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77 Los ltimos recuerdos de una vida pasada

Copyright 2014 Arturo Hernndez Fuentes

Ilustracin y diseo de portada: Arturo Hernndez Fuentes

Primera edicin digital: 13 de Enero de 2015

Depsito legal: DEP635533569166961545

Todos los derechos reservados, queda

prohibida la reproduccin parcial o total,

sin previa autorizacin del autor.

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LOS LTIMOS RECUERDOS DE UNA VIDA PASADA

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- Arturo Hernndez Fuentes -

Cuando miras hacia atrs despus de pasar por tantas cosas, el presente parece prometedor. Pero si en esos momentos difciles alguien te dijera que al final todo saldr bien, no lo creeras porque sabes

que te oculta cosas de las que difcilmente podrs recuperarte.

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I-No estoy muerto .......................................................................... 5

II-Problemas de vecindad ............................................................ 14

III-El Mazo .................................................................................... 24

IV-La raz del problema ............................................................... 34

V-Un montn de promesas ........................................................ 42

VI-Mordiendo la bala .................................................................. 53

VII-En los ojos de Megumi ........................................................ 67

VIII-El Fnix de plata ................................................................. 81

IX-La bala vaca ............................................................................ 97

X-Los viejos amigos ................................................................... 109

XI-El largo regreso a casa ....................................................... 116

XII-Cuestin de negocios ........................................................ 130

XIII-La decisin de John .......................................................... 141

XIV-La venganza del karma ..................................................... 153

XV-Tarde para todo ................................................................ 160

XVI-Lo ltimo que quiero recordar ........................................ 168

-*CAPTULOS -

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- Captulo I

*No estoy muerto

Eran las 4:03 de la maana y ya me preparaba para empezar un nuevo da, le promet que lo intentara y se lo estaba cumpliendo. Pareca mentira pero llevaba una semana ejer-citndome, y realmente no me senta tan mal; despus de todo correr tres vueltas en un eje vial me revitalizaba quizs es cierto lo que dicen en

los infomerciales mente saludable, en cuerpo sa-ludable. Caminaba hacia el lavabo pensando en lo que ella me dijo, me esforzaba por creer que las cosas podan ser diferentes y que por ms problemas que enfrentramos, al final siempre habra una salida. Al lavar mis dientes no pude evitar mirar al es-pejo y volver a mi realidad. A veces me senta ms viejo de lo que era y lo que viv durante esos ltimos 7 aos haca que me fuera ms difcil re-conocer la imagen que se me reflejaba, aunque en ese entonces slo tuviera 23 aos.

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*Primera vuelta - 4:16 a.m. Correr antes de que amaneciera me daba la sole-dad y tranquilidad que necesitaba, y el casi lo di-go porque mi compaa eran los empleados de la gasolinera de la esquina y algunos conductores que me volteaban a ver como si fuera un fantas-ma. Saba que lo normal era correr en el parque a cierta hora, cuando lo hacan todos, en vez de hacerlo en un eje vial, pero simplemente no so-portaba la cercana de otras personas, recuerdo que lo intent durante 2 das, pero no pude se-guir. Recorrer ese camino solitario por la madrugada me haca sentir muy bien, algo que era complica-do en ese tiempo. Pero se lo haba prometido a Megumi y no poda fallarle, al menos me esfor-zara por estar bien y me dejara de preocupar enfocndome en otras cosas, y la verdad es que hasta ese momento estaba dando resultado. *Segunda Vuelta - 4:37 a.m. A la mitad de la segunda vuelta, me encontr con un lobo que coma desperdicios de una bolsa ti-rada en medio de la avenida. Al principio pens en dejarlo pasar, pero cuando vi que un triler

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casi lo arrollaba y l no reaccion, decid dete-nerme. En realidad estaba un poco cansado y me iba a parar de todos modos, slo necesitaba una excu-sa y esa era muy buena, ni siquiera alguien como yo cargara en su conciencia dejar morir a un lo-bo cuando pudo hacer algo para evitar su muer-te bueno en realidad no era un lobo, era un pe-rro de esos que parecen lobos y que jalan los tri-neos en Alaska. Y t que ests haciendo comiendo en medio de la calle amigo? le dije en voz alta, como si me entendiera y pudiera contestarme. En ese momento pens en elevar mi karma haciendo una buena accin, despus de todo es-taba tratando de ser una buena persona y ese de-bera de ser un gran comienzo, slo tena que pensar en cmo quitarle la bolsa de basura de sus fauces sin que me mordiera, antes de que pasara otro triler y nos arrollara a los dos. Como pasa con la mayora de los perros, para distraerlos slo tienes que lanzarles algo que lla-me su atencin y ellos irn detrs, pero si lo que quieres es intimidarlos slo recoges algn objeto del suelo y haces como que les vas a pegar y se van corriendo. Al ver que haba una botella de

