6.05.2013producción lechera en argentina
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Producción lechera en Argentina
1) Antecedentes
La industria láctea es una de las principales actividades industriales del
país. Representa el 3% del valor de la producción industrial en su conjunto, el 2%
del valor agregado y el 2% de la ocupación industrial. Anualmente se procesan
cerca de 10000 millones de litros de leche provenientes de aproximadamente 2
millones de vacas que se alojan en 10700 tambos argentinos arrojando una
producción media de 17lts/VO/día. La cadena genera unos 67000 empleos
directos y otros 63000 indirectos.
Dentro de la cadena productiva, el sector primario de la producción láctea
Argentina, se encuentra en la región pampeana, abarcando a las provincias de
Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y la Pampa formando la
denominada “cuenca lechera” que concentra el 97,7 % de la distribución bovina
argentina. El mapa a continuación sitúa la localización geográfica de dicha cuenca.
Buenos Aires (1. Mar y Sierras, 2. Oeste, 3. Abasto Sur, 4. Abasto Norte),
Santa Fe (7. Sur, 8. Central),
Córdoba (9. Sur, 10. Villa María, 11. Noreste),
Entre Ríos (5. Cuenca “B”, 6. Cuenca “A”),
La Pampa (12. La Pampa)
Tucumán (13. Cuenca de Trancas).
Según un estudio publicado en el año 2003 por La Secretaria de
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Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, la cuenca lechera se subdivide en
la “cuenca de Abasto”, la cual produce leche fresca para consumo y la “cuenca de
la industria”, que se especializa en la producción de derivados como la manteca y
el queso. A través del tiempo, la participación de la provincia ha ido variando, por
razones de crecimiento demográfico en Buenos Aires, lo que implica mayor
demanda de consumo, por orientación de la economía Argentina, por el
crecimiento relativo que han presentado provincias como Santa Fe, por la
incorporación de nuevas tecnologías que redujo notablemente la instalación de
nuevo Tambos volviendo más eficientes los existentes.
En el siguiente cuadro, se presenta la evolución de la participación de las
Provincias en la producción lechera para el año 2003 según el censo económico
publicado por la SAGPyA.
Fuente: SAGPyA. 2003
En lo referente a la cantidad de establecimientos, la distribución de los
tambos se encuentra en mayor concentración debajo de explotaciones pequeñas y
medianas. El 50% de la producción se concentra en las explotaciones de 100 a
500 hectáreas en la mayoría de las provincias que integran la región. En este
sentido, la producción lechera en nuestro país paso de los 6600 millones de litros
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en 1992 a 10330 millones en 1999, según Irribaren; M.A., Dirección Ganadera,
SAGPyA; 2002.
Esta evolución en las cifras se debieron a varios importantes cambios
tecnológicos, tanto en el sistema de pasturas como en la introducción de material
genético como medio de mejoramiento para la raza Holando Argentino elevando el
nivel de eficiencia en la relación ingesta y producción de leche. Asimismo,
comenzaron a instalarse tecnologías denominadas “soft”, como la capacitación en
la gestión empresarial, la utilización de programas en las áreas de nutrición,
ordeñe y planificación de la producción; paralelamente la introducción de
maquinarias para la etapa de elaboración y manejo de reservas forrajeras.
Establecido el contexto económico en el año 2002 (Backwell, Benjamín y
Stefanoni, Pablo, 2003) , la producción se ve afectada debido al incremento de los
insumos, que en muchos casos están valorizados en dólares, potenciado por la
falta de ajuste en el precio y en los plazos de pago de la leche. Las consecuencias
más drásticas en que algunos productores no hayan podido mantenerse en la
actividad. Este efecto se potencia por la falta de crédito y el alto endeudamiento de
algunos productores que no pueden realizar innovaciones en el sector, y el
crecimiento indiscriminado en el área de agricultura de plantaciones de Soja en
zonas en las que había explotaciones ganaderas, siendo la principal causante de
la disminución del número de tambos.
