21554863 benjamin walter iluminaciones ii

5/10/2018 21554863 Benjamin Walter Iluminaciones II

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W AL TE R B E.N JA MINCubieria tie 41110ll io Jimenez

ILUMIN AC IONES IIB i \UDELAIRE

U pacta en el csplendor del capitalismoPrtrlogo y traduccion

deJESUS AGUmRE

TAURUSe Slihr tmnip Vcr lag. Frankfurt 3\11 Main 1972, rJ\UiwS EDlCIONES, S. A.

P la1 .a d e.! Marques cle Salamanca, .., -MA lIRl l l 6Deposito Legal: M. 15.375 - . 1972

PRINtED IN Sl'A lN


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DEL MISMO AUTOR:J LUM JNAC IONES n lluminaciones, 1 (Proust El Surrealismo, Green, Kafka, etc.),Taurus Edlciones, CoJ~cci6n Persi les . :

DE PROXIMA APARIClON:lluminaciones, Ill. (Tent ativas sohre Brecht). Taurus Ediciones,

Coleccion Persiles.Discursos interrumpidos. Taurus Ediciones, Colecciori Ensayis-

las".

PERSILE5 .-51


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\V AL TE R B EN JA M IN :FA NTA SM AGOR IA Y OB )ET IV IDA [)

IND ICE porJesus Aguirre

Pdg.~.Prologo: Walter Benjamin: Fantasmagoria y ob ietividad,

pOl' Jesus Aguirre ,.. ", .. , '" 9E L PA Ris [JEL SEGUNDO IMPERIO EN DAUOEL,\lRIl

I, LabohemiaII. El "fHillcurJ . I I . Lo rnoderno

21234985

Sonl


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i

ser arrancado a WI ambito el1 el que reina la demencia,La oscllacion de historia y niagia es el movimiento delproyecto benjaminiano. El para]e por el que discurreestti embrujado. Y no bastard para romper el encantola implacable, excelente t eoria especulativa que Adornoaconseja a su peligroso y amenazado amigo. Benjaminahorra las respuestas tcoricas decisivas a SIlS preguntase iucluso luice que las preguntas las perciban unicaniente'los iniciados, E I1 1938 Adorno le reprochaba ell estosterminos su procedimiento, Hoy ese reproche nos parecenuis acertudo como descripcion de {In hdbito intelectualy menos como censura del mismo. No es casualidad queAdoY/1O l/egase a desempeiiar lma larga y [ecunda laborproiesional. Sus te .c t05 sf alcanzaron cuiminacion deproceso total en libros como Dialect ica negativa y Teo-rta estctica, Benjamin. en cambio 110 lagro mmea acer~carse a un contorno aproximadament e deiinitivo del tra-baio que el consideraba central entre todos los suyos:La obra de los pasajes,tiJiliDi'ca CSI?Ul1la de ritanzanasRainaje umarillenio'Por doquier

Tta_jo. elTruto.II

SOli estos , los ultimos l!erSos de uri' poeta [oyen,C. F, Heinle, que pone fin dSli vida (!II. 1914 porqu.c. presentia los horores que fa Gran Guerra traeriaconsigo,:)UOI11;[;O Wali~1' Benjamn. sc es/0; 'z6 cfu/"(. / /1I(2qi'1os 'POl'reuiiir Ip s [ragnicnios de sti i runcada obra li teraria })(II'II.'. . 1 1 1 ejlJel1U11callcgaria ~ CIICOl1tl'Or editor. Como enLasen-,Ir:mcia nict.ischeana, sobreLa que por ciert.o det uvo ,SHCOltsidcraci611, coiuciden. en Benjamin cardcter y destine.Todavia estudiante persiguen ya sa vida -fa' tnuert e, 711dshistorica que polit ica, y lo-jragmentario de fa labor crcadora. 0 libertad del artist a ,s% sc prueha 'cn el atisbolinipido l' ~ om .f )r f. o" d e ; l i o n conie t ido cU , ultimo '/crihillo, 'i ln .s tf jl Hb ie i p e ro s a br e. todo im poslble (ie sde su origcl1_., lll/a larga serie de lh:.i /ios ) ' su suicidio [rogrnentan la,ex[s/wi:;ia'de Benj(lii1ii1. -S),i obr e sui [rugnieniada host a

ell'sa aparieucia. Entre los liWc/IO.i t extos, WI


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La teologia [udaica y en menor grado la pietista, peroescogidas como lugar de ejercicio de desent raiunnientode la tradicion: alegorica al servicio de una const ruccionest etica pro/ana. No podemos dejarnos engaiiar, ni si-quiera recurriendo a la [ormulacion eva siva de que enBenjamin se dan rudimentos de tina cierta t eologia nega-tiva, en cuanto al sentido en que este utilira, can una[recuencia pareja a SI/ madurez, t erminos como Mestas,salvacion, etc . Para conseguir que las ideas del cont exto,genera/mente !tIS del socialismo, no sean reiruerpret adasrnanid atnent e, coloca en media de elias, como hit os pamel asombro purijicativo, estos concept os CH)'O entendi-mient o b enjatniniano obl iga (! desrnont ar toda una tradi-cion. Sobre e! maferinl de! lenguaje reolcgtco prncttcnBenjamin un estricto ant i-Ienguaje.

Entre los [ilosoios occident ales preiiere el apovo dePlaten y de Leibniz en el empeiio de hacer de . 1 ( 1 [antas-magoria una cat egoria historico-iiiosoiica. Tal vez t enerpresent e dicho ernpeiio sea In mejor d e[ensa contra lascontroversias ncademic is t as sabre sf 1(110 cual t ext o deBenjamin es [ilosojia, es historia 0 es sociologic. A Ben-[amin, que 110 pudo ejefqer labor docent e alguna, noJUly por q u e pregunt arle conw tt l ot ro: Y Utl., Projesor,c sobre que especula? .

Una red, tup id a a enmaraiuuia StJg~111 e l ca so, de o f i-ciones extravaga/ltes (en la signilicacion etimologica tielterminal, aumenta fa het erodoxia de este int erprete, nadaortodoxo scgiin hemos visto, de los valorcs reconocidos.En el prologo (J l lum inaciones I indicabamos que su de-dicacion al coleccionismo le habia puesto en In pista delaruilisis de Fuchs como hist oriador inaugural de meto-dologias materialist as. c Q u e otra pudo ser 1(1experienciaque hizo posibles los t extos sobre libros injantiles, sobreel [uguet e ell fa hist oria de la cultura y, sabre todo, el delPrograma de un teatro infantil proletario ? Pongamosuno t ras ot r o, como las adquisiciones del coleccionist aen el anaquel de t ina indiscriminacion 5610 aparel1lel 'towsclInnlns tit ulos de 105 capitulos en que se lnlmm esoslibros como Croriica beilincsa () Calles de direccion'unica,

en los que. el recuerdn, sin perder nada de su intitn idad,e s im agin ac ion his torica : Jard in zoohJgico, T'e le jono,"CaZ ( 1 de mariposas, Escondites, La In/tria, "Dos cha-rangas, "UIl f an{ ( / s1J1C1, Prohibido [ ijar anuncios, Laoat cdral de Morscl la, Hascl t isc l i en Marsel la . La aten-cion de Benjamin 110 pSJd leios de regirsc por esa COI1-cent racion disperse que preside los cantbios del ka-leidoskopio (que deb emos aqu! orfo{!.ra/ial' Call ImG yptra b). .

8010 quien lia amado los olrjetos, quien ha oallejeadopor calles atest adas de at e st ados escaparat es, pudo ideal'el concepto de aun.!, clave en el J3el1jarni l1 maduro que,marxist a niclancolico, se enlrenta COil el art e, COI1 fa sen-sibilidad, COil t sociedad de fa era industrial . Las cosast iencn ; ' ~ I i l / , { ; } ) cuttndo SOl1 capaces de levan t.ar fa vis ta)' devolverle hi mirada a quien las mira: La [antasntago-ria busca ob iet iivdad: La idea de aura 110 distrae hacia. terrenos vagus, sino que ortlena el aiuilisis de la mecani-

Izucion, del aut.omatismo en los procesos de producciondel capit alistno indus! rial. !lsi como fa alegoria del ({}")ge-

t' Iu s ~H)VUS), que es arrastrado a.. ~l.(pesar )' J)01~ fa espaldapot el viento del progreso, da sentido a la critica ac~rlda!precutsora de la que hoy d.eb ltacerse, q p III socialde-inocracia )' los peligros teciuicrat as. El cont enido de W{lex/a de Beniamiii nunca es doctrine. Alo cual contribuycque las vias par h;.~ tJl,If- el autor Iogra es~~ con teni do [a-nuis SOil las del eni asis que [innu, sino que particulaii-simam~l1te dull rodeo: v se detiel~en. sobi:e tad~ en hi/ i "gu}"ac iO I ; c ru ico de aquello (Fie se oponc a 10 qu e p o ~.dria aiirinarse.

HeI11(;S t cnido qu escoger titulo para una coleccionde textos iqu Ben.ianiin. cuyos tenias se aleian. de losque PO! costU11i1ne, sO/lei/arian IIJ1 t rat amienro llamado crlt lea IiI eraria. P ;I lit ulo eleg l t l c: es Dlscursos in terrum-pidos. Si 'lUIJiese qu seguir en fa cad.ena de denomina-clones delLenomcno Benjarninicreemos que tras pasatd e La [ra gm en t a ried ad l: ~ la il1Spil'{lc!OI1 plural ( y extr o-vagante}, quedarian POI' enlazar ot ros des eslabones: eltliscurso int ervumpido y fa het erodoxia de sf mismo. Des-

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de luego que ninguno de [as cuatro eslabones esturia mascerea 0 nuis lejos de la argolla final que los sosticnc (y ala cual sostieneni: Benjamn mismo,Interrumpir el propio discurso tiene un momento in-tcncional, activo, edemas de ser el result ado de que aldiscurso han alluido [uerzas de procedencias diversas? de lineas diruimicas opuestas. Los t extos de Benjaminsobre Baudelaire estdn llenos de elias. Sus [uentes de in"[ormacion SOI1 los primeros documentos del socialism 0, 'pew 110 10 SOI1 rnenos las rnemorias de jef(!s 'de policiay d~ aristocratas de abundante vida ntwIJWW. (1 " estasultiinas educan su vista para calar nuis penetrantementeell ciertas maneras de socialist.as (.,'01110Blanqui.) BIILlII"ciar unaserie de tenias abordados I'm las paginas ques iguen ayudard a coin .prend er e l e s t a llid o d e l d iscurs o:los impuestos napoleonicos sobre los vines, los, t .raperosy los conspiradores profesionales, los precios de fa sus"cripcion a 'los pe riiulicos, el aperitive como uso de bul e-va" al servicio del [ollet on, los negros de escrit.ores con-sagrados, F ' [iundimiento d el campesinado, el ejcrcit.ocomo refugio de los empobrecidos, las tranvias y SU in-[luio C /1 ~ ., aislamiento de automat as de los Iuibitantesd~ grandes urbes, las histories detectivescas, el colo!" grisy el color negro ell fa indumentaria masculina, las [undas) ' e s tu c lt es y'jmTos para los objc tos que ad en san Ius lia-bitaciones, L a Ius. de gas, los barares y el alma de la merc an cia , la !'~ pe rc us ip I1 e n lo s gestos ! F H ? r c ! I ! O ~ (.lei paso de lartesanado a la produccion en serie, el Wl.wr lesbico ylos primeros movimientos en pro de fa autonoinia [erne-nina. 0 bien el discurso se convierte ell 111 nivelador decrest as yh~l1dt.ll'(1S 0bien' e ; t ~ i i ~ , ~;lO ~s' 'q'll~ 5 e hace, enel caso de que el estallido no 's ea u n . accidente, sino ;/;;result ado asuniido, discurso interrumpido. La interru p-cion actil'tJ,' elevada a metoda de pensamiento, es ItI' ~0I1-[e s ion d e qf/c po s e q uie re uniiormar. l a r ea lid ad porlamz6n (entre ot rns} de que la realidad IU es uniiornie.

Soy un heresiarca de todas las iglesias, canto Am:gon. En Benjamin la herejia no es un gesto discolo (haestudiado muv bien la diierencia entre el rebelde )' el

rcvolucionario), sino una actitud que da respuesta ellena {a s quebraduras de todo ' 0 rea l. No es es te Lugar paramedir la pulsacion de quien acabn por ser hereie de sf, rnismo y 1 (1 distint a del que se {Jcoge a la asiucia hegelianade In rtJz6 11 . Benjamin 110 tra t6 d e enga ita r n Slls t ema s ,a lo que es /0 mismo de l1gCli iccrse con elias, at sumer-.girse en sus acelcrados re11101h lOs. Sabia bien que el hom"bre es un engmlado nato y que It! vida es U1 7 cont ext o cul-pable. Por eso su ringel de la historia es un here]e quehace el [uturo de espaldas:

Tengo las alas pront as para alznrme,Con gusto vuelvo atras,POl-que de soguir siendo tiernpo vivo,Tendria poca suer te.

