOI los militares facciosos contra la izquierda. Vease Paul E. Sigmund, The Overthrow Umdos y las consplIacIOnes de la CIA. Estos analisis que,~ of Allende an the Politics of Chile (1964-1976J.Pittsburgp., 1977,pag.183.

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esperaba eso para . te . habia otra salid " m rveDIr ;,quien pued . de un ejer't a que la via insurrecci nal e sostener que "no ,el presldente socialista postergaba la intervencion militar dialo-de este? Efl ,?P,?Pula: Paralelo a1 proZ . ':In 1a constitucion gando con los jefes del ejercito; pensaba que cada dia ganado giones desDI~Je~lto cljleno de 1970 en :~n 0 la eliminacion' consolidada su legitimidad y modificada la relacion de fuer­de la Vnid d ~ zadas de Batista en 1958 a se parece a las 1& zag a favor suyo. despues quea opular, como Carlos AI~ :,\lgunos dirigentes La tesis de la conspiracion norteamericana nO carece de hIe. Que in ~n 1970, en la marea de la . lr:mo, han escrito fundamentos solidos. Las maniobras de la Internacional Tele­comandante c us~ se hubiera podido "as VlC~na, todo era posi. phone and Telegraph y del senor Kissinger, as! como las sumas a los carabin en Jete",34 depurar las filasc~n er .a. un capitan a considerables que invirtio la CIA en Chile son de publico cono­que la may ~roJ contra las demas armas ;f'0fIClales, emplear cimiento gracias a las pUblicaciones de las coInisiones de inves­tico y que o~Iab' e lo.s oficiales perteneci Irmaba, asirnismo tigacion parlamentarias de Estados Vnidos.'6 EI gobierno penetracion u t Iera sIdo conveniente "apr al sector delDocnl~ norteamericano estuvo detras de la conspiracion' de Viaux, probable queer re los oficiales y 1a tropIC~ una Politica de en octubre de 1970, que costo la vida del general Schneider las fuerzas ar a menor tentativa de inVadir a . Ahora bien, es Y cuyo ohjetivo eta irnpedir el acceso de Allende al poder." ficar la legali:~das, de. atacar sus estruct las. prerrogativas de En 1971 elabora un plan destinado a provocar el "caos econo­vacion miJitar . constltucional hUbiera mas mternas y mod~ mico en Chile".'· Las huelgas de transportistas y comerciantes mando pudiera sm que los sectores "de:ovo~~do una subl.. que paralizan aI pais en 1972 y 1973 son financiadas en gran crear milicias n bdete?erJa 0 abortar1a. Di OCf:tICOS" del alto medida por la CIA." EI "bloqueo invisible", que consiste en medios para ' tu vertIr la jerarquia miliu.:~ er las camaraa, suspender los creditos de las agencias internacionales y los gobierno r :o?ar la unidad de un e'er' : so~ otros tantos Bancos norteamericanos y limitar la venta de ciertas mercan-

Para~' '? egldo solamente Por su k CIt; mqUleto contra un' das "clave" tiene por objeto provocar el "clamor, de la econo­Estado de ilcame~te, 10 mas asomb/es Idura legal. mia chilena", y, con ella, debilitar aI gobierno, responsabili· a punto de 973, SlUo la duracion de eOso no. es e1 golpe de :' zandolo por las pimurias y dificultades economicas. Con to­men "rev Ino.lIe~ aver la luz del d{ se .~~blerno que estuvo do, hasta septiembre de 1973, los jefes legaIistas del ejercito gobernar dO UClOnan~", integrado or a. ". ?mo pudo un nlgi. i logran desbaratar unas cinco intentonas putschistas fomenta· de guerra s'::::;te caSI mil dias cont1'a un m~s~ros comunistas: das y apoyadas, discretamente, se entiEmde, por especialistas guesia que I nda en la lucha anticomu .eJerclto cUya doctnnt: norteamericanos en dirty tricks y covert actions. En 1970, tiva del Tlo !leaba ala puerta de los cu:tj' Y contra una bur. la propia "Compania" con sede en Langle~ hah!a reconocido 9ue demos~o a;n? E~a hazana iue posibl e es co~ la ayuda ac- que "10~ militares solo intervendran ~i las condiciones inter~as lllstitucionaJ d e lagOblerno por la auton e • gracIas ~ respeto se 10 eXlgen ''.40 A pesar de los medios empleados, las mamo-constantement: d S fuderzas armadas a l'::Ia, YAllla lIItegridad zar A' e Be ucir de tr ' que ende trat' 36 Covert Action in Onle. ob. cit.,; US Congress, Senate Committee on Foreign la a" pr..9lUenes]e objetaban'a1 "ca aer, convencer Y tranquili°O, Relations, Multinational Corporations and United States Foreign Policy. Hearings.

"",IOn de m arnarada pres"d t . I 93rd Congr., 1st Sess, 1973; en dos partes, una de las cuales se intltula "The Inter-respondia. u ;,cu~S: detendr:i el golpe de 1S':de ';, que ''solo f: national Telephone and Telegraph CyandChile 1970.1971). Alleged Assassination. que?"" Colocado s mas'!8 se necesitan para d to, Allende" Plots Involving Foreing Leaders: Interm Report, 1975.

en el filo de la na' ~ ener un tan. vaJa, 0 meJor, del sable, ,

34 Carlos Altamirano Cl1l1; I . rano attibuye esta oc~rrencia:: raisons dune dejiJite. Paris 1979 '

. general Prats, en vlspera de' • pag. 130. AJfamj.. , 35 R6,gis Debray u S su renuncia. ' 1973. • n est mort dans sa loj"' L AT .

• e -Ifouvel Observateur. 17 .

Ug. -"

37 Alleged Assassination. ", pags. 240-248. P. Garcia, ed., El coso Schneider. San­tiago, 1972.

lIS Covert Action. .. ., pag. 25 y TIle International Telephone. '", p-ags. 626-720.

39 Se asignaron 13 millones de dolares a esc fm. Vease Joan Garces, Allende et l'experience chl1ienne. Paris, 1976, pag. 62.

·46 The International Telephone .. ", 113.gs. 623-624.

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bras orquestadas desde el exterior por Estados Unidos fracasan una tras otra. No se puede derrocar un gobieruo a golpes de· dolares, al menos en Chile. Y paradojicamente, por 10 meno, dos de las conspiraciones apoyadas por la CIA fortalecen aI gobierno popular e incluso ayudan a mejorar, en lugar de des· truir, sus relaciones con el ejercito.

EI asesinato del general Schneider por los conspiradores de octubre de 1970 convence al Congreso, encargado de ratio ficar la eleccion del candidato de la Unidad Popular, a las fuer· zas armadas y a la opinion publica que solo el respeto por los mecanismos democratic os podrfa evitar un peligroso salto al vado. EI fracaso del putsch de los generales Viaux y Valenzue­la desarma las intrigas parlamentarias destinadas a desposeer al candidato minoritario que acaba de triunfar en la consults presidencial. Mas ann, la muerte del comandante en jefe, mar· tir de la disciplina militar, tiene como consecuencia la con· sagracion de ese legaIismo constitucional queel habfa defendi· do a costa de su propia vida. EI feretro del comandante di· funto, transportado por los dos presidentes, el saliente y el electo, es un simbolo inciuso fisico del arco de las alianzas del ejerc;to "no deliberante" con las fuerzas politicas demo· craticas. La "doctrina Schneider" fue sin duda un arma podero­sa para neutralizar los afanes putschista. de un sector impor· tante del alto mando. La primera huelga de los camioneros (oc· tubre de 1972), tras una serie de violentas manifestaciones an· tigubernamentales de la derecha, acerca a los militares ·al poder legal. El desorden es patrimonio .. de la derecha, la.leg'!!!dad, de la izquierda .. Tres militares en actividad mgresaD. al gabinete ministerial a fines de octubre para poner fin a las huelgas patro· nales. La derecha denuncia la complejidad y la politizacion de los generales. El general Prats, sucesor de Schneider, ocupa el Ministerio del Interior y con ello se convierte en el nlimero dos del gobieruo, por consiguiente, la principal harrera contra los golpes de Estado y el hombre a quien la derecha debe des­trnir. Pero el apoyo de los militares, que para muchos significa el cornienzo del fin del orden civil, si bien da un respiro a la Unidad Popular, demuestra claramente que todos los errfren· tamientos se centran en la captacion del ejercito. Como sefiala un periodista frances, "el poder depende a partir de ahora de los fusiles", pero no en el sentido que 10 afinnaba la izquier· da.'· 41 :Marcel Niedergang, ··Le Pouvoir derriere les fusils", Le Monde, 2 noviembre 1972. 270

EI ejercito apoya legalmente a Allende y, en nombre de la defensa de la Constitucion, garantiza la supervivencia de la experiencia socialista. Sera asimismo el sepulturero de la Unidad popular y el regimen democriitico. Nadie ;guora que la ma­yoria de los generales no sienten la menor simpatia por el so­cialismo. Los protagonistas responsables del juego politico y, sobre todo en la izquierda, los que evaluan las relaCiones de fuerza Y no se limitan a imitar las revoluciones del pasado y tomar su Himpaciencia pOI un argumentos teorico", saben que

~ el camino es angosto, que el ejercito, ligado a Estados Unidos, \ bombardeado por la propaganda de la derecha Y atraido por los 1 cantos de sirena de la burguesia con la cual se siente emparen-1 tado en todo sentido, debe ser retenido por la fuerza para evitar I su caida en la desobediencia y la rebelion. ;. Quien ganara

{

el aparato militar? ;.La Unidad popular, el gobieruo legal de una coalicion dividida, perjudicada por sus aliados de extrema izquierda, cuyos argumentos dan armas a laderecha, a la bur·

" guesia y Estados Unidos, que poseen annas mucho mas podero, 1, sas que el tenue hilo de una legalidad tambal

eante?

'\ Porque Estados Unidos, particuJannente el Pentllgono, 'i sabe que el paciente trabajo realizadO en el seno del ejercito . l;hileno puede mas que las intrigas rocambolescas de los servicios

s)l£retos. Tanto maS par cuanto, a partir de los anos sesenta, ,j cuando a la existencia de un poderoso partido Comunista se une \! el viraje procubano del Partido Socialista, Washlngton, asus­i, tado, estrecha sus relaciones con el ejercito chileno Y Ie brinda I una ayuda tan generosa como interesada. En efecto, Chile es j uno de los principales beneficiarios de la ayuda norteamericana i en el continente, el segundo despues de Brasil, aventajando a pai­:1 ses c,\lmo Pem, Colombia Y Bolivia, que se han enfrentado a las

guerrillas castristas. Con sesenta mil hombres bajo bandera, Chile recibe de Estados Unidos, en concepto de ayuda mili· tar, dento sesenta y nueve millones de dolares entre 1946 y 1972 (contra ciento sesenta y dos que recibe Argentina en el misrno perfodo), de los cuales ciento veintidos corresponden al periodo 1962.1972.42 A partir de 1965, practicamente

~ ,j

.~ ',1

* iI l 1

4Z US Overseas Loans and Grants . . ' Vease tambiim: United States~Chilean Relations, Hearing before the Subcommittee on Inter-American Affairs of the Committee on' Foreign Affairs House of Representatives, 93rd Congress, 1st. Sess .• Washington,

6 mayo 1973, pags. 13·14. 271

I

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·.i

T . la mentalidad antisubversiva todos los oficiales chilenos realizan cursos en las escuelas noma· :: espiritu de la contraguerrilla y. luso dentro de Chile en la mericanas. De 1950 a 1970, cuatro mil trescientos setenta y:' inculcados por Estados Unido~, e Ill~965 se extienda entre la cuatro militares chilenos pasan por Panama 0 Estados Unidos" escue1a de los rangers, funda

d a ~n·idas p:'r la FrancIllas~:m~ria,

(contra dos mil ochocientos ocho argentinos, que poseen una oficialidad subalterna. Las ~~ eSt e~ algunos ministros proXImos

instruccion militar de nivel sinIilar).43 Es de senalar que entre ala cual pertenecen el presl e~, e , omo la trayectoria de un "" t·t cionales aSI c d·d 1965 y 1970 realizan cursos unos dos mil hombres, 10 cua! a los generales ms 1 u . 'd d r siempre ha defen 1 0

refleja la fuerte acentuacion de la influencia norteamericana Partido Socialista que, flel a su {~~ i~t~~ses del ejercito contr~ bajo Fre; Por cierto que los cursos no ejercen la misma influen· los presupuestos de Defensa Y . ifican nada para estos of l' cia en todos los oficiales; Prats, el "general de la democracia", la derecha en el Parlamento, ~o SIgn. habfa pasado por Fort Leavenworth. Mas inIportante aim, ciales jovenes, inIbuidos de antlc~:=;!rr;,y. gobierno pero no. el mientras Ie corta los viveres al gobierno de Allende, Estados La Unidad popular, que t· d,·C,· al y un sector 1m· U d C' s el apara 0 JU , d· ni os mantiene e incrementa los creditos militares. La ayuda· poder porque las ~n:'ara '., fIblica Ie son hostiles, esta 1~' militar, que habia descendido a ochocientos mil dolares en portante de la admm~tradclo~ p buenas relaciones con los mIll' 1970, aumenta a cinco coma siete millones en 1971 y a ciiez puesta a pagar el preCI? e s fr n los cortes inIpuestos