En un estudio realizado Schneider; G., para INTA en el año 2002 se
muestra una comparación entre los diferentes niveles de producción de los tambos
versus el cultivo de la Soja, señalando que la posibilidad de superar su renta
contra la de este cultivo no es muy alentadora.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que un alto pero alcanzable nivel de
eficiencia en el tambo mejorará en gran medida su competitividad, también
teniendo en consideración riesgos que enfrenta la explotación agrícola de esta
oleaginosa como menciona SAGPyA, 2006.
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Sistemas y Composición Estructural
A nivel internacional se pueden diferenciar dos modelos o sistemas de
producción de leche referenciado principalmente por cuestiones climáticas (Freiría,
H. y Nin, A,1993). Por un lado, las condiciones que están determinadas por las
temperaturas extremas, tanto las elevadas como ocurre en Israel o como las bajas
en el Centro-Norte de los Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa,
las vacas se encuentran en encerradas en establos, en los que se utiliza una
mínima proporción de pasto como aliento para las mismas. Estos sistemas se
denominan Intensivos caracterizados por la escasez de vacas, mucha inversión en
tecnología, aplicación de la genética en la alimentación con el objetivo de lograr
mayor eficiencia en la producción sin perder de vista los estándares de calidad. La
productividad se mide por Vaca por año.
En el otro extremo, más difundido en el hemisferio Sur con países como
Nueva Zelanda, que se caracteriza por climas más benignos y templados, la
alimentación a pasto toma mayor relevancia, denominándose Extensivo o Pastoril.
Aquí el recurso deficitario es la tierra, midiéndose la productividad en litros de
leche/hectárea/año.
En cuanto a la Argentina, siempre se presento la discusión del cual es el
mejor sistema para la producción en los tambos (Mc. Gran, J 1992). La diversidad
de suelos, climas y escalas productivas no permite definir una sola forma de
elaboración láctea. Paralelamente, es casi imposible concebir un sistema
puramente pastoril, así como aquel en que los animales no comen pasto verde.
En definitiva los criterios que determinan la elección de un sistema en
detrimento de otro, está determinado por el precio del producto obtenido y los
costos inherentes a la producción del mismo.
Que en la Argentina un sistema no prevalezca sobre el otro se justifica
debido a que el ganado bovino es un herbívoro del grupo de los rumiantes y todos
los elementos tecnológicos aplicados en elevar la producción de leche, no han
compensado el valor nutricional en el consumo alimenticio de las pasturas
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naturales. Asimismo, la suplementación con alimentos concentrados como el
grano de maíz o compuestos balanceados cubre las necesidades de equilibrar la
dieta de las vacas y remplazan al pasto cuando este no este disponible.
Estas modificaciones se ven intensificadas al crecer la demandas de
consumo de productos lácteos y al aumentar la producción de leche por la misma
introducción de mejoras tecnológicas, generando un efecto multiplicador en las
escalas productivas, generando al necesidad de suministrar suplementos
alimenticios fuera del tambo, por ende la se crea la necesidad de construcción de
corrales separando a las vacas en distintos rodeos de alimentación, en la mejora
de los caminos para su traslado, en la necesidad de implementación de nuevas
técnicas de confinamiento y muchos variados cambios a veces muy costosos. Por
ende, olvidarse del pasto, seria muy perjudicial para esta economía, dado que en
nuestro país es la fuente de alimento más barata y abundante.
En conclusión, podríamos de definirlo al sistema mayoritario de producción
de leche de base pastoril con suplementación y baja carga animal, donde el
suplemento en ves de agregar nutrientes termina sustituyendo al pasto y como
consecuencia de las bajas cargas, las pasturas se pasan explicando la baja
eficiencia en la cosecha de las mismas.
En cuanto a la producción primaria (Mc. Gran, J 1992), se pueden
encontrar tres maneras de organización laboral: en primer lugar, las explotaciones
familiares, caracterizadas por una baja escala tanto de producción como de
tecnología y muy dependientes de las temporadas estacionales; en segundo lugar,
las medieras, con niveles medios de condiciones tecnológicas y productivas,
caracterizándose por la contratación de tamberos a porcentaje con una baja
división técnica del trabajo; por último, las empresas, unidades con trabajadores
asalariados, con producción a gran escala y con avances tecnológicos tanto en
maquinarias, como en gestión de la producción, realizando estimaciones, tomando
medidas e implementando variaciones en los instrumentos nutricionales y
reproductivos.
