24 de marzo - suteba · 2017. 6. 22. · 1983, que para el 17 de marzo martínez de hoz tenía casi...

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113 FORMACION POLITICO SINDICAL 24 de marzo

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    “La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento

    de mi casa en Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de

    una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que

    me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber

    opinado libremente como escritor y periodista durante casi 30 años.

    El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance

    de la acción de Gobierno en documentos y discursos oficiales, donde

    lo que ustedes llaman acierto son errores, lo que reconocen como

    errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. (…) ... lo que

    ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez

    sino la posibilidad de un proceso democrático...”.

    Fragmento de la Carta Abierta a la Junta Militar. El 25 de marzo de 1977, un díadespués de fechada su Carta Abierta, Rodolfo Walsh, fue asesinado por un

    grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada.

    CARTA ABIERTA A LA JUNTA. Fragmento

  • En los últimos meses del Gobierno de Isa-bel Martínez el golpe ya era percibidocomo inevitable, pero fue a principios de1976 cuando el golpe cívico militar se hizoirreversible. Apenas acallados los ecos dela sublevación de la Aeronáutica del 18 dediciembre que practicó vuelos rasantessobre la Casa Rosada levantando como en1955 la consigna “Cristo vence”, en laNochebuena de 1975 desde Tucumán, elTte. Gral. Jorge Videla entonces jefe delEjército, daba a conocer el primer bandogolpista contra el Gobierno. En ese men-saje, que iniciaba el estado deliberativopermanente de las tres fuerzas, advertíasobre “la sana rabia del verdadero sol-dado” y vaticinaba que “frente a las tinie-blas llegaba la hora de despertar”.

    Desde el Congreso se multiplicaron los pe-didos de renuncia a la Presidenta comouna medida extrema para resolver la crisis,pero Isabel reiteró que no renunciaría yratificó la decisión de convocar a elec-ciones generales en octubre de 1976. Porentonces los riesgos de huelgas y desobe-diencia civil ante un golpe estaban total-mente descartados y los contactos conciviles estaban muy adelantados. Los análi-sis y papers para elaborar una fórmula al-

    ternativa económica se aceleraron haciafines de 1975.

    Los comandantes le pidieron a José Al-fredo Martínez de Hoz que preparara unplan económico detallado para el fin desemana previo al golpe y que se hicieracargo del Ministerio de Economía. Pusouna condición para aceptar: necesitaba 10años para aplicar su plan. Videla le pro-metió cinco seguros. La revista SOMOScuenta en su publicación de setiembre de1983, que para el 17 de marzo Martínezde Hoz tenía casi integrado el equipo queluego manejaría junto a él las riendas dela economía.

    Dos días antes del 24 de Marzo, ya se reali-zaban movimientos de tropas con la ex-cusa de combatir la subversión y fueronocupando lugares estratégicos. En la ma-drugada del día 24 de Marzo el he-licóptero que trasladaba a Isabel desde laCasa Rosada a Olivos fue desviado alAeroparque simulando un desperfectotécnico. Allí representantes de las FuerzasArmadas le comunicaron que cesaba co-mo Presidenta y la condujeron detenida ala residencia El Messidor en Neuquén.

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    1976

  • En la madrugada de ese día, mientras seconformaba la Junta Militar que iba ausurpar el Gobierno, integrada por los co-mandantes de las tres armas: Videla (Ejér-cito), Massera (Marina) y Agosti (Aero-náutica), comenzaba la cacería de mili-tantes que eran secuestrados con rumbodesconocido o directamente asesinados.Isauro Arancibia, Secretario General Ad-junto de la CTERA, Bernardo Alberte, exdelegado del Gral. Perón y René Sala-manca, Secretario General de SMATA - Cór-doba fueron unas de sus primeras víctimas.

    El país se despierta la mañana del 24 conlos acordes de una inconfundible marchamilitar difundida por cadena nacional y elcorrespondiente “Comunicado Nº 1” queexpresaba: “Se comunica a la poblaciónque a partir de ese momento el país se en-cuentra bajo el control operacional de laJunta de Comandantes Generales de lasFuerzas Armadas. Se recomienda a todoslos habitantes el estricto acatamiento a lasdisposiciones y directivas que emanen deautoridad militar (…)”.

    Era una nueva interrupción del marcoconstitucional -la sexta desde el derroca-miento de Yrigoyen en 1930- que una vezmás, prometía dejar atrás el “caos” impe-rante y retomar el “orden”. Amplios sec-tores sociales recibieron el Golpe enforma pasiva, otros lo apoyaron, algunos

    lo impugnaron y unos pocos lo resis-tieron. Sin embargo nadie podía siquieraimaginar la magnitud de la tragedia quese avecinaba. Aquél no sería uno más delos rutinarios y sucesivos asaltos al poderque periódicamente practicaban los mili-cos, alentados por minorías civiles, apro-vechadores e idiotas útiles. Alcanzaría ungrado de perversión desconocido hastaentonces.

    En la búsqueda del “orden” proclamado,la dictadura se propuso implementar unferoz disciplinamiento de la sociedad di-rigido a eliminar cualquier oposición a suproyecto y destruir toda forma de partici-pación popular.

    El terrorismo de Estado fue el métodousado para hacer “desaparecer” las fuen-tes de los conflictos; para lograrlo ejercie-ron dos tipos de violencia sistemática ygeneralizada: la violencia del Estado y laviolencia del Mercado.

    “El imperialismo norteamericano, despuésde voltear al Gral. Torres en Bolivia y a Sal-vador Allende en Chile, aunó su esfuerzoal de la oligarquía argentina para cerrar elcamino a “cordobazos”, “rosariazos”, etc.y a elecciones con triunfos populares quepercibían como una cuchilla que pasabamuy cerca de sus gargantas. Aprovecha-ron por supuesto la frustración del 73 cau-F

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    El mismo día 24, la Junta tomó las siguientes medidas:

    • Declaró el Estado de sitio.

    • Disolvió el Congreso.

    • Cesó en sus funciones a todas las au-toridades federales y provinciales y alas Cortes de Justicia nacionales yprovinciales.

    • Declaró a todos los jueces en comi-sión.

    • Suspendió la actividad de los partidospolíticos.

    • Intervino Sindicatos.

    • Intervino la CGT y la CGE.

    • Prohibió el Derecho de huelga.

    • Anuló las convenciones colectivas detrabajo.

    • Consideró objetivos militares a todoslos lugares de trabajo y producción;

    • Instaló la pena de muerte para delitosde orden público.

    • Censuró los Medios de Comunica-ción.

    • Suspendió el Estatuto Docente.

    • Clausuró locales nocturnos…

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    sada por los antagonismos internos delperonismo, la muerte de Perón y otros fac-tores, pero estamos ciertos que la conspi-ración no empezó en febrero de 1976 sinoen abril de 1973 y por eso su hombre clavees ‘Joe’ Martínez de Hoz, con su pasadoenraizado en la Sociedad Rural y su pre-sente de estrecha ligazón con Rockefeller”

    (*). (Volveremos a tocar el tema sobreMartínez de Hoz)

    (*) Galasso, Norberto (2001). Hace 25 años. Memoriasde Marzo (fragmento). En línea: http://www.elorti-ba.org/marzo.html#HACE_25_A%C3%91OS_ Con-sulta realizada el dia 28/08/2012

    Datos y aportes extraídos de:Revista Somos (Septiembre 1983). La caída de Isabel.Memorias de marzo. En línea

    http://www.elortiba.org/marzo.html#La_ca%C3%ADda_de_Isabel_ Consulta realizada el dia 28/08/2012Lorenz, Federico; Adamoli, María Celeste (Coords.) yotros. (2010). “Pensar la dictadura: Terrorismo de Es-tado en Argentina”. Ministerio de Educación. Presi-dencia de la Nación. http://educacionymemoria.educ.ar/secundaria/wp-content/uploads/2011/01/pensar_la_dictadura.pdfGalasso, Norberto. (2005). “La dictadura procesista”.Cuadernos para la otra historia N°29. Buenos Aires:Centro cultural Enrique Santos Discepolo.

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    El régimen puso en marcha una repre-sión implacable, a través del SistemaNacional de Represión (SNR), usando unandamiaje basado en el poder del Estado,que accionó sobre todas las fuerzasdemocráticas con el objetivo de someter-las mediante el terror e imponer el“orden” sin ninguna voz disidente.

    Por eso el CCD - Centro Clandestino de De-tención - fue vital en el proceso represivo.Fue el lugar donde se entraba y no se salíay si se salía sus vidas habían cambiado,donde se utilizaba el asesoramiento y elaccionar de profesionales de la salud paradoblegar la voluntad humana.

    Se llegaron a instalar 610 campos de con-centración por donde pasaron decenas demiles de personas distribuidos por zonas ysubzonas militares a lo largo y ancho delpaís. Por las cifras de los sobrevivientes dela ESMA, por ejemplo, se calcula que allíestuvieron más de 5000 detenidos desa-parecidos.

    No hubo errores ni excesos en el ac-cionar represivo, sino un plan deliberadode exterminio, un programa de acciónplanificada, estableciéndose los métodospara llevarlos a la práctica, desde el con-finamiento de los detenidos en estoscentros clandestinos -donde se torturabay se los mantenía en situación de de-

    saparición forzada- hasta arrojarlos des-de aviones al Río de la Plata o asesinarlosocultando los cadáveres en fosas co-munes sin ningún tipo de identificación,llegando hasta la apropiación de bebésnacidos en cautiverio.

    Un grupo de mujeres que desafiaron elterror imperante reclamando la aparicióncon vida de sus hijos y la recuperación desus nietos comienzan el 30 de abril de1977 sus rondas alrededor de la Pirámidede Mayo, que repetirán rigurosamentecada jueves. En torno a ellas va creciendoun movimiento en defensa de los dere-chos humanos que las acompaña, que re-presenta hoy, uno de los pilares en que seapoya nuestra democracia.

    Mientras esto sucedía, en el estadio deRiver, a pocas cuadras del centro de horrordonde se torturaba a cientos de compa-triotas, otros argentinos vivían días de glo-ria durante el Mundial de Fútbol de 1978y gritaban con frenético orgullo “el queno salta es un holandés”, denostando auna selección que se negó a recibir el pre-mio de subcampeón de manos del geno-cida Videla, en solidaridad con las Madresde Plaza de Mayo, por entonces atacadascon ferocidad por el régimen y sus aliados.La mayoría del pueblo permanecía ajenoa tanto dolor.

    Violencia del EstadoLa Noche de Los Lápices

    Uno de los sucesos más dramáticosde la represión vivida en aquellosaños fue el secuestro de adolescentes.Llegaron a 250 los desaparecidos entre13 y 18 años, la mayoría estudiantes deescuelas secundarias.

    Reclamar por el boleto estudiantil,como venían haciendo un grupo de es-tudiantes de la Escuela Normal Nº 3 deLa Plata, era considerado un atentadoque se debía reprimir de inmediato.