·ll 1972' I ,. 'd· 'dit milItares no su e , . a coma nueve mI ones en ; ese es e umco cre Ito nortea· tares. Los cre oS . de la situacion economIC . mericano otorgado a Chile ese aIio y una de las sumas mas ele- a partir de 1971 por el d,:ter~or~s del ejercito en cuanto a vadas que haya recibido el pafs para ese rubro desde 1962. El reginIen colma las aSP'!ll:clo~llende no pierde ocasion de El Chile de la Unidad Popular conserva los buques cedidos a sueldos, pertrechos Y prestI~~tares "diferentes", cosa que fo~· prestamo por Estados Unidos y en 1973 participa en el opera· exaltar la lealtad d.e es!",:" m; En el terreno politico, el pr~~" tivo naval Unitas por primera vez en cuatro alios: para com- zosamente resu~ta mqUle n ~usca integrar a los jefes del eJer· placer a los militares, el gobierno de izquierda toma una medida dente de la Umdad popular nfiandoles puestos de res· que la oposicion de izquierda bajo la democracia cristiana cito a su obra tra~sf~rm:?O~ s~~cios estatales, apelando a siempre habfa bloqueado en nomhre del alItiinIperialismo. ponsabilidad en las III us IllS 1 a la idea de que la segu· . f" de ganar os par ' . ca El problema del armamento es, desde luego, el centro de su nacionalismo a III b"' la soberania economI . las preocupaciones militares. El general Prats afirma en sus ridad nacional comprende tam '~ sector de los oficiales del memorias que e1 mejoramiento de las re1aciones con Estados Pero este enfoque s~lo. atrae ati~nen inclinaciones socialistas, Unidos era una condicion esencial para acrecentar la confianza Estado Mayor qu~, SI b~en no . or ue los capitanes 0 corone· del ejercito," el cual, ante la presencia de ministros comunis· conocen la situ~cion nac~onal ~:tde~ocratas'" entre los cuales ta y la visita de Fidel Castro en 1971, hechos dramatizados por les de la contramsurgencIll. Est S '1 eda pickering, Bachelet, la propaganda obsesiva de la prensa conservadora, temia una se hallan los generales Prats, epu ~e de su adhesion inque· ruptura de esa alianza. Sin embargo, los medios que posee poblete Y el almira~te Mo~tero'n ap ue la Unidad popular estii Allende para liberar al ejercito de la burguesia y la influencia brantable a la legalIdad, ple~sa d;rnizacion" que merece ser norteamericana son muy limitados. Si bien puede contar con impulsando un proceso de mls'? mas graves 45 Estos hom·

f · de evitar convu lOnes . ha el legalismo de un sector de la jerarquia y con la disciplina verti·' apoyado a ill la en el ejercito y el gobierno Y se. . cal que inIpera en el ejercito chileno, no puede inIpedir que el bres detentan puestos c vess utschs y tratan de neutralI~ar

43 BegUn USA Defense Department, Military Assistance and Military Sales, 1967, 1971. 1975. enAportes, Paris, octubre 1961. Marcha. 14 julio 1972;NACLA Report. (Nueva York). enero 1976.

44 General Carlos Prats, Una vida por la legalidad. Mexico. 1976, pag. 44. EI memoran­dum presentado por los generales a Allende en abril de 1973 insistia en dOB cuestio­tiones: delimitacion de sectores economicos y relaciones con Estados Unidos.

272 1

cen obedecer. Abortan 10 f· rdad Pero ni la derecha m la a la mayoria golpista de lao 0 '~Iard' (lnc1uidos los integrantes

, . la extrema lZqUle a burgueSIa

li ?!n gobernante) faci1itan su tarea.

de la coa CIO

4S ·Ob. cit., pag. 34. .273

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La Unidad Popular, coalicion de partidos, se encuentra dividida entre dos lfneas, dos estrategias, pero tambien dos polfticas economicas y dos actitudes con respecto al Estado, y por consiguiente al ejercito. Para un sector, que inc1uye a la mayoria del Partidos Socialista, acicateada por los gueva· ristas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que no forman parte de la coalicion pero ejercen sobre ella una influencia considerable, es necesario avanzar rapidamente en la construccion del 'socialismo, nacionalizar la economia a . marchas forzadas, luchar "clase contra clase", "avanzar para consolidar" el regimen. Para Allende, el Partido Comunis· ta, los radicales y algunos partidos de menor importancia, es necesario aplicar el programa, delimitar estrictamente el sec· tor nacionalizado del que debe permanecer en manos privadas, realizar la reforma agraria sin pausa pero sin salir del marco de la ley para ganar a las clases medias, a las cuales se ha ot~ro gada numerosas ventajas economicas y sociales!~ Ademas, los partidarios de esta politica consideran que una alianza con la democracia cristiana, cuyo programa de 1970 era bastante parecido al de la UP, aunque limitaria el caracter revoluciona· rio de la experiencia, permitiria asentar la transformacion en cur· so sobre bases mayoritarias y estables y desarrollarla en el mar· co de la legalidad: se trata, para ellos, de "consolidar para avan· zar". La polarizacion entre los extremosde las fuerzas polio ticas cbilenas imp one otra cosa. El Partido Socialista, el del presidente, y el MIR no quieren saber nadade alianzas con la burguesia nacioual por intermedio de la democracia cristiana. Su estrategia oficial es la de desbordar el programa de la up.47 Son a la vez poder y oposicion de izquierda. Asimismo, como

46 La politica de expansion economica y el incremento del poder adquisitivo de los trabajadores acrecienta los beneficios de las pequefias y medianas empresas; la exten· sian del seguro social a los trabajadore~ independientes mejora la situacion de las clases medias. Vease la polemica sobre las c1ases medias y un eventual "compromiso historico" en Punto final, organa del MIR, "En pas de las c1ases medias", 15 febrero 1972; "Las clases medias y el poder de los trabajadores", 25 marzo 1972. Antonio Bandeira, Ideological Struggle in Chile: the Middle Class and the Military, Toronto, 1974.

47 EJ. XXII Congreso del PS chilena, reunido en Chillan en 1967, preoconizaba la "violencia revolucionaria [como] {mica via que conduce a la toma del poder econoflli.. co y politico", considerando que las fonnas de accion legal conducian ala lucha ar­mada. Alain Joxe, Le Chili saus Allen4e. Paris, 1974, pags. 38-39.

274.

seiiala J. Garces, asesor de Allende, una alianza con la democm· cia cristiana hubiera requerido el marginarniento del Partido Socialista, adversario a la colaboracion de clases, y el consi­guiente fin de la Unidad Popular!· Si.el gobierno divide, la opo­sicion unifica: la democracia cristiana, negadas las garantias que exige en cuanto ala gelimitacion del sector publico, exaspe· rada por el vuelco de sri ala izquierda hacia la coalicion popu· lar:" cae en los brazos de la derecha y proporciona una base de masas a las fuerzas contrarrevolucionarias.

El enfoque economico del problema de las cJases medias, asustadas por las nacionalizaciones rampantes y los exceeos del "poder popular", jamas dio los resultados esperados porque el problema era eminentemente politico. La dimension social, la de· fensa de la distancia que las separa de los trabajadores y su identificacion ideologica con la burguesia, es un factor que debe tenerse en cuenta. EI "efecto bumerang" de las acciones de "poder dual" perpetradas por los partidarios de la "dictadura popular",s° quienes exigen la destruccion del Estado burgues y socavan asi las bases mismas del gobierno socialista, juega un papel nada despreciabJe. Aquellos que en el propio seno de la coalicion gobernante anunciaban el inevitable enfrentamiento y apelaban con todas sus fuerzas a la guerra civil, creando retO­ricamente las irrisorias zonas de autodefensa obrera (los cor· dones industriales), que el 11 de septiembre se derruinban sin ofrecer la menor resistencia, sin duda ayudaron a entregar en bandeja ala derecha, a las asustadizas clases medias. Por no hablar de la habil propaganda de la prensa "burguesa", que dedi· caba la primem plana de sus diarios a los "excesos" del Mill, atribuyendolos al gobierno, y brega por crear la imagen del "desorden economico y social".Sl

411 Garces, ob. cit., pag. 177 y Joxe ob. cit_

49 La escisi6n de izquierda de la DC se inicia en 1969 con 1a fonnacion del Movimien­to de AcciOn Popular Unificada (MAPU), integrado por fundadores de la DC como Rafael Gumucio y personalidades tan destacadas como Jacques ChonchoL El MAPU fonn6 paIte de]a UP. En julio de 1971, otrafraccion de izquierdaque apoyaa Allende rompe con la DC para fonnar Izquierdo cristianq.

50 Manuel Cabieses Donoso, "Una dlctadura militar necesaria", Punta final (3 julio 1973) expresa el punto de vista del MIR En cuanto a1 poder popular, vease el arti­culo X de A. Silva y P. Santa Lucia, "Los cordones industriales", Les Temps moder~ ne:r (enero 1975), p3gs. 707-743.

51 De octubre a marzo de 1971, 177 aIticulos de primera papua de EI Mercurio

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En todo este periodo, la derecha, mas unida que la iz. ' quierda y tan segura de su orientacion como de sus derechos, ' actua sin descanso. La burguesia nacional y extranjera no se ' deja desposeer sin resistencia. Con el apoyo de masas que Ie pro· porciona la democracia cristiana, a un sector importante de ' la cual no Ie disgusta el hecho de ,no ponerse de acuerdo con la UP, la burguesia chilena, con su§' partidos y organizaciones corporativas, lanza una of ens iva en dos frentes, el economico y el poIitico·parlamentario; por un lado, sabotaje; por el otro, obstruccion y provocacion. Desde las elecciones de 1970 corren vientos de panico por todo el pais. jHay tanques ruso' y cosacos en la Alameda! Se frenan las inversiones, se fugan los capitales, algunos patrones se fugan con ellos. Se vacian la, cuentas bancarias y se produce una orgfa de consumo frenetico e indiscriminado. La politica del rumor alimenta a la guerra de nervios: en el sector agrario, los propietarios enfrentan a las autoridades gubernamentales encargadas de reaIizar las

'expropiaciones de acuerdo con la ley de 1967 0 directamente aplican la po!ftica de tierra arrasada: desaparecen los aperos, e1 ganado es enviado a la Argentina 0 directamente sacrificado con tal de no entregarlo a los campesinos. En 1971, cuando la caida de los precios del cobre y el aumento de los aIimentos importados crean dificuitades economicas, los comerciantes y minoristas organizan el desabastecimiento. EI acaparamien· to de stocks en gran escala y la destruccion deliberada de ciertos bienes de consumo aIimentan a un floreciente mercado negro y obligan al Estado a burocratizar la distribucion y politizar el racionamiento.52

En el terreno politico, una implacable guerrilla parlamen. taria agrava la situacio,y del pais y trata de obligar al gobierno a romper el marco de Ja legaIidad. A las destituciones en serie de ministros53 se agrega el rechazo sistematico de todos los pro. yectos de leyes del gobierno, incluso los mas inocuos restan.

, ,

se refieren at "caos", Garces, ab. cit.., pag. 191.

52 EI apro~isionamiento es controlado por los consejos populares llamados Juntas "de A~steCJmie~~o y Precios (JAP)~ creados en julio de 1971, que se transfonnan en o!pmsm?s. polIticos partidistas, y por una secretaria de cornercializacion y distribu-Clon preSldlda en 1973 por e1 geneIal Bachelet. .

edios fiscales para realizar sus reo dole a Ja Unidad Popular .los ~cion No obstante, la derecha formas Y favoreciend? asl la 1 e resivas (como la ley del c~m· hace aprobar una serle de leyes r Ptr los partidarios del gobler· trol de armas), para emplearJas cO~~ios transportistas, aunque no La primera huelga de I?s propl .• del ejercito- derrocar no· logra -gracias. a ,~a mte:ve~:lO~Jarizacion de Ja pequena aJ "gobierno marxlSta ,refleJa P un clima para atraer burguesia bacia Ja ~ere~?"., R~sta ~:Upor los medios coni:ta-a un ejercito "trabaJado ;:n esca a ideologia golpista. Rema rrevolucionarios, que ~e UO l c: ':elgas patronales se une la un clima de guerra CIV . lam taria que sabotea oleo­accion de la ultraderecha extrapar la enlicia 'y a sus adversarios

, f' as enfrenta a po a ductos Y VIas erre , istematicamente el caos par en Ja calle y tr~ta de prov~care~ terreno ideologico, el pens~· que el ejercito mte~,:nga. n oliticismo de los militares! legt­miento inte.grista .Cr1~C~ el t P de Estado. Sus autores ~JIman timando asl, a priOr!, e go pe. Ja el "derecho natural' a tra­que el gobierno de Allende VIO los atentados contra la pro· ves de Ja sedicion (el poder dual) Y gura el "bien comml".

Piedad Es ilegitimo, puesto qu,: tno ase(el capitaIismo) es mas

. Ja finaIidad del SIS ema d' el y puesto que (la democracia) se puede ecrr que iroportante que su forma mer~ usurpador.54

ejecutivo esta vacante: Allen~e es un arcba A partir de abril de EI golpe de Estado estil. en m esa· solucion al conflicto

1972 ciertos generale~ pensaba~d:~ legislativo.55 Es necesario entre el poder. ej~cutIVo Y el ~altar los obstaculos. La extrema detonar el movIDllento Y ~acer retende introducir la lucha izquierda, que en s~ ~~~~~ Payuda a unificar los cuadros de cJases en el seno e eJerCl ! . d ntes en la base naval de militares A pesar de ello, los mCI ,:, de los oficiales puts-

. d b a una provocaclOn t ValparaisO se e en infiltracion de elemen os chistas mas que a una ,!euJarda~era La extrema izquierda,

:' revolu~ionarios en Jas trlPd

clo~esde ex.gerar SU propio pe· con sns ilusiones liricas y eseo Ie tienden· enarbola como so cae en todas las trampas qu~ s~ . ones de .Ja legaIidad que b~dera de victoria todas las .VlO~:mmento. EI 22 de agosto, se Ie atribuyen, muchas veces sm

-at - tema" En Instituto de Estudios generales, Fuer-S4 Ricardo Cox, u~efednsa ~OCI L ~antiago· 1973, pags. 91-117. . zas a171UldiIs Y segunda nacJOna '

53 Vease Joan Garces, "VAffaire Toha", Le ProbIeme chilien. DemoCTatieeicontre­revolution. Ve.rviers (Belgica). 1975, pags. 139-182.