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En el siguiente cuadro, se muestran para el año 2010 las características
de los diferentes modelos de organización laboral dentro de la industria lechera en
la Argentina según un estudio del CONICET del citado año.
Formas de organización laboral
Escala Incorporación
y dotación tecnológica
Mano de obraDivisión técnica
del trabajoSistema de
remuneración
Familiar Baja Baja FamiliarAusencia o baja
especialización del trabajo
Autorremune-ración
Mediería Baja, media
y altaMedia y alta
Mediero, familiares del
mediero, trabajadores secundarios
Ausencia o baja especialización del
trabajoPorcentaje
Empresarial Alta Alta AsalariadaAlta especialización
del trabajoSalario
Según un informe del Censo Nacional Agropecuario del año 2009, la
producción primaria recupero recién en ese año los valores de 1999 (10 mil
millones de litros), la industria ha sabido aumentar su producción debido a la
intensificación: incorporación de tecnología, nuevos procesos productivos, y por
ende, mejoras en la productividad. Entre 2009 y 1999 la producción de Leches
fluidas aumenta un 10%, y la de Productos lo hace un 28%.
Siguiendo al informe, da cuenta que la colocación de los establecimientos
según el tamaño en hectáreas demuestra una superioridad de las explotaciones
pequeñas y medianas vs empresas. Así, los tambos con más de mil hectáreas
presentan un bajo peso regional, superando sólo en la provincia de Buenos Aires
el 10% como lo podemos observar en el siguiente cuadro que se desprende del
informe citado.
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Provincias
Establecimientos tamberos
Rodeo de ordeñe
Rodeo / establecimientos
Total del país 15.250 2.004.754 131,5
Región pampeana *
13.318 100 1.953.786 100 147
Córdoba 3.835 28,8 702.899 36,0 183,3
Buenos Aires 3.117 23,4 517.893 26,5 166,2
Santa Fe 4.020 30,2 593.268 30,4 147,6
Entre Ríos 1.934 14,5 103.349 5,3 53,4
La Pampa 412 3,1 36.377 1,9 88,3
% %
3) Intensificación
Como vimos anteriormente, el proceso de intensificación busca mejorar
los rendimientos y la producción de la leche el cual, sin duda alguna, es un
alimento de los considerados de primera necesidad para la humanidad, siendo el
crecimiento de su demanda directamente proporcional a los niveles exigidos de
calidad. En este sentido, para el INTA, Organismo de contralor y capacitación de
los emprendimiento productivos a nivel nacional, presenta como pautas de
lanzamiento, ser sostenible desde principios económicos, sociales y ecológico-
ambientales. En una palabra, no hay espacio para tambos improvisados, siendo
más alcanzable el concepto de llegar a un nivel de producción que mantenerse en
el tiempo, enfrentando un horizonte temporal de largo plazo con una minuciosa
planificación y persiguen una gran calidad en su ejecución.
Pese a este planteo, el panorama actual del sector muestra una fuerte
propensión hacia la intensificación del proceso productivo lo cual redundaría en
acelerar los procesos productivos elevando las escalas demandadas por unidad
de superficie, por vaca, etc. El objetivo final es ganar más dinero, lo que no seria
tan complejo si se realiza en función de lo planificado y si en los escenarios
externos al tambo se desarrollan en una economía previsible sin sobresaltos ni
cambios bruscos, lo que no es tan común en Argentina.
Otros factores importantes dentro del proceso de transición hacia la
intensificación (Mc. Gran, J 1992), viene dado por la capacitación del personal, la
provisión de alimentos, la adecuación de las instalaciones a las normas de trabajo
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establecidas, el proceso reproductivo, la genética animal, su nutrición y la
idoneidad que tenga el empresario para dirigir el proceso.
Por último, este proceso de reconversión, trae aparejado una mayor
exposición ante los cambios en las relaciones de precios, factor muy sensible
dentro del andamiaje de a producción lechera, por tal razón la eficiencia pasa a
jugar un rol preponderante en la búsqueda de la rentabilidad (Duft and Kenneth,
1979)
Confinamiento
Otro punto en evolución y discusión es el confinamiento o encierro de los
animales sin pastoreo directo, con raciones bien formuladas y preparadas,
servidas en comederos, o con pastoreos parciales por épocas. Se pone en
práctica en corrales de diversa complejidad e infraestructura, ya que se ven desde
los más confortables y funcionales, hasta simples corrales improvisados y sin
preparación de ningún tipo.