InDesde 1927 haste SU muerte trabaja Benjamin ell lIn

ambicioso proyecto: fa construccion historico-filos6/icadel siglo Xl X como tiempo en que nace la sociedad in-dus /ria l. El proyec to a lcunz a solo r ea lir ac ion {ra gm en -t aria . Al huir ha cia fa [ron t era espanola el l 1 94 0 e ntre ganot as, pasajes redact ados, material en s U1 11 a ma s 0 menoselaborado, (I un entpleado de la Bibliot eca Nacional dePads. 1 enipleado se llamnlm Georges Ba ta ille . III des -tino, que impedia hi obra, que iba en seguida a impedirla vida, [avorecia en cambio el flzar de HI1 encuentro a!que el aura de quienes se encottt rahrm transjorma pOSlII-mament e .e11coherencia.

Ell la correspondencia benjarniniana se habl a siempredel proyecto en cuestian como de La obra de los pasajes.Yo esta denominacion descubre la [olta de eniasis doctri-Hal can que Benjamin acometia 8'- '1 proposit o, La historic) ' la [ilosojia ]I la sociologic del siglo diccinueve fenianpara el 1m piinto de cancent racitin que a algunos parece-, 1 ' 1 trivial: aqueilos pasajes parisinos C011 t echo de vidrio

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y paredes de 117ann01 en los que se estublece el alma dela mercancia de In gran 1I1'l;e. Dijimos antes que Ben.[amin pretend!a tina construccion historico-lilosoiica deuno epoca. )] 1 reC/~I7'SOa t ermino tan academico es clau-dicant e. Construccion imaginativa seria, por aniigenerica,una denominacion mas ,I/decuada, siempre que a hi ima-ginacion le dieramos 1""/1 '1 valencia de ob ietividad que nosuele ddrsele.Benjamin se decide a componer un libra sabre Bau-delaire que plantear'v' un mode/a el1 miniature de t Laobra de los 'pasajes, j sro t ampoco este libra pudo lo~J'{ l I '-se, y 10 que hoy ojrecenios (~1! est as Iluminaciones ' II nopasa, conjorme al plan original, de ser 1111 par' de 'entre-gas. E[ Paris del Segundo Imperio en Baudelaire fileescrito ell e] verano y el 010i10 de 1938. En una cart a[echada en Copenhague en septiembre del 111is1110 ai10 leexplica Benjamin () Horkhcimer la estructura del libra 50-bre Baudelaire. Est e text o sabre el Paris del Segundoimperio deberia cons tituir su segundo parte ; ... fa prime-ra parte =Baudelaire como ulegorico=- aport a el olan-teamient o de la cuestion; la parte tercera [sabre If r '7/,er-cancia como te11/(1 poel ico] constiiuye la sclttcion; estasegunda acopia los datos necesarios para esa solucion ...La parte seg: nda da decididament e fa espalda al plantea-m ien to de l~()ria de l a rte de fa p rimera y cmprentle Ininterpretacion crit ico-social del pacta. Si Horklieimer pre-[iere ]Jubl_~car est a parte en versidn no integl'{l,' potlrialiacerlo, 1 =ro =sugiere Beniarniu=- camb umdo el titulopor 011'0 menos [igurativo: Esturltos de ciencia socialsabre Baudelaire".

Adorno recibe eI texto, y desde Nueva York en 110-viembre del 38 dirige (l Benjamin lJI1Cl car /a de severlsimacrit ica. Reune Uti. t emas, pero 1'10 los desarrolla. La[antasmagoria es, seglln In int encion del propio Benja-min. Ul1(J cat egoria objetiva, 1 1 istorico-] iloso! ica, pero enest e coso 110 ha sulo trat ada mas que como ins peccionde caract eres sociales

EI1 Sit carla, nnterior en [ech, a Horklieiner, el atrtorexplica 511 lex/a en le1 '1111rlOS bastant e coincidenies con

los de la reprimerula de Adorno, cPOI ' que ent onces sedejiende tiniido. y coniusanicnte cn su cont est acion Q esteLilt i 1 1 7 0 ? La net /.IaI po le tn ica (lee rea de La filiacion ideolo-gica de Benjamin, sobre 5/.1 marxisino, sabre su . [udaisnto,sobre si es nuis fi/osofo que sociologo, sobrc si deben 0Vlo editarse det errninados t extcs suyos antes que ott'os,It/va ya antecedentes mientras '"ivia. Adorno le aCLCsa dehaberse hecho violencia pura }Jagal ' al rnarxisnto un 1 rib u-to que H i a ud. ni (1 1 tnarxistno lc sienta bien. Ador/'/ohaee fa discusion un tanto grue:", a t subrayar algo tanob vio como que hay inds verdad /1 In Gonealogia de lamoral de Nietzsche que ell el ABC de Bukharin,La cierto es que a '[inales de julio de 1939 Benjaminhu redact ado Sobre aJgw10s t emas ell Baudelaire. Lasiiulicaciones de Adorl1~' hem sido t enidas en algun modoe ll c u en ta . AI f i ll )' al cabo 11 0 Cum la s que hubiese hecheUn antimarxista, sino que procedian. de s(.( "aversion con-tra 1I11t{ determinada indole de 10 concreto )' sus tasgosbehnviorist as. Adorno le pide a su amigo ww det ernii-nacion materialist a de Ius caract eres culturoles que s 6 1 0sen; posible si fa media el proceso total, Ell el ICXo de:1939 hay nUL '> I i is t o r i o de fa [iloso]!a q u e sociologia delart e. Pero la herejia latent e respecto de ambos discipli-na s , I" evasion que de cuolquiera de ellc" planea Be l l -[ainin, las reconocero. /ulorno ntucho mas (nrde. Era in-iCl1ciC)11 de Benjamin renunciar a t .oda int .erpretacion l11il-nifiesta y dejar que las signijicaciones salicsnn a la luePOl' media de un nionlaie cliocant e del rJ1(/,!rial. Porncorouar SU antisub jetivisnio iba a hacer que su obra capi-tal consistiese unicament.e en citas. cQuiso el lector so-li tario que [ue Belljantill erigir lalectura en principia queestructura la. realidad, fa liistoria? Leer es siempre una ac-titud que, POI' 10 nrC/70S para liberarnos de el, /lOS rentit eal pasado. Benjamin 11 0 se hubiese content ado eOll escPOI'/O 1I1e110S"; el pasado era para if =inteiectual herejcde fa praxis, que elida hoy el progresista obtuso- fadimension que hay que salvar act iva, politicament e. Elluri texto inedito ell Cl.UJ/lIO a su. int egridad leemos: "Lasituacion politico coni irnu; at pensador revolucionario

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la suerte peculiarment e revolucionaria de cada momentahistorico. Pero 110 tneno s se la conjirma el poder quetiene ese motnento para abrir uri determinado aposentodel pasado cerrado hasta entonces. La entrada en ese apo-sen/a coincide estrictamentc COil La accion politica. Y a(raves de esa entrada es Cr'II1W dicha accion, sienipre des-tructiva, se d e l a COI lacer ( .'01110mesianica,

ELPARIS DEL -SEGUNDO IMPERIOEN BAUDELAIRE

Madrid, Primavera de 1972

Une capitale n'est pas absolurnent neces-saire n l'homnte.

Las citas bibllograf'icas las hacernos segun las cdiciones, al-gunas hoy un poco anticuadas, que manejo Benjamin, Las con-diciones prccarias en que e! autor redacto estes textos no leirnpidieron, sin embargo, tencr en su cuarto de exiliado Iibrosde In mils diversa vitola,

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SENANC0UR,'


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J De pasada advertiremos que Napoleon HI cornenzosu ascenso en un media arnbiente que tiene mucho de co-mun con el descrito. Es sabido que uno de los instrumen-tos de Sll tiernpo de Presrdenre Iue la socieda d del 10 dediciernbre, cuyos cuadros habian sido, segun Marx, procu-rados por toda Ia masa indetsrrninada, desmernbrada,traida y llevada de aqui para all:", a Ia que los Francesesllaman Ja boheme" 2. Durante su imperio Napoleon siguioperfeccionando costumbres conspiratorias. Propias de larazon de Estado del Segundo Impc..~io son las proclarnassorprcndentes y las mercachiflertas secretas, las salidasveleidosas y las ironias impenetrables. En los escritos teo-ricos de Baudelaire encontrarnos a su vez los misrnos ras-gas. En la mayorfa de los casas expone sus opiniones apo-dtcticarnente. La discusion no es asunto suyo. Se escapade ella cuando las escarpadas contraclicciones teticas, quehace suyas una tras otra, exigirIan un careo. Dedico alos burgueses su Salon de 1846; aparece como su porta-voz y su gesto no es el del advocatus diaboli. Mas tardepor ejemplo en su invectiva contra la escuela del ([bonsens encuentra para el hcnrado burgues, para el no-tario, para los personajes respetables los acentos del bo-hemia mas rabioso 3. Bacia .1850proclarna cue el ar te noes separable de la utilidad; pocos afios despues deficnde,el art pour l'art. En todo ella se esfuerza j)OCO ante supublico por una mediacion, igual que Napoleon III pasa,casi de noche y a espaldas del Parlarnento frances, delproteccionisrno aduanero al cornercio Iibre. Es ,os son losblique ell [evrier 1848, Paris, 1850,,; cit. segun Die Nelle Zeit, 4(1886), p. 555.

Proudhon, que quiere dlstanctarse de los consplrndores prore-sian ales. se l lama 1I sf mlsmo en ocaslones "un hombre nuevo. unhombre cuyo nsunto no es 1" barrtcada, sino la polemtca : un 110m-bre qlle cnda tarde puede sentarsa a. In mesa con el jere de 10..poll-cla y gflnarSe In. conftanzu de tndos los De Is Hodde del inundo"Cell. en GUS'I'AV1~O!:n'ROY: L'enierme, Pari s, 1897. pags, 180 y ss.).

S K. MARX, Der acht zehnte Brurnaire des Louis Bonaparte,ed. Rjazanov, pag, 73, Vierra, 1917.~ C II. B ,\UP~LAmE, Oeuvres completes , Bibl iotheque de InPIeiade, Paris. 193132. En adelante se citara siempre esta edt-

cion, indicando unicamentc sus pagtnas, Este iexto ahora citadose encuentra en II, pag, 415.

LA BOHEMIA

La bohemia Figura en Marx eo un contexte muv ins-tructivo. Cuenta en elja a los conspiradores profesionales,de los que se ocupa en la dctallada resefia de las me-morias del agente de Pol ida De Ia Hodde publicada en1850 en In Neue Rheinische Zeitung. Actualizar la fisono-min de Baudelaire signifiea hablar de la sernejanza queeste prcsenta can ese tipo politico. Marx le parafraseacomo sigue: AI forrnarse las conspiraciones proletarias,hace su aparicion la necesidad de la division del trabajo:quienes eran rniembros sc repartfan en conspirado res deocasion, c51:0 . . !S, rrabajadores que ejcrc ianIa conjura soloa [8 par qUE;':,US otras ocupaciones, que nada mas asistlana his reuniones y que estaban dispucstos a aparecer, si .lornandaba i>1jefe, en cl sitio conveni do para Ia cita, )' enconspirud.tres profcsionales que dedicaban tocla su ac-tividad a Ia conjura y que vivian de ella ... De antcmanoJa posicion en 13 vida de dicha clase condiciona entera-mente su caracter ... Su oscilante existencia, mas depen-diente en cada caso del azar que de su actividad, su vidadcsarrcglada, cuyas unicas paradas Iijas 5011 las tabernas? C I~s vinateros (Iugares de citas de los conjurados ), susinevitables tra tos COD toda Ja ralea de gentes equivocas.lcs colocan en esc cfrculo vital que en Parts se llama labohcrne" 1.

t K. MARx-F. ENGELS, Bespr. von Chenu, Les consptrateurs,Paris, 1850, und Lucien de In Hodde, La naissance de la Repu-

