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9 de enero de 2013 Núm. 4.006 (33) ESCUELA 33 ENTREVISTA conoce por completo esas adap- taciones y vuelve a una orga- nización de la enseñanza de la religión católica y de su corres- pondiente alternativa, idéntica a la que pusieron en marcha los gobiernos de UCD. Es un viaje de 30 años hacia el pasado. Y cree- mos que si el PP puede volver hacia atrás obviando los consen- sos alcanzados en estos años con la comunidad educativa y con el resto de las fuerzas políticas, los socialistas también podemos hacerlo y expresar con claridad nuestra posición en relación con unos acuerdos que el PSOE no firmó. “La prioridad debe ser recuperar la equidad en el sistema educativo, que está siendo dilapidada por los recortes del PP” La ley Wert ha coincidido en el tiempo con la Conferencia Política en la que hemos hecho una reflexión profunda sobre la realidad española actual y sobre el proyecto político que el PSOE va a ofrecer a los ciudadanos para los próximos años. Es en este contexto en el que hemos creído necesario profundizar en la lai- cidad, lo que exige una clarifica- ción del papel de las religiones en la esfera pública. A partir de ahí, hemos desarrollado una propues- ta coherente, ya que entendemos que la libertad religiosa está mejor protegida si la formación religio- sa sale del horario escolar y del currículum. ¿En qué consistiría esta pro- puesta? ¿Pondrían una asigna- tura de historia o filosofía de las religiones o apostarían por que los profesores de Sociales, Literatura y Filosofía no obvia- ran el hecho cultural religioso? El hecho religioso ya está reco- gido en el contenido de muchas asignaturas dado que forma parte de una realidad que es necesario conocer. En todo caso, el debate que hemos tenido no se refiere a este asunto concreto, el de la exis- tencia de una materia específica, sino a la formación confesional. Es evidente que el conocimien- to del hecho religioso desde una perspectiva histórica, filosófica y antropológica es importante en una educación integral de los alumnos. Como lo es que exista una formación en nuestros valores cívicos comunes, los que com- partimos, algo que exige recu- perar Educación para la Ciuda- danía y los Derechos Humanos como asignatura para todos los alumnos. La Conferencia Política pare- ce querer renovar la imagen de partido y ser una hoja de ruta. ¿Qué traducción tendrá en los programas electorales? Ha sido un ejercicio sin prece- dentes de participación de exper- tos, organizaciones sociales y de los propios militantes. Un debate abierto que hemos desarrollado durante muchos meses y que bus- ca renovar y poner al día el pro- yecto a largo plazo para orientar nuestras iniciativas en las institu- ciones y los próximos programas electorales. Si se me permite la expresión, hemos puesto las luces largas para situar en el debate público asuntos de vital impor- tancia, y reforzar la apuesta del PSOE por la igualdad, la justicia social, la libertad y la democracia de calidad. Por eso hemos habla- do, entre otras muchas cosas, de la Unión Europea, de la supera- ción de la crisis económica y la creación de empleo y de la refor- ma fiscal necesaria para impulsar nuestro crecimiento y garantizar la sostenibilidad de nuestro esta- do social. ¿Qué le parece la francesa Charte de la Laicité a l´École como código básico para nues- tras escuelas, con sus 15 nor- mas garantistas de la libertad e igualdad educativas para todos, independientemente de las creencias religiosas? Ha sido una iniciativa muy interesante que exige un análi- sis con perspectiva. El Gobier- no francés ha buscado evitar la visión negativa del laicismo que lo vincula a la prohibición y la intolerancia, al tiempo que ha reivindicado el papel integrador y común de la educación. Lai- cidad es respeto, compresión de la realidad ajena, es un concepto incluyente y garantista, especial- mente para el que profesa una fe. En la misma dirección caminan las reflexiones de nuestra Confe- rencia. Para variar el estatuto de la reli- gión es imprescindible denun- ciar los Acuerdos de 1979 con el Vaticano y derogar los exis- tentes con otras confesiones. ¿Qué procedimiento seguirían? Pues para empezar, hemos presentado una Proposición No de Ley instando al Gobierno a que proceda a la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede. Si no lo hace, lo haremos nosotros. Será un compromiso que incluiremos en nuestro programa electoral. La Lomce ha aceptado la dife- renciación por sexos en los cole- gios siguiendo a ciertos grupos ultrareligiosos. ¿Con esta ini- ciativa el espacio común laico saldrá mejorado? ¿Es una for- ma didáctica de expresar qué educación cívica básica debe- mos compartir todos? Para mí, educar en la igualdad pasa