276 1 L M nde 15 mano 1914,

55 As! 10 revelo el general pinochet en 1974. eO. 277

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T

los partidos mayoritarios en Ia Camara aprueban una mocion ! de que el gobierno ha violado la ley y Ia Constitucion. al fomen. tar los "poderes paralelos" y atentar sin justificacion legal contra Ia propiedad privada. Los partidos de oposicion son rna. yoritarios en el pais. La juricidad del ejercito esta a salvo. Los putschistas tienen luz verde. EI ultimo obstaculo desapa. rece cuando el general Prats, desacreditado mediante bajas pro­vocaciones y puesto en minorfa en el consejo de generales, renuncia al gabinete y, pocos dias mas tarde, al comando en jefe. Chile retiene el aliento. EI Jegalismo proclamado por eI nuevo comandante en jefe del ejercito, Augusto Pinochet, que se presenta como un "democrata" pero se niega a remover

veintitres realizan cursos en Estados Unidos entre 1950 y 1970). A principios de 1972, los Tupamaros se lanzan nuevamente

a ]a accion, dirigida directamente contra las fuerzas de seguri­dad. Esta escalada imprevista testimonia la confianza creciente del movirniento en su propia capacidad de accion tras Ia derro­ta electoral del Frente de las izquierdas. EI MLN considera que Ia lucba armada es la {mica via para Ia realizacion de las aspira­ciones populares. En momentos en que el nuevo presidente hace aprobar sus Ieyes represivas en el Parlamento, fos Tupamaros, aI asesinar a los militares y policias acusados de integrar una suerte de "Escuadron de Ia muerte", no ignoran que se desa­tara una represalia de gran envergadura. Eligen Ia politica del mal mayor, con la esperanza de engrosar sus filas con las victi­mas de Ia represion masiva.

a los putschistas mas notorios, solo engafia a medias a la clase politica. EI comandante en jefe no traiciona en sentido estric. to: sigue a sus tropas. En Ia manana del 11 de septiembre se pone en marcha el plan "Yakarta". La situacion esta madura; Ia triigica payasada de un supuesto plan "z" evocado por los putschistas, que preveria Ia liqliidacion fiBica de'la oposicion civil y militar, no eS mas que una burda justificacion a poste. riori, rapidamente abandonada. No habra guerra civil. "El fascismo si pasara", y con el, el terror blanco.

EI golpe de Estado mas largo y la militarizacion del Uruguay

El parentesis electoral y Ia tregua aceptada en esa oca. sion por los 'fupamaros han hecho olvidar una decision tornada por Pacheco Areco en septiembre de 1971, que tenctra graves consecuencias. A partir de entonces, las fuerzas armadas asumen Ia responsabilidad de las actividades subversivas. Teniendo en cuenta el entrenamiento antiguerrillero que realizan to-. dOB los ejercitos del <eontinente desde 1962, bajo la egida de Estados Unidos se puede suponer que su forma de accion es mas vigorosa que Ia de los cuerpos policiales. Tanto mas, considerando que el ejercito uruguayo es uno de los mas influenciados por Estados Unidos en America del Sud. No solo que depende de los equipos norteamericanos por falta de una industria militar propia, sino que el nUmero de mi. Iitares uruguayos entrenados en Estados Unidos es muy suo perior, en cifras relativas, al de sus vecinos (mil· setecientos

278

En tales circunstancias, el Parlamento se apresura a ins­taurar el "estado de guerra interno" y una "Ley de orden pu­blico" que limita las libertades civiles a Ia vez que amplia Ia esfe­rn de accion militar. Las fuerzas de seguridad se lanzan a una ·ofensiva mortffera. Son muertos, entre otras, ocho rnilitantes del Partido Comunista, organizacion que jamas habia manifesta­do simpatia por los metodos "aventureristas" de los "robin hood" uruguayos. Lo mas importante es que los Tupamaros subestiman Ia fuerza del adversario. La intensificacion de las operaciones represivas, desembarazadas ya de cualquier traba jurfdica 0 constitucional, rinde sus frutos. EI pais es cuadricuJa­do y rastrillado. La capital esta en pie de guerra. EI ejercito "aterroriza" a los terroristas, que pasan a la defensiva. Sus jefes, escondites y arsenales caen uno tras otro. Para septiembre de ·1972, el MLN esta practicamente desmantelado. La estra­tegia antiguerrillera basada en ]a procura de informacion por cualquier medio demuestra su temible eficacia. Las mas irre­prochables autoridades morales del pais y el mundo denuncian vanamente la crueldad del trato a los prisioneros; los militares no se conmueven: realizan su trabajo tal como les han ensenado ahacerlo.

Pero Ia agonia de los Tupamaros, lejos de nevar a los militares a alejarse de la escena poli tica, acrecienta sus preten­siones. La creciente indisciplina del ejercito reduce dia a dia Ia ya precaria autoridad del Presidente ... que parece incapaz de resistir las vicisitudes y responsabilidades de Ia guerra revo­lucionaria. Al otorgar a las "fuerzas conjuntas" carta blanca para liquidar Ja sedicion por todos los medios, el senor Borda-

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berry asume un riesgo que a la postre Ie resultara fatal. Los mill· tares uruguayos, convencidos de que estan defendiendo el in· teres nacional, no se acomodan a las practicas democratica~ " aun cuando elIas se limitan al unico derecho de crftica parla· mentaria. Los comunicados oficiales del ejercito tachan a las mociones parlamentarias contra los excesos militares de compli· Cidad con la subversion.

La prueba de fuerza con el ejecutivo se inicia en julio de 1972. El ejercito se rebela contra el nombramiento de un nuevo ministro de Defensa, plantea sus condiciones y da a conocer " su programa. Los comunicados militares, que briiIan por su am· bigiiedad, reflejan la existencia de corrientes contrapuestas en el seno de las fuerzas armadas. En todo caso, permiten neutra· lizar a la oposicion polftica y sindical que, lejos de defender , las instituciones, senala al senor Bordaberry como el enemigo principal. Se postula la existencia de una corriente progresista "peruanista" en Ias fuerzas armadas uruguayas. Esta hipotesiB gana fuerza en agosto de 1972, cuando un grupo de oficiales de marina,. reunidos en el Centro Naval, denuncian la' corrup­cion y la especulacion como otras tantas formas de subversion. En septiembre, 'habiendo ganado la bataJla de la guerrilla, al· gunos oficiales -aconsejados, se dice, por sus vfctimas, los Tupamaros detenidos--'6 la emprenden contra la "delicuen· cia economica". Arrestan a varias decenas de personas vincn· ladas a los medios financieros y se niegan a ponerlas en libertad a pesar de las ordenes del Presidente: entre las vfctimas de las medidas "purificadoras» se encuentran polfticos pertenecien· tes a la mayorfa oficialista. Por otra parte, los comunicados 4 y 7 del ejercito, aunque ponen el enfasis enla seguridad, el peligro marxista y el orden publico, proponen una serie de reformas estructurales, inclnidas la distribuci6n de tierras y la participacion obrera en la administraci6n de las empresas,

Los militares buscan estar presentes en todos los sectores de la vida nacional, Por eso, el resultado mas notable de su reben6n es la creaci6n, en febrero de 1973, del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA), queasesorara al presidente "para la realizacion de los objetivos nacionales". Integrado por los comandantes en jefe de las tres armas y cuatro, ministros, el Consejo es presidido por el jefe del Estado Mayor Conjunto

56 Fasano Mertens, ob. cit, pigs. 150-151.

280

, ueda institucionalizado el poder I?'!litar, (ESMACC): Asl q ltd I Presidente, los mllitares

Tras lmpone~ su vo ~ ,a. a ara lanzar la of ens iva contra aprovechan la creclente OP?SICI~)ll p ue sobrestima la corrien­el Parlamento, Mientras ~ lZqUle~~'t.r~s el ejercito multiplica te progresista, b~sca aUa.~as ml las cimaras, Finalmente, el sus plante os antidemocr~ cos ,a bioI e de Estado culmina 27 de junio de 1973, el mtermma e g P ., de un Consejo con la disolucion de las Cama:

bas ~ laescr~c~uelven tambien

E tad e asume sus atn UClon . bI de s 0 qu tal B daberry se declara responsa e los consejos departamen ~. o~ militar tendra su fachada dl' la medida de fuerza, or en 'vii 57 1 'li CI • • d' ales se dividen en tomo a ana -

Las organizaciones sm IC , I 'litares La Convencion 'sis de la orientacio,:, Y el papel de ~~ ~ direcci6n eS mayorita· Nacional de TrabaJadores (CNT), y d 1973 que los

ista h bia dec1arado en marzo e rlamente comun , a , arte a su programa, pero comunicados 4 y 7 corresfondlan e~ tontra el golpe de Estado. lanza un llamado a la h.ue ga ~enera barca practicamente todo el El movimiento dur~ qUlnce dl~ Y a araliza Los lugares de tra· sector publico y pnvado. El palS s~ l:s cU ~ combatividad sor­bajo son ocupados por los hU~ s 'EI ~oder "civil-militar", , prende al gobiemo Y a los me. ociar pero luego decreta como se llama entonces, acepta n~esta a los dirigentes. La la disolucion de la centrallobr~a Y tos de despido de los huel· huelga prosigue a p,:s:u de ~s 0 e~~~do el movimiento empie­guistas del sector pu co. er a oria ponerle fin, a, falta za a decaer, la CN~ .resuelve Ptr< tm ios partidos de izquierda, de perspectivas pohtIC";s. E;p e ec ?'ta y la dirigencia sindical principalmente el partIdo Con;t~~ tre los militares. Espera­han aguardado en vano una esclSlo~~,: "oficiales progresistas", ban al menos lograr un acutraerd~Oexpectativas de la izquie~a, cosa que no sucede. Con.. 0 de todo el eJer­el golpe de Estado,preven~vo tien: ;~;;O!n duda su unidad. cito; ningU':' ~~cho se. pr~ ~ce e;;n mito, una cortina de humo,

r La tendencra. peruan:~:t oposicion? 'Se habla del arresto (:: un mero ardld para VI esistas 0 adversarios del golpe f, de oficiales presunt~ente pro? Alvarez ni el coronel Trabal, ;, de Estado. Pero m el genera . l' • • las resoluciones en el arUcu-

S? Vwe el an3lisis detallad~ ~e los acont~~e=:sronnations institutionnelles de 10 de Flan~ois Lenin y CriS~~a TO:;';:~erique /anne (no 49, noviembre 1978),

,~ I'Uruguay (1973-1978)", Pro me' pags., 9·57.

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T considerados representantes de la intangible ala "peruana",I I. Sin embargo, no. cabe duda del antimarxism:o del nuevo regi­son marginados del Estado Mayor. El desarrollo de los aconte·, men. Con la excusa de la tutela que ejercian los' "dirigentes c~ientos permite concluir.9u~, durante todo.ese periodo, las I. marxistas" sobre los siud.ica~os, pnlcticamente se anula el dere­difereuclas en el sene del ejerclto resultaron factores de segun· if c~o. de . huelga, y los smdicatos quedan bajo el control del do orden en relacion a los de unidad. .~ MimsterlO de Trabajo, que supervisa todos sus actos.

En ese extrano pais que es el Uruguay, as! como hubo '~., . En 1976, este regimen ilegitimo, que no. osa aparecer como "guerrilleros respetuosos", hay militares pacientes y discret~s . dlCtadura militar y dice respetar la Constitucion republicana que llevan a cabo su accion politica contra el regimen democra· ,.. y sus componentes tradicionales, los partidos Blanco y Colora­tieo con deliberada lentitud. ;, Tactica destinada a evitar el cho· l. do, se encuentra arrinc.onado. ;,Habra que convocar a eleceio­que frontal con los seetores perjudicados de una sociedad . neB, puesto que vence el plazo constitucional de cinco anos? com!,leja y de arraiga~ trad.icion liberal? i,Necesidad de aIlanar Consultado> ~l presidente Borda~erry responde que no. Apli­prevJamente los conflictos mternos y actuar de acuerdo a Ia cando la 10glCa de la "soberama militar" hasta sus Ultimas relacion de fuerzas? Sea como fuere, 10 que se instaura es un. consecuencias, propone en un memorandum, hecho publico tiem­regimen mixto bajo la presidencia complaciente del senor fu po despues, la supresion del sistema partidista y la instauracion Bordaberry, quien proporciona a los militares putschistas suO de un_ Estado autoritario sustentado sobre las fuerzas armadas. legitimidad democratica de presidente electo. Pero el Consejo ,. El ~enor Bordaberry es destituido el 12 de junio de 1976 de Estado de veinticinco miembros civiles, que 10 asesora en " debldo a sus desacuerdos Con la politica agraria preconizad~ materia legislativa, debe elaborar un proyecto de reforma cons'j! par el Estado Mayor (que favorece a los pequenos producto. titucional. El pais entra en una .etapa de "institucionalizaci6ri',:!. res). ;,Nuevo ardid militar? EI Presidente "cae por la derecha", del proceso revolucionario", segUn dicen los textos oficiales.,:.,. el ~sta~o Mayor,lo acusa de p:oponer una Constitucion con. Lo cual significa en la prlictica que los militares se insertan1:· trarJa a. I,,:, mas caras tradiClones democniticas del pais". masivamente en la administracion estatal, donde reemplazan·!· Par co,!slgtUente, se aguarda una "liberalizacion", a la cual o "duplican" las funciones de los empleados civiles. Los oficJa.{; se habna opuesto el Pre~idente. En realidad, se trata tan solo les dirigen las empresas nacionalizadas, ocupan las secretarlasi\. de doblar .el cabo de novlembre ~e 1976, cuando deblan reali. generales de todos los ministerios y Ia subdireccion 0 vicepresi.!.. z:rrse elecclOnes ~ene:,:,les, prometlendo a la vez respetar 10 esen­dencia de todos los consejos recnicos y administrativos. Se los i cia! de la ConstltuclOn y convocar a Ia consulta electoral en encuentra tambien en cargos diplomaticos y en todas las delega. . breve. pla~o. Algunos observadores vinculan esas tretas juridico. ciones al extranjero. El senor Bordaberry, cuyas decisione!.·· ~O?stltuClOnal~~ con el asesi?ato, en Buenos Aires, de Z. Miche­son supervisadas de hecho por el Estado Mayor, los asocia aJ .. lim y . H. Gu.ti~rrez RlUZ, h?eres de los sectores duros de los su politica economica al otorgarles puestos en el ConsejoJ'. ~arhd?s tt:adlClOnales. El senor Bordaberry ha perdido la pre­Economico Social creado en junio de 1974. ..1. sldencla, S1 no el poder, pero los militares respetaran su "pro.