    Entre la medianoche y las cinco de lamañana del día 16 de setiembre de1976, en un hecho recordado como“La noche de los lápices”, diez estu-diantes fueron secuestrados de susdomicilios después de participar enuna campaña por el boleto estudiantil.Todos ellos fueron trasladados alPozo de Banfield, donde se los tor-turó salvajemente. El operativo fuerealizado por el Batallón 601 del ser-vicio de inteligencia del Ejército y laPolicía de la Provincia de Buenos Airesdirigida por el general Ramón Camps,quien calificó al suceso como ejemplode “accionar subversivo en las escue-las”. Sobrevivieron Pablo Díaz, EmilceMoler, Patricia Miranda y GustavoCalotti.

    Datos y aportes extraídos de:"La noche de los lápices". En línea: http://www.elortiba.org/lapices.html.

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    La Noche del Apagón

    L a noche del 20 de julio de 1976, la usinade Gral. San Martín (Departamento deLedesma, Jujuy) cortó el suministro eléc-trico, lugar en donde se encuentra ubi-cado el ingenio propiedad de la familiaBlaquier.

    Amparados en las sombras, policías, gen-darmes, militares y capataces del ingeniocomenzaron a allanar viviendas de lospueblos de Gral. San Martín y Calilegua.En vehículos de la empresa fueron tras-ladadas más de cuatrocientas personasentre trabajadores, estudiantes y profe-sionales. Los alojaron en los galpones demantenimiento del ingenio.

    Después de haber sido sometidos a inter-minables sesiones de torturas, algunosfueron liberados, otros trasladados acárceles de otras provincias y treinta con-tinúan desaparecidos, entre ellos LuisRamón Arédez, quien había sido inten-dente de General San Martín y denun-ciante reiterado de la contaminación queproducía el ingenio.

    Desde entonces, y hasta el último de susdías, su esposa Olga Márquez de Arédezmarchó sola por la plaza céntrica, con lafoto de su marido desaparecido.

    Datos y Aportes:Marcha en Repudio a los cien años de Ledesma. Cen-tro de investigación y Formación, Movimientos So-ciales Latinoamericanos.

    La Masacre de Margarita Belén

    C onstituye uno de los crímenes colec-tivos más horrendos; planificado ydecidido en los más altos niveles de ladictadura. Con la excusa de ser traslada-dos a una cárcel de máxima seguridad dela provincia de Formosa, en la madru-gada del 13 de diciembre de 1976, ungrupo de presos políticos fue retirado dela Unidad Penitenciaria 7 de Resistenciadonde permanecían detenidos.

    En proximidades de la localidad de Mar-garita Belén a sólo 40 Km de Resistenciafueron asesinados. Antes de ser fusiladospasaron por la Brigada de Investiga-ciones donde fueron brutalmente tortu-rados. Las víctimas de la masacre fueronveintidós de los cuales diecisiete han po-dido ser identificados plenamente, delos otros cinco (dos mujeres y tres varo-nes) aún no fueron hallados sus restos.

    Sus cadáveres nunca fueron entregadosa sus familias.

    Datos y Aportes:Comisión Provincial por la Memoria, Chaco.

    La Noche de Las Corbatas

    A sí se denominó a los operativos realiza-dos en la ciudad de Mar del Plata entrelos días 6 y 13 de julio de 1977, donde fueronsecuestrados once personas, de los cualesseis eran abogados. Entre ellos se encontrabaNorberto Centeno, coautor de la Ley de Con-trato de Trabajo promulgada en 1974.

    La lista incluía a Salvador Arestín, Raúl Alaiz,Camilo Ricci, Carlos Bozzi y Tomás Fresnedajunto a su esposa, embarazada de cuatromeses. El operativo estuvo a cargo del grupode tareas del GADA (Grupo de Artillería deDefensa Antiaérea) 601 al mando del Coro-nel Pedro Barda, con la colaboración de lasiniestra CNU (Concentración Nacional Uni-versitaria). El objetivo era eliminar a ungrupo de abogados que además de de-fender los derechos de los trabajadores en-torpecían el accionar del poder económico.El cadáver de Centeno fue arrojado pocosdías después en el camino a Miramar confuertes marcas de tortura. De los abogadossólo Ricci y Bozzi sobrevivieron a aquellostrágicos días. El resto, incluida la esposa deFresneda continúan en calidad de desapare-cidos.

    Datos y aportes de:Bozzi, Carlos. “La larga noche de las corbatas”. En linea,en: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/dictadura/noche_corbatas.php

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    En medio del contexto de horror im-puesto por el terrorismo de Estado, enmedio de esa oscuridad, hubo un alum-bramiento, nació otra historia...

    Muchas madres salieron a buscar a sushijos, salieron de sus casas, de su rutina, desu profundo dolor a enfrentar al aparatorepresivo más cruel que tuvo nuestro país.

    Se animaron a decir en voz alta lo queotros murmuraban, develando la verdadde lo que ocurría ante una sociedad quemiraba paralizada, aterrada o indiferente.

    Estas Madres, con sus cabezas cubiertascon pañuelos, marcan el inicio de una re-sistencia colectiva. Antes de agruparse enun colectivo, muchas de ellas fueron cono-ciéndose en las antesalas de diversas ins-tancias del poder, como la ConferenciaEpiscopal y la Curia Metropolitana, a lasque acudieron sin resultados favorables; obien, en los Juzgados Federales que dabancurso a los hábeas corpus sin contestar lasdemandas o en el Ministerio del Interiorque cumplía formalmente abriendo los ex-pedientes solicitados. Pero en ese trance,muchas Madres comenzaron a recono-cerse pares en el dolor y fue decisiva la vo-luntad de lucha.

    Cabe destacar la militancia y conciencia

    política previa de varias de ellas. AzucenaVillaflor había sido delegada sindical, Es-ther Careaga había participado en luchaspolíticas del exilio paraguayo en la dic-tadura de Stroessner y Mari Ponce en elMovimiento Católico Tercermundista. Ellasjugaron un rol importante en las primerasactividades que dieron identidad a lasMadres en sus primeras formas de organi-zación. En 1977 fueron blanco de desa-parición, tortura y asesinato.

    Otras Madres, fueron adquiriendo conoci-miento y convicciones políticas a partir dela militancia de sus hijos. Y en ese caminocomenzaron a levantar las ideas, los anhe-los y los sueños por los que esos jóveneshabían luchado. Fueron ellas, así, “paridaspor sus hijos”.

    Adriana Arédez cuenta que las Madresquerían ser recibidas por Videla. AzucenaVillaflor, primera presidenta de la Aso-ciación dijo: “Si seguimos solas, individual-mente no vamos a conseguir que nos reci-ba. Tenemos que juntarnos; somos cator-ce, juntémonos en la Plaza de Mayo”.

    En esos días se realizaba una peregri-nación a Luján, que las Madres aprove-charon para demandar la aparición convida de sus hijos, y para reconocerse, enmedio de la multitud, decidieron identifi-

    carse con un pañuelo blanco. Como algu-nas de las mujeres estaban con sus nieti-tos, bebés de los hijos secuestrados, unade ellas dijo: “Usemos los pañales de losnenes a modo de pañuelo, para identifi-carnos”. Así fue que usaron los pañales ylas que no tenían nietos, pañuelos blancoshechos a partir de los pañales.

    Con estas convicciones y las entrañas re-vueltas, salieron a la Plaza como las Ma-dres de Plaza de Mayo construyendo así elenorme aporte para mantener viva lamemoria.

    Desde entonces la Plaza es el territorio delas Madres con sus rondas alrededor de laPirámide.

    Rubén Dri, filósofo y teólogo, en su libro“Movimiento Sociales” (*), nos dice sobrelas Madres:

    “Además de crear el movimiento inven-taron una nueva metodología de lucha: laronda alrededor del símbolo del poder, la“Pirámide de Mayo”.

    La ronda no es una procesión, no es unaperegrinación, no es una marcha, nocomienza ni termina, gira, siempre gira.

    Es la espina clavada en el centro del poder.

    Madres de Plaza de Mayo

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    (*) Dri, Rubén. (2008). “Movimientos sociales: La emergencia del nuevo espíritu”. Buenos Aires: EditorialNuevos Tiempos.Datos y aportes extraídos de:SUTEBA: Secretaría de Derechos Humanos. Galante, Miguel. Todas por todos, en Revista La Educación en nuestras manos No 75. Arédez, Adriana (hija de Luis y Olga Arédez). Ver película de Aliverti, Eduardo: “Sol de Noche”, sobrerepresión en Ingenio Ledesma, Jujuy. En línea: http://jujuyalmomento.com.ar/?page=ampliada&id=7703.

    Es la acusación permanente, es el recuerdosiempre presente de los hijos “desapareci-dos” que se hacen “presentes”, es el recla-mo permanente de Justicia”.

    Azucena Villaflor

    Esther Careaga

    Mari Ponce

  • En setiembre de 1979 llegaron al país represen-tantes de la Comisión Interamericana de Dere-chos Humanos (CIDH). En ese momento arreciabala propaganda oficial proclamando: “Los argenti-nos somos derechos y humanos” (calcomanías au-toadhesivas con esta leyenda eran distribuidas atodos los “buenos” hogares, comercios, vehículos,bancos...) tratando de demostrar que los argenti-nos vivíamos libres y felices y ocultar cualquier in-dicio que reflejara lo contrario. La situación realquedó evidenciada cuando un grupo de hinchasque festejaba en las calles el triunfo de la Selecciónde fútbol de Argentina en el Mundial Juvenil deJapón, incitados por un periodista deportivo,fueron a mostrar su alegría y “libertad de expre-sión” frente a la sede de la OEA donde estaba reu-nida la Comisión Interamericana de DDHH. Allí seenfrentaron al otro país, el país real, al encon-trarse con centenares de personas que esperabanpara presentar sus denuncias por la desapariciónde uno o más familiares.

    Ese día los desaparecidos se hicieron visibles conun peso político que no cesaría de crecer. El 18de abril de 1980 la CIDH presentó su informeque condenaba a la dictadura por las graves vio-laciones a los derechos humanos.