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rasgos que nos hacen en lender por que la critica oficia]-yen primer lugar iii de Jules Lernaitre-> rnstrea tanparvamenre las energies teoricas afincadas en la prosa deBaudel [lire.En su descrrpcion del conspirateur de professionM.Zll"X prosiguc: La condici6n unica de In revolucion espara ellos la organizacion suficierite de su con iura.v. Selanzan a invencioncs que han de Iograr milagros re-volucionarios: bornbas incendinrtas. maquinas destrucri-vas de rnagica eficacia. Motines que han de sorprendertanto mas maravillosamen re cuan (0 menor es SLl l';otivn-ci6n racional, Ocupados con sernejantes trebejos proyec-tivos, no ticnen otra meta que 1: 1 proxima de derrjbar algobicruo existente, dcspvcciando en 10 mas hondo la ilus-tracion teorica de los tra baj adores acerca de susintcrcses de clase, De ahf les viene su irritacion no prole.taria, sino plebeya, COntra los habits noirs (Ievitas os-curas), gentes mas a menos cul tivadas, qUI:: represcntnnese lado del movimiento, del cual los otros sin embargo,iguaJ que de los representanres oficiaies del partido, jar."aSpodran independizarse por' entcro '. Los atisbos poltticosde Baudelaire no sobrepasau en el fonda los de es1.oscorispiradores profesionales. iOfl'Cei!') sus .simparias al reotroceso clerical 0 las otorgb al levantam iento del 4B? Suexpresion jamris 10 puso crt clare y su [undamento 'eraquebradizo. La imagen que presento en los dias de febre-1"0, blandiendo 1 .111 arm" en la esquina de una calle deParts


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hire su contrapart.ida. J ~f 23 ,Ie diciembre de 1865 e~-cribe a su madre: Si vuelvo a hal l ar Ia Iuerza de tensiony 1


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tradicion representa el tipo de politico que, como Marxdice, considera su misi6n la de adelantarse al procesorevolucionar io en desarrollo, empuj arle arrificinsamcntea In crisis e irnprovisar una revolucion, sin que Itaya con-diciones para ella ". Perc si par otro Indo nos atencmosa descripciones que se conscrvan sob re Blanqui. aparccecsre mas bien semcjante a los "habits noirs 'en los quelos conspiradores profesionales tenian sus desacrodlradoscompe1idores. Un testigo ocular describe del modo siguien-te lin club blanquista: (lSi quercmos tener una idea pre-elsa de la irnpresiou que, desde el primer insl an te. cau-saba el club revolucionario de Blanqui en cornparacioncan los ot1'OS dos clubs de que disponia en t onces cl/par-lido del orden, 10 mcjor es que pensemos en el Jjllblicode la Comedic Francaise en una tarde en que se represen-ten a Racine 0a Corneille, a 13 par que nos imaginernosa In mul titud popular que l lena un circo en cl que los aero-batas exhiben numeros de artc mortal. Par as] decirlo, seencontraba uno en una capilla consagrada al ruo ortodoxode Ia consplracicn. Las puertas estaban abiertas para cual-quiera, perc s6lo volvfa cl que era adepro. Tras el mal-humorado desfile de los oprimidos ... se alzaba el sacer-dote de aquella morada. Su prerexto ern resumir las que-jus de sus clientes, del pueblo represeritado POi' Ia mediadocena de irnhcciles presun tuosos e irrirados a 'as queacababa de escucharse. En realldadexphcab la situacion.Su aspecro era distinguido; su indumenraria irnpecable:fino era ol culdado de su cabeza: su cxpresicn tranquila:5610 un relampago hirsute, nuncio de desgracias, atrave-saba a veces por sus ojos. Eran estes pequenos, afiladosy penetrantes, y normalmente rniraban mas bien con be-nevolencia que can dureza, Su modo de hablar era rnesu-rado, paternal y claro: el 1110do de habl ar mencs decla-matorio que junto con el de Thiers he Dido jamas ". Blan-qui aparece aqui como un doctrina rio. Las sefias del hn-hit noir sc corifirman hasta en pequefios dctalles. Era

sabitlo que "ci viejo acostumbraba a cnseriar can guan-tcs negros ". Pero la scriedad medida, la impcntrabilidad.que le son a Blanqui propias, aparcccn distintas a 1 01 I U2 ;en In que las culoca una advcrtencia de Marx, que escribede estos conspiradorcs profesiouales: "Son los alquimis-tas de la revolucion .y com parten pal' cntcro el dcscon-cierto de ideas y las orcjcras y las ideas [ijas de los al-quiru istas ant iguos J~, La imagen de Baudelaire se estable-ce asi como par si m isrna: cl articulo enigrnatico de laalegorfa en UJlOS, y en los otros 1


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vino barato, a salir hasta los cornercios de las afueras.En elias se despachaba el vino Iibre de impuestos al quese llarno vin de la barriere. Si dames Fe a H. A, Fregier.jefe de scccion en la Direccion General de 1 < 1 Policia, lostrabajadores poulan en cl, unico que sc Ies concedia, susdelicias de manera obstinada, orgullosa, exhibicionista.Hay mujeres que no ponen reparos en seguir a la "ba-rriere" a sus maridos, junto con sus hijos que ya podrfantrabajar ... Despues rcgresan a casa medic borrachos y semuestran mas ebrios de 10 que estan para que quede cla-ro a la vista 'de todos que han bebido y no poco. A veccslos hijos irrritan a los padres ~1. lin observador content-poraneo escribe: "Par 10 rnenos es seguro q ue el vinode las "barrieres" ha ahorrado al aparato del gobicrnono poco!'>golpes ~', EI vino abre a] desheredado suefiosde Iutura vcnganza y sefiorfo futuro. Asi en Le "iI1 deschiffol1i1iers:

pregunta muda: Gcuando se alcanza el Iimite de la mi-scria humana? En SU libra Des classes dangereuses de lapopulation, Fregier Ie dedica seis paginas. Le Play cia elpresupuesto de un trapero parisino y su familia en eltiempo que va de 1849 a 1850, presumiblemenre tiernpoen el q LlC surge el poema de Baudelaire.".Naruralmcnte el trapero no cuenta ell la bohemia. Perotodos los que forrnaban parte de esta, desde el Iiterat ohasta el conspirador profeslonal, podian reencon t rar enel trapero alga de 51 mismos. Toelos estaban, en una pro-testa mas 0menos sorda contra la sociedad, ante un ma-nana mas 0 menos precario. A su horn podia el traperosentir con aquellos que daban rirones a las casacas fun-damentales de la sociedad. En su sucfio no esta a sobs,

On voit un clriljonnier qui vieut, hocliant fa tete,Butt ant, et se cognant (WX 'murs cOinme 1 . - 1 1 1 poeteEt, salts perdre souci des moucltards, ses su]et s,Epanclie rout SQI1 coeur en glorieux pro jets.Li.pret e des serrnent s, dicte des lois sublimesTerrasse les tnechants, releve lcs vic times,Et SOLIS le [irmament comme WI dais sus pendiiS'enivre des spleiuleurs de sa propre vert.u 21 .

EI pr esupuesto es un documeuto soeiul no tanto par las ell-cuestas reanzadas en una deternunada ramtlta como pal" el Intantoth.! que la mas hondo. iniserta aparezca como ruenos escandalosaporque se la cla~iflca lnuplnmente. Can h1. urnbtcton de no dejarl\ ninguna de sus ratras dc humantdad sin el parruf'o legal que hayque observar a SU respecto, han hecno florecct" los Estaelos totall-tarlos una semllla que presumimos iatents en un pertodo mas tern-prnno del capitaltsrno. La cunrta seccton de este presupuesto .de untrnpero -neces!clades culturates, diversiones e hlglcne- e~ l~ sigutcn-te: "Instruccl6n de los hljos : el que da trnbajo a In famlllu pagael dinero parn In aseuala : 48 francos : curnpra de l tbros : 1,45 n-an-cos, Ayudas y umosnas (Jns obreros de cste estruto so.clal no dangeneraimcn(e Iirnosnusj ; nestas y cclQbrnclonr.s: eOl lllda s en lasqUI"! tcda In familia toma parte em unn de IR.~ "uarrteres" (8 excur-stones 0.1 fll10): vino, pan Y pntatas : Ilfl"RI1COS; comidas constston-tes en mncarrones nderezadoa con mantequtlla y queso, ademas delvino, en el ella de Navldad, en. el martns de carnaval, por Pascuay en Pcntecoslcs: estos gastos estan constgnados en In prlruerusecclon : tabaco de mascar para el hombre (colillas que renege elmismo 'o\weroJ... represeuta clesde 5 basta 34 I'raneos : rape paraIn. mujer (se compra).. . 18,66 rr ancos : juguet es y otros i-egnlcs pnralos n1l108: 1 rranco : correspondencta can los pnrrentes : cnrtusa los herrnnnoa del onrero que habit an en Italia : un IlI"omedlo deUI!D. al ana. EI recurso mas import ante de In familia en cases dedesgracta consiste en In benetrcencta prlvndo.... Anorros anuales (e1o\)I'CI"O no t ierie prevision nlguna ; 10 que sobre todo le Import a esprocurer a su mujer y n Btl h"ijita todus las curnodldades compa-tibles con su estndo ; no ah(Jl"l'fl en nusoluto, sino que gnsta dia [1dift todo 10 que garia" (InnEM:mc Lll PLAY: LeS ouvrie,'S, Pui-Is, ~B55,pags. 2'14 y 8S.). Un comentnrfo sarcasttco de, BU~'ct ilnstrr, el esplrftude semejnnte eneuesta: "Como el numnntrartsmo, incluso la de-conctn, prohtben clejar que un hombre mucra como un antmai, nopodra negarsele la limosna de uu atfLild" (EUGENE BunET: De In 11llse1'edes classes l11borfeuses elL A n gleterl'e et en France, Purls. 11110,vel, J,pilg. 2G(j. l

Los trapcros aparecicron en mayor nLUnCl"Oen las ciu-clades desdc que los nucvos procedimientos industrialesdieron a los desperdicios un cierto valor. Trabajaban paraintermediaries y reprcsentaban una especie de iridustri acascra que cstaba ell la calle. El trapcro fascino a su epo-ca. Las miJ"adas de los primeros investigadores del pau-perismo estan pendicntcs de el cornu ernbrujadas por una

~, H. A. FR11GHm , Des classes dangcreuses de In populationdans les granrles villes et des moyens de les rCllilre meilleures,Pa ris, 1840, vol . 1, pag. 86.~ EOOUAlw FOUCAUlJ, Paris ittventeur. Pitysiologie de fit /dust ric[raucaise, Paris, 1844, pag. 10.

. 'l~ I, pag. 120 .

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Le acornpaiian camaradas: tarnbien en torno a el los hayaroma de barr iles y tambien ellos han encanecido peleando.Su bigote le cuelga hacia abajo como una vieja bandera.En su ronda le salcn al paso los mouchards, los .soplo-nes, sobre los cuales SLlS suefios Ie dan dominic ". Ya enSainte-Bell ve se encuentran temas sociales tornados dela vida cotidiana de Parts. Eran una conquisra de la poe-sra ltrica, peru no 10 eran todavfa de la perspicacia. Encl espiri1u del rentisra culrivado, la miseria y el alcoholse inrerpenetran en una relacion esencialrnente diversa acomo 10 hacen en el de un Baudelaire.Dans ce cabriolet de classe j'examineL'homrnc qui me conduit, qui n'est plus que machine,Hideux, t1 burbe epaisse, a longs cheveux co lies;Vice, et vin et sonnnell chargent ses yeux soules.Comment l'homme peut - it ainsi t omber? pensuis-]e,Et je me reculais a l'autre coin du siege ~I.

Basta aquf cl cornienzo del pocrna: 10 que srgue csuna interpretacion edificante. Sainte-Bcuve se plantca Incuesrion de si no esl.aI';;\ su alma tan desamparada comoJa del cochero de alquilcr.La letanla intitulada Abel et Cain rnuestra el sub-suelo sobre cl que sc apoya el concepto m{!s [ibre .y mascomprensivo que tenia Baudelaire de los deshcredados.Del antagonismo entre los hermanos blblicos haec un aJ1-tagonismo de Jus razas eternarnente irreconciliab lcs.

Race d'Abel, dol'S, bois et mange;Dieu te sourit complaisanmrcnt,Race de Cain, dans 10. rangeRanipe et tneurs misetobl.enient. 2 . < .

POllr 1loyet 1 (( ran coe ltT et bercet ' l'indolenceDe [(Jus ces vieu:c nunutits qui 11!eltfent 1m silence,Dieu, laueu! de remords, avcdl j (IU Ie s07llmeH;L'Honime aouta Ie VitJ, iils sacre dlL sole i! ( ap . ctz, 102).