La militarizacion del Estado viene acompafiada de la des·r grama". Ya en 1974 el presidente depuesto habia declarado: truccion de las oiganizaciones representativas. Los partidos\i· "No podra haber elecciones generales en tanto el marxismo politicos de izquierda contrarios al golpe de Estado son pro&t·, y los politicos profesionales sigan actuando en nuestro pais. "'8 criptos, sus dirigentes arrestados y su prensa prohibida. Se(, A pesar del nuevo "golpe de Estado", los militares no suprime la libertad de prensa, las p!-,blieaciones contraventoras. ,. ~bando?an la ficcion del poder civil. El senor Alberto Demiche­son cerradas por decreto. Tambien en esto se procede con len·, .. 11, presldente del Consejo de Estado, de ochenta y un anos de titud: aunque numerosos dirigentes comunistas ·se encuentrau':, edad, asume la presidencia provisional ala espera de la creacion en la carcel desde 1973, el partido empieza a ser perseguldo,' de los mecanismos institucionales que perrnitan la designacion sistematicamente a partir de 1975, 10 cual pareceria demostrar, de un nuevo presidente por cinco anos. Con ese fin las fuerzas que la estrategia basada en la existencia de contradiCcionesJ intemas en las fuerzas armadas no carecia de fUlldamento .. . ~ ... " ... Entrevista en el semanario brasilefio Vein., 30 diciembre 1974.

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armadas pro~ulgan una serie de "actos institucionales" destina.,· dos a ~eformar Ia Constitucion. Aparecen ocho actos en un anD. ,. Unos mstrumentan el plan politico de las fuerzas armadas .. Otros co~iguran un nuevo, tipo de Estado, acorde con un pr; y~to naclOnal que rompe por completo con el "modelo ba. tlhsta."59 del Estado ~rovidencial. La legitimidad de ese poder constJtuyente es esencrnhuente militar.6"

De ac.uerdo con el acto III, el poder ejecutivo es ejercido por el PresIdent~ de Ia Republica, "que acrua con el 0 los mirus. tros c.orrespo~d~ente~\ el 90nsejo Nacional de Seguridad y el Con~eJo de MmlS~:os (art~culo 1). EI poder ejecutivo es com .• partIdo por los mIlitares, mlentras que ellegislativo por imperio· del acto I~, queda sometido por entero a las fuerz~ armadas.":'

En virtud de los aetos I y IV, el poder militar formaJiza' Ia si~acion inconstitucional creada por el golpe de Estado. it ~I p~ero constata "Ia incompatibiJidad de Ia paz social con el libra Jueg~ de los partidos politicos" para suspender las eleecio- S. ; nes .I?or tiempo indeterminado. EI acto IV depura al plante! ~ polItIC? uru~yo en vista de las futuras elecciones: excluye f; de Ia VIda 1?0htlC;:a, por un periodo de quince anos, a los eandi. c. datos presIdenemles y vicepresidenciales de Jas dos rutimas ' eleccion~s, los titulares y suplentes de las camaras Iegislativas, los candIda~os parlamentarios de los pa,rtidos declarados ilega.;i Ies y los mlembros de los comites dirigentes de todos los par. tidos'" Asi, alrededor de quince mil ciudadanos se Yen privados de sus derechos.

EI acto VIII anula la inmovilidad y estabiJidad de los em. ple~dos publicos, considerada una "situacion irritante de privi. IegIo". EI poder ejecutivo adquiere el derecho de despedir a

59 Nombre del presidente reformista colorado Jose Batlle y Ordonez, fundador del Uruguay moderno. .

60 Segtin el acto II. articulo 7: "La preservacion de la seguridad nacional es de corn-" petencia y responsabilidad directa de las fuerzas annadas a traves de los organos establecidos pOI la ley" (Diorio Otcin! de kl RepUblica Orienl111 del Uruguay. Doell­mentos. 28 junio 1978, pag. 3).

61 Po~ este· acto S8 crea un Consejo Nacional integrado por los 25 miembros del Conse~o de Estado y por la junta de generales, compuesta de 21 oficiales. El nuevo COn8ejO aP.I?:ba por ~ayona de dos tercios, 10 cua! otorga. a los militares pader de veto. Su IlllSlon es deSIgIlar el presidente de ]a Republica.

62 Actas i1J8titucionales, suplemento de El So/dado (sID, pag. 31.

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los funcionarios por razones Iaborales 0 politicas. El acto VIII suprime Ia autonomfa del poder judicial, sometiendolo directa· mente al ejecutivo. Asf queda instaurado el nuevo Estado,,3

Durante cinco anos, a partir de 1976, el poder ejecutivo "pluralista" es presidido por un abogado de setenta y dos anos, el senor Aparicio Mendez, quien a partir de su desigImcion se destaca por una serie de declaraciones sorprendentes, que obligan a los miJitares a'limitar sus apariciones publicas. En sus peroratas antiliberales, dignas de Ia extrema derecha europea de los anos treinta, e1 "presidente" denuncia a Francia y al Partido Democrata de Estados Unidos como "aliados de la sedicion", 10 cual no ayuda a mejorar Ia imagen del regimen en el exterior.

EI Consejo de Ministros, con excepcion de Ia cartera de Interior, tambien es civil, pero los militares estan en todas partes. En verdad que Ia bipei:trofia de las fuerzas militares €S

anterior a la era miJitar, pero el presupuesto de defensa se duplica con creces entre 1968 y 1973. En este rutimo ano, los ministerios del Interior y la Defensa absorben mas de Ia cuarta part", del presupuesto. Se ha dicho que en 1980 las fuerzas del orden contaban con alrededor de cien mil efectivos, mientras que en 1970 habia unos veinte mil policias y menos de veinte mil militares'" Aunque la Iucha antiguerrillera no requiere gastos militares similares a los de 1972.1973! el pre­supuesto militar no se reduce. Llegara a absorber el cmcuenta por ciento de los gastos del Estado. .

La ficcion de Ia "Iucha contra Ia sedicion" desempena una funcion poHtica central en el nuevo regimen. Los omnipresentes militares no se Iimitan a rastriIlar el pais y vigilar a los ciuda· danos. En su afan de destrnir los "aparatos ideologicos" de Ia subversion, el terror no per dona Ia vida privada. El arresto de opositores no conoce llmites. Las fuerzas del orden persiguen a los contestatarios incluso hasta Argentina y Brasil.65 La tortu·

63 En los considerandos del acto II se dice que gracias a "}a accion coherente y sis­tematiCa de las fuerzas armadas'. el pader ejecutivo es «la espina dorsal de In organi­zacion politica nacional" (Diario Ojicial, cit., pag. 2).

6" Vease el informe anonimo pero a todas luces de origen militar publicado por la revista mexicana Cuadernos del Tercer Mundo (enero 1978). "Uruguay. la vida co­timana··. Las cifras oficiaIes, reproducidas en el Military Balance de Londres,. son mucho mas redllcidas.

6S El secllestro de dos refllgiados en Porto Alegre (Rio Grande do SuI) por la policia

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if ra se vuelve practica administrativa corriente. Aunque hay I "desaparecidos", este regimen militar mata menos que otros.'t' Pero I,OS cinco mil presos politicos, quince mil ciudadanos; en Iibertad vigilada y alrededor de sesenta mil personas que ' , han pasado por, las carceles son el testimonio fiel del buen Ii' funcionamiento de la maquina del terror, que para muchos ' , se habrfa convertido en un fin en sf misma. ',:

La nueva politica educacional es puesta aI servicio de la "civi. lizacionoccidental" y el "orden natural". La mayorfa de los nuevos cargos docentes son· ocupados por esposas y parientes de militares. As! se comprende que eI nnevo decano de la Fa. cultad de Agronomia haya podido decir que "es necesario suprimir la investigacion porque menoscaba la ensenanza".

LOgicamente, la politica cultural de tierra arrasada se extiende a las pUblicaciones y la creacion artistica. En la actua. lidad, eJ pais de Rodo, Varela y el semanario Marcha es un paramo cultural. Como Ie decia el dirigente blanco exiliado Ferreira Aldunate a nn periodista, la supresion de las Iibertades desnaturaliza al pais y pone en peligro su misma existencia, porque el Uruguay, "encerrado entre dos gigantes [ ... J era un clima espiritual, un conjunto de valores aceptados, un sistema polftico".<7 Pero al destruir esa sutil esencia nacionai, i,acaso los militares no smen a los intereses de aquellos que desean transfonnar al pais en un mero espacio economico?

Esta tiranla siniestra posee sus rasgos surreaJistas. A los i 'discursos calamitosos del "Presidente", se debe agregar el res· " cate que se pide por ciertos prisioneros, los gastos de alojamiento, ~,', que se cobran a los presos politicos, el vino envenenado enviado I a un oponente conservador, por no mencionar el pillaje autori· 1! zado de los domicilios de los "subversivos". La expresion '~ejercito de ocupacion" parece eXacta, y las cosas suceden como si se tratara de mantener las carceJes colmadas. Los es· pecialistas de la represion arrestan a sus conciudadanos simple­mente porque hay lugar en los centros de detencion. Los archi· vo del ESMACO, repletos tras cincuenta anos de democracia . y discusion a ]a luz del dia, y la delacion fomentada oficialmente I' permiten ampllar constantemente el cfrculo de los sospechosos. ~ Todo grupo 0 asociacion 10 es por naturaleza. La represion se 'I' Del estado de guerra al E tad ''"tar . vuelve retroactiva: iEn 1980 se arresto a periodistas por notas'. s 0 mm en Chlle escritas en 1968! En nombre de la seguridad nacional, reina 1a: inseguridad generaJizadac El Estado guarnicion reemplaza ali' El golpe de Estado chil • Estado Providencia. h violencia. Este movimient eno provoco s,?rpre~ por su extrema

Se redobla la vigilancia en'los lugares de trabajo y ense- it] civil, en nada se parec·5>contrarrevo!UcIOnarl?,.casiuna guerra nanza, para evitar cualquier reunion. Los servicios publicos se ".' crisis ministeriales de laI~; ~sos. 6~tschs pacIfIc os, como las vuelvl'n cuarteles. El sistema educativo, orgullo del Uruguay, , de la historia contempo' e~u ca fran~esa, caracterfsticos es ya coto de caza deles militares. Es verdad que la Universi· " No se trata tan solo de J rll;llea e. otr?S pa~s~s del continente. dad habfa sido un ba.stion de la izquierda y que los sindicatos t chilenos. No hicieron laa m:;;enenCla poiItlCa de los militares docentes se habfan opuesto vigorosamente al nuevo orden,! haeer otra cosa y se los ~b' a solamente porque no. sablan Un coronel preside el Consejo de Investigacion Cientifica y 11 sangriento de las operacion I~ eddu~~do para ello .. EI caracter otro, el de la ensenal1za secundaria (CONAE). La universidad if: del Estado Mayor sedicio es 0 E e ec~o a numeroso~ lffiperativos es depurada y sus centros maS prestigiosos desmantelados. Para· h miedo de los poseedores SOj i ,~~ de clase atlzado por el radojicamente, obligados por los militares' a finnar una "pro fe, jJ a una intentona de izquie y da as~, s .acerc~ de un "plan Z" sion . de fe democratica", mas de la mitad de los profesores d: r en a marma aJimentaron )a fero. de la ensefianza superior son destituidos 0 se van al exiJio.66 ii, --- , .. . . . 'I~" en el expediente elaborado 1 OIP 1 uruguaya revelo, graCIas a la hbertad de prensa reClentemente adqUlnda en Brasil" " de la UNESCO P I por a- y aFISRypresentadoalaAsamble Ge al <l:ue tales PI~ticaS .er~ corrientes ep ~os ante~~ores: Con ,e~·cambio de clima ~ol~:,~:" Science, Cultur • C::::s, oc~ub:e 197.8: Untguay (~9!3-1978). Notes on E;uca~e;n tlea en Brasilia, el mCldente provoco elerta tension dlplomatica entre ambos palSes. ~: e, mumcatlon (numeogr.), 62 pagmas. . . Veja, 29 noviembre 1978, eIstoe, misroa fec1la ~,,~' n Vease 1 tr.

l,1 a en eVlsta concedida por 1 - w· i' L'eMollde 7 . e senor ilson Ferreua AIdunate J.P Cl 66 Existe un informe muy completo de los cambios provocados y la poHtica aplicada" Z,o • septiembr~ 1978. . ere,

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cidad de las operaciones de "Jimpieza" realiZadas en los ):larrios de emergencia y fabricas. Pero 10 cierlo es que los milltares aguardaban una vigorosa resistencia civil que no se produjo. A fuerza de escucbar a la iZquierda "revolucionaria" denunciar el "lega1ismo" y la "democracia formal", apeJando con todas j

sus fuerzas al inevitable enfrentamiento con el Estado burgues, ; de ver desfilar los simulacros de organizaciones pararnilitares ' de iZquierda que se jactaban del invencible dispositivo defen· .'. sivo del pueblo unido, los generales facciosos simulan creer en el armamento obrero y resuelven golpear con vigor y celeridad. , . Aunque Allende hubiera repartido las armas, ~que autodefensa· " obrera hubiera podido resistir a los obuses, blindados y aviones?,; Pero tras estos pretextos subyacen razones politicas y operativas. ~

Antes de extenderse a los civiles, el terror golpea a los " propios militares. Se trata ante todo de impresionar a los cons­criptos y tambien a esa minoria de cuadros legalistas que se niegan a participar en el golpe, dado que durante tres aDos las fuerzas armadas han resistido la influencia de su activistas. Se neutra1iza a los elementos que pudieran atentar contra los " designios de los putschistas. EI grado de brutalidad empleada \. responde al hecho de que Allende habia contado precisamente con la division del ejercito para resistir al putsch.6• Solo la uni· dad milltar podia garantizar el exito de los generales facciosos. No habia lugar para los tibios. Tras las maniobras de intimida· cion contra los suboficiales y marinos legalistas, que preceden al 11 de septiembre, la oposicion milltar queda neutra1izada. ) Se arresta a nurnerosos oficiales: el director general y cinco' ~ generales de carabine~os, el arma mas civil y popular, asi como tres generales de ejercito, dos ahnirantes y unos cincuenta oficiales subaltemos. El general Bachelet, arrestado el 11 de septiembre, muere en la carcel, debido probablemente a los malos tratos. Asi se pone en vereda al cuerpo de ofciales. Se elimina a los elementos dudosos. Ciertos testigos afirman que el regimiento Buin, de Santiago, se niega a participar. La escueJa

. de suboficiales de carabineros se alza contra los putschistas. Los com hates duran tres dias, basta que la aviacion bombardea la escuela. Cuando las radios extranjeras propalan la falsa noticia ·de que el general Prats avanza desde Temuco ala cabeza de·sus

611 Entrevista a J. Garces (13 noviembre 1973). Vease tambien Paui Drake, ab. cit., pags. 330-335., y Alain Joxe. «L'Armee chilienne et les avatars de la transition", ~,ol'

~::emps modemes. juDio 1973, piigs. 2006'2036'.1

unidades legalistas se producen algunas sublevaciones aisladas en cierlos regimie~tos. 69 Se habla de dos mil muerlos entre milltares y carabineros. Si la Junta reconoce doscientas baj~ propias,70 es Jicito pensar que no todas se deben a una resIs· tencia popular rapidamente aplastada .. Y si el ejercito golpea con fuerza e 'instaura el terror, es justamente para impedir cualquier reaccion de la Unidad Popular. Los milltares golpean a la cabeza. Muerto el presidente, los putschistas buscan dejar fuera de combate a los dirigentes de los partidos obreros, a fin de desmovilizar por mucho tiempo a las "clases peligrosas".