También existe el planteo de muchos productores en referencia a la
posibilidad de "encerrar" animales a corral con la finalidad de liberar tierras
agrícolas, lo que implica importantes cambios de manejo, alimentación y confort
de los animales.
Podemos encontrar 2 grupos de sistemas intensivos:
a) Intensivo a corral.
b) Estabulación libre.
En el sistema de tambos a corral se debería tener en cuenta tanto la
superficie del corral como la superficie de sombra por vaca.
En el caso de sistemas de estabulación libre, se calcula una superficie
total de galpón que oscila entre 8 y 10 m2 por vaca.
En estos casos en determinadas condiciones ambientales resulta
imprescindible la regulación de la temperatura vía ventilación forzada, siguiendo
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por el sector de alimentación de las vacas y terminando en los cubículos donde
descansan las vacas.
Con respecto al agua se debe considerar que una vaca de alta producción
requiere entre 100 y 150 litros de agua al día. Teniendo principal atención en el
grado de calcio y magnesio que contengan el liquido dado que bajan los
consumos de agua y por ende la producción de leche.
Como podemos observar en los sistemas intensivos es fundamental la
planificación del manejo del efluente, ya que los volúmenes resultan
considerables. En el siguiente cuadro, extractado de un informe del INTA para el
año 2010 se muestran la producción anual de efluentes líquidos según rodeo
Tamaño del rodeo,
N° de vacas
Producción anual de
efluentes líquidos
500 12.000 m3
1000 24.000 m3
1500 36.000 m3
2000 48.000 m3
Más allá de las grandes extensiones de la Argentina y de nuestras
posibilidades de producción pastoril, la intensificación de los tambos es un común
denominador a nivel mundial y no será diferente en nuestro país.
La reducción del numero de tambos, aumento del tamaño de los rodeos, el
crecimiento de la producción y la gestión del negocio son los desafíos que están
caracterizando a la fabricación lechera.
En cuanto a la superficie “liberada” de pastoreo, la misma debe dedicarse
a la producción de los alimentos básicos para el tambo, dado que las vacas,
deben seguir comiendo siempre y muy bien para garantizar las cantidades
esperadas. Asimismo, se debe aplicar los mismos criterios para los caminos de
acceso a los corrales.
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Tambo vs agricultura
La competencia por la tierra es un punto clave (Schneider; G., E.,
Comeron 2002). Los agricultores se benefician de la situación debido a que los
tamberos deben arrendar las tierras. Los agricultores aprovechan la tecnología
moderna con el aumento de la productividad, manejo y almacenamiento de los
cultivos agrícolas y por momentos los buenos precios de los granos. Esto pone en
contraposición a dos sectores que bien podrían trabajar en conjunto, por ejemplo
en la incorporación de la soja en la rotación tambera, ya sea por grano, silo o
pastoreo directo, ordenando la tarea y mejorando el control de las malezas en los
campos.
Ahora bien, como vimos en el apartado 1 del presente, el pasaje de la
producción lechera a la agrícola, con la siembra indiscriminada de soja, se
produce no solamente por el uso de tecnologías avanzadas, agroquímicos
específicos o el resultado de una expansión de la frontera agropecuaria. También
influyen las ventajas del tipo de cambio y los precios relativos.(Capdevilla,
Gustavo. 2006)
En este sentido y a nivel internacional, la Argentina se encuentra como
uno de los principales sojeros de mundo y proveedores de poroto como materia
prima, así como el principal abastecedor de aceites y pellets de soja resultantes de
la primer etapa de transformación industrial. La instalación de una importante
capacidad molinera hace que el destino prioritario de la cosecha de poroto de soja
sea la industria, pero en virtud de la escasa demanda interna de aceites, los
importantes saldos exportables indican las limitaciones locales para avanzar en
procesos productivos de mayor valor agregado dentro de la industria lechera.