    Datos y aportes extraídos de:González Bazán, Elena Luz. “Cómo funcionó el Sistema Na-cional de Represión (SNR)”. Memorias de marzo. En internet:http://www.elortiba.org/marzo.html Seoane, María y Muleiro,Vicente (2001). “El dictador”.Buenos Aires: Editorial Sudamericana.Benítez, Diego Hernán y Mónaco, César. (2007) La dictaduramilitar, 1976-1983En Kessler, G. y Luzzi, M. “Problemas Socioeconómicos con-temporáneos”. Buenos Aires: Universidad Nacional de Gen-eral Sarmiento. En internet:http://www.riehr.com.ar/archivos/Educacion/La dictaduramilitar Monaco Benitez.pdfF

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    Victimas del Terrorismo de Estado

    Distribución de desaparecidos según profesión u ocupación. A continuación,datos reflejados en el Informe de la Conadep, “Nunca más”, acerca de la dis-tribución de desaparecidos según su profesión u ocupación:

    Obreros 30.2% / Estudiantes 21.0% / Empleados 17.9% / Profesionales 10.7% / Docentes 5.7% / Autónomos y varios 5.0% / Amas de casa 3.8% / Conscriptos yPersonal Subalterno de FFAA y Seguridad 2.5% / Periodistas 1.6% / Actores, Artis-tas 1.3% / Religiosos 0.3%

    El informe de la Conadep aclara que del 21% del porcentaje que representa alos estudiantes, uno de cada tres trabajaba. Por lo tanto, si tenemos en cuentaademás que en la década del 70 gran parte de los profesionales, periodistas yactores estaban en relación de dependencia podemos afirmar que alrededordel 70 % de los desaparecidos pertenecían a la clase trabajadora.

    Septiembre 1979. Visita de laComisión Interamericana de DDHH

    (CIDH) de la OEA

  • La Justicia cómplice

    La Junta Militar designó directamentelos nuevos miembros de la Corte Su-prema en reemplazo de la anterior,descabezada el 24 de Marzo. Los nuevosmiembros, claramente afines, juraronpor los Estatutos y los Objetivos Básicosdel Proceso de Reorganización Nacional,denominación impuesta por la mismaJunta; juramento que también realiza-ron otros integrantes del Poder Judicial.

    El argumento esgrimido por la dicta-dura para justificar esta parodia de ins-titucionalidad se basaba en el peligroinminente de una “amenaza subversivaal Estado” y, creando paralelamente unorden legal de facto que le otorgara “le-gitimidad” a su accionar. Al aceptar laimposición de decretos leyes aberrantescomo fueron la Ley 21.459, que estable-cía la pena de muerte a partir de los 16años o la Ley 21.313 que extendió la ju-risdicción de los jueces nacionales a to-dos los procesados que se encontraranen cárceles o en “cualquier otro lugar”(en realidad: los centros clandestinos dedetención) la subordinación del aparatojudicial estaba garantizado. En lo con-creto representó la destrucción del Es-tado de Derecho y del sistema republi-cano. La Constitución Nacional quedósepultada bajo los objetivos básicos es-

    tablecidos por la dictadura. Algunos re-sistieron, con actos personales valerosos,corriendo grandes riesgos, pero la ma-yoría se adaptó dócilmente a la nuevasituación, que en gran medida se corres-pondía con la concepción jurídico-ideo-lógica dominante en el Poder Judicial.

    El Poder Judicial sumó más de 40 desa-parecidos, casi todos muy jóvenes, entrelos que se encontraban dos familiaresdirectos por vía materna del dictadorVidela. También los abogados que anteuna detención se atrevían a presentarhábeas corpus tuvieron que afrontaramenazas, persecución e incluso lamuerte. Sin embargo entre 1976 y 1979en la Capital Federal se presentaron6.487 recursos. Los pedidos del men-cionado Derecho raramente obteníanrespuesta. Una vez ingresados seguíanun circuito preestablecido: los juecespedían informes a la Policía Federal y alas Fuerzas Armadas, que respondíansiempre negando la detención y con esobastaba para que dieran por concluidala investigación. Si por un recurso extra-ordinario la causa llegaba a la CorteSuprema, ésta se declaraba incompe-tente y lo derivaba otra vez al juzgadodonde recomenzaba la ronda. Solamen-te después que Videla se retiró del cargola Corte resolvió algunos casos, el másconocido fue el de Jacobo Timerman,

    “No, no se podía fusilar. Pongamos unnúmero, pongamos cinco mil. La sociedadargentina no se hubiera bancado los fusi-lamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoyseis en Córdoba, mañana cuatro en Rosarioy así hasta cinco mil. No había otra ma-nera. Todos estuvimos de acuerdo en esto.Y el que no estuvo de acuerdo se fue. ¿Dara conocer donde están los restos? Pero¿qué es lo que podemos señalar? ¿El mar,el Río de la Plata, el Riachuelo? Se pensó,en un momento, dar a conocer las listas.Pero luego se planteó: si se dan por muer-tos, enseguida vienen las preguntas que nose pueden responder: quién mató, dónde,cómo”.

    De la entrevista concedida por Jorge R. Videla aMaría Seoane y Vicente Muleiro el 25 de agosto de1998. Publicada en “El dictador, la historia secretay pública de Jorge R. Videla”, Buenos Aires, De Bol-sillo, 2006.

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    liberado y enviado fuera del país respon-diendo a la presión internacional.

    Un caso emblemático que desenmascara lacomplicidad judicial con la dictadura fue elaccionar de la Morgue Judicial. Con la com-plicidad de la Cámara del Crimen se reali-zaban autopsias ordenadas por las FuerzasArmadas sin contar con la correspondienteautorización judicial y la recepción de NNsin ninguna identificación. Esto por fuerade los procedimientos administrativos ylegales establecidos que amparaba la cons-trucción y la continuidad de una prácticabasada en la “desaparición”. El oculta-miento de los cuerpos que llegaban a laMorgue Judicial no era otra cosa que elocultamiento del delito y aparece como losnexos entre el poder militar que mataba ysecuestraba y la familia judicial que ampa-raba el plan de matar y secuestrar.

    Datos y aportes extraídos de: Muleiro, Vicente, “1976 El golpe civil”, Hacia adentrodel Estado. Espejo de la Argentina - Planeta.Castro Feijoo, Lucía, “La deuda pendiente: cómplicesy 'garantes' de la dictadura”. La revista del Centro Cul-tural de la Cooperación, publicado en mayo/agosto2011Pensar la dictadura: Terrorismo de Estado en Ar-gentina, Qué pasó con las leyes y el marco jurídico du-rante la dictadura, MInisterio de Educación de laNación.

    La Iglesia Cómplice

    La línea dominante de la Iglesia Católicaen la Argentina cometió ante los crí-menes de la dictadura mucho más que elpecado de omisión: jugó un papel activoproveyendo la razón teológica que les da-ba sustento y justificación moral, basán-dose en la idea de “guerra justa” contrael “enemigo subversivo”, contrariamentea la posición adoptada por las Iglesias deChile, Uruguay y Brasil que brindaronrefugio a los perseguidos.

    Tradicionalmente erigida como soportedogmático de las clases dominantes, des-de ese lugar apoyó todos los golpes mili-tares que se sucedieron en el siglo pasado.Sin embargo, no pudo evitar que los con-flictos y enfrentamientos que atravesabanla sociedad se trasladaran a su interior.Mientras esta iglesia realimentaba su incli-nación por las concepciones más oscuras yretrógradas, algunos obispos y numerosossacerdotes participaron de las luchas po-pulares, aun a riesgo de sus vidas.

    Las fuerzas de la represión, convencidasde que “la subversión” también se escon-día detrás de los altares, se propusieronuna “limpieza” aleccionadora como lodemuestran las mismas víctimas, desde elcura Carlos Mugica hasta el obispo de LaRioja, Enrique Angelelli, pasando por la

    masacre de los sacerdotes palotinos y delas monjas francesas Alice Domon y Léo-nie Duquet.

    Casi un año después del asesinato de An-gelelli el obispo Carlos Ponce de León co-rrió su misma suerte, su cadáver aparecióen San Nicolás. El folleto “La Iglesia cóm-plice y la Iglesia del pueblo” en su anexoII consigna que 19 sacerdotes fueron ase-sinados o desaparecidos, 10 presos, 34 encentros clandestinos de detención y luegoliberados, 11 seminaristas asesinados, 7religiosas y religiosos desaparecidos. Tam-bién figuran como desaparecidos 45católicos laicos y 5 del credo protestante.

    El Episcopado ni siquiera permitió que seconociera la gravedad de la persecuciónde la dictadura contra la Iglesia. Aúncuando estaban asesinando obispos, sa-cerdotes, religiosos, seminaristas y laicosno se animó a romper el acuerdo tácitoque había presidido históricamente susrelaciones con la institución militar.

    El sustento de las autoridades eclesiásticasa la dictadura que se hizo explícita en mu-chos casos, se pudo corroborar en distin-tos frentes, en sus negativas a los pedidosde auxilio que recibían de los familiaresde secuestrados, en sus declaracionespúblicas, en las homilías a las tropas, ensus documentos pastorales y hasta en su

  • Alice Domon y Leonie Duquet

    Monseñor Angelelli

    Mñor. Ponce de León

    Padre M. Ramondetti

    Padre H. Benítez

    Monseñor J. Novak

    Monseñor A. Devoto Monseñor M. Hesayne

    Mñor. De Nevares

    Padre R. JacuziSacerdotes Palotinos: Leaden, Kelly, Dufau, Barletti, Barbeito

  • decisión de hacerse cargo del traslado dedetenidos ilegales de la ESMA a predios desu propiedad para ocultarlos de la CIDH(Comisión Interamericana de DerechosHumanos).

    En su libro “Iglesia y dictadura” EmilioMignone, presidente y fundador del Cen-tro de Estudios Legales y Sociales (CELS)señala que de ochenta obispos, sólo cua-tro denunciaron en forma abierta las vio-laciones a los derechos humanos y otrosocho recibieron y realizaron gestiones porpersonas afectadas; muy especialmenteresponsabiliza al Vicariato Castrense. Mig-none describe la colaboración de los cape-llanes con los métodos de la represión:confesores de prisioneros que iban a serfusilados en la clandestinidad o que sevalían de la confesión para obtener infor-mación que entregaban a las autoridadesmilitares, justificadores de los secuestros,la tortura y el asesinato de otros sacer-dotes a los que denunciaban como infil-trados comunistas en la Iglesia. Llegaron aparticipar incluso de las sesiones de tor-tura que constituían un instrumento pre-dominante en los centros de detenciónpara concretar la persecución y el exter-minio de los opositores.

    Decenas de testimonios de sobrevivientes,algunos recogidos por la Conadep(Comisión Nacional sobre la Desapariciónde Personas), dan cuenta de ello. No debe

    sorprendernos, el tormento físico no eradesconocido por la Iglesia Católica que lopracticó sistemáticamente desde la se-gunda mitad del siglo XII hasta promediarel siglo XVII y que consideraba legítimoaplicar los suplicios a quienes eran señala-dos como herejes y en nuestro continentepara acallar y eliminar la resistencia de in-dios y criollos. Esas catacumbas medievalestuvieron su reproducción en la Argentinade 1976.