EL poerna consiste en dicciseis disticos. CllVO comicn-zo, c:t]ternanJo, es el misrno que cl de los preccdentes.Cain, ant.epasado de los deshercdaclos, aparece en cl loscomo el fundador de una rnza, y csta no pucde ser o traque la prolctaria. En cl m1.Q 1838 publicaba Granier deCassagnac su Histoire des classes ouvrieres et des classesbourgeoises. Esta obra supo dar a conoccr el origcn delos prolcrarios: formaban una ciase infrahumana que ha-bia surgido de un cruce de [adroncs y prostitutas. < . Co-nocio Baudelaire estas especulacioues? Es muy posibJe.Y es cierto que Marx top6 con cllas y saludo en Granierde Cassagnac al pcnsador de la reaccion bonapartistu.En El Capital fija su teorIa racista en el concepro de unaraza de autcnticos propietarros de l11ercancias'I~, entre.18sque cuenta al proleturiado. Y exactarncnte en este sen-bela aparecc en Baudelaire la raza que precede de Cain.Claro que el no hubicse podido dcfinlrla. Se tratn de larazo de aquellos que nu poseen otra mercancla que Sll pro-pia fuerza de trabajn.E1 pO~l11a de Baudelaire esta en el ciclo intitulado Re

Es rascinante scgutr como Il l. rebellon se abr-e lentamente CRrruno en las dlversas verslones de los ultimos versos del poema. Estosdic en en Ill. prnnera version:C'esi ainsi que Ie in reaue dans ses bielljaits,Et chante ses explo1ts par /e (josle r de I 'homme.Grmlde1l7' de la bonte !Ie Cellt'! que tout llomme,

Qu! 1tOUS avait deja riOllll(j Ie do1tx ~Dmmeil,Et vonlut a outer Ie Vin, fils du Soleil.J>m(!' recnau! ter le coeur et calmer la sout trauceDe taus cas innocents flui 11lW/I1ent en silenCE! (op. cii ., 155]) .

En 1052 dlcen :POlr apaisei' le coeur et ca/meT III sou!jranr.eDe tous ces innocents qlll mew'cnt en slle71ce,Dleu leur (lva l deja (/O!l7le Ie doux sommeH;II [out le vi?!, fi ls sacre du Solei! (ov. cit; 1552),

Y par fin en 1857 dlcen cumbla ndo rudrcalmente el scnttdo :

Se sigue obvlamente que lu estrorn encuentra su rrmua massegura junto con c1 contenldo blasf 'emn.2' CIli\RLES-AUGUSTIN SkINTE-BmJVE, Les COtlSO/a1iOiJS. Pen seesd'aoiu, Paris. 1863, pag, 193.

Z , I, pag. 1.36.:!Il 1


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RiivaiS tu. de ces jours".

10 malo y luego gran derrotado, gran victima. 2.!i, AI pro-blema se Ie da la vuelta, pew nada mas, si se plantea lapregunra de que Ie obhgaba a Baudelaire a dar una forrnaradical mente teologlca a su radical rcpudio de los po-derosos.La proresta contra los conceptos de orden y de hen-radez se conservaba mejor, tras la derrota del proletariadoen 1a lucha de junio, entre ]05 poderosos que en los so-rnetidos. Ouienes confesaban el derecho y la libertad vetanen Napoleon III no at ernperador-soldado que en segul-miento de su tio quer ia SCI' el, sino al aventurero favored-do par In suerte. Y asi retienen su Figura los Clut timent s .POl' su Indo la "boheme doree. consideraba que en los em-briagadores festejos COn que se rodeaba, en SU corte, sehacian realidad sus suefios de un a vida libre . Las me-morias en las que el conde Viel-Castel describe cl entornodel ernperador dejan a una Mimi Y :: I un Schaunard comomuy honrados. muy burgueses, muy cursis. EI cmismoera de buen tonoen las clases superiores: en las bajas elrazonarniento rebelde. En su Eloa, Vigny, sobre Ias hue-llas de Byron, ha rendido homenaje en sentido gnosticoal angel cnido, a Lucifer. De otro laclo, Barthelemy habfaasociado en su Nemesis e1 satanisrno a los poderosos:hizo que se dijese una misa del agios y que se cantaseun salmo de Ia renta 29, Tal doble rostro de Satan Ie esa Baudelaire mas que familiar. En el Satan habla no 8610para los de abajo, sino tambien para los de arriba: Apenashubiese podido Marx desear mejor lector para las lineassiguientes: Cuando los puritanos se quejaban en cl Con-cilio de Constanza de Ia Vida Iicenciosa de los Papas. .. ,tronaba contra ellos el cardenal Pierre d'Ailly: "S610 eldiablo en persona puede salvar a Ia Iglesia catolica, yvosorros reclamais angeles". As! exclarnaba la burguesfafrancesa despues del golpe de Esrado: [solo el [efe deIn socicdad del 10 de dicicmbre puede salvur a la sociedad

vol t.e ". Las tres piezas que 10 componen man ticncn untono fundarnentalmente blasfemo. No hay que tamar de-masiado en serio el satanismo baudelairiano. Si tiene al-guna importancia, la ticne s610 en cuanto que es la unicaactitud en 13 que Baudelaire estaba en situacion de 1113U'tener a la larga una posicion no conformista. La ultimapiezn del ciclo, Les litanies de Satan, es, par su contcnidoteologico, el rnisercre de una Iiturgia ofidica. Satan semanifiesta en su corona de rayos luciferinos: como guar-dian del saber profundo, como instructor en las destrezasprorneteicas, como patron de los empedernidos y de losinexorables, Entre [Ineus relarnpaguea la tenebrosa cabc-za de Blanqui,

Toi qui [ais au proscrit ce regard calme et hawQui datnne tout un peuple aut our d'UH ech.ofawll> ~7.Ese Satan, al que el rosario de las invocaciones cono-

ce tarnbien como confesor ... de los conspiradorcs, esdistinto del intrigante infernal al que los pocmas 1 1 : : 1 1 1 1 a l 1con el nombn: de Satan Trisrnegisrc, de demonic, y laspiezas en pros a con el de Su Alteza cuya mo rada sub tc-rranca esta cerca del bulevar. Lernaitre ha sefial ado lacscision que haec del diablo por un lado au tor de todo

Sigue 11.1itulo una advertencia previa suprrmida en adlcicnespostertores, Cailfica este grupo de poemas como una IrultncionSUllllllJlente litcraria de los "sofismas de Is. ignonmcia y de 111colera''.En realidnd 110 pueds hablarsa de Iniitacion. Los procuradorcs delEslado del Segundo Imperio as! 10 eutendieron y sus sucesores 10enticnden tambien ast. Como con mucha negligcncia 10 descubre elbaron Seillicre en su f nt erpretacton del poema Inicjal. Se llamaLc renictnenl de Sant Pierre y cont inne los versos :

01~, Ie cocur tout gon/le d'espoir et de vallancc,Tn /oucttas lons ces vIIs 1Ilarehands ti tour tle bras,Oit t .u Ins moure en/in? Le rtnnorti n=a-t-ii pasp e l 1 e t . , . , ~ dans ton ttanc plus avant que la lancc? (op. cit., 114).

En ese reruorclimlento atlsua el ir onico nermeneut a nutorrapro-chus "pOL ' haber dejado escapar una ocasion t a.n .buena para intro-duci r la dictndura del proleta r+ado" (EHNEST SEILLrlmJ;;; Baudea re,Par ts , 1931, pH.g. 103)_~7 1. pag, 138 .

es JULES LnMAYTltE, Les contemporains, IV serle, P,uis, 1895,pag.30_ .~. Cfr. Al'GIJSTE-M,\RSElU_H BAtTUELf:MY Nemesis. Satire heb-donuulaire, Purrs, 1834, vol. I. pag. 2.25 ("L'aJ'chcYeche et labourse ),

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burgucsal jY 5610 el mba a la propiedad, el perjurio a lareligion, los bastardos a la familia, el desorden al orden !o.En sus horas rcbeldes Baudelaire, admirador de los je-suitas, no queria rehusarsc por cntero y para siernpre adicho salvador. SW3 versos se contienen en 10 que no se .-prohibfa SLI pIusa. Par cso se instal a 5 a t < 1 1 1 en ellos. A ellc deben esa Iuerza tan suril lncluso en la irr it flcj(lIl deses-pet-ada pOI' no rcscindir del todo In adhesion a aquellocontra Jo cued se indigriaban la c1arividencia y e] huma-nismo. La confesion piadosa se le escapa casi siempre aBaudelaire como lin gr ito de pclea. No quicre dejarse qui-tar su Satan. Este es la au tentica prenda en el ccnflictoque Baudelaire tenia que sostener can Ell increcncia. No5011 los sacramcntos y Ia oracion los que se venrilan: sc[rata de In reserva luclferiana de ultrnjnr a Saran, del cualcs victima. . .

Con su amistad por Pierre Dupont quiso Baudelnireprofesar como pocta social. De csre autor dan un hos-quejo Jqs escritos cr it i cos de D'Aurevi lly: En su talentoy en su cabeza toma Cain la delantera ul dulce Abel. Cainel asnero. el hambriento, eJ que estalla de envidia, cl mon-taraz, Cain que se ha ido a las ciudades para sorbetearlos posos del encono que se van acumulando en etlas.para tamar parte en I~\s [alsas ideas que viven al lf surriunfo ". Esta caracterizacion expresa exactarncnte 10que solidarizaba a Baudelaire con Dupont. Como Dupont,Cain se ha ido a las ciurladcs y sc ha apartado del idi-lio. La canciori till como Ia entcndierori nuestros padres.,.incluso 11simple rornanza, le caen muy lejos a~, Dupontha sentido ? le ga l' l a crisis de In poes-{n linea jatita con 1< 1desrncrubracion progresiva entre ciudad y campo. Uno desus versos 10 confiesa sin habilidad aiguna: dice que elpacta presta altcr-nntivamenre 511 oido a los bosques ya 1 1 masa. Las masas Ie rernuneraron SlI ai.cncion: hacia

1843 Dupont cstaba en boca de todos. Y cuarido las ase-cuciones de la revolucion fueron perdiendosc una t rasotra, Dupont cornpuso SL l Chan t c ia vole. POGO hay en Iapoesfa politica de aqucl tiempo que pucda rnedirse can suestriblllo: Es una hoja del laure] que Karl Marx rcclamaracntonces para las Ircntes amcnazaduras y tencbrosasde los cornbat ierues de junio."Pa is voir, en r ic jOUQJ"11 L a r us e.o Rcpublicaiti aces pcrversTa grande face de MeriuscAI{ milieu de rouges e cla ir s " .

La introduccion con 1 8 que en 1851 cull tr ibuyo Bau-delaire a una entrega de poemas dupontianos fuc un actode estratcgia literarja. Ell ella enconrrarnos Ias curiosassentencias siguientes: "La utopia pueril de la escuela delarte po~' el arte, al excluir la mural y can frccuencia inclu-so In pasion, tenia que ser necesariamcnte csteril. Y masadelanto. con una referencia man ilicsta a Auguste Barbier: . .. cuando L 1 J J poeta, dcsaforrunado 3lgltnas veces, perucasi sicrnpre grande, sc puso a proclarnar en un lenguajeinflamado la santidad dela insurrcccion de 1830 y a cantarlas rniserias de Jnglaterra y de Irlanda ... se despacho lacuestion, y desde entonces el arte ha sido inseparable dela 11101'al y de Ia utilidad ~5. Todo 1 0 cual no tiene nada deesa honda dupljcidar! que da alas a Ia jiropia poesta deBaudelaire. Este se interesaba pOl' los opr imidos, perc L


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je ~6. Tcocracia y cornunismo ~7 no cran para d convic-ciones; sino susur ros que se disputaban su oido: la unano tan serafica, ni tan Iuciferi no cl otro, como e r sin dud apensaba. No tard6 rnucho Baudelaire en abandonar sumanificsto rcvolUciOl1E1 rio y una serie de aiios dcspuesescribe: A esta gracia, aesta ternura Iemeniua es PierreDupont deudor en sus prirneros cantos. Por for-tuna, ymuy grande, Ia actividad revolucionaria, que en aqucll aepoca se llevaba de calle a casi todos los talentos, no des-v.i6 par cornplezo el suyo de su camino uatural ". Talaspera ruptura con (d'art pour l'art tenia valor para Bau-delaire soiarnentc como actitud. Le perrnitfa dar a conocercl arnbit o de jucgo del que disgohia como Iiterato y queposeia can ventaja sabre los escritores de su tiernpo -sinexcluir a los mas grandes de entre ellos. Con Jo cua] sepone en clare en que estaba por encima del oficio Iiterarioq 1. 1 8 le rodeo.