( Ministerio De Economía De La Provincia De Buenos Aires.2002)
Otro factor en este periodo muestra que el deterioro y la recuperación del
precio de la leche recibido por los productores tamberos reflejan las tendencias de
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los mercados internacionales, aunque con una intensidad más moderada respecto
a la suba del precio.
En esta dirección operaran diferentes condiciones como el papel jugado
por las retenciones al campo, las características del mercado y los intentos fallidos
de políticas de precios administrados, y el tipo de relación oligopólica establecido
entre las grandes usinas lácteas y los productores.
2) Modelos de Análisis
Evaluación de proyectos alternativos de inversión
La evaluación de proyectos (Weston, Fred J. y E.F. Brigham 1987) es un
proceso de selección de alternativas, caracterizadas por la planificación de
posibles escenarios futuros en el presente. El problema radica en el grado de
certidumbre de la proyección de recursos escasos de una forma que satisfaga de
la mejor manera posible las necesidades de los inversores.
Se reconocen cinco etapas en el proceso de evaluación:
A. Identificación del problema de decisión
Para poder iniciar el proceso de evaluación lo primero que debe
identificarse es la meta que se desea alcanzar o el problema que se quiere
solucionar. Existen objetivos en el corto, mediano y largo plazo y cada uno de ellos
tienen diferentes necesidades en cuanto a recursos involucrados y en cuanto a
las posibles alternativas a considerar. En este caso se tratará de comprobar la
ventaja económica de un sistema intensivo en relación a uno extensivo.
B. Identificación de planes alternativos
Para que el proceso se lleve a cabo es imperioso que existan varias
alternativas para resolver el problema. Este es el caso de una buena parte de los
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problemas de decisión relacionados con la producción que tienen lugar en un
tambo (Guerra, G 1992)
C. Selección de las posibles alternativas
1) Valorar los costos e ingresos relevantes de las opciones
2) Medir el uso que cada opción hace de los recursos limitantes
3) Cuantificar el nivel de los recursos sobre los que no se decide y
que actúan como restricciones en el problema
Para poder cuantificar el impacto de un plan alternativo se debe medir su
consecuente resultado económico. Los problemas de decisión surgirán de un
proceso de cambios inmerso en un periodo de tiempo denominado horizonte
temporal. Para solucionar este problema, se deberá representar para el mismo
lapso de tiempo la evolución de la situación proyectando movimientos
tendenciales en aquellas variables más sensibles, suponiendo una tasa de
progreso tecnológico esperable
D. Evaluación y selección de alternativas.
Análisis económico
Para llegar a la mejor decisión debemos conocer cual es el retorno mínimo
para decidir un cambio, y por lo tanto debemos llegar a un estándar económico,
que permita evaluar y decidir.
Un posible criterio es la denominada tasa de retorno mínimo aceptable,
la cual se integra mediante los siguientes elementos:
a) costo de oportunidad, que vendría dado por el valor que se deja
de ganar por invertir en una alternativa en detrimento de otras posibles.
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b) costo bancario de los recursos incrementales necesarios para
llevar adelante el cambio.
c) costo de aprendizaje de la nueva tecnología, costo personal
por intensificar el esfuerzo empresarial de gestión y control de la nueva
actividad.
Una vez cuantificados estos componentes se mide la tasa de retorno
marginal del plan alternativo: Si la tasa de retorno marginal es menor o igual que la
tasa de retorno minima aceptable se rechaza el plan alternativo. Si se da a la
inversa de las citadas variables, se aceptara el plan
Este criterio, posibilita tomar una aceptación primaria de los planes
alternativos, pero no es completo si un análisis financiero.