    Datos y aportes extraídos de:Muleiro, Vicente (2011). “1976 El golpe civil”. En elnombre del padre. Espejo de la Argentina. BuenosAires: Editorial Planeta. 2da edición.Verbitsky, Horacio (2010). “Historia política de la Igle-sia Católica”. Tomos I, II y IV. Buenos Aires: EditorialSudamericana.Verbitsky, Horacio (2006). “Doble juego. La argentinacatólica y militar”. Buenos Aires: Debolsillo

    “Cuando entrevisté al oficial naval AdolfoScilingo dijo que el método atroz de arro-jar personas vivas al mar había sido con-sultado con la jerarquía eclesiástica, que loaprobó por considerarlo ‘una forma cris-tiana y poco violenta’ de muerte. Al re-greso de cada misión, los capellanes cal-maban los escrúpulos de los participantescon parábolas bíblicas sobre la separaciónde la cizaña del trigo, pasando por altoque en la teología católica esa no es unatarea de los hombres en el mundo sino deDios el día del Juicio”. (*)

    (*) Verbitsky, Horacio “Cristo Vence - La Iglesia en laArgentina”. Introducción pp. 10 Edit. Sudamericana.

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    Cuando el silencio

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    L a participación directa de médicos ypsicólogos en actividades represivasdel terrorismo de Estado dio curso a cir-cunstancias inéditas de las cuales tenemostodavía un conocimiento fragmentadoaportado por testigos y sobrevivientes delgenocidio. Médicos que controlaban lastorturas y atendían partos en las mater-nidades clandestinas ubicadas dentro delos Centros Clandestinos de Detención(CCD), Campo de Mayo, ESMA, Pozo deBanfield y otros, y regalaban al bebé o sequedaban con él. Psicólogos que violabanel secreto profesional y sacaban informa-ción de los detenidos que se quebraban,forman parte de esa realidad.

    Si bien parece evidente y natural que tor-tura y praxis profesional de la salud cons-tituyen categorías opuestas entre sí y seexcluyen mutuamente, era un secreto avoces la participación de médicos y psicó-logos en crímenes de lesa humanidad yexisten ejemplos que lo demuestran. Ladisposición a colaborar con la dictadura semanifestaba en forma explícita en al-gunos de estos profesionales que pusie-ron al servicio del sistema represivo tantometodologías científicas como el prestigio

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    inherente a la profesión. Individuos prepa-rados por la sociedad para salvar vidasaceptaban provocar dolor y usaban el “ar-senal terapéutico” destinado a combatirla enfermedad para objetivos no terapéu-ticos. Su incorporación le proporcionó alaparato represivo no sólo un aumento desu virtual “capacidad técnica”, también leaportó un escudo de legitimidad para en-cubrir sus actos delictivos y permitió la ex-perimentación de nuevas técnicas aplica-bles a la denominada “tortura limpia”.

    La supervisión de la tortura desde esa pers-pectiva médica, consistía en la evaluaciónde la capacidad de resistencia de la víctimapara seguir soportando los tormentos.

    La asistencia psiquiátrica de los detenidosestaba exclusivamente en manos del psi-quiatra militar. Cuando presentaban tras-tornos psiquiátricos era sometido a unhostigamiento y persecución selectiva,junto con un manipuleo de la medicaciónque creaba dependencia.

    El nacimiento y traspaso posterior de ni-ños nacidos durante el cautiverio de susmadres detenidas-desaparecidas haciapersonas proclives al régimen militar, pro-cedimiento usual en los lugares clandesti-nos de detención conocidos como “chupa-deros” contó necesariamente con la par-ticipación de médicos, obstetras y / o en-fermeras.

    A pesar de los avances en la recuperaciónde sus nietos por Abuelas de Plaza deMayo, persiste aún hoy una “zona de si-lencio” sobre el destino de muchos niños.Los médicos cómplices de estas actividadeshan podido en general continuar con suprofesión y eludir a la Justicia. El informede la Conadep (Comisión Nacional sobrela Desaparición de Personas) incluye losnombres de varios médicos señalados conresponsabilidad directa en estos delitos ymenciona que existía en el Hospital Navaluna lista de matrimonios de marinos dis-puestos a apropiarse de los recién nacidosdespojándolos de su identidad.

    La subordinación de la medicina legal a lasórdenes emanadas de la dictadura consti-tuye un hito aún poco conocido en su di-mensión y en sus alcances éticos. En losactos de trastocar diagnósticos, hacer de-claraciones falsas y evaluar incorrecta-mente se manifiesta no sólo la intencióndel ocultamiento sino además crear unárea de documentación paralela que le désustento a la impunidad.

    La Asociación Madres de Plaza de Mayodio a conocer los nombres de 21 médicosque habrían expedidos certificados dedefunción falsos sobre “muertes por en-frentamientos” cuando en realidad ha-bían sido fusilados. La Conadep detallaen su informe las condiciones en que seinstaló en un policlínico, el Hospital Po-

    sadas, en El Palomar (conurbano bo-naerense), una dependencia de la repre-sión. Allí funcionó un Centro Clandestinode Detención (CCD) que actuaba coordi-nadamente con las comisarías de Castelary Morón, con la Superintendencia de Se-guridad Federal y con el grupo de tareasde la Aeronáutica, transformando una en-tidad hospitalaria modelo como el Posa-das en un espacio de tortura y muerte. Los

  • L a cantidad de secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, demuestra la existenciade un plan preconcebido no sólo de secuestro de adultos sino también un plan sis-temático de apropiación de menores de edad. Este crimen aberrante dejó un saldo de500 niños víctimas de apropiación. De esas familias despojadas brutalmente de sus hijos e hijas, que comenzaron a caminar

    hechos ocurrieron a la vista tanto de losempleados como de las personas que con-currían al establecimiento, ocasionando unclima de terror generalizado que provocóel silencio de todos. Las víctimas fueron ensu mayoría personal del hospital y el inter-ventor militar declaró en comisión a todoel personal y lo licenció con prohibición deconcurrir al establecimiento.

    En estos años también hubo iniciativaspersonales y de grupos de profesionalesde la salud que se opusieron y enfrentarona la dictadura. Según datos consignadosen Actas del “Tribunal Ético de la Saludcontra la Impunidad” -creado en BuenosAires el 3 de diciembre de 1987- en elcampo de la salud se constató la desapari-ción en Capital y Provincia de Buenos Airesde por lo menos:

    164 médicos / 35 enfermeros / 56 psicólogos / 19 odontólogos y / 150 estudiantes de medicina.

    Podemos afirmar que más de 500 per-sonas que pertenecen al campo de los tra-bajadores de la salud permanecen hasta eldía de hoy en calidad de detenidos desa-parecidos.

    Datos y aportes extraídos de POLIS, RevistaAcadémica, Universidad Bolivariana, www.revistapolis.cl/8/rique.htm

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  • las mismas rondas con las madres,surgieron las Abuelas de Plaza de Mayoque además de vivir el dolor de la de-saparición de sus hijos, sufrían el arrebatode sus nietos nacidos o por nacer.

    Esos niños robados como “botín de gue-rra” fueron inscriptos como hijos propiospor los miembros de las fuerzas de repre-sión, dejados en cualquier lugar, vendidoso abandonados en institutos sin identifi-cación personal. De este modo estas pe-queñas víctimas fueron cruelmente priva-das de sus derechos y de la posibilidad devivir con sus legítimas familias. De algunamanera, las hicieron desaparecer.

    Las Abuelas se organizaron legalmentecomo Asociación Civil, y comenzaron la in-cansable búsqueda de sus nietos a fin delocalizarlos y restituirles, en primer tér-mino, su identidad y su legítimo vínculofamiliar y, a partir de esa instancia crear lascondiciones para que nunca más se repitaesta violación a los derechos del niño.

    Con ese fin trabajaron en cuatro niveles:denuncias y reclamos ante las autoridadesgubernamentales, nacionales e interna-cionales, presentaciones ante la Justicia enJuzgados de Menores, solicitudes de co-laboración dirigidas al pueblo en generaly pesquisas o investigaciones personalesen Orfelinatos, Casa Cuna y adopcionesde esa época.

    Ya son más de 100 los nietos recuperadospor la Abuelas de Plaza de Mayo. La Aso-ciación cuenta con equipos técnicos con-formados por profesionales de distintas

    campos del conocimiento desde donde serealiza un valorable aporte a la psicología,a la ciencia genética y a la jurisprudencianacional e internacional.

    Cada uno de los niños tiene una causaabierta en la Justicia a la que se agreganlas denuncias que se van recibiendo con elcorrer del tiempo y que conforman ele-mentos probatorios que determinan suverdadera identidad y la de los responsa-bles de su secuestro y tenencia ilícita.

    Con la creación del Banco de Datos Gené-ticos, por la Ley Nacional 23.511, dondefiguran los mapas genéticos de las familiasque tienen niños desaparecidos, se ase-gura la validez de esas muestras de sangrea través del tiempo.

    Por ese accionar constante y sistemáticohoy estos crímenes son juzgados en estra-dos judiciales y reciben además el repudioy condena de la sociedad en nuestro paísy en el mundo.

    Este reclamo de Justicia de las Abuelas,continuará cuando ellas ya no estén conlos Hijos y nietos recuperados, que hanasumido el compromiso de seguir por esecamino hasta encontrar y recuperar al úl-timo de los nietos apropiados.

    Aporte: SUTEBA, Secretaría de Derechos Humanos.

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    En su página www.abuelas.org.ar ellas escriben:“Trabajamos por nuestros nietos -hoy hombres y mujeres- por nuestros bisnietos, quetambién ven violado su Derecho a la identidad, y por todos los niños de futuras genera-ciones para preservar sus raíces y su historia, pilares fundamentales de toda identidad”.

  • Violencia del Mercado

    E l 29 de marzo de 1976 asumió sus fun-ciones, en el Palacio de Hacienda, JoséAlfredo Martínez de Hoz en una ceremo-nia presidida por el dictador Videla y conla presencia de los representantes del nú-cleo más duro del liberalismo conservador.Lo acompañaba un equipo sin fisuras dis-puestos todos a ejercer un control políticoy social absoluto para apropiarse de la ri-queza nacional, entre los que se destacanpor sus antecedentes al servicio de dic-taduras anteriores Juan Alemann, Guiller-mo Walter Klein y Mario C. Madariaga.

    En concordancia con la política impulsadapor los Estados Unidos para los países delTercer Mundo que promovía menos Es-tado y más mercado, el plan elaboradopor Martínez de Hoz imponía una pro-funda transformación de la estructurapolítica y socioeconómica que el país tuvodurante 40 años.

    La intervención del Estado en la econo-mía con una política de equidad distribu-tiva -experiencia histórica encarnada porel peronismo- con un creciente protago-nismo y fortalecimiento del MovimientoObrero Organizado, debía ser reemplaza-da por el mercado.

    La apertura de la economía a través de laeliminación de los mecanismos de protec-ción a la producción local frente a la com-petencia de productos importados y lacreación de un mercado de capitales através de una reforma financiera que libe-ró las tasas de interés y dio impulso a la es-peculación. Esto produjo la destrucción dela pequeña y mediana industria a favor delos grandes grupos económicos y de lossectores financieros especulativos, el ata-que a la banca cooperativa y a toda otraforma de organización con fines sociales yproductivos.