El oficio literario de cada diu se habia rnovido a 1 0 1


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En 1860 y en 1363 sc pu blicaron en Parts y en Marsellalos c lo s v o11 'I 1 11 en c 5 de las RC1n 1 eS p a r is i en n e s del ' ;ar6nGaston de FJolte. Se romabun el rrabajo de luchar contraIn Iigcrcza de los dn tos historicos en la prcnsa de Parisy IT HIy especial mente en cl f o il e to n . lEn los cafes, durante e1 a per'i tivo. se hinchaba lu in-formacion. "La costurnbr'e del apcritlvo ... sc establecio jun-to can I n llcgada de In prcnsa de bulevar, An tcriormcn te,cuando s610 existfan los grandes periodicos serios ... 110se canada 1 < \ 1101'a del apcr itivo. Esta es ccnsecucncia 16-gica de 1: 1 "cronica parl s lna" y del cotilleo de In ciudad ",El ajetreo del cafe cjercito a los redact ores en cl tempodel servicio de noticias antes de que sc desarrollase elaparnto de este ultimo. Al poncrsc en uso el tclegrafoclccttico hacia finales del Segundo Imperio, perdio cl.bu-levar SI.l monopol io. Sc pudo dcsde entonces refen-ir ca-tastrofes y crunencs del mundo cntero. \

La asirnilaclon del li tcrnto :1 In sociedad ell In que viviase reulizo, por tanto. en eJ bulevar, En el bulevar era clondese rnantcnla a disposicion de cualquier SllCCSO, de un dichogracioso 0 de un 1"11mor. En el rlesplegaba las co l gadurasde sus relaciones con coicgas y calaveras; y esraba tanpendiente de sus efectos como las pelaucluscas de SI1 ar tepara vest irse ". Ell cl bulevar pasaba sus horas de ocioque cxhibfa ante los demas como una pnrtc de su tiempode trabajo. Se cnmport aba tal y como si hnhiese aprendidode Marx que eJ valor de roda mercancla est;'! deterrninadopOI" el tiernpo de t rabnjo que socialmenie es necesariopara su produccion. EI valor de su propia Iucrza de t ra-bajo cobra, plies, casi alga de fanrasuco en vista del di-larado no hacer nada que a los ojos del pub lico era ne-cesaiio para su pcrfecclonamienro. Y en semcjante eva-luacion no estaba el publico a solas. La elevada rernune-

racrou del Fo(klon de cntoriccs rnues tra que es "t< .1 .b< JElm,dada en clrcunstn nci as socialcs. De heche exist.ia 1..1lJ1l in-tcrcouexion cntre Ia haja del prccio de 1


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La Revue des deux uunules cscr ibio per cntonces: ,,!:Qllicl1conoce los tjtulos de toclos los libros que 1 1 2 1 firmado clsefior Dumas? cLos conoce cl misrno ? Si llevase un dieulo.en el "debe" y el "habcr" seguro que olvidarIa.v. a 111fl;;de uno de e:;()s hijos de los que C5 padre legitime, naturalo adoptive ". COJTi6 la Iabula de que Dumas ocupaba ensus sotanos a toda una cornparna de Iitcratos pobres. To-clavia dcspucs de dicz afios de [;:IS observacioncs de 1'1granrevista -1855-- cncontrarnos en un pequefio organa dela bohemia 1


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dad como prosperidad campesina y se fclicita por los 1 1 0 -norruios que su producto le procura en el mercado. sonmas que instructivas, 51 se las considera rnenos desde suIado moral" que como expresion de un scnrimienro de.clase. Este era cl del pequefio carnpcsino. He aqui unapieza de la histuria de Ia poesfa de Lamartine. La suuaciondel pequeno carnpesino se hizo crftica en los aiios cua-renra. Estaba enueudado. Su minifundio no se haiiabaya "en la Hamada patria, sino en el banco hiporecario ".Con 10 cual sc desrnoronaba el optimismo carnpesino, basede la contemplaci6n nansfiguradora de la naturaleza quees propia de la In-lea Iarnart.iniana. A l surgir el miniiun-dio en acuerdo can Ia socicdad, en dependencia de lospoderes naturales y somctido a la autorrdad, rue natural-mente religioso; el minifundio arruinado y desmoralizudo,desmernbrado de Ia autoridad y de la sociedad, cmpujadopor encima de su propia lirnitacion. era naturalmentc irre-ligioso ~U. Y precisarnente en estc cielo hacian las poesiasde Lamartine Iigurackmcs de nubes. En ))130 habia es-crito Sainre-Beuve: La poesia de Andre Chenier ... es enclerta manera cl paisajc sobre el cual In de Larnarrineha desplegado el cielo 5!. Este cielo se derrurnbo parasiempre cuando los carnpesinos franceses votaron cnl84t:lpor la presidencia de Bonaparte. Lamartine hubfa coope-rado a preparar su vo to "". Sa inte-Bcuve cscribc acerca de

su papc] en lu rcvolucion: ". e:;1,tlJ


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IIahara Baudelaire. [Y ni uno de estos escriiores lra sido so-cialista! ,,", cscribe el secrctario particular de Sainte-Bcu-ve, Jules Troubat, Baudelaire ha merecido, desde luego. clrcconocimiento que qUiCTC tributar1.e esta ultima epoca.Pero no par ello deja de calar en la vcr dadera suuacion dellitera to. Era usual que le confronrase -ya sl m51110 enprimcr Iugar-s- Call las prostitutas. De eso habla el sonetoLa rnU58 venale. T Il gran poerna intruductor' io Au Iecteurrcprcsenta al poeta en In pos tura poco vcntajosa de quienacepta monedas contantes y sonantes por sus confcsiones.Uno de sus prirneros pocmas, que no tuvo acceso e LesFleurs du mal, est ... dirigido a una rnuchacha de la vida. Susegunda cstrofa dice:

EC"FCANEUR

Pour avoir des souliers, elle a 1CIJ.du SOil drne;Mais le bon Dieu. riruit si, p r e s de cet te il1/dm,Ie tranchais du tartuife et singcais fa hauteur,Mol qui vends ma pensee et qui. V(:,lI.:1: titre auteur >i,

EI escritor, una vez que ha pucsto el pie en cl merco.do,mira el panorama en derredor. Un nuevo genero Iiterarioha abiert o sus primeras intentonas de orienracion. Es unaIiteratura panoramica. Le livre des Cent-et-Un, Les Fran-cais peints par cux-niemes, Le diable 1I Paris, La grandeville, disfrutaron al mismo tiernpo que los panoramas, yno por azar, de los favores de la cap ital, Esos libros con-sis ten en bosquejos, que con su ropaje anecdotico di rIa-mos que irnitan el primer terrnino plastico de los panora-mas e incluso, can su invenrario informative, Sll trasfon-do ancho y tense. Numerosos autores les prestaron sucontribuci6n. Estas obras .en colaboraci6n son cl sedi-menta del 11 1 ismo rraba ju Iiterario coiectivo q LIe Girardin. \hahia albergado por vez primera en el follet6n. Eran ves-tuarios de salon para escritos que de por S I venian mar-cados de! baratijo callejero. En ellos ocuparon si tio pre-Ierente los ins igriificantes cuadernos que se llamaban fi-siologias, Siguen las huellas a t.ipos como los que lesalen al paso al que visi La e1 mercado, Desde los tenderosarnbuluntes de los bulevares hasta los elcgantes en e1 fo-yen) de la Opera, no hubo figura de la vida parisina queno perl'ilase e] Ii siolrrgo. EI gran memento del genera coin-cide can el cornienzo de los afios cuarcnta. Es la escuelasuperior de los Iollerones: la generacion de Baudelaireha cursado en ella. Que a este tuviese poco que decirle,muestra 10 pronto que anduvo su propio camino.

La ultima estrofa, Cette-bcheme - la, c'est men toutincluye sin repa ros a esta criatura e11 la herrnandad de Iabohemia. Baudelaire sabia 10 que de verdad pasaba conel litera to; se dirige al mercado como un gandul: y pie-sa que para cellar un vistazo, perc en rcalidad va paracncontrar tin comprador,

.; Cit. P~)[' E uelJ NE C R lll'!; T, Charles Baudelaire, Parts. 1906,pag, 196.~g .I, pag. 209.

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En 1841 sf: llcgo a contar C on sctcnta y SC i ~ 5fisiologfas I.A partir de este afio decayo el gcncro: desaparecio COIl Iaruonarqula burguesa. Era pequerioburgues desdc sus rai-ces, Monnier, el maestro del genera, era un cursi doradode una cxt raordinaria capacidad para Ia observacion deS 1 misrno. Jarnas traspasaron las fisiologtas tan Iimitadohorizontc. Despues de habcrse dedicado a los tipos , Ielleg6 el turno a 1


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quines grises y ante el trasfondo gris del despotisrno:este era el secrete pensamiento politico del que las Ilsro-loglas Formnban parte.Socialmente no eran sospechosos estos escritos, Unacosa tienen en cornun las largas series de caracrerlzaclo-nes, cstrafalarias 0 sencillas, simpaticas 0 severas, q\.IClas fisiologias prescntaban al lector: su inocencia, 5 1 . 1 bona-chonerta consumada. Sernejantc parecer sabre el proji-rna estaba demasiado lejos de la exper-iencia para que nose escribiesc por caUS3S desacosrurnbradarncnre poierni-cas. Procedia de una inquietud de indole muy especial.Las gentes tenfan que arreglarsclas COn dna nueva situa-cion, bastante extrana, que es peculiar de las graudesciudades. Sirnmel ha retcnido 10 que aqui esta en cues-tion can una forrnulacion feliz: Ouien ve sin olr, csramucho mas ... inquieto que cl que aye sin vcr. He aqui algocaracterrstico pam In soclologta de J a gran ciudad. Lasrelacioncs alternantes de los hombres ell las grandesciudades ... se distinguen por una preponderancia expresade 1[\ a ct i vidacl de los ojos sabre la del oido. Las C


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cualquicra, incluso el ;J)'UJlO eTel:odo cUllodmienio deltcma , esraba en sj iuacion de dCf,cifrar ];3 profesion. e1 C::\-rueter, la cxt raccion y cl modo de vida de los viaridantes.En eIJo;; esc don se prcsenta como una capacidad que lashade'S le han puosto en 18 curia al Irabitantc de lu granciudacl. Can scmejantcs ccrtezas estaba Balzac, y masque nadic, CD su elcmcn to. Le iban bien a su preferenciaP?r enunciados sin limitaciones. El genial}, escr ibe porejernplo, es tan perceptible en el hombre que hasta elmas inculro. cuando se pasca por Paris, si se cruza conun gran artis ta , sabra en scgu ida doncle est a I". Dclvau,amigo de Baudelaire y cl lllcl.sinteres;:Il1te entre los pe-q~eoos .nlaes( cos del [o]Jeton, prcrendc dis ringuir "d pu-blico de 1';]1'.1$ en sus divcrsas capas sociales teUl Iacil-mente como un gc6.logo distingue las Iorrnecioues en lT, Tableaux de 10 revolution [rau-~(li.~e. publics 5 11 1' { CS papiers inedit s du tlepart ernettt et de lapolr;:c secrete de Paris, vol. 3, Leipzig, 1870 , pag. 337 .I, H, pag. 3.33.