A mas largo plazo, las maniobras intimidatorlas, las mono taiias de muertos en las morgues, los fusilados que flotan en el Mapocho el encierro ostensible de los sospechosos en el Estadio Naciona1,' la politica de rehenes, las rastriJladas y los autos de fe provoCan un proceso implacable e irreversible. Los militares buscan eliminar cualquier posibilldad de compromiso. La hora de la democracia cristiana ha pasado. La Junta no ha trabajado a favor de Frei, a pesar de' que este bendice la sublevacion. La sangre derramada levanta la hipoteca de la restauracion de la derecha civilizada. Lo adver~ios,que pensaban que con la eliminacion del gobiemo "marxista" volver'ia la belle epoque, se han equivocado. EI golpe de Estado del 11 de septiembre significa una verdadera ruptura historica, seJlada con la sangre de las vIctimas. Para salvar al pais del "cancer marxista" y "prote· ger la democracia", el ejercito no deja el menor vestigio del "Estado de compromiso" y proclama el estado de sitio, en el cual se adjudica una funcion tutelar. La represion generaliZada y el prolongado terror de Estado demuestran que no se trata de un simple rechazoal regimen precedente y una respuesta "tecnica" al impasse en las re1aciones ejecutivo/parlamento, como creian algunos. Los milltares asurnen el control total del Estado, aun respetando formahnente a los poderes que no "cedieron" a" los "abusos" de ]a Unidad Popular, como la judicatura y la Controloria General de la Republica,71 y a pesar

69 New York D"mes, 27 septiembre 1973; Latin America Political Report (LandIes), 9 noviembre 1973. Le Monde, 15 septiembre 1973; Le Nouvel Observateur 1 y 8 actubIe 1973. y entrevista a Joan Garces, 13 noviembre 1973.

10 Entrevista al general Pinochet, Le Monde. 15 marzo 1974. -

" La Contraloria, institucion mitad Consejo de Estado y mitad Tribunal de Cuentas, hostigo a Allende constantemen teo

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de que Ia Constitucion de 1925, violada en un todo por los generales, sigue vigente hasta el referendum de septiembre de 1980.

La Junta, integrada por los comandantes de las tres armas y carabineros, se atribuye todos los poderes, incJuso el de re­formar Ia Constitucion. La definicion oficial que hacen los militares de sus funciones no admite limitaciones. El decreta­ley nro. 1 de Ia Junta precisa: "La fuerza publica, integrada constitucionalmente [sic] por el ejercito, la marina, Ia fuerza aerea y carabineros, representa la organizacion de la que se ha dotado el Estado para salvaguarda y defensa de su integridad fisica y moral y su identidad historico-cultural" _ Por consiguien­te, a partir de ahora, el ejercito no es una rama de Ia adminis­tracion publica sino, por el contrario, el Estado es una mera prolongacion del ejercito. Y el regimen cuartelero que se ins­taura impone el orden cerrado.

La represion salvaje -las redadas en el Estadio de San­tiago y las ejecuciones sumarias- se institucionaliza gradual-' mente. Segun los calculos, las operaciones de extirpacion de ·la "lepra roja" del primer ano provocaron unas treinta mil a cincuenta mil victimas, mientras que noventa mil chilenos (sobre una poblacion de nueve millones) fueron arrestados. A partir de 1974, la DINA, polida politica dependiente direc­tamente del ejecutivo, centraliza las operaciones que hasta entonces hablan quedado libradas al celo de los cuerpos de de ejercito y los jefes de unidad. La Direccion Nacional de Inteligencia es rebautizada Central Nacional de Informacion en agosto de 1977, tras el asesinato, en Nueva York, de Orlando Letelier, ex ministro de Ia Unidad Popular, por agentes de la DINA. EI nombre cambia, los metodos no, aunque a partir de 1978 la residencia forzada y la deportacion tienden a reem­plazar a la "desaparicion". El cambio de nombre de Ia DINA y una muy limitada ley de amnistia, impuesta por Ia presion internacional y sobre todo de Estados Unidos, no modifican el clima politico ni, menos aun, Ia naturaleza del regimen. Por el contrario, en 1977, los partidos que hablan escapado a las leyes que golpearon a las fuerza politicas de izquierda que­dan disueltos. EI objetivo principal de ]a medida es amordazar a Ia democracia cristiana, sospechosa de haber tomado sus distancias del regimen. Los eufemismos ("estado de emergen­cia" en lugar de "estado de sitio", "restriccion de desplazamien~ tos nocturnos" en lugar de "toque de queda", "transferencia"

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1.", por "deportacion") buscan mejorar en el exterior la imagen sumamente deteriorada de un regimen marginado del concierto

t de las naciones_ 72

, , Porque este regimen contrarrevolucionario, creado para

,

,1, proteger a Ia "democracia" e incluso los "derechos humanos" il contra el "totalitarismo marxista ", parte del principio de que : el pais estii en guerra. La "agresion extranjera" fue derrotada !, en septiembre de 1973, pero subsiste la amenaza de la "subver­~l sion Iatente" y las "ideologias extranjeras". La "civilizacion " occidental y cristiana" debe dotarse de los medios institucio-

nales para su defensa. Es por eso que los militares conservan el poder en Chile, donde el colectivismo ha pervertido profun­damente los espiritus. A partir de 1973, a excepcion de las economicas, todas las carteras ministeriales estan en manos

" de oficiales superiores de las cuatro armas. Los gobernadores ';; regionales y Ia mayoria de los intendentes comunales tambien

"

," SOn militares. La policia de las ideas y el control de la actividad " intelectual no escapan a las fuerzas armadas. Los rectores y j, administradores militares se encargan de expurgar el cuerpo t docente yeliminar las disciplinas crfticas de las universidades.

La historia y Ia geograffa pasan por el cedazo del nuevo regimen: la geopoH tica, materia en Ia cual el general Pinochet es un "experto" ,73 se vuelve una discipJina por derecho propio y la historia chilena se detiene en los umbrales del siglo xx .

La criminalizacion de todo disenso social permite afirmar que Chile se ha convertido en "una Casa correccional para de!incuentes politicos". Este Estado autoritario, con sus pre­tensiones de cruzada antidemocratica, carece, empero, de un fundamento ideologico capaz de sustentar un consenso 0

movilizar a los ciudadanos. Cierto que se elabora una "doctrina de la seguridad nacional" y que en 1974 se crea una Academia de Seguridad Nacional, donde los oficiales reciben instruccion de parte de profesores civiles provenientes de la derecha demo­cristiana, el Partido Nacional y el grupo fascitizante Patria y Libertad. Pero la "doctrina" tiene por (mico objetivo Ia unifica-

71 En diciembre 1977, la Asamblea General. de la ONU condena a Chile por violacio-­nes a los derechos humallos. En 1978, el general Pinochet convoca a Un plebiscito donde los electores deben elegir entre el apoyo a Sll persona y la aprobacion de la resolucion de la GNU.

73 A'ugusto Pinochet. Geopolitica. Santiago, 1968.

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cion de las filas militares,' fundamentar estrategicamente y a . Revolucion capitalista y "nuevo autoritarismo" posteriori la intervencion politica del ejercito y evitar los estados deliberativos en los cuarteles. Porque, pari!- llevar a cabo la redencion politica anunciada, la Junta no necesita convencer La contrarrevolucion chilena tiene tam bien un P!oy~to. y atraer a ·Ios ciudadanos, por el contrario, busca despolitizar j Sorprendidos por BU propia audacia y ansiosos. por ]ustiflCar e individualizar a consumidores y productores. ' la magnitud de Ia violencia emplea?a, a los m~~tares no le,~

A pesar de las frecuentes crfticas de los dirigentes de insti· i' "" basta restaurar el capitalismo, expohado por los ~o~ensales tuciones representativas,el orden militar sf tiene un proyecto P de la fiesta socialista. La adopcion y puesta en practIca d~ las economico y sociaL La reorganizacion de la sociedad y ]a i C orientaciones hiperliberales inspiradas en la escuela de M!lt~m reestructuracion capitalista deben permitir la instauracion de' Friedman con su deificacion del mercado, obedecen a una 10gIca una democracia protegida de todo riesgo, "capaz de enfrentar i' en gran n:.edida militar., Lll: hipotes~~onspiracion, segUn Ia ~ual al adversario que destruyo la soberanfa del Estado". 74 De esa: el ejercito chileno habna SId? condiClO~ad? por Estados. U~ldos manera, Ia obsesion antimarxista se acomoda a las preocupacia-: para la defensa del liberalISmo econOmICO y ~l capltahsmo nes ideologicas de sus aliil-dos civiles. Se sofoca Ia politica para ,c,. multinacional, no resulta convincente. En realidad, Estados liberar Ia economia. La segIITidad nacional coincide con las Unidos no exigia tanto en 1973, pero los generales facclO~oS leyes del capitalismo y Ia nueva division internacional del "decidieron aplicar una politica inversa a la de sus adversarlos trabajo. La (mica libertad verdadera es la libre empresa. Ese en materia economica, para justificar su poder y responder a es el sentido de Ia sorprendente declaracion del general Pina- las expectativas de sus aliados civiles. As! como. golpearon chet en septiembre de 1977, de que Ia "suspension de ciertos dere- fuerte en el terreno de la represion politica, aplicaron una chos humanos en Chile en realidad protege y garantiza los de- politica de shock en materia economica. EI mod.elo de los rechos humanos".75 Nadie 10 ha expresado con mayor clari· Chicago boys, al restablecer las leyes, "natural~s". vlOladas por dad que Arturo Fontaine, el editorialista de El Mercurio: "La los "totalitarios", Ie inIpusieron al pals los sufrimIentos reden-libertad y los derechos individuales existen en razon inversa tores a la medida de las bienaventuranzas pasadas. EI elevado a Ia presencia del Estado en Ia vida social. Cuanto mil-Y0r es el ;, costo social del programa se inscribe politica y moralmente en estatismo reinante en una sociedad, menos efectiva es la liber- el haber. Por otra parte, la mercantilizacion g~n?ralizada. y I:' tad, por amplio que sea el ejercicio de los derechos c1vicos. .. " desestatizacion de numerosas instituciones Y actiVldades lilrlVatl­EI estatismo lesiona los derechos esenciales de la persona \ han las reivi~dicacio~e~ soc~l~s, con 1~ cuon s~, pone. fm. a :~ humana y en particular su libertad real. Mas que en el poder . accion,colectlva y, qUlza, poh~~a. Esta. revoluClOn capItalISta , de expresarse a traves de las elecciones, esta radica en el hecho esta desestructuracion del te]ldo social, es la que ?ebe, en de poseer un margen seguro e inviolable para hacer su vida, paIabras del general Pinochet, asegurar "un f?turo 8m ~obre-su trabajo y, en general, tomar sus iniciativas sin interferencias saltos ni temores". EI "dios-mercado" debe extrrpar ~or tIempo extemas" .76 Este elogio chisico de Ia politica del zorro libre en prolongado a los demonios del cole~tivismo. El liberalismo el gallinero libre constituye la base del proyecto transformador salvaje es la garantfa politica de la libe~,ad de e,,-,presa. ~a de los generales chilenos. cirugia militar garantizara la reproducclOn del SIstema sm

74 DisCUISO del general Pinochet, El Mercurio. ediciOn intemacional, 11 junio 1977.

7S Citado por Philippe Grenier, "I.e alili du general Pinochet". Problemes d'Amerique ladne (nO 58, diciembre 1980). pag. 46.

70iJI Mercurio, edicion internacional. 11 agosto 1975.