    Se privilegió la valoración financiera delcapital sobre la productiva. El retroceso in-dustrial del país fue inducido y notorio. ElPBI aportado por el sector manufactureroretrocedió en promedio 15% pero algu-nos rubros tuvieron caídas de más de 20,30 y 40 %. La liberalización de las tasa deinterés promovió la competencia entreentidades provocando un alza desmedidahasta alcanzar el 150 o 160 % anual, cuan-do la tasa de interés en el mercado fi-nanciero mundial no pasaba del 4%.

    En diciembre de 1978 Martínez de Hozpuso en práctica su más famoso experi-mento económico: la “pauta bancaria”conocida como “La Tablita”, por la cual sefijaba un valor del dólar inferior a la in-flación que aseguraba la apreciación delFO

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    En el discurso inaugural que pronuncia el 2 de abril de 1976 José A. Martínezde Hoz, anuncia una serie de medidas que se aplicarían sucesivamente:

    • Derogación de la nacionalización de los depósitos bancarios;• Derogación del monopolio del comercio exterior que ejercían la Junta de

    Carnes y de Granos;• Eliminación de precios máximos; • Modificación de tarifas de servicios;• Modificación de la ley de radicación de inversiones extranjeras;• Anulación del impuesto a la herencia;• Derogación de la Ley de Alquileres;

    Pero las de mayor impacto fueron estas últimas:• Derogación de la reforma financiera y la apertura arancelaria.

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    peso. En esa época se produjo una granafluencia de dinero del exterior que seríauno de los orígenes del aumento de ladeuda externa.

    “Estos capitales obtenían grandes benefi-cios: se colocaban a corto plazo, los intere-ses que recibían eran altos y podían salirdel país sin trabas. La rapidez y la especu-lación se impusieron entonces sobre la in-versión productiva y el riesgo empresario.Muchas empresas compensaban sus pérdi-das y hasta sus quiebras invirtiendo en laactividad financiera o tomando créditosen dólares que colocaban en el circuito fi-nanciero: ninguna actividad podía compe-tir con la especulación. La época de la‘plata dulce’ se había instalado”.

    Dussel, Inés; Finocchio, Silvia; Gojman, Silvia (1997).“Haciendo memoria en el país de Nunca Más”.Buenos Aires: Eudeba.

    Las calles se llenaron de ahorristas reco-rriendo la zona bancaria cotejando lastasas de interés para decidir dónde colocarel dinero. Estas medidas le brindaron a ladictadura cierto respaldo por parte de al-gunos sectores de la clase media ya que lasaltas tasas de interés y la sobrevaluacióndel peso les permitía realizar viajes de com-pras al exterior donde los argentinos ga-naron fama de fanáticos compradores y selos conocía por el mote de “deme dos”.

    El pasaje de un esquema de industria-lización destinada principalmente al mer-cado interno hacia otro que privilegió lavaloración financiera dejó como saldo latransferencia de recursos al exterior y elcrecimiento acelerado de la deuda empre-saria y la deuda externa pública que pasóde 8 mil millones de dólares en 1975 a 43mil millones de dólares al final de la dic-tadura en el año 1983; más de cinco vecesla original sin beneficios públicos a la vista.En términos relativos se trataba de una delas mayores deudas externas del mundo.La cifra de dólares fugados del país fueevolucionando en paralelo con el alza delos niveles de la deuda. Lo que entraba poruna ventanilla se fugaba por otra. Durantelos cinco años que duró su gestión, récordhasta entonces de un Ministro de Eco-nomía en Argentina, Martínez de Hoz semovió como un “un verdadero zar eco-nómico” con enorme poder para llevar acabo su proyecto.

    En abril de 1981 en el marco del cambiodel presidente de facto, Jorge Rafael

    Videla por Roberto Eduardo Viola y salpi-cado por varios escándalos financieros, esreemplazado por el economista LorenzoSigaut. La economía del país estaba en re-cesión, el tipo de cambio muy rezagado yla fuga de divisas oscilaba entre 16.000 a22.000 millones de dólares.

    La inflación anual dejada por el plan im-plementado por el Ministro de Economíasaliente, Martínez de Hoz, superaba el130%. Sectores industriales completoshabían desaparecido y el salario real y elempleo estaban fuertemente deteriora-dos. Sigaut, que se hizo famoso por lafrase “el que apuesta al dólar pierde”eliminó la “Tablita cambiaria” y comenzóa aplicar sucesivas devaluaciones tratandode controlar la crisis. Pero los grandes em-presarios endeudados recibieron ayuda.

    Como corolario del enorme traspaso deriqueza de los sectores populares a losconcentrados de los capitales nacionalesy transnacionales en 1982, el entoncespresidente del Banco Central, Domingo

    Datos y aportes extraídos de:Lorenz, Federico; Adamoli, María Celeste (Coords.) y otros. (2010). “Pensar la dictadura: Terrorismo de Es-tado en Argentina”. Qué pasó con las leyes y el marco jurídico durante la dictadura. Ministerio de Edu-cación. Presidencia de la Nación. http://educacionymemoria.educ.ar/secundaria/wp-content/uploads/2011/01/pensar_la_dictadura.pdfMuleiro, Vicente (2011). “1976 El golpe civil”. Economía en plan de achique. Espejo de la Argentina. BuenosAires: Editorial Planeta.Galasso, Norberto. (2005). “La dictadura procesista”. Cuadernos para la otra historia N°29. Buenos Aires:Centro cultural Enrique Santos Discepolo.

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    Martínez de Hoz o “Joe”, comolo llamaba familiarmente elbanquero norteamericano DavidRockefeller, representa el asenta-miento del imperialismo norteame-ricano sobre la Argentina. En elequipo que designa para secundar-lo abundan los apellidos patricios,vinculados a la banca mundial, a lasmultinacionales y a los organismosfinancieros internacionales, más tarde conocidos como los“Chicago's boys”.

    Joe proviene de una familia de larga tradición oligárquica. Unode sus antepasados, José, comerciante español, traficante de es-clavos, que durante las invasiones inglesas de 1806 fue nombradoadministrador de aduanas por los ocupantes y en 1810 intervinoen el Cabildo Abierto del 22 de mayo votando a favor del virreyCisneros. Otro, Narciso fue rivadaviano y pasó de comerciante aganadero con grandes extensiones cerca de lo que hoy es Lincoln.El bisabuelo, José Toribio, se constituyó en propietario de enor-mes extensiones de tierra, en Cañuelas, Castelli, Lobería y Cha-padmalal, donde la familia funda el haras Malal Hue y construyeun castillo normando. Fue, además, uno de los fundadores de laSociedad Rural Argentina en 1866 y su primer presidente.

    Joe ya había sido ministro de economía en Salta despuésdel golpe militar de 1955 y Secretario de Agricultura yGanadería durante el Gobierno de Guido. Asimismo de-sempeñó diversos cargos en directorios de empresas delsector agrario, industrial y financiero. Tras su vinculacióncon el banquero Rockefeller en 1970 fue nombrado“miembro del Comité Internacional del Consejo de Ad-ministración del Chase Manhattan Bank”, participó deldirectorio de Acindar y formó parte del Consejo Empre-

    sario Argentino (CEA) que dio soporte a la gestación del golpeen especial para reprimir al movimiento obrero de las empresasque representaban.

    Antes de convertirse en el superministro de Videla se desempeñócomo Director de la Compañía Italo Argentina de Electricidad(CIADE) a la que favoreció en forma escandalosa desde la gestiónpública. Como el ala civil de la dictadura, fue una pieza clave enla conexión estrecha entre el proyecto de apropiación de lariqueza y la apropiación de la vida, entre el plan económico y elplan represivo que se instaló a partir del 24 de marzo de 1976.

    Datos y aportes extraídos de:Muleiro, Vicente (2011). “1976, El golpe civil”. Joe: de Cisneros a Videla. Espejode la Argentina. Buenos Aires: Editorial PlanetaGalasso, Norberto (2005). “La dictadura procesista”. Cuadernos para la otra his-toria N°29. Buenos Aires: Centro cultural Enrique Santos Discepolo.

    Cavallo estatizó la deuda externa pri-vada. De esta manera la deuda privadacomenzó a licuarse y a ser transferida alEstado que aumentó 540 % en relacióna 1975, mecanismo que siguió en las dosgestiones posteriores del Central en la

    dictadura y hasta los primeros años de lademocracia.

    “Los Martìnez de Hoz al ataque”

    En AWKA LIWEN (Rebelde Amanecer en

    idioma mapuche) un notable documen-tal declarado de Interés Nacional por laPresidencia de la Nación y el Ministeriode Educación de la Nación, el escritor Os-valdo Bayer relata los hechos que se pro-dujeron a lo largo de la historia, con losdistintos planes de exterminio de lospueblos originarios. Complementado con

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    testimonios de historiadores como FelipePigna y Norberto Galasso y documentadocon material de archivo denuncia la apro-piación de vastos territorios indígenas ycomo estos planes de barbarie, que conta-ban con la complicidad de la oligarquíaterrateniente, escondían negocios turbiosen su beneficio. Como saldo de esas ac-ciones el fundador y primer presidente dela Sociedad Rural, José Toribio Martínezde Hoz, obtuvo 2,5 millones de hectáreas,un territorio, dice Bayer, más grande queEl Salvador donde viven seis millones depersonas. En total se repartieron entre losmás ricos 30 millones de hectáreas. Los re-tataranietos de Toribio y nietos del ne-fasto Joe, decidieron enjuiciar a Bayer y

    Pigna por considerar que este documentalagravia a su familia. Sostienen ademásque su antepasado no intervino para nadaen esas ocupaciones de tierras de dondenacieron los latifundios. Para demostrar lafalsedad de sus argumentos basta con ex-aminar la solicitada que el lunes 11 dejunio de 1979, en plena dictadura militar,al cumplirse cien años de la campaña deldesierto, se publicó en el diario Clarín.

    Esa solicitada incluye una circular fir-mada por el “presunto inocente” re-tatarabuelo el 4 de julio de 1870, en laque ofrece al Gobierno Nacional coope-ración sin limitación alguna. El propó-sito era reunir los elementos bélicos

    necesarios “para repeler los indios lejosde nuestras fronteras actuales”.

    Este pasado terrateniente queda ligadocon el actual presente agropecuario, sos-tenido por un racismo estructural que sehizo carne en muchos sectores de la so-ciedad argentina, del cual siguen siendovíctimas los pueblos originarios.

    Datos y aportes extraídos de:“Awka Liwen”. Dirección: Mariano Aiello y KristinaHille. Autoría y guión: Osvaldo Bayer, Mariano Aielloy Kristina Hille. Narración: Osvaldo Bayer. Producción:Macanudo Films-Mariano Aiello. Año 2010.Ranzani, Oscar. Awka Liwen. Voces de una historiade exterminio. Crítica. Página/ 12. 12/09/2010.Bayer, Osvaldo. Los Martínez de Hoz al ataque.Página/ 12. Contratapa. 3/09/2011.