Análisis financiero
A las diferentes alternativas evaluadas desde el punto de vista de su
eficiencia económica, presentan diferentes exigencias de inversión así como en el
flujo de ingreso y egresos tanto en magnitud como en momento en el que se
producen estos eventos. Esto vuelve imperiosamente necesario considerar el
impacto que genera el tiempo en el valor del dinero, por lo cual situaciones
favorables desde el punto de vista económico, pueden variar su resultado si se
incluye el factor financiero, principalmente analizando la rentabilidad de la
inversión buscando la maximización de las ganancias. El punto principal de
incorporar el concepto es entender que un monto de dinero hoy, no vale lo mismo
que mañana, debido a el costo de oportunidad en usos alternativos, el riesgo que
significa no tenerlo en el futuro y el factor inflación que delimita el poder de
compra.(
Estos tres aspectos tienen diferente forma de abordarse en la evaluación
financiera. En el marco de la planificación de empresas ocurre que salvo contadas
excepciones, las propuestas de desarrollo suponen inversiones que generan sus
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beneficios en varios periodos y por lo tanto la necesidad de considerar más de un
período de producción. En muchos casos se invertirán activos fijos (ganado,
máquinas, tierra, etc.), pero aún cuando no ocurra esto, existirán en general
inversiones de activo circulante o capital de trabajo (más gastos que se realizan
antes de las ventas correspondientes) o se reducirán ingresos respecto a la
situación de partida (por ejemplo: por retención de ganado, no venta de semillas o
fardos, etc.).
El propósito del análisis financiero de un plan es evaluar el efecto
incremental o marginal de las inversiones realizadas. En realidad, el beneficio de
una inversión o un cambio de manejo no alcanza al total de los beneficios del
tambo, sino solamente al incremento producido en los mismos. Por lo tanto,
corresponde evaluar el Flujo de Fondos Incremental, que se obtiene al restar año
a año al flujo de fondos del plan alternativo, el flujo de fondos de la prognosis.
Por tanto se debe construir un flujo de ingresos y un flujo de costos para la
situación sin proyecto y otro para la situación con proyecto. La rentabilidad de un
proyecto se evalúa definiendo los ingresos que generan los recursos asignados a
la propuesta alternativa. A su vez un proyecto se considera conveniente si estos
ingresos son mayores a los que generarían esos recursos en el uso alternativo
más rentable. Por eso es fundamental incluir en la evaluación de proyectos el
costo de oportunidad que tiene el capital que va a ser invertido el que depende de
las oportunidades que tenga el inversor.
También deben considerarse el riesgo y la inflación que afectan al
resultado del proyecto. Esta evaluación debe realizarse a más de una alternativa,
de las que han superado los estudios previos de viabilidad.
La evaluación financiera consiste de dos etapas:
1 Construcción del flujo de fondos.
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1 Calculo de indicadores y decisión.
El flujo de fondos se construye tomando en cuenta dos grandes grupos de
cuentas, las cuentas de flujo de ingresos y las del flujo de egresos arrancando
desde un periodo cero, en donde la única cuenta que se considera es la de
Inversión Inicial y contemplando el llamado capital de trabajo, que seria aquella
capital circulante inherente al proyecto que necesariamente debe estar
contemplada para que el mismo funcione quedando inmovilizado por todo el
periodo contemplado. El horizonte temporal del proyecto dependerá de la
frecuencia de ingresos y egresos, que en el caso de empresas lecheras puede
tomarse en análisis mensuales o bimensuales dado la continuidad que presentan
dichos flujos(Barnard C.S. ; Nix, J.S.1992)
Los indicadores podemos agruparlos en dos grupos:
a) Los que utilizan el valor tiempo del dinero como son:
Valor Actual Neto: VAN
Tasa Interna de Retorno: TIR
b) Los que no utilizan el valor tiempo del dinero como ser:
Período de Repago de la Inversión: PRI
Valor Actual Neto (VAN)
El VAN (Pascale,1992) permite traer al presente una suma de flujos netos
ocurridos en el futuro. De esta forma se puede tomar una decisión a favor o en
contra teniendo en cuenta un valor futuro de ingresos sobre las inversiones que se
realizan en el presente. Aquí se debe considerar un costo de oportunidad del
capital invertido en el proyecto, que resultara clave para mostrar cuánto obtendría
el inversionista por encima de su costo de oportunidad. Este costo en el caso de
los inversionistas agropecuarios es un poco difícil de determinar, por lo que se
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compara con la renta que otorgara si la misma inversión de colocara en una
entidad bancaria, más una prima adicional por riesgo.
En referencia a los resultados, si la diferencia resultante entre el valor
presente de los fondos futuros estimados y la inversión presente, da mayor que 0
se aceptara el proyecto, si da igual a 0 será indistinto dado que solo se cubren el
costo de oportunidad del capital y finalmente, si es menor se rechazara.