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necesidad de recurrir nuevamente a la fuerza. . La liberacion de las fuerzas del mercado reqUlere el concur­

so de numerosos facto res, algunos de ellos Coyu~t,!rales. Pero los grandes ejes del modele son ~l, traspaso de actlVldades. esta­tales al sector privado y la supr~slOn de controles, subvenclOnes y protecciones estatales. No solo se rep~lvatIza las eI?presas

~ socializadas bajo Allende- con excepClOn de las .mmas de . cobre nacionalizadas- y se restablece el mercado libre de la

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, propiedad terrate?iente mediante ~a co~n:arreforma agraria, t al ~~ce-quince, por ciento de la ". smo que se pnvatlzan esferas de aCClGll tradiclOnales del Estado, ." .. neficIarios del "programa de PtblaC}?J?-, sm contar a los be­oficialmente a f~l de re?ucir los gasto~ public os. Se hace un , bajo temporario con salarios e;;:; ~o ~'mmo'" que brinOO tra­dogma de la realiOOd y hbertad de preclOs. Se levan tan las ba· ,. La contraccion de los stos . am re a los desocupados. 8o

rreras aduaneras, protectoras de la industria nacional. Las tasas . [ social tiene consecuencf:s sociales del Estado y el bienestar disminuyen del cien al diez por ciento 77 a fin de abrir las puertas Lt" en ciudades y campos 81 a ~avorosas. Se agrava la desnutricion ~ J.a. competencia extranjera y perm~tir una restru~t,!racion de;. espectacular de produdtos ali~ vez. ~ue se pr?~uce un aume~to las mdustnas. Los capltales extran]eros se benefiCIan de las,,' portacion de articulos de COnf~~ti~IOS de IUJo. en 1.97.8',,'a Im­nnsmas prebendas que el nacional. La ley del mercado del . Clento, la de Whisky en u . t I n~ aumenta un dieciselS por trabajo, aplicada mediante la policia sindical, las negociaciones ',~ Can la reduccion de losn CIe~ 0 q?In?e Con nueve por ciento.82

salariales por ~mpresa y la legalizacion del lock out? re~~ablecen.f mente el estado sanitario :~aos ~~b~?",: se ~:Ietenora enorme­la competencIa laboral. De esc modo, la mano mVlSlble del,; dades venereas mcen est po aCIOn. el tifus y las, enferme­mercado imp one la armonia en el espacio economico abierlo ;: de la miseria.83 . ragos aterradores, 10 que refleja el reino del mejor de los capitalismos posibles. it Mas alia de Un costo '. .

, Segiin la Junta, esas medidas ortodoxas y ruOOs han produ·' ni los amos de Santia 0 socIal ante el cu~ m los tecnocratas cid? un .,,;utentico " milagro e~o~omico". Un.o mas. En efectO, ......•. j: ... Japarecen las debiliOOd!s ~:I mue~~an exc~sIV.amente s~nsibles, la mflacIOn se reduce del qmmentos por Clento en 1973 al ' Clones aumentan mas I mo eo economlco. Las lffiporta- ' treinta por ci~nt? e~ 1978. ~ reservas internacionales, cons- !' partir de 1973, la ba~~z~z~ente <;Iue las. exporta~i?~es. ~ tantemente dlSmmmOOs a partrr de 1972, se recomponen en!, constante. El ingreso de .omerc~ art.oJa u~ defICIt caSI 1978. A partir de 1976 se produce una innegable recuperaci6n.· .. f .•. I·. deuda externa cuyo servo ~aPltal~s fm~cleros mcrementa la economica. De 1976 a 1980 la economfa chilena crece a una [ •. ingresos por c~ncepto de lCIO s~ eya mas de la mitad de los tasa del nueve por c~ento anu~. 78 A partir de 1974, las exporla.;:- disminuyen. EI coeficien~x~o . cIon7~' per~ las inve~s.iones ClOnes aume~tan a ntmo .. elatlVamen~e c01!stante. Y el e~pleo '.'.'/ (alrededor del diez por ciento) e 1.n~en:IOn b~Jo I~s p~Ilitares de las ventaJas comparatlvas del palS, aSI como una pnmera f dieciseis porcient . es ill enor aI mvellnstonco, del traJ?-~forma~ion de sus materias primas permiten una ?iversifi)"j tienen que el pais s~ :!,~!Ima?~ente'84 Algunos autores sos­cacIO~ crecICnte y un amnen~o notable de las eXlJOrtacIOnes nos rosidad y el canieter casi ,cap!~lizado. A pesar.de la "gene­tradICIOnales, que pasan del slete con nueve por clento del total ~al capital extranje" rr;-esistIble. de las garantlas ofrecidas en 1970 al treinta por ciento en 1979.79 I ro por as autondades chilenas, segiin -Ia

EI reyes de la moneda no es tan halagador. Para los respon· , sables de la economia chilena, se trata del "costo social inevi':- ~ . table parasacar al pais del caos". EI nivel medio de los salarios' S.Bltar,ob, cit .• pag. 1074.

se reduce en un treinta por ciento de 1974 a 1980. EI desem·· .. EI COIlS d" d pleo se duplica en relacion a 1970: entre 1975 y 1978 afecta 0 en 1978. ~~~ :f.'~egea,p;?ptel~'ti~s per caPitabajo de 53,2 por ciento en 1974 a 43 1

, A 'Z"' 0 I cas economlCas y de Iii Ii .. • ~: nalSlS (Santiago), nO 6 1979 Vease ., ~u, p caClOn de los panes".

. . ,.. " . . .. ..1 trabajador? Los salarios r~e ,.' .. tambl~n: leoma vive nuestro pueblo 77 Sergio Bitar, "Llbertad ecouomlca y dlctadura pohtica. La Junta mllitar chilena Interamericano de Des 11 ~,Mensaje (~all.tiago). septiembre 1977 y Banco (1973-1978)", Comercio Exterior {Mexico, 29 actubre 1979}, pag. 1070. Itington,1978. arro O. 'Ogreso eC01l0mlCO y social en America latina. Was~

. C I Om,'nami sabre todo "Vers 'I;' ,11 Sergio Spoerer. Los desa/ios del tiempo fecundo. Mexico, 1970, pag. 43. . d M·· Lanzarottl y ar as, •

73 Veanse los trabaJos e an?" .. e latine NO 6 verano· 198!}, pag.

unc nouvelle regulation econOlmque . Anrerrqu , ," R. Urz"a, "SaIud, impacto de la recesion y deterioro de sus niveles". Mensaje 42. uullo 1977) y Bitar, ob. cit .• pag. 1076. 79 Qb. cit., pag. 43, Banco Sudameris, Etudes economiques. La situation ecollomiquc du ChilL ParIs, octubre 1980. ,. MOb. cit., pag. 1073.

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Bussiness International Corporation85 Chile recibe menos versiones extranjeras directas entre 1974 y 1979 que diez antes. Se han realizado apenas la quinta parte de las in"enliOlle8 aprobadas, y el noventa por ciento de estas se vuelca al minero. De ninguna manera se confma la tesis de autores, acerca de la relacion directa entre el "estado burQ(:ra, tico totalitario" y la "profundizacion" de la in(imltrJialilza,cion, No solo se importan menos equipos'industriales que bienes consumo, sino que, de acuerdo con la teoria de las ventajas paradas, el pais se desindustrializa. La participacion industria en el producto nacional baja del veinticinco por to en 1972 al veintiuno por ciento 'en 1977, volviendo a la situacion de 1953}' El gobiemo militar se aboca a la tacion de las riquezas naturales, que ocupan un importante en el boom de las exportaciones no tradicionales. Los bO'Sql1e8:' del sur son talados sistematicamente y la madera se nuevo "salario del pais" .87 Chile se encamina asi por la via subdesarrollo. No para. todos, claro esta. La concentracion nomica se acentua fuertemente gracias a la compra de las presas socializadas y las quiebras provocadas por el tr:::~~:~~: de shock. La "extrema riqueza" se concentra en los grupos financieros (Cruzat-Larrafn y Vial)."' As! como del marginamiento politico subyace 1a represion, la conclentra· cion acompaiia al marginamiento economico. Porque el yecto economico liberal hace un buen matrimonio con el pr<)yel~' to de democracia protegida. El debilitamiento de la industria reduce las filas del proletariado y la desestatizacion contrae

del Estado despolitiza las actividades "sensibl~s"; la del seguro social asoCia al individuo al slSte~a

y 10 vuelve mas individualista. Esta revoluclOn global debe conducir a un cambio de mental!~d.89 logica no parece extraiia al regimen seudoclvll del cuya econom!a sigue el camino del subdesarrollo

mayor que la de Chile. Indudablemente, Uruguay es de los poquisimos paises del mund". !lue, estando ~n paz

con sus vecinos, ve disminuir su poblaclOn. A ~na baJa tasa de crecimiento demogrifico (uno con tres por ~~ento). se, une , hec1Io de que el diez por ciento de la poblaclOn effil~o del

entre 1963 y 1975. Doscientos mil uruguayos emlgrar~m la Argentina, otros a distintos pais,es incl~.s0 EW;opa. Grac~as esta sangria sin precedentes, el palS perdio no solo a su e~:e

intelectllal sino tambien a un importante sector de la poblaClon La contraccion y, envejecimiento de la mano de obra

no favorecen el dinamismo economico. Sin embargo, la fuga de cerebros no !'reocupa .~an cosa

los poderes publicos. El senor Vegh Villegas, mlmstro de " Economfa, miembro del Consejo de E~tado y padr~ ?el nuev,? modelo economico, sostiene que el exodo ,benefIcIa, al palS

,porque significa un aumento del in~so ~~lOnal graCiaS a las , remesas de fondos por parte de los exiliados.. ' .

La politica neoliberal de estos monetaristas acernmos, que apuestan todo al comercio exterior, no se p.reocupapo,: la

',salud intelecmal del pais. La politica "friedmamana" del senor Vegh Villegas y sus colaboradores,"' inspirada en la escuela de

el nfunero de empleados publicos: las dOB categorias donde Ia izquierda rec1utaba a sus partidarios. Las "cinco 0 siete moder· ' nizaciones" previstas por el gran timonel Pinochet apuntan .v,,,< .". todo a la privatizacion de la salud, la educacion' y el sistema jubilatorio. Esta mercantilizacion de los servicios publicos ventajas por partida doble, de acuerdo a los reformadores:

~ VI e "OdIe's Radical Experiment" Newsweek, 25 mayo 1981 Y el infonne espe­cial :: Amerique larine, "Chili, un pr~jet de revolution capitalis~e". En ~uanto ~ cambio de mentalidad, vease el suplemento econ6mi~o de Ercll/a, Santiago (n 6 1981) dande se exponen las ventajas de la econOffila de mercado. En cu~ta al sistema de capitalizacion en oposicion al de bienestar social, "R~fonna p~vlslonall: compare su futuro", Ercilla. 26 noviembre ~9.80 y lO~ comentanos de Ja~ler M~rtt­nez en "Chile nuevo: une fois encore'" Amenque /anne (verano 1981), pags. 27 29.

lIS Business in Latin America (30 m~o 1977). cita.do por Carlos Ominami; "Lib6- i ralisation au Chili", Le Monde diplomatique, enero 1981. .:;­

,

85 Seg(tn Bitar, ob. cit., pag. 1073, Y del 27,2 por dento en 1970 at 24porciento seg6n Ominami y Lanzarott~ ob. cit., pag.42.

81 nChile.ficcion. La poIitica en 1982" ;,Que pasa?, 26 abril1979.

BB Vease el excelente Mapa de la extrema riqueza, de F. Dahse, Santiago, 1979.

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!IO El Dia (Montevideo). 27 mayo 1977.

91 Hay un balance de los fundarnentos teoricos de la nueva politic;! economica e.n Jose Manuel Quijano, "Uruguay. balance de un modelo f~edmanian~:', COfHercu! exterior (Mexico). fehrerD, 1978, pags. 173-211. Para una m~_e~retaclon mas poh­tica de 1a relacion entre el regimen militar y el proyecto econoIDlco. ~oba1, ~ puede consultar a Nelson Minello, La militarizacibn del Estado en Amenca latina. Un aruilisis de Uruguay. Mexico, E1 Colegio de Mexico, 1976.

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Chicago, comprende no solo un recorte ~astico d~, los gas~ I cir ~rincipahnente para la demanda externa, el "modelo" del Estado y la apertura de las fronteras, smo tambIen.las co )1 acreclenta la dependencia del pais. La crisis argentina de 1976 centracion de la riqueza en los sectores de mayores. m~esof~' provoco una sensible contraccion de las exportaciones industria-. I" la' d trias "me l' I con el fin de reactivar el aborro, e nnmar s m u . d tr' ; es uruguayas. EI milagro uruguayo no se produjo. EI crimen dentes" 0 de "costo excesiv"." y el fom~nto92de las m us IllS I no siempre paga. nacionales que puedan competrr en el eX~rIor. ,. ,. .