inevitablemente por educar- se juntos. Estamos radicalmente en contra de la segregación por sexos porque lo único que podría justificarla sería considerar que hombres y mujeres habrían de cumplir funciones diferentes, en el extremo, con distintos dere- chos y obligaciones. Los niños y las niñas deben educarse juntos porque juntos van a vivir. Deben convivir en igualdad en la escuela porque así queremos que lo hagan en la sociedad. ¿Qué coste interno puede tener la redefinición del PSOE como partido laico? Es conocido que, entre las corrientes internas, alguna es más partidaria de nadar y guardar la ropa. ¿Ha habido algún desgarro? ¿Entre gente joven o entre gente ya muy curtida? Sinceramente, creo que se tra- ta de un avance que responde al sentir de la sociedad. Es una pers- pectiva integradora y positiva de la laicidad que demandan tam- bién quienes profesan la religión católica, que ven con desazón la intromisión en la vida pública de una jerarquía religiosa que, en muchos casos, ha respondido a las corrientes religiosas más conser- vadoras. No ha habido desgarros ¿Y externamente? ¿Es un riesgo perder votos por este concepto? ¿O tenéis expectativas de aco- ger más votantes y representar mejor a la ciudadanía actual? Creo que el nuevo proyecto, también en lo que se refiere a la laicidad se adecúa a la sociedad española del siglo XXI. Como vengo diciendo, es un proyecto respetuoso con las creencias de todos y cada uno de los españo- les. Respetuoso también en el artículo 27.3 de nuestra Cons- titución porque las familias que quieran una determinada edu- cación religiosa para sus hijos, por supuesto también la católi- ca, podrán tenerla en los centros educativos al final de la jornada escolar ordinaria. El de la escuela es solo uno de los capítulos. ¿Cómo que- darían otros ámbitos como los impuestos, Patrimonio histó- rico artístico y documental, colegios concertados, Fuer- zas Armadas, protocolo de Estado, etc.? La relación del Estado con las diversas reli- giones debería regularse de otro modo. ¿Habría una nueva ley? ¿Reguladora de qué liber- tades? Es evidente que un proyecto como el que hemos aprobado va a suponer cambios en muchas cues- tiones como las que usted men- ciona. Desde luego, en algunos temas impositivos; por supuesto, en nuestros protocolos públicos y, sobre todo, exigirá una Ley de Libertad Religiosa. Por último: hemos asistido, hace poco, a la publicación de una nueva edición de PISA. ¿Qué valoración hace? Son datos que conviene ana- lizar en profundidad y que a menudo se abordan con super- ficialidad y tremendismo. No se puede, por ejemplo, magnificar diferencias de unos pocos puntos en una escala en la que los paí- ses con mejores resultados están por encima de la cota de 600. Es necesario ponderar con objetivi- dad nuestros resultados y tener en cuenta el retraso histórico del que partimos, y lo mucho que hemos avanzado en los últimos 30 años. Un dato que se destaca poco es que, en las evaluaciones internacionales, España está entre los países con mayor equidad edu- cativa; logro que, por cierto, los recortes y la Lomce pueden poner en peligro. Lo que no resulta admisible es que las autoridades educativas utilicen sesgadamente esos resul- tados para justificar sus reformas. De entrada, convendría que se preguntaran cómo es posible que con la misma legislación haya comunidades cuyos resultados están por encima de la media de la UE o de la OCDE y otras por debajo. FOTO: INMACULADA MESA. PSOE En su resolución hacen mención expresa a la importancia que tiene el papel del docente, su carrera y el sistema de acceso. La idea de un MIR educa- tivo tiene su sello y curiosamente coincide con pasos del Gobierno en esta materia. ¿Estamos ante un nuevo tema de batalla política? Creo que nadie que haya reflexionado sobre la educación puede dejar de resaltar el papel de los docentes. Son la clave del éxito escolar. Ejem- plos como el de Finlandia no dejan lugar a dudas: en el centro de un buen sistema educativo está la formación del docente y su valoración social; su formación inicial y continua. Por eso en la Conferencia Política hemos reiterado nuestra propuesta de crear lo que hemos denominado un “MIR docente”. La experiencia de la formación de nuestros médicos no puede ser más alentadora. Y yo sostengo que con las correspondientes adaptacio- nes debería ser la fórmula para conseguir una buena formación inicial, que integre la teoría y la práctica. No es lo único que hay que cambiar. Debemos reforzar la capacidad de innovación de nuestros profesores, reforzar su autonomía y la de los centros. Creo que, a pesar de la retórica oficial de la Lomce, la realidad es que es una ley que rezuma desconfianza hacia los profesores y la tarea que desarrollan. MIR educativo