    Operación Saqueos

    Conocido como aficionado a la caza mayor, JoséAfredo Martínez de Hoz la practicó también paraapropiarse en forma descarnada de empresas. Robosde activos y de fortunas, negociados a precio vil eranfrecuentes durante la dictadura. Según datos que laSecretaría de Derechos Humanos dio a conocer en elaño 2010 se contabilizaron 604 empresas quesufrieron despojos.

    En operativos combinados entre civiles prestigiososque aportaban sus conocimientos profesionales y lalogística aportada por militares, que a través de secues-tros, torturas, firmas compulsivas de traspasos ac-cionarios, etc. aseguraban el botín del que recibíanuna parte.

    El despojo de empresas se aceleró a partir de 1979. Cayeron así losgrupos Sasetru, Oddone, Greco y Trozzo. La liquidación del Bancode Intercambio Regional (BIR) produjo un perjuicio directo al EstadoNacional que tuvo que cumplir con la garantía a los depósitos acientos de miles de ahorristas. Los grupos locales que no formabanparte de la cúpula del poder fueron combatidos.

    La extorsión fue usada reiteradas veces para que esos grupos seachicaran o desaparecieran, como sucedió con Papel Prensa.

    En todos estos casos se recurrió a secuestros, transferencias forzadasde acciones y robos de activos. El Estado tuvo que enfrentar, comolo tiene que seguir haciendo todavía, el pago de cuantiosas indem-nizaciones a las empresas afectadas por estos saqueos.

    Datos y aportes extraídos de:Muleiro, Vicente (2011). op. cit. Galasso, Norberto (2005). op. cit.

  • A comienzos de marzo de 1976 los me-dios gráficos comenzaron a aumentarel espacio dedicado a los temas militares.Uno de los primeros en tomar partido fueel diario La Prensa. En el editorial publi-cado el 12 de marzo no ahorraba califica-tivos hacia la presidencia de Isabel: “Mani-rroto, desaprensivo, el Gobierno no es di-que de contención”.

    Cinco días más tarde los diarios Clarín y LaNación coincidían en señalar desde sus e-ditoriales “el sentimiento de indignacióne inseguridad” de los argentinos.

    Mientras el Gobierno y los partidos oposi-tores se reunían en un intento de revertirla difícil situación, el vespertino La Razónse anticipaba varios días a los aconteci-mientos.

    El 19 de marzo, casi una semana antes delgolpe, su principal titular de tapa era “Cul-mina el proceso”. Tres días después les re-cordaba a sus lectores el significativo men-saje pronunciado por Videla en la Navidaddel 76 a todo el país. En aquel mensaje,que iniciaba públicamente el estado dedeliberación permanente de las tres fuer-zas, Videla advertía sobre “la sana rabiadel verdadero soldado”.

    En la mañana del lunes 22 todos los diarios

    coincidían en señalar la inminencia delgolpe de Estado. “Alternativa incondu-cente” era el título de Clarín, se refería alos últimos intentos por preservar el sis-tema democrático al adelantar la fecha delas elecciones de 1977 a octubre de 1976(sólo faltaban seis meses!).

    “Es inminente el final, está todo dicho”afirmaba La Razón el 23 de marzo con in-disimulable alegría.

    Un día después de que se apropiara delpoder la más sangrienta dictadura denuestra historia, ningún medio utilizó lafigura de Golpe de Estado para definir lainterrupción del proceso democrático.

    Para La Razón las fuerzas armadas “ha-bían asumido el ejercicio del poder”. LaPrensa decía que se trataba de un “controloperacional”, La Nación prefería referirsea una “asunción del poder” y Clarín in-formaba que se trataba simplemente de“un nuevo Gobierno” y que Isabel habíasufrido un “alejamiento del poder”.

    “Quien conoce el pensamiento de estoshombres de armas sabe que no vienen aperseguir a nadie. Sólo puede estar pre-ocupado el que ha delinquido, quien abu-só del poder o el terrorista de cualquiersigno (…) Las Fuerzas Armadas saben per-

    fectamente que lo suyo es una misión dereordenamiento y reparación de la Repú-blica” (La Razón, 27 de Marzo de 1976).

    “Es la culminación de un largo proceso,durante el cual los mandos castrenses de-cidieron prepararse para dar este trascen-dente paso, en caso que el proceso tomaseun rumbo que pusiera en peligro la inte-gridad nacional” (Clarín, 24 de Marzo de1976).

    “Señor Teniente General: queremos ha-blar con usted abiertamente. Sin aplausosprematuros ni reservas mentales. Lo he-mos oído con atención. Su mensaje fueuna invitación al diálogo. Vamos a dia-logar. Usted está al frente de veintiséis mi-llones de argentinos cumpliendo unamisión de servicio. Nosotros, hombres co-munes y corrientes también queremossumarnos a este proceso” (revista Gente,8 de abril de 1976).

    “Hay que salvar a las instituciones: las mu-jeres oíamos esa frase y no sabíamos exac-tamente qué pensar. La oíamos en boca depolíticos adversarios entre sí, en boca defuncionarios públicos, de legisladores, deministros. Salvar a las instituciones. ¿Peroqué sucedía mientras tanto? Estallabanbombas, aparecían cadáveres en todaspartes, se cometían crímenes impune-F

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    Los medios, el golpe de estado - la dictadura

  • mente, el peso perdía aceleradamente suvalor, el robo se enseñoreaba en todos losestratos… Salvar las instituciones ¿paraqué? ¿para eso? ¿para que todos los díasnos anunciaran que estábamos cayendomás hondo, hundiéndonos en la deses-peración, en la desidia, en el odio?” (re-vista Para Ti, marzo de 1976).

    De esta prensa se nutría gran parte de laciudadanía. Por ignorancia, indiferencia oansiosa de “un orden” que la democraciano le garantizaba, fue complaciente conla dictadura. Más tarde se justificarían conla famosa frase “algo habrán hecho” o“yo no sabía”.

    Bertolt Brecht (dramaturgo alemán, crea-dor del denominado Teatro Épico, exiliadode su país en el período de la Alemanianazi) lo define así:

    “El peor analfabeto es el analfabeto po-lítico. Él no oye, no habla, no participa delos acontecimientos políticos. Él no sabeque el costo de la vida, el precio del po-roto, del pan, de la harina, del vestido, delzapato y de los remedios dependen de de-cisiones políticas. El analfabeto político estan burro que se enorgullece y ensanchael pecho diciendo que odia la política. Nosabe que de su ignorancia política nace laprostituta, el menor abandonado y el peorde todos los bandidos que es el político

    corrupto, mequetrefe y lacayo de las em-presas nacionales y multinacionales”.

    Datos y aportes extraídos de:“Una larga y tenebrosa noche”. Año 2003. En líneahttp://www.agendadereflexion.com.ar/2003/03/24/n%C2%B0-54-una-larga-y-tenebrosa-noche/

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  • E l proyecto de disciplinamiento que implantó la dictadura no selimitó a la persecución, la represión y la desaparición de los cuer-pos sino que abarcó también la desaparición de bienes culturales ysimbólicos.

    La cultura era considerada por los militares como un campo debatalla.

    “De un lado estaban los campos de concentración, las prisiones ylos grupos de tareas. Del otro, una compleja infraestructura de con-trol cultural y educativo (…) Dos infraestructuras complementariase inseparables desde la misma concepción”.

    Invernizzi, Hernán y Gociol, Judith. Un golpe a los libros -2002 Eudeba

    La censura y el control cultural estaban centralizados en el Minis-terio del Interior que fue el gran controlador de este tema en elpaís. Allí funcionaba la Dirección General de Publicaciones, organis-mo que disponía de poder de policía. Algunos ejemplos que per-miten dimensionar el accionar represivo en el campo de la cultura:

    El 29 de abril de 1976 (el día del animal) para no pasar de-sapercibidos en el Regimiento de Infantería del 3er. Cuerpo ordenanla quema de libros. El comunicado oficial decía: “Se incinera estadocumentación perniciosa que afecta el intelecto y nuestra manerade ser cristiana, a fin que no puedan seguir engañando a la juven-tud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual: Dios, Patria yHogar”.

    Se trataba de bibliografía que había sido robada de librerías, bi-bliotecas y colecciones particulares. Entre las obras condenadas fi-guran El Principito, las novelas de García Márquez, los poemas deNeruda las investigaciones de O. Bayer. Las veinticuatro toneladasF

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    En relación a cómo los medios de comunicacióntrataban el tema del Terrorismo de Estado, con elocultamiento del genocidio que se estaba perpe-trando, desde la militancia popular surgían resistenciasa la dictadura terrorista de Videla-Massera-Agosti conla creción de ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina).

    Esta organización que estaba compuesta por pocaspersonas fue creada por Rodolfo Walsh como cadenainformativa y como elemento de contrainteligencia.Según la escritora Natalia Vinelli:

    “La Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) es, anuestro entender, una de las experiencias de difusiónclandestina más interesantes -y a la vez desconocidas-de nuestro país. De estructura artesanal y alimentadasobre la base de información popular, ANCLA funcionócomo una herramienta política ofensiva en el marcode la resistencia a la última dictadura militar. (...) Lasbases programáticas de ANCLA, además, remiten a lasanteriores experiencias de difusión popular dondeWalsh participó (Prensa Latina, Semanario CGT, el dia-rio Noticias perteneciente a Montoneros). Todas ellasresponden a un criterio amplio, síntesis de una prensapensada como instrumento de combate en la tradiciónlatinoamericana y como herramienta de información,discusión política y organización en la teoría leninista.Walsh era un apasionado lector y buscó, en la propiapráctica, sistematizar un conocimiento a fin de cuentascolectivo”.

    Vinelli, Natalia (2002). “ ANCLA, Una experiencia de comunicaciónclandestina orientada por Rodolfo Walsh”. Buenos Aires: EditorialLa Rosa Blindada.Invernizzi, Hernán y Gociol, Judith (2002). “Un golpe a los libros”.Buenos Aires: Eudeba. LA

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    Cultura y educación en la dictadura

  • del Centro Editor de América Latina quefueron a la hoguera en un baldío deSarandí, en la Provincia de Buenos Aires.Había libros de León Trosky, Ernesto Gue-vara, Carlos Marx, Juan Domingo Perón,Fidel Castro, Enrique Medina, GriseldaGambaro, Mao Tse Tung, etc. 1

    La dictadura también censuró y/o prohibiólibros infantiles con el objeto de res-guardar valores “sagrados” como la fami-lia, la religión o la patria. Algunas de lasprohibiciones más notorias fueron: “Latorre de cubos” de Laura Devetach acu-sada de “ilimitada fantasía”, el libro delectura de 4to. grado “Dulce de leche” ob-jetado por su postura laicista y por incluirpalabras como “vientre” o “camarada” yel caso famoso del libro “Un elefante ocu-pa mucho espacio” de Elsa Bornemannque relata una huelga de animales.