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vah cs su nornbre y logrn, durante un paseo en berlina,arrancar Ia cahell ern a SllS ell atro acompafian tes blancossin que cl cochcro 10 advicrt a en nl~soluto, Les Myst ercsde Paris senalan ya al comienzo a Cooper, prornetiendoque sus heroes de los bajos fondos pnrisinos no cstanmenos apartndos de la civilizacion que los salvajes queCooper represen t.a tan acer tadamen re. Perc es especial-mente Balzac quien no se causa de referirsc a Coopercomo cjcmplo. LrI pocsia del terror, de la que estanIlenos los bosques amer icanos en los que n-ihns enemigasse encuentran en cl seridero de la guerra, esa poesia, quetan bien Ie vicne a Cooper, se adecua cxacramcnte hastuen los mmimos dct alles a In vida parisj na. Los transeuntes,los comerc ios , los coches de alquiler 0 un hornbre iquese apoya en una vcnta na, todo clio intercsaba a las gC'l!CSde la guardia de corps de Peyrades tan ardienterncnte comoUll tronco de arbol, una guarida de castor, una roca, unapiel de bufalo, 1111


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de cosas O Il haccrse soliclario del mctodo en el que coin-ciden loOOS Ios generos a J05 que se tlccUco Poe. Poe rueuno de I()~; lccn1cOS mas grandcs de 1preclsu volver SiclllPl"e :J. Sade . .. para expllcnr cl mal", n,

Plq,,:. 694.

proto tipo de la valorucion de inforrnacioncs de pcriodicoen orden al descubrimicnro de crimenes. El detective dePoe, el caballero Dupin, 1)0 trabaja sabre la base de ins-pecciones ocularcs, sino sabre 1 8 de los inlormcs de 1 8prens diaria, Un perioclico, Le Cominerciel, sostiene laopinion de que a Marie Roget, Ia asesinada, 1 2 1 quitaronde en medic los criminales inmecliatamcnte dcspues deque hubo abandonado Ia casa materna. "Es imposibleque una persona 1


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La rue assourdissant e all/our de moi hurlait,Longue, mince , en grrmd deuil , douleur majesrucuse,Une [cmme passa, d'une main [astueuseSo ulevant , bol ancant le [eston et l'ourlet;

habirante urbane es un arnor no tanto a prirnera como aultima vista. EI jamais es el punto culminante del en-cuentro en cl cual la pasion, en apariencia Irustrada, bro-ta en realidad del pacta como una llama. Y en ella seconsume; claro que no se eleva de ella ningun ave Ienix.El vivisimo nacimiento del primer terceto abrc un pano-rama del suceso que se manifiesta muy problernarico ala luz de la estrol'a precedente. Lo que haec que el cuervose contraiga en un espasrno no es la turbacion por esocuya imagen sc apodcra de todos los recintos de su ser:tiene 1 1 1 < . - 1 $ del cheque de un irnperioso antojo que se Ieviene encima sin aviso algu no al solitario. 121aditarnentocornme un extravagant cas] 10 expresa: el tono que dis-pone el poeta, segun el curd la aparicion femenina esrade luto, no se para en ocultarlo. En rcalidad hay una hon-da rupt urn entre el primer cuartcto, que abre In escena,y los tercetos que la transfiguran. AI decir Thibaudet decstos versos que s610 pudieron su rgir en una gran ciu-dad 21, sc queda en su supcriicie. Su figura interior seacr isola al reconocerse en ellos el arnor misrno cst igma-tizado poria gran ciurlad ".Dcsde Luis Felipe encontr amos en In burguesia el em-pefio pal" rcsarcirse de la per dida del rastro de la v.daprivada en la gran ciudad. Lo intent a dentro de sus cua-uo paredes, Es como si hubiese puesto su honor en nodejar hundirse en los siglos esc rastro si no de sus diassobre esla tierra, sf


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desde luego a la larga capaccs de nada en contra del em-pefio por cornpensar pOl' media de un tejido multiple deregistros lu mcrma de rastros que trnjo consigo Ia des-apar icion d~ los hombres en las 111'1sas de las grandesciudadcs. Baudelaire sc cncon traba tan perjudicado comoun criminal cualquiera POl - este empefio. Huyendo de iosacreedorcs. se ahli6 a cafes y a circulos de lcctorcs. Sedio el caso de que habitaba a 18 v ez dos domicilios, peroen los dias en que Ia renta estaba pendicnte pernoctabacon frecucncia en un tercero. con amigos. Yasl vaga-buudeo por una ciudad que ya no era, dcsde hacia tiempo,la pa tria del Ilaneur. Carla carna en la que se acostabase le habta vuelro un lit hasat-deux . ~".Crepet cucnta en-tre 1842 y 1858 catorce dueccioncs parisinas de Baude-laire.Mcdidas tecnicas tuv.ieron que verrir en ayuda del pro-ceso adrninist ra t ivo de control. Al comicnzo del procedi-mien to de idcntificacion, cuyo standard de cntonces es t adado pOI' cI metodo de Bertillon, esui la determinacionpersonal de la firma. Y el invento de la Iotografia repro-senta un paso en la histoiia de cste procedirniento. Parala crirninalistica no signil'ica ruenos que 10 que para laescr'ituru signified la invcncion de la imprenta. La Icroara-fia haec per primcra vcz posible retener clararnente )' aIa Iarga las hucllas de un hombre. Las Iiistorias dctecti-vescas surgcn en el instan tc en q L1C sc aseguru esta con-quista, la mas incisiva de todas, sabre el incognito delhombre. Desde enionces no se aprecia que terrnincn losesiuerzos par fij3rle cosicamente en obras .y palabras.El Iamoso cuento de Poe 1 hombre de la multit utles algoasi como 13 radiogr'affa de una Iristoria detecti-vesca. El material de revestirniento que prcscnta el cri-men brilla en el pOI' su auscncia. Sf que 11a perrnanecidoel mero armazon: el perscguidor, Ia multitud, un des-conocido que cndercza SLi iinerarlo por Londres de talmodo que sigue siernpre estando en el centro. Esc des-conocido es el "fjfl11eur". Y


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des fouies. Pero 1a descripcion de Poe de esta figuraesta libre de In connivencia que Baudelaire le prestaba.El [laneur es para Poe sabre todo ese que en su propiasociedad no se sientc scguro. POl' eso busca la multitud:y no habra que ir muy lejos para cncontrar Ia razori parIn cua] se escondc en ella. Poe difumina adredc In dil'e-rencia entre eI asocial y el fjftncllr. Un hombre se hacetanto mas sospechoso en la rnasa cuanto mas dificil re-sulta encontrarlo. Reposando de una larga persecuciou,resume para si cl narrador su experiencia: Este viejo,dije par fin. representa el arquetipo y el gencro del pro-fundo crimen. Se niega a estar 50'10. Es el hombre de lamultitud ~I.

Y 110 s610 para cste hombre reclarna cl autor el interesdel lector; par 10 rnenos sc apega en igual grado a la des-cr ipc'lon de la rnultitud. Y ella tanto por motives docu-mentales como artfsticos. En ambos aspectos el narradorsigue el es})ectaculo de la multi tud. Tarnbien Ie sigue. enuna conocida narracion de E. T. A. Hoffmann. el parientedesdc SlI venrana de chaflan, Pero que apocada es la rni-rada sobre la mulritud de quien esta instalado en su vidacasera. Y que penetrants es la del hombre absorro enella H traves de las lunas de los cafes. En 1(1 diferencia delos puesros de observacion esrriba Ia difercncia entre Ber-lin y Londrcs. De un Indo el rentisrn: se sienta en elmirador como en una plarea: Y cuando quierc darse una'vuel ta pOl' el rnercado. tiene en la mario unos gemelosde opera. De otro lado el consumidor, el innominado, queentra en el cafe y en scguida ]0 abandons at raido por eliman de Ia rnasa que incansablernentc Ie vapulea. De unlado un gran sui-ride de pequerias estampas de genera queIorman todas elias un album de laminas coloristas; deotro lado un bosquejo que hubiese podido inspirar a 1111gran grabador ; una mult itud inaburcahle en 1" que nadiee$ta del redo claro para el otro y nadie es para otro en-teramente impenetrable, Al pequefioburgues aleman lehan Iijado estrechos limites. Y sin embargo, Hoffmannera POl' idicsincrasia de la familia de los Poe y los Baude-

lau-e. En la nota biografica a la edicion original de susultirnos escritos se advierte: Hoffmann no fue nunca es-peciairncnre amigo de ia naturaleza, EI hombre, cornuni -cacion por aqut, observnqiori por alla, el mero vel' a loshombres valia para 61 mas que 'ludo. Si pascaba duranteel verano, cosa que con el bUCIl tiempo sucedia diaria-mente por In tarde ... , no habfa taberna 0 confitcrfa enIa que no cntrase para vel' si habfa nIl! alguicn y queclase de personas erun 2 " . Mas tarde se quejara Dickens,estando de viaje, de Ja Ialra de ruido callejero, indispen-sable para 51 1 producci6n. No pucdo decir cuanto echoen falta las calles, escribfa en 1846 desde Lausanne, co-gido como estaba por el trabajo en Doinbey and Son.Es como si diesen alga a rni cerebro de 10 cual no pucdeeste pasarse, S1 THI de trahaja r. Una sernana, quince dias.:sf que soy capaz de escribir rnnravillosarnente en un lugaraparrudo: basta lucgo con un d ia en Londres para remon-tarrne otra vez .. , PCI'D son enorrnes el esfuerzo y el tra-bajo de escribir a din rio sin csa l interna magica ... Mis Fi-guras parece que quisieran quedarse quieras. si no tienena su alrededor una multitud 2'. Entre las muchas .t :6sasque en Ia odiada Bruselas ponen a Baudelaire fuera de51 hay una que le llcna de un cncono especial. r;.ro hayescaparates en las tieridas. El callejeo, [an grato a los pue-blos dorados de imaginacicn, es imposible en Bruselas.No hay nada que ver y los caminos son irnposiblcs ".Baudelaire amaba la soledad; pero la querla en la mul-titud.

A l COITC1' de sus nurraciones Poe deja que oscurezca.Se deriene en la ciudad bajo la luz de gas. S610 can difi-culrad cabrIa separar la ilum lnacion de gas de I n apa-ricncia de la calle como interior en el que se resume 1 3fantasmagorfa del Ilarieur. La prirnera luz de gas pren-di6 en los pasajes. En la ninez de Baudelaire se hizo el

21 E . A . POE, op. ctt., J, pag. 256 .

~J J EltNST TIII!()110[{ AMAOJ'lUS HOFFMANN, Ausgewdhtte Schritt en,vul.IS: Levell wu1 Nuchlass . Von JUlius Eduard Hltzig, Stut-gart, 1839, pag. 32.

37 Ci 1. anon. (Frll\NZ MRflllING): Charles Dickens, Die Nelleze. 30, ]')11-12. vol . 1 , pag, 021.Zi iua, n, 710.

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Iarolas. Prirncro dicho ri(rno se destaca ccuanimementcdel crepusculo, pcro . luego ciudades cntcras se cncuentrande golpe, can un cheque brutal, bajo cl fulgor de Ia luzelectrica. Esa luz clcberia caer unicarnente sobre ascsi-nos o crirninales publicos 0 ilurninar los pasillos de Iosmanicornios, ya que estu hecha para aumentar el tC1TOI-,e1 terror !3. No pocas razones nos dicen que la luz de gass610 tardiament~ Iuc seritida de manera tan idilica comola sintio Stevenson que escribe su necrologia. Y sabretodo 10 atestigua asi un discutible tex t o de Poe, Apenaspodra describirse mas Iugubremente los efcctos de esaILlZ: ... 105 resplandorcs del gas, dehiles al cornicnzo dela lucha contra cl dia, ganaban por fin asccndiente y es-parcian en derredor una Iuz agi tada y deshunbrante, Todoera negro y sin embargo esplend ido como el cbano con clcual Iue comparado el est.ilo de Tertuliano ". Yen' otroiugar dice Poe que en e! mterior de la casa ei gas cs inad-rnisible. Su luz dura, ternblorosa, ofende a los ojos.Tet rica y desrnernbrada, como Ia luz en la que se mue-ve, aparcce Ia multitud Iondiricnse. La cual no vale solopara la chusma que con Ia noche se desliza Fucra de susguaridas J~. Poe describe de la mancra siguicnlc 13 clasede los altos ernplcados: Todos ellos mostraban scfialcsde calvicic y J 3 oreja derecha, habituada a sustcner desdebacia mucho un lapiccro, aparecia extrafiamente separadaNote q u e sicmpre se quitaban 0 ponian cl sombrero canarnbas manes y que llevaban relojes con cortas cadenasde. oro de maciza y antigua forma ", En su dcscripcionPoe no pretcnde ]3 apa ricncia inmediata. Estan cxagc-radas las semejanzas a las que sc somete el pequerio bur-gucs al existir en ia multitud: su cortejo 110 disra muchode scr uniformc. Y min es mas sorprcndente 1 3 descrip-cion de 1 " < 1 rnult.itud segun el modo que ticne de moverse,"La gran .mayorfa de los que iban pasarido tcnian un airetan serial como satisfecho, y s610 parccian pensar en 13

intento de utilizarla at aire libre: se dispusieron candela-bras en lu Place Vendome. Y baioNapole6n III crecerapiclarnerite cJ numcro de las fnr~)Jas de gas en Paris 2~.Lo cual aumcntaba Ja scguridad en la ciudad: hacla quela mul titud sc sintiesc en casa en plena calle tarnbicn porIn noche; expulsaba 81 cielo estrellado de la imagen dela gran ciudad mas confiudamente de como habia suce-dido por causa de sus casas elevadas, Corro las cortinas. uas cl sol; se ha ido este a la cama C0l110 debe. En ade-lante no vco orra luz que la de la llama de gas nil". Laluna y las estrcllas no merccer: ya mcncion alguna,En los tiempos Ilorecicntes del Segundo Imperio loscornercios de 1:.1scalles pr inc i pales no cerraban antes delas diez de la noche. Era el esplendor del noctambulismo.EI hombre, cscribio Delvau en el capitulo de sus Heuresparisiennes dcd icado a la scgunda hora dcspues de media-nochc, debe .descansar de cuando en cuando: parades.cstaciones Ic estrin permitidas: pero no tiene derecho adorrnir ~I. Dickens se acucrda en el lago gincbrino nos-talgicamenle de Genova, en doude disponfa de dos miliasde calle pnl'a vagar bajo SlI ilurninacion por las neches. Mastarde, 3 1 cxtinguirsc los pasajes, caer fuera de moda elcullcjco y no rcsultar ya dist inguida In luz de gas, le 1';;1-rccio a un ult irno fh''tneltn>, que arrastraba (T.istementcsus pasos par el vacio pasaje Colbert, que el temblor delos candclabros no cxponia 1 1 1 < \ S que eI micdo de su llamaa no SCl' ya pagada a fin de mes ~2. Eutonces escribio Ste-venson SlJ . Iarnenro por In dcsaparicion de las farolas degas. Se deja sobre lodo llevar por el ritmo en que los fa-rolcros vall por las calles encendierido una tras otra las

~9 Cfr, La transiornuuiou de Paris suus le Second Empire,Exposition. de la Bibliotlteque et des travuux historiques de laville de Paris, )'cd.ige par Marcel Poete, E. Clouzot ct G. l Ienriot.Paris, 1910, pdg. 65,sn JULIEN LEMI!JI, Paris au gaz, Parts, 1861. pag. JO .