Tasa Interna de Retorno (TIR)
Es la tasa de descuento (Pascale,1992) que utilizada para descontar los
flujos, hace que el valor actual neto (VAN) del proyecto sea igual a cero. Es decir,
es la tasa que iguala los flujos futuros esperados a la inversión.
La TIR puede utilizarse como indicador de la rentabilidad; así, se
utiliza como uno de los criterios para decidir sobre la aceptación o rechazo
de un proyecto de inversión. Para ello, la TIR se compara con una tasa
mínima o tasa de corte, el coste de oportunidad de la inversión. Si la tasa de
rendimiento del proyecto es mayor que la tasa de corte, se acepta la
inversión; en caso contrario, se rechaza.
Periodo de Repago de la Inversión (PRI)
Es el período de tiempo (Pascale,1992) en el cual los flujos netos
derivados del proyecto recuperan la inversión inicial. Solo posee alguna utilidad
cuando se asocia al riesgo con el tiempo de recuperación de la inversión dado que
no toma en cuenta el deterioro del valor de dinero en el tiempo
Análisis de Riesgo
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Finalmente se llega al análisis de riesgo, (Pascale,1992) que puede
acrecentar o disminuir la vulnerabilidad de la empresa. Para ello, debe
considerarse las variables que mas afecten la obtención de los resultados
proyectados, en las cuales se deben estimar las físicas como la producción de
pasturas y de leche, y los precios de insumos y productos
Ambos grupos admiten análisis de sensibilidad. A través de ellos,
partiendo de un valor considerado "normal", se establecen hipótesis pesimistas,
que se reflejan en valores extremos de cada grupo, tanto pesimista para los
rendimientos y superiores para los costos e insumos. Usando estos valores
pesimistas se recalculan los indicadores globales (VAN, por ejemplo) y se analiza
su comportamiento.
Otro punto importante es la inflación sostenida en el nivel general de
precios. Existiendo inflación hay un aumento en los precios de los productos del
proyecto y en los costos, es decir que cambian los ingresos netos del proyecto.
Paralelamente, los precios de los bienes y servicios a adquirir con estos beneficios
también cambian, por lo tanto, el efecto que esto tenga sobre el resultado del
proyecto depende del tipo de inflación que presente la economía.
Si la inflación es generalizada, la rentabilidad real del proyecto no se vera
afectada, y por lo tanto no afecta nuestra decisión. En caso contrario, si la inflación
modifica los precios a tasas diferenciales, se vera afectada la rentabilidad y la
decisión sobre la conveniencia de realizar o no un proyecto.
EL MODELO CAMP
El Modelo de Valoración del Precio de los Activos Financieros Weston,
(Fred J. y E.F. Brigham 1987) es una de las herramientas financiera para
determinar la tasa de retorno requerida para un cierto activo. Se plantea las
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ventajas de diversificar inversiones para de esta manera reducir el riesgo.
También llamada teoría del portafolio, porque diversificar inversiones implica
distribuir los recursos en diferentes áreas o segmentos en búsqueda de estar más
preparados para enfrentar los riesgos.
En ese sentido, el modelo busca la maximización del retorno de cada
activo, logrando una cartera más rentable
El modelo CAPM ofrece una forma sencilla para predecir el riesgo de un
activo separándolos en riesgo sistemático y riesgo no sistemático. El primero o se
refiere a la incertidumbre económica general, al entorno, a lo exógeno, a aquello
que no podemos controlar. En contrario, el segundo, es un riesgo específico de la
empresa o de nuestro sector económico.
El CAPM permite construir el portafolio más óptimo al determinar el
porcentaje exacto de inversión en cada uno de los activos que forma parte de la
cartera. Permite determinar la tasa de retorno esperada de un activo. En el
equilibrio, si está agregado a una Cartera de inversiones adecuadamente
diversificada, será capaz de ubicarse en cualquier punto a lo largo del Mercado de
Capitales y a medida que el inversionista corre mayor riesgo obtiene un mayor
retorno esperado. También se toma en cuenta la sensibilidad del activo al riesgo
sistémico, así como también el retorno esperado del mercado y el retorno
esperado de un activo teóricamente libre de riesgo.
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BIBLIOGRAFIA
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