    También se buscó controlar el lenguaje eintentó hacer desaparecer algunas pala-bras: burguesía, proletariado, explota-ción, capitalismo. Liberación y dependen-cia entre otras por considerarlas sospe-chosas o peligrosas.

    El accionar en el campo de la cultura seevidenció con la denominada “OperaciónClaridad”. Bajo ese nombre se realizaronespionajes, persecución sobre personasvinculadas a la cultura y la educación. Al-gunos escritores fueron desaparecidoscomo Héctor Oesterheld, Rodolfo Walsh,Francisco Urondo, Haroldo Conti, RobertoSantoro, Susana Lugones.

    “(…) las obras de Rodolfo Walsh, Fran-cisco Urondo, Haroldo Conti, Juan Gel-man, fueron eliminadas sin nombrarlas,porque ellos pertenecían a la banda de losenemigos”. 2 Otros encarcelados o empu-jados al exilio: Osvaldo Bayer, David Viñas,Pedro Orgambide, Juan Gelman, NicolásCasullo, Mempo Ghiardinelli etc.

    Entre los artistas víctimas de esa Ope-ración que los consideraba con “antece-dentes ideológicos desfavorables” esta-ban, entre otros, Mercedes Sosa, MaríaElena Walsh, Sergio Renán, Horacio Gua-raní, Aída Bortnik, Roberto Cossa, Eduar-do Pavlovsky, César Isella, Roque Narvaja,Lito Nebbia. En cuanto a actores desa-parecidos, se ha elaborado una lista, entre

    los que figura Hugo Federico González exmarido de la actriz Cecilia Rossetto, quiénsufrió el exilio, como tantos otros.

    1. Un caso emblemático de desaparición de libros fue el de la Editorial Eudeba. Los militares se llevaron alrede-dor de 90.000 volúmenes que jamás aparecieron. Muchas personas, por miedo realizaron quemas domésticasy destruyeron en forma privada libros, discos, películas y revistas.Para un examen más exhaustivo y en detalle de estos acontecimientos, se puede consultar el sitio web:http://www.elortiba.org/quelib.html.2. Redondo, Nilda S. (2001), “Rodolfo Walsh. El compromiso político y la Literatura, Argentina 1960-1977”.Ediciones Amerindia UNQ.

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  • La dictadura consideró al sistema edu-cativo un terreno fértil, donde la “sub-versión” había logrado “infiltrar sus ideas”y por lo tanto era necesario instrumentarla “depuración ideológica” en todos losniveles del campo educativo. Se considera-ba potencialmente subversivos los traba-jos en grupo y se llegó a prohibir la ense-ñanza de la matemática moderna porquese tornaba peligrosa, ya que “promovía elcuestionamiento” y por su base en la teo-ría de conjuntos que enseña que los nú-meros deben trabajarse colectivamente, loque va en contra de la formación del indi-viduo.

    “Como un leve indicio de lo afirmado,podemos ver que en diversos libros detexto de lengua, literatura, y antologíasde lectura del período 1981-1987, de cir-culación nacional, no aparece ningunaobra de los escritores a los que nos hemosestado refiriendo: Rodolfo Walsh, Harol-do Conti, Francisco Urondo, Juan Gel-man”.1

    Se cuestionó la educación sexual, la litera-tura contemporánea, el evolucionismo yse intentó convertir las escuelas en cuar-teles a través de la regulación de loshábitos y comportamientos personales. Seprohibió el uso de barba y/o pelo largo, seprohibió el uso de jeans y minifaldas y se

    impusieron normas estrictas de pre-sentación y aseo.

    Desde la Doctrina de Seguridad Nacionalse sostenía que el enemigo interno se en-quistaba en los hogares, las aulas y lasfábricas. En todos esos ámbitos debía serdetectado y combatido y fundamental-mente que “…es en la educación dondehay que actuar con claridad y energía paraarrancar la raíz de la subversión, de-mostrando a los estudiantes la falsedad deesas concepciones y doctrinas que durantetantos años les fueron inculcadas”.2

    Este documento fue distribuido en losniveles preescolar, primario, secundario yterciario no universitario.

    En función de alcanzar ese objetivo se di-señó la estructura represiva de alcance na-cional entre el Ministerio del Interior y elMinisterio de Educación y se instrumen-taron una serie de medidas como la de-saparición, el encarcelamiento, el exilio yel silenciamiento con la idea de atemo-rizar a los docentes, auxiliares, a los estu-diantes, los directivos, los investigadores,los editores.

    Además de suspender el Estatuto del Do-cente y todas las actividades gremialescolectivas hubo inhabilitaciones y cesan-

    “El documental Podrán cortar todas lasflores, realizado por Cecilia Cárdenas yJulia Arizmendi, es un homenaje indispen-sable. Norman Brisky, Víctor Bruno yAgustín Alezzo, entre otros, evocan anéc-dotas compartidas con sus compañerosdesaparecidos. ‘La imposición de un dis-curso uniforme y autoritario no es com-patible con ese infinito juego de espejosque es la actuación. Por eso quisieron si-lenciarnos, robarnos nuestra esencia. Poreso cometieron tantos crímenes’, advierteAlcón en el final del documental”. 3

    Un documento del COMFER (Comité Fe-deral de Radiodifusión) elaborado du-rante el año 1976 en plena dictadura, quetenía como encabezado “Cantables cuyasletras se consideran no aptas para ser di-fundidas por los servicios de radiodifu-sión”, contenía una lista de autores y can-ciones que se “recomendaba” no fuerandifundidas. 4

    3. Una lista de actores desaparecidos se puede consultar en: http://unblogdeactores.blogspot.com/2008/09/ac-tores-desaparecidos.html4. El documento se puede descargar de:http://www.lagateradigital.com/blog/2010/04/08/canciones-prohibidas-por-la-dictadura-militar-argentina/

    Datos y aportes de:Cardoso, Oscar, Ciancaglin, Sergio, y Seoane, María- Los archivos de la represión cultural, Clarín. 24 deMarzo de 1996

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    Sistema Educativo en la dictadura

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    tías de educadores, control de programas,bibliografías y exámenes. Se realizaronacciones de espionaje, por ejemplo se in-cluyeron servicios de inteligencia traba-jando de preceptores y se crearon áreasde inteligencia encubiertas.

    Se brindaron instrucciones para detectarel lenguaje subversivo en las aulas. Se in-centivó a que los padres controlaran, vigi-laran y denunciaran a sus hijos si ob-servaban “conductas sospechosas”.

    Las estrategias represivas implementadasen el campo educativo produjeron unprofundo deterioro de la escuela públicay sentaron las bases para la consolidaciónde los proyectos educativos neoliberalesde las décadas siguientes.

    1. Redondo, Nilda S.(2001). “Rodolfo Walsh. El com-promiso político y la Literatura. Argentina 1960-1977”. Buenos Aires: Ediciones Amerindia UNQ. 2. Fragmento del documento “Subversión en el ám-bito educativo. Conozcamos a nuestro enemigo”.Ministerio de Educación de la Nación del año 1977.

    Datos y aportes extraídos de:Lorenz, Federico; Adamoli, María Celeste (Coords.)

    y otros. (2010). “Pensar la dictadura: Terrorismo deEstado en Argentina”. ¿Qué ocurrió con la Culturay la Educación en la última dictadura?. Ministerio deEducación. Presidencia de la Nación. En línea: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos. Dussel, Inés; Finocchioy, Silvia; Gojman, Sergio (1997)“Haciendo memoria en el país de Nunca Más”Buenos Aires: Eudeba.

    Ver: Pineau, Pablo y Mariño, Marcelo. (2006). “Elprincipio del fin. Políticas y memorias de la Edu-cación en la última dictadura militar (1976-1983)”.Buenos Aires: Colihue.Ver documental “Regístrese, Comuníquese yArchívese” Guión y dirección Nora Anchart, prota-gonizado por compañeras docentes de La Matanza(Mary Sánchez, Esther Gómez Bermejo, BeatrizManzur).

    Los trabajadores y sus organizacionesfueron desde el inicio del terrorismo deEstado el blanco de su accionar represivo.La dictadura se propuso instrumentar allíuna profunda transformación. El objetivode las Fuerzas Armadas de fragmentar ydesmovilizar a la clase trabajadora se con-cretó a través de un doble mecanismo dis-ciplinador. Por un lado se aplicó sobre ellatodo el peso de la represión política, porel otro, se realizaron profundas modifica-ciones en el plano legislativo y laboral.

    Desde la faz represiva se pretendió alcan-zar un doble objetivo: inmovilizar al con-junto de la clase dictando duras normas yexterminar a la minoría combativa, cuya

    influencia era local y ubicada en las comi-siones internas de un cierto número deempresas. En este caso, se secuestraron di-rigentes, militantes de base o simples tra-bajadores que habían manifestado adhe-sión a posiciones radicalizadas, no siemprerelacionadas con organizaciones armadas.1

    Todos los lugares de trabajo y producciónpasaron a ser considerados objetivos mili-tares. “A los ritmos infernales, contra losque no podían protestar y el aplasta-miento de viejas conquistas laborales sesumaba la intimidación del Ejército”. 2

    Fundamentalmente se apuntó a destruir alos activistas, delegados y secretarios ge-

    nerales porque, como ya señalamos, lamayoría de los desaparecidos eran traba-jadores. A nivel de los dirigentes interme-dios fue tremendo porque había quefracturar a los trabajadores organizados:eran los delegados de fábrica, los mili-tantes quienes construían el poder quetenía la clase trabajadora. Una fábrica eratomaba por el Ejército y delante de todoel personal nombraban a los que habíansido delegados o militantes para llevárse-los y a los 15 o 20 días terminaban muer-tos, tirados en las puertas de las fábricas oen los basurales.3 (ver cifras en pág. 114).

    Estas brutales ejecuciones contaron con elapoyo activo de las grandes empresas que

    Los trabajadores en la última dictadura

  • ¿Por qué te mataron Arancibia?

    “Hace unos años, en el Cementerio deMonteros, ante tu tumba Isauro, junto ala de tu hermano Arturo dije: ¿por qué temataron Arancibia?Porque amabas entrañablemente tu Pa-tria, tu pueblo, a los maestros, los jóvenes,los niños. Porque te dolía el drama socialde la justicia, la miseria, la explotación yluchabas desde siempre para acabar conesa lacra. Y preguntaba: ¿Quiénes te re-viven, aún después del crimen ignomi-nioso, por todos los tiempos? 'El pueblocon sus arduas luchas por la democracia,el pan, el trabajo y la cultura’. Los maes-tros, del Tucumán de tus amores, del paísentero. Los maestros que seguimos cre-yendo en la educación popular. Los maes-tros que en Tafí del Valle, Huerta Grandey Buenos Aires afirmamos el principio in-declinable de la unidad docente yechamos a andar la CTERA que fue enbuena medida hija tuya, de tus convic-ciones hondas, de tu perseverancia sinlímites, de tu bondad y generosidadinigualables”.