La mtsma tmugun en CnJ1JUscli/C un SO!I': el clclo.se [ernie lCl Il .cm.Cnt CO/ILlIte une grande a/cove (I. pug. 108)..1 A1.FRliO DELVAU, Les heures' parisienncs, Par is, 1866 , p ti:;. 206 ,n err. LOlJJS V EV I L LOT , Les odeurs de Pan's, Paris, 19,14, pa-

gina 182.

33 ROIHmT LoUIS STEVENSON, Virginibus Ptterisque Clrld OtherPapers, Londres, 1924, pag, 132,3. E. A. POE, op. cit., I, 251.3' Ibid.30 Ibid" I, pag. 248.

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maner'a de abrirse paso en el apifiamiento, Fruuclan lascejas y giraban vivarnente los ojos: cuando otros tran-scuntes los ernpujaban, no daban ninguna serial de im-paciencia, sino que se alisaban la ropa y continuaban pre-surosos. Otros, tambien en gran numero, se movlan in-cansablcs, rojos los rostros, hablando y gesticulando con-sigo misrnos como si la densidad de I n masa que losrodeaba los hiciera sentirse solos. Cuando hallaban unolistaculo a su paso ccsaban bruscarnente de mascullar,p~ro redoblaban sus gesriculacioncs, esperando call SOIl-risa forzada y ausente que los dermis Ies abrieran camino.Cuando los ernpujaban, se deshacian en saludos hack'! losresponsables, y parecrari lIenos de confusion If 31"'. Se pen-S


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que atravesaban el Sena. En el misrno afio de la inuertede Baudelaire pudo ocurrfrsele a un emprcsario la ideade haccr circular, para comodidad de los vecinos pu-dicntes, quinicntas sillas de rnanos. A un habia aficion po rlos pasajes en los que cl "flfwcw'" ni vefa Ios vehrculnsque no toleran 1 0. cornpeteucia de los pcatones. Hab iatranseuntes que sc apretaban en 1 8 multi tud; pcro habia3dem~{s eI "nc(nenr)) que necesira ambito de juego y queno quierc privarse clcsu vida privada. Dcsocupadc, se lasda de scr una pcrsonalidady protesta contra la divisiondel trabajo que haec a las genies especialistas. De Ia rnis-rna rnancra protests contra SI:! laboriosidad. Bacia 11340rue, por poco tiernpo, de bucn tono Ilevar de paSCQ porlos pasajcs a tortugas. El "fJ811CllP> dejaba de buen gradeque cstas le prcscrihicscn su tempo. De habrirscle hcchocaso, el progreso hubiera tenido que aprcndcr ese pas.Pcro no rue CI quien tuvo la ultima palabra, sino Taylor,que hizo una consigna d e su abajo el callejco ". Tem-prano procuraion algunos hacerse una imagen de 10 queiba a vcnir. En su utopia Paris n'exist e pas, cscribe Rattieren 1857: "EJ "Ilaneur", que habiamos encontraclo en lascalles pavirnenradas y arue los escaparates, esc tipo in-signil'icante, sin irnportancia, eternarnente deseoso de ver,siernpre dispuesto a ernocioncs de cuatro pcrras, igno-ran te de (ado 10 que no fuese adoquines, Iandos y farolasde gas ... sc ha convcr+ido ahora en agricultor, en villa-tcro, en fabricanre de telas, en rcfinador de azucur , enindustrial del bierro".

En sus vazabundeos el hombre de la ruultitud aLCITiz


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una idea hastanre exac ta de 10 que rnusi tan a I pobre dia-blo que pasa par un escaparate con casas bonitas y caras.No quieren saber nada de el; en 61 no se sienten a gusto.En las [rases de Les [oules, este capitulo importante delSpleen de Paris, habIa el mismo fetiche can el cual Ia dis-posicion sensi tiva de Baudelaire vibra al unisono tan po-derosamente que la sensibilidad para 10 anorganico cons-ti tuye una de las fuentes de su inspiracion ".

Baudelaire era un buen conocedor de estupefacientes.Y sin embargo se Ie escape uno de sus efectos socialmentemas relevantcs. Consistc cste en Ia gracia que los adictossacan a relucir bajo 1a influencia de la droga. Igua! efectoconsigue a su vez la mercancia de In mul ti tud a la quecrnbriaga y que In rodea de murmullos. La masificacionde los clientes CJue forman el mercado -yeste cs el quehace referenda a In rnercancia-c- acrecienta el encanto deIa misma para el comprador medio. Cuando Baudelairehabla de Ia ebriedad religiosa de las grandes ciudades 4,su sujcro, que no nornbra, bien pudiera ser In mercancla.y Ia S01l1ta prostitucion del alma cornparada con esoque los hombres Ilaman (;)1110r,mas bien pequefio, mas bienrest.ringido, mas bien dc.bih 40, no puede SCI' otra cosa, si

la confrontacion con el arnor conserva SLl scutido, que laprosritucion del alma de Ia mercancfa. Esta Santa pros-titucion del alma que se da toda cntcra, pocsia y caridad.a 10 imprevisto que se muest ra, a] deseonocido que pasa 47,dice Baudelui re. Exact amente esa es la poesia y exacta-mente csa (:5 In caiidad que reclaman para sf los prosti-tuidos. ))05 han probado los misrerros del mercndoabiert o: In mercancfa no les llcva delantcra. Ell el merca-do residian algunos de sus inccntivos que Ilegaron a con-vert irsc en otros [21nl0Smedios de poder. Como tales losrcgistru Baudelaire en Crepuscul e rill Soil':(~A travers les lueurs que tourmente lc I'CllILa Prosrutition s'cdliune dans ies rues;CO l 1l 1 1 le t tn e [ourinillcte elle ouvre ses is sues ;Part out clle se [rave U!1 occul!e chemin,Ainsi que l'ennemi qui t ent e LIn coup de main;Elle remue (1l1 scin de Ia cite de [augeComme WI ]Jer qui aerobe {I l'Homme ce qu'il nunige ".

Desornuiis tu. n 'c8t pluS, 6 maliere Vivante!Qtt'-Utl grc ltli t en touTfj d' ll1 Ie vague epoft van(e ,Assoupl dans te foud d' lIn Sanaran brnmeux :Un vieux sphinX fgnore dn monde fnsollciellX,Dublie sur la cmte, et dmrt l'h.umeur toroucnaNe ctumte qU'cr,t/x rayons rl'U solei! qui se c01wle (1, p: ' l .g. Ill]).

S610 1


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l a c ; adoqui 11C ' .las calles prrnci pules es como 5C adv icr-te que esos londinenscs h(\I1 tenido que sacrificar lamejor parte de su humanidad para consumar todas lasmara vi l J


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E l injlerno es ci/.ld ad ,p areja a Londres,Una ciudad can humo )' populosa. ,Hay alli toda clase de gentes arruinadas.,Y poca diversion, mas bien ninguna, . ,Ymuy poco justicia ycompasicn min menos 51., ."

Iamult. irud Ie resultaba insoporrablc ~1. Hugo 'fue quiendurante su exilio en Jersey inauguro este tema para la poe-.sia. En sus paseos solitarios por Ia costa se afi 1i6 a 61 gira.cias a' una de las enorrnes antitesis indispensables a S1.l .inspiracion. En Hugo la ,J11uli.ilud penetra en la poesiacomo objeto de conternplacion. EI oceano que bate lasrocas es su modele y el pensador, que cavila ace rca deese especraculo ererno, es elverdadero explorador de Inmulritud, en fa cual se pierde -como 'en un estrepito ma- .rino. Igual que, desterrado, mira desde un arrecife so-'litario par sobre las tierras can grandes destines. as! eO1-sidera tambicn cl pasado de los pueblos." Se lleva a S 1misrno y lleva sus mafias a la pletora de suecsos que sele vuelven vivos y C J 1 . 1 C transcurren can la existencia de,las fuerzilS naturales, con cl mar. con las rocas erosiona-:das, con las nubcs en rnarchn y con todas las demas su-blirnidades que contiene una vida tranquila y solitaria encontacto can la naruraleza 59 Tncluso e1 oceano se abu-r]'i6 de e!, ha dicho Baudela ire de Hugo rozando con c1haz de luz de su ironia al L1pOS tado cluecamente en los'.arrecifes. Baudelaire no se sintio movido a entregarse- alcspectaculo de Ja naturaleza. Su experiencia de In , ' . ' l { m l -utud cornportaba los rasrros de In iniquidad y ~le losmiles de ernpellones que padece el transeunte e ne] hervi-dew de una ciudud. manteuicndo tanto mas desplerta su ,conscienci.i del yo. (Ell el fondo es eS


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malo en cl oleaje: en ellos pucde por momentos cente-[lear la fisionornia de una gran ciudad. P ente de fa reverieda una idea magnifica de la prorniscuidad irnperante entrela pluralidad de todo 10 vivo:

que en el tratamiento rcalista- que le aplica en la poll-tica. Puesto que Ia multitud es de heche un capricho dela nnturalezu, si- es que dicha expresion pucde ser tras-ladada a las circunstancias sociales, Una calle, un incen-dio, un accidente de tro:1fico reunen ;;I gentes libres de deter-minacion de clase. Sc presentan como aglomeraciones con-cretas: pero socialmente siguen sicndo abstractas, estoes, que pcrmanecen aisladas en sus intereses pr ivudo s. Sl 1modele son los clicntes que, carla uno en su intercs pri-vado, GC reunen en el mercado en lorna a Ia cosa comun.Muchas vcces CStlS aglorueracioncs t icricn solo una exis-tencia cstadfstica. Ouccla en ellas ocul to 10 que constituycsu zuonstruosidad, a saber: la masificacion de PtTSOJ};JSprivadas por rncdio del azar de sus intereses privados, 5jesas aglornerncioncs llcgan a sal tar a la vista (y de ella secuiclau los Estados totalitarios ell cuanto que hacen 'obli-gatoria y perrnanente para lodo proposito la masificncionde sus clientes), sale claramente a la luz su caracter am-biguo. Y sobre todo se pone en clare para aquellos mis-mas a quienes concicrne. Los cualcs racionalizan cl azarde la economia mercantil (esc azar que los junta) comodestino en el que la 1'


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cornienza con Moises y terrnina can Hugo. Pero s610 setrat.a de un pequcfio rropel en In multituc1 irnponente de lossol itru-ios. Para el ingenio ct6nico de Hugo el ad pluresire" de los romanos no era una [rase huecn. Tarde, en laul rima sesion, llegaron cual rnensajeros de In neche los cs-piri tus de los mucrtos. Las anotaciones de Jersey censer-van sus mensajes: Cada uno de los gran des trabaja endos obras, En In ohra que crea en cuanto viviente y en suobra como espiritu. El viviente se consagra a la primeraobra. I'ero par Ia noche, en la calma profunda, despiertaen esc viviente, ioh terror! ,e l creador de espfritus. (Como,grrta la criatura, no es esto todo? No, responde el espir itu:despicrta y levantate; la tormenta esta en rnarcha, aullaulos perros y los 2.01'1'05, hay tiniebias par doquier, Ia na-turnleza se hunde, se sobresalta bajo el h'ltigo de Dies ...El creador de esptritus ve la idea-fantasma. L