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9 de enero de 2013 Núm. 4.006 (33) ESCUELA 33

ENTREVISTAconoce por completo esas adap-taciones y vuelve a una orga-nización de la enseñanza de la religión católica y de su corres-pondiente alternativa, idéntica a la que pusieron en marcha los gobiernos de UCD. Es un viaje de 30 años hacia el pasado. Y cree-mos que si el PP puede volver hacia atrás obviando los consen-sos alcanzados en estos años con la comunidad educativa y con el resto de las fuerzas políticas, los socialistas también podemos hacerlo y expresar con claridad nuestra posición en relación con unos acuerdos que el PSOE no fi rmó.

“La priorida d debe

ser recuperar la

equidad en el

sistema educativo,

que está siendo

dilapidada por los

recortes del PP”

La ley Wert ha coincidido en el tiempo con la Conferencia Política en la que hemos hecho una refl exión profunda sobre la realidad española actual y sobre el proyecto político que el PSOE va a ofrecer a los ciudadanos para los próximos años. Es en este contexto en el que hemos creído necesario profundizar en la lai-cidad, lo que exige una clarifi ca-ción del papel de las religiones en la esfera pública. A partir de ahí, hemos desarrollado una propues-ta coherente, ya que entendemos que la libertad religiosa está mejor protegida si la formación religio-sa sale del horario escolar y del currículum.

¿En qué consistiría esta pro-puesta? ¿Pondrían una asigna-tura de historia o fi losofía de las religiones o apostarían por que los profesores de Sociales, Literatura y Filosofía no obvia-ran el hecho cultural religioso?

El hecho religioso ya está reco-gido en el contenido de muchas asignaturas dado que forma parte de una realidad que es necesario conocer. En todo caso, el debate que hemos tenido no se refi ere a este asunto concreto, el de la exis-tencia de una materia específi ca, sino a la formación confesional. Es evidente que el conocimien-to del hecho religioso desde una perspectiva histórica, filosófica y antropológica es importante en una educación integral de los alumnos.

Como lo es que exista una formación en nuestros valores cívicos comunes, los que com-partimos, algo que exige recu-perar Educación para la Ciuda-danía y los Derechos Humanos como asignatura para todos los alumnos.

La Conferencia Política pare-ce querer renovar la imagen de partido y ser una hoja de ruta. ¿Qué traducción tendrá en los programas electorales?

Ha sido un ejercicio sin prece-dentes de participación de exper-tos, organizaciones sociales y de los propios militantes. Un debate abierto que hemos desarrollado durante muchos meses y que bus-ca renovar y poner al día el pro-yecto a largo plazo para orientar nuestras iniciativas en las institu-ciones y los próximos programas electorales. Si se me permite la expresión, hemos puesto las luces largas para situar en el debate público asuntos de vital impor-tancia, y reforzar la apuesta del PSOE por la igualdad, la justicia social, la libertad y la democracia de calidad. Por eso hemos habla-do, entre otras muchas cosas, de la Unión Europea, de la supera-ción de la crisis económica y la creación de empleo y de la refor-ma fi scal necesaria para impulsar nuestro crecimiento y garantizar la sostenibilidad de nuestro esta-do social.

¿Qué le parece la francesa Charte de la Laicité a l´École como código básico para nues-tras escuelas, con sus 15 nor-mas garantistas de la libertad e igualdad educativas para

todos, independientemente de las creencias religiosas?

Ha sido una iniciativa muy interesante que exige un análi-sis con perspectiva. El Gobier-no francés ha buscado evitar la visión negativa del laicismo que lo vincula a la prohibición y la intolerancia, al tiempo que ha reivindicado el papel integrador y común de la educación. Lai-cidad es respeto, compresión de la realidad ajena, es un concepto incluyente y garantista, especial-mente para el que profesa una fe. En la misma dirección caminan las refl exiones de nuestra Confe-rencia.

Para variar el estatuto de la reli-gión es imprescindible denun-ciar los Acuerdos de 1979 con el Vaticano y derogar los exis-tentes con otras confesiones. ¿Qué procedimiento seguirían?

Pues para empezar, hemos presentado una Proposición No de Ley instando al Gobierno a que proceda a la denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede. Si no lo hace, lo haremos nosotros. Será un compromiso que incluiremos en nuestro programa electoral.

La Lomce ha aceptado la dife-renciación por sexos en los cole-gios siguiendo a ciertos grupos ultrareligiosos. ¿Con esta ini-ciativa el espacio común laico

saldrá mejorado? ¿Es una for-ma didáctica de expresar qué educación cívica básica debe-mos compartir todos?