Las' consecuencias sociales de semejante P?l1~lca se expr~· r san en algunas cifras. Segiin el Banco Central, el m?'C~ del salano , real (cien en 1968) baja a sesenta .y nueve e!, Jumo ~e 1977. J i,Habeis dicho fascismo? La desocupacion en Montevideo aSClende del slete por Clento en 1972 al trece por ciento en 1977. El nuevo modelo de establ'

lizacion financiera y economfa abierta reduce e~ merc~do del: lComo definir a estos regimenes autoritarios que, surgidos consumo interno, golpeando duramente ,a las mdUs!u: :e~,i~ e~ el ~no de una democracia estable, se ins!alan mediante la exportadoras, las cua!~s, p".r ?tr~ parte, solo cuentan °d sil' vlOlencla ¥ bus~~ restablecer la supremacla del mercado? ditos caros. Esta POhtica ill sIqUlera p~;do~ a. los gana e~~~ I; " La analo¥,a ~oiItica posee .larga vida. EI pasado reconforta y quienes se quejan anIargamente de la preslOn fIscal. la producclO., penmte VlSualizar e1 porvenrr, a la vez que condiciona las alian-disminuye constantemente. . .',;; . zas que conducen al mismo. No se trata de un problema mera-

Los grandes beneficiarios son los sectores financler:!~;,. mente tenninologico ligado a las tentaciones faciles de la tipo­exportadores. La inflacion y ~ ,Politica de ~l~vada~ tas~ e~. lagia. Por cierto, la ardorosa poiemica que se desarrolla en los interes redul:lda en la alta rentabllidad de la actlVlda? fmancle~:~., medios intele~tu~es de la izquierda latinoamericana tiende a Las industrias exportadoras (carne, c~eros y ~!el~s, tex Ja'? caer en el fetlchismo de las palabras, 'pero no se detiene alii. calzado) reciben ayuda fiscal y bancarla .. Estas pnmas a •. ;; E! decano, el Partido Comunista chii,mo, define al regimen de exportacion", que se llevan una buena .taJada d~l ~resupuesto; Pmochet como fascista. El partido de Corvalan debia caer estatal, permitieron aparentemente un CIerto crecnnlento de.J;ts"." fatahnente en esa definicion deladversario en virtud de su propia exportaciones no tradicionales en 1974-1975. ,P.ero la atrac~lOnr cultura politica. Dejando de lado que Chile no es un pais im­del capital especulativo y la incertidumbre p,?htic~ se ?ombman \, perialista, lacaso la definicion cIasica del Septimo Congreso para mantener al Uruguay en eJ punto l:l'as b!,Jo Ounto con ., de \a Internacional Comunista no Ie calza a la dictadura como Haiti y Guatemala) de la escala de las mverSlOnes. Lo cual,: anillo al dedo? Basta adaptar la formulacion t:icita de "dictadura es un mal augurio para el exito del modelo;, '. abierta y terrorista de los elementos mas reaccionarios, mas

Porque a pesar de la desestructuraclOn global del SIstema: . chovinistas y mas imperialistas del capital financiero" a un pais politico y social al costo que ya ~,?nocemos, urugnaYb no I se l' dependiente y ya sabe uno con quien tiene que verselas y, al convierte en el Hong Kong sudamencano, como 10 desea an 08 ,5' . igual que en 1935, puede visualizar las alianzas mas amplias. monetaristas mas acerrimos. Hasta ~ora, a I?esar de la n;::vat Por otra parte, ~acaso no se trata, Como en las ciasicas division internacional de la produ~CIon, los mversores ex .. n· f. experiencias europeas, de Un regimen contrarrevolucionario jeros en America latina gravitan mela Ic;>s.mercados en e::rpanslOn'Il nacido de la derrota de la claseobrera gracias ala movilizacion Los salarios urugnayos no son 10 suficlentemente bajos como~ de una clase media aterrorizada? Ademas ese autoritarismo para atraer a las industrias d~ montaje, y el pais se h~~ ~m~ "i" p~se~_ una ideologia: la de la seguridad nacio~. 93 Y por ultimo, siado lejos de Estados Umdos _ como para compet 0 d :;. tales dictaduras surgan siempre en el seno de sociedades de maquiladoras de la frontera meXlcana. Por otra parte, al pro u· \.: desarrollo capitalista tardio, donde la burguesfa, al igual que en

l --' . 92 SegUn "Ia revista neoliberal, vocero del senor Vegh Villegas, Busqueda (Montevi-I~4 93 Teotonio dos Santos. "Socialismo y fasclsmo en America latina", Revista mexic(l deo), mayo 1975. na de socia/ogia (enero-marzo 1977). pags. 186-187.

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Alemania e Italia, se muestra debil e incapaz de emprender e! • camino del progreso socia!. Sin embargo, todo esto se aplica escasamente a Chile y en nada a! Uruguay donde el moroS<) golpe de Estado tuvo un caracter mas bien preventivo. Para tomar una distincion cIasica, estos regimenes son, quiza, "ver-" dugocracias"; no Son tota!itarios sino autoritarios, porque care­cen de una ideologia destinada a regimentar a los ciudadanos.

. En Chile, Ia doctrina de Ia seguridad naciona! a! usa militjll aparecio despues del golpe de EstaQ9:'La moViliiiiCion --delis clases medias se detiene con el ascenso de Pinochet, quien no ha creado partido alguno. Estos regimenes sin partido iinieo' ni apar~to de movilizacion no poseen ni aspiran a una base de' masas. No movilizan a los ciudadanos: los despolitizan. No' adoetrinau a los trabajadores: los incitan a volver al sector privado. No los hacen marchar juntos (zusamml'n marchieren) . y conservando el paso, sino que los aislan. Por feroces que sean, " no todas las dictaduras 0 regimenes contrarrevolucionarios son:; fascistas ipso facto. EI fascismo hitleriano 0 mussoliniano:t empleaba una retoriea anticapitalisa, ausente en los ditirambos~ a! mercado sudamericano. EI faseismo es, ante todo, el "disfrazi' popular de Ia contrarrevolucion"; como decia Bertolt Brecht,!,' "pretende proteger a! proletario como el proxeneta protege;' a Ia prostituta". Nada de eso sucede aqui, donde la violencia se',: ejerce sin tapujos. Los militares no se ocultan. . •.

Por consiguiente, este "fascismo dependiente" es depen. i:! diente pero no es fascismo. En cuanto a la formula de un "fas-I' cismo exterior", exportado por Estados Unidos para reducir ;. , a Chile y Uruguay al eBtado de colonias, suena bien pero es insuficiente!' Seria necesario demostrar que los ejercitos, " instrumentos de esta dominacion, son exclusivamente meree- I narios, a las ordenes de un Estado extranjero, 0 naciona!es solo t de nombre. La diatriba se aparta de Ia realidad. En ambos casas, {, Estados Unidos favorecio soluciones "Iimpias" de "del)1()o J; cracias restringidas" y ambas dictaduras demostraron duo ,~ .. rante el gobierno de Carter que eran capaces de enfrenlar *: . ~

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94 :gsta tesis del colonial-fascisrno, formulada por Helgio Jaguaribe para. el caso de t Brasil (Les Temps modernes, octubre 1967, pag. 602) ha conocido ultimamente un ;' nuevo auge. Vease uFascismo y colonialismo en el caso· chileno"~ Chile-America :; (Roma), julio-agosto 1970. pags. 70-80. Para una critica de la misma vease Atitio %1 '

Boron. uBI fascismo como categoria historica: en torno a1 problema de las dictaduras f ,-

, . en caso de necesidad. a la administracion norteam~ncana. nfrentamientos

alid d . luso en CITcunstanctaS Y e . En re a, mc. . rentes corresponden d,cta,

sociales analogos, a. socledad: '~Jes Aunque las condiciones duras contrarrevoluclOnartaS SI t' . I fascismo fuera de su sean parecidas, no se puede repe IT e, s las similitudes entre eontexto europeo de pregu;:::. Ad~:~dO son tan limitadas los dos "fascismos" que. es eso~~na Y uruguaya. En Chile, como diferentes las sOCledad . dad muy "moVilizada,

. d 'litar surge en una SOCle . la di?ta ura Illl . • ,,95 evoluciona hacia un poder umper­Q.olanzada Y politlZada 1 ~·t ediante los cuales el general sona! ratificado en los p e .!scI o.s m tal' or el orden y Pinochet asegura su l?re?mI~en~. ~a r~~~e~~ cierta legiti­un cierto exi~o economlCO e :nde la clase obrera no fue midad sectorial. E~ uru~~~, ales desmentelados, el proceso vencida ni los partldos tra IClon. . rupturas El noviembre de militarizacion se prod~ce caSI sm. .. s ~onvocan a un de 1980 los generales sm rostro, diVldldo , derrotados Este

, . tim poder pero son . referendu?, ~ara le~, .: su nomic os y sin unidad se encuen­regimen sm !Ider, sm ex! s eco . a un caudillo militar 0 tra a Ia deriva, a Ia espera f~~ q~l s:~bramiento del general se produzca el derrmnbe. d m: n agosto de 1981 es, tal vez, Gregorio Alvarez a. la I?;eSI encta.e era hi otesis. el esbozo d~ l~ realizacI': d~ ~ ~~ milit~es no es fundar u?-

El obJetlvo ~~ es." s ~ rimir la politica. Estas repu­n~evo o~en POhtlco dsm~ :t1' autonomia en relacion tanto a blicas milltares gozan e Cle 'ue se benefician con su Estados Unidos c0II?-~ ~ las bur~~u.':'e;; de esos oficiales de instauracion. EI dIDgl~o .esp 'no coyunturalmente con las ejercitos esta~es no comClde SI an Los oficiales uruguayos, politicas neoliberales que propu~ 'todos convencidos, sobre funcionarios uniformados, no ~s. dos de esos negocios jugosos todo en los grados subalternos, a eJa, es 96 de la necesidad de

'-'~ . de sus supenor , que son pa.wuomo ,. "del zar" el Estado. Pruebas privatizar las empresas pub~asl E ~do~e despedir a los funcio­al canto: Ia facul~d otor1a da I ~ gor que desearian los econo­narios no se apliea con

Cl? 0 e sn diraque es una contradiccion

mistas de Ia escuela de llcago. e I l't'cos en un regimen autoritario. Dimimicas

95 Manuel Antonio Garreton., l!~cesos :;:.; l(1973_1980). Santiago, 1980 (mimeogr.). de institucionalizacion y OPOSIClOn en I e pag, 9.

en America latina'" Revista mexicana de sociologfa (abril-junio 1977), pags.481- :,.[ ......• 530. ..

. i

300 •

96 pasola Mertens, ob. cit .. pag. 148.

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secundaria. Pero, como explicar el hecho· de que en Chile las minas de cobre nacionalizadas en 1970 no fueran devueltas a las empresas norteamericanas. Porque los militares se negaron a desnacionalizar ese recurso natural estrategico. Y es tambien por eso que el Estado tiene peso determinante en la economfa ; y que, a pesar de la privatizacion de las empresas nacionalizadas por la Dnidad Popular, los gastos publicos representan el trein· ta por ciento del PBI, contra el veintidos con cinco por ciento en 1960.97 Mas que definir el caracter de esos regfmenes, es necesario determinar las funciones que desempenan los militares en ellos. Constituyen una suerte de hegemonia sustitutiva frente a las crisis que hemos analizado. Un corset para reempla· zar al cuerpo y la carne de una clase dirigente coherente. La protesis militar sustituye a la naturaleza viva de un consenso organizado y eficiente. El Estado·aparato reemplaza al Estado· relacion de fuerzas· sociales. Lo cual no significa que el ejercito esm por encima de las clases 0 que es instrumento de la bur· guesia, sino que puede actuar de acuerdo con las dos modali·· dades, no alternativa sino simultaneamente.

Capitulo 9

La excepci6n y la regIa: Republicas pretorianas y partidos militares

El militarismo como ruptura brutal de un orden constitucional de largo arraigo no debe ocultarnos, empero, la continuidad del poder marcial en otras naciones del <;,ontinente. Lo especffico del militarismo latinoamericano no es el golpe de Estado aislado Y devastador, sino Ia dominacion del Estado por los militares. Esta prolongada hegemonfa militar, que en la mayoria de los casos se remonta a la diicada del treinta, ha hecho del "estado de excepcion" -en relacion con principios constitucionales jamas derogados- la norma de la vida poli tica. Esta tutela militar de medio siglo de existencia se encuentra practicamente institu. cionalizada, hasta el punto que .el "factor militar" se ha vuelto un participante Jegftimo de la vida publica, a medida que el ejercito y el Estado se transformaban al unfsono, en funcion de ese proceso permanente, pero de aeuerdo a modalidades distintas. Los procedimientos y mecanismos politicos que rigen a estas republieas pretorianas no estlin inscriptos en ningUn tratado constitueional. Los ejereitos que han perpetuado asi su participacion constituyen verdaderas fuerza,'l politicas, euyo funcionamiento esta eondieionado por su naturaleza y sus ob­jetivos manifiestos. En ello radica.la singularidad de esms situa. ciones hibrjdas.

La inestabilidad croniea que sufre Bolivia desde hace mas . de medio siglo no siempre ha asegurado Ia tutela corporativa

I, de las fuerzas armadas sobre el sistema polftico. El fraecionalis­. mo, incluso la anarquia militar y el enfrentamiento entre los ~ caUdillos uniformados no favorecen al hegemonismo. Pero la

institucionalizacion, para hacerse sentir, no neeesariamente

9'1 Ban~ Sudameris, ab. cit

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tiene que asumir la modalidad consagrada del "partido de coro. neles" que domina el juego politico y legitima las aspiraeiones corporativas de los militares, como sucede en EI Salvador desde . 1948. Puede suceder que los oficiales no ejerzan el poder de

Ii manera directa, como en Brasil antes de 1964. 0 que entreguen , !

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el poder a los civiles, como ha sucedido en numerosas ocasiones en la ArgentIna 'a partir de 1930.

Institu~ionalizaciOn de hecho del poder militar. Argentina: tutela militar y golpe de Estado permanente

La pre~encia de los acto res militares es una de las constan· ~es reconocldas ,del juego polftico argentino. El poder militar, mstaurado. salv"':jemente e,,!- m~zo de 1976, no es un :;lccidenre en el camm~ III una des'::lacion sin consecuencias, como no 10 fueron las diCtaduras, mas benignas de 1943 1955 1962 (, 1966. Des?e 19?0 el mas e';""opeo de'ros Estado; suda~erican~s " ?a conocldo dlversas varIantes de hegemollla marcial que mcl,;,-yen gobiemos civiles y legales. De 1930 a 1973, nlng,m presldente electo en el marco de una sucesion normal pudo !legar al ~~o de su ma~~to constitucional. Merece destacarse Ia pr.open~lOn de los mtlitares a ocupar' la Casa Rosada sede v del ejecutIV?: de los dieciseis presidentes que tuvo la Arg~ntina en ese penodo, once fueron militares. Mas singular aun es 'I", el hecho de que solo dos presidentes electos arribaron al cabo :i, de sus J?andatos legales: ambos eran generales y probablemeute no hubleran llegado al poder de no haber sido por un oportuno golpe de Estado que les proporciono los recursos polfticos para acceder a ,Ia prinIera magistradura con el apoyo del ejercito. ,

Es aSI como el general Justo resulta electo presidente de una coalicion conservadora en febrero de 1932, tras el golpe de Estado ?el 6 de ~eptiembre. de 1930, en el cual participo, que ~err<?co al presldente radIcal Yrigoyen y puso fin a la experienCIa de participacion polftica' ampliada, iniciada en ' 1916. Por su parte, el general Peron, elegido constitucionalmen· te en febrero de 1946 gracias ill apoyo de los sindicatos obreros ya era el hombre, fuerte del regimen militar instaurado por fu "revolucion" del 4 de junio de 1943. El caracter "mixto" de ambos regimenes, completamente distintos entre si, se une, en ~ el caso del general Justo, a Ia restriccion de Ia democracia, pri­m~~ ensayo de un elemento constante de la Argentirta en Ia era militar. Justo resulta electo en 1932 gracias a Ia proscripcion del partido mayoritario, La Union Civica Radical del derro· cado presidente Yrigoyen. Con este ostracismo se injerta el fraude electoral, que algunos califican de "patriotico" porque Ie

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permite a Ia "razon", encamada en las elites conservadoras restauradas en 1930, mantenerse en el poder y a~ncar la conduccion de Ia cosa publica, en estos tiempos de cnSIS, de las "manos inexpertas" de la "plebe" ,radicaL. .