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plstico tirada prefer la primera opcin, la cual me dio el tiempo suficiente para poner la bolsa de basura en la banqueta. Cuando el perro volvi con la botella en su hocico, observ que la bolsa haba cambiado de lugar y quizs not que todo haba sido parte de una distraccin, as que perdi el inters y re-gres a devorar el contenido de la bolsa. Entonces Cul es tu historia amigo, ests perdido o te abandonaron?Le dije mientras terminaba su desayuno. En ese momento el perro dej de comer y me mir directamente a los ojos, sin moverse... era como una mirada amenazadora, sus ojos bicolo-res parecan paralizarme, podra decirse que fue como ver dentro de su alma, me imagin lo que l habra visto y vivido durante su vida. Cuando empez a avanzar hacia m, olvidn-dose de los desperdicios de la bolsa en la banque-ta, me di cuenta que era el momento adecuado para volver a lo que estaba haciendo y continuar mi camino. *Tercera Vuelta - 4:57 a.m. Despus del encuentro con el lobo observ que en mi reloj ya iban a ser las 5 y an me quedaba

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una vuelta, pero senta que mi cuerpo pesaba ms de lo normal debido al cansancio y record que solo faltaban unos cuantos das para salir de esa maldita ciudad, y como no quera viajar con un tobillo jodido, mejor decid regresar caminan-do y sin hacer tanto esfuerzo. Llegando a la mitad de la ltima vuelta, volv a detenerme por culpa de mi amigo, esta vez se encontraba en medio de la banqueta y muy a lo lejos se vea la bolsa sin desperdicios volando por el aire. Cuando not que me detuve completamente, empez a caminar lentamente hacia m y aunque nunca le haba tenido miedo a un perro, ste era diferente, impona respeto, sus orejas me llega-ban un poco arriba de la cintura, si l hubiera querido saltar y atacarme, su hocico fcilmente me alcanzara la yugular. Pero nunca sent que reflejara ninguna amena-za, slo se acerc a lamerme la mano y sigui su camino, quizs fue su forma de agradecerme o algo as. *5:15 a.m. Esa maana me preocupaba que las cosas no sa-lieran como estaban planeadas, en verdad lo ni-

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co que quera era que ese da fuera especial para Megumi, despus de todo era su cumpleaos. Tena tantas ganas de verla, ese era el ltimo da en su trabajo y en unas horas ya iba ser ofi-cialmente una doctora, slo tenamos que esperar un poco ms, recuerdo que cuando estaba lejos de ella pareca que las horas avanzaban dema-siado lento. Era extrao que cumpliera aos el mismo da en el que quedaba libre para irnos y empezar de nuevo, en otro pas, con diferente ambiente y un destino distinto bueno en realidad todava

debamos esperar 3 das, pero se senta casi lo mismo. Para evitar dejar algo pendiente, ya haba hablado con mi contacto en bienes races y todo estaba arreglado para que me depositara el dine-ro de la venta de la casa lo ms pronto posible. A pesar de que tena el dinero necesario para vivir algunos aos sin preocuparme demasiado, saba que un extra no le haca dao a nadie y mucho menos si bamos a cambiarnos de continente. El tiempo haba pasado tan rpido y aunque pareca que no tenamos ninguna posibilidad de estar juntos, al final lo logramos. Durante esos ltimos 2 aos haba sentido las ganas de ser al-

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guien diferente, quera una vida normal, ella hac-a que algo en m cambiara y con su ayuda logra-ba apreciar las cosas que antes no poda. En realidad crea que era la ltima esperanza para no convertirme en algo que quizs me arre-pentira de por vida. Nunca entend cmo, pero ella me comprenda y me ayudaba a darme cuen-ta de que la vida realmente tena un significado ms grande, y cuando tienes a alguien que es tu soporte y te impulsa a realizar cosas que nunca pensaste alcanzar, supongo que deba ser amor verdadero, porque en realidad, nunca haba amado a alguien tanto y menos de esa manera. Lo nico que me importaba era demostrarle que tena futuro y que juntos podramos tener una vida muy diferente. *5:30 a.m. Durante el regreso me dediqu a caminar, a escu-char msica y a revisar en mi mente las cosas que deba hacer para dejar todo en orden y no regre-sar por cualquier detalle, hasta que una voz me interrumpi gritndome: Esta chido tu perro. Mi qu? Le contest. Tu perro me dijo un gasolinero muy joven que no pasaba de 17 aos.