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nion superficiel dia ria y de )a superconfiadu accrca del fu-turo, sc cncucntra en Hugo .i un to al hondo prcscn timicn tode la vida que sc forma en el seno de la na tu ralcza y delpueblo, Jarnas logro una rncdiacion: que no sintiese su ncoccsidad ern lu coudicion de la j 11 1 poncn lc pretension, de Iimponente alcancc y tamb icn de la rcpercusion imponeu tede $1.1 Ob1'8 en sus contcmpo rancos. En el capitulo de Le sMiserablcs t itulado L'argot, cliocan con uerncndabrus-qucdad los dos lados opucstos de su naturaleza. Tn1S ca..las audaces en el taller lillgl'dstlco del pueblo bajo, cl es-crito r concluyc: Desdc cl 39, toclo el pueblo se desarrollaen inclividuos rclinados: no hay ningun pobre, porquetenclrIa entouces su dcrccho y la aureola que cae sobre el:el pobre diablo Ileva ell su Iuero=in tcrno la gloria de Fran-cia; la dignidad de ciudadano del Estado es una dcfcnsainterior; quien cs librc cs concienzudo: y quicn ticuc de-recho de vote, gobierna [". Victor Hugo veia las cosascomo sc las planteaban las expericncias de unu currcrali terari amerite triuufan te y b ri l lantc politlcamente. Era elprimer gran cscritor que tenia en Sll obra un Litulacolect.ivo: Les Miserahles, Les Travailleurs de fa Iller. Para61 la multi tud era, casi en cl scntido antiguo, ]8 mu lritudde los clicntes, csto CS, de sus Iectores, de SLiS rnasas elec-teras. En una palabra : Hugo no fuc ni ngun Ilaneur.Para Ia rnuh.itud que iba can Hugo, y con la cual ibatambien el , no hab ia ningun Baudelaire. Sin embargo, pamestc Sl que existia la mu ltitud. Verla, motivaba en cl undiar io sorideo de su hondo fnk3so. Y 110 em esra la ultimade Ias razones por Ias que buscaba verla. En la fama deVicl.orHugo a l imcntabu un orgullo descspcrado que PD-decia pOl' asi dccn-lo a recaidas. Y es probable que le agui-

jonease aun con milS [uerzu su confesion de credo politi-co. Era el credo del citoyen. La rnasa de la graIl ciudadno podia equivocarlc. En ella rcconocfa a la multi tud po-pular.Y queria SCI' carne de Sl1 carne. Laicisrno, progreso,y democracia eran el estandarte que agitaba sobre suscabezas. Tal cstundarte rransfrguraba ia cxisteucia de lamasa. Poriia cn sornbru cl1..11l11)J'a1 que scpara a cada unode 13 11lultit.ucl, Baudelaire en cambia pJ'oLeg.ia esc umbrul:csto le distinguia de Victor Hugo. Pero se aserncjaba a (:1al no penetrar eJ aura social. que se asienta en la rnu.1litud.Poriia cnfrente de ella una imagen tan poco crftica comola concepcion de Hugo. Esa imagen es c 1 hcroc. En cl mis-mo mornen'io en que Victor Hugo celcbra la masa comohcroe del .epos moderno, Bnudclaire escrura para e1heroe un Jugal' de huida en la masa de la gran ciudad.Hugo, como citoyen, se pone en el lugar de Ia mull..tud:Baudelaire se scpara de ella en cuanto heroc.

de los holgnzanes, de 1a nuserta, de los que no tween nucln, de los'Inzz arnnl', de Ius pral.oria.nus de 11 r cvueltu, de 101; conuotttert :en tina palnbru 110.. (aUgnclo n 1:1-metarora purn tr!l 'lnlnnl' con unn .taq lle a los "a te lier s na tionnux" ,Y EUGENE S!'ULLER. escribc en su Histoire par/cmcntairc de ZaSCcon(/,c Rp.pu.lJliquc (Pn.ri~, 1891. III Y 2(6): "VlcLul' Hugo huhlasido I! lcg' ldo con los votes e ll ) la dc rechn ." "Stcmprc voto con In dnrechu,salvo ell dos ocaslones en las que la IJoliUcfl no dcscmpcriabn )Japciulguno."

G, l bul., Ruman VIU: Les Miscrables, pilg. 306.- 82- -83-


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IIIL O M O DE RN O simbolista Gustave Kahn, cuando dice que el trabajo poe-tico se ascrnejaba en Baudelaire a un esfuerzo corporal" '.Prueba de cllo encontrarnos en Ia propia obra. en una

rnetafura que vale la pena considerar de ceres.Esa rnetaforu es la del luchador. En ella gustaba Bau-delaire de rcprcsentar como artisticos los rasgos marciales.

Cuando describe a Constantin Guy, que para 61 contabamucho, lc busca a la horn en que .los otros ducrrnen: in-cl inado sobrc SLI mesa, pcnctrando una hoja de papel con 1


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intencio n cobra CXjJleSlOl1, en Sl1 dedicaturia de la colec-cion al redactor ide de La Presse, .Arscne Houssaye, 10que hay en el f;ndo de tales exper iencias. "GOuien deentre nosotros no ha sofiado, en sus dias de ambicion, e1mil


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La necesidad, que a sf se clisfraza, no es solo material;concierne tambicn a la producciou poetica. Las estereoti-pins en las expericncias de Baudelaire, la Ialta de media"cion cnL I'C sus ideas, la inquietud pasrnada en sus rasgos,sefialaban que no tenia a su disposicion esas reservas queabren il l hombre un gran saber y una vision historica am-pl ia. Como cscritor Baudclnirc tenia una gran deficien-cia que el misrno no sospechaba: ern ignoraute. Lo quesab ia, 10 sab la ;, [ourlo: pen) sabla pocas cosas, La histo-ria, IC l risiologia, la arquc6jogia, la Hlosol'Ia, le fueronsiernpre ajenas ... El mundo exterior le intcresaba poco:tal vel. lo adv i rt iern, pe ro dcsde luego no 10 estu diabu J3,Esta al alcunce de la mana y adernas cs justificado se-fl


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((All! que j'en ai suivi, d e ce : pe tite s v ie il le s !Une, entre autres, a l'licure oil le soleil 10111b011 . 1Ensanglante le ciel de blcssurcs vcrnieilles,Pensive, -s'asseyoit a l'ecart SI.II" un bane,

l~os'ibJe", escribin Baudela ircen 1851, sea cual sea el pnr-ucla E lJ que se perrenezca, sean cuales Iueren los prejuiciosque le h",),,111 alimenrado a uno, no conmoverse ante el~spectaculo de esa multttud enferrniza que respira el polvone los rallercs. rragando algodoll , irnpregnandose de ce-rusa, de rnercurio y de todos los demas venenos riccesa-rios a Ia creacion de las obras maestras ... Esa multitudsuspirante y lfinguiua n la que la tierra debe sus mara-villas, y que sicnte correr par sus venas una sangre pur-purea e impetuosa, lanza una mirada larga y cargada denisteza a] so] y u 1 < 1 sam bra 'de los grandes pnrques>i ~I.ES:1 poblacion es el transfondo en cl que destaca el per-fil del heme. Baudelaire intitulo a su mancra I~ imagenque asf se representa. Puso encima la pulabra rnoder-ni te.

1 heroe es el vcrdndero sujeto de In rnodcrnidad. Lacual significn que para vivir 10 moderno se prccisa unaconstituci6n heroica. Esta fue tambien la opinion de B::Il-zac. Can ella se contraponen B~ lzac y Baudelaire al ro-man t ic ismo. Los clos rransfiguran las pasiories y la Iuerzade resolucion: el romanticismo, en cnmbio, la renunciay 13 entrega. Aunque el nuevo modo de ver las COS


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l'ullumerai les yellX de fa ICIHll1e ravie;A tOI1 [ils [e renrlrai sa force et ses couleursEt semi pour ce [rele athlete de la vieL'huile qui mllennit les muscles des ltttt eurs ",A sahcr. cl suicidio COl)'lO "passion par ticuliere de la v iemoderric aparcce en cl pasajc clusico dedicado a Ia teo-ria de 10moclerno. La rnucrtc libre de los heroes antiguoscs una exccpcion. (Donck cncontrar suicidios en los cua-dros antiguos ... si exceptuarnos a Hercules en el monteOeta, a Caton de Utica y a Cleopa tru? ". No como si Ball-clelai rc los encontrase en los rnodernos: In refercncia aRousseau y a Balzac, que sigue a la Irase ci tnda, es irisn-Iicientc. Pcro 10 moderno rnantiene prcsta la materia prj ..111a de csos cuadros y espera un maestro. Esa materia pri-ma sc deposita precisamcnte en las capas que dcstacuncon tocla claridad como fundamento de 1 0 moclc rno. Losprimcrus apuntes para su tcotia son de 1845. Par cse Hem-po se h izo ha hitua 1 en las rnasas trabajadoras Ia repre-se n racion de.! suicidio, "Ha bE a aJbOl"utos pal" la s capiasde una li togra fia que reprcscntaba a un obrcro ingles que,descspcrado por no peeler ganarse cl pan, se qu i.aIa vida.Incluso un obrero llega a erit rar en la casa de EugeneSue y sc ahorca en ella; tiene en 13 mane una nola: "Hepensado que me ser Ia mris [{Icil rnorir bajo cl tccho delhombre que haec algo por 11os01r05 y que nos ama"" ~5.Adolphe Boyer, lin irupresor, publica en 1841 un pequcfioescrito: De l'etat des ouvriers et de SOil ameiioration parl'orgauisat ion C /U travail. Era una cxposicion mesuradaque buscaba ganar para lu asociacion obrera a hIS anti-guns corporacioncs lit: opera rios ambulantes prcsas encosturnbrcs grcmiales. No tuvo ningun ex- i to ; el auto! 'se qui to la vid ,1 y en una carta abieita cxhortabu a suscornpafteros de snf'rfrniento a seguirle. E{ suicidio pudomuy bien par tanto aparecer a los ojos de un Baudelairecomo la unica accion heroica que lcs qucdaba en losriempos de Ia reaccion a Ins multitudes rnaladives delas ciudades. Qu iza vio 1


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rniraba juucho, como LJn agil dibujante ante cl caballere.arrojando sobrc cl Iienzo las mauerns de rno rir de lossuicidas, En 10 que concicrne a los colores de la cstarnpa,La moda ofrccio SIl paleta.Desdc la monarquia de julio cornenzaron a prevalcceren los trajes masculinos c 1 negro y el gris, Esta novcdadocupo


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fBaudelaire determina mas claramentc el rostro de 1 1 1moderno, sin negar el signo de Cain sobre 51.1 frente:t< .. la mayorra de los artisras que han abordado jema~4Imodcrnos se hun contentado con ternas publicos y ofi4ciales, con nuestrns victorias y nuestro herotsmo pohrico,Y encima 10 Iiacen a rcgafindienres y porque se 10 encnrga'el gobierno que les paga. Sin embargo, bay temas privUllo~que son hero icos rnuy de otra manera. EI espectaculo dela vida elegante y de rnilcs de cxistcncius Hotantes que'circulan por los sub terraneos de una gran ciudad (crimi-4!nalcs y rnuchachas arrirnadas ). 1n Gazette des TrilmJnaux y el Monit eur.Eo: prueban que no tenemos mas queabrir los ojos para conocer nuestro hcrofsmt ~3, Aqu4en la cl apache en la imagen del heroe. En 01 tienefJ.Iasiento los caracteres que Bounoure registra en la soleda(I'Wde Baudelaire: un noli me tangere, UP enquistamicntcAIIdel individuo en 51 1 diferencia ". EI apache. abjura c:e Ia~vir! udes y de las leyes. Resciride de una vez pOl' todas elC()I1(TLllo social. Y asI se cree separado del burgues POLttodo un mundo, No reconoce en el los rasgos del compintche, esos que muy pronto dibujura Hugo en Les Chiiti-ntent s con poderosa eficacia. Cierro que a las ilusloneAde Baudelaire debia darseles un halito de mayor aicancetFuridamentan la poesia del apache. Son las de un g ~ .nero cuya validez no ha sido dernolida en mas de ochentjllafios. Baudelaire es el prrmero que abord6 esa veta. E_heroe de Poe no es el criminal, sino el detect ive, POl' SUIparte Balzac conoce s610 al gran outsider de la socie'dad, Vautrin exper imenta In ascension y la caleb; cometrodos los heroes baizaclanos tiene una carrera, La de..criminal es una carrera C0l110 las otras. Tarnbic

21554863 benjamin walter iluminaciones ii

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