Para mí, educar en la igualdad pasa inevitablemente por educar-se juntos. Estamos radicalmente en contra de la segregación por sexos porque lo único que podría justificarla sería considerar que hombres y mujeres habrían de cumplir funciones diferentes, en el extremo, con distintos dere-chos y obligaciones. Los niños y las niñas deben educarse juntos porque juntos van a vivir. Deben convivir en igualdad en la escuela porque así queremos que lo hagan en la sociedad.

¿Qué coste interno puede tener la redefi nición del PSOE como partido laico? Es conocido que, entre las corrientes internas, alguna es más partidaria de nadar y guardar la ropa. ¿Ha habido algún desgarro? ¿Entre gente joven o entre gente ya muy curtida?

Sinceramente, creo que se tra-ta de un avance que responde al sentir de la sociedad. Es una pers-pectiva integradora y positiva de la laicidad que demandan tam-bién quienes profesan la religión católica, que ven con desazón la intromisión en la vida pública de una jerarquía religiosa que, en muchos casos, ha respondido a las

corrientes religiosas más conser-vadoras. No ha habido desgarros

¿Y externamente? ¿Es un riesgo perder votos por este concepto? ¿O tenéis expectativas de aco-ger más votantes y representar mejor a la ciudadanía actual?

Creo que el nuevo proyecto, también en lo que se refi ere a la laicidad se adecúa a la sociedad española del siglo XXI. Como vengo diciendo, es un proyecto respetuoso con las creencias de todos y cada uno de los españo-les. Respetuoso también en el artículo 27.3 de nuestra Cons-titución porque las familias que quieran una determinada edu-cación religiosa para sus hijos, por supuesto también la católi-ca, podrán tenerla en los centros educativos al fi nal de la jornada escolar ordinaria.

El de la escuela es solo uno de los capítulos. ¿Cómo que-darían otros ámbitos como los impuestos, Patrimonio histó-rico artístico y documental, colegios concertados, Fuer-zas Armadas, protocolo de Estado, etc.? La relación del Estado con las diversas reli-giones debería regularse de otro modo. ¿Habría una nueva ley? ¿Reguladora de qué liber-tades?

Es evidente que un proyecto como el que hemos aprobado va a suponer cambios en muchas cues-tiones como las que usted men-ciona. Desde luego, en algunos temas impositivos; por supuesto, en nuestros protocolos públicos y, sobre todo, exigirá una Ley de Libertad Religiosa.

Por último: hemos asistido, hace poco, a la publicación de una nueva edición de PISA. ¿Qué valoración hace?

Son datos que conviene ana-lizar en profundidad y que a menudo se abordan con super-fi cialidad y tremendismo. No se puede, por ejemplo, magnificar diferencias de unos pocos puntos en una escala en la que los paí-ses con mejores resultados están por encima de la cota de 600. Es necesario ponderar con objetivi-dad nuestros resultados y tener en cuenta el retraso histórico del que partimos, y lo mucho que hemos avanzado en los últimos 30 años. Un dato que se destaca poco es que, en las evaluaciones internacionales, España está entre los países con mayor equidad edu-cativa; logro que, por cierto, los recortes y la Lomce pueden poner en peligro.

Lo que no resulta admisible es que las autoridades educativas utilicen sesgadamente esos resul-tados para justifi car sus reformas. De entrada, convendría que se preguntaran cómo es posible que con la misma legislación haya comunidades cuyos resultados están por encima de la media de la UE o de la OCDE y otras por debajo.

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En su resolución hacen mención expresa a la importancia que tiene el papel del docente, su carrera y el sistema de acceso. La idea de un MIR educa-tivo tiene su sello y curiosamente coincide con pasos del Gobierno en esta materia. ¿Estamos ante un nuevo tema de batalla política?

Creo que nadie que haya refl exionado sobre la educación puede dejar de resaltar el papel de los docentes. Son la clave del éxito escolar. Ejem-plos como el de Finlandia no dejan lugar a dudas: en el centro de un buen sistema educativo está la formación del docente y su valoración social; su formación inicial y continua. Por eso en la Conferencia Política hemos reiterado nuestra propuesta de crear lo que hemos denominado un “MIR docente”. La experiencia de la formación de nuestros médicos no puede ser más alentadora. Y yo sostengo que con las correspondientes adaptacio-nes debería ser la fórmula para conseguir una buena formación inicial, que integre la teoría y la práctica.

No es lo único que hay que cambiar. Debemos reforzar la capacidad de innovación de nuestros profesores, reforzar su autonomía y la de los centros. Creo que, a pesar de la retórica ofi cial de la Lomce, la realidad es que es una ley que rezuma desconfi anza hacia los profesores y la tarea que desarrollan.

MIR educativo