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Y ah estaba junto a m el lobo, al parecer me haba seguido desde el eje vial y es que en medio de mis reflexiones y la msica de la mejor banda de Punk de todos los tiempos, ni siquiera lo haba notado, hasta ese momento. Eh... no, no es mi perro, creo que me sigui desde el eje. Pues como quiera esta chido lo han de es-tar buscando sus dueos porque la neta se ve fi-no, hasta parece salido de una pelcula me cae que se les ha de haber escapado. Yo creo que s, deja ver si encuentro a su dueo o algo, ah nos vemos. Ya ests. Me alej de la gasolinera y regres hasta al final del eje vial, que quedaba a 8 minutos caminando; al llegar hasta ah, lo espant, le grit, lo corr e hice como si le fuera a pegar... pero no tenia caso, el lobo aun continuaba siguindome. Como nada funcion, decid regresar a la casa pensando que ya estando all lo ms seguro es que se aburrira y se marchara solo. Entrando a la cuadra por donde viva, trate de que no me viera pero era inevitable, ya haba co-metido el error de hacer contacto visual y con el lobo detrs de m, era difcil pasar desapercibido.

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Buenos das Miguel me dijo doa Esther, mientras barra su casa que quedaba casi frente a la ma. Buenos das Le contest y segu caminan-do. Qu bonito esta tu perrito, Miguelito. No es mi perrito. Pues viene contigo. Mire, si me bajo de un autobs y de repente dos personas me siguen, esa gente no es de mi propiedad verdad? No... Pero vienen contigo! Me dijo con su tono de seora metiche. A pesar de eso decid continuar e ignorar el ltimo comentario de doa Esther, pero al llegar a la casa, el lobo an continuaba detrs de m, al momento de cerrar la puerta, alcanc a ver como se echaba junto a la llave de agua en el patio fron-tal. En ese momento tuve un mal presentimiento, pero ya iban a ser las 6:20 y si quera baarme y dormir un poco, no tena tiempo para un mal presentimiento.

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- Captulo II -

*Problemas de vecindad

A las 8:30 el sonido del timbre me despert de golpe, indicndome que los problemas continua-ban afuera de mi casa. Al abrir la puerta me di cuenta de que era don Carlos (un catedrtico universitario de aproxi-madamente 48 aos); de todos los vecinos era el nico que no pareca pertenecer a ese lugar, la verdad es que la mayora ramos de clase media baja y l tena una de las pocas casas que pasaban de los dos pisos, adems de un carro y una ca-mioneta del ao. Pero no era por eso que me caa mal, sino por sus actitudes, siempre he pensado que l segua viviendo all solo porque le gustaba creerse supe-rior a los dems y no porque no pudiera cam-biarse a un lugar mejor. Buenos das Miguelito! me dijo con su tono prepotente y sarcstico a la vez. Buenos das! Le contest con mi tono cortante.

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Como don Carlos era el adinerado de la cuadra, ms de la mitad de las personas lo vean como un tipo de jefe, pero no porque le tuvieran mucho respeto, sino por las migajas que de vez en cuan-do les soltaba; como yo siempre lo trat igual o peor que a los dems, creo que nunca le ca tan bien. Vine a que retiraras a tu perrito o lo amarra-ras, porque como sabrs en esta cuadra hay mu-chos nios pequeos, incluyendo a Marcelita y a Carlitos eran sus dos hijos, el nio tena como 8 aos y la nia mximo 10 y cuando regresen de la escuela, no quiero que un Husky siberiano an-de suelto en la cuadra. El lobo en realidad era un Husky siberiano, pero como nunca me gustaron los perros, realmente me importaban poco el nombre de sus razas

para m era como un lobo de Alaska y nada ms. En realidad, don Carlos ese pe... NO QUIERO! ver, que ande suelto cuando mis hijos regresen Me interrumpi autorita-riamente. Escuche don Carlos lo que quiero decir es que ese no es mi

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Mira Miguel, tengo entendido que te vieron llegar con ese perro. As que amrralo o deshazte de l porque si pasa algo, te har a ti responsable. La verdad es que no se si pue.... GRACIAS! Fue lo ltimo que dijo antes de darse la vuelta e irse sin dejarme hablar. El hijo de su Husky madre lamentablemente tena razn, en realidad si era un poco mi res-ponsabilidad lo que pasara con ese perro, gracias a doa Esther que era la que probablemente le haba salido con el chisme y como ella de todo haca un problema, no me quedaba de otra ms que deshacerme del lobo. Ella siempre me haba tenido coraje y a pesar de que para todos era una dulce anciana (por no decir que la matriarca de la cuadra), para m nunca lo fue, quiz porque nunca me pudo per-donar la vez que le quebr el medidor de luz al saltar su barda para sacar un baln, supongo que aun segua enojada porque nunca se lo pagamos. Recuerdo que mis padres se enojaron mucho con doa Esther porque les dije que no haba sido yo el que lo quebr y que me quera echar la cul-pa porque le caa mal a pesar de que ella me haba visto quebrarlo, pero bueno yo slo era un