As! como los radicales sufren proscnpclones ~ fraude d~ 1930 a 1943, el peronismo, mayoritario en la el~cclOnes presI­denciales de 1946 y 1951, sufre 10 propio a partIr del ~?Ipe ~e Estado "libertador" de 1955. Hasta 1973, Ia ~~a poh!,?a ~a en tomo al problema insoluble de Ia mtegraclOn pohtica sl:"­riesgo de los electores y las masas peronis~as. La democ~acIa minoritaria inIplica Ia inestabilidad de los goblemos mal elegIdos. Y los sucesivos golpes de Estado de 1962 y 1966 obedec~n, entre otras razones, a la voluntad miJitar de cerrarle el cammo del poder a1 "populacho" justicialista. ..

La proscripcion de los vencedores del sufragIo, um~ersal puede obedecer, de parte de los militares, a ';Ina "neutrah.dad" prejuiciada en favor de los vencidos de Ia vIspera. El goblerno

de facto apoya a un candidato que defiende sus col ores. P.ero a partir de 1955, los desheredados votos peronistas des~~atan los planes sabiamente elaborados, ejecutados por .Ios mI~tares. En 1958, despues de tres anos de gobierno. antiperolllsta, el candidato de Ia oposicion resulta 'electo gracIas a los votos de los partidarios del general Peron; este, expulsado del poder en 1955, quiere dar una prueba de fuerza. El presidente :~ec~o, Arturo Frondizi, es~a condenado de e:;trada po~ ~ ejercl!o de tendencias ultraliberales resuelto, a desperolllzar el pa!s:

En 1963 tras el derrocamiento del presidente Frond,zl como culmina~ion de una serie de idas y venidas jalonadas de enfrentamientos militares, el ejercito, ~omina~o por su ala antiliberal desarrollista (los azules), permIte el trmnfo elec!,<,ral del candidato ligado a Ia fraccion militar vencida. Y el presId~~­te lilia, vinculado a los oficiales que der~,:,caron,,~ FrondI~l, sera depuesto a su vez en ~966 por I?s J?IlItar~s mdustrIalis­tas", partidarios de la polltica economIca aplIcada por este

illtinIo. .!l I ad De modo que los presidente~,m~nori~~H?S egan a p .er

bajo la estrecha vigilancia de un e)er?,to diVl~Ido en tend~ncIas de innegables afinidades civiles. La discrepan~Ia entr,: ~a onen~­cion dominante en e1 ejercito ,y .Ia del.goble!nO CIvil en~na una inestabilidad cronica. El ejercIto no ~terv1Cne ~,omo. ultl

m? ratio ni en condiciones excepcionales, smo como partIdo mI­Jitar", para inIponer por Ia fuerza la politica rechazada por Ia

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opinion publica. Esta logica desestabilizadora es aten:perada, ' existen clos esferas separadas, como dos bandos dispuestos a o bien agravada (1963), por los mecanismos P!opmmente. librar una batalla campal: civiles de un lado, militares delotro. militares tales como la busqueda de los co~pr~:mllsos neces~· ' Por la simple razon de que la intervencioil de los militares, aun­rios par~ la conservacion .de la unidad instItuclOnal: .Por m~, qu~ .~o es legitima, ~i es le~timada por amplios sectores de que el gobierno civil maruobre frente a la tutela militar, esla opmlOn. Las sublevaclOnes militares, lejos de provocar el frente condenado desde el vamOS a la impotencia y, firmlmente, Ia unido de la clase politica 0 de las fuerzas sociales organizadas cafda. . • ,en defensa de las instituciones democriiticas, obtienen inmedia-

El mismo proceso se repitio, en 10 fundamen~, entre· tamente el apoyo, publico 0 no, de la oposicion al oficialismo 1973 y 1976, bajo los gobiernos peronistas que precedieron ,al . de turno. Pero el ir a golpear a la puerta del cuartel no es tan golpe de Estado de marzo. Fue en virtud de los nusmos mecaru& • 'solo un medio de revancha politica a disposicion de los sectores mos que los militares, expulsados .del poder por la mru;ca eJe?t(} miooritarios. Casi ningUn partido rechaza el militarismo. A ra! del 25 de abril de 1973 en medlO de un repudlO c:,"' ~~me " pesar de sus decididas tendencias conservadoras y su anticomu­pudieron hacer. olvidar ~es anos. miis _tarde ,:1 n;'moVlIismo n~mo tradiciona!, las fu5l~zas ~adas no a,rarecen en ningUn autoritario y la nnpopulandad de slete anos de goblemo de las discurso de la clase pohtlCa (mcluso despues de 1976) como fuerzas armadas" (1966-1973) e imponerse nuev~ente por il.' pertenecientes por definicion 0 por naturaleza a un sector ideo­violencia a una opinion publica anonadada p~ro aliVlada. , 'logico 0 social definido y excluyente. No solo los peronistas,

Sin embargo, el retorno de los perorustas y de Peron ~n , sean de derecha 0 de izquirda, les tienden la mano a los milita­persona a! poder en 1973, despues del frac~o de la ':revol~clOn .res, sino que hasta el Partido Comunista ortodoxo y casi todos argentina" presidida por el general Onganla, pare~,.a el f~ de Jo;; sectores de ~, e~~ema izq~ierda no violenta claman por la un ciclo historico: a! volver de su prolongado eXIlio espan?l,: ~Iianza con los OfICIales patrlOtas y progresistas" 0 por una Peron se ofrecia para evitar el argentinazo, el ascenso de la V1(} ; lDlprobable revolucion "nasserista".2 lencia revoiucionaria tan temida por los militares divididos; ~ll. Nadie repudia al ejercito en bloque, como peligro para el el fin de las proscripciones: los militares, derrotados pohtica, libre desarrollo de la vida politica 0 mero "instrumento de las mente, volvian a sus cuarteJes. En realidad, a pesar de la apa, .clases dominantes". Los militares son vistos como socios di­rente debacle, las afuer~s armadas no se alejan de la esc~~ ffeiles, incluso inIprevisibles, en un juego complejo y a veces politica. Un sector militar aspira a participar en Ja "revoluclOn,bizantino en el cual nada se hace sin ellos ni en su contra. Si no justicialista" despues de haberle da~o a Peron ~a lI;,z ~erdeiexiste .• antim~litarismo en las organizaciones partidistas y repre­para destituir al effmero presidente Campora, a qUlen el mlSmc ,sentatlVas --mdudablemente, no puede decirse 10 mismo de habia hecho elegir. Y a la muerte del lfder Gulio d~ .19741"la ciudadania, sobre todo a partir de 1976-, se debe no solo a su heredera, esposa Y ahora presidente busca apo;yo mIll!",: FJ,que los civiles golpean a las puertas de los cuarteJes para resolver alto mando apJica la politica inversa, de neutrahdad y iiltlll1, IStiS prop~os conflictos, sino tambien a que los oficiales buscan recurso. La paciencia y el imnoviIismo del Estado Mayor reh~1 " apoyo civil para resolver las luchas intestinas del "partido litan la intervencion del ejercito y justifican la feroz represlO, militar". aplicada por el regimen instaurado ~n marzo de ~9.76! . . '"., Hoy, como ayer, las oposiciones cultivan sus.vinculaciones

Asi, en la Argentina, las relaclOnes entre CIVlles y m.ili~arnulitares para acrecentar su propio peso 0 incluso para derrocar responden a polfticas y expectativas prof~ndamente dIStIl:' "a algunas autoridades constituidas, y los sucesivos gobiernos de las que preva!ecen en los sistemas plU;~;'stas repres,entatlv :tratan de obtener en las armas una legitimidad aparentemente estabJes. En primer rermino, contra la VlSlOn caracterizada p " , el etnocentrismo liberal en el sistema politico argentino n _::_2 E1 Partido Comunista, legal en ese momento, en febrero de 197? un ana antes

, ~del golpe de Estado. comentando un discurso de la presidente Isabel Peron abogaba . _. ' • ? '"por la "formacion de un gabinete de coalicion democratica integrado po; civiles y

I Vease Alain Rouquie, "'Argentine 1977: anarchie milltme ou Etat terronste. ':militares patnotas" (Nuestro Palabro, organo del Partido Comunista Argentino, litudes (octubre 1977), pags. 325-339. '26 febrero 1975).

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decisiva. Por su parte, los militares conciertan aIianzas con los partidos (e incluso con los sindicatos) para satisfacer sus ambi· clones personales, pero en Ia mayorfa de los casos para fortal~ cer una tendencia 0 camarilla contra sus adversarios institucio- . nales. Asi se comprende que, en una situacion de interdepen­dencia que conduce a Ia militarizacion de la vida polftica y a la politizacion aceptada de las instituciones militares, el retorno

El caso brasileiio: . ''':''''~da''' "poder moderador" y "democracill ........

al modelo constitucional liberal parece poco probable. Menos comprensible es, sin duda, en vista de los procedimientos codi· . ficados y aceptados, el nivel de violencia excepeional del golpe . de Estado de marzo de 1976, que 10 asemeja a un proceso de ruptura contrarrevolucionaria y que ha sumido al pais en uno de los peri odos mas negros e inciertos de su historia.. .

La Junta que derroca y arresta a la senora de Peron el24 ' de marzo de 1976, tiene como prioridad Ia lucha contra el teo ' rrorismo y los movimienos· guerrilleros, uno de los cuales

adas brasileiias pasan a controlar Si bien las fuerzas arm d 1 presidente constitucional

se reivindica peronista. 3 En realidad, el vacfo de poder, la de~ composicion del peronismo oficial y el caos economico con-; forman el marco de una violencia polftica ante Ia cual el ejm· i· cito no podia permanecer indiferente. Pero existen dos amena·:. zas que expIican la puesta en marcha de una "maquina de'1 matar" que prolonga sus exacciones antiterroristas mas alla de la, destruccion militar de la guerrilla. Gracias al gobierno electo en ,~ 1973, Ia izquierda revolucionaria de la juventud peronista se "; ha infiltrado en todos los engranajes del Estado y, segUn los l~, militares, hay que extirparla. Por otra parte, la movilizaci6n 1: de una clase obrera altamente combativa, que desborda 105 !

sindicatos oficiales burocratizados y en muchos casos corruptos, aparece como un grave peligro para el orden establecido. Es POI . ello que Ia antiguerrilla encubre la represion tanto contra una J ' clase social (los obreros) como contra una clase generacional (la ~, juventud), caldo de cultivo potencial de la "deIincuencia subver· ;; siva". Pero 10 mas asombroso no es Ia envergadura terrorism contrarrevolucionaria cD! este nuevo avatar del militarismo"." argentino. Lo mas chocante es que los actores politicos no '. militares siguen actuando a Ia manera tradicional, haciendo r. casi abstraccion de la demencia asesina del aparato represivo. ' Aun con las manos ensangrentadas, el partido militar sigue sien· ~ do un socio legitimo.

el poder en 19!'4, derroca~~e~cia de la Argentina, de una Jolio ,Goulart, ac~ se trata, a ducfa desde 1889, con la situacion excepclOnal que nt s~ P~~cito esta presente en todos caida del hnpero. ~o o?stan ~,e eJ actua con peso decisivo en los jaJones, de ~ hlstorlll ":~lOnaJ ~l vie'o ejercito de De,;,doro todos los perlodo~ de Cr.ISlSit!~1 que ~nstaura la Republ1ca en da Fonseca Y FlorJal1o PelXo los civiles Es iiI quien ayuda 1889 y ll~ego entrega ~l J?oder

li a. uica en·1930. Tambien es

a poner fm a .esa Republicala

o. g~cion de la dictadura cen­e! quien permlte, en 1937, d ~tuIio Vargas mediante un golpe

"tralizadora del Esta~? ~ovo d:S ~~ de apoyar esa experiencia de fuerza. Y el eJerClto, . P 1945 e instaura un regimen autori~~ derroca a Var1:t~~dores ese parentesis no au~~­democratico: Para mucho;; . breve "experiencia democ;~tl­ritario constituye un~ atlplca Y gUn el titulo de la claslca ca" -an experiment In democracy, s~. n la "revolucion de obra de Slddmore-4 que llega a su m co

$ E1 Movimiento Montonero. E1 Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP). de filia­cion marxista-Ieninista, proviene del trotskismo.

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abril" de 1964. . . te vo de Ia accion de los milita-. El caracter radlcalm.en. ~~t':.cionaJ en 1964 comprende

res brasiIe~os en. ~aterlll lUS luanto aJ contenido politico y factores mas tradlClonales en 1 c.. de continuidad. Si se tiene

•. d la aparente so UClon . . . economlCO e Ia' . tervenciones militares sm en cuenta el sentido de ; .selS u:.n Brasil despues de 1930, toma del poder que se pro uJeron tentaron contra Ia democra­se observa que las fuerzas arn;'adas '(t937 1954 1961 y 1964) cia pluralista en cua~~ ocaslOnes gu~ Ia legalidad constitu-

solo en dos intervlUleron Pll!';t ase tos de desarrollo, ~ionaJ (1945 Y 1955). En relaclOn a los pro~.5 dos de las in-el golpe de 1964 tampoco es un caso ap. .

."; _ "1 (193Q-1964). An Experiment in Democracy. 4 Thomas E. Skidmore, PolztlCs En Bran Nueva York, 1967.

. Mart" UNotes sur Ie role et Ie com~ S Vease Stepan. ob. cit., pags. 85-88. Luctano ms,

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