    Simón Furlan 1991Fue Secretario General Adjunto CTERA 1973-1975

    La misma madrugada del golpe Isauro fueasesinado en Tucumán en la sede de susindicato (ATEP), donde se encontrabajunto a su hermano Arturo. La noche an-terior, a la vuelta del sepelio (*) de AtilioSantillán, Secretario General de la FOTIA,asesinado el día anterior en Buenos Aires

    había cenado con un grupo de com-pañeros del gremio. Se rumoreaba queesa noche se producía el golpe preanun-ciado por la mayoría de los medios. Leaconsejaban que se fuera, que no dur-miera en su casa, pero él se oponía. A lamedianoche, en medio de una tormentaformidable, después de dejar a cada com-pañero en su casa tenía que decidir dóndeir. Podía no volver a su pieza en el gremio,pero él no quería comprometer otra casacon su presencia. La decisión estaba to-mada y también la de sus asesinos: ese erael día señalado.“Para imponer el proyecto educativo ini-ciado el 24 de marzo de 1976, se necesi-taba la muerte de un maestro. Paralegalizar el desguace de la Nación y milesde millones de dólares desaparecidos, seempezó robando a ese mismo maestro unpar de zapatos nuevos”.

    Rosenzvaig, Eduardo, “La oruga sobre el pizarrón”,Isauro Arancibia, Maestro. CTERA 2006.(*) En esa circunstancia, Isauro fue el único orador.

    Con el correr de los meses más de 600 do-centes desaparecerían, entre ellos variosmiembros de la Junta Ejecutiva Nacionalde la CTERA como Marina Vilte de Jujuy,Eduardo Requena de Córdoba. Muchosotros militantes fueron encarcelados, ce-santeados o tuvieron que salir del país o al“exilio interno”. Los escasos miembros dela Junta Ejecutiva Nacional en función sevieron abocados a gestionar hábeas cor-pus y otras actividades por la aparición decompañeros y a llevar asistencia a do-

    centes detenidos o a los que debían dejarel país.En setiembre de 1977 fue secuestradodentro de la escuela el Secretario GeneralAlfredo Bravo. El 21 de setiembre, luegode sufrir torturas fue legalizado y a media-dos de 1978, por la fuerte presión interna-cional obtuvo la libertad condicional. En1979 se presentó un listado de docentesdesaparecidos, detenidos y cesanteados ala Comisión Interamericana de DerechosHumanos (CIDH) que visitó nuestro país.

    Datos extraídos de: Rosenzvaig, Eduardo, “La oruga en el pizarrón”,Isauro Arancibia, Maestro. CTERA.Canto Maestro, Suplemento especial, 30 años delucha, CTERA

    En el marco de la reparación histórica delos docentes desaparecidos, la CTA de laProvincia de Buenos Aires y la Secretaríade DDHH. de SUTEBA, integran desdejunio de 2012, una Comisión convocadapor la DGCyE para que en los legajos delos docentes detenidos-desaparecidos yexiliados, se elimine como causa de cese elabandono de servicio y se restituyan lasverdaderas causales por las que nuestroscompañeros dejaron de concurrir a su lu-gar de trabajo. Hemos propuesto que laprimera homenajeada sea la docente Su-sana Pertierra, de la Unión de Educadoresde Gral. Sarmiento, secuestrada en su es-cuela el 5 de julio de 1976.

    Para aquellos que necesiten alguna información adi-cional, solicitamos enviar un mail a:[email protected]

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    destinaron fondos, señalaron gente yhasta permitieron la utilización de sus es-pacios. “Al otorgamiento del libre accesoa las plantas se suma la aceptación de lacontratación de personal encubierto, conel objetivo de vigilar a los trabajadores yrecibir informes de inteligencia sobre susacciones”. 4

    Es decir, más que “eliminar” a los gruposarmados -justificación recurrente del dis-curso de la dictadura- lo que se pretendíaera exterminar a la oposición obrera ypopular que estaba encuadrada funda-mentalmente en organizaciones socialestales como sindicatos, centros barriales ynuevas formas de organización de baseque surgieron en aquella época.

    Desde el plano “legal” la estrategia de lanueva legislación laboral complementó laatomización y debilitamiento de los traba-jadores a través de diferentes normativasque determinaron: suspensión por tiempoindeterminado de las negociaciones pari-tarias, suspensión del Derecho de huelga,prescindibilidad de empleados públicos, semodificó la Ley de Contrato de Trabajo. Seintervinieron la CGT y los principales sindi-catos y se nombraron oficiales de las tresarmas como interventores.

    Las normas referidas a las obras socialesprovocaron el desfinanciamiento por la

    reducción de afiliados y el desmante-lamiento debido a la privatización de al-gunos servicios.

    Todas estas prácticas represivas “estu-vieron amparadas bajo un ‘aparato legal’,elaborado desde el primer día del golpede 1976. A pesar de la inconstitucionali-dad de los decretos leyes emanados delGobierno militar, estos fueron amparadospor la Corte Suprema de Justicia de laNación”. 5

    Aportes, datos y citas extraídos de:1. Ríos, Sabrina. El movimiento obrero durante la úl-tima dictadura militar 1976-1983 Universidad Na-cional de Gral. Sarmiento, en RIEHR (Redinterdisciplinaria de estudios sobre historia reciente)2. Abós, Alvaro. Las organizaciones sindicales y elpoder militar 1976-1983 - CEAL 1984. 3. Fernández, Norma. 24 de marzo de 1976, 25 añosdespués. Revista Milenio Nº 5 Buenos Aires 2001.4. Basualdo, Victoria. Complicidad patronal- militaren la última dictadura militar. En revista Engranajesde la Federación de Trabajadores de la Industria yAfines (FETIA) Nº 5 edición especial, marzo 2006.en línea: http://www.so000260.ferozo.com/pdf/Basu-aldo_comlicidad_patronal.pdf. Consultado el3/09/20125. Ríos, Sabrina. op. cit.

    Casos emblemáticos de complicidad empresarial (*)

    El Ingenio Azucarero Ledesma de Jujuyproveyó de camiones al Ejército para el se-cuestro de sus trabajadores. A mediadosde 1976 en la denominada “Noche del

    En ese contexto los sindicatos de basede CTERA en algunos casos fueronintervenidos, en especial los que teníanpersonería gremial como la UEPC (Cór-doba), ATEP (Tucumán) o SUTE (Men-doza). En otros sindicatos, al ser encar-celados gran parte de la conducción de-jaron de funcionar de hecho. Fue elcaso de AMP de La Rioja. La gran mayo-ría de los sindicatos suspendieron susactividades ante las persecuciones.Unos pocos siguieron funcionando co-mo la UMP de Capital Federal, lasUniones de Educadores de Morón,Matanza y San Martín en la provinciade Buenos Aires, Asociación del Magis-terio del distrito Capital de Santa Fe. Laactividad sindical se redujo al mínimo.En algunos casos, se recurrió a otros“subterfugios” para continuar con laactividad sindical, como la experienciade la guardería “Lirolay”, en la Ma-tanza.

    Canto Maestro, Suplemento especial: 30 Años deLucha y Compromiso– CTERA, Set. 2003.

  • Los trabajadores opusieron una considerableresistencia a la dictadura. Realizaron todotipo de protestas: trabajo a desgano, sabotajes,interrupciones parciales de tareas, a pesar de laLey 21.400 que prohibió cualquier medidaentre las que incluía trabajo a desgano y la bajaproducción. 1

    En los primeros meses de la dictadura se regis-traron huelgas sectoriales de mecánicos, por-tuarios y ferroviarios. En octubre de 1976 lostrabajadores de SEGBA, pertenecientes al sindi-cato de Luz y Fuerza, realizaron una huelgaque duró dos semanas en un conflicto que seprolongó hasta Noviembre para renacer confuerza a comienzos de 1977. Son secuestradosvarios trabajadores, entre ellos el SecretarioGeneral de Capital Federal, Oscar Smith, el quepermanece desaparecido.

    Con la CGT intervenida y disuelta el movi-miento obrero quedó organizado en dos gru-pos: la Comisión Nacional del Trabajo (CNT) queaglutinaba a los sindicalistas más dialoguistas yla Comisión Nacional de los 25 Gremios, quepropuso desconocer la presencia de los inter-ventores militares o civiles en los gremios.

    El Consejo Directivo de los 25 llamó a defenderla industria nacional, a revisar la política arance-laria y a restituir el poder adquisitivo del salario,convocando a la primera huelga general para el27 de abril de 1979, que constituyó un desafíoF

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    “La represión contra el pueblo y el asesinato de sus dirigentes obreros,son la muestra clásica de los métodos que oligarquía e imperialismoaplican cuando sus intereses comienzan a peligrar. Pero también sonuna etapa más en la lucha del pueblo y ¿Quién duda cuál será el vence-dor final?”.

    Urondo, Francisco (Paco). “Los pasos previos”. Adriana Hidalgo Editora. (2011) 3.ra Edición.

    Apagón”, la empresa cortó el sumin-istro de energía eléctrica para facilitarlas ope-raciones y permitió que dentrode la empresa funcionase el escuadrón20 de gendarmería, constituido en cen-tro clandestino de detención.

    En la represión de la Ford tambiénfueron utilizados rodados provistos porla empresa. Los militares usaron camio-netas F-100 en los operativos e instala-ron un centro clandestino de detenciónen la fábrica donde personal de la em-presa participó de los interrogatorios.En la Mercedes-Benz los trabajadoreseran secuestrados con listas negras pro-porcionados por los directivos. Las victi-mas fueron trabajadores delegados desección o integrantes de las comisionesinternas de ambas fábricas.

    Las empresas Acindar y Siderca tambiéninstalaron centros clandestinos de de-tención en sus predios. La primera, ubi-cada en Villa Constitución y presidida

    por José Alfredo Martínez de Hoz im-pulsó la represión en 1975 con el obje-tivo de desmembrar la dirección de laUOM local. En la represión participarondistintas fuerzas de seguridad y sectoresafines a José López Rega. La empresafacilitó su helipuerto a la Policía Federaly permitió que se instalase un cuartelen la fábrica donde funcionó un centroclandestino de detención.

    En la puerta de Siderca, pertenecienteal Grupo Techint, se instaló personal delEjército con un listado de obreros “in-deseables” proporcionados por la em-presa. Los detenidos fueron alojados enun centro clandestino en el Tiro Federalde Campana, contiguo a la fábrica, quese comunicaba con el predio. El mismomodus operandi fue empleado en elastillero Astarsa.

    (*) Bustingorry, Horacio, Dictadura: Los roles deLedesma, Ford, Mercedes Benz y Techint. En linea:http://www.agenciapacourondo.com.ar/sec-ciones/ddhh/7291-dictadura-los-roles-de-ledesma-ford-mercedes-benz-y-techint.html

    A pesar de las bombas, de los

  • de fuerte repercusión nacional e interna-cional.

    En 1980 la Comisión de los 25 y otros com-bativos conforman la CGT Brasil en abier-