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nio y como quien dice, los nios siempre dicen la verdad... cuando les conviene. Ya vez en lo que me has metido ahora qu voy a hacer? no tengo tiempo de cuidarte amigo y en realidad no puedo llevarte a donde voy, pe-ro no te preocupes que tampoco dejar que te lle-ve la perrera. Le dije al lobo que estaba sentado junto a m en el patio. Despus de pensar en varias opciones y tratar de olvidar el problema, mi conciencia pesaba demasiado porque saba que slo me quedaban 3 das para irme y realmente no quera que por mi culpa alguien saliera lastimado, sobre todo un nio, tampoco poda ignorar el hecho de que si dejaba que el lobo anduviera suelto, no tardaran en llamar a la perrera municipal para que se lo llevara y probablemente... bueno, creo que de haberlo sabido antes no se que hubiera sido peor, el que lo atropellaran o el acabar en ese lugar. Fue entonces cuando decid ponerle una tram-pa a mi futuro viejo amigo, sacrificando mi des-ayuno que era el ltimo pedazo de pollo que haba comprado en El Carrot's 3 das antes, y nos regresamos al eje vial.

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Al pasar por la gasolinera me encontr otra vez al gasolinero y al verme con el perro me pre-gunt: Entonces qu? Te lo vas a quedar? No creo, la verdad es que me lo quedara pe-ro el problema es que no tengo tiempo para cui-darlo y hay muchos nios en la cuadra, adems me voy en unos das y ya no quiero ms proble-mas con el Catedrtico Le dije. Con quin? Con Don Carlos, un maestro que vive por mi casa que es algo prepotente, tiene una camioneta azul. Ah creo que ya s quien es un seor alto, de barba, medio presumido? Si es l, lo he visto en una troca azul Me dijo medio enojado. Pues s, se es. Ese bato si es bien ojete, mejor ni le busques, un da casi me corren por su culpa, segn que le cobr de ms y le dijo a Chava, el gerente. Y te regaaron? Si bien gachuuu y enfrente de l, hasta me dijo que me iba a echar a la polica la prxima vez, para los 20 pesos que eran, si se ve que se pudre en lana adems vena todo borracho y manejan-do, yo pens que no se iba a fijar.

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Que mala suerte camarada, ya ves por no dar bien la feria a la gente. Qu paso? Si tampoco soy ratero, lo que pa-sa es que me caen mal los borrachos. Pero eso no te justifica. Uh, entonces qu? Tambin me la vas a hacer de bronca?! me pregunt algo molesto. No al contrario, aunque est mal mnimo lo haces por una buena razn... supongo. ndale, pero es slo en esos casos, porque siempre he cobrado bien a los dems no como

aquel camarada me dijo sealndome a su compaero, que a lo lejos se le poda ver un ta-tuaje de un hacha de gran tamao en su antebra-zo derecho y que mientras platicbamos atenda una camioneta gris que necesitaba aire en las llantas, cuidado con se porque l si les tumba dinero machn aunque anden bien, pero como se ve malandro no le dicen nada. Gracias por el consejo pero no tengo carro, aunque la intencin es lo que cuenta... Y entonces ya llevas mucho tiempo trabajando ac? Como 7 meses, todos los das le estoy dando, menos los jueves que descanso. Y estas toda la noche?

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De las 11 de la noche hasta las 7 de la maa-na, nada ms que hoy jalo doble turno y va a ser un largo da. Yo trabaj hace mucho en El Sper Robert, el que est por la avenida Garzn. Me toc en el turno de noche tambin. Y esta chido? Es que como ponen puro rock all no? Porque aqu Chava pone pura msica country y vallenato, ya me tiene hasta la madre Al morir mis padres y no saber qu hacer, entr a trabajar por 2 aos al Super Robert, que eran unas tiendas de abarrotes en las que se tocaba pura msica rock las 24 horas, precisamente ah conoc al seor Dipp. Si est muy bien, por un tiempo porque des-pus te aburres y no sacas mucho dinero, aunque tienes de todo, revistas, peridicos, comida... y si tienes novia est muy bien, pero ahora ya no se puede hacer mucho, porque la mayora tienen circuito cerrado y te corren a la primera falla. Es lo malo, pero an as, me gustara cam-biarme para all. Pues no estara nada mal, al menos no te la pasaras ac afuera toda la noche, por cierto Y tu cmo te llamas o qu?